cuaderno de bitácora 3
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Cuaderno de clase 3TRANSCRIPT
TERCERA SEMANA DE NAVEGACIÓN
Viernes, 18 de noviembre
Por fin el último día de la semana
en mar abierto, era un día en el que las olas, al rugir del viento, nos volvieron a despertar. El día empezó un poco triste por el tiempo, pero más tarde levantó un día estupendo. Nos levantamos todos los tripulantes de nuestros camarotes, nos vestimos, nos duchamos y desayunamos para empezar con buen pie nuestro rumbo, lleno de nuevas aventuras, dispuestos a afrontarlos como unos verdaderos grumetes. La primera clase que tuvimos fue con la
comandante que nos enseña Lengua española, Marisa. Nos estuvo explicando cómo los poetas hacían sus poemas y de qué tipo son. A segunda hora, estuvimos con la única comandante de este barco que es capaz de enseñarnos el inglés, debido a que ella es de habla inglesa, la comandante Lola. Nos enseñó cómo hablar en pasado y en participio con los verbos ingleses. En la tercera clase el comandante que nos hace ser los más deportistas de la alta mar, Pedro nos dejó que jugáramos nuestros partidos en la borda, pero eso sí de baloncesto, como no. Al fin nuestra esperada media hora de descanso, que tanto deseamos para estirar las piernas, hablar con los amigos o seguir haciendo más deporte... Pero sin olvidarnos de nuestro almuerzo, que nos da la energía suficiente y necesaria para seguir con nuestra dura mañana.
Al acabar el descansillo, estuvimos con Rosa, la comandante que nos explicó cómo las empresas invierten en bolsa y sube su cotización, aunque terminó enfadada porque tres tripulantes hicieron cosas que no debían y los mandó a hablar con los jefes superiores del barco. Después estuvimos dibujando en el camarote más lejano del barco con Rafa; a algunos les salió bien y a otros mal. A última hora estuvimos con el francés. Miguel Ángel nos hizo una prueba escrita para ver qué ocurriría si nos encontramos con un barco francés. Así terminó la semana en este barco y nos esperarán nuevas clases y aventuras.
Adrián Fernández
Lunes, 21 de noviembre de 2011
a era hora de levantarse, como todas las mañanas había sonado el despertador y había fastidiado
ese dulce sueño, que te hacía navegar por los siete mares. Tras ducharse, vestirse y desayunar, ya estábamos listos para embarcar rumbo a las clases. Nada más salir a popa nos encontramos con una densa niebla que impedía la visibilidad del horizonte y a los pocos minutos desaparecía. A primera hora de la mañana nos dispusimos a trabajar nuestro francés con el comandante Fornelino, pero no pudo presentarse a clase porque estaba indispuesto por el bravo oleaje del día
Y
anterior. Para sustituirle vino Rafa, nuestro comandante profesional en artes plásticas, con el que estuvimos avanzando nuestra técnica de dibujo. Tras la clase de Rafa, vino nuestra comandante de geografía, Rosa, que nos explicaría el tipo de sectores agrarios y el sector primario de las diferentes partes del mundo.
ada más terminar la clase se presentó la comandante de matemáticas, Mercedes, con la
que estuvimos practicando las sucesiones, aunque un poco liosas, poco a poco, las fuimos comprendiendo. ¡Por fin la hora del descanso! Hoy hemos jugado un partido de fútbol, pero las olas se han empezado a agitar y hemos tenido que suspender el partido. Aun así hemos estado mirando el horizonte, hablando de nuestras
N
"batallitas, poco después el mar volvía a estar tranquilo. Después del descanso, la comandante Lola nos enseñó el inglés. Más tarde nos hemos cambiado de sitio para no hablar. Hoy hemos repasado el contenido de los libros de texto para la prueba final. Más nos vale estudiar los verbos irregulares, porque si no sería un desastre. A continuación nos dirigimos a cubierta para encontrarnos con nuestro preparador físico, el comandante Pedro. Hoy empezaríamos con un nuevo deporte, el hockey, teníamos que introducir con un palo alargado, terminado en una cabeza, llamada pipa, un pequeño disco de plástico redondo en una pequeña portería, que nos llegaba por la cintura.
ara terminar la jornada tuvimos clase con Rafa y así continuar nuestro dibujo de los mapas de
la travesía. El sonar de la bocina significó el fin de la jornada. Mañana habrá seguro alguna nueva aventura y anécdotas que contar.
Raúl Fresneda
P
Martes, 22 de noviembre de 2011
iete de la mañana, las olas
rompen contra el barco, es hora
de levantarse, algo nos dice que
este día no va a ser precisamente
soleado.
La primera comandante, Teresa, es
muy estricta y todo lo quiere bien
hecho. Ella nos enseña las
propiedades del agua para que nos
sea más fácil pescar y poder navegar
mejor.
Teresa estaba muy enfadada ya que
algunos tripulantes no habían hecho
S
los trabajos que ordenó y la mayoría
de los que los hicieron los tenían
mal.
A segunda hora venía nuestro
comandante Gaspar, con él todo está
en calma ya que le tenemos un gran
respeto; él nos enseña el cuerpo
humano; ahora estamos con los
pulmones, por si algún día nos
caemos al agua podremos controlar
mejor el aire.
Nuestra comandante Mercedes, en la
tercera hora, las aguas están siempre
revueltas y algunos tripulantes están
a lo suyo. Nos ha enseñado los
cálculos para poder llegar a tierra
firme y así pudimos llegar a una isla.
En la isla cocinamos las provisiones
que habíamos conseguido con
nuestro comandante Gaspar.
Ya con el estómago lleno toca zarpar,
pero hay un problema, nos avisan
desde la cofa que los motores de
popa y estribor se han calentado, por
ese problema nos ayuda a resolverlo
José Luis, nuestro comandante de
tecnología, él nos ayudó a arreglarlo
y nos dijo que solo era un problema
de los ordenadores; todavía con el
susto en el cuerpo, el día transcurre
y ahora nos toca nuestra
comandante de inglés; hoy es el
único día que viene un capitán
inglés, llamado Gary, él nos enseña
cómo es la vida en un barco inglés,
todo en su lengua inglesa.
A última hora llega nuestra
comandante Marisa, ella es nuestra
comandante más preciada y la
queremos mucho
ero no nos portamos muy bien
con ella, por eso hoy se ha
enfadado mucho.
Bueno, y aquí termina el día.
Esperemos que mañana transcurra
con normalidad y no haya ninguna
tormenta en el mar.
Agustín Colmenero
P
Miércoles, 22 de noviembre de 2011
Despertamos con los rayos de luz
pasando a través de las ventanas de
nuestro camarote.
El día parece soleado y el barco está
muy tranquilo. Son las 7,30 a.m. y la
tripulación comienza su rutina
diaria; desayunar, vestirnos y
estamos preparados para el día que
nos espera. Hemos sufrido bajas en
la tripulación, ya que cuatro
compañeros están enfermos y no
podrán acompañarnos en este día
frío de noviembre.
Llegó nuestra primera comandante
Mercedes para continuar sus
explicaciones sobre las progresiones:
la tripulación no está tan alborotada
como otros días y anda medio
dormida, nos espabilamos con
nuestra gran y querida comandante
Marisa en nuestro primer cambio de
hora; ella no vino muy contenta, ya
que algunos tripulantes no habían
hecho lo que debían.
os ha estado hablando de la
literatura y lo que recitaban los
poetas, que acompañaban a los
tripulantes en los antiguos barcos.
Más tarde llegó nuestro técnico José
Luis a enseñarnos cómo manejar el
barco desde los ordenadores.
Nos espabilamos un poco, ya que
este tema nos interesa y porque
pronto iba a llegar nuestra hora de
descanso en la proa. Cuando sonó la
campana todos salimos corriendo,
N
intentando coger los mejores sitios.
Reponemos fuerzas, nos esperan tres
largas horas. Llegó nuestro cuarto
comandante, Gaspar, con intención
de tirarnos por la borda si no nos
portábamos bien. Nos pusimos las
pilas y prestamos atención al tema
de hoy, el sistema urinario. Las
tareas para la próxima semana son
abundantes, igual que las olas que
están empezando a levantarse por el
viento de poniente. Lo
comprobamos cuando salimos de la
clase de Gaspar y nos dirigimos
hacia la popa del barco para
encontrarnos con nuestro
comandante Rafa.
Aprovechamos para hablar y
relajarnos un poco mientras
pintamos y escuchamos música.
Rafa es el único comandante que nos
permite esto y por fin viene la última
hora, con nuestra comandante Rosa.
Nos sigue hablando del sector
agrario, los sistemas de cultivo en la
islas y el poblamiento.
Y así pasamos la mañana trabajando
sin parar. Suena de nuevo la
campana y nos llega el olor de la
cocina del barco. Los miércoles
solemos comer pasta, que nos da
energía para continuar nuestra
jornada en el barco, que sigue
navegando rumbo hacia el este.
Ramón Gómez
Jueves, 24 de noviembre de 2011 Otro día más en este barco. El día viene duro. Llega la hora de trabajar. La primera comandante, Lola, nos ha hecho un examen de verbos y comparativos para saber el nivel de la tripulación. Después llega la segunda comandante, la mejor comandante de todos los comandantes; hemos visto por el horizonte el sustantivo, el adjetivo, los determinantes, los pronombres y la métrica. Hoy nos ha visitado una comandante de guardia, Lali, que ya conocíamos
del curso pasado, y nos ha comentado que sigue nuestro cuaderno de bitácora. Hora de descanso y subimos a la proa para jugar, hablar, comernos la merienda y descansar un poco antes de ponernos otra vez a trabajar. La siguiente comandante es otra vez Marisa que nos da una clase donde hacemos juegos, escribimos en el ordenador el cuaderno de bitácora, contamos chistes, etc... Después viene una comandante muy exigente, Teresa. Estuvimos corrigiendo la tarea que nos mandó el martes y estuvimos viendo también el porcentaje en masa, el volumen, las disoluciones y las mezclas. La última comandante del día es Mercedes, que nos enseñó las progresiones, aunque la tripulación, cansada del día, está desando que suene la campana para reponer
energía después de este duro día. Daniel Herrera
Continuará