de los dispositivos que producen la maternidad y la infancia

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    DE LOS DISPOSITIVOS QUE PRODUCEN LA MATERNIDAD Y LA INFANCIA: UN ANLISIS PRELIMINAR EN COLOMBIA FINALES DEL

    SIGLO XIX Y PRINCIPIOS DEL XX1

    Ana Cristina Len Palencia [email protected]

    Escuela Normal Superior Nuestra Seora de la Paz

    Al parecer la pregunta por la infancia a cobrado nuevo vigor, en tanto desde hace casi dos dcadas, se encuentran en el terreno educativo, discusiones, investigaciones, trabajos, entre otros, evidenciando una inquietud generalizada sobre sta subjetividad, posibilitando pensarla en tanto construccin social, histrica y cultural, que a travs de diferentes dispositivos emerge en el panorama social y se convierte en la piedra angular de la institucin educativa escolar en el siglo XX -en el caso Colombiano-. En ste sentido, la pregunta inmediata podra relacionarse con el porqu otro trabajo histrico sobre la infancia?, sin embargo, considero que an no se ha dicho todo sobre el particular, la historia de ciertas prcticas que constituyen sujetos; en ste caso se explorar, como la aparicin de la infancia esta estrechamente ligada con la construccin de la madre, en tanto su existencia permite una mirada particular sobre un infante que requiere ser protegido y una mujer dispuesta a hacerlo, por supuesto, ello implic posicionar a la mujer Colombiana en otro lugar. Es decir, que sta paso a ser el sostn de la familia, ubicada estratgicamente fue movilizada desde un espacio de invisibilizacin mantenida hasta ahora en el terreno social dado que se encontraba supeditado a la figura masculina, hasta ser parte central de todo un dispositivo de modernizacin en el pas.

    Del por qu la medicina?

    1 Este escrito hace parte de los resultados de un proyecto de investigacin titulado, El discurso

    sobre la Infancia en Colombia, su constitucin y transformaciones recientes, cuyos investigadores principales eran el profesor de la Universidad Pedaggica Nacional, Carlos Ernesto Noguera, y la profesora de la Escuela Normal Superior Nuestra Seora de la Paz: Dora Lilia Marn Daz.

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    En Colombia a finales del siglo XIX y comienzos del XX, se perciba un perodo de cambios, circundaban una serie de discursos, entre ellos, el biolgico, desde el cual se fue constituyendo una mirada de la infancia conformando lo que Senz, Saldarriaga y Ospina denominaron el campo socio-biolgico especulativo, es decir, un campo caracterizado por nociones y discursos no propiamente cientficos, desembocando en el desarrollo de disciplinas cientficas2, al igual que los saberes experimentales como la fisiologa y la medicina, y cientficos como la psicologa y la psiquiatra; dichos referentes se interceptaban y aglutinaban en un espacio discursivo referente al nio, se especializaban en l, quiz por ello se denomina al siglo XX, como el siglo del nio.

    A su vez discusiones como la generada en torno a la degeneracin de la raza cobraban importancia y usaban su lente sobre la infancia; la higiene y la moral sujetas a estos discursos, se elevaban y eran usadas al hablar del nio; por otra parte, surgan categorizaciones sobre la infancia como el nio anormal, el nio delincuente, de cuya redencin se hacan cargo saberes y prcticas, en general todos los saberes del hombre desarrollaron ramas especializadas en la infancia, as por ejemplo la criminologa infantil.

    El surgimiento de un nuevo elemento en el mbito escolar, como la pedagoga activa, cuyo subsuelo era la paidologa o ciencia del nio, en la cual se tenan en cuenta aspectos como la fisiologa, la psicologa, la higiene infantil, la fatiga infantil, entre otros, provocaron que el discurso mdico tuviera serias implicaciones en el discurso escolar.

    Con dichos aspectos en juego se presenta al mdico como el intelectual de la poca, tal como lo indican Senz, Saldarriaga y Ospina (1997): En los inicios del presente siglo, el mdico era el portador por excelencia de los saberes modernos que reorientaron la prctica pedaggica: fisiologa, psicologa y psiquiatra. Se trataba adems de un intelectual con una pluralidad de

    2 SANZ, Javier, SALDARRIAGA, Oscar, OSPINA, Armando. Mirar la Infancia: pedagoga, moral y

    modernidad en Colombia. Colombia, Ediciones foro Nacional por Colombia, Ediciones Uniandes, Editorial Universidad de Antioquia, Clo, 1997.

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    funciones y de prctica de vida profesional. El mdico era el ms autorizado para analizar los problemas de desequilibrio, enfermedad, anormalidad y degeneracin del nio y de la raza.3 Por lo tanto la medicina se convierte en uno de los saberes privilegiado en el pas (durante el perodo estudiado 1890-1940) en la construccin de lo social4, sino que adems el mdico se asume como el intelectual ms calificado para hablar de numerosos temas, entre ellos el jurdico el educativo; de sta manera, a travs de la exploracin en revistas medicas como: la Revista Mdica de Bogot y la Revista de los Anales de la Academia de Medicina de Medelln5, adems de algunos Manuales de Puericultura, rastrear lo que desde estas superficies se inscribe, ha permitido encontrar diversos enunciados a ser explorados, entre ellos: la preocupacin por las condiciones higinicas en las cuales debe encontrarse el nio, dado que unas condiciones inadecuadas propondran un detrimento de la construccin moral de ste sujeto, por otra parte, el nio, se convierte en el caballito de batalla de muchos discursos, pues ste es considerado el Futuro de la Patria, y su defensa y cuidado tienen especial atencin, la figura materna como estrategia de modernizacin, puesto que en ella se encuentra el pilar de la consolidacin de la familia moderna.

    Para comprender el lugar del discurso medico es necesario retomar el concepto de Biopoltica, desarrollado por Michel Foucault en sus trabajos, como: la forma en que, a partir del siglo XVIII, se han intentado racionalizar los problemas que planteaban a la prctica gubernamental fenmenos propios de un conjunto de seres vivos constituidos como poblacin: salud, higiene, natalidad, longevidad, razas, etc. Sabemos el lugar creciente que estos problemas han ocupado a partir del siglo XIX y los retos econmicos y polticos que han supuesto hasta hoy,6 en el marco de stas discusiones, estudios

    3 Ibd., p.54.

    4 Ver: SAENZ, Javier, SALDARRIAGA, Oscar y OSPINA, 1997.

    5 Publicaciones con cierta regularidad, pertenecientes a lo que OBREGON, a denominado

    como las sociedades cientficas en el pas, al respecto ver: 6FOUCAULT, Michel. Nacimiento de la Biopoltica, En: Esttica, tica y Hermenutica. Barcelona. Paids, 1999.

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    como el de Noguera (2003)7, en el cual se desarrolla sta temtica, describiendo el proceso de construccin de barrios obreros como el de Villa Javier en Bogot, la lucha contra la chica, stos son ejemplos de las estrategias biopolticas desarrolladas en el pas, cuya existencia fue posible a travs de diversos saberes; de manera similar, las figuras de infancia y la madre, adquieren un lugar privilegiado en el proceso modernizador del pas.

    Senz, Saldarriaga y Ospina (1997)8, explican el proceso de apropiacin de lo moderno en Colombia, bajo la presencia de saberes como la psicologa cientfica, la medicina y la fisiologa experimental, la psiquiatra, la administracin cientfica, la sociologa y la antropologa9 que entran en juego y conforman el campo de existencia de lo moderno, enunciando un pueblo apestado, degenerado, que da miedo una ciudad que apesta,10 una tecnologa de lo social, que lo atraviesa en el orden de lo privado, la familia, el hogar; llegando a lo pblico, los centros de proteccin a la infancia, los hospitales, los barrios obreros. Este conjunto de discursos y prcticas sociales, permiten hablar de una medicina social, fundamentada en una tecnologa del cuerpo social11. Descrito por los autores arriba mencionados, a travs de tres rejillas mediante las cuales lo moderno toma forma en el pas, en las que se entrecruzan prcticas y discursos, biolgicos, eugensicos, mdicos, catlicos entre otros, ellas son: la desconfianza en el pueblo, cuyas tensiones se hallaban en la idea de un raza enferma, primitiva y violenta, que necesitaba de regeneracin; una segunda rejilla en la desconfianza en el individuo, basada en una estrategia de individualizacin, formacin de individuos tendientes a la riqueza y el progreso material, por ltimo la rejilla de la censura eclesistica o autocensura, revelada en la condena de discursos y prcticas que contrariasen los dogmas catlicos12.

    7 NOGUERA, Carlos. Medicina y Poltica. Discurso mdico y polticas higinicas durante la

    primera mitad del siglo XX en Colombia, Medelln. Fondo Editorial Universidad EAFIT, Cielos de Arena, 2003. 8 Op. Ct, Mirar la Infancia

    9 Ibd. Tomo II. p.04.

    10 Op. Ct .NOGUERA, Carlos. Medicina y Poltica. Discurso Mdico y prcticas higinicas

    durante la primera mitad del siglo XX en Colombia. 11FOUCAULT, Michel. La vida de los Hombres Infames. Ediciones la Piqueta. Madrid, 1990, p.124. 12

    Op. Ct. Mirar la Infancia Tomo II. p. 5-6.

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    La medicina saber privilegiado en ste proceso, genera para su legitimacin- siguiendo a Donzelot13 -, una alianza con la madre, en la cual se reconoce al mdico como el profesional encargado de la proteccin a la infancia, dadas las altas tasas de mortalidad infantil denunciadas por mdicos de la poca: En algunas ciudades de Colombia la mortalidad en los nios es verdaderamente alarmante. Si en algunos centros ello puede obedecer a las inclemencias del clima o a las malas condiciones higinicas de las poblaciones, en la mayora de los casos esa mortalidad tiene sus causas en una alimentacin poco sana y en la ignorancia de las madres14, motivo de los alarmantes niveles de muerte de los nios, () unas veces la pobreza, otras veces la ignorancia, vienen conducir la tumba un feliz beb. Queda un hecho positivo y es el descrdito del medicinador." 15 De sta manera las madres, dada su falta de educacin ignorancia-, y los mdicos cuya obligacin es evitar tal descrdito, seran los encargados de Proteger a la infancia, por supuesto para una misin de tal envergadura no se encontrarn solos, para ello Casas de Proteccin a la Infancia, la fundacin de la Gota de Leche, Salas Cuna, Centros de educacin dirigidos a las madres, Dispensarios, manuales de puericultura, entre otros. Queda entonces enunciada dicha alianza, con propsitos que describir posteriormente.

    La medicina como prctica social, encontrara un claro ejemplo, en lo que denomino la constitucin de un dispositivo de maternalizacin, y por ende de infantilizacin, puesto que ambas figuras seran configuradas de manera paralela, a travs de estrategias educativas y moralizadoras.

    La infancia y la madre Como se anuncio anteriormente, tanto la figura de la infancia, como la de la madre moderna, se nutrieron mutuamente en su consolidacin, permitiendo que una y otra emergieran de manera particular, pero, cmo se explica ello?

    13 DONZELOT, Jacques. La Polica de las Familias. Valencia (Espaa). Pre-textos 1979.

    14 La Reforma Social en Colombia por Enrique Prez. En Revista Cultura. 1934.

    15IRIARTE, R. Marco A. Mortalidad Infantil en Bogot. Revista Mdica de Bogot, N 314, Junio/1906, ANMB, p. 326.

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    En primera medida, al preguntarse por stos elementos se produce una necesaria ruptura con dichas figuras como ideas no naturales, es decir, como construcciones sociales, culturales e histricas, generando una ineludible sospecha sobre stas ideas en tanto nos constituyen como sujetos, en el caso personal como mujer madre?; es imprescindible la lectura de quienes sospechan de esas ideas naturalizadas socialmente, caso del francs Phillipe Aris16, quien pese a las crticas historiogrficas hechas a su trabajo, usa elementos como la iconografa para desnaturalizar la infancia, y en ella la idea de una infancia protegida, amada, antes bien describe un nio lanzado fuera del seno familiar, a quien se deja en manos de un noble, una nodriza, sirviente, cuando no a su suerte, para que fuese cuidado, educado o se le permitiera sobrevivencia. Rompiendo con esa natural creencia de un nio salvaguardado por sus padres, se rompe con la misma idea de familia moderna, pues su eje, los nios, no tienen preponderancia, sin olvidar el mimoseo por esa cosita graciosa, que es el nio. Por lo menos, en la sociedad francesa, se da mayor importancia a la vida social, cortesana, de los siglos XVII y XVIII. Otro aspecto a denotar, es la no particularidad del nio en tanto ste es considerado un adulto en miniatura.

    Por otra parte, el dispositivo de maternalizacin e infantilizacin se produjo a travs de varios mecanismos, entre ellos: la responsabilidad social impuesta a la madre, puesto que en sus manos se encontrara el futuro de la nacin; en segundo lugar la culpabilizacin a las madres, debido a las altas tasas de mortalidad infantil en el pas y finalmente, la alianza entre mdico y madre, en pro de una legitimacin social mutua.

    De la responsabilidad social, porque no hay escuelas maternales para animales? A propsito de la mujer se configuraron una serie de discursos que tenan por objeto, convencer a la mujeres de esa realidad y funcin natural, la de ser madre, si hasta los animales llevaban a cabo dicha tarea, por qu seran las hembras, de la especie humana, la excepcin a la regla?, para aclarar ste

    16 ARIS, Phillipe. El Nio y la Vida Familiar en el Antiguo Rgimen. Madrid. Editorial Altea,

    Taurus, Alfaguara, S.A., 1987.

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    asunto es conveniente detenerse en el estudio de Elisabeth Badinter17, en tanto la maternidad sera antes que una regla natural, una realidad social. La pregunta por la existencia del instinto maternal, es decir, aquello que se supone hace parte de la naturaleza femenina, y produce en sta el conocimiento necesario y la funcin natural del cuidado de su descendencia; pues bien, la autora se pregunta por sta clase de instinto que se manifiesta en unas mujeres s y en otras no?, porqu se amenazaba a la madre que se negase a amamantar a su hijo?, la naturaleza se vengar y la castigar en su carne, sobre ella caeran una serie de enfermedades, las cuales tenan por supuesto una explicacin, pseudocientifca18. Badinter en su investigacin, en el marco de la sociedad francesa del siglo XVII, describe como la mujer de la clase alta en las ciudades, prefiere mantener una agitada vida social, dejando al nio en manos bien sea de una nodriza, preceptor, en un convento internado, encargando el cuidado de ste a otros, en desvo de su supuesta ley natural. En Colombia, la situacin se presentara en un orden distinto, en tanto el auge de ideas como la necesidad de regenerar una raza, exigan de un personaje que brindar las condiciones ms favorables, para que ese futuro de la nacin, semilla del maana, estuviese en un ptimo estado higinico, tanto fsica, moral e intelectualmente, produciendo un cruce entre ideas eugensicas e higinicas y la mencionada, aparente ley natural, entre otras, obteniendo como resultado la responsabilidad social de la mujer, de cuidar, proteger y salvaguardar al nio, que representaba un futuro individuo regenerado, no peligroso, y formado bajo los principios morales y catlicos que se aoraba del pueblo colombiano. De igual forma, la mujer haca parte de esos individuos en los cuales se desconfiaba, por lo tanto, la responsabilidad se compartira con el mdico, finalmente es quien posee el conocimiento que una tarea de tal envergadura requera, se exige entonces, que sea l quien eduque a nuestras madres modernas colombianas, y lo hace a travs de diversas estrategias, entre estas la promulgacin de manuales de puericultura, los cuales deban estar junto al beb en todo momento, en ellos se explicitaban todos los cuidados que la

    17 BADINTER, Elisabeth. Existe el Instinto Maternal? Historia del Amor Maternal. Siglos XVII al

    XX. Ediciones Paidos.1991. 18

    Ibd. p. 161.

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    madre deba tener para con su hijo, desde como tomarlo en sus brazos, baarlo, alimentarlo, vestirlo, hasta como responder a la pregunta que todo nio se hace en su vida, de dnde provienen los nios?19De otro lado, se implementaron campaas de educacin a las mujeres en los dispensarios, se conformaron sala cunas, centros de proteccin infantil, as como anuncios publicitarios y difusin de sta idea en revistas y semanarios de produccin nacional20. En ste sentido:

    Qu debemos aprender las mujeres? Aprended a ser madres Porque siendo ellas las depositarias de la continuidad de la vida, sobre quienes pesa la mayor parte de responsabilidad en el porvenir fsico y moral de la especie humana, constituye la maternidad el ms sublime y el ms lgico de los objetivos de la mujer; tan sublime y tan lgico que casi no puede venir al cerebro la idea de mujer sin venir al mismo tiempo la de madre21.

    Por qu mueren los nios? An cuando la bsqueda de datos estadsticos a razn de las imposibilidades en el perodo estudiado, es recurrente la denuncia de varios mdicos a cerca de las altas tasas de mortalidad infantil en el pas, cuyas causas se encontraban en el plano de las inclemencias del clima, las condiciones higinicas, los cuidados inadecuados, la precaria alimentacin, se asuma como una de sus causas, a la madre, pues su ignorancia sobre el cuidado de los nios, tena en estos, consecuencias desastrosas, as por ejemplo se deca: En algunas ciudades de Colombia la mortalidad en los nios es verdaderamente alarmante. Si en algunos centros ello puede obedecer a las inclemencias del clima o a las malas condiciones higinicas de las poblaciones, en la mayora de los casos esa mortalidad tiene sus causas en una alimentacin poco sana y en la ignorancia de las madres22; dos causas se nombraban con especial fervor, la ignorancia y la pobreza.

    19 En: VASCO, Gutirrez Eduardo. El Breviario de la Madre. Medelln, Segunda Edicin.

    Editorial Bedout, 1956. 20

    Al respecto, ver en la investigacin titulada: La infancia en Colombia: su constitucin y transformaciones recientes, pues una de sus lneas de trabajo fue la revisin de algunos semanarios y revistas de circulacin nacional, a lo largo del siglo XX. 21

    BEJARANO, Jorge. La Madre y su primer Beb. Bogot Editor, J. OASIS., 1919. 22

    La Reforma Social en Colombia por Enrique Prez. En Revista Cultura.

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    Se visibilizan entonces las falencias de las madres en tanto no cumplen con su labor natural, pues en su mayora se encuentran fallas en el proceso de crianza y cuidado a los nios, puesto que stos desprovistos de defensas y con su nico escudo en los brazos de quien los engendro, ven disminuida su existencia, a causa de madres que desconocen los mnimos cuidados de higiene, que han de tenerse con un beb, los adecuados preceptos de limpieza en el hogar, libre de microorganismos, de podredumbre y con la ventilacin e iluminacin apropiada; en sta lgica, la construccin de barrios obreros en condiciones higinicas favorables, parte de las estrategias biopolticas contingentes.

    Por otra parte, las mujeres no permiten que sus hijos se nutran con el alimento con el cual la naturaleza las ha dotado y el ms indicado en la lucha contra la mortalidad, la leche materna, sobre su uso, se lleva a cabo toda una campaa, frente a sus beneficios, y contraindicaciones de su no aprovechamiento, adems, un nio sera ms sano, en tanto su madre lo alimente, no en vano se denuncian los perjuicios que una alimentacin artificial puede traer al nio, por ejemplo los peligros de una no apropiada pasteurizacin de la leche de vaca, la ms usada luego de la leche materna, y la que por sus altos niveles de infeccin de microorganismos, puede causar ms inconvenientes23. Se hace mencin a las nodrizas, mujeres que alimentan a nios diferentes a los propios por dinero, posibilitando que su prole sufra las consecuencias ms lamentables, como la atrepsia,24 sta acusacin redunda en el sentido de culpabilidad, que ha de acompaar a la madre. La leche es a su vez, un mecanismo de transmisin de los vicios morales, lo cual hace de la eleccin de una nodriza, un proceso controlado, en el que la ms sana y menos viciosa, sera la ms apta para dicha labor. La madre recibira bendiciones s obedece a la naturaleza, pues sta () ha ordenado que la madre lacte a su hijo; su conformacin, el instinto del nio, todo demuestra que as debe ser. Qu bendiciones no recibe una madre que

    23 Ver: RESTREPO, Alonso. Leche. Un imperativo alimenticio y un problema sanitario. En

    Anales de la Academia de Medicina de Medelln, III poca-Volumen III, N 4, Diciembre-Enero-Febrero-Marzo-Abril-Mayo, Medelln.1947. 24

    Entendida, como el conjunto de sntomas producidos por la alimentacin insuficiente en los recin nacidos.

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    tiene la satisfaccin de amamantar a su hijo; su vida posterior como mujer, el desarrollo de su nio, el futuro de ste como hombre, todo queda sellado favorablemente y para siempre, cuando la madre obedece sus leyes naturales25. La lactancia le permitira no solo no adquirir enfermedades, sino tambin, la satisfaccin personal que ello proporcionara, ya que: La madre que cra a su hijo, lo ver siempre gordo y risueo, dormir tranquilo toda la noche, los dientes vendrn, uno en pos de otro, sin ningn accidente, y desterrar al mdico de su casa por mucho tiempo; no tendr erupciones en la piel, ni diarrea, y al decir que tiene ocho meses, le dirn las otras madres que parece de un ao26, se convertira entonces en la madre modelo.

    La educacin que debe dar la madre a su hijo, no se restringe a lo higinico, en el nivel corporal, en lo moral es imprescindible en esta estrategia, ya que retomando a Lpez de Mesa, el nio deseable deba cumplir con las cuatro reglas elementales de la pureza: Que un nio es elegante, cualquiera que sea su posicin social y econmica, su raza y familia, si cumple con las cuatro reglas elementales de la pureza, o tetrlogo de la distincin personal, como pudiramos llamarlo: limpio de cuerpo, limpio de vestido, limpio de palabra y limpio de pensamiento27. Se culpabiliza a la madre por la muerte de su hijo, en tanto su ineficacia en la crianza, su ignorancia en ste sentido, y su propia degeneracin moral y fsica, se buscan entonces soluciones a tal problema para ello: PREPARESE E ILUSTRESE si carece de aquellos conocimientos elementales, obtngalos ya que si Ud. lo desea, no ha de faltar quin se los ensee, y si logra encontrar a la mano una escuela-taller en donde se prepare para el manejo del hogar, estudiando economa domstica, lavado y planchado, corte y costura y todo aquello que usted, va a necesitar en su casa, haga cualquier sacrificio por incorporarse a esa institucin. Ud. sabe que existen escuelas especiales y que

    25 BARBERI, Jos Ignacio. Manual de Higiene y Medicina Infantil. Al uso de las Madres de

    Familia o sea Tratado Prctico sobre el Modo de Criar a sus Hijos y Atenderlos en sus Enfermedades Leves. Bogot Editorial guila, Segunda Edicin, 1938. p. 10. 26

    Ibd. p. 12. 27

    LPEZ DE MESA, Luis, en la introduccin al texto de: Torres Umaa Calixto y Bejarano Jorge. Nociones de Puericultura, I. El Cuidado de la Salud, II. Educacin del Carcter, Biblioteca Aldeana de Colombia, 1936.

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    por todas partes, puede encontrar si lo quiere, ocasiones de formarse,28 y por supuesto son conocimientos que se deben aprender desde la infancia: Desde luego hay que cultivar en la nia su feminidad y su delicadeza, y hay que preparar no solamente su mentalidad sino tambin su organismo todo, para lo que ha de constituir la funcin primordial de su vida.

    Una alianza Se hizo imprescindible la creacin de una alianza entre madre y mdico, para que sta estrategia de medicalizacin29 funcionar, puesto que se requera en el hogar, de quien realizar una suerte de control mdico, ejercido gracias al proceso de educacin que la madre haba recibido del mdico, es ella sus ojos y manos; se especializaba en los cuidados del nio, pues es finalmente lo que ms interesa en su educacin, por ello es sobre quien recae la responsabilidad de los cuidados, higinicos, alimenticios y morales de la especie, debe conocer entonces como es el desarrollo normal del nio, cuales son las seales ante las cuales debe estar alerta, convirtindose en la mano derecha del mdico, a quien debera avisar cualquier anomala. Pero, que beneficios obtienen stos personaje de dicha alianza?, la madre sin duda un reconocimiento a nivel tanto privado como pblico, pues siendo la reina del hogar, es quien permite que ste exista, sin embargo, en tanto su importancia social se hace legtima es a su vez ms regulada desde lo ntimo, creando una madre moderna perfecta, para los intereses del momento. El mdico por su parte, se legitima como el intelectual de la poca, pues su saber en constante tensin con lo popular, con personajes como las parteras- aquellas mujeres que ayudaban a la mujer en el alumbramiento-, por lo tanto es ste quien tiene el saber-poder sobre numerosos temas, a quien ha de recurrirse ante inquietudes de tipo jurdico, social, econmico y cultural.

    Estos aspectos dan cuenta del mencionado dispositivo de maternalizacin, y a la vez de infantilizacin, puesto que la configuracin de la Infancia, esta

    28 dem, p. 151.

    29 Foucault desarrolla ste concepto como el hecho de que la existencia, la conducta, el

    comportamiento, el cuerpo humano, se viesen englobados, a partir del siglo XVIII, en una red de medicalizacin cada vez ms densa y amplia, que cuanto ms funciona menos se escapa a la medicina. En: FOUCAULT, Michel. La vida de los Hombres Infames.1990.

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    ntimamente relacionada con la configuracin de la figura materna, as, sin los cuidados de una madre hacia su hijo, ste no podra existir, del mismo modo que sin la presencia de dicho sujeto, susceptible de ser cuidado, desprovisto de proteccin, en un estado de indefensin, el papel de la madre no tendra lugar.

    Para no concluir

    Son varias las inquietudes que sta indagacin sugiere, cul es la distincin entre mujeres ricas y pobres?, fue igual el proceso para las mujeres obreras?, cmo funciona este dispositivo, en la conformacin de la familia?, cul es el lugar de lo masculino en lo mdico?, cules son las posibles resistencias no, al dispositivo de maternalizacin?, entre otras que obligan a continuar el proceso de investigacin sobre ste asunto, as como de desnaturalizacin de la idea de la maternidad como ley.

    Lo interesante de sta manera de hacer historia es que atraviesa los cuerpos, en tanto afecta las formas en que hemos sido construidos como sujetos sociales, desequilibrando aquello natural y obligndonos a tomar postura frente a las maneras tradicionales de entender-nos, en un ejercicio de como lo propona Foucault, hacer una ontologa histrica de nosotros mismos.

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    BIBLIOGRAFIA

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    LPEZ DE MESA, Luis, en la introduccin al texto de: Torres Umaa Calixto y Bejarano Jorge. Nociones de Puericultura, I. El Cuidado de la Salud, II. Educacin del Carcter, Biblioteca Aldeana de Colombia, 1936.

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    NOGUERA, Carlos. Medicina y Poltica. Discurso Mdico y prcticas higinicas durante la primera mitad del siglo XX en Colombia. Medelln. Fondo Editorial Universidad EAFIT. Cielos de Arena. 2003.

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    VASCO, Gutirrez Eduardo. El Breviario de la Madre. Medelln, Segunda Edicin. Editorial Bedout, 1956.