el bolívar que marx construyó (alberto j. franzoia, 2008)

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www.elortiba.org CMO CONSTRUY MARX SU BOLIVAR Y PONTE? Por Alberto J. Franzoia Introduccin Carlos Marx ha sido no slo un filsofo muy destacado, gestor de una concepcin poltica revolucionaria, sino uno de los ms grandes tericos que dio la ciencia social, fundador junto con Federico Engels del materialismo histrico. Est claro que para poder construir una teora de envergadura hay que manejar adecuadamente, por otra parte, algn mtodo. Marx no se conform con ello sino que cre con su amigo de toda la vida uno alternativo al dominante (ese inductivismo ingenuo utilizado por los positivistas de su tiempo), al que conocemos como materialismo dialctico. Recurriendo a dicho mtodo logr gestar no slo una teora general sobre los modos de produccin, con especial atencin puesta en el capitalismo, sino teoras regionales (ms concretas que la anterior) centradas en formaciones sociales diversas, aunque claro est, la que domin sus estudios fue el capitalismo maduro europeo (sobre todo ingls) de la segunda mitad del siglo XIX. Sin embargo, dedicando tiempo y esfuerzo al estudio de otras realidades alejadas de su contexto, realiz importantes aportes al conocimiento de problemas como la guerra civil en EE.UU. o sobre las diversas formaciones sociales que se gestaron a partir de la disolucin de la comunidad primitiva. En 1858 Marx produce por encargo un artculo, que por su desarrollo podra ser catalogado ms bien como un breve ensayo sobre nuestro libertador Simn Bolvar. Con el paso de los aos dicho trabajo despert todo tipo de polmicas ya que el Bolvar que nos presenta el cientfico alemn aparece muy desdibujado para todos aquellos que hemos intentado indagar con la mayor rigurosidad posible la historia de Amrica Latina, tanto que se detectan serias inconsistencias metodolgicas como la presencia de fuertes prejuicios. Sin bien no creo en la infalibilidad de nadie y en esto incluyo a los hombres ms lcidos que ha dado la humanidad (por lo que Marx no constituye una excepcin), se imponen algunos interrogantes que nos permitan dilucidar la cuestin, ya que estamos ante un problema caro a los intereses objetivos del pueblo latinoamericanos. Qu ocurri con dicho estudio? En qu medida el contexto histrico-social influy negativamente? Con qu tipo de limitaciones personales encar Marx el trabajo? Recurri realmente a su materialismo dialctico? Es definitivo este desencuentro entre el marxismo y la figura de Bolvar? Intentar respuestas en esta direccin es desde mi punto de vista una tarea definitivamente necesaria, ya que en momentos en que Amrica Latina inicia una nueva etapa en sus luchas por la liberacin nacional y social, no faltaran los sectores comprometidos explcitamente con el imperialismo y grupos consecuentemente antimarxistas, que recurrirn a este tipo de errores reales para promover un interesado desencuentro entre el pensamiento de Marx y la figura del libertador. En esa lnea hostil a los procesos revolucionarios de nuestra Patria Grande se encuentran personajes como el socilogo argentino Jos Enrique Miguens, quien en su artculo Chvez parece ignorar que C. Marx odiaba a S. Bolvar (publicado en el diario de la oligarqua argentina La Nacin), intenta

utilizar los errores de Marx para promover una mirada interesada cuyo primer objetivo seria minar tericamente el proceso revolucionario conducido por el lder venezolano: Cunde en algunos pases de Amrica latina, incluida la Argentina, la impresin de que las grandes decisiones polticas se estn manejando con un bajsimo nivel cultural, de conocimiento de los asuntos y de responsabilidad por las consecuencias. Se est viendo en los gobernantes una incomprensin de las dificultades que atraviesan las sociedades actuales, una infantil simplificacin de las alternativas que se presentan y una enorme irresponsabilidad con respecto a las posibles consecuencias de lo que deciden. El autoritarismo que conlleva el pensamiento nico hace que las decisiones polticas se adopten en concilibulos de no ms de tres o cuatro personas, con lo que se pierde el valioso aporte de las muchas personas capaces e informadas que hay en todo pas. Un caso paradigmtico de este tipo de manejo poltico, sorprendente por varias razones, es el del llamado socialismo bolivariano del presidente de Venezuela, general Hugo Chvez, con su decadente retorno al marxismo y su inconsulta decisin de imponer la enseanza del marxismo en todas las escuelas del pas (1). Antes de buscar posibles respuestas para los interrogantes formulados, conviene recordar pero brevemente (ya que el tema ha sido abordado en reiteradas oportunidades por diversos investigadores) cmo es el Bolvar de Marx. Aclaro sin embargo que no realizar ningn anlisis de contenido sobre del texto; slo me limitar a transcribir algunas frases clave para que cada lector las juzgue por s mismo, ya que no trato de demostrar que estamos en presencia de un gran error (eso no merece ser discutido), sino que estoy interesado en indagar cules pueden haber sido los factores que influyeron en este tropezn del investigador alemn. Las frases que transcribo manifiestan un contenido acorde con lo que es el conjunto del ensayo y por dicho motivo han sido seleccionadas como frases pertinentes. Lo que dijo Marx de Bolvar Fragmentos de Bolvar y Ponte de Carlos Marx (1958). Archivo Marx y Engels: http://www.marxists.org/espanol/m-e/1850s/58-boliv.htm Cuando los prisioneros de guerra espaoles, que Miranda enviaba regularmente a Puerto Cabello para mantenerlos encerrados en la ciudadela, lograron atacar por sorpresa la guardia y la dominaron, apoderndose de la ciudadela, Bolvar, aunque los espaoles estaban desarmados, mientras que l dispona de una fuerte guarnicin y de un gran arsenal, se embarc precipitadamente por la noche con ocho de sus oficiales, sin poner al tanto de lo ocurra ni a sus propias tropas, arrib al amanecer a Guaira y se retir a su hacienda de San Mateo. Cuando la guarnicin se enter de la huida de su comandante, abandon en buen orden la plaza, a la que ocupan de inmediato los espaoles al mando de Monteverde. Este acontecimiento inclin la balanza a favor de Espaa y forz a Miranda a suscribir, el 26 de julio de 1812, por encargo del congreso, el tratado de La Victoria, que someti nuevamente a Venezuela al dominio espaol. Para fortalecer su poder tambaleante Bolvar reuni, el 1de enero de 1814, una junta constituida por los vecinos caraqueos ms influyentes y les manifest que no deseaba soportar ms tiempo el fardo de la dictadura. Hurtado de Mendoza, por su parte, fundament en un prolongado discurso "la necesidad de que el poder supremo se mantuviese en las manos del general Bolvar

hasta que el Congreso de Nueva Granada pudiera reunirse y Venezuela unificarse bajo un solo gobierno". Se aprob esta propuesta y, de tal modo, la dictadura recibi una sancin legal. Tras la derrota que Boves infligi a los insurrectos en Arguita, el 8 de agosto de 1814, Bolvar abandon furtivamente a sus tropas, esa misma noche, para dirigirse apresuradamente y por atajos hacia Cuman, donde pese a las airadas protestas de Ribas se embarc de inmediato en el "Bianchi", junto con Mario y otros oficiales. Si Ribas, Pez y los dems generales hubieran seguido a los dictadores en su fuga, todo se habra perdido. En Ocumare difundi un nuevo manifiesto, en el que prometa "exterminar a los tiranos" y "convocar al pueblo para que designe sus diputados al congreso. Al avanzar en direccin a Valencia, se top, no lejos de Ocumare, con el general espaol Morales, a la cabeza de unos 200 soldados y 100 milicianos. Cuando los cazadores de Morales dispersaron la vanguardia de Bolvar, ste, segn un testigo ocular, perdi "toda presencia de nimo y sin pronunciar palabra, en un santiamn volvi grupas y huy a rienda suelta hacia Ocumare, atraves el pueblo a toda carrera, lleg a la baha cercana, salt del caballo, se introdujo en un bote y subi a bordo del Diana, dando orden a toda la escuadra de que lo siguiera a la pequea isla de Bonaire y dejando a todos sus compaeros privados del menor auxilio." Sin embargo Piar, el conquistador de Guayana, que otrora haba amenazado con someter a Bolvar ante un consejo de guerra por desercin, no escatimaba sarcasmos contra el "Napolen de las retiradas", y Bolvar aprob por ello un plan para eliminarlo. Bajo las falsas imputaciones de haber conspirado contra los blancos, atentado contra la vida de Bolvar y aspirado al poder supremo, Piar fue llevado ante un consejo de guerra presidido por Brion y, condenado a muerte, se le fusil el 16 de octubre de 1817. las tropas extranjeras, compuestas fundamentalmente por ingleses, decidieron el destino de Nueva Granada merced a las victorias sucesivas alcanzadas el 1 y 23 de julio y el 7 de agosto en la provincia de Tunja. El 12 de agosto Bolvar entr triunfalmente a Bogot, mientras que los espaoles, contra los cuales se haban sublevado todas las provincias de Nueva Granada, se atrincheraban en la ciudad fortificada de Momps. Luego de dejar en funciones al congreso granadino y al general Santander como comandante en jefe Bolvar march hacia Pamplona, donde paso mas de dos meses en festejos y saraos. A pesar de que dispona de fuerzas holgadamente superiores, Bolvar se las arregl para no conseguir nada durante la campaa de 1820. Un rpido avance del ejrcito victorioso hubiera producido, inevitablemente, la rendicin de Puerto Cabello, pero Bolvar perdi su tiempo hacindose homenajear en Valencia y Caracas. Esta campaa, que finaliz con la incorporacin de Quito, Pasto y Guayaquil a Colombia, se efectu bajo la direccin nominal de Bolvar y el general Sucre, pero los pocos xitos alcanzados por el cuerpo de ejrcito se debieron

ntegramente a los oficiales britnicos, y en particular al coronel Sands. Mediante su guardia de corps colombiana manipul las decisiones del Congreso de Lima, que el 10 de febrero de 1823 le encomend la dictadura; gracias a un nuevo simulacro de renuncia, Bolvar se asegur la reeleccin como presidente de Colombia. Mientras tanto su posicin se haba fortalecido, en parte con el reconocimiento oficial del nuevo estado por Inglaterra, en parte por la conquista de las provincias altoperuanas por Sucre, quin unific a las ltimas en una repblica independiente, la de Bolivia. En este pas, sometido a las bayonetas de Sucre, Bolvar dio curso libre a sus tendencias al despotismo y proclam el Cdigo Boliviano, remedo del Code Napolen. Proyectaba trasplantar ese cdigo de Bolivia al Per, y de ste a Colombia, y mantener a raya a los dos primeros estados por medio de tropas colombianas, y al ltimo mediante la legin extranjera y soldados peruanos. Valindose de la violencia, pero tambin de la intriga, de hecho logr imponer, aunque tan slo por unas pocas semanas, su cdigo al Per. Como presidente y libertador de Colombia, protector y dictador del Per y padrino de Bolivia, haba alcanzado la cspide de su gloria. En el ao 1826, cuando su poder comenzaba a declinar, logro reunir un congreso en Panam, con el objeto aparente de aprobar un nuevo cdigo democrtico internacional. Llegaron plenipotenciarios de Colombia, Brasil, La Plata, Bolivia, Mxico, Guatemala, etc. La intencin real de Bolvar era unificar a toda Amrica del Sur en una repblica federal, cuyo dictador quera ser l mismo. Mientras daba as amplio vuelo a sus sueos de ligar medio mundo a su nombre, el poder efectivo se le escurra rpidamente de las manos. El Bolvar de Marx es como se observa militarmente inepto y cobarde, deba todos sus xitos a otros militares como Paez o Sucre, y en su faz poltica era partidario de una dictadura aristocrtica. Tanto es as que en posterior carta a Engels, fechada el 14 de febrero de 1958, lo califica en los siguientes trminos: "Simn Bolvar es el canalla ms cobarde, brutal y miserable. Bolvar es el verdadero Soulouque". ste personaje con el que compara a Bolvar, tambin llamado Faustino I, era un dspota ambicioso, amigo del lujo, las cortes y el poder absoluto, que fue erigido emperador de Hait en 1849 y gobern hasta 1859. En qu contexto construye Marx su Bolvar y Ponte? En el ao 1857 Charles Dana, un periodista serio e ntegro, quien por entonces diriga el New York Darly Tribune (convirtindose a partir de 1868 en propietario del diario The Sun) les encarg a Marx y Engels un conjunto de biografas para la Enciclopedia New American. Marx fue quien se encarg de escribir la correspondiente a Simn Bolvar durante enero de 1858 y fue publicada en el tercer tomo de dicha enciclopedia. Sin embargo, este trabajo fue olvidado y result poco conocido para la mayora de sus partidarios como as tambin de sus detractores. Fue el ensayista Anbal Ponce (1898-1938), pionero en el campo de la psicologa argentina y colaborador de Jos Ingenieros, quien dio con el mismo en 1934 en una edicin en ruso de las obras de Marx y Engels; luego lo traduce al castellano y lo publica en la revista Dialctica de Buenos Aires cuando transcurra el ao 1936, apenas dos aos antes de su prematura muerte en Mxico. Sin embargo no pocos intelectuales latinoamericanos estuvieron insuficientemente informados sobre el ensayo de Marx, tanto es as que Carlos Ayala Corao publica su artculo crtico sobre el Bolvar del investigador alemn en El Universal de Caracas en 2001,

mencionando que dio por primera con el mismo en el transcurso de ese ao. Como sabemos la biografa de Marx se desarroll en varias naciones europeas (aunque predominantemente en Alemania e Inglaterra) y su produccin intelectual transcurre durante cuatro dcadas del siglo XIX, entre la del cuarenta y los primeros aos de la del ochenta. Era por lo tanto un intelectual situado en el seno del capitalismo maduro europeo durante la etapa de libre competencia, y transcurri sus ltimos aos cuando recin ste comenzaba a perfilarse hacia la etapa catalogada por Lenin como monoplica e imperialista. Resulta evidente, sobre todo desde una perspectiva marxista, que el contexto histrico actuar como condicionante no favorable para su ensayo. Sin embargo en otro trabajo escrib sobre el eurocentrismo que sectores nacionalistas de Amrica Latina le atribuyen a Marx: los fundadores del nuevo paradigma centraron sus estudios obviamente sobre la realidad europea en la etapa del capitalismo de libre competencia, es decir, partiendo de su propia prctica. Por otra parte, por aquellos aos la informacin disponible sobre el mundo perifrico era mnima si la comparamos con la existente en la actualidad y tena un sesgo marcadamente etnocentrista. Cuando Marx y Engels desarrollan su trabajo intelectual, Amrica Latina recin est gestando formas de organizacin poltica alternativas a la existente en tiempos del colonialismo clsico. Si no se considera este contexto se puede caer en el error de acusarlos de falta de rigurosidad a la hora de abordar aquella situacin ajena al capitalismo desarrollado. En realidad por aquellos das ningn intelectual tena una idea acabada sobre lo que ocurra por estas tierras (tanto que para Hegel formaban parte de los pueblos sin historia), incluyendo a todos aquellos que fueron tomados como referentes por el pensamiento nacional y nacionalista, y esto es independiente de que se explicite o no quin es el referente (2). Esta falta de informacin rigurosa pero comn a los pensadores europeos de la poca, ms la etapa del capitalismo vivida por Marx lo condujo a depositar muchas expectativas en el proceso histrico vivido en Europa; expectativas por cierto desmedidas y nunca confirmadas con respecto a su condicin vanguardista para la liberacin de los pueblos. Pero esta innegable limitacin contextual no le impidi a Marx captar algo que por diversas razones fue ignorado u ocultado por la mayora de sus contemporneos, tal como queda explcito en El Capital: El descubrimiento de los yacimientos de oro y plata de Amrica, la cruzada de exterminio, esclavizacin y sepultamiento en las minas de la poblacin aborigen, el comienzo de la conquista y el saqueo de las Indias Orientales, la conversin del continente africano en cazadero de esclavos negros: son hechos que sgalan los albores de la era de produccin capitalista. Estos procesos idlicos representan otros tantos factores fundamentales en el movimiento de la acumulacin originaria (3). Es decir, resultara absurdo negar que estuviera condicionado por su contexto, lo cual constituye por otra parte uno de los presupuestos centrales de su epistemologa, pero su condicin de intelectual situado en Europa no lo converta necesariamente en un eurocntrico. En el trabajo citado dije: La conquista y colonizacin de Amrica Latina no slo no es ajena al desarrollo del capitalismo, sino que resulta fundamental como parte del sistema casi desde los inicios de ste. Diferencindose de los idelogos hispanistas que pretenden instalar la versin rosa de la conquista del nuevo mundo (como bien lo ha sealado Abelardo Ramos), o de los antroplogos evolucionistas que justifican la colonizacin

de los pueblos primitivos en nombre de la civilizacin, Marx analiza con la mayor objetividad (que le permita el siglo XIX) el papel desempeado por estas regiones en la acumulacin originaria de capital para el desarrollo del capitalismo. Por supuesto no fue ajeno a ciertos prejuicios de la poca, pero sus aportes para la comprensin del proceso histrico superaron con creces a stos(4). Por otra parte en su madurez Marx fue avanzando cada vez ms en la direccin correcta al considerar lneas de desarrollo histrico alternativas al europeo. Las bases de esta interpretacin se encuentran ya en un trabajo que como veremos produce en el mismo ao que escribe la biografa de Bolvar, y alcanza su confirmacin con la respuesta de Marx a la carta de Vera I. Zaslich fechada el 16 de febrero de 1881. Dice Engels al respecto: En su carta, Zaslich, al informar a Marx sobre el papel que haba desempeado "El Capital" en las discusiones de los socialistas rusos acerca de los destinos del capitalismo en Rusia, le peda en nombre de los camaradas, los socialistas revolucionarios rusos, que expusiese sus puntos de vista sobre esta cuestin y, en particular, sobre la cuestin de la comunidad. Cuando recibi la misiva (as como otra de Petersburgo, del Comit Ejecutivo de la Libertad del Pueblo, con anloga peticin), Marx, trabajando en el tomo III de "El Capital", ya haba dedicado mucho esfuerzo al estudio de las relaciones socioeconmicas en Rusia, del rgimen interior y el estado de la comunidad campesina rusa. Con motivo de las mencionadas cartas realiz un gran trabajo suplementario para sintetizar el material de las fuentes estudiadas y lleg a la conclusin de que slo una revolucin popular rusa, apoyada por la revolucin proletaria en Europa Occidental poda superar las influencias perniciosas que acosaban por todos los lados a la comunidad rusa. La revolucin rusa creara una situacin favorable para la victoria del proletariado europeooccidental, y ste ayudara, a su vez, a Rusia a soslayar la va capitalista de desarrollo (5). Los crticos latinoamericanos de Marx y de todo lo que huela a marxismo ponen especial nfasis en los prejuicios reales que tena, pero no slo disimulan sus enormes aciertos como explicitar sin ambigedades el carcter brutal y expoliador de la conquista y colonizacin realizada por Europa en las regiones perifricas del sistema, sino que olvidan contextuar su produccin intelectual. Sin embargo, estos defensores de un pensamiento nacional puro, curiosamente no dudan en refugiarse luego en la filosofa de unos esclavistas europeos de origen griego como Platn o Aristteles. Es evidente por lo tanto que lo que con insistencia se le ha cuestionado a Marx y Engels poco tiene que ver con sus huellas europeas y mucho con el carcter realmente revolucionario (cuestionador de la propiedad privada) de su teora, como de las posibilidades para el cambio profundo que emanan de su mtodo. Pero continuemos con otras limitaciones objetivas a la hora de producir su Bolvar para aclarar un poco ms la cuestin. Con qu limitaciones personales se encontr Marx a la hora de producir su ensayo? Cuando en 1857 Dana le encarga a Marx la produccin de biografas entre las cuales se encuentra la de Simn Bolvar no slo estamos en presencia del contexto considerado, sino de una etapa cargada de trabajo intelectual para el cientfico alemn. Efectivamente, durante ese ao produce varios textos de gran importancia terica: 1. Introduccin a la crtica de la economa poltica (cuya primera publicacin

data de 1903 y en castellano de 1933). 2. Lneas fundamentales de la crtica de la economa poltica, texto fundamental al que hacamos referencia para desacreditar una supuesta visin eurocntrica de Marx ya que considera diversas lneas de disolucin de la comunidad primitiva ms all de la seguida por Europa Occidental (se publica recin entre 1938-41 y en castellano en 1966). 3. Contribucin a la crtica de la economa poltica (escrito entre 1857 y 1859 es publicado ese mismo ao y en 1910 en castellano). Estos trabajos son preparatorios por otra parte del desarrollo riguroso de su obra cumbre, El Capital, cuyo primer tomo si bien ser publicado en 1867, llev a este obsesivo de la investigacin a invertir muchos aos en lecturas pertinentes, aprender lgebra superior, esbozar borradores y en la redaccin del texto final. Semejante tarea, agotadora por cierto, no se corresponda con las condiciones de vida ms propicias para iniciar simultneamente un nuevo y complejo trabajo, como era escribir una biografa sobre un hombre al que no conoca, quien a su vez actuaba en un paisaje, el suramericano, del que se tena poca informacin y no siempre confiable. Tanto es as que algunos documentos esenciales para captar cientficamente dicha realidad vieron la luz tiempo despus del ensayo de Marx. Si a esto les agregamos los prejuicios (que nunca son ajenos al desconocimiento) presentes an en los europeos ms avanzados de la poca en relacin a las habitantes de las ex colonias de Amrica Latina, el panorama se presentaba realmente como muy poco propicio. Pero adems, y como si los factores sealados no fuesen suficientes, la situacin econmica y familiar de Marx por esos aos era terrible. Sobre esta cuestin dice Humberto Cerroni: La salud de Marx y de su familia empeoraba por momentos. En marzo de 1855, una nueva desgracia se abate sobre Marx: su hijo Musch fallece de una tuberculosis intestinal. Marx qued deshecho. La tragedia del genio se prolong durante aos. En enero de 1857 Marx le notificaba a Engels que tena los ojos inflamados de tanto escribir y, das despus, aada: en realidad, me encuentro en una situacin mucho ms desesperada que hace cinco aos. En marzo la salud de su mujer se reciente como consecuencia de un nuevo embarazoEn julio el nio naci muerto. En enero de 1858 (cuando escribe su ensayo. Agregado mo) solicita la ayuda de Engels confesando que la familia pasa fro porque no pueden compra carbn: la mujer ha tenido que empear hasta el chal. Y aade: Yo supero la miseria trabajando sobre cuestiones de carcter general. Mi mujer, sin embargo, no puede recurrir a esto (6). Dije inicialmente que el ensayo presenta deficiencias metodolgicas, lo que no deja de resultar desconcertante si no se toman todos los recaudos para interpretar el contexto de produccin del mismo y la situacin personal de su autor. Si consideramos en profundidad la obra completa de Marx se advierte que metodolgicamente acostumbra proceder con un gran rigor, sobre todo cuando construye su tipologa sobre la estructura econmica de un modo de produccin o cuando analiza concretamente una formacin social. Por otra parte sus estudios en el campo poltico e ideolgico tienen una correspondencia fuerte y lgica con sus abordajes materiales, tratando siempre de captar el juego de las acciones y reacciones entre ambos aspectos de la sociedad como gustaba afirmar Engels, lo cual resulta claro en el estudio de formaciones sociales concretas. Sin embargo, en el ensayo sobre Bolvar Marx se muestra poco riguroso; es cierto que haba documentos que no se conocan en su tiempo, pero llama la atencin la siguiente

circunstancia planteada por Ramn E. Azcar: El absurdo de esta percepcin de Marx se debe, en el rigor de una visin histricoconflictual, a que l acept como ciertas crticas y juicios de personas que eran consideradas como detractores de las acciones de Simn Bolvar. Tal es el caso de la obra Histoire de Bolvar, del General Ducoudray-Holstein (de 1831); y las Memoirs of General John Miller, al servicio de la Repblica del Per, publicadas en Londres en 1819. Textos de los cuales extrajo ideas tal cual estaban expresas, sin profundizarlas y menos an sin someterlas a un anlisis crtico de sus fuentes. Lo asombroso del caso es que para el tiempo de confeccin del mencionado ensayo, y precisamente en el sitio donde lo desarroll, el British Museum de Londres, haban en sus anaqueles, segn lo pudo constatar Hans-Joachim Konig, estudios histricos como el de J.P. Hamilton, Travels through the interior provinces of Colombia, de 1827; y el de R.L. Vowell, Compaigns and cruises in Venezuela and New Granada, and in the Pacific Ocean Fromm 1817 to 1830, publicado en 1831, los cuales eran una muestra fiel y exacta de la verdadera estatura histrica de Bolvar (7) En principio lo que se puede inferir es que Marx no fue fiel a su mtodo de trabajo, ya que recurri slo a una fraccin del material disponible y lo incorpor sin someterlo a ninguna interpretacin crtica, tal como lo aconsejaba la aplicacin del mtodo que l mismo haba creado con Engels. En el seno de un estudio materialista y dialctico todo dato debe ser interpretado para pasar de su realidad seudoconcreta a la autntica concrecin, tal como en el siglo XX lo expusiera el brillante marxista Karel Kosik. De este abordaje recostado sobre una parcialidad de la informacin disponible y un mtodo de investigacin, como veremos, no materialista, emergi un Bolvar ajeno al real. Sin embargo hay que decir que Marx era plenamente consciente que su trabajo result de una gran fragilidad terica e histrica, tanto que el propio Dana (quien se lo haba encargado) estaba disconforme. En carta dirigida a Engels Marx sostiene: En lo que toca al estilo prejuiciado, ciertamente me he salido algo del tono enciclopdico. Pero hubiera sido pasarse de la raya querer presentar como Napolen I al canalla ms cobarde, brutal y miserable. Bolvar es el verdadero Soulouque. Por un lado coincide con Dana en el estilo poco riguroso de su biografa, por otro utiliza como argumento justificador una serie de adjetivos que no hacen ms que confirmar lo que est cuestionando. Lo cierto es que aplicar el materialismo dialctico supone una inversin de tiempo y esfuerzo que por lo visto Marx no estaba en condiciones de realizar. Otro factor a tener en cuenta es que luego de producido el ensayo fueron apareciendo nuevos documentos y datos que aportan nueva luz sobre el tema. Un documento clave para descubrir cul era la postura poltica del libertador es El Discurso de Angostura pronunciado el 15 de febrero de 1819 en la provincia de Guayana, como consecuencia de la instalacin del segundo Congreso Constituyente de la Repblica de Venezuela en San Tom de Angostura (actualmente Ciudad Bolvar). Sostiene al respecto Ramn E. Azcar: Pero lo que es imperdonable a Marx, es que ese mismo ao de 1858, gracias a la traduccin al ingls realizada por el comerciante James Hamilton, lleg a los crculos intelectuales de Londres el texto El Discurso de Angostura, pieza oratoria escrita por Bolvar en 1819, y la cual constituye un documento de vital importancia para entender los motivos de la emancipacin sudamericana respecto del dominio colonial espaol, y en donde se pronuncian frases a favor de la democracia (8).

Sin embargo Azcar omite un detalle nada menor en torno a esta cuestin: Marx haba escrito su ensayo cuando ese ao recin se iniciaba (enero de 1858). Efectivamente dicho discurso hubiera resultado importante para construir un Bolvar ms cercano a la realidad: En el discurso pronunciado durante casi una hora ante El Congreso de Angostura, el Libertador analiz de manera profunda la realidad de su tiempo, sealando la conveniencia de que las instituciones que surgieran en Amrica a raz de la Independencia, deban responder a las necesidades y posibilidades de estas sociedades, sin copiar modelos de tierras extraas. Aunque se reconoce en este documento lo favorable del rgimen federal para otras naciones; se sostiene que en el caso de Venezuela es preferible un Centralismo, basado en un Poder Pblico distribuido en las clsicas ramas: Ejecutivo, Legislativo y Judicial; resaltando la fortaleza del Ejecutivo. Sugiere tambin Bolvar que a estos tres poderes se agregue una cuarta instancia denominada Poder Moral, destinado a exaltar el imperio de la virtud y ensear a los polticos a ser probos e ilustrados. Asimismo, conceba la idea de una Cmara Alta hereditaria, para mantener en ella la tradicin edificante de los padres de la patria; lo cual no encaj muy bien con la letra del Poder Moral. En una demostracin de gran ilustracin el Libertador hace reminiscencias de Grecia y Roma y examina las instituciones polticas de Gran Bretaa y Estados Unidos, citando para esto a filsofos y polticos de la Enciclopedia y de la Revolucin Francesa, para desembocar en la necesidad de instaurar un sistema republicano-democrtico, con proscripcin de la nobleza, los fueros y privilegios, as como de la abolicin de la esclavitud. Otro aspecto al que dedic una importancia fundamental en el proceso de consolidacin de las repblicas latinoamericanas, fue a la educacin. En este sentido, para l educar era tan importante como libertar. De lo que se desprende su memorable sentencia: "Moral y luces son los polos de una Repblica, moral y luces son nuestras primeras necesidades". Despus de desarrollar otros tpicos relacionados con una visin sobre la grandeza y el podero de la Amrica libra y unida, cierra Bolvar su discurso con la siguiente exhortacin al Congreso: " Seor, empezad vuestras funciones: yo he terminado las mas". Tras esto hizo entrega de un proyecto de Constitucin as como del Poder Moral, a fin de que fueran estudiados por los diputados, aadiendo: "El Congreso de Venezuela est instalado; en l reside, desde este momento, la Soberana Nacional. Mi espada y las de mis nclitos compaeros de armas estn siempre prontas a sostener su augusta autoridad. Viva el Congreso de Venezuela!" (9). Sin embargo an si Marx hubiese incluido este documento nos encontraramos con un error mayor que no le permiti ser riguroso. Recurri Marx realmente al materialismo dialctico? Tanto Marx como Engels se esforzaron a lo largo de sus vidas no slo por desarrollar una rigurosa teora materialista de la historia que superase tanto el idealismo filosfico predominante en Alemania, como otras versiones ms empiristas (pero tambin insuficientes) que dominaban el panorama en Inglaterra y Francia, sino que para conseguir su objetivo (cientfico) y engendrar continuadores en dicha tarea, formularon y aplicaron un mtodo tan novedoso como alternativo: el materialismo dialctico. Uno de los aspectos esenciales a tener en cuenta a la hora de evaluar el Bolvar

construido por Marx, es que precisamente no recurri a dicho mtodo de investigacin. Desde sus primeros trabajos, y sobre todo uno producido en comn con Engels como La ideologa alemana, Marx cuestiona a las visiones poshegelianas que combaten frases hegelianas con otras frases, interpretando la historia desde un idealismo que los conduce inevitablemente a sobredimensionar la presencia de hroes y Estados. Para ellos en cambio, la historia ms objetiva posible es aquella que indaga en las condiciones materiales a partir de las cuales se originan fuerzas y clases sociales que encontraran en esos hroes (o villanos) y Estados tan slo los sujetos o entidades que expresen sus intereses objetivos. Engels sostena en carta a Bloch: La situacin econmica es la base, pero los diversos factores de la superestructura que sobre ella se levanta --las formas polticas de la lucha de clases y sus resultados, las Constituciones que, despus de ganada una batalla, redacta la clase triunfante, etc., las formas jurdicas, e incluso los reflejos de todas estas luchas reales en el cerebro de los participantes, las teoras polticas, jurdicas, filosficas, las ideas religiosas y el desarrollo ulterior de stas hasta convertirlas en un sistema de dogmas-- ejercen tambin su influencia sobre el curso de las luchas histricas y determinan, predominantemente en muchos casos, su forma (10). Engels destaca el papel importante de las ideas pero sin olvidar que su origen est en la realidad material. Son por lo tanto slo las formas como se manifiesta la historia, por eso Antonio Gramsci sostiene aos ms tarde: Las fuerzas materiales son el contenido y las ideologas las formas, la distincin entre forma y contenido es aqu puramente didctica, porque las fuerzas materiales no podran ser conocidas histricamente sin forma y las ideologas serian pura fantasas individuales sin las fuerzas materiales (11). La relacin es dialctica, pero sin su contenido las ideologas no superan la condicin de meras fantasas individuales. Ahora bien, cuando Marx afirma que Bolvar es el canalla ms cobarde, brutal y miserable no recurre a la aplicacin de su mtodo materialista y dialctico por lo que l mismo es vctima de una interpretacin idealista cargada de prejuicios. En qu momento de su ensayo sobre Bolvar se comprueba una interpretacin histrica que identifique en primera instancia cul es el contenido de las formas (muy discutibles) que expone? En qu momento del ensayo se manifiesta la utilizacin del mtodo que lo llevara a considerar seriamente estas manifestaciones que l evala como cobarda, brutalidad o miserabilidad como formas que expresen algo ms que una determinada personalidad? La utilizacin del mtodo marxista necesariamente lleva a la identificacin de clases, fracciones de clases y grupos de la superestructura que a veces se expresan a travs de caudillos, lderes, personalidades especiales pero nunca como entes o individualidades aisladas. En realidad la lectura completa y minuciosa de su trabajo no permite identificar ms que un conjunto de ideas sin sustento materialista ni dialctico. Las acciones y reacciones a las que se refiere Engels cuando explica el materialismo dialctico que ellos postulan est plenamente ausente en Bolvar y Ponte. O en lenguaje gramsciano lo que encontramos en este trabajo son slo las formas, por lo tanto fantasas individuales. Como bien ha afirmado Aurelio Narvaja, un referente de los inicios de la Izquierda Nacional en Argentina, en su anlisis sobre esta cuestin (12), Marx nunca tuvo en cuenta a la hora de abordar ciertas contradicciones detectables en el pensamiento

de Bolvar las marchas y contramarchas verificables en los procesos polticoideolgicos. Las mismas se desenvolvan, a su vez, en el contexto socio econmico propio de Europa, y sobre todo de Espaa, durante las primeras dcadas del siglo XIX. Esas marchas y contramarchas ejercieron gran influencia en la revolucin latinoamericana, y no slo en Bolvar. Recurdese por ejemplo que ya en los inicios de la revolucin en el Ro de La Plata Mariano Moreno fue el responsable de dos trabajos muy distintos en breve tiempo (1809-1810): por un lado escribe La representacin de los hacendados de orientacin liberal y, un ao despus, su Plan de operaciones en la que propone el intervencionismo del Estado. La figura de San Martn, contempornea plenamente con la de Bolvar, tambin se ha visto envuelto en controversias acerca de cul era el proyecto que realmente encarnaba. Manuel Belgrano fue adaptando sus ideas a los cambios europeos. Dice Narvaja: Es que la revolucin americana haba surgido como una consecuencia de los profundos cambios econmicos y polticos de Europa en general y de Espaa en particular. Aplastada la revolucin en sus lugares de origen, las antiguas colonias de Amrica quedaron libradas a su destino. Desesperadamente buscaron los patriotas un eje, un centro aglutinante que les permitiera afrontar las nuevas realidades, adaptndose a la poltica triunfa en Europa. Revolucin burguesa sin burguesa, sin capitalismo y sin medios de comunicacin, unida slo en la comunidad de origen, de idioma, de religin y de aspiraciones (13). Marx tampoco consider la base material existente en estas tierras, por lo tanto las clases y fuerzas sociales con las que Bolvar contaba para mantener hasta las ltimas consecuencias una propuesta plenamente democrtica (obviamente una democracia burguesa). Los retrocesos experimentados en la Espaa revolucionaria y la falta de un desarrollo capitalista en Amrica Latina conspiraron, como no poda ser de otro modo, contra las ideas iniciales de Simn Bolvar. Sin embargo nos dice nuevamente Narvaja: Muchos de sus amigos y partidarios lo acusaron de haber traicionado sus primitivos ideales democrticos. Quienes lucharon a su lado afirman que en el corazn de Bolvar permaneci siempre encendida la llama del patriotismo y del desinters y que sus cambios ideolgicos estuvieron motivados en concretas y precisas finalidades polticas (14). Es decir, ni siquiera en los momentos de mayor adversidad y contradiccin renuncia a su visin patritica y desinteresada. El problema metodolgico de Marx es plenamente constatable: 1. Por un lado no recurri a todos los documentos disponibles, ni tampoco interpret correctamente los datos presentes en los documentos abordados ya que se concentro en formas sin contenidos. 2. Esto es consecuencia del abandono del mtodo que el mismo junto a Engels haban creado, mtodo que requiere una inversin de tiempo y de esfuerzo intelectual significativos para superar el abordaje simple de la realidad seudoconcreta, lo que le hubiese permitido hacer la necesaria interpretacin materialista de ciertas marchas y contramarchas experimentadas por Bolvar en el terreno militar y poltico. 3. Como consecuencia de lo anterior prevalecieron los prejuicios que son moneda comn en toda concepcin idealista de la historia, ese tipo de concepciones en las que la realidad es explicada a partir de las caractersticas de ciertos personajes: Pero hubiera sido pasarse de la raya

querer presentar como Napolen I al canalla ms cobarde, brutal y miserable. Bolvar es el verdadero Soulouque. Conclusiones sobre la cuestin Por los factores que hemos considerado se puede sostener que Bolvar y Ponte de Marx no es uno de sus aportes ms destacables tanto en el terreno de la ciencia como en el de la poltica. Su mayor problema radica en que Marx no estaba demasiado interesado en la tarea que le haba encargado Charles Dana, y la falta de conocimientos sobre el tema le demandaba un tiempo y esfuerzo que por lo visto no estaba en condiciones de invertir. Sus intereses tericos estaban puestos en ese ao en otro lugar (fundamentalmente en El Capital y en los trabajos preparatorios para el mismo), su condicin econmica y familiar era lamentable, y si bien acept el encargo (ms por necesidad que por inters intelectual) no resolvi la tarea con la rigurosidad que habitualmente lo ha caracterizado. Existieron por lo tanto condicionantes tanto subjetivos como objetivos que no le permitieron recurrir a su propio mtodo de investigacin. La utilizacin del materialismo dialctico supone un abordaje de semejante densidad, que no puede resolverse en escaso tiempo partiendo de un profundo desconocimiento del tema. Obviar trabajos ya existentes sobre Bolvar, considerar slo algunos y sin aplicar el materialismo dialctico para interpretar correctamente los datos detectados, caer por lo tanto en un abordaje idealista que refiere gran parte del estudio a las caractersticas psicolgicas y morales del personaje considerado, no pueden ser sino consecuencia del escaso tiempo invertido en el trabajo que le haban encargado para la Enciclopedia New American, ya que Marx nunca reneg de su mtodo al cual volvi en todos los trabajos simultneos y posteriores a su Bolvar. Tanto el contexto histrico, con escaso conocimiento de la realidad latinoamericana, como la situacin personal de Marx, no se correspondan con las condiciones ms propicias para gestar un trabajo serio. Desde ya no resulta extrao que sus adversarios hayan recurrido hasta la fecha a ste y otros errores comprobables del cientfico y poltico alemn (pero que no hacen al tema que estamos analizando) con la intencin de desacreditar con mala fe su inmensa obra; inmensidad comprobable en tanto a ciento veinticinco aos de su muerte una parte significativa sigue siendo referente para debates y nuevas producciones tericas y polticas tanto a favor como en su contra. Pero esto es habitual cada vez que nos encontramos con adversarios de escasa talla intelectual (y a veces moral); los de fuste, por el contrario, no suelen recurrir a estas pequeeces humanas. El Bolvar construido por Marx es inaceptable no por cuestiones afectivas o ideolgicas que contraran nuestra visin de la historia latinoamericana, sino porque no es una construccin rigurosa. Y esa falta de rigor, excepcional en Marx, conspira contra el producto de tal manera que lo convierte en una seria deformacin de la realidad. Sin embargo, es tarea de los marxistas de la Patria Grande del siglo XXI, producir la teora necesaria que vincule los aportes cientficos y polticos de Marx con la concepcin latinoamericanista de Simn Bolvar, concepcin que ms all de las dificultades objetivas que debi enfrentar, de sus marchas y contramarchas, no dej de ser patritica y revolucionaria. Y para construir esa teora regional (especfica de un tiempo y un lugar bien acotados) el mismo Marx (junto con Engels) nos leg el mtodo ms propicio: el materialismo dialctico.

Esa dialctica que debe partir de la reflexin sobre la prctica del sujeto social y poltico de Amrica Latina esta en condiciones, por su propia naturaleza, de gestar una teora regional que slo tome a la teora general como brjula orientadora, pero que a la vez sea nutriente de sta con su aporte especfico. Y esa teora surgida de la especificidad de nuestro contexto es la que servir para modificar nuestra propia prctica o realidad. Porque como el mismo Marx sostuvo desde sus tesis sobre Feuerbach, la realidad no debe ser entendida como simple objeto de contemplacin, sino como producto siempre cambiante gestado en la relacin sujeto-objeto, ya que el hombre es hecho por las circunstancias pero a su vez las hace a ellas: La teora materialista de que los hombres son producto de las circunstancias y de la educacin, y de que por tanto, los hombres modificados son producto de circunstancias distintas y de una educacin modificada, olvida que son los hombres, precisamente, los que hacen que cambien las circunstancias y que el propio educador necesita ser educado. Conduce, pues, forzosamente, a la sociedad en dos partes, una de las cuales est por encima de la sociedad (as, por ej., en Robert Owen). La coincidencia de la modificacin de las circunstancias y de la actividad humana slo puede concebirse y entenderse racionalmente como prctica revolucionaria (15). Marx debe ser asumido como un cientfico y poltico excepcional pero no infalible. Cometi errores, algunos significativos, y su Bolvar forma parte de ellos. Pero nos leg como brjula una terica general de la historia (siempre gua, nunca receta) y un mtodo para que sus continuadores (en este caso tan latinoamericanos como l fue europeo o Lenin ruso) podamos producir una teora regional o concreta acorde con las necesidades de la hora. Estoy persuadido de que la fusin entre los aportes concretos de Carlos Marx y de Simn Bolvar, como en su momento lo planteara Abelardo Ramos en su genial sntesis, el marxismo-bolivarismo, es una necesidad impostergable para producir la teora necesaria que oriente la transformacin revolucionaria de la Patria Grande hasta convertirla en una tierra liberada definitivamente del imperialismo y de las oligarquas nativas que actan como sus intermediarios. La Plata (Argentina), marzo de 2008 Bibliografa 1. Miguens Jos, Chvez parece ignorar que Carlos Marx odiaba a Simn Bolvar: http://www.lanacion.com.ar/Archivo/nota.asp?nota_id=956174 2. Franzoia Alberto J., LAS DESVIACIONES DEL MATERIALIMO HISTRICO II: EL EUROCENTRISMO, 2005, publicado digitalmente en Reconquista Popular y en Investigaciones Rodolfo Walsh. 3. Marx Carlos: El capital, tomo 1, p. 638, Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 1982. 4. Franzoia Alberto J., trabajo citado. 5. Engels Federico, Proyecto de Respuesta a la Carta de Vera zaslich, archivo digital Marx y Engels: http://www.marxists.org/espanol/m-e/1880s/81-a-

6. Cerroni Humberto, El pensamiento de Marx, pginas 31 y 32, Ediciones del Serbal, 1980 7. Azcar Ramn, Bolvar visto por Marx, septiembre http://www.analitica.com/va/politica/opinion/2738102.asp 8. Azcar Ramn, texto citado 9. Azcar Ramn, texto citado 10. Engels Federico, Carta a Jos Bloch, cartas Marx y Engels: http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe3/mrxoe329.htm 11. Gramsci Antonio, El materialismo histrico y la filosofa de Benedetto Croce, pgina 39 12. Narvaja Aurelio, Bolvar y Marx en Cuarenta aos de Peronismo, pginas 35/39, Ediciones del Mar Dulce, 1985. 13. Narvaja Aurelio, ibid 14. Narvaja Aurelio, obra citada 15. Marx Carlos, Tesis sobre Feuerbach (tesis 3), en: http://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/45-feuer.htm