ENSAYO SOBRE LA SUPERVISION Y ADMINISTRACION
ESCOLAR
I.B.Q. María de los Ángeles Aguilera Avendaño
La ambigüedad de estos dos conceptos ante el campo escolar y el constante
avance y evolución de la tecnología en paralelo con la educación nos orilla a dar
sentido a estos conceptos dado que son muy parecidos y es importante delimitar
las funciones de cada tema en cuestión. La Supervisión y Administración
Educativa es un elemento fundamental para el desempeño eficiente de las
instituciones educativas modernas. El administrador educativo es responsable de
la calidad del servicio brindado por la institución y debe ser capaz de llevar a cabo
todos los procesos gerenciales (planificación, administración, supervisión y
control) para poder tener éxito en su gestión. El administrador debe ser además
líder, ya sea adaptándose a la cultura existente en el centro educativo o
modificándola si lo considera necesario.
La educación es un proceso que se manifiesta en aprendizaje y enseñanza,
y busca como fin el desarrollo de competencias para la vida personal y el
desarrollo social. La educación se realiza en las aulas, pero la responsabilidad por
la calidad del servicio recae en gran medida en el administrador de la educación.
Desde los ochentas, se ha registrado muchos cambios en los mecanismos de
administración y control de los sistemas educativos, que ha marchado paralelo a
las propias transformaciones experimentadas por el aparato escolar en las últimas
décadas. Los sistemas de educación y formación están sometidos a exigencias
crecientes por parte de los ciudadanos, las sociedades y las administraciones. Los
sistemas educativos son objeto de demandas múltiples y cada vez más exigentes.
De ellos se espera que contribuyan a crear sociedades abiertas, activas y
equitativas; economías dinámicas y competitivas; sistemas políticos democráticos
y pluralistas; personas, equilibradas, tolerantes y socialmente integradas. En
consecuencia, las demandas que reciben dichos sistemas van progresivamente en
aumento, produciendo como efecto el replanteamiento de muchos de sus
principios tradicionales.
En una época de transformaciones tan aceleradas como la actual y de
demandas tan exigentes sobre el aparato escolar como las expuestas, el papel de
los administradores educativos es cada vez más importante, dado que son los
responsables del control y manejo de los recursos materiales y humanos para
ponerlos al servicio de los grandes fines y aspiraciones determinados por la
política educacional; sin ellos el sistema educativo se vendría abajo y no
evolucionaria de la forma en que lo hace actualmente, ya que son encargados de
profesionalizar tanto el sistema como al profesorado y dar certeza a los
educandos.
En tanto el supervisor escolar es el encargado del conjunto de acciones
dirigidas al mejoramiento de las condiciones del proceso de enseñanza y
aprendizaje de alumnos y maestros, al perfeccionamiento profesional de los
educadores, que se hallan en servicio y al mejoramiento de la situación; se podría
decir que el director es nuestro administrador educativo y otra persona la de
supervisor. Estos últimos, según algunos autores no son necesarios por el tipo de
funciones que desempeñan y estos deberes se relegan al profesorado, dado que,
se cree no son imprescindibles los supervisores, sin embargo, estas funciones que
ellos desempeñan no deberían ser relegadas, para que la carga te trabajo sea
aminorada en el profesorado y el organismo educativo en general. Se podría decir
que el supervisor es aquel que desempeña cualquier función administrativa dentro
del organismo subordinado al director, el cual conocemos como subdirector en
algunos sistemas educativos.
A nivel macro, se trata por lo general del Gobierno, que en la gran mayoría
de países es el principal ente responsable por la educación escolar y universitaria.
El gobierno debe garantizar la formación de docentes, dotar de los insumos
necesarios para su desempeño, establecer planes y programas, diseñar el marco
normativo, proporcionar la infraestructura apropiada y supervisar el correcto
cumplimiento del proceso educativo. A nivel micro, el Administrador Educativo es
responsable por poner en práctica los planes del gobierno y garantizar el
adecuado manejo de la institución educativa. Este rol ha evolucionado
notablemente durante los últimos anos. Si antiguamente la función de un director
de escuela se limitaba a aspectos exclusivamente operativos, en la actualidad se
espera que un administrador educativo mejore el desarrollo de los procesos
educativos; incluyendo los aspectos de planificación, administración y evaluación
del sistema educativo, así como la supervisión educativa. Aspectos importantes de
la administración educativa también incluyen el fomentar y mantener las relaciones
humanas con los docentes y comunidad en general.
Es así que el desempeño adecuado del administrador educativo será crucial
en el éxito o fracaso de la institución educativa. Un buen administrador educativo
tendrá, además, que ejercer liderazgo en la institución, de manera que pueda
llevar a cabo cambios y mejoras de manera eficiente y contando con la aceptación
de todos los involucrados, ya que la opinión de todos es muy importante ante la
toma de cualquier decisión crucial para la institución educativa. La teoría del
liderazgo escolar establece que existe diferentes maneras de liderar, dependiendo
de la cultura general del centro educativo, que de alguna manera puede
condicionar el papel del liderazgo que se puede ejercer pero, al mismo tiempo, lo
opuesto puede ocurrir. Es decir, desde la dirección y el liderazgo de un centro se
puede trabajar por el desarrollo de una u otra cultura escolar. Según esta teoría,
existe dos tipos de cultura en los centros educativos; la cultura de la frontera o de
la comunidad, que enfatiza la creación de la cultura y la solución de problemas en
grupo, de tal forma que los distintos grupos (profesores, personal administrativo,
etc.) deben asociarse para trabajar juntos, y la cultura del sosiego o de la
organización formal, en donde las tareas están claramente definidas y normadas,
y los sistemas de evaluación mantienen el control. En la vida real, las escuelas no
son exactamente organizaciones de estructura rígida ni totalmente colaborativas,
sino que se mueven en un continuo entre ambos extremos.
La supervisión y administración educativa son pilares muy importantes
dentro del organismo de educación, ya que sin ellos la organización de las
escuelas seria nula, entonces podemos decir que existe una interdependencia
entre la administración educativa y las escuelas. Los supervisores desempeñan un
papel muy importante dentro del sistema y no debería ser menospreciada su
función, dado que satisfacen una parte muy importante dentro de la organización.
Es interesante, además, analizar la evolución de la importancia que tiene el
Administrador Educativo. El éxito o fracaso de los centros educativos recae en
gran parte en la gestión de esta persona, que debe usar herramientas modernas
de manejo gerencial pero tener siempre presente el aspecto social de la
organización a su cargo. Igualmente, el reto del administrador educativo es lograr
establecer un liderazgo que sea aceptado por la cultura organizacional y que lo
ayude eficientemente a lograr sus objetivos administrativos
BIBLIOGRAFÍAi Raventós, L. T. (1984). Supervision y administracion escolar. Servei de
Publicacions de la Universitat Autònoma de Barcelon, 24.