~IDEA DE ESTE LIBRO.~>

Siempre he rehusado poner mi humilde nom .. bre frente á una obra agena temiendo aventurar un juicio que no pudiera ser aceptado por cual­quier ctítico imparcial; pero ahora he sido cauti­vado por un convencimiento, el más profundo, que no creo hiperbólico asegurar que mi modes­ta opinión vá .á ser considerada por los amantes de las letras mexicanas como merecido tributo al talento de un jóven soñador que acaba de remon· tal' el vuelo á los espacios de lo desconocido.

¿Qué es el presente libro? filigranas en verso, cantos primitivos de un niño que comenzó á ins­pirarse con los más tiernos y dulces afectos de la alma.

Patria! hogar! familia! todo aqtiell0 quecomien­za en la Natura y vaga en ]0 infinito de la Idea.

Sigue la noche á la Alba;la penumbra á la clari­dad.

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El poeta tiene que conocer las tinieblas, deseen· der al caos porque de sombras es su destino!

Cuando el sentimiento oculta en eJ corazón im­presiones misteriosas y el espíritu desgarrando las nubes que le obstruyen el paso á 10 ignorado tien­de las alas al cielo dónde brillan las auroras del idealismo, se siente la necesidad de expreslf cada emoción como una melodía que brota de nuestro ser para unirnos con los demás.

El poeta no ama solo; no siente solo; no llora solo; su amor, sus sensaciones, sus lágrimas son las lág~rimas, las sensaciones el amor harmónico que debemos a la /humanidad. .

El poeta vive entre la tumba y el cielo, entre el crepúsculo y la obscuridad: es el Sol que brilla tras de las tempestades, es el átomo entre la rea­lidad y el sueño, es flor ~ a ve y ángel á la véz, so lo le conocen el dolor y el secreto y solo le aman el l1flnto y la muerte.

Misionero de otras regiones, peregrino de pla netas, lejanos en vano luchará por salvarse de la prue ba, en vano buscará e 1 Sol del bien de los azules hemisferios adónde el espíritu conocerá la verdad.

En este libro se encuentra inspiraei6n y ta­lento.

México Septiembre de 97.

"Leer á un autor es ponerse en comunicación con su alma. Acaso un libro no es una confiden­cia hecha á un amigo ideal, una conversación en la que se halla ausente el interlocutor?

No hay que tomar siempre al pie de la 1etra lo que escribe un autor: deben tenerse en cuenta los sistemas filosóficos óliterarios. las afecciones de la moda, las reticencias exigidas, el estilo propio ó encargado, las imitaciones ac1mirati vas y, en una palabra, todo lo que puede modificar las formas exteriores de un escritor. Pero á través de todos estos desvíos, la verdadera actitud del alma aca­ba por revelarse para quien sabe leer; la sinceri~ dad pensada e~tá muchas veces entre lineas y el secreto del poeta, aunque no quiera entregarlo á la multitud se adivina á la larga; los velos caen uno tras otro y se descubren las palabras del . enIgma. u

En efecto el poeta en sus dos faces exprime RUS

sentimientos, expone sus ideas y juzga á la socie­dad y á la creacion con arreglo á su ideal ó pro -

IV

cede por imágenes y descripciones lleva las cosas á la. vista del lector; dibuja, viste é ilumina exac­tamente sus personajes, les pone en la boca las palabras que tienen que decir y se reserva su opi­nión.

Francisco de Alba, el joven autor de la colec­ción de versos que forman este volúmen acaba de partir de este mundo encargándome los diera á luz lo que hago, sin vaci ~ ar, por creerlo de mi de · ber y porque no juzgo desposeidos de mérito los pensamientos que dejó escrito".

Dígnese el lector ser indulgente.

~ c--@~-O_oQo4"~'·~o<>.-O--~

Ruiseñor parlero que tranquilo moras en el bosque, oculto vertiendo tus notas;

tú, salta n do alegre por las tiernas frondas á tu d uIce amada blando nido formas.

¡Feliz si útra ave tus caricias roba, dichoso si cantas, dichoso si lloras!

Tórto1a afligida que el seto abandonas y al desierto nido lenta y triste tornas: tú cierras las alas y gimiendo entonas no sé qué canciones de tristeza honda.

¡Feliz si desden es tu arrullo deplora feliz si te quejas, si cantas ó lloras!

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Hay almas que tristes ni sufren ni gozan y parecen aves con las alas rotas . .. . . , que ni an1(,r ofrecen ni amor ambicionan, fuegos solitarios flores sin aronla. ¡Pobres de esas aves huérfanas y solas que ni goces cantan ni tristezas lloran!

Donde brotó un abrojo brotar puede la rosa perfumada

y 01vidamos, sintiendo su perfume la espina que desgarra.

¡Ay! por ventura es cierto, es indudable que aSÍ, dentro del alma

puede, también brotar una sonrisa donde brotó una lágrima!

La hablé de amor y al oírme, con la sonrisa en los lábios, viéronme tristes sus ojos puso su mano en mI mano y al fin, cariñosa y dulce me dIjO, en acento blando;

-Tu amiga soy y mintiera al decirte que te amo; duermen aún mis pasiones; calla ¡haz venido temprano.

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Callé y al pasar los días, loco de amor y entusiasmo volvHa á ver, á su oído frases de amor murmurando.

l\1e oyó afectt"\osa y su~ ojos ví de ternura bañados y con sonrisa hechicera con voz de infinito alhago

-Calla! exclamó, no prosigas­al corazón angustiado .otro ro hó mi cariño Déjame ...... tarde has llegado!

Amor, amor luz brillan te cuyos fulgores no alcanzo, fruto que mi alma ambiciona sin que consiga tvcarlo; .

librame ya de tu peso, no acíbares mi quebranto porque bastante he sufrido, porque bastante he penado, hoy porque llego ya tarde ayer por llegar temprano!

Guadalupe de Zacatecas.

Septiembre de 1887.

Aspirando febril de tu aliento la lúbrica esencia,

fijo solo en lus rizos que orlan tu frente serena

y siguiendo en tus ojos obscuros Ja luz que chispea ..... .

¡cuántas veces, mi bien á tu lado las horas fe !ices correr ví ligeras!

2

12

¡Ay! entonces la frase en mi labio asómase y tiembla

quiero abrir á tus ojos del alma la lóbrega cuenca ...... !

quiero, audaz, enseñarte el abismo la sima honda y negra

dónde oculta su amor imposible quien ama en s11encio, quien ya nada espera.

Imposible! la frase en mi labio desmaya y se hiela

viendo fijo tus ojos obscuros, tu frente, tu trenza;

que hay, mi bien afecciones extrañas que nunca se expresan

pensamientos de amor muchas veces no salen, estrofas, y al cerebro se vuelven ideasf

y á no hay en tu pecho ni un solo suspiro; yá tiernos tus ojos no buscan los míos; cesó mi recuerdo,' murió tu cariño ..... . ¡qué amarga es la ausencia, qué triste el olvido!

,Hoy cruzo los vall~ s que juntos corrimos y en ellos solo hallo silencio y hastío: las auras dormidas, los nardos marchitos,

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¡qué mustias las flores, qué helad o el rocío!

Las aves inquietas que en rápidos giros volaban en torno. de alero vecino ya lanzan alegres sus últimos trinos ya dejan la playa ya deja n el nido!

Praderas sin fiares ve!"Jtanas sin lirios ¡qué agreste es el vaIJe! el cielo ¡qué limpio! . qué mudo el alero, qué tristes los nidos!

Yo amándote siempre con loco delirio, tú, siempre olvidando mi largo suplicio ..... . ¡qué horrible es hallarse del cielo proscriptor ¡qué amarga es la ausencia, qué triste el olvido!

1

Nubecillas de nieve y de gaza que en la frente os meceis del espacio, leves copos de espuma que el cielo con envidia robó de los lagos.

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Sois alitas, quizá de palpméls que la altura en su vuelo escalaron, ó, tal vez, una novia inocente en el cielo os dejara olvidados, desprendidos giro~1es de blonda de su trélje purísimo y . blanco?

Ah! pasad, sois vosotras las preces que los niños á Dios elevaron; pensamientos de púdica virgen que al azul ascendieron alauos!

Ah! pasad. en mi lira no hay notas, ni suspiros d~ amor en mis cantos .... . . ya mis flores ajadas se, inclinan ya mis sueños por siempre volaron.

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Nubecillas de grana y de oro que buscais de 1a aurora los rayos, ténu ~s franjas que el iris bordea con encajes de rosa y topacio ..... .

Sois mejillas que pura s se inflaman al sentir de una boca el contacto ó las niñas coquetas que alegres entreabris el Levante rosado aguardando, de gala vestidas, la salida del Rey de los astros?

Ah! pasad nubecillas, vosotras sois promesas y risas y alhagos) juramentos de amor no cumpidos que á la altura los aires llevar0n ..... .

Ah! pasad .... ni murmuro su nombre ni há mi pecho su imágen guardado ..... . ya mis ojos no buscan sus ojos, ya mi mano no toca su mano!

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Gruesas nubes de múltiples formas que los cíe los cruzais imitando ya el castillo feudal en fuinas, ya la copa arrogante del árbol.

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Sois cual sueños viriles del jóven q"ue dirige á la gloria sus pasos, concepciones, tal vez, -que el poeta se forjó del delirio en los raptos y que huyendo á la ñma, rebeldes, de su mente, en trápel escaparon?

Ah! pasad gruesas nubes! vosotras hijas sois de la fiebre de Mármol, rocallosas montañas sin órden que fiotais sobre mares extraños!

Ah! pasad .... ni persigo la gloria, ni conservo en el alma entusiasmti; ya en la hoguera apagada no hay chispas, ya en él nido desierto no hay cantos! "

IV

Densas nubes de miembros gigantes que inflamais vuestros senos hinchadús, alas negras de atléticos buitres

" que cubrís de cresp6n el espacio ..... . Sois, tal vez, un engendro del Mundo

que 0S formó con crespones de llanto, sois quizá el pensamiento sombrío que cruzó por 1a mente de Byron, al sentir en regiones extrañas del hogar los recuerdos amargos?

¡Ah, venid negras nubes, vosotras sois tristezat dolor. desengaños, fiel imágen del alma que liba de la duda los cálices agrios ...... !

¡Ah venid negras nubes. No tengo ni ternura. ni amor, ni arrebatos ..... . descended á la tierra en torrentes rujan ya en vuestro seno los rayos!

Guadalupe de Zacatecas Julio de 1888.

RISAS Y LAG RIMAS ~

..A. ___ _

Brille en tus ojos la dicha .... r

Oye; en las alas del viento el rumur de la campana trae vibradores acentos ...... !

Debes reir; al que nace, después del triste silencio, la campana de la iglesia el bautizo anuncia luego anunciando, coa sus ecos, los regocijos primeros.

Ven al santuario conmigo y de rodillas oremos, para a partar de nosotros inolvidabk" recuerdos.

Mira ti aurora que luce.. . .. oye del ave el gorgeo ..... . el paisaje está en la tierra, la majested en el cielo~

Todo recuerda, bien mío, ilusiones de otro tiempo, todo nos habla de amores ..... . todo rt:spira contento!

* :1: * Deja que corra tu llanto ..... .

Oyes el són lastimero conque parece quejarse la esquila del cementerio?

Debes llorar . . .. otras veces alza á la al tura tu ruego porque la triste campana, que dobla en este momento

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quiere anunciar al devoto con su tañido siniestro que el que se aleja del mundo baja al sepulcro desierto.

Ven al santuario conmigo y de rodillas oremos sobre la tumba que guarda de algún cadáver los restos.

México.-1888.

DE IMPROVISO.

Ave con ala s rotas quisIera atravesar inmensidades por sentir lo que sienten las gaviotas

Ansia de tempestades!

México.-· 1888.

CREPUSCULOS ~<S " ~y¿ji~ o <L--1

He visto asomar la Aurora tras de los mon tes lejano;s he visto como se tiñen con fulgores irisados la éumbre de los volcanes, y las cimas de los árboles ..... . y con suprema alegría más de una vez he mirado las albas nubes que anuncian el nacimiento del Astro.

-

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He vIsto, . al morir la tarde del sol los últimos rayos y en ~u mirada postrera cubrir de tintes dorados la bóveda de los templos y la cruz. del campanario advirtiendo, con agustia, cómo se cambian los cuadros conque pregona la noche su ten ebroso reinado r

y a 1 despertar la mañana, llena de luces y cantos ya] ver que deja la tarde calma profun da y desmayo t Ay! preguntaba afanoso, en el contraste pensando: ¿por qué tan bello es Oriente por qué tan triste es Oc:!so?

Hoy, al sentir, ángel mío, de tu desprecio el amago, Rl comprender que se apartan dos pechos apasionados, que al palpitar se decíaú 10 que jurabd n los labios; al recordar en mi mentp la imágetl de 10 pnsado, nI meditar en la Aurora de tu cariño, del astro que al firmamento del alma con rapidéz vá dejando ..... . ¡ay! me recojo en la sombra, pienso en mis penas y ca110, pues tu frialdad y desvío al corazón explicaron: por qué tan bello es Oriente por qu~ tan triste es Oca~o!

México 1888.

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~ -- F .A.RTIÓ 1 ____ 1iIIIItiC'lII���s ...

Al fin partió. La ausencia abrumadora, esa noche del alma en_ cuyo cielo de crespón no existe más luz cintiladora que la de los recuerdos dulce y trü,te; el ave de las tumbas que levantarse veo de mi ilusión sobre las muertas galas y que hiere nli sién con el golpeo de sus obscuras tenebrosas ,alas; esa niebla invernal, e~e horizonte del Septentríon brumoso llegó con ~us neblinas y tinieblas y envolviendo á la vírgen que más mi labio non1bra, quitó de nuestras frentes las verbenas y puso, entre los dos un mar de sombras!

El sol, cíclope inmenso bañó las altas cumbres de Occidente con la postrer mirada ...... , primero-el horno ardiente luego_ una luz rojiza ..... . después ¡nada!

Ella se fué ...... mi corazón dormía en su cama de flores y el ángel del amor que lo velaba y que al mecerlo, dulce, con sus cali,entes alas 10 cubría, sus sueños arrullaba con los mágicos trinos. conque despide el ruiseñor al día ..... .

y qué adormecimiento! la Aurora despertando y tierna acariciando ' , con su beso de luz al firmamento; gimie:1 do 1 ~s palomas, corriendo entre campánulas el río

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y a la bóveda azul iluminada ofreciendo las flores sus aromas en cambio de su azul y su rocío ..... . y ella, también ...... jugando los destellos con sus blondos cabellos; hundiendo en ramilletes perfumados las mejillas inquietas y contrastando en' ellos el azul apacible de sus ojos con el tímido azul de las violetas.

Cantaba esas canciones ' que los ángeleS cantan cuando sus coros al Señor levantan, cantaba y sonreía, céintaba sin Cf-sar y era su acento como el arrullo con que gime el viento) como el n1urmurio con que el ave fría; facinadora Esbelta, meciéndose en el aire, su cabellera ensortijada ysuelta; mal oculto entre gazas de sus nevados hombros el armiño, ft.exible el talle estrech0 . y á través de la e~ carcha del corpiño trasluciéndose tibia y pudorosa la nieve inmaculada de su pecho ..... . Así la ví hechicera ...... 1a pupila de ternura y d~ amor resplandeciente, genio de la albora da acercábase hermosa coronada con la 1 uz del crepúsculo en la frente.

Ah! desperté lni despertar fué triste en vano f 1 alma ansía eternizar, fn su existenciGl el sueño y en su horizonte eternizar el día; no sabe, soñadora, que es luz de unos instantes la luz amortecida de la aUrOi"a, no sabe que la dicha

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de que disfruta grata es onda de -placer que el olt'nje de otras ondas más tristes al rt- bata!

Una noche sombría una noche de Ot(,ño en que la luna púlida y soñolienta f'n su lecho de pubes se escondía, en que la Bufa de creRtón coloso más negras que las ~ombras del e,cpacio su gigantesca sombra proyectaba, y en que Siriu5 rad}ante y tembloroso únican1fnte en el zf uit brillaba C(¡D claridad tranquila, como húmeda pupila que trémula de cmor parpadeaba ..... . una noche c( mo esas, nna noche quP, quizá, nunca olvid·e se despidió de nlí con el gerílido conque, dt'l roble en Que colgó su nido la tórtGla por siempre se dt'spide!

Qué pasó entre nosotros? .. . de qué arpegios, de qué privilegiadas expresiones D0S valimos los dos en tal insta nte para arrancar al labio ese diálogo mudo y palpitante de dos entristecidos corazones. . . .. ? No sé! ...... cuando se ama cuando sentimos que el dolor nos llena y escuchamos fehriles ese lúgubre canto de sirena que modula un ¡adios!Cuando se siente brotar allá en ]a mente un pensamiento que de hiel rebosa y en medio de las lágrimas !H.,tamos que el .pecho se cCJmprime y á un corazón que gime un corazón responde que solloza ..... .

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entone'es siempre se hallan frases para expresar nuestra amargura, la luz brota de pronto y en nuestra voz estallan explosiones de amor y de ternura.

No sé que nos dijimos ni adónde sé con impaciencia loca voló mi fan tasia ..... . Sólo se que la hablé, que sonó un beso y que se ardió mi boca, porque la mano en que la puse ardía! y nada más! Cuando del sol naciente los l~ayos asomaron y de carmín y rosa coloraron las albas nubecillas del Oriente, un rayo de esa aurora partir vió al ángel mío . que se alejaba. triste allá á lo lejos y se tendió con fúnebres reflejos sobre las piedras de su hogar vacío!

Gua dal u pe de ·Zac~'t~cas.-1888.

1

Aveces me preguntan si su memoria guardo, si consiguió la ausencia con destructora mano borrar de mis recuerdos el que me abruma tanto; y yo contesto, entonces v en medio de las risas .., en que prorrumpo ufano termino ll11S palabras no sin decirles grato.

-Cóm@ es la ausencia dulce, ¡cuán prento la he olvidado!

Más luego que estas frases de -pronunciar -acabo y ya que presuroso, de la reunión -me aparto, con el martirio á solas en mí interior batallo y al recordar amante su ingratitud y engaño, mis ojos se humedecen quiero olvidarla en vano y entre sollozos tristes murmuro, infortunado: - -Cómo es la ausencia amarga! ¡cuán tiernamente la amo!

Zaca tecas.-1888.

11

Antes en dulces versos te pintaba mi frenédca fiebre de pasión

y al describirte con amante lábio mi efecto abrumador

parece que dejaba en mis palabras parte de mi tristeza y mi dolor Hoy quisiera escribirte y ya no puedo;

quiero amoroso hablarte y mudo estoy . .... . ¡Ah! si pudieras comprender que amargo,

qué horrible es el amor si falto de esperanza-que lo alienten despedaza, en secreto, el corazón! ..... .

Zacatecas.-1888.

1

Al fin te mire tranquila! enjuga esa tierna gota, que, lúgubremente, brota de 1 fondo de tu pupila. Aún la estrella cintila de nue~tra -dulce ilusión; no llores más porque són 'las lágrimas de tus ojos desgél n-adores abrojos que punzan mi corazón!

11

Aunque á tu pronta partida la fúnebre y larga au~encia haga infeliz tu existencia, erial de mi corta vida: no, desalientes! erguida al separarnos te vea ...... . si.mpre en la flor que recrea hay un áspid escondido ..... . graznar . eJ cuervo ha solido cuando el zenzontle gorjea!

111

El cielo que vés lucir tambIén de nube~ se pueb1.1, si no existe la tinh'bla la luz' no puede existir. Nunca podrás c :)ncebir el goce sin el dolor; ley de tan crudo rigor nuestra experiencia ya sabe dónde el tormento no cab~) talnpoco existe el amor.

2'5

IV Vuelvan á tu alma serena­

sus ilusiones de nieve si el regocijo (S muy breve también es corta la pena. La ausencia olvida. Sé buena tal vez el cieln se ablande y risas solo te mande. Vuélvete á Dios, dulce- dueño ..... . para olvidar 10 pequeño debe pensarse en 10 grande'!

V También yo sufro, bien mío,.

tanlbién yo sé que-mañana el marco de tu ven tan a ha de enc<)ntrarse vacío ...... r su hierro insensib1e yfrio no volveré á acariciar ...... ! Ay! Clara si al cf)n,solar ese dolor que te hiere siento que á mis ojos quiere llanto de sangre brotarl

VI Los rayos de luna incierta

descenderán á raudales para bañar los cristales de tu ventana eLltre~j bierta; pero ¡ay! obscura y desierta tendrá que mostral se én ellos y los alegres destellos se alejarán lentamen te ~iri n fl eja rse en tu frt ute y sin besar tus ('( i belios!

VII Tus flon-s, la s bellas fl()res

de incomparable fragancia que perfUnlt1bpn tu estancia con t'xquhitcs 0101 e~;

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perdidos ya sus colores se nlarchitarán inquietas y en las quebradas macetas siempre aguardándute fieles suspirarán los claveles y l10raránlas violetas!

VIII Cuando su tinte rosado

la ténue alborada asoma t.u favorita paloma que iba gimiendo á tu lado, qué sentirá si has marchado y tu lábio no la besa? te buscara con presteza y al comprender que has partido irá á ocultarse á su nido, para morir de tristeza!

IX Ocultaré mis tormentos

porque mis penas son mudas, tropél hirviente de dudas se agita en niis pensamientos; me abruman presentimientos de cosas tristes y extrañas ..... . me juzgas frío y te engañas porque, mi bien, al marcharte siento que vas á llevarte 10 mejor de mis entrañas!

X Cua~1do en tu ausencia medito Oigo, con llanto desecho que álguien arroja en mi pecho no sé qué fúnebre grito. En ese Cielo inticito jamás pensé y hoy lo evoco; pues si el recuerdo provoco de que te ausentas serpea acrt; y sangrienta una idea en mi cerebro d~ loco.

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XI Dichosa tú si conoces

que al verte en tus propios lares olvidarás los pesares de mis postreros adiúses! Un 'mundo hal1arás de goces entre los seres que te aman .. . " . ~ parte, que allá dó te llaman y los que por tí deliran hay pechos que te suspiran y abrazos que te reclaman

XII V é tranquila, v~ segura

pues si hoy sufrimos dolores q.uizá brotarán las fiores en nuestra senda futura. Juré otra vez mi ventura tu corazón siempre tierno .. Ningún pesar es eterno . .... . nunca me olvide~ y espera . .... . pensando en la Primavera se pasa pronto el Invierno [-

XIII

Jamás la duda te oprima: la a1lsencia que alienta ó mata si lo pequeño arrebata todo lo grande reanima. Ya que el dolor se aproxima la frente debes et guir .. .. . . Si ves la noche venir piensa en la luz de la auror'a .... . .. el cisne canta y no Jlora cuando se siente morir!

Zacatecas.-1888.

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Cerca de aquí! . ' .... I la sierra ..... " en el abrupto, invulnerable tajo de donde, apenas, se distingue abajo como una mancha de verdor la tierra: entre -empinados fiscos yen medio de las cúspides feraces adónde solo llegan las Aguilas audaces, ahí se alza y descuella EL FUERTE DEL SOMBRERO en que se aspiran ráfagas inmortales de epopeya.

Ah! si pudiera hablar. Pedro Moreno fué defensor de aquel baluarte un día; si pudiera exp licarme ¡cuántos hechos á la mundana humanidad diría! Sorprendentes hazafias; heroicidad en ventajosa guerra. todo guarda y encierra la historia de la Patria en sus montañas; es lógico y preciso: le parecierOn las llanuras pocas. que historia justiciera na tural y glorioso es que escribiera sus páginas brillantes sobre rocasl

y se leva!Jta el fuerte sobre insondable abismo ..... . reinado tenebroso de la muerte, ahí subió Moreno y ahí mismo con noble patriotismo su vida y su valor nos dedicaba: Héroe de libertad necesitaba la explendorosa altura que fué sola capáz de su heroismo.

Patriota! te cantamos" los que por tí de libertad gozamos y el FUERTE DEL SOMBRERO

sitio es que agradecidos veneramos. Ayudaste á · triunfar; heróicú fuiste; tú, con otros rompiste la cadena · oprobiosa fuerte y dura que nos pusiera España ..... . el FUERTE, tu montaña fué digno pedestal de tu esculturaL

y es el Doctor RtvERA á quien debemos celebrar á los héroes abnegados por los que patria ·y libertad tenemos.

Ilustre l1efensor de los altares" .enemigo sagáz de los abusos, historiador y sabio, es de esos buzos que descienden · al fondo de los mares con su basta instrucción porescafandra~ le descubrió sus joyas, pudo verlas arrancarlas del fond(} y desprenderlas. Dichoso quien sufriendo mil p(!sares al escribir y enriquecer la Historia con la gloria .del héroe hace su gloria¡. Felices esos sabi()s que consiguen· descubrit y enseñar heroicidades ~ que las buscan dqquiera, las persiguen logran por el estudio sorprenderlas y las arrancan de los mares-conchas y las extienden en la ,playa-perlas!

Que fiesta más hermosa cuando tiene por el fin el patriotismo! Por un instante rápido perdemos la vida de pesar y de egoísmo; las ansias los dolores, la duda torcedora, los enojos y en aras de la Pa tria con amores

escondemos muy hondos los abrojos para que se levanten hechos flores!

¡Héroe de abnrgacióo! fué tu existencia vida ,de sufrimientos transitorios; todo 10 soportastE' con paciencia; pero si ahí encontraste sólo lucha tnás allá la victoria! Por esto hoy confnn di d'Os de ,todas opiniones y partidos vinimos con amor á saludarte, vives en la memoria de tus hijos y e 11 os está n en tu recuerdo heróico constantemente fijos!

En el altar que el pueblo te levanta en ese templo de que nunca s"ales, en donde siempre y pn que en' paz reposas no falta un ramillete de inmortales ni un puñado ,de r-osas!

Cómo olvidar al héroe al que en un día los cobardes tiranos propusieron volverle al ángel, á quien más quería, en cambio del honor y de la Patria, y supo contestarles~ dominando el dolor con energía: -Dos hijos tengo, aún podéis. ~. tomarles!

Lagos de Moreno-1889.

31

...... t ....... __ RIV AL .... !-_ .... t~ (A la Señorita Elisa Gómez del Castillo NegTete.

Frente á la rosa de matiz sangriento vivía una violeta

y entre una y otra flor, blanca extendía sus hojas de a labastro la gardenia.

Batió el Amor sus impalpables alas; baja raudo á la tierra

y al contemplar las flores se' detuvo para elegir en las tres la reina.

La rosa! .. ' .... eRe suspiro de los prados que en roja flor se trueca;

sangre de juventud teñir pq,rece sus delicados pétalos de seda.

Qué azules y brillante~ escondía sus hojas la violeta,

cómo disimulaba inútilmente doblándose en el tallo su belleza!

Y, luego la rival! copo de nieve caído en la pradera

qué hermosa y delicada se mecía la flor de porcelana, la gardenia.

Todas con su perfume que fascina que embriaga, que enajena , , .. " .

cuál será de las tres la victoriosa· cuál friunfará por bella?

Voló al cielo el Amor y pesaroso dejando la pradera

con un mismo suspiro enamorado acarició á la vez á todas ella~!

Agosto de 1891.

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*€EL EDITOR AL LECTOR3*

____ ....... 0 __ _

Desgraciadamente poseo la última composi­ción que, con pulso firnle,. escribió el autor de es~ te libro.

Adiós postrero del joven desepcionado! últi·­ma 1ágrima del que deja esperanzas, 'ilusiones, porvenir, envuelto en alas del ave neg'ra que de­bía conducirle á la tumba!

Hágase su postrera voluntad! ¡Feliz luadre que concebiste un hijo destinado

á ser inmortal! Su oda á Werther es la mejor página de esta

obra! Talento, virtud, inocencia, cautiverio dé mate-

ria para un espíritu elevado ............ ! ¡quién hu-biera, como tú, apurando el cáliz amargo de esta vida haber muerto en aquella edad en que viene el rocío á refrescar las flores ' y la brisa de la tar­de á perfumar la frente soñadora!

. J\;lás allá de la tu m ba florecerás por el pensa­miento y brillarás por la idea!

Entre tanto, hasta luego. 5

A HE~LINDA.

Las palabras son aire y ván al aire las lágrimas son agua y ván al río. Dime, mujer. cuando el amor se acaba

Sabes tú dónde va?

BECQUER.

Ya no haré mi existencia más amarga, ésta es mi última carta yo 10 juro ..... . quizá la encuentres larga; pero la dicta un sentimiento puro; quizá en mis frases veas la breve despedida que deseas ......• á tu ambición yo cedo que resistir no puedo el fuego abrazador de mis ideas.

Te ví, te amé, siempre la mi~ma historia, nuestros lazos vivieron un momento página suelta de ambición y gloria que arrebata en sus ráfagas el viento! ¿Hoy? cambiado ese dolor inlpío en repugnante hastío .. ~ ... Quizá al pasar tus ojos por mis mústios y pálidos renglones los tornes con enojos ' recordando las muertas ilusiones!

Ese fué nuestro amor: ligera not(l de brüñido instrumento que por el aire rota vuela muy lejos á merced del viento. El amor nunca dá grato contento si de la mente brota!

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nun ca puede s~r beBo si de la vanidad sólo es destello. Siempre el amor mezcla do con orgullo inoonstante fué y frío y confiésalo. niña, ese fué el tuyo y otro, Rerlinda, · fué el mío.

Te vi, te contemplé y entusiasmado con locura de niño creí en el corazón haber brotado verdadero cariño y en U:la carta, de mentiras llena, y repleta de errores te pintaba tristísimo mi pena, mis fervientes amores, hablándote del Sol, de la azucena, de la luna y 1as flores ..... . Tú creiste, sin duda. vida mía, al repasar pala bras tan prolijas que de lánguida y dulce fantasía stn dudar eran hijas ..... .

Quisiste un novio que te hablara necio que supiera d ~cirte en son glorioso -¡Qué pelo tan hermosp: esa b~l1a mujer no tiene precio y-Te amo-me dijiste con estudiada voz lánguida y triste!

--Qué conseguiste con tu afecto vano,

con tus dulces y tétricas mjradas? hundirte en un Oceano de románticas frases estudiad 'iS;

pero te vino un bien en tu inocencia: conq uistar experiencia y si alguno te pinta sus agravios y te habla por jugar, hazle un desaire y murmuren tus labios: -Las palabras son aire y vdn al aire.

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Te VI, te 'ame, canséme y te~nsaste, pusistes un pretexto y á adquirir otro amor te consagraste. ¿Qué has logrado con esto? aburrirte nomás porque tu mente ni á mi me amó ni a.maba al pretendiente .. Cuando el amor no brota puro y sencillo sin robar la calma, pronto y mústio se agota ponlue es amor mundano y no del alma; y esto 110S ha pasado~ un afecto ridículo sentimos que débil se ha agostado y cansados al fin nos aburrimos ..

No podremos, jamas. reconquistarlo por más que combatamos al hastío, ni podremos lograrlo porque fué nulo, insustancial y frío!

Me dices que lloraste ...... y~ lo creo; y llorando, llorando te has cansado, pues tu llanto, °10 veo, fué el llanto que también he derramado~; quisistes á tí misma en tus enojos mostrarte enamorada y frotabas, cruel tus negros ojos para sentir tu lágrima °exalada. Tú quisiste ltorar ...... pero tu Han to no brotó de tristeza ni menos por el luto y el quebranto ..... . si á tus ojos llegó fué por la fuerza porque tu llanto fué ¡ay, vida mía ..... . careta de dobléz, é hipocresía! ¡Con razón tú te burlas de quien llora, del que un consuelo tu piedad implora!

-Tienes razón porque ese llanto brinda

máscara vil á quien desea engañar,

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yó cuandc sé Uorar" murmura ré cual tú, mi bella Herlínda; Las lágril11as 5011 agua y Vál1 al mar!

-Ahora, mujer,. adios, que todo acabe

·d 1 . 1 , pI en os ('le os ya ...... . qué fué de nuestro amVf, nadie 10 sabe, cuando el al110r se .oltvida dónde irá?

Noviembre 1884.

Te vi y en el alma mía penetraron tus: miradas como las nubes rosad3.s se vén por la luz del díat­Al mirarte. la agonía de un corazón presenciaste porque, Beatriz, destrozaste mis ilusiones tránq uilas, que con radiantes pupilas el alma me arrebataste.

-Al mirar en l' ontananza

horizontes de zafir miraba mi porvenir con entera confianza; pero murió mi esperanza al llegar á ser feJiz: pues sin tener un desliz perdí contento y ventura p orq ue hallé mi sepultura entre tus ojos, Beatriz.

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Eran tiernos, cadenci"osos de la 'orquesta IOR acentos contrastando á los lamentos de mis ay es horrorosos al ver tus divinos ojos como esperanzas i,gno tas, y de la orquesta las notas sin dudar presagiaban que tristemente lloraban por mis esperanzas rotas!

y en tanto te con tem pIaba á través de los Hnteoios y en sus cristales tus ojos con ansia viva buscaba. Tu pupila me ~lumbraba encendiendo mi pasión y al mirarte la ilusión

, Insensato me perdía porque mi Beatriz, latía por tí solo el corazón!

El teatro estaba lleno:: daban "EI Juicio final, 11

y aquel título fatal á mI amor le puso freno .. Llena el alm~ de veneno tus pupilas contemplé y al admirarlas pensé que eran final de mi Edén, y el juicio flnal también de mi esperanza y mi fé.

y sonreías y tu boca perlas hermosas mostraba .. y al abrirse arrebataba mi resistencia no poca. Mi alma encontrábase loca subyugada por dolor

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y: medit~, con horror, ~ue al sonreir á la escena }lo hizo. de crueldades- lleoo~ p0r burlarte' de m~ amor.

Continuabas sonriend() y los aplausos sonaban, y las notas se elevaban. gratos placeres vertiendo;. más yo tan solo sic tiendo que los aplausos malditos~ y 'las voces y los gritos que resonaban sin calma eran la muerte de mi alma viendo sus goces marchitos.

-Tú ni siquiera, bien mío,

mi dolor apercibiste, mientras que yo pobre y triste luchaba al dolor impío; confundido entre el gentío el alma llena de abrojos solo miré, con enojos en tus miradas · tranquilas solo una luz: tus pupilas, so 10 una escena: tus ojosl

y la alegre concurrencia que gozaba conmovida ¡ay! me arrancaba la vida sin piedad y sin conciencia ....• ; Solo noté tu presencia, nada más que á tí veía, y en tanto que mi alma ardía de amor en la viva llama ví representarse un drama adentro del alma mía.

-

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y como el preso dolient e reir puede en confianza, si al abrigar esperanza 1a guillotina presiente ..... . ¿cómo refrescar mi mente, cómo volver la razón, si agoniza la ilusión y de tus ojos al yugo miro en ellos el verdugo de mi pobre corazón!

-Cómo mi placer prolijo

hacer tornar á mi pecho, si ya el corazón deshecho en tus ojos está fijo? El l1an~o es de amor el hijo y al verter doliente llanto se sufre, se -sufre tanto, que se desprende la calma y llega á cubrir el alma el velo del desencanto.

Amor! tu poder nn es vano. no es ilusorio tu nombre, porque/ reinas en el hombre y en el pensamiento humano. Penden solo de tu mano la locura y la razón y una cruz ó un galardón nos dás con ansia importuna pues junto a ti la Fortuna es ilusoria visión!

Amor! espléndida palma que al corazón fayorece. y bajo su sombra crece el sentimiento del alma ..... . ¿Por qué nos robas la calma,

6

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por qué, grandioso titán, tus dones r· cibirán índjferentes ó necios los que reciben desprecios en pago de tierno afán?

Por qué á un corazón ardien te que idolatra CO!. anhelo á otro corazón de hielo pones, amor, fren te á frente! ¿Por qué no escuchas clemente de los mortales el ruego y nos obscureces luego nuestro cielo de zafir, tratando, loco, de unir el granito con el fuego?

Beatriz, si á mi amor divino no corresponde tu amor, en mis horas de doJor renegaré del Destino; pero nunca, en mi camino tu recuerdo dejaré, porque siempr e te amare y del olvido, victoria obtendrá, pues mi memoria altar te alzará mi fe.

Jamás punzantes abrojos trocarse en flore~ veré; nunca en mi alma sentiré más luz que la de tus ojos ..... . y solo tus labios rojos mis penas endulz~rán, y a unque en sueños se abrirán han de calmar mis resabios porque, Bratriz, de tus labios está prendido mi afáil.

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Jamás, jamás mi carifio ha de borrarse en la ausencia; te amaré con la inocencia conque puede hacerlo un niño. Sobre tu frente de armiño posará mi pensamiento y en mis horas de contento cuando mitigue mi lloro p'ronunciaré-Vo te adoro, para que 10 neve el viento.

Si tu pecho no es de acero, si alguna vez has querido, una lágrima te pido prueba del amor postrero: que mi amor es verdadero no de la mente desliz y aquí en mi pecho infeliz tu imágen tengogravac1a y está con llanto regada esta palabra:-Betriz!-

Noviembre 1884.

:; · ·S~~RÁt' ~ \J ___ _ __. .. '-..-:J

Sé que no eres dichosa, que aflictiva lágrima fugitiva

de tus párpados rueda muchas veces; que está tu porvenir triste y nublado

que evocas 10 pasado y nJ sentirlo ya muerto te entristeces.

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Tornas, extrcmecida, la mirada y yo no sé qué Hada

te muestra el horizonte sin un velo .. "o" •

qué busca, entonces, tu mirada ansiosa? sueños color de rosa

lejanos goces de mirar de cielo.

Tú sufres nostalgía" ... en tu frente soplo;¡ constantemente

ráfaga tibia del hogar perdido; amas la libertad como las aves

¡ pero anidar no sabes por que te oprime la estrechéz del nido.

Al doblar la rodilla ante las aras tus ilusion es caras

y tu ventura juvenil perdiste, también tu libertad, la más hendita

. la que á nadie sequita, libertad de reír ó de estar triste.

Te brindó amor con sus soberbias galas y rompiste tus alas

como ofrenda al amor en los aJtares; te prendiste á su pié t~ manto suelto

y ya lo ves, se han vuelto pásionariasquizás tus az~hares.

-Móviles y candentes las arenas

te azotan, cuando apenas lo fronterizo del desierto p.isas" ..... Haz que tu pecho los sollozos calle

haz que como a ntes halle rumor de besos y jugar de risns-:

Vuelvan á tí, tropel de mariposas. tus ansias candorosas

tu ilusión juvenil de albores llena.

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¿Por qué quiere rozar tu frente pura el ave de ala obscura

y por qué has de sufrir siendo tan buena?

~/las nól debes llorar. Tal vez advierte d el soñador la suerte!

murmura estrofas de epopeya santa para alentar un corazón desnudo .

. EI reptil, porque es mudo vé con desdén al ave porque canta.

Noviembre de 1884.

_______ E~.~= ______ _

Aquel amor se fué ...... no permanece dentro del alma mía

donde se eleva, como en campo yermo la ya vetusta encina.

Es un recuerdo, para mí sagrado, recuerdo de una dicha

que en el confin de un horizonte triste envolvió, hace mucho, la neblina.

No se ha hu~dido, por siempre, en mi memolia; no está muerta ..... :, dormita ..... .

dejémosla dormir aoude s ~ duermen imposihles venturas de la vida.

NI) pregunto, jamás, de tu 'pasado, tal vez guarde, alma mía,

cual guarda mi existencia algún abismo que nunca debe penetrar la vista.

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Tú, como yo, tal vez, en otro tiempo sentiste la caída

desde la blanca refulgente altura hasta la 'legra pavorosa sima.

¿Quién, al soñar no se levanta al cielo? quién una vez arriba

no siente que sus alas desparecen y en v~rtigo fatal se precipita?

Es tuerza resignarse con la suerte: al fin, en nuestra vida,

suele idilios hallar quien nada busca sofíador solo hallando una elegía.

Creí mi corazón trocado en roca ..... . pero fué roca. bíblica

de haS que á duro golpe milagroso el agua hace brotar que fecundiza.

Hoy he vuelto á sentir, hoy apacible la luz de tu pupila

ha iluminado las profundas sombras dónde mi enfermo corazón dormía.

Hoy que te ví se despertaron todas mis ternuras antiguas,

mis ansias de placer irrea1izable~, mis dulces ilusiones de otros días.

Vuélvete á mí! .....• no mires al pasado ninores, ni te aflijas ..... .

tal vez cuando juntemos dos desgracia s resucite Una dicha.

-H'9~O'H-

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@ En elAlbum de la Srita. Amalia faz @

~o INEDITA O~

Ya las hojas de tu Album todas he leído, Amalia, ¡cuánta expresión de ternura! ¡cuánta frase delicada, que /si brota de los labios no es superficial ni falsa, porque sale de más lejos, porque la murmura el alma!

No me admiro si al poeta esclavizas á tu planta; no me admiro si el talecto se te humilla y avasalla ..... . siempre la oración ha sido como el Dios y como el Ara.

Sí, mi dulce Enriqueta, nli ilusión más querida, mi bien caro, preciso ya es al fin manifestarte que habiendo recobrado -la chaveta, me retiro, me alejo, me separo, 6 para bablar más claro que me voy con mi música á otra parte.

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Por decírtelo aq ueso y;! sé que :eres figura, como mueble, de alma de bronce y corazón de yeso, y Que al ver rengloncitos desiguales se dibuja en tus labios de cora 1 es la fatídica sombra Qe un ileso.

Consúelate, ángel mío, yo no voy á contar que ornan tus sienes rubias espigas que corona Estío, ni averiguar, curioso, por qué tienes tan insensible el pecho y el. corazón tan apagado y frío.

No me voy á meter con tu mirada, rayo de sol sobre ,irón de cielo, ni diré que tu boca " p"erfumada es cáliz dulce que mi sed mitiga; formaron triple liga la púrpura, el marfil y el terciopelo.

Mal fotógrafo he sido y ya no trato de pasar por un loco cuando soy, pJr fortuna, más sensato.

Publicista fatal sé de experiencia que 10 que imprimo ya se vende poco; no quiero, pues, que corra sin marchante ni el último ejemplar de tu semblante ni la nueva edición de tu retrato."

Es tu pupila azul, resplandeciente, y son tus labios rojos

y tienes las miradas ysónrisas hechas con tal motívo,

para ornar esa boca con tus ojos. Req,lizadas serán. mi dulce due ño I que en sostener1 á gritos no me empeño, porque con tanto chisme y tal mitote

no faltará qúien crea que próclamo, ridículo Quijote, la hermosura, sin par, de Dulcinea.

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¿Qué consigo, además, con describirte 10 que conoces tanto;

ni para qué d~cirte que eres capáz de enloquecer á un santo?

Esto lo sabes bien, porque la prosa en detestable verso, es misteriosa,

y!:t 10 tenemos dicho ..... . gran multitud de Homero y Cervantes que llenamos papel á tu capricho juzgo, por otra parte, vida mía,

la gran inconsecuencia de escribir un idilio ó elegía, por el vano placer únicamente de pintar los secretos de tu frente ó poner tu nariz en evidencia.

No voy, pues, á alabarte ni á ser el trovador de tus hechizos, ni quiero con-palabras desunidas darte ni amor, ni fé ...... mis despedidas!

Celebraré tus dientes y tus rizos que ~ después d ~ cantados,

vaya usted á saber si son postizos! ni luego te diré que yo te adoro

con pasión de hotentote, < ni que gimo, padezco, sufro y lloro

cada vez que me acuerdo, de que al perder tu amor, perdí un tesoro. Nada voy á decir de mi quebranto; me gusta Job, porque de tal sobrías

que su terrible llanto dejaba del desierto en las arenas; pero el que no me agrada es Jeremías que pa~aba las noches y los días llorando en pleno público sus penas.

No quiero que ese mundo que ya tanto~ imbéciles soporta vaya á decir cuando mi afán le cuente:

7

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-Pues, señor, fruncamente si he de decir verdad, nada me' hnporlat Es así que con calm~ y con gr~ndeza

de un Job en el desierto mi~ dolores te oculto y mi tristeza, no tampoco ~acando á co1adilla ni las, líquidas lágrimas que vierto ni el sólido puñal que me atraviesa. El fastidio. mi bien, no te consuma; la intención de esta carta es muy distinta; no uso en ella otro sóHdo que pluma, ni hallarás otro líquido que tinta.

Con estas advertencias ya bie~l puedO' despedirme de tí, tranquilamente,

sin temor que hastiad a lo que escribo interrumpas de repente,

Sí, mi bella Enriqueta, reniego del oficio de poeta; pues la noble y sagrada poesía co se hizo ¡vive Dios! para careta de ninguna sandéz ó tontería.

Yo que desde mny chico tuve el grande pesar y desconsuelo de no poder montar ningún borrico sin que midiera-,el suelo, de imbécil y atrevido me pasara.

sin tras de aquel fracaso á pesar de mil golpes intentara en las ancas subirme de] Pegaso. No, Enriqueta del alma, oye mis quejas, para eso de montar no doy con bola,

pues son verdades viejas que ó sale mi individuo por la cola 6 hace salto mortal por 1as orejas.

Lo que quiero decirte en dulce rima

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-es, criatura preciosa, que si te hallo excelente para prima no te juzgo lo mismo para esposa. Soy muy tonto, verdad, yo no disputo lugar entre los genios del planeta;

pero eso si. Enriqueta t

ya que al fin te confieso que soy bruto me vás á confes~r que eres coqueta ..

Tú tienes tres amantes incIuyeodome, infiel, por convenido.

y yo, dovoto ardie'lte de la triple pasión jamás he sido. La unión dará la fuerza, nO ,hallo modo de negarte su mérito, alma mía,

pero, á pesar de todo, no me gusta el amor en compañía.

Me han dicho que hay naciones en que rigen, á un tiempo, tres poueres,' pero yo que me aparto de culturas

las admiro y ¿qué quieres? prefiero mucho más las dictaduras. Odio la trinidad y, mi adorada, ' no ha de ceder á nadie ni un momento; yo busco de tu amor, 6 todo, ó nada; pero jamás el treinta y tres por ciento" Suponte, sin emhargo que se ablande

ese pecho de armiño y á pesar de mis socios yo me quede con la suma total de tu carifio;

me adoras con usura como debe de ser entre cristianos

y buscamos un cura para unir en la Iglesia nuestras manos; nos amamos, entonces sin descuento

formando así dos palmas, que, como dijo el otro, junto el viento y vaciando un'a en otra nuestras almas

hacemos de nosotros un solo corazón y un pensamiento.

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Todo hasta aquí va bien; pero es el caso que no dán de comer en el Parnaso, y en medio de tan dulce poesía

vá cayendo de pronto como una regadera de agua fría.

Yo soy un pobre diablo, un misera ble que no puedo ofrecerte más de una pobre lira

y un grande corazón pára quererte; con estos comestibles· ya lo creo que te puede gustar el himeneo, pues en gralJ des apuros me vería

sabiendo. mi sultana, que tienes, por costumbre andar en coche y tomar desayuno en la mañana,

comer á medio día y volver á la mesa por la noche. . Esto no importa porque al fin y al cabo, pudiera conseguir, á duras penas,

que tu estómago indócil pudiera alimentarse. por quincenas; pero aquello del coche? ... cómo puedo sofocar esos hábitos impíos

á que, tan malamente, te impusieron los brutos de mis tios?

¡Ah! una vez, mi esposa y á pesar de que mucho te idolatro

no haremos otra cosa que and 'ir en cuatro piés todos los días ... ,

perdón, si digo cuatr'o porque sumo tus plantas y las mías.

ya ves si habrá motivo para ceder e 1 puesto á mis rivales librándote amoroso y compasivo de un futuro ciclón de madrigales!

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Para qué dar un plazo? el matrimonio punto final de las pasio!1es todas

requiere, más que rimas ('1 suficiente pan para las bodas.

Amarte mas, no quiero con inútil y sandio platonismo sabiendo, como sé que ante un Homero y un Birllat Savarin hay un abismo. Adios, por siempre adios, quiera la suerte

que tu doliente vate sus mejores ensueños .desbarate, Adios, alma del alma, dulce lazo, que encadenaban los placeres míos:

salúdame á mis tios y recibe un abrazo

de tu fiel y amoroso

Zacatecas, Abril de 1888.

~

DON PETATE,

CLEMENTINA y CONCEPCCION VILLASEÑOR.

Clementina es la visión del que á delirios se entrega, es una estatua de griega; el sueño de Pigmalión.

¿Quién, al verla, la ilusión dentro del alma no siente? Así el trovador no miente

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si asegura, entusiasmado que . es el iris más preciado de la Perla de Occidente!

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y Concha? qué, no se hermana por leyes justas y bellas la noche con las eRtrellas y con el solla mañana?

¡Fraternidad soberana de un ángel y un serafín! Viendo las penas, sin .fin sienten ]os pobres cantores ..... . Con flores como esas flores quién no ambiciona un jardín?

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EMILIA HAYHOE.

¡Unidas en un altar pudo dos diosas mirar!

¡Feliz quien goza segura la incomparable ventura de ver en perfecta unión, la diosa de la Hermosura con la de la Ilustr ación!

NARCISO BALF AC.

Guadalajara.

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...... t-.---.. ___ DES..A..LIEl:'fTO __ .... t~

A Luis Victor Lag'arde ..

y hay quien te cante juventud. ~ .. ! y arrojan al pie del pedestal en que te yergues guirnaldas de violetas, espléndidas coronas de laureles Que si á veces son justos homenajes sun un sarcasmo, una irrrisión á veces.

Entusiasmo? .. . convengo; viril fnerza? quién lo puede negar? todo 10 tienes pero si tú dás brilJo si eres un astro de fulgor ardiente, preciso es recordar, aunque se sufra, . pensando de tal suerte, que si en el cielo las estrellas lucen y en la tierra los mares fosforecen, brillan allá relámpagos siniestros y aquí los oropeles.

Estrell~ y oropel. ... ! qué gran distancia de la una al otro resultar parece y en rea lidad que cerca el afligldo corazón 10 siente, cuando la fé perdiendo del tormentoso mundo en los vaivenes no sabe ya si 10 que luce es astro Ó si oropel lo que á la vi~ta tiene!

Tú, juventud lozana Dti sé que aroma embriagador desprendes; tienes brillo de aurora perfume y luz tú eres;

pero si existen luces que ilumiJ1an y aromas hay que embriagan y enloquecen, yo sé de aromas que embriagando matan y de chispas de luz que dán la muerte!

El sol ,llega al zenit, .. ,las nubes arden, los campos se estremecen sintiendo el calcinante ósculo puro que del 501 desciende; las o~as en la playa se desJizan, ni las hojas del árbol ya se mueven y la atmósfera, entonces, fresca cuando amanece incendiada por rayos que son áscuas se hace pesada, oprimidora. hirviente. Las flores en los talIos se reclinan, las aves se adormecen y solo los reptiles saliendo de sus lóbregos albergues son los que sienten vida en ese campo de quietud y mUfrte!

Tal eres, juventud! así 10 dicen los que al fantasma de tu altar son fieles, Jos que aseguran que en las venas pones no sangre, lava ardiente: ellos al sol en el zenit admiran, yo 10 admiré tambíén; pero no siempre!

En toda voz se ha de escuchar un trino ni cada luz es resplandor celeste!

Hay en la juventud hpras tan tristes, hay notas de amargura tan frecuentf\s .... !

V quién -¡ay1 JltQ desmaya cuando op rimido de pesares siente que todo 10 que aflige se aproxima, que' todo lo que alienta desparece!

-Ah juventud! tu influjo, en ocasiones

como el del sol ardiente hace dormir 'las aves, en el árbol y salir al reptil traidor y aleve .... 9 ••

dás horas de placer; más brindas otras, ..... ! No sé. .. .. tú obras de suerte . que todo 10 rastrero sale y brilla y todo lo que vale cal1a y duermel

lVléxico. - Marzo.

A la Señorita Julia de la Parra.

Ya es tiempo que de mi lira notas sensibles arranque; y ocasión de que sus cuerdas vibren sonoras, brillantes con dulces modulaciones, endechas en la que cante no amores falsos que pasan, como la arista en el aire, no lágrimas fugitivas, ni suefíos irrealizables; 10 más fijo, 10 más noble algo sincero: amistades.

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Vístete, musa, de blanca,. desprende tu negro traje; es tiempó ya que á tus ojos lágrinlas tristes no empañen .. Es tiempo de que orgullosa 1a frente altiva levantes, y en vez de i!'.lspira~ tristezas­y de cultivar pesares no mires á los sepulcros sino á los astros radian tes; no te ecamores de sombras, ni busque.s las soledade~ ..... deja que la luz del día dore tus alas de ange1.

TÚ, buena amiga, me pides como recuerdo, un romance; al fin mujer, todo afecto toda terIlura incesante; tú, la del alma de vírgen tendrás, aunque no lo '5ahes, no estrofas muchas escritas é inéditos mil cantares: tú que com prendes los versos sintiéndolos y no lo haces te figurarás, sin duda, que hacer versos es muy fácil y que diciéndoles: ;:;urjan dóciles, brotan y ...... salen.

y nó! trovar he querido sin que consiga cantarte. Ya' rigistré los rincones del corazón sin hallarle ninguna estrofa dormida ni los cánticos errantes' ..... .

todo, hace tiempo ha partido todo se [ué ...... es ya tatde!

Yo, com-o tú siento amores; he visto en el alma alzarse los ídolos v~nerandos sobre los régios altares; pero si tú tienes preces si tienes fiorés fragantes, si en pie tu templo se eleva como se eleva tu imagen. Yo nó ... mi templo ha caído mis flores, .marchitas yacen, el incienso se ha agotado, las sombras todo lo invaden y solo en el alma quedan como recuerdos tenaces; el ídolo en las ruinas la pr~z en mi labio amante y donde Quiera los nidos de tI istes nocturnas aves!

Ya ves? Muy poco se avienen tus dichas con mis pesares ..... . no puedes cantar tus goces ni quieras tú que los cante .... ha tiempo olvidó mi lira las notas que á tí te placen.

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J:NEDITA

A mi bucn amigo el Dr. A. Ferllándcz.

Sobre la pla'ncha de mármol yerto reposa el cadáver; surcan sus rígidos miembros gotas espesas de sangre ..... . y está como pensativa su frente pálida y grave ..... . Ya todq, se halla en silencio .... . . no queda ni un estudiante, y la última carcajada se desvanece en el aire.

Allá la tumba se pierde. revuelto, febril enjambre de las abejas que liban la ciencia, la cruel que es acre, allá van con gruesos libros bajo del brazo jadeantes" allá van todo~, alegres, todo's risuefios, locuaces; quién recordando la reja de, oculta escondida calle á la que asoma la virgen de ojos razgados y grandes; otros, quizá acariciando sus mágicos ideales, y entre todos la ternura de santa y bendita madre!

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Que solo se queda el muerto . en el mármol en que yace ...... ! En esa opaca pupila cerrada la luz no arde ni el bino de los placeres ni el fuego d e los pesares .. ¡Qué frío .... qué in tenso frío én esos marmoles hace .... .! ¡qué regidéz en el cuerpo del olvidado cadáver~ . con ·las pupilas abiertas ya desgarradas las carnes y recli'1ando en la plancha la frente lívida y grave!

Mas ¡ay! no todo es tristeza; a través de los cristales de las véntanas vecinas que al cementerio se abren, los limoneros que se alzan sobre las tumbas nos tráen fragancias de flores nuevas, blando aroma de azahares, que al soplo de suave brisa por donde q uieni se esparce, y,ay! que también por los hierro5' suelen, á veces entrarse de dos en dos. bulliciosas felices parejas de aves que se acarician y besan volando sobre e! cadáver!

-Perfumes y aves, vosotras

sois las ofrendas amantes que entre los muertos sin tumba la Primavera reparten.

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Ella .se aflige y conmueve de aquellos seres que yacen sin recibir una lágrima de ojos azules y grand~s, ni el beso febril y ardiente de los labios de una madre!

...... t ...... _-INT1 MA_ .. ........ tp

A Salvador D. Oarrillo.

Vaporosa imágen de sensible maga que á través del suefio se desliza blanca; seductora vírgen cuyo aliento embriaga; flor que con su aroma nos deleita el alma; poético presente, porvenir que alhaga de 1 amor que llega tal es la esperanza!

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~-.~=»-~ &J'--' ~~·~~N~~CI~~ @)

1

Con qué soberbia y altívez la frente levantas á mi lado, cuando, inclinada la cerviz humilde frente á tu reja conmovido paso. Doquiera los contrastt..s y el misterio y también el engaño .. . .. Tú allevantat la frente con desvío sientes que el corazón está estrechado, mientras que yo al doblq,rla al mirar que se abate, con desmayo siento que el corazón se alza orgulloso soberbio, inmaculado!

¿Por qu'é me olvidarías cuando yo tu recuerdo siempre guardo? y el mundo no te culpa cuando á nlÍ, sin piedad, me está culpando. ¡Que digan y apo5,trofen cuanto quieran, seré todas las cosas, menos falso!

11

¡Dich0 sa la r~gión donde el olvido que no es ti~rra ni cielo! Feliz indiferencia, esa penumbra que envuelve los recuerdos, esa noche eternal, nluda, sombría, que al recorrer, fatídica sus velos si enmudecen las aves en el árbol llena de obscuridad los cementerios!

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¡Si llegara á olvidarte! Por qué si no me quieres, si tu afecto es como esos amores peregrinos que huyen del huracán y del desierto, por qué si eres así hede a dorarte,

como febril te quiero, y en vez de desgarrarme las entrañas y arrancar un amor triste y funesto han de ser para tí júbilo y flores y han de ser para mí sarcasmo y cieno?

~${ ...... ~ Es fuerza renunciar á tus amores .... !

en tu pecho de armiño no han podido lograr, infortunadas, un albergue 'lmoroso las cansadas palomas, sin vigor de mi carifio.

Esquiva á mis congojas no te avienes á darles expansión ni á conocerlas; pero no ere~ cuJpable si me abrumas yo lo soy ...... yo tan solo porque nspirando á recoger las perlas acepto agradecido las espumas.

No 10 puedes negar. Llamé á tu alma y nadie-ha respcndido: el gérmen de tu amor, está en la sombra si no muerto ...... dormido ..... . rompamos, de una vez el velo triste

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que oculta la verdad desnuda y fría. Un poco me quisiste, formaste, en otro tiempo, mi alegría, más hoy me has olvidado ..... . Nu te culpo de falsa y de ligera .... si arrancarme recuerdos consiguiera ¡cuánto triste recuerdo arrancaría!

Ya no más fingimiento, sí debes .comprender, pues has sentido, 10 que vale un nativo sentimiento.

No nace á vol un tad, ni se provoca. chispa de luz cuando uno la desea porque duerme, en embrión sabre la roca necesitando el golpe que la saque y es Dios el que golpea.

Tú no puedes fingir las afecciones; pues cuando algo aseguras que no sientes, mientras tu labio, tembloroso, afirma, sé por tu propia en tonación que mientes.

Dicen más los suspiros, los sonrojos, la sincera expresión, los desagravios ¿qué valen las palabras de ·los labios si están mudos los ojos?

Confidencias, sonrisas, palideces, rubores, inquietudes ..... . con detalles pequeños, muchas veces improvisa el amor SUR dulces temas; más esas pequeñeces si en revuelto desórden son estrofas unidas y agrupadas son poemas!

Por esto eJ entusiasmo y la fé destrozada no con cilio si están cayendo tus marchitas rosas y en tus ojos, violetas luminosas, no hay miradas de amor, versos de idilio.

Te niega sus estrofas el afecto, no son las del cariño las que exhalas pues al abrigo de tu pecho blando duermen tosas estrofas estrechando las temblorosas entumidas alas.

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No tengo para tí ningún reproche ni acuso tus desdenL s de falsía: retna en tu corazón profunda noche. que otro disfrute el día ....

Inmóviles, obscuras, silenciosas duermen en tí las la rvas .... ¡hasta cuándo saldrán las mariposasL

Lagos.

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<>:~" ~+sEM B¡AÑZAs~-~t'~ ~ , , '(~ ~

; 0-- ~-«H' :: o ,

MARIA CASTILLO NEGRETE.

1 Ella y Elísa . ' .. ¡qué bellas

las dulces anligas son .... por esto se dice de ellas que basta con dos estrellas para una constelación.

11

DOLORES y CATALINA PALOMAR.

Dos rayos del mismo [01

quebrándose en la onda nlisma, dos notas de una sola arpa que á un tiempo vuelan y vibran­Capullos del mismo tallo. torcaces que se acaricíun ..... . las dos 'a cual más hermosas, las dos ,á cual más sencillas .. . , . . Si es deslumbrante ' Dolores es todo luz Catalina!

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111

COVA CAÑEDO y ANA PALOMAR ..

t

Esta región es de amores de luces y de harmonías: las mujeres tapatías . no son mujeres, son flores

Dichosos los trovadores que alcanzan apláuso de ellas ..... y quien no canta á las bellas, sin timidez ni sonrojos cuando miran esos ojos condensaciolles de estrellas!

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Las ví una vez: parecía que con brillantes reflejos se iluminaba á 10 léjos aurora de nuevo día.

Quiénes serán- me decía­quien las acerca y hermana, y oí la voz soberana, sublime acento que arroba á unos ángeles:-es, Cava y á los querubes es, Ana.

111

Son los efluvios primeros de idénticos arreboles; Son una luz de dos soles partida en tre dos luceros:

ya que de aplausos sinceros 1 ~s han 11 erado galantes, ciñan los/vardos errantes con sus estrofas obscuras dos frentes que son más puras que coronan los dii\mantes.

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IV Suspiran y con su aliento

llenan las brisas de aromas; se oye que arrullan palomas cuando se escucha su acento.

Quie'l los admira un momento, quien vé que pasan airosas, piensa que son mariposas sencillas, pura:~, inquietas, si ha de llamarlas violetas ó si ha de llamarlas rosas.

V En su mirada se siente

no sé qué fuego brillan te, rayo de luz del ~evante, fundido en luz de Poniente.

Sus ojos áscua candente confunden el alma mía; negros cual nube sombría recuerdan, abrillantados, la noche, si están cerrados, si están abiertos, el día.

VI Sin duda, por seductoras

las hizo Dios -prodigioso con el pincel milagroso con que pintó las auroras.

Modestas, encantadoras llenas, al par, de hermosuras; ¿cómo es qué halla criaturas que solo el sueño ha forjado? Es porque Dios ha soplado y anima dos esculturas.

Guadalajara, Julio de 1891.

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© ¿HASTA CUANDO? @

A Pascual Salcedo.

1 Ya me parece que basta. . ... !

Esos recuerdos amargos son tan tristísimos siempre, son, á !a vez, I tan lejanos que ya es preciso que marchen, que dejen loca] más amplio para que vengan los dulces, los más recientes, lns gratos.

Olvido, diós de quien llora llégate, ven á espantarlos ~ ..... ¿no ves que oprime su peso?

. h d' . h ~ 1? SI , an . e partIr ...... ¿ asta ·cuanc o. 11

La quise mucho y la quiero ..... . ¡bien sabe 10 que la amo! bien sabe que es mi carifio de esos cariños sagrados que, mientras menos esperan

. se hacen más firmes, más largos! Si nunca me corresponde,

si sus consuélos no alcanzo. por qué gran Dio~ no me libras de amores tan desgraciados? por qué si mi afecto burla tan grande amor le consagro? Tamás olvidar consigo si lo he de hacer ...... hasta cuándo?

111 Aspiraciones confusas,

sueños hermosos y vagos,

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ansias jamás definidas sed de cariños extraños ..... . ¿seréis por siempre ilusiones? ¿nunca os veré realizados?

Verdad amarga cuál pesas y afliges y abrumas tanto! Sin una sola esperanza sin afecciones ni alhagos ..... . ¡Ay! si de todos mis sueños uno se logt a ...... ¿hasta cuando?

Guadalajara, Agosto de 1892 .

...... tl'llllra...._-IN TIM O-___ ,..~ 1

Todo ha concluido al fin! Ya ves que pronto rechazaron sus ligas nuestras almas; no consiguieron rechazar el golpe tantas caricias y promesas t~ntas!

Tú me juraste eternidad de afecto, yo mi eterna pasión también juraba, ' y el tiempo vino á demostrar á ambos lo que son de risibles las palabras.

No me culpes jamás; yo no te culpo porque tus frases resultaron falsas: los dos quisimos emprender el vuelo sin recordar que no teníamos alas.

11

Solo una vez te ví; no he vuelto á verte; más desde esa ocasión

la dulce luz de tus obscuros ojos vaga, constantemente, á mi redór.

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Solo una vez te vi; ya más no han vuelto tus frases de pasión

y escucho, sin embargo, á todas horas los ecos argentinos de tu voz.

No ~é si en sueños fué cuando tu imágen por mi alma atravesó;

no sé si tus acentos de ternura como hijos de mi fiebre falsos s,on~

Solo sé, que afanoso desde entonces por la existencia voy

persiguiendo entre somhras,algo mío que olvidado dejó mi ·corazón.

UL TIl'v1f\ @,f\~Tf\ I~

A Antonio Rang-eL

Hoy su carta postrera me he encontrado; pobre papel rugoso y olvidado que trajo á mi memoria los episodios de una triste historia, las escenas de un drama que abarcó por entero mi pasado.

y he leído esa carta, la he leído con la mente serena, sin salir de mi pecho ni un gemido, sin producirnle su lectura pena .... . .

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¡Olvido, dulce Olvido: ya no dudo de tí, ya su recuerdo ~e pi~rde del pa~ado entrt- la bruma, del corazón se aleja, y al perderse en la sombra ni goce-, ni dolor . . .... nada me deja! ¡Qué soledad, Dios mío, cuán desconsoladora es tu enseñanza, que apenas cO!:lcebida una e~peranza nos hace ver en e Ha desilusión y ha'3tío!

¡Oh, sublimes arranques de ternura! frases que me escribió, y en otro tiempo colmaban mi ventura, ¡cómo esas dulces frases se borraran si á comprender llegaran que me produce tedio su lectura!

Es la vida tan vasto panorama, de tantas emociones está llena, que parece larguísima cadena en que revue1tos se unen el eslabón de idilio y el de drama.

Los placeres se van, también es justo que marchen los dolores, y si un amor feliz nos abandona, cual de un erial que el campesino abona surjan del corazón nuevos amores! ¡oh, bendita mil veces la pradera que se viste de flores en cada primavera! rFeliz el corazón que si padece por la esperanza irrealizable muerta, en sus propias angustias se adormece, pero al qn se extremece y al fin vuelve á querer, y al fin despierta!

¡Oh, carta, que me dices al oído las tiernas fr«ses de pasados días,

ya no puede tornar 10 que ha partido, 'vuelve, pues, al rincón en que dormías1

V é acompañar las ,tIores deshojadas <}ue son también recuerdos de no' sé qué aventuras olvidadas:; vuelve ya á sepultarte, te arrojo sin ~ entir rem.ordimiento que al fin, quien te escribió con sentimientG ya sé encargó, si!! duda, de olvidarte.

M~xico, Septiembre de 1895.

~ A LUPE CALOCA ~ [EN SU ALBUM]

En obra de Tolstol que no conoces porque moderna al fin te has figurado que vá á arrancarte tus creencias todas tus placeres más caros, cual quita el podador una por una las ramas más floridas en el árbol; en ese libro de Tolstol, repito, un pasaje bellísimo he encontrado, que-te voy á mostrar ..... cúlpame, Lupe} si 1].0 lo encuentras claro; pero nunca al autor, pues si supiera que 10 interpreto yo ,desventurado f

:t

* * Es la existencia un anchuroso río ... ~ á uno, al nacer, le han dado pirágua debil y al subirse en ella poniéndole los remos ee. las manos,

10

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Hbogatt le dice Dios' ('la fé te ayuda\, te espero al otro lado; y uno boga .... primero qué serenas las aguas .... son de un lago. parece que ' labarea se desliza ni una racha de viento ni un obstáculo. Pero después ¡ay nor ya no es posible sufrir aquel cansancio, el golpe de los remos nos fatiga t

ya nos duelen los brazo~;, y á la mita d del río, ya de remar y de sufrir hastiados vemos que la corriente nos arrastra t

sin que luchar podamos. y como entonces no fatiga nada, se deja uno llevar ...... iY qué descanso!' A derecha é izquierda hay tripulantes; gOZGSOS, van cantando se :rien de la vida y son felices" ¡los rem.os arroJaron y es muy dulce dejar á la corriente toda la abnegación, todo el trabajo! Uno se va con ellos, más de pronto los ve palidecer. ' .. : ¡qué desengañol La corriente los lleva al precípicio, la próxima cascada, desgraciados' por no remar los atraerá á la cima, donde se harán pedazos ..... . y uno vuelve la vista y los creyentes luchan contra las ólas, abnegados, Todo ,tI que tiene fé no deja el remo y boga y boga sin cesar luchando. La corriente da miedo y la atraviesan el opuesto rehazo, por más que no se ve, que está muy lejos, marineros con fé lo· han alcanzadot

* * * Eso dice Túlstoi; y yo te digo que en la corriente me hallo;

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que abandolJé el timón, y que me dejo llevar hácia el Ocaso ..... . Voy á pensar en tI, de nuestra infanci2 voy á evocar esos recuerdos gratos, y entonces ¡ay! veré si ya consigo tomar los remos y seguir bog,ando ..

1895.

..A.. LA SEÑOR.A..

OO~ST ..A.~Z.A. .A... DE :1I.[E.ADE

EN EL PANTEON •. 1

Era la madre enlutad 'l á quien ví en el cementerio con lágrimas en los ojos y en vano valor fingiendo. Llegó á la fosa del hijo el angelito pequeño que dejando la existencia y las alas entreabriendo se fué volando. volando desde el hogar hasta el cielo.

11

Era la madre enlutada que iba á buscar los restos los más puros y sagrados del niño que había muerto, que á la madre cariñosa· al emprender aquel vuelo

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dejó agonizante el alma, al corazón dejó enfermo.

III AHí me encontré á la madre

casi encarnación de un sueno, con sus cabellos dorados y con sus ojitos negros. Era hermoso cual querube y tan inocente y bueno que qué mucho queja madre el corazón sienta yermo! y tenga el, alma vacía y mire su hogar desierto.

IV Pobre madre que llorabas ··

al pie de ignorado féretro .....• que no obscuresca tu vida tan lúgubres pensamientos porque en el fondo de tu &lma el vivo se encuentra muerto!

México 1897.

An tes feliz y gozoso lleno de encanto en la vida sentábame satisfecho de tu corriente á la orilla

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y a lli miraba rizarse tu superficie tranquila y al soplo lánguido y tenue de blanda y callada brisa.

Con qué placer tan intenso con cuán intensa alegría miraba los pajarillos que en tus cristales bebían. Cómo gocé contemplando pintarse sobre tu hofa un cielo azul recorrido por fugaces nubecillas y al escuchar los murmullos de tu corriente furtiva oyendo las auras leves que en el follaje gemían pensaba escuchar, entonces t

con extrañeza infinita t

'. besos, suspiros y quejas que de tus ondas salían.

Más .... era por aquel tiempo en que gocé de la dicha, era en aquellos instantes de bienestar y delicia; era edad de los placeres,. era la edad fugitiva que cruza por nuestras almas como las flores de un día.

Hoy otra vez he llegado de tu corriente á la orilla; tu superficie brillante del aura, al soplo, se riza beben las aves graciosas us aguas puras y limpias :r el cielo, apenas nublado, 'obre tus ondas se pintar ...

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Pero ¡ay! aunque en todo iguales son estos de aq ue 11 os días. no bastan para mi encanto, no bastan para mi dicha ni el vívido azul del cielo, ni el juguetear de la brisa, ni las fantásticas aves -que beben, vuelan y trinan _ ..• . ·en los sonoros murmullos de tu corriente indecisa y en los tristísimos sones del céfiro que suspira no escucho besos ni quejas ,q ue tierna viérte tu linfa pues i ay en tales sonidos solo oye mi alma afligida solo el correr de sus aguas y el lamento de la brisa.

México 1897.

INDICE PÁGINAS.

Idea de este libro. . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . .. . . . 1 Prólogo del Editor .... ~ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111

PRIMERA PARTE.

Arcillas ............................ , .... . A . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . .. .. . . .. .. .. .. .. .. ..

Intima ..................... .. , , . , . , ...... . Intimo .... · . . . ~- .. ... . , .. , l • ' .:..r $. • • .; , •••••••••

R' 1" .LA c~··) (.\.. .. <:,.. A.-. lsas y agrlma '.l} .' .. .. ' .... ,....., .. ,.,.., A ' 'é . no se qUI 11 ........... , , ............... . Crepúsculos: . , . . . . . . . . . . . ......... , ....... . Partió" , . , ........ ... , .......... , .. , ..... . Fragmento 1. , , ........................ . . . Intimo 11 .. , ....... , .. , ........ .-, .... , . , .. A Clara. '. , ........ , ...... , : . . . .. , ... . ,." Pedro Moreno .................... , ....... . Rival ..................... . ~ .............. ~ ........................ .

SEGUNDA PARTE.

9 10 10

~~ 17 17 17 22 23 24 28 31

Mi última carta á Herlinda. , .. , , . " .. , . , . . . 37 A Beatriz .... ' ... , ................ , , . . . . .. . 40 Soñadora .................... , .... , ... , . , . 45

A l. D ........... .. .. . . ... ............... " En el albun1 de la Srita. Amalia Paz ........ . Elegia .... " ....... . ...................... . Sen1blanzas .............................. . Desaliento. : ............ . ....... " ..... . ... . Tu romance ............................. . En el anfiteatro .......................... ". A Salvador :B .. J~arrillo .......... " .......... . Asona11 cias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Desilusión A. . . . . . . . . . . . . .. . ............ . Semblanzas, 1\Iaría Oastillo Negrete ... , ..... . e "ova, Oañedo y ... t\na Palon1ar .............. . H t " . d ? " ¿ as a c· uan o...................... ~ . . . . .

Intimo 1 ................................. . Ultin1a~:carta á Antonio Rangel ............. .

" -.A. Lupe Caloca (en su albuln) .............. . . . A. la Sra. Constanza ..::1. de J\lead. En el panteón Ante una tu ente ..... ' ......... . .. . .. . ... .

47 49 49 55 57 59 62 64 65 66 66 69 71 72 73 75 77 78