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Dios tiene que ser veraz y todo hombre mentiroso Cronología bíblica (607 a.e.c.-537 a.e.c.) El Defensor Es, por el presente, un Blog dedicado a defender y mostrar la verdad sobre la vida y obra de la Asociación Mundial de cristianos Testigos de Jehová. Datos del autor: eldefensor [email protected] http://eldefensor.cubava.cu

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Dios tiene que ser veraz y todo hombre

mentiroso

Cronología bíblica (607 a.e.c.-537 a.e.c.)

El Defensor

Es, por el presente, un Blog

dedicado a defender y mostrar la

verdad sobre la vida y obra de la

Asociación Mundial de cristianos

Testigos de Jehová.

Datos del autor:

eldefensor

[email protected]

http://eldefensor.cubava.cu

Dios tiene que ser veraz y todo hombre mentiroso Cronología bíblica (607 a.e.c.-537 a.e.c.)

Es mi más profundo deseo y petición a Dios que usted y quienquiera que lea este documento, pueda encontrar armonía y verdad desde el punto de vista de la Biblia y con la historia.

No pienso que tengo la Verdad absoluta, ésa, solo pertenece a “Jehová el Dios de la verdad” (Salmo 31:5.)* Pero creo profundamente, que a aquellos que piden conocimiento, sabiduría y entendimiento conforme a la voluntad de Dios, El les da “sin echar en cara”. (Santiago 1:5; compare con Mateo 7:11.) Tampoco puedo obviar, mi imperfección y el deseo de creer tener la verdad del propósito divino. Por eso, también, en medio de mi seguridad, creo que como cualquier otro puedo entender mal algún asunto o no entenderlo del todo correcto. En cualquier caso hago patente, que para todos es un hecho simple: Podemos humanamente equivocarnos aun cuando estemos siendo “enseñados por Jehová’”. (Juan 3:33; 6:45; Romanos 3:4; Jeremías 31:34 compare con Miqueas 4:2).

Reconozco mis limitaciones, no soy historiador. Simplemente soy un cristiano siervo del Dios Altísimo Jehová, que desea hacer “una defensa” de la Verdad en la que he creído. (1 Pedro 3:15.) No obstante, mi fe no se basa en fechas y cronologías e historia, esas, a lo más, me ayudan a entender algunos asuntos del pasado, el presente y el futuro del Pueblo de Dios al cual creo fielmente pertenecer. Mi fe y mi esperanza se fundamentan en Cristo y, en Dios y en su Palabra, la Biblia aceptando el arreglo divino para nuestros tiempos. Creo que hasta hoy, estoy edificando y siendo edificado, sobre “la piedra angular” y “el fundamento de los apóstoles y profetas” en “la casa de Dios”, la congregación cristiana verdadera. (Efesios 2:19-22).

Con la Biblia y la historia que ella posee en sus páginas, me he persuadido a ser primero cauteloso y luego estudioso. He visto como muchos “expertos” han afirmado algo que ha estado en oposición a las Escrituras y luego, han tenido que rectificar sus postulados para que armonicen con las Escrituras. Un ejemplo que estudie y siempre me viene a la mente, es la afirmación por decenios durante el periodo efervescente de la “Alta Critica”, de que Cristo era un personaje mitológico de la Biblia, pues en los registros antiguos romanos que se poseían entonces, toda mención a Poncio Pilato era muy vaga. Por ende, los “expertos”, daban por sentado que Jesús, el Hijo de Dios, no había existido y que los Evangelios eran pura mitología. No podemos precisar lo que hubiéramos hecho debido a los textos de historia de entonces, pero si sabemos que muchos terminaron negando la veracidad de la Biblia. No obstante, lo que sucedió en unas excavaciones durante el año 1961 del siglo pasado, cambio las mentes y confirmó la historia bíblica.

Michael J. Howard, quien trabajó con la expedición a Cesarea, en Israel, en 1979, escribió: “Por 1.900 años Pilato existió únicamente en las páginas de los Evangelios y en los recuerdos vagos de historiadores romanos y judíos. No se conocía casi nada acerca de su vida. Algunos decían que ni siquiera había existido alguna vez. Pero en 1961 una expedición arqueológica italiana trabajaba en las ruinas del antiguo teatro romano de Cesarea. Un obrero dio vuelta a una piedra que había sido usada en una de las escaleras. En el

reverso estaba la siguiente inscripción parcialmente oscurecida, en latín: ‘Caesariensibus Tiberium Pontius Pilatus Praefectus Iudaeae’ (Al pueblo de Cesarea Tiberio Poncio Pilato prefecto de Judea). Aquello fue un golpe mortífero a las dudas en cuanto a la existencia de Pilato. [...] Por primera vez hubo prueba epigráfica contemporánea de la vida del hombre que ordenó la crucifixión de Cristo” (The Sun, Baltimore, Maryland, 24 de marzo de 1980, “Unearthing Pontius Pilate”, por Michael J. Howard, pp. B1, B2). (Juan 19:13-16; Hechos 4:27).

Lamentablemente, la historia secular, estuvo privada de esa verdad bíblica. Pilato existió sin lugar a dudas, porque así lo acreditaba la Biblia. Después de este hallazgo, la gran mayoría de “expertos” dejó de dudar también de la existencia de Jesucristo en la época de Pilato. Pero, incluso hasta hoy, con muchos más testimonios y evidencias que acreditan fuera de las Escrituras la existencia y vida de estas personas, aun hay quienes llamándose “expertos” lo dudan y niegan. Pero además, gracias a la credibilidad que se les da lo afirman y enseñan en sus textos de estudio.

Existen muchos libros especializados, como Enciclopedias respetadas, que dicen y confirman verdades con las que todo el mundo puede contar. Pero en el uso de estas obras siempre se debe de ejercer con cautela. Muchas, también contienen información errónea, e incluso, tergiversada. Hoy es muy común encontrar en estos libros la opinión de hombres que niegan la Biblia como un texto confiable. Dicen, que por ejemplo, Adán y Eva no existieron, que son figuras alegóricas o que pertenecen a una fábula con el propósito de dar enseñanza. Pero que son personajes ficticios. Si creyéramos en eso, solo porque lo dice la enciclopedia, iríamos en contra de la Palabra de Dios. Y hasta tendríamos que dejar de creer que el Hijo de Dios alguna vez nació en la tierra. Ya que la propia genealogía de Cristo, según la carne, se extiende hasta el mismo Adán. Si Adán no fue una persona real (porque lo dice cualquiera enciclopedia), Jesús de Nazaret, tampoco lo fue. (Lucas 3:23-38) Pero creer en esa falacia sería un gran error. Porque tenemos fe y pruebas tangibles de que el Hijo de Dios vino y habitó "entre nosotros". O como lo expresó el apóstol Juan en la Biblia:

"De modo que la Palabra (Jesús de Nazaret, el Cristo de Dios) vino a ser carne y residió entre nosotros, y tuvimos una vista de su gloria, gloria como la que pertenece a un hijo unigénito de parte de un padre; y estaba lleno de bondad inmerecida y verdad." (Juan 1:14)

De todos modos, los fieles al Señor continuamos creyendo en la Biblia por encima de cualquier “experto.” Confiando que es la Verdad. (Juan 17:17; Salmo 12:6)

Así pues, sin más preámbulo, lo invito a usted con la mente abierta y bajo oración a considerar cada párrafo de este documento. Con la confianza de que no ha sido elaborado como un intento de extraviarlo o engañarlo, sino de aportarle otro ángulo desde donde mirar en la misma dirección que la Biblia apunta en esta sección de su cronología.

*A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas fueron tomadas de la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras de 1987 (TNM).

Cuestiones dignas de análisis Hace un tiempo; escribí las siguientes preguntas a un amigo que ponía en dudas la fecha del 607 a.e.c. dada por los Testigos de Jehová para la desolación de Jerusalén por los babilonios:

1. ¿Cuándo, y en qué fecha comenzaron a contarse los 70 años de exilio en

Babilonia? 2. ¿Cuándo, y en qué año fue la primera deportación? 3. ¿Cuánto tiempo en años transcurrió entre la primera y la segunda

deportación? 4. ¿Cuándo, y en qué año quedo desolada Judá y destruida completamente

Jerusalén con su templo por los babilonios? 5. ¿Cuál fue el último rey de la casa de David que gobernó en el trono de

Jerusalén? 6. ¿Cuándo, o en qué año Babilonia es conquistada por Ciro el persa? 7. ¿Cuál fue el año en que los judíos exiliados llegaron a su tierra natal para

volver habitarla? El me proporcionó respuestas tomando las fechas dadas en Wikipedia para los sucesos que describe la Biblia en el periodo comprendido entre el ascenso oficial de Nabucodonosor al trono de Babilonia luego que su padre murió y la llegada de los judíos exiliados a Judá después de los 70 años como castigo de Jehová sobre ellos y declarados como descanso a la tierra de Judá. Unas cuantas hojas con las fechas suministradas en esta enciclopedia, que aunque para muchos resulta la menos confiable, sí coincide con lo que generalmente es aceptado para cada uno de esos sucesos. Una confianza total en las fuentes extrabíblicas.

Al comienzo de la próxima página ofrezco una fotocopia de la primera de 5 hojas que me fueron dadas. Luego de hacerle algunos comentarios y leer el resto, decidí escribir este estudio, que si no es completo, abarca suficientemente la cronología bíblica de sucesos, haciendo una datación lógica a partir de fechas, que hasta el momento son presumiblemente exactas y atestiguadas por la inmensa comunidad de historiadores que las presentan; pero que incluso marcan armoniosamente sucesos bíblicos de la antigüedad relacionados con el pueblo judío.

Joaquim De Wikipedia, la enciclopedia libre

rey de Judá

Información personal

Reinado 608 a. C.-598 a. C.

Predecesor

Sucesor Joaquín

Familia

Padre Josías

Joaquim fue un rey de Judá que gobernó en el período (608 a. C.-598 a. C.), aproximadamente.

Era hermano y sucesor de Joacab y su nombre original era Eliaquim. El faraón Necao 11 invadió Judá,

depuso a su antecesor y le instaló a él en el trono, como vasallo. Sin embargo, en 605 a. C., Necao II fue

derrotado por Nabucodonosor 11 en Karkemish, por lo que Babilonia se convirtió en la potencia dominante

de la zona, y Joaquim se declaró su vasallo.

Años después, Joaquim no pudo resistir la tentación de ceder a las propuestas de rebelión de sus vecinos

fenicios y filisteos. Entonces, Nabucodonosor II incitó a bandas de arameos, amonitas y moabitas a realizar

incursiones contra Judá, y él mismo asedió Jerusalén, llevándose prisionero a Joaquim a Babilonia.

This article is issued from Wikipedia. The text is available under the Creative Cornrnons Attrib

Notas que hice sobe esta información que pueden quizás interesarle

Según Wikipedia, Joaquim {Jehoiaquim o Joacim) fue un rey de Judá que gobernó en el período (608 a. C.-598 a. C.),

aproximadamente. A este Joacim el faraón Necao 11 {Nekoh o Nekó) lo instaló como rey vasallo y en 605 a. C., Necao 11 fue

derrotado por Nabucodonosor 11 en Karkcmish, por lo que Babilonia se convirtió en la potencia dominante de la zona.

Este último suceso ocurrió según la Biblia en la batalla de "Carquemis", cuando "Jehoiaquim hijo de Josías" estaba en su cuarto {4to)

año de reinado en Judá sobre el trono de David su antepasado. {Jeremías 46: 1,2.) Pero según Daniel 1:1-6, "En el año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusalén, y la sitió. Y el Señor entregó en sus manos a Joacim rey de Judá, y parte de los utensilios de la casa de Dios; y los trajo a tierra de Sinar, a la casa de su dios, y colocó los utensilios en la casa del tesoro de su dios. Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real de los príncipes,

muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua de los caldeos."

Aquí hay cuestiones que me chocan contra los expertos e historiadores:

Según ellos y Wikipedia, "años después'' de que Nabucodonosor derrotara al faraón Necao 11 {Nekó) [sin establecer una fecha, que

hubiera sido fácil de calcular como hicieron con otras¿?] fue que vino a Jerusalén y Joacim fue entregado en su mano por Jehová y

tesoros, e hijos nobles, e hijos de la realeza fueron llevados a Babilonia. Pero Daniel indica que eso sucedió "en el año tercero del reinado de Joacim rey de Judá" y Jeremías apunta que "Necao rey de Egipto" fue destruido {vencido porque Necao no murio allí) "en Carquemis" por "Nabucodonosor rey de Babilonia, en el año cuarto de Joacim hijo de Josías, rey de Judá" {Jer.46:2; 2Re.24:7). En este

punto; no parece que la Biblia esté de acuerdo con los expertos; o quizás los expertos nos están ocultando información o no han

leído la Biblia. ¿Cómo es la cosa entonces, vino primero Nabucodonosor a Jerusalén y se ocupó de Joacim o primero derrotó a Necao

11? ¿Cómo lo explicaría usted? Lo cierto es que no parecen estar de acuerdo Daniel, Jeremías y los historiadores. Los expertos dicen

que Joacim reinó entre el 608 a. C.-598 a. e pero matemáticamente hablando entre esas dos fechas solo corren 10 años; y sin

embargo, la Biblia dice que Joacim "reiná once años en Jerusalén" y no 10. {2 Reyes 23:36; 2 Crónicas 36:5.) ¿Cómo explicaría usted

eso? En este punto, no me parece que sea prudente para un cristiano depositar ciegamente su confianza en fechas proporcionadas

por quienes desestiman la verdad bíblica y no la aprecian como documento histórico verdadero. (Lea Romanos 3:4}. Quiero aclarar; las

respuestas existen y no fuerzan a las Escrituras, es más, armonizan con Ellas.

Vuelvo a hacer las preguntas que ya una vez plantee:

1. ¿Cuándo, y en qué fecha comenzaron a contarse los 70 años de exilio en Babilonia? 2. ¿Cuándo, y en qué año fue la primera deportación? 3. ¿Cuánto tiempo en años transcurrió entre la primera y la segunda deportación? 4. ¿Cuándo, y en qué año quedo desolada Judá y destruida completamente Jerusalén con su

templo por los babilonios? 5. ¿Cuál fue el último rey de la casa de David que gobernó en el trono de Jerusalén? 6. ¿Cuándo, o en qué año Babilonia es conquistada por Ciro el persa? 7. ¿Cuál fue el año en que los judíos exiliados llegaron a su tierra natal para volver habitarla?

¿Por qué la insistencia?

Bueno, el relato de Segundo de Reyes capítulo 24 y 25 nos revela sucesos importantes relacionados con todas estas preguntas. Además, aportan datos que permiten aclarar sucesos y ubicar en el tiempo, historia respecto a “Joacim rey de Judá” [Reina-Valera 1960] (“Joaquín” o “Jehoiaquim”) y otros reyes después de él. También el libro Segundo de Crónicas capítulo 36 nos ayuda a encontrar respuestas en esta línea de investigación.

Dejando que la Biblia nos dé el curso de la historia en detalles

Segundo de Reyes capítulo 24 comienza así: “En sus días, Nabucodonosor, rey de Babilonia, emprendió una campaña y Joaquín pasó a ser vasallo suyo por tres años, pero luego cambió y se rebeló contra él.” (v. 1, Biblia de Jerusalén [BJ]).

El relato, indica que en un momento de la historia, posiblemente recién convertido en rey “Nabucodonosor”, hizo “vasallo” a “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) y que después de “tres años” como súbdito de “Nabucodonosor”, “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) “se rebeló contra él”. Aquí NO se reseña nada más que eso; NO se lee que en ese preciso momento “Nabucodonosor” invadiera Jerusalén y se llevara a alguien cautivo, como para marcar una primera deportación. Solo se menciona que “Nabucodonosor, rey de Babilonia, emprendió una campaña” y que en el transcurso de esa campaña hizo “vasallo” suyo a “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”), quien le sirvió “por tres años”. Pero no se menciona ningún sitio para este suceso o fecha. Simplemente hemos de entender que eso marcó una etapa de subordinación y pagos de impuestos de parte de “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) hacia Nabucodonosor y, que esta etapa duró “tres años” del reinado completo de “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) sobre Judá. Este rey gobernó durante 11 años en Jerusalén. (Lea 2 Reyes 23: 36). Los vv. 2-4 (BJ) indican que debido a que “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) se había rebelado contra Nabucodonosor, Jehová hizo que “bandas de caldeos, arameos, moabitas y amonitas” le atacaran con el fin

de destruirlo, al tiempo que le advertía por medio de profetas sobre sus malos tratos y de los pecados que hacía sobre la tierra, derramando sangre inocente y llenando Jerusalén de crímenes. Finalmente, sobre “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”), los vv. 5,6 (BJ) dan una despedida informativa sobre dónde encontrar todos los hechos de “Joaquín” y anuncian que “Joaquín reposó con sus antepasados y Jeconías, su hijo, reinó en su lugar”. Hasta este punto, paralelamente también, se debe de leer y estudiar el relato de Segundo de Crónicas 36 versículos 4 al 8. ¿Por qué? Pues porque aporta información relacionada con estos sucesos hasta el momento reseñados. Veamos. Segundo de Crónicas capítulo 36 versículos 4 al 8 (BJ) dice así:

“El rey de Egipto proclamó rey de Judá y Jerusalén a Eliaquín, hermano de Joacaz, cambiándole el nombre por el de Joaquín. Y a Joacaz, su hermano, lo tomó “Necó” [“Nekó” o “Necao” II] y lo llevó a Egipto. Joaquín tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén. Hizo lo malo a los ojos de Yahvé, su Dios. Nabucodonosor, rey de Babilonia, subió contra él y lo ató con cadenas de bronce para conducirlo a Babilonia. Nabucodonosor llevó también a Babilonia algunos objetos del templo de Yahvé, que depositó en su santuario, en Babilonia. El resto de los hechos de Joaquín, las abominaciones que cometió y todo lo que le sucedió, está escrito en el libro de los reyes de Israel y de Judá. Jeconías, su hijo, reinó en su lugar.”

Los vv. 4 y 5 dicen que “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) fue proclamado “rey de Judá y Jerusalén” por “el rey de Egipto” “Necó” (“Nekó” o “Necao” II). Este pasaje añade que “Joaquín” “reinó once años”. (compare con 2 Reyes 23: 36). El v. 6, según esta versión de la Biblia y otras versiones, dicen que “Nabucodonosor, rey de Babilonia, subió contra él y lo ató con cadenas de bronce para conducirlo a Babilonia”. Algunas otras versiones escriben: “lo llevó a Babilonia atado con cadenas” (por ejemplo: Reina-Valera 1960[RV-1960].) ¿La cuestión es si llegó a salir “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) de Judá y si en verdad estuvo en Babilonia preso alguna vez? Note que el mismo pasaje según la BJ dice: “lo ató con cadenas de bronce para conducirlo a Babilonia”; mientras que la versión RV-1960 escribe “lo llevó a Babilonia atado con cadenas”. Ahora bien, la Traducción del Nuevo Mundo 1987 [TNM] dice que Nabucodonosor vino “para llevárselo a Babilonia”. O sea, aquí hay una pequeña, pero importante incongruencia en la traducción del pasaje. ¿Cuál es entonces la traducción correcta? ¿Salió, “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”), en verdad de Judá y estuvo encarcelado en Babilonia? No existe ningún registro bíblico que exactamente lo confirme. Es más, la Biblia indica que “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) murió durante ese asedio a Jerusalén por Nabucodonosor. El profeta Jeremías así lo escribió. “Por tanto, así dice Yahvé respecto a Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá: No plañirán por él: "¡Ay hermano mío!, ¡ay hermana mía!"; no plañirán por él: "¡Ay Señor!, ¡ay su Majestad!" El entierro de un borrico será el suyo: arrastrarlo y tirarlo fuera de las puertas de Jerusalén.” “Por tanto, así dice Yahvé a propósito de Joaquín, rey de Judá: No tendrá quien le suceda en el trono de David, y su propio cadáver yacerá tirado, expuesto al calor del día y al frío de la noche.”(Jeremías 22:18, 19; 36:30).

Es interesante lo que el historiador Josefo, muchos siglos después, recogió en sus anotaciones y que se conserva hasta en las tradiciones que guardan los judíos actualmente.Aunque no hay manera de confirmar la tradición judía (registrada por Josefo) ésta dice que Nabucodonosor mató a Jehoiaquim (Joacim) y mandó que se arrojase su cuerpo muerto fuera de los muros de Jerusalén. (Antigüedades Judías, libro X, cap. VI, sec. 3.) No obstante, sea cual fuere el medio por el que le llegó la muerte a “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”), parece que no se dio el uso previsto a los grilletes de cobre que Nabucodonosor había llevado para encadenarle y transportarlo a Babilonia. (2Crónicas 36:6). Y hasta aquí, el v. 7 de Segundo de Crónicas capítulo 36, nos confirma que Nabucodonosor sí se llevó “algunos objetos del templo de Yahvé, que depositó en su santuario, en Babilonia”. Este botín es el que Daniel menciona en el capítulo uno (1) de su libro profético. Allí Daniel escribe: “El año tercero del reinado de Joaquín [“Joacim” o “Jehoiaquim”] rey de Judá, llegó a Jerusalén Nabucodonosor, rey de Babilonia, y la sitió. El Señor entregó en su poder a Joaquín, rey de Judá, y parte de los objetos del templo de Dios. Se los llevó al país de Senaar y depositó los objetos en el tesoro del templo de sus dioses.” (Daniel 1: 1,2). Y puesto que no hubo tres deportaciones, sino dos este sito que hubo de durar aproximadamente un año y que culminó con los tres meses del corto regir de “Jeconías [BJ]” (“Joaquín” [RV-1960; TNM]) el hijo de “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) marca también la primera deportación. (2 Crónicas 36:9,10.) En esta primera, “Daniel, Ananías, Misael y Azarías”, se encontraban entre los deportados de la nobleza y realeza de Judá hacia Babilonia. (Daniel 1: 3, 4, 6). Volviendo al relato de Segundo de Reyes capitulo 24 en los vv. 8-11 (BJ) leemos:

“Jeconías [“Joaquin” (RV1960, TNM] tenía dieciocho años cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses en Jerusalén. Su madre se llamaba Nejustá, hija de Elnatán, de Jerusalén. Hizo lo malo a los ojos de Yahvé, exactamente como había hecho su padre. En aquel tiempo, Nabucodonosor, rey de Babilonia, marchó contra Jerusalén y la ciudad quedó cercada. Nabucodonosor, rey de Babilonia, llegó a la ciudad mientras sus siervos la asediaban. Entonces “Jeconías [“Joaquin” (RV1960, TNM], rey de Judá, se rindió al rey de Babilonia, él, su madre, sus cortesanos, jefes y eunucos; el rey de Babilonia lo hizo prisionero en el año octavo de su reinado.”

Es muy interesante el relato, porque confirma que el joven “Jeconías [“Joaquin” (RV1960, TNM] hijo de “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) quien había muerto durante aquel asedio de aproximadamente un año, solo gobernó en Jerusalén unos 3 meses. (compare con 2 Crónicas 36:9,10.) El pasaje revela, además, que Nabucodonosor en persona no inicio el sitio a Jerusalén en esa ocasión, sino que llegó después, y que el jovencito “Jeconías [“Joaquin” (RV1960, TNM] se le rindió y se presento junto con su madre a capitular. Los versículos despejan de toda duda que fue “Jeconías [“Joaquin” (RV1960, TNM], nieto de Josías e hijo de “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) quien fue llevado a Babilonia en aquella deportación y no su padre. Y que todo esto ocurrió cuando ya Nabucodonosor era rey de Babilonia durante “el año octavo de su reinado.”

¿De dónde entendemos que el primer asedio a Jerusalén duró aproximadamente un año? Bueno, si “Jeconías [Joaquin RV1960]” solo gobernó “tres meses en Jerusalén”, entonces los ejércitos babilónicos nunca abandonaron la tierra de Judá, cuando vinieron al final de los últimos “tres años” del reinado vasallo de “Joacim” (“Joaquín” o “Jehoiaquim”.) (2 Reyes 24:1). Un viaje a Babilonia de regreso les hubiera tomado unos 3 a 4 meses; sin embargo, recordemos que el reinado de “Jeconías [Joaquin RV1960]” solo duró “tres meses en Jerusalén”. Es decir, que si con buena velocidad de traslado se hubieran demorado no tres (3) sino dos (2) meses en llegar a Babilonia; para cuando hubieran llegado de regreso, ya habían pasado cuatro (4) meses. Es decir, 2 de ida más 2 de regreso suman cuatro. Pero el joven “Jeconías [Joaquin RV1960]” solo gobernó “tres meses en Jerusalén”. No da la cuenta en la matemática y mucho menos en la Biblia. De modo que, Segundo de reyes 24 versículo 1 indica la cantidad de años (3) que estuvo como rey vasallo “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) a los pies de Nabucodonosor, y Daniel aclara que eso tres (3) años son en sí los que fueron contados por él al escribir que en “el año tercero del reinado de Joaquín (“Joacim”), rey de Judá, llegó a Jerusalén Nabucodonosor, rey de Babilonia, y la sitió.” Ya que “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) desde que fue puesto por Necao II (Nekó) en el trono de Jerusalén hasta su muerte gobernó once (11) años en la línea de David su antepasado. Ahora bien, puesto que Daniel dice que en esa fecha “llegó a Jerusalén Nabucodonosor” y 2 Reyes 24:11 apunta que “Nabucodonosor, rey de Babilonia, llegó a la ciudad mientras sus siervos la asediaban.”, debemos de asumir que:

1. O Daniel no consideró los “tres meses” de reinado de “Jeconías [Joaquin RV1960]” como un gobierno oficial, sino interino en medio de un asedio que había comenzado cuando su padre “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) aun era rey; o

2. Daniel asumió que la presencia de las tropas babilónicas en el sitio de Jerusalén era efectivamente la presencia de Nabucodonosor allí.

De todos modos, lo que si no es posible, es que en el transcurso de unos “tres meses” el rey Nabucodonosor en persona junto con sus tropas se moviera dos (2) veces al mismo lugar; una primera para castigar la rebeldía de “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) y una segunda por “Jeconías [Joaquin RV1960]”. Eso era imposible debido al tiempo que demoraba recorrer la distancia entre Babilonia y Jerusalén. Y por otra parte, no era ni lógico, ni era táctico-militar y políticamente hablando. De todas formas, la Biblia no apoya esa hipótesis, pues dice que fue “a la vuelta del año [que] el rey Nabucodonosor envió y procedió a llevarlo a Babilonia con objetos deseables de la casa de Jehová”; lo cual sucedió durante aquel primer asedio relatado de manera sintetizada por Daniel. (Daniel 1:1-6; 2 Crónicas 36: 10, TNM). Además, no existe matemáticamente hablando otra forma de contar los años bíblicos de reinado tanto de “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) como los tiempos señalados para cada suceso y; los “tres meses” de reinado de “Jeconías [Joaquin RV1960]”, ambos en Jerusalén; para que todo armonice.

El resto de los versículos de Segundo de reyes 24 (vv.13-20 [BJ]) dicen: “13 Se llevó de allí todos los tesoros del templo de Yahvé y los del palacio real y deshizo toda la decoración de oro que Salomón, rey de Israel, había hecho en el santuario de Yahvé, como Yahvé había advertido. 14 Deportó a todo Jerusalén, todos los jefes y guerreros, diez mil deportados, y todos los herreros y cerrajeros. No quedó más que la gente más pobre del país. 15 Deportó a Babilonia a Jeconías y llevó al destierro, de Jerusalén a Babilonia, a la madre del rey y a las mujeres del rey, a sus eunucos y a los notables del país. 16 El rey de Babilonia llevó deportados a Babilonia a todos los hombres pudientes, en número de siete mil, entre ellos los herreros y cerrajeros que hacían un millar, así como a todos los hombres aptos para la guerra. 17 El rey de Babilonia designó rey, en lugar de Jeconías, a su tío Matanías, cambiando su nombre por el de Sedecías. 18 Sedecías tenía veintiún años cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén. Su madre se llamaba Jamital, hija de Jeremías, de Libná. 19 Hizo lo malo a los ojos de Yahvé, exactamente como había hecho Jeconías. 20 Esto sucedió por la cólera de Yahvé contra Jerusalén y Judá, hasta el punto de echarlas de su presencia. Sedecías se rebeló contra el rey de Babilonia.”

Desde luego, el escritor inspirado empieza aquí señalando a la primera deportación junto con el trasiego de todos los tesoros del templo y del palacio real. Pero aclarando, que sobre aquella tierra todavía con su templo y ciudad, Nabucodonosor dejó a un rey, a "Sedecías ["Sedequías” RV1960]” y “a la gente más pobre del país [“los pobres del pueblo de la tierra” (RV1960) ó “la clase de condición humilde de la gente de la tierra” (TNM).]” Al quedar “la clase de condición humilde de la gente de la tierra” (TNM) con la ciudad y el templo en pie todavía, podemos asumir que aun para Dios NO habían empezado a contarse los 70 años de castigo designados por El para su pueblo y la tierra de Judá. Y explicaremos el por qué afirmamos esto. Efectivamente, el relato en los vv. 17-20 nos describen que en lugar de “Jeconías [Joaquin RV1960]”, Nabucodonosor pone a reinar (del linaje de David) a “Sedecías [“Sedequías” RV-1960 y TNM]”. “Sedequías” fue el último rey que reinó en Judá por unos 11 años antes del último sitio de los babilonios a Jerusalén. ¿A que condujo el reinado apóstata e inicuo de “Sedequías? Veamos. El capítulo 25 del libro bíblico Segundo de Reyes nos informa que pasó: Las Escrituras primero nos confirman la destrucción de Jerusalén con su templo y de todo lo que le sucedió a “Sedecías” (“Sedequías” RV-1960 y TNM). ”Como quemaron la ciudad y la destruyeron por completo junto con el templo. Y como todo eso sucedió en el 11no de “Sedequía”, en ese mismo tiempo condujo a la deportación judía definitiva hacia Babilonia trayendo, unos pocos meses después, una desolación inhabitada de 70 años sobre aquella tierra. Pues en breve algo mas y definitivo estaba por suceder. La Biblia (BJ) dice ahí:

“2 La ciudad quedó sitiada hasta el año once de Sedecías. 3 El mes cuarto, el nueve del mes, arreciaba el hambre en la ciudad y no quedaba pan para la gente del pueblo; 4 se abrió entonces un boquete en la (muralla de la) ciudad y, a pesar de que los caldeos rodeaban completamente la

ciudad, el rey salió con todos los soldados, durante la noche, por la puerta entre los dos muros que está cerca del parque del rey; se fue por el camino de la Arabá. 5 Las tropas caldeas persiguieron al rey y le dieron alcance en las estepas de Jericó; entonces todas sus tropas se dispersaron abandonándolo. 6 Capturaron al rey, lo llevaron ante el rey de Babilonia, a Riblá, y lo sometieron a juicio. 7 A la vista de Sedecías degollaron a sus hijos, a él le arrancaron los ojos, lo encadenaron con una doble cadena de bronce y lo condujeron a Babilonia. 8 En el mes quinto, el siete del mes - era aquél el año diecinueve de Nabucodonosor, rey de Babilonia -, Nebuzardán, jefe de la guardia, siervo del rey de Babilonia, vino a Jerusalén. 9 Incendió el templo de Yahvé, el palacio real y todas las casas de Jerusalén; puso fuego a las casas de los altos personajes. 10 Todas las tropas caldeas que acompañaban al jefe de la guardia demolieron las murallas que rodeaban Jerusalén. 11 Nebuzardán, jefe de la guardia, deportó al resto del pueblo que quedaba en la ciudad, a los desertores que se habían pasado al rey de Babilonia y al resto de la población. 12 El jefe de la guardia dejó una parte de los más pobres del pueblo del país para cultivar las viñas y los campos. […] 22 Nabucodonosor, rey de Babilonia, puso a Godolías, hijo de Ajicán, hijo de Safán, al frente del pueblo que quedó en el territorio de Judá. 23 Cuando los jefes de las tropas y sus hombres oyeron que el rey de Babilonia había hecho gobernador a Godolías, se presentaron en Mispá ante Godolías con Ismael, hijo de Natanías, Juan, hijo de Caréaj, Serayas, hijo de Tanjumet el netofita, Jazanías de Maacá, acompañados de sus hombres. 24 Godolías les tomó juramento, a ellos y a sus hombres, diciendo: "No temáis a los siervos de los caldeos, quedaos en el país, servid al rey de Babilonia y os irá bien." 25 Pero en el mes séptimo, Ismael, hijo de Natanías, hijo de Elisamá, que era de linaje real, vino con diez hombres e hirieron de muerte a Godolías, así como a los judíos y caldeos que estaban con él, en Mispá. 26 Entonces todo el pueblo, desde los más jóvenes a los más ancianos, y también los jefes de tropas se pusieron en marcha y fueron a Egipto, pues tenían miedo de los caldeos.”

Al leer estos versículos vemos que, con aquella destrucción la Biblia dice: “Y el rey de Babilonia procedió a derribarlos y darles muerte en Riblá, en la tierra de Hamat. Así Judá se fue al destierro de sobre su suelo” (2 Reyes 25:21, TNM.) Y tal como revela 2 Reyes 25: 22-25 un resto muy pequeño de gente pobre junto con “Godolías [“Gedalías” (RV-1960), Guedalías (TNM)]”, gobernador nombrado por Nabucodonosor y algunos oficiales, al parecer que habían logrado escapar, quedaron allí. Además, del profeta Jeremías que también quedó en la tierra como sobreviviente y no fue deportado. Sin embargo, solo unos meses después, vino “Ismael” “con diez hombres e hirieron de muerte a Godolías [“Gedalías” (RV-1960), Guedalías (TNM)], así como a los judíos y caldeos que estaban con él, en Mispá” y luego todos huyeron a Egipto. Definitivamente, luego de este suceso, ‘la tierra quedó desolada pagando sus sábados’. (Lea 2 Crónicas 36:20,21).

Así Jehová Dios, comenzó a contar los 70 años por el error de su pueblo (Lamentaciones 1:8; 3:42; 4:6), para que la tierra descansara sus sábados (2 Crónicas 36:20,21) y los judíos fueran siervos exiliados en el extranjero sirviendo a otro rey por no querer servir a Jehová. (Jeremías 24:4, 5, 8, 9; 29:10; 2 Crónicas 12:8) Los 70 años fueron declarados sobre ellos y la tierra de Judá; no sobre una gobernación babilónica. Y habrían de durar hasta que los judíos fueran repatriados y llegaran a su tierra y comenzaran a vivir sobre ella y a cultivarla y a reedificar Jerusalén y su templo y sus muros… (Lea Jeremías 29:10; Esdras 1:1-5; 2:1; 3:1-5, RV-1960, TNM.)

Resumiendo: 1. “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) comenzó su reinado de 11 años cuando “Necó” (“Nekó” o

“Necao” II) lo hizo gobernante y vasallo suyo sobre Jerusalen. (2 reyes 23:34-36). 2. Cuando “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) estaba en el cuarto (4to) año de su reinado que duró

(11), Nabucodonosor derrotó a “Necó” (“Nekó” o “Necao” II) en la batalla de Carquemis. (Jeremías 46:1,2).

3. Después de casi unos cuatro años de la batalla de Carquemis Nabucodonosor hizo siervo suyo a “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”). Y por tres años “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) le sirvió como súbdito y rey vasallo hasta que se rebeló. Además, Nabucodonosor tomó todo lo que pertenecía a Necao II, rey de Egipto, quien no salió más de su tierra (2 Reyes 24:1, 7).

4. En “el año tercero del reinado de Joaquín [“Joaquín” o “Jehoiaquim”]”, las tropas babilónicas vinieron a Jerusalén debido a la rebeldía de “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) y la sitiaron con un sitio que duró aproximadamente un año. (Daniel 1:1,2; 2 Reyes 24:8-10; compare con 2 Crónicas 36: 5-10).

5. Durante ese sitio “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”), tres mese antes de que finalizara, hubo de morir y no pudo ser debidamente enterrado. En su lugar gobernó por unos tres meses su hijo “Jeconías [Joaquin RV1960]” y cuando culminaba el año de asedio empezado durante el tercer año de ser vasallo a Babilonia “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”); "Jeconías [Joaquin RV1960]”, su hijo después de tres meses y 10 días sobre el reino se rindió ante la presencia de Nabucodonosor. (2 Reyes 24:6, 8-20; compare con 2 Crónicas 36: 8-10, Jeremías 22:18,19; 36:30).

6. Al rendirse “Jeconías [Joaquin RV1960]”, la resistencia judía claudicó y fue llevado cautivo a Babilonia junto con su madre y sus esposas, sus siervos y sus oficiales. (2 Reyes 24:12,15; compare con 2 Crónicas 36:9,10).

7. Esto dio paso a la primera deportación de exiliados a Babilonia. Pero no al comienzo de los 70 años de castigo sobre el pueblo judío, ni al comienzo del descanso sabático para la tierra de Judá. Pues aun, junto con un rey, el templo y la ciudad en pie, quedaron los que trabajaban y vivían de la tierra: “la clase de condición humilde de la gente de la tierra”. El rey babilonio había dejado a “Sedecías” (“Sedequías” RV-1960 y TNM) quien también se rebeló contra él. (2 Reyes 24:15, TNM.) (2 Reyes 24:12-18).

8. Luego, entre el décimo y el undécimo año de reinado de “Sedecías” (“Sedequías” RV-1960 y TNM), Nabucodonosor volvió esta vez más enfurecido que nunca, puso un cerco de asedio contra Jerusalén y apresó al rebelde rey “Sedecías” (“Sedequías” RV-1960 y TNM), le mató a sus hijos

enfrente de él y lo cegó llevándolo finalmente al cautiverio babilonio hasta su muerte en un calabozo. (2 Reyes 24:18; 25: 1, 2, 6, 7; compare con Jeremías 52: 6-11).

9. Este segundo y último sitio condujo a una destrucción total de Judá, pues fue quemada y destruida Jerusalén con su templo y todo lo que no murió fue llevado a Babilonia en aquella deportación, marcando así, unos meses después, el comienzo de los 70 años de castigo sobre el pueblo y al comienzo del descanso sabático para la tierra de Judá: “Para cumplir la palabra de Jehová por boca de Jeremías, hasta que la tierra hubo pagado sus sábados. Todos los días de yacer desolada guardó sábado, para cumplir setenta años.”(compare con Jeremías 25:9-11.) Las palabras proféticas de Jeremías demuestran que los 70 años no fueron decretados indicando una gobernación de Nabucodonosor o Babilonia de 70 años sobre Israel. Por el contrario, este periodo (70 años) fue dispuesto por Jehová sobre su pueblo como castigo para que durante esos mismos setenta años ‘la tierra yaciera desolada pagando sus sábados’ (compare con Levitico26:43.) (Lea 2 Reyes 25: 8-21; compare con Jeremías 52:12-30).

10. Los 70 años comenzaron a contarse a partir del asesinato ejecutado contra Godolías [“Gedalías” (RV-1960), Guedalías (TNM)], así como a los judíos y caldeos que estaban con él, en Mispá” , cuando después todos por temor huyeron a Egipto. Definitivamente, ‘la tierra quedó desolada pagando sus sábados’ luego de este suceso. (2 Reyes 25: 2-26; Lea 2 Crónicas 36:20,21).

Y hasta aquí, solo hemos hilvanado la historia de la Biblia, sin ponerle fecha a ningún suceso, en una cronología coherente y lógica; comprendiendo y respetando cada acierto plasmado por cada uno de los escritores inspirados. (2 Pedro 1: 21.) Reconociendo que las Santas Escrituras son la mejor fuente para hablar de ésta historia, pues es la Verdad, la Palabra de Jehová; de un ‘Dios verdadero, que no puede mentir’. (Juan 17: 3; 17; 2 Timoteo 3:16, 17; Tito 1:2.) Y si los historiadores contradicen la secuencia histórica de la Biblia, primero habríamos de comparar sus tesis con las Escrituras y allí donde comienzan a ir en dirección contraria, el verdadero hombre de Dios se guía por la Palabra de Dios, confiando humildemente que con Dios no hay error, ni mentira. (Romanos 3:4). Es mi deseo que podamos conciliarnos todos en este tema. Por eso, tomemos lo que aceptamos en común para empezar a poner fechas a cada suceso aquí descrito. Y puesto que ambos y la inmensa comunidad experta aceptamos como verdad que la caída de Babilonia ante Ciro el persa fue en el 539 a.E.C y que los judíos fueron repatriados desde Babilonia en el 537 a.E.C; entonces podemos comenzar a caminar hacia atrás en la historia bíblica recién confirmada.

Fechando sucesos

Fuentes extrabíblicas de la historia Las bastardillas y las negritas son mías.

Según la Wikipedia (fuente poco confiable), pero que esta vez coincide con lo que todos los expertos sin discusión han confirmado, bajo el subtema Conquista de Babilonia, Ciro II el Grande, conquistó la capital babilonia sin resistencia en el año 539 a.e.c. La misma fuente, en el tema Imperio babilónico, subtema El fin del Imperio babilónico: la conquista persa dice que “Nabónido […] tras la caída de Lidia, buscó la alianza de Egipto contra el posible invasor [Ciro]. Ésta resultó inútil y en 539 a. C. Ciro se encontraba atacando la capital babilonia.” En el tema Cautiverio de Babilonia, el mismo sitio web explica:

“Se conoce con el nombre de Cautiverio de Babilonia o Cautividad en Babilonia al período que comprende desde el año 586 hasta 537 a.E.C. en el que parte considerable de los hebreos que habitaban el sureño Reino de Judá estuvieron exiliados en Babilonia, comenzando la deportación y el exilio de los judíos inmediatamente después de la toma de Jerusalén y la destrucción del Templo por Nabucodonosor II y finalizando con el edicto del rey persa Ciro de 538 a.E.C que permitió el regreso de los judíos a sus tierras de origen en 537 a.E.C.”

Partiendo de que esta no es una fuente confiable, pues los datos que se introducen pueden ser manipulados por otros editores, tenemos aquí algunas fechas en las que coincidimos. Pues son confirmadas de conjunto por una gran cantidad de expertos en el tema. Ahora, y quiero hacer notar nuevamente, que en lo concerniente a mí, lo más importante es que estas dataciones armonicen con la cronología de sucesos bíblicos antes expuestos.

Error en la información.

Wikipedia dice y cito: “Se conoce con el nombre de Cautiverio de Babilonia o Cautividad en Babilonia al período que comprende desde el año 586 hasta 537 a.E.C.” ¿"Desde el año 586 hasta 537 a.E.C."? Como vimos el exilio junto con la desolación de Judá contó de 70 años continuos. (Lea Jeremías 29:10; Esdras 1:1-5; 2:1; 3:1-5, RV-1960, TNM.) Pero aquí, entre estas dos fechas hay solo 49 años; digamos 50 años. ¿Dónde están los otros 20 que faltan? No obstante, sin poder explicar el faltante de 20 años entre un suceso y otro, la fuente citada dice que los que “habitaban el sureño Reino de Judá estuvieron exiliados en Babilonia, comenzando la deportación y el exilio de los judíos inmediatamente después de la toma de

Jerusalén y la destrucción del Templo por Nabucodonosor II y finalizando con el edicto del rey persa Ciro de 538 a.E.C. que permitió el regreso de los judíos a sus tierras de origen en 537 a.E.C.”

O sea, que insiste en demostrar en armonía (consiente o inconscientemente) con la Biblia que los judíos culminaron su exilio al pisar “sus tierras de origen en 537 a.E.C.” Y realmente, ésta última idea coincide con lo que la Biblia expone y se ha explicado aquí.

Sin embargo, toda la contradicción existente entre estos “expertos”, sucede por darle inmerecido crédito a una fecha (586 a.e.c.) suministrada por historiadores que no se ponen de acuerdo, pero que por fuerza de tradición humana la confirman. Historiadores que desestiman a la Biblia, la Palabra de Dios, y no la aceptan como fuente verdadera y fidedigna.

Visto pues, a partir de 537 a.e.c. hacia atrás, no podemos de ninguna manera contar 70 años y llegar al 586 a.e.c sin perder ninguno. Entonces ¿qué hace el hombre de fe, el hombre de Dios? ¿Acepta a fuerza de razonamiento humano una mentira? O ¿Confía en que la Biblia lleva un mejor registro de los sucesos, aun cuando historiadores antiguos y modernos de renombre dicen lo contrario? La respuesta es obvia y no se hace esperar: “¡De ningún modo! Dios tiene que ser veraz y todo hombre mentiroso” (Romanos 3:4, BJ).

Es por tales motivos que los Testigos de Jehová y otras personas, nos inclinamos hacia la Biblia allí donde los seres humanos imperfectos por muy historiadores que sean contradicen las Escrituras. De modo que, se nos hace imposible aceptar la fecha del 586 a.e.c, o cualquiera otra más tardía que no sea el 607 a.e.c. para indicar el comienzo de los 70 años de castigo que Jehová Dios impuso sobre su pueblo exiliado y así también se guardaran los sábados, los descansos de la tierra de Judá desoladamente. (2 Crónicas 36:20,21).

Desde el 537 a.e.c hasta el 624 a.e.c

De modo que, partiendo hacia atrás en el tiempo antiguo desde el 537 a.E.C., y contando 70 años, llegamos al 607 a.e.c. ¿Qué suceso ocurrió, según la Biblia y la cronología interna de ella, para esa fecha?

En el 607 a.e.c.: a

a. Los sucesos bíblicos descritos en este subtema ya fueron argumentados y corroborados con la Biblia en páginas anteriores.

1. Se produjo la segunda y última incursión babilónica a Jerusalén. La ciudad fue sitiada con un cruel

cerco y el último rey del linaje de David que se sentó en el trono de Jerusalén, “Sedecías” (“Sedequías” RV-1960 y TNM), fue apresado, vio morir a sus hijos, fue cegado y llevado al cautiverio en Babilonia, donde hubo de morir.

2. Toda Jerusalén con su templo fue quemada y destruida, hasta los muros fueron derrumbados. Se llevaron todo los tesoros dejados en la primera deportación. Y la gente que quedó de la matanza en la ciudad fue llevada al cautiverio para unirla a los judíos que ya estaban allá desde unos 11 años atrás.

3. No obstante, algunos campesinos y labradores de la tierra fueron dejados para cultivar las viñas junto con el gobernador Godolías [“Gedalías” (RV-1960), Guedalías (TNM)] y hasta el profeta Jeremías también quedó en Judá.

4. Unos dos meses después de marchar al destierro los sobrevivientes del asedio babilonio, una conspiración encabezada por Ismael dio muerte a Godolías [“Gedalías” (RV-1960), Guedalías (TNM)] y a una guarnición caldea.

5. Esto hizo que tanto Jeremías como los pocos judíos que aun habitaban Judá se fueran huyendo de miedo a Egipto, dejando desolada e inhabitada por completo toda la tierra.

6. Y con este suceso final, Jehová Dios, comenzó a contar la desolación sabática de la tierra de Judá y el exilio en Babilonia de su pueblo judío.

Sumándole al 607 a.E.C unos 11 años para atrás, llegamos a la fecha 617/618 a.e.c. cuando Nabucodonosor vino por el rebelde “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”.) Este rey Judío hijo de Josías reino en el periodo (628-618 a. e.c.) No obstante, por supuesto, fuentes extrabíblicas dicen que gobernó en el período (608 a. C.-598 a. C.) Pero; ¿cuál fecha aceptaría usted? ¿La aportada por historiadores que no consideran la Biblia un documento fidedigno o la que aporta la cronología bíblica? Debido a que “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) murió en medio de aquella contienda de aproximadamente un año, fue “Jeconías [Joaquin RV1960]” su hijo, que reinó durante unos tres meses, el que se rindió ante Nabucodonosor. Además, en este punto, coincidimos con la primera deportación llevada a cabo tras la rendición de “Jeconías [Joaquin RV1960]”. Esa fecha resultará ser por cronología bíblica el 617/618 a.e.c. Unos Tres años antes, “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) había llegado a ser siervo, rey vasallo de Nabucodonosor. Esto ocurrió el 620/ 621 a.e.c.; pues Daniel 1:1 informa que en el tercer año de reinado de “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) Nabucodonosor vino contra él, pero 2 Reyes 24: 1 dice que “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) fue rey vasallo de Nabucodonosor por “tres años”. Siguiendo esta línea de fechas, podemos afirmar que la batalla de Carquemis ocurrió en el 624/625 a.e.c.; cuando “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) estaba en su 4to año de reinado de los 11 que estuvo sobre Jerusalén. Pero, por supuesto, fuentes extrabíblicas dicen que la Batalla de Carquemis [Karkemish] sucedió en 605 a. E.C., cuando el príncipe heredero Nabucodonosor II de Babilonia derrota al ejército de “Necó” [“Nekó” o “Necao” II] faraón de Egipto. Pero; ¿cuál fecha aceptaría usted? ¿La aportada por historiadores que no consideran la Biblia un documento fidedigno o la que aporta la cronología bíblica?

Entonces, siguiendo el hilo cronológico, en el 628/629 a.e.c., “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) es que fue nombrado rey vasallo en Jerusalén por “Necó” [“Nekó” o “Necao” II] faraón de Egipto. Pero por supuesto, los expertos modernos dicen que eso sucedió en el 608 a.e.c. Entonces; ¿cuál fecha aceptaría usted? ¿La aportada por historiadores que no consideran la Biblia un documento fidedigno o la que aporta la cronología bíblica? Nabucodonosor llego a ser rey oficialmente con la muerte de su padre Nabopolasar, aunque todo indica que siendo el príncipe heredero, ya tenía bajo su mando todo un ejército babilonio y gozaba de mucho poder como para ser llamado también rey. Sin embargo, oficialmente como sucesor de su padre, ascendió al trono de Babilonia por el 624 a.e.c. y reinó durante cuarenta y tres años (624-582 a. e.c.) ¿Como sabemos esto a parte de la información que aporta la cronología bíblica? Según Perspicacia para comprender las Escrituras volumen 2 pág. 451:

‹‹Las inscripciones cuneiformes existentes sobre Nabucodonosor completan algo el registro bíblico. En estas inscripciones se indica que en el año decimonoveno de su reinado, Nabopolasar reunió a su ejército, y lo mismo hizo su hijo Nabucodonosor, entonces príncipe heredero. Parece ser que ambos ejércitos actuaron independientemente, y después de que Nabopolasar regresó a Babilonia en menos de un mes, Nabucodonosor guerreó con éxito en territorio montañoso, y volvió más tarde a Babilonia con mucho despojo. Durante el vigésimo primer año del reinado de Nabopolasar, Nabucodonosor marchó con el ejército de Babilonia a Carquemis para luchar contra los egipcios. Condujo sus fuerzas a la victoria. Este hecho tuvo lugar en el cuarto año del rey de Judá, Jehoiaquim, en [624/] 625 a. e.c. (Jer 46:2.)››

Luego, otra inscripción cuneiforme (Museo Británico 21946) dice:

‹‹“Séptimo año: En el mes de Kislimu, el rey de Akkad congregó su ejército, marchó contra Siria (lit. tierra de Hattu), acampó contra la ciudad de Judá (URU ia-a-hu-du) y se apoderó de la ciudad en el segundo día del mes de Adar. Capturó al rey [Joaquín]. Designó allí un rey de su elección [Sedequías]. Tomó mucho botín de ella y (lo) envió a Babilonia”. (La Sabiduría del Antiguo Oriente, edición de J. B. Pritchard, pág. 240; véase GRABADO, vol. 2, pág. 326.)”››

Con estos últimos datos de las inscripciones cuneiformes; obtenemos siete años de Nabucodonosor como rey después de la batalla de Carquemis , cuando vino a Judá y se apoderó de la ciudad de Jerusalén y se llevo cautivo a “Jeconías [Joaquin RV1960]” con mucho despojo y exiliados, dejando en su lugar a “Sedecías” (“Sedequías” RV-1960 y TNM) más los cuatro (4) que ya había reinando “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) cuando la batalla de Carquemis ocurrió suman los 11 que “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) estuvo en el trono de Jerusalén. Toda esta información combinada inscripciones cuneiformes-Biblia confirman nuevamente la exactitud de las Escrituras. Por supuesto, la fecha desde y hasta cuando estuvo reinando oficialmente Nabucodonosor en el trono de Babilonia (624-582 a. e.c.), no coinciden con las dadas en Wikipedia y otros autores. La fuentes extrabíblicas indican que Nabucodonosor II “reinó entre el 605 a. C. y el 562 a. C.” Como puede el lector

apreciar hay una diferencia de unos veinte (20) años * entre las dataciones hechas por los historiadores modernos y la cronología que aporta la Biblia comparada con las inscripciones cuneiformes. Entonces: ¿Cuáles fechas escogería usted para ubicar el reinado de Nabucodonosor? ¿Las aportadas por la Biblia, la Palabra de Dios, o las recomendadas por los expertos humanos?

* Vea, en este mismo estudio, el tema: Información curiosamente manipulada

Conclusión En las dataciones de los historiadores seglares modernos para ubicar el tiempo del Exilio judío a Babilonia con la desolación sabática de Judá y por haber fechado el reinado de Nabucodonosor II entre el 605 a. C. y el 562 a. C., existe un error de unos 20 años. Pues la condena al pueblo judío junto con la desolación sabática de la tierra no fueron 50, sino 70 años. Sin embargo, La cronología bíblica llevada por los Testigos de Jehová hasta aquí, no presenta ese problema, y por tanto no tiene un error (20 años) de lastre por todas sus dataciones. Con el transcurso del tiempo, en muchos otros sucesos, ha sido demostrado que en contradicciones semejantes a éstas, finalmente la Biblia, la Palabra de Dios sale exitosa, pues simplemente es la Verdad. Pero si aun no ocurriera el poder demostrar estas verdades que decimos con otros documentos, aun si por el momento y el futuro próximo, no apareciera suficiente prueba o evidencia que demuestre que el 607 a.e.c., es la fecha exacta para empezar a contar los 70 años de castigo de Jehová sobre su pueblo y de la desolación sabática de Judá; los testigos de Jehová seguiríamos confiando en Dios y que el 607 a.e.c. es la fecha para comenzar a descontar esos setenta años. Es muy simple, tenemos 537 a.e.e., año confirmado como el de la conclusión de los 70 años con la salida desde Babilonia y la llegada a tierras de Judá. Y el 539 a.e.c, año amplia y unánimemente confirmado para señalar la caída de Babilonia ante Ciro el persa. No se puede llegar a partir del 537 a.e.c., matemáticamente hablando, a otra fecha que no sea el 607 a.e.c., cuando sumamos 70 hacia atrás en el curso de la historia. No obstante, si una evidencia poderosa y aplastantemente exacta, cambiara las fechas 539 y 537 a.e.c. para los sucesos enlazados a ellas, los Testigos de Jehová, actuaríamos cuidadosa y consecuentemente para continuar proclamando la Verdad. Además, deseo personalmente anotar que, cualquiera de mis razonamientos y cálculos, pueden estar herrados. NO soy infalible, y aunque reconozco que Jehová Dios me provee su espíritu santo para estudiar y adquirir entendimiento y sabiduría de su Palabra, no creo estar inspirado como los escritores de la Biblia. No obstante, cada renglón que se critique aquí, me debe ser demostrado por aquel que crea que estoy equivocado. Pero no podrá hacerlo solo usando fechas a priori que han dado hombres imperfectos, historiadores que no estiman las Escrituras como fidedignas y verdaderas. Sino que, debe hacer como aquí; debe cazar cada fecha con cada suceso llevando una línea cronológica de los hechos según la Biblia los describe. Como reza el refrán “Los puntos sobre las íes”. ¿Por qué otras fechas antes de 586 a.e.c., salvo el 607 a.e.c. no pueden ser usadas para comenzar a descontar los 70 años?

Si tomáramos otra fecha más tardía diferente a 586 o 607 a.e.c.; ésta tendría que cumplir con dos condiciones:

1. Sumar desde su número hasta el 537 a.e.c. 70 años literales sin interrupción. 2. Y debería reflejar conjuntamente, en el mismo espacio de tiempo, el exilio definitivo judío en

Babilonia con la desolación sabática de la tierra de Judá. ¿Puede usted suministrar esa fecha? a

a. Los sucesos bíblicos descritos en esta página ya fueron argumentados y corroborados con la Biblia en paginas anteriores.

Por ejemplo, tomemos el 586 a.e.c. como si fuera la última deportación judía a Babilonia. Como si fuera, además, la fecha en que “Sedecías” (“Sedequías” RV-1960 y TNM), fue apresado, vio morir a sus hijos, fue cegado y llevado al cautiverio en Babilonia, donde hubo de morir. Si esto fuera así hipotéticamente hablando, eso querría decir que 11 años atrás, tuvo lugar la primera deportación cuando “Jeconías [Joaquin RV1960]”, quien era hijo de “Joaquín” (“Joacim” o “Jehoiaquim”) y que solo reinó durante unos tres meses, se rindió ante Nabucodonosor. Eso arrojaría una fecha igual al 597 a.e.c. Desafortunadamente, esa fecha no cumple con los dos requisitos expuestos arriba en color rojo. Primero, porque del 597 a.e.c. al 537 a.e.c. van 60 años y no 70. El 537 a.e.c. , es la fecha bíblica aceptada para señalar a la culminación de los 70 años; cuando los judíos llegaron a su tierra natal del exilio. Y segundo, porque entre el 597 a.e.c. y la supuesta deportación en el 586 a.e.c. vivieron muchos judíos durante 11 años sobre la tierra, la ciudad no estaba destruida aun, el templo seguía en pie, había un rey nombrado gobernando [“Sedecías” (“Sedequías” RV-1960 y TNM)]; pero lo que es más relevante, cientos de miles de dueños y labradores de la tierra, hombres que trabajaban la agricultura y vivían de ella estuvieron allí durante ese tiempo (11 años). Y por tanto, la tierra no pudo guardar desoladamente sus sábados. Por otra parte, hubo solo un Exilio en dos fases o deportaciones; no hubieron tres (3) deportaciones, la Biblia solo recoge dos (2) y los registros extrabíblicos, también confirman dos (2). Lo que indica que, si usted se dispone todavía a salvar los 10 años que le faltaron del 597 a.e.c. al 537 a.e.c.; no tendría como justificarlos en la cronología bíblica. Es decir que en el 607 a a.e.c. era más que imposible ubicar una deportación primera, considerando las otras dos sucesivamente hacia delante en el tiempo como la 2da (597 a.e.c.) y la 3ra (586 a.e.c.). ¡Imagínese…! Para poder aceptar eso habría que torcer las Escrituras inventando que hubo tres deportaciones. Cuando sabemos que, solo hubo dos asedios y dos deportaciones por Nabucodonosor en Jerusalén. * Y, luego, para aceptar estas fechas tenemos que olvidarnos de los 70 años ininterrumpidos de desolación sabática. ¿Le parece a usted eso razonable y prudente? * Aunque respalda las fechas 597 y 586 a.e.c.; la Wikipedia y otras fuentes reconocen que: “La deportación sucedió en dos fases.” Wikipedia: Cautiverio de Babilonia; subtema: Exilio y cautiverio en la Biblia.

Es imposible respetar la Biblia mientras aislamos un suceso del otro: Exilio judío y desolación sabática de la tierra; deben ser contabilizados unidamente dentro de los 70 años. (Jeremías 25: 9-11; 2 Crónicas 36:20,21.) Por tal motivo, el Exilio (la suma de las dos deportaciones) debe marcar su inicio en el mismo instante que la tierra quedó desolada para guardar sus sábados y debe ser marcado su fin cuando los judíos repatriados llegaron a su tierra natal en el 537 a.e.c. Y solo existe para eso, una fecha exacta yendo desde el 537 a.e.c. para atrás en el tiempo antiguo: Esa fecha es el año 607 a.e.c. donde ocurrió la última y NO la primera deportación. Las bastardillas y las negritas son mías.

Información curiosamente manipulada* * Nota: Aun con todo el peso de la evidencia demostrada, ninguno de los “expertos” que han examinado las recientes pruebas a mostrar, sostiene que Jerusalén fue destruida en el año 607 a.e.c. Como usted ha podido observa, en la comparación que hemos venido haciendo entre las dataciones que aportan los historiadores y las fechas que cronológicamente hemos obtenido a partir de la Biblia, siempre ha aparecido un número constante de años de diferencia. Y este número constante que son 20 años, salen a la palestra cuando los historiadores y “expertos” contemporáneos desearon fechar y hacer coincidir el periodo oficial de reinado del rey Nabucodonosor II (En la Biblia: Nabucodonosor) con los testimonios de otros colegas suyos, pero de tiempos más atrás.

Es mi deber, recodar al lector, que el sistema de fechamiento usado actualmente, basado en el calendario Juliano o Gregoriano indistintamente acompañado de (a.C [a.e.c.] y d.C [e.c.]), no vino a existir hasta muchos siglos después como un intento de; primero corregir tiempos y sazones al calendario romano y segundo, para identificar la nueva historia o era religiosa mundial: La “era cristiana”. De modo que, toda fecha a partir de esa era marcada como “cristiana”, hacia atrás en el tiempo, debe ser calculada convenientemente con los registros y evidencias que han venido apareciendo con las investigaciones y excavaciones arqueológicas. En el caso especial de la historia de la Biblia, las dataciones obtenidas tienen el privilegio único de poder ser comparadas y comprobadas a la luz de la cronología bíblica. Lamentablemente, muchos doctos han despreciado las Escrituras para dar crédito a otros recursos y hombres. Teniendo esto como punto de partida deseo compartir una información curiosamente manipulada.

En una la tablilla cuneiforme encontrada y nombrada por los expertos como VAT 4956, se encuentra un relato interesante:

‹‹En su primera línea dice: “Año 37 de Nabucodonosor, rey de Babilonia”.1 A partir de esa línea contiene descripciones detalladas de la posición de la Luna y los planetas respecto a diversas estrellas y constelaciones, así como un eclipse lunar. Según los especialistas, esa era la posición de los astros en 568-567 a.e.c., lo que implicaría que el año dieciocho de Nabucodonosor II,

cuando destruyó Jerusalén, fue el 587 a.e.c. Ahora bien, ¿apuntan estas referencias astronómicas de forma irrebatible y exclusiva al año babilónico que corresponde a 568-567 a.e.c.? [¿Dónde está la trampa? Veamos.]

El eclipse lunar que menciona la tablilla tuvo lugar, según cálculos babilónicos, el día 15 de siranu, el tercer mes babilónico. Es un hecho probado que en ese mes —el día 4 de julio del 568 a.e.c. según el calendario juliano— ocurrió un eclipse lunar. No obstante, también se observó un eclipse veinte años antes: el 15 de julio del 588 a.e.c.2

Si el 588 a.e.c. correspondiera al año treinta y siete de Nabucodonosor II, entonces su año dieciocho sería el 607 a.e.c.: justo el año en que, según la cronología bíblica, Jerusalén fue destruida [...] Pero ¿ofrece VAT 4956 más pruebas que señalen al año 607 a.e.c.?

Además de los eclipses ya mencionados, en la tablilla hay trece observaciones lunares y quince planetarias que detallan la posición de la Luna y de los planetas en relación con ciertas estrellas o constelaciones.3 También hay ocho intervalos de tiempo entre la salida y la puesta del Sol y de la Luna.4

Debido a que las posiciones lunares son más confiables, los investigadores han estudiado cuidadosamente las trece posiciones lunares registradas en VAT 4956. Analizaron los datos valiéndose de un programa informático diseñado para conocer la ubicación de los cuerpos celestes en una fecha específica del pasado.5 ¿Qué reveló este análisis? Que de las trece observaciones lunares, no todas coinciden con las posiciones de la Luna en el año 568-567 a.e.c., pero todas sí coinciden con las del año 588-587 a.e.c., veinte años antes.

[Abajo les dejo una imagen con] una cara de la tablilla VAT 4956. Se resalta uno de los casos en que las observaciones lunares se ajustan exactamente al año 588 a.e.c. y no al 568 a.e.c. La tercera línea dice que en la “noche del día 9 [de nisanu]”, la Luna estaba en cierta posición. Sin embargo, los investigadores que fecharon por primera vez esa posición [adjudicándosela al] año 568 a.e.c. (el año astronómico -567) reconocieron que en ese año la Luna estaba en esa posición el “día 8 de nisanu, y no el 9”. Para justificar haber fechado la tablilla en el 568 a.e.c., alegaron que, por error, el escriba había anotado 9 en vez de 8.6 Pero la posición lunar anotada en la tercera línea coincide a la perfección con el 9 de nisanu del 588 a.e.c.7 [He ahí la trampa y el torcer los hechos para que corroboren lo que se quiere hacer creer y para que no tenga que ser reexaminada la cronología de fechas dadas por otros historiadores y especialistas. Un reexamen que engorrosamente trasladaría los sucesos del historia humana antigua del mundo bíblico unos 20 años]

Está claro que muchos de los datos astronómicos de VAT 4956 confirman que el año 588 a.e.c. fue el año treinta y siete de Nabucodonosor II. Por tanto, estos datos respaldan que en el año 607 a.e.c. tuvo lugar la destrucción de Jerusalén, tal y como señala la Biblia.››

Las bastardillas y las negritas son mías.

Fotocopia de las páginas 28 y 29 de La Atalaya 1 de noviembre de 2011

Increíblemente pero cierto, un cambio con un simple número en la transliteración hecha prejuiciadamente de esta tablilla, (el8 sustituyendo al 9 que es el número originalmente escrito), forzó la datación de un importante suceso bíblico (la fecha en que Nabucodonosor II, oficialmente subió al trono del imperio babilonio, y luego, por efecto dominó en la secuencia del tiempo, la fecha que destruyó la ciudad de Jerusalén).

Hoy, todas las comprobaciones modernas, indican que lo descrito en esta tablilla tiene más peso para ser ubicado con el eclipse lunar de 588 a.e.c., 20 años atrás del que ocurrió en 568 a.e.c. al que forzosamente fue relacionado. Y es una evidencia astronómica de que los Testigos de Jehová guiados por la Biblia, defendemos la verdad y no estamos prejuiciados. El 607 a.e.c., es realmente la fecha de la destrucción y desolación total de la tierra de Judá por los babilonios.

Referencias:

(Nota: Los números usados aquí para las referencias, corresponden en el artículo original de La Atalaya 1 de noviembre de 2011, a la secuencia que va desde la referencia 16 a la 21.)

1. Astronomical Diaries and Related Texts From Babylonia, vol. I, de Abraham J. Sachs, completado y editado por Hermann Hunger, publicado en 1988, pág. 47.

2. Babylonian Eclipse Observations From 750 BC to 1 BC, de Peter J. Huber y Salvo De Meis, publicado en 2004, pág. 186. Según la tablilla VAT 4956, este eclipse se observó el día 15 del tercer mes babilónico, lo que da a entender que el mes de siranu comenzó quince días antes. Si el eclipse fue visto el 15 de julio del 588 a.e.c. conforme al calendario juliano, el primer día de siranu sería el 30 de junio-1 de julio del 588 a.e.c. Así pues, el primer mes babilónico (nisanu) habría iniciado el nuevo año dos meses antes: el 2-3 de mayo. Aunque lo habitual habría sido que el año de ese eclipse hubiera comenzado el 3-4 de abril, VAT 4956 declara en la sexta línea que se añadió un mes adicional (intercalar) después del duodécimo y último mes (addaru) del año anterior. La tablilla dice: “Día 8 del mes XII2 [decimotercero]”. Por tanto, el nuevo año no comenzó hasta el 2-3 de mayo. Así que la fecha del eclipse del 588 a.e.c. armoniza con los datos de esta tablilla.

3. En un artículo de Paul V. Neugebauer y Ernst F. Weidner (“Ein astronomischer Beobachtungstext aus dem 37. Jahre Nebukadnezars II”) citado en una obra especializada (Berichte über die Verhandlungen der Königl. Sächsischen Gesellschaft der Wissenschaften zu Leipzig; vol. 67; 1 de mayo de 1915), se indica que hay trece observaciones lunares en las que se describe la posición de la Luna con respecto a cierta estrella o constelación (págs. 67-76). También hay una lista con quince observaciones planetarias (págs. 72-76). Aunque el signo cuneiforme para Luna es claro e inconfundible, algunos de los signos para los nombres de los planetas y sus posiciones son

confusos (Mesopotamian Planetary Astronomy—Astrology, de David Brown, publicado en 2000, págs. 53-57). Por eso, las observaciones planetarias están sujetas a especulación y a diferentes interpretaciones. Como es fácil averiguar la trayectoria lunar, las posiciones de los demás astros que VAT 4956 conecta con la Luna pueden identificarse y fecharse con un grado razonable de certeza.

4. Estos intervalos (“tríos lunares”) corresponden al tiempo que transcurre, por ejemplo, entre la puesta del Sol y la puesta de la Luna del primer día del mes y de otros dos períodos posteriores del mismo mes. Los investigadores han relacionado estas mediciones de tiempo con fechas de calendario (“The Earliest Datable Observation of the Aurora Borealis”, de F. R. Stephenson y David M. Willis, incluido en Under One Sky—Astronomy and Mathematics in the Ancient Near East, editado por John M. Steele y Annette Imhausen, publicado en 2002, págs. 420-428). Los antiguos observadores empleaban algún tipo de reloj para medir este período, pero esas mediciones no eran confiables (Archimedes, Volume 4, New Studies in the History and Philosophy of Science and Technology, “Observations and Predictions of Eclipse Times by Early Astronomers”, de John M. Steele, publicado en 2000, págs. 65, 66). Sin embargo, lograron calcular con mayor acierto la posición de la Luna respecto a otros astros.

5. Se utilizó un programa informático de astronomía llamado TheSky6™. Además, el análisis se amplió con el programa gratuito Cartes du Ciel/Sky Charts (CDC) y un convertidor de fechas facilitado por el U.S. Naval Observatory. Como los signos cuneiformes de muchas posiciones planetarias se prestan a la especulación y a diversas interpretaciones, dichas posiciones no se tuvieron en cuenta para fijar el año al que apunta este diario astronómico.

6. Berichte über die Verhandlungen der Königl. Sächsischen Gesellschaft der Wissenschaften zu Leipzig; vol. 67; 1 de mayo de 1915; “Ein astronomischer Beobachtungstext aus dem 37. Jahre Nebukadnezars II, (-567/66)”, de Paul V. Neugebauer y Ernst F. Weidner, pág. 41.

7. La tablilla VAT 4956 dice en la tercera línea: “La Luna estaba un codo [dos grados] por delante de ß- Virginis”. El análisis ya mencionado concluyó que el 9 de nisanu, la Luna estaba 2°04ʹ por delante y 0° por debajo de la estrella ß-Virginis. En opinión de los investigadores, VAT 4956 y el resultado del análisis coinciden perfectamente.