discusiÓn
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DISCUSIÓN
Esta investigación tuvo como propósito indagar acerca de los dos pilares
fundamentales dentro del aula, como lo son los docentes y los alumnos, como
se definen y se relacionan, y el rol que el sujeto de aprendizaje desempeña
dentro del aula, en 2° año de la Escuela de Enseñanza Técnica N° 464
“Ingeniero y Doctor Manuel B. Bahía” en la ciudad de Rosario durante los
meses de agosto y septiembre del año 2014. Tomamos como terreno de
análisis la evaluación, apoyándonos en el marco teórico de Liliana Sanjurjo.
“Se evalúa todo, todos los días es una evaluación progresiva, trabajo en clase,
entrega de trabajos prácticos en tiempo y forma, participación, tareas
cumplidas. La evaluación escrita es una más de todas” sostiene la docente en
la entrevista. Lo que nos da la pauta de que la evaluación es entendida como
un proceso, es formativa e integral.
En las observaciones constatamos que la docente sostiene una metodología
dinámica, promueve el interrogante, motiva a los alumnos a trabajar, a hacer
preguntas acerca del tema, corrige constantemente el trabajo grupal e
individual, los ejercicios dados en la clase y las tareas. Por lo que la evaluación,
integra aspectos cuantitativos y cualitativos de un proceso, los describe, trata
de reunir todas las evidencias posibles, de interpretar los fenómenos, de buscar
las causas que los provocan para que, de esta manera, los alumnos puedan
responder críticamente ante diferentes problemas ya sea dentro o fuera del
ámbito escolar.
Al utilizar este tipo de enseñanza y evaluación, da existencia de una
comunicación de ida y vuelta, claramente verificable durante los cuatro días de
observación, donde la docente luego de plantear los temas, daba una guía con
actividades para que los alumnos realicen y al finalizar proponía un debate
donde cada uno daba su aporte. Esto se corresponde con un rol de sujeto
activo y un tipo de evaluación cualitativa.
Según lo que plantea la autora, Liliana Sanjurjo, el rol de sujeto activo posee
una visión del aprendizaje como un proceso espiralado en permanente
construcción. El aprendizaje está basado, a partir de dudas, cuestionamientos y
problemas a resolver; aplicándose también en el ámbito extraescolar. Al
respecto, sostiene la Profesora en la encuesta y entrevista realizada: “tratamos
de partir de la vida real o con ejemplos y después llegar a la formalidad del
área”, también manifiesta: “Hay mucha demanda, los chicos preguntan y
preguntan todo el tiempo no es que vos les podes decir algo y ellos los hacen
solos sino que todo el tiempo piden que veamos, saber qué quiere decir tal
cosa, que volvamos a leer, que hagamos el ejercicio juntos, entre otras
cosas”…
Observamos en las distintas clases que los alumnos, en su mayoría, levantan
la mano para participar, plantean dudas mientras se desarrolla un tema,
realizan los ejercicios, y que la docente guía las actividades, pregunta y pide
que fundamenten, deja que los alumnos resuelvan solos, abriendo así, la
posibilidad de que se autoevalúen, instancia clave para tener un rol activo en
su propio proceso de aprendizaje, reflexionar sobre él y, así, poder mejorarlo.
En concordancia, Sanjurjo plantea que “La evaluación para ser educativa o
formativa debe posibilitar la toma de conciencia de los procesos realizados, de
los errores, de las dificultades, de los modos de aprender, debe tender
permanentemente a la autoevaluación”. Percibimos que la evaluación, en el
aula de 2do año… busca ser procesual y formativa y el aprendizaje un
permanente proceso en construcción.
No obstante nos preguntamos ¿qué sucede con aquellos alumnos que
permanecen dispersos en la clase de 2º año?, aquellos que no se preocupan
por realizar las actividades propuestas, están ocupados en otros quehaceres:
escuchar música, distraerse con el celular, interrumpir con charlas o gritos.
Siguiendo los aportes de la autora que guía nuestra investigación (L. Sanjurjo,
1996), la evaluación es un momento de la enseñanza, porque en definitiva
evaluar es enseñar, el docente deberá poner en juego su creatividad para fijar
criterios y elaborar instrumentos, no será un mero corrector. En observaciones
de clase realizadas no se visualizan estrategias que propicien el aprendizaje de
“estos alumnos”. Para cerrar, nos remitimos a las connotaciones de la
evaluación expuestas por la autora: “La evaluación tiene connotaciones
ideológicas, sociales, psicológicas, pedagógicas y técnicas”. Queda abierto un
interrogante: ¿por qué la escuela, a través de su sistema de evaluación,
genera fracaso escolar o éxito, deserción, marginación, conflicto y resistencia; y
a su vez clasifica y excluye?