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PASIONISTAS - Madrid

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MIGUEL GONZÁLEZ, C. P.

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VICENTE FERNÁNDEZ, C. P.

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Colaboran:

ALBERTO BUSTO, J. L. QUINTERO, PABLO GARCÍA,

ANTONIO SAN JUAN, JULIA MERODIO, JUAN CARLOS

PRIETO, JOSÉ LUIS LARRABE, JAVIER GARRALDA,

GREGORIO SANTOS, PEPE F. DEL CACHO, JUAN

IGNACIO VILLAR (VILY), RODRIGO SEVILLANO.

Fotógrafo Artístico: CLISOS

SUSCRIPCIONESORDINARIA .............................. 14 €EUROPA .................................... 20 €DE APOYO ................................ 20 €BIENHECHOR ........................ 25 €EXTRANJERO .......................... 40 $

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Agradecemos su colaboración.

Depósito Legal: SA Nº 1 - 1978Imprime: GRÁFICAS DEHON

PP. Reparadores - Tel. 916 751 536Preimpresión: Francisco Antón

SUMARIO

❚ Desde mi ventana MIGUEL GONZÁLEZ, C.P.

❚ Mirada contemplativa al Señor Crucificado JOSÉ LUIS QUINTERO SÁNCHEZ, C.P.

❚ Variaciones de por aquí, y de más allá

❚ La Pascua, siembra de vida (La cosecha sigue) MIGUEL GONZÁLEZ, C.P.

❚ Desde la otra orilla GREGORIO SANTOS ZAYAS

❚ Familia y vida JULIA MERODIO A.

❚ El evangelio cada día ANTONIO SAN JUAN

❚ Carta de una budista JAVIER GARRALDA ALONSO

❚ Plegarias e ideas JUAN IGNACIO VILLAR (VILY)

❚ La Palabra del Papa Francisco

❚ Escuela de S. Pablo de la Cruz SOR CATI DE LA SS. TRINIDAD, C.P.

❚ Santa María del equilibrio RAFAEL REY GORDILLO, O.C.D.

❚ La vida breve, nacer, morir, resucitar FERNANDO HOLGADO RETES

❚ “Misión Madrid-Pan Bendito”. Las memorias de Don Hilario HILARIO PEÑA ROJO

❚ El Credo de la juventud critica

❚ Encuentros al caminar PEPE FERNÁNDEZ DEL CACHO

❚ Rincón familiar “Santa Gema”

❚ Te he creado a ti PABLO GARCÍA MACHO, C.P.

❚ Envio, aliento y testimonio P. RODRIGO SEVILLANO


El mes de junio, mes primaveral, esun mes dedicado por tradición ecle-

sial y por parte de millares y millares decorazones agradecidos al Sagrado Co-razón, el Corazón de Jesús.

Es por demás sabido que en la tra-dición bíblica, y en la nuestra, el corazónes la persona entera, en todo su ser ysu proceder. Cuerpo, mente y corazónson uno. Aduzco algunos, muy pocos,textos y referencias. El Rey y ProfetaDavid proclamó: “A ti, Señor, te agradanlos corazones sinceros”. “Oh Dios, creaen mi corazón puro”. Y por sobre todos,las palabras de Jesús, el Señor: “Biena-venturados los puros y limpios de co-razón”. Del corazón del hombre brotantodos los males y también los mejoresdeseos”. “Aprended de mí que soy man-so y humilde de corazón”.

Desde la realidad sonora de los dichosproféticos y por sobre todo de los dichosy los hechos de Jesús, nos será dadocontemplar, en visión panorámica la realidad del mundo en la hora presente:guerras y matanzas en Siria, en Israel yPalestina y mucho más allá. Injusticias,corrupciones y engaños por doquier.Todo ello a modo de un surtidor de su-frimientos que no cesan y se proyectan,como en pantalla gigante, en forma decarnes destrozadas por el furor de bom-bardeos y explosiones sin cuento, y enlos rostros de niños y adultos famélicos,abandonados a su suerte, y en paterassuperpobladas y hundidas al huir delhambre y de la guerra... ¿Origen de todoello? Mentes obcecadas y corazonesde piedra, insensibles ante tanto sufri-miento. Corazones insensibles ante eldolor ajeno, y ante los quereres del co-razón de Dios. Se da también, cierto, lacontrapartida de muchos “corazonesde carne”, corazones nobles de gober-nantes y gentes que aman y procuran

la paz, que se empeñan en ser artíficesde paz y reconciliación y en secar lágri-mas y restañar heridas de muchos hijosde Dios atormentados.

Cierto, del corazón del hombre brotantodos los males, y también los mejoresdeseos y los mayores logros. Ojalá quelo entiendan así las presentes y las futurasgeneraciones, y todos los gobernantes,todos los padres y todos los maestros,y desde la memoria, siempre grata, delcorazón de Jesús, se empeñen en man-tener, a todo riesgo, siempre encendidaslas lámparas de la fe, de la justicia, de lapaz y la reconciliación.

❚ MIGUEL GONZÁLEZ, C.P.

Revista Pasionario | 183

Desde mi ventana

Dios es todo coraz❤n´

1 PASIONARIO 183 a 195.qxp 24/05/18 14:14 Página 183

San Efrén (Nísibe, 306, Edesa, 373) viviócautivado por la belleza que descubrió en elVerbo Encarnado. Fue diácono, maestro, teó-logo, poeta, músico y utilizó todos sus dotespara cantar la belleza descubierta en la fe. Es-cribía: “Tu naturaleza es una perla llena de be-lleza, se parece a la del Cordero silencioso ensu mansedumbre; cuando alguien perfora laperla y la toma y se la cuelga a modo deadorno, como Cristo estuvo colgado en elGólgoga, entonces todo su esplendor se da aconocer aún más para aquellos que la miran.

Está representada en ella tu belleza, la be-lleza del Hijo, el cual se envolvió en la Pasión.Los clavos lo traspasaron; la aguja te penetró,también a ti, como a sus manos, te horadarony te traspasaron. Pues como él sufrió, reinó,igual que a través de tu sufrimiento aumentatu belleza.

Si te hubiese ahorrado estos sufrimientostampoco te habría amado; y si has sufrido, poreso eres con Él señor. Simón Pedro quiso verla perla sin esos sufrimientos, la piedra preciosaante la cual quien se escandaliza es castigado.

En virtud de su Pasión, su belleza se con-virtió en el adorno de las alturas y de las pro-fundidades”.

La Perla es aquí el Misterio de Dios mani-festado en el Señor Crucificado. El amor queenvuelve la Pasión la llena de la belleza sobre-humana que cautiva y la experiencia del pro-pio dolor nos vuelve buscando en Él alivio ysalvación. Y el encuentro de estos dos doloreshace prevalecer el amor solidario y transfor-

mante del Señor que lo transfigura y nostransfigura con él. La omnipresencia del amoren la Pasión la transfigura, envolviéndola enuna intensa luminosidad y claridad de gloria.

LA NECESARIA CONVERSIÓNAL CRUCIFICADO

En el libro, Campos de Castilla, publicadoen 1912, ANTONIO MACHADO (1875-1939)incluye este poema, el CXXX, titulado La Saeta:

¿Quién me presta una escalerapara subir al madero,para quitarle los clavosa Jesús el Nazareno?Saeta popular

¡Oh, la saeta, el cantar al Cristo de los gitanos, siempre con sangre en las manos, siempre por desenclavar! ¡Cantar del pueblo andaluz, que todas las primaveras anda pidiendo escaleras para subir a la cruz! ¡Cantar de la tierra mía, que echa flores al Jesús de la agonía, y es la fe de mis mayores! ¡Oh, no eres tú mi cantar! ¡No puedo cantar, ni quiero a ese Jesús del madero, sino al que anduvo en el mar!

El poema está lleno de un lirismo admi-rable. Constata la compasión y delicadeza delfervor que desear aliviar el dolor con el cantoy el desenclavar al Jesús Nazareno. En un se-gundo momento, el poema, deja entrevercómo este sentir pertenece a la fe de los ma-yores revelando que el cantar no tanto decompasión sino de victoria se debe dirigir “alque anduvo en el mar”, dejando sospecharque se refiere al que anduvo “sobre el mar”,mostrando así su divinidad portentosa. Asíanalizado el poema refleja un dato de nuestra

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Mirada contemplativa al Señor Crucificado

LA EMOCIÓN POÉTICA QUE SE TRANSFORMAEN CONVERSIÓN Y COMPASIVA CONFESIÓN

DE FE EN TRES POEMAS DEL SIGLO XX



historia espiritual: La desproporción en quehan estado presentes a la conciencia cristianalos distintos elementos de la fe en Cristo.Entre nosotros ha prevalecido un exceso dedolorismo ante el Cristo de la Pasión, olvi-dando por un lado su mensaje doctrinal delReino y por otro lado la innovación personalde la Resurrección. Una devoción en algunoscasos hecha de afectividad dolorista que noha llegado a la conversión compasiva y a laconfesión de fe en el Dios Amor revelado enJesucristo y en su camino mesiánico.

Hay dos imágenes de Jesús enfrentadas enel poema: La del que sucumbe al mar, la vio-lencia, la muerte finalmente –todo eso es loque viene dicho con la palabra “mar”– , y la delotro que ha sido capaz de otorgar vida, de sus-citar esperanza, de vencer las tempestades erguidas incluso en el mismo mar sobre el queavanza (cf. Mc 6,45-52) . Pareciera que elpoema no ha pasado del Jesús muerto en elmadero, o del Jesús luchando con el mal-mar,hasta el misterio personal del Señor Resuci-tado. Solo algunos, como Unamuno, vieron enel Cristo negro de la Cruz, el Cristo blanco dela resurrección. De algún modo, el poema nossitúa ante el texto evangélico en el que Pedrose revuelve ante la desvelación que Jesús hacede su camino mesiánico: “Y comenzó a ense-ñarles que el Hijo del Hombre debía sufrirmucho y ser reprobado por los ancianos, lossumos Sacerdotes y los escribas…Tomándoleaparte, Pedro se puso a reprenderle. Pero él,volviéndose y mirando a sus discípulos, repren-dió a Pedro…” (Mc 8, 31-34) o el anuncio dePablo de predicar a un Mesías Crucificado, “es-cándalo y necedad” (cf. 1ª Cort, 1,17-25).

MIRADAS QUE CAUTIVAN, ESTREMECENY TRANSFORMAN

Otras miradas resaltaran la compasión quelleva a la conversión y a la transformación. Asíel Poema de RAFAEL SÁNCHEZ MAZAS(1894-1966). La mirada supera la estética vi-sual y se hace diálogo. La contemplaciónpausada recorre ojos, labios y corazón. El re-corrido emocional y visual se unifican y sedesbordan despertando los sentidos interio-res: voluntad, conciencia, admiración, con-formación. La impresión contemplativa llevaal éxtasis arrancando de un cierto ensimisma-miento. Se reconoce prendido, trasportado,en quietud abismada. Comienza con los sen-tidos y llega a reconocer prendido y clavadocon el “alma entera”. Dedica este poema a Mi-guel de Unamuno, teniendo presente su obrapoética al Cristo de Velázquez.

CRISTO,

Delante de la cruz, los ojos míosquédenseme, Señor, así mirando, y sin ellos quererlo estén llorando,porque pecaron mucho y están fríos.

Y estos labios que dicen mis desvíos,quédenseme, Señor, así cantando,y sin ellos quererlo estén rezando,porque pecaron mucho y son impíos.

Y así con la mirada en Vos prendida, y así con la palabra prisionera,como la carne en vuestra cruz asida,

quedénseme, Señor, el alma entera;y así clavada en vuestra cruz mi vida,Señor, así cuando queráis me muera.


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La poeta chilena GABRIELA MISTRAL(1889-1957) utiliza con frecuencia imágenesde Cristo como representación de la personaque acepta los padecimientos de la vida, re-lacionándolo así con la expresión del sufri-miento terrenal. A Él se dirige intuyendo en eldolor una posibilidad humana de experimen-tar la realidad, la fragilidad y la plenitud de lavida. Así lo hace en su obra Desolación de1922 y en su libro Tala (1938) poniendo enestrecha relación a Cristo con el dolor. Enesta última obra se encuentra el poema“Nocturno del Descendimiento” dedicado aVictoria Ocampo, como expresión consu-mada de la identificación con Cristo en sudolor. “Acaba de llegar, Cristo, a mis brazos,/peso divino, dolor que me entregan”. El ca-minar religioso de Gabriel llega al encuentrocon Cristo desde la experiencia del dolor.Este poema ha sido recreado y adaptado enla Liturgia de las Horas adquiriendo estanueva formulación:

En esta tarde, Cristo del Calvario, vine a rogarte por mi carne enferma; pero, al verte, mis ojos van y vienen de tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza.

¿Cómo quejarme de mis pies cansados, cuando veo los tuyos destrozados? ¿Cómo mostrarte mis manos vacías, cuando las tuyas están llenas de heridas?

¿Cómo explicarte a ti mi soledad, cuando en la cruz alzado y solo estás? ¿Cómo explicarte que no tengo amor, cuando tienes rasgado el corazón?

Ahora ya no me acuerdo de nada, huyeron de mí todas mis dolencias. El ímpetu del ruego que traía se me ahoga en la boca pedigüeña.

Y sólo pido no pedirte nada, estar aquí, junto a tu imagen muerta, ir aprendiendo que el dolor es sólo la llave santa de tu santa puerta.

Aquí la contemplación es transformante.El “Cristo del Calvario” es el Siervo Sufrienteen el que sus heridas nos han curado (Is 53,5).La solidaridad abisma y nace la compasión yla identificación: Los dolores que portaba elorante con la carne enferma y su oración-re-clamación ahora se torna solidaridad y quie-tud abriéndose un nuevo camino en el vivir,abriendo el dolor un nuevo surco y hontanar.Similar al de Job que tras luchar exclama: Séque mi redentor vive; tras mi despertar me al-zará junto a él y con mi propia carneveré a Dios ¡Dentro de mí languidecenmis entrañas! (cf. Job 19,25-27).

❚ JOSÉ LUIS QUINTERO SÁNCHEZ, C.P.

Mirada contemplativa al Señor Crucificado



Variacionesde por aquí, y de más allá

La Iglesia, siempre solidaria

Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las

angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre

todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez

gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los

discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente

humano que no encuentre eco en su corazón. La

comunidad cristiana está integrada por hombres

que, reunidos en Cristo, son guiados por el Espíritu Santo en su peregrinar hacia el reino del

Padre y han recibido la buena nueva de la salvación para comunicarla a todos. La Iglesia por

ello se sienre íntima y realmente solidaria del género humano y de su historia.

CONCILIO VATICANO II

CONSTITUCIÓN PASTORAL SOBRE LA IGLESIA EN EL MUNDO ACTUAL

Testimonio misioneroCaminar juntos

Si tuviera que resumir mi vida con pocaspalabras, creo que las que mejor lo harían serían‘vida’ y ‘alegría’. En castellano diríamos “Que mequiten lo bailao”. ¡HE DISFRUTADO MUCHO!,además así, con mayúsculas. La experiencia conlas personas ha sido magnífica desde todos lospuntos de vista, pero la experiencia con Dios hasido aún mejor. No me cambio por nadie.A los jóvenes les diría que lo que vale la pena son

las relaciones personales. El intercambio con los demás te cambia, te transforma. Se puede hacer

mucho por los demás, pero lo más importante es estar con ellos, caminar juntos. Por eso la vida

misionera tiene sentido: no es cuestión de unos meses o unos años, sino de una vida entera

dedicada a la Misión, al anuncio de Jesús. Un anuncio que pasa por mi vida sencilla en lo

cotidiano de cada día, pero eso sí, vivido con alegría y desde la confianza en ese Jesús que nos

quiere, nos acompaña y nos invita a ser cada día un poquito mejor, tal y como Él lo fue.HERMANA MARÍA DEL PRADO, MISIONERA COMBONIANA EN EL CONGO(EN REVISTA MUNDO NEGRO)

La misión, la Buena Noticia,es siempre causa de alegría.


188 | Nº 1.038 | Junio-Julio 2018

Cristo muerto enla cruz, resucitadoglorioso del sepul-cro, es la mejor CO-SECHA, del Padre,para alimento y vidadel mundo.

Lo dijo Él, elMaestro: “si el granode trigo no cae entierra y muere... nopuede dar fruto”. Losubrayó Pablo, unode sus mejores ami-gos: “como el granode trigo se entierray muere, para resu-citar después..., asíel cuerpo nuestro”.

Para imaginarseel momento y lahora y el cómo delresucitar de Jesúsde entre los muer-tos, será bueno imaginarseprimero el cómo, el mo-mento en que, en la ple-nitud de la noche, el tallonacido del trigo, rota lacáscara, vence las tinieblasde dentro de la tierra y seasoma tímido a la luz, gri-tando la VIDA.

EL SOL “RESUCITA”CADA MAÑANA

Cuando es de noche,el sol “está muerto” paralos que vivimos en estehemisferio. ¿Quién se atre-

surrección te siguenalumbrando.

Mañana, cuandohayas muerto, tusojos verán a quienahora no puedesver. Porque, si ahoralo vieras, quedaríasdeslumbrado portanta luz...

Ahora, es la feviva la que te con-duce a esta penum-bra que es la vida,cuando el SOL, Re-sucitado también,está aunque noaparece. Mañana,será la visión clara,cuando sea ya ma-drugada del granDÍA. Cuando el Se-ñor Resucitado apa-rezca como un

Gran Sol, el Gran Resuci-tado, para todos los he-misferios a un tiempo.

Entre tanto, en las en-trañas del mundo, en loíntimo de ti mismo, se estáfraguando una gran cose-cha... Préstale toda la aten-ción del mundo, toda la queeres capaz de prestarle. Nosea que se haga de nocheen ti, que dejes de velar yesperar, y el Enemigo llenede cizaña y tinieblas esecampo del Señor Resucitadoque eres tú; el corazón tuyo,lo mejor que hay en ti.

La Pascua, siembra de vida(La cosecha sigue)

verá a afirmar que, al ano-checer, cada noche, el solmurió para siempre? Es ne-cesario esperar y despertarpara verlo resucitar, ma-ñana... Porque, hoy, estámuerto para ti, para noso-tros, pero “vive” para otrasgentes, en otros mundos,a los que ilumina y alegra.

Así Él, el Señor, en suPascua eterna. Resucitó yvive, aunque tú no lo ves.Por Él, tú también vives.Su luz y el calor de su Re-

La naturaleza, las floresmulticolores, son un canto

de resurrección.



OTRAS“RESURRECCIONESANUNCIADAS”

Los muertos en CristoJesús, resucitarán prime-ro...” Ellos, resucitaron ya.Los que aún vivimos, tú,yo..., tenemos que morirprimero para resucitar des-pués, con una “resurrec-ción grande”, como la Re-surrección de Jesús.

Pero aquella resurrec-ción nuestra es tambiéncomo la del tallo que haroto la corteza de la tierray se va convirtiendo en es-piga, poco a poco.

Por eso, van resucitadodía a día, con resurrecciónprogresiva:

– el anciano que sesiente decaer, perono pierde la paz, elgozo, la confianza...

– el enfermo grave,que sonríe en mediode su dolor, que ha-bla con serenidad desu propia muerte, eincluso se preocupade consolar a los que

lo lloran, desorgani-zar su propio fune-ral...

– el joven que, sintien-do la llamada de Diosa una vida diferente,escucha aquella voz,y el grito apremiantedel pueblo, y renun-cia a todo y a sí mis-mo, y a Dios y a losdemás consagra suvida y su juventud...

Y son igualmente signosde resurrección:

– los niños que juegan,cantan y crecen...

– los jóvenes que pro-gresan en lozanía yesplendor físico, y ensaber y en creer.

– Los artistas, que vansacando de la manga,a través del genio,creaciones sorpren-dentes.

– Los políticos, loseconomistas, cuandotoman su quehacercomo un servicio, yproponiéndose co-mo meta la de unmayor bienestar, una

vida más cómoda ymás gozosa paraunos y otros, sobretodo para los máspobres...

¡Esplendor inabarcablee interminable el de la Re-surrección del Señor!

Ella sola es capaz deiluminar el mundo, dandosentido y contenido acuanto el mundo encierra,y de convertir en claridadresucitadora, aún los rin-cones oscuros de la vida ydel corazón.

❚ MIGUEL GONZÁLEZ, C.P.

La juventud alaba y aclama al Señor Resucitado.

Aviso importante

Con ocasiónde los mesesde verano,y como en añosanteriores,esta nuestra Revista,su Revista,publicará en juniolos mesesde junio-julio,y en agosto los deagosto-septiembre.

Muchas gracias,y felices vacacionesde verano a todos.

LA DIRECCIÓN R.P.


190 | Nº 1.038 | Junio-Julio 2018

SIENA: UN TESTIMONIODE LA GRAN OBRA DE DIOS

El gran amor que Jesúsnos tiene, le movió hace yados mil años, a quedarseentre nosotros, en cuerpo,alma, humanidad y divinidad,en un pedazo de pan o enunas gotas de vino, que porel misterio de la trasubstan-ciación, son transformadasen su verdadero cuerpo ysangre.

No es fácil, a nuestra na-turaleza humana, aceptareste milagro. “Presenciar mi-lagros no suele ser el modopor el que los hombres ymujeres lleguen a la fe. Losmilagros solo los percibenquienes han aprendido a verla mano de Dios en los su-cesos de la vida ordinaria”(J. Morales).

MILAGROS EUCARÍSTICOS

Todos los milagros decarácter eucarístico, ponende manifiesto y refuerzannuestra fe, de que Cristo seencuentra en presencia real.La Eucaristía no es solo unode los siete sacramentos,sino el acto central de la fey del culto católico. “Euca-ristía” significa “acción degracias”. Es la conmemora-ción y reactualización de laúltima Cema de Jesús consus discípulos en la nocheantes de su muerte. Es eldogma de la Presencia realde Cristo en el sacramentoeucarístico.

No han sido pocos losintentos de «espiritualizar»,

tos de seis formas que seconvirtieron en Sangre. Sinembargo, es más conocidoel milagro eucarístico deSiena, que consiste en lainexplicable razón, por laque unas formas consagra-das hace ya casi 300 añosse conserven incólumes,como el mismo día que fue-ron consagradas.

SIENA, AÑO 1730

La historia de Siena co-mienza la víspera de la fiesta

Desde la otra orilla

El milagro eucarístico de Siena

de reducir a «símbolo», elhecho de creer en la asom-brosa «materialidad» del pany el vino consagrados, dehacer razonable, a la medidade pequeñas categorías hu-manas, ese escándalo quees la fe eucarística católicaen su totalidad. Tampocohan faltado ciertas «relec-turas» reductoras del dogmade la Presencia Real.

La ciudad zaragozana deDaroca alberga uno de losmilagros eucarísticos másfamosos de España: los cor-porales que conservan res-

Siena: relicario conlas hostias incorruptas



de la Asunción de un 14 deagosto de 1730. En la basílicade san Francisco de Siena,se había consagrado 351formas. Ese mismo día, unosladrones profanan el templollevándose el copón y lashostias consagradas. Des-cubierto el hurto, se decidesuspender la celebración dela festividad, y comenzar unacto de desagravio.

Tres días después, el 17de agosto, en la cajita paralas limosnas de la vecinaColegiata de Santa María inProvenzano, aparecen todaslas hostias. Se habían llevadoel vaso de plata que las guar-daba. Caídas en medio delpolvo, de las telarañas y deldinero de la caja, fueron pia-dosamente recogidas, cui-dadosamente examinadas ydebidamente identificadas.

Transportadas a su lugarde origen, no fueron con-sumidas como prescribía elCódigo de derecho canó-nico, sino que a petición delos fieles se expusieron aadoración con fines expia-torios. El tiempo pasaba,pero en ellas no se apreciabaningún signo de alteración,como se hubiera podido es-perar. Evidentemente, en losdesignios de la Providencia,aquella sacrílega profanacióndebía quedar, a través delos siglos, como un apolo-gético testimonio de la pre-sencia real de Jesús en laEucaristía.

Muchas veces, hombresilustres las han examinadocon los medios que el pro-greso ponía a su disposición,multiplicando, en el tiempo,causas y elementos que hu-bieran favorecido la corrup-ción (contactos, polvo, hu-medad). Pero la ciencia ha

fenómeno absolutamenteanormal: las leyes de la na-turaleza se han invertido. Elcristal del copón en que sehan conservado se ha con-vertido en receptáculo demohos, mientras que la muyperecedera harina se ha re-velado más refractaria queel cristal».

Posteriormente se vieronotras profanaciones, comola noche del 5 de agosto de1951 cuando se llevaron de nuevo el copón, dejandolas hostias en una esquinadel tabernáculo. Hoy el nú-mero de aquellas 351 hostiasse ha reducido a 223, perono poque las que falten sehayan destruido con el tiem-po, sino porque entre lasmuchas «pruebas» que serealizaron se cuenta la dehacer comulgar con ellas aalgunas personas para pro-bar su sabor.

El milagro eucarísticopermanente de Siena, parael cual el tiempo se ha pa-rado, ofrece a todos, desdeel más escéptico al más dis-traído, la posibilidad de vercon los propios ojos y detocar con las manos una delas más grandes maravillasde Cristo sobre la tierra, antela cual la ciencia no tiene larespuesta.

El milagro que continúa,suscita en todos los hijos deDios un deseo más ardientedel Pan vivo bajado del Cieloy un mayor amor hacia Aquelque se ha hecho nuestrocompañero de viaje hasta laconsumación de los siglos:por el hombre, por la vida ypor la salvación del mundo.

❚ GREGORIO SANTOS

ZAYAS

BARCELONA

concluido siempre su exa-men afirmando: Las sagradaspartículas están todavía fres-cas, intactas, físicamente in-corruptas, químicamentepuras, y no presentan prin-cipio alguno de corrupción.

UN DICTAMENCONVINCENTE

Una comisión de emi-nentes profesores de física,higiene, química y farmacia,entre los que se encontrabael famoso químico univer-sitario, Siro Grimaldi, reali-zaron un gran examen cien-tífico el 10 de junio de 1914.En su dictamen S. Grimaldiescribió: “Al cabo de 184años transcurridos desde en-tonces, he encontrado lasparticulas «brillantes y lisas,con bordes limpios, no des-hilachados ni chafados. Nohay presencia de carcoma,ácaros, telarañas, mohos ocualquier otro parásito ani-mal o vegetal propios de laharina de trigo cernido dela que están compuestas. Y,sin embargo, no hay nadamás frágil y susceptible dealteración que las ligerashostias de pan ácimo. Porsu naturaleza tienen indis-cutiblemente la cota máximade alteridad. La harina es elmejor terreno de cultivo demicroorganismos, parásitosanimales y vegetales, de fer-mentación láctica y pútrida».Y continúa anotando el es-pecialista: «Las Hostias deSiena se encuentran, portanto, en perfecto estadode conservación, contracualquier ley física y químicay a pesar de las condicionestotalmente desfavorables enque han sido halladas. Un


192 | Nº 1.038 | Junio-Julio 2018

Familia y vida

A MODODE PARÁBOLA

“En medio de la no-che, un barco cruzabael océa-no Atlántico.Los pasajeros estabandisfrutando de la cenay se escuchaba unamúsica suave, cuandode pronto, los sistemasde comunicación y di-rección del barco fa-llaron y el panel se que-dó en blanco.

El capitán se diocuenta de que no podíareparar la avería y sesintió presa del pánico.¿Cómo iba a conseguirque los pasajeros lle-gasen a su destino? Estabacruzando un océano enuna noche oscura sin se-ñales que le guiaran.

Entonces, llamó al ofi-cial de puente para queaveriguase si entre los pa-sajeros había algún expertoen electrónica.

Después de unos ins-tantes de ansiedad, entróun pasajero en la cabi-na. –¿Es usted experto enelectrónica?, preguntó elcapitán.

No, señor, respondió elpasajero. No sé nada deesas cosas.

Entonces, ¿qué está us-ted haciendo aquí?, le dijoel capitán.

Dígame cuál es el pro-blema. Quizá pueda ayu-darle.

El capitán clavó enél su mirada incrédula,diciéndole. ¿De quéestá hablando?

El cielo, amigo, re-puso el extraño pasa-jero. Las estrellas nosguiarán. Muéstreme sumapa de ruta sobre elOcéa no y nuestro pun-to de destino.

El pasajero, una per-sona de aspecto co-rriente era astrónomo.Se sentó junto al capitáncon el mapa en su re-gazo y los ojos clavadosen el cielo. Dirigió latravesía que le resultabaimposible realizar al ca-pitán.Al amanecer el barco

arribaba puntual en su des-tino”.

MOMENTOSDE OSCURIDAD

Yo no sé si la gente quenos rodea sabe algo sobreDios, pero lo que sí detectoes, que la sociedad dondehabitamos –en la que seencuentra inserta la fami-lia– se encuentra comonuestro capitán, con lossistemas de dirección y co-municación averiados y lamente en blanco. Surca, enuna profunda noche oscura,un océano embravecido ysin encontrar señales queles muestren la dirección;anclada en un estado depánico colectivo, que trata

Travesía nocturna

El capitán grito furioso:¡Si no sabe nada de elec-trónica, salga de aquí, nome sirve!

El pasajero dijo de nue-vo, serena y cortésmente:Dígame, por favor, cuál esel problema. Creo que pue-do ayudarle.

¿Es que no lo ve por símismo?, saltó enfurecidoel capitán.

Todos los instrumentoshan dejado de funcionar.No sabemos dónde esta-mos. Nos encontramosperdidos sobre un océanoen medio de la noche…

Bien, pero yo puedoayudarle, dijo el pasajero.Conozco algo que nuncafalla. No ha fallado nuncaen el pasado ni fallará enel futuro.



de ocultar con sucedáneosque cada vez la llevan másdentro de su lodazal.

Pero eso no puede seróbice para que nosotrosvivamos angustiados comosi nada en nuestra vida tuviese sentido, porque nosotros sabemos que conel Señor a nuestro lado todoprosperará.

Y qué asombroso, co-mo el pasajero que entraa la cabina para ayudar, asíentra el Señor en nuestravida. No le importa queperdamos los nervios, quelo echemos de nuestrolado, que le gritemos, queno queramos saber nadade Él… Dios nunca se rinde,él siempre está ahí paraayudarnos a salir de esasnoches oscuras que nosacompañan, de ese marembravecido en el que nosmovemos, para hacer quelleguemos a la hora seña-lada, a nuestro destino.

Pero esto no es nuevo,siempre ha sido así. No se

puede entender que lagente todavía no lo sepa.

NUNCA SOLOS.ÉL SIEMPRE ESTÁ

Sin embargo, nosotroslo sabemos y a pesar deello, nuestras heridas delpasado, están todavía san-grando. Nos daña todavíaese hecho que sucedió, quehemos ido agrandando y yacasi no sabemos dónde lle-ga, ese dolor que no terminade irse, esa vida que nosparece tan desafortunada…Pero hay algo que está porencima de esas vicisitudes,nuestra tarea, nuestro tra-bajo, eso de lo que no po-demos prescindir.

Por eso os invito, a co-ger los mandos de nuestravida. No nos quedemosparados. Como los após-toles subamos a “nuestrabarca” y echémonos al mar.Es un símil perfecto: el marevoca tarea, la barca el ro-dar de nuestra vida.

Sabiendo que allí, don-de los sistemas de comu-nicación y dirección noshayan fallado, allí es dondeaparecerá de nuevo el Se-ñor.

No estamos solos. Anuestro lado está Él paraayudarnos a hacer vidanueva. Porque Él puedeayudarnos a convertir: El pecado en gracia;

El rencor en perdón; la tris-teza en gozo; la duda enFe; el resentimiento en ala-banza; el egoísmo en en-trega; y la soledad en aco-gida fecunda…

El “mapa” que usa el Se-ñor tiene una precisiónsorprendente. Dejémosleentrar en nuestra cabina,digámosle a donde quere-mos llegar y abandonémo-nos a su voluntad. Pues:

Dios no nos salvarápor nuestras obras,

aunque seanrealmente buenas,nos salvará cuando,de verdad seamos,

obra suya.

Para crecer: ¿Siento la ayuda de

Dios en mi vida defamilia? ¿De qué manera? ¿En qué hechos? ¿Le dejo hacer a Él

o le impongo miscondiciones?

¿Los míos, los queconviven conmigo,los que me cono-cen… son capacesde detectar que Diosestá, también con-migo, en mi tarea fa-miliar?

¿Hago las quehace-res familiares con ale-gría o lamentándomede tanto esfuerzo?

¿Es mi trabajo un servi-cio a los demás?

¿Qué me diría hoy,Jesús, de loque estoy ha-ciendo?

❚ JULIA MERODIO [email protected] / Madrid


194 | Nº 1.038 | Junio-Julio 2018

El evangelio cada día

¡Qué sorprendente siem-pre la forma de vivir y depensar de Jesús. Señor deluniverso, no tiene casa pro-pia donde descansar, nimesa fija donde comer. Je-sús suele comer donde le in-vitan. Y al que ha escogidoel camino de la pobreza, nole importa ser huésped depersonas ricas e influyentes,o de pecadores a quienestodos evitan. A nadie niegasu presencia y su evangelio.

El que le invita hoy es unfariseo rico e importante. Yahí tenemos al Maestro ob-servando cómo los invita-dos buscaban los mejorespuestos, y poniendo de ma-nifiesto la falta de respetoque están mostrando haciasu prójimo.

Qué valentía tan grandela suya. Rodeado de fariseos,que no dejan de observarle,Jesús subraya la necedad decuantos piensan acumularhonores, menospreciando alos demás. Cuando obramos

Banquete gratis para todos

Entró Jesús un sábado en casa de uno de los principales fariseos para comer, yellos le estaban espiando.

Notando que los invitados escogían los primeros puestos, les propuso este ejemplo:“Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que

hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro,y te dirá: ‘Cédele el puesto a este’. Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto.

Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que cuandovenga el que te convidó, te diga: ‘Amigo, sube más arriba’.

Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enal-tece será humillado, y el que se humilla será enaltecido. Y dijo al que lo había invitado:‘Cuando des una comida, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes,ni a los vecinos ricos, porque corresponderán invitándote y quedarás pagado. Cuandodes un banquete invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no puedenpagarte; te pagarán cuando resuciten los muertos”.

Lucas 14, 1 y siguientes

Tu palabrame da vida.



para nosotros. Apetecerotros honores sería caer enla ingratitud hacia nuestroDios, y “hacer malos” a loshermanos que compartencon nosotros sus dones y lagracia incomparable de sucompañía.

Quien se siente de ver-dad amado por Dios no caeen la tentación de la envidiani de la vanagloria. Quien sesiente amado por El, muybien puede renunciar a losbienes y a la honra que per-tenecen a sus hermanos; yllevar con gozo que tam-bién ellos disfruten de la es-tima que Dios Padre nostiene a todos. De confiar deverdad en Dios, nos sobraríatodo lo que no es y todo loque a El no conduce.

HIJOS FIELESY DE FORMA GRATUITA

Qué sorprendente sepresenta Jesús inculcándoleal fariseo a invitar a los po-bres que nada tienen, a losimpedidos que no puedendisponer de cuanto poseen.Con sus palabras, el Maestroestá pensando en sus discí-pulos de todos los tiempos,

deseando para todos unagenerosidad sin cálculos y una actitud altruista y desinteresada.

La bondad que ha sem-brado Dios en nuestra vida,no la siembra para obteneruna recompensa inmediata,sino para para que poda-mos parecernos a El, quehace salir el sol sobre bue-nos y malos, y hace caer sulluvia para todos. A Jesúsno le parecen buenos losbienes que no se recibenpara compartirlos. Solo elbien que brota de un cora-zón sencillo y bueno, es elbien que le gusta a Dios yque debemos a nuestroprójimo.

Pensando en que losdiscípulos vivamos y sirva-mos a la manera de nuestroMaestro: contentándonoscon lo que hemos recibido,y compartiéndolo con losque más lo necesitan y másesperan de nosotros. Pues,eso te pedimos, Señor Je-sús: aprender de ti a vivir enhumildad y sencillez,en amor generoso ysolidario.

❚ ANTONIO SAN JUAN

así, viene a decirnos Jesús,los hombres nos perdemosa Dios, que es el único im-portante de verdad. El Maes-tro nos dice también que elafán de hacer el bien a quienpuede pagárnoslo, se con-vierte en el camino máscorto para perdernos la ri-queza de su Reino.

EL GRAN HONORDE SER INVITADOS

Con este evangelio Je-sús quiere librarnos de latentación que sentimos “losbuenos” de creernos mejo-res y más dignos que losdemás. No nos contenta-mos con el gran honor deser invitados a su mesa porDios; ignoramos ademásque al anhelar otros puestosmejores, es toda una afrentala que le hacemos.

El riesgo que corremosmuy a menudo “los buenos”es el de pensar que Dios noestá siendo suficientementebueno con nosotros; quenosotros merecemos algomás que los demás. Igno-rando aquí también que loque los creyentes recibimosde El no puede ser mejor

Compartirnuestra mesacon los demás


196 | Nº 1.038 | Junio-Julio 2018

Carta de una budista

El cardenal gui-neano Robert Sa-rah viajó a Japónal poco del tsuna-mi del 11 de marzodel 2011 que pro-vocó la muerte devarios miles depersonas, ademásde graves daños yel accidente nu-clear de Fukushi-ma. Llegó al paísel 13 de marzo yrezó en público. Alcabo de un tiemporecibió esta cartade una joven bu-dista japonesa:

“Tras el terribletsunami en el quehemos perdido amuchos miem-bros de nuestrafamil ia y cas i todos nuestrosbienes, queríasuicidarme. Perodespués de es-cucharle a usted en latelevisión, después de lapaz y serenidad que re-cobré viéndole rezar porlos supervivientes y porlos muertos, y del im-pacto de su recogimientoy de su silenciosa oraciónjunto al mar, después desu emotivo gesto dearrojar unas flores en me-moria de todos los quefueron engullidos por elmar, renuncio a suicidar-

me. Gracias a usted ahorahe comprendido y séque, a pesar de este de-sastre, hay alguien quenos ama, que vive juntoa mí y comparte nuestrosufrimiento, porque de-bemos valer mucho a susojos. Ese alguien es Dios.A través del Santo Padrey a través de usted hesentido su Presencia ysu compasión. No soycatólica, pero le escribo

estas líneas para dar-les las gracias a ustedy al Santo Padre Be-nedicto XVI por elinmenso consueloque nos han apor-tado. Sé que, igualque yo, otras perso-nas han recibido esapreciosa ayuda es-piritual que todosnecesitamos, sobretodo en los momen-tos de pruebas tantremendas e inmen-sas como ésta” (Pá-ginas 92-93 de “Dioso nada” por RobertSarah, 1916, 4ª edi-ción).

DIOS NUNCAABANDONA

Lo primero quesalta a la vista esque más allá de lasayudas materiales,que son tambiénimprescindibles,para las víctimas

de una catástrofe lo másesencial es transmitirlesla presencia de Dios, laayuda espiritual:

“La auténtica caridadno es limosna, ni solida-ridad humanitaria, ni fi-lantropía: la caridad es laexpresión de Dios y unaprolongación de la pre-sencia de Cristo en estemundo (...) La caridad nos

Muchas veces la raíz más profundadel sufrimiento humano es

la ausencia de Dios

No todas las religiones son iguales, peroen todas las culturas se pueden encontrar

semillas de bondad y de Evangelio.


urge a evangelizar: la Igle-sia sencillamente revelael amor de Dios. Muchasveces la raíz más profundadel sufrimiento humanoes la ausencia de Dios”(Ibídem, págs. 91-92).También el Papa Francis-co ha escrito que la op-ción preferencial por lospobres ha de manifestarseantes que nada en suatención espiritual.

Otra reflexión: es falazel ocultar nuestra fe conla coartada que quien nosescucha tiene otra reli-gión. En este caso vemoscómo el Espíritu Santosuscita un fruto espiritualde la actitud creyente ypública de sus ministros,incluso en personas dedistinta religión. Este frutosanto, y que en el casonarrado era de vida omuerte, se perdería si elmisionero ocultara su fey se limitara a solventarcarencias materiales.

AYUDA ESPIRITUALY MATERIAL

Y otra consideraciónes que ante una catás-trofe, la postura más cris-tiana, es ayudar a sus víctimas espiritual y ma-terialmente.

Además, nunca de-bemos pensar que las catástrofes son fatales yfruto de una Naturalezaciega. El Señor es tambiénSeñor de la Naturaleza ynada sucede sin que lopermita. La Virgen enMedjugorge nos dijo que

sús que unos galileos ha-bían sido matados porlos romanos. “Y respon-diéndoles dijo: ¿Pensáisque esos galileos fueranmás pecadores que losotros por haber padecidotodo esto? Yo os digoque no: y que si no hi-ciereis penitencia todosigualmente pereceréis.”(Lucas 13, 1-5).

Además, aun supo-niendo que se trata deun castigo, si éste es co-lectivo también habrá,entre sus víctimas, ino-centes. El misterio delsufrimiento de los ino-centes, sin dejar de sermisterio, se ilumina con-templando a Cristo, víc-tima e inocencia infinitas.Estos inocentes son aso-ciados especialmente aCristo, del que son ima-gen viva. Y si padecencon Él, también reinaráncon Él.

❚ JAVIER GARRALDA ALONSO

BARCELONA


la oración y el sacrificiopueden evitar catástrofesnaturales y guerras. Y uncaso llamativo lo tuvimoscuando muchos mejica-nos elevaron sus súplicasal Cielo por mediaciónde la Virgen para que elhuracán Patricia, que seanunciaba como el másmortífero, no causara da-ños (año 2015). Y, pese asu potencia devastadoray a las lúgubres previsio-nes de los expertos, elhuracán evolucionó demodo que no causó pér-didas humanas. Todos loatribuyeron a la interven-ción milagrosa de la Vir-gen, a quien Dios nadaniega.

En cuanto al matiz decastigo que puedan teneralgunas catástrofes o gue-rras, hemos de considerarque en el Evangelio senos dice que no necesa-riamente los más peca-dores son los castigados:

Leemos en el Evan-gelio: Le contaron a Je-

La pobreza , el desamparo, no son castigos.Son más bien producto de egoísmos

e injusticias de los hombres.


198 | Nº 1.038 | Junio-Julio 2018

Plegarias e ideas


200 | Nº 1.038 | Junio-Julio 2018

La Palabra del Papa Francisco

El Papa Francisco a los jóvenes(25 de marzo 2018)

Dios nos amay nos valora

El haber «encontradogracia ante Dios» significaque el Creador aprecia labelleza única de nuestro sery tiene un designio extraor-dinario para nuestra vida.Ser conscientes de esto noresuelve ciertamente todoslos problemas y no quitalas incertidumbres de la vida,pero tiene el poder de trans-formarla en profundidad.Lo que el mañana nos de-parará, y que no conoce-mos, no es una amenazaoscura de la que tenemosque sobrevivir, sino que esun tiempo favorable que senos concede para vivir elcarácter único de nuestravocación personal y com-partirlo con nuestros her-manos y hermanas en laIglesia y en el mundo.

Ser valientes

La fuerza para tener va-lor en el presente nos vienede la convicción de que lagracia de Dios está connosotros: valor para llevaradelante lo que Dios nospide aquí y ahora, en cadaámbito de nuestra vida; va-lor para abrazar la vocaciónque Dios nos muestra; va-

lor para vivir nuestra fe sinocultarla o rebajarla.

Sí, cuando nos abrimosa la gracia de Dios, lo im-posible se convierte en realidad. «Si Dios está connosotros, ¿quién estará con-tra nosotros?» (Rm 8,31).

La gracia de Dios tocael hoy de vuestra vida, os«aferra» así como sois, contodos vuestros miedos ylímites, pero también revelalos maravillosos planes deDios. Vosotros, jóvenes, te-néis necesidad de sentirque alguien confía real-mente en vosotros. Sabedque el Papa confía en vo-sotros, que la Iglesia confíaen vosotros. Y vosotros,¡confiad en la Iglesia!

A María, joven, se leconfió una tarea impor-tante, precisamente porqueera joven. Vosotros, jóve-

nes, tenéis fuerza, atrave-sáis una fase de la vida enla que sin duda no faltanlas energías.

Usad esa fuerza y esasenergías para mejorar elmundo, empezando por larealidad más cercana a vo-sotros. Deseo que en laIglesia se os confíen res-ponsabilidades importan-tes, que se tenga la valentíade daros espacio; y voso-tros, preparaos para asumiresta responsabilidad.

Os invito a seguir con-templando el amor de Ma-ría: un amor lleno de au-dacia y completamenteproyectado hacia el donde sí misma.

El ejemplo de María

Una Iglesia repleta deestas cualidades marianas

MENSAJE PARA LA 33 JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD (EXTRACTO)

Tener valor hoy



será siempre Iglesia en sa-lida, que va más allá de suslímites y confines para ha-cer que se derrame la gra-cia recibida. Si nos dejamoscontagiar por el ejemplode María, viviremos de ma-nera concreta la caridadque nos urge a amar a Diosmás allá de todo y de no-sotros mismos, a amar alas personas con quienescompartimos la vida diaria.Y también podremos amara quien nos resulta pocosimpático.

Es un amor que se con-vierte en servicio y de-dicación, especialmente hacia los más débiles y po-bres, que transforma nues-tros rostros y nos llena dealegría.

La respuestade los jóvenes

Quisiera terminar conlas hermosas palabras deSan Bernardo en su famosahomilía sobre el misteriode la Anunciación, palabrasque expresan la expectativa

de toda la humanidad antela respuesta de María: «Oís-te, Virgen, que concebirásy darás a luz a un hijo;oíste que no será por otrade varón, sino por otra delEspíritu Santo.

Mira que el ángel aguar-da tu respuesta. Tambiénnosotros esperamos, Se-ñora, esta palabra de mi-sericordia. Por tu breve respuesta seremos ahorarestablecidos para ser lla-mados de nuevo a la vida.Esto mismo te pide elmundo todo postrado atus pies. Oh Virgen, dapronto tu respuesta» (Ho-milía 4, 8-9: Opera Omnia,Ed. Cisterciense, 4 [1966]53-54).

Queridos jóvenes: el Se-ñor, la Iglesia, el mundo,esperan también vuestrarespuesta a esa llamadaúnica que cada uno recibeen esta vida. A medida quese aproxima la JMJ de Pa-namá, os invito a prepara-ros para nuestra cita conla alegría y el entusiasmode quien quiere ser partí-cipe de una gran aventura.La JMJ es para los valien-tes, no para jóvenes quesolo buscan comodidad yque retroceden ante lasdificultades. ¿Aceptáis eldesafío?

Carta de Gema a su director espiritual, Padre Germán

Los éxtasis más sublimes, no eran obstáculo para que Gema siguiera con enteranormalidad el ritmo monótono de las horas y los días.

Cuando llega a abrir su corazón con el Padre Germán, se percibe enseguida cómoGema se considera en verdad una pobre criatura. Está convencida de que ella es«nada», pero la presencia de Jesús es un rayo de luz celestial para esta alma, capaz devalorar toda su pequeñez:

«Es Jesús misericordioso quien recompensa (a los Giannini) por la caridad que tienencon esta pobre y mezquina criatura. Padre mío, ruega a Jesús que me ayude mucho,mucho, porque yo soy débil y puedo caer cada momento. Me parece estar no sé dónde...en el purgatorio; pero mi refugio en mi propio corazón; en mi corazón está Jesús, yposeyéndo a Jesús, me siento capaz de sonreír aún en medio de tantas lágrimas; siento,sí, que soy feliz, aún en medio de tantos desconsuelos» (octubre de 1901).


202 | Nº 1.038 | Junio-Julio 2018

Escuela de S. Pablo de la Cruz

En nuestro ámbito hu-mano, todos sabemosque una herida si sangrao supura no está curada.Y que, a veces, las heridasse cierran en falso, conla infección dentro. No

basta, pues, que estén ce-rradas para estar curadas.

También las heridasmorales o espirituales, lasheridas del pecado, las delcorazón, necesitan ser cu-radas. También ellas san-

gran y supuran y, a veces,se cierran en falso.

1 ISRAEL

El pueblo de Israel lee-mos en el libro del Éxodo,se regía por la ley del talión:“ojo por ojo, diente pordiente, mano por mano,pie por pie, quemadurapor quemadura, heridapor herida, cardenal porcardenal” (Ex 21, 24-25).A pesar de ello, esta leydel talión era benigna fren-te a las leyes que prevale-cían en los otros pueblos,donde no había propor-cionalidad entre castigo yagravio, sino que la penasiempre era mayor a laofensa recibida.

Pero las heridas per-sonales y sociales, las he-ridas del corazón, de lasfamilias y del pueblo nopodían curarse así. Decada herida sangrienta sa-lía sangre, cada agraviosupuraba un nuevo agra-vio y la espiral del mal sepropagaba en la historiasin término, pues todomal era respondido y re-futado con otros mal.

Sus heridas nos han curado

“A los cuales filósofos, rehusaba encomendar la cura de mi alma enfermaporque no hallaba en ellos el nombre saludable de Cristo... determiné hacermecatecúmeno en la Iglesia católica... hasta descubrir algo seguro donde enderezar mis pasos”

(S. Agustín. Confesiones. V. 14,25)



Avanzando el tiempo,la historia de este pueblonos descubre en los cán-ticos del Siervo del segun-do Isaías, una perspectivanueva: un personaje –co-lectivo o individual, quepodría ser el mismo profetau otro– sufre, y su sufri-miento es valioso paraotros, convierte el doloren un camino hacia Dios;el sufrimiento sirve para ély para otros, para el puebloherido. “...Él soportó nues-tro sufrimientos y aguantónuestros dolores; noso-tros lo estimamos leproso,herido de Dios y humilla-do; pero él fue traspasadopor nuestras rebeliones,triturado por nuestros crí-menes. Nuestro castigosaludable cayó sobre él,sus cicatrices nos cura-ron... por los pecados demi pueblo lo hicieron... elSeñor quiso triturarlo conel sufrimiento y entregarsu vida como expiación,verá su descendencia,prolongará sus años, loque el Señor quiere pros-perará por su mano. Porlos trabajos de su almaverá la luz... Mi siervo jus-tificará a muchos, porquecargó con los crímenesde ellos... él tomó el pe-cado de muchos e inter-cedió por los pecadores”(Is 53, 2-12).

Este texto del profetaIsaías será interpretado yaplicado, en la primeracarta de Pedro, a Jesu-cristo nuestro Señor.

catrices, la crucifixión ymuerte de cruz fueronrespondidas con el per-dón. “Él no devolvía elinsulto cuando le insul-taban, sufriendo no po-fería amenazas, sino quese entregaba al que juzgarectamente” (1Pe. 2,23).

Jesucristo en su cuer-po sustituyó la ley del ta-lión por la ley del amor ydel perdón. Donde abun-dó el pecado sobreabun-dó la Gracia. Feliz culpaque mereció tal Reden-tor.

Para que esta curaciónactúe a lo largo de la his-toria, en el tiempo y elespacio, falta que noso-tros demos nuestro sí personal, entreguemosnuestra libertad al Señor,aceptemos, unidos a Él,la cruz. Es decir: comple-temos en nosotros, lo quefalta a sus padecimientosen favor de su Cuerpo, laIglesia (Col 1,24).

Si nuestras heridas selas confiamos a nuestroSeñor, las ponemos ensus Manos, las descansa-mos en las Suyas, enton-ces de un modo silen-cioso y orante nuestrasheridas se traspasarán alas heridas de Cristo y lasde Cristo reverberarán enlas nuestras. Es el misteriode la comunión: estare-mos curados.

❚ SOR CATI

DE LA SS. TRINIDAD, C.P.OVIEDO


2 LAS HERIDAS DE CRISTO (1 pe 2,24)

Sobre el texto de Is 53,como de otros textos delAntiguo Testamento, seha dicho que son “pala-bras en espera, palabrassin dueño”. Si bien sepuede encontrar algúnpersonaje conocido ycontemporáneo al que serefiere la profecía, el ver-dadero protagonista sehace esperar hasta quellega Jesucristo. “La pro-fecía del profeta es comoun ojo de la cerraduramilagrosamente predis-puesto, en el cual encajaperfectamente la llaveCRISTO” (M. Reiser).

Es Cristo Jesús quiende un modo único (por-que sólo Él es el Salvador)y universal (porque alcan-za a todos) cura nuestrasheridas.

La primera carta de Pe-dro nos dice cómo su-cede esa curación. Jesu-cristo, que en tiempos dePoncio Pilato padeció,murió con muerte decruz, fue sepultado y altercer día resucitó, asumiónuestras heridas en susheridas, cargó nuestrospecados en su cuerpo y,en Él, las heridas ya no serespondieron con nuevasheridas (Ex 21,25) ni fue-ron vengadas (Gn 4, 23-24) sino que, por primeravez en la historia, las ofen-sas, los agravios, las ci-


204 | Nº 1.038 | Junio-Julio 2018

Santa María del equilibrio

La letanía de piro-pos a María está aúnincompleta. Resultacurioso el origen deuna nueva advoca-ción. Sucedió en 1967.Un joven novicio,acosado por una tur-ba de distraccionesen momentos de ora-ción, pidió equilibrioa la Señora. Y con eltítulo de Santa Maríadel Equilibrio un com-pañero plasmó en ellienzo esta Madonnaorante, con los brazosen alto cual otro Moi-sés, apenas rozandocon sus pies la arbo-leda de la abadía romanaFRATTOCCHIE, donde sela venera.

Pablo VI al recibir unacopia de esta sugestivaVirgen exclamó: “¡SantaMaría del Equilibrio... esprecisamente lo que ne-cesitamos!”.

Y tenía razón. Vivimosurgidos por las prisas, queponen a prueba nuestrosnervios; amenazados porlos ruidos que nos robanel silencio en el desiertode nuestro corazón. Elhombre en masa va a lacaza de nuevas sensacio-nes. El hombre auténticose mide por la capacidadde silencio que sabe so-

portar. Lo decía un pro-feta: “La tierra está llenade desolación porque nohay quien sepa recogerseen lo íntimo de su cora-zón”.

Desde América nos hallegado una original suge-rencia: los matemáticoshan elegido como patronaa Santa María del Equilibrio.Y yo me pregunto: ¿tienealgo que decir María a losmatemáticos? Ella, tronode la sabiduría, entendíamejor las matemáticas deDios que las de los hom-bres. Meditándolas en sucorazón plasmaría las di-fíciles paradojas evangéli-

cas: “quien pierde suvida la encontrará”,“mejor es dar que re-cibir”.

Con fina sutileza deama de casa, haciendoequilibrios, llevaría lasencilla economía deNazaret. Como no tie-nen cuentas corrientescon la Banca de Je-rusalén ni ayudas es-tatales, desconoceríatodas las complejasteorías en que nau-fragan tantos estu-diantes.

Pero los matemá-ticos, a fuerza de hacermalabarismos menta-

les con los números, co-rren el riesgo de perder laóptica evangélica o decreerse unos señores muyimportantes, casi omni-potentes y todopoderosos,desafiando a golpe de au-dacia y de astucia los cál-culos de la Providencia,que alimenta a las aves yviste a los lirios. Necesitanla mirada de María porqueles ronda la tentación dela autosuficiencia, de lasoberbia que cegó a Ruselly otros colegas.

Las matemáticas sonciencia exacta y la exac-titud, lo exacto, en sentidoabsoluto, equivale al equi-librio, y es también lo que

Santa María del equilibrio



han pensado estos ma-temáticos. María, arcainexhausta de las graciasdivinas, Señora de los bie-nes del mundo invisiblesabe nuestras necesida-des, puede ayudarnos yquiere remediarlas. Deello dio cumplida muestraallá en Caná, donde, porella su Hijo multiplicó ale-

grías sumando litros delmejor vino.

Nos alegra pensar quelos artistas y artífices delas ciencias exactas brin-dando a María sus cálcu-los, sus teorías, sus logros,van a elevarse de claridaden claridad, desde el júbilode la creación que durósiete días hasta la gloria

del Creador, para quienmil años son como el ayerque ya pasó. Tal vez pue-dan enseñarnos, comoen una lotería celeste, arepartir mejor el pan y lapaz a todos los hombresque Dios ama.

❚RAFAEL REY GORDILLO, O.C.D.MADRID

La vida breve, nacer, morir, resucitarAnte una eternidad antes de nacer y otra después de morir la vida en este

mundo es un soplo.“Tras un breve padecer, el mismo Dios de toda gracia, que os ha llamado en

Cristo en su eterna Gloria, os restablecerá, os afianzará, os robustecerá. Suyo esel poder por los siglos”. 1 Pedro 5, 10-11.

Si quieres ser Santo como dices, no analices.Jesucristo sufre su pasión para entrar en la Gloria. El camino de nosotros, sus

discípulos, no será diferente.Por eso, en el himno cantamos: “que cuando llegue el dolor, que yo sé que

llegará no se me acabe el amor ni se me turbe la paz”.Orar con María, para la santidad de cada día.

❚ FERNANDO HOLGADO RETESVILLAMARTÍN, CÁDIZ

Virgen de la Salud, en Picos de Europa.


206 | Nº 1.038 | Junio-Julio 2018

“Misión Madrid-Pan Bendito”. Las memorias de Don Hilario

Había sido un día normal. Y nor-malmente acababa de atender a

una pareja de novios en la tramitaciónde su expediente matrimonial. Nos des-pedimos con cordialidad y se fueron.Era ya de noche. Sin luces en los alre-dedores, las sombras envolvían la casaparroquial. Me disponía a abandonar eldespacho, cuando oí pasos en el exte-rior. Llamaron a la puerta y la abrí. Allíestaban los tres atracadores con unasmedias cubriéndoles la cabeza. Me di-jeron:

–Es un atraco.Yo me eché a reír. No me lo creía.–¿Pero qué broma es esta? ¿Qué

os habéis puesto en la cabeza?–Es un atraco.Repitieron con más fuerza los tres,

mientras me empujaban hacia dentrodel Despacho. Ahora sí me lo creí. Yreparé en el dramatismo de la esce-na.

–Siéntese ahí.Ellos mismos me empujaban para

sentarme en un banco de madera,adosado a la pared.

Delante de mí, en el centro, el ma-yor y jefe de la banda apuntándomecon la pistola en el pecho. A uno yotro lado de él, los dos jovencillos,con sendas navajas, de hoja ancha yreluciente, sobre cada uno de mismuslos. Estos eran los que más miedome infundían.

Y mientras estaba sentado pensabaen la humillación que supone la dig-nidad de la persona ante unos críoscon las navajas en la mano. Les veía

nerviosos, primerizos en estas lides,tras de sus medias se intuían sus carasde niños.

Sabía, por otra parte, que estabaante tres muchachos del barrio, lesdije:

–Tranquilos, no os pongáis nervio-sos. Vamos a ver, ¿qué pasa?, ¿quéqueréis?

–El dinero.–Hijos, aquí no hay dinero. Aquí

en el espacho no hay más que pape-les.

–Pues vamos a dentro, a su casa.–Tampoco dentro hay dinero. Ya

sabéis que cuando las de Cáritas meenvían a vuestras madres para que lasdé algún dinero, siempre las doy uncheque para que lo cobren en el Ban-co. Yo en casa no tengo dinero.

–Bueno, vamos dentro.En esos momentos se escuchaba

la voz del P. Javier Heras, que estabahablando por teléfono con el tercerode los Sacerdotes, el P. Antonio Prieto,que seguía aún con su familia, repo-

El atraco



niéndose del grave accidente de cocheque había sufrido en el verano.

–No podemos pasar adentro. ¿Nooís hablar? Hay gente y os van a re-conocer. Lo mejor es que os vayáisahora, y aquí no ha pasado nada. Yono os voy a denunciar.

–He dicho que vamos adentro.–Bueno, bueno, no os alteréis. Va-

mos a dentro.Para llegar al salón comedor, había

que atravesar una salita de visitas. Meadelanté para abrir yo la puerta y llamarla atención de Javier, evitándole el susto.

–Mira, Javier, no te asustes, quehan venido éstos...

Sentí un empujón por la espaldaque me hizo penetrar de golpe en elsalón. El mayor de los tres, que dirigíael atraco, se abalanzó sobre Javier yle quitó el teléfono de la mano. Quizápensó que hablaba con la policía.

–He dicho que el dinero.

Javier se levantó del sofá en el queestaba sentado y se dirigió a su habi-tación, cuya puerta daba al salón, yestaba abierta con las luces encendi-das. Todos le seguimos.

Una vez en la habitación de Javier,le descubrieron la cadena y medallade oro que colgaba del cuello, y se laarrancaron de un tirón.

–Hombre, dejadme esta medalla,es un recuerdo de mi madre.

–El dinero.Javier les mostró su cartera en la

que había tres mil pesetas, y las co-gieron. Sobre la mesa estaba el chequeque acababa de traer esa misma tardecon la nómina del Colegio. Tambiénse llevaron el cheque.

–Ahora vamos a la iglesia.–¿Qué pensáis que vais a encontrar

en la iglesia?Pero ellos estaban empeñados en

arrebañar todo el dinero que pudieran

Visita del Sr. Cardenal, Mons. Tarancóna los que sufrimos el atraco.


208 | Nº 1.038 | Junio-Julio 2018

“Misión Madrid-Pan Bendito”. Las memorias de Don Hilario

encontrar. Y fuimos los cinco a laiglesia. Al entrar, vieron el casset dela música, y los dos jovencitos se aba-lanzaron sobre él. Les dije:

–Pero, si es un aparato viejo, medioescacharrado. No os van a dar ni unduro por él.

–No, el casset le dejamos. Y mien-tras decía esto el mayor se dirigíahacia el lampadario. Yo comencé aabrirle.

–¿Qué pensáis encontrar aquí?Efectivamente, allí no había más que

unos pocos céntimos. Entonces, comomuy digno, el jefe del grupo dijo enalta voz, para que lo oyéramos todos:

–Bueno, lo de la iglesia lo deja-mos.

Salimos del templo y les abrimosla puerta del despacho para que sefueran.

Javier y yo respiramos fuerte. Juntoa la torre tiraron las medias que ocul-taban sus caras.

Una vez a solas, Javier y yo, nospreguntamos:

–¿Qué hacemos?–Creo que debemos ir a la policía.

Puede que por ello suframos su re-presalia, pero esta vez se ha dado unsalto cualitativo en el robo. Hastaahora era en tiendas, y en la calle, noen las casas. Si no se para, la genteempezará a estar insegura en su propiavivienda. Que se entere la policía delo que comienza a ocurrir en PanBendito.

Y subimos a la cercana Comisaría.Pusimos la denuncia y ellos nos mos-traron unos álbumes de fotos de gentefichada por la policía.

Reconozco que yo soy muy malfisonomista. Basta un cambio de pei-nado para que no reconozca a la gen-

te. Sí me quedo con su historia y susproblemas. En cambio Javier, a travésde la media, estaba viendo sus caras,por eso, nada más ver sus fotos lasseñaló a la policía.

Se trataba de uno de los hijos deBallesteros, un buen hombre, una fa-milia paya atradable. Precisamente, elnovio que salió del despacho, instantesantes del atraco, era su hermano.

Éste era la oveja negro de la familia.Había crecido respirando no el am-biente de su familia, sino el del barrio.Se había juntado con una muchachay tenían ya un hijo. Acudían a Cáritas.Justamente esa misma semana leshabían dado un cheque a cobrar enel Banco. Por eso me entendió rápi-damente cuando le dije que no teníadinero en casa, y no insistió en ir a mihabitación.

Los pequeños pertenecían a familiasgitanas. Se trataba de Cristóbal (elBoba) y Miguel.

Días después me encontré con lamadre de Miguelín. La invité a pasaral Despacho y me contó:

–¡Ay qué disgusto cuando nos di-jeron lo que habían hecho en la igle-sia!

–Pues no trajeron el dinero que sellevaron ni la medalla del P. Javier.

–Como eran tres mil pesetas selas repartieron entre los tres, mil paracada uno.

–¿Y qué hicieron con el cheque?–Lo rompieron, pues no lo podían

cobrar. Si van al Banco los cogen.Desgraciadamente los tres termi-

naron malamente. Cuando llegó ladroga al barrio, la droga se losllevó.

❚ HILARIO PEÑA ROJO, MADRID



EL CREDO DE LAJUVENTUD CRITICA“Creo en Dios,creador de un mundo no terminadocomo algo que está ahí, y así debe seguir.Que no promulga un eterno plan de desarrolloen el que no podamos participar.Creo en Dios,que no ha dividido los hombresen pobres y ricos,en especialistas e ignorantes,en amos y esclavos.Creo en Jesucristoque vio la situación del mundoy tomó postura ante ella.Tomándole como ejemplo, reconozcocon cuanta precaución nos tenemos que organizar,hasta qué punto nuestra inteligencia está atrofiada,nuestra imaginación empobreciday nuestros esfuerzos equivocados.Cada día tengo miedode que Él haya muerto inútilmente,porque no vivimos como Él vivió,porque hemos traicionado su mensaje.Creo que Jesucristo,que resucita para nuestra vidapara que nos liberemosde los prejuicios y la presunción,del miedo y del odio,para que transformemos el mundohacia su reino.Creo en el Espírituque vino con Jesús al mundo.Creo en la comunidad de todos los pueblosy en nuestra responsabilidad sobre lo queharemos de nuestra tierra,un valle de miseria, hambre y violencia,o la ciudad de Dios.Creo en la paz justaque es posible construir.Creo en la posibilidad de una vida llena de sentidopara todos los hombresy en el futuro de este mundo de DiosAmén.

Leído en la celebración ecuménica de la “Peterskirche,de Frankfurt, año 1979


TELEVISIÓN

La serie “Al salir de cla-se” fue una verdadera re-volución en su vida. Fue-ron dos años, de 1998 a2000, que marcaron suproyección artística. Fue-ron muchos capítulosdando vida a “la chicamala María Salas”. Com-partió rodaje con actorescomo Hugo Silva, Elsa Pa-taky y Miguel Ángel Mu-ñoz, entre otros. Despuésllegaron programas como“Academia de baile Glo-ria”, con Lina Morgan yNorma Duval; “El panta-no” (2003) con NataliaVerbeke y Emma Suárez.

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Encuentros al caminar

Carmen Morales,LA SONRISA DE SU MADRE

Carmen María Guada-lupe Dolores Morales

de las Heras nació en Ma-drid, el 12 de diciembrede 1970. Es la mayor delos tres hijos del cantanteAntonio Morales “Junior”y de la actriz y cantanteRocío Dúrcal. La genuinaLola Flores y el productorde cine Luis Sanz fueronlos padrinos de su bautizo,de hecho, el nombre deDolores, lo tiene graciasa “La Faraona”, que enpleno bautizo dijo al cura:“¡Esta preciosidad de niñatiene que llevar mi nom-bre!”. Y así fue. Menudaera Lola. Guadalupe porel amor del pueblo meji-cano simbolizado en laVirgen de Guadalupe.Carmen y María por susabuelas. Más conocida yadmirada como CarmenMorales.

DE TAL PALOTAL ASTILLA

Carmen, ya desde pe-queña, manifestó sus do-tes artísticas, y en los años80 formó junto a su her-mano Antonio un dúo

con grandes éxitos en Ja-pón y Latinoamérica, concanciones pegadizas co-mo “Sopa de amor” y “En-tre cocodrilos”.

CINE

En 1988, bajo la direc-ción de Joey Romero, realizó su primera película,“Savage Justice”. Añosdespués, bajo la direcciónde Carlos Gil, “School Ki-ller”, y en 2003, con ladirección de Antonio Giménez-Rico, “Hotel Danubio”, compartiendocartel con Mariola Fuen-tes, Iñaki Miramón y JoséSazatornil “Saza”.

Carmen Morales hija de la cantante y actriz Rocio Dúrcal(1944-2006)



En 2008 realizó la serie“Dos de mayo: libertadde una nación”. Un añodespués, “Un golpe desuerte”. con Toni Cantó;y en 2010, un capítulo especial de “Amar entiempos revueltos”, conMarina San José y PepeMunne.

TEATRO

Sus actuaciones másdestacados han sido: “Elgalán fantasma” (2000)de Calderón de la Barca;“Ninette y un señor deMurcia” (2002), producidapor Telón Corto; “Olvidalos tambores” (2007), deAna Diosdado; “La impor-tancia de llamarse Ernes-to” (2009), de Oscar Wil-de, y “La venganza de DonMendo” (2012), de PedroMuñoz Seca.

COMO CANTANTE

A finales de 2010, alestrenarse el disco Ho-menaje a Rocío Dúrcal,titulado “Una estrella enel cielo”, Carmen pusovoz a su madre, no sóloen el documental que re-sume su vida, de la queella se siente muy orgu-llosa, sino también realizóduetos con su hermanaShaila y con los cantantesSergio Dalma, Juan Ga-

briel, Julio Iglesias, Joa-quín Sabina e incluso consu padre “Junior”.

LA PERSONA

Carmen Morales es ac-tiva y dinámica, hace suspinitos de empresaria, ysobre todo, solidaria:siempre saca tiempo parahacer algo por los demás,así colabora con AECC,que lucha contra el cán-

cer y con Mensajeros dela Paz del Padre Ángel.

Carmen ha tenido queenfrentarse siempre a latípica crítica de “ser hijade”, pero lo cierto es quedemostró tener talento ysoltura delante de las cá-maras y de los micrófonos.Tiene una sonrisa preciosa,tan bonita como la de sumadre...

❚ PEPE FERNÁNDEZ

DEL CACHO

Carmen Morales y Pepe Fernández del Cacho en la subastasolidaria para la Fundación del padre Ángel García,

Mensajeros de la Paz.


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Rincón familiar “Santa Gema”

El corazón de Sta. Gemay nuestro corazón

En orden a formarnuestro corazón ade-más de precisar entodo momento de ladivina gracia, habre-mos de procurar de-sarraigar de nosotrosel amor propio, la so-berbia y la vanidad, elegoísmo y la doblezinterior...

Abandonémonosen Dios. No tenga-mos otra aspiraciónque cumplir en nues-tras vidas el querer

divino. Vivamos sin querer ni desear nada. No hagamos planes, no tengamos otrosproyectos que los que Dios quiera para nosotros...

¡Qué palabras tan bellas –mejor, oración hecha en alta voz– la de San Franciscode Sales, profundo conocedor del corazón humano y enardecido en el amor deCristo!: «Si yo sospechara que en mi corazón había un solo movimiento de amor queno tendiese a Dios o que estuviese consagrado a otro amor que no fuera el divino, yoharía todo lo posible por arrancar incluso con mis entrañas ese sentimiento infiel eilegal de mi corazón; y no lo toleraría ni un solo instante».

Santa Gema Galgani, tan íntima a jesucristo por su vida de oración y las gracias re-cibidas, también llegó a ser gran conocedora de lo que es el corazón humano. Jesúsmsmo le manifestó cómo se complace en el hombre y en la mujer de corazón rectoy humilde, sencillo y maleable para la gracia divina... ¡Dios mismo se nos comunicaen el interior del corazón!... ¡Prestémosle, pues, oídos atentos!, y digamos con elprofeta: Habla, Señor, que tu siervo escucha (1 Sam 3,10).

Ciertamente, Gema entregó su corazón al Señor. Lo hizo generosamente sin re-servarse nada. Qué palabras las suyas, dirigiéndose a su fervor espiritual: “Debe decira Jesús, mañana en la Misa, que me esconda en su Corazón, que allí no veré nada, nooiré nada, no pensaré nada ni amaré otra cosa alguna más que a Él».

Gema, haciéndolo prisionero, quiso tener a Jesús encerrado en su corazón. Tam-bién quiso tener el Corazón de Cristo, sus msmos sentimientos (cf. Flp 2,1). De ahíque se diera cuenta de cómo tenía que transformar su corazón, convertirse cada díamás a Dios y luchar por ser más virtuosa.

❚ PEDRO JESÚS LASANTA, SACERDOTE



(En memoria del Padre Leandro G. Monge, Pasionista)

DonacionesA.Z., 20 €; Elizabeth Piñeiro Arias, 36 €.

Esta Beca se destina a la formación de jóvenes aspirantes al sacerdocioy a la vida pasionista, en España y América. Colaboradores y amigos de nuestras Misiones,

¡muchas gracias!

Agradecen y piden favores a Santa GemaElena Álvarez Delgado, es muy devota y le agradece la ayuda en su tratamiento a Sta. Gema (Va-lladolid). Querida Santa Gema, quiero agradecerte los muchos favores que durante toda mi vidame has otorgado. Llegué a tu santuario todavía no sé el cómo ni el por qué, cuando tenía treceaños. Ya pasaron cuarenta y cinco, y desde entonces nunca más me sentí sola. Hoy una vez más,y desde la oportunidad que me ofrece esta tu Revista Pasionario, quiero pedirte por la operaciónde mi hermana, que estés a su lado, pues te necesita. Gracias, Santa Gema. Sabe que eres mimejor amiga. C.Z. Oviedo. Santa Gema, antes que nada, te agradezco tu gran favor para con mihija Fiorella, procurándole un trabajo y arreglando su vida personal. Ahora te suplico por mi hijaCarla, por sus hijas, por la salud de mi madre. Ayúdame en mi vida personal. Tu fiel devota.

Cuantos agradecen y piden favores a Santa Gema, si desean salir en esta página,deben dirigirse a REVISTA PASIONARIO, C/ Leizarán, 24. 28002 Madrid,

Teléfono 915 635 407. http://www.libreriaelpasionariomadrid.com

Descansan para siempre en el SeñorCarmen Pereira Benito y Gregorio López Benito (Villatobas, Toledo), Manolita Márquez Torres(Huelva), Vicente Rey López, hermano del sacerdote suscriptor don Aniceto Rey López (La Coruña).

Por su eterno descanso celebramos la Santa Misa en el Santuario el día 14de cada mes a las cuatro de la tarde

PEREGRINOSDE ALCAUDETE(JAÉN)


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El místico árabe SA´DIcuenta esta anécdota: “Un díame encontré en la calle a unaniña tiritando de frío, con unvestidito ligero y sin espe-ranzas de conseguir algo paracomer. Me supo muy mal, medisgusté y dije a Dios: ¿Cómopuedes permitir esto? ¿Por quéno haces nada para reme-diarlo?

Por algún tiempo Dios nome dijo nada. Pero una noche,inesperadamente, oí una vozque me decía: Te equivocas,porque yo, Dios, sí he hechoalgo para remediarlo. Te hecreado a ti”.

Cuando el alma se presentea él para ser juzgada, Dios le pedirá cuenta no sólo de lo que ha hecho(bien o mal) sino también de lo que no ha hecho en la vida y Dios quería yesperaba de él.

Se cuenta que, en cierta ocasión, una persona se presentó ante Dios.Muy satisfecha de sí misma y esperando su alabanza y el premio,enseñándole las manos, le dijo: Mira, Señor, ya vez que las tengo limpias.

El Señor mirando detenidamente esas manos, como para encontrar enellas algo oculto que no hubiera percibido a primera vista, le contestó: Sí,están limpias, pero vacías.

Pienso que más que por tener las manos limpias de pecado, Dios nosha de premiar por tenerlas sucias y encallecidas de tanto hacer obrasbuenas, lo que podíamos denominar sencillamente, “haber hecho muchobien en la vida”.

❚ PABLO GARCÍA MACHO, C.P.VALENCIA

Te he creado a ti


Envio, aliento y testimonio

Estimados jóvenes: muchos de vosotros frecuentais nuestro Templo parroquialdesde muy niños. Otros, desde hace apenas 4 años, cuando comenzamos estecamino de preparación al sacramento de la Confirmación. Durante este tiempo,nuestro deseo más grande ha sido trabajar en vuestros corazones, acompañaros enel proceso de maduración de vuestra fe.

A pesar del cansancio y las limitaciones humanas, que tantas veces aparecen, hemosintentado transmitiros lo que supone para nosotros tener y vivir la fe que, al igual quevosotros, también heredamos de nuestros mayores y de esta comunidad parroquial.

Es un camino incierto el del cristiano, de dudas y crisis, pero un camino con lashuellas bien marcadas… las del PADRE, que no pierde de vista a ninguno de sus hijos.Os animamos, como hemos hecho todo este tiempo, a no buscar otros caminos, ano dejaros robar el tesoro del ESPÍRITU que hoy os lleváis dentro.

Estaremos aquí cada día esperándoos, en esta casa que es vuestra parroquia,donde se cuece a fuego lento la vida de fe de cada miembro de la comunidad, dondese valora tanto la experiencia de los mayores como la vitalidad de vuestra juventud.

Gracias por prestarnos vuestras vidas y dejarnos trabajar con vosotros. De algunamanera tomais un relevo. Estais llamados a crecer y a compartir, a dar lo que habéisrecibido. ¡Qué seáis muy felices!

❚ P. RODRIGO SEVILLANO

PARROQUIA S. MIGUEL Y STA. GEMA, SANTANDER

A los jóvenes reciénconfirmados


Bienvenido, Juanito, niño pequeño, a tu casa de Ain Karem, y a todas las casasdel mundo. Antes de nacer ya saltabas de gozo en el seno de Isabel, tu santamadre. Y ahora es el mundo el que da salto de alegría, al acogerte y tenerte enesa casa grande que el mundo es. Cuando se habla del “equinocio de San Juan”,y se dan saltos de alegría en torno a hogueras gigantes, yo creo que es más bien,yo al menos así lo siento, porque tú llegas a este nuestro mundo, ancho yvariopinto. Por eso se multiplican las fiestas populares, paseándote gozosassobre andas florecidas, y tú mismo te multiplicas en miles de “juanes” que llevancon gozo tu mismo nombre, y por eso te veneran, te invocan y te agradecen.Gracias, Juanito, por haber nacido. Y gracias también, anticipadas, por lasmuchas cosas que tú no vas a decir, invitándonos a ser testigos de tu primoJesús, el Maestro de todos, amigo y Señor nuestro.Muchas gracias también por haber bautizado a Jesús, y por ser testigo denuestros propios bautizos.Bienvenido, una vez más, a nuestra casa, que es ya para siempre tu casa, JuanitoBautizador, Niño Pequeño. Y feliz cumple, en tu día, el 24 de junio.

M.G.


cubierta junio-julio 2018.qxp cubierta · historia espiritual: la desproporción en que han estado...

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