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NOVIEMBRE- DICIEMBRE 2007 Año XXV. Nº 205 SMA - Sociedad de Misiones Africanas (Pasa a pág. 2) Jesús recibe el compromiso de Gerardo y Belén ¡Gerardo y Belén se han marchado! SOMOS TESTIGOS DEL NACIMIENTO DE JESÚS Se acerca la Navidad, tiempo pri- vilegiado para compartir y disfrutar con la familia y los amigos. Son momentos especiales para la añoranza y están cargados de emoción, alegría y ternura. ¡Ha nacido un Niño, el Niño-Dios! ¡Es Navidad! A n osotros, l os m isioneros, n os corresponde anunciarlo y gritar que ha nacido de verdad. Es un tiempo propicio para mirar en nuestro inte- rior y liberarnos de todo aquello que nos estorba y ralentiza nuestro cami- nar. Como San Pablo, tenemos la obligación de proclamar que aún es posible la esperanza en el mundo. No podemos caminar cabizbajos, tristes y como personas sin futuro. Nos ha nacido el Salvador. Los misioneros somos testigos, día tras día, de cómo Jesús continúa naciendo en medio de gentes que no lo conocían. Como los pastores de Belén, les anunciamos dónde lo pue- den encontrar y vemos con emoción cómo descubren y viven la fe. Sois muchos los que trabajáis a nuestro lado y os sentís auténticos misioneros, y de verdad que lo sois, pues poco podríamos hacer sin vues- tro apoyo espiritual y material y , sobre todo, sin vuestra cercanía. Que al leer estas páginas con experiencias y testi- monios de nuestros misioneros se llene de gozo vuestro corazón al cons- tatar que sois vosotros el corazón y motor de la misión y los responsables de que Jesús pueda nacer en los cora- zones de muchas personas que aún no lo conocen. ¡Jesús ha nacido! Unámonos a los pastores para vivir este misterio. Juntos, al lado de María y José, ado- remos a Jesús y, juntos también, con- tinuemos trabajando con un renovado compromiso y una mayor entrega a la Misión. Que tengáis unas felices fiestas. “Hacía tiempo que habíamos hablado de la posibilidad de mar char a África. Olvidamos la idea por que pensamos que car ecía de fundamento y , por tanto, resultaba algo irr eal. Este pr oyecto se olvidó y pasó al baúl de los r ecuerdos. Estábamos, sin embar go, equivocados. Esa semilla estaba arraigada en nuestros corazones y Jesús, sin hacer ruido, la r egaba y la cuidaba. T anto la mimaba, que ha fructificado con un vigor y una fr escura irr esistibles. Junto con nuestro hijo Javi, hemos decidido mar charnos a África como misioner os por dos años. Compartir emos nuestra pr ofesión de maestr os con los maestr os de allá y también nuestra fe con las comunidades cristianas para evangelizar. GENTE NORMAL Y BUENA Gerardo y Belén son de Granada. Se casaron hace unos diez años. Sus aspira- ciones eran las normales de cualquier per- sona: hacer una carrera, casarse, encontrar un trabajo, una casa con todo lo que con- lleva de hipoteca y, en definitiva, vivir, cuidando de sus hijos y familias respecti- vas. Siempre se interesaron también por la misión. Estaban comprometidos con la Delegación de Misiones de Granada, donde estaban integrados en un grupo de misiones. Nunca ocultaron sus conviccio- nes c ristianas n i r egatearon s u t iempo cuando se trataba de asuntos de la Iglesia. Tenían amigos misioneros, entre ellos Pepe y Paco. Fueron dos veces a Benín. Todo hubiera podido seguir así. LA LOCURA DE DIOS Pero se les ocurrió marcharse a África como misioneros. No por uno o dos meses, sino por dos años que es lo más que pue- den hacer con un niño de tres años de edad. De pronto, se presentaron un motón de problemas: ¿Es posible pedir la exce- dencia? ¿Hay que dejar el trabajo para encontrar otro a la vuelta? ¿Y la casa? ¿Qué vamos a hacer de ella? ¿Y el idioma? Hay que hablar francés para ir allá… ¿Tiene sentido marcharse con un niño de tres años y medio? ¿Y las enfermedades o los problemas que puedan surgir para este niño? ¡Dejar la tierra, las familias! ¡Pero estamos locos! Más de uno lo ha pensado y alguno lo habrá expresado. Pero estaban dispuestos a lanzarse y pusieron todas estas dudas y temores en las manos de Dios, que era quien les había comprometi- do. Uno se pregunta si, en occidente, a pesar de gritar tanto que somos personas libres, no arrastraremos muchas ataduras que nos impiden a veces vivir de verdad.

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NOVIEMBRE-DICIEMBRE 2007Año XXV. Nº 205

SMA - Sociedad de Misiones Africanas

(Pasa a pág. 2)Jesús recibe el compromiso de Gerardo y Belén

¡Gerardo y Belén se han marchado!

SOMOS TESTIGOSDEL NACIMIENTO

DE JESÚSSe acerca la Navidad, tiempo pri-

vilegiado para compartir y disfrutarcon la familia y los amigos. Sonmomentos especiales para la añoranzay están cargados de emoción, alegría yternura.

¡Ha nacido un Niño, el Niño-Dios!¡Es Navidad!

A n osotros, l os m isioneros, n oscorresponde anunciarlo y gritar queha nacido de verdad. Es un tiempopropicio para mirar en nuestro inte-rior y liberarnos de todo aquello quenos estorba y ralentiza nuestro cami-nar. Como San Pablo, tenemos laobligación de proclamar que aún esposible la esperanza en el mundo. Nopodemos caminar cabizbajos, tristes ycomo personas sin futuro. Nos hanacido el Salvador.

Los misioneros somos testigos, díatras día, de cómo Jesús continúanaciendo en medio de gentes que nolo conocían. Como los pastores deBelén, les anunciamos dónde lo pue-den encontrar y vemos con emocióncómo descubren y viven la fe.

Sois muchos los que trabajáis anuestro lado y os sentís auténticosmisioneros, y de verdad que lo sois,pues poco podríamos hacer sin vues-tro apoyo espiritual y material y, sobretodo, sin vuestra cercanía. Que al leerestas páginas con experiencias y testi-monios de nuestros misioneros sellene de gozo vuestro corazón al cons-tatar que sois vosotros el corazón ymotor de la misión y los responsablesde que Jesús pueda nacer en los cora-zones de muchas personas que aún nolo conocen.

¡Jesús ha nacido! Unámonos a lospastores para vivir este misterio.Juntos, al lado de María y José, ado-remos a Jesús y, juntos también, con-tinuemos trabajando con un renovadocompromiso y una mayor entrega ala Misión.

Que tengáis unas felices fiestas.

“Hacía tiempo que habíamos hablado de la posibilidad de mar char a África.Olvidamos la idea por que pensamos que car ecía de fundamento y , por tanto,resultaba algo irreal. Este pr oyecto se olvidó y pasó al baúl de los r ecuerdos.Estábamos, sin embar go, equivocados. Esa semilla estaba arraigada ennuestros corazones y Jesús, sin hacer ruido, la r egaba y la cuidaba. T anto lamimaba, que ha fructificado con un vigor y una fr escura irr esistibles. Juntocon nuestro hijo Javi, hemos decidido mar charnos a África como misioner ospor dos años. Compartir emos nuestra pr ofesión de maestr os con los maestr osde allá y también nuestra fe con las comunidades cristianas para evangelizar.

GENTE NORMAL Y BUENA

Gerardo y Belén son de Granada. Secasaron hace unos diez años. Sus aspira-ciones eran las normales de cualquier per-sona: hacer una carrera, casarse, encontrarun trabajo, una casa con todo lo que con-lleva de hipoteca y, en definitiva, vivir,cuidando de sus hijos y familias respecti-vas. Siempre se interesaron también por lamisión. Estaban comprometidos con laDelegación de Misiones de Granada,donde estaban integrados en un grupo demisiones. Nunca ocultaron sus conviccio-nes c ristianas n i r egatearon s u t iempo

cuando se trataba de asuntos de la Iglesia.Tenían amigos misioneros, entre ellosPepe y Paco. Fueron dos veces a Benín.Todo hubiera podido seguir así.

LA LOCURA DE DIOS

Pero se les ocurrió marcharse a Áfricacomo misioneros. No por uno o dos meses,sino por dos años que es lo más que pue-den hacer con un niño de tres años deedad. De pronto, se presentaron un motónde problemas: ¿Es posible pedir la exce-dencia? ¿Hay que dejar el trabajo paraencontrar otro a la vuelta? ¿Y la casa?¿Qué vamos a hacer de ella? ¿Y el idioma?Hay que hablar francés para ir allá…¿Tiene sentido marcharse con un niño detres años y medio? ¿Y las enfermedades olos problemas que puedan surgir para esteniño? ¡Dejar la tierra, las familias! ¡Peroestamos locos! Más de uno lo ha pensadoy alguno lo habrá expresado. Pero estabandispuestos a lanzarse y pusieron todasestas dudas y temores en las manos deDios, que era quien les había comprometi-do. Uno se pregunta si, en occidente, apesar de gritar tanto que somos personaslibres, no arrastraremos muchas atadurasque nos impiden a veces vivir de verdad.

¡Gerardo y Belén se han marchado!(Viene de la pág. 1)

PONERSE EN MARCHA

La primera etapa fue marchar a Franciadurante las vacaciones de verano para aprenderfrancés. Resultó bien y, sobre todo, estuvieroncon un grupo de familias misioneras para quie-nes ir y venir entre Europa y otros continentesera algo normal.

La mano de Dios estuvo acompañándo-los durante estos dos años de preparaciónLos problemas se resolvían uno tras otro…Quedaban algo de miedo y de incertidum-bres por lanzarse a lo desconocido pero yase habían decidido.

DESCUBRIR LA SOLIDARIDADY EL CARIÑO DE LA GENTE

Se acercaba el momento de marchar ydescubrieron emocionados lo que la genteles quería al ver los muchos amigos queacudieron a despedirlos. Mucha gente, enAndalucía, se puso también en marchapara buscarles ayudas.

Después de vivir todo este proceso, fueun alivio ver el cariño de la gente haciaellos y también hacia su proyecto deMisión. En esta despedida decían:

“África nos ha hecho ver que la fe enJesús de Nazar et debe movernos alencuentro con nuestr os hermanosafricanos. No vamos a cambiar ni asolucionar nada, ni a hacer un viajeexótico, ni a “comer el coco a nadie”.

Simplemente vamos a compartir untiempo de nuestra vida con los hombr es ymujeres del norte de Benín. En estos añoshemos aprendido que el Evangelio deJesús es fuente de vida, transforma loscorazones y nos abre a nuestros hermanosde otras culturas…”

A JAVI TODO LE LLAMALA ATENCIÓN

Al cabo de una semana, nos mandan lacarta siguiente:

“Es la tercera vez que venimos a Benínpero esta vez es la que más tiempo vamosa estar. Además venimos con nuestro hijode 3 años y medio y eso lo hace aún másdiferente que las veces anterior es. Lallegada a Cotonou fue, como siempr e,extraña.

Todo es tan difer ente, hay tantosestímulos y sensaciones, que paralizan elcuerpo y la mente. Javi no p araba depreguntar cosas, todo le llamaba laatención. En Cotonou estuvimos cuatr odías haciendo compras y el domingosubimos a Parakou con Isidr o y Lola. Esbonito ver cómo por aquí siempre hay unacasa donde te acogen. Rafa vino arecogernos y marchamos para Kandidonde se estaba celebrando la asambleade la diócesis. Allí nos pr esentó delantedel obispo y de todo el mundo. Por fin, aldía siguiente, una semana después denuestra llegada a Cotonou, llegamos aBanikoara. Esa noche dormimos porprimera vez en nuestra casa

Ahora estamos en pr oceso deadaptación: adaptación a la casa,adaptación al calor , adaptación aBanikoara…

Estamos viendo cómo nos organizamos.Y poco más podemos decir por ahora;dejamos esta etapa de nuestra vida enmanos de D ios, por É l e stamos aquí yconfiamos en Él para que nos ayu de avivir en este rincón de Benín.”

Gerardo cuenta un cuento a unos niños de allá

Los seglares SMA de Granada comparten su proyecto

JOAQUÍN NOS CUENTA SUS PRIMERASIMPRESIONES EN NIKKI…

Ayer, domingo, y por primera vez después de mi nuevo destino enNikki, fui a dos pueblos para celebrar la Eucaristía. Os diré que teníauna gran ilusión por conocer a estas dos comunidades. Por otro lado,estaba un poco preocupado, ya que tenía que celebrar la misa en sulengua, que es el bariba, y hacía algunos años que no la utilizaba.

Después de una breve presentación, antes de la homilía,comenzó el diálogo entre todos nosotros para poner en claro loque nuestro amigo Zaqueo nos quería decir. Os confieso que mevino muy bien pues comencé por su estatura que, según S. Lucas,es parecida a la mía. Todos los presentes esbozaron una sonrisa.

Viví nuevas sensaciones de amistad y deseos de continuar traba-jando juntos en bien de las comunidades respectivas. Se preparan conuna gran fiesta, para bendecir las dos capillas que acaban de construir.

De vuelta a casa, ya un poco tarde, volvía cantando en el coche.Me sentía contento y feliz. Merecía la pena. Di gracias a Dios unmontón de veces durante el viaje de vuelta. Nada más llegar, lesconté todo a Isidro y a Almudena mientras comíamos.

Por lo demás, aquí sigo al pie del cañón para seguir conocien-do poco a poco a las comunidades y sus gentes. Día a día visitolos pueblos para dirigir la oración y compartir con ellos la fe, lasinquietudes y todos los problemas de su vida.

Que el Señor nos ayude a cada uno de nosotros para llevar a tér-mino su mandato de proclamar la Buena Noticia.

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Noticias de compañeros

Campaña del calendario: Gracias a todos

RAMÓN, EN KORHOGO RECIBE EN VISITAPASTORAL AL OBISPO:

Aquí van unos extractos de su discurso de bienvenida:Fue el 1 de noviembre de 2005 cuando celebramos la primera

Eucaristía. Éramos poco más de cien personas los que, bajo untoldo y en medio de la sabana, estábamos reunidos. Hace ya unaño y los fieles no han dejado de perseverar . Al contrario, lacomunidad aumenta y hoy supera ya las seiscientas las personas.Y no olvidemos los 14 pueblos de los alrededores que se visitanregularmente y que mantienen intacta su fe.

Una parroquia, antes que el edificio, es una comunidadde creyentes que quiere seguir a Jesucristo. Se basa en tres pila-res: la Evangelización, la Oración Eucarística y la Caridad.

También contamos mucho con los jóvenes. Por elmomento la mayoría de ellos se preparan para el Bautismo y seforman en la vida cristiana, pero puedo garantizarle, Monseñor ,que en dos o tres años vamos a ver a la juventud de San Luisorganizarse y movilizarse para que nuestra iglesia diocesana seconvierta en el faro de la región de Korhogo.

Para albergar a una comunidad cristiana con toda estavitalidad son necesarias edificaciones. Permítanos, Monseñor, darlas gracias desde aquí a nuestros benefactores, a nuestros amigosy a nuestras familias de España, Francia y Canadá y también deAbiyán y Korhogo.

P. Ramón Bernad, Párroco

“Gracias a todos los que nos ayudáis”

Muchos de vosotros ya lo sabéis: nuestroprincipal ingreso y lo que nos permite lle-var a cabo nuestra misión es la “campañadel calendario”. Para nosotros el otoño esun tiempo intenso, en el que pasamos losfines de semana a la puerta de las iglesias.

Haciendo el balance de esta temporada,brota del corazón una palabra: ¡Gracias!¡Gracias a los sacer dotes! Nos acogéiscon cariño y nos hacéis sentirnos en casa. Muchas veces nos quedamos charlandocon algún sacerdote entre misa y misa,

hablando de las cosas de su parroquia y delo que hacemos nosotros en África…Otras veces, en diez minutos soluciona-mos los problemas del mundo y de laIglesia o bien compartimos cosas más per-sonales de nuestro ministerio. Sonmomentos fuertes y preciosos en los quevivimos de verdad la fraternidad sacerdo-tal.¡Gracias a vosotros que os acercáis anuestras mesas! Nos preguntáis sobreÁfrica y nos contáis cosas más íntimas,problemas de familia, trabajo, etc. Vuestrointerés nos conforta y nos alegra.¡Gracias a todos los que nos ayudan arealizar esta campaña! Sois muchos losque participáis en ello. Con vosotros tam-bién vivimos una complicidad fuerte alestar juntos. Cualquier economista que mirase estacampaña en plan profesional lo vería comouna aberración o un anacronismo. Es ver-dad, pero nosotros funcionamos con la“economía de Dios” Entonces sólo deci-ros: “Gracias por todo, Dios os lo pagaráal céntuplo…”

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4.759 € vienen de donativos de particulares quegenerosamente respondisteis mandando un giro otransferencia.

19.577 € han sido financiado por ONGS u otras enti-dades como son colegios que ha hecho suyo uno deestos proyectos. Gracias por compartir nuestro trabajo.

En este otro cuadro gráfico podéis ver la distribu-ción de esta suma total por proyectos y el porcenta-

je de lo financiado hasta estemomento. Nos queda porcompletar el proyecto de lamisión de Buka y los deKopargo y Banikoara porcompleto, así que os segui-mos animando a colaborar.

Quisiéramos agradecer atodos, parroquias y particu-lares, vuestra generosidady el deseo de compartir connosotros este trabajo misio-nero.

Marcos Delgado Arce

¡Podemos!En el mes de Abril lanzábamos con “solidaridad

con África” una serie de proyectos sobre la educacióny la formación de niños y adultos, conscientes de quela formación es uno de los pilares fundamentales detodo desarrollo humano. Eran proyectos concretos quenacían de las necesidades y realidades que vivennuestros compañeros en Benín. Proyectos que ibandesde la construcción de unas escuelas en Nikki oKopargo hasta cursos de alfabetización de Kalale,pasando por la ayuda en el equipamiento de los centrosya existentes en Pereré, Buka, Gumori o Banikoara.

Decíamos y afirmábamos entonces: “¡Si queremos,podemos!”. Ahora, seis meses después, podemosafirmar con gran alegría que mucho es el camino reco-rrido ya. Muchos han sido los pasos dado desde enton-ces y muchos los gestos solidarios de todos vosotrosque han hecho que casi cinco de estos proyectos esténcasi totalmente financiados.

Para nosotros es muy importante informaros de lorealizado y os podemos decir que por el momento eltotal recaudado es de 47.185 € desglosado, comopodréis ver en este gráfico, como sigue:

22.849 € provienen de las actividades realizadas enparroquias, especialmente “el granero solidario”, o dedonativos en estas. Actividades que también ilusionana niños y mayores.

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La escuela actualmente

No habían pasado muchos díasdesde la publicación de“Solidaridad con África” cuandosuena el teléfono de nuestra casa yse oye una voz repleta de entu-siasmo interesándose por nuestrotrabajo y ofreciéndose a financiaralguno de los proyectos que aca-baban de caer en sus manos. Él nodudaba en responder a nuestra lla-mada y yo no dejaba de salir demi admiración al ver cómo Diossigue haciendo las cosas.

Don Jesús, como él se presenta,es el sacerdote de la parroquia delSantísimo Sacramento de la ciu-dad de Guadalajara y presidente ala vez de una ONG llamada“Samaritanos del Amor” queintenta financiar proyectos demisioneros en diferentes partesdel mundo. En esa misma llama-da se compromete a financiarnos

totalmente la escuela de Nikki yme pide que le presente detallesdel proyecto.

Una semana más tarde, DonJesús me recibe en su casa senci-

lla y descubro a un sacerdote,anciano en edad, pero muy jovenen vitalidad y entusiasmo por lospobres y necesitados a los quedenomina: “vicarios de Cristo”.Sí, me dice, son en ellos dondeDios sigue manifestándosenos.

A finales de Agosto nos envíanla suma total que nosotros reen-viamos a Nikki donde enseguidase ponen manos a la obra, ya quelas H ermanas d e S an Agustínnecesitan las clases cuanto antes.Ayer mismo nos enviaban las pri-meras fotos que confirman elcomienzo de los trabajos.Intentaremos daros a conocer losavances de los diferentes proyec-tos.

Gracias Don Jesús y su ONG“Samaritanos del Amor” por sugenerosidad y su confianza y per-mitirnos realizar todos nuestrossueños y los de estos niños.

¡Manos a la obra!

Comienzo de cimientos

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En la casa de mi Padre hay un lugar para todos (Jn 14,2)Rezamos por nuestros difuntos.

P. Pascal Kuagou

Los primeros miércoles de mes, en nuestra casa de Asura, celebramos la Eucaristía por nuestros amigos ycolaboradores difuntos.

“Una oración de confianza y ternura”

Ya empieza el adviento. Es el momento de pr epararnos a vivir el gran misterio navideño. Dios viene de nuevo a nuestr oencuentro en la Navidad, que no es otra cosa que compartir con los hermanos la alegría de nuestra fe. Celebramos encristiano la Navidad cuando construimos la paz y repartimos amor a nuestro alrededor. Es Navidad siempre que laspersonas necesitadas, los que están solos, los enfermos, los que sufren, sienten nuestra mano amiga, nuestra sonrisa afec-tuosa y nuestro calor humano y fraterno. Pr eparemos, pues, nuestros corazones para acoger al Hijo de Dios que viene.Que el Señor nos encuentre en vigilancia y oración, con las manos en la tarea de amasar un mundo mejor y con el cora-zón ocupado en amar a los demás.

Orantes por la misión- Adviento-Navidad

QUE JUAN EL BAUTISTA Y MARÍA NOS GUÍEN DURANTEESTE TIEMPO Y NOS AYUDEN A VIVIR ESTE GRANACONTECIMIENTO

ACTITUD DE JUAN:Juan precede y prepara el camino a Jesús. Asume este papel sin suplantar

a Jesús . Su predicación, su llamada a la conversión y su testimonio de vida sonanuncios de la venida de Jesús.

ACTITUD DE MARÍA:María espera y confía. No entiende cómo va a participar en el misterio de la sal-

vación. No entiende lo que su Hijo hace pero sabe que trabaja para Dios y para ayu-dar a que los hombres vivan más en plenitud y alcancen la Vida verdadera.

ACTITUD DEL MISIONERO: Nosotros vamos al encuentro de la gente para anunciar el Evangelio y crear comu-

nidades cristianas. Poco a poco, la gente que ha emprendido un camino detrásde Jesús encuentra su manera de vivir la fe y or ganizar su comunidad.Nuestra actitud es la misma que Juan: anunciar la presencia de Jesús pero dejar quecrezca en el corazón de la gente.

Muchas veces en la misión no entendemos el sentido o la dirección que toman las cosas. Nos cuesta aceptar que una comunidad ouna Iglesia que nace no tomen la dirección que habíamos soñado para ellas. La actitud misionera ideal es la de María que guar-da las cosas en el corazón, confiando totalmente en su Hijo.

ORANTES POR LA MISIÓN: ACTITUD MISIONERA Y ORACIÓN ● Estar atentos. Tratar de descubrir la presencia de Cristo en el mundo, ver el significado nuevo que da a los acontecimientos y dar

las gracias por ello. Dejemos de opinar de todo y sobre todo. Miremos la realidad con los ojos de Dios, con más profundidad (losdiscípulos que van camino de Emaús no entienden nada de lo que ha pasado pero Jesús se les acerca e ilumina sus corazones).

● Dejar que Cristo esté presente en nuestra vida para que ésta tome un rumbo nuevo y a veces inesperado. Con frecuen-cia tenemos que dejar de hacer cosas como nos han enseñado en la familia, en nuestro ámbito familiar o en la vida profesional. ElEvangelio nos invita a veces a cambiar nuestro modo de hacer las cosas. Que este tiempo de Adviento y Navidad nos saque de larutina de todos los días para dar un nuevo rumbo a nuestra vida.

● Oración y sufrimiento: Casi siempre el sufrimiento nos encierra en nosotros mismos, en nuestro mundo, y oculta nuestroshorizontes. Pidamos al Señor que este sufrimiento nos acerque a Él y a tantas personas que sufren también pero sin el consue-lo de la fe.

● Ver la realidad con ojos llenos de esperanza: Leer los periódicos, escuchar la radio, ver la tele con los ojos de María, subra-yando lo bonito de la vida y dando gracias por ello, siendo compasivos con el sufrimiento de los hombres y pidiendo por ellos, sinolvidar que el mal está vencido con la venida de Jesús.¡No podemos ser pesimistas!

UN MAESTRO ENDIPLOMACIA

Desde la llegada de los primeros misio-neros, han pasado muchos por Perere, todosdando sus primeros pasos de misioneros enesta cultura con las inevitables meteduras depata de los principiantes. Juan se ha conver-tido en el auxilio imprescindible para nos-otros. Es a él a quien se recurre para arreglarproblemas que surgen en la comunidad cris-tiana o en algún matrimonio También paraque trate de aclarar y solucionar un problemapastoral o cultural que nosotros no logramosentender. Él va, se entera de las cosas y noslo explica de una forma que podamos captar.Ser forastero en otra cultura no es siemprefácil. Juan ha sido a menudo el que ha expli-cado discretamente a los feligreses las razo-nes por las que un padre ha hecho esto yaquello, aunque su actuación no fuera siem-pre acertada. Les ha pedido benevolenciapara el misionero novato, y a éste le ha dadoa entender con una gran delicadeza y diplo-macia que no lo había hecho bien.

Tiene una espina clavada profunda-mente: no hablar francés. No fue a laescuela de pequeño y no logró aprenderlodespués. Esto le limita, pues en bariba,aparte de la Biblia, no hay muchos libros.Le gustaría poder hablar con muchos sacer-dotes que vienen al centro de formación yno hablan bariba y también poder leer yestudiar los libros que hablan de la Biblia yde la historia de la Iglesia, pero ya estarde, es mayor y, como él dice, su lengua"está torcida” para aprender francés.

GRACIAS A TODOS LOSCATEQUISTAS

Nosotros, los misioneros, somos puen-te entre culturas pero sólo somos la mitaddel puente. Si no hay gente como Juan alotro lado que colabore con nosotros, quenos entienda y explique a la gente lo quequeremos hacer , nuestro trabajo resultaestéril. No podemos hacer nada. Son elloslos que hacen que el Evangelio se encarneen una cultura. Hoy quiero dar las graciasa Juan, “nuestro maestro” y con él a todoslos catequistas, que son los verdaderospilares de aquellas comunidades.

François du Penhoat, Sma

ban su paciencia, sentido del humor , dis-creción y perseverancia para hacer repetirpalabras hasta lograr pronunciarlas correc-tamente.

Poco a poco se hizo maestro en “len-gua y cultura bariba” pues su enseñanza nose limitaba a la correcta pronunciación,sino que explicaba también las normas ele-mentales de comportamiento: cómo nosdebemos comportar en una casa, cómocomer, saludar, etc.

ME CASARÉ CON UNAMUJER CRISTIANA

Al volver del centro de catequistas, qui-sieron casarle con una mujer pero la recha-zó por no ser cristiana. La gente se burlabade él porque seguía siendo soltero cuandolos quintos suyos ya eran padres de familianumerosa. Por fin encontró a una chica quehabía estudiado un poco francés y seguía lacatequesis. Pero los problemas y dificulta-des no habían terminado. Pasaba el tiempoy no tenían hijos. Visitaron varios médicoshasta que Yveti quedó embarazada. Fue unmomento de alegría. Desde entonces hannacido cinco niños. Un día apareció en laparroquia una niña que necesitaba unafamilia que la adoptase. Varias familiasestaban dispuestas a acogerla y lo echarona suerte. Fueron Juan e Iveti quienes tuvie-ron este privilegio.

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Juan, el decano de los catequistas

“Juan, nuestro maestro”

Juan es el decano de los catequistas de Per ere. Es un hom-bre alto, tranquilo y sonriente. Para todos es un “sabio” quesabe arreglar conflictos y allanar las dificultades que sur genentre las personas.

Nació hacia el sesenta en un pueblo vecino de Per ere. Era

todavía niño cuando un sacerdote bariba, el primero de todos,vino a instalarse en esta pequeña ciudad. Era el P. JacquesTané. Juan cuenta que cuando era niño iba a visitar a aquelpadre pero debía tener cuidado porque, cuando los musulmanesle pillaban con el sacerdote, le pegaban.

AL CENTRO DE FORMACIÓNDE LOS CATEQUISTAS

Al cabo de dos años, el padre dejóPerere. Las únicas visitas de misioneroseran las de unas monjas francesas quevenían de Nikki una vez al mes. Reuníana los seguidores del P. Tané e iban por lospueblos curando a los enfermos, charlandocon la gente y haciendo lo que buenamen-te podían. Juan y otro chico más jovenvenían a visitarlas y escuchar lo que conta-ban sobre Jesús. Viendo el interés quemostraban estos dos jóvenes, las monjasles ofrecieron ir a formar parte, durantedos años, del centro de catequistas, a unadistancia de unos 200 Km, para que cono-cieran de verdad la Palabra de Dios. Loschicos, ni cortos ni perezosos, se fueron.Y mientras iban en el coche, se dijeron eluno al otro:

-En el lugar donde vamos serán todoscristianos y por lo tanto tendrán ya nom-bres cristianos Nosotros nos llamamosBio los dos y vamos a hacer el ridículo coneste nombre. Decidieron llamarse “Juan yPablo” y al llegar se presentaron con susnuevos nombres.

Dos años más tarde, empezaron a ir enbici de pueblo en pueblo anunciando laPalabra de Dios y agrupando a la gentepara formar comunidades. Mucha genteescuchaba interesada su discurso ycomenzaron a formar pequeños grupos.Entonces nuestros chicos volvieron acoger la bicicleta y se presentaron ante elobispo para decirle:

-Señor Obispo, hemos empezado eltrabajo que usted nos encomendó peroesto nos supera. Ahora nos tiene que bus-car un sacerdote que venga a quedarseaquí. El obispo se conmovió al oír este dis-curso y fue en busca de misioneros. Asífue como llegaron los padres Vicente,Satur y José Ramón a Perere en el año1984. Juan y Pablo se pusieron incondicio-nalmente a su servicio.

Los nuevos misioneros tenían queaprender la lengua del lugar, el bariba. Poraquellos años llegaron varios a la diócesis.Toda esta gente necesitaba de un profesor,por lo que Juan pasó de ser campesino aprofesor de bariba. Los alumnos aprecia-

PERSONAJE DE LA MISIÓN

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Sabiduría Africana

Edita: SOCIEDAD DE MISIONES AFRICANAS (S.M.A.). Director: José Antonio Ferrer Administración: François du Penhoat.Suscripción: 4 €.C/. Asura, 34 - 28043 MADRID Tel.: 91 300 00 41 • Fax: 91 388 56 58.E-mail: [email protected] gwww.misionesafricanas.orgDep. Legal. M-38.305-1983

EL SOMBRERO DEL REY

Érase una vez dos amigos. Uno se lla-maba “Conocimiento” y el otro “Malicia”.Conocimiento hacía sombreros. Era untrabajador excepcional. Su fama era talque la gente venía de lejos hasta su taller.Todo el mundo estaba de acuerdo en queelegir un sombrero no era fácil.

Un día que vendía sus artículos en elmercado, llegó, en medio de los curiososque se apretaban alrededor de su puesto,un pájaro “pica-buey”, todo vestido deblanco. Su atención se dirigió inmediata-mente hacia uno de los sombreros. Lomiraba con tanto deseo que no existía nadamás a su lado. La finura de su trenzado yla armonía de su colorido provocaban en éluna fascinación extraordinaria.

Pero ¿qué hacer cuando uno tiene elmonedero vacío? Sin que esto fueraimpedimento, probó su suerte con elfabricante:

Querido amigo, le dijo, su manerade trenzar los sombreros es el traba-jo de un gran artista. Nunca habíavisto nada tan maravilloso. ¡Mir eéste! ¡Qué elegancia! Me sienta demaravilla. Per o no puedo mentirle.Debo manifestarle que no tengo ni unduro en el bolsillo. Pero no se preo-cupe. Por nada del mundo me queda-ría sin él. Cuente conmigo. Le paga-ré la factura el próximo día de mer-cado. Se lo jur o sobre la cabeza demi madre.

Al final, Conocimiento se puso a refle-xionar. ¿Cómo negar su confianza a unpájaro de su clase? A un pájaro que jurasobre la cabeza de su madre. Todo él res-piraba honestidad.

Los mercados pasaban uno tras otro. El“pica-buey” no apareció más. La investi-gación de Conocimiento estaba estancada.Sin resultados. Cómo reconocer a su clien-te en medio de sus hermanos. Tan blancosunos como otros. Les interrogaba lar ga-mente en el mercado. Nadie había visto elsombrero en cuestión.

Llegó incluso a culpabilizarse.Desesperado, Conocimiento fue a contár-selo a su amigo Malicia:

Tengo muy mala suerte. Siempr e tancomplaciente con mis clientes… Aquítengo ahora el resultado.

Confía en mí, le contestó su amigo.Te sacaré de este lío. Espera, tenpaciencia.

Un plan se puso en marcha en el espíri-tu de Malicia. Con su saber hacer y sutacto habitual, fue a visitar a la gentil avey le dijo lo siguiente:

Entre todos los pájar os que vuelanen el aire y todos los cuadrúpedos queandan sobr e la tierra, vosotr os, lospica-bueyes, sois los únicos que notenéis rey. ¿Por qué seguir con vuestratradición anár quica? Hay que saberevolucionar con los tiempos. Le pr o-pongo organizar una asamblea gene-ral para elegir un rey.

La propuesta de Malicia obtuvo muchoéxito. Fue adoptada por unanimidad. Noquedaba más que buscar una fecha. La eli-gieron en el acto.

El día fijado, todos los pájaros respon-dieron “presente”. Os lo podéis imaginar.Nunca se había visto elegir un rey entre lospica-bueyes.

En un momento dado, Malicia invitó alos candidatos a darse a conocer. Para sor-presa general, todos pretendían la investi-dura real. Malicia les dijo:

Aquél que vais a elegir como r eytendrá la dura tar ea de r epresentarosdelante de las otras aves y de todos losanimales del globo. Es necesario quecon su buen hacer consiga que estéisorgullosos de él. No os olvidéis quepara vosotros, los pájar os, la cabezaes la parte más noble. Además, vuestra

elegancia se demuestra llevando som-brero. Nos volver emos a ver la próxi-ma luna. El que lleve el mejor sombre-ro será el r ey de los pica-bueyes. Y leobedeceréis.

Nuestro descortés amigo había guarda-do muy bien su sombrero en la maleta ytodavía no se lo había puesto en público.Las vísperas de la asamblea general sededicó a quitarle el polvo y a sacarle bri-llo. Estaba seguro: la realeza no podíaescapársele. Su día de gloria había llegado.

Malicia invitó a su amigo Conocimientoa la cita y le recomendó que estuvieraatento.

El día de la coronación, en medio de lamultitud de candidatos, Conocimientoreconoció su sombrero a la primera mira-da y puso su mano encima del mal paga-dor.

Aquél, que soñaba con la gloria, notuvo más que vergüenza y confusión.

El jefe.