dudas sobre la historia oficial de la operación a kirchner

5
Fontevecchia con Sanz: el jefe de la UCR critica al Gobierno y a Carrió Solá, lanzado. Dice que con Duhalde, Macri y De Nar- váez no hay retorno y que es presidenciable. PAGINA 10 Resisten a Montoya. Opo- sitores cuestionan el de- sembarco del recaudador en la gestión Macri. PAGINA 17 Recuperación a medias. El rebote económico se frena- rá desde junio, coinciden seis analistas. PAGINA 20 Ofensiva de la OTAN. Es la operación más importante desde el 11-S: 15 mil solda- dos en Afganistán. PAGINA 27 Mini era del hielo. Cientí- ficos cuestionan teoría del calentamiento y explican grandes nevadas. PAGINA 30 Racing sufre y sufre. Cayó 1-0 ante el Lobo. Banfield venció a Lanús y se aco- moda en la tabla. DEPORTES RESUMEN Por qué River tiembla en los recitales Según informes oficiales, está sobre terrenos de relleno ganados al río. Coldplay y los Guns no tienen plan B. PAGINA 46 y ESPECTACULOS PAGINA 36 Dengue recargado: entra por Cataratas Pobre San Valentín: 55% no tiene pareja FUROR POR EL TEATRO ESPECTACULOS CICHERO EXCLUSIVO: El álbum de fotos familiar Polémica por el caso del baterista de Callejeros: ¿ataque o accidente? Año V - Nº 444 / Domingo 14 de febrero de 2010. Buenos Aires, Argentina. Precio $ 6,50. Recargo envío al interior $ 0,50. GRATIS REVISTA: Elena Roger y Alfredo Alcón analizan el fenómeno de taquilla que lideran. CONFUSO EPISODIO PAGINA 62 CICHERO Embajador chino, duro con Cristina PAGINA 18 Pablo está libre y reabrió su local. La hija de Zanola defiende a sus padres presos. Soledad (21) recibió a PERFIL en casa de su novio, delegado bancario. Niega lazos con la mafia de los remedios. Nuevas pistas vinculan al espía Ciro James con el escándalo. PAGINA 2 Expertos dudan de los síntomas “oficiales” que tuvo Kirchner antes de ser operado Se dijo que lo internaron con “hormigueos” en las extremida- des. Reconocidos especialistas sostienen que, para decidir in- tervenirle la carótida, el cuadro debió ser más severo. PAGINAS 58 a 61 JUNTA MEDICA PARA ANALIZAR QUE PASO CON EL EX PRESIDENTE MIRVOIS Escribe Jorge Lanata: “Néstor Kirchner y yo, en terapia”. PAGINA 12 ORTEGA YA FUE No volverá a jugar en la primera de River . PAGINA 50 Habla el tatuador acusado de abuso BIBLIOTECA SORIANO Opcional, dos libros a $19 90

Upload: pedro-ylarri

Post on 16-Jun-2015

1.144 views

Category:

Documents


3 download

DESCRIPTION

Una semana después de la operación a la que fue sometido el ex presidente, crecen las sombras acerca de los síntomas que tuvo esa mañana, qué enfermedad sufrió y cómo deberá recuperarse. El entorno oficial dio a conocer que debió ser internado a causa de una obstrucción en la arteria carótida derecha tras sentir “hormigueos en brazo y pierna”. Sin embargo, expertos consultados por PERFIL aseguran que tales síntomas corresponden a un accidente cerebrovascular transitorio y no al taponamiento de una arteria, por lo que no hubiera necesitado una intervención invasiva de emergencia.

TRANSCRIPT

Page 1: Dudas sobre la historia oficial de la operación a Kirchner

Fontevecchia con Sanz: el jefe de la UCR critica al Gobierno y a Carrió

Solá, lanzado. Dice que con Duhalde, Macri y De Nar-váez no hay retorno y que es presidenciable. PAGINA 10

Resisten a Montoya. Opo-sitores cuestionan el de-sembarco del recaudador en la gestión Macri. PAGINA 17

Recuperación a medias. El rebote económico se frena-rá desde junio, coinciden seis analistas. PAGINA 20

Ofensiva de la OTAN. Es la operación más importante desde el 11-S: 15 mil solda-dos en Afganistán. PAGINA 27

Mini era del hielo. Cientí-ficos cuestionan teoría del calentamiento y explican grandes nevadas. PAGINA 30

Racing sufre y sufre. Cayó 1-0 ante el Lobo. Banfield venció a Lanús y se aco-moda en la tabla. DEPORTES

RESUMEN

Por qué River tiembla en los recitalesSegún informes ofi ciales, está sobre terrenos de relleno ganados al río. Coldplay y los Guns no tienen plan B. PAGINA 46 y ESPECTACULOS

PAGINA 36

● Dengue recargado: entra por Cataratas● Pobre San Valentín: 55% no tiene pareja

FUROR POR EL TEATRO ESPECTACULOS

CICHER

O

EXCLUSIVO: El álbum de fotos familiar

Polémica por el caso del baterista de Callejeros: ¿ataque o accidente?

Año V - Nº 444 / Domingo 14 de febrero de 2010. Buenos Aires, Argentina. Precio $ 6,50. Recargo envío al interior $ 0,50. GRATIS REVISTA:

Elena Roger y Alfredo Alcón analizan el fenómeno de taquilla que lideran.

CONFUSO EPISODIO PAGINA 62

CICHER

O

Embajador chino, duro con Cristina

PAGINA 18

Pablo está libre y reabrió su local.

La hija de Zanola defiende a sus padres presos. Soledad (21) recibió a PERFIL en casa de su

novio, delegado bancario. Niega lazos con la mafia de los remedios. Nuevas pistas vinculan al espía Ciro James con el escándalo. PAGINA 2

Expertos dudan de los síntomas “oficiales” que tuvo Kirchner antes de ser operadoSe dijo que lo internaron con “hormigueos” en las extremida-

des. Reconocidos especialistas sostienen que, para decidir in-

tervenirle la carótida, el cuadro debió ser más severo. PAGINAS 58 a 61

JUNTA MEDICA PARA ANALIZAR QUE PASO CON EL EX PRESIDENTE

MIRVO

IS

● Escribe Jorge Lanata: “Néstor Kirchner y yo, en terapia”. PAGINA 12

ORTEGAYA FUE

No volveráa jugar enla primera

de River.

PAGINA 50

Habla el tatuador acusado de abuso

BIBLIOTECA SORIANOOpcional, dos libros a $1990

Page 2: Dudas sobre la historia oficial de la operación a Kirchner

un accidente cerebrovascular muy pequeño, aunque “se con-sidera un signo de advertencia de que se puede presentar un accidente cerebrovascular ver-dadero en el futuro si no se hace algo para prevenirlo”.

Tanto Estol como otro car-diólogo consultado, afirmaron que en su opinión no recomen-darían operar a un paciente con obstrucción en la carótida mientras no tenga síntomas como parálisis o ceguera o se encuentre en estado crítico. “Tengo pacientes con una ca-rótida tapada 100 por ciento y, aun así, no considero oportuna la cirugía”, explicó el médico

cardiólogo. Todas declaracio-nes que siguen sembrando un manto de dudas sobre lo que realmente le sucedió al primer caballero.

Respecto al futuro, los médi-cos coinciden en que el poso-peratorio “no es complicado”, y que el ex presidente deberá controlar la presión, tomar as-pirinas regularmente, hacer ac-tividad física y evitar el sedenta-rismo. Aseguran, sin embargo, que si lo que sufrió fue un AIT los cuidados deberán ser “in-tensivos”, ya que suele ser “el primer aviso” de un accidente cerebrovascular más grave.

Lo más difícil será contro-lar su personalidad de tipo A, caracterizado por una actitud hostil, dura y competitiva, y que causa 2,5 veces más posibili-dades de presentar infartos y accidentes cerebrovasculares. ¿Podrá Kirchner hacerlo? n

INVESTIGACION Y ANALISIS

Dudas sobre la historia oficial de la operación a Kirchner

Una semana después de la operación a la que fue so-metido el ex presidente, crecen las sombras acerca de los síntomas que tuvo esa mañana, qué enferme-dad sufrió y cómo deberá recuperarse. El entorno

oficial dio a conocer que debió ser internado a cau-sa de una obstrucción en la arteria carótida derecha tras sentir “hormigueos en brazo y pierna”. Sin em-bargo, expertos consultados por PERFIL aseguran

que tales síntomas corresponden a un accidente cerebrovascular transitorio y no al taponamiento de una arteria, por lo que no hubiera necesitado una intervención invasiva de emergencia.

¿se ocultaron los verDaDeros sintomas?

PEdRo YLaRRI

El ex presidente Néstor Kirch-ner ya no podrá ocultar más sus cicatrices. No como lo hizo des-de que asumió su primer espa-cio de poder en la intendencia de Río Gallegos. Ni como cuan-do su salud se transformó en un “secreto de estado” desde 2003. A casi una semana de la sorpre-siva internación y operación de la carótida derecha en el Sana-torio de Los Arcos, crecen las dudas sobre qué síntomas real-mente sintió el actual diputado, qué fue lo que le sucedió y qué operación le practicaron.

Más certezas existen en cambio sobre su futuro. Néstor

Kirchner deberá cuidarse de la hipertensión, el sedentarismo y otros factores de riesgo; pero sobre todo de su principal “con-ducta” de riesgo: su personali-dad de tipo A, caracterizada por la impaciencia, irritabilidad, la prisa, el estilo dominante y au-toritario. Un agravante más en un cuadro que se fue compli-cando con los años, con enfer-medades gastrointestinales y seis internaciones de urgencia o de control (ver infografía).

El ex presidente fue operado, se informó, por una “estenosis carotídea”, una enfermedad producida por el taponamiento de la artera carótida –en este ca-so la derecha– la principal fuen-te de irrigación sanguínea del cerebro. Las fuentes oficiales indicaron que en la cirugía se extirpó la placa que obstruía la arteria, que ésta se encontraba “inestable” –es decir que podía moverse imprevistamente y lle-gar al cerebro– y que además era “ulcerosa” –que perforaba la arteria–. Por último, se dijo

cedoc perfil

cicatriz. El primer caballero no ocultó las huellas de su paso por el quirófano al salir del sanatorio.

los síntomas que tuvo el ex presidente, según la versión oficial, no se corresponden con la operación que le practicaron, sino con un accidente cerebrovascular transitorio, que no necesita operación

que los síntomas que sintió Kir-chner fueron un “hormigueo en el brazo y en la pierna, y un bre-ve adormecimiento”.

Es en este punto donde apa-recen las “incongruencias”. Según cuatro especialistas médicos consultados por PER-FIL, los síntomas del ex presi-dente no se corresponden con una estenosis carotídea y sí, en cambio, con un accidente cerebrovascular. Es decir, que, “o sintió otros síntomas que sí corresponden con la estenosis carotídea (como la parálisis parcial o total en brazo y pierna y ceguera temporal en un ojo) o bien se trató en realidad de un accidente cerebrovascular”, ex-plicó uno de los expertos, que pidió reserva.

“Es importante explicarle a la gente que el adormecimiento o los trastornos de sensibilidad nunca son un síntoma de la ca-rótida... es decir, que no porque alguien sienta hormigueos o se le duerma una mano hay que operarlo de la carótida”, enfa-tizó el destacadísimo neurólo-go argentino-norteamericano Conrado Estol, y explicó que “según estudios y estadísticas médicas, el accidente cerebro-vascular causado por la caró-tida no presenta trastornos de sensibilidad, esos son síntomas de, por ejemplo, un accidente cerebrovascular”.

Sin quererlo, Guillermo Weinschelbaum, miembro del equipo que operó a Kirchner, dijo a Clarín el lunes 8 que

Kirchner “tuvo un accidente isquémico cerebral transitorio (AIT) que revirtió, se le remo-vió la placa para que no llegara a tener un ataque cerebrovas-cular grave”. En forma sorpre-siva, el médico se excusó con PERFIL para declarar para es-ta nota. Dijo que “por secreto médico no puedo dar declara-ciones” y que le “han pedido que no continúe hablando al respecto”.

El AIT, según la literatura médica, “es causado por la inte-rrupción temporal del riego san-guíneo a un área del cerebro, lo cual ocasiona una disminución breve y repentina en la función cerebral”. Sus síntomas son si-milares a los que tuvo Kirchner y la enfermedad se asemeja a

Para los especialistas consultados, un paciente con obstrucción de carótida, tal como se informó que tuvo Kirchner, sólo debería ser intervenido si presentara parálisis o ceguera en un ojo

Junta médica sobre el caso Kirchner, en página 60.

Page 3: Dudas sobre la historia oficial de la operación a Kirchner

Perfil - Domingo 14 de febrero de 2010 el observador - 59

Las enfermedades de Néstor K

Túnica adventicia

Corte de la arteriacarótida

Túnica media

Túnica íntima

Placa

HemorroidesFue la primera gran afección de Kirchner y el inicio de sus problemas gastrointestinales. Sucedió en 1985 y se mantuvo en secreto hasta 2004, cuando la entonces senadora y primera dama, CFK, reveló que su marido había sufrido una “úlcera perforada”. El médico personal de Kirchner, Luis Buonomo, debió salir a aclarar que se trató, en realidad, de una in�amación de las venas del ano y del recto, una patología muy dolorosa, más conocida como hemorroides.

Síndrome de HubrisNo está catalogado en los libros de medicina tradicional ni entre las enfermedades laborales que cubren las ART, sin embargo se lo considera un cuadro de insania mental de quienes gobiernan u ocupan espacios de poder. El �lósofo inglés Bertrand Russell lo dio a conocer como “la intoxicación del poder” y sus características son: la con�anza en sí mismo, una actitud de desprecio hacia los demás y una pérdida del sentido de realidad.

InsomnioLas ojeras y otras manifestaciones de cansancio se fueron acrecentando durante su gestión presidencial y, si bien no lo ha reconocido públicamente, la tensión le ha provocado problemas de insomnio y migrañas. Kirchner llegaba puntualmente a su despacho a las ocho de la mañana, y se levantaba cerca de las seis. Otros síntomas de cansancio incluyen el arrastre de los pies al caminar.

PeriodontitisEs una enfermedad de origen bacteriano irreversible, que provoca daños en las encías e incluso en el hueso que soporta los dientes. Nelson Castro sugiere en su libro Enfermos de Poder que al ex presidente debieron practicarle un tratamiento de conducto en 2004 por un problema derivado de esa enfermedad. El dolor producido por esa práctica motivó a Kirchner a automedicarse con Ketorolac, un potente analgésico que le terminó ocasionado su peor afección gástrica.

EpigastralgiaSe caracteriza por un fuerte dolor en la boca del estómago y provoca náuseas, vómitos, deposición de materia fecal con sangre e hipotensión arterial. Kirchner fue internado en medio de fuertes medidas de seguridad por esta afección durante seis días el 8 de abril de 2004, mientras descansaba en El Calafate. Extrao�cialmente se informó que, en realidad, se trató de una gastroduodenitis hemorrágica, ya que también afectó parte del intestino.

Colon irritableNo se trata de una enfermedad mortal, pero es molesta y no se le conoce cura. Es el talón de Aquiles de Kirchner y le generó más de un problema durante su presidencia. También llamado intestino espástico, el colon irritable es una enfermedad digestiva crónica que afecta a entre 15 a 20 por ciento de la población. Se caracteriza por fuertes dolores abdominales y diarrea, y está asociada al estrés y a la ansiedad, otros dos problemas del ex presidente.

Obstrucción de carótidaHace una semana, fue operado por una obstruc-ción de la arteria carótida derecha, en una cirugía en la se le sacó una placa ulcerosa. El ahora diputado tuvo un accidente isquémico cerebral transitorio que revirtió y se le removió la placa para que no llegara a tener un ataque cerebrovas-cular grave, explicó Guillermo Weinschelbaum, uno de los que participó en la operación. Deberá evitar el sedentarismo y el estrés, además de controlar su tensión y colesterol en sangre.

Infografía: J.F./A.I./G.P./S.U.

Page 4: Dudas sobre la historia oficial de la operación a Kirchner

60 - el observador Domingo 14 de febrero de 2010 - Perfil el observador - 61Perfil - Domingo 14 de febrero de 2010

“El adormecimiento nunca es un síntoma de carótida”

junta mEDica para El Ex prEsiDEntE

Así lo consideró el doctor Conrado Estol, médi-co neurólogo especializado en carótida y uno de los más prestigiosos del país. Junto a los especialistas Jorge Campos (FLENI) y Carlos

Bruno (Clínica Suizo Argentina) analizaron, a pedido de PERFIL, el caso de Kirchner. Creen que los síntomas que tuvo pudieron haber sido más graves que los que se dieron a conocer.

LAuRA GAmBALE/PEdRo YLARRI

En el marco de la reciente ope-ración a la que fue sometido el ex presidente Néstor Kirchner por la obstrucción de la arteria carótida derecha, PERFIL con-vocó a una mesa de debate a tres reconocidos profesionales para conocer los detalles de una patología que cada año afecta a 185 pacientes por cada 100 mil personas.

Se trata de Carlos Bruno,

médico cardiólogo a cargo del departamento de Educación Médica Continua de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina; Jorge Campos, médico neuró-logo del Servicio de Neurología Cognitiva de FLENI; y desde Vi-lla La Angostura y a través de Internet, Conrado Estol, médico neurólogo especializado en la enfermedad de la carótida.

Debatieron durante casi dos horas acerca de las principales causas de las enfermedades arte-riales, los síntomas que determi-nan una operación de urgencia, las alternativas a la intervención quirúrgica, las principales for-mas de prevenirla, y las limita-ciones que presenta el servicio de salud nacional, tanto en el ámbito público como privado.

—¿Qué complejidad y ries-gos implica una cirugía como a la que fue sometido el ex pre-sidente Néstor Kirchner?

CAmPoS: Tanto las patolo-gías cerebrovasculares como las cardiovasculares son en-fermedades más comunes y frecuentes de lo que la gente piensa, aunque en los últimos años la sociedad se ha informa-do más acerca de las formas de prevenirlas y tratarlas.

BRuNo: La enfermedad cere-brovascular es similar al infarto agudo de miocardio en muchos aspectos; en especial, en que deben ser tratadas al instante. La mortalidad de los infartos

ellos saben. Los doctores Campos (de traje), Bruno y Estol (vía web) piensan

internado. En 1993, Menem fue operado de la carótida.

es de 10 por ciento cuando son tratados al instante, pero hoy tenemos una mortalidad de 50 por ciento, porque la mayoría no llega a internarse y tratarse a tiempo. En este sentido, el caso de Kirchner se puede decir que es estándar.

ESToL: Estoy de acuerdo con la rápida internación, por-que según las estadísticas, un tratamiento realizado antes de las 24 horas disminuye el 70 por ciento la mortalidad. El proble-ma en estas enfermedades es que no hay dolor de pecho co-mo en el infarto, sino que son pequeñas molestias que si uno las deja pasar se olvida, pero luego se repiten.

—¿Qué síntomas suele tener un accidente cerebrovascular? ¿Se asemejan a los que tuvo Kirchner?

C: Pérdida parcial de la vi-sión, trastorno en el habla o motriz, vértigo, mareos. Eso de-bería ser suficiente para que la gente vaya a la guardia, porque la incidencia es alta.

B: Sí, hay aproximadamente 180 pacientes atendidos por es-ta causa cada 100 mil habitan-tes. La mortalidad es la mitad, aunque podría ser disminuida. Por ejemplo, dando una aspiri-na ante un dolor de pecho vin-culado a un infarto. No se pre-cisa gran complejidad: con un cuestionario amplio se puede conseguir un tratamiento rápi-do y eficaz.

E: El tema de los síntomas es importante. He seguido el tema de Kirchner por los dia-rios y siempre leí que tuvo ador-mecimiento y un hormigueo o cosquilleo en el brazo, o en el brazo y la pierna. Y es impor-tante explicarle a la gente que el adormecimiento o los tras-tornos de sensibilidad nunca son un síntoma de la carótida. Ni siquiera un adormecimien-to de dos minutos es síntoma de un problema en la carótida. (…) Según estudios y estadís-ticas médicas, el accidente ce-rebrovascular causado por la carótida no presenta un tras-torno de sensibilidad, ése es un síntoma de un accidente cere-brovascular, del taponamiento por hipertensión de arterias de un milímetro de diámetro en el cerebro. El síntoma clásico del taponamiento de la carótida es parálisis parcial o total del bra-zo opuesto a la carótida com-prometida, y posiblemente de la cara, y ceguera temporal en el ojo del mismo lado de la caró-tida tapada. Es importante de-cirlo porque mucha gente tiene estos adormecimientos pasada cierta edad, y eso no significa que tenga que operarse de la

carótida, como a mucha gente la han operado, erróneamente.

—¿Entonces en un caso co-mo el de Néstor Kirchner es aconsejable no operar o tal vez no se informó con exacti-tud qué síntomas sintió?

E: Una carótida obstruida que no da síntomas, aunque la tenga 80 por ciento tapada no debe ser operada, porque el riesgo de que sufra un acci-dente cerebrovascular es muy bajo: dos por ciento. Según mi opinión personal, si todo lo que obtengo es que el paciente só-lo tuvo hormigueos, o que sin-tió agujas en parte del cuerpo pero podía mover la mano, yo no indicaría un tratamiento in-vasivo, porque un tratamiento no invasivo, con medicamentos fuertes contra el colesterol (…) No estoy hablando del caso de Kirchner, sino de la enferme-dad de la carótida. Y la mayor parte de las estenosis carotí-deas no se tratan con cirugía, aunque en este caso no conta-mos con toda la información que seguramente la tuvo su neurólogo vascular, no cono-cemos los síntomas exactos. Por otra parte, hay que expli-car que las placas inestables –la que le fue extirpada al ex presidente– generan riesgos en las arterias coronarias (del co-razón), ya que se puede produ-cir un accidente de placa que hace que de un día para otro se tape la arteria. En las arterias del cerebro y en la carótida, el accidente de placa es inusual. El tercer punto, el tema de la placa ulcerosa: no es posible diagnosticarlas con precisión y uno tiene el 50 por cierto de

acertar el diagnóstico y el 50 por ciento en errarle.

C: Las estadísticas interna-cionales sugieren que en estos casos, es decir de una carótida

asintomática, los riesgos de realizar una intervención qui-rúrgica son mayores que ha-cer tratamientos no invasivos. Igualmente, no me parece co-rrecto opinar ni evaluar decisio-nes médicas porque no conozco los detalles.

B: Es muy difícil discutir el éxito. Y en este caso, fue exitosa la operación en toda su trayec-toria, desde que Kirchner ingre-só a la clínica hasta finalizar la cirugía. Decir que la placa era inestable es importante, porque la inestabilidad significa impre-visibilidad y existen riesgos de lo imprevisible, y lo imprevisi-ble en el cerebro perdona me-nos.

—¿Cómo resulta el posope-ratorio en estas cirugías y qué riesgos presenta?

C: Existen riesgos por más exitosa que haya sido la ci-rugía. Es necesario seguir un tratamiento farmacológico, con controles seguidos con un neurólogo vascular, porque una operación de estenosis carotí-dea puede dejar déficits. Por supuesto, hay que hacer un tra-tamiento para bajar los niveles de colesterol, abandonar el ta-baco, realizar actividad física y sobre todo controlar la presión arterial.

—¿Cuánto influye el estrés o la presión del poder en esta enfermedad?

B: Como primera medida, hay que diferenciar conductas de riesgo de factores de riesgo. Por ejemplo, la diabetes es un factor y el desinterés en cuidar-se es una conducta. Ahora bien, en respuesta a tu pregunta, los poetas tangueros son los que mejor entendieron cuánto fas-tidia o influye la emoción. Un 80 por ciento de las letras del tango hablan del corazón, de un corazón destrozado. Esto no es una ingenuidad. Los libros médicos hablan de ignominia, de aquello que en la vida no es aceptable, algo injusto, una pérdida. Ese tipo de emociones afectan la salud. (…) También

influye el tener una personali-dad de tipo A, que son las per-sonas agresivas, competitivas, ansiosas, que tienen adrenali-na circulando todo el día; y esto produce problemas graves en el cuerpo, al igual, por ejemplo, que la depresión.

—Hubo una polémica por la decisión de ser operado en un sanatorio privado y no en el hospital de la familia presiden-cial, el Cosme Argerich ¿Fuera de la disputa política, cuál es la situación real del sistema de salud público y del privado?

B: En el Argerich se abrió en 1968 la primera unidad co-

ronaria del país, y redujo un 30 por ciento la mortalidad de quienes allí se atendieron e im-plicó un cambio de vista total. Fue fundada por Carlos Alberto Bertolasi. En el Hospital Arge-rich ya se realizaron este año unas 65 cirugías de carótida y nadie hizo ningún espamento. Los cirujanos hicieron 100 ciru-gías de este tipo. En el Argerich se hicieron 720 transplantes de riñón y hay lista de espera para otros 290 pacientes. En el mismo lugar, ya se hicieron 19 transplantes de corazón. Los que trabajamos en el ámbito privado le debemos muchísimo

a lo público. Hay que saberlo: solamente hay dos clases de medicina, la buena y la mala. Cualquiera de las dos puede ser encontrada en el ámbito públi-co como en el privado.

C: En enfermedades vascu-lares, la rapidez es lo funda-mental, y a eso está ligada la posibilidad de evitar secuelas. Lo cierto es que no hay políti-

cas públicas para que en estos casos se actué en las primeras horas. Y no sólo es una cues-tión médica sino también eco-nómica, las secuelas generan enormes erogaciones. Pero no se toma conciencia de la impor-tancia que esto tiene, tanto en lo privado como en lo público.

—¿Cuál es el estado de Ar-gentina respecto de las enfer-medades vasculares?

E: No podemos siquiera com-parar el manejo que se hace en nuestro país con el de los países desarrollados. Estas enferme-dades no son reconocidas por la población en general y muchas de las cosas que sabemos lo ha-cemos extrapolando datos de Estados Unidos, por ejemplo, diciendo que cada 20 minutos alguien tiene un accidente de este tipo en nuestro país. Sin embargo, los números ubican a la Argentina en una buena posi-ción, sobre todo por el altísimo gasto en salud que tenemos. Faltan médicos especializados en estos temas y que la merito-cracia sea el camino para ocu-par un puesto.

B: Hay un dato que es impor-tante: hoy a nadie se le ocurriría practicarse una cirugía en el ex-tranjero. Sin embargo, cuando nos ponemos a investigar lo que sucede, nos damos cuenta de las disparidades. En Recoleta, vemos enfermedades parecidas a las de Estados Unidos y a 15 minutos del Obelisco, vemos las del mundo subdesarrollado. Esto es porque se gasta mal y mientras tanto, la disparidad es cada vez más grande. n

que Kirchner pudo haber estado más grave.

L.G.

“La cirugía de la carótida a la que fue sometido Kirchner se trata del mismo tipo de inter-vención que le realizamos al ex presidente Carlos Menem hace más de 15 años”, cuenta a PERFIL el doctor Luis de la Fuente, cardiólogo inter-vencionista que, junto con su colega, el doctor Juan Carlos Parodi, realizó una angio-plastia al hoy senador de La Rioja cuando sufrió una obs-trucción parcial de la arteria carótida, en octubre de 1993. Asegura que se trata de un cuadro similar al que sufrió Néstor Kirchner el domingo pasado.

En ambos casos, se ras-pó la placa de colesterol, se abrió la arteria carótida del cuello del lado derecho y se extirpó con un bisturí, con anestesia general, explica De la Fuente, y resalta que en ambos casos la operación era necesaria. Además, acla-ra que a Kirchner “se le hizo una ecografía de vasos del cuello y una angioresonancia previas a la cirugía, al igual que se procedió con Menem, aunque en este último caso se agregó un cateterismo co-ronario para ver el estado de

sus arterias coronarias”.Víctor Caramutti, el médico

que dirigió la operación de Kirchner, dijo ayer a PERFIL que se trató de “una operación de rutina. Tenía una placa com-plicada la cual fue extraída y ahora se encuentra en perfec-tas condiciones”. Del mismo modo, en los días en los que Menem era jefe de Estado, el médico personal del entonces presidente, Alejandro Tfeli, acompañado por el cirujano a cargo de la intervención, Juan Carlos Parodi, tranquilizó a la sociedad: la operación había

resultado todo un éxito. Por otra parte, el especia-

lista consultado por PER-FIL opina que “a Kirchner y Menem el estrés les jugó en contra –en alusión a las principales causas de la enfermedad padecida por ambos. Tuvieron una fun-ción de gran envergadura. Además, ambos poseen una personalidad compe-titiva, conocida como Tipo A (agresividad, impacien-cia, irritabilidad, estilo do-minante y autoritario). No tuvieron secuelas, pero po-drían haber quedado con trastornos en la palabra y en la movilidad de brazos y piernas”.

La señal que alertó a Me-nem también es compara-ble con la que preocupó a Kirchner: un adormeci-miento de un brazo, seguido de cosquilleo. En el primer caso, ocurrió mientras juga-ba al golf en la quinta de Oli-vos, y en el segundo, mien-tras hacía actividad física en una cinta de gimnasio.

“Yerba mala nunca mue-re”, dijo Menem hace 16 años. “Hay Kirchner para rato”, dijo Cristina el mar-tes. n

menem y Kirchner, igualitosla carotiDas prEsiDEncialEs

Los trastornos de sensibilidad noson un síntoma de

la carótida, sino de un posible accidente cerebrovascular.Dr. Conrado Estol

Las patologías cerebrovasculares y cardiovasculares

son más comunes y frecuentes de lo que la gente cree.Dr. Jorge Campos

Este año en el Argerich se hicieron 65

cirugías de carótida y nadie hizo ningún espamento.Dr. Carlos Bruno

santiago cichero

cedoc perfil

Page 5: Dudas sobre la historia oficial de la operación a Kirchner

60 - el observador Domingo 14 de febrero de 2010 - Perfil el observador - 61Perfil - Domingo 14 de febrero de 2010

“El adormecimiento nunca es un síntoma de carótida”

junta mEDica para El Ex prEsiDEntE

Así lo consideró el doctor Conrado Estol, médi-co neurólogo especializado en carótida y uno de los más prestigiosos del país. Junto a los especialistas Jorge Campos (FLENI) y Carlos

Bruno (Clínica Suizo Argentina) analizaron, a pedido de PERFIL, el caso de Kirchner. Creen que los síntomas que tuvo pudieron haber sido más graves que los que se dieron a conocer.

LAuRA GAmBALE/PEdRo YLARRI

En el marco de la reciente ope-ración a la que fue sometido el ex presidente Néstor Kirchner por la obstrucción de la arteria carótida derecha, PERFIL con-vocó a una mesa de debate a tres reconocidos profesionales para conocer los detalles de una patología que cada año afecta a 185 pacientes por cada 100 mil personas.

Se trata de Carlos Bruno,

médico cardiólogo a cargo del departamento de Educación Médica Continua de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina; Jorge Campos, médico neuró-logo del Servicio de Neurología Cognitiva de FLENI; y desde Vi-lla La Angostura y a través de Internet, Conrado Estol, médico neurólogo especializado en la enfermedad de la carótida.

Debatieron durante casi dos horas acerca de las principales causas de las enfermedades arte-riales, los síntomas que determi-nan una operación de urgencia, las alternativas a la intervención quirúrgica, las principales for-mas de prevenirla, y las limita-ciones que presenta el servicio de salud nacional, tanto en el ámbito público como privado.

—¿Qué complejidad y ries-gos implica una cirugía como a la que fue sometido el ex pre-sidente Néstor Kirchner?

CAmPoS: Tanto las patolo-gías cerebrovasculares como las cardiovasculares son en-fermedades más comunes y frecuentes de lo que la gente piensa, aunque en los últimos años la sociedad se ha informa-do más acerca de las formas de prevenirlas y tratarlas.

BRuNo: La enfermedad cere-brovascular es similar al infarto agudo de miocardio en muchos aspectos; en especial, en que deben ser tratadas al instante. La mortalidad de los infartos

ellos saben. Los doctores Campos (de traje), Bruno y Estol (vía web) piensan

internado. En 1993, Menem fue operado de la carótida.

es de 10 por ciento cuando son tratados al instante, pero hoy tenemos una mortalidad de 50 por ciento, porque la mayoría no llega a internarse y tratarse a tiempo. En este sentido, el caso de Kirchner se puede decir que es estándar.

ESToL: Estoy de acuerdo con la rápida internación, por-que según las estadísticas, un tratamiento realizado antes de las 24 horas disminuye el 70 por ciento la mortalidad. El proble-ma en estas enfermedades es que no hay dolor de pecho co-mo en el infarto, sino que son pequeñas molestias que si uno las deja pasar se olvida, pero luego se repiten.

—¿Qué síntomas suele tener un accidente cerebrovascular? ¿Se asemejan a los que tuvo Kirchner?

C: Pérdida parcial de la vi-sión, trastorno en el habla o motriz, vértigo, mareos. Eso de-bería ser suficiente para que la gente vaya a la guardia, porque la incidencia es alta.

B: Sí, hay aproximadamente 180 pacientes atendidos por es-ta causa cada 100 mil habitan-tes. La mortalidad es la mitad, aunque podría ser disminuida. Por ejemplo, dando una aspiri-na ante un dolor de pecho vin-culado a un infarto. No se pre-cisa gran complejidad: con un cuestionario amplio se puede conseguir un tratamiento rápi-do y eficaz.

E: El tema de los síntomas es importante. He seguido el tema de Kirchner por los dia-rios y siempre leí que tuvo ador-mecimiento y un hormigueo o cosquilleo en el brazo, o en el brazo y la pierna. Y es impor-tante explicarle a la gente que el adormecimiento o los tras-tornos de sensibilidad nunca son un síntoma de la carótida. Ni siquiera un adormecimien-to de dos minutos es síntoma de un problema en la carótida. (…) Según estudios y estadís-ticas médicas, el accidente ce-rebrovascular causado por la carótida no presenta un tras-torno de sensibilidad, ése es un síntoma de un accidente cere-brovascular, del taponamiento por hipertensión de arterias de un milímetro de diámetro en el cerebro. El síntoma clásico del taponamiento de la carótida es parálisis parcial o total del bra-zo opuesto a la carótida com-prometida, y posiblemente de la cara, y ceguera temporal en el ojo del mismo lado de la caró-tida tapada. Es importante de-cirlo porque mucha gente tiene estos adormecimientos pasada cierta edad, y eso no significa que tenga que operarse de la

carótida, como a mucha gente la han operado, erróneamente.

—¿Entonces en un caso co-mo el de Néstor Kirchner es aconsejable no operar o tal vez no se informó con exacti-tud qué síntomas sintió?

E: Una carótida obstruida que no da síntomas, aunque la tenga 80 por ciento tapada no debe ser operada, porque el riesgo de que sufra un acci-dente cerebrovascular es muy bajo: dos por ciento. Según mi opinión personal, si todo lo que obtengo es que el paciente só-lo tuvo hormigueos, o que sin-tió agujas en parte del cuerpo pero podía mover la mano, yo no indicaría un tratamiento in-vasivo, porque un tratamiento no invasivo, con medicamentos fuertes contra el colesterol (…) No estoy hablando del caso de Kirchner, sino de la enferme-dad de la carótida. Y la mayor parte de las estenosis carotí-deas no se tratan con cirugía, aunque en este caso no conta-mos con toda la información que seguramente la tuvo su neurólogo vascular, no cono-cemos los síntomas exactos. Por otra parte, hay que expli-car que las placas inestables –la que le fue extirpada al ex presidente– generan riesgos en las arterias coronarias (del co-razón), ya que se puede produ-cir un accidente de placa que hace que de un día para otro se tape la arteria. En las arterias del cerebro y en la carótida, el accidente de placa es inusual. El tercer punto, el tema de la placa ulcerosa: no es posible diagnosticarlas con precisión y uno tiene el 50 por cierto de

acertar el diagnóstico y el 50 por ciento en errarle.

C: Las estadísticas interna-cionales sugieren que en estos casos, es decir de una carótida

asintomática, los riesgos de realizar una intervención qui-rúrgica son mayores que ha-cer tratamientos no invasivos. Igualmente, no me parece co-rrecto opinar ni evaluar decisio-nes médicas porque no conozco los detalles.

B: Es muy difícil discutir el éxito. Y en este caso, fue exitosa la operación en toda su trayec-toria, desde que Kirchner ingre-só a la clínica hasta finalizar la cirugía. Decir que la placa era inestable es importante, porque la inestabilidad significa impre-visibilidad y existen riesgos de lo imprevisible, y lo imprevisi-ble en el cerebro perdona me-nos.

—¿Cómo resulta el posope-ratorio en estas cirugías y qué riesgos presenta?

C: Existen riesgos por más exitosa que haya sido la ci-rugía. Es necesario seguir un tratamiento farmacológico, con controles seguidos con un neurólogo vascular, porque una operación de estenosis carotí-dea puede dejar déficits. Por supuesto, hay que hacer un tra-tamiento para bajar los niveles de colesterol, abandonar el ta-baco, realizar actividad física y sobre todo controlar la presión arterial.

—¿Cuánto influye el estrés o la presión del poder en esta enfermedad?

B: Como primera medida, hay que diferenciar conductas de riesgo de factores de riesgo. Por ejemplo, la diabetes es un factor y el desinterés en cuidar-se es una conducta. Ahora bien, en respuesta a tu pregunta, los poetas tangueros son los que mejor entendieron cuánto fas-tidia o influye la emoción. Un 80 por ciento de las letras del tango hablan del corazón, de un corazón destrozado. Esto no es una ingenuidad. Los libros médicos hablan de ignominia, de aquello que en la vida no es aceptable, algo injusto, una pérdida. Ese tipo de emociones afectan la salud. (…) También

influye el tener una personali-dad de tipo A, que son las per-sonas agresivas, competitivas, ansiosas, que tienen adrenali-na circulando todo el día; y esto produce problemas graves en el cuerpo, al igual, por ejemplo, que la depresión.

—Hubo una polémica por la decisión de ser operado en un sanatorio privado y no en el hospital de la familia presiden-cial, el Cosme Argerich ¿Fuera de la disputa política, cuál es la situación real del sistema de salud público y del privado?

B: En el Argerich se abrió en 1968 la primera unidad co-

ronaria del país, y redujo un 30 por ciento la mortalidad de quienes allí se atendieron e im-plicó un cambio de vista total. Fue fundada por Carlos Alberto Bertolasi. En el Hospital Arge-rich ya se realizaron este año unas 65 cirugías de carótida y nadie hizo ningún espamento. Los cirujanos hicieron 100 ciru-gías de este tipo. En el Argerich se hicieron 720 transplantes de riñón y hay lista de espera para otros 290 pacientes. En el mismo lugar, ya se hicieron 19 transplantes de corazón. Los que trabajamos en el ámbito privado le debemos muchísimo

a lo público. Hay que saberlo: solamente hay dos clases de medicina, la buena y la mala. Cualquiera de las dos puede ser encontrada en el ámbito públi-co como en el privado.

C: En enfermedades vascu-lares, la rapidez es lo funda-mental, y a eso está ligada la posibilidad de evitar secuelas. Lo cierto es que no hay políti-

cas públicas para que en estos casos se actué en las primeras horas. Y no sólo es una cues-tión médica sino también eco-nómica, las secuelas generan enormes erogaciones. Pero no se toma conciencia de la impor-tancia que esto tiene, tanto en lo privado como en lo público.

—¿Cuál es el estado de Ar-gentina respecto de las enfer-medades vasculares?

E: No podemos siquiera com-parar el manejo que se hace en nuestro país con el de los países desarrollados. Estas enferme-dades no son reconocidas por la población en general y muchas de las cosas que sabemos lo ha-cemos extrapolando datos de Estados Unidos, por ejemplo, diciendo que cada 20 minutos alguien tiene un accidente de este tipo en nuestro país. Sin embargo, los números ubican a la Argentina en una buena posi-ción, sobre todo por el altísimo gasto en salud que tenemos. Faltan médicos especializados en estos temas y que la merito-cracia sea el camino para ocu-par un puesto.

B: Hay un dato que es impor-tante: hoy a nadie se le ocurriría practicarse una cirugía en el ex-tranjero. Sin embargo, cuando nos ponemos a investigar lo que sucede, nos damos cuenta de las disparidades. En Recoleta, vemos enfermedades parecidas a las de Estados Unidos y a 15 minutos del Obelisco, vemos las del mundo subdesarrollado. Esto es porque se gasta mal y mientras tanto, la disparidad es cada vez más grande. n

que Kirchner pudo haber estado más grave.

L.G.

“La cirugía de la carótida a la que fue sometido Kirchner se trata del mismo tipo de inter-vención que le realizamos al ex presidente Carlos Menem hace más de 15 años”, cuenta a PERFIL el doctor Luis de la Fuente, cardiólogo inter-vencionista que, junto con su colega, el doctor Juan Carlos Parodi, realizó una angio-plastia al hoy senador de La Rioja cuando sufrió una obs-trucción parcial de la arteria carótida, en octubre de 1993. Asegura que se trata de un cuadro similar al que sufrió Néstor Kirchner el domingo pasado.

En ambos casos, se ras-pó la placa de colesterol, se abrió la arteria carótida del cuello del lado derecho y se extirpó con un bisturí, con anestesia general, explica De la Fuente, y resalta que en ambos casos la operación era necesaria. Además, acla-ra que a Kirchner “se le hizo una ecografía de vasos del cuello y una angioresonancia previas a la cirugía, al igual que se procedió con Menem, aunque en este último caso se agregó un cateterismo co-ronario para ver el estado de

sus arterias coronarias”.Víctor Caramutti, el médico

que dirigió la operación de Kirchner, dijo ayer a PERFIL que se trató de “una operación de rutina. Tenía una placa com-plicada la cual fue extraída y ahora se encuentra en perfec-tas condiciones”. Del mismo modo, en los días en los que Menem era jefe de Estado, el médico personal del entonces presidente, Alejandro Tfeli, acompañado por el cirujano a cargo de la intervención, Juan Carlos Parodi, tranquilizó a la sociedad: la operación había

resultado todo un éxito. Por otra parte, el especia-

lista consultado por PER-FIL opina que “a Kirchner y Menem el estrés les jugó en contra –en alusión a las principales causas de la enfermedad padecida por ambos. Tuvieron una fun-ción de gran envergadura. Además, ambos poseen una personalidad compe-titiva, conocida como Tipo A (agresividad, impacien-cia, irritabilidad, estilo do-minante y autoritario). No tuvieron secuelas, pero po-drían haber quedado con trastornos en la palabra y en la movilidad de brazos y piernas”.

La señal que alertó a Me-nem también es compara-ble con la que preocupó a Kirchner: un adormeci-miento de un brazo, seguido de cosquilleo. En el primer caso, ocurrió mientras juga-ba al golf en la quinta de Oli-vos, y en el segundo, mien-tras hacía actividad física en una cinta de gimnasio.

“Yerba mala nunca mue-re”, dijo Menem hace 16 años. “Hay Kirchner para rato”, dijo Cristina el mar-tes. n

menem y Kirchner, igualitosla carotiDas prEsiDEncialEs

Los trastornos de sensibilidad noson un síntoma de

la carótida, sino de un posible accidente cerebrovascular.Dr. Conrado Estol

Las patologías cerebrovasculares y cardiovasculares

son más comunes y frecuentes de lo que la gente cree.Dr. Jorge Campos

Este año en el Argerich se hicieron 65

cirugías de carótida y nadie hizo ningún espamento.Dr. Carlos Bruno

santiago cichero

cedoc perfil