El vicepresidente del Ca-sino de Madrid, AdolfoPrego de Oliver y Toli-var, fue el encargadode presentar el acto. El

Presidente, Mariano Turielde Castro, no pudo asistir alacto por una ocupación inex-cusable, aunque dejó escritasunas palabras en las que alu-día a su amistad con el poeta,con el que le unen “mil afini-

dades, (…) una buena amis-tad, y, además, por mi parte,una sincera admiración. Nosseparan algunas cosas, y mu-chos años; pero los dos so-mos fervientes enamoradosde la poesía, los dos somosamantes de la lectura y la es-critura, y, si bien encauzadospor destinos profesionalesmuy diferentes, hemos podi-do comprobar que ambos so-

lemos utilizar, en nuestras vi-das, cuando por necesidadllega la ocasión, la vía de es-cape del poema, nacido tantodel sentimiento como de lareflexión”.

Por su parte, Adolfo Pre-go de Oliver y Tolivar,vicepresidente de la ins-

titución casinista, afirmó que“la poesía es una realidad im-prescindible para que elhombre siga elevado. Es algoesencial”. También señalóque la obra de Fernando era“un libro excelente de poesía.Y esta no es una concesión ala amabilidad. A pesar de sujuventud, nació en 1975,Fernando Anaya es un granpoeta”. “El hombre del sigloXXI necesita más que nuncala poesía”, afirmó AdolfoPrego para terminar su inter-vención.

Acontinuación tomó lapalabra Antonio J.Huerga, editor del li-

bro, quien recordó la prime-ra obra de Fernando Anayaque publicó su editorial, “Lageografía de las nubes”. “Enel libro que presentamos hoy

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El Salón Príncipe del Casino de Madrid acogió el pasado 30 de mayo a losnumerosos socios y amigos del poeta Fernando Anaya Velasco que daba a

conocer su segundo libro de poemas, “Mecánica del desvelo”. La obra fuepresentada por Luis García Montero, Premio Nacional de Poesía.

Fernando Anaya Velasco presenta“Mecánica del desvelo”

CM Actos del Casino

ACTIVIDADES Y REUNIONES DE NUESTRA SOCIEDAD

El autor, en unmomento de la

celebración del actode presentación de su

última obra.

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-señaló el editor— se apreciaque es un autor de trayecto-ria firme y arriesgada. En to-do el libro late el deseo de so-brevivir en el mundo naturaleterno y divino. No existe ladiferencia entre la historianatural y la historia de las ci-vilizaciones”. “Como editorpuedo decir que es una obrahermosa y sincera”, dijo An-tonio J. Huerga.

Luis García Montero,Premio Nacional de Po-esía y Premio Adonais,

entre otros, dijo que “Mecá-nica del desvelo” era un “her-mosísimo libro en cuanto aforma y contenido (…) Des-de el propio título, “Mecáni-ca del desvelo”, me ha inter-pelado. Mecánica nos trans-porta a la técnica, a la tecno-logía del sistema. Desvelonos lleva a la inquietud, queno me deja dormir, nos con-vierte en vigilantes”.

García Montero, quetambién hizo referen-cia al anterior libro

de Anaya, señaló que este,“une la disciplina de lo técni-co, con la obsesión del quevela, del que necesita vigilaralgo. Alguien que por siste-ma está inquieto, que vigila,que quiere huir del sistema”.

También señaló la impor-tancia de la dedicatoria“a Macarena, Maca e

Inés, vértices de mi vida”: “esuna dedicatoria que expresaamor; normalmente la poesíase relaciona con el amor, perono con la blandenguería (nohay nada más difícil que es-

cribir un buen poema deamor). Vivimos en un mundoque desatiende a la realidad,no tenemos tiempo para dedi-carle a la vida, nos quita laatención las cosas poco im-portantes. Fernando escribeporque le quieren (GarcíaMárquez dijo una vez que es-cribía «para que mis amigosme quieran más»)”.

“El poeta, es lo que ha-ce Fernando en estelibro, necesita pen-

sar tres veces las cosas (laprimera, es una ocurrencia)para decir aquello que mo-ralmente se debe decir queestablece un diálogo con lapropia conciencia. Hay queobservar la realidad (…) Nome gustaría dejar de decirque la poesía sirve tambiénpara poner un poquito dedignidad en lo privado en to-da esta suerte de telebasura ymanipulaciones de lo priva-do a las que nos tienen acos-tumbrados”.

García Montero hablóde algunos de lospoemas: “uno de los

más emocionantes es «Cita aciegas», aquel en el que se lereconoce la belleza a unamujer mayor. Otra clase es elque se titula «Código rojo»,que habla de las prisas”.Composiciones de “temasoriginales, con una lingüísti-ca muy cuidada. También esmuy bello el poema sobre laexperiencia de que una hijatenga fiebre… Y «Sopor» de-dicado al conformista que vi-ve sin mirar”.

Tomó la palabra el autor:“Sólo tengo palabras deagradecimiento —seña-

ló—; en primer lugar, paraesta Casa que me ha acogido,a su Presidente, a quien ten-go gran afecto, a su vicepresi-dente, Adolfo Prego, a quienme une una amistad entraña-ble, de las de para toda la vi-da. También gracias a la edi-torial, que me ha sufrido unavez más. Mi agradecimientotambién a Luis García Mon-tero, a quien llamé para pe-dirle que presentara este li-bro y me contestó “cuentaconmigo”, sin preguntar nadamás; es una persona de unacalidad humana excepcional.Gracias a los presentes, a mifamilia y amigos que meacompañan en un día muyimportante para mí”.

“Siempre he luchadopor la normalizacióndel hecho poético -

dijo Fernando Anaya; el poe-ta está plagado de estereoti-pos, como el de ser bohemioy pausado… aunque sí que esrecomendable cierto gradode perturbación mental”.

“Escribir poesía es paramí una necesidad”,confesó el autor de

“Mecánica del Desvelo”,quien dio forma al libro encuatro años “en los que hanpasado muchas cosas, la másimportante mi paternidad porpartida doble. Pero mis poe-mas no son poemas ñoños, si-no reflexiones: somos eslabo-nes, transmitimos la vida quenos han transmitido”. Para fi-nalizar, Fernando Anaya leyóalguno de sus poemas.

Casino de Madrid

A la izquierda, el poeta Luis García Montero. Abajo, de izquierda aderecha, Antonio J. Huerga, Fernando Anaya, Adolfo Prego de Oliver yTolivar, y Luis García Montero.

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