LOS ESTUDIOS DE RECEPCIÓN EN AMÉRICA LATINA:

perspectivas teórico-metodológicas

Título:

UNA NUEVA VISION A LA RECEPCION DE MENSAJES

Resumen:

Los estudios de recepción y sus nuevas expectativas, quieren que cambiemos

la visión tan reducida que provoca en el individuo el modelo emisor – mensaje

– receptor sobre la comprensión de los procesos de comunicación en

diferentes contextos latinoamericanos. Porque la recepción no es una simple

etapa del proceso, sino un nuevo lugar desde donde comprender los procesos

de comunicación de manera integral.

El objeto es describir y analizar la recepción en América Latina a partir de dos

aspectos centrales: por un lado, del estado actual de la investigación y

producción existente sobre el tema.

Palabras claves:

Recepción, audiencia, mediático, comunicación.

Contenido:

La investigación de la recepción, nos ayuda a comprender de una manera más

integral las múltiples interacciones y sus resultados que se realizan entre

segmentos de audiencia, y esto a lo largo de su existencia ha sufrido

variaciones tanto metodológico y epistemológico. Gracias a Jesús Martín

Barbero, Néstor García Canclini y Raúl Fuentes Navarro, fue tomando forma un

nuevo paradigma donde lo mediático, en ese momento se comienza a abordar

una perspectiva más amplia y cultural de los públicos.

Fue a principios de la década de los noventa cuando surge este cambio, sin

embargo, las teorías de la comunicación en América latina han experimentado

un cambio renovador, saludable y de necesaria superación. Este cambio, inicia

a partir de cuatro aspectos y situaciones fundamentales: por un lado,

la superación de la decadente tendencia a escribir los estudios de la

comunicación a una disciplina e ir creando una conciencia y así reubican

a la comunicación en el ámbito más amplio de las ciencias sociales.

Rompimiento de “los marcos sobreideologizados” de los enfoques

teóricos del pasado y el divorcio alejado e inadecuado entre los

estudiosos (profesores e investigadores) de la comunicación.

el advenimiento y convergencia de tecnologías informáticas, de

telecomunicaciones y audiovisuales, se revolucionaron las formas de

producción, difusión y recepción de la información que han hecho

posible lo que Martín Barbero (2001) llaman la “alteración de las

relaciones tradicionales de intercambio entre emisores y receptores y

usuarios mismos” hasta el punto de permitir otras modalidades de

interrelación mediatizada pero interactiva, dialógica, en tiempo real e

incluso, personalizadas, en un espacio globalizado, sin fronteras, sin

limitaciones, que nos permite movernos entre los límites de lo global a lo

local de manera simultánea.

Todas las propuestas que se dieron apuntaban hacia un alejamiento del

llamado mediocentrismo y a la proposición de un pensamiento desde la

comunicación, entendiendo a la comunicación como proceso. Proponiendo una

investigación que tome como punto de partida la cultura, las mediaciones y los

sujetos, a partir de la pluralidad de prácticas comunicativas y de matrices

culturales que conforman los movimientos sociales.

Encontramos dos posicionamientos o modos de abordar, ambos inspirados en

el marco teórico de los estudios culturales, que marcan el desarrollo de los

estudios sobre recepción en América:

Las investigaciones que intentan estudiar la recepción a partir de los

procesos socioculturales y comunicacionales en los que no están

necesariamente implicados los medios de comunicación.

Las investigaciones que se centran en el análisis de la recepción e los

medios de comunicación, en las prácticas de recepción mediática.

La comunicación y la cultura, lo popular y lo masivo, asociados a otras dos

perspectivas –sobre lo cotidiano y las mediciones- contribuyeron a la definición

de algunos de los principales ejes conceptuales que constituyen la trayectoria

de los estudios de recepción en América Latina. “la comunicación se convirtió

en una cuestión de mediaciones más que de medios, en una cuestión de

cultura y, por tanto, no sólo de conocimientos, sino de re-conocimiento”. La

cultura entendida como proceso plural, inestable, ambiguo, conflictivo y

complejo que se desarrolla en lo cotidiano. Esto como alternativa para superar

al enfoque que tiende a reducir la comunicación a canales, códigos, mensajes

e información y darle a la comunicación un entendimiento de cultura a partir de

elementos y valores ligados a la vida cotidiana. Lo cotidiano como mera

descripción de acciones y comportamientos.

Los estudiosos de la recepción quieren que los medios se trasformen, de forma

creciente, en espacios donde “no solamente se reproducen las ideologías, sino

que también se hace y se rehace la cultura de las mayorías, no solamente se

comercializan formatos sino que se recrean las narrativas en las cuales se

entrelaza el imaginario mercantil con la memoria colectiva”. Pero estos estudios

de recepción mediática se centran principalmente en la relación televisión y

audiencia. Por eso es que acuden a lugares donde se delimitan y configuran la

materialidad social y expresividad cultural de la televisión.

La primera mediación abarca –la cotidianidad familiar- la familia como unidad

básica de audiencia y como uno de los espacios clave de interacción con la

televisión, y no darle una concepción reproduccionista sino una mediación

social y un reconocimiento.

La segunda mediación se da, en la temporalidad social, definida como tiempo

ritual y rutinario en que la televisión forma parte y se inserta en lo cotidiano –

especialmente familiar- materializándose en una programación anclada en la

rentabilidad. Una tercera mediación es, la competencia cultural.

Ver, “estar con”, y escribir son los tres pilares para un buen planteamiento y

estudio de recepción. Las tecnologías como el ordenador y espacios

comunicacionales como internet nos obligan a plantearnos más seriamente la

necesidad de superar el etapismo que reduce el proceso de comunicación al

esquema de emisor – mensaje – receptor. Para lograr el poder de abarcar el

proceso comunicacional como un todo.

Conclusiones:

Los estudios de recepción se seguirán dando hasta descubrir como los medios

se convierten en escenarios cotidianos de reconocimiento social en la medida

en que se encargan de construir, expresar, ofrecer y seleccionar imaginarios

relacionados al modo de ser. Entonces los estudios de recepción en América

Latina no se pueden perder de vista porque los receptores son activos y

cambiantes, por eso no debe faltar la presencia de una cultura investigadora

empírica, crítica y aplicada, en el área de las ciencias humanas en América

Latina exige un incremento de los recursos y, al mismo tiempo, una postura

investigadora diferenciada por parte de los estudiosos que quieran centrarse en

los estudios de recepción.