50

El derrumbe del socialismo en Europacentral y oriental y la crisis de la cultura

política contemporánea

“Con la implosión del socialismo podemos hablar de uncolapso de la intelligentsia global frente a los grandes

problemas de la humanidad y de las mayorías”

“La política europea es incapaz de construir unas fuerzaspolíticas que sepan dotar de un vocabulario adecuado a los

nuevos antagonismos”

¿De qué forma se relaciona la emergencia de laultraderecha europea con la crisis del socialismo enlos PECO?49

¿Por qué el discurso de muchos actores políticoseuropeos incluye temas propios de la “agenda tradi-cional” de los ultraderechistas?

Para los cientistas sociales interesados en el sigloxx, el año 1985 constituye una referencia temporalobligada. A partir de esa fecha, cambioseconómicos, políticos y sociales se sucedieron auna velocidad impetuosa. Del amplio espectro deacontecimientos trascendentales verificados a partirde la segunda mitad de la década de los 80, aquí

H. DIETERICH47

CHANTAL MOUFFE48

47 H. Dieterich: “La crisis en las ciencias sociales”, en revis-ta El Caimán Barbudo, año 33, Editorial Abril, La Haba-na, 2000, p. 2.

48 Ch. Mouffe: “Fin de la política y ascenso de la derecharadical”, en Leviatán 62, II época, Madrid, invierno de1995, p. 25.

49 Siglónimo que en la pitologia moderna se utiliza para re-ferirse a los países de Europa central y oriental que con-formaban el denominado “campo socialista”. Léase,Albania, Bulgaria, Hungría, República Checa, Eslovaquia,Polonia, Rumania y la RSF de Yugoslavia.

51

solo nos interesa realizar el estudio; por lainfluencia en la emergencia de la ultraderechaeuropea, del derrumbe del proyecto social socialistaen los PECO y la llamada “crisis de la culturapolítica contemporánea”.

El derrumbe del socialismo en los PECO y la emergencia de las fuerzas

de extrema derecha

El descalabro del socialismo en los PECO, no soloconstituyó la crisis de un proyecto social.

A nuestro juicio, con este hecho se pusieron enentredicho dos cuestiones más: el modo de hacerpolítica de algunos partidos comunistas quedetentaban el poder y la manera de hacer y deinterpretar la filosofía que los sustentaban. Poreso, la trascendencia histórica de estos aconteci-mientos conmocionaron al mundo. Esta excepcio-nal situación trajo consigo el fin del equilibriobipolar (Estados Unidos-Unión Soviética) quecaracterizó las relaciones políticas internaciona-les desde el fin de la Segunda Guerra Mundial yla conversión de facto del capitalismo en el siste-ma hegemónico.

Como resultado del fin de la guerra fría, se mani-festó una euforia triunfalista en los círculos de po-der de occidente, que sustentada en el enunciadoteórico que plantea: “El socialismo ha muerto, el co-

50 A comienzos de los años 90, en los medios académicos eintelectuales de occidente, fue muy popular la tesis delnorteamericano F. Fukuyama que, partiendo del principiognoseológico “la historia nunca confiesa porque en ellapredomina la óptica de los vencedores” (Merleau - Ponty);apuntó que “La protodemocracia burguesa es el fin de la

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munismo también, el marxismo forma parte de lahistoria: celebremos la victoria del capitalismo”;50

se tradujo en la crítica a ultranza de las ideassocialistas.

Todo lo anterior se reflejó de forma negativa en elestado político-moral de sectores importantes de lasfuerzas más progresistas y revolucionarias que,permeadas de pesimismo y de abulia política, se vie-ron replegadas, cuando no desorganizadas.

El doctor Silvio Baró refiere, en su ya citadaobra, que esta bacanal ideológica “determinó elsurgimiento y cierto desarrollo de posiciones deglobalización político-ideológicas”51 y en efecto,al modificarse radicalmente la geografía políticadel continente europeo y al cambiar la correlaciónde fuerzas internacionales; en el viejo continentese verificó la devaluación y el desprestigio de lospartidos y fuerzas políticas de izquierda que ce-dieron espacio a los sujetos políticos de orienta-ción derechista.

Es por ello que se puede afirmar que, a partir delderrumbe del campo socialista europeo, muchos delos partidos gobernantes adscriptos a la Internacio-nal Socialista —excepto el Partido Laborista in-glés y el Partido Socialdemócrata Alemán (SDP)que no conformaron gobierno en 1979 y 1982, res-pectivamente— fueron despojados temporalmente

historia y la máxima forma de convivencia social y orga-nización política alcanzable para la humanidad”; verF. Fukuyama: El fin de la historia, Editorial Cero, Barce-lona, 1993. Esta tesis la ratificó (actualizó) el autor en eltexto “Pensando sobre el fin de la historia diez años des-pués”, INTERNET.

51 S. Baró: ob. cit., p. 36.

53

del poder y/o perdieron la hegemonía parlamenta-ria de la que gozaron por décadas.52

Por su parte, todos los partidos de denominacióncomunista de los países donde existen fuerzas deextrema derecha se vieron sometidos a un procesode redimensionamiento organizacional que llevó amuchos de ellos a desaparecer prácticamente delescenario político.

Así, el derrumbe del socialismo en los PECO traeconsigo un empeoramiento objetivo en la situaciónde grupos sociales de Europa occidental que se sienteamenazada por el proceso de integración europeo,dándose todas las condiciones para el despliegue delneoliberalismo con el consiguiente costo social.

Como se conoce, costo social significó, en estesentido, generación de desempleo y afectación de laseguridad social de amplios sectores de la poblacióneuroccidental que se convierten, potencialmente, enparte de la clientela electoral de los partidos de ex-trema derecha.

Vinculado a lo anterior, resulta interesante cono-cer la información que aporta Michael O’Brien en

52 En rigor, hay que llamar la atención sobre un hecho queconsideramos importante aclarar: La crisis por la que atra-vesó la socialdemocracia, fue más bien a nivel teórico-filosófico, y no tanto a nivel de ejercicio de gobierno, entanto, la referida afectación, no se debe, en primer lugar, ala caída del socialismo en los PECO, por la razón de queel comienzo de la crisis de la social democracia hay queubicarla cuando comienza a hacer agua su principal crea-ción, el Estado del Bienestar General, a partir de la crisiscapitalista verificada durante el trienio 1973-1975. Actual-mente, en 13 de los 15 países de la Unión Europea, losgobiernos están encabezados por los socialdemócratas quehan incorporado a su discurso y sobre todo a su accionar,postulados y paradigmas impuestos por la globalización.

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su monografía titulada Nadir-Cenit: izquierda-de-recha. Según este autor inglés, el porcentaje de laclientela electoral de algunos de los partidos de ex-trema derecha, después de 1985 y que provienen delos partidos socialdemócratas y comunistas, es comose muestra en el gráfico 1.53

El análisis de este gráfico puede servirnos paracomprender la relación directa del desarrollo de dosfenómenos verificados simultáneamente a partir de1985: las fuerzas de extrema derecha se revitalizany avanzan, al tiempo que algunas fuerzas de Izquierdase repliegan del escenario político bajo el influjo delderrumbe del socialismo en los PECO.54

Es decir, el 12.3 % de los ultraderechistas, de ochopaíses euroccidentales, organizados en partidos po-líticos tienen esa orientación política, en ese con-texto caracterizado por la ausencia del paradigmasocialista.

Se debe valorar también el hecho de que el fin dela guerra fría descubrió un mundo diferente al queencubría la confrontación este-oeste. Desde enton-ces, la rivalidad y las contradicciones interimpe-rialistas se recrudecen, activándose los procesos deintegración regionales Unión Europea con la ac-ción objetiva, y también subjetiva, del proceso deglobalización de las relaciones económicas y polí-

53 La investigación fue realizada en el período 1987-1992.Ver M. O’ Brien: Nadir-Cenit: izquierda-derecha, Edito-rial Siglo XXI, Madrid, 1994, p. 69.

54 Naturalmente, la formulación de esta abstracción científicase realiza teniendo en cuenta la complejidad de los referi-dos procesos históricos contemporáneos que se caracteri-zan por la manifestación interrelacionada de factores denaturalezas diferentes; como los estudiados en otros epígra-fes de esta obra.

55 FUENTE: M. O’ Brien: Nadir-Cenit: izquierda-derecha , Editorial Siglo XXI, Madrid, 1994, p. 69.

GRÁFICO 1% DE LA CLIENTELA ELECTORAL DE LOS PARTIDOS DE ULTRADERECHA

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ticas internacionales. La exacerbación de conflic-tos nacionalistas (del tipo periférico) y las rivali-dades étnico-religiosas tienen de base problemashistóricos acumulados y desatendidos que encon-traron su cauce a partir de 1985.

Uno de los resultados más dramáticos del derrum-be del “socialismo real” en los PECO y que está es-trechamente vinculado a lo referido en el párrafoanterior, lo constituye, sin duda alguna, la explosiónde los flujos migratorios hacia Europa occidental.La connotación e importancia de este asunto en laemergencia de la extrema derecha, requiere, un aná-lisis particular, tarea que se abordará en el próximocapítulo de este obra.

La Crisis de la Cultura PolíticaContemporánea y la emergencia de la extrema

derecha euroccidental

Se ha visto cómo el avance inusitado, en los últi-mos 15 años, de las fuerzas y partidos políticos deextrema derecha en la parte occidental de Europa,está relacionado con la combinación de muchos fac-tores como son: el proceso de globalización de lasrelaciones económicas y políticas internacionalesy sus implicaciones, la “bancarrota” del postuladokeynesiano ante las exigencias de los criterios deeficiencia del sistema capitalista de producción ac-tual y el derrumbe del “socialismo real” construi-do en los PECO.

Empero, ¿el accionar de los referidos factores hanafectado el escenario político europeo? ¿Es lícitoconsiderar que el espacio ganado por la extrema de-recha euroccidental ha sido favorecido por la llama-da “crisis de la cultura política”55 contemporánea?

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Es evidente que la realidad europea de los últimosaños ha cambiado sustancialmente en los órdeneseconómico, social y político. Pero, es bueno aclararque la dinámica de estos cambios permite observarcómo el desarrollo y transformación de los órdeneseconómicos y sociales sirven de base, por su carác-ter primario, al cambio político que se transformamás lentamente que aquellos.

Lo anteriormente expuesto constituye, la esenciade uno de los procesos contradictorios (con ribetesantagónicos) que se manifiestan en el actual escena-rio geopolítico euroccidental, entiéndase la “no co-rrespondencia entre las necesidades, demandas yaspiraciones políticas del ciudadano medio y elportafolios de respuestas que ofrece el stablishmentpolítico” .

Esta excepcional situación responde a la crisis dela cultura política contemporánea. Es en este con-texto donde también las fuerzas y partidos ultrade-rechistas han encontrado condiciones propicias parasu desarrollo.

Los políticos e ideólogos ultraderechistas han sa-bido aprovechar a su favor, “la crisis de identidadque los partidos y movimientos políticos tienen conlas cúpulas de poder y su base electoral, la crisis de

55 El concepto pitológico de cultura política se entiende comola manifestación de la relación hombre-medio social a tra-vés de la tríada: sujetos o actores políticos representadospor el sistema de partidos políticos, mecanismos queinteractúan entre los electores y elegidos (sistemas electo-rales) y los mecanismos de representatividad vistos a tra-vés del Estado y/o gobierno. Para un estudio in extenso deeste tema, ver F. Álvarez Somoza: Cultura política: com-ponentes y crisis” en Revista de Estudios Europeos, no. 33,Centro de Estudios Europeos, La Habana, 1995.

58

representatividad que las masas electorales tienencon los mecanismos del sistema de poder y la crisisde legitimidad y de institucionalidad de los sistemaspolíticos y electorales”.56

La tríada componente de la crisis de la culturapolítica contemporánea se manifiesta en todo elsistema de relaciones de la sociedad europeacontemporánea, en general, y en particular enaquellos países donde han emergido fuerzas ultra-derechistas:

1. Crisis de identidad que afecta a los partidos tradi-cionales que, desfasados, no trasmiten en sus dis-cursos y programas políticos, mensajes a tono conlas demandas de las actuales masas electorales queno tienen nada que ver con el sistema de valores ynormas sociales de la sociedad de posguerra(1946-1970) en la que nacieron y/o se desarrolla-ron los grandes actores de la escena política tra-dicional europea. El ciudadano común de Europaoccidental, con el imperativo de la integracióncontinental que impone el proceso de globaliza-ción, vive en un medio social afectado por pro-blemas globales y otros de nuevo tipo que loconvierten en un demandante de respuestas y so-luciones políticas diferentes a las que le ofrecenlos partidos. Por eso, “otros reclamos, entre elloslos problemas feministas, ecologistas, pacifistasy juveniles, solicitan su propio espacio político ysocial”.57

56 F. Álvarez Somoza: “La crisis de la “democracia represen-tativa”. Sistema político y electoral”, en revista Cuba So-cialista, 3ra. época, no. 5, La Habana, 1997, p. 55.

57 Ibídem, p. 56.

59

Por tanto, puede decirse que la referida crisis deidentidad que los partidos y movimientos políticostienen con sus bases electorales, reflejan la viola-ción de los principios de lo que pudiera llamarse“comunicación política” (ver gráfico 2).

El gráfico 2 revela que el proceso de comunica-ción que se establece entre el emisor (actor político)y el receptor (masas electorales), requiere para sueficacia, del conocimiento por parte del emisor, delas necesidades y aspiraciones del receptor (cambian-tes en el tiempo) para lograr un adecuado procesode codificación-decodificación del mensajetrasmitido.

En este sentido, los partidos de extrema derechahan sabido utilizar —de forma oportunista— un dis-curso político conformado por mitos-mitologemasque por su diseño son perfectamente decodificadospor sectores sociales inconformes con las respues-tas y acciones de partidos políticos despersonalizadosy fosilizados por la homogeneización del discursopolítico y del accionar gubernamental que imponeel actual mundo globalizado. El oportunismo de lasfuerzas de extrema derecha se ve favorecido por elhecho de que, al no conformar gobierno,58 puedenhacer uso desde la oposición, de todos los temas dela agenda de obligatorio cumplimiento por los parti-dos gobernantes.

Es por eso que una de las características tipológicasde la extrema derecha euroccidental actual es la crí-tica al status quo político.

58 El desempeño electoral del FPÖ austríaco lo llevó a con-formar gobierno en coalición con el Partido Popular. Sulíder histórico J. Haider, en oportuna maniobra, renuncióal cargo y con ello evitó el desgaste político que conlleva-ría el ejercicio de gobierno.

60 GRÁFICO 2PROCESO DE COMUNICACIÓN PARTIDOS POLÍTICOS-MASAS ELECTORALES

61

2.Crisis de representatividad, que las masas electo-rales tienen con los mecanismos del sistema depoder, condicionados por el desgaste de los parti-dos políticos tradicionales y por los importantescambios que se han sucedido en la estructurasocioclasistas de Europa.Para el experto cubano, Álvarez Somoza, “la

reconversión industrial trajo aparejado la reestruc-turación de las bases socioclasistas de los movi-mientos y partidos políticos tradicionales y elsurgimiento de nuevos sectores sociales y con ellos,nuevas reivindicaciones políticas, sociales y eco-nómicas que entre otros factores, fueron los causa-les y el germen de la aparición,en el escenariopolítico, en la década de los 80 del siglo xx, de losllamados “nuevos movimientos sociales” y que, enlos años 90, evolucionaron hacia los llamados ‘mo-vimientos alternativos de participación ciudada-na’”.59

En cambio, para el politólogo español Del Cam-po, “la crisis de representación política que estamosviendo en todas partes se debe a la presencia mayo-ritaria de las clases medias que por su heterogenei-dad de intereses hace imposible su satisfacción comocliente electoral (…), la recomposición de la culturaimplica la transformación del mundo político en unmarco que no se corresponde con la concepción de-mocrática de hoy”.60

Se considera oportuno decir aquí que, como re-sultado del derrumbe del socialismo en los PECOy de la manifestación de la euforia triunfalista en

59 Ibídem, p. 56.60 S. del Campo: La sociedad de clases medias, colección

AUSTRAL, Madrid, 1989, p. 133.

62

los círculos de poder de Occidente, se dio por con-cluido el viejo debate científico —e ideológico—en torno a la vigencia o caducidad de la categoríaclase social en la época contemporánea. El térmi-no “clase media” —en su concepción no marxis-ta— vinculado con el desarrollo económico, sinprecedentes, de la expansión internacional del ca-pital, de la innovación tecnológica y del crecimientode las funciones del Estado se extendió por todaEuropa desde el fin de la Segunda Guerra Mun-dial. El pensamiento que más influencia ha tenidoen el referido debate es sin duda el de Max Weber.Para él, las clases se expresan fundamentalmentemediante las distintas posiciones que los individuosy grupos tienen ante el mercado. El conceptoweberiano de clase se relaciona con el marxista enla medida en que el control de la propiedad es eldeterminante mayor de la capacidad del mercado.La propiedad o falta de ella son las categorías bási-cas de todas las situaciones de clase, pero mientrasCarlos Marx se refiere a la propiedad privada so-bre los medios de producción, Weber se refiere nosolo a la variable económica, sino también a la so-ciológica como independiente y no determinada,usando el concepto de clase para explicar primor-dialmente las relaciones y diferencias de oportuni-dades de vida de los individuos y grupos sociales.Así, mientras Marx pone el énfasis en la esfera dela producción como lógica del desarrollo social,Weber asume que la esfera del consumo es tan im-portante como la productiva para conocer la estruc-tura y el desarrollo de la sociedad. Por tanto, elfactor ocupación, más que la propiedad, constituyela base de la estratificación en clases de la socie-dad contemporánea.

63

Estas clases aparecen diversificadas en su for-ma social, contradictoria en sus intereses mate-riales y poco parecidas en sus ilusionesideológicas, no hay por tanto entre ellas una ho-mogeneidad de base que posibilite un movimien-to político común.61 Una prolongación de estateoría es la controvertida, y ya pretérita, de la so-ciedad posmodernista. En cambio, los marxistasen el análisis de las clases aceptan muchas de lastransformaciones actuales de la estructura social,como la mediación política del Estado, la trans-formación de los sectores productivos y la estruc-tura laboral, pero no consideran que estos cambioshayan alterado las bases estructurales de la domi-nación, cuyo eje sigue girando aún sobre las rela-ciones sociales de producción.

El discurso predominante en la producción delas ciencias sociales contemporáneas, partiendode los cambios sociales acaecidos en las últimasdécadas, han contrapuesto los movimientos socia-les a las clases sociales, en tanto categorías. Esto,a nuestro juicio, es intencional y poco científico.

Los movimientos sociales (alternativos) cons-tituyen fenómenos que rebasan las referencias quedesde el siglo XIV explican el papel histórico delas clases sociales, pero esto no significa, que hoyno existen clases sociales. Estas están presentes,su composición se ha complejizado y ampliadoen correspondencia con los cambios verificadosen la sociedad contemporánea.

Más allá del referido debate entorno a la catego-ría de clase social, se conoce que del total de la

61 Para profundizar en esta teoría ver M. Weber: Economía ysociedad, Fondo de Cultura Económica, México, 1975.

64

población laboralmente activa de Europa occiden-tal, el 66 % labora el sector de los servicios, el 29% en la industria y solo el 4,8 % en la agricultura yminería.

Naturalmente, la actual división del trabajo ge-neradora de determinadas condiciones en las ma-sas obreras, le ofrece, a los partidos y fuerzas deextrema derecha, la posibilidad de sacarle partidoa la crisis de representatividad que caracteriza a lacultura política contemporánea. Entre las condicio-nes que son generadas, asistidas por la ya plantea-da división del trabajo, tenemos las siguientes:

• Temor de los obreros industriales a perder susempleos ante el proceso de integración europeo(libertad de movimiento para la fuerza de traba-jo) y la inmigración extracomunitaria; por lo queno es sorprendente encontrar que parte de la clien-tela electoral de los partidos de extrema derechaesté compuesta por obreros.

• Inseguridad de los obreros ante las exigencias decapacitación y de saber hacer que se imponen enel mercado laboral prácticamente globalizado.

• Permanente amenaza que pende sobre los agri-cultores nacionales ante los competidores comu-nitarios que imponen reducción de cuotas deproducción y el peligro de entrada de excedentesagropecuarios foráneos. Esto se observa, parti-cularmente, en el accionar del Partido Frente Na-cional Francés, el Partido del Progreso Noruegoy el Partido Popular de Dinamarca, países con unsector agropecuario relativamente fuerte.Otra de las formas en que se manifiesta la referida

crisis de representatividad, que las masas electora-les tienen con los mecanismos de poder y que es

65

aprovechada a su favor por los políticos de extremaderecha, es el poco vínculo efectivo que existe entreel ciudadano medio europeo y los diputados al par-lamento europeo.3. Como parte de la crisis de legitimidad y de insti-

tucionalidad de los sistemas políticos y electo-rales se debate, en el contexto euroccidental, laviabilidad política de los ya clásicos sistemaselectorales: sistemas mayoritarios y sistemasproporcionales, en un entorno donde reinan laapatía política y la abstención electoral, favore-cedoras del avance de las fuerzas de extremaderecha: cuestionadoras implacables del statusquo político y que están encabezadas por líderescarismáticos, rara avis en la alta dirección delos partidos políticos de hoy, cualquiera sea sufiliación política.

Resultado de la crisis de la cultura política con-temporánea, es la legitimidad que alcanzaron, enlas urnas, los partidos de extrema derecha. En estecontexto, marcado por la incertidumbre y la confu-sión de las masas electorales, se pone de manifies-to una de las aristas de la crisis de la cultura políticade Europa occidental, nos referimos a la llamada“ley del silencio”, entendida como la actitud decomplacencia y de oportunismo político, que ob-servan el resto de los actores políticos frente al dis-curso ultraderechista.

66

La explosión de los movimientosmigratorios hacia Europa occidental

“Inmigrante no es solamente el que busca asilo,sino el queno parece ni actúa como alemán”

P. FISH 62

“Aunque piensen lo contrario, Franciano está más deformada cultural y socialmente,

gracias a nuestra oposición al extranjero”

B. MÉGRET63

Las corrientes migratorias han tenido lugar a dife-rentes niveles: local, regional, continental y mun-dial. A lo largo de la historia de la humanidad endeterminados territorios se han operado un mayor omenor movimiento de personas, según sus caracte-rísticas geoeconómicas y políticas. Al respecto, Eu-ropa no constituye una excepción: el ViejoContinente es un escenario donde se han combina-do constantemente movimientos de grupos huma-nos, por lo que se puede afirmar que es una regiónde inmigración permanente o tradicional.64

62 El señor Peter Fish, es presidente de la oficina alemana deprotección de la Constitución. Declaración citada por laperiodista Ilia Sardiñas en semanario cubano Trabajado-res, La Habana, 23 de febrero de 1998.

63 El señor Bruno Mégret fue, hasta 1998, secretario generaldel Partido Frente Nacional de Francia. Declaración cita-da por François Dufay “Extrême Droite, le Front cisaillela droite”, en revista Le Point, no. 1331, París, p. 52.

64 Para realizar un estudio particular de la emigración en Eu-ropa occidental, consúltese, J. Salt: Migration andPopulation Change in Europa. UNIDIR, Nueva York, 1993.Ver también, E. Peraza Martell: “Las diferentes etapasmigratorias en Europa. Racismo, xenofobia y nacionalismoen la perspectiva de la extrema derecha”, en Revista de Es-tudios Europeos, no. 33, Centro de Estudio s de Europa,La Habana, enero-marzo de 1995.

67

Empero, ¿cómo ha influido el asunto migratorioen la emergencia en la década de los 80 la extremaderecha euroccidental?

Como se conoce, las cuantiosas pérdidas materia-les y el déficit humano causados por la segunda con-flagración bélica mundial, fueron restañados, enparte, con la participación de millones de inmigran-tes que, en este período histórico —en el que se ve-rificó un notable crecimiento económico—, sevincularon como trabajadores, a sectores industria-les que demandan un alto componente de mano deobra no calificada como la siderurgia, el sector de latransformación matalmecánica y la construcción, et-cétera. Durante los años de la reconstrucción eco-nómica y posterior al desarrollo de la planta industrialeuropea, la inmigración respondía, según nuestrojuicio, como se muestra en el cuadro 5:

Se puede decir que la necesidad de mano de obra,65

que caracterizó el panorama económico y demográ-fico de la Europa occidental de postguerra fue satis-fecha en su mayor parte por inmigrantes económicosprocedentes, tanto de Europa occidental, como delos países subdesarrollados y dependientes del Sur.Por su parte, la proporción de inmigrantes políticosprocedentes de los países socialistas era mucho me-nor que la de origen económico. Los principales re-ceptores de los inmigrantes políticos fueron la RFAy los países nórdicos.

En sentido general, durante este período históricoque abarca aproximadamente tres decenios, estos re-feridos flujos migratorios no generaron graves pro-blemas en las sociedades receptoras. En este contexto

65 Nos referimos al déficit de fuerza de trabajo que generó elbache demográfico posbélico.

68

sociopolítico, los entonces débiles y cuestionadosgrupúsculos de ultraderecha, sin espacio político yproscritos en su mayoría, aunque siempre criticaronla presencia de extranjeros en sus países, se dedica-ban básicamente a cuestionar el status quo políticoexistente.

Orientación geográfica

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CUADRO 5CARACTERIZACIÓN DE LA INMIGRACIÓN

EUROCCIDENTAL (1945-1973)

En cambio, a partir de la verificación en el trienio1973-1975, de las crisis estructurales del sistema ca-pitalista de producción y de su impacto en los órde-nes económico, social y político —altas tasas deinnovación tecnológica que invalida y desmoraliza asectores productivos y a profesiones tradicionales,

69

existencia de altas cifras de desempleo, interconexiónglobal de la economía, “cuestionamiento” del WelfareState—, y sobre todo, con el derrumbe del camposocialista europeo, la realidad euroccidental cambió.Desde entonces, la rivalidad y las contradiccionesinterimperialistas se recrudecen, activándose el pro-ceso de integración regional Europa occidental bajola acción objetiva del proceso de globalización de lasrelaciones económicas y políticas internacionales. Laexacerbación de conflictos nacionalistas (de tipo pe-riférico) y las rivalidades étnico–religiosas, tienen debase problemas históricos acumulados y desatendi-dos que encuentran su cauce a partir de 1985.

La caracterización de la inmigración en el escena-rio euroccidental a partir de la segunda mitad de los80 se presenta en el cuadro 6.

El análisis comparativo de los cuadros 5 y 6 permi-te comprender que la caracterización de la inmigra-ción verificada, a partir de 1985, sufre cambios encorrespondencia con las transformaciones del entor-no (económico, social y político) de Europa occiden-tal. “Como nunca antes —asegura la politóloga cubanaPeraza Martell— las diferencias entre el inmigranteeconómico y el refugiado parecen borrarse con la exis-tencia de cientos de miles de perseguidos a causa delas guerras civiles y los conflictos étnicos, que com-parten su suerte con quienes huyen de la represiónpolítica o de la pobreza de su país”.66

En este nuevo escenario se observa cómo la inmi-gración económica está conformada, básicamente,por los movimientos de fuerza de trabajo desreguladay ampliada, que de forma gradual va conformando

66 E. Peraza, Martell: Migraciones, fuerzas políticas y polí-ticas migratorias, (s/e/l/f), p. 3.

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Orientación geográfica

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CUADRO 6CARACTERIZACIÓN DE LA INMIGRACIÓN

EUROCCIDENTAL A PARTIR DE LA SEGUNDAMITAD DE LOS AÑOS 80

un mercado laboral único (en el ámbito comunita-rio), que coexiste con altas cifras de desempleo. Otroelemento caracterizador de la inmigración, a partirde los años 80 es la “explosión migratoria” (econó-mica y política) que se produjo con el derrumbe delsocialismo en los PECO.67

67 Para una mejor comprensión de la referida explosiónmigratoria proveniente de los PECO se debe decir que enEuropa occidental entraron como refugiados 2,5 millonesde inmigrantes procedentes solamente, de la ex Yugoslaviay las ex Repúblicas Soviéticas del Báltico. Información

71

Por su parte, los importantes flujos de inmigran-tes por causas económicas, provenientes de Asiay África, que se verificaron en Europa occidentaldesde los difíciles años de la reconstrucción eco-nómica, son virtualmente interrumpidos, por cau-sa de la situación económica actual que norequieren como antaño la presencia extranjera. Eneste sentido, hay que decir que sólo emigran paraEuropa occidental reducidos grupos de extranje-ros que se reunifican familiarmente, además deaquellos que son portadores de Know How cientí-fico y técnico.

Así, Europa occidental arriba a la turbulenta dé-cada de los 90 con 17 millones de inmigrantes68 “vi-viendo” en un entorno que no los acepta totalmente.En este contexto temporal, “las migraciones (…)parecen diferenciarse por el elevado grado de con-flicto que contienen y generan, al extremo de que,en las sociedades de acogida, se les atribuye la ca-pacidad de atentar contra la esencia cultural propiay de repercutir negativamente en el nivel económi-co y social de los nacionales”.69

Más adelante, la autora plantea en su citada obraque si “el número de refugiados es considerablepuede crear una presión económica, social y políti-ca en el país receptor, así como brotes de xenofo-bia y racismo”.70

68 J. Salt.: ob. cit., p. 5.69 E. Peraza Martell, ob. cit., p. 3.70 Ibídem, p. 5.

ofrecida por el Alto Comisionado de ONU para los Refu-giados, citado por el Noticiero Nacional de la TelevisiónCubana, La Habana, 23 de diciembre de 1997.

72

Lo anteriormente expuesto pudiera explicar lascrecientes manifestaciones de racismo y xenofobiaen el Viejo Continente. Estas manifestaciones inclu-yen expresiones de prejuicio y violencia en contrade inmigrantes, refugiados, minorías étnicas y otrosextranjeros.71

Peraza Martell continúa diciendo que “según lasencuestas, si bien muchos ciudadanos de la Europaoccidental se oponen a la violencia racista, si abo-gan por las medidas restrictivas sobre asilo e inmi-gración”.72

De este escenario, emergen, desempeñando unpapel protagónico, las fuerzas y partidos de extremaderecha73 que se oponen, a todo costo y a toda costa,a la presencia de los inmigrantes en sus respectivospaíses (ver cuadro 7).

Como se observa en el cuadro 7 la proporción deinmigrantes en la población europea como prome-dio es pequeña.

Es interesante conocer que en los países de Euro-pa occidental donde las fuerzas de extrema derechahan ido ganando espacio se asienta el 73 % de los17 millones de inmigrantes de Europa occidental(1990). Aquí, se cree lícito señalar que la progre-sión de los flujos de inmigrantes hacia los ocho paí-

71 Vale recordar que el racismo es un fenómeno de carácter so-ciocultural, con un fortísimo componente político e ideológi-co que condiciona una conducta discriminatoria, teniendo encuenta, entre otros criterios, el origen, la posición económicay la raza. Es importante advertir que este término en el dis-curso de la extrema derecha, se aplica a las minorías.

72 E. Peraza Martell: ob. cit., p. 10.73 Es oportuno decir que, aunque el espectro de temas que

abarcan los programas de los ultraderechistas son relati-vamente amplios, la percepción social que se recibe deellos se circunscribe a: violencia política y migración.

73

Muchos de los partidos políticos de extrema dere-cha del Viejo Continente, como el Frente NacionalFrancés, el Liberal, el Partido del Progreso, el Blo-que Flamenco y Alianza Nacional, entre otros, hanconformado programas políticos donde advierten elpeligro que corre lo nacional-nación con el inmi-grante-inmigración, en tanto es portador de valoresy paradigmas opuestos a las normas sociales esta-blecidas y surgidas por la nación que determinan lasformas estables de la interacción social.

ses estudiados, durante el quinquenio 1985-1990, fuela más rápida y la de mayor incremento que ha re-gistrado Europa desde 1945.

CUADRO 7PROPORCIÓN DE INMIGRANTES EN LA

POBLACIÓN DE LOS PAÍSES CON PARTIDOSDE EXTREMA DERECHA

(1990) (EN MILES)

PaísPoblación

totalPoblación deinmigrantes

% de inmigrantes en la po-blación total

Alemania 78 420,2 5 242,0 6,7Francia 56 304,4 3 608,0 6,4Austria 7 660,3 413,4 5,4Italia 57 576,4 1 549,2 2,7Dinamarca 5 135,4 210,8 4,1Bélgica 9 947,8 904,5 9,1Suecia 8 527,0 483,7 5,7Noruega 7 660,13 143,7 3,4

Total 227 804,6 12 555,3 5,5

FUENTE: J. Salt: ob. cit., pp. 64 y 73.

74

Puede afirmarse que desde el punto de vistalexicológico, los mitos-mitologemas, que conformanel discurso de los ultraderechistas, están estructura-dos sobre la inmigración-inmigrante.74 El tratamientooportunista de este tema, por parte de los ideólogosy políticos de extrema derecha resulta tremendamen-te eficaz, porque les permite establecer las vincula-ciones semánticas siguientes :[ Inmigración Nación[ Inmigración Desempleo[ Inmigración Problemas sociales[ Inmigración Cultura[ Inmigración Identidad[ Inmigración ReligiónLos elementos con los cuales se vincula la inmigra-

ción —muchos constituyen problemas reales que afec-tan a los euroccidentales— sirven a los ultraderechistaspara lograr una buena comunicación y atraer a los sec-tores sociales más afectados por los cambios acaeci-dos en el escenario económico, político y social europeoy que conforman la clientela electoral de la extremaderecha.

La interpretación del gráfico 3 permite comprobarcómo el 67 % de los electores de cinco fuerzas políti-cas de ultraderecha tuvieron como intención de voto(motivación) el tema de la inmigración, es decir, el es-pacio alcanzado por la extrema derecha de Europa oc-cidental —a partir de la segunda mitad de la década delos 80—, se debe, en buena medida, a la complejidaddel escenario europeo caracterizado, entre otros ele-mentos, por la presencia de millones de inmigrantes.

4

4

4

4

4

4

74 Para un estudio in extenso, de este asunto, recomendamosla consulta del interesante título de J. Cabrera Varela: Lanación como discurso, Editorial CIS, Madrid, 1992.

75

GRÁFICO 3IMPORTANCIA DEL TEMA INMIGRACIÓN PARA LOS VOTANTES DE ALGUNOS PARTIDOS

DE EXTREMA DERECHA DE EUROPA OCCIDENTAL

76

Como respuesta a la amenaza o presión migratoriaextracomunitaria, proveniente de los PECO y de paí-ses africanos y asiáticos, que pende sobre el occiden-te de la vieja Europa, a partir de 1985 los gobiernos,legislaron e implementaron, desde principios de losaños 90 y, muy especialmente, entre 1992 y 1993,reglamentaciones migratorias muy restrictivas,75 que“significó, en muchos casos, un duro golpe para estasfuerzas [de extrema derecha] que se vieron privadasde uno de los argumentos más atractivos para un sec-tor creciente de la población que se siente inseguro,golpeado por la crisis y la desesperanza”.76

A pesar de lo anteriormente referido, las fuerzas ypartidos políticos de extrema derecha continuaránutilizando a su favor el tema de la inmigración —consus combinaciones semánticas—, ya que este estarávigente por mucho tiempo por causa de:77

• El desarrollo del proceso de globalización de rela-ciones económicas y políticas internacionales.

75 Ejemplo de ello lo constituyen los instrumentos jurídicosconocidos como: Ley Martelli (Italia, 1990), Ley de Asiloy Refugio y la Ley de Extranjería ( España, 1993 y 1999respectivamente), Ley Debré (Francia, 1994). Por su par-te, el ministro federal del interior de la RFA, señor Kantlar,declaró en 1997 que “Alemania no aceptará de nuevo comoya lo hizo con el conflicto bosnio, ser país destinatario delpróximo movimiento migratorio, organizado, ilegal y cri-minal”, citado por Ilia Sardiñas, en el semanario cubanoTrabajadores, 23 de febrero de 1998.

76 E. Peraza, Martell: ob. cit., p. 9.77 La señora Sadkro Ogata, alta comisionada de la ONU

para los refugiados, afirmó en conferencia magistral enla Universidad de La Habana, que “debemos ser realistay prepararnos para varios años de inestabilidad,vaticinando que habrá en el futuro un mayor flujo de re-fugiados en el mundo”. Ver periódico Granma, La Haba-na, 12 de mayo de 2000.

77

• Aumento del abismo existente en el nivel de de-sarrollo de los países industrializados y subdesa-rrollados.

• Exacerbación de conflictos étnicos–nacionalistasy religiosos a nivel mundial.

• Crisis de la cultura política en Europa occidental.

Matriz Dafo 1

La extrema derecha euroccidental

La situación que se presenta a continuación se refie-re a los elementos favorables y desfavorables de lospartidos y fuerzas de extrema derecha de Europaoccidental, que tuvo su emergencia en la segundamitad de la década de los 80.

ENTORNO INTERNO

PRINCIPALES FORTALEZAS

F1: Programas políticos oportunistas que incluyenel uso de mitos-mitologemas que recrean con-ceptos-problemas como: la identidad nacionalen peligro, presencia de inmigración extraco-munitaria, crisis del status quo político y otros.

78

F2: Liderazgo político de la alta dirigencia

partidista.

PRINCIPALES DEBILIDADES

D1: Programas políticos oportunistas que, por sucontenido semántico, provocan rechazo en al-gunos sectores de la población euroccidental.

D2: Convocatoria permanente a la violencia políti-

ca.

ENTORNO EXTERNO PRINCIPALES OPORTUNIDADES

O1: Proceso de globalización de las relaciones eco-

nómicas y políticas internacionales.O2: Proceso de integración europea.O3: Aplicación de políticas económicas neolibera-

les.O4: Afectación del Estado del Bienestar.O

5: La crisis de la cultura política en el contexto

euroccidental.O6: Flujos migratorios Sur-Norte y Este-Oeste.O7: Exacerbación de conflictos nacionalistas.

PRINCIPALES AMENAZASA1: Contexto jurídico que regula el comportamiento

político de las fuerzas de extrema derecha.A2: Percepción social negativa.

Tras la identificación de los elementos DAFO seprocede a elaborar la matriz, con el objetivo de ana-lizar las conexiones y derivar los lineamientos con-cluyentes del trabajo.

79

MATRIZ DAFO 1LA EXTREMA DERECHA EUROCCIDENTAL

ENTORNO EXTERNO

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