desintegración de discursos culturales

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87 La Desintegración de los Discursos Culturales: el Caso de la Lengua Mapuche Alex Pavié Nova Resumen La coexistencia de dos lenguas -por tanto, de dos culturas- dentro de un mismo contexto resulta más una acción de buena voluntad, que un acto pragmático. Lo anterior fundamentado en que los significados de un idioma evolucionan, se actualizan y muestran un dinamismo que se desarrolla a la par con la cultura que representan. Al contrario, las lenguas aborígenes (como el mapudungún) tienen un origen ritual y religioso, que impide dicha evolución y que "fija" sus significados con el objetivo de mantener una tradición específica. Esta característica hace que estos idiomas en la práctica se vuelvan obsoletos, amén de estar sometidos a una cultura dominante que aniquila sus costumbres y que impone un uso eficiente del discurso a través de la gestión de la información. Pero no todo está perdido, ya que se acuña el témino de Inteligencia Cultural (IC) como método de intervención en este problema. El origen de este documento radica en mostrar las aportaciones de la cultura mapuche a la ciudadanía paya occidental y, en un ámbito más específico, a la cultura chilena. Para poder llevar a buen puerto este cometido, tomaremos como referencia de integración o, mejo dicho, la des- integración, en el ámbito del discurso cultural, puntualmente el uso de la lengua, desde la perspectiva comunicativa. Ya hoy se acuña con propiedad la idea de que al enseñar y/o aprender una la lengua, se enseña cultura. Bajo esta idea intentaremos reconocer algunos rasgos en común y otros diferenciadores que permitan ejemplificar un aspecto abstracto, que muchas veces se nos presenta como árido, en el cual podremos distinguir los puntos de contacto que existe entre un lengua vernácula, como es el mapudungún y otra alóctona, como es en este caso el idioma español. Lo expresado anteriormente no significa que se hará un análisis comparativo desde el punto de vista léxico, fonológico o gramatical de los registros antes nombrados, sino la entrega de una reflexión de cómo se comunica a través de un discurso y una lengua en español y cómo se

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    La Desintegracin de los Discursos Culturales: el Caso de la Lengua

    Mapuche

    Alex Pavi Nova Resumen La coexistencia de dos lenguas -por tanto, de dos culturas- dentro de un mismo contexto resulta ms una accin de buena voluntad, que un acto pragmtico. Lo anterior fundamentado en que los significados de un idioma evolucionan, se actualizan y muestran un dinamismo que se desarrolla a la par con la cultura que representan. Al contrario, las lenguas aborgenes (como el mapudungn) tienen un origen ritual y religioso, que impide dicha evolucin y que "fija" sus significados con el objetivo de mantener una tradicin especfica. Esta caracterstica hace que estos idiomas en la prctica se vuelvan obsoletos, amn de estar sometidos a una cultura dominante que aniquila sus costumbres y que impone un uso eficiente del discurso a travs de la gestin de la informacin. Pero no todo est perdido, ya que se acua el tmino de Inteligencia Cultural (IC) como mtodo de intervencin en este problema.

    El origen de este documento radica en mostrar las aportaciones de la cultura mapuche a la ciudadana paya occidental y, en un mbito ms especfico, a la cultura chilena. Para poder llevar a buen puerto este cometido, tomaremos como referencia de integracin o, mejo dicho, la des-integracin, en el mbito del discurso cultural, puntualmente el uso de la lengua, desde la perspectiva comunicativa.

    Ya hoy se acua con propiedad la idea de que al ensear y/o aprender una la lengua, se ensea cultura. Bajo esta idea intentaremos reconocer algunos rasgos en comn y otros diferenciadores que permitan ejemplificar un aspecto abstracto, que muchas veces se nos presenta como rido, en el cual podremos distinguir los puntos de contacto que existe entre un lengua verncula, como es el mapudungn y otra alctona, como es en este caso el idioma espaol.

    Lo expresado anteriormente no significa que se har un anlisis comparativo desde el punto de vista lxico, fonolgico o gramatical de los registros antes nombrados, sino la entrega de una reflexin de cmo se comunica a travs de un discurso y una lengua en espaol y cmo se

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    manifiesta esta misma conducta en la cultura mapuche y si es factible o no generar una integracin ante la eventual co-existencia de estas dos lenguas dentro de un mismo contexto.

    Para comenzar este breve anlisis, lo haremos conociendo los mecanismos de cmo se aprende una lengua, el espaol en este caso, para lo cual existen al menos cinco formas distintas, (Abril, 2004:47):

    1. Transmisivo tradicional: imitacin ajustada al modelo que se ofrece

    2. Transmisivo explicativo: aclaracin comprensiva con el refuerzo de la memorizacin.

    3. Iniciativo: hacer como implicacin, sin teorizacin

    4. Apropiativo: construirse el propio conocimiento a partir de las selecciones y adaptaciones

    5. Condicionante: dejarse hacer en aprendizaje a partir de comportamientos reflejos.

    Carmen Guilln (1992:45) dira que ensear a comunicar una lengua () con las nuevas directrices determina primordialmente el desarrollo de situaciones de comunicacin autnticas, y como consecuencia, se ha generado un tipo de ejercicios que tratan de traducir en actos esos principios: ensear a comunicar comunicando.

    Sabiendo ya que el principal y obvio objetivo de una lengua es comunicar, consideramos tambin algunos elementos bsicos de comunicacin . Partimos diciendo entonces que es una actividad definida por su complejidad, que primariamente se entiende que se lleva a cabo en el momento que se usa la lengua para transferir informacin, pero estos son slo algunos aspectos del proceso, que no lo definen ntegramente. A lo anterior agregamos que relacionarse con otras personas incluye no slo transmitir informacin, sino adems negociar el significado de esa informacin y, a menudo, el centro de atencin o inters no es la informacin per se, sino el efecto o el contacto entre los usuarios de la lengua. La informacin transmitida, por otra parte, puede estar codificada lingsticamente o no, (como sucede con la comunicacin no verbal); en todo caso, siempre ser ms relevante que el propio significado literal de las palabras o los signos empleados, la intencin que los interlocutores les suponen y los condicionantes que el contexto les impone.

    Lo que se persigue adems con lo anterior, es que quien aprende una lengua, tambin adquiera una competencia comunicativa, es decir, se pretende que el que aprende sea competente para comunicarse en la lengua estudiada tanto en la forma oral como escrita en las distintas situaciones de la vida cotidiana.

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    La adquisicin de la competencia comunicativa (Mendoza Fillola, 2003:87) se entiende adems de la interaccin socio-cultural, como un proceso de interaccin entre dos mecanismos: la comprensin o asimilacin y la produccin o elaboracin. El desarrollo de la comprensin ocurre de lo general a lo particular, pues a partir del entendimiento global de las situaciones, que es posible llegar a entender los aspectos especficos. Mientras que el desarrollo de la produccin presenta una secuencia exactamente inversa: de lo particular a lo general, es decir, de elementos aislados a combinaciones complejas.

    Cabe aqu sealar una aclaracin, en cuanto a que a veces se utiliza indistintamente los trminos de competencia comunicativa y lingstica; se puede decir que la competencia lingstica es el conocimiento del cdigo lingstico que tiene un sujeto determinado. La competencia puede observarse a travs de la actuacin del sujeto (hablar, escribir, etc.) por contraste con la competencia con un hablante ideal hipottico que nunca comete errores. La competencia se proyecta en la correccin en el uso del cdigo. En la medida en que el sujeto utiliza el cdigo con arreglo a las reglas precisas diremos que su enunciado es correcto o incorrecto, gramatical o agramatical. Normalmente, se ha aceptado que hay tres componentes o competencias ms un cuarto elemento, los que pasamos a revisar en el siguiente cuadro:

    Componentes de la competencia lingstica

    1. mbito Fonogrfico

    Conocimiento que el hablante tiene del sistema fonolgico y grafmico de su lengua, tanto oral, como escrita: que capacita al sujeto para recodificar las unidades del cdigo fnico en uno grfico (escribir) o las grafas en fonemas (leer).

    2. Amb. Morfosintctico

    Capacidad de comprender y construir estructuras en los textos orales y escritos con arreglo al cdigo y sus reglas.

    3. mb. Lxico-semntico

    Capacidad para manejar el vocabulario del propio idioma en la cantidad y calidad apropiadas para entender o construir textos con sentido.

    4. mb. Discursivo-textual

    Asociado al uso y a los factores pragmticos (dimensin discursiva), pero que tiene una incuestionable naturaleza lingstica, formal y semntica (dimensin textual). Se refiere a la capacidad para construir o decodificar textos lingsticamente coherentes, estructurados, con cohesin, de tipos y gneros diversos.

    Fuente: McMillan-Schummacher (2005)

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    La cultura a travs del discurso. Segn Van Dijk (1997:23) el concepto discurso se le han identificado al menos tres dimensiones principales: a) el uso de lengua; b) la comunicacin de creencias (cognicin) y c) la interaccin en situaciones de ndole social. Dice adems que si se tienen en cuenta estas tres dimensiones, no es sorprendente que sean varias las disciplinas que participan de los estudios del discurso, como la lingstica (para el estudio especfico del lenguaje y su utilizacin), la psicologa (para el estudio de las creencias y cmo estas se comunican) y las ciencias sociales (para el anlisis de las interacciones en situaciones sociales).

    Una tarea caracterstica del estudio del discurso consiste en proporcionar descripciones integradas en sus tres dimensiones: cmo influye el uso del lenguaje en las creencias y en la interaccin o viceversa?, cmo influyen algunos aspectos de la interaccin en la manera de hablar? o cmo controlan las creencias el uso del lenguaje y la interaccin? Ms an, adems de brindar descripciones sistemticas, cabe esperar que el estudio del discurso formule teoras que expliquen tales relaciones entre el uso de la lengua, las creencias y la interaccin.

    Gestin de la Informacin La medicin que nos permite identificar si un usuario de una lengua es eficiente o no en su uso, se conoce hoy en da como gestin de la informacin (4), lo que no es otra cosa que la facilidad con la cual el oyente puede integrar el conocimiento en una visin coherente de los conceptos y sucesos que el hablante tiene en mente. Est determinada fundamentalmente por lo bien que el hablante controla el flujo de informacin hacia el oyente.

    Concluyendo el constructo terico que seala los principales componente de una lengua y un discurso, situamos tambin aqu lo que se conoce por semntica del discurso (Russel, Forrest y otros, 1997:111). De varias niveles y categoras que presenta este segmento, rescatamos los principales rasgos que identifican dicha semntica y que, por cierto, plantean el buen desarrollo o no de un discurso, en relacin a la cultura que debe representar.

    La primera condicin de esta semntica discursiva es que el hablante o usuario de una lengua debe tener en mente algn tipo de representacin conceptual del asunto en discusin. Esta representacin es el significado fundamental con el que trabaja el hablante para construir un discurso.

    Luego, la mayor parte de las representaciones son dinmicas: no vemos imgenes tanto como escenas y otros tipos de sucesos en desarrollo. An

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    nuestros esfuerzos abstractos son dinmicos; saltamos de idea en idea o seguimos trabajosamente un argumento difcil. Las representaciones conceptuales forman, entonces, la base de nuestra comprensin de la produccin discursiva.

    La representacin conceptual solamente no es, sin embargo del significado, del discurso. De algn modo, el hablante debe seleccionar informacin de la representacin conceptual general y construir un texto a partir de esa informacin seleccionada. El hablante elegir la informacin que l cree que el oyente necesita y representar informacin para ayudarle a extraer un sentido apropiado, de lo que escucha. La forma en que el hablante maneja la informacin tiene un papel crtico en la produccin y la comprensin del discurso.

    Adems debemos considerar que el hablante nunca produce tan slo una representacin conceptual por medio del lenguaje. El hablante siempre tiene algn propsito o meta, posiblemente varios en mente. Estas metas modelan la forma en que se exploran las representaciones conceptuales y restringen la seleccin de la informacin a comunicar.

    Por ltimo, delimitado por metas retricas, el hablante accede a la representacin conceptual y selecciona dinmicamente referentes y proposiciones al oyente. Como parte de este proceso, el hablante toma decisiones en tiempo real acerca de qu referentes y proposiciones son ms centrales o importantes para el discurso en desarrollo. Estos puntos iniciales asisten al oyente en la construccin de su propia representacin conceptual en el discurso, por tanto tambin en la cultura.

    Rasgos de la cultura mapuche a partir del Mapudungn El mundo se debate hoy en conflictos tnicos que producen prdidas importantes de vidas humanas. Hay grupos poblacionales que se identifican distintos a las nacionalidad dominante, pertenecientes a Estados que no reconocen en la prctica su composicin multitnica. Entre las minoras tnicas asentadas en ambos lados de la frontera (Chile-Argentina), se encuentra la nacin Mapuche (Carbonell, 1999:21).

    Ambos pases no pueden resolver el problema que surge de no saber acomodar la diversidad cultural y tnica que este hecho les provoca. Quinientos aos han transcurrido sin que la cultura dominante haya podido asimilar en su pretendida conquista ala cultura mapuche, que ha permanecido latente desde entonces esperando el omento de subvertir los hechos.

    Los criterios de etnicidad se establecen por componentes socioculturales, determinando una poblacin humana en una etnia. Pero estos criterios de

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    etnicidad pueden ser considerados de diferente manera y el problema se establece en cmo se los considera: como signo de identidad y como la variabilidad normal interna de una sociedad.

    Son estos mismos signos identitarios los que podran ser utilizados como discriminatorios. La etnia como la raza cobran existencia social cuando son utilizadas para discriminar. Es entonces cuando la etnicidad se transforma en la mscara del racismo. Cuando entendemos la raz del conflicto, se puede impedir la guerra y es la apariencia de las razas producida por el movimiento de las culturas.

    La imposicin de un idioma, una religin o costumbres genera conflictos de races tnicas. Las guerras comienzan en las mentes de los hombres (UNESCO).

    El hombre se debate entre impulsos de cooperacin y agresin, mientras los medios de comunicacin le determinan la manera de ver el mundo. Ponen en imagen lo espectacular, lo violento y no lo cotidiano y lo normal. Desde el hogar nos permiten ver y observar la mismidad y la permanencia de culturas dominantes, ignorando la alteridad y las alternativas de las otras culturas. Lo dominante no nos deja ver lo singular de otras culturas, no nos permite sentir el respeto por las diferencias. Y es desde esta imagen como construimos y resolvemos el contacto con el otro. Desde aqu, donde nos relacionamos con el otro. La cultura transformada en objeto para la construccin de la hegemona.

    Veamos ahora algunas caractersticas del pueblo mapuche orientadas hacia su lengua y su discurso cultural.

    Primero hay que sealar que los ancianos no ensean mapudungn (lengua mapuche) a sus hijos o, mejor dicho a las generaciones ms jvenes, para que stos ltimos no sean discriminados socialmente. Se privilegia el uso del idioma dominante, que en este caso es el espaol de Amrica.

    Otro aspecto relevante es que la lengua es enseada slo por los ancianos mapuches, con el propsito de evitar la interpretacin y la deformacin del pensamiento. Ya que dicho pensamiento, (rakidhuam) es la raz, lo que tienen de ser, lo tienen en rakidhuam, no existe otra identidad. Esto se expresa en la estructura del lenguaje, ya que no puede ser interpretado ni sacado de contexto, reutilizando el lxico para generar nuevas situaciones comunicativas. Es decir, desde una perspectiva de constitucin discurso, como hemos sealado anteriormente, no es posible ni siquiera pensar en una negociacin del significado entre dos hablantes nativos. Sera una suerte de compartimiento estanco de significacin denotativa, sin posibilidad de evolucin.

    No se permite, adems, la evangelizacin: mantiene el culto a la tierra (mapu), madre y diosa. El principio de creencia de cultura agrcola que hace que rija su existencia. Todos los seres de la naturaleza forman parte de su

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    estadio sagrado de creencias. El mapuche nace y vuelve a la tierra. Su filosofa est marcada por ciclos. Por otro lado, los mapuches que se evangelizaron no pueden participar de las ceremonias sagradas (Nguillatn o Lepn). Tambin son discriminados, junto con los que profesan una religin podramos decir fornea, todos aquellos que se afilian a partidos polticos.

    Tambin se han hecho esfuerzos polticos importantes por parte del gobierno chileno para preservar la lengua mapuche, como por ejemplo, la instauracin de Programas de Educacin Intercultural Bilinge. Asimismo, en Chile se han creado Centros Laborales, para la enseanza de la lengua, donde las madres aprenden la lengua mientras trabajan y luego ensean a sus hijos ese nuevo lenguaje. Aqu se instala la mujer como transmisora de la cultura y de su discurso implcito, enseanza que se hace a partir de lo cotidiano. Con este sistema se pretende estimular el poder disminuir la desercin en un 10%, ampliando el conocimiento y la relacin de los nios con el mundo de los antecesores. Se articula aqu la recuperacin de la herencia cultural y que sean los padres los primeros educadores. Ahorra, esta accin poltica que sin duda tiene una loable intencin, no ha estado exenta de problemas. El ms evidente es la falta de uso de esta lengua, ya que al no evolucionar, debe necesariamente aceptar la incorporacin y uso de nuevo lxico, que modificara sustancialmente su aspecto semntico original y nico que tiene el mapudungn, dejando a la vez de tener un carcter sacro. Esta idea de no-evolucin se refuerza an ms cuando se dice que esta lengua es esttica en el discurso o en el tayil, que significa canto sagrado, en el que se escucha y valora el placer del argumento. El tayil registra cnticos sagrados de carcter etnomusical, heredado segn los linajes y que slo pueden cantar las mujeres en ceremonias. Por lo que la belleza del lenguaje no se puede traducir en el canto, ni en el significado. Pensando tambin que slo tiene un carcter oral y no escrito.

    La lengua refuerza los lazos con sus antepasados, conserva y trasmite el sistema de valores y creencias de los antiguos, pero slo a travs del rito. Y es a ellos a quienes se remite todo el corpus de creencias mapuches. Los antiguos, desde la memoria, conducen e indican el camino a seguir a las comunidades mapuche. La lengua, desde este punto de vista, cumple una funcin didctica comunitaria en las reuniones y en los concejos de sabios cuando adoctrinan a los jvenes. Por intermedio de ella se transmite el pasaje mgico-religioso que relaciona con lo trascendente en el viaje del machi o chamn.

    Por ltimo, esta estrategia de defensa de la lengua tiene al menos dos fases incluidas en un mismo hecho: por un lado, mantener la pureza de la cultura evitando la asimilacin. Y por otro, el matiz de no-evolucin de la cultura y la lengua. No opera aqu la dinmica social de un discurso como representacin de una cultura especfica.

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    Conclusiones A pesar de su complejidad y riqueza semntica la lengua mapuche no cumple un requisito bsico para la integracin entre culturas porque su esencia de lenguaje es esttico, no evoluciona. Es slo un mensaje elemental que va desde el emisor al destinatario y no muestra la capacidad de condensar la informacin, ni menos de interpretarla o de actualizar su contenido semntico con nuevas significaciones. No as el espaol, y toda lengua viva, que adquiere memoria y que al mismo tiempo muestra la capacidad, que Herclito defini como logos que crece por s mismo y que hoy se conoce como recursividad, que no es otra cosa que la posibilidad ilimitada del lenguaje para generar nuevos significados (Lotman, 1996:80).

    Pero s tienen ambas lenguas un punto de contacto, casi paradojalmente, a travs del recurso de la repeticin textual, una especie de acuerdo tcito entre el auditorio y la tradicin cultural. El discurso cultural cumple la funcin de memoria cultural colectiva. Como tal, muestra, por una parte la capacidad de enriquecerse ininterrumpidamente y, por otra, la capacidad de actualizar unos aspectos de la informacin depositada en l y de olvidar otros, por completo o temporalmente. La diferencia de lo anteriormente dicho es que en el mapudungn esta lgica s opera como memoria cultural, pero sin la posibilidad de evolucin o de actualizacin semntica de los datos utilizados.

    Por otro lado, da la impresin que no es un solucin muy prctica la Educacin Cultural bilinge, no porque sea una mala idea, pero se torna poca operativa en el momento en que hay claramente una lengua dominante el espaol en este caso-, y no existe una voluntad evidente por parte de una comunidad lingstica de preservar una lengua que no tiene prestigio, que es poco prctica y que al ir disminuyendo el nmero de hablantes nativos disminuye en forma proporcional su uso cotidiano. Ms se torna una buena intencin y voluntad de orden poltico, que a veces es preservacin y a veces reduccin, que integracin intercultural propiamente tal.

    Pero parece que no todo est perdido, pedimos prestado el concepto de inteligencia cultural (IC), y fueron Christopher Early y Elaine Mosakowski (Giacamn, 2005) quienes vienen del mundo del liderazgo y la gestin, los publicaron a fines del ao pasado en la revista Harvard Bussines Review un artculo donde se desarrolla esta muy buena idea, a razn de que el concepto se constituye por intermedio de tres fuentes, a saber:

    a) mente: est en pensar en qu es lo que necesito saber para adaptarme bien. El aprendizaje mecnico nunca preparar a una persona para todas las situaciones que surgen, en cambio una persona inteligente culturalmente advierte pistas hacia las nociones compartidas de una cultura

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    b) motivacin: (corazn) es decir, la capacidad de enfrentarse a una nueva situacin cultural con confianza, lo que involucra superar obstculos y reveses. Si se persevera en situaciones desafiantes aumenta esa confianza.

    c) sensaciones: para interactuar con el otro no basta con demostrar que comprende su cultura. Debe demostrar a travs de conductas que ha ingresado a su mundo. Esto volver al otro ms confiado y abierto. Por ejemplo, cambiar el lenguaje corporal, alterar la expresin, modificar el estilo verbal o la forma de actuar.

    Y para terminar, aunque no tengo la seguridad de que la Inteligencia Cultural resuelva el problema de la aniquilacin de los discursos culturales, porque demanda un tiempo y una dedicacin que la comunidad lingstica mapuche pareciera que no est dispuesta a dedicar. Pero da la impresin que al menos nos presenta la opcin de intentar comprender una representacin de un mundo y una cultura que va en franca desaparicin. Pero que est basada no en lo que uno quiere entender, sino en lo que el interlocutor determina a partir de lo que representa l y su entorno en un momento particular y con una intencin especfica.

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