cultura en facilito, 26 de abril de 2016

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LITERATURA A Nuni, en su nueva vida Pág. 4 LITERATURA El último respiro Pág. 3 en facilito SUPLEMENTO Trinidad, martes 26 de abril de 2016 • Año 1 • Nº 22 Publicite aquí Bermeo, la naturaleza mojeña en todo su esplendor TURISMO Pág. 2 JUVENTUD Camila Ribera: Con el arte en la sangre y la música en el alma Pág. 1 CAMILA RIBERA: ¿Por qué te gusta el violín?, preguntó el reportero a esta joven de 15 años, estudiante del colegio La Salle, y música de vocación, quién además desde muy temprana edad encontró un gusto profundo por el violín como instrumento musical. “El sonido que emite es maravilloso, es una sensación interior que recorre todo el cuerpo”; relató Camila, a quién efectivamente es imposible no creerle, porque una vez que toma ese instrumento, pareciera que se transporta, lejos de su cuerpo, lejos del lugar donde se encuentra, cierra los ojos, y se vuelve música mientras sus manos van tocando el violín. La joven demostró interés por el violín, incluso desde antes de tener edad para poder sostenerlo, desde muy pequeña, ese fue el instrumento que eligió y que hoy toca, de manera magistral. “Siempre me gustó”, relata Camila, y empieza a tocar uno de los temas más icónicos de la música beniana, “En las playas desiertas del Beni”. Y nuevamente, sus ojos se cierran, y ella otra vez parece transformarse, cambiar de forma y viajar, alejarse del lugar donde estábamos haciendo la entrevista, ¿Dónde? Quizás tal vez, a los mundos maravillosos de la música, a los mundos interiores de recuerdos olvidados, de suspiros no dichos, de alegrías tristes, y tristezas alegres, no lo sabemos, solo Camila parece saberlo. Camila además de su faceta musical, no descuida en ningún momento sus responsabilidades escolares, va cursando el 4to de Secundaria de La Salle, y está entre las mejores alumnas de su grado y de su colegio. David Fernando Ribera, y Francis Lisseth Flores son sus padres, la segunda, acompañándola a la entrevista demuestra todo el orgullo que siente hacía su pequeña, en la forma en la que habla, en la forma en la que mira a su hija tocar, en ese momento, ella parece captar un poco de toda esa mágica sensación que Camila experimenta. La joven de quince años, relató además que en un primer momento tuvo a la poesía como Con el arte en la sangre y la música en el alma arte, incluso recuerda haber tenido unas cuantas composiciones escritas en un cuaderno, no podría ser de otra manera, siendo nieta de una de las poetizas más importantes del Beni, Selva Velarde. “Recuerdo verla pasar de niña, chica ella, con su violín en la espalda, yendo a sus prácticas cuando todavía no ensayaba en el Instituto Universitario de Arte”, relató una vecina suya, que conoce a Camila desde muy pequeña y recuerda su gusto por la música en aquellos años. Camila continúa yendo a ensayar, ahora lo hace en el IUA, donde resalta por su talento y su dedicación, continúa siendo una alumna ejemplar, y sin dudas en poco tiempo, su música, también será conocida no solo en Trinidad, sino en otras partes del país.

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Page 1: Cultura en Facilito, 26 de Abril de 2016

LITERATURAA Nuni, en su nueva vida Pág. 4

LITERATURA

El último respiroPág. 3

en facilito

S U P L E M E N T O

Trinidad, martes 26 de abril de 2016 • Año 1 • Nº 22

Publiciteaquí

Bermeo, la naturaleza mojeña en todo su esplendor

TURISMO

Pág. 2

JUVENTUDCamila Ribera: Con el arte en la sangre y la música en el alma Pág. 1

CAMILA RIBERA:

¿Por qué te gusta el violín?, preguntó el reportero a esta joven de 15 años, estudiante del colegio La Salle, y música de vocación, quién además desde muy temprana edad encontró un gusto profundo por el violín como instrumento musical.

“El sonido que emite es maravilloso, es una sensación interior que recorre todo el cuerpo”; relató Camila, a quién efectivamente es imposible no creerle, porque una vez que toma ese instrumento, pareciera que se transporta, lejos de su cuerpo, lejos del lugar donde se encuentra, cierra los ojos, y se vuelve música mientras sus manos van tocando el violín.

La joven demostró interés por el violín, incluso desde antes de tener edad para poder sostenerlo, desde muy pequeña, ese fue el instrumento que eligió y que hoy toca, de manera magistral.

“Siempre me gustó”, relata Camila, y empieza a tocar uno de los temas más icónicos de la música beniana, “En las playas desiertas del Beni”.

Y nuevamente, sus ojos se cierran, y ella otra vez parece transformarse, cambiar de forma y viajar, alejarse del lugar donde estábamos haciendo la entrevista, ¿Dónde? Quizás tal vez, a los mundos maravillosos de la música, a los mundos interiores de recuerdos olvidados, de suspiros no dichos, de alegrías tristes, y tristezas alegres, no lo sabemos, solo Camila parece saberlo.

Camila además de su faceta musical, no descuida en ningún momento sus responsabilidades escolares, va cursando el 4to de Secundaria de La Salle, y está entre las mejores alumnas de su grado y de su colegio.

David Fernando Ribera, y Francis Lisseth Flores son sus padres, la segunda, acompañándola a la entrevista demuestra todo el orgullo que siente hacía su pequeña, en la forma en la que habla, en la forma en la que mira a su hija tocar, en ese momento, ella parece captar un poco de toda esa mágica sensación que Camila experimenta.

La joven de quince años, relató además que en un primer momento tuvo a la poesía como

Con el arte en la sangre y la música en el

alma

arte, incluso recuerda haber tenido unas cuantas composiciones escritas en un cuaderno, no podría ser de otra manera, siendo nieta de una de las poetizas más importantes del Beni, Selva Velarde.

“Recuerdo verla pasar de niña, chica ella, con su violín en la espalda, yendo a sus prácticas cuando todavía no ensayaba en el Instituto Universitario de Arte”, relató una vecina suya, que conoce a Camila desde muy pequeña y recuerda su gusto por la música en aquellos años.

Camila continúa yendo a ensayar, ahora lo hace en el IUA, donde resalta por su talento y su dedicación, continúa siendo una alumna ejemplar, y sin dudas en poco tiempo, su música, también será conocida no solo en Trinidad, sino en otras partes del país.

Page 2: Cultura en Facilito, 26 de Abril de 2016

TurismoTrinidad, abril de 2016

2.

en facilito

S U P L E M E N T O

Escondida en medio de las pampas de la provincia Moxos, Bermeo es una pequeña comunidad que cuenta con 65 familias

asentadas en toda su jurisdicción.Lleva el nombre de una comunidad española,

y se lo puso un párroco español que llegó a San Ignacio y estuvo presente durante la fundación de esta pequeña comunidad, allá por el año de 1976.

La comunidad se encuentra a una hora de San Ignacio de Moxos, y para llegar hay que desviarse de la carretera principal y andar unos cuantos metros hasta toparse a una pequeña asociación de casas, que tiene por plaza principal una cancha de fútbol y alrededor, una capilla, una posta sanitaria, una antena de telecomunicaciones y varias viviendas hechas de madera, tarope, en fin, todos materiales que fácilmente se encuentran en los alrededores.

Sus habitantes cálidos te reciben siempre con una sonrisa, la primera casa, por lo menos la que queda justo frente al arco más lejano de la cancha de fútbol, está habitada por la familia de Héctor Bejarano.

Héctor cuenta con un pequeño chaco, parte de un gran terreno comunal, que es sembrado por todos los habitantes que viven en este lugar.

Para llegar hay que atravesar una arbolera, un camino de tierra cubierto por frondosos árboles que protegen de los rayos del sol, una pequeña laguna que parece un estanque; llega hasta pocos metros de la plaza y corre paralelo al camino del chaco.

Un árbol caído que sirve de puente, es el primer obstáculo, y luego el aroma de las flores inunda todo el sendero, una magia que solo el olor provoca, llena los sentidos del viajero y lo obliga a soñar despierto, con un mundo más grande del que normalmente puede conocer, un mundo natural, donde las tristezas parecen haberse ido, y los desamores, son solo un recuerdo vago, porque

Por: Ricardo Gutiérrez

Bermeo, la naturaleza mojeña en todo su esplendor

el ser humano, ante tanta belleza, solo puede sentir felicidad.

La inundación dejó poca variedad de animales silvestres, pero los árboles recuperaron el dominio y bañan el paisaje.

Así es Bermeo, una comunidad escondida que vive plácidamente entre el viento que lega del norte y sopla sobre un frondoso árbol plantado justo al lado de la cancha y al cual acuden los comunarios cada vez que el sol se enoja y baña un fuerte calor, la tierra de los hombres. La Palabra del Beni

Av. Nicolás Suárez Nº 693 • Telf.: 3-4620808 Fax: 3-4621190 • E-mail: [email protected]. lapalabradelbeni.com.bo • facebook .com/lapalabradelbeni

Gerente General Cynthia A. Vargas Melgar

Encargado Suplemento CulturalRicardo Gutierrez Angulo • Cel. 75008139

Diseño y DigramaciónEditorial Tiempos del Beni S.R.L.

Encargado de PublicidadFernándo Tipuni Melgar • Cel. 72846746

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S U P L E M E N T O

Page 3: Cultura en Facilito, 26 de Abril de 2016

3.

Trinidad, abril de 2016Literatura

El último respiroPor: Carlos Eduardo López Peña

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S U P L E M E N T O

Sentí esa punzada típica en los ojos por la falta de gravedad. No podía respirar muy bien, ya que la presión

de la nave se estaba perdiendo poco a poco, y la cabeza me empezó a zumbar en lo profundo.

-Aquí unidad de combate Talón 3. Mis motores se apagaron y he perdido comunicación con la nave nodriza, por favor, bajo leyes de combate intergaláctico, pido ayuda de remolque.

La carlinga especializada de simulación se había apagado, seguramente uno de los motores verticales de reconocimiento se había desconectado por la anterior ofensiva y en mi localización la radio no llegaba a la transmisión normal. Era el terror absoluto que un piloto de combate espacial podía soportar, la destrucción del módulo de simulación simbiótica.

Esta, evitaba que el piloto sufriera daños considerables cuando su nave era despedazada por el combate, a lo que inmediatamente el mecanismo lo teletransportaba a la estación más cercana sano y salvo.

-Aquí unidad de combate Talón 3. Mis motores se apagaron y he perdido comunicación con la nave nodriza, por favor, bajo leyes de combate intergaláctico, pido ayuda de remolque.

Esta vez mi voz estaba apagada y cansada, había estado más de una hora tratando de establecer contacto y la sequedad del ambiente, más la falta de oxigeno hacían que mi garganta se resecara y dejara de funcionar como debía. La cabeza ya me empezaba a “matar”.

Decidí proceder con lo que me enseñaron en la academia. Desarmar la carlinga y reiniciar la teletransportación de forma manual, pero para ello, debía desentornillar la base de mi carlinga, que gracias a los ancestros, aún tenían ese elemento primitivo de dar vueltas y soltar.

Los dos primeros tornillos ya volaban en la gravedad cero y la base ya daba señales de estar más suelta. Era hora de moverse rápido, ya que la presión podía desaparecer, y mi casco no estaba diseñado para soportar amenazas atmosféricas negativas que pudieran aplastarme el cráneo.

Me agaché y arrastrándome llegué al centro de mi nave y mis lágrimas y desesperación se hicieron más fuertes. Uno de los disparos de las naves Cobalto, las naves nodrizas de nuestros enemigos que funcionaban como artilleros de enormes cañones de plasma, me había dado en toda mi popa y la había separado del comando, el módulo de simulación simbiótica estaba protegido por sendas placas de titanio en la parte trasera. Y esa parte ya no estaba, me la habían arrancado de un disparo… aunque, un momento…

Una luz azulina brillaba con intensidad delante de mí, emitiendo pulsos cerca de mí ¡Podía alcanzar el módulo solo brincando! Debía intentarlo entonces, debía dar un salto cerca de mi comando para llegar al módulo y activarlo manualmente… me preparé, tomé impulso y salté en dirección al pedazo donde se encontraba la unidad.

La lentitud del vuelo si así lo puedo llamar se me antojó eterna y cuando salí del pedazo de titanio que protegía el motor de protopropulsión, observé que el agresivo combate seguía en pie. En el espacio, el sonido es inexistente y por ello creí por un momento que la ofensiva había terminado, pero al ver como las naves espaciales seguían persiguiéndose unas a otras en una danza sombría de muerte y destrucción, y los poderosos cañones de las naves Cobalto o los misiles Centauris de las naves nodrizas humanas Octopon, trataban de penetrar los escudos de energía de cada nave guía, supe que la desgracia podía ocurrir en cualquier momento.

Muchos disparos se acercaron a mi posición, pero por suerte nada me había ocurrido, las explosiones eran tremendos regaderos de luz, que uno al ver, esperaba escuchar un desfragmentado sonido terrible, y como la gravedad era inexistente igualmente, la sangre que seguía a la explosión, y los cuerpos despedazados, se los veía flotando en la calma. Era una visión asquerosa después de todo.

Me concentré en llegar al módulo, inmediatamente lo abrí con los arcaicos tornillos, y lo encontré reluciendo bajo la sombra del sol. Conecté lo cables que sellaban el circuito para la teletransportación y una luz me jaló por el estómago.

Al igual que cuando te dan un golpe en la cabeza, sentí la transferencia molecular. Y me sinteticé en enfermería como decía el protocolo de defensa. Sin embargo, no todo era paz. Todos corrían, y todo era caos. Por todas partes había gritos y lamentos. Yo no lo entendía, esta era la nave de comando y ola terciaria, no debería estar a este grado de emergencia.

-¡Hey tú! ¡Piloto!Un comandante de alto rango me llamó,

desde que la colonización del espacio empezó, todas las armas se juntaron en un solo regimiento. Me paré un poco mareado…

-¿Sabes utilizar un cañón de gama?Asentí lentamente, después de todo, las

herramientas eran las mismas, pantalla plasma de emulador de disparo y puntería, radar directo de rastreo vertical, manoplas

hipersensibles con disparadores de sensores robóticos.

Lo que me aterraba, era que según los protocolos de combate, las naves hospital, de vida asistida, de comando y familiar, siempre debían estar atrás de las naves de ofensiva y artillería, para que cuando se definía que el combate estaba perdido, estas naves pudieran dar la vuelta y escapar en el hiperespacio.

Empecé a pensar rápido para moverme y aligerar mi miedo. Me enviaron al segmento frontal al que todas las naves enemigas atacaban sin piedad, me senté en el asiento módulo de simulación simbiótica del cañón, y concentré mi fuego inmediatamente en las naves que estaban frente mío. Me enorgullecí de tener tan buena puntería.

Pasados unos minutos de terror extremo, noté que las naves que se acercaban por la zona noreste de la nave, lo hacían de una manera agresiva y casi suicida. Deduje que la intención era de destruir nuestra capacidad de movernos en el hiperespacio, explotando nuestro hipermódulo. El terror se hizo más grande… noté que dos cañones más a la derecha había un piloto de tercera ola que disparaba al igual que yo. Me le acerqué corriendo.

-¿Dónde está tu nave?-¡En la plataforma de escapada de

estribor, faldón siete!-Gracias. ¡comandante, he notado un

contingente suicida de naves que quieren destruir nuestros HmSS, necesito el apoyo de un contingente de cinco pilotos de nave de caza pronto, estaré partiendo de la PE7!

-Entendido teniente. ¡Ya lo oyeron soldados, cinco voluntarios hacia la plataforma de estribor siete! ¡Muévanse!

Mientras corría, pensaba en cómo podía organizar a los soldados voluntarios para un contraataque masivo y proteger nuestra única herramienta de escape, y en el momento que puse pie dentro de la nave, la gravedad de la nave nodriza empezó a tambalearse, estaban logrando su objetivo.

-¡Todos los disparos, concéntrense a las naves cerca de nuestros HmSS y destrúyanlos, no pueden llegar a atraparnos!

Pensé que era una buena decisión, eso nos daría tiempo. En cuanto salí de la

plataforma, doblé mi nave hacia el HmSS.-¡Voluntarios, a mí!-¡Detrás suyo Teniente!Me siguieron hasta la zona, y entablamos

combate con los cercanos, de los seis, solo uno sucumbió, los demás seguían en pie. Otro contingente de enemigos se acercaba. Rodeamos el HmSS, y los enfrentamos.

-¿Comando, cuánto tiempo para escape hiperespacial?

-¡Diez minutos! ¡Aguanten un poco más!Seguimos combatiendo, y esta vez

con más agresividad. Noté que muchas de las naves ya estaban en posición para ser atraídos por el HmSS y muchas la defendían a cuerpo entero en el camino de los rayos de las naves Cobalto, explotando de manera impresionante… hasta que me di cuenta del error de nuestro movimiento. En el fondo de las líneas enemigas, un misil rojo a velocidad extrema, recorrió todos los segmentos de nuestras líneas explotando cerca de la última nave preparada para el escape, y de la explosión se convirtió en una implosión impresionante donde un agujero negro empezaba a formarse tragando todo a su alrededor.

-Comando, traten de tomar impulso y escapen, que alguien tenga su cañón apuntado a mí

-Teniente, eso es suicida ¿Lo podrá lograr?

-No tengo nada que perder.Recordé que mi familia estaba muerta

por la raza a la que nos enfrentábamos y que si bien el miedo hacía meya en mi psiquis, este sacrificio ayudaría muchos otros a sobrevivir y seguir adelante, debía lograrlo.

Me dirigí el centro del agujero negro. -¡Cuando me vean alargándome,

dispárenme inmediatamente, configuraré mi MSS para teletransporte lejano!

-Entendido Teniente, este gesto le juro que nunca será olvidado.

Puse los propulsores en dirección neutra, y me apoyé en mi asiento tranquilamente. Cerré los ojos, y vi a mi familia en el planeta tierra, corriendo. Mi hija detrás de su madre, y ella sonriéndome. Era perfecto… ya no tenía miedo, un fulgor azul en el borde mi ojo, me decía que ya todo iba a terminar.

Page 4: Cultura en Facilito, 26 de Abril de 2016

4.

LiteraturaTrinidad, abril de 2016en facilito

S U P L E M E N T O

A Nuni, en su nueva vida

El 30 de marzo del 2016, fue un día triste y negro por la repentina muerte en la ciudad de Santa Cruz

de la Sierra, de Nuni Rivero Aramayo, a quien conocíamos como “El Príncipe de la Canción Romántica”. Nuni, dejó marcada su propia época. Se consagró como el cantor más afamado y valorado que tuvo el Beni. Fue grande porque supo transformar la voz del viento en una vibrante melodía, hecha más dulce por la gravitación de su propio amor tan emotivo y sentido, con el que ejecutaba su arte. Este cantor de la voz única, profunda, potente, melodiosa y varonil, admirablemente, cantaba amando las canciones que interpretaba; yo, en más de una vez, lo vi terminar su canto… enternecido y llorando, con grandes lagrimones que le nacían del alma. A Nuni, sus amigos no lo buscaban para matar el tiempo, sino para vivir las horas.

Fue un hijo visible de Trinidad, hombre sencillo, cordial y amiguero como muy pocos. Disfrutó de la libertad de vivir bajo su propia ley, en la soledad de su casa y… siempre solo, esto no obstante, el hecho de tener muy cerca de su propia familia y de contar con tantos buenos amigos y compañeros de siempre le expresaban un

cariñoso afecto y mucha admiración. Nunca se vanaglorió del alto sitial de honor que logró alcanzar por sus propios méritos y por esa lira viviente y eterna de su alma musical, que cantando nos deslumbró con su genio. Al margen de su venturado perfil musical, hay algo más que bien vale la pena hacer notar y es el hecho que, Nuni nunca tuvo en mente el vivir de los presupuestos fiscales del pueblo y fue por eso, que jamás desempeñó cargo público alguno durante toda su vida. Siempre se lo escuchó renegar contra la clase política incapaz de resolver de veras los viejos problemas que aquejan a nuestro pueblo.

Nuni, el amante de la noche, de las parrandas, de las bohemias y de los escenarios tan concurridos y aplaudidos cuando actuaba él, siempre supo expresarnos con su voz inconfundible, sus pasiones, sus dolores, sus entusiasmos, sus esperanzas, los sentimientos más profundos que le nacían del corazón. En fin, toda la fiebre ardiente de su vida atormentada y romántica. Fue un extraordinario émulo del ya célebre cantor francés Charles Aznabour, de quien se esmeró en pulir todo lo mejor de su histórico repertorio.

Lo estoy escuchando hoy, mientras escribo estas líneas, lo disfruto y sé que siempre que quiera escuchar a este inolvidable artista, lo podré hacer porque su maravillosa voz quedó capturada en los discos y CDs que nos legó para siempre. “Carretero del palmar”, se constituye en el más bello tributo que le hizo a su tierra, a la que le cantaba con el corazón y el alma.

Fue taciturno y solitario, pero no cabe duda, que así como era, también supo ser feliz a su modo.

Por: Arnaldo Mejía Méndez

Se nos fue Nuni, partió en su viaje eterno a la Ciudad del Futuro. No quiso llevar ni su viejo maletín que tanto cuidaba, porque se fue como un invitado de honor a proseguir cantando y brillando.

Finalmente, Nuni nació para ser un excelente cantor y nada más. Qué privilegio, vivió toda su vida cantando. Nos cantó la vida por intermedio de nuestras penas y placeres, de nuestros recuerdos y añoranzas, de nuestros amores y de nuestros sueños.