economía y minería mexicana

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Revista de Indias, 2001, vol. LXI, nm. 222

ECONOMA Y MERCADO EN LA MINERA TRADICIONAL MEXICANA, 1873-1929*POR

JOS ALFREDO URIBE SALASInstituto de Investigaciones Histricas Universidad Michoacan de San Nicols de Hidalgo

En este artculo de estudia el comportamiento de la industria minera tradicional mexicana, de hondas races histricas, en un escenario internacional marcado por dos grandes depresiones: la de 1873-1874 y la de 1929-1932. Se destaca la modernizacin del aparato productivo, y se analizan las estrategias empresariales para sortear los escollos impuestos por el mercado internacional de metales (costos/beneficios) y la baja propensin de las grandes empresas productoras de plata y oro a la ampliacin del mercado interno. PALABRAS CLAVES: Mineria tradicional, crisis, depreciacin, empresas y mercado.

INTRODUCCIN La minera tradicional, la de los metales preciosos enclavada en la meseta central de Mxico, fue impactada por la depreciacin de la plata a partir de 18731874. Y aunque asumi diversos mecanismos que dieron lugar a formas capitalistas de produccin modernas, no logr superar los escollos que le impuso el mercado internacional de metales, sucumbiendo despus de la crisis de 1929, previos a la Segunda Guerra Mundial. En ese periodo y en el marco geogrfico que tuvo como eje a los centros mineros de origen colonial como Zacatecas, Guanajuato, Pachuca y Real del Monte, El Oro y Tlalpujahua, y otros, la investigacin se propone arrojar algunos datos sobre los problemas polticos, econmicos y sociales que modelaron el desempeo de las grandes empresas asentadas en las regiones de minera tradicional por espacio de casi medio siglo, y que abandonaran sus lugares de operacin y el pas en la dcada de 1930 empujadas por la Gran

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Trabajo realizado con financiamiento de CONACYT, Mxico. Nmero de referencia 29019-H.R. I., 2001, n. 222

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Depresin Mundial, dejando tras de s a antiguos centros econmicos sumidos en una profunda recesin de la que difcilmente se han recuperado. En el anlisis de esta problemtica, a partir de la valoracin de las empresas y el empresario en el proceso de desarrollo industrial de Mxico, se encuentra las relaciones entre empresa y mercado. Aunque en el centro del debate historiogrfico se localizan elementos externos (capital forneo, transferencia tecnolgica, dependencia del valor de la produccin de los precios internacionales, etc.), en este trabajo hemos querido privilegiar la relacin entre el proceso de mecanizacin y/o modernizacin de la planta productiva y la baja propensin de las empresas mineras a la ampliacin del mercado interno. LA INDUSTRIA MINERA Y LA DEPRECIACIN DE LA PLATA La produccin minera de Mxico registra a partir del ltimo cuarto del siglo XIX un progresivo desplazamiento de los metales de oro y plata por los minerales industriales, proceso que concluy hacia finales de la primera mitad del siglo XX con el predominio de los minerales industriales no-ferrosos y siderrgicos sobre los primeros. Desde entonces las exploraciones y explotaciones de estos minerales (cobre, plomo, zinc, hierro, carbn, etc.), que en ese tiempo pasaron a hacer el insumo bsico de la industria en los pases desarrollados, fueron desplazando progresivamente a la vieja minera de origen colonial basada en la monoproduccin de metales preciosos1. Ese fenmeno introdujo un nuevo perfil en la economa mexicana: la gravitacin de las actividades mineras sobre los minerales industriales y el desplazamiento geogrfico de la produccin, del centro al norte del pas, que oblig a una rearticulacin de las fuerzas del mercado interno as como a un cambio en la orientacin con el mercado de consumo y financiero internacional2. Cmo influy este fenmeno en aquellas regiones mineras de

1 Ese fenmeno denota el grado de relacin de la economa mexicana con respecto a los mercados internacionales, y los estrechos vnculos entre el comercio y la poltica. Angus Maddison ha estudiado esa relacin para el caso de Europa, y concluy que en el plano internacional el perodo que va de 1913 a 1950, el comercio result desfavorablemente afectado por el incremento de los aranceles, las restricciones cuantitativas sobre los productos no agrcolas y los controles de divisas. Angus MADDISON, Historia del desarrollo capitalista. Sus fuerzas dinmicas. Una visin comparada a largo plazo, Barcelona, Editorial Ariel, 1991, p. 110. 2 En esos aos Mxico, y el mundo entero, vive el fin de la confrontacin blica y las difciles condiciones de posguerra. Como en otras latitudes del continente, los acadmicos vuelcan sus interrogantes al pasado en busca de claves y respuestas a los problemas de posguerra, pero tambin, y de manera creciente a los nuevos horizontes de desarrollo econmico y acumulacin de capital. Luis CHVEZ OROZCO, Historia econmica y social de Mxico. Ensayo interpretativo, Mxico, Ediciones Botas, 1938, pp. 8-149; del mismo autor, Pginas de la historia econmica de Mxico, Mxico, Ediciones de la Oficina de Mquinas de la Secretara de Educacin Pblica, 1937, pp. 2777; Miguel OTHN MENDIZABAL, La minera y la metalurgia mexicana, Obras Completas, Mxi-

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Mxico estructuradas a partir de la explotacin de los metales de plata y oro? Cul fue la estrategia que asumi el Estado mexicano para esas regiones de minera tradicional histricamente atadas al modelo que entraba en crisis? O en todo caso, debemos buscar en el mercado interior la responsabilidad para explicar la debilidad de las empresas, o en las empresas su incapacidad para ofrecer productos en masa a precios econmicos? Las preguntas aluden no slo a los profundos cambios estructurales en el tipo de modelo econmico vigente, sino tambin al origen, naturaleza y evolucin de ese modelo econmico sustentado bsicamente en dichas actividades, y cuyas races podemos encontrar en las modalidades de articulacin temprana de la economa de la Nueva Espaa al mercado internacional3. Este patrn de comportamiento de la economa no se modificara durante el Porfiriato, y lo que parece paradjico, tendi a afianzarse con ayuda de las polticas liberales y modernizadoras emprendidas desde el Estado, cuya base y xito fue canalizar recursos de capital frescos del exterior, ms que del interior mismo, hacia las zonas mineras deprimidas por la depreciacin de la plata. El resultado fue un acelerado proceso de modernizacin del aparato productivo por la magnitud de las inversiones que los empresarios privados tuvieron que realizar para adquirir y explotar fundos, instalar plantas de cianuracin, concentradoras y de fundicin, sin parangn en la historia de la minera mexicana, que alterara el modelo econmico social de la minera instituido en la poca colonial en tres de sus aspectos bsicos: en la estructura y los sistemas productivos; los patrones de propiedad y los efectos sociales del desarrollo minero, pero no sus vnculos con la suerte del mercado mundial de metales que transitaba ya hacia una demanda y consumo industrial de los minerales no-ferrosos y siderrgicos4.

co, 1946, Tomo V, pp. 25-27; Modesto BARGALL, La minera y la metalurgia en la Amrica Espaola durante la poca colonial, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1955; Genaro GONZLEZ REYNA, Minera y riqueza minera en Mxico, Mxico, Monografas Industriales Nm. 2, Banco de Mxico, 1944; Manuel GONZLEZ RAMREZ, Riqueza minera y yacimientos minerales de Mxico, Mxico, Consejo de Recursos no-renovables, 1956. 3 Pedro PREZ HERRERO, Plata y Libranzas. La articulacin comercial del Mxico borbnico, Mxico, El Colegio de Mxico, 1988, pp. 18-19. A lo largo de ms de tres siglos, de mediados del siglo XVI al ltimo cuarto del siglo XIX, los metales preciosos, en especial la plata mexicana, fue profusamente utilizada como medio de intercambio dentro y entre los pases europeos, as como en el comercio con el Medio y Lejano Oriente. En ese tiempo, la funcin de la plata fue esencialmente monetaria. Pero a partir de la crisis mundial de 1873, y de la progresiva adopcin del patrn oro tanto por los pases europeos como por los estadounidenses, se da un corrimiento geogrfico de su demanda y funcin: los consumidores asiticos mantuvieron su inters por las monedas de plata mexicana, en tanto que los europeos cambiaron la moneda de plata por el oro como medio de intercambio comercial, provocando con ello una depreciacin de la plata hasta entonces desconocida. 4 Walter H. VOSKNIL, Minerals in the World Industry, New York, MacGraw-Hill, 1955, pp. 1417; Erich W. ZIMMERMANN, World Resources and Industries, New York, Harper and Brothers, 1951, pp. 614 y ss.R. I., 2001, n. 222

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Ese fenmeno despierta hoy en da serios interrogantes sobre el proceso de desarrollo de antiguas economas que basaron su trayectoria y su articulacin regional con la explotacin de los metales preciosos y sobre su antiguo papel dinamizador de pueblos y regiones histricamente ligadas al trabajo de sus metales. Cmo y por qu la minera de metales precioso dej de ser el motor de arrastre?, para usar la expresin de Carlos Sempat Assadourian5. El problema estriba precisamente en que su sector ms tradicional, el de la minera de metales preciosos, haba dejado de ser el factor dinamizador de la economa por ms de tres siglos. Tres factores de carcter internacional ayudan a explicarlo: a) la depresin de la economa mundial de 1873-1874, contrajo el mercado de capitales; b) los descubrimientos y explotacin de importantes yacimientos de plata en Australia y Estados Unidos saturaron el mercado y provocaran la depreciacin de la plata, que en el caso mexicano era hasta entonces su principal producto de exportacin; y c) finalmente, el cambio en el sistema monetario internacional del patrn plata al patrn oro terminara con el papel estelar del metal blanco en las transacciones planetarias6. El problema de fondo nos remite a la naturaleza misma del proceso de industrializacin que se impuls en Mxico a lo largo de su primer siglo de vida independiente y que mostr sus debilidades en el marco de la Gran Depresin de los aos treinta del siglo XX. Desde luego, este fenmeno no se dio en exclusiva en

5 Carlos SEMPAT ASSADOURIAN, et al., La produccin de la mercanca dinero en la formacin del mercado interno colonial, Enrique FLORESCANO, Ensayos sobre el desarrollo econmico de Mxico y Amrica Latina, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1979, pp. 223-292. En la dcada de 1970 y aos posteriores, aparecieron importantes estudios de la mano de David A. Brading; P. J. Bakewell; ngel Palerm; Philip Lance Hadley; Carlos Sempat Assadourian, Harry E. Cross y Pedro Prez Herrero, entre otros, que ilustraron con diferentes casos, proyecciones metodolgicas y fuentes documentales hasta entonces desconocidas muchas de ellas procedentes de los mbitos locales y regionales, la tesis lanzada en 1979 por ngel Palerm en la que sostuvo que el descubrimiento y posterior explotacin de las minas de plata fue un factor decisivo en la comercializacin y monetarizacin de la economa de Nueva Espaa: el sector que indujo el cambio mayor en la estructuracin de la economa colonial. Por ellos sabemos que la mercanca dinero cre un medio de cambio general que impuls el desarrollo del sistema mercantil, el cual a su vez lig el centro minero con los productores de bienes manufacturados en Europa y con los productores de insumos y mercancas del interior de Nueva Espaa. David A. BRADING, Mineros y comerciantes en el Mxico borbnico (1763-1810), Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1971; Peter J. BAKEWELL, Minera y sociedad en el Mxico colonial; Zacatecas (1546-1700), Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1977; ngel PALERM, Sobre la formacin del sistema colonial: apuntes para una discusin, Enrique FLORESCANO (editor), Ensayos sobre el desarrollo econmico de Mxico y Amrica Latina(1500-1975), Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1979; Philip LANCE HADLEY, Minera y sociedad en el centro minero de Santa Eulalia, Chihuahua (1709-1750), Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1980; Carlos SEMPAT ASSADOURIAN, (6), pp. 223-292); del mismo autor, El sistema de la economa colonial, Mxico, Editorial Nueva Imagen, 1983; Harry E. CROSS, The Mining Economy of Zacatecas, Mexico in the Nineteenth Century, Tesis Doctoral, University of California, 1976; y PERZ HERRERO, (4). 6 Pierre VILAR, Oro y Moneda en la Historia, 1450-1920, Barcelona, Editorial Ariel, 1974.

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Mxico, ni siquiera en los pases de Amrica Latina, o en los llamados del Tercer Mundo: la economa mundial en su conjunto se deprimi7, pero las ms afectadas fueron las economas con procesos de industrializacin dbiles o limitados, y cuya balanza comercial dependan de las exportaciones masivas de materias primas. Por tanto, la economa que entr en crisis fue la basada en este modelo de desarrollo fincado en la explotacin de plata y el oro, cuyas mercancas haban dejado de ser estratgicas para la nueva economa mundial del siglo XX8. Para concluir este apartado podemos decir que la depreciacin de la plata inaugur un proceso de desplazamiento de los antiguos productores mineros, en su mayor parte empresarios nacionales, al colocarlos en una posicin de insolvencia financiera frente a los costos de la nueva tecnologa y la incorporacin de los conocimientos cientficos. En su lugar aparecieron grandes empresas annimas de capital extranjero que monopolizaron la propiedad y la produccin. Desde luego el cambio del patrn plata al patrn oro en el sistema monetario internacional, el desplazamiento de los metales preciosos por los de uso industrial en los mercados internacionales y los avances en el conocimiento de la qumica y la metalurgia posibilitaron la modernizacin de la planta productiva minera mexicana sobre la base de un patrn competitivo y excluyente. El gran negocio de los empresarios extranjeros fue pagar con plata depreciada insumos, salarios e impuestos frente a sus ingresos y utilidades en oro9. EL DESEMPEO ECONMICO DEL ESTADO Y LA MINERA DE METALES PRECIOSOS Es claro desde luego que el proceso de modernizacin de la industria minera en Mxico, al igual que en otros pases de origen colonial, no fue el resultado de un proceso acumulativo de invenciones y desarrollo tecnolgico, sino de adopcin de

MADDISON, (2), p. 67. La modernizacin del aparato productivo salv al metal blanco de un dramtico desenlace? Una respuesta afirmativa tiene que incluir otros factores explicativos, como pueden ser que los consumidores asiticos no dejaron de consumir la plata mexicana hasta que Gran Bretaa impuso el patrn oro; y en segundo lugar, el metal argentfero se extrajo cada vez ms como residuo que como sustancia mineral principal; pero la ampliacin e intensificacin de la explotacin de yacimientos de minerales complejos cuya demanda iba en aumento progresivo en los mercados exteriores, posibilit que sus volmenes no se vieran afectados dada la magnitud de los acontecimientos. Segn los ndices de produccin de los diferentes sustancias mineralizadas que proporciona Jenaro Gonzlez Reyna, el valor porcentual de la produccin minera durante el siglo XX muestra claramente el desplazamiento en importancia de los metales preciosos: metales preciosos (oro y plata) 18%; metales industriales no ferrosos (carbn, plomo) 40%; metales siderrgicos (cobre, zinc, hierro) 22%; metales no metlicos (azufre, fluorita, barita, etc.) 20%. GONZLEZ REYNA, (3), pp. 20 y ss; Mario CERUTTI, Burguesa y capitalismo en Monterrey (1850-1910), Mxico, Claves Latinoamericanas, 1983. 9 Cuauthmoc VELASCO, Eduardo FLORES CLAIR, y Edgar O. GUTIRREZ, Estado y Minera en Mxico (1767-1910), Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1988.7 8

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recursos financieros y tcnicos cientficos generados fuera de sus fronteras10. Los especialistas han demostrado que se privilegi a aquellos sectores de exportacin que histricamente haban constituido el conducto ms slido con el mercado mundial, y que esa relacin imprimira su sello particular a su desenvolvimiento posterior11. Por ejemplo, la inversin privada y directa en la minera represent un respiro momentneo frente al colapso que trajo consigo la depreciacin de la plata, despus del primer quinquenio de la dcada de 1870. Esta inversin ayud a reforzar la productividad y la competitividad de la minera monoproductora frente a la que se estaba desarrollando en el norte del pas12. Fue, igualmente, un vehculo importante para la transferencia tecnolgica desde Estados Unidos. Desde luego identificar dichos elementos no resuelve el problema de interpretacin. Los brotes de industrializacin que se operaron en las regiones de minera tradicional, si bien obedecieron a la inversin de capital extranjero concebida por el gobierno como el mejor mecanismo para modernizar la economa mexicana y tornarla competitiva frente a los descalabros sufridos por la plata, no fueron el resultado natural de un entralazamiento de acuerdos y compromisos con los productores nacionales, ni siquiera estimularan su permanencia13. Tampoco propiciaran el crecimiento y dinmica del mercado financiero interno, dbil y arcaico.

Vase: Hira DE GORTARI, La minera durante la guerra de independencia..., Jaime E. ROThe Independence of Mexico and the Creation of New Nation, Los ngeles, University of California, 1989, pp. 147-148. Hira de Gortari ha contabilizado que en ese periodo la fuga de capitales oscil entre 80 y 140 millones de pesos. Edgar Omar GUTIRREZ LPEZ, La inversin inglesa en la minera mexicana, Mxico, Cuadernos de Trabajo, Nm. 48, Direccin de Estudios Histricos/Instituto Nacional de Antropologa e Historia, 1986; Jos Luis DE ESPERANZA, La produccin minera del siglo XX, Minera Mexicana, Mxico, Comisin de Fomento Minero, 1984, pp.375405; Eduardo FLORES CLAIR, Cuauhtmoc VELASCO, Minera y poder en Mxico 1770-1856, Historias, Nm. 5, enero-marzo, 1984, pp. 51-67; Mario A. TLLEZ G., Legislacin de fomento minero para el caso del Estado de Mxico en el siglo XIX, Tesis de Maestra, Mxico, Universidad Iberoamericana, 1996, entre otros. 11 John H, COATSWORTH, El impacto econmico de los ferrocarriles en el Porfiriato. Crecimiento contra desarrollo, Mxico, Editorial Era, 1984, p. 139; Luis CERDA GONZLEZ, La influencia del sector externo en el proceso de industrializacin durante los primeros aos posrevolucionarios, 1920-1940, Estudios de Historia Moderna y Contempornea de Mxico, Vol. XI, Nm. 11, Instituto de Investigaciones Histricas/Universidad Nacional Autnoma de Mxico, 1988. 12 Jane-Dale LLOYD, El proceso de modernizacin capitalista en el Noroeste de Chihuahua, Mxico, Departamento de Historia/Universidad Iberoamericana, 1987, pp. 109-141, ha demostrado siguiendo los resultados de otros investigadores, cmo la minera del norte del pas sobrepas antes de que concluyera el Porfiriato las aportaciones en volumen y valor de las provenientes de la regin de minera tradicional, no obstante caracterizarse por ser precisamente del nuevo tipo de mineral no-ferroso y siderrgico en boga. 13 Francisco Javier MEYER COSO, La minera en Guanajuato (1893-1913). Denuncios, minas y empresarios, Mxico, El Colegio de Michoacn, 1998; del mismo autor, Poblacin y minera en Guanajuato (1893-1898), Guanajuato, Instituto de Cultura del Estado de Guanajuato/Ediciones La Rana, 1995.10

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En definitiva, los procesos de industrializacin que trajeron consigo las grandes compaas mineras no dependieron, en primer trmino, de un mercado nacional de capitales, dado que sus apoyos financieros provinieron mayoritariamente del exterior14. En segundo lugar, su establecimiento acarre la concentracin de las propiedades mineras a costa de sus antiguos propietarios, medianos y pequeos productores insolventes para competir de frente con las nuevas empresas, con lo que al parecer se abort un proceso de crecimiento econmico lento pero sobre la base de la transmisin de capitales regionales provenientes tanto del comercio como de la agricultura15. En tercer lugar, totalmente parecido a lo que ocurri en el sector de la industria manufacturera, esa s volcada enteramente hacia el mercado interno, y descrito con inteligencia por Stephen H. Haber16, en Mxico del Porfiriato generalmente una empresa grande y de reciente creacin, poderosa desde sus inicios, posea una importante ventaja sobre sus competidores en trminos de tecnologa, acceso al capital e influencia en el gobierno... (A diferencia de lo que ocurra en los Estados Unidos para las mismas fechas, en donde) ...se realizaban esfuerzos por disolver sociedades a las que se consideraban poco propicias al crecimiento econmico a largo plazo, en Mxico el propio gobierno vea en las estrategias anticompetitivas un instrumento necesario para superar los obstculos que se interponan en el desarrollo de las incipientes industrias del pas...17. Evidentemente la depresin mundial de 1873-1874 dej ver la debilidad de la minera tradicional como articuladora de la economa nacional. La industria de los metales preciosos dej de ser en ese tiempo el smbolo de la elite porfiriana

14 Carlos MARICHAL et.al., La inversin extranjera en Amrica Latina, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1994, pp. 22 y ss; del mismo autor, Obstculos para el desarrollo del mercado de capitales en Mxico del siglo XIX, Jorge SILVA RIQUER y Juan Carlos GROSSO (Compiladores), Circuitos mercantiles y mercados en Latinoamrica, Siglos XVIII-XIX, Mxico, Instituto de Investigaciones Dr. Jos Mara Luis Mora, Instituto de Investigaciones Histricas/UNAM, 1995, pp. 500- 522. 15 Este fenmeno est suficientemente documentado en la literatura especializada, pero no se le ha relacionado lo suficiente ni con la evolucin posterior de las economas regionales atenazadas por el monopolio minero ni con las tibias polticas posrevolucionarias encaminadas a aligerar su carga y a inducir la participacin de nuevos sectores. Vase a modo de ejemplo: Armando MRQUEZ HERRERA, Zacatecas: minera y proceso econmico (1900-1910), Tesis de licenciatura, Oaxaca, Instituto de Investigaciones Sociales/Universidad Autnoma Benito Jurez de Oaxaca, 1988, pp. 25-157; del mismo autor, Las transformaciones de la minera zacatecana durante el porfiriato, Dolores VILA, Ins HERRERA CANALES y Rina ORTIZ (Comps.), Minera regional Mexicana. Primera Reunin de Historiadores de la Minera Latinoamericana, Coleccin Cientfica, Nm. 284, Mxico, Instituto Nacional de Antropologa e Historia, 1994, pp. 59-76; Jos Alfredo URIBE SALAS, Empresas y empresarios en la minera michoacana de la segunda mitad del siglo XIX, Ins HERRERA CANALES, Rina ORTIZ, Mara Eugenia ROMERO y Jos Alfredo URIBE SALAS, Ensayos sobre la minera mexicana, siglos XVIII al XIX, Mxico, Direccin de Estudios Histricos/Instituto Nacional de Antropologa e Historia, 1996. 16 Stephen H. HABER, Industrializacin y subdesarrollo. La industrializacin en Mxico, 1890-1940, Mxico, Alianza Editorial, 1992. 17 HABER, (17), p. 129.

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para afianzar su proyecto econmico. Las reformas a la legislacin minera que tenan como objeto ampliar la competitividad de la industria nacional, irnicamente fueron la base de la parlisis de su sector ms tradicional. El inters creciente sobre el acero, que en Mxico se vincul desde finales del siglo XIX con la penetracin del ferrocarril en el territorio nacional, pas a ser el smbolo de la integracin nacional18. La industria siderrgica junto con el petrleo sustituy a los minerales preciosos. Si repasamos las cifras de inversin de capital en la minera durante esa poca podemos notar que el 80% fueron canalizados a la extraccin de minerales noferriosos y siderrgicos19 y al establecimiento de modernas plantas de fundicin en el norte del pas, precisamente porque esa vasta regin contaba con abundantes depsitos casi vrgenes de minerales de creciente consumo internacional20. Linda B. Hall y Don M. Coerver despus de un meticuloso estudio llegaron a conclusiones parecidas, aunque para ellos la Revolucin Mexicana fue la que le cobr un precio muy alto a la minera. Ms sugerente resulta su conclusin general, en el sentido de que en los aos veinte el nuevo presidente mexicano, lvaro Obregn, tendra que cambiar las bases econmicas de su gobierno, de uno de sus apoyos tradicionales, la industria minera, a la recientemente prspera industria petrolera21. En los ltimos aos ha resurgido el debate sobre los procesos de industrializacin que se dieron en el conjunto de pases que se incorporaron a los beneficios de la Revolucin Industrial, recin rotos los vnculos coloniales, a travs de la inversin privada de empresas generalmente de origen extranjero22. Una abundante literatura da fe del manejo mercantil del capital y de los problemas estructurales de las economas regionales (mercados internos dbiles y desconexos, ausencia de instituciones reguladoras de las actividades, carencia en la mayora de los pases de un sistema financiero, inexistencia de vas de comunicacin y transporte rpidos y

18 Francisco ZAPATA, La industria siderrgica y el Estado Mexicano (1940-1982), Patricia ARIAS (Coordinadora), Industria y Estado, Mxico, El Colegio de Michoacn, 1990, pp. 309-329. 19 Vase una visin general del problema a nivel latinoamericano en: Juan Carlos BOSSIO, Internacionalizacin y regionalizacin del capital: el caso de la minera metlica latinoamericana, Economa de Amrica Latina, Nm. 2, marzo, 1979, pp. 29-61; Jorge Enrique HARDOY y Mara Elena LANGDON, Desigualdades regionales en hispanoamrica (1850-1930). Anlisis histrico y estudios nacionales (Argentina, Costa Rica, Chile), Revista de Indias, Vol. XXXVIII, Nms. 151152, Madrid, enero-junio, 1978, pp. 11-133. 20 Mario CERUTTI, Metalurgia pesada, minera y mercado en el norte de Mxico (18801910), Oscar FLORES (Coordinador), Mxico minero, 1796-1950. Empresarios, trabajadores e industria, Monterrey, Editorial Font/Universidad de Monterrey, 1994. 21 Linda B. HALL y Don M. COERVER, La frontera y las minas en la revolucin mexicana (1910-1920) Historia Mexicana, Vol. XXXII, Nm. 3, Mxico, enero-marzo, 1983, pp. 418-419. 22 Carlos MARICHAL, et.al., (15); del mismo autor, El nacimiento de la banca mexicana en el contexto latinoamericano: problemas de periodizacin, Leonor LUDLOW y Carlos MARICHAL (editores), Banca y Poder en Mxico (1800-1925), Mxico, Editorial Grijalbo, 1986, pp. 231-265.

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expeditos, etc.)23. Pero tambin de numerosos intentos por capitalizar a las factoras de hilados y tejidos, ingenios azucareros, agroindustrias, o a las actividades mineras que continuaban atrayendo la proteccin de los gobiernos y el inters de particulares24. La historiografa especializada describe cmo el Estado se esforz por desarrollar la industria y atraer capitales, ofreciendo un ambiente propicio para el crecimiento econmico. Pero tambin sostiene que estos esfuerzos se basaban en una filosofa subyacente del liberalismo laissez-faire. El historiador norteamericano Marvin D. Bernstein escribi que la promocin de una economa laissezfaire se haba convertido en la poltica del gobierno en la dcada de 1850. Cuando Porfirio Daz lleg al poder, su vigorosa aplicacin de principios laissez-faire slo intensific la tendencia establecida en tiempos de Benito Jurez25. Sin embargo, no es fcil apoyar estas afirmaciones. Estudios recientes sobre la historia econmica porfirista evocan explcitamente un papel intervencionista del Estado26. En ese tiempo no slo se promulgaron cdigos comerciales y criminales comprensibles para reemplazar finalmente los anticuados estatutos coloniales, sino que se volvieron a redactar las leyes relativas a aspectos de la vida econmica, como la minera y la tecnologa, para ajustarlos a los criterios liberales internacionales27.

23 Eduardo CAVIERES, Comercio chileno y comerciantes ingleses 1820-1880: un ciclo de historia econmica, Valparaso, Universidad Catlica de Valparaso, 1988; Pedro PREZ HERRERO, Estructura familiar y evolucin econmica en Mxico (1700-1850). Antiguas y nuevas hiptesis de investigacin, Boletn de la Asociacin de Demografa Histrica, VIII: 3, 1990, pp. 67-110; Tulio HALPERIN DONGHI, Historia Contempornea de Amrica Latina, Madrid, Alianza Editorial, 1985, pp. 207-354, entre muchos ms. 24 Robert A POTASH, El banco de avo de Mxico: el fomento de la industria, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1959; Francisco LPEZ CMARA, La estructura econmica y social de Mxico en la poca de la Reforma, Mxico, Siglo Veintiuno editores, 1967; Luis OSPINA VZQUEZ, Industria y proteccin en Colombia, 1810-1930, Medalln, 1965; Pedro C. TEICHTER, Revolucin econmica e industrializacin en Amrica Latina, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1963; Ciro CARDOSO (Coordinador), Formacin y desarrollo de la burguesa en Mxico, Siglo XIX, Mxico, Siglo Veintiuno editores, 1978; Thomas J. CASSIDY, British Capital and the Mexican Silver Mining Industry, 1820-50, Center of Latin American Studies, University of Cambridge, Working Pepers, Nm. 20; John H. COATWORTH, Los orgenes del atraso. Nueve ensayos de historia econmica de Mxico en los siglos XVIII y XIX, Mxico, Alianza Editorial Mexicana, 1990, entre otros. 25 Marvin D. BERNSTEIN, The Mexican Mining Industry 1890-1950. A Study of the Interaction of Politics, Economics and Technology, New York, State University of New York, 1970, p. 17. 26 HABER, (17), pp. 15-42; Alexander M. SARAGOZA, The Monterrey Elite and the Mexican State, 1880-1940, Austin, University of Texas Press, 1988, pp. 10-37. 27 William W. CULVER y Cornel J. REINHART llegan a conclusiones similares para el caso de la industria del cobre en Chile. Para competir, la industria del cobre requiri siempre de grandes inversiones, disponibles slo en aquellas regiones mineras con un conjunto especfico de leyes, polticas y regulaciones. En medio del discurso del libre comercio, lo que la comunidad minera busc de hecho en cada pas fue un nuevo conjunto de regulaciones conducentes a satisfacer sus necesidades industriales, afectadas por la dura competencia internacional. William W. CULVER y Cornel J. REINHART, Las barras chilenas de cobre y el surgimiento del Estado liberal Chileno,

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Ese aspecto de la modernizacin de la economa mexicana fue irreversible, y despus de la etapa armada de la revolucin mexicana los nuevos grupos de poder continuaron ofertando polticas y recursos, incentivos para desarrollar la industria y atraer capitales, ahora regulada y supervisada por la mirada de los rganos gubernamentales28. El papel intervencionista del Estado mexicano que durante el Porfiriato se enfoc ms estrechamente en la proteccin de la propiedad y de la iniciativa individual29, despus de la etapa armada ampli sus reas de influencia en la vida econmica del pas y ensanch los cauces legales y jurdicos para el desarrollo capitalista de produccin. A partir de 1917, con la toma del poder del Estado en manos del ejrcito constitucionalista, comenz a desarrollarse una reactivacin de la tendencia poltica orientada a centralizar el poder, que en la prctica prosigui hasta la dcada de los aos treinta. Desde el inicio de su proyecto centralizador, el nuevo Estado posrevolucionario ser claro con respecto al proyecto de conducir al pas por la va de la industrializacin apoyado en el dominio de los sectores tradicionales de exportacin: la agricultura y las substancias del subsuelo, ahora dominada sta por el cobre, zinc, hierro y petrleo, etc. Slo que ahora el crecimiento econmico deba ser impulsado por una mayor capacidad de ingreso va fiscal a travs de la modernizacin capitalista del campo y de los ncleos urbanos: la salarizacin u otra forma de liberacin de la fuerza de trabajo se deban imponer como ejes promotores del desarrollo de ese mercado interno30. Lo que se hizo despus de la revolucin, desde Obregn hasta Crdenas, fue en lneas generales incentivar el crecimiento de la industria apoyada por la demanda interna. La poltica fiscal, o mejor, el cambio que se opera en la poltica fiscal del Estado mexicano respecto a la industria minero metalrgica y siderrgica, tuvo la finalidad de redistribuir el excedente producido por la actividad minera en beneficio de otros sectores de la economa nacional, e incorporar productivamente la fuerza de trabajo y el capital local, nativo, hacia formas productivas y de consumo propias del capitalismo industrial. Los estudiosos del sistema financiero mexicano, como Carlos Marichal y Hilda Snchez Martnez, sugieren la misma proyeccin para ese sector a partir de la nueva alianza establecida entre el Estado Revolucionario y los banqueros mexicanos, en particular, y

Dolores VILA, Ins HERRERA y Rina ORTIZ (Comps.) Empresarios y poltica minera, Mxico, Coleccin Cientfica Nm. 259, Direccin de Estudios Histricos/Instituto Nacional de Antropologa e Historia, 1992, p. 58. 28 Ren VILLAREAL, El desequilibrio externo en la industrializacin de Mxico (1929-1975), Un enfoque estructuralista, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1976, pp. 8-49; Ral ORTIZ MENA, et.al., El desarrollo econmico de Mxico y su capacidad para absorber capital del exterior, Mxico, Nacional Financiera, 1953, pp. 45-98; Enrique CRDENAS, La industrializacin Mexicana durante la Gran Depresin, Mxico, El Colegio de Mxico, p. 187. 29 Edward N. BEATTY, Invencin e innovacin: Ley de Patentes y tecnologa en el Mxico del siglo XIX, Historia Mexicana, Vol. XLV, Nm. 179, enero-marzo, 1996, pp. 567-569. 30 CERDA GONZLEZ, (12), pp. 242-257.R. I., 2001, n. 222

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entre el primero y la burguesa mexicana en general31. A diferencia del Porfiriato, se trataba de fomentar la creacin de un capital local tanto agrcola como industrial capaz de ser el eje del desarrollo de la economa mexicana32. En definitiva, resarcir lo que las grandes empresas decimonnicas haban destruido con el apoyo del Estado. La modernizacin del sector financiero seala la importancia del cambio institucional. Pero no se trata de un enfoque determinista, por el contrario, la nueva normativa no naci exclusivamente de la accin del gobierno sino era consecuencia de la misma formacin y prctica de nuevas empresas. En el sector minero, antes de la ratificacin de normas oficiales para la conformacin de un mercado de valores institucionales (que slo arrancara en 1897) ya exista un mercado informal de capitales que funcionaba con considerable amplitud. Los propios mercados y las empresas, por tanto, fueron ganando la nueva normatividad que posteriormente el gobierno se encargara de plasmar en la legislacin y cdigos33. EMPRESAS MINERAS Y MERCADO Quien han estudiado el comportamiento de las empresas mineras que se radicaron en Mxico a partir de la ltima dcada del siglo XIX, dan cuenta de cmo la minera en Mxico revolucion el concepto que se tena de capital productivo ajustndose a las pautas propias del capitalismo industrial. Los componentes de este proceso son, el capital incluida la tecnologa que crecientemente se incorporaba a los medios de produccin y el trabajo. La expansin fsica de este cambio fue el equipamiento de las plantas procesadoras, su empleo masivo y creciente de tecnologa, la organizacin de sus tareas de manera de permitir una produccin ininterrumpida y sujeta solamente a las seales del mercado. Tambin fue su productividad, inconcebible para los parmetros de la minera tradicional no mecanizada34. Efectivamente, en minera como en cualquier otra activi-

31 Hilda SNCHEZ MARTNEZ, La poltica bancaria de los primeros gobiernos constitucionalistas, antecedentes inmediatos para la fundacin del Banco de Mxico (1917-1925), LUDLOW y MARICHAL, (23), p. 377. 32 Es interesante la relacin existente entre el ao de 1917, en que el gobierno mexicano trata de estimular el resurgimiento de la industria en general y de la minera en particular, con lo sealado por Linda y Don en el sentido de que en 1922 el capital mexicano en minera haba experimentado una recuperacin ms importante que el norteamericano, aunque creo que ello fue pasajero debi a la recuperacin del valor de la plata, y a que el capital nacional estaba o segua confinado a pequeas explotaciones en la minera tradicional, en tanto que el norteamericano segua en posesin y controlaba la explotacin de los ms importantes yacimientos del pas. HALL y COERVER, (22), pp. 392 y 414. 33 Carlos MARICHAL, (15), pp. 518 y ss. 34 Efectivamente, debemos insistir que en Mxico todava hacia la dcada de 1880 la explotacin minera continuaba condicionada por la geografa y la estructura geolgica de los yacimientos,

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dad productiva la inversin privada depende, fundamentalmente, de las tasas de utilidad esperada, las cuales a su vez estn determinadas por los efectos en los costos, de los salarios reales y de los precios de los insumos, de las economas de escala, de los avances tecnolgicos y de las economas externas. Durante el porfiriato el incremento en los volmenes de produccin de plata y oro que apuntal la maltrecha economa de la minera tradicional, despus de la cada vertiginosa del valor de la plata en el mercado mundial35, tuvo que ver con la inversin de capital, la formacin de grandes empresas y la aplicacin y uso de nuevas tecnologas y mtodos qumico-mecnicos en la extraccin y en el beneficio de los metales preciosos. Con la favorable coyuntura de los aos noventa que emergi estrechamente vinculada a las necesidades de la economa mundial, derivada del alto grado de desarrollo del capitalismo en los pases avanzados, la competencia empresarial en minera se dio entre desiguales. Frente a la estructura financiera, el monto de capital y la tecnologa manejada por los inversionistas de Estados Unidos, la Gran Bretaa y Francia, los nacionales se vieron en una desventaja desproporcionada36. El capital extranjero, particularmente el norteamericano, comenz ahora a fluir hacia las regiones mineras del centro. Aunque su principal objetivo se estableci en las entidades federativas del norte del pas, poseedoras de una gran riqueza minera,

aunque en este campo se haba avanzado lo suficiente al acometer de una manera ms planificada los trabajos subterrneos con base en las modernas teoras de la Geometra Subterrnea, la planificacin en la apertura de galeras horizontales y tiros verticales y una relativa mecanizacin en los laboreos, particularmente con el uso ms extendido de las mquinas de vapor para el desage y extraccin del mineral. Pero el ritmo y la organizacin de la produccin continuaban dependiendo muchas veces de las condiciones naturales (una tormenta, el derrumbe de una mina o el agotamiento repentino de la masa de mineral de una veta, lograba paralizar todava al conjunto de las actividades) y del carcter limitado de las tcnicas de produccin, que aunque en mayor nmero, le daban a la actividad el carcter de una explotacin extensiva. En todo caso, la paulatina mecanizacin de las actividades mineras no haba alterado substancialmente la organizacin de las empresas ni las relaciones de produccin. Aquellas continuaban siendo mayoritariamente medianas y pequeas empresas familiares o colectivas, y las relaciones laborales caracterizadas por el bajo nivel tcnico, escasa especializacin y trabajo intensivo. Guillermo MIRA, Cambio tecnolgico y cambio social en la produccin de plata americana (ca. 1550-1900), Arbor, Tomo CXLIX, Nms. 586-587, Madrid, octubre-noviembre, 1994. 35 Jos Alfredo URIBE SALAS, Minera tradicional e industrializacin. Las Dos Estrellas en El Oro y Tlalpujahua: historia de una empresa minera en Mxico, 1898-1938, Madrid, tesis doctoral, Universidad Complutense de Madrid, 1998. 36 No hay que olvidar que los productores de plata, muchos de ellos empresarios regionales, tuvieron que hacer frente a la baja del precio internacional desde los aos setenta. Empero, el brusco descenso del precio de la plata en la dcada de los noventa, que lleg a ms del 40% entre 1891 y 1898, coloc a estos productores al borde de la quiebra y abri paso a empresas mayores y a la modernizacin de la minera tradicional de plata. Ver los trabajos de Ins HERRERA CANALES, Empresa minera y Regin en Mxico. La compaa de Minas de Real del Monte y Pachuca (18241906), Siglo XIX. Revista de Historia, Ao IV, Nm. 8, julio-diciembre 1989, Universidad Autnoma de Nuevo Len, Monterrey, pp. 103-116; Jos Alfredo URIBE SALAS, (16).R. I., 2001, n. 222

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explorada, pero no explotada, con ricos y abundantes minerales no-ferrosos y siderrgicos37. La ms poderosa de stas, la American Smelting and Refining Co. fundada a principios de la dcada de 1890, a travs de sus cinco plantas de fundicin enclavadas en Monterrey, Aguascalientes, Chihuahua, Matehuala y Velardea, comenz a beneficiar gran porcentaje del mineral extrado en diferentes regiones del pas38. Los datos comparativos relativos al valor de la produccin minera en pesos por estados y territorios, en 1898 y 1907, muestran esa tendencia, el origen del capital y el papel destacado con el que se alzaran aos despus las minas del norte de Mxico, particularmente las de Coahuila, Chihuahua y Sonora. Al finalizar el siglo se inici la explotacin en gran escala del carbn mineral y se establecieron plantas para la produccin de coque39. Sin embargo, el conjunto de empresas monoproductoras de metales preciosos representativas de ste sector (vase la tabla 1), que sin lugar a dudas satisfacieron sus crecientes necesidades de operatividad en el mercado interno, generaron paradjicamente dbiles lazos de reciprocidad con su entorno. Se trata de un proceso en el que ellas mismas socavaron los dbiles pero ya evidentes tejidos de recuperacin industrial, basados todava en los usos extensivos de los factores de produccin, pero que tenan como soporte la presencia de capitales provenientes del ahorro regional tanto de nacionales como de extranjeros radicados de tiempo atrs en Mxico; y en segundo lugar, inhibieron el crecimiento del mercado interno al bloquear e impedir, dada su condicin de monopolizadoras de la propiedad, del proceso productivo y usufructuarias de las relaciones polticas con los gobiernos regional y nacional, el surgimiento y constitucin de nuevos actores industriales.

37 A.R.P.P.E.M. Registro de Modificaciones, Libro 2, Tomo 10, Reg. 1267, ff. 109-110; Luis Nicolau DOLWER, Las Inversiones Extranjeras, Daniel COSO VILLEGAS, Historia Moderna de Mxico. El Porfiriato. Vida Econmica, Mxico, Editorial Hermes, 1974, pp. 992-993. 38 Mucho del mineral extrado de los estados de Zacatecas, Guanajuato, Hidalgo, Mxico y Michoacn comenzaron a ser remitidos por ferrocarril a estas plantas industriales de la ASARCO para su beneficio. Los casos excepcionales fueron las empresas mineras inglesas y francesa que en ese mismo tiempo se alzaron con el control del distrito de El Oro y Tlalpujahua, y establecieron sus propias unidades industriales. El resto, o la gran mayora de las empresas que operaban en esta vasta regin del centro del pas se vieron orilladas a mandar beneficiar sus minerales fuera del lugar por adolecer de instalaciones, tecnologa y capital. Un caso que ha sido estudiado mejor, es el del mineral de Angangueo en donde los empresarios regionales fueron desplazados primero por los ingleses y despus stos por los norteamericanos de la ASARCO. Ver: Gloria CARREO, Angangueo, el pueblo que se neg a morir, Mxico, Imprenta Minera de Angangueo, 1983, pp. 41-80; Jos Alfredo URIBE SALAS, Angangueo en la rbita imperial. Historia del siglo XIX, Boletn de la Coordinacin de la Investigacin Cientfica, Nm. 10, Universidad Michoacana de San Nicols de Hidalgo, enero-junio, 1986, pp. 58-68. 39 Eduardo FLORES CLAIR, et.al., Estadsticas mineras de Mxico en el siglo XIX. Recopilacin de estadsticas econmicas del siglo XIX en Mxico, Mxico, Cuaderno de Trabajo, Nm. 47, Direccin de Estudios Histricos, INAH, 1985, pp. 143-145. Los trminos de estado y territorio refieren a la categora y divisin poltico-administrativa en que estaban organizadas las entidades federativas en el periodo de estudio.

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TABLA 1Lugar por su importancia Nombre de las empresas Capital norteamericano 1 2 5 6 7 8 9 12 14 15 16 17 18 19 23 24 27 American Smellting & Refining Co. Greene Cananea Copper Co. (Cananea, Sonora) Cenanea Central Copper Co. (Cananea, Sonora) Botapilas Copper Co. Mines Company of America Guanajuato Reduction and Mines (Guanajuato) Sam Toy Mining Co. (Sta. Eulalia, Chihuahua)) Mexican Metalurgical Co. Real del Monte y Pachuca (Guanajuato) Moctezuma Copper Co. (Phelps Dodge) Guanajuato Cons. Mining & Milling Co. (Guanajuato) Guanajuato Amalgamated Gold Mines (Guanajuato) Guanajuato Development Co. (Guanajuato) Propietary Mines Company of America Ro Plata Mining Co. (Chihuahua) Pacific Smelting & Mining Co. Maravillas y San Francisco, S. A. Capital britnico 3 4 13 20 21 22 25 26 28 29 Sta. Gertrudis Co. Ltd. (Pachuca, Hidalgo) El Oro Mining & Railways Ltd. (El Oro, Ed. de Mxico) San Francisco del Oro Mining Botapilas Mining & Smelting Co. Mazapil Copper Co. Ltd. Chiapas Zone Exploration Co. Ltd. Mexico Mines of El Oro, Ltd. (El Oro, Ed. de Mxico) Mexican Mining & Industrial Corp. Michoacan Railways & Mining Co. Ltd. (Angangueo, Michoacn) Quintera Mining Co. Capital francs Boleo (Compagnie du) (Baja California Sur) Las Dos Estrellas, S.A., Mining Co. (Tlalpujahua, Michoacn) 14.6 11.2 3.7 2.9 2.9 2.4 1.8 1.5 1.0 0.5 100.0 60.0 10.0 9.0 9.0 7.5 6.0 4.0 3.4 3.0 3.0 3.0 3.0 3.0 2.0 2.0 1.2 Capital (millones de pesos)

11 30

4.6 0.3

FUENTE: Jos Luis CECEA, Mxico en la rbita imperial. Las empresas Transnacionales, Mxico, Ediciones El Caballito, 1976, pp. 49-101. NOTA: el conjunto de empresas monoproductoras de metales preciosos, plata/oro u oro/plata, representativas de este sector.

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Las sociedades pblicas por acciones, una novedad ms terica que prctica en la economa nacional, mostraron sus virtudes para financiar costosas inversiones de capital en complejas tecnologas imposible de realizar en los esquemas de financiacin familiar o asociaciones privadas. La modernizacin de la minera tradicional barri con las pequeas y an medianas empresas; absorbi las minsculas propiedades y los fundos mineros dispersos. Los novedosos recursos tecnolgicos que comenzaron a utilizarse tanto en las labores subterrneas como en el beneficio de los minerales extrados, requeran de espacios mayores de operacin y reservas minerales positivas a mayor escala que la que pudiera proporcionar un slo fundo, por rico que fuese. La especulacin minera fue un ingrediente que caracterizara a la actividad en este periodo. Los escritos de los viajeros nacionales y extranjeros del siglo antepasado, siguiendo las opiniones del barn Alejandro de Humboldt, recogen la creencia de que el pas estaba montado en cerros de oro y plata, y con ello estimularon en sus pases de origen los apetitos vidos de fortuna fcil40. Muchos inversionistas acumularon grandes fortunas de la noche a la maana; la mayora, empero, fue objeto de especulacin y fraude por parte de individuos desalmados y de compaas sobrecapitalizadas que nunca repartieron dividendos a sus socios41. Basta sealar que en los centros mineros de El Oro, Estado de Mxico y Tlalpujahua, Estado de Michoacn, se registraron entre 1893 y 1907 alrededor de 51 empresas para explotar los minerales de El Oro y Tlalpujahua, casi todas ellas con participacin de capital ingls, norteamericano y francs42. Del total slo un puado logr imponerse en el mercado nacional, cotizar sus valores en los centros financieros internacionales y repartir altos rendimientos a los accionistas, en momentos en que tena lugar en el pas una profunda reestructuracin de la actividad minera. Ese proceso estuvo inducido fundamentalmente por el brusco descenso del precio de la plata que lleg a ms de 40% entre 1891 y 1898, y por la crisis minera de 1901-1903 que coloc al borde de la quiebra a cientos de negocios y que, finalmente, abri paso a empresas mayores y a la modernizacin de la minera tradicional de Mxico43.

40 Manuel RIVERA CAMBAS, Mxico Pintoresco, Artstico y Monumental. Fascmil, Mxico, Editorial del Valle de Mxico, 1985; John R. SOUTHWORTH, Las minas de Mxico. Historia, Geologa, antigua minera y descripcin general de los estados mineros de la Repblica Mexicana, Liverpool, Blake and Mackenzie, 1905, pp. 50-230; Adolfo DOLLERO, Mxico al da. Impresiones y notas de viaje, Pars, Imprenta de la Vda. De Ch. Bouret, 1911; Julio SESTO, A travs de Amrica. El Mxico de Porfirio Daz, Valencia, F. Sempere y Compaa, Editores, 1910. 41 Gilberto CAMPOS y MARTNEZ, Datos para varios estudios, Mxico, Oficina Tipogrfica de la Secretara de Fomento, 1899, pp. 80-84. 42 Noticia del movimiento de Sociedades Mineras y Mercantiles habido en la Oficina del Registro Pblico de la Propiedad y de Comercio durante los aos de 1886 a 1907, formada por la Direccin General de Estadstica, Mxico, Imprenta y Fototipia de la Secretara de Fomento, 1908, pp. 2-28. 43 Guadalupe NAVA OTERO, La minera, Daniel COSO VILLEGAS, Historia Moderna de Mxico, Mxico, Editorial Hermes, Tomo VII, 1965, pp. 102-1201; Cuahtmoc VELASCO VILA, et.al., (10), pp. 295-296; Ins HERRERA CANALES, (37), p. 111.

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Para precisar el fenmeno es necesario indicar que de las 51 sociedades mineras establecidas o cuando menos registradas en los diez aos sealados, nueve lo hicieron entre 1893 y 1899 cuando la plata, principal metal asociado al oro, iba en descenso; cinco en los aos de crisis que abati la actividad minera en Mxico; veinticuatro en 1903, es decir, casi 40% de las sociedades registradas en los aos de 1893 a 1907 lo hicieron al final de la crisis. Este hecho es, por otra parte, bastante significativo si consideramos que para este ao la explotacin minera en el distrito comenzaba a transitar hacia un auge sin parangn en la historia de la minera en el pas, lo que atrajo el inters de numerosos inversionistas vidos de fortuna. El resto lo hizo entre 1904 y 1907 atrados por las mismas expectativas, pero cuando la propiedad se encontraba ya altamente concentrada44. La informacin estadstica nacional pone de manifiesto un salto cualitativo en el valor de la produccin de los estados de Mxico y Michoacn, debido sobre todo al desarrollo sistemtico de las minas auroargentferas de El Oro y Tlalpujahua. Lo anterior deja ver un hecho significativo en la nueva geografa econmica minera del centro del pas: el relevo y/o sustitucin de los centros mineros tradicionales como Guanajuato y Pachuca por El Oro y Tlalpujahua, provocando as el desplazamiento de su hegemona sostenida por varios siglos45. El resultado ms visible se dej ver en los cambios en los patrones de propiedad y en relacin con la evolucin de la estructura productiva. De las 109 compaas registradas en Londres para explotar minas en Mxico, slo trece pudieron ser calificadas de solventes, de las cuales tres operaron precisamente en el mineral de El Oro. Ellas fueron The Oro Mining and Railway Co., constituida en 1899 con un capital social de 1 147 000 libras esterlinas; The Esperanza Ltd., fundada en 1903 con 455 000 libras, y The Mexican Mines of El Oro Ltd., organizada al ao siguiente con un monto de 180 000 libras46. Las inversiones francesas en la minera mexicana fueron mnimas, pero de resultados espectaculares. Dos fueron las compaas registradas en Pars que dieron presencia a los capitalistas galos en el pas. La Compaa de Cobre del Boleo, Baja California, formada en 1885 con un capital de 12 millones de francos47, y la Compaa Minera Las Dos Estrellas, en El Oro y Tlalpujahua que surgi a la vida econmica del pas en el mineral de su nombre en 1898 con un capital de 150 000 mil pesos, cuyo xito eclips a todas las otras minas y compaas radicadas en suelo mexicano.

Noticias del Movimiento de Sociedades Mineras y Mercantiles. (43), pp. 3-27. Eduardo FLORES CLAIR, (40), pp. 143-145. 46 BERNSTEIN, (26), pp. 74-76. 47 El mejor estudio sobre la historia de esta empresa se lo debemos a Juan Manuel ROMERO GIL, El Boleo, Santa Rosala, Baja California Sur. Un pueblo que se neg a morir 1885-1954, Hermosillo, Sonora, Universidad de Sonora/Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos. Embajada de Francia en Mxico, 1991.44 45

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En conjunto esas sociedades mineras monopolizaron la propiedad y la produccin en el distrito de El Oro y Tlalpujahua. Desde luego, mientras que Las Dos Estrellas pasara a manos del capital francs sin mayor rivalidad en el mineral de Tlalpujahua, las empresas inglesas tuvieron que compartir el espacio y las utilidades con inversionistas franceses y norteamericanos que posean acciones en las empresas. En 1899, la Exploration Company de Londres, activa en muchas partes de Mxico, cuya funcin primordial era comprar minas y despus revenderlas o establecer nuevas compaas filiales, adquiri en el mineral de El Oro las pertenencias de J. B. Haggin y John B. Frisbie de la American Mining Company y de la American Railroad and Lumber Company, que incluyeron la mina El Oro, una va frrea de 47 kilmetros y 40 000 acres de tierra boscosa. La compraventa represent para la Exploration Company una inversin directa de 820 024 libras, ms aparte 65 988 libras en acciones de la nueva empresa que pas a denominarse Thel Oro Mining Railway Company48. Fue la nica empresa inglesa en Mxico que pag dividendos consecutivos por doce aos. Un caso de coinversin inglesa y estadounidense fue el de The Esperanza Ltd. Descubierta la mina Esperanza por el extranjero Augusto Sahlberg en 1893, se desat la especulacin minera en la regin e inaugur la etapa de bonanza en el distrito, pues con ella sali a relucir la mundialmente famosa veta Negra. En 1897 la Guggenheim Exploration, de capital norteamericano, examin la mina y opt por adquirir el 49% de su valor; el resto se comercializ en Londres a travs de la firma Weetman Pearson49 y Robert J. Price. El costo total de la mina fue 2 000 000 de pesos y fue capitalizada a 450 000 libras en 1903, fecha de su constitucin. Los fabulosos resultados no se hicieron esperar. En 1905 la mina produjo 10 292 550 pesos en valor; en 1906 produjo 15 357 690 pesos y emple a 3 200 hombres. Debido a la declinacin en la calidad del mineral, la produccin en los ltimos aos cay de 5 000 000 a 4 000 000 de pesos al ao no obstante el alto nivel de extraccin50. La tercera empresa inglesa, con importante participacin de capital francs, fue The Mexican Mines of El Oro, Ltd. Esta sociedad gir en torno de la mina Tiro Mxico, una de las minas mexicanas de mayor rendimiento en posesin hasta antes de 1904 de la organizacin de Weetman Peerson y Robert J. Price. En este ao, la

48 The Mexican Year Book, compilad from oficial and other records, Ma. Corquidaks J. Co. Limited, 1909, pp. 479-483. 49 Esta era una de las firmas inglesas de mayor relevancia en Mxico. Julio SESTO, (41), pp. 169174, no dud en tomar a esta firma como prototipo de la expansin fructfera de los grandes capitales extranjeros llevados a Mxico. Entre sus negocios se encontraban: la terminacin de las obras del puerto de Veracruz y las de Salina Cruz; la construccin del Ferrocarril de Tehuantepec; los Ferrocarriles del Distrito Federal (sistema elctrico); la Compaa Mexicana de Luz y Fuerza Motriz; la compaa pavimentadora de asfalto, etc. 50 BERNSTEIN, (26), p. 56.

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Exploration Company de Londres adquiri los bienes mineros y coloc en el mercado de valores franceses un nmero de acciones que hizo copropietario a los inversionistas galos de esta empresa. Sin embargo, a finales de 1910 se suscit una importante discusin en el seno de la compaa sobre la manera de concluir el negocio por algunos directores, que desmintieron, y en particular sobre su actitud con los tenedores franceses, a quienes no proporcionaban informacin suficiente, y se rehusaban a permitir que las acciones se cotizaran en la bolsa de Pars51. Esto, por supuesto, no afect la marcha ascendente de la negociacin ni los brillantes resultados financieros de la compaa. Por su parte la Compaa Minera Las Dos Estrellas, en El Oro y Tlalpujahua, S.A., de capital francs, que oper en el mineral de Tlalpujahua, dio cima al desarrollo, auge y bonanza del distrito El Oro y Tlalpujahua. Su promotor principal el ingeniero Francisco J. Fournier descubri la potente Veta Verde que dara fama mundial al distrito minero. Sobre este hallazgo se formaliz en 1898 dicha empresa, con un capital social original de 150 000 pesos52. Para el caso que nos ocupa, este fenmeno se explica, indudablemente, debido a los espectaculares descubrimientos de oro y plata cuando la demanda internacional del metal amarillo se encontraba en su mejor momento, que permitieron a los inversionistas amortizar sin premura los primeros y subsiguientes desembolsos en instalaciones y maquinaria, pero tambin a factores de carcter tecnolgico que revolucionaron esta actividad permitiendo la optimizacin del mineral y la explotacin de los grandes yacimientos auroargentferos a escala industrial y comercial. Un tercer elemento que contribuy a su proyeccin fue el respaldo que obtuvo de las prestigiosas instituciones financieras francesas: el Banque Franque Egyptienne y el Credit Lyonnais. Sobre estas bases Las Dos Estrellas se erigi en un sofisticado complejo industrial que dio cima a las labores minero-metalrgicas en el mbito nacional. En las regiones de minera tradicional la mecanizacin de las actividades productivas, aunque imponentes para la poca de que se trata, fueron lo suficientemente dbiles como para dinamizar y recomponer las estructuras econmicas bajo un patrn estrictamente industrial. Su carcter excluyente, monoplico y anticompetitivo, cerr toda posibilidad de que la modernizacin econmica que se oper en su seno pudiera trascender sus propias limitaciones estructurales para recorrer verdaderamente el camino de la industrializacin. Desde luego las grandes compaas mineras como la American Smelting & Refining Co., Botapilas Copper Co., Ganajuato Reduction and Mines, Real del Monte y Pachuca, Sta. Gertrudis Co. Ltd., El Oro Mining & Railways Ltd., Mexican Mines of El Oro, Ltd., Las Dos Estrellas, EL Boleo, Peoles, entre otras, disfrutaron

D'OLWER, (38), pp. 992-999. Archivo General de Notarias del Distrito Federal. Testimonio de escritura de Sociedad Mercantil Annima otorgada el 16 de septiembre de 1898 a nombre de los Sres. Jos Luis Requena, Guillermo Brockmann, Antonio Pliego Prez, Francisco J. Fournier, Herme Charles Sandifer y Guillermo Landa y Escandn, 25 de Agosto de 1904.51 52

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de un perodo de estabilidad econmica que cubri el primer lustro del siglo XX; el resto de la industria ligada a los metales preciosos oscilara entre la estabilidad y las bruscas interrupciones provocadas por las crisis. Su impacto, aunque fueron crisis cortas, amenazaba los espacios productivos. As tenemos que entre 1900 y 1905 los precios de estos metales tendieron a la baja debido a una constante desvalorizacin de la plata que comenz en abril de 1902. Hay en seguida un repunte que alcanz su clmax en 1907. Durante este perodo de siete aos, los movimientos en el precio del metal obligaron a que anualmente los pequeos mineros de baja capitalizacin paralizaran sus trabajos, muestra de ello son las 1 108 minas paralizadas de 1 235 que estn activas al principio de 190353. Ante las repetidas crisis, como la de 1907, algunas empresa mineras salvaron las dificultades con recursos frescos de capital y la incorporacin de tecnologa de punta. stas, que operaban en Guanajuato, Pachuca, Real del Monte y El Oro y Tlalpujahua, tenan en comn el uso intensivo de energa elctrica, la aplicacin del moderno mtodo de cianuracin, cambios en los esquemas de extraccin mediante tneles extensos, la novedosa aplicacin de tostadores y hornos reverberatorios y, quiz lo ms importante para su proyecto de dominio de la fuerza de trabajo, una avanzada automatizacin en la extraccin, concentracin y beneficio de metales54. Ese conjunto de empresas fueron las que, no sin dificultades, lograron sobrellevar sus operaciones y hasta continuar disfrutando utilidades relativamente satisfactorias hasta los aos cruciales de principios de los treinta. Despus, algunas de ellas, con la misma planta industrial de finales del siglo XIX y comienzos del XX, pasaran a manos de cooperativas mineras que intentaran reorganizar la produccin y mejorar la planta industrial atrados por la repentina subida de valor de los metales preciosos. Aunque ya para entonces la base real de sus operaciones, es decir, los depsitos mineralizados, estaban extenuados y con valores de bajo rendimiento55. Podemos explicar esos fenmenos en causas externas vinculadas al mercado internacional y a las circunstancias histricas de todos conocidas guerras mundiales y depresin econmica, pero debemos aadir un factor bastante elemental que ha quedado fuera de los anlisis casi por las mismas razones, y que ya hemos hecho ver en otros trabajos: generalmente los minerales plata y plomo mantienen una correlacin de compuestos tanto en la meseta central de Mxico como en la

53 Noticias del Movimiento de Sociedades Mineras y Mercantiles, (43), pp. 5-180; Juan Jos GRACIDA, Sonora en su modernizacin: la minera, Historia General de Sonora. El Sonora moderno (1892-1910), Hermosillo, Gobierno del Estado de Sonora, Tomo IV, 1990, p. 90. 54 Juan Manuel ROMERO GIL, Crisis en la minera sonorense: estrategia empresarial y resistencia comunitaria, 1890-1910, Oscar FLORES (Coordinador), Mxico Minero, 1796-1950. Empresarios, trabajadores e industria, Monterrey, Universidad de Monterrey, Editorial Font, 1994, p. 72. 55 Francisco ANTNEZ ECHEGARAY, Monografa histrica y minera sobre el distrito de Guanajuato, Mxico, Consejo de Recursos Naturales no Renovables, 1964, pp. 98-169; J. Jess AVALOS, Ponencia que presenta la Cooperativa Minera Las Dos Estrellas, en El Oro y Tlalpujahua, S.C.L. N. 158-P, Memoria. Primer Congreso Minero Nacional, Mxico, Secretara de Economa, 1948.

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Sierra Madre del norte del pas. Lo anterior nos ayudara a entender el por qu los volmenes de plata no se vieron afectados por los altibajos en su precio internacional, y en cambio se registra un ligero ascenso en su produccin. Las sorpresas que manifiestan los historiadores Krauz y Bernstein56 cuando ven que an en los momentos ms difciles para la plata, por su precio errtico en los mercados, los volmenes de sta se incrementan, no obedecen a otra causa que a su extraccin como sustancia secundaria de los yacimientos del norte del pas57. Pero es posible sugerir aqu que el proceso acelerado de mecanizacin de las actividades mineras que se fraguaron en el mbito nacional no redujo el empleo masivo de mano de obra y que los costos de produccin se atacaron mediante mecanismos de compulsin de la fuerza de trabajo. La estrategia empresarial estuvo lejos de impulsar su desarrollo sobre la base de una explotacin intensiva de capital/aumento de tasas de inversin, que les permitiera una cuota de rentabilidad y de equilibrio en el marco de la declinacin de la produccin de oro y de las fluctuaciones del valor de la plata en el mercado internacional. Cuando ese modelo se agot, o los mecanismos de compulsin de la fuerza de trabajo fueron cuestionados y la mano de obra tendi a absorber un porcentaje cada vez mayor del margen de las ganancias previstas va aumento de salarios, reduccin de la jornada laboral, prestaciones, etc., la estrategia empresarial tendi a reducir al mnimo la mano de obra es decir los costos de produccin y racionalizar an ms en intensidad el capital fijo. Pero en ningn momento se plantearon abandonar los fundos mineros por incosteables, aunque en diferentes momentos y lugares, como en Guanajuato, Pachuca, Zacatecas o El Oro y Tlalpujahua, se utiliz estas circunstancias como arma de presin poltica tanto con el gobierno como frente a los trabajadores para negociar aumentos de salario y reduccin de la plantilla laboral. Parece claro, entonces, que si bien los gobiernos posrevolucionarios no atentaron contra ese tipo de empresas por su origen extranjero, buscaron en cambio sustraer los recursos del monopolio y ofertarlos al mejor postor (nacional o extranjero), en un claro intento por dinamizar la economa y fortalecer el mercado interno con nuevas inversiones y actores sociales. Las medidas fiscales y polticas de 1925 impuesto sobre la renta y limitacin de la concesin minera a 50 aos mantuvieron desde mi perspectiva esa urgencia, y estuvieron acompaadas de estmulos arancelarios a la importacin de maquinarias e insumos industriales, y reduccin de impuestos a los concesionarios de minerales de baja ley. En el caso de la minera tradicional se buscaba con ello estimular la constitucin de pequeos empresarios y

BERNSTEIN, (26). Archivo Histrico de Real del Monte y Pachuca. Sindicato Industrial de Trabajadores Mineros, Metalurgistas y Similares de la Repblica Mexicana. Comit Ejecutivo General, Compaa Real del Monte y Pachuca, Pliego de Peticiones de las Secciones 2 y 146, ff. 24-28; Anuario de Estadstica Minera, correspondiente al ao de 1923, Mxico, Talleres Grficos de la Nacin, 1925, pp. 13-27; Jenaro GONZLEZ REYNA, (3), pp. 103-104.56 57

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mantener a flote ese tipo de economas, materialmente alejadas ya de los circuitos de financiacin externa y de los nuevos patrones de acumulacin de capital. Esas prerrogativas se ampliaran an ms hacia finales de la dcada de 1930 con el gobierno de Lzaro Crdenas, no por consideraciones de tipo nacionalista con respecto de los recursos naturales, sino por el problema poltico y social latente entre las comunidades mineras y los sindicatos ante las amenazas de las empresas de cerrar sus establecimientos si el gobierno y los trabajadores no transigan con ellas en sus demandas fiscales y laborales. Este tipo de empresas tir de ambos lados, del gobierno y de los sindicatos, ms como una subvencin poltica y econmica a sus ya de por s decrecientes niveles de productividad, que como medidas para apuntalar la recuperacin econmica mediante el progreso tcnico y creacin de nuevos puestos de trabajo. Lo que parece claro para el caso de nuestro estudio, fue precisamente que el movimiento de la produccin no fue fruto de la combinacin de la innovacin con la acumulacin. El resultado fue que la fase de aumento de la productividad estuvo restringida a un periodo demasiado corto, y el desempeo econmico subsiguiente de las empresas se trocara sobre la compulsin de los trabajadores. Estas consideraciones pueden ser ms visibles en las grandes empresas annimas asentadas en las entidades de Guanajuato, Hidalgo, Michoacn o en el Estado de Mxico, que en las empresas de carcter individual o familiar existentes en las mismos centros mineros o en otras zonas del centro del pas58. En ese tiempo, an cuando se promovi el aumento de la productividad por trabajador, ste no se efectu sobre la base de la renovacin constante de adelantos tecnolgicos. Y nunca ms volveran a ser polos de atraccin59 despus de las espectaculares concentraciones demogrficas que trajeron consigo los brotes de industrializacin en los centros mineros productores de plata y oro. Por tanto, en las regiones de minera tradicional no se oper el encadenamiento entre el crecimiento demogrfico, la industrializacin y lo urbano. El uso intensivo de capital que dieron origen a estos brotes de industrializacin no rompi con el uso intensivo de trabajo, toda vez que se incrementaron o en el mejor de los casos se mantuvieron el nmero de horas de trabajo entre 10 y hasta 14 por persona. Quiz el alargamiento de la jornada laboral y el trabajo intensivo en los aos posteriores a la revolucin mexicana, mejor documentado en el casos de la Compaa Minera Las Dos Estrellas, en El Oro y Tlalpujahua, S. A, en vez

58 Para Guanajuato vase MEYER COSO, (14); para Michoacn, Jos Alfredo URIBE SALAS, (36); para el Estado de Mxico, Nicols CRDENAS GARCA, La quimera del desarrollo. El impacto econmico y social de la minera en El Oro, Estado de Mxico (1900-1930), Mxico, Instituto Nacional de Estudios de la Revolucin Mexicana, 1996, pp. 17-71; para Zacatecas, MRQUEZ HERRERA, (16), pp. 25-157; del mismo autor, (16), pp. 59-76. 59 Zacatecas y Guanajuato viven del turismo y los servicios; El Oro y Tlalpujahua de los recuerdos y del dinero que sus emigrantes remiten de los Estados Unidos o de las ciudades de Mxico y Toluca.

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de incidir en la racionalidad de los factores de produccin y por ende en la eficiencia productiva va abaratamiento de los costos de produccin y aumento de la calidad del imput de trabajo que fue la estrategia empresarial ms visible durante esos aos, haya actuado en corto plazo en un aumento correlativo de ineficiencia de los trabajadores, y por lo tanto en una merma en el desempeo econmico de las empresas60. Es previsible sostener entonces que el papel regulador de las nuevas instituciones surgidas de la revolucin haya estado orientado a preservar el equilibrio de la propiedad y actuar sobre los riesgos intrnsecos a los cambios estructurales que se venan operando en el rengln de la minera desde finales del siglo antepasado. Es decir, de una minera cuasi monoproductora de metales preciosos a otra productora de materia prima e insumos para la industria de bienes de capital y manufacturera, antes que en afrontar verdaderamente su recuperacin y sentar las bases de un desarrollo econmica posterior. La intervencin del Estado en esas regiones de minera tradicional como Zacatecas, Guanajuato, Hidalgo, Michoacn o Guerrero y en otras de menor importancia histrica y econmica, no tuvo nada que ver con la modernizacin econmica, el estmulo e impulso a la productividad y el fortalecimiento de los mecanismos de mercado, sino que estuvieron relacionadas con el desdoblamiento autoritario, coorporativo y clientelar del Estado mexicano que acabara consolidndose en las dcadas siguientes61. En mi opinin, ese fenmeno debe ser entendido como una intervencin poltica del Estado para atenuar o posponer aunque slo fuera temporalmente, y no para resolver la desarticulacin de antiguas economas cuyo apremio histrico haba descansado sobre las expectativas de progreso basados exclusivamente en los aspectos tcnicos garantes de la actividad y del bienestar regional. Los mltiples testimonios documentales que se conservan desde el siglo XVI sobre las actividades mineras, la de extraccin y la de beneficio de los metales, tienen que ver evidentemente con problemas tecnolgicos. Por eso, cuando a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX parecan haber quedado resuelto de una vez por todo el problema tecnolgico, las propias fuentes histricas comienzan a recoger un fenmeno que si bien no era nuevo en el mundo del trabajo minero, mostraban ya la otra faceta del cambio tecnolgico en una sociedad en condiciones de atraso econmico: la potencialidad de los conflictos sociales y el resquebrajamiento de la ecuacin tecnologa-bienestar social. Ciertamente con ella se aument la capacidad productiva, pero no los niveles de ingreso y de vida de los

URIBE SALAS, (36). Esta apreciacin surge del apoyo que el gobierno ofert a los trabajadores del ramo, y que se tradujo en un sistema de cooperativas mineras de produccin, en donde muchos analistas han querido ver los frutos de la revolucin mexicana y la poltica progresista del gobierno de Lzaro Crdenas. Vase el artculo de Jos Alfredo URIBE SALAS, Las Dos Estrellas en El Oro y Tlalpujahua. De empresa privada a cooperativa minera, Relaciones. Estudios de Historia y Sociedad, Nm. 54, Zamora, El Colegio de Michoacn, 1994.60 61

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diferentes grupos humanos articulados alrededor de las actividades productivas de suyo propias.

EPLOGO Si bien es cierto que durante el rgimen porfirista la produccin minera en esta regin auroargentfera de Mxico fue copada por el capital forneo, y vivi una nueva etapa de prosperidad y bonanza gracias a los descubrimientos de nuevos yacimientos, a una legislacin minera del todo favorable a las inversiones extranjeras y a la introduccin y uso de moderna tecnologa y sistemas de beneficio, muy pocas empresas que operaron en este sector de la minera mexicana lograron sobreponerse a los acelerados cambios del siglo XX. Este sector de la sociedad y economa regional tuvo un punto de ruptura en el contexto de la Gran Depresin. Todas aquellas empresas que no lograron o no alcanzaron a reestructurar sus estrategias empresariales y/o adaptarse a las nuevas reglas del juego y exigencias del mercado, mostraron ms temprano que tarde lo endeble de una estructura econmica regional basada en la monoproduccin, poco rentable frente a los nuevos patrones de acumulacin capitalista y poco o nada competitiva frente a la nueva dimensin de la industria internacional. An dicho lo anterior, todava nos queda un cuestionamiento que hay que resolver, y tiene que ver con planteamientos historiogrficos afines a la idea de que la quiebra econmica de las principales empresas y su retirada posterior de las zonas de minera tradicional difundidas por los propios empresarios y asumidas por los estudiosos, fue el resultado lgico del movimiento armado y de la nueva articulacin de poder surgida de la revolucin mexicana. Ni una cosa ni la otra. Desde mi perspectiva tres elementos influiran en el problema que buscamos resolver. El primero tiene que ver con el empobrecimiento de los depsitos mineralizados y de sus leyes; el segundo, indudablemente, con un incremento de los costos de produccin; el tercero, que me parece ms definitorio, con un proceso de involucin industrial que se opero en su seno. O dicho de otra manera, a la ausencia de articulacin innovacin/acumulacin cuya bsqueda consciente en un medio competitivo conduce necesariamente a la acumulacin de capital y al desarrollo y aplicacin de nueva tecnologa, nuevos mtodos de administracin y comercializacin y al desarrollo de nuevas destrezas en la mano de obra, aportndose de esta manera en forma automtica el factor crecimiento al funcionamiento de la economa. Si se analizara ms detenidamente estas cuestiones, podramos apreciar mejor el problema. Queda claro, desde luego, que los brotes de industrializacin que se fraguaron en las regiones de minera tradicional en Mxico se asemejan a los que tuvieron a lugar en las regiones del norte del pas como lo hemos apuntado. Pero su permanencia, reproduccin y autonomismo estuvieron seriamente limitadas por laR. I., 2001, n. 222

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naturaleza misma de las actividades. Es decir, por una parte, a la disponibilidad de yacimientos y minerales rentables, por la otra, al carcter intrnseco de la mercanca producida: no era un insumo bsico para los procesos productivos, ni de dentro del pas ni fuera de l. Asimismo, al origen y ejercicio de las inversiones (en este caso priv entre los inversionistas la obtencin del mximo de ganancia a travs del pago de intereses y reparto de utilidades mecanismos de transferencia de capitales cuya variable ha sido poco tomada en cuenta y que fungi como freno al desarrollo); y al carcter voltil del mercado al que estaba destinado su produccin (es decir, su demanda y consumo estuvo supeditado al sistema financiero internacional), en un contexto general marcado por las grandes depresiones de 18731874 y 1929-1931. El desenlace de las actividades a finales de los treinta y cuarenta del siglo pasado trae a colacin los misterios prometeicos de la industria, que han fascinado tanto a historiadores como a economistas. Y como si fuera el caso, la frase lapidaria de Zimmermann, escrita precisamente en 1951, y referida en el contexto del nuevo escenario mundial de posguerra, en el sentido de que sin acero todo lo dems es ineficiente, desorganizado, sin sentido62, nos obliga a profundizar en los procesos de industrializacin que tuvieron lugar en las reas perifricas de la minera, arrastradas por la nueva articulacin del mercado mundial e inhabilitadas por la moderna industria siderrgica y metalmecnica.

This article studies the behaviour of the Mexican traditional mining industry, with deep historical roots, in a world scenery determined by the two great depressions of 1873-1874 and 19291932. The modernization of the productive system is analyzed, together with the enterprise strategies to get round the pitfalls imposed by the international market of metals (cost/benefit) and the low propensity of the great silver and gold producting firms to widen the internal market. KEY WORDS: Cuba, banana, commerce, agriculture.

Fecha de recepcin: 20 de Enero de 2001. Fecha de aceptacin: 31 de Mayo de 2001.

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ZIMMERMANN, (5), p. 614.

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