el estudiante y el tutor virtual

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LAS CARACTERISTICAS DEL PROFESOR Y EL ESTUDIANTE VITUALES Y ALGUNAS DISTORSIONES ENCONTRADAS EN LA PRÁCTICA HERNANDO JABIER GOMEZ GORDILLO GESTIÓN DE PROCESOS DE DISEÑO Y DESARROLLO DE PROGRAMAS EDUCATIVOS EN LÍNEA MAESTRIA EN GESTION DE LA TECNOLOGIA EDUCATIVA

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Page 1: El estudiante y el tutor virtual

LAS CARACTERISTICAS DEL PROFESOR Y EL ESTUDIANTE VITUALES

Y ALGUNAS DISTORSIONES ENCONTRADAS EN LA PRÁCTICA

HERNANDO JABIER GOMEZ GORDILLO

GESTIÓN DE PROCESOS DE DISEÑO Y DESARROLLO DE PROGRAMAS

EDUCATIVOS EN LÍNEA MAESTRIA EN GESTION DE LA TECNOLOGIA EDUCATIVA

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES, HUMANAS Y DE LA EDUCACION

UNIVERSIDAD DE SANTANDER

CHIA CUNDINAMARCA

2015

Page 2: El estudiante y el tutor virtual

LAS CARACTERISTICAS DEL PROFESOR Y EL ESTUDIANTE VITUALES

Y ALGUNAS DISTORSIONES ENCONTRADAS EN LA PRÁCTICA

HERNANDO JABIER GOMEZ GORDILLO

GESTIÓN DE PROCESOS DE DISEÑO Y DESARROLLO DE PROGRAMAS

EDUCATIVOS EN LÍNEA MAESTRIA EN GESTION DE LA TECNOLOGIA EDUCATIVA

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES, HUMANAS Y DE LA EDUCACION

UNIVERSIDAD DE SANTANDER

CHIA CUNDINAMARCA

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2015

Si bien es cierto la educación virtual no es un hecho nuevo en la realidad educativa

nacional, en la actualidad sigue siendo necesario sopesar los diferentes factores que

intervienen en el proceso, máxime cuando hemos visto que las plataformas tecnológicas

han mejorado y las universidades han adoptado la metodología a distancia para ofrecer

sus carreras a un número creciente de jóvenes que encuentran en la virtualidad una

forma de adelantar sus estudios sin desplazarse a un salón de clases. Cabe analizar

entonces cada unos de los actores del proceso educativo en aras de rescatar los

elementos que deben caracterizarlos y responder a la pregunta ¿Cómo superar las

distorsiones que en ocasiones se presentan al tomar un curso virtual?

La respuesta a esta pregunta pretende examinar desde el punto de vista del estudiante y

del docente aquellos factores que menoscaban la eficiencia del E-learning tanto por

parte del docente como del estudiante, asumiendo el papel como estudiantes de la

Maestría en Gestión de la Informática Educativa y al mismo tiempo de generadores de

Objetos Virtuales de Aprendizaje para nuestros estudiantes. Es necesario analizar la

realidad actual de los actores de la educación virtual: Instituciones Educativas, Docentes

y Estudiantes, para luego continuar con el análisis de las distorsiones encontradas por

medio del análisis literario y de la propia experiencia y por último, dar alternativas de

solución a estas necesidades.

En primer lugar, el Estado como garante del derecho a la educación y participación de

los ciudadanos y como ente regulador de las tecnologías de la Información y las

Comunicaciones, ha promovido el empleo de las mismas en el ámbito educativo y

ofrecido a las Instituciones Educativas los incentivos para el desarrollo de Programas

Educativos a distancia mediados por el ordenador. Tal es el grado de incursión de tales

tecnologías que es innegable para todos los beneficios que han mostrado en el

desarrollo educativo y, en Colombia todas las Universidades incluyen, de alguna

manera, en su currículo, el desarrollo de asignaturas, módulos, cursos, diplomados,

carreras de pregrado o posgrados. Sin embargo, es aquí, precisamente donde aparece la

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primera distorsión sobre la cuestión de la vigilancia que el Ministerio de Educación

Nacional ejerce sobre esto programas y hasta dónde llega la efectividad de los mismos

en aras de fortalecer la calidad de la formación virtual y lograr su robustecimiento frente

a la formación presencial.

Las Universidades colombianas ofrecen en su portafolio un número cada vez mayor de

programas a distancia mediados por las Tecnología de la Información y las

Comunicaciones. Las plataformas educativas se robustecen para ofrecer a las personas

diferentes alternativas de formación que combinan metodologías tradicionales y

virtuales con el fin de masificar el acceso a los programas. Son notables laos beneficios

que trae este modelo educativo para las personas debido principalmente a la flexibilidad

que supone al proporcionarles a los estudiantes horarios flexibles sin la necesidad de

desplazarse a un lugar físico para recibir clases. Esto, sin duda, elimina costos de

desplazamiento, libros de texto y otros relacionados y potencia el trabajo autónomo y

disciplinado. Sin embargo, una segunda ha de posarse aquí para indagar sobre la

pertinencia de numerosos programas de formación y cuestionar la calidad de los mismos

en términos de contenidos, diseño, desarrollo y significancia de actividades para el

estudiante, métodos de evaluación y grado de apropiación de los conceptos y de

desarrollo de habilidades, destrezas y competencias por parte del estudiante.

Por otra parte, la nueva generación de estudiantes a la que algunos autores han llamado

la generación Z, por tratarse de nativos tecnológicos, requieren de estrategias educativas

acordes al momento actual en el que se accede de manera casi ilimitada a la

información. La sociedad actual no demanda del estudiante cuanto conocimiento tiene

acumulado, sino lo cuestiona acerca de lo que es capaz de hacer con ese conocimiento.

Mientras hace unos años, el desafío era conseguir los libros de texto que tuvieran el

tema específico, ahora la información se encuentra con tan solo hacer clic; vivimos

rodeados de información, en muchas ocasiones, errónea e imprecisa. Es necesario

formar a las nuevas generaciones de jóvenes en el uso responsable de las herramientas

informáticas y hacerles ver las potencialidades que estas tienen para el desarrollo de su

educación y como alternativa de comunicación, desarrollo de negocios y difusión del

arte, la cultura y el pensamiento.

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El estudiante presenta sus propias facetas en términos de habilidades y expectativas y

muchas veces cae en el agotamiento al enfrentarse al desarrollo de actividades que le

exigen mucho más que la mera lectura de textos o desarrollo escritural. Las nuevas

generaciones tienden a reducir los conocimientos, hacerlos más líquidos y la

portabilidad de las plataformas fomentan este proceso.

Barbera y Badía (2004) en su libro “Educar con Aulas Virtuales” establecen una serie

de criterios y características que deben reunir el docente, el estudiante y los materiales

virtuales para desarrollar una educación virtual que lleve al desarrollo integral del

educando evidenciándose en la apropiación de los conceptos y la producción. Estos

autores presentan los factores que afectan el aprendizaje, los cuales pueden encontrarse

en el siguiente esquema:

Fig 1. Factores que afectan el aprendizaje presencial y virtual. Barbera y Badía (2004.

p.42)

Los ciudadanos que es preciso formar son aquellos que hacen buen usos de la

información, generan una confiable y sobretodo resuelven problemas de manera

colaborativa para el beneficio de todos. Las cuestiones actuales de la sociedad giran en

torno al desarrollo sostenible, participación equitativa del hombre y la mujer, reducción

de las formas de violencia y aceptación de la diversidad cultural, racial y sexual. Bajo

este contexto, el Estado y las Instituciones movilizan la investigación en Ciencia y

Tecnología y los estudios sociales, políticos y culturales. El influjo de las corrientes de

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pensamiento actuales sobre los jóvenes induce en ellos otras formas de participación

diferentes a las tradicionales. Ya no es necesario distribuir materiales impresos para

difundir las ideas y el conocimiento. Las redes fortalecen la actividad de divulgación y

presentan una gran diversidad de opciones de pensamiento para la formación de

ciudadanía. Sin embargo, otra distorsión aparece cuando las redes son empleadas con

fines oscuros y hacen apología de posturas ideológicas anarquistas que exceden los

límites del respeto a la diversidad.

El último factor de la ecuación que es necesario abordar es el docente, quien procede de

una educación formal y debe migrar hacia la educación virtual con todo lo que ello

implica. Se trata de un docente que debe abandonar posturas pedagógicas rígidas y

entrar en n ambiente más dialogante; debe servir de guía para el estudiante y

desenvolverse en una serie de roles que van más allá del diseño de Unidades Didácticas

u OVAS y la calificación de los productos o entregables de los estudiantes. De alguna

manera, el docente pierde el control de los estudiantes cuando no los tiene reunidos en

un aula y no puede verlos y dialogar con ellos; debe recurrir entonces a su empatía para

desarrollar en ellos la inquietud por los contenidos, recursos y actividades de un curso,

debe proveer la ayudad suficiente cuando sabe que la información que les quiere dar a

conocer no les llegará a todos al mismo tiempo y depende de los ritmos de estudiante.

El docente virtual deberá fijar pautas precisas y entendibles para la valoración de los

productos (bitácoras), tendrá que crear actividades imaginativas empleando diferentes

herramientas TIC y recurriendo a corrientes pedagógicas incluyentes y que aboguen por

el desarrollo de conocimiento significativo, contextualizado, actual y que resuelva

problemas de la sociedad; podrá desarrollar la interacción por medio de los foros, salas

de chat o teleconferencias, se verá avocado a desarrollar canales de comunicación para

responder las inquietudes de manera masiva e individual. Será un administrador de

recursos tecnológicos, lo cual, también lo convierte en un técnico en cuestiones de

software y hardware.

Barbera y Badía (2004), establecen comparaciones conceptuales entre la formación

virtual y presencial que resultan pertinentes para aquellos interesados en adentrarse en

el mundo de la virtualidad. Analizan las competencias del docente en términos de los

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conocimientos que debe tener, los cuales pueden presentarse en el siguiente mapa

conceptual:

Fig 2. Conocimientos de un Docente Virtual. Barbera y Badía (2004. p.29)

Es necesario para el docente conocer la percepción de los aprendices sobre el proceso de

enseñanza- aprendizaje mediante OVAS, ya que de esta manera le es posible mejorar su

impacto. Para ello es fundamental llevar a cabo la autoevaluación como herramienta de

mejoramiento. Esta actividad cobra importancia cuando es necesario introducir nuevos

contenidos o establecer el impacto de los ya vistos. La autoevaluación puede

desarrollarse empleando diversas metodologías empleando herramientas TIC como

HOT POTATOES y JCLIC entre otras.

De acuerdo con García –Beltrán (2010), la autoevaluación presenta las siguientes

ventajas:

Posibilita un seguimiento individualizado del aprendizaje del alumno. Permite evaluar conocimientos y habilidades. Facilita el establecimiento de una evaluación continuada durante el proceso de aprendizaje y reduce el tiempo de su diseño, distribución y desarrollo. Agrega una gran flexibilidad temporal y espacial del sistema tanto para la configuración de ejercicios como de su realización. En este sentido puede ser especialmente útil para permitir que el alumno pueda seguir su propio ritmo de aprendizaje. Proporciona una respuesta inmediata (retroalimentación) de los resultados de

los ejercicios. El almacenamiento de los resultados facilita la creación de informes y tratamiento de datos tanto a nivel de un alumno o de un grupo de alumnos como de las preguntas utilizadas. La base de datos de preguntas puede reutilizarse en otros cursos. La no necesidad de corregir por parte del profesor lo hace especialmente

apropiado para grandes grupos de alumnos.

Ya analizados los aspectos más representativos de los agentes participantes en el

proceso de E-learning y B-learning, es necesario acercarse a la definición de diferentes

Conocimientos de un Docente Virtual

Conocimientos de tipo disciplinar

Conocimientos de tipo tecnológico

Conocimientos de tipo didáctico

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situaciones adversas que se presentan como estudiante y docente en entornos virtuales

como el de la Maestría en Gestión de la Informática Educativa.

Como estudiante

Para iniciar, no fue nada fácil adquirir los hábitos de estudio que requiere la formación

virtual; fue necesario pensar en aquello como un reto para desligar lo tradicional de lo

virtual. Ello implicó replantear las estructuras de aprendizaje en términos de la relación

con los contenidos virtuales, aprender a buscar información, emplear las herramientas

informáticas. Cabe anotar que el computador adquiere en este proceso una

preponderancia inusitada, pues ahora es el aparato que permite comunicarse con el

mundo, establecer relaciones, aprender y conocer: es la ventana que muestra las

posibilidades y las realidades del mundo. De igual manera, el acceso a la red se vuelve

imprescindible para lograr esa conexión con esas realidades contenidas en documentos

digitales, como textos en formatos pdf, fotografías, videos, simulaciones, modelos y

herramientas TIC.

Las expectativas y temores al principio son altos pero debido a la experiencia con

algunos acercamientos a las plataformas LMS y el manejo de herramientas de ofimática,

estos elementos propios de la ansiedad van aminorándose, especialmente cuando se

descubren nuevas herramientas y su potencial en la educación. En ocasiones la

decepción se apodera cuando las expectativas no se materializan en las actividades que

uno cree, van a ser propuestas por los tutores. El factor principal, que es la interacción

cobra su importancia cuando es necesario opinar sobre cuestiones pedagógicas o

técnicas y ofrece un apoyo a la hora de proponer ideas y enriquecer los productos a

entregar.

Como docente

La experiencia como docente a cargo del desarrollo de un curso virtual, es reciente y se

puede decir que hasta ahora se ha dado la primera etapa de acercamiento a las

plataformas LMS. Como resultado de ese proceso, fue posible conocer los requisitos

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técnicos que estas demandan para su instalación y aplicación de igual manera se dio

inicio a la formulación de un curso sobre Agricultura Urbana empleando las plataformas

MOODLE y CHAMILO, con el fin de comparar inicialmente la robustez de las mismas.

Posterior a esta actividad sobreviene la atapa de exploración al escoger MOODLE como

la plataforma en la que se desarrollará el curso y es entonces cuando, al explorar las

diversas herramientas que presenta se analizan sus posibles aplicaciones y las

actividades que se pueden desarrollar con ellas, así mismo, los productos que se pueden

obtener.

La siguiente etapa, que es la de diseño y aplicación del curso comenzará muy pronto

cuando se hayan inscrito los estudiantes (usuarios) en la plataforma. Las expectativas

son altas frente a los posibles productos que se puedan obtener no solo en términos de

las creaciones de los estudiantes sino en términos del entusiasmo que pueda generar en

ellos, quienes son niños de quinto grado a quienes va dirigido el curso y en quienes se

busca el aprendizaje de elementos relacionados con el establecimiento de huertos

urbanos para preservar la seguridad alimentaria y el análisis de la situación de nuestros

ecosistemas, agotados por la sobreexplotación de sus recursos.

Finalmente, para acotar el tema cabe recalcar sobre los aspectos que son competencia

del docente y que inciden directamente sobre el aprendizaje del estudiante, los cuales

son abordados por Borges (2005, P. 3):

Su propia formación y capacitación

Respuesta a los estudiantes

Presencia en el aula

Claridad en las indicaciones

Cercanía y flexibilidad

Interacción y colaboración

Los conceptos aprendidos en este modulo, sin duda alguna, servirán para mejorar la

aplicabilidad del curso a desarrollar y obtener muy buenos resultados al manejar

correctamente la ansiedad de los estudiantes y ofrecerles toda la ayuda posible

mediando la cordialidad y la empatía para no caer en la completa artificialidad de la

interacción maestro- alumno.

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BIBLIOGRAFIA

Barbera y Badía, 2004. Educar con Aulas Virtuales, Orientaciones para la innovación en

el proceso de enseñanza y aprendizaje. Ed. Antonio Machado Libros S.A. Madrid.

Borges, Federico, 2005. «La frustración del estudiante en línea. Causas y acciones

preventivas». Digithum [artículo en línea]. UOC. N.º 7.Recuperado de:

http://www.uoc.edu/digithum/7/dt/esp/borges.pdf>

Ángel García –Beltrán et al, 2010. La autoevaluación como actividad docente en

entornosvirtuales de aprendizaje/enseñanza. Artículo. Universidad Politecnica de

Madrid.Recuperado de: httprusc.uoc.eduindex.phpruscarticleviewv8n1-

rodriguez_calvov8n1-rodriguez_calvo (2)