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febrero 2009 - nº 723 Revista de formación cristiana

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rero

200

9 - n

º 723

Revista de formación crist iana

Carné de identidad:

Nace: en 1922 en Butiama (Tanganica)Estado civil: casado - ocho hijosPresidente de Tanzania (África)Muere: 14 octubre 1999Causa de beatificación iniciadaen 2005

Su vida:

“Mi padre era polígamo. Tenía 22esposas y 26 hijos. Al recordarlo merío. Soy cristiano, y como tal seríahijo ilegítimo; y según la ley islámica,mi padre ha ido más allá de lo tole-rado”. A los 12 años pudo ir a la es-cuela; hasta entonces había sidopastor. “Quería estudiar lo más posible para ayudar ami pueblo”. Devoraba libros. Sigue el catecumenadocon los Padres Blancos y recibe el bautismo a los 21años. Será un católico ejemplar. Estudia en la Universi-dad de Makerere (Uganda). Enseña en escuelas católi-cas. De 1949 a 1952 estudia Historia en la Universidadde Edimburgo (Inglaterra). En 1954 funda un partidopolítico para la independencia de Tanganica; lo conse-guirá con un diálogo sincero y pacífico. Elegido presi-dente en 1964, realiza la unión zon Zanzíbar, formandoTanzania, el mayor país de África Oriental. Intentó lle-

var a su país porla vía de un socia-lismo africanopara impulsar eldesarrollo, pero nolo consiguió. Hom-bre de una honra-dez insobornable,siendo presidenteprefirió vivir con sumujer y sus hijosen una casa sen-cilla, adquirida conun crédito. Su es-posa, con la que

se casó por amor y no por imposiciónfamiliar tradicional, compartía sugusto por la sencillez. No se aferró alpoder. Dimitió en 1985 cuando vioque no podía hacer más por su pue-blo. En un país de mayoría musul-mana gozaba del respeto de todospor su vida intachable. Su prestigioera grande en toda África y se le lla-maba para consultarle o para ejercermediaciones. Tradujo obras de Sha-kespeare al suahili. Oía misa y co-mulgaba cada día, y no tenía miedode profesar públicamente su fe. Mu-rió pobremente. A su funeral en Darer Salam asistieron 14 jefes de esta-do y 70 delegaciones oficiales.

Un momento de graciaen su vida:

En 1955 va a Nueva York para presentar el caso deTanganica ante la ONU. A su vuelta el sacerdote direc-tor del Colegio donde enseña le pregunta: “Julius ¿quéquieres hacer: enseñar o dedicarte a la política?” Cuen-ta Nyerere: “En mi ausencia el gobernador había pasadoamenazándole si yo seguía allí como profesor. Me que-dé de piedra pues quería mucho a esa escuela... Le dije:‘Bueno, ya que es así me voy’. Volví a mi pueblo a tra-bajar en el campo. Pero antes reuní al comité central demi organización y les dije: ‘Acabo de dimitir, pero por fa-vor no echéis la culpa al director del colegio. No es cul-pa suya. Le presionan demasiado. De todos modos pen-saba irme’. Nuestra movimiento era muy popular, y estadimisión lo hizo todavía más”.

Para meditarUnos pensamientos suyos:

❥ “Nosotros los dirigentes actuales, y también los fu-turos, debemos ser de los que no preguntan qué vamosa comer o qué nos van a dar. Sólo seremos libres cuan-

Siervo de Dios Julius NyerereUn maestro para su pueblo

✴ ✴ ✴ ✴ ✴ ✴

(Continúa en la pág. 43)

REVISTA DE INFORMACIÓNY FORMACIÓN CRISTIANAY SOCIAL

Año LVII – Número 723Febrero de 2009

DIRECCIÓN

José María Sánchez Cremades

Vicente Muñoz Pellín

Blasco Ibáñez, 55

46021 Valencia

[email protected]

REDACTORES-COLABORADORES

Ariel Álvarez Valdés (R. Argentina)

Victorio Almodóvar Arteaga (Torrejón)

Mª Ángeles Chavarría Aznar (Valencia)

Egidio Driedonkx (Holanda)

Ciriaco Izquierdo Moreno (Valencia)

Ángeles Linares Lorente (Madrid)

Javier Luengo Mesonero (Madrid)

Artemio López Merino (Ecuador)

Evaristo Martínez de Alegría (Roma)

Eduardo Perales Pons (Valencia)

José María Salaverri (Valencia)

Jorge Sans Vila (Roma)

José Luis Segura Lacruz (Venezuela)

José Mª Suárez Campos (Madrid)

EDICIÓN

Editorial EL REINO

Sacerdotes del Corazón de Jesús

(Padres Reparadores)

ADMINISTRACIÓN

Victorio Almodóvar Arteaga

Apartado 112 - Tel. 91 675 15 36

28850 Torrejón de Ardoz (Madrid)

IMPRIME

GRÁFICAS DEHON

La Morera, 23-25

28850 Torrejón de Ardoz (Madrid)

Tel. 91 675 15 36 - Fax 91 675 24 98

Depósito legal: M. 1.176-58

DISEÑO Y MAQUETACIÓN

Francisco Antón Martínez

S umario

11 • Divulgación Bíblica

36 • Páginas Sociales

15 • Entrevista

NUESTRA PORTADAEste mes, en que la Iglesia celebra la Campaña contra el Hambreen el Mundo, la mirada del “Especial EL REINO” recala en Bangla-desh, uno de los países más pobres de la tierra. La imagen de laportada refleja el eficaz sistema de los microcréditos, que espe-cialmente en manos de mujeres tanto está beneficiando la crea-ción de pequeñas empresas en Asia.

4 Editorial Acertar en la vida

5 Desde la fe Evaristo Martínez de AlegríaUna página nueva

8 El espejo Vicente Muñoz Pellínde los días En tono menor

11 Divulgación Ariel Álvarez Valdésbíblica ¿Hay un evangelio escondido

en el Nuevo Testamento?

15 Entrevista Inma Álvareza José Funes, directordel ObservatorioAstronómico Vaticano

17 Sociedad Javier García Ruiz de MedinaLos pastores de la Iglesia, dócilesal Espíritu en su enseñanzay su servicio

19 ESPECIALEL REINO En Bangladesh

27 Para pensar Eduardo Perales PonsConfianza en Dios

28 Ángeles Linares LorentePorque ha mirado la humillaciónde su esclava

30 Objetivo, Padre Zezinhoeducar Retornar a Dios

31 Ciriaco Izquierdo MorenoLa fuerza de la vida

33 Un nuevo Jorge Sans Viladiccionario La morada del ser

35 Páginas UCIP-Esociales Leer el periódico

de forma inteligente

Pablo J. GinésLa práctica religiosa infantily juvenil

38 Misión Artemio López Merinoy misioneros El anuncio de la buena noticia

a los pobres

40 ...Y me visitasteis José Luis Segura LacruzPor zona alta

42 Salud Trastornos digestivos

3el Reino

el Reinodel Corazón de Jesús

En el presente número de la revista han coin-cidido varios artículos referidos a la aceptación y lapráctica de la religión, a la coherencia entre la fe yla vida y al culto cristiano consistente también enla ofrenda y desarrollo de la actividad diaria de loscreyentes.

Como se observa, son temas de notoria actua-lidad, puesto que nos permiten conocer la situaciónreal de nuestra fe religiosa en la España mayorita-riamente católica, el nivel de la puesta en práctica,es decir, de la influencia efectiva de la religión en lavida y el modo de conjugar el sacrificio de Jesucris-to con los quehaceres y obligaciones de cada per-sona en sus proyecciones individual y social.

Tratando del tema del anticristo, en el aparta-do “desde la fe” se nos hace ver cómo una granparte de nuestros gobernantes, políticos, hombresde la cultura, bautizados en un único bautismo “sa-lieron de entre los nuestros, pero no eran de losnuestros”, y de ahí la inquina constante contratodo lo que huela a Iglesia, a valores cristianos y aprincipios que respetan la persona, la vida, la de-mocracia, la solidaridad, etc.

Produce desazón el constatar que las perso-nas educadas en la fe cristiana y conocedoras delos grandes valores que encierra, también para eldesarrollo de una vida ciudadanamente correcta,se olviden de todo ello y se empeñen en legislar yobrar de modo tal, que dan la impresión como siDios no existiera ni tuviera que ver nada en el pro-ceso de la historia de los hombres y mujeres y desu caminar por este mundo.

Por otra parte, en el artículo dedicado a lapráctica religiosa infantil y juvenil, destaca que laspersonas, cuando son pequeñas, mantienen unalto índice de fe en Dios (un 80 %), mientras queal llegar a la adolescencia, únicamente un 17 % seajusta a la práctica de ir a la iglesia cada semana ocasi cada semana; mientras que, entre los jóve-nes, sólo un 11,7 % se declaran practicantes.

Este paulatino descenso, sobre todo de lapráctica religiosa cristiana, nos obliga seriamente acreer que falla la profundidad en la formación im-partida; nos mueve a reconocer la superficialidaddel arraigo de las semillas sembradas en la mentey el corazón de los muchachos y de las chicas; y la

fuerza creciente de los criterios del mundo, insis-tentemente propuestos y abrillantados por cuales-quiera medios de comunicación y de diversión.

En aspectos positivos, disponemos de las re-flexiones en “La fuerza de la vida”, donde se expo-ne la influencia de la religión en el vivir de acuerdocon las propias convicciones, si ponemos en prác-tica las enseñanzas que la fe nos brinda para el lo-gro de una profunda realización y renovación per-sonal que, sin duda, nos pondrá en el caminoseguro, el que con toda certeza conduce a la ver-dadera felicidad del hombre en esta vida.

Ese es el gran beneficio que lleva consigo elcolocar la existencia humana en el ámbito de ladoctrina del evangelio. Este hecho, que abarca lavida entera, nos convierte en excelentes ciudada-nos, en hombres y mujeres felices (a pesar de lasdificultades de la vida) y nos abre el camino deuna eternidad con Dios.

Estas últimas ideas son reforzadas en una delas intervenciones del Papa actual al referirse a lasenseñanzas de san Pablo con ocasión del año desti-nado a su recuerdo. Al comentar el culto que loscristianos estamos llamados a rendir, “vuestro cultoespiritual”, “el sacrificio vivo, santo, agradable aDios”, en palabras de san Pablo, Benedicto XVI noduda en proponer que todo esto se realiza en la vidadel cristiano, cuya vida está unida a Cristo, honrandoa Dios en la existencia humana más concreta.

El Papa señala una paradoja, cuando diceque mientras el sacrificio exige por norma la muer-te de la víctima, Pablo hace referencia a la vida delcristiano. Por ello, “ofrecer los cuerpos como vícti-ma viva” quiere decir ofrecer la persona entera, laoración, el trabajo diario, la vida de familia y la ac-tuación social. En una palabra,: toda la vida delcristiano ofrecida a Dios se convierte en verdaderosacrificio y en culto razonable.

Situar la vida de esta manera confiere a lapersona grandes bienes, de los que se hallan pri-vados quienes, habiendo conocido la verdadera fe,se lanzan por caminos de indiferencia o de oposi-ción a ella. Son muy de lamentar estas disposicio-nes negativas, pero una verdadera ganancia lasque se fundan en la fe y en la práctica asidua deuna vida enteramente cristiana. ❦

EDITORIAL

ACERTAR EN LA VIDA

4 el Reino

5el Reino

DESDE LA FE

UNA PÁGINA NUEVA Evaristo Martínez de Alegría

En la misa de la fecha en que escribo este artículo hemos leído un texto de la 1ª carta del apóstol sanJuan, que me ha sorprendido y, por ello, deseo compartir mis reflexiones con vosotros.

Nuestro Señor Jesucristo vendría consu luz a iluminar a todos cuantos vi-ven en tinieblas y en sombra demuerte.

O como se lee en el libro de los Nú-meros, para el primer día del año,(aunque sea en el mes de febrerocuando leáis estas páginas): “El Señorte bendiga y te guarde; haga resplan-decer su rostro sobre ti y te salve;vuelva a ti su rostro y te conceda lapaz”. Se trata de una estupenda bendi-ción que recoge el movimiento fran-ciscano y que hoy se ha hecho muypopular. Pienso que hasta los padresdebieran darla a sus hijos, en ciertosmomentos, como trasmisores de lavida y colaboradores con Dios en elcrecimiento de su viña.

e ha llamado la atención demodo particular el pasaje de lacarta de san Juan, cuando elapóstol se refiere al Anticristo

con mayúscula y a los anticristos conminúsculas. Y como la Palabra deDios tiene sentido y eficacia para elcreyente, siempre que se proclama ose lee, me he preguntado qué es lo quequería decirme a mí hoy al hacermepensar en los anticristos.

Observando el desastroso ambien-te y la situación que estamos creandoy en los que estamos viviendo, unopiensa que a muchos de nuestros go-bernantes se puede aplicar este aser-to: “Salieron de entre los nuestros,pero no eran de los nuestros”. Porquenuestra cultura occidental, en modoparticular, y sus herederas en Áfricao Asia, por no decir América, tienenun fondo cristiano de arriba abajo.Pero si nos fijamos hasta dónde he-

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REFERENCIAA LOS ANTICRISTOS

uando san Juan escribió esta carta, se encontraba en los últimos años delprimer siglo de presencia del cristianismo, especialmente dentro de la ór-bita y cultura del imperio romano. Entonces sobrevivían comunidades ju-deocristianas y de aquellas sinagogas en las que había arraigado el cristia-

nismo. Y también de las otras sinagogas que, a partir de la gran catástrofe de ladestrucción de Jerusalén y de la nación judaica, se habían separado de las pri-meras o habían roto definitivamente las relaciones con ellas.

Con la adjudicación de la carta a Juan, los estudiosos se preguntan si se tratadel apóstol del mismo nombre. Nosotros hemos recibido esta carta, de las llama-das católicas, en la que se manifiesta la situación que estaban viviendo las co-munidades cristianas y, sobre todo, la fuerte presión cultural y ambiental a queestaban sometidas, así como la persecución de todo tipo que tenían que soportarpara seguir viviendo en su fe.

“Hijos míos, es la última hora. Habéis oído que iba a venir un Anticristo;pues bien, muchos anticristos han aparecido, por lo cual nos damos cuenta quees ya la última hora. Salieron de entre nosotros; pero no eran de los nuestros.Si hubiesen sido de los nuestros, habrían permanecido con nosotros. Pero suce-dió así para poner de manifiesto que no son de los nuestros. En cuanto a voso-tros, estáis ungidos por el Santo y todos vosotros lo sabéis. Os he escrito noporque desconozcáis la verdad, sino porque la conocéis y porque ninguna men-tira viene de la verdad” (1 Jn 2, 18-21).

A lo largo de la historia milenaria de la Iglesia, no sólo del aparato externo oinstitucional sino particularmente como Cuerpo de Cristo –en el que, como ra-cimos unidos a la vid, consumimos nosotros la misma savia–, siempre se ha vi-vido con la esperanza de tiempos mejores, en los que la aparición gloriosa de

C

En el bautismo hemos sidoungidos para formar parte de

ese pueblo de sacerdotes,profetas y reyes.

6 el Reino

mos llegado, nos damoscuenta de que una granparte de nuestros gober-nantes, políticos, hombresde cultura, bautizados enun único bautismo “noeran de los nuestros”, yde ahí la inquina constan-te contra todo lo que hue-la a Iglesia, a valorescristianos y a principiosque respeten la persona,la vida, la democracia, lasolidaridad, etc.

Llama la atención, porejemplo, cómo tenemosleyes para todo, y muchoscreen que la ley lo justifi-ca todo, porque ha sidovotada por parlamentos osenados. O simplementepor un falso respeto de laigualdad democrática, por-que “algunos” que tienenla sartén por el mango –lé-ase medios de comunica-ción, jueces que interpre-tan la ley o la Constitución,según intereses personaleso de partido– la llevan adelante. Re-cuérdese las situaciones creadas por elcrucifijo en las aulas o el belén…

Y lo malo es que, si protestas a ni-vel personal o a niveles más am-plios, como la manifestación en prode la familia y de la vida, o contra elaborto, contra las experiencias bio-médicas o la eutanasia, eres un anti-cuado, no eres un progresista. Eresuno al que hay que aislar y al que nose le permite hablar o manifestarse.Y todavía nos acusan de fundamen-talistas.

Muchos anticristos tenemos sueltospor las calles, ante micrófonos y me-dios de comunicación de España,prácticamente sin oposición. Ellos in-tentan desacreditar la religión, aundentro de casa, lo que no deja de serpenoso. De algún modo, se está pro-duciendo lo que ha sido una constanteen la historia del cristianismo: su re-chazo por parte de la cultura domi-nante. Pues al ver cómo los valores eideales del Evangelio destruyen susprincipios, que siempre favorecen a

las clases dominantes (loque no deja de ser curio-so), hay que ir acosando,aislando, negando y hastallegando a la represióntaimada o total de lo quedice la fe en Cristo.

El estar volviendo losojos hacia atrás siemprecon lentes distorsionadaso de aumento no es unmodo de juzgar crítica-mente, cuando se trata deanalizar situaciones histó-ricas ya superadas y leja-nas, aún cuando se reco-nozcan sus defectos yabusos posibles e imagi-nables, Pues aquellas gen-tes y sociedades, que tu-vieron muchos defectos ygrandes pecados que hayque admitirlos, sentaronlas bases para el mundode hoy y para los princi-pios de los que hoy sequiere igualmente abusar.

Negar evidencias esotra de las formas clásicas

de ejercer de anticristos. Me parece que la alarma comienza a sonar desespera-da, porque nuestra convivencia serena y fraterna está haciendo agua por todaspartes: “Os he escrito, no porque desconozcáis la verdad, sino porque la cono-céis y porque ninguna mentira viene de la verdad”, escribía san Juan.

n este año de san. Pablo, en el que la Iglesia nos invita a acercarnos a estagran figura del mundo cristiano, podemos preguntarnos el porqué denuestra incapacidad de hacer frente cristianamente a toda esta revoluciónde pensamiento, ideológica y de fe, que se nos está echando encima. La

mayoría respondemos a ella con balbuceos o con toda una serie de tópicos quehemos recibido por tradición. O bien por esos otros que los medios de comunica-ción (con sus técnicas especializadas) nos obligan a aceptar, convirtiéndonos enla “La voz de su amo”, como se escribía en la marca de los viejos discos.

”En cuanto a vosotros, estáis ungidos por el Santo y todos vosotros lo sabéis”.–continúa la carta de san Juan–. En el bautismo hemos sido ungidos, entrando aformar parte de ese pueblo de “sacerdotes, profetas y reyes”. Recuperar nuestraidentidad cristiana en nuestros días no solo es una obligación, sino es un honor yun regalo. Porque es algo gratuito –nunca nos haremos a la idea de lo que supo-ne esta gratuidad en nuestra vida de creyentes– que debemos vivir e intentar de-fender y compartir.

Una vida cristiana bien vivida y arraigada es el mejor antídoto para lucharcon los anticristos que nos rodean e impiden recuperar los orígenes de nuestra

E

NUESTRA REACCIÓN EN EL AÑO SANTO DE SAN PABLO

De nuevo las tierras de Jesús son el centrode preocupación para la comunidad internacional.

Desde la fe

7el Reino

cultura cristiana de hondas raíces judías. No por nada Jesús, el Señor, nació enun medio religioso, cultural y ambiental hebraico.

El año está concluyendo con un gran fracaso alrededor de la Jornada Mundialde la Paz, que abre sus puertas bajo la protección de Santa María Madre de Dios.Además de los focos desgraciadamente clásicos de África (Darfur, región de losGrandes Lagos en el Congo, las hambrunas endémicas en la otrora Rhodesia oZimbabwe hoy), y también de Asia: Tailandia, Birmania, la misma India, Irak,Afganistán, Pakistán y otros muchos que han dejado de ser noticia, de nuevo lastierras de Jesús son el centro de preocupación para la comunidad internacional.

Al estallar de nuevo la violencia entre judíos y palestinos, no solo por la pose-sión de la tierra y liberación de una opresión férrea de los primeros, sino tam-bién por el derecho a “existir” de un Estado palestino, después de sesenta añosde constituirse como estado Israel. Y después de la famosa operación de los Seisdías, con secuelas que todavía hoy están sin aclarar, al establecerse unas nuevasfronteras entre ambos pueblos.

Cuando reciban estas reflexiones, esperemos que el conflicto se haya acaba-do. Hoy mismo, Israel no está por la labor de una tregua, porque hacerla es darlargas al asunto. Al menos hasta que unos y otros intenten una salida consensua-da y garantizada de la situación; es decir, una salida política. Esta violencia “en-tre primos”, por llamarla de un modo familiar, como la calificaba alguno queconocía muy bien el terreno, es preocupante. Pues para unos, el estado de Israeles el bastión del mundo occidental, democrático, visto también como cristianopor los musulmanes, y hay que defenderlo, cueste lo que cueste. Y para otros, elfuturo de aquella tierra es hacer retroceder a los judíos hasta el mar y borrar delmapa su huella.

nuestros anticristos, de uno y otro bando, al haber malinterpretado y dejadoa un lado el mensaje del Evangelio, no les es fácil encontrar salida. Y así,viendo las declaraciones de los políticos, es casi imposible descubrir enellas una llamada al respeto de los derechos del hombre y del ciu-A

LAS CONSECUENCIAS

dadano, a la concordia entre hermanose iguales desde la propia identidad, y alos valores religiosos que ponen enDios misericordioso el fundamento deun futuro y de una esperanza común.

Uno ya no sabe si la voz de la Igle-sia (y en España es frecuente) es pre-dicar en desierto. Tanto el papa comolos obispos hablan y repiten el no a laguerra –de la que a la larga todos sa-len escaldados–. Y aconsejan sobretodo ir creando unas bases sociales yeconómicas de progreso constante quepermitan dar de comer, educar y abrir-se un futuro a todos los pueblos de latierra. No se trata sólo de legislar, sinode hacer que la ley sea un apoyo parael hombre en su desarrollo y plenitud.

Hoy se decía que el Vaticano mis-mo, en sus relaciones con Italia, hapuesto en cuestión la legislación italia-na que hasta hora ha recibido, porqueestá llegando ser contradictoria y, enalgunos puntos, totalmente contraria ala doctrina de la Iglesia. También enestas tierras, a pesar de su estilo y sureferencia siempre a la Iglesia, encon-tramos muchos anticristos: algunosdescarados y otros sin cafeína, perotan peligrosos como los primeros.

No podemos olvidar lo que es fun-damental para un cristiano: “Todohombre es mi hermano”, titulaba uncomentario en ABC don AntonioMontero, arzobispo emérito de Méri-da, partiendo de una reflexión, muysencilla: … Se llama hermano en to-dos los idiomas a los hijos de los mis-mos padre y madre. De ese parentescogenético o de sangre deriva por natu-raleza un gran amor fraternal, que sir-ve de referencia a todas las relacioneshumanas de nuestra especie…

A diferencia de otras religiones quebuscan a Dios mirando hacia a lo altopara horadar los límites del mundo in-visible, el cristianismo es de signodescendente, porque Dios es quientoma la iniciativa de bajar a nuestrovalle y hacerse encontradizo con loshombres, mostrarnos su rostro e in-corporarnos con él a su vida inmortal.Así nos lo mostró san Agustín en unade sus sentencias lapidarias: “Dios sehizo hombre para hacernos dioses anosotros”. ❦

Desde la fe

Dios es quien toma la iniciativa de bajar a nuestro valle y hacerseencontradizo con los hombres.

8 el Reino

EL ESPEJO DE LOS DÍAS

EN TONO MENOR Vicente Muñoz Pellín

2009 ha sido declarado por las instancias internacio-nales competentes Año Internacional de la Astrono-mía. Por lo que toca a la comunidad eclesial, el Papa serefirió al mismo ya en el ángelus del día 21 de diciem-bre pasado, destacando el aprecio de la Iglesia por laciencia y, en concreto, por la astronomía (etimológica-mente: leyes de los astros). Lo hizoen esa fecha porque coincidía con elsolsticio de invierno en el hemisferionorte –el día más corto del año, quemarca la transición entre las fechasdecrecientes del otoño y los días cre-cientes de invierno y primavera–,aduciendo que a Jesús la liturgia lellama “sol de gracia que, con su luz,transfigura y enciende el universo enespera”. Hablando de esta coinciden-cia, aludió igualmente a la importan-cia de la astronomía, ya desde la anti-güedad, para determinar los tiemposy las horas de la liturgia cristiana.

Los propios Pontífices cultivaron aveces personalmente esta ciencia.Así, Silvestre II la enseñó; a Gregorio

XIII le debemos nuestro calendario y san Pío X sabíaconstruir relojes solares. La misma Plaza de San Pedro,añadió Benedicto XVI, “es una ‘meridiana’: el gran obe-lisco, de hecho, arroja su sombra a lo largo de una líneaque recorre el empedrado hacia la fuente que está bajomi misma ventana, y en estos días la sombra es la máslarga del año”.

En distintos lugares de la tierra la Iglesia mantiene através de sus instituciones diversos afamados observato-rios astronómicos, y el presente número de nuestra revista

publica una interesante conversacióncon el director del observatorio quefunciona en la Ciudad del Vaticano.

La celebración de 2009 como AñoInternacional de la Astronomía sebasa en que este año se cumple el IVCentenario de las primeras observa-ciones con el telescopio de Galileo.“Si los cielos, según las bellas pala-bras del salmista, narran la gloria deDios –concluyó el Papa–, también lasleyes de la naturaleza, que en eltranscurso de los siglos tantos hom-bres y mujeres de ciencia nos han he-cho entender cada vez mejor, son ungran estímulo para contemplar congratitud las obras del creador”.

AÑO INTERNACIONAL DE LA ASTRONOMÍA

En diciembre me refería en esta sección a la Declara-ción Universal de los Derechos del Hombre, con motivode celebrarse el 60º aniversario de su promulgación,acaecida en Ginebra el día 10 de diciembre de 1948. Mefijaba entonces especialmente en sus valiosos conside-randos iniciales y en el último de los artículos, que im-pide sabiamente que alguien pretenda apoyarse en susreconocidos derechos para ir contra los ajenos; comotampoco puede nadie aprovecharse de la democraciapara mofarse de ella.

Durante la Navidad pasada, al preparar la fiesta de laSagrada Familia, me pareció oportuno copiar algunospárrafos de esa Declaración para la homilía: concreta-mente el artículo 16, sobre el derecho a casarse y a fun-dar una familia, de la que se dice que es “elemento na-tural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a laprotección de la sociedad y del Estado”; el artículo 25,sobre el derecho a un nivel de vida adecuado y, en parti-cular, a cuidados y asistencia especiales en los casos de

maternidad y de infancia; y el artículo 26, dedicadotodo él a la educación, que concluye así: “Los padrestendrán derecho preferente a escoger el tipo de educa-ción que habrá de darse a sus hijos”: un postulado estede máxima actualidad en nuestro país, por cierto.

Era inminente entonces la celebración de la Eucaris-tía de dicha fiesta en la plaza de Colón, de Madrid, amediodía del día 28 de diciembre. Ese mismo día, Mi-guel Ángel Ortega enviaba al servicio de prensa HO suajustada opinión sobre el acto: “La Iglesia ha dado tes-timonio en la calle de Aquel que la engendró. Sin com-plejos y sin alardes, con naturalidad y buena compostu-ra; hemos celebrado que el amor es más fuerte que elodio, que la vida ya ha vencido a la muerte en la resu-rrección de Jesús, que hay una esperanza que animanuestra caridad y fortalece nuestra esperanza. Ha sidouna celebración gozosa”. En la misma página web deHazte Oír, otro lector reaccionaba ante la noticia de quemás de un millón de personas se hubieran reunido paraesa convocatoria eclesial y, aludiendo irónicamente a lafecha de los Santos Inocentes, exclamaba: “¡Vaya ino-centada!”. Ya se ve que nunca llueve a gusto de todos.

DERECHOS DEL NIÑO Y DE LA FAMILIA

“El cielo proclama la obrade Dios y el firmamento pregona

la obra de sus manos”,dice el Libro de los Salmos.

9el Reino

El espejo de los días

He aquí la oraciónde la Jornada de Fami-lia 2008: Señor Jesús,ayúdanos a descubrirtu presencia en el senode nuestro hogar. Con-cédenos el EspírituSanto, manantial devida de nuestra fami-lia, que nos muestre tuCorazón y nos enseñea sabernos amadoshasta el extremo pornuestro Padre Dios.

Que él impulse anuestra familia a res-ponder a este amor, aofrecer cada día eldon de nuestras vidasy ser así auténtica es-cuela de fe y de hu-manidad. Por la in-tercesión de santa María, Reina de la Familia, y de sanJosé, esposo y padre, concede a nuestra familia la be-lleza y la alegría de tu sagrado Hogar.

Fue ésta la segunda vez que Archidiócesis de Madrid y laIglesia española celebraban la defensa de la familia y de lavida en ese escenario, con la dificultad de hacerlo dentro deunas vacaciones navideñas, y en domingo. A pesar de ello,el año pasado la respuesta de los católicos a su Jerarquía ha-bía sido sorprendente y multitudinaria, pacífica y festiva. Ellema de esa primera Jornada, el 30 de diciembre de 2007,fue la afirmación paulina: “Sin embargo, nuestra ciudadaníaestá en el cielo”; pero, a pesar de esta proclamación tan aje-na a la política, en la mayor parte de los medios primó la de-sinformación, el desenfoque y la descalificación del acto.

La oración de la Jornada 2007, por su parte, reproducíaun texto de la Madre Teresa de Calcuta: Padre celestial,tú nos has dado un modelo de vida en la Sagrada Fami-lia. Ayúdanos a hacer de nuestra familia otro Nazaret,donde reinen el amor, la paz y la alegría. Que vivamossantamente nuestra vida cotidiana. Que cada día nosamemos más y nos perdonemos como tú nos perdonas.

Enséñanos a ver a Jesús en todos los que sufren, y apermanecer unidos por la oración en los momentos degozo y de dolor. Ayúdanos, oh Padre amado, a recibirtodo lo que nos das y a dar todo lo que nos pides conuna gran sonrisa. Amén.

Por lo dicho arriba, dudaba yo de la repetición de laexperiencia en diciembre de 2008; y me alegré muchode la nueva convocatoria, en este caso para una misa yhasta con la cautela de desaconsejar la profusión de ban-deras nacionales o regionales del año anterior. Vi en ladecisión un signo de que la Jerarquía católica –a pesar

de que los obispostienen muchas tareasen sus diócesis porNavidad– no dudabaen seguir complicán-dose la vida cuandose trataba de lo esen-cial: la defensa de lavida y de la familia.

Mirando ya al futu-ro, este mismo año2009 nos disponemosa celebrar en el ámbi-to civil el 50º aniver-sario de la proclama-ción por parte de laAsamblea de las Na-ciones Unidas de laDeclaración de losDerechos del Niño,proclamada por la

Asamblea General el 20 de noviembre de 1959, que invo-ca la Declaración de Ginebra de 1924 sobre los Derechosdel Niño, reconocida también en la arriba citada Declara-ción Universal de los Derechos Humanos. No es muy ex-tensa esta nueva Declaración (apenas diez “principios”,tras los considerandos iniciales). El tercero de éstos dice:“Considerando que el niño, por su falta de madurez físicay mental, necesita protección y cuidados especiales, inclu-so la debida protección legal, tanto antes como despuésdel nacimiento…”. Y el principio 4 afirma que el niñotendrá derecho a atención prenatal y postnatal.

Ni una palabra en la Declaración acerca de la interrup-ción del embarazo o de un supuesto derecho de la madreal aborto del embrión; y eso que hace cincuenta años nosiempre era considerada evidencia científica, como eneste momento, la de que el óvulo fecundado fuese desdeel comienzo un individuo de la especie humana. Perso-nalmente, no dejo de dar vueltas a la terrible noticia deque en 2007 se han practicado en las clínicas españolasnada menos que 112.138 abortos reconocidos, así comoal anuncio de la próxima aprobación de una ley de pla-zos: sin duda, una nueva ley para la discordia ciudadana.

Por último, quiero aludir, brevemente ya, al VI En-cuentro Mundial de la Familia, celebrado en México amediados del pasado mes de enero. Ha sido una continua-ción del que tuvo lugar en Valencia en julio de 2006, endonde Benedicto XVI eligió nuevo lema: “La familiacomo formadora de los valores humanos y cristianos”;es decir, como ámbito ideal en el que formar buenos ciu-dadanos y buenos cristianos. Dentro del Encuentro huboun importante Congreso, que trató de los valores; de losvalores más importantes y de la familia como instituciónmás adecuada para educar en los valores.

Carteles de la fiesta de la Sagrada Familiaen las dos últimas ediciones.

10 el Reino

Está abierta, desde el mes de noviembre, la presenteedición de la “La luz de las imágenes”, que en estaocasión tiene como sedes los templos castellonenses deEl Salvador, de Burriana, el arciprestal de Villarreal y laconcatedral de Santa María, de Castellón. Su lema es“Espais de Llum” (Espacios de Luz).

La muestra anterior se clausuró en Játiva el 28 deenero de 2008, tras recibir algo más de 574.000 visitas.En 2009 la Exposición radicará en Valencia, y se prevéuna nueva edición de la serie en la localidad alicantinade Alcoy para el año 2010.

Por otra parte, está anunciada para el próximo mes demayo la apertura de una nueva exposición de “Las

Edades del Hombre”,cuyo sugestivo título es“Paisajes interiores”. Ten-drá por sedes la concate-dral de san Pedro, en So-ria, y las ermitas de sanBaudelio, en Casillas deBerlanga, y de San Mi-guel, en Gormaz, ambasen esa provincia castella-na. Ya hace años que tuvolugar en ella otra ediciónde la serie en Burgo deOsma, histórica capital dela diócesis. La nueva muestra estará abierta hasta el mes de diciem-bre de 2009, para celebrar el IX Centenario del obisporestaurador la diócesis soriana, san Pedro de Osma.

HISTORIA Y ARTE EN LOS TEMPLOS

En una ocasión, Jesús hace caer en la cuenta a susoyentes de que ellos, que conocen algo de meteorologíapráctica y saben, por el color del cielo al caer de la tar-de, si al día siguiente va a hacer buen o mal tiempo, re-sulta que desconocen las señales del tiempo presente... Veinte siglos más tarde y en la misma óptica, fue el bea-to papa Juan XXIII quien enunció, en la encíclica “Pa-cem in Terris”, los que llamó signos de los tiempos:por ejemplo, esos característicos de nuestra época: laelevación del mundo laboral, la presencia de la mujer enla vida pública o la emancipación de los pueblos.

En una línea semejante, me parece que, al menos de vezen cuando, es bueno echar la vista a las últimas semanas omeses, y otear también los que están por venir, evocandolas fechas que la Iglesia propone a nuestra consideración:no sea que, preocupados excesivamente por el aquí y elahora, olvidemos que somos católicos, es decir, universa-les, y que Jesucristo “es el mismo hoy, ayer y siempre”. Algunas de estas fechas:

• 1 de enero de 2009: Año nuevo y Jornada mundialpor la Paz.

• 6 de enero: Jornada del Catequista nativo y del Ins-tituto Español de Misiones Extranjeras (IEME).

• 13-18 de enero: VI Encuentro Mundial de las Fa-milias, en México.

• 18 de enero: Jornada mundial de las Migraciones.• 18-25 de enero: Octavario por la Unidad de los

cristianos.• 25 de enero: Jornada de la Infancia misionera y

fiesta de la conversión de san Pablo, en este año ju-bilar.

• 2 de febrero: Jornada de la Vida consagrada.• 6 y 8 de febrero: Campaña contra el Hambre en el

mundo.• 11 de febrero: Día del Enfermo.• 25 de febrero: Miércoles de Ceniza (día de ayuno y

abstinencia).

• 1 de marzo: Día de Hispanoamérica.• 14 de marzo: Aniversario del nacimiento del P.

León Dehon y Jornada mundial de oración por lasVocaciones dehonianas.

• 19 de marzo: Día del Seminario. ❦

SIGNOS DE LOS TIEMPOS

El espejo de los días

Efectos postales de laCiudad del Vaticano,correspondientes alAño Paulino y a laNavidad de 2008-09.

11el Reino

PERDIDA DIECIOCHO SIGLOS

os estudiosos de la Biblia hoysostienen que San Mateo ySan Lucas no conocieron per-sonalmente a Jesús. Por eso,

para componer sus respectivos Evan-gelios, tuvieron que sacar su infor-mación del Evangelio de Marcos.Casi el 90 por ciento deMarcos ha sido copiado e in-cluido dentro de esos dosEvangelios. Pero Mateo yLucas no sólo se basaron enMarcos; también utilizaronotro material. Hay un con-junto de 230 versículos ensus Evangelios, que ellostienen en común y que nofueron sacados de Marcos.¿De dónde los tomaron?Luego de un paciente y mi-nucioso análisis, en 1838 unestudioso alemán llamadoChristian Weisse llegó a unaextraordinaria conclusión:esos 230 versículos eran ori-ginalmente parte de un libro perdi-do, que Mateo y Lucas conocieronen su tiempo.

Apareció así, de pronto, la segun-da fuente que Mateo y Lucas habíanutilizado, además de Marcos, en laredacción de sus obras, y que habíaestado escondida allí durante diecio-cho siglos.

RECONSTRUIR LA FUENTE

ómo pudo deducir Weisseque ese grupo de versículos,empleados por Mateo y Lu-cas, era en su origen parte

de un libro? Porque al comparar am-bos Evangelios, vio que esos versí-culos coincidían hasta con las mis-

mas palabras. Y no puede ser casua-lidad que a los dos se les ocurrieraescribir espontáneamente lo mismoy con las mismas palabras. Es evi-dente que tanto Mateo como Lucascopiaron esos textos de algún lugar,de una misma fuente, a la que recu-rrieron buscando información suple-mentaria, además de Marcos.

Cuando Weisse hizo este descu-brimiento, como al principio no sa-bía bien qué libro era, lo llamó sim-plemente “La Fuente”. Por eso hoyse le conoce como “Q” o “Docu-mento Q”, por la primera letra de lapalabra alemana Quelle (que signifi-ca “fuente”).

Apenas Weisse divulgó su hipóte-sis, tuvo un éxito extraordinario.Poco a poco empezó a ser aceptadapor los biblistas, y muchos de ellosse abocaron inmediatamente a laminuciosa tarea de investigar esteDocumento Q. Trataron de recons-truirlo con los 230 versículos que te-

nían, para ver si podían descifrar dedónde procedía, quién lo había es-crito, cuándo fue redactado, y dequé comunidad cristiana procedía.

PALABRAS, NO HECHOS

o primero que se des-cubrió fue que el Do-cumento Q conteníaexclusivamente pala-

bras de Jesús (frases y di-chos), pero no sus milagros.Relataba una sola curación:la del criado del centurión,pero porque ésta permitíaincluir los dichos de Jesús alcenturión. Y un solo exor-cismo, porque éste servíapara introducir el discursode Jesús sobre su poder paraexpulsar demonios. O seaque lo que le interesaba aeste escrito, sobre todo, eranlas palabras pronunciadaspor Jesús.

Tampoco el Documento Q conta-ba hechos de la vida del Señor. Sólonarraba su bautismo, porque traíalas palabras importantes que Diospronuncia desde el cielo, y las tenta-ciones, porque traía un largo diálogode Jesús con Satanás.

De modo que, sea quien fuere elautor de Q, lo único que le interesófue conservar las palabras y las en-señanzas de Jesús, mientras que nole dio demasiada importancia a lascosas que éste había hecho durantesu vida. El Documento Q era, pues,un libro con “frases” de Jesús.Contenía en total 106 dichos, ex-presados en diversas formas litera-rias: en parábolas, refranes, conse-jos, bienaventuranzas y profecíasde Jesús.

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DIVULGACIÓN BÍBLICA

¿HAY UN EVANGELIO ESCONDIDOEN EL NUEVOTESTAMENTO? Ariel Álvarez Valdés

Según la tradición, san Marcosfue el que escribió

el primer evangelio.

12 el Reino

LUCAS EL ORDENADO

o segundo que pudo averi-guarse es que el Documento Q procedía de Palestina, ymás exactamente de Galilea.

Incluso, con mayor precisión, se lle-gó a establecer que provenía de lasregiones en torno al lago de Galilea.Porque las ciudades que en él apare-cen mencionadas son sobretodo las que se encuentran enlos alrededores del lago, comoCafarnaúm, Corazaín, Betsai-da. Por lo tanto, su autor esta-ba vinculado con esa zona,llamada la Baja Galilea.

Y lo tercero que pudo des-cubrirse fue su lengua origi-nal: era el griego, no el ara-meo como se pensaba en unprincipio. En efecto, la formaen que está redactado muestraque no se trata de una traduc-ción griega, puesto que utilizauna serie de expresiones yformas lingüísticas propias dealguien que está escribiendooriginalmente en griego.

El Documento Q fue inclui-do dentro de Mateo y de Lu-cas de manera distinta y de-sordenada, ya que cada uno lohizo según su propio interésliterario. Sin embargo, los es-tudiosos han determinado queha sido Lucas el que ha conservadomejor la forma que tenía el libro ori-ginal. Por lo tanto, el orden que elmaterial de Q tiene actualmente enel Evangelio de Lucas es el que te-nía en el libro original. Por eso hoy,cuando se quiere citar el DocumentoQ, se coloca la letra Q seguida delcapítulo y versículo correspondientea Lucas. Por ejemplo: Q 3, 21-22 esla cita del bautismo de Jesús (equi-valente a Lc 3, 21-22).

LAS TRES ETAPAS

racias a una minuciosa inves-tigación del Documento Q, se ha podido conocer en qué fe-cha fue compuesto y en qué

comunidad surgió. Así, los estudio-sos han descubierto tres sucesivasredacciones de épocas distintas.

La primera se habría escrito alre-dedor del año 40, apenas diez añosdespués de la muerte de Jesús. Susautores habrían sido un grupo dediscípulos que Jesús tenía en Gali-lea, y que a la muerte del Maestrose convirtieron ellos mismos en mi-

sioneros itinerantes. Llevaban unestilo de vida riguroso y muy exi-gente, e iban de pueblo en puebloevangelizando y transmitiendo oral-mente el recuerdo de las palabras ydichos de Jesús. En determinadomomento, hacia el año 40, estos mi-sioneros creyeron necesario ponerpor escrito las palabras que ellosenseñaban de Jesús, y así nació laprimera edición de Q. Era una espe-cie de manual, que contenía másque nada instrucciones dirigidas alos miembros del pequeño grupo dediscípulos. La preocupación estabacentrada especialmente en la prácti-ca misionera, y el tono de las frases

era exigente. Allí se exhortaba, porejemplo, a amar a los enemigos (Q6,27), poner la otra mejilla (Q6,29), no juzgar (Q 6, 37-38), salir amisionar (Q 10, 2-24), orar perma-nentemente (Q 11, 2-4. 9-13), vivirdesprendido de los bienes materia-les (Q 12, 22-34), y entrar por lapuerta estrecha (Q 13, 24-35).

LOS DISCÍPULOSSEDENTARIOS

on el paso del tiempofue creciendo el núme-ro de seguidores de Je-sús alrededor del lago

de Galilea, e ingresaron nue-vos creyentes al grupo; peroya no como misioneros itine-rantes sino como discípulossedentarios. Estos nuevos ad-herentes estaban instalados enlos pueblos y aldeas, vivíanen sus casas, con sus familias,llevando un compromiso defe pero sin abandonar el am-biente social y el trabajo decada día.

Entonces aparecieron nue-vas dificultades, esta vez vin-culadas con la nueva situa-ción que ahora vivían losdiscípulos. La gente del pue-blo, que practicaba la religio-

sidad tradicional de Galilea, comen-zó a mirarlos con malos ojos y arechazarlos; y como el grupo cristia-no era minoritario, la práctica de lafe se volvió más difícil.

Frente a esto, la preocupación delos evangelizadores cambió. Sintie-ron la necesidad de rescatar de latradición nuevas frases y dichos deJesús que aportaran luz en el actualcontexto sedentario. Así, alrededordel año 50 se hizo una segunda re-dacción del Documento Q, de tonomás polémico. Incluía enseñanzasmás defensivas, combativas, que re-velan la nueva actitud hostil hacialos de afuera. Contenía las palabrasde Juan el Bautista anunciando lallegada de un juicio inminente (Q 3,7-9. 16-17), la polémica contra “esta

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Divulgación bíblica

El evangelista san Lucas empleómateriales anteriores escritos

para redactar su evangelio.

13el Reino

generación” (Q 7, 1-35), las críticascontra los escribas y fariseos (Q 11,14-52), la exhortación a ser valien-tes en las persecuciones (Q 12, 2-12), las referencias negativas contrala gente incrédula (Q 12, 39-59), yla preparación para el fin del mundo(Q 17, 23-37).

Finalmente, ingresaron al grupoalgunos escribas, convertidos por laacción de los misioneros. Gracias ala influencia de éstos, que conocíanbien las tradiciones judías, se admi-tieron en la comunidad cristiana al-gunas prácticas judías pero debida-mente cristianizadas. Por esoalrededor del año 60, cuando se hizola tercera y última redacción del Do-cumento Q, se añadieron ciertas fra-ses de Jesús con referencias positi-vas al Templo (Q 4, 9-12) y a la Leyde Moisés (Q 11, 42c; 16,17).

NOVEDADES Y AUSENCIAS

uedó así terminado el libritocon los dichos de Jesús. Co-menzaba con la prédica deJuan el Bautista anunciando el

juicio inminente, y concluía con eldiscurso escatológico del Señor.

La obra tenía varias diferenciascon los Evangelios actuales. Porejemplo, en el Documento Q Jesússe relaciona con Juan el Bautistacomo un discípulo (Jesús) con sumaestro (Juan); o sea, Juan aparecetan importante como Jesús (Q 7, 24-28); en cambio en los Evangelioscanónicos Juan el Bautista es pre-sentado varias veces como subordi-nado e inferior a Jesús. Otra diferen-cia se nota con los discípulos; en losEvangelios canónicos la iniciativade la vocación parte siempre de Je-sús; él es quien los llama; en cambioQ da a entender que la iniciativapartió de ellos; que fueron ellosquienes pidieron seguirlo porque sesintieron atraídos por él (Q 9, 57-58.59-60).

Pero lo verdaderamente sorpren-dente del Documento Q, como yadijimos, es la ausencia de relatos so-bre los “hechos” de Jesús, sobre su

actividad y sus milagros. Esto refle-ja la particular visión que tenían deJesús aquellos discípulos de Galilea.Para éstos, la persona en sí de Jesúsno era tan importante. No habían re-flexionado tanto sobre lo que él sig-nificaba como enviado divino. Másbien valoraron sus dichos y sus en-señanzas, y fue esto lo que intenta-ron rescatar y transmitir.

NI PASIÓN NI MUERTEEN CRUZ

o más llamativo de todo, sinembargo, lo constituye la au-sencia de su pasión y resu-rrección. Esto se debe a que

los discípulos que compusieron elDocumento Q tenían una teologíapropia sobre Jesucristo.

En muchas comunidades anti-guas, influidas por la prédica de SanPablo, el fundamento de toda la fecristiana era la muerte y resurrec-ción de Jesús, entendidas como elacontecimiento salvador del hom-bre. Esta concepción procedía posi-blemente de los grupos cristianos deJerusalén y Antioquía, donde Pablomás tarde la aprendió y luego la di-

fundió. Fue tal la importancia queesa idea tuvo en la vida de las co-munidades y del cristianismo primi-tivo, que llegó a reemplazar inclusoal anuncio de la llegada del Reino,que fue lo que predicaba Jesús.Como Pablo afirma: “Si Cristo noresucitó, vana es nuestra predica-ción, y vana también la fe de uste-des” (1 Cor 15,14).

En cambio en las comunidadescristianas de la Baja Galilea, al pa-recer, el acontecimiento pascual deJesús tuvo menos importancia. Cier-tamente conocían el tema de sumuerte, pero lo explicaban como lamuerte de un profeta, de un enviadode Dios, nada más (Q 6, 22-23; 11,49-51; 13, 34-35). Creían, sin duda,que de algún modo Jesús estabavivo, porque Dios lo había revivido.Pero estos acontecimientos no te-nían para ellos la misma importan-cia que tenían para los otros gruposque asentaban su fe en el anunciopaulino.

La teología, pues, del DocumentoQ no estaba centrada en la muerte yresurrección de Jesús sino más bienen su segunda venida como Hijo delHombre. Para éste la salvación nose había producido con los sucesosdel Calvario, sino que se produciríacon la parusía, momento en que ten-drá lugar el juicio de Dios sobre lagente incrédula. Y mientras aguar-daban su segunda venida, Jesús se-guía presente en la comunidad me-diante sus enseñanzas. Por eso elesmero en conservar sus dichos ypalabras.

PALABRAS FUERA DE LUGAR

acia el año 80, veinte añosdespués de la redacción de Q,Mateo y Lucas quisieron es-cribir sus respectivos Evange-

lios (Mateo en Siria y Lucas en Gre-cia). Y se encontraron con que yahabía dos libros sobre Jesús: el Do-cumento Q (del año 60) y Marcos(escrito hacia el 70). El DocumentoQ tenía “palabras” de Jesús, y Mar-cos traía sobre todo “hechos” de Je-

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Divulgación bíblica

Mateo escribió su evangelio en Siriahacia los años 80 de nuestra era.

14 el Reino

sús. Por lo tanto, al verque ambas obras erancomplementarias, decidie-ron utilizar las dos comofuentes de sus Evangelios.

Al copiar el material deMarcos, no tuvieron ma-yores problemas; siguie-ron casi exactamente loque él decía, y hasta repro-dujeron el mismo orden delos hechos que él contaba.Pero cuando quisieron co-piar el Documento Q seencontraron con un pro-blema: no sabían en quélugar poner los dichos deJesús; el escrito no lo de-cía. Entonces cada uno de-cidió crear un marco apro-piado, una escena, parainsertar esas frases sueltasde Jesús. Por eso, si bienMateo y Lucas citan mu-chas veces las mismas pa-labras del Señor, lo hacenen diferentes contextos.

Un ejemplo de ello lotenemos en la oración delPadrenuestro. Como elDocumento Q no decíadónde lo pronunció Jesús, Mateo lacolocó en el Sermón de la Montaña(Mt 6, 9-13), mientras que Lucasdice que la enseñó a sus discípulosun día que estaba rezando a solas(Lc 11, 1-4).

Lo mismo ocurre con muchasotras frases de Jesús. Las críticascontra los fariseos, según Mateofueron pronunciadas delante de lamultitud que lo escuchaba (Mt 23,13-33); en cambio según Lucas lasdijo durante un almuerzo privadoen casa de un fariseo (Lc 11, 37-52). Los dichos sobre la vocación,según Mateo los expuso a orillasdel lago de Galilea antes de subir auna barca (Mt 8, 18-22); en cam-bio según Lucas fue durante unviaje por Samaria (Lc 9, 57-60).La enseñanza de que muchos ven-drán de oriente y occidente a sen-tarse en el Reino de los Cielos; se-gún Mateo la expuso al curar alsiervo del centurión (Mt 8, 11-12),

mientras que según Lucas lapronnció durante su viaje a Jerusa-len (Lc 13, 28.29).

PALABRAS HECHAS CARNE

uando los Evangelios de Ma-teo y Lucas salieron a la luz yse difundieron, el Documento Q perdió todo interés. No va-

lía la pena seguir leyendo un libroque sólo tenía frases de Jesús, cuan-do ahora se contaba con la posibili-dad de leer una obra completada consus hechos, su actividad y sus mila-gros. Además, para las comunidadescristianas había cobrado gran impor-tancia el hecho de la muerte y resu-rrección de Jesús, que Q no contaba.Por eso, poco a poco este Documen-

to fue olvidado, hasta quefinalmente desapareció dela historia.

Después de dieciochosiglos ha sido nuevamentedescubierto. Y si bien escierto que muchos biblis-tas actualmente no acep-tan la hipótesis del Docu-mento Q, los que sí creenen ella piensan que su ha-llazgo constituye un acon-tecimiento de enorme im-portancia. Porque graciasa este Documento hemospodido conocer quizás ellibro más antiguo que sehaya escrito sobre Jesús, ytambién la existencia deun grupo de discípulos su-yos que vivían en la BajaGalilea, que creían en elpoder de sus enseñanzas,y que esperaban su prontoregreso para instaurar elReino.

Mateo y Lucas, al in-cluir en sus Evangelios elDocumento Q, no copia-ron las frases y palabrassueltas de Jesús como es-

taban, sino que las incluyeron enun contexto histórico y les crearonun marco adecuado para cada una.Esto nos muestra que el mensajede Jesús no consiste en frases suel-tas, ni en dichos aislados, sino quetiene que ver con su vida, con suhistoria, con su encarnación, con elcontexto en el que vivió. Son mu-chas las comunidades cristianasque experimentan la tentación detomar frases sueltas de Jesús y eri-girlas como verdades inamovibles,sin preguntarse si en su contexto laPalabra de Dios quería decir preci-samente eso o no. Lo sucedido conel Documento Q nos advierte quelas enseñanzas sueltas de Jesús, sa-cadas de su ambiente, son peligro-sas. Que deben estar acompañadaspor la vida del Maestro. Del mis-mo modo que nuestras palabrassueltas no valen de mucho, si novan unidas al testimonio de nuestravida. ❦

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Divulgación bíblica

La pasión y la muerte de Cristoson realidades de primer orden

en el contexto de los evangelios.

15el Reino

A JOSÉ FUNES,DIRECTOR DEL OBSERVATORIOASTRONÓMICO VATICANO Inma Álvarez

El año 2009 ha sido declarado por la UNESCO como “Año Internacionalde la Astronomía”, en conmemoración del 400 aniversario de las pri-meras observaciones de Galileo Galilei.

El Observatorio Astronómico Vaticano, más conocido como Specola Vati-cana, participará también en estas celebraciones.

La Specola Vaticana, uno de los observatorios astronómicos más antiguosdel mundo, fue fundado por el papa Gregorio XIII en 1578 y desde el princi-pio trabajaron en él astrónomos y matemáticos jesuitas, aunque posterior-mente han participado otras órdenes religiosas. Actualmente, la sede está enla residencia papal de Castel Gandolfo.

Con motivo de estas celebraciones, el director de la Specola, el astrónomoy sacerdote jesuita argentino José Funes, concedió una entrevista en la queexplica que el diálogo entre la fe y la ciencia“tiene lugar esencialmente en la vida del pro-pio científico”.

–La UNESCO ha declarado el 2009como Año de la Astronomía, en recuerdode Galileo Galilei. Ante los enormes logrosen los últimos años de la ciencia en biolo-gía, medicina o física, ¿en qué ha avanzadola astronomía?

–José Funes: Ciertamente, la astronomía,desde las primeras observaciones de Galileo,ha conocido un desarrollo tremendo. Galileo,con su pequeño telescopio, ya pudo observarlos cráteres de la luna, algunas estrellas de laVía Láctea, los satélites de Júpiter y las fasesde Venus.

Hemos avanzado mucho desde entonces.Basta citar algunos de los descubrimientosmás recientes: actualmente, con los modernos telescopios como el Hubble,podemos observar las galaxias más lejanas, a unos 2.000 millones de añosluz. Dado que la velocidad de la luz es limitada, lo que en realidad estamosobservando es el pasado del universo en estas galaxias, cómo se formaron ydesarrollaron.

Esta es una de las fronteras de la astronomía actual. Otra frontera es el es-tudio de la formación de estrellas y planetas. Sabemos en la actualidad queexisten cerca de trescientas estrellas con sistemas planetarios orbitando alre-dedor. El desafío en este campo es la búsqueda de planetas extrasolares si-milares a la tierra, porque eso implicaría la posible existencia de vida extra-terrestre. Hasta ahora no se ha encontrado.

–¿Es el universo, para los astrónomos en general, “un cosmos” y un li-bro en el que se puede descubrir a su autor, como dijo recientemente Be-nedicto XVI a los miembros de la Pontificia Academia de las Ciencias, omás bien entre los científicos se concede crédito a la teoría del “caos”?

José Funes: No, el universo es un cosmos. Hay una cierta racionalidad enel Universo, y esto es lo que los científicos buscan, encontrar esas leyes del

universo físico que permitan una ex-plicación de lo que observamos. Esapremisa de que existe una cierta “ra-cionalidad” es compartida por lamayor parte de los astrónomos.

En cualquier caso, esta considera-ción es propia de los filósofos másque de los científicos. La reflexiónsobre el origen de esta racionalidadse sale del campo de la astronomía,aunque haya astrónomos que tenganintereses filosóficos. Pero son cam-pos distintos.

–De alguna manera, el estudiode la evolución del universo formaparte de la “teoría de la evolu-ción” que se aplica también a lasespecies, en el sentido de entenderque en lugar de haber sido creadoen un momento concreto y defini-tivo, la materia ha ido evolucio-nando hasta su estado actual. Encuanto al universo, se establecióhace décadas como más probablela teoría del “Big Bang”, de la“gran explosión” original. Esa teo-ría ¿sigue siendo aceptada mayori-tariamente? ¿Contradice a la fe?

–José Funes: No, no la contradiceen absoluto. Hablando como astró-

ENTREVISTA

Galileo anteel Santo Oficio.

16 el Reino

Entrevista

nomo, puedo decir que la evolucióndel Universo es un hecho probado.Aunque hay muchas cosas que aúnno comprendemos, es notable quepodamos reproducir la historia delUniverso hasta cuando éste tenía10-43 segundos de vida, es decir, enel instante después de haberse crea-do la materia.

Desde ese momento hasta el pre-sente, podemos explicar cómo sehan formado las galaxias, las estre-llas y planetas, aunque no sabemostodo y aún quede mucho por investi-gar. Esto muestra también el gradode avance al que ha llegado la hu-manidad en su comprensión delUniverso.

Por tanto, la teoría del “BigBang” siguen siendo el marco ade-cuado para entender lo que obser-vamos, y esta teoría no está en con-tradicción con los relatos queconocemos de la creación, tanto loque la Biblia dice como la reflexiónteológica que la Iglesia ha hechoposteriormente. La intención delautor sagrado no es dar una expli-cación científica del ori-gen del Universo, sino re-ligiosa.

–El caso Galileo hasido puesto siempre comoejemplo de intransigenciade la Iglesia y de incom-patibilidad entre cienciay fe. Hoy, después de cua-tro siglos, ese caso ¿siguesiendo paradigmático deesta confrontación o ha-bría que revisarlo?

–José Funes: Yo diríaque es imposible cerrar elcaso en un sentido o enotro, de forma que satisfa-ga completamente a losdistintos autores que hanestudiado el caso. Verdade-ramente creo que es difici-lísimo encontrar una solu-ción que contente a todos.

Habiendo dicho esto,creo que la Iglesia ha trata-do de hacerlo lo mejor quepodía. El Papa Juan PabloII formó una Comisión

para estudiar con sinceridad los textos y los datos de lo que ocurrió. Lasconclusiones se presentaron al Papa en 1998, este concluyó con muchoacierto que había habido dos problemas en el caso Galileo, un problema deinterpretación bíblica y un problema pastoral.

Sobre la primera cuestión, se admite que los descubrimientos de Galileonos ayudan a entender mejor el texto bíblico, cosa que como dice el Papa,los teólogos de su tiempo no supieron comprender.

Respecto al aspecto pastoral, sí es paradigmático, sobre todo de cara al fu-turo. La Iglesia se encontró frente a una situación nueva, culturalmente ha-blando, que le imponía revisar su propio modo de leer la Biblia.

Lo que dijo al respecto Juan Pablo Ii me pareció muy interesante, puesdio una “regla de oro” pastoral: por un lado, un pastor debe ser prudenteante las novedades, y por otra, debe tener cierta audacia a la hora de enfren-tar problemas nuevas y darles respuesta desde la fe. Porque la tradición teo-lógica es lo suficientemente rica para poder dar respuestas nuevas a situacio-nes nuevas...

–Por último, ¿qué puede aportar la astronomía al diálogo entre laciencia y la fe? Y, concretamente, ¿por qué la Iglesia mantiene un obser-vatorio astronómico?

–José Funes: La “Specola vaticana” tiene una función importante en eldiálogo entre ciencia y fe. Creo que en estos momentos hay una frontera en-tre la ciencia y la religión, y en esa frontera la Iglesia debe estar presente.

El gran desafío para los creyentes es saber integrar lo que sabemos delmundo científico con los conocimientos que nos vienen de la fe. Y nuestropapel es éste, tenemos que ayudar al pueblo cristiano a dar una respuestamadura e inteligente que permita integrar ambos conocimientos.

El segundo gran papel que nos toca es el de puente entre la Iglesia y elmundo científico: por un lado, mostrar a los astrónomos lo que la Iglesia

piensa, y al mismo tiempo, infor-mar a ésta de los últimos descu-brimientos astronómicos. La as-tronomía es una ciencia que nosayuda a poner en perspectivanuestra realidad, lo que somos, eneste pequeño planeta, en este uni-verso inmenso.

Para mí, científico y creyente,no existe contradicción entre la fey la ciencia. Más que hacer mu-chos discursos o escribir muchascosas, mi propia vida y la de miscolaboradores testifica que estediálogo es posible.

El hecho de que nosotros publi-quemos trabajos científicos en re-vistas especializadas y que nues-tro trabajo se someta al juicio denuestros mismos colegas, comocualquier científico, en congresos,conferencias, revistas, etc. signifi-ca que somos capaces de hacerciencia, como el resto de astróno-mos. Y por otro lado, somos hom-bres de fe que seguimos al SantoPadre. Nuestra vida es el mejorargumento. ❦

Galileo por Leoni

Nacimiento: 15 de febrero de 1564. PisaMuerte: 8 de enero de 1642. Arcetrii FlorenciaResidencia: ItaliaNacionalidad: italianoCampo: Astronomía, Física, MatemáticaInstituciones: Universidad de Pisa, Universidadde Padua.Alma máter: Universidad de PisaSupervisor doctoral: Ostilio RicciConocido por: Fundamentar las bases de la me-cánica moderna: cinemática, dinámica, observa-ciones telescópicas astronómicas, heliocentrismo.

17el Reino

SOCIEDAD

LOS PASTORES DE LA IGLESIA,DÓCILES AL ESPÍRITUEN SU ENSEÑANZAY SU SERVICIO Javier García Ruiz de Medina

OBEDIENCIA DE NUESTROSPASTORES, ¿A QUIÉN?

Es una intención importante laque propone el Papa al Apos-tolado de la Oración en este

mes. Porque usted, que se disponea leer estas líneas, tiene la persua-sión de que es fundamental que losfieles cristianos desarrollemos ladebida obediencia a nuestros obis-pos, para que la Iglesia mantengasu unidad y se muestre como miste-rio de comunión.

Pero en la intención presente senos propone otra cosa. Se trata dealgo previo a esa obediencia. Ten-gamos a la vista que los dirigentesdel Pueblo de Dios no transmiten lo que se les ocurre ni imponen lo quese les antoja. Ellos mismos han de estar a la escucha de Dios y transmitira su Pueblo el efecto de esa escucha. Es decir, han de ser obedientes a suvoz. Recordemos que oboediens, en latín, viene de ob-audiens, es decir,quien presta oído a quien tiene capacidad de pedir obediencia, el mismoDios en este caso. Tal ha de ser el tema de nuestras plegarias durante elpresente mes: la docilidad de los pastores de la Iglesia al soplo del Espí-ritu. Recordemos también que dócil es, según su etimología, “quien sedeja enseñar”.

Y en verdad que necesitan nuestra oración. La misión pastoral que hanrecibido de Dios mediante la ordenación episcopal es todo un reto. Cadadía han de discernir la voluntad del Señor sobre ellos y pedirle fuerzapara cumplirla.

COMPLEJIDAD DEL DISCERNIMIENTO

Escribiendo sobre este tema, el P. Pedro Arrupe, que fue General de laCompañía de Jesús, señalaba: “En lo que aparece como una simpleintuición o una simple decisión, entran en juego el corazón, elevado

por el Espíritu, la razón, la reflexión y la experiencia, es decir, la vida

misma con todo lo que tiene de vi-vencia profunda y de continua en-señanza. Este discernimiento es unacto divino y humano. Y a la vez,personal y eclesial: no puede ha-ber discernimiento separado de lacomunión y de la solidaridad conlos demás miembros del CuerpoMístico”. Todo esto, a fin de inves-tigar la auténtica voluntad de Diosen las situaciones históricas con-cretas, continuamente en cambio.Ya el Concilio Vaticano II exhortóa saber leer los “signos de los tiem-pos” y él mismo acertó a adaptarsea la realidad del siglo XX.

La voluntad de Dios no siemprese le impone al corazón humanobajo la forma de una única posibi-lidad, clara como la luz del sol eidéntica al pensamiento propio

Los pastores han de estar a la escucha de Diosy transmitir a su Pueblo el efecto de esa escucha.Los pastores han de estar a la escucha de Diosy transmitir a su Pueblo el efecto de esa escucha.

(como dice Dietrich Bonhoeffer).Por eso, ya el P. Kolvenbach seplanteaba: “En medio del pluralis-mo de opiniones y tendencias teo-lógicas y pastorales aun en el senode la Iglesia, y de los rápidos cam-bios del mundo actual que nospone continuamente ante nuevassituaciones, ¿qué criterios utilizarpara identificar el verdadero cami-no y tomar las decisiones acerta-das a la luz de la fe?

Es necesario distinguir entre losmovimientos suscitados por el Es-píritu de Dios, y los inspirados porintereses humanos: la ambición, lapusilanimidad, la autosuficiencia,la búsqueda de aplauso y recono-cimiento”. Esto, por una parte.

DISCERNIMIENTOY DOCILIDAD

Pero no es sólo eso. La volun-tad de Dios engloba a todo elhombre, a todos los hombres

y a todo su actuar histórico en unúnico plan providencial: el plan desalvación del género humano. Poreso, el discernimiento auténtico dela voluntad de Dios responde auna invitación del Espíritu Santo aavanzar en el sentido verdadero dela historia de la salvación.

El P. Kolvenbach, sucesor del P.Arrupe, hablaba de apertura al Es-píritu, a fin de percibir en las cir-cunstancias objetivas, cuáles sonlas urgencias del Reino de Diospara la sociedad de nuestro tiem-

po; y discernir “en cada situación, con paciencia y con la humildad dequien sabe que no posee el secreto de la evangelización, los caminospascuales del Señor (de cruz y de resurrección) que vive en su Iglesia, enmedio de nosotros, y continúa con nosotros la obra de la salvación”.

Y según el pensamiento del P. Arrupe, el discernimiento, básico paraquien desea conocer y escuchar las manifestaciones de Dios a los hom-bres y trata de interpretarlas, es algo fundamental, previo a toda acciónevangelizadora. “Es, ciertamente, un don del Espíritu Santo, pero la per-sona puede educarse lentamente en ello, ayudada por el mismo Espíritu.Se trata de llegar a ser personas que, educadas mediante una larga ynunca acabada experiencia de Dios, estén en permanente actitud de bús-queda y escucha del Señor y adquieran cierta sobrenatural facilidadpara percibir dónde está y dónde no está”.

La auténtica voluntad de Dios no se la puede conocer sin la luz claradel verdadero Dios en nuestros corazones: una sabiduría que “hace gus-tar y sentir, comprender y aceptar los caminos de Dios en el mundo dehoy” (J. Cambien).

Esta sabiduría divina, que no es la mera ciencia humana, es lo que pe-dimos para que nuestros pastores acierten en su enseñanza y en su servi-cio al pueblo de Dios. ❦

18 el Reino

Sociedad

La voluntad de Dios engloba a todo el hombre, a todos los hombres.

Nuestros pastores escucharán la voz de Dios en su oración personal, en la Palabra, en lacelebración litúrgica, en su pueblo, en los pobres, en los acontecimientos de la Historia, en lascosas sencillas de cada día. Con sincero amor y afecto filial, pedimos para que ellos seanobedientes a esa voz en su tarea pastoral.

(Claudio Barriga, S.J.)

19el Reino

ESPECIAL EL REINO

13 de noviembre

Medespierto con la emoción por lo vivido du-rante estos días en Japón (siempre me impre-

siona este país) y por la incógnita ante lo desconocido

y, a la vez, deseado: Bangladesh. Vamos la Madre MªInez, Superiora General; M. Pilar, la anterior General,y yo. El objetivo es acompañar, animar y ayudar a lasHermanas Lorna y Nori, dos Hijas de Jesús enviadasa Bangladesh para iniciar nuestra presencia misioneraen este país, que llevan ya siete meses en Dhaka –la

EN BANGLADESHAuxilio Vicente Tapia, Hija de Jesús

Febrero es el mes de la Campaña contra el Hambre en el Mundo. Y Bangladesh, relativa-mente pequeño pero muy poblado país del sureste asiático, situado en el Golfo de Bengala,vecino principalmente de la India y también de Myanmar (Birmania), ocupa el tercer lugaren el índice de mayor pobreza del mundo, por lo que el hambre está muy presente.

Don Jorge Sans Vila nos hizo llegar hace algún tiempo desde Roma una crónica de M.Auxilio Vicente –que había sido alumna suya de “Supuestos de la Educación” en la Universi-dad civil de Salamanca–. En ella cuenta su viaje a Bangladesh, con el fin de poner en marchauna comunidad de Hijas de Jesús (Jesuitinas) en la tierra Bangla, y ayudar así a la evangeli-zación y a la educación cristiana.

Al leerla con atención, nos pareció muy indicada para la revista en este mes, y pedimosautorización a la M. Auxilio para publicarla. Nos dijo con sencillez que no esperaba esa peti-ción, pero que no podía negarse a ella, y se lo agradecemos. En estos “Siete días” vemoscómo en la Congregación resuenan las palabras de la beata Cándida María de Jesús, su Fun-dadora: “El mundo es pequeño para mis deseos”.

M. Auxilio es salmantina y está de acuerdo con Cervantes cuando dice en “El LicenciadoVidriera” que Salamanca “enhechiza la voluntad de volver a ella a cuantos de la apacibili-dad de su vivienda han gustado”.

ESPECIAL EL REINO

capital–, aprendiendo la lengua e introduciéndose enla cultura Bangla. Dentro de un mes, abrimos la pri-mera comunidad en Utrail, en el norte del país.

En las siete horas largas de vuelo entre Tokio yKuala Lumpur (Malasia) me vienen a la memoria mis“relaciones” con Bangladesh:

En mis años jóvenes, canturreando la canción deJoan Báez, seguí la lucha por la independencia de esepueblo tan lejano y desconocido, pero que nos desper-taba simpatía. Luego casi aprendí el himno que com-puso R. Tagore.

Hace dos años, tras un viaje casual de Marianita, unaHija de Jesús del Japón, a Mymensingh (ciudad del nor-te de Bangladesh), empezamos a intuir que en este país,con un índice de pobreza más alto del sureste asiático yel tercero del mundo, por debajo de China y la India, po-dríamos tener un “hogar” las Hijas de Jesús o “Jesuiti-nas”. Luego fueron las visitas de Isabel y de Florencia,provinciales de Japón y de Filipinas, y de Rosina y Lor-na, para conocer y ofrecernos datos de ese pueblo. Mástarde fue la que hizo Mons. Ponen, el recién nombrado

obispo de Mymensingh, a nuestra casa de Roma. Unobispo atípico: de una tribu bengalí (garo), joven, depresencia sencilla y humilde, vestido a lo bangla, que sepaseaba por el Vaticano en chinelas. Tras su visita, que-dó confirmada nuestra ida a Bangladesh. Pero… no pen-saba yo que iba a poder conocer ese país, porque no so-ñaba con que me iba a quedar en Roma otros seis años,que iba a ser la encargada de las tres fundaciones de laCongregación en Mozambique, Tailandia y Bangladesh,y que la primera visita de la M. Mª Inez, como Superio-ra General, iba a ser a este último país.

La visita a la embajada de Bangladesh en Romapara tramitar el visado me impresionó mucho: la filade jóvenes inmigrantes bangla con miradas huidizas,rostros serios, figura encogida, casi en silencio, conlos que nos mezclamos mientras subíamos por lasviejas escaleras de madera del edificio en el que estála embajada; luego, la embajada misma: un piso pe-queño y pobre en un barrio romano, en el que hastalos biombos de bambú que separaban la mesa grandede la oficina –atendida por un hombre bangla, que ha-

cía oración sentado en el suelo–de las otras dos mesas pequeñasatendidas por chicas italianas, te-nían agujeros de gran tamaño(casi cabía una cabeza)… Mequedé con ganas de ir a comprar-les unos biombos... Por eso, nome sentó mal que me pidieran 40euros por el visado, cuando MªInez, por ser brasileña, sólo tuvoque pagar siete.

Cuando bajamos del avión enKuala Lumpur –capital de Mala-sia–, nos encontramos con unaeropuerto espectacular, que merecordó algo al de Singapur. Conuna estructura impresionante demetal, una burbuja gigante decristal en el centro y, en su inte-rior, árboles, cascadas, flores…El techo, como si fuera el cieloestrellado, y tiendas de superlujoque alternaban con bares, cen-tros de relax, etc. Dicen que esel mejor aeropuerto de Asia yuno de los mejores del mundo,con muchas distinciones y pre-mios ganados. Nos paseamosgozando del espectáculo y ha-ciendo tiempo.

20 el Reino

País (nombre oficial): República Popular de Bangladesh.Capial: Dhaka.Superficie: 55.599 millas2 - 144.000 km2.Población: 131.269.860 (est. julio 2001).Lenguas: Bangla (lenguaje oficial, también conocida como bengalí),

Inglés.Alfabetismo: 56% total; 63% hombres; 49% mujeres (est. 2000).Religiones: Musulmanes 83%; Hindúes 16%; otras 1% (1998).Expectativa de vida: Hombres: 60,74 años; mujeres: 60,33 años(est. 2001).Gobierno: Democracia parlamentaria.Moneda: 1 Taka (Tk) = 100 poisha.Producto nacional bruto percápita: $1.570 (est. 2000).Industria: Telas y tejidos de algodón,manufacturas a base de yute,

rope, proceso de té, papel prensa, cemento, fertilizantessintéticos, ingeniería liviana, azúcar refinada.

Agricultura: Arroz, yute, té, trigo, caña de azúcar, patatas, tabaco,legumbres, granos, especias, frutas; carne de res, le-che, avicultura.

ESPECIAL EL REINO

Al subir al avión para Dhaka, la capital de Bangla-desh, me pareció que entrábamos en otro mundo: creoque las únicas occidentales éramos nosotras. Empie-zan a subir mujeres con burka o velos, hombres y ni-ños con sus distintivos musulmanes, “ejecutivos” deBangladesh con poca apariencia de tales… No se meolvidan sus rostros. En la pantalla nos proyectan lasmaravillas de Malasia y las advertencias para el turis-mo: “Cuidado con las drogas”, “pena de muerte”…

En el vuelo comprobé eso de que “las aparienciasengañan”. Tenía como vecinos de fila a una familiamusulmana: la madre, jovencita, con burka; el padre,con apariencia de fiero e impositivo, y tres niños, lapequeñita de meses no paraba de llorar. Durante elviaje me impresionó la ternura y el cuidado del padrepara con toda la familia, especialmente con la niña pe-queña, a la que atendió todo el tiempo, mientras le de-cía sin parar frases cariñosas para calmarla.

Llegamos a Dhaka: un aeropuertolimpio, pero pobre y vacío. En Inmi-gración tardamos mucho tiempo, por-que el policía no sabe leer nuestro pa-saporte… Es la una y media de la ma-ñana, y no hay nadie por las calles.Mientras estemos en Dhaka vamos avivir en la casa de las Salesianas,monjas de origen francés, pero aquítodas indias o del país. En esta casaviven temporalmente Nori y Lorna, lasdos Hijas de Jesús filipinas que estánaprendiendo la lengua antes de ir aUtrail, donde tendremos la primeracomunidad bangla. Las monjas noshan dejado lo mejor que tienen, perotodo es muy pobre. Además, aquí elconcepto de pobreza, limpieza, etc. esdistinto al nuestro y nos chocan mu-chas cosas.

14 de noviembre

Apenashe podido dormir (como me ocu-rrirá el resto de las noches). Las

camas no tienen colchón, sólo una especie de jergóncon una capita de mullique dentro sobre una tabla demadera; se me clavan los huesos. En Dhaka no hay si-lencio ni por las noches. Es una ciudad ruidosa dondede noche no paran las obras, y el golpe de los marti-llos y las palas se confunde con las voces de las perso-nas. A las 4.30, los vendedores, con sus cestos en lacabeza o subidos a los carros, empiezan a pregonar sumercancía (hay mucha venta callejera), los gallos can-

tan, los almuecines llaman a la oración desde los almi-nares de las distintas mezquitas de la ciudad, que sonmuchas, y las aspirantes (jóvenes que se preparan paraentrar en el noviciado de las religiosas salesianas) can-tan sus laudes con ese tono monótono, mitad indio,mitad árabe. ¡Todo un concierto!

El país es prácticamente musulmán (más de un83%), con un 11% de hindúes y una pequeñísima mi-noría de cristianos. En el barrio donde estamos haybastantes cristianos y se nota porque las casas, en lasmismas paredes, tienen un hueco en forma de cruzpara significarse. En la convivencia normal no hayproblemas, aunque está prohibido hacer propagandafuera de los lugares de culto o recintos confesionales.En la embajada, para darnos el permiso de entrada, tu-vimos que hacer una declaración jurada de que no íba-mos a meternos en asuntos religiosos.

En la casa donde estamos se celebra laEucaristía a diario y vienen la mayoríade los cristianos, sobre todo mujeres,que se ponen sus mejores vestidos (es-tilo sari) con mantos bonitos para cu-brirse la cabeza a juego con las túnicas,y siempre descalzas. Se sientan en elsuelo. A la salida, nos saludan: cogenmi mano, se la llevan a su frente y lue-go la besan. Intentan hacer lo mismocon los pies, pero no les dejamos: esosólo lo hacen con la gente que conside-ran de autoridad.

Después de desayunar vamos a salu-dar a las chicas que hacen la comida.Me sorprende ver sus encías y sus dien-tes al rojo vivo: ¿Habrá una enferme-dad especial de la boca en este país?Me explican que mascan una hoja–algo así como la coca– para dar vigor

a su cuerpo desde la mañana. En la cocina hay tajosmuy pequeñitos y agujeros en el suelo: ahí fijan unaespecie de hoz, con la que pican la verdura y cortan lacarne, sin mover aquella del suelo y en movimiento defuera a dentro, por lo que da la impresión de que sepueden cortar.

La base de la comida la forman el arroz (cocido, enharina, amasado) y los plátanos. Es una comida conmuchas especias, y nos resulta rara. La gente suele co-mer con las manos siempre que puede y, si no, con cu-chara, pero el tenedor apenas lo usan. El agua hay quehervirla siempre; ni siquiera se puede tomar la ordina-ria para lavar el cepillo de dientes. Hay peligro de in-fecciones.

21el Reino

Madre Cándida María deJesús, Fundadora de las

Hijas de Jesús (Jesuitinas).

ESPECIAL EL REINO

Pasamos el día reunidas con Nory y Lorna, nuestrasHermanas, y apenas vemos de Dhaka más que lo quepercibimos detrás de las persianas de la galería dondeestán nuestras habitaciones. Dhaka es un hervidero degente en la calle. Es que Bangladesh tiene más 140millones de habitantes. Es el país más denso del mun-do (912 hab./km2) si quitamos los pequeños estados deSingapur y Mónaco.

Por la noche, las aspirantes nos hacen una demostra-ción de música y danza bengalíes. Así como los varo-nes resultan rudos y poco agraciados, entre las muje-res, sobre todo jóvenes, hay auténticas bellezas y mu-cha elegancia. Su música se parece a la india; tienen unaire espiritual, muy fino; bailan y cantan siempreacompañadas del órgano bengalí, pequeño, de mano, yde unos tambores pequeños, campanitas y una especiede panderetas. Se nota mucho, tanto en los rostros y lastúnicas como en la misma música y la expresión de loscuerpos, la diferencia de tribus, pobres o ricas, cultiva-das o más primitivas. Pero se ve que cuidan la músicay el canto. Todas bailan y tocan instrumentos.

15 de noviembre

Eldía amanece con lluvia y viento. Seguimos nues-tras reuniones, pero a media mañana salgo con

Lorna a dar un paseo por el barrio y ver alguna calleimportante de la ciudad. Es mi primer contacto directocon el pueblo de Dhaka y me impresiona: es una multi-tud abigarrada la que anda por las calles y… no tienenun rostro feliz. Me siento como si me hubieran echadoencima una “bocanada de pobreza”. Es el rostro de lospobres-pobres; la imagen de la pobreza-pobreza. Esdistinta de la “pobreza limpia” de los campos de Mo-zambique, que acabo de visitar. Estando en la calle, em-pieza a llover torrencialmente. La gente va descalza,con el agua hasta media pierna, con mirada triste, depreocupación y sometimiento. Pasamos miedo y, comono sabemos lo que va a pasar, decidimos volver a casa.En el barrio vemos a la gente que está a las puertas delas casas, lavando la ropa en grandes palanganas paraaprovechar el agua de lluvia. Acompañamos a unamamá joven en busca de un hospital, con su niñito fe-bril, tiritando, sin paraguas, empapados todos de agua.

Voy a darme una “ducha”, aunque el agua esté hela-da; pero es que me siento impregnada de ese aire es-peso que se mascaba en la calle. Al entrar en nuestro“cuarto de baño” y coger el jarro para echarme el aguapor encima, veo en la pared una araña peluda del ta-maño de una mano, con unas patas impresionantes. Seconoce que el tifón que se acerca pone nerviosos yhace salir a los animalitos de sus guaridas.

16 de noviembre

Esanoche no ha habido luz; brama el viento quedescuaja árboles; vuelan tablas de maderas y

otros objetos en la calle, se rompen las persianas; la llu-via es torrencial… Ha llegado el tifón. Nos levantamos“a la tentaruja”. Aunque en Dhaka sólo nos llega la“cola” del tifón, nos asustamos, y más cuando por lamañana sabemos lo terrible del desastre: vientos de 250km/h., olas de 5 m., más de 3.500 personas muertas,miles de desaparecidos y muchos miles de gente sin suscasitas. El viento ha arrastrado a muertos a 40 km dedonde estaba su casita. Chittagong, el distrito del surque tiene la playa más larga del mundo (120 km) es unbarrizal, sembrado de cadáveres. El pueblo bengalí estámuy triste, y compartimos su tristeza. Me impresionala “resignación” con que acogen estos desastres: ¡Estántan acostumbrados…! La situación de Bangladesh, enun delta donde se unen los ríos Ganges, Brahmaputra yMenga, hace que el país sea muy fértil, pero muy casti-gado por inundaciones y sequías. Esto, unido a la situa-ción política de una democracia muy deteriorada por lacorrupción, el desorden y la violencia política, dancomo resultado una pobreza de mil caras.

Vamos a ver el taller de “mujeres bordadoras”, quellevan las monjas que nos hospedan. Más de 60 muje-res, que no levantan la cabeza del bastidor. Son autén-ticas artistas, muchas de ellas musulmanas: sus mari-dos aquí sí las dejan venir porque saben que las monjasno les van a hacer daño y porque ganan más, pese aque sea una miseria. Se dejan los ojos bordando a

22 el Reino

Escudo de la Congregación de Hijas de Jesús(Jesuitinas).

ESPECIAL EL REINO

mano, sobre bastidores, enormes cojines, manteles,cuadros con tigres de Bengala (los preferidos por losturistas), pájaros, perros, y hasta iconos y pinturas fa-mosas, teniendo como modelos fotos pequeñitas o pos-tales. La combinación de colores es perfecta. Por unosbordados que tardan tres meses en terminarlos, traba-jando doce horas al día, les pagan en las embajadasdonde hacen exposiciones o la gente extranjera queviene a hacer negocio, 12 dólares, y los venden luego amás de 500. Un escándalo. Lo de la economía sumer-gida en Bangladesh es una vergüenza. Yo me he senti-do muy mal por ser del Primer mundo y tener aquí apaisanos explotando a la gente superpobre. Esta gente,sobre todo las mujeres, están trabajando para que unoscompatriotas nuestros se hagan ricos. Me ha contadoBenjamín, el religioso javeriano amigo mío que conocíen Arganda y ahora es misionero en este país, que al-gún “negociante” español sentía hasta vergüenza de lasoperaciones económicas que estaba haciendo, le re-mordía la conciencia y se veía en la obligación de darparte de sus ganancias a los misioneros, para que re-percutiera en la salud o la educación de este pueblo. ..

Después de comer, dejamos Dhaka por unos días, ynos vamos hacia el norte, a Mymensingh, la capital de

la zona en la que tendremos la primera comunidad.Sólo hay 135 km. de distancia, pero tardamos cuatrohoras. Miles de “tricycles”, coches, buses y camionesse disputan la calzada y… el más fuerte se come al dé-bil. Entre el barro y los chapatales, aturdidos por el pi-tido constante del claxon de los coches, los conducto-res de los tricycles, que unas veces llevan dos, tres yhasta cuatro personas, y otras troncos o sacos que casilos “desloman”, goteando de sudor (aunque el calorno sea excesivo) y doblados por la cintura del pesoque tienen que arrastrar, casi tienen que tirarse a la cu-neta, porque los autobuses y los coches los orillan. Nohay ningún bus nuevo; todos están abollados, sin ape-nas pintura, y lo mismo pasa con los coches. Al cru-zar Dhaka, observo también que los edificios están amedio hacer, renegridos o con goterones amarillos,porque el hierro se oxida por la lluvia y el agua teñidaescurre por las paredes.

Los pueblos están casi unidos por puestecitos de co-mida. A medida que nos acercamos al norte, el paisajese torna verde de muchas tonalidades, con palmeras,plantaciones de arroz y agua por todas partes. Hay pa-lafitos, construidos sobre los ríos o las lagunas, queme recuerdan a los poblados de los bajaos en Filipi-nas. Los varones, con la misma expresión (¿seria, tris-te, apueblada?) que vi en Dhaka, visten falda, seme-jante a la capulana africana.

En Mymensingh también nos hospedamos en lacasa de las Salesianas, un auténtico complejo educati-vo. Además de tres comunidades de monjas (muy jó-venes, la mayoría), hay un orfanato de niñas internas,de 5 a 18 años, que a las seis de la mañana ya andanlavándose o barriendo los claustros con la escobillabaja, dobladas por la cintura. También hay un colegiode primaria y una residencia de estudiantes universita-rias: todo ello, muy sencillito y pobre, y casi, casicomo una “arca de Noé”: vacas, perros, gatos, cuer-vos, murciélagos, patos, gansos, gallinas y todo tipode mosquitos… en el marco de un paraíso verde. Nosacogen ofreciéndonos todo lo que tienen. En la cenaparece que estamos en Pentecostés, más que en Babel,porque se oye hablar en bangla, en el dialecto del nor-te, en indio, tagalo, inglés, francés, español… pero to-das nos hacemos entender, ayudadas por gestos.

17 de noviembre

Amanecemosa las 4.30 con lamúsica que ya

nos es familiar, pero el canto de los musulmanes sesobrepone aquí a los sonidos de los animales y de las

23el Reino

Divisiones territorialesde la Nación de Bangladesh.

ESPECIAL EL REINO

24 el Reino

personas. Tenemos la mezquita principal muy cerca dela casa, al lado de la catedral. Hacia allí fuimos por lamañana. La mezquita sobresale entre las casas, la ca-tedral no destaca entre ellas. Me parece todo muy re-velador. Acostumbradas a ver las catedrales de piedra,majestuosas, artísticas, en el centro de las ciudades eu-ropeas, nos sorprende la de Mymensingh: la catedrales pequeñita, aunque adornada con gusto y, al ladomismo, en su recinto: una oveja y un cordero que ba-lan y descansan en un pradito verde, otra zona dehuerta con lechugas y verduras típicas de la región, unjardín con flores preciosas, un convento de religiosascontemplativas y una casa para dar cobijo a los misio-neros que van allí. Todo un símbolo de la Iglesia po-bre, sencilla, abierta, que habla a un pueblo no cristia-no más con su vida que con su palabra.

El resto del día, y al siguiente, nos convertimos enhuéspedes del obispo, hasta que nos deja por la nocheen las monjas. Está tan contento de que fundemos unacomunidad en su diócesis, que no sabe qué hacer paraobsequiarnos: nos invita a desayunar, a comer, a ce-nar, y nos acompaña en coche a todos los sitios hastaque dejamos. Mymensingh.

Después de la comida, nos lleva a visitar una zonaen medio del bosque, donde habita la tribu gara; semete una en medio de lo que fue selva y cae en lacuenta de la valentía de los antiguos misioneros que,para ayudar en la educación y evangelización de estagente marginada, pusieron en juego su creatividad almáximo. El paisaje es precioso y, en medio de “par-ques naturales”, hay escuelas, iglesias, hospital, orfa-nato… Nos encontramos con tipos curiosos, como unreligioso americano originalísimo, defensor de la mu-jer hasta el extremo de no admitir sino a niñas en susescuelas. Como hace mucho calor, ha colgado del te-cho una plancha enorme de bambú, a la que ata unhilo que engancha a su pie, para que haga de abanicoy espantamosquitos: y la verdad es que lo probamos yfunciona bien, la necesidad aguza el ingenio. Los anti-guos misioneros tenían sus originalidades; claro estáque la gente “muy normalita” no sería capaz de sobre-vivir durante muchos años en estos lugares tan míse-ros e insanos.

18 de noviembre

Hoyes un día importante dentro de nuestro via-je a Bangladesh. Vamos a Biri Chiri, el

distrito al que pertenece Utrail, ya en la frontera nortecon la India, donde estará nuestra comunidad (seránya tres religiosas en ese momento). Además del obis-po y del párroco, nos acompaña Antoine, un joven co-

reano perteneciente a una congregación religiosa, fun-dada por un mendigo de Corea, que sólo se dedica alos más pobres entre los pobres; por eso ha venido aMymensingh. Mientras salimos de la ciudad, en lascalles nos van mostrando locales discretos de econo-mía sumergida, sobre todo textiles y de piel, en manosde extranjeros. Nos dicen que hagamos la prueba demirar la ropa que compramos en Italia y España paracomprobar su origen. Como dice Sister Joseph, la su-periora bangla de Dhaka, “los europeos trabajan parasu beneficio; pero ellas, con las mujeres bordadoras,trabajan para la vida”.

En el camino apenas hablamos; contemplamos y re-flexionamos sobre lo que vemos: el paisaje y la vege-tación, impresionantes: hay campos enormes de arroz,cuya plantación es un trabajo puramente “artesanal”.Aran la tierra, empapada de agua; los que llevan elarado tradicional, unas veces son animales pero otrasson hombres, o niños. También hay muchas mujeres yniños sacando tierra, con las manos o con cubos pe-queños, de los ríos que cruzan la zona para hacer cerá-mica. Llanuras amplias, verdes, más verdes y, al fon-do, las montañas indias.

De pronto, nos encontramos con una aglomeraciónde autobuses: el tifón ha roto un puente. La gente selanza al río y lo atraviesa con el agua hasta la cintura ohasta el cuello, y con la carga a la cabeza. Los autobu-ses esperan la vuelta de la gente que ha pasado al otrolado. Y, en él, otros autobuses esperan para llevar a losviajeros a los pueblos de la otra orilla. Nosotros nopodemos cruzar el río con el coche, y tenemos que darmarcha atrás y, tras un gran rodeo (de más de una horay media), buscar otro camino. Hay un hervidero degente en cada poblado. En casi todo ellos vemos apersonas que pican ladrillos para rellenar los caminos.

Cuando nos acercamos a Utrail, a ambos lados delcamino hay árboles que se enlazan y forman una bó-

Alumnas de un Colegiode Religiosas.Alumnas de un Colegiode Religiosas.

veda sobre los caminantes, resguardándoles del solque, a esta hora, es fuerte. Utrail es un poblado cristia-no: es el reino de la Iglesia baptista y hay bastantescatólicos. En la plaza de la misión nos espera la genteque serán nuestros vecinos, nuestros amigos, a quie-nes dedicarán sus personas y su trabajo nuestras Her-manas Nory, Lorna y Lory. El obispo nos ha encarga-do la formación de los profesores de las escuelas delas tres parroquias de la zona, así como el acompaña-miento y la formación de 25 chicas que viven en un“dormitorio” y se preparan para ser profesoras. Todosestán hoy con sus trajes de fiesta, porque es un díagrande para ellos.

Como en todo el Oriente, nos ponen la flor de bien-venida en la blusa y nos invitan a tortas de arroz, maízy coco, sus productos. No hay iglesia, y la Eucaristíala tenemos en una de las aulas de la escuela. Oscura,sin apenas material; las pizarras tienen agujeros queocupan más de la mitad de su superficie; no hay másque unos pocos bancos, y muchos tienen que sentarseen el suelo… Al mínimo.

En la misa, ni un hueco, y eso que al estar todossentados en el suelo no queda libre un palmo. Yo noestoy a gusto, porque a nosotras nos obligan a sentar-nos en sillas, al lado del altar. Se me escapan los piespara sentarme en el suelo con ellos, pero hay que aco-ger su gesto de deferencia… No dejo de mirar, sobretodo, a los niños, con ojos y expresión muy tristes,pero pendientes de las palabras del obispo que, comoes garo, les habla en su dialecto mandi. Esta tribu hatenido muchos problemas con las tierras. En épocasdifíciles se pasan por los montes a la India, donde es-tán los demás de su tribu; y, al volver, conjurado el pe-

ligro, se encuentran con que les han quitado su tierra:por eso, hay un conflicto casi permanente y ellossiempre llevan las de perder. Toda la tristeza de las ca-ras infantiles desaparece en cuanto se ponen a cantar ya bailar, que es lo suyo: lo hacen preciosamente y contúnicas indias muy vistosas.

El Obispo ha mandado hacer una casita minúsculapara nuestra comunidad: tres habitaciones chiquititas,un servicio y un oratorio. No hay ni cocina, así es quepondrán algún hornillo en un rincón del pasillo y unamesa y tres taburetes en él. Eso sí, en medio de unvergel de árboles, plantas y flores. Hoy Mons. Ponenva a entregar las llaves a Nori y Lorna y va a bendecirla casa, en medio de la alegría de todos. Nos encarga-ron traer prendedores con la foto de la Madre Cándida(nuestra Fundadora), que se ponen todos, muy conten-tos, en la túnica o en la camisa, desde el más pequeñi-to al constructor de la casa. Las mujeres hacen el dul-ce típico que pequeños y grandes saboreamos.

Nos invitan a comer la comida “garo”: una mezclade arroz, ensalada, verduras de la zona, carne y pescadode los ríos del norte; todo comido con las manos; poreso, unos chicos pasan después con palanganas en lasque cada uno de los comensales echamos agua del vasode beber para lavarnos las manos; no hay nada para se-carlas. La servilleta no se estila por esas tierras. Me lla-ma la atención la velocidad con que los garo amasan elarroz, antes de hacer una bola para llevársela a la boca.

El plan era ir esta noche a dormir a Raikon, la ciudadaún más al norte donde está la parroquia a la que perte-necemos, pero por el tifón hay una crecida enorme y elúnico camino posible es ir en barco por el río: no haycaminos de tierra. Como no tenemos mucho tiempo,renunciamos a ir, dejándolo para otra ocasión…

Volvemos a Mymensingh, donde el obispo y lasmonjas nos regalan cosas típicas, y par-timos para llegar a dormir a Dhaka. Unviaje ya casi de noche, cuatro horas conel alma en vilo: el chofer, no sabemos siporque va dormido o porque quiereabrirse camino entre los atascos de co-ches, va de lado a lado de la carretera,haciendo eses; el ruido de las bocinasque nos aturden, el mareo por los frena-zos ante los coches que se nos echan en-cima y los saltos del coche por el barroapelmazado del camino…, nos hacendesear la llegada a Dhaka. Apenas cena-mos, y hasta la cama sin colchón nos pa-rece deliciosa esa noche, después de undía tan ajetreado por los caminos delnorte.

ESPECIAL EL REINO

25el Reino

Mohammad Bary, un joven bangladesí, consiguió suordenador con un préstamo del Banco de los Pobres.

26 el Reino

ESPECIAL EL REINO

19 de noviembre

Hoyha sido un día intenso dereflexión y reuniones.

Un buen colofón de esta visita rápi-da, pero muy significativa para Noriy Lorna, y también para Pilar, MªInez y para mí.

Después de comer, Lorna me lle-va a una nueva aventura. Subimosen una especie de motocarro abolla-do, con una franja con los colores dela bandera de España, que no se tie-ne en pie y se nos para a mitad decamino, porque se le pincha unarueda. El chico que lo conduce lo pone en marcha ti-rando de una cuerda enrollada… Creía que mi cuerpose descoyuntaba. Se mete por la avenida principal dela capital a toda velocidad (la que puede, claro) porentre buses, camiones, coches… De repente, queda-mos entre dos autobuses, que se dan un golpe por el“morro”: un chico sale de uno de ellos y se lía a gol-pes con el otro vehículo… ¡Y nosotras, en medio! Memuero de miedo, aunque aún tengo serenidad para ad-mirarme ante un vecino parque precioso, lo más boni-to de la ciudad. A esta zona la llaman “el Vaticano” deDhaka, porque aquí están la catedral, una universidadprivada católica, centros de formación de religiosos,etc. Cuando vamos a entrar en el barrio, le pido a Lor-na que bajemos para patearlo un poco, conocer susrincones y hablar con el guardia, con un vendedor, conlos vecinos…, pero también ¡¡para librarme del moto-carro!! Esa noche soñé –¡encantada!– que viajaba enun avión de la Thai…Pero eso sería realidad al día si-guiente.

20 de noviembre

Lasmonjas, tan detallistas, celebraron la Euca-ristía pidiendo que tuviéramos un buen via-

je. Se unieron los cristianos del barrio. Al llegar aDhaka, hace unos días, saludamos a unas desconoci-das; al salir del convento, despedíamos a un puñadode hermanas, porque eso habían sido para nosotras lasSalesianas de Bangladesh.

Al llegar al aeropuerto, nos dicen que el avión de laThai para Bangkok tiene dos horas de retraso, que seconvertirían en tres. Nos invitan a comer en el únicorestaurante bueno del aeropuerto, el Serathon, comidabengalí o inglesa. El resto del tiempo recorro el aero-

puerto: ¡qué pobrecito todo! Aunque hacía fresco, laausencia casi total de tiendas y adornos lo hacía aúnmás frío. Mientras paseaba, iba repasando imágenesde todo lo visto en estos seis días: paisajes, ciudades ypueblos, niños y jóvenes, adultos y viejecitos que tan-to me hablaron con sus miradas y sus sonrisas, a vecesforzadas… Volví a oir los ruidos, las voces, las quemecieron mi dormir o hicieron de despertador y quetambién estuvieron como música de fondo en el traba-jo o la oración; y el himno de Bangladesh cantado “acalzón quitado” por los niños de la escuela de My-mensingh. Recordé –casi olí de nuevo– el olor de lascomidas picantes, de los rincones de las calles, de lostenderetes de comida al borde de los caminos, de lanaturaleza –verde y agua–. Cogí entre mis manos yacaricié el tejido, suave al tacto, de los productos tex-tiles “made in Bangladesh” que se vendían en la únicatienda “duty free” del aeropuerto y de los que tan or-gullosos están los Bangla. Y volví también a tocarimaginativamente con mis manos el mosquitero rosa,el jergón sobre el que posé mi cuerpo cada noche, laservilleta con el pájaro bordado que, con toda delica-deza, ponía la Hermana Joseph al lado de mi plato, lasflores de bienvenida que nos dieron las aspirantes delas salesianas y las niñas de la escuela, las paredes denuestra casita nueva de Utrail… Y se me hizo la bocaagua gustando el agua hervida y purificada de Dhakay Mymensing, el pomelo y los plátanos en sus diver-sas variantes, el arroz de mil sabores, la coliflor ban-gla…. Pero, sobre todo, sentí que mi corazón era unpoquito más grande, porque una partecita de él la ocu-paban muchos nombres, muchas gentes, que hacía seisdías no tenían ni rostro para mí.

Y añadí una palabra nueva a mi lista de favoritos:Bangladesh. ❦

PARA PENSAR

EL hecho de que la vida sonría a personas pocoejemplares ha constituido siempre un peligropara la persona honrada, que puede sentir la ten-

tación de imitar la conducta que observa en quientriunfa, tal vez aprovechándose de las circunstancias.De ahí la invitación: “No te exasperes por el hombreque triunfa empleando la intriga; descansa en el Se-ñor y espera en él” (Sal 36,7). En diferentes ocasio-nes, la Biblia ofrece reflexiones sapienciales para evi-tar que el honrado caiga en la tentación de seguir lospasos del que no va por los caminos de Dios. “Apár-tate del mal y haz el bien, y siempre tendrás una ca-sa; porque el Señor ama la justicia y no abandona asus fieles” (Sal 36, 27-28).

Con el paso de los años y la suma de las expe-riencias que acumulamos, hemos de ir descubriendolos auténticos valores que han de constituir el térmi-no de nuestras aspiraciones. Son muchos los encan-dilados por bagatelas o fruslerías queles impiden seguir el camino queconduce a cuanto es sólido y bueno.La solidez total sólo se encuentra enDios y en todo aquello que participade su bondad. Fiados en él, podemoshacer frente a mil situaciones difíci-les que nos presenta la vida, con lagarantía de que saldremos airosos dela prueba. “El justo lleva en el cora-zón la ley de su Dios, y sus pasos novacilan” (Sal 36,31). Se crea un am-biente de paz y en él vive quien estáconvencido de que “El Señor asegu-ra los pasos del hombre, se complaceen sus caminos; si tropieza, no caerá,porque el Señor lo tiene de la mano”(Sal 36, 23-24).

Son muchas las personas que vivenangustiadas porque no caminan fiadasen Dios. Es muy posible que la ima-gen que de él se han forjado no me-rezca su confianza, ande muy lejos delDios en quien se puede confiar. Urgeel cambio de imagen, el abandono dela que tienen para sustituirla por otraque sea digna de su confianza. No po-demos echar en olvido que las rela-ciones que establecemos están muycondicionadas por la imagen que te-

nemos de las personas con quienes nos relacionamos.La educación religiosa que recibimos ha condicionadonuestra actual imagen de Dios y, por tanto, nuestra re-lación con él. La sociedad autoritaria y rigurosa denuestros mayores dio origen a un Dios severo e infle-xible, más enemigo que amigo del hombre. Ahora vi-vimos en una sociedad permisiva. El «Dios riguroso»ha dejado paso al «Dios permisivo», padrazo.

El Dios de Jesucristo es un Dios que busca al hom-bre, que es amigo de la vida, humilde, crucificado, unDios que es amor, que es Padre, que es nuestra espe-ranza, en el cual se puede confiar. Jesús comienza su an-dadura entre los hombres naciendo en circunstanciasmás bien corrientes y comunes, y poco después se haceemigrante; la última etapa de su camino entre nosotrosfue prodigando salud y vida, curando enfermos y resu-citando muertos, multiplicando la comida para los ham-brientos, predicando el amor incluso a los enemigos.

Hay unas palabras pronunciadaspor Jesús que nos invitan a la totalconfianza en Dios: “No andéis ago-biados por la vida pensando qué vaisa comer o a beber, ni por el cuerpo,pensando con qué os vais a vestir.¿No vale más la vida que el alimen-to, y el cuerpo más que el vestido?Fijaos en los pájaros: ni siembran, nisiegan, ni almacenan; y, sin embar-go, vuestro Padre celestial los ali-menta. ¿No valéis vosotros muchomás que ellos? Y ¿quién de vosotros,a fuerza de agobiaros, podrá añadiruna hora al tiempo de su vida?” (Mt6, 25-27). Santa Teresa, habiendoavanzado considerablemente en loscaminos de Dios y experimentadosus delicadezas, escribió a sus mon-jas invitándolas a confiar totalmenteen él: “Esperen en el Señor, que loque ahora tienen en deseos Su Ma-jestad hará que lleguen a tenerlo porobra, con oración y haciendo de suparte lo que es en sí; porque es muynecesario para este nuestro flaco na-tural tener gran confianza y no des-mayar, ni pensar que, si nos esforza-mos, dejaremos de salir convictoria” (Vida 31,18). ❦

CONFIANZA EN DIOS Eduardo Perales Pons

“Confía en el Señor y haz el bien” (Sal 36,3).

27el Reino

El Dios de Jesucristoes un Dios que busca

al hombre, que es amigo dela vida, humilde, crucificado,

un Dios que es amor.

PARA PENSAR

La Virgen está contenta, plena de felicidad, llenade gracia y de amor. Pero después de mostrar su gozoy alegría, hace ver el por qué de tanto amor de Dios

hacia ella. Y exclama: “porque ha mirado la humilla-ción de su esclava”.

Lo que quiere decir la Virgen es que Dios se ha fi-jado en su pequeñez, en su humildad. Es que la hu-mildad es virtud básica para acercarse a Dios, paraacogerlo, para unirse a Él plenamente.

La santa Virgen contesta al mensaje del ángel con-siderándose esclava del Señor, posesión de Dios, es-clava suya. Está dispuesta a dejar hacer a Dios lo queél quiera en ella, y con ella; a no tener otra voluntadque la voluntad de Dios.

La santísima Virgen es ejemplo en todo y para to-dos. A los cristianos que somos hijos de Dios e hijosde ella, cuando expresa su acción de gracias, cuandodeja salir de su alma el gozo que sentía, nos hablallena de humildad, con toda naturalidad y con todafranqueza.

Ella que lleva a Dios dentro; ella que ha sido lla-mada para ser madre de Dios; ella que ha sido elegi-da por Dios para ser su madre, habla primero de sugozo, y después desde su humildad.

La humildad: ese saberse elegida por Dios no sacaa María de su sitio. Ella lo primero que hace es expre-sar que está contenta de haber dicho que sí al Señor.

Ella ante la grandeza de Dios que la colma de gra-cias, que la eleva por encima de toda criatura humana,no hace sino pensar en que ha recibido mucho gratuita-mente, y quiere darlo todo, darse enteramente a Dios.

Y con Dios ya dentro de ella, por obra del EspírituSanto, lo primero que hace es servir. La humildadverdadera lleva a eso como primera condición: a dargracias y a darse a los demás.

Sin fijarse en ella misma, sin mirar sus problemaso posibles dificultades, ella se dispone a servir y lohace con rapidez, con urgencia.

PORQUE HA MIRADOLA HUMILLACIÓNDE SU ESCLAVA Ángeles Linares Lorente

28 el Reino

“Porque ha miradola humillaciónde su esclava”.

Empieza su misión total con Dios,que es su Hijo, dándose a santa Isabel,su prima. Ella responde a Dios con hu-mildad, con gozo, con fe y con amor ha-cia los demás.

Lo que ha recibido gratuitamente,pero con su aceptación plena, con su sítotal, va a comunicarlo a los demás. Isa-bel y la santísima Virgen se saben obje-to de una predilección especial de Dios.

La misión común de colaborar conDios para un proyecto grandioso hace alas dos –Isabel y María– solidarias. Lasantísima Virgen como madre de Diosprovoca en santa Isabel una confesiónde fe.

Para nosotros, los cristianos, debe servir de ejem-plo la actitud de la Virgen.

Nosotros hemos sido redimidos por Cristo del pe-cado y tenemos gracias, todas las necesarias, para co-laborar con humildad y con alegría, en lo que Diosquiere seguir haciendo en sus hijos, y en cada uno denosotros.

Sabiéndonos poca cosa, sabiéndonos nada, hemos derezar mucho por el mundo entero. Hemos de ofrecer yde ofrecernos totalmente a Dios, y también a los demás.

Mirar a la santísima Virgen, ponernos a su ladocomo hijos y procurar, en lo posible, esforzarnos porimitarla.

Mirar con fe su humildad y su espíritu de servicio.Todos llenos de amor, de gratitud y de gozo. ❦

29el Reino

Para pensar

AGENDA DEL PAPA

En una fecha todavía no anunciada, se espera la publicación de la encícli-ca del Papa sobre doctrina social, Caritas in veritate (Caridad en la verdad),en la que aplicará los temas de las dos primeras encíclicas –amor y esperan-za (Deus Caritas est, Spe salvi) a las principales cuestiones sociales delmundo.

Recurriendo a las verdades morales abiertas, en principio, a cualquiera (laley natural), así como a las enseñanzas evangélicas (revelación), el PapaBenedicto XVI se dirigirá a católicos y no católicos, para desafiarles a reco-nocer y a afrontar los males sociales de hoy.

En marzo el Papa cumplirá finalmente con su sueño de visitar el continen-te africano, en particular, Camerún y Angola.

El Papa ha elegido Camerún para presentar el documento preparatorio delsegundo Sínodo para África, que se celebrará en octubre, en el Vaticano,

pues este país está en el centro del continente africano y en él se habla tanto inglés como francés.El Sínodo tendrá por tema: “La Iglesia en África, al servicio de la reconciliación, de la justicia y la paz.

“Vosotros sois la sal de la tierra... Vosotros sois la luz del mundo”.En el mes de mayo, el Papa podría cumplir otro sueño acariciado desde hace tiempo: visitar la tierra de

Cristo. La visita a Jordania, Israel y a los territorios palestinos le ofrecerá inspiración para seguir escribien-do los siguientes volúmenes sobre “Jesús de Nazaret”.

Escena del “Magnificat”.

nadie le agrada pensar en esto,pero es bueno que se piense. Alos religiosos más aún, puesto

que acreditan su fe en Dios y en lavida eterna. Porque uno u otro día severá usted obligado a devolver aDios a alguno de su casa: una abue-la, un tío ya mayor, un suegro, cual-quier enfermo grave, o hasta un hi-jo adolescente. Todos los díassucede esto en miles de hogares. Enalgunos casos, es una realidad dra-mática. No se esperaba ni en aque-lla hora ni de aquel modo. En nues-tro caso, el desenlace podría habersido el mismo.

A Cuento una historia para ayudar (tal vez a usted) en aquella hora en la quemucha gente desorientada no sabe qué decir o hacer, además de llorar. Unamigo mío, excelente persona y médico extraordinario, hizo lo que pudopara salvar a su padre enfermo de un cáncer de pulmón. Agotados todos losrecursos de la medicina, preparó de este modo a la familia:

–A papá no le quedan más que algunas semanas de vida. Pero su vidaha durado más de lo previsto. Parecía que luchaba heroicamente con-tra la muerte.

Fue entonces, cuando me dijo:–Si puede usted ayudar a papá a morir serenamente, yo se lo agradez-co.

Era el médico llamando al sacerdote que, supuestamente, debe entenderde esto más que las otras personas. Fuimos juntos. Él sostenía la cabeza y yolas manos de su padre, cuya agonía se prolongaba ya varios días. Despuésde orar por él, pues rezar juntamente con él ya no era posible, le dije concalma y lentamente más o menos lo que sigue:

–Don José, si me está usted oyendo, quiero que mueva los ojos. Y losmovió. Yo continué:

–Nosotros no sabemos lo que usted encierra en su corazón. Pero sidesea permanecer en este mundo, tal vez sea para cuidar de su espo-sa, a la que tanto ama; o quién sabe si tiene algún asunto que resol-ver rondándole por la cabeza Entonces, vale la pena todo lo que estápasando.

– Pero, si quisiera volver a Dios ahora y descansar, sus hijos cuidaránde todo, y yo hablaré con su esposa para decirle que usted, cuandose encuentre ante el Señor, seguirá cuidándola.

– Si usted está queriendo descansar y que termine su vida, puedeirse tranquilamente. Su familia sabrá vivir lo que el Hijo de Diosle enseñó en el evangelio: seguir siendo una familia excelente .yhermosa. Pero ahora ve que su cuerpo le está diciendo que estiempo de descansar, y su corazón, en este trance, quiere dejar delatir.

– Yo voy a hablar con Dios y usted, si puede, ore también conmigo; ysi ve que es hora de morir, yo devuelvo a Dios su persona en nom-bre de la Iglesia y de su familia. Estamos orgullosos de usted. Puedeirse, si quiere. Nosotros nos cuidaremos y atenderemos a todo lo deaquí.

Comencé a orar. Él abrió penosamente los ojos, miró alrededor, vio a suhijo, me miró a mí. Tornó a cerrarlos y minutos después, respiró hondo porúltima vez. Y se murió.

Conversando después, mi amigo médico agradeció mi intervención di-ciendo:

– Papá murió bien. Él estaba necesitando de alguien que le dijese:“Hola, don José”. Usted le ayudó en la hora del desenlace cierto.

Hay palabras que ayudan a vivir y a morir bien. Usted, lector, sepa ayudara volver a Dios a aquellos que hace tiempo ensayan esa vuelta. En algunoscasos de agonía dolorosa, tal vez sea del dolor de lo que desean huir. Ignora-mos lo que sucede dentro de la persona que muere, pero sabemos que pala-bras amigas, ternura y cariño serenan.

El amor ayuda a quien acaba de nacer y ayuda también a quien sabe queestá muriendo. Aleja el miedo y llena de paz. Piense un poco sobre estas co-sas. No hay ningún hogar que no pase por esto. ❦

Si hemos mantenido la fe,Dios nos acoge al final

de nuestra vida.

OBJETIVO, EDUCAR

RETORNAR A DIOS Padre Zezinho

30 el Reino

OBJETIVO, EDUCAR

LA FUERZA DE LA VIDA Ciriaco Izquierdo Moreno

31el Reino

EL HOMBRE DE FE HOY

l hombre de fe de hoy ha de ser capaz de tomar una postura clara ycomprometida ante la vida y decidir por sí mismo, en completa li-bertad, orientar su conducta por las enseñanzas, por el mensaje, por

el estilo de vida y por los valores morales que Jesús dejó perfectamentemarcados. Ha de tener bien claro que la fe cristiana, hoy más que nun-ca, llama a la madurez, exige madurez, ya que supone decantarse por unaopción libre, personal, plenamente consciente, casi siempre contra co-rriente y enfrentada sin tapujos a ciertos contravalores reinantes, tan in-sistentes como sugestivos y prometedores de una «felicidad» necesaria-mente fugaz y engañosa.

Tener fe cristiana es creer pero, sobre todo, practicar el mensaje deamor sin barreras entre los hombres, sin distinciones de razas, nacioneso credos, que nos dejó Jesús de Nazaret, y hacer de la generosidad, de laentrega a causas nobles y de la actitud de servicio, nuestro proyecto devida para ser verdaderamente felices, con la dicha que procede del inte-rior, y vivir la plenitud de una existencia con contenido, rica y sembradade actos de bondad; pues como bien dijo el viejo Quintiliano, «pronto selogra la virtud y la felicidad si se tiene fe».

Pero hay otros mensajes, otros caminos, otras «creencias» que hoy sesiguen casi en tropel en busca de cierta evasión desmadrada y placente-ra y mal llamada felicidad, porque se obtienen satisfacciones muy fáci-les, intensas y rápidas, que desbordan los sentidos. Aunque, aparente-mente, conducen a la euforia del momento, al triunfo personalinstantáneo, al éxito ante los demás y a la «alegría», la realidad es que,más pronto o más tarde, minan al hombre por dentro y por fuera, des-truyen lo mejor de sí mismo y le hacen un ser permanentemente insatis-fecho y desgraciado, instalándole en el vacío de la vida.

De ahí que afirme que tener fe hoy exige claridad de ideas y una ca-pacidad crítica muy realista y comprometida para elegir una forma de

E

ser hombre, de madurez conscien-te y de firme convicción personal,desde la libertad interior para ha-cer realidad en la vida diaria elmensaje de Jesús; porque, tras pro-fundizar en su vida, en su obra yen los valores morales y humanosque le avalan, creemos en él, nosfiamos de él.

Por eso, ponemos en práctica lasenseñanzas que se nos brindan pa-ra una profunda realización y re-novación personal que, sin duda,nos pondrá en el camino seguro, elque con toda seguridad conduce ala verdadera felicidad del hombreen esta vida.

Tener fe hoy es estar dispuesto avivir contra corriente, comprome-terse, pasar a la acción y procurarque las obras de bondad y de ge-nerosidad sean la mejor prueba deque la fe está viva en nosotros,porque una fe que no actúa no essincera, no es fe.

La fe es virtud, valor, «el bienmás precioso de que se puede go-zar en este mundo», en palabras deAnatole France, quien, aunque notenía fe, deseaba tenerla. Piensocon Tolstoi que la fe es la fuerza dela vida y que, si el hombre vive, esporque cree en algo.

NECESIDAD DE UNACOHERENCIA ENTREFE Y VIDA

a fe y la vida han de fundirse(Henrik Ibsen). Una de las ad-vertencias más serias del con-

cilio Vaticano II es esta: «La sepa-ración entre la fe que profesan y lavida cotidiana de muchos debe serconsiderada como uno de los erro-res más graves de nuestro tiempo».En consecuencia, «no deben opo-nerse falsamente entre sí las acti-vidades profesionales y sociales,

L

Tener fe hoy es estar dispuesto a vivir contracorriente, comprometerse, pasar a la acción.

32 el Reino

por una parte, y la vida religiosa,por otra» (GS 43a).

El «divorcio» fe-vida de muchoscristianos, es, sin duda, una de laslacras más notables en la Iglesiaactual. O, dicho de otra manera: ennuestra Iglesia hay muchos creyen-tes que no son creíbles, porque noautentifican la fe mediante el ejer-cicio de la fraternidad en su vidadiaria.

La credibilidad de la fe sabe uniren una síntesis vital las actividadeshumanas y el planteamiento religio-so. La fe debe iluminar y dinamizarnuestra vida, y una vida honrada ydedicada generosamente a los de-más debe autentificar nuestra fe.

Fe y vida, fe y conducta, fe yética son realidades inseparables.No podemos olvidarlo. Nos juga-mos el prestigio del cristianismoen medio del mundo. La conductaeconómica, cultural, política y so-cial de los cristianos debe ser ilu-

minada por la fe y, a la vez, esta fe ha de ser autentificada por la con-ducta. Una fe sin vida, y una vida sin fe son difíciles de comprender. Setrataría de una fe mortecina, sin vida, y de una vida sin Dios.

Debe existir coherencia entre la fe que profesamos, la fe que celebra-mos y la fe que vivimos. Si hay separación entre estos tres tipos de fe,la incongruencia de nuestro cristianismo se hace patente La fe que cree-mos y profesamos es la misma que celebramos y debe ser la misma quevivimos. De lo contrario, la esquizofrenia del creyente está servida. Elpaso de la fe creída a la fe celebrada y a la fe vivida debe ser un pasonormal. La fe creída y celebrada nos ha de ayudar a iluminar la vida yla vida justa, honrada y entregada generosamente a los demás ha de au-tentificar la fe profesada y la fe celebrada.

La esquizofrenia entre el decir y el hacer produce el drama de la in-coherencia, y la incoherencia vacía nuestras vidas de credibilidad. El cris-tiano no debe ser simplemente una persona creyente, sino sobre todo unapersona creíble mediante su testimonio de vida. La credibilidad en el te-rreno de la fe arranca de la coherente conjunción entre fe creída, fe ce-lebrada y fe vivida.

LA FE CRISTIANA NO ES SÓLO UN VALOR ESPIRITUAL

a fe cristiana, sinceramente vivida, no reviste solamente un valor es-piritual, sino también un valor humanizador. El espíritu del Evange-lio de Jesús es un espíritu libre y liberador, que puede aportar mu-

chos grados de humanidad a nuestro pueblo y, por eso, la Iglesia lo quiereofrecer sin complejo alguno, con toda na-turalidad y generosidad.

La Iglesia fundada por Jesús quiere elbien integral de la persona humana, y cuan-do actúa en esta dirección no quiere entraren competencia con el poder civil. Este esautónomo y tiene consistencia propia. Lamisión de la Iglesia es la de ser servidoradel mundo desde el Evangelio. La Iglesiaquiere aportar a nuestro mundo: apertura ala transcendencia, raíces de humanidad,sentido y, en definitiva, «alma». La Iglesiaha de convivir en paz con la sociedad mo-derna y posmoderna, pero sin estar de bra-zos cruzados, ofreciéndole con humildad ycon ganas de aprender, pero también de unaforma clara y decidida, las energías de la fey del amor que Cristo nos da.

El papa Pablo VI decía: «La Iglesia esun hogar religioso que dialoga con la so-ciedad democrática, a la que ofrece la fe».La Iglesia ha de ofrecer sentido transcen-dente y humanizador a la nueva y la viejaEuropa para que ésta no se quede encerra-da en sí misma, sino que se abra solidaria-mente hacia los pueblos del Tercer mundo,donde a diario miles de personas muerende hambre. ❦

L

Objetivo, educar

La Iglesia quiere aportara nuestro mundo: aperturaa la trascendencia, raícesde humanidad, sentido y “alma”.

33el Reino

En el «Oficio de lectura», que antes se llama-ba «Maitines», después del Himno y 3 Salmos,vienen dos Lecturas. La primera es de la SagradaEscritura. La Segunda, un texto de un EscritorSagrada consagrado. Los hay realmente exquisi-tos.

«Nos alegra muchísimo que vengas en el vera-no. Tendremos ocasión, como ningún año, deconvivir».

No suelo guardar las cartas que recibo. Todolo más, la última.

Jesús llevaba de párroco varios años en unahumilde parroquia de México, él que era un filó-sofo empedernido.

Me llamaron el 2 de junio de 1984 diciendoque había muerto de repente.

Éramos condiscípulos, nos ordenamos juntosel 31 de mayo de 1952.

Decía en la última carta: «Tus goteras, esperoque sean eso, sólo goteras que se puedan reparar.Pero en esto, no se puede uno hacer ilusiones.Por unas cosas u otras, se percibe claramente quela vieja casa empieza a crujir. Y ni modo. Auncuando no podemos ponernos trascendentes ysolemne es una fuerza inmensa de consuelo laesperanza de los cristianos: saber que tenemosotra morada después de ésta».

Jesús no se las daba de literato ni se complacíaen escribir frases bonitas. Cada año la releo ente-ra el 3 de junio, aniversario de la muerte de JesúsÁlvarez Arroyo, como Segunda Lectura de Mai-tines. Hay años que no desmerece nada de la quefigura en la Liturgia de las Horas.

En la misa del domingo XVIII ciclo C en Ita-lia se podía rezar esta oración:

Multiplica, Señor, el número de artistas quenos muestren la belleza del universo, y de poe-

tas que canten los sentimientos más hermososy profundos, porque los necesitamos para queahuyenten el embrutecimiento del consumis-mo.

Amén, amén, amén, amén, amén.

«Niños del parque». Poema en 12 versos deManuel Machado. Lamentablemente poco cono-cido y poco practicado. A Santa Teresa del NiñoJesús le habría encantado para ilustrar su «infan-

NIÑOS DEL PARQUEORACIÓN

SEGUNDA LECTURA

UN NUEVO DICCIONARIO

LA MORADA DEL SER Jorge Sans Vila

Un nuevo diccionario

cia espiritual». Jesús seguro que lo previó cuandodijo: «Si no os hacéis como niños...» (Mt 18,3).

Esto es sumamente serioy encierra un sentido grave.La fuente tiene un misterio,dice... lo que el niño sabe.

Porque él lo sabe y atentoa la parlera corriente,tiene lleno el pensamientodel discurso de la fuente.

... Pero tú no entenderásla voz demasiado oída.Eso no se sabe másque al principio de la vida.

Seguro que a Manuel Machado, el autor de«Niños del parque», le habría encantado leer lascuriosas cartas que, según dicen, escribieron aDios un buen número de curiosos niños italia-nos. Supongamos.

Corren por internet, pero la lista es tan largaque mejor sonreírlas en pequeñas dosis.

Querido Dios:Yo pensaba que el naranja no pegaba con el

lila hasta que vi un atardecer, cuando se ponía elsol, que hiciste el martes. Fue espectacular!

Eugenia

Querido Dios:¿De verdad que tú querías que así fuera la jira-

fa o fue un accidente?Norma

Querido Dios:En vez de permitir que las personas se murie-

ran y tener que hacer otras nuevas, ¿por qué note quedas con las que tienes ahora?

Leticia

Querido Dios:¿Quién dibuja las líneas alrededor de los paí-

ses?Nancy

Querido Dios:Fui a un matrimonio y ellos se besaron dentro

de la iglesia.¿Hay algún problema con eso?

Neli

Querido Dios:Gracias por mi hermanito, pero yo lo que te

pedía era un perrito.

Jorge

Querido Dios:Llovió todo el tiempo durante nuestras vaca-

ciones y mi papá quedó muy bravo. Él dijo al-gunas cosas sobre ti que las personas no debe-rían decir, pero yo espero que tú no vayas agolpearlo.

Tu amigo (pero no puedo decir quien soy) ❦

QUERIDO DIOS I

34 el Reino

35el Reino

PÁGINAS SOCIALES

LEER EL PERIÓDICODE FORMA INTELIGENTE UCIP-E

El secretariado de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social ha difundidoel siguiente recetario del uso de los medios de comunicación. Es obra, en concreto, de laUnión Católica de Informadores y Periodistas de España (UCIP-E) y podemos decir que son diezconsejos católicos para que usemos los medios, y que no seamos usados por ellos.

1. Lo ideal es leer dos o más pe-riódicos de tendencias contrarias,para poder contrastar y discernir conmás elementos de juicio. Pero si us-ted sólo es lector de un periódico,elija habitualmente el mismo; aquelcuyo ideario le sea más afín y leagrade más el proyecto informativoque desarrolla. Esto es, el estilo, laselección y valoración de informes,la manera de titularlas, cómo lasdestaca, etcétera.

2. Tenga presente que la objetivi-dad pura no existe. Idénticos hechosson publicados por cada periódicoen función del ideario y presentadossegún el proyecto o estilo propio delperiódico.

3. Aceptando esa obje-tividad tendenciosa (dichosea sin ánimo peyorativo)hay que distinguir qué esinformación y qué es opi-nión. Aquella debe sersólo eso, mera noticia, yhay que exigirle que nioculte datos ni los desvir-túe. Cuando la informa-ción va acompañada deopinión, infórmese dequien la firma, porque a ladifícil objetividad hay queañadir la subjetividad dequien escribe.

4. Un periódico bienhecho es aquel cuyo con-tenido puede captarse du-rante los diez minutos deldesayuno. Haga esa pri-

mera observación mientras va selec-cionando aquellos temas que leerádespués con más detenimiento.

5. No se deje deslumbrar por lostitulares de una noticia, pues nosiempre reflejan sumariamente sucontenido. Hay que leerla íntegra-mente antes de emitir un juicio. Silo hace con espíritu crítico, podrádarse idea de la desinformación quepuede padecer aquel que sólo eslector de titulares.

6. No olvide nunca que la letraimpresa no es dogma de fe ni siquie-ra signo de veracidad. Los hechoshan podido ocurrir de manera dife-rente a como se cuentan. Guárdese,por tanto, de toda información que

no vea debidamente contrastada o norecoja la versión de todas las partes.Las noticias suelen ser incompletasen el momento de su publicación. Esnecesario, pues, un seguimiento delas mismas en días sucesivos paradisponer de más datos.

7. Los columnistas no son infali-bles en sus observaciones. Léalos conespíritu crítico, con la intención deencontrar discrepancias con su propiocriterio. Es un buen ejercicio para de-sarrollar la capacidad de análisis.

8. No desdeñe la lectura de loseditoriales. Si se identifica de algu-na manera con el ideario de su pe-riódico, los editoriales le ayudaránen la formación de un criterio serio

y fundamentado.9. En los contenidos

relativos a la religión o ala vida de la Iglesia, con-viene acudir a las publi-caciones o revistas espe-cializadas, ya que, por logeneral, salvo algunas ex-cepciones, estas informa-ciones suelen ser en losperiódicos menos objeti-vas que las demás, biensea por ignorancia, lige-reza o prejuicios.

10. Si en lo esencial estáde acuerdo con su periódi-co, escríbale al directorcuando encuentre algo querazonablemente él deberíaevitar. Muchos directoressuelen ser muy sensibles alas críticas razonadas, sobretodo si son constructivas yafectuosas. ❦

No desdeñe la lecturade los editoriales.

36 el Reino

En el último trimestre de 2008 sehan hecho públicos tres estudios queradiografían la grave crisis de fe enla infancia, adolescencia y juventudespañola. Al juntar sus resultados,se confirman mutuamente y vemosel itinerario que lleva a la pérdidamasiva de fe en España.

Cuando son niños, el 80% creeen Dios.

• La Universidad de Comillas, laFundación SM y el Movimiento Ju-nior de Acción Católica presentabanen octubre la Encuesta de InfanciaEspaña 2008, elaborado a partir deentrevistas directas a 15.000 niñosde 6 a 14 años. La encuesta distin-guía entre dos grupos: los de 6 a 11años, y los preadolescentes de 12 a14 años. Los cuestionarios de ambosgrupos eran parecidos, pero no idén-ticos.

De 6 a 11 años, el80% son cristianos yrezan a Dios, el 60%va a misa ocasional-mente, y el 40% va amisa casi cada semana.

Pero de 12 a 14 años,ya sólo un 60% cree enDios y le reza, y sóloun 20% va a misa se-manal.

Confirmado: en laadolescencia, sólo un17% mantiene la prác-tica.

• En noviembre LaRazón publicaba en ex-clusiva un estudio apartir de 1.200 entrevis-tas presenciales a chi-cos y chicas de toda Es-paña de 13 a 15 años. Aestas edades, ya sólo un17% de adolescentes vaa la iglesia. “cada se-mana o casi cada sema-

na”. También hay un 17% –proba-blemente los mismos chicos– quedice tener una relación o compro-miso con Jesucristo (en la confir-mación, la primera comunión o enotra ocasión personal), compromisoque todavía es importante paraellos.

A estas edades hay un 25% con-vencido de que Dios existe, pero un31% está convencido de que no hayDios. El resto confiesa que no tieneclara su postura. Y sólo un 7%profesa que es necesario confesarlos pecados para ir al Cielo, mien-tras que para el 52% con hacer elbien ya es suficiente. Un 26% de-clara que quiere llegar virgen al ma-trimonio.

Jóvenes: ya sólo se declaranpracticantes el 11,7%.

• En diciembre se presentó el in-forme Juventud en España 2008,del Instituto de la Juventud, que de-pende actualmente del (muy ideo-logizado) Ministerio de Igualdad.Sin embargo, los datos son muchosy consecuentes con los otros estu-dios. Se basa en 5.000 encuestasrealizadas en 2007 a jóvenes de en-tre 15 y 29 años. Comparado con elestudio de 2004, el porcentaje deateos y agnósticos se mantiene bá-sicamente igual, pero se ha reduci-do en 3 puntos el porcentaje de ca-tólicos practicantes: ahora sólo un11,7% se define como católicopracticante. Eso sí, los creyentesjóvenes de otras confesiones (mu-sulmanes y evangélicos) se han do-blado en tres años por efecto de lainmigración y su mayor natalidad,

y ya son casi el 8% delos jóvenes del país.

Sin embargo, hay un49,8% que se declaran“católicos no practican-tes” (en 2004 eran un49%) y de entre estoscatólicos no practican-tes hay casi un 24% quedicen que la religión es“muy o bastante impor-tante” para ellos (el res-to, obviamente, dicenque es “poco importan-te” –52,8%– o “nadaimportante” –22,6%–).

Según los datos delINE 2007, hay en Espa-ña 8,922 millones de jó-venes de 15 a 29 años.Eso quiere decir quehay 2.141.000 jóvenescatólicos que conside-ran la religión “muy obastante importante”pero que, sin embargo,no son practicantes.

PÁGINAS SOCIALES

LA PRÁCTICA RELIGIOSAINFANTIL Y JUVENIL Pablo J. Ginés

Los niños de 6 a 11 años,el 80% son cristianosy rezan a Dios.

37el Reino

PRÁCTICA RELIGIOSAPOR EDADES EN ESPAÑA(Porcentajes sobre el 100%de la población de esa edad)

De 6 a 11 años: el 80% se consi-dera cristiano, el 40% va a misa se-manalmente.

De 12 a 14 años: el 60% se con-sidera cristiano, el 20% va a misasemanalmente.

De 13 a 15 años: el 25% está con-vencido de que Dios existe, el 17%va a la iglesia semanalmente.

De 15 a 29 años: el 50% se dice“católico no practicante”, el 11,7%se declara “católico practicante”, un7,9% es “creyente de otra religión”.

Se observa, pues, que:1.–Justo después de la Primera

Comunión se pierde la práctica deforma masiva. La Iglesia no ofreceninguna continuidad atractiva.

2.–Otro enorme bajón se da en lapreadolescencia, al ir al colegio desecundaria, de 12 a 14 años.

3.–Un tercio de los que en la ado-lescencia aún va a misa, deja de ha-cerlo entre los 15 y 29 años.

4.–Ese 11,7% de “católicos prac-ticantes” es mucho menor en ciertasregiones, como Cataluña, aún menorentre chicos que entre chicas, y aúnmenor en los que tienen de 26 a 29años.

Encontrar un varón español de 26a 29 años que vaya a misa el do-mingo en España es una proeza es-tadística.

Reacciones: comentarios conpoca acción.

Cuando en Internet (o en pasilloseclesiales) muchos católicos comen-tan estas cifras catastróficas, asombracómo se intenta rebajar su seriedad.

Algunos dicen que un 11% de jó-venes practicantes no es tan malo,porque en los momentos clave a Je-sús le abandonaron todos sus após-toles menos uno al pie de la Cruz.Otros dicen que un 11% no estámal, si son sinceros. Otros intentanagarrarse al hecho de que es un in-forme gubernamental, del que hayque desconfiar. Pero como hemosvisto, los informes de Libro de Viday la Pontificia de Comillas lo res-paldan.

Otros se consuelan en el hecho deque aunque casi no hay jóvenes cató-licos practicantes españoles, nunca hahabido tantos en el resto del planeta.Esto sería especialmente escapista,puesto que parece que es deber delcatólico español trabajar por difundirel Evangelio en España (a menos queDios le llame a uno especialmente atierras de misión lejanas).

Otros le echan la culpa a los pa-dres “del 68”, a las familias que lle-van el niño a catequesis pero no pi-san nunca la iglesia, al machismo enlos pueblos (“a misa sólo van lasseñoras, mi padre no va”), a la in-cultura general, al ritmo de vidaacelerado, al poder de la TV (quenunca muestra jóvenes cristianos enpositivo en ninguna teleserie ni pe-

lícula), a los ataques laicistas desdeel Gobierno y los medios afines, aldesmadre sexual, etc.

Por último, parece evidente que laescuela católica española es, desdehace años, incapaz de transmitir lafe. No se entiende que haya tantosmillones de adolescentes en cole-gios católicos y que sólo un 17%vaya a misa.

La catequesis parroquial de post-comunión también parece haber fra-casado de forma masiva. Los jóvenesadultos que aún van a misa nutren sufe casi todos en alguno de los nuevosmovimientos o en grupos eclesialescon sensación fuerte de comunidad,sentido y compromiso. Algunos gru-pos scouts doctrinalmente serios yasociaciones juveniles ligadas a algu-nos colegios u órdenes (pocas) sesalvarían. Muchos de los sistemaseficaces de evangelizar a jóvenes im-plica entrenarlos como líderes y res-ponsables. Hay fórmulas que funcio-nan, pero no se utilizan casi, pordesidia o rutina o desinterés.

Se encuentran en las calles de Es-paña 2,14 millones de jóvenes católi-cos atraídos por la religión que novan a misa, porque lo que conocen deésta no les aporta nada, y porque na-die se molesta en acercarse a ellos yvincularlos a la fe y la Iglesia. Y hayotros 6,8 millones de jóvenes que sedeclaran católicos pero a quienes lareligión no les dice nada o casi nada.

Pese a esta situación alarmante,muchas diócesis aún hablan de“pastoral juvenil”, cuando no hayjóvenes que pastorear, sino que haymillones por evangelizar. La cate-quesis sin un kerygma fuerte previoha demostrado se inútil. En la ma-yoría de las universidades y escue-las católicas, si preguntásemos:“¿quién aquí está entrenado y dedi-cado a evangelizar a jóvenes y cre-ar comunidades de fe?”, nos res-ponderían “nadie, pero hay unamisa por la mañana”... misa a laque en un centro de 200 jóvenesacudirá, como mucho, ese 11% depracticantes. ❦

Páginas socialesHay en España más de dos millones,

cien mil jóvenes de 15 a 29 años,que consideran la religión

“muy o bastante importante”.

38 el Reino

MISIÓN Y MISIONEROS

EL ANUNCIO DE LA BUENA NOTICIAA LOS POBRES Artemio López Merino

n el ritual de la Iglesia para impartir los sacramentos hay un apartadoespecial llamado leccionario. Ahí, la liturgia nos pone una selecciónescogida de lecturas –tanto del antiguo como del nuevo Testamento–

apropiadas para la celebración del rito de cada sacramento. En el ritual queyo suelo usar, que también sirve como “Misal de la comunidad”, en el apar-tado del ceremonial para el sacramento de la Unción de los enfermos, sepuede elegir uno de los once textos entresacados de los cuatro evangelistas.Como a mí personalmente me gusta mucho, con cierta frecuencia suelo to-mar el texto de San Lucas, en el capítulo 7, versículos 19 al 23: “Id a anun-ciar a Juan lo que habéis visto y oído”.

En este texto, la primera cosa que llama la atención es el modo de res-ponder de Jesús a los dos discípulos y mensajeros del Bautista, dado que supregunta era muy concreta: “¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que es-perar a otro?”. La lógica nos dice que tendría que haber dicho sí o no, pe-ro Jesús, en esa ocasión, también prefirió que fueran sus obras las que res-pondieran en lugar de sus palabras, y sus hechos fueron nada menos queunas cuantas curaciones milagrosas que sanaron a ciegos, inválidos, lepro-sos, sordos; y hasta alguna resurrección de muertos.

Una segunda cosa que nos resulta la mar de curiosa en esa perícopa esque, después de citar la curación física de tantos enfermos, formule el aña-dido de que “a los pobres se les anuncia la Buena Noticia”, como equipa-rando ambas cosas. Los estudiosos de las Sagradas Escrituras nos dicen queesas palabras de respuesta, responden a una cita del profeta Isaías, esto es,que se trata aquí de una especie de contraseña para saber de la presencia

E del Mesías ya en medio su pueblo.Esas frases, dichas así y en ese mo-mento, a Juan Bautista y a sus dis-cípulos les sirvieron de afirmaciónpositiva, tanto por los milagros pre-senciados como por el cumplimien-to de la profecía en Jesucristo, elgran taumaturgo y el enviado a latierra para hacer presente el Reinode Dios, con especial preferencia alos pobres.

La tercera cuestión curiosa nos sor-prende al leer la última frase del tex-to citado cuando afirma: “Y dichosoel que no se sienta defraudado pormí”. Como creo que la palabra clavey central es la de “defraudado”, loprimero que hago es buscar sus sinó-nimos, que no son otros que los defrustrado, decepcionado y desilusio-nado, con cuyos términos y concep-tos se enriquece más su sentido ycontenido. Esto mismo, referido a lospobres y, sobre todo, a los muy po-bres, ¡cómo sirve para levantarles elespíritu, pues en esta vida, en qué po-cas cosas y personas han tenido oca-sión de poder confiar! La carencia decasi todo lo humanamente valoradoha liberado su corazón de los apegosy de las idolatrías, así como su tre-menda experiencia tan sólo les ha de-jado el resquicio de poderse fiar úni-camente de Dios, que por naturalezay definición tiene que ser aquel quenunca ni a nadie puede decepcionar odefraudar con sus promesas de vidaeterna, dado que de otro modo ese nopodría ser Dios.

La última vez que leí este relatoevangélico fue en mi visita a lashermanas Benita Mercedes y Este-fanía Victoria Méndez que, aunque

Las carencias las tienen asumidascon la santa resignacióny sencillez de los verdaderospobres de espíritu.

Las carencias las tienen asumidascon la santa resignacióny sencillez de los verdaderospobres de espíritu.

39el Reino

son naturales de Guayaquil, ya lle-van años viviendo en Quito. Exacta-mente, tienen su domicilio en la ca-lle fronteras del Oriente Quiteño,una trasversal que comunica la calleprincipal, la Vilcabamba, con la VíaOriental. Ciertamente, se trata dedos personas mayores (77 y 80 añosrespectivamente), pero siempre mehan parecido algo más ancianas de-bido, sin duda, a su modo de vestir,a lo lóbrego que resulta el cuartodonde habitan, y cómo no, a las in-numerables penalidades y amargu-ras que les ha deparado la dura vidaque les ha tocado en suerte. Comotantas mujeres pobres, sin estar ca-sadas, tuvieron 5 y 4 hijos cada una,pero para los efectos de poco les sir-ve, aunque está la honrosa excep-ción de una de las hijas de BenitaMercedes, que vive junto a ellas yles presta un poquito de atención.

Aunque Benita (Bethy) es un pocomás joven, físicamente está más dete-riorada, con muchas dificultades paramoverse, amén de que casi ha perdi-do la visión. A Estafanía (Fanny), síque se le ve de vez en cuando por lacalle. Ella dice que nunca pide limos-na a nadie, pero lo cierto es que sí sehace presente por ciertos sitios como,por ejemplo en la salida de la misa deonce en la capilla de San FranciscoJavier, porque tiene la experiencia deque por allá siempre hay personascompasivas que les ayudan con algu-na caridad o donación.

Viendo el panorama, me insinuécon la afirmación de que en más decuatro ocasiones se habrían ido a lacama sin cenar, pero las dos al mis-mo tiempo me dijeron rápidamenteque no, que eso todavía no les habíaocurrido, y que nunca les había falta-do un platito de sopa caliente, sobretodo, gracias a la hija y sobrina quetienen como generosa y atenta veci-na. Sí que hace unos dos años, añade

Estefanía, me retiraron la entrega del “bono solidario”. Entonces, aquella en-trega del Estado a los más deprimidos económicamente equivalía a siete dó-lares cada mes (hoy asciende a unos treinta). Era poquito, pero nos venía muybien; lo peor fue que nunca supimos a qué se pudo deber la denegación deaquella pequeña ayuda. Según me contaron otras personas a las que les habíaocurrido lo propio y estaban en similares circunstancias, para suspenderles di-cho abono solidario, bastaba con que aparecieran como propietarios de un sim-ple electrodoméstico o, especialmente, con que tuvieran registrada su firma enalguna entidad bancaria, aunque no tuvieran ni un solo centavo en la cartilla.

Yo no sé si es porque han sido tan purgadas y probadas durante toda suvida con la privación de casi toda clase de bienes, o es porque esas caren-cias las tienen asumidas con la santa resignación y sencillez de los verda-deros pobres de espíritu; lo cierto es que llevan su situación con mucha con-formidad y hasta con cierta elegancia o talante de desprendimiento. Pordescontado, en todo el tiempo que las conozco, jamás les he oído ningunapalabra de queja, ni siquiera contra su desdichado destino y, por supuesto,tampoco se me ha ocurrido mentarles lo de que los verdaderos pobres sonlos que tienen el corazón desapegado de los bienes terrenos.

Sin embargo, más que insinuárselo, sí que se lo he dicho y hasta se lo herecalcado en diferentes momentos y de maneras diversas, al hablarles de suprivilegiada situación y posición para recibir en plenitud el anuncio de laBuena Noticia, el de la llegada del Reino de Cristo a sus corazones. Igual-mente, también saben y se aplican correcta y frecuentemente la primera delas bienaventuranzas proclamada por Jesús en el sermón de la montaña, ló-gicamente referida a los muy necesitados, como ellas. Pero lo mejor es quelo hacen con naturalidad y derrochan cierto gracejo cuando dicen y repiten:al menos, contamos con la ayuda de Dios, que no sólo nunca nos ha aban-donado, lo mismo que a los pajarillos y a los lirios del campo, sino que has-ta nos ha prometido recompensarnos con su vida eterna y feliz. ❦

Misión y misioneros

“Los jóvenes... están llamados a ser centinelas del mañana,comprometiéndose en la renovación del mundo a la luz del Plan de Dios.”

(Vª Conferencia del Episcopado latinoamericano, nº 443).

40 el Reino

ESPERA PROVECHOSA

uando los nietos me abrieron la puerta y me invitaron a subir al pisosuperior por una deteriorada escalera, no imaginaban la escena que meesperaba. Por la puerta entreabierta del baño me llegaron frases de pro-testa de Alfredo que, por lo que oía, se resistía un poco a la sesión

diaria de aseo. Como sufre una parálisis parcial que le impide asearse per-sonalmente, necesita la ayuda de su buena esposa Modesta. Ella, con pa-ciencia y oportunos regaños, se estaba enfrentando con la resistencia de suesposo que se quejaba también porque el agua estaba un poco fría.

Me senté discretamente en un apartado rincón dispuestos a esperar y mepuse a rezar. No quería perder la oportunidad de conversar con Alfredo y dar-le la bendición que tanto le agrada y conforta. Tampoco quería perder el es-fuerzo y fatiga de subir cerro arriba para tener que aplazar después la visita.

Cuando Modesta salió del baño a recoger un paño grande para secar a suesposo se sorprendió al verme esperando porque nadie le había dicho que es-taba allí. “Espero que no se haya escandalizado por las cosas que tengo que

C

...Y ME VISITASTEIS

POR ZONA ALTA José Luis Segura Lacruz

decirle a Alfredo cuando lo estoy ba-ñando. Hasta me sale por la boca al-guna que otra grosería. Es muy ca-bezón y ésta es una lucha de todoslos días”.

Le dije que no se preocupara y quemás bien admiraba su paciencia. Meparecía que dejar a su esposo bienlimpiecito y aseado era un acto nece-sario de excelente caridad. Cuandoella le dijo a Alfredo al entrar de nue-vo al baño que yo estaba esperandoporque había venido a visitarlo, mesaludó desde allá dentro, todo emo-cionado.

El tiempo que estuve esperandome ayudó a comprender mejor porqué valoran tanto las personas an-cianas ir ellas solas al baño para lahigiene y aseo personal íntimo. Pe-ro también admiré mucho más elmérito y el gran sacrificio de tantaspersonas, sean familiares en la casa,o empleados en los centros asisten-ciales, que atienden con esmero, apesar de protestas, resistencias, que-jas y hasta insultos, el aseo diario depersonas imposibilitadas.

* * *

BUEN ENCUENTRO

No fue necesario que los hijos selo aconsejaran o sugirieran porqueél mismo lo pidió: “Quiero que ven-ga el Padre de la parroquia”. Comoes persona de fe profunda, desea yrecibe agradecido la presencia yayuda espiritual del sacerdote. Noolvida que su difunta esposa tam-bién solicitó hace algo más de dosaños al sacerdote. Por circunstanciasprovidenciales, fui yo mismo quienla atendió.

Su hija Marisol me estaba espe-rando a la puerta de la iglesia des-pués de celebrar la Eucaristía. Co-mo viven en zona alta del cerro yno es fácil llegar hasta allí, convi-nimos en encontrarnos en el lugarde salida de los jeeps. Se utiliza es-

Como es persona de fe profunda,desea y recibe agradecido

la presencia y ayuda espiritual del sacerdote.

Como es persona de fe profunda,desea y recibe agradecido

la presencia y ayuda espiritual del sacerdote.

41el Reino

Y me visitasteis...

Si algo nos alegra a los sacerdoteses comprobar que los enfermos,casi todos, nos reciben con gran

confianza y hasta con satisfacción.

te transporte popular, porque la pendiente de subida es fuerte. En uno deestos jeeps que tienen dos asientos frente a frente nos fuimos acomodandodiez personas, cinco en cada parte. Los dos últimos señores que llegaronmetieron como pudieron entre piernas dos cajas con botellas de cerveza.

Subía despreocupado porque sabía que Marisol me avisaría en el mo-mento que tendríamos que bajar. Lo demás fue fácil porque quedamos bas-tante cerca de la casa. Unos escalones y un paso estrecho nos llevaron has-ta donde estaba su padre enfermo.

Si algo nos alegra a los sacerdotes es comprobar que los enfermos, casitodos, nos reciben con gran confianza y hasta con satisfacción, en medio desus sufrimientos. El buen Candelario, que así se llama, hizo una sosegadaconfesión y recibió con mucha fe el sacramento de la unción. Tiene un cán-cer de estómago que lo está consumiendo y que le ocasiona tan intensos do-lores, que ni los calmantes fuertes los pueden eliminar totalmente. Un ver-dadero varón de dolores que no se desespera y lucha todo lo que puedecontra un mal tan recio y terrible.

Si importante fue la parte sacramental, también lo fue poder conversar unpoco con él. El nombre de Candelario me sirvió para decirle que, en otrospaíses, sonaría demasiado extraño. Me respondió con sencillez, “como yonací el día de la Candelaria...”. Le aclaré que la extrañeza depende de cos-tumbres porque muchos nombres suenan normales en masculino y femeni-no como: Antonio y Antonia, Luis y Luisa, Tomás y Tomasa. Pero el nom-bre de Candelario, en algunas partes parece que lo secuestraron las damas.Pero que estuviera tranquilo porque así son o fueron las costumbres en Ve-nezuela y que, cuando nombramos en las misas nombres de difuntos, toda-vía aparecen varones con el nombre de Roso, Mónico o Catalino.

Candelario es trigueño y barloventeño, porque nació en El Guapo. Ha-blamos un poco de la piel oscura de los Barloventeños. Hay muchos negrosen Tacarigua de Mamporal, Mapurite, Higuerote y en tantos pueblos haciael oriente. Candelario se animó mucho en la conversación al poder recor-dar lugares de su infancia y adolescencia. Conversación agradable que ledejó un poco de paz y sosiego. Y uno, después de visitar y conocer a per-sonas tan buenas como Candelario, no puede dejar de darle gracias a Dios.

Desde Caracas, ❦[email protected]

TAMBIÉN DESDE CARACAS

La situación social y política en Venezuela, donde nuestros religiosos scj se agrupan ensiete comunidades, resulta preocupante. Así, el Consejo de la Universidad Católica “AndrésBello” en su sesión ordinaria del 20 de enero pasado emitió un comunicado, firmado por elRector y la Secretaria general, cuyos acuerdos reproducimos, omitidos por falta de espaciolos considerandos iniciales.

[El Consejo] resuelve:1. Celebrar que la comunidad universitaria participe activamente en la discusión de los temas de interés

nacional, especialmente frente a una propuesta de enmienda constitucional. 2. Exigir a las autoridades que garanticen el derecho a la manifestación pacífica y el secreto e inviolabilidad

de las comunicaciones privadas, de acuerdo con lo establecido en los artículos 48 y 68 de la Constitución. 3. Rechazar la descalificación, el lenguaje violento y las amenazas, así como el atentado a la integridad fí-

sica y libertad de las personas y a sus bienes por parte de los órganos del Estado y grupos irregularesarmados.

4. Exhortar a las autoridades y a la sociedad venezolana en general a mantener una postura cívica acordecon los principios constitucionales.

42 el Reino

SALUD

TRASTORNOS DIGESTIVOSAPRENDE A EVITARLOS

10 CONSEJOS PRÁCTICOSPARA UN CUERPO

1.Camina o corre regularmente (3 ó4 veces por semana), así ayudarás

a eliminar más rápidamente el excesode grasa.

2.Bebe gran cantidad de agua, so-bre todo durante los esfuerzos, de

esta forma mejorarás el drenaje y eli-minarás más rápidamente sustanciasde desecho. La cantidad recomendadaes de 1,5 a 2 libros diarios.

3.Modera el consumo de sal paraevitar la retención de líquidos.

4.No consumas bebidas alcohólicaso con gas, pues aportan un buen

número de calorías superfluas.

5.Utiliza platos y cubiertos peque-ños, te producirán antes sensa-

ción de saciedad.

6.Mastica los alimentos despacio.Así te sentirás antes lleno y ade-

más, digerirás mejor la comida.

7.Evita el azúcar y las harinas refi-nadas. Además de aportar gran

cantidad de calorías, se almacenan enel organismo en forma de grasa por elproceso de desnaturalización que hansufrido.

8.Realiza un desayuno nutritivo.Las calorías aportadas a primera

hora del día se metabolizan más rápi-damente.

9.Haz cuatro comidas diarias y note saltes ninguna. Al saltarse al-

guna comida, se contribuye a aumen-tar la grasa de reserva.

10.Toma fruta, pero antes de lascomidas. Como cualquier ali-

mento, la fruta aporta calorías, peroesto no quiere decir que dejes de con-sumirla, es necesaria por su contenidoen vitaminas, fibra, minerales...

CUMPLIR CON ÉXITO NUESTRO OBJETIVO

Una buena higiene alimentaria, la práctica, sin excesos, de ejercicio y unconocimiento profundo de nuestras debilidades son la base de un co-rrecto programa de adelgazamiento. Para perder peso, se deben evitar

los errores nutricionales equilibrando correctamente los aportes calóricos y losgastos energéticos. Lo ideal, no lo olvides, es comer de todo con moderación,variando los menús y evitando, en la medida de lo posible, los azúcares, el al-cohol y las grasas. Cuidado, también, con el tipo de materia grasa utilizada enla cocina. Hay que evitar los cuerpos grasos sólidos a temperatura ambiente co-mo la margarina, la mantequilla y la grasa de origen animal. Por último, te re-comendamos que aprendas a relajarte, sobre todo si eres víctima del estrés, yque confíes en la eficacia de las plantas medicinales.

TABLA DE CALORÍAS: Cantidad de caloríasque contienen 100g de alimento

La digestión es un proceso complejo que permite la asimilación de los alimentos. Y, aunquegeneralmente es muy discreta, hay ocasiones en que tiene que llamarnos al orden. Aerofagia, es-treñimiendo, hinchazón, digestiones pesadas... son algunas de esas señales de alerta.

Aceite de oliva 899 calAzúcar 385 calMiel 295 calCafé y té 2 calCerveza rubia 32 calVino de mesa 78 calZuna de naranja 39 calHamburguesa 265 calLomo de cerdo 155 calChuleta de cerdo 327 calChorizo 210 calConejo 133 calJamón York 105 calJamón Serrano 163 calPavo 223 calPollo 112 calSolomillo de ternera 78 calFilete de ternera 295 calArroz 354 calBollería 436 calGalletas tipo María 424 calCereales desayuno 370 calPan blanco 258 calPan integral 228 calPasta 373 calAceitunas 187 calMelón 25 calPlátano 83 calHigo 80 calMelocotón 36 calKiwi 50 cal

Limón 6 calAguacate 136 calManzana 46 calNaranja 35 calSandía 18 calUvas 63 calPera 41 calAjo 110 calAlcachofa 38 calApio 2 calCalabacín 31 calCebolla 47 calChampiñón 25 calEndibia 22 calSetas 27 calTomate 18 calZanahoria 33 calColiflor 22 calBerenjena 23 calAtún 200 calBacalao fresco 86 calBacalao seco 322 calBonito 138 calBoquerón 129 calGambas y langostinos 96 calMerluza 92 calPescadilla 72 calMejillones 67 calPulpo 57 calSalmón 82 cal

Dios, nuestro Padre:queremos renovar hoy el compromisode cooperar en la transformaciónde nuestro mundo.

Vemos con pena cómo muchos sufrenlas consecuencias de la discriminación,de la postergación y de la explotación.Somos conscientes de que faltapaliar el dolor de tanta gente pobre.

Movidos por el amor, nos ofrecemos a tia fin de que nos hagas instrumentosde reconciliación, de justicia y de esperanza.

Lo hacemos en unión con tu Hijo Jesús,el Señor de la Historia,«Principio y Fin, Alfa y Omega,de quien son los tiempos y la eternidad».

Amén.

Un mundo que sufre

SUSCRIPCIÓN PARA EL AÑO 2009PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN

■■ Ordinaria: 21 € al año.

■■ De amigo: 40 € al año.

■■ De bienhechor: 50 € al año.

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MODO DE ABONARLA

■■ Giro postal.■■ Talón bancario.■■ Domiciliación en cuenta bancaria.■■ Contra reembolso (con gastos de envío).■■ Transferencia a la Entidad 0075.

Oficina 0271. D.C. 67.C/C. número 0 6 0 0 0 2 0 2 6 1 .Banco Popular Español.

REVISTA EL REINO - Apartado 112. Tel. 91 675 15 36. 28850 TORREJÓN DE ARDOZ (MADRID)

do pongamos al pueblo por delante de nuestros propiosintereses”.

❥ “Sólo un tonto puede hacer del color de la piel uncriterio para acceder a los derechos humanos. Hemos in-tentado hacer un país en el que los derechos de los ciu-dadanos provengan de su valor personal ante Dios, y nodel color de la piel o de la textura su cabello. Estamoscontra el apartheid: es un mal sistema”.

❥ “Desearía encender un cirio en la cumbre del Kili-manjaro (5.895 m.) para que ilumine más allá de nues-tras fronteras, dando esperanza a los desesperados, po-niendo amor donde hay odio y dignidad donde antes sólohabía humillación”.

❥ “La Iglesia es parte integrante de nuestro pueblo yde la lucha contra la pobreza y la injusticia, porque esparte integrante de nuestra vida”.

Para rezar con él y como él:

Señor:Te damos gracias por Julius.Gracias por fue un hombre de paz y de diálogo.Gracias porque nunca aceptó la corrupción.Gracias porque vivió sin privilegios y austeramente.Gracias porque al mandar se hizo servidor de todos.Multiplica en África servidores del pueblo como él.

¿Y yo?

En mi trabajo profesional ¿cuál es mi criterio? ¿Mi be-neficio personal o el bien de los demás?

P. José María Salaverri, SM

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