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Cules son los lmites del texto?

Felipe Mancheno

La interpretacin debe ser a su vez evaluada, dentro de una concepcin histrica de la conciencia humana.Contra la interpretacin, Susan Sontag

El problema de la interpretacin literaria no yace en el texto, sino en sus lmites. Seguir el planteamiento de diferentes escuelas sobre los parmetros en los que se debe desarrollar una lectura fructfera y apropiada de la literatura, puede conducir al lector a otras mltiples conclusiones o razonamientos que finalmente tendrn independencia respecto a la existencia del texto como tal (al menos en apariencia). Varios sectores de la crtica y de la teora han ahondado sobre las formas que toma este dilogo entre el sujeto y el lenguaje escrito; y probablemente se han detallado an ms aquellas que debera tomar. Sin embargo, en esta bsqueda por adecuar el evento de leer un texto esttico a un conjunto de proposiciones, se tiende a aislar tanto al perceptor como a la obra en una relacin limitada. Se persigue la intencin del autor, la estructura interna, las relaciones posibles entre elementos textuales, etc. Ms all de intentar hacer una comparacin sobre la pertinencia y los argumentos en torno a estas aproximaciones al tema, sera importante resaltar una incgnita muy lateral pero relevante para comprender la Teora de la recepcin: cules son los lmites del texto?Algunas voces del estructuralismo procuraron, en su tiempo, limitar el objeto de estudio de la Literatura -entendida como disciplina- al texto y sus relaciones internas. Este acercamiento intentaba evitar que la subjetividad del analista interfiriera en los resultados del estudio; algo que se ha probado difcil -sino imposible- de lograr en el campo de las Humanidades. De este modo, surgieron algunas ramas como la Narratologa, para nombrar un ejemplo todava presente en nuestro espacio acadmico, que permite diseccionar a las narraciones a partir de algunos de sus componentes y clasificarlos con el fin de entender las variantes y constantes que las forman. Si bien es cierto que este tipo de anlisis hace posible un acceso metdico slido para describir las diferencias que enriquecen a cada obra en particular, tambin lo es el hecho de que es poco til al momento de entender mecanismos menos visibles pero sumamente valiosos de un texto.[footnoteRef:0] [0: Un anlisis actancial o temporal de los relatos de Kafka, al igual que su clasificacin temtica, por ejemplo, no haran otra cosa que alejar al lector de los elaborados rasgos poticos que le han valido un lugar importante dentro de las letras de Occidente. ]

Con la Teora de la recepcin, se le otorga un papel ms relevante al lector en la composicin de lo literario y se intenta explorar, como mencionaba al inicio, cmo se da la interaccin con el texto. El dilogo con la obra, efectivo desde el instante de la lectura, con esta nueva perspectiva se sugiere como un intercambio bilateral de sentido. Crticos como Jonathan Culler y Wolfgang Iser incluyen dentro de esta frmula, aunque desde diferentes posturas, la posible intervencin de la crtica como mediadora para la recepcin esttica: en el caso de Iser como estrategia auxiliar ante la ineficiencia de aquella que el lector posee y en el de Culler como institucin que sirva para proveer bases intersubjetivas. Es pertinente notar, an as, que en ambos casos el escenario de la recepcin no se deslinda de cierto carcter ideal, adems de autorizar herramientas que no escapan del campo de accin del texto. Se excluye de la discusin o se aborda de manera muy breve la influencia de lo exterior a la literatura sobre esta, a pesar de la fuerza que tiene sobre las circunstancias de la recepcin.Quisiera poner sobre la mesa, en este punto, el cuento Pierre Menard, autor del Quijote, ya que la maestra de su carga irnica hace posible introducir varios frentes en torno al problema de la unidad del texto. Borges coloca en su relato dos trabajos idnticos -a nivel textual- sobre los que surgen diferentes lecturas y describe cmo estas afectan la esencia del texto. La primera consideracin a tomar en cuenta es el peso del contexto en el enunciado. Tanto la obra de Menard como la de Cervantes coinciden en su registro, pero sus implicaciones se transforman: Menard (acaso sin quererlo) ha enriquecido mediante una tcnica nueva el arte detenido y rudimentario de la lectura: la tcnica del anacronismo deliberado y de las atribuciones errneas. (1974, p.83). El tiempo de escritura es distinto y eso ejerce un cambio fundamental en la obra, lo cual pone en tela de juicio otros aspectos que rompen el dilogo directo y cerrado del lector. El contexto temporal y espacial tambin interfieren en la recepcin, adems del repertorio y la subjetividad del lector. Pero son, a fin de cuentas, slo una parte de un panorama ms amplio. Acaso actores como el autor, la ideologa o la sociedad en su conjunto llegan a fundirse con lo que el texto es?De acuerdo con Iuri Lotman, todo aquello que tiene capacidad de semiosis est inserto en un sistema mucho ms complejo de intercambios llamado semisfera. Sus caractersticas son similares a las de un organismo, en la medida que cada partcula que lo conforma se deja arrastrar y arrastra consecuencias en el entramado total. La amplitud de esta concepcin es til pues permite entender cmo la literatura se articula a otros contenedores de significado dentro de un mismo campo, la cultura: El texto que funciona estticamente acta como un texto de una carga semntica elevada, y no reducida, con relacin a los textos no artsticos.[footnoteRef:1] (1996, p.28). Lotman habla de una jerarqua de capas complementarias de significados que entran en la constitucin del texto, a pesar de que el lector no las note. Aqu no es el sujeto el que se impone a la obra y la va modelando en un acto puramente individual; s forma parte de una conciencia atravesada en sus profundidades por el lenguaje, pero sus herramientas y posturas tambin se construyen a partir de la posicin del texto en un sistema cultural. [1: Cabe aclarar que Lotman utiliza el trmino texto para hablar de microsistemas ordenados, pero no limitados, de signos y smbolos que pertenecen a distintos planos: lo social, lo histrico, lo poltico, etc.]

Antes de que el lector pueda enfrentarse con el texto de manera personal, es altamente probable que en torno a este ya existan ciertos indicadores que condicionen la recepcin y, en consecuencia, nuestro entendimiento de la esttica. Hasta cierto punto, aquel que lee con inocencia, en un inicio, tiende a otorgarle valor a una obra justificandose en criterios de autoridad o de mayora. En ese sentido, la direccin comienza a gestarse incluso cuando la lectura todava no ha ocurrido. A modo de ejemplo: se puede discutir sobre la controvertida relevancia de la figura del autor sobre el arte, mas no negar que esta es la clave ms inmediata, por lo menos en apariencia, para decodificar el texto o entregarle valor que puede tener un lector novel. Aqu que textos como la Ilada o la Odisea ocupen habitualmente un lugar ms importante por su valor fundacional que una obra tan trabajada como la Eneida. Al parecer parte de esttica y el deleite intelectual tambin est en reconocer la ilusoria novedad de un trabajo en relacin con la historia.He nombrado pocos agentes externos que influyen en la unidad del texto. Lo cierto es que la complejidad de la semisfera hace que los lmites de la obra no sean tan claros como se asume y que esta tenga contacto con un nmero casi infinito de cuerpos semiticos. As como no es absurdo leer a Joyce junto a los esquemas propuestos en las cartas a Linati o Gilbert, tampoco debe serlo leer a Pablo Palacio desde la psicologa del color o al Quijote desde la dialctica. Los vnculos entre narracin, poesa, realidad y conciencia son demasiado ricos y mltiples como para pretender que el carcter esttico texto est encerrado dentro de su propia dimensin.

BibliografaBorges, J. L. (1974) Obras completas I. Buenos Aires: EmecIser, W. (1987) El acto de leer. Madrid: TaurusJofre, M. A. [comp.] (1988) Para leer al lector: una antologa de teora literaria post-estructuralista. Chile: Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educacin.Lotman, I. (1996) La semisfera. Valencia: Universitat de Valencia.


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