edición 537 marzo 2014

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Brigadier General (RA) Jaime Ruiz Barrera, candidato único a la Presidencia de ACORE Una vez cerradas las inscripciones de candidatos a la Presidencia Nacional de ACORE, el pasado martes 25 de febrero a las 5 de la tarde, únicamente fue inscrita la lista encabezada por el actual Presidente de la Asociación, brigadier general Jaime Ruiz Barrera, que en el editorial del periódico ACORE del mes de febrero, les manifestó a los Asociados su intención de someter su nombre y el de los miembros de su Junta Directiva al libre escrutinio de los Acorados, con el fin de continuar con la labor realizada hasta hoy. ISSN 0123-2894 Circulación nacional 537 MARZO 2014 Edición Elecciones y Asamblea General Ordinaria Fechas clave 25 de marzo Apertura del Proceso de votación, desde las 09:00 horas hasta las 17:00 horas. 27 de marzo Cierre del ejercicio electoral. 28 de marzo Escrutinios y elaboración de actas. 29 de marzo Asamblea General Ordinaria de Asociados. Se realizará en la sede nacional de ACORE ubicada en Bogotá, D.C., a partir de las 09:00 horas. COLOMBIA OPINA “La guerra política, tal como se ha dicho, se ha venido materializando por la acción sistemática y persistente de ONG que habitualmente se identifican como supuestas defensoras de derechos humanos, y por otras de carácter eminentemente político, comprometidas con corrientes comunistas y con movimientos socialistas o progresistas de reciente aparición”. Lo dijo el Presidente… “Es muy importante en estos casos llegar al fondo de estos asuntos, cortar de raíz el problema y actuar con toda severidad, pero también con la debida ecuanimidad y la debida justicia, pensando siempre y, quiero repetirlo, en proteger la institucionalidad y, en este caso, en proteger a nuestro Ejército, que tanto nos ha dado, que tanto nos da y tanto nos dará hacia el futuro”. Pag. 4. Pag. 4. Pag. 2. Pag. 3 Relevo institucional El Presidente Juan Manuel Santos recibe el saludo del general Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar, que asumió como Comandante del Ejército Nacional durante la ceremonia efectuada en el campo de paradas de la Escuela Militar José María Córdova, en Bogotá. ¡Por la dignidad de la Fuerza Pública! Esta es una edición especial que hemos denominado ¡Por la dignidad de la Fuerza Pública!, donde nuestro único objetivo es el de compendiar las voces de apoyo a nuestra Fuerza Pública, que en diferentes medios han publicado colombianos que ven con preocupación las humillantes, apresuradas y desproporcionadas sanciones contra las máximas jerarquías de esta institución militar, que, además, están generando graves efectos en la moral y el prestigio, no solamente de las FF.MM., sino también de la Policía Nacional. Todos estos hechos publicados en la revista Semana y luego en otros medios, han causado indignación en las instituciones castrenses, como también en sectores de la sociedad civil, que están exigiendo explicaciones sobre la intención, el origen y la manipulación de las grabaciones realizadas por la Fiscalía y que fueron utilizadas irregularmente como fuente de información para este montaje mediático que han originado el más grande escándalo periodístico sufrido por las FF.MM. en los últimos años. En ese sentido, publicamos entrevistas al Ministro de Defensa, al Presidente de ACORE, así como opiniones de destacados columnistas como Plinio Apuleyo Mendoza, León Valencia, Fernando Londoño, Héctor Riveros, Rafael Guarín y Ximena Ospina, entre otros; pero también de oficiales de la Reserva Activa como el general Álvaro Valencia Tovar, el capitán César Castaño, y los mayores generales Carlos Quiroga, Ricardo Rubianogroot, y Juan Salcedo Lora. Así mismo, publicamos algunos artículos de prensa que denuncian el escándalo mediático intensificado por una ofensiva judicial contra el Ejército Nacional y sus máximas jerarquías, sin antecedente en la historia reciente del país. ¡Usted tiene la palabra! EDITORIAL Indignación institucional Con el reciente alboroto periodístico se ha querido enlodar la institución más querida y respetada por el pueblo colombiano, como parte de la estrategia (una de las tantas formas de lucha) que insistentemente hemos venido denunciado con relación a la guerra política y a la guerra jurídica, que desde tiempo atrás llevan a cabo las organizaciones terroristas y la extrema izquierda radical, nacional y extranjera, contra nuestra institucionalidad y contra los miembros de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional. La guerra política, tal como se ha dicho, se ha venido materializando por la acción sistemática y persistente de las ONG que habitualmente se identifican como supuestas defensoras de derechos humanos, y por otras de carácter eminentemente político, comprometidas con corrientes comunistas y con movimientos socialistas o progresistas de reciente aparición, tales como el Foro de Sao Paulo y la Coordinadora Continental Bolivariana, de las cuales hace parte el grupo terrorista de las Farc.

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Editorial: Indignación institucional por ofensiva mediática anti militar sin precedentes

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Page 1: Edición 537 Marzo 2014

Brigadier General (RA) Jaime Ruiz Barrera,candidato único a la Presidencia de ACOREUna vez cerradas las inscripciones de candidatos a la Presidencia Nacional de ACORE, el pasado martes 25 de febrero a las 5 de la tarde, únicamente fue inscrita la lista encabezada por el actual Presidente de la Asociación, brigadier general Jaime Ruiz Barrera, que en el editorial del periódico ACORE del mes de febrero, les manifestó a los Asociados su intención de someter su nombre y el de los miembros de su Junta Directiva al libre escrutinio de los Acorados, con el fin de continuar con la labor realizada hasta hoy.

ISSN 0123-2894 Circulación nacional

537MARZO 2014

Edición

Elecciones y Asamblea General OrdinariaFechas clave25 de marzo Apertura del Proceso de votación, desde las 09:00 horas hasta las 17:00 horas.27 de marzo Cierre del ejercicio electoral.28 de marzo Escrutinios y elaboración de actas.

29 de marzo Asamblea General Ordinaria de Asociados. Se realizará en la sede nacional de ACORE ubicada en Bogotá, D.C., a partir de las 09:00 horas.

COLOMBIA OPINA

“La guerra política, tal como se ha dicho, se ha venido materializando por la acción sistemática y persistente de ONG que habitualmente se identifican como supuestas defensoras de derechos humanos, y por otras de carácter eminentemente

político, comprometidas con corrientes comunistas y con movimientos socialistas o progresistas de reciente aparición”.

Lo dijo el Presidente…“Es muy importante en estos casos llegar al fondo de estos asuntos, cortar de raíz el problema y actuar con toda severidad, pero también con la debida ecuanimidad y la debida justicia, pensando siempre y, quiero repetirlo, en proteger la institucionalidad y, en este caso, en proteger a nuestro Ejército, que tanto nos ha dado, que tanto nos da y tanto nos dará hacia el futuro”. Pag. 4.Pag. 4.

Pag. 2.Pag. 3

Relevo institucional

El Presidente Juan Manuel Santos recibe el saludo del general Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar, que asumió como Comandante del Ejército Nacional durante la ceremonia efectuada en el campo de paradas de la Escuela Militar José María Córdova, en Bogotá.

¡Por la dignidad dela Fuerza Pública!Esta es una edición especial que hemos denominado ¡Por la dignidad de la Fuerza Pública!, donde nuestro único objetivo es el de compendiar las voces de apoyo a nuestra Fuerza Pública, que en diferentes medios han publicado colombianos que ven con preocupación las humillantes, apresuradas y desproporcionadas sanciones contra las máximas jerarquías de esta institución militar, que, además, están generando graves efectos en la moral y el prestigio, no solamente de las FF.MM., sino también de la Policía Nacional.

Todos estos hechos publicados en la revista Semana y luego en otros medios, han causado indignación en las instituciones castrenses, como también en sectores de la sociedad civil, que están exigiendo explicaciones sobre la intención, el origen y la manipulación de las grabaciones realizadas por la Fiscalía y que fueron utilizadas irregularmente como fuente de información para este montaje mediático que han originado el más grande escándalo periodístico sufrido por las FF.MM. en los últimos años.

En ese sentido, publicamos entrevistas al Ministro de Defensa, al Presidente de ACORE, así como opiniones de destacados columnistas como Plinio Apuleyo Mendoza, León Valencia, Fernando Londoño, Héctor Riveros, Rafael Guarín y Ximena Ospina, entre otros; pero también de oficiales de la Reserva Activa como el general Álvaro Valencia Tovar, el capitán César Castaño, y los mayores generales Carlos Quiroga, Ricardo Rubianogroot, y Juan Salcedo Lora.

Así mismo, publicamos algunos artículos de prensa que denuncian el escándalo mediático intensificado por una ofensiva judicial contra el Ejército Nacional y sus máximas jerarquías, sin antecedente en la historia reciente del país.¡Usted tiene la palabra!

EDITORIAL

Indignación institucional Con el reciente alboroto periodístico se ha querido enlodar la institución más querida y respetada por el pueblo colombiano, como parte de la estrategia (una de las tantas formas de lucha) que insistentemente hemos venido denunciado con relación a la guerra política y a la guerra jurídica, que desde tiempo atrás llevan a cabo las organizaciones terroristas y la extrema izquierda radical, nacional y extranjera, contra nuestra institucionalidad y contra los miembros de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional.

La guerra política, tal como se ha dicho, se ha venido materializando por la acción sistemática y persistente de las ONG que habitualmente se identifican como supuestas defensoras de derechos humanos, y por otras de carácter eminentemente político, comprometidas con corrientes comunistas y con movimientos socialistas o progresistas de reciente aparición, tales como el Foro de Sao Paulo y la Coordinadora Continental Bolivariana, de las cuales hace parte el grupo terrorista de las Farc.

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2 Marzo de 2014

PERIODO ESTATUTARIO 2014-2016

Brigadier General (RA)Jaime Ruiz Barrera,candidato único a la Presidencia de ACORE

Una vez cerradas las inscripciones de candidatos a la Presidencia Nacional de ACORE, el pasado martes 25 de febrero a las 5 de la tarde, como lo establece la resolución de elecciones, únicamente fue inscrita la lista encabezada por el actual Presidente de la Asociación, brigadier general Jaime Ruiz Barrera, que en el editorial del periódico ACORE del mes de febrero, les manifestó a los Asociados su intención de someter su nombre y el de los miembros de su Junta Directiva al libre escrutinio de los Acorados, con el fin de continuar con la labor realizada hasta hoy.

La lista inscrita, como No. 1, para el periodo estatutario 2014-2016, es la siguiente:

Presidente EJC. BG JAIME RUIZ BARRERA VOCALES EJERCITO VOCALES ARMADA DAMAS ASOCIADAS

Primer Vicepresidente ARC. BG RODRIGO QUIÑONES CÁRDENAS

CR Alfonso Borrero Mansilla CR Ricardo Mora González

CN Luis Jaime Correa Pérez CN Ricardo Torres Tono

Sra. Rosita Aguilar de Quiñones Sra. Hilda Chávez de Alvarado

Segundo Vicepresidente FAC. CR PASTOR DUARTE HERNÁNDEZ

CR Héctor Samacá Rodríguez CR Manuel José Santos Pico VOCALES FUERZA AEREA

CR Jesús Vivas Mosquera CR Enrique Cotes Prado

CR Harold Certuche Caicedo CR Gustavo Plazas Jiménez

Según lo mencionó el BG Ruiz, el día de la inscripción, el objetivo es continuar trabajando con otras asociaciones militares y de policía, pertenecientes a la Reserva Activa, en la misma dirección, es decir, como un solo grupo de presión, a fin de mantener y fortalecer lo que ya estamos logrando… unidad, integración y fortaleza.El Plan de Acción que acompañó la inscripción del BG Jaime Ruiz es el siguiente:

Plan de Acción

1. Proyectar y fortalecer la Asociación al más alto nivel posible, procurándole a la vez un crecimiento eficaz y sostenible.2. Trabajar conjunta y coordinadamente con las asociaciones de la Fuerza Pública, en beneficio de las necesidades que nos sean

comunes.3. Convertir ACORE en un verdadero grupo de presión que nos permita llegar a las instancias del poder para la solución de los problemas

que nos aquejan, particularmente en materia salarial, de salud y de seguridad jurídica.4. Impulsar y facilitar la participación activa de nuestros Asociados en los proyectos políticos en los cuales deseen postularse, sin

comprometer la Asociación con grupos o movimientos de carácter partidista. Dentro de este compromiso, el objetivo es buscar una adecuada representación en los cuerpos colegiados o en aquellas dignidades de elección popular.

5. Mantener y fortalecer el posicionamiento que ha logrado ACORE en los últimos años como la entidad más representativa de la Reserva Activa de las FF.MM. ante el Estado y el Gobierno.

6. Cumplir estrictamente el mandato impuesto por los estatutos vigentes, sin excluir la posibilidad de revisar la parte normativa que pueda afectar las proyecciones previstas en el futuro inmediato.

7. Continuar la revisión y modernización de los procedimientos gerenciales y administrativos que se han venido aplicando en el manejo de los bienes y recursos propios de la Asociación, procurando también, y si es pertinente, mayor austeridad en aquellas áreas cuya finalidad sea diferente al objeto social.

8. Propender por la optimización de los servicios que se ofrecen en las áreas académicas, de bienestar, salud, de tipo cultural, turismo, recreación, auxilios funerarios, créditos, veeduría, medios de comunicación, asesoría y consultoría jurídica, bolsa de empleo, etc., y la búsqueda de otros beneficios posibles, que hagan más viable, agradable y atractiva la permanencia de los Asociados, así como la vinculación de nuevos miembros.

9. Fortalecer y mejorar aquellos servicios que puedan ser ofrecidos localmente en las sedes de las Seccionales, procurando mayor desarrollo y bienestar.

10. Asumir por igual la vocería de quienes por encontrarse en servicio activo, no pueden hacer uso del legítimo derecho de reclamación o de protesta, cuando se trata de defender los derechos adquiridos que nos son comunes.

EleccionesSe les recuerda a los Asociados la importancia de su participación en estas elecciones, que se desarrollaran los días 25, 26 y 27 de marzo, en todas las Seccionales, pues de su masiva participación dependerá la consolidación de ACORE como grupo de presión.La Asociación tiene aún muchas tareas por desarrollar, como la seguridad jurídica de nuestros combatientes, el derecho al voto para los miembros activos de la Fuerza Pública, los graves efectos de la guerra política y jurídica de que somos víctimas, los beneficios jurídicos y procesales para los miembros de la Fuerza Pública en caso de un eventual posconflicto, la defensa técnica de militares y policías, el urgente mejoramiento del colapsado sistema de salud, y las obligaciones y demandas salariales pendientes por resolver.

Page 3: Edición 537 Marzo 2014

3Edición 537

NOTA: Los artículos no reflejan el pensamiento de ACORE. Son de ex-clusiva responsabilidad de sus autores y por razones de espacio podrán ser editados.La reproducción total o parcial de los artículos publicados en esta edición pueden ser utilizados con la referencia del periódico ACORE.

Presidente: BG Jaime Ruíz BarreraDirector: CO Gustavo Mantilla OrtizEditor: Periodista Carlos Castillo LugoGerente: TC Rosa María Llovera TerradasConsejo de Redacción: CN Ricardo Alberto Rosero ErasoCO Carlos Acosta Arévalo (caricatura)

Fundado en 1961

Calle 70 No. 4-24 -345 0511 www.acore.org.co

[email protected]á, D.C.

PERIÓDICO Diseño Gráfico: Sandra Ximena Gallego Torres Administración y logística: Leydi Liliana Romero Fotografía: Depto Comunicaciones, SeccionalesImpresión: Editorial El Globo S.A.Dirección: Cl 25D Bis # 102 A - 63Teléfono: 42276200 EXT 1172 - 1178Distribución: UNIEXPRESS LTDADirección: Calle 94 No. 57 - 63Teléfono: 7028513

Indignación institucional por ofensiva mediática antimilitar sin precedentes

Acorito

¿Infaman al Ejército para negociarlo en

la mesa?

El escándalo mediático intensificado por una ofensiva judicial contra el Ejército Nacional y sus máximas jerarquías, no tiene antecedente en la historia reciente del país.

Con este alboroto periodístico se ha querido enlodar la institución más querida y respetada por el pueblo colombiano, como parte de la estrategia (una de las tantas formas de lucha) que insistentemente hemos venido denunciado con relación a la guerra política y la guerra jurídica, que desde tiempo atrás llevan a cabo las organizaciones terroristas y la extrema izquierda radical, nacional y extranjera, contra nuestra institucionalidad y contra los miembros de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional.

La guerra política, tal como se ha dicho, se ha venido materializando por la acción sistemática y persistente de ONG que habitualmente se identifican como supuestas defensoras de derechos humanos, y por otras de carácter eminentemente político, comprometidas con corrientes comunistas y con movimientos socialistas o progresistas de reciente aparición, tales como el Foro de Sao Paulo y la Coordinadora Continental Bolivariana, de las cuales hace parte el grupo terrorista de las Farc.

En cuanto a la guerra jurídica, como la estamos viendo, no es otra cosa que el uso habilidoso de la normatividad jurídica para someter al escarnio público o al cuestionamiento social, a los que por circunstancias del conflicto armado pueden verse involucrados en posibles o supuestas conductas al margen de la ley.

Este show mediático de desprestigio por supuestas acciones ilegales, sin comprobar por ninguno de los organismos de control, tales como Fiscalía, Procuraduría y Contraloría, están causando un daño irreparable a nuestro Ejército y, en particular, a nuestros servicios de inteligencia y aviación militar, unidades clave en la lucha contra los grupos armados ilegales.

Recientes estadísticas dadas a conocer por el Ministerio de Defensa Nacional, señalan que en 2013 el Ejército Nacional neutralizó a más de 3.700 terroristas de las Farc, Eln y bacrim. También incauto 83 toneladas de explosivos y más de 18.000 artefactos de distinto tipo, con los cuales se pretendía atentar contra la población civil, la Fuerza Pública y la infraestructura económica del país. En lo que va corrido del año ya se han neutralizado cerca de 500 terroristas, varios líderes de estas organizaciones, decomisándose igualmente gran cantidad de armas, municiones y artefactos explosivos para fines terroristas.

No se entiende, entonces, las humillantes, apresuradas y desproporcionadas sanciones contra las máximas jerarquías de esta institución militar, que están produciendo graves efectos en la moral y el prestigio, no solamente de las FF.MM., sino también de la Policía Nacional.

En estas instituciones y en distintos sectores de la sociedad civil, estos habilidosos montajes periodísticos se están viendo como un peligrosísimo plan sistemáticamente orquestado para debilitar la acción de la Fuerza Pública y favorecer la actuación terrorista

de los grupos armados ilegales.Al desprestigiar únicamente el Ejército Nacional,

y no a otras instituciones del Estado por hechos de corrupción plenamente comprobados, se podrían estar gestando eventuales acuerdos, con los cuales se otorgarían importantes ventajas o concesiones con preocupantes efectos futuros en materia de defensa y seguridad nacional.

Sobre este particular, hay un gran temor y desconfianza sobre todo lo que pueda acontecer como consecuencia de un posconflicto originado dentro de un proceso mal negociado.

Como mínimo, entre otras cosas, esto sería lo que podría ocurrir:- Reestructuración de las FF.MM. y asignación de nuevas funciones, con detrimento del pie de fuerza, relevándolas también de su responsabilidad en materia de control territorial y orden público interno. Esto se haría mediante un desmantelamiento progresivo.- Creación del Ministerio de Seguridad Social contando como componentes principales con la Policía Nacional, una organización legal de reinsertados con algunas facultades de policía y una central única de inteligencia para efectos de seguridad interna y control del orden público. La inteligencia militar sería significativamente restringida y estaría únicamente destinada a la seguridad fronteriza a fin detectar eventuales amenazas de carácter externo.- Expedición de una ley habilitante otorgando facultades especiales al Jefe del Estado para implementar reformas en concordancia con los acuerdos pactados con las organizaciones terroristas (reforma agraria, orden público, participación política, narcotráfico, reinserción, acción penal para desmovilizados, etc.)- Otorgamiento de algunos beneficios jurídicos a miembros de la Fuerza Pública para justificar en términos de equidad, los que les sean proporcionados a miembros de las organizaciones terroristas. (Sofisma de justificación).- Utilización de todas las investigaciones y estudios relacionados con la memoria histórica del conflicto armado para el esclarecimiento de la verdad y como instrumento jurídico esencial para futuros procesos y juicios de responsabilidad, particularmente contra las máximas jerarquías de la Fuerza Pública, y en especial contra quienes hayan sido exitosos en la lucha contra el terrorismo (responsabilidad mediática – unidad de contexto – máximos responsables).- Crecimiento de las distintas redes de ONG nacionales e internacionales y de algunos grupos políticos, para asediar a miembros de la Fuerza Pública y frenar paulatinamente la acción legítima que les corresponde en materia de seguridad, defensa nacional y tranquilidad pública. Tal circunstancia abrirá el camino para el fortalecimiento del neocomunismo o socialismo progresista siglo XXI en busca del poder a través de la vía democrática.

“La guerra política, tal como se ha dicho, se ha venido materializando por la acción sistemática y persistente de ONG que habitualmente se identifican como supuestas defensoras de derechos humanos, y por otras de carácter eminentemente político, comprometidas con corrientes comunistas y con movimientos socialistas o progresistas de reciente aparición”.

“Este show mediático de desprestigio por supuestas acciones ilegales, sin comprobar por ninguno de los organismos de control, tales como Fiscalía, Procuraduría y Contraloría, están causando un daño irreparable a nuestro Ejército”.

EDITORIAL

Page 4: Edición 537 Marzo 2014

4 Marzo de 2014

Reconocimiento Presidencial

El Presidente Juan Manuel Santos reconoció públicamente la amenaza de que viene siendo

víctima el Ejército Nacional.

“No solamente las organizaciones terroristas, sino también la guerra jurídica y algunos sectores políticos” se han constituido en los principales enemigos de nuestro Ejército Nacional.

Así lo afirmo, el pasado 21 de febrero con ocasión del reconocimiento de la nueva cúpula militar en ceremonia realizada en la Escuela Militar de Cadetes José María Córdova.

En tono muy diferente y reconciliador, expreso igualmente “la necesidad de contraatacar contundentemente estas amenazas”, cuya evidente intención es la de desprestigiar y descalificar esta institución en la importante misión que viene cumpliendo en defensa de nuestra soberanía y en la protección ciudadana, frente a la acción terrorista de los grupos armados ilegales y a la guerra política y jurídica que exitosamente vienen realizando sectores minoritarios de la izquierda y extrema izquierda radical del país, y que tanto daño le están causando a nuestras instituciones democráticas.

Hasta la fecha, ninguna de las temerarias actividades denunciadas por la revista Semana, que son motivo de investigación por la Fiscalía, la

Lo dijo el Presidente…“La información que ha surgido de una operación de Inteligencia donde aparentemente se les estaba haciendo Inteligencia a funcionarios del Estado, específicamente los negociadores del Proceso de Paz en La Habana, es algo totalmente inaceptable.”

“Hay fuerzas oscuras que están tratando de sabotear procesos, como el proceso de paz ¿están involucradas en esto? ¿Tienen contactos internos? ¿Qué buscan?”

“Hay una institución que combina las armas y las leyes, que ha estado presente en toda nuestra vida republicana y que constituye la columna vertebral de nuestra democracia. Son nuestras Fuerzas Militares. Y dentro de esas Fuerzas Militares, el Ejército de Colombia”.

“Esos enemigos externos de nuestro Ejército, bien sean los grupos terroristas, grupos armados, enemigos políticos y otros que nos hacen inclusive la guerra judicial, esos enemigos hay que confrontarlos con toda la contundencia”.

“Pido a la Fiscalía darle prioridad a esta investigación, al igual que a la Procuraduría y la Contraloría, ya que por ningún motivo hechos de corrupción como estos deben ser investigados por la justicia militar”.

“Me siento indignado por el daño que esto causa a las Fuerzas Militares y al país”.

“El Comandante General de las Fuerzas Militares no sale por ningún hecho de corrupción, sino sale por unas expresiones irrespetuosas y desobligantes que le restan majestad frente al poder judicial y frente al país”.

“Es muy importante en estos casos llegar al fondo, al fondo de estos asuntos, cortar de raíz el problema y actuar con toda severidad, pero también con la debida ecuanimidad y la debida justicia, pensando siempre, y quiero repetirlo, en proteger la institucionalidad y en este caso, en proteger a nuestro Ejército, que tanto nos ha dado, que tanto nos da y tanto nos dará hacia el futuro”.

“No es que vayamos a negociar con las Farc los beneficios de las Fuerzas Militares, no. Ustedes están en otro grupo, en otro costal, pero que al final, que vayan a quedar en una situación de inferioridad, tengan la absoluta seguridad de que no se será así”.

Procuraduría y la Contraloría, han sido confirmadas. Ninguno de estos entes de control ha encontrado irregularidades en materia de contratación, corrupción o conductas ilícitas realizadas por la inteligencia militar.

El irreparable daño moral y material causado por este medio de comunicación a la buena imagen del Ejercito Nacional y a varios Generales de la República puestos en la picota pública y que fueron sancionados y retirados intempestivamente del servicio activo por el Jefe del Estado, sin existir investigación previa y sin oportunidad alguna para defenderse frente a los graves señalamientos de Semana. Todo esto ha causado indignación en las instituciones castrenses, como también en sectores de la sociedad civil, que a través de escritos y pronunciamientos públicos, están exigiendo explicaciones sobre la intención, el origen y manipulación de las grabaciones realizadas por la Fiscalía y que fueron utilizadas irregularmente como fuente de información para este montaje mediático que han originado el más grande escandalo periodístico sufrido por las FF.MM. en los últimos años.

EDITORIAL

Asamblea General Ordinaria

SÁBADO 29 DE MARZO

La Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares, ACORE convoca a los Asociados

a la Asamblea General Ordinaria de la Asociación, para el día sábado 29 de marzo, a partir de las 09:00

horas, la cual se realizará en la sede nacional de ACORE ubicada en la ciudad de Bogotá, D.C.

En el Orden del día está prevista la ratificación de la Elección de Presidente Nacional y la Junta Directiva

Nacional para el periodo estatutario 2014-2016 y toma de posesión.

Page 5: Edición 537 Marzo 2014

5Edición 537

¿Por qué al Ejército? ¿Por

qué ahora?Nadie se atrevería a poner en duda que la revista Semana es la voz del Presidente Santos, más confiable para él que el diario El Tiempo. La revista es de propiedad de Felipe López, uno de los dos personajes que Santos denunció como sus amigos del alma, y por si fuera poco, el Director es su sobrino Alejandro, hijo de su hermano Enrique, el que le cuadró a los Castro, a Chávez y a las Farc para los diálogos de La Habana.

Establecido ese principio, nadie dudaría que la paliza que desde Semana se le está dando al Ejército venga dirigida desde la Casa de Nariño, porque le conviene a la Casa de Nariño para estas próximas elecciones. Un equipo encabezado por el venezolano J.J. Rendón es capaz de cualquier cosa. Maquiavelismo puro. O si quieren, fascismo sin ambages.

El Ejército es la más amada de nuestras instituciones. Cualquiera encuesta, hecha por tirios o por troyanos, coincide en ello. Pues hay que arrastrarla por el piso y quitarle ese puesto de honor en el corazón de los colombianos. Y ello por una razón tan simple como poderosa: las Farc no firman papel alguno que no contenga la ruina parcial o total del Ejército. Los pueblos sufren las guerras. Pero las ganan o las pierden sus ejércitos.

A Santos le importa un bledo preservar o sacrificar el Ejército. Para un oportunista de su clase ese es asunto menor, cuando tiene en juego su porvenir político y su puesto ante la Historia, lo único que de verdad le importa. Así que adelante, manos a la obra, y la obra se puso en marcha.

Los ataques recientes al Ejército se inician cuando un periodista de Semana cuenta haber sido víctima de un atentado que le hicieron gentes muy malas y de pésima puntería en las cercanías de Tolemaida. Adoba su denuncia con el ataque implacable que esa revista le había organizado al propio Ejército por las supuestas delicias que para los militares presos significaba el paraíso carcelario que precisamente en Tolemaida les tenían organizado.

Pero no bastó. Esos ataques no valieron un rasguño para la imagen soberbia del Ejército. Era menester algo mucho más duro. Y llegó.

Nadie ha podido explicar cómo se descubrió la fachada de Inteligencia Militar montada en el barrio Galerías, de Bogotá. Solo lo sabe la Revista Semana. La Inspección del Ejército se queja de la baja eficiencia de contrainteligencia militar que permitió que fuera descubierta. Pues el Presidente, desde el primer minuto del primer día, la emprendió contra el Ejército, dándole pleno crédito a Semana. Pues no le valió. Ni la fachada era ilegal, ni hay constancia de que fuera centro de interceptaciones ilegales. Menudo fiasco para Santos.

Pues cuando se le viene encima el escaparate, Semana le tiende otra malla protectora, a saber, la corrupción del Ejército. Nadie ha dicho quién interceptó las comunicaciones reveladas. Los cuentos no cuadran. Y nadie ha explicado cómo son los militares presos los que manejan los contratos con los militares activos. Pero no importa. Para eso está Semana. Para seguir sosteniendo cualquier infundio y para cavar la fosa moral del Ejército. Las Farc respiran tranquilas. El Ejército no vale una higa y pueden ganar la guerra de La Habana. Y Santos tendrá un papel con el que aspire a reelegirse. Y como dicen los cuentos al final, colorín colorado.

17- 0 2 -14 D ia r io La Opin ión/

Fernando Londoño Hoyos

Guerra a muerte contra ejército colombiano

19 - 0 2 -14 co lombiaopina.wordpress.com/

Redacción

La reconocida analista Laura Gil tuiteaba ayer en su cuenta pública @Lauraggils sobre la existencia de una guerra a muerte entre el presidente Juan Manuel Santos y el Ejército Nacional; los hechos parecen darle la razón, la destitución pública de cinco Generales de esta Fuerza sin que mediara el debido proceso y el ejercicio del derecho a la defensa que el Artículo 29 de la Constitución consagra para todos los colombianos, argumentando presuntas omisiones de control frente a presuntos actos de corrupción denunciados en la revista Semana, así lo demuestra.

Es lastimoso que en una época electoral se sacrifiquen el honor y el buen nombre de militares exitosos en la lucha contra el narcoterrorismo, precisamente cuando en la llamada mesa de diálogos de La Habana, las Farc han sido insistentes en reformas no sólo a la doctrina militar sino a la misma estructura de las Fuerzas Militares y en especial del Ejército Nacional de Colombia, para cobrar venganza de las derrotas sufridas desde 2003.

Todos los militares destituidos han coincidido en señalar que tal hecho obedece a decisiones políticas, ninguno de ellos ha sido vinculado formalmente a alguna investigación penal o disciplinaria por hechos de corrupción o de violación a los DD.HH., las cuales se han anunciado por parte de la Fiscalía, la Procuraduría y la Contraloría, pero ninguna ha comenzado formalmente ni los posibles indiciados ha sido notificado de ello, sin embargo la Presidencia tomó una decisión para aumentar su imagen especialmente ante organismos no gubernamentales de la izquierda radical que a diario atacan la institucionalidad castrense.

Es un hecho que el honor militar ha sido duramente golpeado, ninguno de los presuntos hechos reprochables señalados en la revista Semana ha sido comprobado, mucho menos la participación, por acción o por omisión, de los Generales retirados abruptamente que implique dolo o culpa grave en el ejercicio de sus funciones; la de-cisión política echa por el suelo carreras profesionales construidas sobre la base del sacrificio personal, familiar y social de los afectados, pues como puede apreciarse en los correos de los lectores de los medios de comunicación, en la acción en las redes sociales, sus nombres quedan vinculados al inri de la corrupción, en una especie de lin-chamiento moral para satisfacer el morbo de la galería.

Aún no se sabe el origen de la información publicada por la revista Semana, que corresponde a conversaciones producidas en 2012 y 2013 que fueron interceptadas por algún organismo de seguridad; lo que se sabe es que la Fiscalía venía haciendo seguimientos al

teniente coronel Robinson González del Río, privado de la libertad por presunta participación en los llamados falsos positivos, término que fuera acuñado por Juan Manuel Santos como Ministro de Defensa del anterior gobierno, y que implican por ejemplo, al general Leonardo Barrero en unas declaraciones personales y privadas de hace dos años, consideradas inapropiadas por el ahora Presidente de la república.

Si la filtración proviene de la Fiscalía, contrariando el numeral 7.9 del Manual de Manejo de la Cadena de Custodia, es indudable que se está rompiendo la cadena de custodia de las pruebas, algo que se volvió sistemático en ese órgano de investigación penal cuando se refiere a procesos contra los militares para posteriormente reclamar prevalencia sobre la justicia penal militar o para hacer revertir las decisiones que en derecho produce aquella.

Es indudable que presuntas grabaciones que reposaban en la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, como dice la misma revista Semana, fueron filtradas ilegalmente al medio de comunicación y que hay alguien interesado en que se hagan públicas para atacar la imagen y la credibilidad en las Fuerzas Militares, no son motivos nobles los que mueven al filtrador, algo fútil e innoble como el deseo de reconocimiento económico, político o institucional está detrás de esa acción cobarde de divulgar hechos no probados judicialmente, conducta que perfectamente se enmarca en el delito de injuria y calumnia tipificado en el ordenamiento penal nacional.

Ahora nótese la perfidia que vincula las decisiones presidenciales y el ataque sistemático a los cuerpos militares que más resultados han producido en la lucha contra el narcoterrorismo: primero fue la falsa denuncia de irregularidades en la operación Andrómeda de inteligencia que produjo la operación Jaque, y ahora contra la Aviación del Ejército y los estrategas de las mayores victorias del Ejército sobre el narcoterrorismo encarnado en las Farc, como el abatimiento de sus hasta entonces intocables miembros del Secretariado criminal y la desarticulación de sus medios de comunicación, propaganda y apoyo urbano.

Hay una guerra a muerte para desacreditar ante los colombianos a su Ejército, de eso ya no cabe duda, guerra que tiene origen en intereses politiqueros y en la satisfacción de las demandas de las Farc en La Habana de desestructurar las Fuerzas Militares, especialmente el Ejército, pese a las promesas de Juan Manuel Santos y su equipo negociador de que ese tema está fuera de la agenda, los hechos demuestran lo contrario.

“Esos ataques no valieron un rasguño para la imagen

soberbia del Ejército”.

Todo parece indicar una venganza contra los estrategas de las mayores victorias del Ejército sobre el narcoterrorismo encarnado en las Farc, como el abatimiento de sus hasta entonces intocables miembros del Secretariado criminal, mientras otros se encuentran ‘dialogando’ con el Gobierno en La Habana.

Page 6: Edición 537 Marzo 2014

6 Marzo de 2014

Pronunciamiento conjunto de la Reserva Activa de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional

Indignación por las graves imputaciones contra nuestro Ejército

La Mesa de Trabajo Permanente del Cuerpo de Oficiales de la Reserva Activa, reunida de forma extraordinaria, con el propósito de analizar y evaluar la preocupante situación que han generado las graves imputaciones formuladas por la revista Semana contra los servicios de inteligencia del Ejército Nacional, ha tomado la determinación de hacer pública su indignación por los efectos que tal situación ha generado en el país y de nuestras instituciones armadas.Consecuente con lo anterior, resuelve:1. Rechazar categóricamente la campaña mediática de desprestigio que se ha realizado contra los

servicios de inteligencia del Ejército Nacional, formulando graves acusaciones sobre supuestas acciones ilegales, sin que existan fundamento o comprobación alguna.

2. Rechazar, igualmente, las acciones que se han venido desarrollando contra las instituciones y miembros de la Fuerza Pública, utilizando diferentes procedimientos de orden político y jurídico, a través de reconocidas ONG nacionales y extranjeras, plenamente identificadas por su agresiva posición y responsables directas de la guerra política-jurídica contra las Fuerzas Militares y la Policía Nacional.En esta ocasión, como ha sido evidente, el objetivo seleccionado corresponde a sus servicios de inteligencia, instrumento con el cual, como es de todos conocido, se ha permitido golpear efectiva y contundentemente las organizaciones terroristas que afectan el país, pero, además, prevenir con antelación acciones criminales que atenten contra la sociedad.

3. Respaldar en estos momentos de incertidumbre los distintos niveles del mando de nuestras Fuerzas Militares y de la Policía Nacional y al señor Ministro de Defensa Nacional, por su clara y vigorosa posición frente a la situación que se presenta y a su importante gestión que viene desa-rrollando en esta cartera.Expresa también, y en forma particular, su solidaridad y respaldo al señor General Comandante del Ejército Nacional, y a los señores Generales injustamente afectados, a raíz de esta situación y a todos los hombres y mujeres que forman parte de los servicios de inteligencia de esta institución.

4. Reclamar de la sociedad civil, tal como algunos sectores ya se han manifestado, respaldo uná-nime a nuestros soldados y policías, que con gran espíritu de sacrificio, cumplen gallarda y he-roicamente la tarea de defender las instituciones patrias y garantizar la tranquilidad ciudadana.

5. Reiterar nuestro respaldo y compromiso con el proceso de negociación para la terminación del conflicto armado que se adelanta por parte del Gobierno Nacional y el respeto total a las institu-ciones democráticas de nuestro país.

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Brigadier General JAIME RUIZ BARRERAPresidente Nacional ACORE

Almirante DAVID RENE MORENO MORENOPresidente Cuerpo de Generales y Almirantes

General FABIO ZAPATA VARGASPresidente Nacional ASORFAC

General HERNAN JOSE GUZMAN RODRIGUEZComandante División de Infantería José María Córdova

Brigadier General RAMIRO BAUTISTA MEZAComandante Grupo de Ingenieros Militares y de la Reserva

Brigadier General PABLO HELBERT ROJAS FLOREZPresidente Colegio de Generales de la Policía NacionalCoronel LUIS BERNARDO MALDONADO BERNATE

Presidente ACORPOL

Coronel LUIS ENRIQUE LARROTA BAUTISTAPresidente Asociación de Coroneles de la Policía

Mayor General JAVIER HERNAN ARIAS VIVASComandante Grupo Artillería Santa Bárbara

Mayor HERNANDO SAENZPresidente Unidad Simbólica Antonio Ricaurte

Teniente Coronel MANUEL MORENO RIVEROSPresidente INTERLANZA

Teniente Coronel GUILLERMO ENCISO PRIETOComandante Agrupación de Oficiales de Comunicaciones

"Manuel Murillo Toro"

Mayor General GABRIEL EDUARDO CONTRERAS OCHOAPresidente Regimiento Caballería San Jorge

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Pronunciamiento de la Reserva Activa de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional

Golpe mortal a la dignidad institucional

La Mesa de Trabajo Permanente del Cuerpo de Oficiales de la Reserva Activa, reunida nuevamente en forma extraordi-naria con el propósito de analizar y eva-luar la preocupante situación que vienen generando las continuas y gravísimas imputaciones formuladas por la revista Semana y otros medios que disponen de información privilegiada contra el Ejército Nacional, ha tomado la determinación de hacer pública una vez más su indignación, por los gravísimos efectos que esta inexplicable y censurable actuación, está produciendo en el país y en nuestras instituciones armadas.Consecuente con lo anterior, resuelve:1. Rechazar una vez más la campaña mediática de desprestigio que sistemáticamente se viene promoviendo por estos me-

dios de comunicación contra el Ejército Nacional, sus servicios de inteligencia y prestantes miembros de sus más altas jerarquías, por infundadas acciones ilegales y por supuestos hechos de corrupción generalizada, que hasta el momento no han sido comprobados por los entes investigativos y organismos de control facultados legalmente para el efecto.

2. Reconocer los invaluables y meritorios servicios prestados a la nación por los señores Generales de la República, que afectados por las temerarias acusaciones habilidosamente utilizadas en este bochornoso escándalo de prensa, ocasionó su retiro forzoso del servicio activo, sin existir hasta el momento justificación suficientemente valedera.

3. Solicitar a la Fiscalía General de la Nación, que se informe lo más pronto posible y con suficiente claridad a la opinión pública nacional, sobre el porqué de las flagrantes y continuas violaciones a la reserva sumarial de los procesos penales que allí se adelantan sobre estos posibles hechos, con el consecuente e irreparable daño a la buena imagen de una res-petable institución de nuestra Fuerza Pública y al prestigio y buen nombre de varios de sus integrantes.

4. Respaldar en estos momentos de incertidumbre y preocupación, a los distintos niveles del mando de las instituciones castrenses y reafirmar nuestro compromiso de respeto total al poder civil de la nación, como plena garantía para la vi-gencia de las instituciones democráticas que nos rigen.

5. Reclamar nuevamente a la sociedad colombiana, el apoyo unánime a nuestros soldados y policías, que con gran espíritu de sacrificio, seguirán cumpliendo gallarda y heroicamente la tarea de defender la Patria y garantizar la seguridad ciu-dadana frente a cualquier tipo de amenaza que nos afecte.

Bogotá, D.C., 19 de febrero de 2014

COMUNICADO DE ACORPOL

Fuerzas oscuras buscan desmoralizar y desprestigiar a la Fuerza PúblicaLas recientes informaciones sensacionalistas de los medios de comunicación con el retiro de unos Oficiales en el grado de General de la Fuerza Pública, sin haberse cumplido el debido proceso que demuestre su responsabilidad individual, afectan la imagen institucional, la dignidad y el buen nombre de oficiales que con sacrificio le han servido al país.

La noticia muy resaltada, ha generado dentro de la comunidad nacional e internacional un desprestigio, propósito de los enemigos de la Fuerza Pública. Esta situación que atenta contra la institucionalidad y los derechos humanos de los oficiales afectados, genera enérgico rechazo de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de la Policía Nacional, Acorpol, demanda del Gobierno Nacional la defensa institucional de la Fuerza Pública.

Las Fuerzas Militares y la Policía Nacional protectoras y defensoras de los derechos humanos, conformada por soldados y policías colombianos comprometidos con la misión constitucional, llegando a exponer su vida,

integridad personal y la de sus familias, no merecen este trato injusto e inaceptable que proviene de propósitos oscuros de los enemigos del orden que han penetrado los medios de comunicación para generar impactos mediáticos que atentan y desprestigian las instituciones y desmoralicen a los hombres que la integran.

Confiamos que la justicia en su sabiduría sabrá establecer la realidad de los hechos y se den a conocer en el menor tiempo posible; jamás impunidad, por el contrario fuimos, somos y seremos hombres cumplidores y fieles a la ley como también a los principios constitucionales; quienes integramos Acorpol esperamos que en el proceder futuro se realice con mesura, prudencia y cuidado de las instituciones armadas, patrimonio nacional.

Coronel LUIS BERNARDO MALDONADO BERNATEPresidente Nacional Acorpol

Brigadier General JAIME RUIZ BARRERAPresidente Nacional ACORE

Almirante DAVID RENE MORENO MORENOPresidente Cuerpo de Generales y Almirantes

General FABIO ZAPATA VARGASPresidente Nacional ASORFAC

General HERNAN JOSE GUZMAN RODRIGUEZComandante División de Infantería José María Córdova

Brigadier General RAMIRO BAUTISTA MEZAComandante Grupo de Ingenieros Militares y de la Reserva

Brigadier General PABLO HELBERT ROJAS FLOREZPresidente Colegio de Generales de la Policía NacionalCoronel LUIS BERNARDO MALDONADO BERNATE

Presidente ACORPOLCoronel LUIS ENRIQUE LARROTA BAUTISTA

Presidente Asociación de Coroneles de la PolicíaMayor General JAVIER HERNAN ARIAS VIVAS

Comandante Grupo Artillería Santa BárbaraMayor HERNANDO SAENZ

Presidente Unidad Simbólica Antonio RicaurteTeniente Coronel MANUEL MORENO RIVEROS

Presidente INTERLANZATeniente Coronel GUILLERMO ENCISO PRIETO

Comandante Agrupación de Oficiales de Comunicaciones "Manuel Murillo Toro"Mayor General GABRIEL EDUARDO CONTRERAS OCHOA

Presidente Regimiento Caballería San Jorge

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COMUNICADO DE LA ASOCIACIÓN DE OFICIALES EN RETIRO DE LA FUERZA AÉREA COLOMBIANA

Apoyo irrestricto al liderazgo de sus comandantes

Con sorpresa y profunda indignación nuestra Asociación registra la aleve patraña periodística que la revista Semana ha levantado en contra del Ejército de Colombia.

Pero lo que mayor desconcierto causa es la resonancia que ha encontrado el aun presunto comunicado en los medios de todo el país, en la clase política y, en general, en todos aquellos personajes oportunistas y malquerientes de nuestras Fuerzas Militares. La forma como obtuvo el magazine las estridentes informaciones no ha sido revelada, pero se sospecha que fue a través de un oficial subalterno de la misma institución. Si es cierto, se trata de un método a todas luces infame y corrupto. Pero como siempre, la falta de carácter y de responsabilidad periodística se hace nuevamente presente en este lamentable episodio que, sin duda alguna, afecta las estrategias que estaban desarrollándose bajo la dirección operativa de los que salen de la institución castrense. Nos parece, inclusive, que a causa del escándalo de semana, algunas de las decisiones que afectaron el alto mando de nuestras Fuerzas Militares fueron tomadas en caliente, en especial la correspondiente al Comandante General. Esta no es una referencia para pensar que los operativos contra las fuerzas terroristas y el narcotráfico vayan a disminuir, por supuesto que no, sin embargo, es inevitable que de alguna forma se afecte la moral y el entusiasmo en toda la tropa. Esperemos que la recuperación del ánimo combativo de nuestros soldados se produzca en el menor tiempo posible y que los éxitos operativos continúen fortaleciendo la esperanza de los colombianos que siguen firmes en su apoyo al Ejército, a la Armada a la Fuerza Aérea y a la Policía Nacional.

Por otro lado, en una entrevista que publica El Tiempo, en su edición del 22 de febrero, al señor Ministro de Defensa sobre el episodio de la semana pasada, nuevamente se hace presente la falta de profundidad y de sentido profesional

del entrevistador, pues casi todas la preguntas pretendían colocar cáscaras, para que el alto funcionario de pronto cayera en respuestas comprometedoras, afortunadamente no fue así y al parecer las intenciones del periodista se disiparon. Ya ha transcurrido una semana de persistentes noticias sobre el relevo del mando, pero todas son repeticiones de hechos suficientemente conocidos por la opinión nacional y entonces surge la disyuntiva de identificar cual es la verdadera intención de los directivos de estos medios. Si causar más daño a nuestras FF.MM. o simplemente aumentar sus ventas. Pero no todo está tiznado. Existe un puñado de periodistas serios y de reconocida trayectoria profesional, que afortunadamente han analizado con detenimiento lo ocurrido y ratifican su apoyo a las Fuerzas Armadas colombianas e invitan a todos sus lectores a que también lo hagan. Esperemos que toda esta nebulosa se despeje pronto y que brille la verdad sin importar el precio, pues solamente bajo esas circunstancias el país podrá recobrar su fe en las instituciones y apoyar la búsqueda de los objetivos nacionales.

La Asociación de Oficiales en Retiro de la Fuerza Aérea Colombiana censura de manera enfática, las irresponsables y continuas agresiones de algunos medios periodísticos a los mandos del Ejército Nacional por supuestos actos de corrupción, que se encuentran en investigación sin ninguna comprobación hasta la fecha y que de alguna manera influyen en la conducción de los operativos de orden público.

Así mismo, ratifica en forma incondicional su apoyo irrestricto al liderazgo que todos los comandantes ejercen sobre su personal, como una garantía permanente para salvaguardar la vigencia de las instituciones patrias y los derechos constitucionales de todos los colombianos.

General FABIO ZAPATAPresidente Nacional ASORFAC

ASOCIACIÓN DE SUBOFICIALES EN RETIRO DE LA FUERZA AÉREA COLOMBIANAASURFAC

El carácter de nuestros soldados no sucumbirá antes estas oscuras pretensiones

La Asociación de Suboficiales en Retiro de la Fuerza Aérea Colombiana, Asurfac, rechaza enfáticamente las sindicaciones y señalamientos que en los últimos días han publicado algunos medios, que desfavorecen a nuestra Fuerza Pública, tal vez haciendo eco a los intereses de sectores de nuestra sociedad que pretenden enlodar el buen nombre de nuestras Fuerzas Armadas y quebrantar el espíritu de cuerpo, la voluntad y el ánimo de sus hombres y mujeres, que trabajan con indeclinable vocación para salvaguardar la seguridad, la vida, la tranquilidad y la paz de todos los colombianos.

Pero esto no sucederá porque su carácter está forjado con el temple del

acero y no sucumbirá antes estas oscuras pretensiones y su fe en la causa los mantendrá firmes y constantes frente a sus deberes constitucionales.

La Junta Directiva de Asurfac, sus funcionarios, cada uno de sus afiliados, expresan por conducto de la Presidencia, su total respaldo y acompañamiento a todos los soldados, marineros, aviadores y policías de la patria.

TP JOSÉ ARNOLDO ALZATE GIRALDO Presidente

El general Javier Rey Navas es uno de los ‘cerebros’ de la traída al país de los helicópteros Black Hawk, que permitieron llevar tropa hasta lugares donde los soldados no habían podido entrar.

Me debo a mis soldados, más que a un ascenso o a una condecoración: general Rey

21 - 0 2 -14 La Hora de la Verdad/Ent rev i s ta Fernando Londoño

“Enfundo mi sable para continuar luchando por ellos, por nuestros soldados, porque me debo a ellos y a sus familias, más que a un ascenso, o más que a una condecoración, porque me debo a esos soldados que están en el campo de combate, pero también para permitir que las nuevas generaciones de oficiales, de suboficiales y soldados a quienes serví continúen con la frente en alto cumpliendo su misión y viendo al ejército a lo largo de su trayectoria de transformación para bien y grandeza de Colombia.

Prefiero retirarme a aceptar que no se vaya realmente sacar la verdad, porque si hacemos eso el pueblo colombiano creerá que nuestro Ejército es un nido de corrupción y no lo es, no somos perfectos, como nadie lo es, y por eso tengo que salir a defenderlo fuera de las filas porque el soldado siempre existirá. Seguiré siendo un soldado hasta el último día con mi muerte, y así lo serán mis descendencias, porque esto tenemos que defenderlo todos y a

Colombia tenemos que defenderla todos, ese es el honor.Siempre hemos estado agachando la cabeza desde que empezó,

especialmente esta revista, a sacar que el “Tolemaida tours”, el “Tolemaida resorts”, luego que la parte de inteligencia, las chuzadas de la inteligencia, y ahora, esto último, esto último que, ya para mí, rebozo la copa. ¿Quién finalmente está haciendo eso?

El honor militar es considerado en las instituciones militares como la primera virtud militar y base de todas las demás, esta afirmación debe estar muy próxima a la verdad absoluta pues no hay nada más ofensivo y difícil de enfrentar para un buen militar que ver su honor puesto en tela de juicio. Apenas este es cuestionado se produce un daño irreparable en el alma del soldado, más profundo que cualquier herida sufrida en combate y con escasas o nulas posibilidades de cicatrización. Patria, honor, lealtad”.

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El ministro Juan Carlos Pinzón habla tras el escándalo en el Ejército. “Nadie se fue porque sí”, dice.Confiesa dolor, como si fuera un soldado, por las sanciones que tomó contra seis generales de la República, a quienes llamó a retiro, pero asume con estoicismo y fortaleza la responsabilidad de las medidas, en defensa de la transparencia de las instituciones.

‘FF.MM. sienten que no hay manejo justo con ellas’: Mindefensa

El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, no oculta su abatimiento por los hechos que provocaron la crisis militar, pero dice con convicción que “nadie se fue porque sí”.¿Qué opina de la reacción de los seis generales retirados?Es muy comprensible de parte de hombres que les han servido tantos años al país y a las Fuerzas Militares. Yo lo entiendo. Pero a veces hay que tomar decisiones para fortalecer las instituciones; fueron decisiones dolorosas, pero había que hacerlo.¿Por qué dispone el retiro de 6 generales y usted mismo no ofrece su dimisión, si, aparentemente, era usted tan responsable como ellos de las faltas de control?Mi renuncia siempre está lista. Se la ofrecí al señor Presidente. Pero estamos es para resolver los problemas, afrontarlos, porque el país necesita instituciones que sean fuertes y transparentes, y tenemos que seguir trabajando para que eso sea así.¿Usted se siente responsable de algo en esta crisis?Yo habría agradecido si me hubieran traído todas esas denuncias a mi oficina para tomar las decisiones que había que tomar y denunciar ante las autoridades competentes sin necesidad del escándalo y de semejante daño de imagen y de opinión a las instituciones militares.¿Pero usted no se siente un poco responsable, como los generales retirados, por esa falta de prevención, o de vigilancia o de control?Estas son unas Fuerzas Armadas de medio millón de personas. Cada una de las instituciones es más grande que el resto del Gobierno completo. Entonces, pensar en un control personal o particular es difícil. Pero ustedes, los periodistas, y el país desconocen la cantidad de trabajo y de soluciones que permanentemente hacemos en aras del fortalecimiento y la transparencia de la Fuerza Pública.Desde mi llegada instauramos una línea 1800 que se denomina Línea del Honor, donde se garantizan la confidencialidad y el trámite de las denuncias; con la OTÁN trabajamos en la estandarización, fortalecimos procedimientos contractuales. La ejecución del recurso del impuesto al patrimonio contó con el acompañamiento de académicos y empresarios de primer nivel del país.Pero, ante la crisis, muchos sectores de opinión esperaban su renuncia…Yo sí le dije al Presidente que yo renunciaba. No tengo ningún problema en eso. No crean que yo estoy acá aferrado al cargo. No. Pero mientras esté –sean días, sean meses o sean años– voy a estar tomando decisiones para resolver problemas.Perdone que le insista: ¿por qué los generales y no usted?Se lo voy a responder con franqueza: aquí nadie se va porque sí y yo creo que eso es suficiente. A nadie se le ha acusado aquí de corrupción, a nadie se le ha dicho que tiene un cargo de ese estilo. Eso les corresponde a las autoridades que tienen que ver con esas materias. Lo que nos corresponde asegurar es que quienes tienen que ejercer controles los ejerzan; que quienes tienen que gerenciar estas instituciones, las gerencien bien y que quienes tienen que asegurarse de que los procedimientos se cumplan, ¡pues los cumplan! Bajo esas líneas tomamos las decisiones que tomamos.¿Cuándo usted dice “nadie se fue porque sí”, es que se fueron por algo?Exactamente. Eso fue expuesto en nuestro comunicado de manera muy específica.Dice que habría preferido que se lo contaran antes a usted que a ‘Semana’. ¿Quién?

Pues el informante. Esa debería haber sido la manera de proceder. Pero también debo decirle que entiendo, respeto –y contra ello no tendría ninguna crítica– la actividad investigativa de los medios. Lo que quiero decir es que, si viene el informante a mí, se habría podido evitar una situación tan escandalosa.¿Pero que hubieran ido ante usted quién o quiénes?Las autoridades que tuvieran esas investigaciones o quien las hubiera tenido. Con este mensaje no estoy pensando en el pasado sino en el futuro. Si hay alguien que tenga una denuncia, que nos la haga saber y actuaremos.¿Usted cree que habría pasado lo que pasó si se lo dicen a usted?Seguramente porque cada vez que he tenido que tomar decisiones las he tomado. Pero sin tanto ruido, sin mucho anuncio pero con mucha claridad.¿Usted no teme que haya podido equivocarse en alguna de esas decisiones?No. Esto lo pensamos de manera ponderada, seria, tranquila y pensando exclusivamente en el fortalecimiento de las instituciones.En su opinión, ¿qué fue lo que originó la crisis?Hay varias cosas que se pueden decir: una, es el caso del general Barrero, de quien me ha dolido profundamente su retiro; es un gran soldado, un hombre bueno, un hombre comprometido con el país. Como él mismo reconoció de manera gallarda, esta situación era muy difícil de explicar en escenarios internacionales. Dos, frente al caso de otros oficiales, unos se fueron por voluntad propia, otros simplemente porque quedaron oficiales más antiguos que ellos en posiciones y tuvieron que pasar a retiro y tres: hay otros donde tuvimos que tomar decisiones precisamente porque se habían hecho inspecciones con anterioridad que reflejaban que no necesariamente había el nivel de control y de gerencia apropiados para ciertos cargos y sin que ello indicara ningún nexo con una actividad por fuera de la ley. La verdad es que esa ausencia de control y gerencia sí invitó a tomar unas decisiones que precisamente ayudaran a fortalecer estas instituciones.Si usted reconoce que el general Barrero era un gran soldado ¿por qué lo sacó?Por las expresiones que usó para referirse a la Fiscalía. No eran expresiones que pudieran ser explicadas fácilmente ante la comunidad internacional y en otros espacios, como él lo reconoció. Lamento profundamente la partida de este hombre.¿Y cuál es su opinión sobre el sentido en sí de crítica de las palabras del general Barrero sobre la Fiscalía?Yo vengo diciéndole al país, desde hace tiempo, que aquí tenemos una situación que sigue siendo muy angustiosa para los miembros de las Fuerzas Armadas y es que a cualquier militar o policía, por una investigación de una muerte en combate, inmediatamente lo llaman ‘falso positivo’ y le dictan órdenes de captura. Eso, obviamente, genera ese síndrome que hay dentro de las Fuerzas Armadas de preocupación permanente por sentir que no hay un manejo justo con ese tipo de casos.¿Eso lo ha hablado usted con el Fiscal General?Por supuesto. Y lo hemos hablado con franqueza y creo que él es consciente y también le preocupan estos casos. Cuando a un miembro de la fuerza pública lo investigan, lo detienen. Y una vez lo detienen, sin fallo, queda al 50 por ciento del salario. Y mientras el fondo de defensa, que recién aprobó el Congreso, funciona, les toca pagar directamente su defensa. Quedan sus familias en la calle. La angustia que se genera es muy grande; incluso muchos que sí enfrentan situaciones

preocupantes en derechos humanos, pasan los años y no hay fallos.Es decir, señor Ministro, si le entendí bien –y si no, le ruego que me corrija–, no es que justifique la reacción del general Barrero contra la Fiscalía, pero sí la explica...No la puedo justificar en ningún caso, pero creo que aquí hay unos temas que son complejos y que no se pueden tapar. Este es un tema que requiere análisis de fondo frente a la situación que viven muchos de los miembros de nuestras Fuerzas Armadas en el aspecto jurídico.¿Me dice que ha hablado con el Fiscal sobre el tema?Sí lo hemos hablado y nos hemos aproximado sobre cómo se puede solucionar.¿En el fondo, la crisis actual la originó eso: las resistencias contra la Fiscalía?Yo no puedo justificar malos comportamientos. No podemos permitir sensación de corrupción ni sensación de comportamientos irregulares. Y en ese sentido, también es que hemos tomado las decisiones. Aquí no puede haber excusas para que la gente actúe de una manera alejada de los valores y los principios de las Fuerzas Armadas. Pero lo que no se puede hacer es simplemente pensar que estos son temas que se discuten y se resuelven con soluciones limitadas; aquí hay temas que requieren soluciones de fondo. Frente a la corrupción, tenemos que tener más dientes y herramientas para actuar; frente al tema de la situación jurídica de los miembros de la Fuerza pública, se necesitan soluciones. Esto hay que hablarlo con franqueza, porque, si no, vamos a seguir enfrentando dificultades y problemas.Usted se reunió el viernes pasado con todos los generales. ¿Conclusiones?Claridad entre todos en que hay que seguir trabajando para fortalecer las instituciones; en que no hay que perder la hoja de ruta, que es la más importante: la derrota de los terroristas para contribuir a la paz. Si aquí en Colombia va a haber paz, es porque las Fuerzas Armadas la han venido construyendo con sacrificio, con sangre, con esfuerzo, y eso es lo que va a seguir ocurriendo, así como planificar todo el futuro de las Fuerzas Armadas para un país que las necesita.¿Qué fue lo que ocurrió en la Policía con los generales León Riaño y Ricaurte?Convinimos con el general Palomino que hay un ciclo. Hay unas razones que nos permiten pensar que es bueno que partan de la institución.Siempre, después de la tempestad, viene la calma. ¿La tempestad ya pasó?Todo el tiempo estamos en tempestad. No recuerdo un día de calma: o es una cosa o es otra, y aquí estamos para eso. Voy a seguir trabajando sin descanso, con carácter y firmeza, pensando siempre en la seguridad de los colombianos, que, en últimas, son la razón de ser de nuestro trabajo. Y quiero decirles a todos los militares y a todos policías que mi afecto por mi país es tan grande como por estas instituciones; que es interminable e inagotable; que las queremos profundamente y que las defendemos a muerte. Hay problemas y dificultades, pero las instituciones son grandes, magníficas e importantes porque tienen principios y valores esenciales. Siempre vamos a trabajar para que sean mejores, más fuertes y sigan siendo la piedra angular de Colombia, del Estado y del pueblo colombiano. Como dijo el viernes en su discurso el presidente Santos, “el Ejército de Colombia ha sido una institución insigne a través de toda nuestra vida republicana. La vamos a defender a toda costa y la vamos a preservar”.

2 2 - 0 2 -14 E l T iempo/ Yamit Amat

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10 Marzo de 2014

Las Farc insisten en reformar las Fuerzas Militares

AL GRANO

Mucha suciedad alrededor Brigadier GeneralADOLFO CLAVIJO

2 8 - 0 2 -14 co lombiaopina.com/anál i s i s

Fieles a su tradición de no respetar ningún acuerdo, las Farc insisten en incluir en la mesa de La Habana el tema de la reforma a las Fuerzas Militares conforme a su particular visión e intereses estratégicos para un posconflicto en el cual sean ellas las que determinen los fundamentos del Estado a través de mecanismos como una constituyente o el otorgamiento de un poder legislativo suprademocrático.

Prevaliéndose de los escándalos mediáticos creados por la revista Semana, el cabecilla de la organización narcoterrorista Milton de Jesús Toncel, alias ‘Joaquín Gómez’, se despacha en la página Anncol exigiendo tal reforma como una necesidad para la paz y declarándose “indignado” por las revelaciones que según él, confirman que las Fuerzas Militares en Colombia son el verdadero poder detrás del trono (Anncol-Farc, 2014)

Retomando el gastado discurso de la izquierda lati-noamericana que ya no ve en la CIA o el ‘imperio’ su en-emigo, el terrorista señala que detrás de los sectores mi-litaristas están los amigos del expresidente Uribe Vélez, que son la mayoría de quienes hoy están en los cuarteles. “Son estos los sectores que más miedo le tienen a la paz con justicia social y soberanía. La ven “como el diablo a la cruz”, porque temen perder sus privilegios de clase y sus bienes mal habidos, conseguidos por medio del terrorismo estatal: crímenes, motosierras, extorsiones, torturas, desa-pariciones y narcotráfico. Es que una de las exigencias de las Farc en la mesa es que deben operarse cambios estruc-turales en el Estado, incluido el corrupto aparato militar, al igual que cambiar de raíz las formas fraudulentas y criminales de hacer política”. (Anncol-Farc. Et.al.)

Pero más allá del discurso para la galería, es claro que las Farc desarrollan un libreto preconcebido por el Foro de Sao Paulo y el llamado Socialismo del Siglo XXI, el desmonte de las Fuerzas Militares y su conversión en un aparato armado al servicio de los intereses totalitarios entonces plasmados, tal y como

ocurre en la vecina república de Venezuela donde a imagen y semejanza de lo sucedió en Cuba, los militares no juran lealtad a la Constitución sino al partido marxista-leninista en el poder; este mismo plan de desmantelamiento de la institución castrense de ha adelantado en Bolivia y Ecuador, como en su momento se consolidó en Nicaragua.

Es necesario recordar que el Foro de Sao Paulo fue creado en 1990 por Fidel Castro y Lula da Silva, con el propósito de ser un aparato unificador del comunismo en toda la América Latina. Las Farc y Eln son miembros de ese Foro desde 1995. Su intención fue dar nuevo aliento al régimen comunista de Cuba tras la caída del muro de Berlín y el descenso en picada de la Unión Soviética. La idea, en 1990, era tomar inicialmente el control de dos países poderosos de Latinoamérica: Brasil y Venezuela, para desde allí financiar la rendición del resto de América latina a los pies del castrocomunismo, plan que les ha resultado efectivo y ha destruido la unidad continental reemplazándola por aparatos creados a la medida de sus intereses como Unasur, la Alba y otros.

Parte del objetivo del Foro de Sao Paulo, y fundamental para sus intereses, es el ataque sistemático y permanente a la estructura de las Fuerzas Armadas y de la doctrina militar vigente, como objetivo para la consolidación política y armada de sus organizaciones. Cuando se desmorona la Unión Soviética, y se termina el financiamiento de la Internacional Socialista, los funcionarios cubanos de Castro advirtieron a los miembros del Foro de Sao Paulo que debían adoptar “el modelo desarrollado por las guerrillas colombianas”. Es decir, asegurar su autogestión por medio del narcotráfico. De ahí el afán de legalizar las drogas y a los narcotraficantes de las Farc y el afán por destruir el Ejército y beneficiar las zonas de reserva campesina, corredores de movilidad y narcotráfico de estos

bandidos y sus aliadas bacrim.De ahí la necesidad imperativa para las Farc de

reformar la estructura de las Fuerzas Armadas e insertarse en ellas, como desafortunadamente ya lo proponen algunos miembros de la clase política colombiana, como una especie de cuerpo parapolicial autónomo que mantenga las armas para controlar esas zonas de reserva campesina que no serían otra cosa que zonas de explotación de cultivos ilícitos, producción y comercialización de narcóticos bajo su control como lo están proponiendo en La Habana en esa ronda de conversaciones; las Farc urgen la legitimación de zonas de control integral territorial para acomodar allí sus actuales estructuras narcoterroristas.

De ahí que debe esperarse un incremento en la guerra jurídico-política contra el estamento militar, alimentado por falsos escándalos como los promovidos por la revista Semana y algunos sectores políticos opor-tunistas, que buscará posicionar en el imaginario colec-tivo la noción de la urgencia de esa reforma propuesta por las Farc como una alternativa para combatir una inexistente corrupción al interior de nuestras Fuerzas Armadas. Lo que se busca es criminalizar a los militares y presentar a los narcoterroristas como personas al-truistas llamadas a desempeñar los puestos de mando político y militar en el país, como ha ocurrido en otros países en los últimos años.

Es aquí donde las organizaciones democráticas y la misma institucionalidad estatal deben rodear y apoyar a las Fuerzas Militares como último bastión de defensa de los principios y valores que han estructura nuestra sociedad y nuestro Estado social de derecho; la realidad de lo que significa convertir a las Fuerzas Militares en instrumentos políticos está muy cerca y debe ser espejo para que los colombianos reflexionen sobre lo que se quiere para el país en el futuro inmediato y en eso no se puede llamar a equívocos.

Estamos en una época en la que, sin importar para dónde se mire, se ve suciedad flotando en el ambiente, un ambiente que cada vez es más maloliente. Veamos.

El caso Andrómeda se manejó con cochinería. El medio de comunicación que lo difundió lo hizo echándole agua muy sucia al Ejército, que al final salió con la cara limpia, al demostrar que la fachada de inteligencia estaba aseada (era legal) y que nunca se empuercó las orejas chuzando al grupo de delegados que debaten temas turbios en las conversaciones con las Farc, como lo aseguraron algunos, sin haberse bañado la boca. Hizo más puerco este asunto la Fiscalía, que allanó el restaurante sin haberse lavado las manos ni los pies, o sea, sin estar higienizada (sin tener razón) para el efecto.

También, por este caso, levantó polvareda y basura el retiro irreflexivo de sus cargos de dos generales. Los relevaron de sus puestos sin sacudir las informaciones, que se sabía que venían contaminadas. Es decir, no se comprobó

si realmente esos generales estaban untados; simplemente se presumió que lo que se cocinaba en Andrómeda no era limpio.

En una segunda entrega con más mugre todavía, el mismo medio de comunicación repartió estiércol al por mayor. Con muy mal aliento difundió 19 audios de grabaciones de hace dos años. Las grabaciones divulgaban la ‘chicuca’ que emplearon en una conversación un militar preso y un civil, que nombraron a unos generales por el hecho de que, según ellos, ocupaban unos cargos propicios para servir el plato de inmundicia con que los dos pensaban llenarse.

Este desecho mediático se limpió con una decisión que terminó siendo otro desecho; en este caso, de tipo oficial. Como si fueran basura, botaron a cinco generales que quedaron salpicados por una charla sucia de hace dos años, que nunca se tamizó para separar la bazofia, si fue que la hubo, de la parte limpia del material. O sea, que nunca se investigó si en efecto ocurrió lo que esos ‘carroñeros’ comentaron. Aquí, la culpa del desaseo fue de los que han debido detectar si había o no impurezas. Es decir, la Fiscalía, que

al parecer entregó los audios, ha debido, desde hace dos años, aclarar la situación de unos y otros. Por eso, ese organismo comparte con la revista de marras y con la mugrienta reacción oficial la culpa de la carroña que produjo este caso.

La fetidez que se desprende de los casos anteriores se suma al pésimo olor que reina en el ambiente colombiano y que emana de la búsqueda del poder. Incluso, indirectamente, esta polución que pretende salpicar al Ejército puede tener conexión con la peste que resulta de la mezcla del hedor que están dejando las elecciones más el tufillo que viene de La Habana. Entonces, la suciedad y pestilencia que se ven y se respiran alrededor nuestro, en donde estemos, es el resultado del afán por la Presidencia y por las curules del Congreso. Es un afán alimentado por una mermelada en descomposición, una polución de mentiras y falsedades, unas pugnas puercas, unas ofertas diarreicas y unas nauseabundas jugadas electorales. De ahí que el ámbito electoral colombiano se parezca a Doña Juana, el botadero bogotano.

Amigo ACORADO

El periódico de ACORE es un medio de comunicación de los Asociados

y retirados de las Fuerzas Militares, donde se dan a conocer las

opiniones y pensamientos de la Reserva Activa, sobre hechos de interés nacional que nos afectan

directamente.

En ese contexto, para nosotros es muy importante que los Asociados

conozcan su opinión sobre diversos tópicos del acontecer nacional, lo invitamos a que escriba para

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11Edición 537

2 4 - 0 2 -14 K ien&Ke/Armando Mar t í -Cather ine Rodr íguez

“El que calla otorga y no estoy dispuesto a silenciar la verdad”: general Ruiz Barrera

De igual manera, señala tajantemente a la extrema izquierda del país y a las Farc de ser los impulsadores de estos ataques. A continuación les presentamos una entrevista con este aguerrido General retirado, quien afirma que “el que calla otorga” y él no está dispuesto a silenciar su verdad ante la opinión pública, en defensa de la institucionalidad y el buen nombre del ejército colombiano.

General ¿Qué opina usted sobre los eventos que han ido escalando en las dos últimas semanas contra el Ejército, empezando por la fachada de inteligencia Andrómeda hasta el más reciente escándalo de corrupción revelado por la revista Semana?Esto sencillamente corresponde a un show mediático, sistematicamente preparado para acabar con el pres-tigio de una respetable institución como es el Ejército Nacional. Por distintas razones del conflicto armado, estamos enfrentando una guerra política y jurídica, pro-movida exitosamente desde la extrema izquierda radical y las organizaciones terroristas que actuan en el país.El primer montaje se hace a través de esta revista, utili-zando inicialmente confusos argumentos con relación a unas fuentes de información desconocidas y se formu-lan varias acusaciones contra el servicio de inteligencia militar. Se caen a la postre, porque surgen evidencias su-ficientes para demostrar que todo era legal y constitu-cional. Existe una ley de inteligencia que permite moni-torear y vigilar el espectro, labor que venía realizando legalmente esta organización de fachada.La inteligencia militar como todas las organizaciones de inteligencia, trabaja sobre la base del “engaño”. Una fachada es un procedimiento de engaño para encubrir una actividad lícita, que permite la búsqueda de información. Las Farc son un blanco legítimo de inteligencia, así sus miembros estén en Cuba, en Venezuela o en Ecuador, o en cualquier lugar del mundo. Son una fuente de información, que por ley es obligatorio conocerla, vigilarla y saber qué actividad está cumpliendo. Hasta el momento el vicefiscal General de la Nación, Jorge Fernando Perdomo, públicamente dio declaraciones en donde afirmó, que no se había encontrado nada irregular en esta fachada conocida como Andrómeda.¿Las Farc podrían aprovecharse de estos escándalos para buscar beneficios, hacerse propaganda?Claro, todo esto va en beneficio de las Farc porque quieren neutralizar un instrumento vital como es la inteligencia militar y con el cual se les ha dado golpes significativos y constantes. Debido al fracaso del primer montaje sobre la fachada Andrómeda, vino el segundo show mediático a través de esta revista. Esa era la intención de este medio con todas esas publicaciones, causar un daño irreparable. Como no lograron su cometido con el Ejército y la inteligencia militar, consiguieron unas grabaciones lícitas en poder de la Fiscalía General de la Nación y que inexplicablemente transfirieron a la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes y desde allí se filtró a los medios de comunicación.¿Qué opina del manejo que los medios de comunicación le están dando a la noticia de los escándalos de corrupción en el ejército?Escuchaba en algunos medios como la FM de RCN radio, donde estaban leyendo un documento de 200 páginas y se hacían comentarios mal intencionados al respecto. Una cosa es la noticia y otra las interpretaciones que se hagan con relación al contenido. Lo único que se logra con todo esto es crear una falsa imagen de corrupción en el Ejército, con lo cual quieren comprometer a varios Generales y a la misma institución. Nosotros tenemos que reconocer en forma lamentable, que esa guerra política y jurídica la estamos perdiendo en forma deshonrosa y humillante. Las Fuerzas Militares son victoriosas en el campo del combate, pero están siendo fulminantemente derrotadas en los estrados judiciales y ante la opinión pública a través de los medios de comunicación.Con las recientes declaraciones del presidente Juan Manuel Santos donde afirma que se siente “indignado” por la corrupción en el Ejército y

también menciona las “fuerzas oscuras” en la fachada Andrómeda ¿siente qué le dio la espalda a las Fuerzas Militares?Mi opinión con respecto a la posición del Presidente Juan Manuel Santos, no es muy clara a raíz de estos últimos acontecimientos. No sé si lo han utilizado habilidosamente algunas “fuerzas oscuras”, para ponerlo en contra de las fuerzas militares por algunas salidas desafortunadas.Por ejemplo, en una reciente ceremonia militar para inaugurar la Conferencia de Ejércitos Americanos, en presencia de los representantes extranjeros de cada delegación junto con el cuerpo diplomático y agrega-dos militares, el Presidente hizo referencia al caso de corrupción en el ejército y le pidió públicamente a la Viceprocuradora General Martha Isabel Castañeda, que utilizara el poder preferente para investigar estas su-puestas irregularidades. Es decir, le quitó la competen-cia a la Inspección General del Ejército. Esto es un mal mensaje, pues no espera del Jefe de Estado una posición mucho más firme en defensa de la institución militar, tal como lo estamos haciendo nosotros desde ACORE.¿Cómo evalúa la gestión del Ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón frente a su premisa de cero tolerancia?Estamos de acuerdo. Así debe ser. Nosotros respaldamos al Ministro de Defensa porque es un líder que se ha ganado la confianza y el respeto de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional. Desde el momento mismo en que se conoció el caso Andrómeda, la extrema izquierda empezó a pedir la cabeza del Ministro Pinzón, al igual que lo hacen los negociadores de las Farc desde La Habana. Lo llaman “Ministro de guerra y opositor de la paz”. Él está en una posición difícil y debe conciliar las decisiones del Jefe del Estado que obviamente debe acatar.Una de las obligaciones del Ejército es el “respeto por la constitución y la ley” ¿cree que las investigaciones que se iniciaran por parte de la Fiscalía, la Procuraduría y la Contraloría, aseguran la estabilidad jurídica del Ejército?Yo creo que sí. Estas entidades están en todo su derecho y tienen la facultad legal para investigar lo que sea de su competencia. Es a nosotros a quienes más interesa llevar esto hasta las últimas consecuencias. Si realmente aparecen irregularidades, debemos partir del hecho, de que no son las instituciones las que delinquen. Si hay personas dentro de la institución, que han realizado acciones al margen de la ley, son ellas las que tienen que responder. Nuestro interés es mantener limpio el buen nombre del ejército nacional.¿Ve posible una futura conciliación con la Fiscalía General de la Nación a causa de los enfrentamientos que han tenido?Nosotros no estamos de pelea con la Fiscalía, es la Fiscalía quien está de pelea con nosotros y el problema es gravísimo. Desde ACORE hicimos aproximaciones con el Fiscal General y se llevó a cabo una reunión formal a mediados del año pasado. En esta reunión se comprometió frente a dieciséis asociaciones de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, a emitir una directiva para dar directrices muy claras a fin de corregir los errores que se vienen cometiendo en los diferentes procesos y que son motivo de reclamación continua. Igualmente nos dijo, que crearía un comité de alto nivel manejado personalmente por él, para atender todo tipo de quejas y reclamos.Esto fue un acuerdo muy importante, porque el Fiscal

General pudo conocer todas las irregularidades y las fallas de este ente acusador. El Fiscal explicó que había encontrado muchas falencias en la institución y que, por tanto, era su principal crítico. Nosotros creímos, que esta sería la solución. Tiempo después le enviamos varios oficios reclamando sobre el tema y nunca obtuvimos respuesta alguna.Posteriormente, a mediados de diciembre del año pasado, se llevó a cabo una nueva reunión en la cual a diferencia de la anterior, el expresidente Ernesto Samper actuó como garante. Se le insistió nuevamente que se estaba causando un daño institucional sumamente grave con sus posiciones con relación a las Fuerzas Militares, y a la forma como se interpretaban algunas teorías relacionadas con conductas propias de organizaciones criminales o grupos organizados de poder y su asimilación a militares como agentes del Estado. Hasta el día de hoy nada de lo acordado se ha cumplido.Retomando el tema de las publicaciones de la revista Semana ¿considera que estas denuncias fragmentan la premisa del honor militar ante los colombianos?Uno de los grandes baluartes que constituyen los intangibles más valiosos, con relación a la carrera de las armas son la mística, la dignidad y el honor. En el momento en que se nos lesiona en tal sentido, es mucho más grave que cualquier tipo de daño de carácter material. Así sucedió en el caso del general Javier Enrique Rey, jefe de Operaciones del Comando General de las Fuerzas Militares, que resolvió retirarse y ponerse el traje de civil para defenderse y defender al Ejército, por haberle mancillado su nombre y su institución.Estas grandes virtudes constituyen el sentimiento más puro de los militares. Por este motivo en la institución hay una gran indignación.¿Qué elementos tienen las Fuerzas Armadas para hacer creíble su transparencia en su gestión administrativa e institucional?La investigación que se abrió con respecto a los supuestos actos de corrupción denunciados por la revista Semana y otros medios, tiene que arrojar la claridad suficiente para saber qué fue lo que realmente pasó. Precisamente, hace poco estaba hablando con alguien en servicio activo y me decía enfáticamente que ninguno de los contratos a los que se hace referencia en las grabaciones hay irregularidades. Por eso son bienvenidas las indagaciones necesarias para esclarecer la verdad sobre estas temerarias acusaciones. Si al final, se descubren personas comprometidas con hechos delictivos que caiga todo el peso de la ley. Si no las hay tendrá que hacerse una reparación moral a quienes resulten afectados.¿Cuál es su mensaje a los millones de colombianos que se sienten afectados moralmente e indignados por estos acontecimientos?El mensaje es muy simple frente a la situación actual y frente a esta amenaza constante que tenemos en el país por causa del terrorismo. El pueblo colombiano debe saber y entender que este daño que se le quiere causar a sus instituciones militares y a la Policía Nacional se debe repudiar. Hay que trasmitir este mensaje a nuestros soldados y policías, para que en los momentos de crisis sepan que existe solidaridad y respaldo por su importante gestión en defensa de la Patria y en la seguridad de los ciudadanos. Ese es el buen mensaje, que debemos darles a los colombianos.

“Las Fuerzas militares son victoriosas en el campo de combate pero están siendo derrotadas en los estrados judiciales y ante la opinión pública a través de algunos medios de comunicación”. Brigadier General Jaime Ruiz Barrera

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12 Marzo de 2014

Se calentó el ambiente en los cuarteles

21 - 0 2 -14

La S i l la Vacía/Héctor R iveros

Llevamos dos semanas de turbulencia alrededor de escándalos en las Fuerzas Armadas: “chuzadas” ilegales aún por aclararse, eventual corrupción tanto en el Ejército como en la Policía, posible intención institucional de favorecer a los implicados en falsos positivos, desconfianza –por decir lo menos- con los negociadores oficiales en el proceso de paz y aparentes enfrentamientos internos que ocasionan la filtración de la información que ha generado remezón en la cúpula.

Las revelaciones de la revista Semana sobre aparentes ilegalidades en operaciones de inteligencia, que habrían conducido a ‘chuzar’ a algunos de los voceros del gobierno en La Habana, encendieron las primeras alarmas: no había suficiente control sobre los recursos que permiten ese tipo de operaciones y miembros del Ejército estarían buscando información, bien para afectar el proceso de paz posiblemente en alianza con opositores, como dijo el Presidente que en su primera reacción en la que habló de fuerzas oscuras, o bien, para estar seguros que “no los están negociando por debajo de la mesa”.

Este episodio ya era suficientemente grave y la reacción gubernamental fue errática: Santos insinuó complot contra el proceso de paz, el Ministro lo desmintió y dijo que eran operaciones legales, el Presidente pidió un informe, los militares hicieron el informe y llegaron a la conclusión –al mejor estilo del ‘Pibe’ Valderrama- que todo bien, todo bien, luego de lo cual el ministro Pinzón le echó vainazos al propio Presidente cuando dijo que él no iba a actuar como lo habían hecho en el pasado –refiriéndose a la época de Santos en el Ministerio- que echaban generales sin fórmula de juicio, en clara alusión a las decisiones adoptadas en las épocas de los falsos positivos y de las interceptaciones ilegales de comunicaciones.

Ya, unos días antes, sin que se notara mucho, habían respondido una solicitud de información del Presidente sobre los responsables de filtrar información al expresidente Uribe con ocasión de unos movimientos que permitían la salida de uno de los miembros de la guerrilla que ahora negocian en La Habana: la información se manejó de tal forma que no era posible saber quién había filtrado los datos. Aparentemente el ministro Pinzón no había informado al Presidente Santos que la investigación se había cerrado sin resultados porque éste hizo una nueva alusión a la necesidad de esclarecer esos hechos.

Hay que reconocer que hasta ahora el Ejército y todas las fuerzas han sido leales con el proceso de paz. No es fácil para una institución como esa -a la que la guerra le ha costado tanto dolor- aceptar que, sin su participación directa, se esté negociando con quién lleva llamando por décadas “el enemigo”. La decisión de nombrar dentro del grupo negociador al general Mora Rangel y su participación en la mesa han sido fundamentales para tratar de generar confianza. Mora ha tenido una actitud decidida en favor

de la negociación y ha aportado mucho a los avances del proceso. Ha tenido permanente comunicación con oficiales activos y con retirados activos en política.

No debe caber duda que el complot o la simple desconfianza no son posiciones institucionales. Sin embargo, con el correr de los días la preocupación sobre el contenido de la negociación y la manera cómo puede afectar a los militares ha crecido, en especial porque ha aumentado la inquietud de los implicados en delitos cometidos en el marco del conflicto sobre cuál va a ser su situación jurídica una vez termine éste. La frase del general Barrero, comandante retirado esta semana, sobre la confianza de que no se negocie al Ejército en La Habana es una confesión sobre la inquietud existente.

No se necesita negociar con las Farc para saber que superado el conflicto tendrán que venir cambios en las Fuerzas Armadas por la simple razón de que “el enemigo” ya no estará combatiendo.

Otra cosa es el tratamiento a los miembros de las fuerzas que cometieron delitos. Para ellos tendrá que haber justicia transicional en términos similares a la que se pacte para la guerrilla. Esas condiciones no se deben pactar en La Habana, deben ser una decisión política de la sociedad expresada por el Gobierno. Ya el Presidente Santos lo ha dicho.

“No nos van a dar el mismo tratamiento que a los terroristas”, han dicho varias veces miembros de las Fuerzas Militares. No, a los centenares de miles de soldados y oficiales que han enfrentado la violencia dentro del marco de la ley hay que darles el tratamiento de héroes.

Otra cosa es el tratamiento que se les da a quienes han delinquido. A los responsables de los asesinatos de casi 3.000 jóvenes en lo que se ha llamado los falsos positivos no se les podrá dar el mismo tratamiento que a quienes cumplieron con su deber dentro del marco de la ley. Los generales no pueden equivocarse: los militares presos están sindicados de delitos y no son iguales a los demás. Merecen reproche y castigo en términos similares a otros delincuentes que también han cometido delitos que nos han dolido mucho.

La mayoría de los colombianos reconocemos el valor de los miembros de las fuerzas militares y por eso la conducta de los que han cometido delitos nos impacta tanto. El papel de los generales no puede ser ahora defender a los que violaron la ley aún si tienen su propio uniforme. Al contrario, no hay derecho que unos se tiren la enorme tarea que hacen los otros.

En el entre tanto, el Ministro Pinzón no sólo no responde (en la connotación jurídica del término) sino que asume una actitud defensiva por lo que vale la pena oír la recomendación del periodista Daniel Coronel quien propone al Presidente nombrar a un civil en el Ministerio de Defensa. En los países donde el Ministro es un civil éste responde políticamente por las actuaciones de los militares.

Subjefe de Estado Mayor Conjunto Operacional pide

medidas cautelares ante la CIDH

21 - 0 2 -14

E l Espectador/Jus t ic ia

Ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el general Javier Enrique Rey Navas, quien hasta hace poco fungió como Sub jefe de Estado Mayor Conjunto Operacional, solicitó que se le otorguen medidas cautelares por lo que argumentó una “propaganda negra” en su contra y otros militares señalados de participar en un escándalo de corrupción en la contratación dentro de la Institución. En el documento, el oficial quien presentó hace pocos días su renuncia al cargo, aseguró que estos señalamientos buscan afectar la imagen de las Fuerzas Militares y sus miembros, por lo que le pidió al organismo internacional revisar las investigaciones periodísticas y las decisiones tomadas en los últimos días por el Gobierno Nacional -en cabeza del presidente de la República, Juan Manuel Santos y el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón – “y evalúen si ello es indicativo para ser objeto del merecimiento de la ‘sospecha’ de corrupción”.

El general Rey Navas manifestó en su solicitud que es evidente que existen diferentes tipos de interés para acabar con su reputación y manchar 37 años de carrera militar, reiterando que durante todo este tiempo fue objeto de denuncias anónimas pero al final “la verdad se impuso y se reafirmó mi inocencia”.

El oficial en retiro reiteró que no se puede descartar que esta persecución en su contra se deba a las declaraciones que dio desde su cargo sobre temas coyunturales, de actualidad nacional y el proceso de paz que se adelanta en La Habana, Cuba, con la guerrilla de las Farc. “A un militar no se le ‘silencia’

cegándole su vida, sino acabándole con su reputación”.

“Pido medidas cautelares, de protección, a la CIDH, porque me niego a creer que solo los jueces, los magistrados, los líderes de izquierda, los sindicalistas, los ex guerrilleros, los defensores de derechos humanos, puedan tocar o necesiten de la CIDH, un militar activo, muy seguramente no requiere protección de la CIDH, pero un oficial en retiro, entre más alta sea su graduación, en retiro, perseguido por sus ideas, es un ciudadano de total vulnerabilidad”, precisa uno de los apartes de la misiva. El general Rey Navas le manifestó a la CIDH que no cuenta con las garantías frente a una investigación penal y mucho menos ante un eventual juicio. “Mi juzgamiento será complejo, llego precedido de un ambiente de creciente sospecha, deliberadamente predispuesto; todo ello porque mis reflexiones cuando me eran requeridas en torno al proceso de paz resultaban incomodas”.

Señaló que no se puede permitir el hecho de que mediante anónimos y documentos no certificados. “Quedamos a merced de quienes hoy y en adelante faltaran a la verdad, para deslegitimar mi versión, para sembrar la duda en mi probidad, para que mis enemigos se regodeen y mis amigos se distancien, para que la tropa que lideré repudie por sospecha de corrupción a un general”.

“¿Por qué era necesario descalificar de antemano mi palabra? ¿Creen que aun desde mi retiro mi palabra mi opinión puede incomodar? ¿Han acabado con mi reputación? ¿Acabaran con mi integridad personal con mi integridad patrimonial?

DESCUENTO ESPECIALESASOCIADOS ACORE

CONTAMOS CON MÁS DE 20 AÑOS DE EXPERIENCIA

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13Edición 537

Trazado del año 2010 al 2014, este nuevo plan explica todo el poder político conseguido hoy por las Farc.

La segunda independencia

12 - 0 9 -13 E l T iempo/Pl in io Apuleyo Mendoza

No nos engañemos, las Farc saben muy bien para dónde van. Como complemento y cul-minación de su famoso Plan Renacer, han trazado un am-bicioso plan de trabajo que se extiende del año 2010 al 2014 y que han bautizado con el in-quietante lema de Segunda Independencia. No es casual, por cierto, que en su caudalosa marcha del pasado 9 de abril la Marcha Patriótica lo haya lucido en sus camisetas.

El Plan Renacer, como bien lo saben quiénes siguen de cer-ca los sigilosos pasos de las Farc, es un documento de catorce puntos redactado hace algo más de cinco años por ‘Alfonso Cano’. Enviado por él a sus camaradas del secretariado el 16 de agos-to del 2008, el documento fue descubierto por los servicios de inteligencia en los computado-res decomisados tras una ope-ración militar. El plan implica un cambio radical en la estrategia de la organización guerrillera como consecuencia de los gol-pes sufridos bajo el gobierno del presidente Uribe.

En el primer punto del docu-mento se solicita al Secretariado hablarle a la senadora Piedad sobre la necesidad de crear un partido del pueblo y buscar su alianza con el Movimiento Bolivariano. En los siguientes puntos, recomienda pasar nue-vamente a la táctica de guerra de guerrillas, realizar un curso de misiones especiales, disponer de 5 o 6 millones de dólares para adquirir material de guerra y de comunicaciones, aumentar el uso de minas para detener el avance del Ejército, así como la acción de francotiradores contemplada en la Octava Conferencia de las Farc.

El documento que acom-paña a esta nueva forma de ac-ción armada apareció en el año 2010 y se llamó ‘Plan de trabajo por la independencia definitiva’ (2010-2014). Sus objetivos son esencialmente políticos. En efecto, se recomienda la partici-pación en las elecciones locales del 2011 y en las parlamenta-rias y presidenciales del 2014.

También, a título de estrate-

gia, se busca fortalecer orga-nizaciones campesinas y estu-diantiles, construir nuevos sec-tores sociales (mujer, Internet, artistas, etc.) con algo más que el país acaba de presenciar: una infiltración con carácter insu-rreccional en las protestas socia-les. Finalmente, se recomienda la creación de medios alternativos y espacios propios en radio y televisión.

Pero el mayor interés de las Farc se centra hoy en la for-mación de dirigentes por medio de escuelas nacionales y la par-ticipación en lo que llaman ‘pro-cesos democráticos de América Latina’, por supuesto afines a su ideología. Igualmente, su bata-lla de ideas implica la creación de centros de pensamiento, in-vestigaciones sociales, revistas teóricas y el diseño de una línea editorial propia.

Así mismo, en el área inter-nacional, las Farc han diseñado de tiempo atrás una estrategia que involucra el fomento de ciertas ONG europeas y latino-americanas por la paz y su infil-tración en organismos interna-cionales de carácter jurídico.

Si tomamos en cuenta esta refinada estrategia política, entendemos que el proceso de paz se inscribe perfectamente en sus objetivos. Dueños de un real y oculto poder que se ha hecho presente en la justicia, los sindicatos, la educación, las co-munidades indígenas y hasta la protesta social, las Farc no van a aceptar de ninguna manera san-ciones penales. No sólo reivindi-carán el derecho de convertirse en un movimiento político, sino que insistirán en modificar nuestro orden institucional de acuerdo con sus conveniencias.

Ante semejantes aspiracio-nes de las Farc, parece difícil que el presidente Santos logre, en nombre de la paz, un acuer-do válido ajeno a tales riesgos. Su brusco descenso en las en-cuestas lo pone en una situación muy frágil. Frágil el Gobierno, frágil el Congreso, frágil la justi-cia, ¿cómo hacerle frente a la se-gunda independencia señalada por las Farc para el 2014?

El Plan Renacer de las Farc

Según fuentes de Inteligencia, es un documento nuevo donde se privilegia el uso de la violencia con minas y explosivos para frenar la avanzada militar. Es decir, insiste en la guerra de guerrillas. De manera paralela, avanza una estrategia política de penetración en las masas que permita a este grupo armado recuperar el protagonismo perdido. César Castaño, analista militar, asegura que Cano trabaja en el fortalecimiento del PC3, un partido político clandestino, de filiación comunista, desde donde se intenta llegar a la Colombia urbana.Según Castaño, Cano tiene en sus manos un eficaz brazo de acción, pues apunta a la cercanía con los movimientos bolivarianos del presidente Hugo Chávez, a la infiltración en el aparato estatal y de las organizaciones civiles. Quizás por ello, ‘Cano’, en el video sobre la operación Jaque, pide no dejarse despistar de la toma del poder.Ensamble de letras ofrece a sus lectores un resumen de esas estrategias determinadas por ‘Cano’ que pueden definirse en 14 puntos estructurales, que determinan como las farc manejaran de ahora en adelante su acción político-militar, especial énfasis se hace sobre las estrategias que rondan la guerra política que lideran bajo el “empleo de todas las formas de lucha.

Los 14 puntos de ‘Alfonso Cano’. El Plan “Renacer revolucionario de las masas”.

1. Un fuerte trabajo de infiltración y control de los movimientos y las organizaciones sociales.2. Replantear el trabajo internacional que se vino a menos, luego de la muerte de Reyes y la

evidencia encontrada en sus computadores. 3. Fortalecer las relaciones con Venezuela a través de personajes como el ex ministro del

interior Rodríguez Chacín.4. Todo un andamiaje, que buscará resucitar a la organización frente a la opinión pública

nacional e internacional.5. Fortalecimiento de las milicias (de 5 a 6 millones de dólares para dotación de armas y

equipos)6. Fortalecimiento del ‘Movimiento Bolivariano’.7. Lograr el apoyo de políticos y personalidades en la legalidad.8. La utilización de la guerra de guerrillas como respuesta al Plan Colombia y a la política de

seguridad democrática.9. El aumento de la siembra de minas antipersona, como método para detener el avance de las

tropas.10. La obligación de realizar atentados terroristas, urbanos o rurales, con explosivos, como

requisito indispensable para la “graduación” de nuevos guerrilleros.11. El empleo de francotiradores quienes dispondrán de fusiles rusos, de alta precisión, del tipo

´VD o Dragunov´.12. El uso de misiles, tierra - aire, para enfrentar el poderío aéreo. Disponer de 6 millones de

dólares de los “fondos” del Secretariado, para adquirir material de guerra y comunicaciones, especialmente potentes radios que ofrecerán gran dificultad para ser monitoreados.

13. Desarrollar trabajos conjuntos con el ELN en algunas regiones del país.14. Realizar acciones tipo ‘comando’ contra objetivos seleccionados y estratégicos.

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14 Marzo de 2014

Santos tiene problemas para cohesionar el Ejército, no porque esté en contra del proceso de paz, ni mucho menos, ni porque exista ruido de sables o

amenaza de ruptura constitucional. Opinión.

Detrás de la barrida de Barrero

2 2 - 0 2 -14

Rev i s ta Semana/Rafael Guar ín

Santos tiene problemas para cohesionar el Ejército, no porque esté en contra del proceso de paz, ni mucho menos, ni porque exista ruido de sables o amenaza de ruptura constitucional. ¡No! Los militares colombianos son respetuosos del poder civil y se someten al estado social de derecho, pero les preocupa cuál será el tratamiento político y jurídico que recibirán una vez se llegue a un “acuerdo de terminación del conflicto” con las Farc y cuál será el futuro de su institución. Es obvio. La experiencia demuestra que los militares van a la cárcel y los exguerrilleros al poder. Mientras los que enfrentaron a los criminales son perseguidos y privados de la libertad, muchas veces injustamente, quienes se dedicaron a extorsionar, asesinar, masacrar, violar, traficar drogas, enriquecerse ilícitamente y reclutar niños van directo al Congreso, ministerios o a la Presidencia de la República. A las Fuerzas Armadas las estigmatizan, las califican de instrumentos de terror estatal, y a los terroristas los exaltan como estadistas hasta graduarlos de héroes. Mientras a los soldados se les excluye, señala y repudia, a los criminales se les convierte en referente moral.

Por eso la posición del saliente Comandante de las Fuerzas Militares, General Leonardo Barrero, era clara: no se puede negociar a las FF.MM. en La Habana. Su planteamiento, compartido por un amplio sector de las fuerzas, es que no se deben pactar reformas al estamento castrense con ‘Timochenko’. ¿Razonable? ¡Por supuesto! Aceptarlo implicaría que son las FF.MM. las causantes de la violencia y por eso se deben intervenir de común acuerdo con los terroristas.

Además, significa admitir que por ese camino la suerte jurídica de los militares no se resuelva en el Congreso, ni en las cortes y dependa de Márquez y Catatumbo. ¡Triste historia! Los militares y policías que ofrendaron su vida en defensa de los derechos de los ciudadanos dependen ahora de las Farc. ¡Victoria fariana!

En los pasillos del Ministerio de Defensa y entre altos oficiales se menciona que la barrida a Barrero tiene que ver con que, en el evento de rendición de cuentas efectuado hace tres semanas por el sector

defensa, el comandante se atrevió a decir públicamente al Presidente Santos que las FF.MM. no podían ser objeto de negociación en La Habana. Todo el resto que rodea su salida es escenografía montada con el cuidado que permitiera distraer la verdadera razón.

Esas mismas fuentes reconocen que Barrero se salió del guión, no sólo por su criterio frente al uso de la fuerza en el marco del DIH contra las bandas criminales, cosa que Sergio Jaramillo veta aún por encima del ministro Juan Carlos Pinzón, sino porque en una reciente reunión con presencia de varios generales en Villavicencio, que congregaba comandantes del Comando Conjunto del Sur Oriente, Barrero intervino públicamente después de Jaramillo con observaciones que aumentaron la inconformidad de ese sector del gobierno.

La preocupación de los militares tiene fundamento. En el marco jurídico para la paz, nombre pomposo con el cual se bautizó la reforma constitucional que permite la impunidad para las Farc, metieron un mico que al parecer el MinDefensa aún no ve o ayudó a redactar: “Una ley estatutaria podrá autorizar que, en el marco de un acuerdo de paz, se dé un trato diferenciado para los distintos grupos armados al margen de la ley que hayan sido parte en el conflicto armado interno y también para los agentes del Estado, en relación con su participación en el mismo”. Sí, en “en el marco de un acuerdo de paz”, es decir, en el contexto de un Acuerdo en La Habana con las Farc se definirá el tratamiento jurídico para policías y militares, una interpretación que se debe objetar.

Tan honda es la preocupación en las filas que el General en su carta de despedida, luego de advertir que las FF.MM. están inmersas en una “coyuntura especial” reconoce que “tiene la esperanza que, con la unión de esfuerzos y el compromiso que nos caracteriza, nuestra Institución no será objeto de negociación en escenario alguno, presente o futuro y bajo ninguna circunstancia”.

Y más adelante, en la misma comunicación, Barrero pide el apoyo para la gestión del general Jorge Enrique Mora, a quien reconoce la calidad de “representante en la mesa de conversaciones de La Habana”.

Luego, es evidente que la posición de Mora es la misma de Barrero. Al sacar a éste se pretende romper esa llave y quitar el bastión sobre el que Mora se espera sostenga una fuerte posición de defensa de los intereses militares en la mesa con las Farc.

Es forzoso entonces interrogarse sobre si lo que se buscaba al sacar a Barrero es debilitar a Mora. Este General, serio, respetado y escuchado por activos y retirados es garantía; no obstante, juega solo, es decir, tiene que enfrentar la laxitud característica de Sergio Jaramillo en estos temas, el afán de Santos de firmar lo que sea y la codicia del Secretariado que ve en el proceso la oportunidad de pasar una cuenta de cobro y destruir a las fuerzas militares. No hay que olvidar que para los comunistas la “solución política negociada” no es más que una forma lucha revolucionaria.

El mensaje de Barrero no debió fastidiar al presidente a menos que el temor de los militares corresponda a la realidad, caso en el cual la falta de transparencia del gobierno no sería otra cosa que una emboscada. Con habilidad se trataría de adormecer a los militares para llevarlos a un escenario adverso en el que se imponga la transformación de las fuerzas armadas, diseñada a dos manos con las Farc, así se presente de otra forma por el gobierno.

Los militares y policías no son beligerantes. ¡No deben serlo! Les corresponde abstenerse de participar del debate partidista y están destinados a cumplir su labor en el marco del objetivo político fijado por el presidente. Eso no se discute. Pero tampoco caer en el extremo de pretender su silencio absoluto cuando se trata de sus garantías judiciales y del futuro de la propia institución.

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¿El fin del fin?

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E l Nuevo S ig lo/X imena Ospina Duque

Cuando el entonces comandante de las Fuerzas Militares, tenien-te general Freddy Padilla de León, sostenía que “el fin del fin” del narcoterrorismo de las Farc estaba más cerca que nunca, hasta llegamos a creerle.

El fin del fin. Ahora, cuando el pueblo colombiano, según todas las encuestas, cree en nuestras Fuerzas Militares y la derrota inminente del narcoterrorismo apostado en Cuba, Padilla de León, en un reportaje a El Espectador, afirma que “es muy difícil llegar a la derrota militar de las Farc”. Uno queda de catre, como deben sentirse el presidente Juan Manuel Santos y el -según TNN- ¿”renunciado”? ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón.

Con este mensaje el hoy candidato al Senado deja felices a las Farc y desmoraliza la tropa, la desanima, la pone en inferioridad de condiciones, y con ello da a entender que el “fin del fin” es para el Ejército. ¡Ay! si estuvieran vivos Juan José Rondón y José María Córdova.

La trampa. “¿Qué sucede en-tonces entre el Gobierno y los militares? ¿Por qué ese trata-miento tan injusto contra ellos en momentos en que se negocia con su enemigo histórico? ¿Por

qué el silencio de muchos? Zanahoria y garrote. Ilu-

sionados con las falsas prome-sas de un posconflicto que les brindará seguridad jurídica, es-tabilidad presupuestal, el voto militar y quién sabe que más vanas propuestas, han asegura-do su prudencia y tranquilidad. Seguramente estos temas no sal-drán en los acuerdos de la mesa de negociación directamente pero sí sus bases para luego en la constituyente ser incluidas como una zanahoria más en con-traprestación de los cupos de la guerrilla en la política”.

La emboscada oficial. No dejemos que caigan en la trampa, apoyemos a nuestro Ejército con nuestro respeto, comprendiendo que actos de corrupción aislados no pueden manchar a toda una institución.

No caigan en la tram-pa. Bastante nos ha costado el más reciente engaño político, nada bueno nos depara si no re-tomamos el rumbo y vemos el contexto de esta América que giró a la izquierda y que aún, después de firmada la amnistía, juzga en conjunto a sus militares que al-guna vez defendieron su liber-tad, desde la Patagonia hasta el Caribe, sin distingo de verdade-ros responsables o inocentes.

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Andrómeda y otros tejemanejes

Tiempos nada fáciles corren para nuestro Ejército. El caso Andrómeda y el de corrupción en el mando, nos dejan sin aliento a todos los ciudadanos.¿En qué contexto se da esta tremolina? Primero, el Ejército es una de las instituciones con mayor credibilidad y simpatía en el país. Segundo, hay una negociación aún poco clara con los terroristas de las Farc. Tercero, hay unas campañas, electoral y reeleccionista, en pleno desarrollo.Algunos creen que las denuncias son oportunas para disminuir la imagen del Ejército y ambientar un Ministerio de la Seguridad, o algo similar, puerta segura para la integración de terroristas arrepentidos y para la disminución del pie de fuerza militar y la reorientación de sus funciones.En el caso Andrómeda, respuestas límbicas, retractaciones, contradicciones y riesgos para la seguridad del Estado, es lo que parece quedar.Y aunque la virtud de la inteligencia militar, por comparación con el DAS, es que no ha sido manoseada por políticos ni gobernantes y que sus miembros son soldados, es claro que si hubo errores de buena o mala fe, deben ser castigados de conformidad, pero manteniendo a salvo la esencia de la actividad de inteligencia: la discreción.Al respecto, intentemos una analogía. El monstruo Ceto amenazó con destruir el reino del rey Cefeo, quien consultó el oráculo de Amón ‘el oculto’ -presumo que especializado en semiótica- y este le dio la solución para salvar su país: entregar su hija Andrómeda desnuda, enjoyada y amarrada a una roca a las fauces del endriago.Así iban las cosas hasta que aparece Perseo, quien se enamora de Andrómeda y mata a Ceto. Entonces, ¿Va este gobierno a entregar la Inteligencia Militar a la patulea política actual y a los enemigos del Estado que medran bajo su tutela democrática? ¿Se van a exponer impúdicamente las intimidades del sistema que fue la base de la derrota militar de los terroristas? Ramplón error que arranca aplausos de quienes creen, con Groucho Marx, que la Inteligencia Militar es una contradicción de términos.Y entonces, ¿tendremos que esperar un Perseo que nos salve? ¿Qué color de túnica usará ese posible Perseo redentor: azul, roja, amarilla, verde, vinotinto? ¿Vendrá de blanco?El caso de la probable corrupción, según otros analistas, sirve al actual gobierno para reacomodar una cúpula aún más avenida al posconflicto y penetrar con más burocracia las estructuras administrativas y operacionales de los militares, lo cual puede concluir con la miniaturización del Ejército Operacional y la gestación de una Guardia Nacional, proyecto largamente acariciado, contradictoriamente, por Estados Unidos en los años 60 y hoy en día por los gobiernos izquierdistas de la región.Ante estas especulaciones, sólo queda esperar que haya una investigación eficiente y eficaz, de la que el Ejército Nacional salga fortalecido en su centenaria vocación de milicia “religión de hombres honrados”, al decir de Calderón de la Barca.

2 0 - 0 2 -14 El Colombiano/

John Marulanda

“El tema de las ‘chuzadas’ essumamente triste”: Iglesia

0 4 - 0 2 -14 E l T iempo/

Redacción V ida de Hoy

“Me parece sumamente triste que en Colombia vivamos de escándalo en escándalo. Eso realmente me encoge el corazón porque significa que en el país hay una desconfianza terrible de los unos a los otros, que pensamos que los demás son enemigos”, expresó el cardenal Rubén Salazar, máxima autoridad de la Iglesia Católica en el país, a propósito de las presuntas interceptaciones del Ejército a los negociadores del proceso de paz en La Habana.“Hay una sensación de que todos tenemos que estarnos espiando y que por lo tanto somos incapaces de trabajar como en equipo

para construir juntos un país en paz”, añadió.Salazar, presidente del Episcopado y arzobispo de Bogotá, afirmó que los colombianos deben dar un paso hacia adelante y empezar a confiar en los otros, a volver a confiar en la palabra de los demás. Y dijo que las “chuzadas generan un ambiente terrible”.“Tenemos que ser capaces de sentarnos en una mesa seguros de que lo que se está diciendo es algo sincero y no con artimañas y escondijos, o con cosas que hay que tapar o que otros podrían descubrir por debajo de la mesa”, añadió el cardenal.

Coronel de las grabaciones y otros tres salen del Ejército

17 - 0 2 -14

E l T iempo/Redacción Jus t ic ia

17- 0 2 -14 E l Espectador/

Jud icia lCon la entrega a las autoridades de todos los contratos de la Aviación del Ejército, para que los investiguen, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, les salió este lunes al paso a las denuncias sobre un supuesto tráfico de influencias en la contratación del Ejército.Tras afirmar que habrá “cero tolerancia” con la corrupción, Pinzón aseguró que “un grupo de expertos va a verificar la calidad y la transparencia de esos procesos”, en los que según denuncias de la revista Semana jugaba un papel protagónico el teniente coronel Róbinson González del Río, preso por falsos positivos y llamado a calificar servicios este lunes por el Ministro de Defensa.Pinzón dijo que el cuestionado oficial será trasladado a un centro de reclusión en Facatativá.Dentro de las medidas tomadas tras el escándalo, también están la salida del Ejército de tres coroneles encargados de los centros de reclusión militar para la época en la que ocurrieron las llamadas en las que se hablaba de la manera como

se debían asignar los contratos. Esto es en el 2012.Pinzón agregó que de las 19 grabaciones presentadas por Semana, solo en tres se infiere un acto de corrupción. Sostuvo que funcionarios de la Contraloría ya visitaron el Ministerio para recopilar información y contratos, como parte de las “primeras decisiones”.Este lunes, el coronel González fue trasladado de la PM-13, donde permanecía detenido, a la cárcel La Picota. El Inpec dijo que fue recluido en el pabellón de funcionarios públicos ERE 2.Renunció líder de aviación militarArgumentando “honor militar” y “dignidad”, el general Javier Rey Navas, quien hasta este lunes fue Sub jefe de Estado Mayor Conjunto Operacional, presentó su renuncia. Rey, uno de los generales más destacados del Ejército y cerebro de la Aviación de esa fuerza, que ha sido clave para inclinar el conflicto a favor del Estado, apareció mencionado en una conversación del coronel González con Eduardo Cruz.

Operación AndrómedaLa Procuraduría General le solicitó a la Fiscalía que le envíe prontamente todas las pruebas recolectadas en el marco de los operativos adelantados la semana pasada en un restaurante ubicado en el barrio Galerías, en Bogotá, donde operaba una “sala de inteligencia” del Ejército que adelantaba interceptaciones a miembros del Gobierno, entre los cuales se encontrarían los delegados de la mesa de negociación en el proceso de paz.

La solicitud fue presentada por el procurador General, Alejandro Ordóñez Maldonado, en el marco de la investigación que adelanta el Ministerio Público por las interceptaciones ilegales que habrían adelantado estas unidades de inteligencia militar, hecho que ha sido catalogado como graves.

Se espera que en los próximos días el CTI de la Fiscalía General les entregue a los investigadores de la Procuraduría todos los informes relacionados con el allanamiento del establecimiento conocido como ‘Buggly Hacker’ en donde se incautaron 29 computadores y documentos de cómo se hacían las interceptaciones.

Igualmente, la Procuraduría General inició una investigación por las denuncias hechas por la Revista Semana frente a las irregularidades en la entrega de cuatro multimillonarios contratos en el Ejército y en la cual fueron señalados coroneles y generales en servicio y en retiro.

Vía Internet

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16 Marzo de 2014

Golpe bajo a la inteligencia militar 11 - 0 2 -14 E l Info rmador/Gustavo Hernández López

El Gobierno Nacional se acaba de auto golpear en cabeza de nuestro Presidente Santos, a sabiendas de lo que significa la inteligencia militar, por cuanto la única, la verdadera, la más respetable, la más seria, la más confiable y la más eficaz inteligencia que posee el Estado para defenderse de los enemigos internos y externos es la que tiene que ver con nuestro Ejército.

Definitivamente el famoso adagio que nos pone de presente de que la ignorancia es atrevida, se ha vislumbrado y apreciado con ocasión de este golpe bajo que se le ha dado a la inteligencia del Ejército Nacional.

Todos opinan, políticos, empresarios, jerarcas de la iglesia, medios de comunicación, incluso la gente del común sobre un tema eminentemente técnico, especializado y específico. Consecuentemente para dar un concepto fundamentado en esa materia, es absolutamente necesario al menos saber para qué sirve, cuál es su función y cuál es la razón de ser de la inteligencia de las inteligencias.

La inteligencia en forma general es saber escoger la mejor alternativa para resolver un asunto, no importa el tema que sea. Es la capacidad de asimilar, elaborar y entender la información con miras a utilizarla en la forma más adecuada. Hay una inteligencia potencial en cada persona.

Existe la inteligencia intrapersonal para comprender más acertadamente las personas. La interpersonal para conocer sus intenciones y deseos. La

lingüística se relaciona con la facilidad y comprensión de la lectura, la escritura y la conversación. La musical que ayuda a crear y analizar la música. La inteligencia corporal ligada con la coordinación, equilibrio y habilidad del cuerpo, en fin aparecen y se tienen en cuenta múltiples clases de inteligencia.

Más la inteligencia militar es aquella, que partiendo de una información, de un conocimiento concreto, de un análisis concienzudo y profundo, da las recomendaciones a cada uno de los niveles de mando, con el objeto de que las operaciones cubiertas y encubiertas produzcan resultados positivos. De ella depende esencialmente el triunfo o la derrota operacional de los ejércitos. Su potencial, su oportunidad y su conocimiento permiten el acierto en las estrategias de los Estados y de la sociedad.

Pero, por eso mismo, no es inteligente decir cosas o peor aún pontificar sin tener conocimiento de causa. Por lo menos no son actitudes responsables, mesuradas y sensatas. Aquí cabe la sentencia consustancial con la inteligencia que reza e indica “Que no se puede decir todo lo que se piensa sino pensar todo lo que se dice”.

La historia nos señala y muestra que desde Moisés, patriarca del pueblo hebreo, existía la inteligencia quizás sin saberlo, pero cuando mandó a 12 personas a conocer el medio ambiente de la tierra de Canaán, para obtener información sobre ellos, estaba haciendo espionaje, pues se cumplió con una labor

normal de ese tipo.Desde esos tiempos inmemoriales

a esta época el progreso en esas actividades ha sido enorme, toda vez que ahora se cuenta con todos los medios electrónicos, de informática, de alta criptografía, de medios de comunicación, en suma con todo lo que la alta tecnología ofrece, con el ánimo de que se pueda alcanzar los objetivos de la inteligencia estratégica.

La capacidad, entrega, profesionalismo, dedicación y eficiencia manifiesta de la inteligencia del Ejército, se materializó en la operación Jaque, reconocida en el mundo como aquella que es modelo en su fina concepción, extraordinario planeamiento, perfecta conducción e impecable ejecución. No ha habido en la historia mundial de las operaciones militares un éxito de tanta repercusión y registro internacional. De ahí que nuestra inteligencia militar tenga tanto prestigio y respeto no solo en la órbita latinoamericana sino entre los países desarrollados del viejo continente y en los mismos Estados Unidos.

En cuarenta y dos años de labores docentes es en Colombia la Escuela de Inteligencia del Ejército, la única institución especializada en el campo de la seguridad interna y externa. Se considera como una de las mejores del continente y por esa razón sus cursos son adelantados por alumnos de Chile, Brasil, México, Ecuador, Perú, Panamá y Venezuela.

No podemos olvidar de que la nstitución por fuerza de la misma Carta Magna, encargada o con responsabilidad

de la integridad territorial, la soberanía de la nación y que vela y defiende el Estado de Derecho y las instituciones estatales es el Ejército, es decir, la defensa de Colombia desde el punto de vista estratégico corre a cargo o se encuentra en manos de nuestras Fuerzas Militares y a la cabeza de ellas está el Ejército Nacional.

Esta inteligencia castrense, la cual trabaja callada, anónimamente, con mística y amor por la Patria, es la que ha salvado muchas vidas, gracias a su oportuno accionar, anticipándose a las acciones terroristas. Permanentemente dentro de su misión no hace otra cosa que proteger los derechos de los colombianos.

Su competencia y experiencia es la que ha permitido penetrar en las organizaciones terroristas y criminales y de ese modo contrarrestar, neutralizar y evitar un sin número de atentados contra la población civil, de ataques contra los pueblos, voladuras de puentes y oleoductos. Su empleo nos garantiza y nos proporciona el bienestar, la tranquilidad y la seguridad a los colombianos.

No cabe la menor duda de que se impactó el corazón institucional de la fuerza. Quedó maltrecha, herida y se ha resquebrajado su voluntad de lucha. Ningún combate con el adversario ha producido tanto daño, pesar y desmoralización. Pierde Colombia y gana sin siquiera una escaramuza la subversión. Es doloroso pero esa es la verdad.

Para comprender que lo que se está pactando en La Habana es funesto no se necesita de ninguna interceptación, tanto que los detalles se mantienen en secreto para evitar que la reacción de la opinión pública haga estallar la mesa.

¿Para qué las chuzadas?

10 - 0 2 -14 e l t iempo.com/Saúl Hernández Bo l ívar

¿Quién necesita chuzar a los negociadores del Gobierno en La Habana para darse cuenta de que lo que allí sucede es muy grave? Nadie. Hasta uno más ciego que ‘Santrich’ se daría por enterado sin siquiera tener que leer entre líneas.

Don Enrique Santos, uno de los inspiradores de esta negociación, dijo que los diálogos estaban atados a la reelección de su hermano, Juan Manuel. Pues León Valencia lo acaba de confirmar: “Las Farc hacen alianzas con sectores afines a la reelección de Santos”. Por su parte, Sergio Jaramillo ha dicho que el acuerdo con las Farc no es la paz; que esta llegará a la vuelta de diez años, después de realizar las transformaciones políticas que pidan estos destripadores. ¿Alguien puede negar, por tanto, que se les está entregando el país?

A su vez, Eduardo Montealegre, abogado de oficio de estos forajidos, ha afirmado en todos los idiomas que no pagarán un día de cárcel, en tanto que el Presidente dice un día que no habrá impunidad y al siguiente, que se los imagina en el Congreso. ¿Curul por cárcel? Otro que también niega que vaya a haber impunidad es Humberto de la Calle, pero nos advierte que habrá que tragar muchos

sapos con la justicia transicional, cosa que consiste en exonerar al delincuente y mirar para otro lado.

Las Farc también han sido muy elocuentes, ¡para qué chuzarlas! Han dicho que van a hacer dejación de las armas, pero que no las van a entregar. Que no han hecho sufrir a nadie y, por el contrario, que son las víctimas. Que no pagarán cárcel. Que quieren curules a dedo en el Congreso, canal de televisión, financiación para sus partidos políticos y hasta puestos en la junta directiva del Banco de la República. Piden nueve millones de hectáreas –la superficie de Antioquia y Cundinamarca– en medio centenar de zonas de reserva campesina diseminadas por todo el país, en donde serán la única autoridad, y legalizar los estupefacientes para mudar de gran cartel a multinacional de las drogas.

Para qué chuzar a alguien si el mismísimo Presidente admitió que “cada punto (que se está negociando), analizado individualmente, puede ser muy mal interpretado (…) genera un rechazo, pero si uno pinta el paquete completo (…) estoy absolutamente seguro de que lo van a comprar (…) bajo algún sistema de refrendación que (…)

está por negociarse también” (El País, Madrid, 18/1/14).

Es decir, para comprender que lo que se está pactando en La Habana es funesto no se necesita de ninguna interceptación, tanto que los detalles se mantienen en secreto para evitar que la reacción de la opinión pública haga estallar la mesa –y la reelección de Santos– en pedazos. No en vano, el 58 por ciento (Ipsos) duda del éxito de las negociaciones y solo un cuarto del electorado acompaña al Mandela criollo en intención de voto, lo que quiere decir que no son tantos los dispuestos a tragarse ese sapo envuelto en huevo que Santos llama “el paquete completo”. Y eso sin conocer detalles.

Dirán algunos que precisamente esas

chuzadas de fábula serían para destapar ‘detalles’ y atentar contra el proceso, por lo que sería apenas obvia la participación de ‘manos negras’ y ‘fuerzas oscuras’. No, este nuevo escándalo de chuzadas es más falso que una moneda de cuero, un montaje sin pruebas contra una instalación legal de inteligencia militar que queda al descubierto y cuyo trabajo se pierde en manos de una Fiscalía que no genera confianza.

Se les hace un favor a las Farc armándoles un escándalo a las Fuerzas Militares y al expresidente Uribe. Pero quedan muchas inquietudes sobre la extraña actuación del Gobierno y esa voltereta que tanto ha incomodado a sus amigos de La Habana. Algo huele mal.

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¿Hasta cuándo?

Mayor General CARLOS QUIROGA FERREIRA

La institución militar ha sido nuevamente maltratada y menospreciada por el presidente Santos, por la Fiscalía y por algunos medios de comunicación que todos conocemos.

A raíz de las informaciones sobre supuesta corrupción, publicada por Semana, las medidas más fáciles que el Presidente encontró fueron el retiro de cinco generales sin formula de juicio, sin el derecho al debido proceso y a la presunción de inocencia. Todo por darle gusto a la Fiscalía y a los terroristas de las Farc.

Lo expresado por el general Leonardo Barrero Gordillo respecto de la actitud persecutora de muchos fiscales, es el sentimiento de los militares. No veo donde puede haber un delito del General al hablar con un coronel detenido y sindicado por supuesto falso positivo. Los subalternos que caen en desgracia siguen siendo nuestros subalternos y nuestros hijos y nunca los abandonamos y menos en situaciones difíciles. Ahora, que lo haya llamado desde un celular estando detenido, es violación a una norma que no puedo justificar, pero que no se puede calificar de grave.

Además, el coronel Robinson Gonzales, no ha sido vencido en juicio y goza de la presunción de inocencia hasta que la justicia, que no obra justamente, diga lo contrario. ¿Entonces dónde está el delito cometido?

Valiente y digna la actitud del general Javier Rey Navas, que sale a defender la honra de los militares en detrimento de su carrera, ante las infamias e injurias de la revista Semana, que se convirtió en el medio del régimen y no se sabe si ahora, es el ente investigativo, acusador y juez ante las cámaras y los micrófonos, llevándose por delante el debido proceso, la presunción de inocencia y la verdad, porque lo que ha publicado hasta ahora, es solo una parte de la historia, la otra no fue averiguada.

Es un acto de parcialidad manifiesta contra los Generales y contra el Ejército Nacional. Tampoco se sabe si la Fiscalía es ahora un órgano periodístico a favor de la revista Semana, a la que le filtra piezas procesales, que de por si es un delito.

No le basto a Santos cortar la cabeza del general Barrero de una manera indignante y ofensiva contra los militares, sino que, sin comprobar ninguna irregularidad, se la corta a cuatro generales más, que ante la sociedad aparecen como responsables de actos de corrupción que seguramente no han cometido.

Es claro que para Santos, los militares, los generales, valen menos que un Fiscal comprometido con la impunidad para las Farc, que persigue a los opositores políticos del Presidente, que en nada difiere de los que está pasando en Venezuela, gobernada por un tirano; y que cierra los ojos ante la corrupción de su gobierno, esa si comprobada.

El daño está hecho y los responsables son Santos y su Ministro de Defensa.

¿Hasta cuándo vamos a soportar esto que nos ha venido pasando desde hace varios años, pero que ahora se agudiza?

¿Hasta cuándo vamos a soportar que nos violenten la justicia, los políticos corruptos y la izquierda?

¿Será que esperamos que se haga la paz de Santos, para que nos acaben y que nuestra suerte quede en manos de los que hoy nos humillan sin paz?

El secreto para vencer

17 - 0 2 -14

semana.com/ César Castaño Rubiano

La operación Jaque basó su éxito en el estudio de un antiguo principio, aniquilar la resistencia del adversario sin recurrir a la violencia armada.Ha pasado un año desde el momento en que los medios de comunicación de Colombia y del mundo, registraron con grandes titulares la liberación de 15 secuestrados en poder de las Farc. Se hablaba de los logros de la inteligencia técni-ca, de la pericia de los pilotos de la Aviación del Ejército, del acto de heroísmo por parte del grupo de hombres y mujeres que realizaron el engaño.

Luego del exitoso rescate, miembros de distintas agen-cias de inteligencia, especialmente de Europa, viajaron al país para conocer cada detalle de la operación, mostrando su admiración por la estratagema utilizada. Sin embargo, a la par con ese reconocimiento surgieron todo tipo de con-jeturas, se preguntaban algunos escépticos, cómo un grupo de colombianos podía idear algo tan detallado y profesional; otros, lanzaron la perversa teoría del pago de una millonaria suma por la liberación de los rehenes.

Aunque es común, en Colombia, desconfiar de nuestras propias capacidades, está comprobado que toda la ope-ración, desde la idea inicial, hasta el producto final, fue rea-lizada por miembros de inteligencia del Ejército. Además no por ser avezados terroristas, los integrantes de las Farc es-tán exentos de caer en el engaño. Se sabe de varias operacio-nes encubiertas, mucho menos publicitadas, en las que han sido objeto de tretas planeadas por los militares.

A quienes aún dudan de la hazaña lograda por el Ejército, es importante recordarles que la inteligencia ha sido una constante desde tiempos remotos, y que en ese campo no existen límites para la imaginación. Por ello el estudio de la historia, en particular de algunas operaciones especiales, fue básico para idear la operación Jaque.

Los textos de historia recogen numerosos ejemplos de espionaje. El faraón Ramses II, en su reinado de 67 años entre los siglos XIII y XII a.C., utilizó a menudo la figura del espía; en la antigua Esparta se desarrolló una técnica muy ligada al espionaje que ya utilizaban egipcios, asirios y babi-lonios: la criptografía o arte de escribir un texto en clave; y los soberanos aqueménidas, que dominaron Persia entre los siglos VI y IV a.C., pudieron controlar su imperio gracias a hombres de su confianza conocidos como los “oídos del rey”.

El célebre Julio César hizo uso de la criptografía para que sus mensajes, aunque fueran interceptados, no los entendie-ran sus enemigos. Según Aulo Gelio, escritor romano, Julio César anteponía a cada letra otras cuatro para hacer incom-prensibles los textos.

Alfredo el Grande, rey de Inglaterra en el siglo IX, llegó a convertirse él mismo en espía en la guerra que libraba contra Dinamarca. Vestido de juglar y cargando un arpa, se adentró en un campamento enemigo y confraternizó con la soldadesca. Así supo con antelación cómo y cuándo se iban a producir los ataques rivales.

Poco a poco la inteligencia evolucionó hasta dejar de ser una actividad casi improvisada, encargada a volunta-rios bienintencionados o profesionales de la insidia. Uno de sus precursores fue sir Francis Walsingham, secretario de Estado y consejero privado de Isabel I de Inglaterra, que organizó en el último tercio del siglo XVI una red de inteli-gencia con espías en otros países, entre ellos España. Ello le permitió, por ejemplo, conocer con antelación la calidad y el número de navíos que conformaban la Armada Invencible, que el rey español Felipe II pensaba enviar contra la isla.

No puede dejar de mencionarse a Joseph Fouché, minis-tro francés de la época posrevolucionaria, quién es sin lugar a dudas el precursor de los grandes servicios secretos. Su alcance era tal, que aun estando al servicio de Napoleón sabía que pensaba el emperador, pues Josefina era una de sus agentes a sueldo.

Pasando por alto épocas, ejemplos históricos y nombres, llegamos al grupo que trabajó en la planeación de la Jaque. Ellos tomaron como modelo especial para su estudio la ope-ración Fortitude, una estratagema de inteligencia que per-mitió el éxito en la mayor invasión por mar en la historia: el desembarco de Normandía.

Pocos saben que en esa histórica gesta jugó un papel fun-damental un hombre de inteligencia, el ciudadano español Juan Pujol García. Éste personaje en tiempos de la Segunda Guerra Mundial se convirtió en doble agente, poniéndose al servicio de dos agencias de espionaje, el MI5 británico y la Abwehr alemana, guardando siempre lealtad con la causa aliada.

Para los alemanes su nombre en clave era ‘Rufus’, aunque llegó a utilizar también el de ‘Arabel’. Para los bri-tánicos ‘Bovril’, sin embargo, estos últimos tras conocer sus dotes persuasivas lo bautizaron ‘Garbo’, en homenaje a una famosa actriz sueca de la época. ‘Garbo’ creó para los ale-manes una organización inexistente, una red conformada por agentes que eran tan solo una invención suya. Él y sus quiméricos ayudantes, inundaron a los alemanes con in-formes convincentes sobre fortificaciones, concentraciones de tropas, envíos de armas y movimientos de barcos bri-tánicos.

Como se esperaba, sus informes se aproximaban a lo que los alemanes esperaban oír, por lo cual iban cayendo redondos frente a sus engaños. Tan perfecto era su trabajo que le permitió recibir de los dos países para los que traba-jaba, sendas condecoraciones, los ingleses lo condecoraron con la Orden del Imperio Británico y casi al mismo tiempo recibió la Cruz de Hierro, alemana, por sus meritorios tra-bajos de inteligencia.

El gran paso a la historia del espionaje lo dio al engañar a los alemanes sobre el desembarco en Normandía, el famoso ‘Día D’. Insistía el espía español, que el grueso de las tropas aliadas esperaba en el paso de Calais, al norte de Francia, el punto más cercano a la costa inglesa y el más lógico en donde desembarcar. Para fortalecer su trabajo de desin-formación, envió a través de sus espías más de quinientos mensajes a la Embajada de Alemania en Madrid, los cuales eran traducidos y enviados a Berlín, dando cuenta de su-puestas concentraciones de tropas en el sur de Inglaterra listas para ser movilizadas al norte.

Hizo creer, además, que llegaría como fuerza principal de asalto el ejército de Patton que, la verdad, sólo existía en el papel. Para dar credibilidad a la idea del desembarco en el lugar que él había indicado, los británicos hicieron flo-tar frente a las costas de Dover, barcazas de concreto, cons-truyeron puertos de cartón-piedra y tanques de caucho. La estrategia alemana se diseñó alrededor del desembarco en Calais, convencidos que el desplazamiento de tropas en Normandía era sólo una operación de distracción. Hitler confiado, en el espía español, ordenó retener a la división blindada. Cuando los alemanes se dieron cuenta que el de-sembarco era real, la cabeza de puente estaba consolidada y habían perdido la batalla. El ardid había funcionado.

La operación significó un gravísimo golpe en la moral y confianza del comando central alemán. Limitando a su vez el ritmo con el que la inteligencia alemana catalogaba y difundía información estratégica del enemigo a sus generales. De hecho, y por más curioso que parezca, la operación Fortitude, creó el ejército inexistente que más daño hizo a su enemigo.

Terminada la guerra, Pujol vivió en Venezuela bajo un nombre ficticio por 40 años. Con la ayuda del periodista británico Nigel West, escribió sus memorias en el libro El Espía del Siglo. Fue condecorado en 1985 por la Reina Isabel.

Se asegura de buena fuente, que el estudio de esquemas de inteligencia como el utilizado por ‘Garbo’, así como la lectura cuidadosa de textos antiguos escritos por Eneas el ‘Táctico’ y Polieno, fueron fundamentales para el éxito de la Jaque, lo que demuestra el valioso esfuerzo académico e investigativo desarrollado por los miembros de inteligencia para el logro de su objetivo.

Ojala algún día se escriba la verdadera historia militar de esta acción, dejando de lado lo emocional, concentrándose más en conceptos estratégicos y tácticos, particularmente en la exitosa estratagema desarrollada. Un trabajo tan perfecto, cuyos resultados obligan a recordar la frase de Churchill “Nunca tantos debieron tanto a tan pocos”.

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18 Marzo de 2014

Fuerzas Armadas necesitan una justicia imparcial: Uribe

17 - 0 2 -14 p r imerocolombia.com/Cent ro Democrát ico

Una justicia equilibrada e imparcial para las Fuerzas Armadas, pidió el expresidente y candidato al Senado, Álvaro Uribe Vélez, al rechazar que las puedan llevar al juego de la politiquería.

“Con las Fuerzas Armadas de Colombia no se puede jugar. A las Fuerzas Armadas no se les puede meter en el juego de la politiquería. Por supuesto,

la corrupción no puede recibir impunidad, pero las Fuerzas Armadas necesitan una justicia equilibrada, imparcial, no que haya algo parcializado, que le siga haciendo daño al país al hacerle daño a las Fuerzas Armadas”, declaró el candidato al Senado por el Centro Democrático, desde Bucaramanga donde asistió a varios actos de campaña.

Uribe Vélez rechazó el comportamiento y el manejo que este Gobierno ha dado a las supuestas interceptaciones del denominado caso Andrómeda y a los presuntos hechos de corrupción del Ejército Nacional.

“Anunciaron unas inves-tigaciones a cargo de la Inspección del Ejército, pero antes de esas investigaciones,

sin concluirlas, más grave, sin haberlas anunciado, ya habían relevado generales de la República. Y ahora aparece que lo que hay es una investigación de corrupción. Entonces ¿para dónde va?”, cuestionó.

Agregó que el gobierno de Santos ha querido usar esos

casos para desprestigiarlo en el panorama nacional. “El tema de la revelación de las interceptaciones lo orientaron para procurar hacer un descrédito en mi contra, después dijeron que lo hacían las fuerzas oscuras, más tarde aclararon y dijeron que eran legales”, expresó.

Un escándalo de doble fondo 2 0 - 0 9 -13 periodismosinfronteras.com/Eduardo Mackenzie

Mientras en Venezuela las mayorías están en la calle sufriendo la metralla del régimen de Maduro y luchando por el fin del sangriento y ruinoso experimento chavista, en Colombia estalla una serie de escándalos destinados a fragilizar la fuerza pública que defiende al país de la amenaza chavista.

Tras la salida en falso de la operación Andrómeda, que echó a tierra a dos altos y valiosos oficiales especializados en inteligencia militar, aunque la culpa de éstos no fue probada, tenemos ahora la sorpresiva destitución de la misma cúpula militar por motivos muy discutibles. Esos escándalos en ráfagas, además de sospechosos, son de doble fondo: un escándalo puede esconder otro. Hay un juego entre un escándalo explícito, provocado por una revista y por el jefe del Ejecutivo, y otro que algunos quieren hacer invisible.

Nadie puede creer que el presidente Santos destituyó al general Leonardo Barrero, comandante de las Fuerzas Militares, exitoso combatiente contra las Farc en el sur del país, por haber deslizado, en privado, en 2012, una frase ridícula contra unos fiscales. Santos, empero, escogió ese pretexto para deshacerse de un alto mando. El mismo admitió que había destituido al general Barrero por una frase. Al hacer tal cosa, el jefe de Estado incurrió en abuso de poder. Tal movida desnudó aún más a Santos. ¿Por qué él aceptó correr ese riesgo precisamente ahora? ¿Para cerrar aún más las puertas de su propia reelección?

No se sanciona a nadie por una frase dicha a una persona y en privado. Desde luego, la frase en cuestión fue torpe y hasta coja, pero no era más que eso, una frase. El elemento de la publicidad faltó. Fue un

desliz verbal desafortunado. El general Barrero hablaba con un oficial detenido que se quejaba de irregularidades cometidas contra él por la Fiscalía. Barrero no le dio una orden, ni una instrucción. Su frase no fue un acto de servicio. No fue un acto de insubordinación. Fue un comentario suelto, que él repudia y por el cual pidió excusas. Fue una frase como las hay por miles cada día en todos los niveles del Estado y del gobierno. En los pasillos de los ministerios, en los mails y en las conversaciones telefónicas.

La diferencia es que alguien escuchó ilegalmente esa frase, la disecó, la estudió y la envió a otro para que cayera un día (parece que en 2012) a la Comisión de Acusaciones del Congreso. Y la volvió a sacar ahora para que la revista Semana la transformara en un espectro amenazante, en un crimen de Estado, en medio de una campaña electoral.

Esa revista aceptó, como otras veces, hacer parte de esa obscura intriga –quizás no está en posibilidad de decirle no a ese actor secreto-- y redactó de manera capciosa ese folletón. Aprovechando la inconmensurable fragilidad institucional del país, logró desatar así uno de los golpes más injustos de los últimos años contra los servicios de defensa de Colombia.

Es obvio que ese actor miste-rioso debe tener en remojo dece-nas de otras frases indiscretas de sus propios amigos. Y no espera sino que éstos se duerman en el cumplimiento de sus manipula-ciones para obligarlos.

“Hagan una mafia para denunciar fiscales y toda esa huevonada” (sic). Como esa frase telegráfica, tan confusa como grosera, no había logrado tumbar al General Barrero en 2012, la revista redactó su libelo de otra manera: amalgamó las conversaciones de Barrero con

el amargado coronel Robinson González, detenido en un centro de reclusión militar, como si éstas hicieran parte de otro entramado: los delitos de contratación en el Ejército, a sabiendas de que a Barrero no se le reprocha nada en materia de contratación. En otras palabras: Semana quiso, con unos párrafos tendenciosos, ponerle la etiqueta de corrupto al General Barrero, para hacerlo caer. Barrero denunció esa manipulación de Semana en su comunicado del 16 de febrero.

Ese escándalo debió haber terminado con las excusas. Fue Santos quien lo redimensionó. ¿Por qué? Desde un ángulo humano, la tal frase tiene, además, un cierto sentido. La frase alude, evoca, unos fiscales anónimos, es decir denuncia aquella capa de operadores judiciales que son la vergüenza y la pesadilla de la justicia colombiana. La frase iba contra ellos y no contra todos los fiscales, pues los hay muy honorables. Iba contra unos funcionarios que han derribado el debido proceso, que fabrican y escamotean pruebas, que compran testigos, sobre todo cuando el justiciable es un militar. Algunos de esos fiscales han salido por eso de la Fiscalía. Otros fueron a dar a la cárcel. Otros están en líos con la ley. Pero hay otros que siguen allí, incrustados y haciéndole el más grande daño al país.

Más allá de su aspecto prima-rio, la frase criticable del general Barrero reflejaba algo muy cier-

to: que los militares de Colombia están llegando a un nivel inaudi-to de saturación y de cólera ante la pérdida del fuero militar, ante el maltrato que sufren a manos del Estado que ellos protegen y, sobre todo, ante la acción subver-siva de ciertos fiscales, los princi-pales promotores de lo que ellos ven, con razón, como una guerra judicial piloteada por el terroris-mo, sin que el poder central haga nada contra eso. Y demuestra que los altos mandos desconfían del llamado “proceso de paz” en La Habana. El General Barrero los interpretó a todos cuando dijo que él esperaba que el Ejército de Colombia no sea nunca “negocia-do ni en la mesa de La Habana ni en ninguna parte”.

El silencio del presidente Santos ante estas angustias de los militares y policías de Colombia es algo que lo hace indigno de ser reelegido. Esto ocurre cuando el control cubano de Venezuela tambalea. ¿Por qué Santos, en lugar de reforzar la fuerza pública, la única muralla de contención contra las Farc y el narco terrorismo, la hunde en semejante incertidumbre?

Que tal guisote haya sido preparado por Semana, la revista que defiende con ardor la línea del actual gobierno - hasta el punto de que muchos la ven como el órgano de expresión del presidente Santos-, permite concluir que el ataque contra la estabilidad del alto mando militar vino del oficialismo más rancio. ¿Cómo pueden las Fuerzas Militares, en esas condiciones de

inseguridad moral, psicológica e institucional, combatir con éxito las bandas armadas del castro-chavismo y echar abajo sus operaciones de toma del poder? ¿Con semejante precedente cómo se sentirá la nueva cúpula militar designada por Santos?

Esta crisis confirma algo que ya sabíamos: que en La Habana Santos no está negociando nada. Lo que sale de Cuba es otra cosa: que las partes ya están realizando lo que presentan como reformas futuras del posconflicto. Santos está dirigiendo, desde ya, un reordenamiento capitulador del Estado. No es algo que él y las Farc harán más tarde. Lo están haciendo ya. Sin que nadie haya conocido esos pactos ni aprobado nada. Examine el lector los textos que han lanzado los plenipotenciarios. Leyéndolos desde ese ángulo aparece la coherencia de lo que está ocurriendo. Las partes” se han comprometido a hacer ya mismo estas cosas, sin decirle nada al pueblo, burlándose de su credulidad y de sus inmensos anhelos de paz.

Ese temor penetra ya hasta los círculos santistas. John Marulanda, un perspicaz analista, saludaba ayer la brutal decisión de Santos. El cree ver en eso un acto de “limpieza necesaria que fortifica aún más a la institución”. Sin embargo, con cierto realismo tuvo que ir al fondo del asunto y concluyó: “Ojalá este sometimiento no sea excusa para un futuro desmantelamiento de nuestro Ejército Nacional. Algo que no se sabe si se está negociando en La Habana, Cuba”. El temor es evidente en esa frase, solo que esa concesión a las Farc ya comenzó. Y la están implementando a golpes pero sin que nadie vea la maniobra. Para eso sirve la propaganda. Para eso sirve Semana.

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La decisión del Gobierno de retirar a cinco generales, incluido el jefe de las FF.MM., da paso a comandancia tropera, sin ser

guerreristas, según analistas.

Posconflicto sin aflojar ofensiva, retos de cúpula

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Vanguardia Liberal/Juan Carlos Monroy

La nueva cúpula militar, designada tras el escándalo de corrupción y una frase “irrespetuosa”, afronta el reto de mantener motivada y aceitada la maquinaria militar contra los grupos ilegales. Al mismo tiempo, acompañar al Gobierno en su objetivo de una transición del país al posconflicto, si tienen éxito los procesos de paz.

Los nuevos comandantes de las Fuerzas Militares y del Ejército lideran a otros altos oficiales que ascienden tras la salida de cuatro generales. Se les considera como un equipo equilibrado entre oficiales troperos y comandantes que entienden la situación actual y expectativas del país.

Así lo entiende el coronel retirado del Ejército John Marulanda, que conoce a varios de ellos. “La nueva cúpula ratifica la voluntad del Gobierno de procurar el fin del conflicto con las guerrillas sin aflojar las operaciones militares para mantener la seguridad nacional”, explica Marulanda.

A su juicio, el general Juan Pablo Rodríguez Barragán «es un oficial con experiencia al mando de brigadas y divisiones, pero quien además estudió ciencias políticas y eso le permite comandar las Fuerzas Militares con conocimiento del contexto político y militar actual del país».

Un oficial activo del Ejército considera que, como complemento, el nuevo comandante del Ejército, general Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar es un “militar tropero, muy operacional y apreciado por las tropas, con destreza en operaciones militares como lo demostró como comandante de la Fuerza de Tarea

Conjunta Omega (Meta y Caquetá)”.Rodaron cabezasLeonardo Barrero, con 39 años de carrera militar, selló su prematuro retiro por la frase “hagan una mafia para denunciar a fiscales”. Así sugirió al coronel Robinson González del Río, detenido e investigado por dos eje-cuciones extrajudiciales de campesinos, de-fenderse de las acusaciones.

“Mi retiro obedece a una decisión política”, aseguró tras anunciarse su salida del cargo.

Aunque al anunciar el remezón el presidente Santos enfatizó que el general Barrero “no sale por ningún hecho de corrupción, sino por declaraciones desobligantes e irrespetuosas frente al poder judicial”, está claro que el escándalo de supuesta corrupción precipitó la salida de cuatro generales. Fabricio Cabrera (aviación), Jaime Reyes (Acción Integral), Diego Sánchez (Jefatura de Familia) y Manuel Gerardo Guzmán (subcomandante del Ejército). Según las explicaciones del ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, “debieron tomar medidas administrativas, gerenciales y de control y no actuaron”, o cuya gestión fue mal calificada.

Para Alejo Vargas, director del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Proceso de Paz de la Universidad Nacional, con este remezón el Gobierno ratifica “en una democracia las Fuerzas Armadas se subordinan a la autoridad civil”.

Vargas descartó que este episodio tenga impacto en el proceso de paz con las Farc, “así la guerrilla aproveche para lanzar críticas al Estado”.

Semana a Semana lo desmantelan

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Fundación Pr imero Colombia/Tania Rodríguez Morales

La última Semana en Colombia parece una copia de la anterior. Despertamos con noticias de supuestos escándalos dentro de las Fuerzas Militares, y como si fuera poco nos quieren hacer creer que los supuestos escándalos son hechos consumados.

Sin embargo, en su torpe actuar, el go-bierno nacional deja más de un rastro que nos hace entender que todo este intento de desprestigio de las Fuerzas Militares es un cocido que viene de Cuba, no se puede entender de otra forma la actua-lización de refritos como si fueran hechos del momento. Indudablemente para que el proceso de paz siga su cauce es nece-sario decapitar a quienes en el pasado se convirtieron en héroes de este país. No se concibe de otra forma, la conspiración de la semana pasada con las interceptacio-nes que a su vez fueron interceptadas y que al final resultaron después de venir de “fuerzas oscuras” a ser legales como lo admitió el propio Presidente.

Esa Semana cometió el gobierno con la ayuda de su brazo “fiscalizador” el error de desmantelar una fachada legal de la inteligencia militar, lo que originó el descabezamiento de los generales Zúñiga y Zuluaga que no son más que piezas fundamentales de la operación Jaque, lo cual automáticamente los hizo objetivo político de las Farc o lo que es lo mismo, de este gobierno. Ambos generales con hojas de vida intachables terminaron siendo relegados por el delito de “falta de criterio” nuevo tipo penal en la jurisprudencia colombiana.

No hay que poseer una bola de cristal para entender que este fue uno de los varios golpes políticos con los que a través de medios de comunicación nos despertaremos los colombianos semana a semana. De los sapos que afirmó el Presidente que teníamos que tragarnos los colombianos para conseguir la paz, este es uno, pero no el único porque esto no ha hecho más que empezar.

Esta Semana nos despertamos con un supuesto escandalo –que nunca fue- de contratación en el Ejército, que vino a

ser la causa del cercenamiento semanal que sufren las Fuerzas Militares y que dejó como resultado el pedido de baja del mayor General Rey, insigne, arquitecto de la aviación militar del Ejército y que se retiró por razones de honor, lo cual los medios de comunicación no pueden entender ya que en ningún aparte del supuesto escándalo de esta Semana su nombre se ve relacionado con los hechos. Las razones de honor no son entendidas por todos y menos por los medios de comunicación porque sencillamente hay personas que no lo conocen.

Esta Semana nos regala un remesón a la cúpula militar, el primero en caer, el comandante de la Fuerzas Militares, el general Leonardo Barrero por “expresiones irrespetuosas y desobligantes” sobre investigaciones de la Fiscalía, aclarando el Presidente, eso sí, “que no se va por haber cometido delito alguno” -¿hay algo más injusto?- también retiraron al mayor general Manuel Guzmán, segundo comandante del Ejército; el general Fabricio Cabrera, jefe de Aviación del Ejército; y el brigadier general Jaime Reyes. Ellos son cuestionados por su papel frente a la supuesta corrupción en los contratos.

Más claro no puede estar para los colombianos, todos los militares retirados por el Presidente son del más alto rango, con lo que ahora podrá nombrar otros que se ajusten a su causa entreguista, aunque dudo que cualquier militar activo deshonre su uniforme por un capricho gubernamental. Eso se lo hemos visto a algunos retirados, tipo Mora y Padilla de León a quienes no veo con las mismas convicciones que al mayor general Javier Rey, sin duda hombre de honor.

Semana a semana se cumplen las órdenes provenidas de Cuba, donde las Farc observa que sus órdenes sean cumplidas a cabalidad. ¿Qué le espera a las Fuerzas Militares la otra semana? Veremos si las siguen descabezando con propósitos más parecidos al castrismo cubanos que a la democracia americana.

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20 Marzo de 2014

El Tinglado antidemocráticoApartes

2 2 - 0 2 -14 pensamientocolombia.org/A lber to López Núñez - exclus ivo para FCPPC

El comunismo siempre ha sido el enemigo de la democracia en América Latina; tuvo su gran cuarto de hora con su llegada al poder con Fidel Castro; que activó la vía guerrillera para la toma del poder en el continente, la cual como bien sabemos tuvo un fracaso estrepitoso.

Dos fenómenos políticos, uno internacional y otro local, decretaron el eclipse total del comunismo: el internacional fue el colapso del imperio soviético con la caída del muro de Berlín, el local fue la irrupción del gran líder Álvaro Uribe Vélez, que elaboró, con la colaboración de su Ministra de Defensa, Martha Lucía Ramírez, su política de seguridad democrática, ésta fue absolutamente exitosa, al punto que transformó a Colombia de un Estado fallido en una democracia vigorosa y con un gran impulso económico. Las Farc fueron arrinconadas

La salida de Comandante General de las Fuerzas Militares…Coronel DARÍO RUIZ TINOCO

Es apenas natural entender la preocu-pación y el malestar que sentimos todos los militares y la sociedad en general por los últimos y recientes acontecimientos que ocurrieron al interior de nuestro amado Ejército Nacional, comenzando por la salida de varios generales de la República, entre ellos el Comandante General de las Fuerzas Militares, general Leonardo Barrero, quien siempre ob-servó intachable conducta, acompañada por el sentido de la dignidad y del honor que debe tener todo militar, admirado y querido por todos sus subalternos. Su gallardía lo llevó a reconocer su equivo-cación, sin negar absolutamente nada y como caballero a ofrecer públicamente excusas al ente acusador, que para el Gobierno Nacional no fueron suficientes, tal vez porque en el fondo existía un in-terés político que motivó su salida.

Los actos de corrupción siempre serán conductas inaceptables, reprocha-bles y condenables, más si provienen de un militar y por ello jamás ha operado algún espíritu de cuerpo en el Ejército Nacional para justificarlos, porque los militares somos implacables jueces de nuestros pares, ya sean superiores o sub-alternos cuando incurren en la comis-ión de delitos, en razón que con ellos se mancha lo más sagrado de la Institución, como es el honor del Ejército Nacional y de la Patria misma que hemos jurado defender. Por tal razón, sin importar el cargo o rango que ostenten deben ser sometidos a la justicia como correspon-de, con un debido proceso y juzgados con

el mayor rigor de la ley. No obstante, en Colombia en muchas oportunidades no juega para los militares la presunción de inocencia sino todo lo contrario, la pre-sunción de culpabilidad hasta tanto no se demuestre la inocencia, lo cual contraría elementales principios jurídicos.

Cuando se desató el escándalo propi-ciado y denunciado por la revista Semana sobre el jaqueo o las supuestas intercep-taciones ilegales, (buggly) el Presidente de manera precipitada condenó pública-mente el hecho y habló acerca de la exis-tencia de “fuerzas oscuras en el Ejército Nacional” y relevó de sus cargos a dos extraordinarios y admirables oficiales de Inteligencia los generales Zuñiga y Zuluaga; al día siguiente, como parte de su estilo político de gobernar, dio un giro de 180 grados al declarar que la fechada de inteligencia era absolutamente legal, pero el daño ya había sido causado y no hubo reparación a la dignidad mancilla-da de estos dos generales. ¡Los militares, Señor Presidente, no deben ser atrope-llados sin razón por la investidura que representan para la institución, la socie-dad y la Patria misma¡

Días antes de los acontecimientos, el Comandante General de las Fuerzas Militares le había advertido al Señor Presidente, que las Fuerzas Militares “no podían ser motivo de negociación en las conversaciones de La Habana”, afirmación que sin lugar a dudas co-locaba al general Leonardo Barrero en condición de “piedra en el zapato” y en consecuencia en objetivo político para ser barrido, tal y como ocurrió, quizás porque con sus declaraciones se po-drían afectar algunos compromisos, desconocidos por cierto, adquiridos en

La Habana, entre el Gobierno y los te-rroristas de las Farc, dentro del propio misterio que rodea estas conversaciones y como si se tratara de aplicar algunos de los preceptos extraídos de la obra El Príncipe de Maquiavelo o de la sorpresa que genera un mago cuando saca de su sombrero vacío un conejo, aparece sor-presivamente una grabación del general Barrero, de hace dos años, que es publi-cada por la inquisidora revista Semana, en las cuales el general Barrero se expre-saba de manera “inapropiada” contra la Fiscalía General de la Nación. No quiero ahondar en más detalles.

Cuando ello ocurrió hace dos años, el general Barrero no era el comandan-te General de las Fuerzas Militares y no había proceso de negociación con los terroristas de las Farc y tal vez hizo es-tas declaraciones dolido. como muchos de nosotros, por los procedimientos que en ocasiones sigue el ente acusador en contra de los militares investigados por acciones de orden público, muchos de ellos con razón, otros por supuesto que no.

Maximiliano Robespiere, llamado también ‘el incorruptible’ durante la Revolución Francesa, por su forma de proceder y también de decapitar parisi-nos inocentes debido a la más mínima sospecha de desacuerdo, o por quejarse por el precio del pan, cuando impuso su régimen del terror en toda Francia, se hubiese quedado corto y asombrado, frente a la manera de actuar nuestra Fiscalía en contra de los militares colom-bianos, porque si bien es cierto algunos de ellos han delinquido y merecen castigo y en ello todos estamos de acuerdo, no es menos cierto también que son muchos

más los inocentes que purgan injustas condenas por las falsas imputaciones que les hacen los enemigos de Colombia que han combatido, con testimonios de delincuentes que la Fiscalía o la misma Procuraduría acogen como prueba irre-futable en su contra, y que aparte de los procesos que se les siguen, tienen que enfrentar la tragedia que representa la acción de perversos medios de comuni-cación social, que extralimitan la libertad de prensa propia de toda democracia y consagrada en la Constitución..

Me temo que Jean Paul Marat, ese médico y periodista inquisidor, malévolo y resentido de la Revolución Francesa, quien con sus listas de nombres publica-das en el periódico El Amigo del Pueblo envió a cientos de miles de franceses inocentes a la guillotina, ha podido ser el inspirador y maestro de algunos pe-riodistas mezquinos que ejercen en Colombia. Lo más grave de lo ocurrido en Francia de la Revolución, fue que el gobierno de Robespiere le hizo el juego a la infamia de Marat. Ojala por el bien de la Patria y de los militares no tengamos en Colombia agazapados un Marat o un Rebespiere, porque todos los colombia-nos que ejercemos el derecho a disentir estaríamos al borde de la guillotina.

Tal vez las palabras del general Barrero en contra de la Fiscalía se die-ron en un momento de euforia o moles-tia propia de la condición humana y de rechazo a la acción de la Fiscalía, y ello motivó la expresión coloquial en su con-tra. Las hizo en conversación privada, que fue grabada ilegalmente sin su conocimiento, violentado el elemental principio a la privacidad y dos años más tarde, luego de sus observaciones a las conversaciones de paz de La Habana, fueron entregadas, eso sí, por fuerzas oscuras que creo no son del Ejército, a la revista Semana para su publicación con el propósito deshonrar a un buen gene-ral de la República y sacarlo del camino. ¡Dios no lo quiera que la revista Semana cambie de nombre y para convertirse en el Amigo del Pueblo!

a las fronteras con Ecuador y Venezuela, y hubiesen sido totalmente derrotadas a no ser por la valiosa ayuda dada por las dictaduras de estos dos países.

A nivel continental se creó en los 90 el Foro de Sao Paulo, que implementó la nueva táctica de arribar al poder por la vía electoral, para una vez arribado allí destruir la democracia. El clavo en el zapato para el Socialismo del Siglo XXI fue Colombia bajo el mando del Presidente Uribe. Éste con su denodada lucha a favor de la democracia impidió la caída en dominó de las democracias en el continente, pero la pérfida amenaza comunista no se dio por derrotada y planteó para Colombia una variante peligrosísima de la cartilla de Sao Paulo: el minar el sistema desde adentro.

Obviamente el gran bastión de la institucionalidad democrática son las Fuerzas Militares y por ello los dardos más envenenados de este tinglado antidemocrático van dirigidos contra ellas. Todo

comenzó con la guerra judicial contra esas Fuerzas que tiene en prisión a los principales baluartes de la defensa de la democracia, como el coronel Plazas Vega e inhabilitados a un importante contingente militar poniéndolos en prisión, bajo juicios amañados en conjunción de fiscales como Angela Buitrago y jueces comunistas o venales. Ya llegamos a la fase final: la negociación de esa institución con las Farc en la mesa de La Habana, verdadera constituyente de facto en donde se está ejecutando la transferencia del poder a los narcoterroristas y criminales de lesa humanidad.

La experiencia es intransferible, pero debemos tener muy en cuenta la situación explosiva actual de Venezuela, que se originó en la misma desidia de las élites que observamos hoy en Colombia. Fui participante activo en la denuncia del peligro comunista encarnado por Chávez desde el 92, miembro, cierto, de un grupo que se podía contar con los dedos de las manos.

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21Edición 537

Demandarán al general Barrero por desviar investigaciones por falsos positivos

0 2 - 2 014 rad iosantafe.com/Ent rev i s ta

El abogado Luis Guillermo Pérez, que defiende a un grupo de los familiares de las víctimas en procesos de falsos positivos, denunciará al excomandante de las Fuerzas Militares, general Leonardo Barrero, por consi-derar que intentó desviar las in-vestigaciones por dichos casos.

La acción, que será inter-puesta en los próximos días, se hará ante la Corte Penal Internacional y tendrá como sus-tento las conversaciones revela-das por la revista Semana, en las que el oficial cuestiona el trabajo de los investigadores del ente acusador.

En dichos audios, el General saliente le propone al coronel del Ejército Robinson González del Río, que se encuentra privado de la libertad dentro de un proceso por falsos positivos, ‘acabar’ con el grupo de fiscales que llevan las pesquisas.

En diálogo con La FM, el

jurista explicó: “Es que aquí no se trata de que el presidente de la República diga que el general Barrero sale de comandante de las Fuerzas Militares porque dijo unas palabras inapropiadas. Es que cuando está hablando de mafias en contra de fiscales que investigan falsos positivos no

solamente está atentando contra la administración de justicia sino que está atentando contra los derechos de las víctimas para ver quiénes fueron los responsables”.

Así mismo, aseguró que solicitará a la Fiscalía celeridad en las investigaciones que se adelantan por presuntos hechos de corrupción en la contratación en el Ejército Nacional.

El Presidente, una revista y el Ejército

2 4 - 0 2 - 2 014 E l Espectador/Dar ío Acevedo Carmona

Colombia es un país de sorpresas y de situaciones inauditas. Lo ocurrido con el ejército colombiano constata lo dicho.

Que las decisiones sobre relevos en la cúpula militar dependan de crónicas perio-dísticas, que el jefe supremo de la fuerza pública, por mandato constitucional, tome decisiones dando por ciertas las informaciones de una revista dirigida por su sobrino, sorprende y asusta.

Las dos denuncias recientes de la revista Semana, la de las actividades de inteligencia u operación Andrómeda y la de los casos de corrupción de altos oficiales podrían ser vistas como fruto de investigaciones minuciosas, objetivas, inde-pendientes, compromiso ético y cumplimiento de la función periodística.

El presidente Santos dio credibilidad total y plena a las crónicas de Semana, apartó de sus cargos a dos generales responsables de la operación, exigió investigación interna, habló de la intervención de “fuerzas oscuras”, aunque al día siguiente, hubo de corregir al reconocer que las actividades de inteligencia eran legales. Pero, el daño quedó hecho.

Ante la segunda denuncia la reacción del presidente Santos fue todavía más desconcertante. Llamó a calificar servicios a

varios generales de distintas fuerzas por no haber realizado los controles debidos para evitar la corrupción, y, llamó a calificar servicios al comandante general de las fuerzas militares, el general Barrero, que había llegado al cargo en agosto de 2013, precedido de una aureola de lealtad, entrega, sacrificio y servicios a la patria. No salió por acusaciones de corrupción sino por una desafortunada frase dicha de manera privada, vía telefónica, a un alto oficial involucrado en los falsos positivos.

En nombre pues, del honor militar y de la buena imagen, el presidente optó por sacrificar generales y coroneles, sin fórmula de juicio, sin darles la oportunidad de ser escuchados, mucho menos de defenderse o de tener derecho al debido proceso. De buenas a primeras, oficiales con una hoja de servicios de 35 o más años se encuentran de bruces en el asfalto, cargando el fardo de la mala fama y de la deshonra.

Yo no voy a defender a priori a ninguno de ellos, pero, tampoco voy a hacerle coro a una revista que no actúa con transparencia ni al grupito de columnistas e intelectuales a quienes el uniforme militar institucional les produce urticaria y vómito. Creo que, como en toda comunidad u organización

compleja, en particular, como es el Ejército nacional, pueden darse casos de corrupción y violación de normas del servicio, disciplinarias y éticas que merecen ser investigadas y, comprobada la culpa, sancionadas.

Pero, la carrera militar está rodeada de ingratitud, cualquier falla, desliz, arbitrariedad o infracción puede dar al traste con toda una trayectoria. Más allá, la carrera militar en un país con tantos retos y peligros de grupos armados irregulares que apelan de forma sistemática a la violencia contra las instituciones y la sociedad, puede tornarse dramática y azarosa.

Los gobernantes les dan la orden de hacer inteligencia, por ejemplo, para luego despedirlos a las patadas porque un medio o una Ong entabla denuncias. Les ordenan hacerle la guerra al terrorismo y a la vez les imponen un cúmulo de condicionantes y les montan un batallón judicial que les dicen cómo deben hacer la guerra como si no hubiese guerra, luego, les exigen resultados y, por último, se pueden ver involucrados en campañas de propaganda y denuncias de sus enemigos jurados, que se traduce en llamados a calificar servicios y muchas veces en la cárcel antes de ser vencidos en juicio.

Está muy bien que se adelanten investigaciones a aquellos oficiales y agentes que violen las leyes o que abusen de sus galones y de su autoridad por corrupción o por el afán de ganar albricias con falsos positivos. Pero, lo que es inadmisible es que se les niegue el derecho elemental de hablar, ofrecer explicaciones y defenderse. Es una situación insostenible: tienen en sus manos la defensa del país y son tratados como ciudadanos de segunda.

Estos dos últimos episodios dejan muchas dudas, además del sinsabor en las tropas y su efecto negativo en la moral de sus integrantes. La revista Semana es dirigida por un sobrino del presidente Santos, el hijo de Enrique, el principal animador de los diálogos de La Habana. Es válido preguntarse si el interés de la información era periodístico o si se trató de una maniobra calculada para sacar del camino a oficiales críticos. Preguntar por la fuente que proporcionó las grabaciones es inútil, dirán que existe el derecho a no revelarla. Si la información salió de la Fiscalía puede constituir una violación de la reserva de sumarios de militares investigados. ¿Por qué en este coyuntura? ¿Por qué información de inteligencia recabada por el Ejército está en

poder de quien ha defendido la tesis de impunidad de las guerrillas?

Demasiado peligroso y desestimulante para cualquier oficial la destitución del general Barrero por una conversación hecha dos años atrás sin que se compruebe que tal frase haya tenido efectos nocivos constatables y cuando el general no tenía el rango actual. Mucho más grave y, además, sospechoso, que se denigre así al oficial que diseñó y dirigió la operación en que fue abatido el comandante máximo de las Farc, ‘Alfonso Cano’.

El presidente Santos es el funcionario público colombiano que más generales, coroneles y otros oficiales ha descabezado en los últimos años, como ministro de Defensa y presidente. Demuestra una gran vulnerabilidad a la presión de los medios y al bullicio propagandístico de ONG caracterizadas por sus prejuicios contra la institución militar, entre las cuales las hay que sostienen la insólita tesis de que el estado y su ejército son los únicos que cometen crímenes de guerra, y las guerrillas no porque no son signatarias del derecho internacional humanitario ni de los protocolos adicionales de Ginebra.

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22 Marzo de 2014

Más militares responderían por anomalías en contratos

2 0 - 0 2 - 2 014 E l Colombiano/ Juan Car los Monroy

Mientras la Fiscalía anuncia que más ofi-ciales podrían estar involucrados en irre-gularidades en contratos y que a finales de este mes deben tener resultados las investigaciones penales, se agudiza el de-bate por el remezón en la cúpula militar.

Como consecuencia de interceptacio-nes ordenadas por un equipo de fiscales de la Unidad Anticorrupción, en las que aparecen mencionados oficiales que po-drían haber incurrido en tráfico de influen-cias para entregar millonarios contratos de las Fuerzas Militares, el vicefiscal general Jorge Perdomo anunció avances.

“Se está trabajando en el análisis y la identificación de las personas vincula-das, al parecer hay unos generales, unos coroneles y otros particulares y cuando la Fiscalía tenga un consolidado lo vamos a dar a conocer”, señaló Jorge Perdomo.

Las investigaciones sugieren que ofi-ciales activos negociaban contratos para la adquisición de equipos y armamento militar con subalternos, algunos de ellos investigados por falsos positivos.

‘Linchamientos’ mediáticos

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Diario La Opinión/Alfonso Gutiérrez Milán

El verbo linchar deriva su existencia del juez Lynch: un personaje que recorría los pueblos estadounidenses, impartiendo justicia de un modo muy propio y pecu-liar: si alguien era acusado, por ejemplo de asesinato, este magistrado reunía los vecinos y practicaba frente a ellos todas las pruebas que le parecían indispen-sables. En seguida consultaba la opinión mayoritaria de los presentes… y si esta era desfavorable al reo, sin más dilacio-nes o apelaciones ¡Lo hacía colgar de un árbol!

Aunque semejante procedimiento era contrario a las tradiciones del derecho anglosajón, según las cuales nadie debe ser condenado sin que se le conceda una oportunidad de revisar su sentencia; esa forma de administrar “rápida y cumplida justicia” fue bastante popular entre los colonos que se asentaron en esa región de EE.UU. durante el siglo XIX; debido a que esa ruda gente preferían atenerse a sus Colt 45, y en manera alguna a “las leyes de Washington”.

Pero una cosa es ser encontrado culpable ante un juez, y otra muy diferente y quizás más peligrosa ser crucificado sin defensa previa ante la opinión pública. Ahora, cualquiera puede ser grabado y presentado en los medios como “presunto culpable” de delitos o faltas sociales, sin que antes se le permita ejercer la defensa de sus actos. Así más tarde esos mismos hechos pueden ser desmentidos o aclarados, estudios recientes en materia comunicacional demuestran que, debido a la intensidad que alcanza el llamado “impacto mediático inicial”, pocas rectificaciones logran borrar la imagen negativa creada en la mente de los espectadores.

Por ejemplo, al general Barrero, comandante de las FF.MM., lo sorprendieron con la transcripción de una conversación realizada hace más de dos años con un antiguo subordinado, en un contexto muy diferente al actual, y en la cual utilizó términos tan despectivos como serían los que muchos usamos en diversas oportunidades. Sin embargo, esa sarta de banalidades fue presentada como algo trascendental, oprobioso y hasta sospechoso de alta traición. Sin duda, algún interesado recibió en bandeja la cabeza del general… presentada por Semana.

El Gobierno precisó que la salida pre-matura del general Leonardo Barrero de la comandancia de las Fuerzas Militares no se debió a corrupción, sino a declara-ciones «desobligantes e irrespetuosas en contra del poder judicial”, por su frase de “hagan una mafia para denunciar a fis-cales”.

Sumado a eso, el llamado a calificar servicios de otros cuatro generales por omisión en funciones de control sobre contrataciones y desempeño en sus cargos mantiene un debate a favor y en contra del remezón en la cúpula militar.

El general Manuel Guzmán Cardozo, quien era subcomandante del Ejército, coincidió con Barrero en que su retiro fue una “decisión política”, pero consideró in-justa su salida y los motivos expuestos.

Según Guzmán, el ministro de Defensa le dijo que salió por falta de resultados en el control de los centros carcelarios de militares detenidos y acusados de delitos como los “falsos positivos”. Insistió en que “no estaba comprometido en absoluta-

mente nada ni en irregularidades”.El remezón es visto por algunos di-

rigentes políticos y analistas como un mensaje de cero tolerancias del Gobierno a focos de corrupción y violaciones de derechos humanos.

“El presidente no tenía otra al-ternativa. No podía mantener a un ge-neral que había tenido esas expresio-nes con un sindicado de homicidio”, aseguró el analista León Valencia. Para el politólogo Camilo Posso, “con esta caso el Presidente espera tener una cúpula más afín a la estrategia hacia la paz y salir de elementos dentro de las Fuerzas Militares que podrían tener un malestar hacia las negociaciones, al igual que, un saneamiento a irregularidades denun-ciadas”.

Otros analistas advierten que el Gobierno y la nueva cúpula tienen el reto de mantener la unidad y moral de las Fuerzas Militares, debido al liderazgo que tenían oficiales como el general Barrero entre oficiales y las tropas que combaten.

Teresa RomeroTel 3450511 ext 118

Cel [email protected]

TOURS ACORE 2 0 1 4

Salidas programadas a los siguientes destinos:

LA GUAJIRA

21 AL 26 MAYO 5 NOCHES 6 DIAS

RUSIA ESCANDINAVIA, FIORDOS, PERLAS DEL BALTICO15 AGOSTO AL 07 SEPTIEMBRE22 DIAS

CUBAHABANA Y VARADERO

05 AL 12 JUNIO7 NOCHES 8 DIAS

LETICIA23 AL 28 DE JULIO5 NOCHES 6 DÍAS

“Al general Barrero, comandante de las FF.MM.,

lo sorprendieron con la transcripción de una

conversación realizada hace más de dos años con un antiguo subordinado”.

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23Edición 537

No es La Habana, es ahora y será el después…Mayor GeneralRICARDO RUBIANOGROOT ROMÁN

Es común que se piense como fundamental para el fu-turo del país lo que los pleni-potenciarios del Gobierno y los negociadores de las Farc, están pactando, negociando o acor-dando en La Habana, pero esa no es la realidad.

Lo que realmente nos debe preocupar y en lo que debemos estar vigilantes y tomar posicio-nes, es a los acontecimientos y hechos que transcurren en este momento, ahora en el escenario de Colombia y la forma en cómo se van a convalidar los acuerdos en el futuro.

Son tantas las manifesta-ciones cotidianas que pasan de forma inadvertida; esos acon-tecimientos indefectiblemente tienen una relación y efecto so-bre lo que será el destino y fu-turo de Colombia.

Prácticamente a diario evi-denciamos expresiones y unas posiciones permisivas de lo que debe ser, según la Fiscalía, la aplicación de la justicia tran-sicional para los guerrilleros; se une a esas expresiones al-gunos congresistas, colectivos de abogados, especialmente el Alvear Restrepo, que promul-gan e insisten frecuentemente que los miembros del Estado integrantes de la Fuerza Pública son quienes deben ser juzgados, mientras que los guerrilleros y sus acciones, son solamente una respuesta al terrorismo de Estado, por lo que esos militan-tes debe tener un tratamiento especial.

Se presenta como un apoyo y resonancia a las expresiones citadas, sentencias y fallos de la ONU, algunas ONG, las altas cortes, documentos y escritos como la directiva de análisis y contexto publicada por la Fiscalía, textos extensos como el de la Memoria Histórica con su elocuente título ‘Basta Ya’, que desdibujan la realidad del actuar de la Fuerza Pública; todos estos eventos del actual acontecer colombiano que pu-eden pasar desapercibidos para muchos, no son otra cosa que el acondicionamiento de la conciencia colectiva que ante la lluvia de expresiones, escritos y manifestaciones están prepa-rando en forma lenta pero con-stante el imaginario social para que nuestra sociedad termine admitiendo y aceptando lo que tanto se pregona y por equi-parar a bandidos con los defen-sores del Estado, incluso que los primeros no tienen responsabi-

lidad alguna por actuar según ellos, en defensa de la sociedad ante las irregularidades del pro-ceder del Estado; ante esa acu-mulación e insistencia de pu-blicaciones, algunos terminaran por admitir que los acuerdos se deben hacer como se está difun-diendo, es decir con tolerancia excesiva a los guerrilleros.

Cuando el Procurador, re-presentante de la sociedad, al-gunos líderes de la oposición o un ciudadano del común re-flexiona y coloca una posición sobre la forma en que se está acordando en la mesa, se lo qui-ere confinar y acallar tildándolo de contrario y antagonista de la paz; acaso todo el que no opina como el Gobierno está contra él. No necesariamente. Sucede que existen opiniones e inteligen-cia para disertar y colocar sen-tires y puntos de vista que bien pudiera coadyuvar a corregir un rumbo que se avizora no es el apropiado. No dejar opinar y atacar sistemáticamente, es ma-nipulación.

De otro lado la contienda electoral que se avecina es un ingrediente más para que los acuerdos lleguen a toda costa y en cualquier forma a su fin, sin importar su contenido y las consecuencias para la Nación. Hoy los Partidos están comple-tamente desdibujados en su verdadero proyecto y su función política, recurren a toda clase de artificios como los que se pue-den certificar en los hallazgos divulgados ampliamente de manejos económicos dudosos y entrega de posiciones laborales que solo buscan una ventaja y fin específicos, cambiar mentes y buscar apoyos en la disputa electoral; hoy día prevalecen los intereses por dádivas y posicio-nes de unos pocos, los integran-tes de las diferentes tendencias políticas se alinean más por los beneficios individuales que por las ventajas para la colectividad o del país, ello también permea y hace mella en lo que se logre por la mal llamada Mesa de Unidad Nacional que bien po-dría llamarse Mesa de Interés Laboral, en el proceso de la isla.

Todo ello sin mencionar cómo se maneja una imagen fic-ticia de una solidez que no ex-iste en los Partidos, prueba fe-haciente de ello está las recien-tes convenciones adelantadas. Una vez más manipulación al imaginario público y presentar una realidad simulada.

La actual justicia colombia-

na venida a menos, con jueces, testigos falsos, sentencias y tu-telas, también está haciendo su papel en la mentalización de la colectividad; solo como ejem-plo se cita lo que acontece con el caso Petro, alcalde de la capi-tal, y la sentencia para expulsar o reubicar cuarteles militares y estaciones de la policía de los cascos urbanos; si en el caso del burgomaestre se toma una ac-ción diferente a la destitución, ello traería graves consecuen-cias para el Estado de Derecho, se está dejando de la lado in-cluso lo estipulado en nuestra Carta Magna, bien podría to-marse como ejemplo y exigen-cia en el proceso. De otro lado, si se confirma el fallo de trasladar los cuarteles se estaría dando la impresión que son los milita-res y policías los responsables de las muertes de pobladores civiles y no la guerrilla por sus actos atroces, es decir se sigue desdibujando la realidad; esos casos y otros más, bien pare-cen acomodados y manipula-dos para favorecer intereses sombríos y repercuten de igual forma en el devenir de las nego-ciaciones y en la preparación de la psiquis de los ciudadanos.

Con una constancia digna de imitar es habitual escuchar un interlocutor de la Guerrilla presentando posiciones y lo que ellos consideran debe ser el des-tino de los acuerdos, por otro lado el Gobierno manifiesta que solo lo que está en la agenda es lo que se está ventilando en la mesa, pero sorprendentemente vemos en las pocos comunica-dos conjuntos que mucho de lo expresado inadvertidamente por los interlocutores citados, si se ha tenido en cuenta en lo que se pacta, varios ejemplos hay en lo ya acordado tanto en el punto número uno y dos ya publicados.

Finalmente, en lo que hoy ocurre aparece en el escenario una prensa sesgada, ligera, sin profundidad y en algunos casos irresponsable; bien vale la pena citar el sonado caso de inteligen-cia denominado Andrómeda, publican sin profundizar, afir-man, se forma la revuelta y fi-nalmente como consecuencia de ello destituyen hipotéticos responsables, difícilmente rec-tifican su error; lamentable unos informativos noticiosos de ese calibre que solo divulgan lo que el Gobierno les dicta; no es la prensa que necesitamos, pre-cisamos de una seria, objetiva, realista; lo cierto es que al final los ciudadanos de esta Nación estamos mal informados, es-tamos siendo manejados sin percibirlo, no conocemos lo que realmente acontece.

Como segundo tema quiero

acentuar como se va a validar en el futuro lo acordado en la mesa.

Lo primero que debemos en-tender es que en La Habana so-lamente se están planteando los enunciados de unos temas acor-dados, pero el tema en si no se ha desarrollado, ello será tarea en algunos casos del Congreso y en otros de comisiones y comi-tés de expertos como esta men-cionado en varios de los puntos del segundo tema ya finalizado ‘Participación en política’.

¿Cuál es el riesgo? como sabemos, cada uno de esos temas tendrá que llevarse para el caso del Congreso, como un proyecto y será debatido en las dos cámaras, sometido a toda clase de reformas y conceptos, se corre el peligro que termine completamente diferente e in-comparable al espíritu plantea-do en la mesa de negociación. Claro ejemplo de ese proceso, fue el Fuero Militar, o la reforma a la justicia, que sufrieron en los debates toda clase de modifica-ciones, excesos y finalmente se postraron.

Cuando se discuta y someta a las diferentes comisiones de versados, tendrá el inconveniente también que no se haga un segui-miento y una divulgación a la ciudadanía como corresponde, que se desdibuje el concepto por el cual se planteó el acuerdo y se le agreguen compromisos que en ninguna circunstancia se admitieron en la mesa; el traba-jo tesonero y constante de nego-ciadores del Gobierno se habrá perdido.

En uno y otro caso consoli-dar esos temas tiene la posi-bilidad que en el Legislativo o en los comités, se politice, ello será un dilema pues terminará siendo objeto de provechos y orientación particular, otro peli-gro que se prevé es se recurra una vez más a ardides económi-cas o de posiciones que termi-nen doblegando la voluntad de quienes tienen la responsabi-lidad de decidir, ejemplos re-cientes de ello son palpables hoy día.

Todos los Colombianos de bien debemos estar preocupa-dos, conscientes que hoy nos están diseñando, moldeando una realidad que no es y más adelante sin que podamos hacer mucho, se va a pactar y definir lo que nos corresponderá vivir.

¿Cuál es el país que quere-mos?

Es hoy y ahora que se está modelando el país del mañana, no podemos ser pasivos e in-diferentes ciudadanos, aquellos que tienen posiciones de poder deben fijar posiciones, el resto opinar en forma consiente, así debe ser, si no queremos lamen-tarnos mañana.

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24 Marzo de 2014

La inteligencia es un trabajo tan sucio que sólo las manos más limpias la

pueden ejecutarMayor General JUAN SALCEDO LORA

La situación de Colombia a principios del año 1991 era difícil. Complicada. Una serie impresionante de atentados contra el Estado en sus múlti-ples manifestaciones estaba en boga. La autoría de los atenta-dos terroristas eran las Farc y el Eln, actuando coordinadamente contra centrales de energía eléctrica, puentes importantes, oleoductos, sistema de radares de la aeronáutica civil en fin, todo cuanto estuviera al alcance de los explosivistas, término ad-judicado en las organizaciones armadas ilegales a los expertos en fabricar tales artefactos ex-plosivos.

En el Comando General de las Fuerzas Militares se diseñó un plan para contrarrestar la agresiva acción subversiva, de-satada como reacción al ataque de las Fuerzas Militares a Casa Verde, reducto de ‘Tirofijo’, el 9 de diciembre de 1990.

El plan, debía ser expuesto ante el Consejo de Ministros, presidido por el Presidente César Gaviria Trujillo. De la can-tidad estimada para lo que se consideró necesario, una buena proporción estaba destinada a reforzar las organizaciones de inteligencia militar, policial y civil del Estado. Fue aprobado todo y meses más tarde se du-plicó el presupuesto que desde el primer instante se consideró

corto para atender la emergen-cia. El ministro de Hacienda, Rudolf Hommes, preocupado por el uso de los recursos pre-guntó sobre los controles a lo destinado para inteligen-cia, el jefe de Inteligencia del Estado Mayor Conjunto, general Manuel José Bonett, respondió con acierto “La inteligencia es un trabajo tan sucio que sólo las manos más limpias, pueden eje-cutar”, agregando que la frase se le atribuía al famoso hombre de Inteligencia alemán, el almiran-te Canaris.

La respuesta al esfuerzo fue una impresionante producción de Inteligencia, encabezada por la Armada Nacional, gracias al manejo apropiado de los apara-tos electrónicos nuevos recién adquiridos. Las otras fuerzas igualmente respondieron en la medida que asimilaron las nue-vas tecnologías. Veníamos de la agonía en cuanto a recursos y se alcanzó el éxtasis, con la operación Jaque, inigualada en el mundo por la concepción es-tratégica, el uso de tecnologías avanzadas y el alto profesion-alismo de quienes planearon y ejecutaron la operación. Han pasado 23 años y aquel inicio feliz, más los esfuerzos en los gobiernos Pastrana y Uribe, permitieron mejorar las tec-nologías adquiridas, cada vez más costosos, pero cada vez más eficaces. Hoy se cuenta con drones, de tecnología más avan-zada que los adquiridos inicial-

mente y en el amplio campo del uso de inteligencia humana y tecnología podemos exclamar que nos sentimos más seguros.

Los generales Ricardo Zúñiga y Jorge Zuluaga, dijo casi toda la prensa del país, cayeron por chuzadas. Frases cortas, mentiras monstruosas. Semana comenzó la escandalosa men-tira y los demás medios incu-rren en ella. Todos a una, como en Fuenteovejuna, gran espe-ctáculo teatral. Ni chuzadas ni caídas. Hoy los mismos medios cuestionan a Semana por im-prudente, por precipitada, por escandalosa.

La razón de lo anterior es una, “La inteligencia es un traba-jo tan sucio que sólo las manos más limpias, pueden ejecutar” y las manos de Zúñiga y Zuluaga son limpias, tal como su histo-rial, como sus antecedentes, como lo demostraron en otras operaciones de inteligencia de altos quilates y sobrada ética.

Las operaciones de inteli-gencia se ejecutan bajo dos criterios, en forma abierta y en

forma cubierta, algo dijo sobre ellos el propio fiscal General de la Nación, Montealegre. Todos quieren saber o presumir que saben sobre la segunda, por ello algunos medios andan a la ca-cería de brujos de inteligencia a cubierto. Se rasgan las vesti-duras porque el Presidente no conoce todas las ejecutorias, o lo propio le endilgan al Ministro de Defensa, imposible saberlo, son tantas las realidades de un país en serio conflicto armado, preñado de terrorismo, con tantos enemigos internos y ex-ternos, que podría decirse que cada día trae su angustia para los expertos de la inteligencia estratégica o de la inteligencia táctica. Se usa la Inteligencia abierta en alto porcentaje, pero se acude a la cubierta cuando es estrictamente necesario y no es a base de chuzadas ilegales como se trabaja. Hay manos limpias, escrupulosos en la eje-cución y en la dirección.

Quienes piden que ruede la cabeza del Ministro de Defensa, anhelan que no exista u opere la

inteligencia estatal, obvio, están casi siempre comprometidos con los violentos, son afines a su causa o, a lo mínimo, son en-carnizados simpatizantes.

Aclaradas las cosas, después del vendaval causado por Semana, quién sabe si allá en ese medio rodarán cabezas, es lógico pensarlo, porque las responsabi-lidades del medio son inmensas y cuando hay fracasos exigen disciplina, control y ética.

En buena hora el coman-dante del Ejército, general Juan Pablo Rodríguez, manifestó a los medios que “Las agencias de inteligencia están autoriza-das para realizar actividades a cubierta (...) no son solamente aquí en Bogotá, sino en toda Colombia”. Aclaró igualmente, que en ningún momento se die-ron órdenes de hacer escuchas ilegales. De otra parte, con sa-bia advertencia el Presidente Santos defendió “el uso legal de la inteligencia” como mecanis-mo “absolutamente necesario del Estado para defenderse de sus enemigos”.

Ciudadanos con mordaza

27 - 0 2 -14 e ld ia r io.com.co/ Oscar A lber to D íaz García

El militar colombiano no tiene derecho a hablar; ni si-quiera para defenderse de in-justicias. El rechazo a la morda-za es un sentir colectivo en los integrantes de la Fuerza Pública. No olvidemos que cada policía y cada soldado es también un ciu-dadano no solo con deberes… también con derechos.

El tema de la mordaza que la Constitución les tiene puesta a los hombres en armas es muy sentido, pues a estas alturas del siglo XXI, Colombia es de los po-cos países que no considera legal otorgarle a los defensores de la soberanía nacional y del orden interno, todos sus derechos. En Suramérica se han introducido

las reformas del caso para esta-blecer el voto como un derecho del personal uniformado. En América del Norte y en Europa, los militares y policías van a las urnas sin distingos, ni discrimi-naciones de ninguna índole.

En Colombia, además de negarle al uniformado su derecho al voto, la mordaza que nace de temores infundados también le ha castrado la con-ciencia. Nuestro país es la única democracia en la cual expresar una opinión puede ser un delito.

La declaración Universal de los Derechos del Hombre, en su Artículo 19, dice a la letra:

“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expre-

sión”. Y nuestra carta en el Artículo 20 también consagra la libertad de conciencia y expresión. Sin em-bargo, más adelante en el Artículo 216, dispone que la Fuerza Pública no sea deliberante; y hemos acep-tado esta contradicción.

Deliberar es pensar y expre-sar el pensamiento por parte de un ciudadano. Pero los colom-bianos que portan el uniforme no tienen el derecho sagrado a la libre expresión de sus ideas, así sean propias del servicio a la patria, o para defender la subsistencia institucional. La debida obediencia implica que una vez discutidos los temas, el superior en jerarquía asume la responsabilidad por la toma de

sus decisiones y los subalternos han de cumplir tales órdenes, siempre y cuando se ajusten a la moral, la ética y las leyes de la República. Pero eso no implica el silencio ante el exabrupto.

La no deliberación impide que un soldado defienda su honor; y un general es un sol-dado que inicia su carrera como subteniente, y expone su vida al lado de sus subalternos durante muchos años. Hoy para defen-derse de los ataques arteros debe abandonar su carrera. El general Barrero es el ejemplo más recien-te, pues la revista Semana enlazó una conversación privada de hace dos años de ese general, con un coronel preso.

5:00 p.m.

12 de marzo

próxima fecha 9 de abril

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25Edición 537

Operar sin inteligencia: un total imposible: BG Ruiz

07- 0 2 -14

Radio SuperLaHora de la Verdad/

entrevista Fernando Londoño Hoyos

En entrevista con Fernando Londoño Hoyos, en el programa La Hora de la Verdad, el presidente de ACORE, BG Jaime Ruiz Barrera, dijo que en un pronun-ciamiento de la Reserva Activa se detalló con suficien-tes argumentos y razones el porqué de nuestra indig-nación frente al escandalo periodístico con el cual se quiere desprestigiar al ejército nacional.

General Jaime Ruiz Barrera, usted que fue militar, que vivió como militar, que obró como militar durante tantos años, dígame ¿cómo habría podido operar alguna vez sin inteligencia?Eso es un total imposible, la inteligencia es la que pro-porciona la información que se requiere para el pla-neamiento y la ejecución de las operaciones. En nuestro caso particular si tenemos un Ejército profesional del prestigio y la magnitud con el que contamos, el mejor de la región, el mejor de América, sin duda alguna, no podría serlo sino hubiera sido, precisamente, por esa eficiencia de la inteligencia militar.Es mucho lo que le debe el país a la inteligencia mili-tar. Son muy pocos sus integrantes, pero esos cuantos pocos es mucho lo que han logrado en importantes resultados. Están en el anonimato, son de bajo perfil. Por razones obvias, debe ser así. Sin embargo, inexpli-cablemente desde la Fiscalía General nos dan en este momento un golpe mortal a la moral institucional, a la moral de las tropas, a su voluntad de lucha. Eso de atacar alevemente a una respetable Institución como la nuestra, argumentando cuestiones no ciertas, no com-probadas o sin verdad jurídica tal como se difundió de manera malintensionada, resultó posteriormente de-mostrado que nada de eso era ilegal y que por tanto se estaba obrando dentro del marco de la constitucionali-dad. Por esta razón es que este bochornoso escandalo mediatico ha generado la indignación institucional, cir-cunstancia que nos obliga a defender a nuestro ejército nacional, a la inteligencia militar, y a las normas lega-les que rigen su misión institucional. Es cuestión de ética y dignidad. Por eso vimos en el día de hoy como los excomandantes del Ejército se solidarizaron con el comandante actual para expresar su rechazo por toda esta infame persecución cuyo único objeto es el de bus-car la desmoralización institucional y proporcionarle ventajas al enemigo con el cual se enfrenta.Así como se allanó recientemente la Procuraduría y la Contraloría General de la Nación, con fines no suficien-temente claros; también habia que hacer algo similar con la inteligencia militar. Fue así como también llega-ron a los archivos operacionales del Ejército y de la in-teligencia militar, buscando en forma urgente cualquier indicio que les permitiera probar supuestas conductas sistemáticas de carácter institucional violatorias de los derechos humanos. Para este propósito ya se habia creado al interior de la Fiscalia una inmensa y pode-rosa organización, que bajo la denominación de Unidad de Contexto Nacional, pretende conseguir elementos probatorios para determinar supuestos crimenes de estado, como política de los máximos responsables de la Fuerza Pública, respecto a las ejecuciones extraju-diciales o mal llamados falsos positivos, en que algu-nos de sus miembros se encuentran involucrados. Por esta razón, desde las reservas estamos indignados. Las FF.MM. y la Policia Nacional también están indignadas. Respaldamos a todos los comandantes de las distintas instituciones castrenses, a su alto mando y al actual Ministro de Defensa como responsable de esta cartera.Dígame si a estas alturas un general de inteligencia se hace de la noche a la mañana. Llega una orden del alto mando militar que diga que a partir de mañana un infante pasa a ser de Inteligencia y Comandante

de este servicio¿Eso es así de fácil?No es fácil hacer un soldado, no es fácil hacer un co-mandante, no es fácil hacer un especialista, y mucho menos no es nada fácil formar un hombre y un buen agente de Inteligencia. Para lograr esto hay que vivir grandes experiencias, hay que recoger muchas enseñan-zas. Esta tarea tiene infinidad de sorpresivas variables. Los buenos resultados dependen del ingenio, la habili-dad y la capacidad de engaño que pueda tener el hom-bre de Inteligencia para poderse infiltrar o penetrar la organización o blanco objetivo sobre el cual se requiere información. Todo esto conlleva mucho riesgo, mucho tiempo, y mucho ingenio. No es nada fácil formar de la noche a la mañana un especialista de inteligencia y mucho menos comandantes o jefes que debe ejecutar u orientar esta dificil tarea. ¿A propósito de los dos generales del Ejército que fueron separados definitivamente de la Inteligencia Militar; a ellos no los cubre el homenaje o recono-cimiento que le están haciendo al comandante del Ejército?. ¿A estos dos hombres que por cumplir con su deber están siendo tratados como crimina-les en la prensa del país?.El homenaje o reconocimiento es a todo el Ejército, a sus hombres de inteligencia, a sus soldados, a sus com-batientes. En el pronunciamiento de la reserva activa detallamos con suficientes argumentos y razones del porque de nuestra indignación, la cual compartimos con quienes ahora portan el mismo uniforme. Esto fi-nalmente obligará, al menos por razón ética y moral, a que en un futuro no lejano, se pronuncie el Fiscal General de la Nación y funcionarios de la rama judi-cial y publicamente pidan perdón a sus FF.MM. y al país por estas graves actuaciones que tanto daño le están causando a nuestra institucionalidad. Esta sería una obligante reparación ética y moral. Si seguimos así, tengan la certeza que en un tiempo no lejano, no habrá quien defienda y se juegue la vida por este país. Esto sería muy peligroso. Ojalá que esta gran afrenta que se le hace a nuestro Ejército Nacional sea oportunamente corregida.Hay que reestructurar todas las operaciones y to-das las actuaciones del Ejército que se desprenden de esa labor de Inteligencia… El daño es muy grande, sin embargo siempre hay planes de contingencia. Supongo que nunca se pensó que la agresión vendria de las mismas instituciones del Estado. Se esperaba que fuera de otros frentes adversos que se identifican como enemigo. Era lo más razonable y obvio. La contrainteligencia es la que proporciona las medidas de seguridad apropiadas para proteger la in-formación y las diversas actividades de inteligencia.El señor Presidente de la República tenia razón cuando hablaba publicamente de fuerzas oscuras en esta tra-ma. Estas sin lugar a dudas corresponden a la extrema izquierda radical que simpatiza con las organizaciones terroristas o que de alguna manera tienen vínculos constantes por razones o intereses de orden político. Estas fuerzas oscuras hicieron su habilidosa tarea uti-lizando la revista semana como su mejor herramienta. Las falsas imputaciones que fueron utilizadas no les dio resultado porque existe una ley que permitia moni-torear el espectro electromagnetico y utilizar cualquier tipo de fachada para encubrir sus actividades legitimas. Lo más preocupante en este momento es que los fun-cionarios que tengan a su cargo la revisión de los com-putadores incautados a la inteligencia militar, sean lo suficientemente confiables para evitar su manipulación y sobre todo para que en un momento dado manos ex-trañas puedan introducir o sembrar información que sea util para justificar el montaje fallido.

Las Fuerzas Militares han neutralizado a 128 guerrilleros en

el 2014

El comandante de las Fuerzas Militares, general Leonardo Barrero resaltó los resultados logrados por las Fuerzas Militares en la neutralización de guerrille-ros en lo corrido del año.

El oficial presentó un balance de la actuación de las Fuerzas Militares durante el 2014, en donde resaltó la neutralización de 128 guerrilleros de las Farc y el Eln, incluyendo desmovilizaciones. Sólo en Arauca se repor-taron 17 de estas neutralizaciones.

El comandante resaltó estos resultados, al tiempo que entregaba el balance preliminar de los combates realizados por la Fuerza Aérea y el Ejército Nacional en Tame (Arauca) que dejan hasta el momento 16 gue-rrilleros abatidos. El general Barrero aseguró que estos 16 subversivos tenían la intención de atacar a Puerto Rondón.

En el momento las autoridades reportan 14 guerri-lleros muertos, uno más capturado y otro que después de los combate se entregó voluntariamente en la es-tación de policía de Betoyes, en este departamento.

Los combates empezaron en la noche del pasado sábado 18 de enero, con un bombardeo de la Fuerza Aérea a un campamento de la columna móvil Alfonso Castellanos del frente la 10 de las Farc, en la vereda Las Nubes, municipio de Tame.

Por su parte el comandante de la Fuerza Aérea, gen-eral Guillermo León, destacó la actuación de los pilotos y las distintas aeronaves utilizadas en el operativo.

“Hubo al menos tres tipos de aeronaves utilizadas en el enfrentamiento y el uniformado que salió herido está fuera de peligro y se ha reintegrado a sus labores”, Indicó León.

El comandante de la Armada, Almirante, Hernando Wills, exaltó la labor de la Inteligencia y el cambio de las dinámicas durante las operaciones.

“La colaboración entre las Fuerzas y el apoyo en las operaciones, ha permitido lograr acciones contunden-tes y coordinadas” concluyó el Almirante.

Cierre de EdiciónPERIÓDICO ACORE

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DE MARZO

2 0 - 01- 2 014

Co lprensa

Page 26: Edición 537 Marzo 2014

26 Marzo de 2014

El Ejército no está corrupto 17 - 0 2 -14 El T iempo/General Álvaro Valencia Tovar

2 0 - 0 2 -14 El T iempo/General Álvaro Valencia Tovar

En doscientos años de historia desde el 23 de julio de 1810, cuando fue creado por la Junta Suprema, tres días después del grito de independencia lanzado en la Plaza Mayor de Santafé, había sufrido una crisis institucional como la que estremece hasta sus cimientos la más aceptada y confiable de las entidades gubernamentales del país, según encuestas realizadas por firmas prestigiosas propias e internacionales. Hiere y ofende que hoy se le señale con índice acusador con el cargo de corrupto,

por culpa de un minúsculo grupo que se dejó tentar por el dinero fácil que corre las entrañas de nuestra clase dirigente. Quienes en años recientes vestimos el uniforme militar, de pie sobre el pedestal inconmovible del honor que es la esencia de nuestras Fuerzas Armadas, y portamos al hombro el fusil que es la próspera herencia de la antigua y magnánima lid, llevamos en él dos siglos de gloria como canta el himno de la Infantería Colombiana.

Tachar de corrupto a un ejército de más

de cuatrocientos mil hombres y mujeres es cometer una tremenda injusticia, con la cual se golpean la moral, la voluntad de servicio y la disciplina. Es esa la forma de corresponder se preguntarán a nuestros esfuerzos y sacrificios, desvelos y peligros por proteger sus vidas, bienes y tranquilidad contra criminales y desalmados de todos los pelajes, a tiempo que permanecen en permanente alerta frente a amenazas externas reales o potenciales.

El pasado 20 de julio, ante el desfile

Comunicado del General Leonardo Barrero, comandante General de las Fuerzas Militares

Mi retiro se produce por un infortunado episodio

“El día de hoy paso al retiro con la frente en alto y mirando al pueblo colombiano, después de 39 años de portar con orgullo el uniforme camuflado, sirviendo al país, a mis Fuerzas Militares, en especial, a mi Ejército Nacional, salgo con la tranquilidad y satisfacción de haber actuado en el marco de los principios y valores que rigen la vida militar.

Mi retiro, que obedece a una decisión política, se produce por un infortunado episodio, relacionado con una conversación privada de hace dos años, con un oficial subalterno sindicado, más no condenado, por el delito de homicidio, quien me manifestó su inquietud por un presunto montaje en contra suya, y ante la gravedad de lo comentado, empleé expresiones inapropiadas, por lo cual reitero mis disculpas al ente investigador.

En relación con las denuncias por pre-

suntas irregularidades en procesos de contratación del Ejército, espero que los señores oficiales mencionados en las gra-baciones puedan ejercer su derecho a la legítima defensa y al debido proceso, como todo ciudadano, pues esa es una condición inalienable, aun siendo militares.

A los integrantes de las Fuerzas Militares, verdaderos pilares de la democ-racia, les pido que continúen adelantando las operaciones ofensivas que permitan neutralizar las amenazas que se ciernen sobre Colombia, pero que, igualmente, continúen trabajando por el fortalecimien-to de vínculos con las comunidades, con todos los sectores sociales, económicos y empresariales, en particular con aquellos habitantes de lejanas áreas rurales, campesinos, indígenas y afro descendien-tes, comprendiendo que la construcción de confianza, de conceptos y lenguajes co-

¿Un Ejército corrupto?El Ejército debe seguir disfrutando de la confianza y credibilidad del campesinado, que con orgullo ve a sus hijos combatiendo por hallar la paz ansiada.

En los doscientos años de historia, nadie, nunca, había osado llamar corrupto al Ejército de Colombia. Que ahora se haga por la prensa, la radio, la televisión, hasta por los partidos políticos, es algo que lastima el alma, hiere profundamente el mundo afectivo en el que los militares nos formamos y vivimos sobre el pedestal inconmovible del honor.

Aun descartando el agigantamiento de los hechos cotidianos al que nos hemos habituado en la lectura y la visión de nuestro periodismo, y el morbo que satura los hechos de sangre, en particular si se realizan bajo impulsos pasionales, el contagio de la corrupción rampante que se viene adueñando de la sociedad nacional se ha introducido también en segmentos de nuestra fuerza pública. Esto es el clímax de un fenómeno que se

viene desarrollando en nuestra sociedad a lo largo de los últimos decenios del siglo XX y ominosas proyecciones al XXI.

Quien haya vestido con dignidad y decoro el uniforme patrio siente el sonrojo y la vergüenza de ver el ademán despectivo al mostrar con índice acusador a los gestores del pillaje. La generalización que, al igual que al sacerdocio, abarca a las instituciones religiosas y castrenses. ¿Injusto? Sin duda. Pero inevitable. Si un soldado o un cura transita por las calles, sabe que el viandante piensa si será uno de los culpables de la catástrofe institucional.

Al presenciar el desfile tradicional del pasado 20 de julio del 2013, sentí el orgullo y la emoción del palpar el cariño y la veneración que el pueblo bogotano tributó a su Ejército al paso marcial de sus ciudadanos en armas. Recibí del general Alejandro Navas Ramos el honor de comandar la agrupación de reservistas que encabezó el desfile. Vestí mi uniforme militar henchida el alma de emoción al recibir las ovaciones, aplausos

y vivas. No me uniformaba desde cuando asistí, al frente de veinte veteranos del Batallón Colombia al cincuentenario de la iniciación de la guerra desatada por Corea del Norte comunista con apoyo de la Unión Soviética y la China de Mao Tse-tung. Colombia, único país latinoamericano que acudió en defensa de la nación agredida, recibió reconocimientos especiales y mención repetida hacia sus tropas.

A lo largo de las cuadras anteriores a las tribunas, la gente aglomerada en los andenes veía en sus soldados toda una historia de sacrificado heroísmo. Esos sentimientos siguen latentes en el corazón de nuestro pueblo, y si en algo han languidecido por el desastre actual es preciso rescatarlos. Es el mayor reto que nuestros camaradas en actividad y nosotros en la reserva activa debemos enfrentar con éxito y férrea voluntad.

Se ha perdido una batalla pero no la guerra. El Ejército fraccionado sobre el territorio nacional debe seguir disfrutando de la confianza y

militar con que se conmemora el grito de libertad, pude medir en persona los sen-timientos de cariño, veneración y respeto cargado de entusiasmo que el pueblo bo-gotano siente hacia su Ejército. Habría que medir cuáles son ahora esas vibraciones emocionales y si han experimentado algún menoscabo con la feroz ofensiva desatada contra ese ejército amado y venerado. Si es así tenemos que recuperarlos. Se ha perdi-do una batalla, pero no la guerra, los reveses son arte de toda contienda armada. Lo vital es superarlos. Así tenemos que lograrlo en la situación actual. Unidos, con férrea y per-sistente voluntad.

munes no pasa por la imposición sino por el respeto y el reconocimiento mutuo.

Hoy nos encontramos inmersos en una coyuntura especial, un momento que hace necesario el fortalecimiento de lazos entre los hombres y mujeres del Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada y la Policía Nacional. Tengo la esperanza que, con la unión de esfuerzos y el compromiso que nos caracteriza, nuestra Institución no será objeto de negociación en escenario alguno, presente o futuro y bajo ninguna circunstancia.

Invito a los soldados de tierra, mar, aire y río de las gloriosas Fuerzas Militares de Colombia a continuar acompañando y apoyando la valiosa gestión del señor General de la reserva activa Jorge Enrique Mora Rangel, nuestro representante en la mesa de conversaciones de la Habana, quien con

dignidad y carácter afronta un reto que exige pleno compromiso institucional.

Deseo hacer un homenaje de gratitud a nuestras víctimas y desaparecidos, a quienes han ofrendado su integridad por más de cinco décadas, a sus viudas y sus huérfanos, cuya memoria debe quedar inscrita en piedra, como testimonio de su entrega y sacrificio.

Por último, agradezco a mis superiores, a los Comandantes de Fuerza, al Director de la Policía Nacional, a nuestros guerreros de la Reserva Activa, a los profesionales de la reserva, a los oficiales, suboficiales y sol-dados, a las familias militares que ofrecen a sus padres, esposos, hermanos e hijos, para ir al campo de combate y en especial a mi esposa, mis hijos, mi madre, hermanos y amigos, la especial dedicación y apoyo que permitieron que este viejo tropero con corazón llegara un día a ocupar la más alta dignidad de la vida militar”.

credibilidad del campesinado, que con orgullo ve a sus hijos combatiendo por hallar la paz ansiada. A la prensa le pedimos encarecidamente objetividad y sereno tratamiento a la crisis actual. No es justo que la inmensa mayoría de los hombres y mujeres no contaminados por la corrupción paguen el precio de los crímenes cometidos por una minoría de delincuentes que se dejaron tentar por el dinero fácil. El Ejército, y con él las Fuerzas Armadas, lleva en sus fusiles dos siglos de gloria, reza uno de sus himnos militares, como mandato de quienes conquistaron independencia y soberanía.

A la Fiscalía, que asumió la investigación penal, le pedimos hacerlo con imparcialidad, e igual solicitud le hacemos a la Procuraduría si realiza investigación disciplinaria. No sobra, pues ambos organismos de control no han procedido así en el pasado reciente. Recordemos lo que ocurrió con el Palacio de Justicia veinte años después de una cosa juzgada y absuelta por la Comisión de la Verdad.

Adelante, pues, soldados de Colombia. Su patria sigue viendo en ustedes la columna vertebral de la democracia colombiana.

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27Edición 537

Nuevos Asociados

Los siguientes oficiales y beneficiarias han ingresado como Asociados de ACORE:

Grado Nombre SeccionalSra. Elcira Valderrama de Arenas BogotáCO Ejc José Rafael Caicedo Prado BogotáSra. Marta Lucía Prieto González BogotáSra. Gloria Marina Leiva Ayala BogotáTC Ejc José Vicente Urbina Sánchez AntioquiaCO Ejc Juan Carlos Piza Gaviria AntioquiaMY Fac Jairo Lázaro Barrios BoyacáCO Isidro Ecthan Pérez Villalobos BogotáSr. Carlos Bejarano Cuellar Bogotá

Fallecidos

Grado Nombre SeccionalCT Ejc Hugo López Quintero Valle Del CaucaSra. Fabiola Marysol Soto de Salazar BogotáMY Ejc Luis Fernando Parada Martínez Norte SantanderCO Ejc Manuel Ernesto Cuestas Rodríguez BogotáCC Arc Augusto Castro Gutiérrez BolívarBG Ejc Ricardo José Medina Escobar BogotáCT Fac Jose Encarnación Rangel Jaimes Bogotá

Aporte Voluntario por Defunción - AVODE

AFILIACIONES FEBREROMartha Lucia Prieto Gonzalez

Auxilios Pagados por DefunciónFALLECIDOS BENEFICIARIOS VR.PAGADOCN José Encarnación Rangel Jaimes

Victoria Ortiz de Rangel $ 10’970.352Victoria Inés Rangel Ortiz $ 10’970.352

MY. José Alberto León Salcedo Olga Patricia León Arbeláez $ 21’832.564

BG. Ricardo José Medina Escobar

Edith Cadena de Medina $ 3’135.372Martha Clemencia Medina Cadena $ 3’135.372Manuel Alberto Medina Cadena $ 3’135.372Ricardo Medina Cadena $ 3’135.372Jorge Mario Medina Cadena $ 3’135.372German Medina Cadena $ 3’135.372María del Pilar Medina Cadena $ 3’135.372

Sra. Consuelo Soto de León

Isaías León García $ 3’119.321Consuelo León Soto $ 3’119.321Miriam Patricia León Soto $ 3’119.321Martha Lucia León Soto $ 3’119.321Luis Fernando León Soto $ 3’119.321Rodrigo León Soto $ 3’119.321Carlos Enrique León Soto $ 3’119.321

TOTAL $87’556.116

Se invita a los nuevos y demás afiliados que no hayan reclamado el certificado, acercarse a la Gerencia del AVODE,

para firmar el Certificado de Afiliación.

Aquellos afiliados a quienes por incapacidad de pago CREMIL no les esta haciendo el descuento correspondiente al AVODE,

se les informa que deben pagar por ventanilla en ACORE.

FEBRERO 2014Diccionario

de la coyuntura nacional

Brigadier GeneralADOLFO CLAVIJO

Chuzadas. Pinchazos trapaceros que la revista Semana y la Fiscalía le clavaron a la Inteligencia Militar. Época electoral. Periodo de tiempo durante el que los políticos pintan todo color de rosa escondiendo la realidad, la transparencia, la ética, la verdad, y sus propias incapacidades. Andrómeda. Restaurante de Galerías, en Bogotá, en donde se indigestaron la revista Semana y la Fiscalía masticando, inteligencia militar, chuzos de general, fachada a la brasa, chismes sudados, hackers al ajillo y sánduches desencriptados. Chuzada 2. Interceptación ilícita de llamadas telefónicas que nadie puede hacer so pena de ser procesado, con excepción de la revista Semana, que tiene vía libre para chuzar al que sea, sin ningún problema, con el fin de desacreditar instituciones.Transmilenio 1. Hacinamiento móvil de personas, con derecho a manoseo, toque toque e irrespeto a las damas.Transmilenio 2. Buses de transporte urbano que transitan por vías exclusivas, pavimentadas con la ineptitud, la incapacidad, la incompetencia, la desidia y el descomedimiento de sus directivos y de los funcionarios de la Alcaldía que tienen responsabilidades en este servicio.Una manita. Ayuda que el Consejo de Estado les da a las Farc al disponer que las estaciones de la Policía se ubiquen en áreas donde les quede más fácil atacarlas. Amenazas. Falacias que se inventan como caballito de batalla quienes, por ideologías políticas, buscan aparecer como perseguidos por el Estado; como víctimas del sistema. Voto. Papeleta que se deposita en una urna con la esperanza de que el elegido solucione necesidades del país pero que en la práctica no pasa de ser una cándida ilusión. Faltantes. En los inventarios de la administración de justicia hacen falta los siguientes elementos: moral, criterio, rectitud, ecuanimidad, imparcialidad, oportunidad, prontitud, decoro, dignidad, vergüenza, honestidad, probidad, escrúpulo, conciencia, amor patrio.

sede nacionalcll 70 no. 4 -24

INFORMES:3450511 EXT 105

Los martesa las 10:00 a.m.Talleres de yoga

en la sede nacional

Calle 70 no. 4 -24Informes

3450511 ext 105

CLASEsDE

PINTURA 2014

Taller Espiritualidad y vida

de

Sede Nacional ACORE: Calle 70 No. 4 -24 3450511 EXT 105

Próxima fecha: 19 MARZO

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28 Marzo de 2014

NTCG

1000

ISO

01 20

Por nuestras Fuerzas Armadas, para Colombia entera.

¿Sabía usted que cuando se retira de las FUERZAS ARMADAS es necesario realizar nuevamente el proceso de a�liación para cambio de categoría de activo a efectivo (O�cial en uso de su buen retiro)?

Apreciado Socio,

También:

Actualice sus datos: www.clubmilitar.gov.co Reciba bene�cios y pronto nos comunícaremos con usted.

O�cina Socios: 2 90 50 77 2222 / 2440

Mercadeo