el enfoque de desarrollo local
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CATEDRA : DESARROLLO ECONÓMICO
CATEDRÀTICO : Dr. LUIS CÁRDENAS ESPEJO
ALUMNO : ROJAS CHANCASANAMPA, CLEMER V.
SEMESTRE : IX
Huancayo – Perú
- 2015 -
“AÑO DE LA DIVERSIFICACIÓN PRODUCTIVA Y DEL
FORTALECIMIENTO DE LA EDUCACIÓN”
EL BIENESTAR: EL ENFOQUE DE DESARROLLO LOCAL
DESARROLLO LOCAL
Para Enríquez (2001), el desarrollo local es un proceso de diversificación y
enriquecimiento de las actividades económicas y sociales en un “territorio” de escala
local a partir de la movilización y la coordinación de sus “recursos” materiales e
inmateriales. Esta noción señala a la vez una postura frente a la cuestión del
“desarrollo”, un método para el desarrollo de los territorios locales, así como un
marco de análisis de sus incumbencias.
Para Velásquez (1998), hablar de desarrollo local es aludir a "ese conjunto de
procesos económicos, sociales, culturales, políticos y territoriales a través de los
cuales una comunidad, a partir de sus propias potencialidades y de las oportunidades
que le brinda el entorno, accede al bienestar, sin exclusiones ni discriminaciones, y
garantiza las condiciones para que futuras generaciones también puedan hacerlo"
En muchos de los modelos de desarrollo llamados "alternativos" la dimensión local
está presente (hay que señalar que lo local no lo hace de por sí alternativo,
reconociendo que es la localidad, el lugar, la región, donde se concreta este tipo de
desarrollo). En cierta medida el desarrollo local es mirado como otra "moda del
desarrollo". Pero, como lo expresa Gallicchio (2006), "no son ni una moda, ni un
paradigma, ni una panacea. Su gran potencialidad radica en que representan una
estrategia diferente para el desarrollo".
EL ENFOQUE DE DESARROLLO LOCAL
Cuando se habla de estrategias de desarrollo económico, el planteamiento
convencional suele visualizar, mayoritariamente, procesos secuenciales vinculados a
la industrialización, terciarización y urbanización, los cuales son asimilados al avance
de la “modernización”. De este modo, la estrategia de desarrollo “desde arriba”, de
carácter concentrador y basado en la gran empresa pasa a ser considerada (a modo de
una gran “idea-fuerza”) como la vía fundamental para el logro del mismo. La fortaleza
de las convicciones ideológicas, reiteradas de forma acrítica a través de las
instituciones de enseñanza de la economía o de los principales medios de
comunicación, ayuda a mantener esta percepción incompleta acerca del desarrollo
económico.
Sin embargo, es preciso subrayar que la estrategia de desarrollo concentrador no es la
única existente ni la única posible, ya que también tienen una importancia decisiva,
sobre todo en términos de empleo y territorio, otras estrategias de desarrollo “desde
abajo”, de carácter difuso y sustentadas por factores no solamente económicos, sino
también sociales, culturales y territoriales. Generalmente, este tipo de desarrollo
económico de carácter local, basado en una utilización de recursos endógenos y
llevado adelante por empresas pequeñas, ha ido surgiendo sin demasiado o ningún
respaldo político-administrativo desde las instancias centrales de la administración
pública. El surgimiento de dichas iniciativas de desarrollo económico local ha
dependido esencialmente de los agentes territoriales, mediante la concertación de
esfuerzos diversos (Vázquez Barquero, 1988).
En resumen, para impulsar el desarrollo económico con generación de empleo
productivo y avance de la equidad social y la sostenibilidad ambiental, es imperativo
un diseño mixto de políticas en el cual, junto a las medidas encaminadas al logro de los
principales equilibrios macroeconómicos, deben impulsarse otras de carácter
territorial destinadas a identificar y fomentar las potencialidades existentes, tarea en
la cual los gobiernos provinciales y locales deben desempeñar un papel decisivo como
animadores y facilitadores de la creación de instituciones de desarrollo productivo y
empresarial (Alburquerque, 2004)
El enfoque del desarrollo económico local dista mucho de constituir un proyecto
autárquico. Por el contrario, busca difundir el desarrollo desde abajo y con los actores
locales, tratando de endogeneizar territorialmente las bases de sustentación del
crecimiento económico y el empleo productivo. Con ello, además, se incrementan las
posibilidades de aprovechar las oportunidades de dinamismo externo existentes.
Suponen, asimismo, una respuesta a las tesis que confían en la difusión del
crecimiento económico a partir de las grandes empresas y aglomeraciones urbanas, el
cual es siempre limitado. Además, el tipo de crecimiento predominante, de carácter
concentrador y excluyente, basado en la gran empresa, ha profundizado la
heterogeneidad social, territorial y empresarial, haciendo obligada una intervención
concertada de los diferentes actores sociales en favor de una estrategia más integral
de desarrollo orientada a garantizar el empleo productivo, la cohesión social y la
subsistencia digna para la mayoría de la población.
El desarrollo económico local puede definirse, por tanto, como señala la Organización
Internacional del Trabajo, como “un proceso de desarrollo participativo que fomenta
los acuerdos de colaboración entre los principales actores públicos y privados de un
territorio, posibilitando el diseño y la puesta en práctica de una estrategia de
desarrollo común a base de aprovechar los recursos y ventajas competitivas locales en
el contexto global, con el objetivo final de crear empleo decente y estimular la
actividad económica” (Rodríguez-Pose, 2002).
Dicho en otras palabras (Vázquez Barquero, 1988), se trata de un proceso de
crecimiento económico y cambio estructural que conduce a una mejora del nivel de
vida de la población local y en el cual pueden distinguirse varias dimensiones:
Económica, en la cual, los empresarios locales usan su capacidad para
organizar los factores productivos locales con niveles de productividad
suficientes para ser competitivos en los mercados.
Formación de recursos humanos, en la que los actores educativos y de
capacitación conciertan con los emprendedores locales la adecuación de la
oferta de conocimientos a los requerimientos de innovación de los sistemas
productivos locales.
Socio-cultural e institucional, en la que los valores e instituciones locales
permiten impulsar o respaldar el propio proceso de desarrollo.
Político-administrativa, en la que la gestión local y regional facilita la
concertación público-privada a nivel territorial y la creación de “entornos
innovadores” favorables al desarrollo productivo y empresarial.
Ambiental, que incluye la atención a las características específicas del medio
natural local, a fin de asegurar un desarrollo sustentable ambientalmente.
En la definición de una estrategia de desarrollo económico local pueden señalarse,
igualmente, algunos aspectos y líneas de política fundamentales:
Importancia de la articulación productiva existente entre las diferentes
actividades del sistema económico local.
Identificación territorial del tejido empresarial y las diferentes actividades
económicas existentes.
Nivel tecnológico, organizativo y de gestión en dichas actividades y empresas.
Conocimiento de las tecnologías apropiadas a la dotación de recursos y
potencialidades territoriales y ambientales.
Compromiso con el empleo productivo y observación del mercado de trabajo
local. Vinculación del sistema educativo y de capacitación profesional a la
problemática del sistema productivo y social territorial.
Acceso territorial a los servicios de apoyo a la producción, tanto financieros
como reales (información, capacitación empresarial y tecnológica,
comercialización, apoyo a la innovación del producto, cooperación empresarial,
asesoría en proyectos de inversión, entre otros).
Diseño de políticas específicas de apoyo a las microempresas, pequeñas y
medianas empresas, cooperativas y sector informal local, a fin de implementar
una coherente política de desarrollo económico y social, alejada del simple
paternalismo asistencial.
En tal sentido, el impulso de la concertación de actores locales, tanto públicos como
privados (municipalidades, gobiernos provinciales, entidades de capacitación,
institutos de formación profesional, universidades, asociaciones y cámaras
empresariales, sindicatos, organizaciones cívicas, entre otros), constituye una tarea
principal que corresponde promover principalmente-aunque no exclusivamente- a los
responsables públicos locales y provinciales, a fin de lograr la vinculación en red de
los mismos, para la mejora de la eficiencia productiva y la competitividad de cada
sistema económico local.
La creación de redes o “entornos territoriales” innovadores se convierte, pues, en uno
de los objetivos principales de las iniciativas de desarrollo económico local, ya que el
territorio es un actor decisivo de desarrollo y, como tal, debe dotarse de componentes
que alienten la creatividad y la capacidad emprendedoras.
VARIACIONES DE LOS ENFOQUES DEL DESARROLLO ECONÓMICO LOCAL EN LOS
PAÍSES EN DESARROLLO
Las naciones en desarrollo y las agencias de ayuda tienen perspectivas del desarrollo
económico local diferentes
La planeación estratégica del desarrollo es un enfoque muy extendido en
América Latina (Aghón, Alburquerque & Cortés 2001). El problema con este
enfoque es el elevado costo, los grandes requerimientos en términos de
destrezas de planeación y las desviaciones a favor de elaborar documentos y
luego ejecutarlos.
Un enfoque se centra en el trabajo de las agencias locales de desarrollo
económico, cuya creación también está muy difundida en América Latina y en
cierto grado en los países en transformación de Europa del Este (OIT, Oficina
de Servicios para Proyectos de la ONU, EURADA y Cooperazione Italiana, sin
fecha; Unión Europea, sin fecha). Se nutre de la experiencia de los países
mediterráneos, en particular Italia y España, y la transfieren entidades como la
OIT. La experiencia, de nuevo, es mixta, sobre todo con respecto a dichas
entidades, que tienden a sufrir una sobrecarga y expectativas exageradas.
Los gobiernos locales y estatales y a veces también los nacionales en muchas
naciones en desarrollo buscan fomentar la creación de distritos industriales,
políticas basadas en la obra conceptual de Michael Porter y sus
recomendaciones (Fairbanks y Lindsay, 1997). Instituciones como el Banco
Mundial han apoyado este enfoque en numerosos países. La experiencia, de
nueva cuenta, es mixta pues la transformación de aglomerados de productores
no muy competitivos en “distritos industriales” muy especializados y
competitivos es una tarea de enormes proporciones (Altenburg y Meyer-
Stamer, 1999).
En algunos países africanos el Club de Sahel y la OCDE promueven una
metodología llamada ECOLOC para lanzar iniciativas DEL (Club du Sahel y
OCDE 2001). El concepto básico incluye varios meses de estudios y varios
subsecuentes meses de consultas y formulación de estrategias, a lo que sigue
su implementación.
Otro enfoque es un concepto de arriba a abajo, pragmático y de acción
inmediata que adopta el método de Evaluación Participativa de la Ventaja
Competitiva (PACA) como punto de partida (Meyer-Stamer, 2000). Este
enfoque lo procura cada vez más la ayuda técnica alemana.
Los enfoques por completo participativos impulsados por la acción son más
prometedores que los que presuponen una buena dosis de desarrollo y capacidad
institucionales antes de que ocurra cualquier cosa en la práctica y que las
aproximaciones orientadas por la acción son más prometedoras que las que asignan
enormes recursos en términos de tiempo y dinero en el análisis antes de cualquier
aplicación.
Los gobiernos municipales tienen una tarea fundamental al asumir la promoción y
facilitación del desarrollo económico local, garantizando la prestación de servicios
tanto administrativos como públicos.
LA IMPORTANCIA DEL ENFOQUE DEL DESARROLLO ECONÓMICO LOCAL
A lo largo de las últimas décadas, en los diferentes países de América Latina y el
Caribe se vienen mostrando, con diferente intensidad y a distinta escala, las exigencias
ineludibles del cambio estructural que implica la nueva fase de reestructuración
tecnológica y organizativa, la cual afecta tanto a las formas de producción y gestión
empresarial, como a la naturaleza del Estado y la regulación socioinstitucional, así
como al funcionamiento eficiente de todo tipo de organizaciones, públicas o privadas.
En la base de esta reestructuración tecnoeconómica y organizativa hay que destacar la
introducción de innovaciones de carácter radical que abren nuevos horizontes en lo
relativo a los óptimos de producción y funcionamiento competitivo, y alientan la
emergencia de nuevos sectores y actividades económicas junto al declive de otros
sectores maduros, desplegando movimientos de reestructuración y desestructuración
del tejido productivo y empresarial preexistentes, con efectos desiguales y diferentes
en cada territorio, lo cual obliga a un inteligente diseño de políticas para encarar esos
retos desde la especificidad de cada ámbito territorial (Alburquerque, 1997).
Los factores que están removiendo radicalmente la base productiva de los diferentes
sistemas económicos territoriales, se refieren:
Al tránsito hacia nuevas formas de producción más eficientes que concretan la
actual revolución tecnológica y de gestión.
A la introducción de la microelectrónica, que ha posibilitado la vinculación de
las diferentes fases de los procesos económicos trabajando en la misma unidad
de tiempo real.
A la existencia de cambios radicales en los métodos de gestión empresarial.
A la importancia de la calidad y diferenciación de los productos como
estrategia de competitividad dinámica.
A la renovación incesante de productos y procesos productivos, acelerando
notablemente los ritmos de obsolescencia técnica y amortización de los activos
físicos.
A la identificación de la segmentación de la demanda y la existencia de
diferentes nichos de mercado.
APRECIACIÓN CRÍTICA
El desarrollo local es muy importante ya que constituye un proceso de diversificación
y enriquecimiento de las actividades económicas y sociales en un “territorio” de escala
local a partir de la movilización y la coordinación de sus “recursos” materiales e
inmateriales.
Por lo cual el enfoque del desarrollo local busca difundir el desarrollo desde abajo y
con los actores locales, tratando de endogeneizar territorialmente las bases de
sustentación del crecimiento económico y el empleo productivo. Con ello, además, se
incrementan las posibilidades de aprovechar las oportunidades de dinamismo externo
existentes. Suponen, asimismo, una respuesta a las tesis que confían en la difusión del
crecimiento económico a partir de las grandes empresas y aglomeraciones urbanas, el
cual es siempre limitado. Además, el tipo de crecimiento predominante, de carácter
concentrador y excluyente, basado en la gran empresa, ha profundizado la
heterogeneidad social, territorial y empresarial, haciendo obligada una intervención
concertada de los diferentes actores sociales en favor de una estrategia más integral
de desarrollo orientada a garantizar el empleo productivo, la cohesión social y la
subsistencia digna para la mayoría de la población; por lo tanto es fundamental la
aplicación del enfoque de desarrollo local.
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