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Edith Hellewell Por: Daryl Ashba Marcos Callejón Leo Tavoletti

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Education


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Edith Hellewell

Por:Daryl Ashba

Marcos CallejónLeo Tavoletti

Edith Hellewell tenía 16 años y una madre que trabajaba en televisión. Tenía un máster en maestría en manipulación mediática, y era experta en prensa, retórica y relaciones públicas lo que la había colocado como una celebridad de los medios de comunicación. Presentaba el programa doméstico “Cocina de Helle” donde cada lunes y miércoles por la mañana enseñaba a los telespectadores una nueva receta. Su trabajo la tenía completamente absorbida descuidando la educación de su hija.

Debido a ese desapego y falta de interés de su madre, Edith comenzó a rebelarse, mostrando un comportamiento inadecuado, desoyendo los consejos de su madre y de las amigas de su madre que se metían en todas las cosas que ella hacía o dejaba de hacer.

Tenía continuas broncas con los profesores, con prácticamente todos y se llevaba muy mal con una compañera de colegio: Bertha O'Connell. Su archienemiga. Una día a la hora de la comida Edith vertió un plato de espaguetis a la carbonara por encima del pelo y cara de Bertha que se puso a llorar y chillar histérica llamando a los profesores. Expulsaron a Edith una semana del colegio, así que tomó la decisión de abandonarlo definitivamente porque su sueño era convertirse en una modelo famosa.  

Pero dejar la escuela no fue suficiente para Edith en su intento de conseguir la atención de sus padres, por lo que al poco tiempo comenzó a incursionar en el mundo de las drogas y la promiscuidad. Con dieciséis años se dedicaba a flirtear con todo el que se le pusiera por delante ganándose mala fama en el barrio.

Era la comidilla de todas las reuniones de vecinas y a ella le daba absolutamente igual. En una de sus salidas nocturnas conoció a un chico con el que comenzó una relación que no duró mucho, pero si lo suficiente para que Edith descubriera lo que de ahí en adelante sería una de sus grandes pasiones: el sexo. Más de un marido de sus vecinas la tuvo de compañera de jueguecitos, así que cuando Edith oía cuchicheos a sus espaldas se reía.

La relación de sus padres estaba muy deteriorada porque la famosa Sra. Hellewell estaba más tiempo delante de las cámaras y de coctel en coctel que en su casa. Su marido pidió el divorcio y se largó con una camarera que conoció en el De Beer Garden, el local de moda del Londres de la época.

Edith se quedó viviendo con su madre  pero todos esos esfuerzos de llamar la atención fueron en vano, por lo que su siguiente paso fueron los actos de vandalismo, incendio, robo y otros delitos… incluso acabó pasando condena durante catorce días en una cárcel de Moscú por desobediencia civil a la autoridad.

Para cometer este tipo de delitos es necesario conocer un montón de habilidades como crimen, carterismo, arte & diseño, pintar grafittis e incluso provocar incendios, pero como sus padres no le hacían caso Edith a los 16 años tenía mucho tiempo para estudiar todas esas habilidades que le parecían mucho más interesantes que las tareas que en el colegio le ponían los profesores cada lunes.

De hecho las botellas de Stolichnaya se convirtieron en sus preferidas, siempre tenía dos o tres en casa vacías por si le hicieran falta.

Todos esos delitos eran cubiertos rápidamente por su madre, quien en vez de dedicarle más tiempo a su hija, solo se limitaba a tapar sus errores y seguir ignorándola, demasiado ocupada en ella misma para prestar atención al rumbo que iba tomando la vida de su hija.

Cuando salió de la cárcel de Moscú, la madre empezó a cansare de los problemas de su hija y sin tiempo para poder corregirla, decidió enviarla a una escuela para niñas “con problemas”.

En ese internado Edith pasaba la mayor parte del tiempo sola, hasta que conoció a Dafne de Groot, una niña que al parecer sufría del mismo abandono por parte de sus padres.

Edith y Dafne se hicieron muy buenas amigas, juntas aterrorizaron al resto de la escuela hasta que lo profesores no soportaron más y la historia se repitió: Edith fue expulsada. Decidió no volver a casa y se mudó a Los Ángeles para buscarse la vida como modelo. Se movió por algunas agencias haciendo contactos, pero su carrera nunca despegó por lo que al poco tiempo y arrepentida regresó a casa con su madre.

Pasaron unos años y Edith conocio muchas amistades en Londres, a los 19 años formó su primera banda con  Alysa Wellman, Vera Feltham, Glennie Belanger, Thomas Banks, y Barker Leighton se hacían llamar los  “Damn Hot”.

Edith se encargaba de tocar el bajo o por lo menos hacer que tocaba algo porque sus habilidades musicales eran un poco escasas. Para suplir esas habilidades se entretenía con Thomas y Barker. Uno a cada rato. Al poco tiempo Thomas, cansado de la situación y sintiendo algo más fuerte por Edith y no ver su amor correspondido tomó la determinación de abandonar la banda y nombrar a Edith nueva líder. Debido a la extraña personalidad de Edith, terminó por aburrirse de la banda y sus compañeros, así que los despidió a todos. Empezando su carrera solista en la banda “Helle en la Tierra”. La banda tenía un contrato discográfico con “Comadreja Registros” empresa que pertenecía a  Clemens Jericho.

Clemens era un tipo rico, por lo que despertó el interés de Edith, que antes de terminar de firmar el contrato con Comadreja Registros ya se había liado con él un par de veces, de su affaire nació Pandora que ya de bebé acompañaba de su gira  a su madre. Edith pasaba más tiempo en su backstage que encima del escenario. Como ella misma dijo en varias ocasiones: lo único que me interesa de la música son los groupies.

Clemens era un tipo rico, por lo que desperto el interes de Edith, que antes de terminar de firmar el contrato con Comadreja Registros ya se había liado con él un par de veces, de su affaire nació Pandora que ya de bebé acompañaba de su gira  a su madre. Edith pasaba más tiempo en su backstage que encima del escenario. Como ella misma dijo en varias ocasiones: lo único que me interesa de la música son los groupies.

De ellos se llevó varios recuerdos: tangas que le tiraban durante la actuación, algún que otro tomatazo  y, de lo que estaba más orgullosa Edith: varias cepas de cándidas de todos los números y colores que engrosan su largo historial médico, más largo incluso que el historial delictivo.

Además de bajista, Edith sobresalió en su faceta de compositora, suyas son las letras de canciones que están en la memoria de los que disfrutaron el Londres de aquella época: My Vagina Smells Like Jackie, When I Think About You I Shit Myself o Anal Hatesex sonaron como hits en los bares de peor reputación de la ciudad.

Después de haber mantenido multitud de relaciones promiscuas se vio involucrada en la muerte de Travis Kauser mientras cenaban juntos en De Beer Garden, la causa oficial fue envenenamiento por marisco pero no faltan voces que insinúan que Edith tuvo algo que ver.

El último blog de Travis fue sobre la cita con Edith

A pesar de todas sus aventuras, Edith necesitó emociones fuertes casi a diario hasta el final de su vida, falleció a consecuencia de una enfermedad de trasmisión sexual (o unas cuantas).

Siendo reconocida para la posteridad como la Diosa del Sexo Salvaje, y tratar a sus amantes como esclavos siendo ella una Domina o Ama en potencia, es gracias a ella que en hoy por hoy podemos ir a la tienda y encontramos látigos, esposas y demás parafernalia sado además de existir objetos especiales como Fluffy Fluffy Handcuffs, Sexy Toy, Latex Catsuit, Leatherman Costume o Masquerade Mask.

Como recuerdo de la vida alocada y salvaje de Edith, sus fans siguen tatareando la canción que Anton Taylor le dedicó:

Romantic Date With Edith

¡¡¡FIN!!!Por:

Daryl AshbaMarcos Callejón

Leo Tavoletti