e. t. a. hoffmann - historias de fantasmas

7/24/2019 E. T. a. Hoffmann - Historias de Fantasmas

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HISTORIA DE FANTASMASHISTORIA DE FANTASMAS

E. T. A. HOFFMANNE. T. A. HOFFMANN


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Historia de fantasmas E. T. A. Hoffmann

Historia de fantasmas

E.T.A. Hofmann

Cipriano se puso de pie y empez a pasear, segn costumbre, siempre que su ser estaba

embargado por algo muy importante y trataba de expresarse ordenadamente, y recorri la

habitacin de un extremo a otro.

Los amigos se sonrieron en silencio. Se poda leer en sus miradas! " #$u% cosas tan

fant&sticas 'amos a or() Cipriano se sent y empez as!

*+a saben que hace algn tiempo, despu%s de la ltima campaa, me hallaba en las

posesiones del Coronel de -... l Coronel era un hombre alegre y /o'ial, as como su esposa era la

tranquilidad y la ingenuidad en persona.

0ientras yo permaneca all, el hi/o se encontraba en la armada, de modo que la familia se

compona del matrimonio, de dos hi/as y de una francesa que desempeaba el cargo de una

especie de gobernanta, no obstante estar las /'enes fuera de la edad de ser gobernadas. La mayor

era tan alegre y tan 'i'a que rayaba en el desenfreno, no carente de espritu1 pero apenas poda

dar cinco pasos sin danzar tres contradanzas, as como en la con'ersacin saltaba de un tema a

otro, infatigable en su acti'idad. +o mismo presenci% cmo en el espacio de diez minutos hizopunto... ley..., cant..., bail, y que en un momento llor por el pobre primo que haba quedado

en el campo de batalla y an con l&grimas en los o/os prorrumpi en una sonora carca/ada,

cuando la francesa ech sin querer la dosis de rap% en el hocico del faldero, que al punto comenz

a estornudar, y la 'ie/a a lamentarse! Ah, che fatalit! Ah carino, poverino!2costumbraba a

hablar al susodicho faldero slo en italiano, pues era oriundo de -adua.

-or lo dem&s, la seorita era la rubia m&s encantadora que poda imaginarse, y en todos

sus extraos caprichos dominaba la amabilidad y la gracia, de manera que e/erca una fascinacin

irresistible, como sin querer. La hermana m&s /o'en, que se llamaba 2delgunda, ofreca el

e/emplo contrario. n 'ano trato de buscar palabras para expresarles el efecto mara'illoso que

caus en m esta criatura la primera 'ez que la 'i. 3maginen la figura m&s bella y el semblante

m&s hermoso. 2unque una palidez mortal cubra sus me/illas, y su cuerpo se mo'a sua'emente,

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despacio, con acompasado andar, y cuando una palabra apenas musitada sala de sus labios

entreabiertos y resonaba en el amplio saln, se senta uno estremecido por un miedo fantasmal.

-ronto me sobrepuse a esta sensacin de terror, y como pudiese entablar con'ersacin con

esta muchacha tan reser'ada, llegu% a la conclusin de que lo raro y lo fantasmagrico de su

figura slo resida en su aspecto, que no de/aba traslucir lo m&s mnimo de su interior. 4e lo poco

que habl la /o'en se de/aba traslucir una dulce feminidad, un gran sentido comn y un car&cter

amable. 5o haba huella de tensin alguna, as como la sonrisa dolorosa y la mirada empaada de

l&grimas no eran sntoma de ninguna enfermedad fsica que pudiera influir en el car&cter de esta

delicada criatura.

0e result muy chocante que toda la familia, incluso la 'ie/a francesa, parecan

inquietarse en cuanto la /o'en hablaba con alguien, y trataban de interrumpir la con'ersacin, y, a

'eces, de manera muy forzada. Lo m&s raro era que, en cuanto daban las ocho de la noche, la/o'en primero era ad'ertida por la francesa y luego por su madre, por su hermana y por su padre,

para que se retirase a su habitacin, igual que se en'a a un nio a la cama, para que no se canse,

dese&ndole que duerma bien. La francesa la acompaaba, de modo que ambas nunca estaban a la

cena que se ser'a a las nue'e en punto.

La Coronela, d&ndose cuenta de mi asombro, se anticip a mis preguntas, ad'irti%ndome

que 2delgunda estaba delicada, y que sobre todo al atardecer y a eso de las nue'e se 'ea atacada

de fiebre y que el m%dico haba dictaminado que hacia esta hora, indefectiblemente, fuera a

reposar.

+o sospech% que haba otros moti'os, aunque no tena la menor idea. Hasta hoy no he

sabido la relacin horrible de cosas y acontecimientos que destruy de un modo tan tremendo el

crculo feliz de esta pequea familia.

2delgunda era la m&s alegre y la m&s /u'enil criatura que darse pueda. Se celebraba su

catorce cumpleaos, y fueron in'itadas una serie de compaeras suyas de /uego. staban sentadas

en un bello bosquecillo del /ardn del palacio y bromeaban y se rean, a/enas a que iba

oscureciendo cada 'ez m&s, a que las escondidas brisas de /ulio comenzaban a soplar y que se

acababa la di'ersin. n la m&gica penumbra del atardecer empezaron a bailar extraas danzas,

tratando de fingirse elfos y &giles duendes! "6iganme *grit 2delgunda, cuando acab por

hacerse de noche en el bosca/e*, iganme, nias, ahora 'oy a aparecerme como la mu/er 'estida

de blanco, de la que nos ha contado tantas cosas el 'ie/o /ardinero que muri. -ero tienen que

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'enir conmigo hasta el final del /ardn, donde est& el muro.) 5ada m&s decir esto, se en'ol'i en

su chal blanco y se desliz ligersima a tra'%s del folla/e, y las nias echaron a correr detr&s de

ella, ri%ndose y bromeando. -ero, apenas hubo llegado 2delgunda al arco medio cado se qued

petrificada y todos sus miembros paralizados. l relo/ del palacio toc las nue'e! " 75o 'en

*exclam 2delgunda con el tono apagado y ca'ernoso del mayor espanto*, no 'en nada..., la

figura... que est& delante de m8 #9ess( xtiende la mano hacia m... 7no la 'en8)

Las nias no 'ean lo m&s mnimo, pero todas se quedaron sobrecogidas por el miedo y el

terror. charon a correr, hasta que una que pareca la m&s 'aliente salt hacia 2delgunda y trat

de cogerla en sus brazos. -ero en el mismo instante 2delgunda se desplom como muerta. 2 los

gritos despa'oridos de las nias, todos los del palacio salieron apresuradamente. Cogieron a

2delgunda y la metieron dentro. 4espert al fin de su desmayo y refiri temblando que, apenas

entr ba/o el arco, 'io ante ella una figura a%rea, en'uelta como en niebla, que le alargaba lamano.

Como es natural, se atribuy la aparicin a la extraa confusin que produce la luz del

anochecer. 2delgunda se recobr la misma noche, de tal modo, que no se temieron consecuencias

algunas, y se dio el asunto por terminado. #+, sin embargo, qu% diferente fue( 2 la noche

siguiente, apenas dieron las nue'e campanadas, 2delgunda, presa de terror, en mitad de los

amigos que la rodeaban, empez a gritar! " #2h est&, ah est&( 75o la 'en8 #2h est&, enfrente de

m()

:aste saber que desde aquella desgraciada noche, apenas sonaban las nue'e, 2delgunda

'ol'a a afirmar que la figura estaba delante de ella y permaneca algunos segundos, sin que nadie

pudiese 'er lo m&s mnimo, o por alguna sensacin psquica pudiese percibir la proximidad de un

desconocido principio espiritual.

La pobre 2delgunda fue tenida por loca, y la familia se a'ergonz, por un extrao

absurdo, del estado de la hi/a, de la hermana. 4e ah aquel raro proceder, al que ya he hecho

alusin. 5o faltaron m%dicos ni medios para librar a la pobre nia de una idea fi/a, que as

llamaban a la aparicin, pero todo fue en 'ano, hasta que ella pidi, entre abundantes l&grimas,

que la de/asen, pues la figura que se le apareca con rasgos inciertos e irreconocibles, no tena

nada de terrorfico, y no le produca ya miedo1 incluso tras cada aparicin tena la sensacin de

que en su interior se despo/ase de ideas y flotase como incorprea, debido a lo cual padeca gran

cansancio y se senta enferma. ;inalmente, la Coronela trab conocimiento con un c%lebre

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m%dico, que estaba en el apogeo de su fama, por curar a los locos de manera sumamente artera

odos rean y estaban alegres como nunca.

l relo/ de pared dio las ocho


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La Coronela y 2ugusta sufrieron un profundo desmayo, al que sigui un ataque de

ner'ios. l Coronel se rehizo, pero pudo 'erse en su aspecto trastornado el efecto profundo e

intenso que le hizo aquel inexplicable fenmeno.

La 'ie/a francesa, puesta de rodillas, con el rostro hacia tierra, rezando, qued libre como

2delgunda, de todas las funestas consecuencias. -oco tiempo despu%s la Coronela muri.

2ugusta se sobrepuso a la enfermedad, pero hubiera sido me/or que muriese antes de quedar en el

estado actual. lla, que era la /u'entud en persona, como ya les describ al principio, se sumi en

un estado de locura tal que me parece toda'a m&s horrible y espeluznante que aquellos que est&n

dominados por una idea fi/a. Se imagin que ella era aquel fantasma incorpreo e in'isible de

2delgunda, y rehua a todos los seres humanos, o se esconda en cuanto alguien comenzaba a

hablar o a mo'erse. 2penas se atre'a a respirar, pues crea firmemente que de aquel modo

descubra su presencia y poda causar la muerte a cualquiera. Le abran la puerta, le daban lacomida, que esconda al tomarla, y as, ocultamente, haca con todo. 7-uede darse algo m&s

penoso8

l Coronel, desesperado y furioso, se alist en la nue'a campana de guerra. 0uri en la

batalla 'ictoriosa de B... s notable, muy notable, que desde aquella noche fatal, 2delgunda

qued libre del fantasma. Se dedica por entero a cuidar a su hermana enferma, y la 'ie/a francesa

la ayuda en esta tarea. Segn me ha dicho hoy Sil'estre, el to de las pobres nias, acaba de llegar

para consultar con nuestro buen @... acerca del m%todo curati'o que debe emplearse con 2ugusta.

#$uiera el Cielo facilitar esta improbable curacin(

Cipriano call y tambi%n los amigos permanecieron en silencio. ;inalmente, Lotario

exclam! " #sta s que es una condenada historia de fantasmas( #-ero no puedo negar que estoy

temblando, a pesar de que todo el asunto del plato 'olante me parece infantil y de mal gusto()

"5o tanto *interrumpi Attomar*, no tanto, #querido Lotario( :ien sabes lo que pienso acerca de

las historias de fantasmas, bien sabes que estoy en contra de todos los 'isionarios.)

FIN

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