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los dossieresde

Internet en manos de los adolescentes

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Por E. S.

L os adolescentes españoles son losque más riesgo presentan de con-vertirse en adictos a Internet entretodos los jóvenes europeos. Es de-

cir, presentan señales de aislamiento, irasci-bilidad y dedican a las redes sociales un tiem-po que deberían dedicar a otras actividades.Esa es una de las principales conclusionesdel informe Investigación sobre conductasadictivas a internet entre los adolescentes eu-ropeos, financiado por la Comisión Europeay en el que ha participado la ONG Protége-les. El documento traza una radiografía delas costumbres de los adolescentes en rela-ción a internet y las redes sociales más de13.000 jóvenes de siete países de la Unión:Alemania, España, Grecia, Islandia, PaísesBajos, Polonia y Rumanía. Así, el estudio afir-ma que un 1,5% de los españoles de entre14 y 17 años ya padece esta adicción y el

21,3% está en riesgo de desarrollarla, muypor encima de la media europea, que esta-ría en el 12,7%. Además, el 27,8% de los jó-venes españoles afirma utilizar Internet has-ta el punto de descuidar otras actividades.Estas cifras se debe a que los jóvenes espa-ñoles pasan más de dos horas al día conec-tados a alguna red social, ya sea Twitter, Fa-cebbok, Tuenti, Whatsapp o Youtube. Por de-trás de nuestro país en ese riesgo potencialde engancharse a internet está Rumanía, conun 16%, y Polonia, con un 12%. Ya por de-trás aparecen Países Bajos (11,4%), Grecia

(11%), Alemania (9,7%) e Islandia (7,2%).Hay que tener en cuenta que el 92% de loseuropeos tiene un perfil en al menos una redsocial y cerca del 40% pasan alrededor de2 horas conectados en un día normal de co-legio. La adicción entre los adolescentes queemplean 2 horas diarias en las redes son 3veces más frecuentes que entre los que pa-

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El 21,3% de los jóvenes españoles, en riesgo deadicción a la Red

Internet enmanos deadolescentesEl 21,3% de los adolescentes españoles está en riesgo de desarrollar una adiccióna internet, una cifra muy por encima de la media europea, y el 27% ha insultado oamenazado a sus amigos o conocidos a través de las redes sociales. Estas sonalgunas de las conclusiones de dos informes publicados recientemente, que hancontado con el apoyo de la Comisión Europea, y que EL SIGLO recoge esta semanaen sus dossieres: Investigación sobre conductas adictivas a Internet entre losadolescentes europeos, elaborado por la ONG Protégeles, y Adolescentes y SocialMedia: cuatro generaciones del nuevo milenio, promovido por la ConfederaciónEspañola de Centros Educativos (CECE).

En los últimos días han sido presentados dos informes, con el apoyo d

Los jóvenes españolesson los que más

utilizan las redessociales en Europa, un

91,6%

SOCIEDADlos dossieres

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san menos tiempo utilizándolas.Según el documento presentado reciente-

mente, existe un perfil muy definido de losjóvenes que potencialmente están en riesgode desarrollar una adicción en este sentido.Se trataría de varones entre 16 y 18 años, cu-yos padres cuentan con un nivel educativomedio-bajo (el 16,3% frente al 12,6% de los

que tienen un nivel educativo alto) y quesienten una falta de estímulos en el mundoexterior o se sienten decepcionados por él.La conducta adictiva a internet (CAI, comose denomina en el informe) es definida co-mo un patrón de comportamiento caracteri-zado por la pérdida de control sobre el usode Internet. Esta conducta conduce poten-

nº 1003. 28 de enero–3 de febrero de 2013 33

o de la Comisión Europea, sobre el comportamiento de los adolescentes en las redes sociales.

El adicto a internet esun chico entre 16 y 18

años cuyos padrestienen un nivel

educativo medio-bajo

EUROPA PRESS


cialmente al aislamiento y al descuido de lasrelaciones sociales, de las actividades aca-démicas, de las actividades recreativas, dela salud y de la higiene personal.

La aparición de los teléfonos inteligentesha provocado que los jóvenes no tengan quellegar a casa para conectar el ordenador ycomenzar a interactuar en las redes. Lossmartphones hacen posible que los adoles-

centes estén conectados permanentemente,y el hecho de que valoren mucho más las re-laciones sociales y conocer gente nueva, másque en otras culturas, provoca que, por ejem-plo, sean quienes más usan el chat y que enmensajería instantánea también estén porencima de la media europea, aunque por de-trás de Países Bajos y Polonia. Por ejemplo,en relación a la mensajería instantánea, los



El informe Investigación sobre con-ductas adictivas a internet entre losadolescentes europeos establececuatro categorías entre las tipologí-as de adolescentes con trastornos enel uso de internet y las redes socia-les, recogiendo también testimoniosde algunos de ellos:

Atrapado on line“Bueno, solía salir más. Salía, iba

a nadar o cosas así. No he ido a na-dar en 2 años. No he salido con misamigos por las tardes desde hace 4meses, esas cosas que descuidas”(chico, 16 años).

Este tipo puede tener necesidadde conocimientos, vivencias y expe-riencias off line, sin embargo debidoa las deficientes habilidades socialesse siente decepcionado, acosado oexcluido y por lo tanto “atrapado” on-line. Sus características son que ha-ce un uso excesivo de Internet; des-cuida las tareas rutinarias, como pue-de ser el colegio, los amigos o cual-quier otra obligación; tiene una difi-cultad para incluso reconociendo elimpacto negativo; y sufre algunosefectos negativos como alteración delsueño o ansiedad en el caso de queno se conecte a Internet.

Haciendo malabarismos“Como estoy ocupada y además,

paso mucho tiempo en internet, esdifícil manejarlo todo. Pero consigo

tenerlo todo hecho” (chica, 15 años)Este grupo de personas puede te-

ner necesidad de conocimientos, vi-vencias y experiencias offline, y ade-más tener un buen nivel de habilida-des sociales. Las actividades onlinepueden tener una estrecha conexióncon las actividades offline, como porejemplo, en el caso de que si se tra-ta de una persona con muchos ami-gos, tenga una alta participación enFacebook. Sin embargo, esta pre-sencia intensa online y offline provo-ca que el adolescente se vea ante unasobrecarga de compromisos.

Completando una etapa“Comencé visitando redes socia-

les como Facebook y me decía: “Aquíhay mucha gente, conozco a gentenueva, está muy bien”, me quedabamás y más tiempo, haciendo comen-tarios, subiendo cosas y creando ahíuna nueva vida, como una realidadvirtual. Creo que eso pasó. Después

de un tiempo pensé “has completa-do una etapa”, comienzas diciendo“¿Qué estoy haciendo ahora?”, tecansas de ello, lo apagas, sales y co-mienzas a reducir el tiempo que pa-sas online. Es como si hubiera com-pletado una etapa.” (Chica, 17 años).

En este caso se muestran una ne-cesidad de conocimientos, vivenciasy experiencias off line y tiene habili-dades sociales, pero, debido a las ca-racterísticas de desarrollo propias dela edad, él o ella experimenta un ci-clo de uso intenso de internet y la pos-terior ruptura a través de una auto-corrección (...) que llega a través de lasaturación; del reconocimiento de lasconsecuencias negativas que puedeacarrear, desde problemas físicos oconflictos con los padres; o de cual-quier otra motivación, como puede seruna relación romántica.

Matando el tiempo“Bueno. Realmente no me impor-

ta. Simplemente mato el tiempo. Mesiento tan aburrido…” (Chico, 17años).

Este tipo carece de necesidad deconocimientos, vivencias y de ex-periencias off line, y puede tener ha-bilidades sociales limitadas. El en-torno off line es percibido como“aburrido”, ya que carece de activi-dades de interés alternativas, y laparticipación online le ayuda a ocu-par su tiempo de una forma agra-dable, en una reacción automáticaal aburrimiento.

A través de esta clasificación, eldocumento elaborado por la ONG Pro-tégeles con el apoyo de la ComisiónEuropea procura proporcionar una he-rramienta que ayude a diagnosticarinicialmente a los jóvenes. El primery el cuarto tipo parecen tener un pe-or diagnóstico y un cuadro de pato-logías psicológicas complicado (an-siedad, depresión, trastornos de aten-ción, etc.) En estos casos, el trastor-no adictivo en relación a Internet pue-de ser “la punta del iceberg”, la ex-presión de una dificultad psicosocialmayor que requiere intervención, yaque estas personas difícilmente seautorregularán y necesitarán ayudaprofesional. Por el contrario, el se-gundo y tercer tipo parecen ser usua-rios funcionales y la pérdida de con-trol está relacionada principalmentecon patrones de desarrollo adoles-cente. Seguramente se autorregula-rán y no necesitarán de ningún tipode intervención, aunque el terceropuede invertir bastante tiempo en es-ta “etapa”, por lo que puede que ne-cesite algún tipo de ayuda.

Atrapados yaburridos

Los adictos a internet suelen tener escasas habilidades sociales.

El 27,8% de los jóvenesespañoles afirma

utilizar internet hastadescuidar otras

actividades

EUROPA PRESS



españoles se sitúan por encima de la mediaeuropea en su uso (70,5%) y por delante deellos los polacos (80,3%) y los holandeses(88.9%). En el caso de los chat, un 67,4%los utiliza, por delante de los griegos (48,9%)y los alemanes (43,2%). Los jóvenes espa-ñoles de 14 a 17 años son los que más uti-lizan las redes sociales en Europa, con un91,6%, seguidos de los islandeses, con el89,3%, y los holandeses, 87,3%, mientrasque los adolescentes que menos las usan sonlos griegos y los polacos. Sobre los video-juegos, los adolescentes españoles son losque tienen más control sobre estas herra-mientas y los que menos conductas disfun-cionales desarrollan. Solo el 6,7% de los quelos usa presenta conductas adictivas, conmucha diferencia entre los chicos (12,5%) ylas chicas (1,5%). Los países en los que exis-te un mayor porcentaje de adicción en rela-ción a los videojuegos son Rumanía y Gre-cia. También son los jóvenes de nuestro país los que sufren menos cyber-bullying o aco-so escolar en la red, un 13% frente al 22%de media europea. Sobre el acoso sexual enInternet, el 63% de los europeos de entre 14

y 17 años reconoce que ha contactado conpersonas desconocidas en internet, un por-centaje que desciende hasta el 59,7% en elcaso de España. El 58% de los jóvenes eu-ropeos ha accedido a imágenes pornográfi-cas en la Red, aunque para un 33% ésta hasido una experiencia desagradable. Españase sitúa entre los porcentajes más bajos deexposición a este tipo de imágenes.

Los juegos de azar con apuestas online, eluso de las redes sociales y los juegos de or-denador están estrechamente relacionadoscon una conducta disfuncional respecto a in-ternet en riesgo de desarrollar una adiccióna Internet o que ya la tengan, mientras quever videos o películas no guardaba relacióncon conducta disfuncional, y hacer los de-

beres o buscar información está negativa-mente asociado a ella a los comportamien-tos adictivos. Lo cual indica que cuanto másutilizan los adolescentes Internet para hacersus deberes o para buscar información me-nos señales muestran en este sentido.

Según explica el documento desarrolladopor la ONG Protégeles con el apoyo de laComisión Europa, los adolescentes se sien-ten especialmente atraídos por Internet de-bido a sus características de desarrollo, a sunecesidad de tener conocimientos y viven-cias debido a su curiosidad. Así, gracias a in-ternet y a las redes sociales, se divierten, ob-tienen respuesta de una amplia gama de pre-guntas, consiguen información rápida y ac-tual, y mantienen el contacto con amigosexistentes y nuevos. Internet, por tanto, fa-cilita la vida diaria de los adolescentes. Sinembargo algunos necesitan sentirse estimu-lados, fortalecidos. Un fortalecimiento quese adquiere mediante situaciones positivasonline, ya sea sentirse aceptado y valorado,aumentar la destreza en los juegos, o adquirirun sentimiento de igualdad hacia sus seme-jantes. El fortalecimiento puede rellenar un

Los adolescentes se sienten atraídos por internet debido a su necesidad de tener conocimientos y vivencias, debido a su curiosidad.

Los adolescentes denuestro país son

quienes sufren menosacoso escolar en la

Red, un 13%

EUROPA PRESS


vacío, cuando se trata de adolescentes conun déficit en habilidades sociales off line. Losadolescentes con bajo desarrollo de habili-dades off line pueden experimentar un altogrado de capacitación o fortalecimiento através de internet y por lo tanto, son más vul-nerables al desarrollo de una conducta dis-funcional con respecto a Internet.

La necesidad de tener conocimientos y vi-vencias propias del desarrollo adolescente, elhecho de que internet sea tan fascinante pa-ra los jóvenes y el fortalecimiento, resulta unacombinación que dispone frecuentemente aun periodo de intensa actividad online (siem-pre conectado y comprobando si tienen no-tificaciones nuevas). El autocontrol y la pre-paración para el cambio (la motivación en elcambio de conductas que causan problemas),son las estrategias utilizadas para hacer fren-te al modo “siempre online y comprobandosi tienen notificaciones nuevas”.

Acoso yamenazas através de laRed

O tro informe publicado reciente-mente, Adolescentes y SocialMedia: cuatro generaciones delnuevo milenio, promovido por

la Confederación Española de Centros Edu-cativos (CECE) y que también ha contado conel apoyo de la Comisión Europea, aporta da-tos interesantes. El estudio forma parte de lapublicación final del proyecto internacional“Stop violence on Social Media” promovidopor CECE, Intermedia Consulting y Davide.it,cuyo objetivo es reducir la exposición, elconsumo y el impacto de las principales ti-pologías de violencia entre los adolescentesde 10 a 16 años vehiculadas a través de losmedios de comunicación interactivos. Entreotras iniciativas, también se están llevandoa cabo charlas con alumnos de todos los cur-sos de ESO en las que se les explican as-pectos básicos de seguridad, protección dela imagen y reputación on line y prevenciónde violencia en la red.

El documento, que recoge los resultadosde esta encuesta entre 6.782 alumnos de 57colegios de España e Italia, pone de mani-fiesto que el 42% de ellos dedica más de treshoras al día a navegar por internet a travésde redes sociales y que el 72,5% tiene al me-nos un perfil en redes sociales. Sin embar-go, solo el 14% tiene una participación ac-tiva en la red, generando contenidos a tra-vés de blogs o colgando vídeos. De hecho,

el 80% de los adolescentes de entre 12 y 18años realiza un uso “pasivo” de la red y selimita a “consumir contenidos”, según ha in-dicado el consejero delegado de la ONG In-termedia Consulting, Reynaldo Rivera, queha participado en la investigación. En de-claraciones recogidas por Europa Press, Ri-vera ha indicado que, en el estudio, se hacalculado una relación inversamente pro-porcional entre el número de horas que los


Los españoles, los más enganchadosPersonas adictas y con riesgo de adicción a internet por país

Fuente:‘Investigación sobre conductas adictivas a Internet entre los adolescentes europeos’.

El perfil de los adictosPersonas adictas y con riesgo de adicción a internet por género, edad y nivel educativode los padres.

Fuente: ‘Investigación sobre conductas adictivas a Internet entre los adolescentes europeos’.

Mujeres

Hombres

14–15,9 años

16–17,9 años

Educación media-baja

Educación alta

Todos los adolescentes

Adictos a internet

En riesgo de adicción



adolescentes dedican a socializarse a travésde internet con su capacidad para relacio-narse de forma normal y establecer lazos deamistad en el mundo off line. Según el estu-dio, el 17% de los adolescentes consumepornografía a través de la red y el 6% reci-be material pornográfico de sus compañe-ros. Además, el 22% de los menores tienecontacto virtual con extraños.

El consejero delegado de la ONG Inter-media Consulting ha subrayado en la pre-sentación del documento la necesidad deromper con algunos clichés respecto a laconcepción que habitualmente se tiene delos “nativos de internet”. En este sentido, haseñalado que no todos los adolescentes uti-lizan internet de igual modo ni consumen elmismo tipo de contenidos. Así, Rivera ha ma-tizado que podría haber cuatro diferentes pa-trones del comportamiento de los menoresen internet entre los que ha destacado dosgrupos mayoritarios. El primero, del que for-ma parte el 39% de los adolescentes, lo for-man menores insertados en la sociedad, fa-milia y entre sus amigos de forma positiva,tienen un porcentaje alto de supervisión yorientación parental y suelen tener creenciasy prácticas religiosas. Este grupo presenta unconsumo bajo de contenidos violentos. Ade-más, tiene una baja disposición hacia adop-tar conductas relacionadas con el bullying oacoso.

En el otro extremo, hay un grupo (31% delos adolescentes) que se caracteriza por unamayor aceptación de actitudes y comporta-mientos violentos (ver apoyo) y que, por logeneral, no tiene ningún tipo de control pa-rental sobre los contenidos que consume enla red y que habitualmente se relaciona con“amistades peligrosas”, según ha indicadoRivera, que también ha reconocido diferen-cias entre varones y mujeres: ellos consu-men y aceptan más la violencia, aunque elciberacoso es más usual entre ellas, por loque “hay que plantearse la educación deunos y otras”, aseguró.

Aparte de estos dos tipos, existen otros doscon sus propias características. El tercero re-presenta al 21,8% de los jóvenes encuesta-dos. Son personas que carecen de vínculossociales consolidados, no se expresan libre-mente y tienen un bajo nivel de autoestima.Son usuarios ocasionales de los ‘social me-dia’ y sólo acceden a ellos desde sus casas.

No es una generación “violenta” o “proble-mática” pero suelen estar aislados de su en-torno. La cuarta representa al 7,9% de lamuestra. Son los grandes desconocidos por-que no han contestado a casi ninguna de laspreguntas. Sólo se sabe que tienen proble-mas en su familia: falta de cohesión y su-pervisión. Su dedicación al estudio es bajay presentan altos niveles de impulsividad.

Rivera ha señalado el deterioro de las re-laciones familiares como causa de una ma-la inserción social de los adolescentes queles lleva a adoptar conductas violentas den-tro y fuera de internet. Según ha asegurado,el documento muestra datos “significativos”como que el 71% de los adolescentes no sa-

be qué piensan sus padres en materia de re-ligión y política, al 75% de ellos no le hanexplicado cómo gestionar su propia afecti-vidad y el 42% navega sin ningún tipo decontrol parental.

Asimismo, el 42% nunca ha visto una pe-lícula con sus padres, el 73% no ha jugadocon ellos a videojuegos y el 60,4% nunca leshabla sobre lo que hace en internet. En estesentido, ha asegurado que “la falta de vida fa-miliar genera ciudadanos desconectados dela sociedad” y sin capacidad para discernirde qué contenidos son adecuados o no.

Por todo ello, recomienda que tanto pa-dres como profesores “se conviertan en alia-dos” para educar a los niños en el uso de lared. Según ha asegurado, los profesores de-berían ser modelos cercanos en el uso de lasRedes Sociales, a quienes sus alumnos pue-dan consultar. En este sentido, ha criticadola carencia de educación sobre el uso de lared que los niños reciben en los colegios yaque, según el estudio, “solo el 35% de losadolescentes tiene acceso a internet en elcolegio”.

El uso que los adolescentes dan a los me-dia interactivos no sólo influye en la acep-tación de la violencia (y por lo tanto en loscomportamientos de riesgo) sino también enel esfuerzo escolar: a mayor uso de video-juegos y redes sociales, menor es el empe-ño por el estudio medido en horas dedica-das a esa actividad. Es importante destacarque cuanto mayor es el empeño escolar, ma-yor es el capital generado: la asociación conlos comportamientos prosociales es positivay significativa.

El 66,9% de los adolescentes cuentan unalto nivel de supervisión: sus padres sabenqué hacen con su tiempo libre, se interesande sus estudios, etc. Sin embargo, la me-diación mediática es muy baja: ya que42,2% no controlan el tiempo que sus hi-jos dedican a ver televisión, jugar video-juegos o estar conectados a Internet; el48,3% no brindan consejos sobre el uso deesas plataformas; el 42% no comparte ha-bitualmente la visión de una película conla familia, y el 73,3% no juega con sus hi-jos a videojuegos.

El nivel de diálogo intrafamiliar es en ge-neral medio o bajo. Sólo es alto en el 27,5%.Sólo el 28,7% habla de la situación políticay económica de la ciudad o el país. Esto im-plica una pobre formación cívica y subde-sarrollo desde el punto de vista del capitalsocial. Como lo demuestran algunas inves-tigaciones científicas, la transmisión de unavisión de la historia y la sociedad permite alos adolescentes el salir del egocentrismo in-fantil para pasar a una mayor apertura haciaun contexto social y horizonte de sentidomás amplios.

El 60,4% nunca o casi nunca habla consus padres sobre lo que hace o le sucede eninternet y, coincidiendo con lo revelado eninvestigaciones científicas precedentes, só-


El 72,5% de los jóvenes cuenta con un perfil en una red social.EUROPA PRESS


lo una mínima parte de los adolescentes pue-den conversar con sus padres sobre un as-pecto que es esencial para su edad: la afec-tividad y la sexualidad. El 78,3% no dialogasobre cómo manejar el impulso sexual y só-lo el 25,4% conversa sobre cómo manejarmejor los sentimientos y afectos.

Esto último está asociado con la autoesti-ma (es baja cuando el diálogo es escaso) yel bulismo activo (es mayor cuando el diá-logo sobre cómo manejar la afectividad esmenor). El diálogo intrafamiliar que permiteal adolescente aprender a manejar su tem-peramento es clave para prevenir la violen-cia: quien más asistencia recibe de sus pa-dres en este aspecto, se ha demostrado me-nos dispuesto a insultar a sus compañerosen caso de provocación o utilizar la violen-cia para alcanzar sus objetivos. El clima fa-miliar es altamente positivo en el 39,9%, yla cohesión es elevada en el 49,7%.

“En conclusión, hemos identificado im-portantes gaps de relaciones interpersonalesal interno del grupo familiar, acompañadasde una cierta actitud permisiva de parte delos padres: el 16,9% de los adolescentes sos-tienen que sus padres les dan todo lo que les

piden y el 40,7% califican el clima familiarcomo permisivo”.

En relación al grupo de amigos de los jó-venes entrevistados: en el 56,1% son del mis-mo sexo, en el 69,1% de la misma nacio-nalidad, en el 62,5% de la misma religión,el 27,4% afirma no tener suficiente libertadpara poder expresar sus opiniones libre-mente, sólo el 8,2% considera a sus amigoscomo la fuente de información preferida so-bre temas de religión y política, y el 28,2%encuentra en su grupo de amistades una ayu-da para afrontar temas importantes en losque no encuentra asistencia de parte de suspadres. Cabe preguntarse dónde encuentraapoyo la mayoría restante. No sería extrañoque consideren la Red como el “lugar” don-de poder satisfacer necesidades que perma-necen insatisfechas en su vida off line.

Las amistades de los adolescentes son po-co “generativas” de capital social: sólo el29,7% practica un deporte o hace excursio-nes con sus amigos, y el 5,1% participa conellos de actividades de voluntariado. Sólo el30,2% de los entrevistados tienen un grupode amigos con los que realizan proyectosconcretos. l


Del análisis de los datos recogi-dos por el informe Adolescentes ySocial Media: cuatro generacionesdel nuevo milenio se puede obser-var que un importante porcentaje delos adolescentes presentan proble-mas de autoestima. Esto constituyeun factor de riesgo que influye en laadopción de comportamientos vio-lentos, como por ejemplo el cy-ber–bullying. Así, un 27% de losadolescentes entre 12 y 18 años di-ce insultar a sus conocidos o ami-gos a través de las redes sociales“cuando se les provoca”, el 19% ha-berlos amenazado y el 10% dice deestar dispuesto a gastar bromas hu-millantes a otras personas.

De hecho, el 37% de los adoles-

centes que participaron en el estu-dio piensa que es lógico tener ex-periencias nuevas y excitantes sinimportar si son poco convenciona-les o un poco ilegales (como porejemplo el sexting o el cyber–bully -ing). Esto confirma lo relevado enlos grupos focales: es muy baja laconvicción del daño que pueden pro-ducir ciertas conductas en los de-más. Según explica el documento,resulta interesante hacer notar queentre los jóvenes se ha difundidouna actitud que podríamos definirde tipo utilitarista: más del 8% con-sidera que la violencia es necesa-ria, útil e incluso agradable.

Esta tendencia se confirma al es-tudiar algunas de sus intenciones

respecto a la problemática en cues-tión: la violencia es aceptada si esútil para la defensa propia (54,7%)o para obtener un trabajo (el 24,9%estaría dispuesto a trabajar en unaempresa de medios que produzcacontenidos extremadamente vio-lentos). El 23,6% enseñaría a sushijos que usen la violencia en el ca-so de que lo necesiten. En ciertamanera, se puede afirmar que fal-ta la sensibilidad necesaria quepermita reconocer las consecuen-cias reales de factores que permi-ten o promueven la violencia, co-mo son por ejemplo la posesión dearmas o los contenidos violentosen los media. Sólo el 56% estaríadispuesto a firmar un manifiestoen contra de la violencia, el 26,7%está interesado en aprender a ma-nejar armas de fuego, el 12% fir-maría una petición para legalizarel uso de las mismas y sólo el

30,4% se ha mostrado dispuesto aapoyar leyes que limiten los con-tenidos violentos en televisión. Lafalta de conocimientos sobre el im-pacto que producen los contenidosmediáticos violentos puede ser en-tonces uno de los factores que ex-plican su consumo habitual entrelos adolescentes.

Ante este escenario, el Presiden-te de Intermedia Consulting, Rey-naldo Rivera, ha subrayado que sedebe romper con la idea de que lasredes sociales e internet “son lacausa de la violencia” y ha asegu-rado que “cualquier persona que esatacada en las redes sociales ha si-do atacada antes en el colegio o ensu barrio”. Por ello, ha recomenda-do que las campañas de prevenciónde violencia en la red no vayanorientadas a “alertar sobre los ries-gos” de internet sino a “fomentarlas relaciones”.

La escasa sensibilidad haciala violencia

El 80% de los adolescentes realiza un uso pasivo de internet.


EUROPA PRESS


de · po que deberían dedicar a otras actividades. esa es una de las principales conclusiones del...

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