desigualdades sociales, acobamba, huancavelica

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Une breve revisión de las desigualdades sociales en Acobamba, Huancavelica.

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Proyecto Huancavelica Quiero contarte 2

Estimados Amigos y amigas:

Es grato escribirles desde el rea de Desarrollo Huancavelica Per. AD que Ayuda en Accin ha decidido implementarla como tal desde ste ao 2015.

En esta oportunidad para compartirles testimonios de actores locales del territorio de Acobamba en Huancavelica, sobre las desigualdades an existentes y como se vienen realizando esfuerzos para enfrentarlas y erradicarlas.

La educacin y salud siendo elementos bsicos para lograr que los nios y nias puedan lograr informacin, conocimiento y desarrollo de capacidades, presentan limitaciones generadas por concepciones equivocadas principalmente que afectan a las nias, inequidades en el destino de los recursos del Estado y debilidades en capacidades para la gestin de las mismas.

En seguridad alimentaria y nutricin, es un reto mejorar las capacidades de gestin de las bases productivas como el agua, el bosque, las semillas y la fertilidad del suelo, para que la pequea produccin logre producir lo necesario para asegurar la continuidad de la familia y de su territorio.

Las inequidades e injusticias por gnero es un reto oficial, pero an existente en las construcciones sociales tanto de mujeres, pero en mayor medida de varones.

El reto del equipo Ayuda en accin y su coparte local Redes, estn concentradas en fortalecer los esfuerzos de la poblacin organizada, motivar el mejor desarrollo de los actores internos e incidir en las autoridades a fin de mejorar la participacin y la puesta en accin de las polticas en favor de la lucha contra la pobreza, del ejercicio de los derechos de nios, nias y mujeres, gestin del territorio y ciudadana.

Me despido con un abrazo fraterno,

Sinceramente,

Pedro A. Pariona MezaCoordinador Proyecto Huancavelica.Fundacin Ayuda en Accin.

Las brechas de la educacin an desfavorecen al rea rural

Foto 1. Se promueve la atencin de la educacin de las nias, pero la desnutricin crnica es un reto para mejorar la calidad educativa.Foto: Pedro Pariona - Redes

Nuestros nios tienen 83 % de desnutricin crnica. Esa es otra gran dificultad que tenemos con los estudiantes.

El tono descontento es del profesor Pablo Marcelo Gaviln Berrospi, quien tambin ejerce la Direccin de la institucin educativa N 36168, del Centro Poblado de Cui, en el distrito de Marcas provincia de Acobamba, regin Huancavelica, en el cual, incluido l, trabajan tres docentes, quienes tienen a su cargo a 33 alumnos del primer al sexto grados de educacin primaria, divididos en tres salones. Algunas secciones comparten un aula.

Lo normal, en cualquier urbe, sera que a cada grado le corresponda un saln y un profesor. Pero Cui es rural: los nios se expresan y se interrelacionan en quechua, su lengua materna; el camino que recorren es una trocha carrozable; sus padres se dedican a la pequea agricultura, cran animales en casa o salen a las ciudades cercanas a buscar empleo.

La escuela como el colegio secundario y el resto del centro poblado carece del servicio de internet, algo tan comn en las ciudades y til para el acceso a la informacin y el conocimiento. Cuando es necesario, docentes, como los estudiantes, tenemos que salir a Huanta, a Acobamba, o a Huancayo, dice el profesor Gaviln. La ciudad ms cercana, Acobamba, se encuentra a una hora de viaje en automvil. Huanta, a dos horas. Y Huancayo, a siete.

La participacin de los padres de familia en la educacin de sus hijos es otra limitacin. El profesor Gaviln considera que an hace falta sensibilizarlos, porque poco se involucran en el quehacer educativo de sus hijos. Pero, el trabajo con la escuela de padres apunta a que los progenitores acompaen ms de cerca el proceso de aprendizaje de los nios y nias.

Mientras el profesor-director Pablo Gaviln habla, un grupo de estudiantes, equipados con trombones, clarinetes, platillos y bombo, avanzan por la plaza de Marcas, hasta donde esta maana de viernes han acudido a unirse a las delegaciones de diversas comunidades, quienes con danzas y desfiles dan la bienvenida a un grupo de autoridades locales y regionales que ha llegado para sostener una reunin en el distrito.

Aun as, el maestro que acompaa a sus estudiantes, ampla la informacin de la desnutricin que padecen sus estudiantes: es el resultado de una evaluacin que realiz el puesto de salud de Cui, a nios de 3 a 11 aos; el 84 % de ellos presentan peso y talla deficientes para su edad.

Eso dice, directamente influye en el aprendizaje de los estudiantes. Porque es una cosa muy fundamental. Nos obstaculiza. Es el recurso humano con quien trabajamos a diario.

Como consecuencia de situaciones similares, en las reas rurales de la regin Huancavelica el rendimiento de los estudiantes es mucho menor que en las zonas urbanas, tal cual reflejan los resultados de la ltima Evaluacin Censal de Estudiantes (ECE), realizada en noviembre de 2014 por el Ministerio de Educacin: en comprensin lectora, el 17,4 % de alumnos huancavelicanos rurales alcanzan logros satisfactorios, frente a un 40,6 % de nios urbanos. Una diferencia o brecha de 23,2 %.

Aunque en matemtica, ambas reas de Huancavelica rurales y urbanas muestran menos logros satisfactorios, la diferencia entre ellas es de 10,9 % (15,9 % en el mbito rural y 26,6 % en el urbano, lo cual indica que un gran nmero de estudiantes se encuentra en el inicio de los aprendizajes esperados o en proceso de alcanzarlos).

A nivel de pas, la regin Huancavelica ocupa el puesto 23 (de 26 mbitos geogrficos) en obtener resultados satisfactorios en comprensin lectora y el 19 en matemtica.

Sin embargo, en los siete aos de aplicacin de la ECE desde 2007 los resultados en el nivel satisfactorio en Huancavelica crecieron 22,1 % en comprensin lectora, y 14,6 % en matemtica.

Quiz, anota el profesor, el problema tambin sea el idioma, porque los nios desde que nacen socializan en quechua y la transferencia de los conocimientos en la escuela es en castellano. A eso se aade que los materiales pedaggicos distribuidos por Ministerio de Educacin, en su esfuerzo por mejorar la calidad educativa, tambin est en castellano.

Pero ahora se est trabajando en educacin intercultural bilinge.

Ahora las mujeres conocen sus derechos y denuncian la violencia contra ellas

Foto 2. Mujeres y varones de la comunidad de Villa Rica participan en conjunto en la faena comunal para la construccin de un reservorio de agua que servir para ampliar la frontera agrcola.

Foto: Percy Salom - Redes

Un da, un importante funcionario estatal le interpel a una activista de los derechos de las mujeres, de esta manera:

Tanto trabajas en capacitaciones, por qu hay ms violencia? Todo el mundo est viniendo a denunciar por violencia, por qu no se reduce?

Las preguntas tenan una destinataria: Santa Rosa Velsquez, coordinadora en Acobamba de la asociacin Manuela Ramos, una organizacin feminista que promueve la igualdad de gnero como componente indispensable del desarrollo de la sociedad. Hace cuatro aos Santa trabaja en la organizacin y tiene su oficina en la provincia de Acobamba.

La respuesta es dice ella que las mujeres ya conocen sus derechos. Sienten que cuando las gritan, insultan, ya es una violencia psicolgica y van a denunciar. Antes no saban sus derechos como mujer []. Por eso ahora hay ms denuncias. [] No es que no haba violencia; violencia ha habido siempre.

Denuncias que se reflejan en las cifras del Centro Emergencia Mujer (CEM), un rgano del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, especializado en la atencin de vctimas de violencia familiar y sexual, cuya oficina en Acobamba ha registrado 83 casos en los primeros siete meses de 2015. De ellos, 76 (92 %) son mujeres agredidas, de las cuales, seis corresponden a violencia sexual (7 %): cuatro a menores de 18 aos; uno, a adultos de 18 a 59 aos y uno a adultos mayores de 60 a ms aos.

El 30 % corresponde a violencia psicolgica y el 63 % a agresiones fsicas.

Pese a estos registros, que grafican la magnitud de la violencia en Acobamba, hay casos que no son conocidos por el CEM o las entidades encargadas de procesarlas, como la Polica Nacional.

El agresor est en casaSea como fuere, la violencia est presente en la sociedad acobambina y sus efectos se ven en el desarrollo, sobre todo en el desarrollo normal de las personas, pues lo frena, explica Gregorio Canales Huamn, responsable de CEM Acobamba.

Las cifras confirman que el agresor est en casa. El 49 % de los casos de violencia registrada fue ejercido por la actual pareja de la mujer, el 14 % por la madre o el padre de la vctima, el 10 % por la expareja, el 8 % por el hijo y el 16 % por otras personas.

El 47 % de los agresores vive en la casa de la vctima.

La causaEl machismo explica Santa es la causa para que se d esta violencia.

Y entiende el machismo como el ejercicio del poder del gnero masculino sobre el femenino, que implica una desvaloracin cultural de la mujer; de su capacidad, de su rol, reservndola a la reproduccin incluso en el trabajo: la mujer va a trabajar al campo y va a ganar menos que el hombre.

Una de las estrategias usadas para superar tal problema es la de fortalecer las organizaciones de mujeres e incidir en ellas para incrementar su participacin en la vida econmica-social y en la toma de decisiones en los gobiernos locales. A nivel familiar, como hace el Instituto Redes afirma - brindndole herramientas para su autonoma econmica. La sensibilizacin de los varones resulta tambin importante.

Capacidades humanas para el despegue productivo

Foto 3. Promotores campesinos, en visita al sistema de riego presurizado para mejorar la produccin, instalado con Ayuda en Accin Redes en la comunidad de Llacce.Foto. Fredy Pariona - Redes.

As las cosas, el ingeniero Flix Canales Muante, quien lleva diez aos al frente de la oficina zonal de Agro Rural, el programa del Ministerio de Agricultura dedicado a la promocin de zonas rurales de menor grado de desarrollo econmico, encuentra que una de las causas quiz la ms importante que obstaculiza el despegue productivo de la provincia est formado por las capacidades humanas, que necesitan ser fortalecidas y ampliadas.

Capacidades que deberan favorecer la asociatividad de los productores agrarios, la consolidacin de sus organizaciones, de las comunidades campesinas, que a su vez mejoren la productividad y el ingreso econmico de las familias. Sin embargo, la asistencia tcnica de las instituciones especializadas del Estado, que debera propiciar todo aquello, no llega ni al 12 % de cobertura, dice Canales, tomando como base los resultados del ltimo Censo Agropecuario (CENAGRO), realizado en 2012.

Como consecuencia, los rendimientos de los dos productos bandera de la provincia: la arveja y las papas nativas, presentan bajos rendimientos: de 1.8 a 2 toneladas por hectrea (tn/Ha) en el caso de primero, y de 10 tn/Ha, en el segundo.

Las papas nativas deberan llegar a un rendimiento de 20 tn/Ha, como logran algunos productores eficientes.

Una cultura de la asociactividad hara frente a la atomizacin de la propiedad de la tierra, es decir, la excesiva parcelacin en ocasiones extensiones menores a una hectreale resta competitividad al agro. Igual que en el pas, ese tambin es un problema en Acobamba.

La accin asociada podra hacer frente, tambin, a la escasez de agua para uso agrcola, sobre todo en los distritos de Acobamba, Marcas, Pomacocha y Caja, cuya produccin agraria depende de las aguas de lluvia. De acuerdo con el CENAGRO 2012, la escasez de agua es, en el pas, la principal causa para que 774 882 has de superficie agrcola permanezcan como NO trabajadas.

Acciones necesariasPara el abastecimiento de agua el ingeniero Canales identifica como una tarea inmediata acciones de forestacin y reforestacin, sobre todo en las partes altas de la provincia, conocidas como cabeceras de cuenca, con zanja de infiltracin para generar esponjas o colchones de agua. Segn sus clculos, entre todas las instituciones, pblicas y privadas especializadas en el agro, actualmente se estn produciendo unos 100 mil plantones de rboles, de los cuales 40 mil pinos estn a cargo de Agro Rural, en convenio con la Municipalidad Provincial.

Un proyecto para el abastecimiento de agua de uso agrcola de los cuatros distrito con mayor estrs hdrico Acobamba, Pomacocha, Marcas y Caja, aprobado a nivel de perfil, demandara un presupuesto de 117 millones de soles. Pero la propuesta est durmiendo el sueo de los justos.

Las quebradas o laderas: potencial productivo agrcola

Foto 4. Comunero de Chontas muestra la kiwicha y maz que se lograron obtener en las reas incrementadas con propuestas de riego para la ampliacin de frontera agrcola en las laderas antes no utilizadas. Foto. Pedro Pariona RedesFoto 5. Comunera de Chontas muestra los resultados de su huerto familiar que le sirven para mejorar la nutricin de su familia.Foto. Fredy Pariona - Redes

En ese contexto, la apuesta de Ayuda en Accin - Redes busca dinamizar la economa local, est en convertir en productivos vastas reas de laderas o quebradas conocidas como parte baja que presenta la accidentada geografa de la provincia de Acobamba.

Son pisos ecolgicos que se suelen descender hasta los 2,100 m.s.n.m. (los pisos ms altos de la provincia llegan a 4, 200 m.s.n.m.), cuyo clima clido favorece la produccin de especies frutales y varias cosechas al ao de otros productos de pan llevar, entre ellas arvejas, maz y papa; y pastos cultivables.

Por ejemplo, en la comunidad de Villa Rica, Redes-Ayuda en Accin propicia la construccin de un sistema de riego tecnificado para que nuevas 50 hectreas se incorporen a la actividad agraria, en los parajes denominaros Cabracancha y Pukapampa. Nuevas extensiones que se unirn a las de las comunidades de Chontas y Lambrama, en el distrito de Marcas, donde la construccin de reservorios comunales y familiares para irrigar las tierras antes improductivas, resultaron claves.

En estos casos, y en otros, la organizacin de los productores locales es de vital importancia, pues sin su aporte en mano de obra, cuidado y uso de las obras sera imposible que se concreten. Son las asociaciones de productores de Cabracancha y Puckapampa, de Llacce, de Chontas, entre otras.

AsesoramientoNuestra accin tambin est ligada a facilitar la participacin organizada de los productores en los programas gubernamentales y accedan a beneficios que otorga el Gobierno.

Es el caso de tres iniciativas de negocio promovidas por Redes-Ayuda en Accin, en tres comunidades Cochacc, Cui y Chontas, para el programa Aliados II, del Ministerio de Agricultura, que entrega hasta el 70 % y 80 % del valor de la idea como fondo no reembolsable. Como siempre, la accin parte de los agricultores organizados.

Con el cuy he mantenido a mi familia: ya tengo una hija ingeniera

Foto 6: Criprin de la Cruz, muestra los primeros frutos de palta que empieza a producir luego de los arduos trabajos para dar condiciones para su produccin. Foto: Pedro Pariona - Redes

Hace tres aos, Ciprin de la Cruz, un agricultor de la comunidad de Lambrama, empez a criar cuyes, como parte del programa Aliados I (para lo cual Redes-Ayuda en Accin asesor a la comunidad). Comenz con 10 ejemplares: nueve hembras y un macho. Ahora, los animalitos han aumentado su nmero hasta 70, sin contar todos lo que ya fueron vendidos para solventar los gastos de la familia.

Con este [el cuy] he mantenido a mis familias dice ahora, un Ciprin sonriente.Relata, luego, que la mayor de sus tres hijos ya se gradu de ingeniera. La que le sigue est en la universidad y el tercero todava est en el colegio.

[Todo] con el cuy.

Sus clientes suelen ser diversos: policas, profesores, bodegueros siempre tiene pedidos. Justo ahora tiene en reserva dos galpones listos para la venta: unos 20 cuyes.

El trabajo de Ciprin consiste en limpiar los galpones cada tres das, eliminar las pulgas y los piojos que pueden atacar a los cobayos. Y sembrar suficiente alfalfa para alimentarlos.

Ahorita refiere no me alcanza el pasto. Por eso, tractor estoy contratando para voltear [el terreno]. Voy a sembrar en extensiones [grandes].

Para que el pasto desarrolle, ser necesario disponer de agua para uso agrcola: desde hace un ao, Ciprin y los otros 25 comuneros cuentan con un sistema de riego presurizado, construido con Redes-Ayuda en Accin, como parte de la Asociacin Pblico Privada para el Desarrollo de Acobamba.

En Lambrama, los 26 comuneros se dedican a la crianza de cuyes, que complementa su actividad agraria.

Vivir bien, igual a la armona en la familiaLa economa familiar, la educacin de los hijos, una nutricin adecuada, un ambiente saludable todo es parte de la cadena del vivir bien. Victoria Castillo, de la comunidad de Incapacchn, lo entiende como la felicidad, la armona en la familia.

Estamos cambiando nuestra forma de vivir dice, mientras con sus manos y la ayuda de un cuajo transforma en queso los cuatro litros de leche que orde de su vaca. Con los cobertizos para los ganados ya no estn como antes: Era lodo en poca de lluvia.

Victoria y las mujeres de Incapacchn y las dems comunidades de Acobamba, son actores clave en el trabajo de Redes-Ayuda en Accin.