domingo 4 cuaresma c

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DOMINGO 4 CUARESMA CICLO C Jos 5,9.10-12 2 Co 5,17-21 Lc 15,1-3.11-32

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DOMINGO 4

CUARESMA

CICLO C

Jos 5,9.10-12

2 Co 5,17-21

Lc 15,1-3.11-32

ORACION

Señor dame la gracia de tu Espíritu Santo…

- para ser consciente de mi situación personal…

- para ver lo que debo cambiar…

- para darme cuenta de aquello que no corresponde a tu amor…

- para tener la valentía de cambiar…

- para buscar identificarme cada vez más contigo…

- para no abandonarte más…

- para volver a comenzar…

- para buscar solo en ti el sentido de mi vida…

- para confiar y esperar en ti…

- para darme cuenta de tu misericordia y tu bondad…

- para mirarme como Tú me miras…

- para dejarme transformar por ti…

- para aferrarme siempre más a ti…

- para dejarme iluminar por ti…

- para encontrar en ti mi fortaleza…

- Todo esto te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor Amén

Del Libro de Josué

En aquellos días, el Señor dijo a Josué: "Hoy he

quitado de encima de ustedes el oprobio de Egipto".

Los israelitas acamparon en Guilgal, donde

celebraron la Pascua, al atardecer del día catorce del

mes, en la llanura desértica de Jericó. El día siguiente

a la Pascua, comieron del fruto de la tierra, panes

ázimos y granos de trigo tostados. A partir de aquel

día, cesó el maná. Los israelitas ya no volvieron a

tener maná, y desde aquel año comieron de los frutos

que producía la tierra de Canaán. Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.VALLE DEL

GUILGAL

Josué es quien tomó el relevo de Moisés en la guía del pueblo en su entrada

a la tierra prometida de Canaán, y el que por tanto presidió la primera Pascua que en

aquella ocasión solemnemente celebró el pueblo. Se terminó la época del desierto, o sea,

de la peregrinación constante: aquel día "cesó el maná", que era el alimento provisional,

y pudieron ya comer de la cosecha de la nueva tierra. Fue un momento muy

significativo de la historia de este pueblo, como conclusión del éxodo que había

comenzado en la salida de Egipto hacía cuarenta años.

Del salmo 33 R/. Haz la prueba y verás qué bueno es el

Señor.

Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de

alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor, que se alegre su

pueblo al escucharlo. R/.

Proclamemos la grandeza del Señor y alabemos todos juntos

su poder. Cuando acudí al Señor, me hizo caso y me libró de

todos mis temores. R/.

Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamás te sentirás

decepcionado, porque el Señor escucha el clamor de los

pobres y los libra de todas sus angustias. R/.

El salmista inicia un himno de alabanza al Señor para que los que le

escuchan se relacionen con El. “Bendeciré al Señor en todo tiempo,

su alabanza estará siempre en mis labios”. Los humildes serán los

primeros que se asociarán a su alabanza, porque serán los primeros

en reconocer la mano protectora del Señor en sus vidas de

sufrimiento

Si durante tres mil años este salmo ha ido dando su lección a los

corazones de los fieles, tal vez en nuestro tiempo es cuando esta lección

se hace más apremiante. El mundo moderno parece alejado de Dios,

inmerso en la inquietud, en la angustia, en la inseguridad. La confianza

parece ausente, y la paz como desterrada de un mundo lleno de

convulsiones y de guerras. Pues sobre este mundo resuena una palabra

de esperanza, de confianza: es el salmo 33, magnífica lección que

alimenta el corazón del hombre creyente, y estupendo preludio a la gran

doctrina de Cristo, que nos enseñó el sermón de la montaña y la oración

del padrenuestro.

De la segunda carta del apóstol san Pablo a los

corintios

Hermanos: El que vive según Cristo es una creatura

nueva; para él todo lo viejo ha pasado. Ya todo es

nuevo.

Todo esto proviene de Dios, que nos reconcilió

consigo por medio de Cristo y que nos confirió el

ministerio de la reconciliación. Porque,

efectivamente, en Cristo, Dios reconcilió al mundo

consigo y renunció a tomar en cuenta los pecados

de los hombres, y a nosotros nos confió el mensaje

de la reconciliación. Por eso, nosotros somos

embajadores de Cristo, y por nuestro medio, es

como si Dios mismo los exhortara a ustedes. En

nombre de Cristo les pedimos que se dejen

reconciliar con Dios.

Al que nunca cometió pecado, Dios lo hizo

"pecado" por nosotros, para que, unidos a Él,

recibamos la salvación de Dios y nos volvamos

justos y santos. Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

La página de Pablo es un canto entusiasta a la reconciliación

que se ha dado, en todas las direcciones, por medio de Cristo

Jesús: "Dios nos reconcilió consigo por medio de Cristo y nos

encargó el servicio de reconciliar". La reconciliación la realiza

Dios y, además, encarga a la comunidad cristiana que

predique y realice esa misma reconciliación.

Es una gran noticia la que nos da Pablo en este tiempo de

Cuaresma, ya a las puertas de la Pascua: Dios nos concede

siempre la oportunidad de la reconciliación. Todos

necesitamos que Dios use esa misericordia con nosotros. Será

bueno que, en estas próximas semanas, aprovechemos el

sacramento en que precisamente se nos concreta la gracia de

esta reconciliación.

Del santo Evangelio según san Lucas

En aquel tiempo, se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores para escucharlo.

Por lo cual los fariseos y los escribas murmuraban entre sí: "Éste recibe a los

pecadores y come con ellos". Jesús les dijo entonces esta parábola "Un hombre tenía

dos hijos, y el menor de ellos le dijo a su padre: `Padre, dame la parte de la herencia

que me toca'. Y él les repartió los bienes. No muchos días después, el hijo menor,

juntando todo lo suyo, se fue a un país lejano y allá derrochó su fortuna, viviendo de

una manera disoluta. Después de malgastarlo todo, sobrevino en aquella región una

gran hambre y él empezó a pasar necesidad. Entonces fue a pedirle trabajo a un

habitante de aquel país, el cual lo mandó a sus campos a cuidar cerdos. Tenía ganas de

hartarse con las bellotas que comían los cerdos, pero no lo dejaban que se las comiera.

Se puso entonces a reflexionar y se dijo: ¡Cuántos trabajadores en casa de mi

padre tienen pan de sobra, y yo, aquí, me estoy muriendo de hambre! Me

levantaré, volveré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra

ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo. Recíbeme como a uno de tus

trabajadores'. Enseguida se puso en camino hacia la casa de su padre. Estaba todavía

lejos, cuando su padre lo vio y se enterneció profundamente. Corrió hacia él, y

echándole los brazos al cuello, lo cubrió de besos. El muchacho le dijo: 'Padre, he

pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo'. Pero el

padre les dijo a sus criados

¡Pronto!, traigan la túnica más rica y vístansela; pónganle un anillo en el dedo y

sandalias en los pies; traigan el becerro gordo y mátenlo. Comamos y hagamos una

fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo

hemos encontrado Y empezó el banquete. El hijo mayor estaba en el campo y al volver,

cuando se acercó a la casa, oyó la música y los cantos. Entonces llamó a uno de los criados y le

preguntó qué pasaba. Éste le contestó: `Tu hermano ha regresado y tu padre mandó matar el

becerro gordo, por haberlo recobrado sano y salvo‘ El hermano mayor se enojó y no quería

entrar. Salió entonces el padre y le rogó que entrara; pero él replicó:¡Hace tanto tiempo que te

sirvo, sin desobedecer jamás una orden tuya, y tú no me has dado nunca ni un cabrito

para comérmelo con mis amigos! Pero eso sí, viene ese hijo tuyo, que despilfarró tus

bienes con malas mujeres, y tú mandas matar el becerro gordo'. El padre repuso 'Hijo,

tú siempre estás conmigo y todo lo mío es tuyo. Pero era necesario hacer fiesta y

regocijarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba

perdido y lo hemos encontrado' ".

¿qué le reclamaban los escribas y fariseos a Jesús? Recibía a los pecadores y comía con ellos

En la parábola que Jesús cuenta

¿que dice el hijo menor a su padre y

qué hace ?

`Padre, dame la parte de la herencia que me toca'. se

fue a un país lejano y allá derrochó su fortuna,

viviendo de una manera disoluta.

El hijo cuando malgastó

todo ¿qué hizo?

empezó a pasar necesidad. Entonces fue a pedirle trabajo a un

habitante de aquel país, el cual lo mandó a sus campos a cuidar

cerdos. Tenía ganas de hartarse con las bellotas que comían los

cerdos, pero no lo dejaban que se las comiera

¿qué reflexionó?

¡Cuántos trabajadores en casa de mi padre tienen pan de sobra, y yo, aquí,

me estoy muriendo de hambre! Me levantaré, volveré a mi padre y le diré:

Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo

tuyo. Recíbeme como a uno de tus trabajadores'.

¿qué hizo el padre?lo vio y se enterneció profundamente. Corrió hacia él, y

echándole los brazos al cuello, lo cubrió de besos.

¿qué puedo hacer para acercarme al Señor, para experimentar su perdón y

así reconciliarme con Él, volviendo a vivir de acuerdo a su voluntad?

¿qué tanto respetamos la libertad de nuestros hijos, familiares, etc.?

estaba en el campo y preguntó qué pasaba.

¿qué ordenó el padre a

los criados?

¿dónde estaba el hijo mayor y

qué preguntó?

¿cuál fue la actitud

del hermano y que

dijo a su padre?

¿qué le contestó el

padre?

Tu hermano ha regresado y tu padre mandó matar el

becerro gordo, por haberlo recobrado sano y salvo

¿En qué circunstancias actúo de la misma manera?

se enojó y no quería entrar. replicó:¡Hace tanto tiempo que te sirvo,

sin desobedecer jamás una orden tuya, y tú no me has dado nunca ni

un cabrito para comérmelo con mis amigos! Pero eso sí, viene ese

hijo tuyo, que despilfarró tus bienes con malas mujeres, y tú mandas

matar el becerro gordo'

¿qué le dijo el criado?

traigan la túnica más rica y vístansela; pónganle un anillo

en el dedo y sandalias en los pies; traigan el becerro gordo

y mátenlo.

'Hijo, tú siempre estás conmigo y todo lo mío es tuyo. Pero era necesario

hacer fiesta y regocijarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha

vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado' ".

Cuándo alguien se equivoca ¿Cómo lo recibes con los brazos abiertos? o con un ¡te lo dije !

El regreso del hijo pródigo es

un cuadro repleto de

simbolismos a través de los

cuales Rembrandt quiere aquí

mostrar el poder y la ternura de

Dios que perdona, acoge e

ilumina a la humanidad abatida

y pecadora que acude al refugio

de la gracia divina.

Frente a él figura el padre, inclinado

levemente sobre su hijo, posando las

manos sobre su espalda. Las

vestiduras del anciano están

cubiertas por un manto rojo y por

debajo de éste asoman las mangas de

una túnica de color ocre con reflejos

de un dorado verdoso que contrasta

con los vestidos harapientos del

joven.

La mirada del Padre aparece cansada, casi ciega, pero

llena de gozo y de emoción contenidas. La cara del

hijo menor trasluce anonadamiento y petición de

perdón. El rostro del hermano mayor aparece

resignado, escéptico y juez. El hijo mayor,

correctamente ataviado, surge en el cuadro desde la

distancia.

La ropa es vieja, de color amarillento y marrón, está estropeada, y

el personaje ha sido representado con la cabeza rapada. Sin

embargo, lleva ceñida a la cintura una pequeña espada. El único

signo de dignidad que le queda Es el testimonio de su origen, el

único vínculo que le queda de su historia, la única realidad que

todavía le une al Padre. Su rostro no se advierte, pues el joven lo

hunde en las vestiduras paternas. No quiere mostrar íntegro su

rostro, sus intenciones -"Me pondré en camino y le diré...¡Padre, he

pecado contra el cielo y contra ti!...Trátame como a uno de tus

jornaleros".

el hermano mayor. Existe un parecido entre éste y su

padre, tanto por la barba como por sus atuendos. Es

un hombre alto, de postura señorial y rígida , lo cual se

acentúa con el fino bastón que sostiene entre sus

manos. Su mirada aparece fría y distante, a diferencia

de la del padre, que es tierna y acogedora. Nada tienen

que ver tampoco sus manos con las de su progenitor:

si el padre con sus manos extendidas da acogida al

hermano menor, el recogimiento de las suyas insinúa

un cierto rechazo.

Completan la escena tres personajes más, un

hombre sentado que se golpea en el pecho,

posiblemente un administrador, y, en último

término un recaudador de impuestos al que tan

sólo se le intuye el rostro, totalmente

ensombrecido y, por tanto, difuso. Por detrás una

mujer. Estos personajes son también testigos de

los hechos que están teniendo lugar, pero su

papel es secundario

El protagonista de esta parábola no es

el hijo perdido, porque además hay dos

hijos perdidos, uno que se va de casa y

otro que se va del corazón, habría que

decir que son los dos hijos pródigos.

Pero el protagonista principal, la

“estrella” de esta historia es el padre, no

los hijos. Lo sorprendente de esta

escena no es el comportamiento

humano de los hijos, muy humano por

cierto, sino el comportamiento

desmesurado del padre.

basílica del Sto. Sepulcro, desde

donde el Hijo volvió al Padre

Jesús se ha hecho Hijo pródigo por nosotros

Jesús quiere que acojamos,

cómo Él, a los excluidos con

sus cruces

Rincón de la Basílica

Los que

sacrifican

y los que

se

sacrifican,

los que

juzgan y

los que

son

juzgados

En el mundo

hay dos

clases de

hijos

Patricia Velasco Carpio