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PASIONISTAS - Madrid

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MIGUEL GONZÁLEZ, C. P.

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ALBERTO BUSTO, J. L. QUINTERO, PABLO GARCÍA,

ANTONIO SAN JUAN, JULIA MERODIO, JUAN CARLOS

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GREGORIO SANTOS, PEPE F. DEL CACHO, JUAN

IGNACIO VILLAR (VILY), RODRIGO SEVILLANO, RAFAEL

SÁNCHEZ A.

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PP. Reparadores - Tel. 916 751 536Preimpresión: Francisco Antón

SUMARIO

Portada: “Cristo Crucificado” de Diego VelázquezEn el Museo Nacional del Prado

❚ Desde mi ventana MIGUEL GONZÁLEZ, C.P.

❚ Mirada contemplativa al Señor Crucificado JOSÉ LUIS QUINTERO SÁNCHEZ, C.P.

❚ La vida, ¡siempre la vida!❚ El milagro de John Henry Newman PABLO GARCÍA MACHO, C.P.

❚ Misiones Pasionistas❚ Desde la otra orilla GREGORIO SANTOS ZAYAS

❚ Alegrémonos juntos RAFAEL SÁNCHEZ A., C.P.

❚ Personajes para el recuerdo MIGUEL GONZÁLEZ, C.P.

❚ Para qué Pasionista? JUAN IGNACIO VILLAR –VILY– C.P.

❚ El evangelio cada día ANTONIO SAN JUAN

❚ Familia y vida JULIA MERODIO A.

❚ La búsqueda de la inmortalidad y la felicidad JAVIER GARRALDA ALONSO

❚ Escuela de S. Pablo de la Cruz SOR CATI DE LA SS. TRINIDAD, C.P.

❚ Encuentros al caminar PEPE FERNÁNDEZ DEL CACHO

❚ Un pájaro en la noche PABLO GARCÍA MACHO, C.P.

❚ Orar para ser FERNANDO HOLGADO RETES

❚ Se confirmaron ALBERTO BUSTO

❚ Rincón familiar “Santa Gema”❚ 20% JUAN CARLOS PRIETO TORRES

❚ Jubileo y “Júbilo” Pasionista M.G.


Revista Pasionario | 291

Desde mi ventana

Al finalizar la misa exequial, y acercán-dose al féretro, el sacerdote, o el diá-

cono, exclaman: “mo temas hermano,hermana...” Está bien, pero yo sigo con-siderando más adecuado referir aquel sa-ludo o exhortación a los asistentes, quizácon mucha frecuenciaabrumados por el dolorde la despedida y ante elmisterio de la muerte: “notemáis, hermanos, herma-nas. Seguid siempre ca-minos de amor, de bien yde bondad, sin temores.Él, ella, ya descansan enDios y viven para siempreen su paz”. Quizá podráalegarse: “es que en suvida, ya pasada, hubo des-lices, no fue todo tan co-rrecto como debiera... Yahora... ante el juicio deDios...” Bien, tampoco esoimporta... Lo reitero: nues-tros queridos difuntos, porla misericordia de Dios,descansan ya en su paz”.¿Cómo y por qué? Antetodo, ellos siguen siendoseres muy queridos pornosotros. Por eso los re-cordamos, los seguimosqueriendo, y rezamos porellos, con la certeza de saber que siguenteniendo vida. Son también queridos porDios. Lo fueron mientras vivieron y lo si-guen siendo en el más allá. Si no fueraasí, Dios no les hubiera regalado la vidacomo a hijos. Tampoco la fe. Ahoraestán con Dios, en su casa del cielo, y nopor méritos propios, sino más bien por lamisericordia del buen Dios. Las obras

buenas que ellos hicieron han sido ga-lardonadas. ¿Y las cosas malas? Segura-mente han sido reconocidas por ellos,quizá en el último momento, y perdonadaspor el amor misericordioso de Dios, porsu amor infinito...”. Entonces ¿da igual...?

No, no da igual. Perma-nece siempre, por encimade nuestras apreciacionesy “teologías”, el querer deDios, que nos sobrepasa.

Ellos descansan enDios. Y eso ¿qué es? ¿Có-mo es aquel descanso?Es y será el descanso dela llegada a una meta, dela llegada del hijo pródigoa la casa paterna, luegode avatares y desvaríos. Yallí ya, Dios cercano, y ensu casa, gozando de suamor, del contemplar surostro, del recibir sus abra-zos, ahora ya sin miedos.Una vida aquella y un des-canso incomparables, ina-barcables ahora por no-sotros, y ya para siempre.

Ellos descansan en lapaz de Dios. La paz queaquí, en la vida mortal fuealgo como imposible, alláen el cielo será segura y

definitiva, sin miedos ni egoísmos que lapongan en peligro. Es por ello que yaahora saboreamos esas certezas, en esperanza. Y le decimos al Señor nuestraúltima palabra: en nombre de ellos, y ennuestro propio nombre,

¡Gracias, Señor, muchas gracias!

❚ MIGUEL GONZÁLEZ, C.P.

Nuestros queridos difuntos,por la misericordia de Dios, descansan ya en su paz

Somos comuniónde vida en la fidelidaddel tiempo, en la alegríay en el don, en las lágrimasy en la esperanza.

1 PASIONARIO 291 a 305.qxp 24/10/19 07:23 Página 291

Numerosas son las alusiones en la Sa-grada Escritura a la cruz y a la entrega que elSeñor realiza en ella, abriendo el espacio ala reconciliación, el perdón y la fraternidad.Entre ellas, el grito recogido en la narraciónlucana, “Padre, perdónalos porque no sabenlo que hacen” (Lc 23,34), la confesión delapóstol Pablo, “Él ha hecho de los dos pue-blos uno solo, derribando en la cruz el muroque les separaba” (cf. Ef 2,14) y tantos otrosen los que se alude a la reconciliación queel Padre nos regala en la muerte del Hijo yen la donación en Él del Espíritu de la filiacióny la comunión (cf. 2 Cor 5,19). Por ello en lamuerte en cruz se inaugura una nueva hu-manidad en razón de la frater-nidad que Jesús ofrece y el Pa-dre confirma y lleva a plenitud.Bajo la cruz de Cristo nace laradical fraternidad. En Cristocrucificado la sujeción quemantenía a los hombres en elegoísmo, como en su propiaforma natural de ser ha sidorota. Se nos ha otorgado –ensu cuerpo destrozado y habi-tado por el Espíritu– unanueva posibilidad de vida, unnuevo espacio vital. En esteCuerpo de Cristo en Cruz hasido fundada y establecida lanueva humanidad pacificada y

LA CRUZ “ESPACIO FRATERNAL”“La cruz es un momento tan fraternal como filial;

lo uno no puede darse sin lo otro”

reconciliada. La reconciliación queda abiertaal hombre como la nueva posibilidad, elnuevo y definitivo espacio de creación, re-dención y consumación. En la Cruz acon-tece la Nueva Creación, la manifestación delReinado Paterno de Dios y de ella brota lacomunión como hábitat de la criatura entresi y con el creador.

EN LA CRUZ ACONTECE EL DRAMAQUE SE HACE OFERTA DE COMUNIÓN

La cruz de Jesús no fue entonces unmero accidente, sino la culminación de sulucha por la reunión de todos los hijos deDios, la realización de la gran familia esca-tológica, hecha posible por esta ofrenda decomunión. La cruz habla de la radicalidadcon la que asumió Jesús su misión de crearcomunidad y fraternidad. Todas las causasde condena que alegan sus enemigos tienencomo origen la trasgresión de la Ley que ensu interpretación farisaica impedía reconocerla paternidad universal e incluyente de Dios,la violación del Templo que en la interpreta-ción sacerdotal impedía reconocer la mise-ricordia de Dios que llama a todos, justos ypecadores, la violación de la Alianza porque

tal y como era vivida imposi-bilitaba reconocer la gratuidaddel Reinado de Dios. La tardeanterior a su muerte, Jesús ha-bló explícitamente de la “san-gre de la Alianza que es derra-mada por muchos” (Mc.14,24).Esta sangre, este cuerpo ex-puesto con los brazos abiertoses el signo sacramental de laalianza de la humanidad fun-dada en la paternidad de Dios,realizada en la filiación univer-sal que en Él se nos regala. Suentrega reconcilia, redime an-ticipa y posibilita la comunión,funda la nueva humanidad. A

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Mirada contemplativa al Señor Crucificado


Él Dios lo hizo para nosotros sabiduría, justicia, santifica-ción y redención (Cf. 1ªCor 1,30).

La condena amuerte en cruz delinocente Jesús, ex-presa el entramado de laviolencia, la injusticia y elenfrentamiento que caracterizan lasrelaciones humanas. Muestra sobretodo cómo Jesús con su actitud ysu entrega rompe esa dinámica yhace nacer otra. Y en él, en sucuerpo desgarrado amanece y brotala reconciliación y la comunión.

Su expulsión violenta de estemundo, que él acoge sin devolver una con-dena, su abandono por todos, que él vivesin desconfiar de que detrás de esta soledadestá el Padre de los cielos, atestiguan su vic-toria sobre el pecado como egoísmo y vio-lencia y su integridad filial y fraterna. Es eneste sentido en que puede decirse que, lle-vando el pecado del mundo sobre sí, encuanto que es el contexto en el que se re-aliza su acción, reconstruye lo humano ensu propia carne para que podamos hallar ca-mino y luz a través de la oscuridad mundanaen la que hemos convertido la creación, yasí hacer justicia al proyecto de Dios, puesen sus heridas hemos sido curados (1 Pe2,24). Cuando el Padre lo proclama, “Este esmi Hijo”, lo está revelando y mostrando: “Tueres mi Hijo para todos, mi palabra re-crea-dora en medio del caos”. Es en este mo-mento del abandono sufrido y de lamuerte impuesta desde fuera, expre-sión última del hombre que vive en sí mismo y para sí mismo, donde seproduce la última obra mesiánicade Jesús, la realizacióny consumación de lamisma. En ella se da elnacimiento del verda-dero Dios Padre de loshombres, mostrando lasobreabundancia de suamor sobre la distanciacreada por la acción del hombre quese retiró de su aliento paterno, dejandode vivirse como hijo amorosamente

creado y sostenido. Ahora en laCruz el Hijo, crea la fraternidad,

realiza la Paternidad deDios haciéndose elRepresentante quenos predispone paraser en comunión.

Cristo se ofrece en lugar único y úl-timo de vida filial y fraterna en medio dela muerte homicida. Ahora empujadospor su Espíritu, los hombres son llama-dos a adentrarse en esta forma de ser

que acoge el límite último de la vida –elprovocado por la existencia mortal y elque nace del odio y el enfrentamiento–y convierte la agonía que supone el acep-tarlo en confianza filial. Es Él el espacio

de transformación de la sustancia creada encuerpo filial y fraterno. Es aquí donde quedavencido el pecado que habita al hombre yeste queda salvado (Rm 6,6; 1 Tim 2,11).

EXISTIR “ANTE DIOS” PARA REALIZARLA FRATERNIDAD Y LA COMUNIÓN

Esta vida “por” los hombres fue vida “con”Dios,“ante Él”, simplemente porque era obe-diencia a una misión recibida de Dios, ani-mada por la convicción que tenía Jesús dedecir las palabras de Dios Padre, no las suyasy vivir de su voluntad. Sean cuales fueren lasvacilaciones concretas que experimentó Je-sús en ciertas ocasiones sobre la manera dellevar a cabo su misión, o los recelos y sufri-mientos que pudo sentir ante los fracasos de

la misma, esto no cambió en nada nien su convicción de haber sido en-viado ni en su decisión de obedecer.Podría decirse que, antes de morir

por nosotros, Jesús vivió por noso-tros, en su esfuerzo porpreparar la venida delreino de Dios entre loshombres. Su existenciafue “pro-existencia”. Es-tas observaciones tan

sencillas se refieren a untema tradicional de la teo-

logía de la redención: Jesús salva porsu oficio de profeta y de hijo, ya que

dice las palabras de Dios para suscitar la conversión de los hom-



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ama y muere por nosotros; se presenta anteDios a favor nuestro. Lo expresa así la Pri-mera Carta de Juan: “En esto consiste elamor: no en que nosotros hayamos amadoa Dios, sino en que El nos amó a nosotros yenvió a su Hijo como propiciación por nues-tros pecados” (1ª Jn 4,10). En la medida enque la vida de un hombre se identifica total-mente con su misión, como atestigua elnombre mismo de Jesús, cuyo sentido sal-vífico subraya el evangelio de San Mateo(1,21), resulta casi evidente que todo actopuesto por este hombre se realiza en nom-bre de aquellos por los que se pone; si Jesúses el hombre para los demás, entonces losdemás –nosotros– podemos encontrarnosen él.

Nos representa, no nos reemplaza. Esdecir, al presentarse ante el Padre ofre-ciendo el perdón para sus hermanos con-firma su paternidad universal y a la vez en élnos abre a nosotros una posibilidad nuevade relación, nos permite reconocernos hijosperdonados. Con Él lo llamamos Padre y alreconocer su ofrenda y adherirnos a ellacon nuestra entrega inauguramos una nuevay radical comunión. La oferta de su filiacióny la acogida de la misma mostrando el re-conocimiento del mal infligido, el arrepen-timiento y después la acogida del amor re-conciliador somos regenerados y filiadoscon el don del Espíritu de la Comunión. Surepresentación fraterna es “predispositiva”pues crea la posibilidad de ser hijos en rela-ción con la Paternidad de Dios que nos pre-cede y constituye. Su acción en favor nues-tro –que es su misma existencia ofrecida–rehace nuestra dignidad denigrada por elegoísmo y sanando nuestra libertad heridanos predispone a acogernos comohijos y hermanos.

❚ JOSÉ LUIS QUINTERO SÁNCHEZ, C.P.

bres, sus hermanos, a quienes ha sido en-viado. Y lo realiza no sólo con sus palabras,sino con su existencia toda ella profética, ser-vicial, sacerdotal: “pro-existente”.

La muerte de Jesús no cambia nada dela orientación de su vida “por” los hombres;no hace más que continuarla, expresarla demanera definitiva y consumarla. Jesús muereantes de renunciar a lo que había venido aanunciar: Al no poder hacer ya nada por sumensaje de salvación, muere y, con sumuerte, da un nuevo testimonio en su favor,realiza en él dejándose hacer a sí mismo lapresencia del Reinado de Dios. Puede decirseque continuó amando a los hombres encierto modo a pesar de ellos mismos, mu-riendo antes que transigir y traicionar elmensaje que se le había confiado. En estesentido, Jesús murió por la verdad de Dios(sacrificio a) y por los hombres cuya felicidadbuscaba, siendo irreductiblemente fiel a estapalabra de salvación (sacrificio por). Además,el perdón que Jesús pide desde su cruz paralos hombres o que él mismo extiende a to-dos puede considerarse como una últimaafirmación de esa solidaridad: Incluso en lamuerte, Jesús no se separa de aquellos a losque ha sido enviado. El mártir no rechaza aquienes lo matan y espera, por encima de lamuerte, en la fuerza de su testimonio. Sumuerte, la entrega acaecida en ella, realizasu misión: En su muerte pascual somos sal-vados, al ser hechos definitivamente hijos yhermanos.

Si estas observaciones son exactas, lacuestión de un ‘paso’ en Jesús de la relacióncon Dios hacia un obrar por los hombres notiene por qué plantearse. La misión recibidade Dios, a la que Jesús permanece fiel, in-cluso en el momento del abandono aparentede Dios, se realiza totalmente por los hom-bres. Jesús nunca es tan hermano como enel momento en que se manifiesta perfecta-mente hijo: La cruz es un momento tan fra-ternal como filial; lo uno no puede darse sinlo otro; y se puede comprender también deeste modo el perdón que Jesús pidió a suPadre por los hombres, sus hermanos. Sú-plica de perdón que fue concedida en su re-surrección.

Al inaugurar para nosotros el existir fra-terno, Jesús es nuestro representante. Nos

Mirada contemplativa al Señor Crucificado



La vida, ¡siempre la vida!

Teresa Macarulla es médica-oncóloga, que dedica sus mejores horas a la más alta inves-tigación sobre el cáncer, en el hospital Vall d´Hebrón de Barcelona, Teresa es creyente, ycomo tal vive su fe, ama y protege siempre la vida, un dato a destacar, máxime ahoracuando está en el ambiente, y en diversos foros, el tema de la eutanasia.

Recientemente, y en entrevista concedida al periódico diario “El Mundo”, Teresa afirmaba:“Mi mentalidad es la de luchar siempre, mien-

tras se pueda, gastar todos los cartuchos. Y luego,una buena paliación, un buen acompañamiento.Más allá de aquí, no es trabajo del médico elpoder acabar con una vida. Yo estoy con poderacompañar hasta el final, pero no más allá. Yo,acabar con una vida no podría hacerlo, por miscreencias, porque me dicen que no es mi res-ponsabilidad... Y no es que no me atreva, es queno estoy de acuerdo. Creo que no somos quiénpara avanzarnos a la muerte de una persona. Hayque acompañarlos, y para ello, darle fármacosque incluso le pueden acortar algo la vida al pa-ciente, porque le puedes provocar una pequeñadepresión respiratoria, pero esto es diferente aque tú activamente acabes con la vida de un pa-ciente. Está bien que un paciente lo pida y quehaya un grupo de médicos que lo haga, pero yono podría formar parte de eso”.

“La ciencia y la fe son muy compatibles. Lamentalidad científica tiene que estar porque es laúnica forma de vencer a esta enfermedad. La re-ligiosidad es la que me permite empatizar con elenfermo, le da un poco de sentido a mi profesión. La fe me ayuda a entender la vida. Y lamuerte, y que van juntas, ya que tú naces sabiendo que morirás. Cada oncólogo tieneque encontrar su fuente de empatía. La mía es esta...”.Palabras muy oportunas, las de Teresa, que invitar a reflexionar, en este tiempo de incer-

tidumbres.


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EL BEATO DOMINGO BARBERI,

PASIONISTA Y NEWMAN

En su introducción a la “Carta a losprofesores de Oxford”, del pasionistabeato Domingo Barberi, el historiador P. Giorgini afirma que él fue quien primerousó la expresión “hermanos separados”al referirse a los Anglicanos. “Separados”sí, de la Iglesia católica de Roma, pero noenemigos sino “hermanos”, para él muyqueridos.

La recepción de John Henry Newmanen la Iglesia católica, que tuvo lugar el 8de octubre de 1845, causó fuerte impre-sión en todo el mundo cristiano. El car-denal Wiseman, de Londres, informó in-mediatamente de ello al papa GregorioXVI, que envió una bendición apostólicaespecial a Newman y alabó el celo del P. Domingo.

SOLEMNE CANONIZACIÓN

“Todo lo que he sufrido desde que salíde Italia –escribía Domingo al P. General–ha sido abundantemente recompensadopor este feliz acontecimiento”.

El hecho de que este humilde pasio-nista recibiera en la Iglesia católica a JohnHenry Newman no fue casual. Más queaprovechar una ocasión –podríamos de-cir– servida en bandeja, lo que hizo fueprepararla con su fuerte personalidad, suciencia y, sobre todo, con su santidad.

John H. Newman fue declarado Ve-nerable por el papa Juan Pablo II en 1991y, el 19 de septiembre de 2010, Beato,por Su Santidad el papa Benedicto XVI,durante su primer viaje apostólico a GranBretaña.

El día 13 de octubre último, en una so-lemnísima celebración en la Plaza, el Papaactual, Francisco, le ha canonizado pro-poniéndole como modelo de santidad almundo entero, ante una multitud de fielescatólicos anglicanos y católicos romanos.Entre ellos merece una mención del todoespecial Su Alteza Real el príncipe Carlos,heredero de la Corona, encabezando ladelegación del Reino Unido.

ALEGRÍA COMPARTIDA

El Cardenal Newman había sido unafigura especialmente importante en laIglesia Anglicana antes de convertirse alcatolicismo. Por eso, ante la noticia desu próxima canonización, la Iglesia An-glicana envió un comunicado en el quemostraban su alegría con este evento.

La Iglesia Anglicana ha dicho que lesalegra la canonización, porque el CardenalNewman vivió 44 años como anglicano,

El milagro de John Henry Newman

San J. Henry Newman con el P. DomingoBarberi que acompañó a Newman

en su proceso de conversión y lo acogióen la Iglesia Católica



hizo muchas cosas por esta Iglesia, crecióen el anglicanismo. Newman es una figura

que une más a los católicos y anglicanos.

UN MILAGRO DE SAN J. H. NEWMAN

Para concederle el título de Santo, an-tes ha precedido una investigación ex-haustiva y la aprobación de un milagroobtenido por su intercesión. En el casode Newman el milagro tuvo lugar en Chi-cago, USA, en 2013, con la señora MelissaVillalobos, de 42 años de edad, casada,profesional de la Facultad de Derecho enla Universidad y madre de 4 hijos peque-ños. Luego le nacería otra niña, con laque se haría precisamente el milagro.

Durante el embarazo, Melissa Villalo-bos había tenido muchas complicacionesy los médicos le decían que no había re-medio para su caso, “que probablementesufriría un aborto espontáneo, y que, si elbebé sobrevivía, probablemente naceríaprematuramente”.

Aquel día el marido estaba de viaje,ella sola en casa con los cuatro niños, ycon una hemorragia abundantísima e im-parable, más que las que había sufridohasta entonces.

Para que los hijos no vieran la sangrey se asustaran, Melissa se había escondidoy encerrado en el cuarto de baño. Al sen-tirse sola y no poder comunicarse connadie, pues no tenía allí el móvil y su es-poso estaba de viaje, acudió al CardenalNewman, como había hecho ya otras ve-ces, y de pronto, con esta oración, secortó la hemorragia.

“Yo pensé, dijo ella: ‘¡Oh Dios mío! Mi

bebé está bien. Yo estoy bien. Mis cuatro

hijos están bien. Todos estamos bien’. Y

exclamé: ‘Gracias, Cardenal Newman!

En ese momento, un perfume de rosasmuy fuerte llenó el ambiente. Al cesar elperfume, ella preguntó: “Cardenal New-man, ¿usted hizo estas rosas?”.

Luego hubo un segundo estallido de ro-sas. “Yo sabía –dice la madre– que era él”.

Una vez que se sintió milagrosamentecurada, el embarazo siguió su procesonormal y dio a luz una niña, a la que pusoel nombre de GEMA.

Melissa Villalobos cuenta que su pri-mer conocimiento del Cardenal habíacomenzado en un programa de televi-sión, “Newman 2000”. Sin embargo, sudevoción por el purpurado comenzóaños más tarde, cuando su esposo llevóa casa un par de estampas con la fotodel Cardenal. “Puse una –cuenta ella– enla sala de los niños y otra en nuestra ha-bitación. Yo hacía pequeñas oracionespor las necesidades de nuestra familia.Pero le rezábamos todos: los niños, miesposo y yo. Pronto comencé a desarro-llar un diálogo muy constante con el Car-denal”.

Esta devota y dichosa madre tuvo to-davía otros dos embarazos y partos com-pletamente normales, aunque para ella,de los 7 hijos que tuvo, la predilecta hasido siempre y sigue siendo la del milagro,su hija GEMA.

SAINT JOHN HENRY NEWMANPRAY FOR US.

❚ PABLO GARCÍA MACHO, C.P.

El Príncipe Carlos de Inglaterra,saluda al Papa Francisco, en Roma.


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Misiones Pasionistas

Este año, entre los meses de agosto yseptiembre, Alfonso Pombo Fernán-

dez y Carmen Díaz Palacios, de nuestraparroquia de Mieres (Asturias) en Españahan compartido vida y experiencia mi-sionera con la comunidad pasionista deYurimaguas, en Perú.

Como viene siendo ya habitual en elverano de España, algunos jóvenes oadultos de nuestras presencias pasionistasde allí, deciden dedicar sus vacaciones osu tiempo personal a conocer la realidadmisionera de los pasionistas en nuestroVicariato Apostólico de Yurimaguas, en laselva peruana.

Este año, han sido dos buenos amigosde la parroquia de Mieres, del “Convento”,Alfonso y Carmen, quienes han dedicadosu tiempo de descanso laboral para co-nocer y acompañar nuestra misión pa-sionista en Yurimaguas. Ellos ya colabo-raban en lo personal con algunas ayudasa nuestra misión. Ahora han tomado con-tacto con ella de manera directa cono-ciendo aquello de lo que habían oído ha-blar.

Han sido tres semanas las que han vi-vido y compartido apostolado, oración yvida con la comunidad pasionista de Yu-rimaguas. En este tiempo han tenidooportunidad de conocer de cerca partedel trabajo pastoral que realizamos lospasionistas en la misión. Han acompa-ñado y colaborado con la parroquia ruralde Jesús Buena Noticia, la parroquia itinerante que recorre las comunida-des ribereñas, mestizas y nativas del río Huallaga.

Voluntariado PasionistaCRÓNICA DE LA EXPERIENCIA MISIONERA

EN YURIMAGUAS



También han podido conocer de cercala realidad social de nuestra gente. Sus ne-cesidades, que son muchas, y también lariqueza de su corazón en lo que acogiday cercanía tienen las gentes de nuestraamazonía. Han visitado diferentes comu-nidades y caseríos por río, por carretera ypor caminos bien embarrados. Han sufridoen carne propia las caricias de nuestrosamigos los zancudos y los isangos, perosobre todo... han experimentado y hanpodido ver a Cristo en el rostro y en lasnecesidades de tantos niños y adultos queles han acogido y que estos días todavíales recuerdan y preguntan por ellos.

Además de la comunidad de Yurima-guas, Alfonso y Carmen han visitado ycompartido con la comunidad de Ba-rranquita donde están los PP. Mario Bar-tolini y Fernando Beltrán, han compar-tido también y charlado animadamentecon Monseñor Jesús María Aristín y elPadre Jesús Salazar en el Vicariato, ypoco antes de su regreso han conocidotambién nuestra comunidad pasionistade Tarapoto.

En definitiva, damos gracias a Dios porestos días de encuentro, de experienciamisionera y de familia pasionista en nues-tra comunidad de Yurimaguas. Y damoslas gracias a Alfonso y Carmen por sutiempo y su amistad. Sabemos que se-guimos en contacto con la oración y conel corazón. Que Dios les bendiga.


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Desde la otra orilla

Una perspectivade transcendencia

El aprendizaje para llegar a la ancianidades duro. Ver cómo van faltando hermanos,amigos, y en definitiva nuestras referencias,nos está recordando continuamente quetenemos menos tiempo del que disponer.Claro que, para los que tienen fe en “otravida”, ese dolor queda mitigado.

Las incapacidades, las molestias y laslimitaciones se han ido sucediendo. Derepente uno se da cuenta de que es mayor.La moda es disimular la edad a toda costa.Parece que ser viejo es una desgracia,cuando no es así, porque la otra alternativa(no llegar a viejo) es aún peor.

Pero también en la vejez hay cosasque hacer, aunque haya que dejar el li-derazgo de la acción a las generacionesposteriores. Es una etapa que merece servivida porque en ella hay una funciónque cumplir, aunque no sea la del prota-gonista. Una función necesaria para quela sociedad, los que vienen, no se equi-voque demasiado.

PARA CAER EN LA CUENTA

Es tiempo de darse cuenta de la futili-dad de la vida. Tal vez nadie, en lenguacastellana, como Jorge Manrique en sus“Coplas” a la muerte de su padre, hayadefinido mejor el final del peregrinaje poreste mundo.

La vejez no ha sido considerada de lamisma manera según las diferentes eta-pas de la historia. Así vemos cómo las sociedades de tradición oral han consi-derado el papel fundamental que los ancianos jugaban en la sociedad comomemoria colectiva. Tenían un estatus social y una función de consejeros, trans-mitían su saber y experiencia (Senado, sínodo, sanedrín... todos derivados del latín «senectus», senectud).

Ser jubilado no es sinónimo de inutili-dad, pasivismo ocioso, invalidez delcuerpo o de la mente. Se trata más biende una época en la que aún es posibleabrirse a otras dimensiones existencialesllenas de riqueza y optimismo.

LLAMADOSA LA TRANSCENDENCIA

La vejez constituye para nosotros, loscristianos, una llamada hacia la trascen-dencia, un tiempo de reflexión que nosabre a Dios y a las personas que nos ro-dean.

El deterioro orgánico, aun sin patologíasconcretas, aumenta deforma continua. La im-presión de que las capa-cidades biológicas se re-ducen, y la falta de fuerza,en los diferentes nivelesde la personalidad, re-cuerdan con insistencia,aunque no interese cons-tatarlo, que la esperanzade vida se va tambiénagotando. Es obvio que lamedicina ha mejoradoextraordinariamente el ni-vel de salud de nuestrosmayores, pero en estacultura obsesionada porlas apariencias físicas ypor impresionar a los de-más, hay como un ciertosentimiento de rechazosocial, pues la cultura do-minante no aprecia la vidade aquellos que no pro-ducen y pasan a desig-narse con el nombre de“clases pasivas”.

Del convento de Bérriz.

Dios nos enseña un caminy deja a nuestr

la corresMa



su vez, a una entrega generosa al servicioy preocupación por los demás.

Nos han hecho creer erróneamenteque envejecer es madurar, pero real-mente no es así. El proceso de envejeci-miento se limita solamente a nuestraparte física, a lo que va sucediendo ennuestro cuerpo, y esto sucede en todoslos seres humanos; en cambio, no todoel mundo madura, ya que la madureztiene que ver con nuestro florecimientoy crecimiento interior, nuestra evolucióna través de nuestro aprendizaje y contodo lo que nos conduce a ser seres ar-moniosos, tranquilos, alegres, serenos,serviciales y amorosos, que aceptamos lavida tal cual llega.

La vejez es un proceso multifacéticode maduración, es la creciente incapaci-dad del cuerpo de una persona de man-tenerse por sí sola y realizar las cosas quehacía antes, pese al hecho de que en todoinstante hay lugar para el crecimiento.

LA META,DESPUÉS DEL LARGO VIAJE

Ser anciano implica haber vivido unaprolongada existencia, encontrarse al finalde un largo viaje, quizá demasiado can-sado. Pero tiene su encanto, llegar a laancianidad, nos indica que la vejez es unregalo hermoso de Dios.

Son momentos propicios para com-prender mejor la relatividad de las cosas yalzar la mirada por encima de ellas, abrién-dose con asombro a los nuevos horizontesde la fe. Es entonces, cuando el creyentepuede escuchar la llamada de Dios conuna fuerza más grande. Si el abrazo conel destino constituye, incluso, una terapiapsicológica, la mirada sobrenatural ofreceuna nueva perspectiva, cargada de espe-ranza. Sólo Dios se vislumbra como elúnico absoluto y la meta definitiva haciala que nos dirigimos.

❚ GREGORIO SANTOS ZAYAS

BARCELONA

Es entonces, cuando el creyente puedeescuchar la llamada de Dios con una fuerzamás grande. Si el abrazo con el destinoconstituye, incluso, una terapia psicológica,la mirada sobrenatural ofrece una nuevaperspectiva, cargada de esperanza.

A estas alturas de la vida, cualquierpersona ha tenido ya múltiples experien-cias de tantas cosas como se van que-dando en el camino.

DIOS, EL ÚNICO SER ABSOLUTO

Sólo Dios se vislumbra como el únicoabsoluto y la meta definitiva hacia la quenos dirigimos. Lo que acontece, comosabemos también por experiencia, es quenuestro caminar se hace cansino y lento,pues nos sentimos muchas veces atraídospor otras realidades que obscurecen aDios.

En un mundo tan opaco como elnuestro a la dimensiónreligiosa, estas personasmayores, aunque pue-dan parecer inútiles, seconvertirían en un testi-monio impresionante detranscendencia. Todosnecesitamos que nos re-pitan muchas veces queDios es lo único abso-luto. Un rostro estro-peado por los años y unavida gastada, sin el re-lieve y la influencia deantes, pero henchida deesperanza e iluminadapor la fe, es un regaloformidable para todos.

Lo importante no essolo el llegar a la vejez,sino cómo llegamos aella. El gran regalo de lafe es la certeza de que,en el atardecer de la vida,se ve con más fuerza lacercanía de Dios. Y estamisma presencia invita, a

eña un camino a seguirdeja a nuestra voluntad

la correspondencia...Margarita Mª Maturana

Foto: Mª Teresa Arias, MMB.


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Alegrémonos juntos

consume de manera excesiva y desorde-nada los recursos de la tierra y su mismavida.” (Carta Encíclica con ocasión delcentenario de la ‘Rerum novarum’ Cen-tesimus annus [1 de mayo de 1991], n. 37)

Pues bien, el personaje que nos atañees el protagonista de la película “Bus-cando a Nemo” (2003) de Walt DisneyPictores y producida por Pixar AnimationStudios, incorporando novedades en elarte y la tecnología de la animación porordenador. La película narra la aventuraemocionante, en el mundo submarino,de dos peces payasos: el ‘papá’, Marlin(tímido y temeroso) y el ‘hijo’, Nemo (ex-trovertido y audaz). Viven en un esplén-dido arrecife de coral. Un incidente con-duce a que Nemo sea capturado por unbuceador. Pasa del hábitat natural a lapecera de la consulta de un dentista, si-tuada frente al puerto de Sydney. El papá,Marlin, decide rebasar la Gran Barrera deCoral para ir en busca de su amado hijo.¿Qué nos sugiere Nemo?

“Cetáceos y peces, bendecid al Señor” (Dn 3,79)

El 23 de septiembre de esteaño, se celebró la Cumbresobre la Acción Climática dela ONU, en la sede de Nacio-nes Unidas, en Nueva Yorkque, a su vez, dio inicio a la

Semana del Clima en la misma ciudad.En ambos eventos estuvo presente GretaThunberg, joven activista sueca de 16años, líder del movimiento juvenil contrala crisis climática. En sus intervencionesinsistió en la urgencia de que, los jefesde Estado y de Gobierno congregados,tomen decisiones claras, concretas, vi-gorosas y operativas, para frenar el dete-rioro acusado del medio ambiente, porel bien de las generaciones actuales y lasfuturas. En uno de sus documentos, elpapa Benedicto XVI habla de una cre-ciente y pública ‘sensibilidad ecológica’,por lo que “debemos considerar un debermuy grave el dejar la tierra a las nuevasgeneraciones en un estado en el quepuedan habitarla dignamente y seguircultivándola” (Carta Encíclica sobre el desarrollo humano integral en la caridady en la verdad Caritas in veritate [29 dejunio de 2009], 49 y 50, respectivamente).

La preocupación por el medio am-biente no es de ahora, sino del siglo pa-sado. Un ejemplo es la célebre canciónde Roberto Carlos: ‘El progreso’ (1977).Cito una estrofa que guarda relación conel personaje que vamos a tratar: “Yo qui-siera no ver tantas nubes oscuras arriba. /Navegar sin hallar tantas manchas deaceite en los mares. / Y ballenas desapa-reciendo por falta de escrúpulos comer-ciales. ”Afirma el papa san Juan Pablo II:“El hombre, impulsado por el deseo detener y gozar, más que de ser y de crecer,


Que la vida es hermosay apasionante

Desde un primer momento, nuestroprotagonista se muestra agradecido porla vida y en la vida. Por la vida, que se leha dado sin su concurso (don, regalo,bendición). En la vida, porque se dacuenta que el medio en el que despliegasu existencia, vibrante y colorido, rebosade vida con la presencia de otros seresvivos del reino animal y vegetal, sin olvidara los minerales que adornan las profun-didades del mar. Nemo se sentía ‘comopez en el agua’ (nunca mejor dicho) ensu entorno. Descubrió la preciosidad dela vida en la sencillez de lo inmediato, loque tenía ante sí, inundando su corazónde dicha y admiración. Hubiera hechobuenas migas con san Francisco de Asísque, con palabras del papa Francisco, fue“un místico y un peregrino que vivía consimplicidad y en una maravillosa armoníacon Dios, con los otros, con la naturalezay consigo mismo. [...] El mundo es algomás que un problema a resolver, es unmisterio gozoso que contemplamos conjubilosa alabanza” (Francisco, Carta En-cíclica sobre el cuidado de la casa co-mún Laudato Si’ [24 de mayo de 2015],10 y 12).

Que somos una familia

En el arrecife de coral vivíanotras especies de peces.Entre todos, reinabaun espíritu de convi-vencia y de respon-sabilidad compar-tida. Sabían que launión hace la fuerzay que trabajando enequipo podían salvaguar-dar la integridad del arre-cife y de sus moradores.

Provoca sorpresa y gracia la decisión detres tiburones (Bruce, Anchor y Chum),en fase de ‘rehabilitación’, de no atacarni digerir a ningún pez. Y llama la atenciónel que unas tortugas marinas, ajenas alarrecife, ayudaran a Marlin y a Dory aavanzar más rápidamente y en la direc-ción correcta, rumbo al puerto de Sydney.También, cabe destacar el trabajo con-junto de los peces que están en la pecera.Todos distintos y, a su vez, viviendo unaexperiencia común, a saber: confinadosen un estrecho e incómodo recipiente deparedes de cristal. Ni siquiera tenían po-sibilidad de alimentarse por sí mismos, nide nadar a sus anchas.

La alegría al unísonose saborea mejor

El afán de Marlin de rescatar a su hijose hizo ‘viral’. Gracias a un Pelícano,Nemo y sus compañeros se enteraronde su hazaña. La noticia les anima a llevaradelante un ‘plan de fuga’ ideado porGill, el ‘coordinador’ del grupo de lapecera. El final es feliz, si bien algo acci-dentado: el reencuentro del padre y elhijo. El acontecimiento es motivo de in-mensa alegría para ellos y para los demás.La cooperación de todos impulsó el gozoentrañable y solidario, puesto que el éxitofue el resultado de una acción múltiple ycoordinada, basada en la confianza, elrespeto y la comunicación. Enseña elapóstol san Pablo: “Andad según el Espíritu

y no realicéis los deseos de la carne.[...] El fruto del Espíritu es: amor,

alegría, paz, compren-sión, servicialidad,

bondad, lealtad,amabilidad, domi-

nio de sí.” (Ga 5, 16.22-23).

❚ RAFAEL SÁNCHEZ A., C.P.



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Personajes para el recuerdo

y defensor de la Iglesia. Por ello, lo ama-mos, y le recordaremos siempre comoun gran Nuncio”.

Con palabras análogas diseñaron tam-bién su imagen, en el acto de las honrasfúnebres, en una catedral de Santiago repleta de fieles, el propio Ministro de Re-laciones Exteriores, y el Vice Decano delcuerpo diplomático en Chile... Igual-mente, el pueblo humilde y sencillo. Y elpueblo que fue “la parroquia del Nuncio”,en sentido estricto. Porque Monseñor

Monseñor Sotero Sanz Villalba, regresóaquel día a casa; a la casa del Padre Dios,el 17 de enero de 1978, y a renglón se-guido, a la casa de sus mayores, en Buste,Zaragoza, donde había nacido, el 22 deabril de 1919. Vimos partir su féretro, enalas del viento el 19 de enero del 78. Elaeropuerto internacional de Santiago es-taba de luto al momento de despedirlo.Atrás quedaba también un país enlutado,llorando a un diplomático que fue tambiénBuen Pastor, amigo y hermano de todos.Amigo siempre de los más humildes, delos más sencillos, de los más dolientes.

El primer Nuncio español que tuvoChile, llegó a Santiago en noviembre de1970. Fue acogido “con prevención”, conun recelo apenas disimulado, en aquellos“tiempos nuevos”, en Chile. Tiempos difí-ciles, tiempos sin hora. Un Nuncio nuevo,y además español, suponían un riesgo.Pero el recelo y el riesgo desaparecieronpronto. El amor, la justicia y la paz, lostres puntos de referencia de toda la vida ytoda la diplomacia de Monseñor Sanz Vi-llalba, dieron a su quehacer diplomáticoy a su quehacer apostólico una seguridadinquebrantable. Mantener aquella seguri-dad en momentos difíciles, en situacionesinseguras, contribuyó también, segura-mente, a quebrantar la seguridad física desu organismo sano y robusto.

El por aquel entonces Cardenal Arzo-bispo de Santiago, Monseñor Raúl SilvaHenríquez, diseñó en pocas pinceladasla imagen de un amigo sincero: “fue bon-dadoso, afable, respetuoso de la iglesialocal y gran conocedor de las realidadesdel país. Fue siempre sacerdote, amante

Monseñor Sotero Sanz Villalba,QUE FUERA NUNCIO APOSTÓLICO EN CHILE (1970-1977)

El regreso a casa de un Pastor bueno y eficaz

Mons. Sotero Sanz Villalba.



Sanz Villalba era párroco de un pueble-cito, a unos 80 kilómetros de la Capital.Él se desplazaba a “Planta Carena”,cuando su alto cargo se lo permitía, losfines de semana para oficiar allí su misa,para impartir a los niños su primera co-munión. Para ser sencillamente Pastor deun pueblo muy sencillo, que había sidotambién testigo de sus bondades, de susayudas, de su desinterés.

Y también “el otro pueblo”, el puebloque fueron los asilados políticos, los per-seguidos... Los que encontraron en la“casa del Nuncio” protección y ayuda paraemprender nuevos y más seguros cami-nos, los que luego, desde puntos disparesde la geografía universal, hicieron llegarla constancia de su dolor sincero y de suagradecimiento perdurable.

La muerte llegó a sorprender a Mon-señor Sanz Villalba en pleno apogeo deideales e iniciativas. En la madurez de sudedicación a un trabajo apasionante. Enla vigilia de trasladarse a servir como De-legado apostólico a la Iglesia de Méjico.¡Con qué cariño acariciaba él el proyecto,ante familiares y amigos!

Pero todo debió quedar ahí, en el Hos-pital Clínico. De todo se desprendió élcon generosidad consciente. De todoslos ideales. De todos los proyectos. Detoda una vida en plenitud...

Me tocó verlo en el momento en quelas más altas Autoridades de la Universi-dad Católica le conferían en su lecho de

enfermo un alto título honorífico. Lo re-cibió agradecido. Exteriorizando aquelagradecimiento con un hilo de voz ape-nas perceptible, pero cargado de todo elesfuerzo, de toda la sinceridad y de todala nobleza de su alma excepcional.

Se lo había dicho él al médico quelo atendía: “Doctor, dígame toda laverdad. He dedicado toda mi vida a ladefensa de la Verdad y quiero morir, sies preciso, abrazando la Verdad total”.Y en su testamento espiritual: “Ofrezcoa Dios mi vida, pues a Él le pertenece.La ofrezco por la Iglesia, por los sa-cerdotes mis hermanos, por España,mi patria de origen y por Chile”.Ahora descansan en España, la patria

de origen, y en la patria de la luz definitiva,el cuerpo y el alma de Monseñor Sanz deVillalba. Y en Chile, su imagen de Pastorbueno y de Pastor eficaz seguirá siendoimagen viva de una Iglesia tal y comoDios la quiere para los hombres de hoy.

❚ MIGUEL GONZÁLEZ, C.P.

Ermita de San Roqueen el Buste (Zaragoza).

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306 | Nº 1.051 | Noviembre 2019

Para qué Pasionista?


308 | Nº 1.051 | Noviembre 2019

El evangelio cada día

¿Casa del cristiano?Cristo su Señor

Algunos ponderaban la belleza del templo por la calidad de la piedra y losexvotos. Jesús les dijo: “Esto que contempláis, llegará un día en que no

quedará piedra sobre piedra: todo será destruido”.

Ellos le preguntaron: “Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que

todo eso está para suceder?”

El contestó: “Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usando

mi nombre, diciendo: Yo soy’, o bien: ‘El momento está cerca; no vayáis tras ellos.

Cuando oigáis noticias de guerras y revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso

tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá enseguida”.

Luego les dijo: “Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá

grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también

espantos y grandes signos en el cielo.

Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán entregándoos a los

tribunales y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores por causa

de mi nombre; así tendréis ocasión de dar testimonio. Haced propósito de no

preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá

hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.

Y hasta vuestros padres y parientes, hermanos y amigos os

traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por

causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá:

con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas”.

(Lucas 21,5-19)

que nada nos da verdaderaconsistencia fuera de Dios.

Nada perdura por pare-cer muy consistente; ysolo Dios le da consisten-cia vital al creyente, ham-briento de bien y deverdad. Con Jesús caenpor tierra un montón deedificaciones, de manerasde vivir, de templos y dedioses que nos construi-mos los humanos.

Para Jesús, un mundoque arrincona a Dios, aun-que sea en el templo másespléndido, no tiene fu-

DESPERTAR A NUESTROGOZOSO FUTURO

El lenguaje apocalíptico siempre nosextraña y no resulta fácil entender. Nos

habla de destrucción, de tremendos aconte-cimientos, de una convulsión tal que todose remueve por dentro y por fuera.

Así se expresa Jesús en el evangelio dehoy, después de que sus discípulos quedaransorprendidos por la grandiosidad del templo.Jesús aprovecha entonces para decir que

por muy grande yconsistente que pa-rezca una construc-ción, todo se puede

venir abajo. Es decir,



Los cristianos, como elmismo Cristo, deberíamosvivir deseando esa inter-vención salvadora de Dios.Con él, nosotros no de-seamos la ruina de cuantobueno disfrutamos en estavida, sino la seguridad dedisfrutarlo para siempre.

Los males que padece-mos, los odios que pode-mos causar o sufrir, desa-parecerán de seguro, sinos empeñamos en hacerde Dios el único Señor denuestra vida, de este pe-queño mundo en que vi-vimos.

Para quienes viven em-peñados en mantenersefieles al evangelio de Je-sús, el fin del mundo va asuponerles el final de sustribulaciones. Les supon-drá sobre todo el premiogozoso de su esperanza,la espléndida corona de sufe y el pago de sus conti-nuos esfuerzos.

Lo más chocante delmensaje de Jesús, es quesus discípulos no podemossentirnos a gusto en unmundo empeñado en vivirde espaldas a Dios. Solo enDios, podemos poner todanuestra confianza. Y si lle-gáramos a sufrir la traiciónde los demás, incluso de losnuestros, tenemos que sa-ber que lo nuestro, de ver-dad, de verdad, es que Diosno puede fallarnos nunca.

Dios se ha comprome-tido en nuestra paz y ennuestra salvación. No nosperderemos entonces, sino perdemos a Dios ennuestra vida. El final deeste mundo nuestro, seránuestro encuentro pleno y definitivo con él. Pero lo mejor de este mundoen que vivimos es que enél vive sobre todonuestro Dios.

❚ ANTONIO SAN JUAN

turo. Pero para él solo de-saparecen los mundos ylos templos de los que po-demos echar a Dios,como parece le estar pa-sando a nuestro mundode hoy.

El Señor quiso anunciarel fin del mundo cuandopredijo la destrucción delgrandioso templo de Jeru-salén. No es que desearainquietarnos con un finalhorrendo que habría devenir. Más bien, buscabadespertarnos de nuestrasvanas ilusiones.

LA VIDA COMO CASADE DIOS

Dios no va a destruir elmundo, donde él siga pre-sente y se cumpla su vo-luntad. Lo que sí que va aarrasar son los mundosque le han echado fuera ole están dando la espalda.

No podemos viviren un mundoausente de Dios


310 | Nº 1.051 | Noviembre 2019

Familia y vida

El mes de noviembre nos presenta unrecordatorio que, año tras año, cre-

yentes y no creyentes compartimos, aun-que sea de distinta manera.

El día de los difuntos. Y ¿quién podríadecir que no guarda algún ser que-rido –que ya se fue– en lo más profundode su corazón?

Resulta sorprendente que, en estemundo donde se esconde la muerte, sedisfraza la muerte y se maquilla la muertepara no herir la sensibilidad, sobre todode los más pequeños, cuando llega no-viembre nuestras calles se llenan de florescon las que obsequiar a nuestros difun-tos.

¡Es curioso que –este día de dolor–se repita lo mismo que, en los primerosdías de mayo en los que celebramos eldía de la madre, recordando –por mediode ella– nuestro nacimiento!

Pero, también es curioso que, un ramode flores sea el obsequio preferido parauna madre que acaba de dar a luz y unramo de flores sea –como lo más nor-mal– lo que se lleva a la tumba para en-tregar a los difuntos.

Y yo me pregunto ¿no será más bienque, aún inconscientemente, ese ramode flores que llevamos –a los difuntos–sea el obsequio para alguien que ha na-cido a la verdadera Vida? ¿No será que,precisamente aquí, aparezca ante noso-tros esa paradoja, en la que creyendoconmemorar el día de difuntos estemoscelebrando el gozo de su resurrección?

La muerte, para un cristiano, no es si-nónimo de final, es sinónimo de co-mienzo, de renacer, de florecer a unaexistencia plena donde: “No hay muerte,ni llanto, ni dolor...” y esto nos lo dice laPalabra de Dios, la única sincera y veraz.

Por eso desde ahora, al tratar el temade la muerte lo haremos desde la realidadde la vida plena, quitando todo lo que lehemos puesto de doloroso y negativo.Lo veremos como algo esperanzador ytranquilizante, pues aunque –como hu-manos– apreciemos el sufrimiento de laseparación, sentimos la certeza de que,nuestro destino es: Vivir y ser felices con

Dios, para siempre.

❚ JULIA MERODIO A.

[email protected] / Madrid

El mundo de las paradojas

El tronco se seca,pero las ramas florecen.

La vida sigue.



La búsqueda de la inmortalidad y la felicidad

Hay inversiones millonarias de grandespotentados, que esperan beneficiarse

personalmente de ellas, para costear inves-tigaciones para prolongar la vida del hombresobre la tierra. En el horizonte, el mito de lainmortalidad terrena de la persona humana.

MÁS VIDA, ¿IGUAL A MÁS FELICIDAD?

Pero, aparte de afirmar que si algo hayseguro para cualquier persona es precisa-mente que, antes o después, morirá, cabetambién preguntarse si la prolongación dela vida equivaldría a prolongación de la fe-licidad. Porque todos estaremos de acuerdoen que si la vida más larga fuera vivir unatortura no valdría la pena conseguirla.

Y demos un salto apoyados en la Fe: Lafelicidad a que el hombre aspira sólo se re-aliza a través de una cercanía con el únicoBien perfecto: Poseer el bien, la belleza, elamor en plenitud, eso sí es una vida llenapor la que vale la pena esforzarse.

Ahora bien, como dice San Agustín,“nuestro corazón está inquieto hasta quedescanse en Ti”, sólo en Dios nuestro co-razón se sacia, bebe el agua de la biena-venturanza.

Por tanto el que la vida más larga sobreesta tierra sea feliz dependerá de nuestramayor o menor cercanía a Dios. Si nosacercamos a Él progresamos en felicidadverdadera; si nos alejamos cada vez sere-mos menos felices.

NI SE COMPRA NI SE VENDE

Si estos millonarios que tratan de com-prar tiempo de vida terrestre, con evidentedesmesura, optan, por ejemplo, por dedicarsumas astronómicas a investigar cómo sepuede vivir más tiempo, mientras se desen-tienden de los millones de personas quepasan hambre o tienen enfermedades quese pueden curar, entonces su misma opciónegoísta les aleja de Dios, que es amor.

Y para quienes tenemos fe, la presenciabienaventurada de Dios sólo es plena tras

la puerta, angustiosa y gozosa a la vez, dela muerte. Por lo que debemos abandonar-nos a su divina providencia para aceptaresta muerte cuando Él, que nos ha dado lavida, lo quiera, que lo querrá cuando seamejor para nosotros.

AMAR LA VIDA, SÍ

Es natural que amemos también estavida de este mundo y que procuremos pro-longarla razonablemente. Pero si tuviéra-mos que elegir, por ejemplo, entre dar unavida digna a muchos de nuestros congé-neres, o prolongar, con coste desorbitado,nuestra propia vida en este lugar de esperaque es esta Tierra, deberíamos, creo, optarpor la primera alternativa.

Ya que la vida en este mundo no es elvalor absoluto para cada uno de nosotros,sino que lo absoluto es nuestra vida en Dios,de la que nos alejaríamos si abrigáramosun egoísmo feroz.

El amor real y práctico es, en cambio, elcamino hacia Dios, hacia nuestra bienaven-turanza en la vida –ésta sí– que dura parasiempre.

❚ JAVIER GARRALDA ALONSO

BARCELONA

Él es la luzverdadera,que a todosilumina(Juan 1,9)


312 | Nº 1.051 | Noviembre 2019

Escuela de San Pablo de la Cruz

“El día de su muerte (de S. Pablo de la Cruz) apenas podía ya hablar. Pero supliólas palabras con gestos. Después de tomar un pequeño crucifijo, señaló primero conel dedo a nuestro Señor Crucificado y llevó luego la mano a la frente... para hacercomprender que era necesario tener los sufrimientos de nuestro Señor siemprepresentes”.

Llámame

✱ ALMA DE CRISTO

La plegaria Alma de Cristo reza: En lahora de mi muerte, llámame y mándame ir aTi.

Parece que quien reza temiese no re-conocer a Cristo y le dijese: “Llámame,porque si Tú me llamas, ¡tú voz sí la re-conoceré!”. Mas tampoco eso es sufi-ciente porque añade: “¡mándame ir a Ti!”,haciéndose eco del pasaje evangélico dePedro sobre las aguas en marejada (CfMt 14,28).

También podría ser que el orante, tras-ladado a la Segunda Venida del Señor,suplicase a Jesús que le llame, como selee en Mt 25,34: “Venid vosotros, bendi-tos de mi Padre...”.

✱ EN LA HORADE MI MUERTE

Ciertamente la Iglesia distingue la horade nuestra muerte de la Segunda Venidadel Señor, llamada Parusía.

En la hora de nuestra muerte habrá unjuicio particular, en la Segunda Venida delSeñor también nuestros cuerpos resuci-tarán y el Padre “pronunciará por mediode su Hijo Jesucristo, su palabra defi-nitiva sobre toda la historia. Nosotrosconoceremos el sentido último de toda laobra de la creación y de toda la economíade salvación y comprenderemos los cami-nos admirables por los que su Providenciahabrá conducido todas las cosas a su fin

Llámame y llévame a tu Luz,Señor Resucitado.


último” (nº 1039). Es lo que la Iglesiallama el juicio universal o juicio final.

Esta plegaria nos sitúa en el momentode la muerte como final de la vida. El Ca-tecismo (nº 1021) nos dice que en esahora última hay ya un “juicio particular”sobre nosotros. “Cada hombre, después demorir recibe en su alma inmortal su re-tribución eterna en un juicio particularque refiere su vida a Cristo, bien a tra-vés de una purificación..., bien para en-trar inmediatamente en la bienaventu-ranza del cielo, bien para condenarseinmediatamente para siempre” (nº 1022).

Esta profesión de fe en la vida eternaexplica nuestra oración por los fieles di-funtos. Una vez concluido el tiempo dela vida, podemos estar necesitados dealguna purificación para presentarnosante Dios pero ya no podemos hacermás en nuestro favor. Han de ser losotros, los hermanos en la fe, nuestrosseres queridos, quienes nos ayuden¿cómo?: ofreciendo la Sta. Misa, ofre-ciendo oraciones y sacrificios en sufra-gios por nosotros.

✱ LLÁMAME Y MÁNDAME IR A TI

En la plegaria Alma de Cristo, las peti-ciones: santifícame, sálvame, embriá-game, lávame, confórtame, óyeme, escón-deme... son súplicas para el presente. “Enla hora de mi muerte, llámame...” es unasúplica para el futuro, para ese instantefinal de nuestra vida temporal, cuando

Dios nos reclame a pasar a la otra Orilla.Cristo, nuestro Señor, nos viene a buscar.La Iglesia Madre nos acompaña y nosofrece la unción (con los Santos óleos)que nos fortalece y el Viático (la SagradaComunión) que nos alimenta en el trán-sito, y ora por nosotros con la oraciónque tradicionalmente se ha llamado “re-comendación del alma”:

Alma cristiana, al salir de estemundo, marcha en el nombre de Dios Padretodopoderoso que te creó, en el nombre deJesucristo, Hijo de Dios vivo, que muriópor ti, en el nombre del Espíritu Santoque sobre ti descendió. Entra en el lugarde la paz y que tu morada esté junto a Diosen Sión, la ciudad santa, con Sta. MaríaVirgen, Madre de Dios, con S. José y todoslos ángeles y santos... Te entrego a Diosy, como criatura suya, te pongo en sus ma-nos, pues es tu Hacedor, que te formó delpolvo de la tierra. Y al dejar esta vida,salgan a tu encuentro la Virgen María ytodos los ángeles y santos... Que puedascontemplar cara a cara a tu Redentor.

La Plegaria Alma de Cristo nos poneasí ante una realidad que nuestra cultura,equivocadamente, intenta soslayar. No-sotros sabemos que estamos de caminohacia la Patria. Orar nos ayuda a situarnoscon gran realismo y con fe ante ese úl-timo tramo de nuestra vida, Cristo vienea buscarme: Llámame y mándame ir a Ti.

❚ SOR CATI DE LA SS. TRINIDAD, C.P.OVIEDO

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314 | Nº 1.051 | Noviembre 2019

San Pío de Pietrelcina y Santa Gema Galgani. DebajoSor Pascualina en la Capilla de la Comunidad hablando

desde su “corazón pasionista”.

Encuentros al caminar

EL SECRETO DE SOR PASCUALINA:LA PASIÓN DE CRISTO EN EL PADRE PIO

Y SANTA GEMA GALGANI

mos a un Dios Padre quenos ama y tenemos elapoyo de los santos, en

Sor Pascualina es laúltima religiosa vi-

viente que conoció y tratóal Padre Pío de Pietrelcinaen el Hospital que fundaraen 1956, la Casa Alivio delSufrimiento, en San Gio-vanni Rotondo (Foggia,Italia). A sus más de no-venta años es un ejemplode vida entregada poramor a los enfermos. Susarmas: los adelantos de lamedicina y el rosario. Cu-rar el cuerpo y el alma.

Alegre y dispuesta siem-pre a ser testigo de Cristoa través de su palabra con-tando las vivencias de su“padre espiritual”, el PadrePío. Así lo hizo con elgrupo de peregrinos espa-ñoles en la Capilla de laSemana Santa de 2019.

Cuando me vio en elpecho el escudo pasio-nista me habló de la im-portancia de vivir y medi-tar la Pasión de Cristo yde las similitudes en elviaje humano y espiritualde dos “crucificados” dehoy: Santa Gema Galganiy el Padre Pío.

“La Pasión de Cristo esla obra más grande delamor de Dios, la cruz delSeñor y nosotros con Él.Todo pasa y sólo queda elamor. abandonarse en susmanos que sabe lo que

nos conviene, así rezamosen el padrenuestro: ¡Há-gase tu voluntad! Tene-



Sor Pascualina rodeada de un grupo de peregrinos españoles en la Capilla de la Comunidadde las Religiosas que sirven en el Hospital Casa Sollievo della Sofferenza, en San Giovanni

Rotondo, Foggia, Italia.

especial San Pío de Pie-trelcina y Santa GemaGalgani. Sus experienciasfueron muy similares: lalucha contra el Maligno,las manifestaciones so-brenaturales de Jesús, laVirgen María y el Ángel dela Guarda.

Los dos Santos fueroncasi contemporáneos

Gema y Pío fueron se-ñalados, vilipendiados, in-comprendidos... GemaGalgani tenía siete añoscuando empezó su sobre-cogedora experiencia conla primera alocución inte-rior, que encuentra sucumbre en 1899 con losestigmas en su cuerpo.Huérfana, es acogida porcaridad por la familia Gian-nini, éxtasis, preocupaciónpor convertir almas, en-fermedades y escritos lle-nos de dulzura, le nieganvarias veces su ingreso enconventos, se siente ple-namente pasionista ymuerte a los 25 años. FueBeatificada en 1933 siendola primera santa canoni-zada del siglo XX.

Francisco Forgione,nueve años más joven queGema Galgani, a los cincoaños siente el deseo deser totalmente de Dios yempieza a experimentarlos primeros fenómenossobrenaturales. Durante sunoviciado en 1903, año enque muere Gema, vive ex-periencias místicas. La se-mejanza entre lo que élvive y las de Gema le llevaa reconocer como propialo que ella escribe. El PadrePío llevó los estigmas dela Pasión hasta poco antesde su muerte, en 1968.

Como Gema, tambiénel Padre Pío, tuvo que lu-char contra el Maligno yen muchas de sus cartashay frases y expresionesdel lenguaje empleado porGema. Leía con deleite las“Cartas y Éxtasis”, así como“La Hora Santa”, publicadosen los años 20 por el PadrePasionista Germán de SanEstanislao, su director es-piritual.

“Corred a Luca...”

El Padre Pío recomen-daba a sus hijos espirituales

la devoción a Santa Gema,a quien llamaba “la gransanta”, y cuando hablabade ella se conmovía hastalas lágrimas... Cuando lle-gaban peregrinos de laToscana y de otras regionesdel norte italiano les de-cía: “Pero, ¿Por qué veníshasta aquí a pedir gracias?Corred a Luca que estámás cerca y os espera unagran santa”.

Santa Gema Galgani yel Santo Padre Pío de Pie-trelcina han derramadopor todo el mundo el amorde Cristo y su Pasión...Éste es el secreto de susvidas. A nosotros sólo nosqueda seguir sus huellasviviendo cada día nuestroser cristiano sabiendo quecontamos con dos santosque nos hablan de fe, deesperanza, caridad y ale-gría. Dos poderosos inter-cesores ante la Cruz delSeñor.

Este es el secreto deSor Pascualina en la CasaAlivio del Sufrimiento, enSan Giovanni Rotondo,cerquita del Padre Pío.

❚ PEPE FERNÁNDEZ DEL CACHO


316 | Nº 1.051 | Noviembre 2019

Una leyenda escandinava cuenta que, en un castillo, una noche de tempestad,estaban los nobles con el Rey en torno al fuego, cuando un golpe de viento

abrió un ventanal y entró un pajarillo que, volando, dio una vuelta por la habitacióny volvió a salir al exterior. El rey dijo a sus nobles:

«Aquí tenéis un símbolo de nuestra vida: venimos de la tiniebla, gozamos de unmomento de valor y de luz y, después, volvemos a la tiniebla».

Entonces uno de los nobles le dijo:

«No Señor, no es así: este pajarillo viene de un nido cálido, ha pasado unos mo-mentos en un ambiente que no es propiamente el suyo, y ahora ha vuelto a sunido. Éste es el sentido de nuestra vida».

Así es en verdad: venimos de Dios y volvemos a Dios. La explicación del noble aeste hecho del pajarito nos muestra esta verdad tan consoladora para los que te-nemos fe.

Venimos de Dios, del seno, del regazo o nido de Dios, donde hemos estado es-condidos desde mucho antes de la creación del mundo. Y volvemos otra vez aDios, ahora abierta y conscientemente, para gozar del calor de su amor y de la fe-licidad de su paraíso por toda la eternidad.

Por eso el célebre filósofo Kierkegaard, el 30 de octubre de 1838, escribía en suDiario íntimo esta breve y hermosa oración: «Padre celestial, a ti se vuelve nuestropensamiento. A ti te busco en esta hora no con el paso incierto del peregrino ex-traviado, sino con el vuelo seguro del pájaro que conoce su nido».

❚ PABLO GARCÍA MACHO, C.P.

Un pájaro en la noche



Orar para ser

Un gran Sacramento

Siempre pedimos a la Virgen encada “Ave María” que interceda por

nosotros en la “hora de la muerte”.

Es importante el presente, la vida esuna sucesión de presentes, hasta quellega el último. Pero indiscutiblemente,el momento fundamental está en la“hora de la muerte”, porque es la puertapara pasar a la presencia de Dios, o asu ausencia, y la diferencia es abismototal.

Jesucristo nos recibe al dejar estavida terrenal y nos dice: “Venid, bendi-tos de mi Padre a ocupar el Reino queos tengo preparado”, porque hasamado, o nos dice en el mismo mo-mento lo contrario, “Id”, porque no hasamado o has dejado de amar.

En el rezo del Santo Rosario lo deci-mos cincuenta veces, “Ruega por noso-tros, en la hora de la muerte” y hacemosmuy bien, pero, como puede haber per-sonas que no hagan esta petición, sedebe agregar, por nosotros y por elmundo entero, Amén”.

Al ser tan vital este momento de lamuerte, posiblemente el más importanteen toda nuestra vida, Jesucristo nos dejóinstituido el Sacramento de la “Unción”que administra el presbítero, con graciasespeciales y perdón y dando al cuerpo lasalud si le conviene; lo que no debe faltara ninguna persona mayor o enfermograve, sobre todo si se prevé su fin.

Es una seria obligación que tenemos,orar e invitar para que lo reciban debida-mente, a ser posible preparándoles deantemano, sin miedo ni tapujos. Que nose asuste nadie; al contrario, el Sacra-mento da Paz y Serenidad.

❚ FERNANDO HOLGADO RETES

VILLAMARTÍN


318 | Nº 1.051 | Noviembre 2019

Se confirmaron

Tuvo lugar la Confirmación de nues-tros alumnos de Bachillerato del ColegioSan Gabriel de Alcalá de Henares el vier-nes, 27 de septiembre. Toda una fiesta.

Se lo rogamos a tiempo y con insis-tencia al señor Obispo de aquí, Mons,Juan Antonio Reig Pla, a quien Dios con-ceda muchos años de vida apostólicacomo los ya vividos por nuestro pastor:Oiga, podría acercarse a este Colegionuestro de San Gabriel y confirmar en lafe a los alumnos bachilleres que nos lohan pedido? Son muy estudiosos y muybuenos, Llevan preparándose para recibirel sacramento con dignidad y mucha ale-gría cuatro años cumplidos. ¿Puede?

Y don Juan Antonio consultó suagenda. Porque no era la primera vezque le hacíamos una petición igual. Perotarde. Y es que el señor obispo de nues-tro pueblo (el mismo que el del Inge-nioso Hidalgo), si algo tiene de más estrabajo. Y mucha entrega.

Esta vez le pedimos el favor con sufi-ciente anticipación. Nos dijo que contá-ramos con él porque él contaba tambiéncon nosotros. Ya nos conocemos y nossentimos más a gusto cuando es élquien nos saluda cuando aparee poraquí, nos estrecha la mano y confirmaen la fe a los estudiantes bachilleres deeste Colegio.


Revista Pasionario | 319Revista Pasionario | 319

Y llegó ese día: el de las Confirmacio-nes. Y en la capilla de este Colegio, comoun poco exageradamente suele decirse aveces, no cabía un alma, Pero cabía Dios,que ponía en labios de Mons. Juan An-tonio sugerencias e ideas que, aunquesabidas, parecía que quien las estrenabay nos las hacía degustar era él, el señorObispo de Alcalá de Henares, el de nues-tro pueblo. Y a mucha honra.

Recordó a los confirmandos que elloshabían pasado un tiempo aprendiendode sus papás y de sus profesores infini-dad de cosas. Ahora les tocaba a ellosenseñar, mostrar el camino más cortopara llegar a Dios. Y es que don Juan An-tonio no ha hecho otra cosa en su vidade Obispo, sobre todo, que levantar el

dedo en dirección al cielo, que es nuestracasa para siempre.

A todos los confirmandos, uno poruno, cuando se arrodillaban para recibirel sacramento de la Confirmación, lespedía el nombre. Quería saber quiéneseran y advertirles a continuación: No loolvidéis nunca, queridos jóvenes. A partirde ahora sois estrellas. Lo vuestro, sobretodo desde ahora y para siempre, es bri-llar. Y no en el cielo, por ahora, sino aquí,en el suelo, para que todos vean vuestrasbuenas obras y glorifiquen a ese Dios queestá en cielo esperándonos. Os felicito detodo corazón. Supisteis escoger.

❚ ALBERTO BUSTO

[email protected]


320 | Nº 1.051 | Noviembre 2019

Rincón familiar “Santa Gema”

Agradecen y piden favores a Santa GemaMargarita Rubio (Por los estudios y trabajos de su nieto),Nieves González Pimentel y Nieves Pimentel (Icod de losVinos, Santa Cruz de Tenerife).

Cuantos agradecen y piden favores a Santa Gema,si desean salir en esta página,

deben dirigirse a REVISTA PASIONARIO, C/ Leizarán, 24.28002 Madrid - Teléfono 915 635 407.

NUEVO E-MAIL Y NUEVA PÁGINA [email protected]

www.santagematienda.es

Descansan para siempre en el SeñorAntonio Calzado García (Badajoz), Consuelo Domínguez(Cáceres, Santa Ana), corresponsal y gran devota de SantaGema, Lutgarda Rodríguez Alfaro (Moguer, Huelva).

El día 29 de septiembre falleció en Estados Unidos el PadreAlfonso San Juan, Pasionista, hermano del Padre Antonio San Juan, también Pasionista, residente en Quito, Ecuador,y colaborador de nuestra Revista.

Por su eterno descanso celebramos la Santa Misaen el Santuario el día 14 de cada mes

a las cuatro de la tarde

Peregrinos de Alcuéscar (Cáceres).Pasó por el Santuario el 16 de octubre,vinieron con el párroco y tuvieron la misaa las 13:00 horas.

Santa Gema que se veneraen la Basílica Ntra. Sra.de Montligeon, Francia.

ARCHIVO ICONOGRÁFICO

DE FRANCISCO SALLERAS



Madrid, 7 de octubre de 2019, el termó-metro nos indica que hoy tendremos tem-peraturas entre 14 y 28 grados. El resto desemana oscilará poco más o menos en esosmismos valores. Los comentarios que seoyen en la calle respecto a la climatologíahacen referencia a lo ocurrido el año pa-sado o años anteriores. Frases como ¡me-nudo tiempo veraniego aún tenemos!, o ¡aver si llega el otoño!, hasta ¡esto no hayquien lo soporte! nos vienen a indicar quese está produciendo un desajuste climático.Cada año es más notable que las estacionesempiezan antes o se retrasan unas sema-nas, y lo que es evidente, es que aumentala temperatura de la tierra. Como conse-cuencia el planeta se seca y empeora nues-tra calidad de vida y la de otros seres vivos.

Una propuesta es reducir el consumo.No soy yo solo el que hace este tipo de su-gerencias. Hay muchas personas y gruposque llevan décadas diciendo que hay quedecrecer, consumir menos, producir menosy generar menos residuos.

Propongo algo tan sencillo como redu-cir el 20% del uso que hacemos de muchascosas cotidianas. Les voy a poner algunosejemplos prácticos. Cuando lavamos losplatos o bien nuestras manos, el caudal deagua que utilizamos es exageradamentedesproporcionado al tamaño de lo que va-mos a lavar. Prueben a disminuir la cantidadde agua y verán que no es necesaria tanta.Lavarse los dientes utilizando un vaso ayudanotablemente a reducir el consumo. Com-

pruebe cómo no necesitamás que esa cantidad.

Si miramos nuestro arma-rio veremos que tenemosexceso de ropa. Sin duda,nos sobra el 20% o más.Prendas que ya no utilizamoso bien nos ponemos pocasveces al año. ¿Qué sentidotiene acumular? Si compra-mos menos no será necesa-rio fabricar tanto, por lotanto tampoco sobreexplo-taremos los recursos natu-rales o de otro tipo y comoconsecuencia, generaremos

menos residuos.Podemos aplicar esta forma de con-

sumo al uso del vehículo privado. En oca-siones adquirimos ciertos hábitos comotrasladarnos de la misma manera sin darnoscuenta de que hay otras alternativas comoel transporte público, el uso de la bicicleta,monopatín o caminar. Si queremos cuidarnuestra salud y la de los demás bueno seríaque redujéramos el uso del coche particu-lar. Todos ganaríamos también en la calidaddel aire que respiramos.

Mucha gente se queja del calor quehace pero son pocos los que se hacen unplanteamiento personal de cómo nuestroconsumo excesivo es la causa de que seproduzca este aumento de temperaturas.Las quejas no harán que bajen los gradosdel termómetro.

Una reflexión desde la espiritualidad esaquella que nos invita desde la fe y amorhacia los otros seres humanos y el planeta,a vivir de forma sencilla y austera. Los mís-ticos y otras personas han descubierto lafelicidad gracias a esta forma de vida quenos llevan a darnos cuenta de que podemosvivir con mucho menos, incluso un 50%menos de lo que tenemos. Comience a ha-cer la prueba: reducir el consumo le llevaráa aumentar la felicidad y nuestra casa-ho-gar que es la tierra y nuestros veci-nos también nos lo agradecerán.

❚ JUAN CARLOS PRIETO TORRES

[email protected]

20%


322 | Nº 1.051 | Noviembre 2019

L a Congregación y Familia Pasionista, fun-dada por San Pablo de la Cruz (1694-1775)se apresta a celebrar un “Jubileo particular”.Con ocasión de los 300 años de la Con-

gregación, de su vida y apostolado en la Iglesia, están yaprogramados variedad de actos de carácter espiritual, pas-toral, cultural, a lo largo de los años 2019-2022. Entreellos, y como introducción al Año Jubilar, la peregrinacióndel ICONO adjunto. Se trata de un tríptico, imagen multi-forme por demás expresiva, y en relieve, del carisma Pa-sionista.

El ICONO, llevado de mano en mano, será acogido parahacer acto de presencia, en todas y cada una de las co-munidades, parroquias y colegios pasionistas, en los cincoContinentes. En los meses de noviembre y diciembre de2019, llegará a las comunidades pasionistas de España.

En el ICONO ocupa el lugar central el misterio de JesúsCrucificado, con la Virgen María Dolorosa y San Pablo dela Cruz a su vera. Con ellos también, algunos de los santosy beatos preclaros de la Congregación Pasionista: San Ga-briel de la Dolorosa y Santa Gema, y los beatos DomingoBarberi, apóstol de Inglaterra, e Isidoro de Loor, holandés,misionero en Holanda y Bélgica.

No podía faltar, claro está, santa Gema, mujer joven,que sin ser religiosa pasionista en sentido estricto, sí lo fueen el sentido más pleno, ya que vivió en su vida y en sucarne el misterio de la Pasión, de la Pascua del Señor. Losperegrinos que concurren a sus Santuarios, y cuantos lainvocan y experimentan su intercesión, son testigos.

Desde aquí, damos también la bienvenida a este ICONOque, sin duda, producirá frutos abundantes de vida y de fe,dejando también en todos el más grato recuerdo.

❚ M.G.

Jubileo y “Júbilo” Pasionista


“Abierta a tu misterio”Óleo sobre tela de la religiosa, pintora y académica Isabel Guerra

En medio de las brumas del cotidiano vivir, la luz clara de tu Palabra, Señor.


cubierta noviembre 2019.qxp cubierta · está el padre de los cielos, atestiguan su vic-toria sobre...

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