Vengo del cielo ó del firmamento, del infinito

Hace mucho tiempo atrás, en un lejano bosque existían grandes árboles de colores, llenos de pajaritos, mariposas y flores hermosas, además bailaban al compas del viento cuando soplaba suave y calientito.

Allí vivía un niño llamado Ka poy yepü, al que le encantaba jugar en el río , ir a pescar, buscar piedras preciosas y adornar las sabanitas que tejía con sus manos .

Hasta que un día consiguió tantas, pero tantas piedras preciosas, y tantos hilos que tejió y tejió una larga sabinita que llegó al cielo.

Él estaba muy contento porque podía subir todos los días hablar con sus mejores amigos el sol, la luna y las estrellas.

Pero el día menos esperado empezó a llover muchas gotitas y de repente a lo lejos salió una luz muy brillante que poco a poco se iba convirtiendo en hermosos colores.

Salió el amarillo, el verde, el azul, y el rojo ¡Era el Arco iris!, que le regaló sus colores para pintar los hilitos de sus tejidos.

Así Ka poy yepü fue descubriendo día a día, que la naturaleza tiene los mejores y los más bonitos colores para construir un mundo mejor y lleno de aventuras.