desempleo juvenil y formación en europaportal.ugt.org/claridad/numero22/p60.pdf · pero entonces...

7
60 Desempleo juvenil y formación en Europa CLARIDAD · OTOñO/INVIERNO 2011 · CUARTA ETAPA B DIETER EICH B uenas tardes. Espero que mi español alcance para explicar lo que podría decir en alemán. No voy a “bombardear” con cifras, porque hay mu- chas y enseguida se olvidan. Quiero solamente hacer algunas referencias de un artículo muy reciente. Esta- mos hablando de un desastre, porque se había acorda- do que en década –y habíamos fijado 2010 como fecha tope– debíamos bajar el desempleo juvenil a un 10% en la Comunidad Europea. Y la realidad es que tene- mos más de un 20%. Esto es un desastre, aunque hay muchas diferencias entre unos países y otros: en los Países Bajos el paro juvenil afecta al 7% de los jóvenes; en España, al 41%. Hay un espacio increíblemente grande. ¿Cómo es posi- ble que en un debate también se reciban palabras para este fenómeno? La generación perdida, se dice. Y a los otros se dice la generación boomerang. Esto quie- re decir que ya tenemos nombres para un fenómeno que queríamos eliminar. Es un gran problema político también porque parece que no podemos solucionarlo. Creo que estamos cayendo en una trampa, y no tene- mos respuestas fáciles. Hemos dicho que todo lo que está ocurriendo está muy vinculado con nuestra crisis. En Alemania tenemos un debate bastante profundo para ver qué hacemos con este capitalismo de casi- no. No tenemos soluciones en la mano sobre cómo se puede cambiar la situación. Al mismo tiempo, somos una nación que vive de la exportación. Si nosotros tuvié- ramos que reducirnos a nuestro mercado propio sería un desastre completo. Vivimos de un trabajo que qui- tamos a los países a los cuales exportamos nuestros alimentos, nuestras máquinas, coches… Quitamos puestos de trabajo ahí. Es una cosa interesante que estamos viviendo en Alemania porque nuestro Instituto también tiene economistas, y sí se habla en serio con ellos. ¿Por qué existe en estos días este auge económi- co en Alemania?, les preguntamos. Y nos dicen: “mira, no sabemos; simplemente no lo sabemos”. Creo que eso da un poco margen a un fenómeno al que no nos podemos enfrentar simplemente con diferentes cifras. Creo que la cuestión es mucho más profunda. Cuando no hemos tenido posibilidades como sindicatos, tam- bién, de utilizar la crisis para verdaderamente entrar en una lucha que hay que cambiar algo en ese sistema económico, porque nadie nos puede decir si en uno, dos o tres años va a volver a ocurrir, porque no se ha cambiado casi nada. Estamos esperando. Ojalá que en Alemania podamos tener más exportacio- nes. ¿Qué estamos haciendo? Nuestra industria de au- tomóviles estaba, hace más de un año y medio, en un Dieter Eich Director ejecutivo del Instituto de formación de la Confederación Alemana de Sindicatos (DGB) Teresa Muñoz Secreataria de Formación de UGT Desempleo juvenil y formación en Europa* * Intervención en el ciclo “El trabajo en europa”. Escuela Julián Besteiro. Noviembre 2010.

Upload: others

Post on 21-Mar-2020

2 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Desempleo juvenil y formación en Europaportal.ugt.org/claridad/numero22/p60.pdf · Pero entonces te dicen, “no te preocupes porque esos coches se van, ya no los quieren en Alemania”

60

Des

empl

eo juv

enil

y fo

rmac

ión

en E

urop

a

cla

rid

ad

· O

tOñ

O/

invie

rn

O 2

01

1 ·

cu

ar

ta e

tapa

B dieter eicH

Buenas tardes. Espero que mi español alcance

para explicar lo que podría decir en alemán. No

voy a “bombardear” con cifras, porque hay mu-

chas y enseguida se olvidan. Quiero solamente hacer

algunas referencias de un artículo muy reciente. Esta-

mos hablando de un desastre, porque se había acorda-

do que en década –y habíamos fijado 2010 como fecha

tope– debíamos bajar el desempleo juvenil a un 10%

en la Comunidad Europea. Y la realidad es que tene-

mos más de un 20%. Esto es un desastre, aunque hay

muchas diferencias entre unos países y otros: en los

Países Bajos el paro juvenil afecta al 7% de los jóvenes;

en España, al 41%.

Hay un espacio increíblemente grande. ¿Cómo es posi-

ble que en un debate también se reciban palabras para

este fenómeno? La generación perdida, se dice. Y a

los otros se dice la generación boomerang. Esto quie-

re decir que ya tenemos nombres para un fenómeno

que queríamos eliminar. Es un gran problema político

también porque parece que no podemos solucionarlo.

Creo que estamos cayendo en una trampa, y no tene-

mos respuestas fáciles. Hemos dicho que todo lo que

está ocurriendo está muy vinculado con nuestra crisis.

En Alemania tenemos un debate bastante profundo

para ver qué hacemos con este capitalismo de casi-

no. No tenemos soluciones en la mano sobre cómo se

puede cambiar la situación. Al mismo tiempo, somos

una nación que vive de la exportación. Si nosotros tuvié-

ramos que reducirnos a nuestro mercado propio sería

un desastre completo. Vivimos de un trabajo que qui-

tamos a los países a los cuales exportamos nuestros

alimentos, nuestras máquinas, coches… Quitamos

puestos de trabajo ahí. Es una cosa interesante que

estamos viviendo en Alemania porque nuestro Instituto

también tiene economistas, y sí se habla en serio con

ellos. ¿Por qué existe en estos días este auge económi-

co en Alemania?, les preguntamos. Y nos dicen: “mira,

no sabemos; simplemente no lo sabemos”. Creo que

eso da un poco margen a un fenómeno al que no nos

podemos enfrentar simplemente con diferentes cifras.

Creo que la cuestión es mucho más profunda. Cuando

no hemos tenido posibilidades como sindicatos, tam-

bién, de utilizar la crisis para verdaderamente entrar

en una lucha que hay que cambiar algo en ese sistema

económico, porque nadie nos puede decir si en uno,

dos o tres años va a volver a ocurrir, porque no se ha

cambiado casi nada. Estamos esperando.

Ojalá que en Alemania podamos tener más exportacio-

nes. ¿Qué estamos haciendo? Nuestra industria de au-

tomóviles estaba, hace más de un año y medio, en un

dieter eichDirector ejecutivo del Instituto de formación de la Confederación Alemana de Sindicatos (DGB)

teresa MuñozSecreataria de Formación de UGT

desempleo juvenil y formación en europa*

* Intervención en el ciclo “El trabajo en europa”. Escuela Julián Besteiro. Noviembre 2010.

06CLARIDAD22.indd 60 17/11/11 11:06

Page 2: Desempleo juvenil y formación en Europaportal.ugt.org/claridad/numero22/p60.pdf · Pero entonces te dicen, “no te preocupes porque esos coches se van, ya no los quieren en Alemania”

61

los sindicatos alemanes hemos logrado

un pacto con los empresarios por el que

ellos ofrecen más puestos de formación

para jóvenes.

dieter eich

desastre. Han tenido pérdidas hasta del

30-40%. Y ahora están exportando como

locos. Están exportando los coches más

grandes que no se pueden vender en Ale-

mania. El BMW 700, el más grande que

hay. Mercedes Benz 550. Coches de locu-

ra. Hoy en día si hablamos de protección

de ambiente. ¿Adónde van a esos coches?

Se van a China. La exportación a China ha

crecido por 300%. También van a Rusia.

Van a países a los cuales esperemos que

dentro de poco tiempo se den cuenta de

que hay que proteger el ambiente, sino van

a tener problemas.

Pero entonces te dicen, “no te preocupes

porque esos coches se van, ya no

los quieren en Alemania”. Creo que

esa no puede ser la solución. ¿Qué

pasa en un país que tiene 10.000

millones de personas? No vamos a

explicar a la clase media china que

no pueden hacer el mismo desa-

rrollo que hemos vivido en la UE o

en EEUU, porque no cuentan con la

materia prima para hacer esto, ni

el ambiente va a aguantar un desarrollo

económico como tal. Completamente im-

posible. ¿Quién va a explicar esto a la clase

media de China? Porque directamente les

decimos, ¿qué quieren ustedes, 200 años

de explotación, de materia prima, de una

situación política en la que nosotros no pu-

dimos hacer nada? ¿Ustedes después van

a decir que nosotros no podemos tener un

progreso como el que ustedes han tenido

debido a esto?

Creo que si enfocamos solamente al sector

juvenil habría que tener todo esto en cuen-

ta. Si no somos capaces de cambiar la si-

tuación en la que estamos viviendo hoy en

día, no vamos a poder dar soluciones tam-

poco a los jóvenes, porque depende mucho

de una situación industrial determinada; de-

pende mucho de la situación del sector ser-

vicios; depende mucho de la situación de

la producción extra. Es un gran problema.

En este sentido hay una palabra muy acer-

tada, somos un poco ateos de futuro. Eso

quiere decir que no creemos en lo que

sabemos. Sabemos muchas cosas, pero

no vamos a creer, porque ¿cómo vamos

a enfrentarnos a esas cosas? Sabemos

esto pero, solucionar y buscar soluciones

políticas eso es a largo plazo. Y creo que

los problemas están muy cerca, y hay que

pensar –como sindicato, en este margen

global, ¿qué significa esto? Estamos ha-

blando de la globalización, y Alemania sin

globalización no puede sobrevivir, lo que

significa que somos más de una unidad.

Se necesitan percibir los factores precisos

aquí también, la diferencia entre los dos

“mundos” es increíblemente grande. Pero

también es increíblemente grande la dife-

rencia entre el nivel de producción y el nivel

de educación en Europa.

Pensé también cuando leí este artículo,

¿qué pasa entonces con los países que

son mucho mejor que nosotros, como los

países escandinavos, Finlandia, Suecia...?

Lo que acabo de leer es que en Finlandia

tienen un récord del desempleo juvenil que

es el 23%. Finlandia es el país con la for-

mación profesional más avanzada de Eu-

ropa. Eso quiere decir que si tienes una

buena formación no hay garantía después

de encontrar empleo. ¿De qué depende

entonces todo esto?

Voy a intentar explicarlo con la situación

bastante compleja que hay en Alemania.

Cada año salen unos 500.000 alumnos

al mercado de trabajo. En Alemania es un

poco distinto porque tenemos un sistema

dual. La formación profesional se recibe en

las empresas, no se recibe en las escue-

las. Si se quiere aprender una profesión

como mecánico industrial, electricista y to-

das esas profesiones, hay reconocidas en

Alemania 384 cualificaciones, que tienen

su propio currículum. Si se va a una em-

presa que ofrece entrar como alumno y en

3 años te forman en una cierta profesión,

eso quiere decir que 534.000 querían una

formación en la misma empresa. Había

solamente 418 puestos, eso quie-

re decir que son más de 100.000

empresas en ese tipo de formación

las que faltaban. Ante este proble-

ma, los sindicatos alemanes hemos

logrado hace dos semanas un pacto

con los empresarios, por el que ellos

ofrecen más puestos de formación

para dar la oportunidad a cualquier

joven que quiera formarse. De esta

forma, ha dejado de ser un problema.

Hay muchos jóvenes, como la compañera

ha explicado también, que salen antes de la

escuela. Eso quiere decir que en Alemania,

por la “linda” cifra que tenemos ahora del

10% de desempleo juvenil y que no apare-

ce en la estadística, los jóvenes que salen

de la escuela no van encontrar un empleo

porque no están de acuerdo con ese tra-

bajo, porque quieren aprender otra cosa,

y no hay un puesto para esto. Es un gran

porcentaje también, casi un millón de jóve-

nes que no aparecen en ninguna estadís-

tica, porque están apoyados directamente

por una gran variedad de ayudas por parte

del Estado. Eso quiere decir que el Estado

se ha dado cuenta que debe tomar directa-

mente a esos jóvenes y formarlos, ya que si

no reciben formación, después cuando sal-

06CLARIDAD22.indd 61 17/11/11 11:06

Page 3: Desempleo juvenil y formación en Europaportal.ugt.org/claridad/numero22/p60.pdf · Pero entonces te dicen, “no te preocupes porque esos coches se van, ya no los quieren en Alemania”

62

en alemania tampoco hemos tenido los

sindicatos posibilidades de utilizar la cri-

sis para verdaderamente cambiar algo

en este sistema económico. estamos es-

perando.

dieter eich

gan de la escuela van a estar más o menos

cinco décadas en el mercado de trabajo.

Por lo tanto, la sociedad entera tiene que

tomarse esos problemas en serio.

Hay que enfrentarse a esos graves proble-

mas. Pueden pensar que es un sistema

bastante interesante poder recibir forma-

ción en las mismas empresas. El problema

surge una vez que han sido formados. Por

ejemplo, que si una empresa grande como

Siemens tiene más de 250 alumnos que

entran para aprender una profesión y 110

de ellos son personas menos váli-

dos socialmente o tienen otro pro-

blema, las empresas tienen la obli-

gación de tomar esos problemas.

De ser ejemplo.

Si yo soy una persona con un trans-

fondo migratorio, casi no tengo

oportunidad de entrar en el mer-

cado de trabajo. Existe un cierto

racismo en esto. Si soy un hombre

que ha aprendido en una escuela de

Turquía y ahora estoy en Alemania, casi ni

se les recibe.

Por lo tanto, hemos logrado, y ojalá así lo

recoja la ley, que si yo quiero presentarme

en una empresa para aprender mi profe-

sión, por ley no se debe dar el nombre,

ni la nacionalidad. Solamente después,

aparece el nombre en el certificado con

el que uno puede buscar trabajo en cual-

quier empresa. Existe una oportunidad

mucho más grande, y nos hemos dado

cuenta porque hemos visto muchos ejem-

plos de emigrantes.

Creo que hay que tener en cuenta muchas

formas diferentes de actuar. En Alemania

sale cada cuatro años un estudio, se llama

Estudio Juventud, que patrocina la compa-

ñía Shell y que es elaborado por un ins-

tituto científico y dos universidades. Para

realizarlo, encuestan a 2.500 jóvenes de

cuatro diferentes capas sociales. Ofre-

cen un aspecto muy interesante: cómo

se sienten con su forma de vivir, con su

formación; cómo se sienten económica

y socialmente. Éstos son algunos de los

resultados: El 60% dice que está muy

contento con su propio futuro. No se pue-

de entender con las palabras que hemos

dicho antes. Y hay que darse cuenta de

que hay que ver las respuestas según las

diferentes capas sociales. Así, el 14% del

nivel muy alto de la sociedad, el 22% de

la capa media, el 30% de la capa media

alta, el 24% de la capa media por abajo,

y el 10% de la capa más baja, los más

pobres. Uno se da cuenta que hablando de

juventud hablamos de un fenómeno, por-

que hablamos de personas entre los 25

hasta los 35 años, nada más.

Hay que comprender esto para darse

cuenta que hay diferentes respuestas en

este sentido. El 60% dicen que tienen un

futuro muy bueno; los más pobres, el 7%,

dicen que no van a tener ningún futuro. El

74% dice estar muy contento con su vida;

los más pobres (30%), que no está con-

tento con su vida actual. El 16% no quie-

ren ir más a la formación o a la escuela,

son los más pobres. La otra juventud dice

que no tienen ningún problema, quieren ir

lo más rápido posible a los otros corredo-

res de la información y enseñanza.

Estamos hablando de la individualización de

las personas, lo que quiere decir que si el

control social disminuye, estos jóvenes en-

tran otra vez en otra forma de aislamien-

to. Porque las formas tradicionales con

las que ellos se han encontrado les están

desilusionando. Es un problema muy gran-

de porque hay que formar nuevos grupos,

nuevos deberes sociales.

Y también es bastante difícil para los jóve-

nes cuando están en una cierta clase de la

escuela, que cuando acaban sus estudios,

normalmente, se rompen estos la-

zos sociales. Y no tienen después

ningún nexo porque entren en una

formación profesional, o sigan yendo

más tiempo a la escuela, tienen este

problema de un aislamiento, que es

bastante grave, como dice el estudio.

Es bastante difícil sacar a personas

de esa situación. Muchos jóvenes

dicen que la forma como viven les

gusta mucho. Eso quiere decir que

están más orientados para el día de hoy.

No quieren pensar mucho más en el fu-

turo, y les gusta mucho más vivir en una

cierta forma de hedonismo. Es la capa me-

dia la que dice eso. La capa alta prefiere ir

directamente a la formación donde pueden

tener un puesto de trabajo o una oportuni-

dad de ir a la universidad. Los jóvenes de

la clase más baja dicen directamente que

no ven posibilidad alguna de poder entrar

en esa situación. Por tanto, hay que hablar

directamente de las diferentes capas so-

ciales, y hay que tener en cuenta que entre

ellas hay tremendas diferencias.

Otra cuestión es cómo los jóvenes reciben

su contacto social. La gente más cualifi-

cada, más o menos un 50%, entra dia-

riamente en Facebook. De la capa media

es un poco menos. Pero de los pobres, el

máximo es el 22%. Los famosos juegos,

06CLARIDAD22.indd 62 17/11/11 11:06

Page 4: Desempleo juvenil y formación en Europaportal.ugt.org/claridad/numero22/p60.pdf · Pero entonces te dicen, “no te preocupes porque esos coches se van, ya no los quieren en Alemania”

63

el estado tiene que intervenir y dar opor-

tunidades a los jóvenes “desilusionados”

para que opten por formarse.

dieter eich

el porcentaje más alto es de la clase baja,

que es un 44% que son jugadores por In-

ternet, pero no utilizan el ordenador para

buscar datos o información.

Ante estos datos, el estudio llega a una

conclusión muy importante. La exclusión

a la formación viene mucho del interés

político y la vida social de los padres. Si

los padres tienen una formación bastante

baja, es casi seguro que los jóvenes tam-

bién vayan a tener la misma cualificación.

Y ese es el problema más grave para

nuestra sociedad, que el Estado va a tener

que afrontar, porque hay gente de carrera

en Alemania cuando sus padres no habían

tenido la oportunidad de formarse, y se en-

cuentran en un nivel mucho más alto. Por

este motivo, casi el 85%, van a seguir por

el mismo camino. E interrumpir esto quie-

re decir que el Estado tiene que intervenir

y dar oportunidades a esos jóvenes “des-

ilusionados” para que salgan de un círculo

vicioso, y opten por formarse.

Lo que es muy interesante es que los pa-

dres de familia donde hay solamente una

persona que vive con su hijo o hija,

el porcentaje con menos recursos

económicos es mucho más alto. En

Alemania, el 99% de mujeres viven

en esa situación a partir de los 20

años. Normalmente la gente de

clase media alta tienen mucho más

tarde sus hijos. Es una situación

que hay que tenerse en cuenta también en

las diferentes capas sociales, ¿qué signifi-

ca para ellos formarse?

A los partidos políticos les da igual. El que

tiene menos recursos no muestra mucho

interés por trabajar políticamente, y ha

perdido también la confianza entre los po-

líticos. La clase media alta sí tiene interés

en la política, y ha crecido por un porcen-

taje bastante alto. Hay que darse cuenta

por qué los políticos tienen una pérdida tan

alta entre la juventud, por el reconocimien-

to político de la juventud.

Para terminar, quiero referirme brevemente

al cambio climático. El pobre, solamente el

26%, considera que es un problema el cam-

bio climático. La clase media alta, el 92%.

Además, el 13% de los jóvenes con menos

recursos hasta los 25 años, prefieren be-

ber alcohol y fumar… Todos estos datos

vienen a decir que si queremos hablar y dis-

cutir el fenómeno de la juventud, tenemos

que darnos cuenta de estos diferentes nive-

les, las diferentes situaciones y las diferen-

tes capas sociales. Si se sabe y se tiene en

cuenta, se pueden tomar medidas muy con-

cretas sobre las diferentes capas sociales.

No se pueden tomar cuestiones y modelos

en general, porque se va al desierto, por-

que la gente empieza a preguntar quiénes

son esos, qué problemas son esos, no son

nuestros problemas, son de otra gente. Es

una cuestión que habría que debatir.

El Estado tiene que darse cuenta de que

hay que diferenciar todos esos programas

según los diferentes niveles. Si no lo hace,

no conseguiremos bajar más la tasa de

desempleo juvenil. Hay que darse cuenta

de esto, y seguir en el proceso político

para presionar al Estado a fin de que con-

tinúe elaborando diferentes programas,

que después dan soluciones también de la

gente más pobre que dice que quiere for-

marse, ir a cursos, tener certificados para

mejorar su propia vida también. Pero ne-

cesitan ese apoyo. Y lo hay, tengo muchos

ejemplos de diferentes ciudades, porque

en cada ciudad es un mundo distinto, en

que el estar en la agencia de trabajo se en-

cuentran personas que trabajan con jóve-

nes, gente que les conoce por su nombre.

Debaten una vez al mes sobre su situación

social, laboral, la ayuda del Estado… Es la

única forma de apoyar a esas capas so-

ciales que son muy importantes para los

miembros de los sindicatos.

Esto es lo que quería contar. Disculpen mi

español. Gracias.

tereSa MuñOZ

Buenas. Yo voy a intentar explicar un poco

la situación que tenemos en España. Que

tiene todos los malos signos, tanto de la UE

como nos podía decir el compañero desde

Alemania, pero mucho más en profundidad.

Tenemos que pensar que en España parti-

mos de una situación distinta. Los paráme-

tros para llegar a objetivos comunes den-

tro de la UE son mucho más distantes que

en otros países del entorno europeo, por

tanto, nuestra dificultad es mayor

y añadida. Además tenemos una

realidad grave, es que el paro se

ha cebado en los jóvenes, y además

se ha cebado con una profundidad

grande, casi el 49% es la tasa que

tenemos en este momento de paro.

Pero para poder prevenir las situaciones

de futuro siempre tenemos que contar con

nuestras situaciones anteriores. Tenemos

que situarnos en una foto fija que se da en

el año 2007–2008, periodo en el que diver-

sos informes de la UE analizan que hay una

realidad y es que al trabajador o al joven

menos cualificado tiene más dificultades en

conseguir inserción laboral, e incluso aquel

que lo tiene mantenerse en el puesto de

trabajo. Y hay datos que son claves.

06CLARIDAD22.indd 63 17/11/11 11:06

Page 5: Desempleo juvenil y formación en Europaportal.ugt.org/claridad/numero22/p60.pdf · Pero entonces te dicen, “no te preocupes porque esos coches se van, ya no los quieren en Alemania”

64

los gobiernos tienen que tener compromi-

sos políticos reales a largo plazo para in-

tervenir en formación, información e inno-

vación; no se trata sólo de una legislatura.

teresa Muñoz

En Europa tenemos 80 millones de tra-

bajadores no cualificados. En España, de

esos 80, tenemos casi 14 millones. Por

lo tanto, el punto de partida en los pará-

metros pues va a distancia con países del

entorno europeo, sobre todo de los más

avanzados. Pero si además tomamos otro

parámetro, y es la facilidad que hemos

tenido en una situación de crecimiento

económico, de encontrar un puesto de

trabajo juvenil no bien remunerado, no es-

table, no cualificado, pero sí muy fácil. To-

das estas características nos han llevado

a que tengamos unas cifras de abandono

escolar muy por encima de la media euro-

pea, el 30%. Todos estos factores unidos

han configurado una situación en nuestro

país mucho más compleja. Por lo tanto,

la salida de la crisis y la búsqueda de las

soluciones van a ser en alguna medida si-

milares a la que nos marquen desde la UE,

aunque siempre quedará una parte

más diferencial.

Además, los contratos que han te-

nido los jóvenes son contratos en

precario. Sin ningún tipo de estabi-

lidad. Los empresarios han hecho

un mal uso reiterado de este tipo

de contratación, sobre todo de los

contratos en prácticas y de los de

formación. En esos que hemos visto los

sindicalistas o los negociadores como la

panacea. No para hacer como decía el

compañero de la DGB, pero sí para hacer

algo similar, la alternancia entre el empleo

y el trabajo. Pero no ha sido posible, por-

que ha habido un abuso exagerado de este

tipo de contratación, y ha sido sustituido

por mano de obra barata. El contrato en

prácticas sustituía a un puesto de trabajo,

y encima mal remunerado sin ninguna po-

sibilidad de estabilidad.

Por lo tanto, las soluciones que tengamos

que dar desde nuestro país van tardar mu-

cho en dar resultados, van a tener que ser

más profundas y se van a tener que conju-

gar con otra situación. Las cosas aparecen

y no son por casualidad. Los gobiernos tie-

nen que tener compromisos políticos reales,

tienen que invertir en educación, en informa-

ción e innovación a lo largo del tiempo. No

se trata de cuatro años ni de una legislatura,

sino de un compromiso a largo plazo, con

independencia de la ideología de los gobier-

nos. Porque la educación y la formación –to-

dos lo sabemos– debe de ser una cuestión

de Estado. Desgraciadamente, ese compro-

miso aún no se ha producido en España, y

de ahí proceden muchas de nuestras des-

ventajas en el entorno europeo.

Además, no hemos sido capaces tampoco

de acertar en la otra variable: la excesiva

cualificación de algunos de nuestros jóve-

nes. Las familias, los Estados… hemos

invertido en educación y, ahora tenemos

licenciados, tenemos grandes profesiona-

les, que no encuentran trabajo para lo que

han sido formados. Y tienen que acogerse

a lo primero que surge porque necesitan

trabajar, sin sacarle una verdadera renta-

bilidad. A ello se suma otra dificultad, que

tardan más de un año y medio en conse-

guir un puesto de trabajo relacionado con

lo que han estado formados.

Ante esta situación, los interlocutores

sociales, junto con el Gobierno, intentába-

mos primero coincidir en el diagnóstico,

sabiendo que en el informe de la UE 2020

que ha hecho referencia Juliane, está muy

claro: España va a tener que hacer lo mis-

mo que el resto de los países europeos,

pero con muchísimo mayor esfuerzo por-

que venimos de situaciones peores. ¿Qué

sabemos? Que el 85% de los puestos de

trabajo en el 2020 van a ser para traba-

jadores cualificados, cualificación media o

alta. Y un 15% para trabajadores sin cua-

lificación. Intentando coincidir en el diag-

nóstico, hemos intentado también aproxi-

mar posiciones (empresarios, Gobierno y

sindicatos) en soluciones que, en cualquier

caso, son a medio o largo plazo. Y hemos

coincidido en reconocer que si tenemos

una dificultad mayor que Europa en todo

lo que respecta a la cualificación, vamos a

ver cómo se puede solucionar.

¿Qué se ha intentado desde hace dos años

cuando estalla con virulencia la crisis? Pues

lo que estábamos explicando, que la

formación es un instrumento que nos

va a permitir el cambio del modelo

productivo, que tenemos un verda-

dero desfase entre lo que demanda

la empresa y en lo que formamos.

Vamos a ver si no nos equivocamos

esta vez y somos capaces de formar

para esos sectores que van a ir apa-

reciendo; aprovechar lo que ya saben

hacer, y crear nuevas profesiones que real-

mente den estabilidad. Y todo ello vinculado

a la negociación colectiva, porque organiza-

ciones sindicales y empresariales debemos

evitar estas situaciones que nosotros catalo-

gamos como abuso excesivo de contratos, y

facilitar la empleabilidad; debemos modular

ese abuso de la contratación que sustituye

puestos de trabajo reales.

Entre las medidas que se tomaron, o que

se están intentando desarrollar, primero,

debemos reducir la diferencia de forma-

ción de esos 14 millones de trabajadores

que desempeñan un trabajo. El problema

06CLARIDAD22.indd 64 17/11/11 11:06

Page 6: Desempleo juvenil y formación en Europaportal.ugt.org/claridad/numero22/p60.pdf · Pero entonces te dicen, “no te preocupes porque esos coches se van, ya no los quieren en Alemania”

65

es que no existe un organismo público que

reconozca ese “saber hacer” pese a que

no se tenga la cualificación. Porque ellos

desempeñan su trabajo día a día.

Por lo tanto, tenemos que buscar

una fórmula que sirva para el “reco-

nocimiento del saber hacer”.

Y ese “reconocimiento del saber ha-

cer” tenemos necesariamente que

vincularlo con la motivación al retor-

no de los ciclos formativos. Tanto

en el ámbito educativo como en el

ámbito laboral, ya sea con títulos o

con certificados de profesionalidad.

Es en este ámbito donde debemos

lograr un acuerdo este año con el que re-

conocer las primeras experiencias labora-

les como el trabajador está habilitado para

desempeñar ese puesto de trabajo.

Debo reconocer que hemos tenido mala

suerte, porque todo lo que sea novedoso

necesita recursos económicos para poder

llevarse a cabo. Y para solucionar este

problema de millones de trabajadores se

necesitan recursos y, de momento, todo el

esfuerzo se va a reducir a algo de carác-

ter experimental o piloto. Dada la situación

de crisis, bienvenido sea, sobre todo, en

sectores que son emergentes de empleo,

como la Ley de la Dependencia o la aten-

ción de menos de cero a tres años, todas

ellas políticas de Gobierno.

Evidentemente, todas estas medidas tie-

nen una especial sensibilidad para los

jóvenes, porque tenemos una tasa im-

portante, o muy por encima del resto

de las medias de edad europea, aunque

por sí mismas no tienen una solución a

medio plazo. La formación y la cualifica-

ción crean puestos de trabajo. Por este

motivo, hay que hacer un esfuerzo para

motivar con ayudas económicas a los em-

presarios. No existen otras fórmulas para

fomentar el empleo juvenil de calidad es-

table. Pero, al mismo tiempo, debemos

ser capaces de definir cuáles van a ser

los sectores productivos de nuestro país

a medio o largo plazo. Es decir, en qué va

a ser puntera España.

Lo decía el compañero de la DGB, en Ale-

mania exportan grandes empresas que

han sido pioneras en la exportación, y los

mercados emergentes están tirando de

ellas. Por tanto, están dando salida a la

mano de obra que pudiera ser necesaria

en Alemania, y aunque existe paro, existe

una cultura empresarial de adelantarse a

los acontecimientos.

Pero es evidente que en España lo tene-

mos más complicado, porque lo primero

que tenemos que definir es en qué pode-

mos ser pioneros; en qué puede ser Es-

paña un país distinto a los demás y, por lo

tanto, debe sobresalir. Es un esfuerzo que

tenemos que hacer y todavía no está dise-

ñado. Es verdad que se estaban haciendo

esfuerzos en esa dirección. Sabemos que

la construcción es un sector en crisis; sa-

bemos que hay que recualificar a los jóve-

nes, y una gran cantidad de jóvenes –que

en este momento están en paro– proce-

den de la construcción. Además, proceden

de las capas sociales menos favorecidas

culturalmente, proceden de la inmigración.

Por lo tanto, ese tipo de problemas que te-

nemos hay que atajarlos desde las ayudas

económicas, pero sin despilfarrar, tenien-

do claro y acertando en cómo pode-

mos diseñar en qué va a sobresalir

nuestro país para que sea perma-

nente en el tiempo. Ya no podemos

hacer, o creo que los españoles

no podemos estar haciendo ensa-

yos. La situación que tenemos nos

obliga a acertar, y eso lleva tiempo,

dado que no tenemos una prepara-

ción previa.

Así, por ejemplo, ya hemos encon-

trado una fórmula: la rehabilitación

de viviendas. ¿Pero hasta dónde si no hay

motivación en el sector privado? ¿Hasta

dónde pueden llegar las ayudas del Estado

para esto? Hay que medir y hacer cálculos,

porque no podemos recualificar a los jóve-

nes que salen de la construcción y formar-

les en rehabilitación, en esos paneles que

se ponen y quedan como si las paredes

fueran de piedra, sino sabemos a cuántos

puede absorber y en cuánto tiempo.

Por lo tanto, estamos tomando medidas

de carácter generalista. Primero, recono-

cimiento del saber hacer a través del re-

conocimiento de la experiencia. Segundo,

eso se tiene que traducir necesariamente

o vehiculizarlo a través de módulos forma-

tivos que nos lleven a un certificado de pro-

fesionalidad o a un título. Y en tercer lugar,

tener una especial atención a las necesida-

des de los jóvenes.

Ahora socialmente todo ha cambiado.

Antes de empezar estas pequeñas confe-

rencias comentábamos que tenemos una

posición favorable con respecto a otros

países. No todo es negativo. El entrama-

do familiar funciona, de lo contrario habría

un conflicto social. Todos sabemos que en

nuestro entorno, por la situación de los

la formación y la cualificación crean

puestos de trabajo. Hay que motivar con

ayudas económicas a los empresarios

para fomentar el empleo juvenil de cali-

dad estable, definiendo antes los secto-

res productivos a medio o largo plazo.

teresa Muñoz

06CLARIDAD22.indd 65 17/11/11 11:06

Page 7: Desempleo juvenil y formación en Europaportal.ugt.org/claridad/numero22/p60.pdf · Pero entonces te dicen, “no te preocupes porque esos coches se van, ya no los quieren en Alemania”

66

jóvenes que habían empezado a independi-

zarse, se han visto obligados a retornar al

núcleo familiar. Y en muchos casos han re-

tornado con hijos, porque han tenido que

abandonar la vivienda al no tener empleo.

Ese tejido familiar en España está bastante

desarrollado, pues ha permitido que esto

no sea una verdadera explosión.

El futuro de cualquier país está en los jó-

venes, no está en los que llevamos años

trabajando. Pero además de mejorar su

futuro, también debemos preservar el

bienestar de los mayores. En consecuen-

cia, sino tenemos jóvenes trabajando y jó-

venes cotizando, no se podrá cobrar una

pensión. Es algo muy duro de decir, pero

es la realidad.

Con todas estas reflexiones quería daros

unas pinceladas de la situación de nues-

tro país, que es compleja. No me gusta

recurrir tanto a las estadísticas porque

como la panacea no la tenemos nin-

guno de los actores que estamos aquí,

me gusta más dar una posición, intentar

provocar un debate, porque se aprende

muchísimo con las preguntas y con las

ideas. Es decir, ¿esto está encauzado?

No. ¿Por falta de voluntad? No, porque

el panorama global no está definido. Me

quedaría con esa idea de carácter gene-

ral. Tenemos que conseguir entre todos

que España se diferencie en algo para

invertir en I+D, invertir en formación…

Y hay que tener cómplices, que son los

gobiernos y necesariamente los empresa-

rios, dado que para todos son objetivos

comunes. Y desde luego los sindicatos a

través del diálogo social, que somos casi

los últimos. Somos necesarios pero no

imprescindibles.

En conclusión, diría que tenemos que apro-

vechar esta oportunidad y nos queda mu-

cho por hacer para poder avanzar. n

06CLARIDAD22.indd 66 17/11/11 11:06