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1er Seminario Exposición: LA TIERRA CRUDA EN LA CONSTRUCCIÓN DEL HABITAT Conservación de Arquitectura de Tierra en la Puna de Atacama Pujal. Marinsalda, Nicolini, Demergassi, arquitectos CONSERVACION DE ARQUITECTURA DE TIERRA EN LA PUNA DE ATACAMA Arnaldo Juan Pujal, Juan Carlos Marinsalda, Andrés Nicolini, Carlos Demergassi, arquitectos. Dirección Nacional de Arquitectura Distrito Noroeste La arquitectura de tierra, patrimonio tangible e intangible. La arquitectura es el testimonio físico de un conjunto de bienes culturales intangibles; si bien es uno de los rasgos más visibles de una cultura, tanto por su presencia física como por su perdurabilidad en el tiempo, es simplemente la expresión material de un conjunto de valores, creencias, técnicas, etc. que se combinan de modo particular en cada caso. El valor patrimonial de un bien se establece en la medida de que representa modos de ser y de hacer que corresponden con determinada identidad comunitaria. De los rasgos culturales en general, aquellos denominados de valor patrimonial son los que representan un conjunto de esos valores por ser específicamente identitarios, que permiten a una comunidad identificarse, lograr un grado de auto reconocimiento y autovaloración. Trabajando sobre edificios de valor patrimonial reconocido, con representatividad identitaria a nivel comunidad, más o menos amplia, la restitución de sus características de uso, tipológicas, etc. debe estar pautada por criterios de autenticidad que, en la conservación de la arquitectura de tierra son diferentes a los que se pueden aplicar en otros contextos, dado la naturaleza cíclica y renovable de los materiales crudos. La menor incidencia de la industrialización y de la sociedad de consumo en las pequeñas comunidades ha permitido la persistencia de rasgos patrimoniales característicos también en el orden del patrimonio intangible, manteniéndose en muchos casos las técnicas constructivas tradicionales. La arquitectura de tierra cruda , encuadrada de este modo, es también arquitectura de piedra y de madera y paja, ya que se trata de un conjunto inseparable de técnicas constructivas tradicionales que se combinan de maneras diversas según los casos, la región y la función del edificio. En todos los casos son determinantes las características del medio y las posibilidades de obtención de los recursos. En estas comunidades la obra pública genera un impacto habitualmente fuerte y es clave en la introducción de nuevas técnicas y tipos constructivos que al ser oficiales pueden generar una gradual modificación de las técnicas tradicionales y apropiadas. Una intervención en un bien patrimonial que recurre a las técnicas tradicionales, en su sentido amplio, va mucho más allá de la conservación del edificio incidiendo directamente en el patrimonio intangible, y permitiendo la revalorización de rasgos culturales ancestrales. Los modelos de gestión el tradicional por administración el tradicional por contrato : licitaciones públicas (ya en estas se impulsó la contratación de personal de obra de la zona abaratando los costos de la empresa al no requerir traslado del personal, fomentando la participación de la comunidad en los trabajos, distribuyendo los beneficios de los contratos en integrantes de la comunidad y rescatando y valorizando las técnicas tradicionales) el moderno con ONG : Fundación Antorchas (casi ídem, pero con más soltura ) el moderno de emergencia : Planes Sociales (en proceso de concreción, además de trabajar con personal de obra de la zona, aunque no necesariamente calificada, es necesario involucrar también a las autoridades locales).

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1er Seminario Exposición: “ LA TIERRA CRUDA EN LA CONSTRUCCIÓN DEL HABITAT

Conservación de Arquitectura de Tierra en la Puna de Atacama Pujal. Marinsalda, Nicolini, Demergassi, arquitectos

“CONSERVACION DE ARQUITECTURA DE TIERRA EN LA PUNA DE ATACAMA”

Arnaldo Juan Pujal, Juan Carlos Marinsalda, Andrés Nicolini, Carlos Demergassi, arquitectos.

Dirección Nacional de Arquitectura – Distrito Noroeste

La arquitectura de tierra, patrimonio tangible e intangible.

La arquitectura es el testimonio físico de un conjunto de bienes culturales intangibles; si bien es uno de los rasgos más visibles de una cultura, tanto por su presencia física como por su perdurabilidad en el tiempo, es simplemente la expresión material de un conjunto de valores, creencias, técnicas, etc. que se combinan de modo particular en cada caso.

El valor patrimonial de un bien se establece en la medida de que representa modos de ser y de hacer que corresponden con determinada identidad comunitaria. De los rasgos culturales en general, aquellos denominados “de valor patrimonial” son los que representan un conjunto de esos valores por ser específicamente identitarios, que permiten a una comunidad identificarse, lograr un grado de auto reconocimiento y autovaloración.

Trabajando sobre edificios de valor patrimonial reconocido, con representatividad identitaria a nivel comunidad, más o menos amplia, la restitución de sus características de uso, tipológicas, etc. debe estar pautada por criterios de autenticidad que, en la conservación de la arquitectura de tierra son diferentes a los que se pueden aplicar en otros contextos, dado la naturaleza cíclica y renovable de los materiales crudos.

La menor incidencia de la industrialización y de la sociedad de consumo en las pequeñas comunidades ha permitido la persistencia de rasgos patrimoniales característicos también en el orden del patrimonio intangible, manteniéndose en muchos casos las técnicas constructivas tradicionales.

La arquitectura de “tierra cruda”, encuadrada de este modo, es también arquitectura de piedra y de madera y paja, ya que se trata de un conjunto inseparable de técnicas constructivas tradicionales que se combinan de maneras diversas según los casos, la región y la función del edificio. En todos los casos son determinantes las características del medio y las posibilidades de obtención de los recursos.

En estas comunidades la obra pública genera un impacto habitualmente fuerte y es clave en la introducción de nuevas técnicas y tipos constructivos que al ser oficiales pueden generar una gradual modificación de las técnicas tradicionales y apropiadas. Una intervención en un bien patrimonial que recurre a las técnicas tradicionales, en su sentido amplio, va mucho más allá de la conservación del edificio incidiendo directamente en el patrimonio intangible, y permitiendo la revalorización de rasgos culturales ancestrales.

Los modelos de gestión

el tradicional por administración

el tradicional por contrato: licitaciones públicas (ya en estas se impulsó la contratación de personal de obra de la zona abaratando los costos de la empresa al no requerir traslado del personal, fomentando la participación de la comunidad en los trabajos, distribuyendo los beneficios de los contratos en integrantes de la comunidad y rescatando y valorizando las técnicas tradicionales)

el moderno con ONG: Fundación Antorchas (casi ídem, pero con más soltura )

el moderno de emergencia: Planes Sociales (en proceso de concreción, además de trabajar con personal de obra de la zona, aunque no necesariamente calificada, es necesario involucrar también a las autoridades locales).

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1er Seminario Exposición: “ LA TIERRA CRUDA EN LA CONSTRUCCIÓN DEL HABITAT

Conservación de Arquitectura de Tierra en la Puna de Atacama Pujal. Marinsalda, Nicolini, Demergassi, arquitectos

El caso de la Puna de Atacama

La región de la Puna de Atacama o Puna Salada ha estado históricamente integrada al territorio con cabecera en San Pedro de Atacama y se incorporó a la argentina en virtud del tratado de límites de 1900 como parte del Territorio Nacional de Los Andes.

La población, rural y dispersa, se dedicaba a la ganadería y agricultura de subsistencia, la concentración en los poblados era estacional y en los casos de Susques y Rosario de Coyaguaima parece haberse estabilizado con el fin de explotar el mineral aurífero, aunque la tradición atribuye su origen a hechos milagrosos que motivaron la construcción de los templos.

La primera constancia fehaciente de la existencia del Pueblo de Susques, data de 1772, aún cuando documentos de un lustro más tarde no hacen mención explícita de él. La dilatada extensión del terreno, la dispersión de la población y el carácter nómade de diversos grupos indígenas, contribuyen a limitar la precisión cabal de las informaciones. A fines del Siglo XVIII, Susques, Olaros y San Antonio de los Cobres, constituían la trilogía de los pueblos mineros de Atacama.

Las iglesias con su atrio cercado conforman el espacio sagrado que es también el de la plaza y origen del poblado, que debido al carácter rural se concentraba para las festividades religiosas y comunitarias. A una escala mayor, delimitando el espacio existencial del poblado y hacia los cuatro puntos cardinales y sobre los caminos, se ubican cuatro oratorios o ermitas que también son reconocidas como apachetas.

Estas obras, esencialmente comunitarias son, en general anónimas. El primer Gobernador de la Gobernación de Los Andes, el General Daniel Cerri, al hacerse cargo de sus funciones manifestaba "las capillitas, oratorios y cementerios son construidos entre todo el vecindario poniéndose a contribución: unos con su trabajo, acarreando el material y otros, más ricos, con el producto de la venta de cueros y tejidos", agregando que "en esta clase de construcciones ponen más empeño que en la edificación de sus cabañas habituales."

Las técnicas tradicionales de construcción eran las apropiadas a un medio de suma aridez y escasez de recursos. Los muros eran de piedra canteada y adobe, las cubiertas eran de un tipo particular de paja corta (guaya) y las estructuras y carpinterías –escasas- eran de madera de cardón; no se utilizaban clavos y las piezas se aseguraban con cuero de llama o desde fin del siglo XIX de vaca.

La Intervención en Susques

Iglesia de Ntra. Sra. de Belén de Susques ( Obra realizada por Licitación Pública Nacional)

Decreto N° 16.482 del 17 de diciembre de 1943

La Iglesia, cuyas fotografías originarias de 1900, muestran un campanario muy simple y bajo, obviamente tuvo una transformación en su torre que fue reformada en 1911 bajo la dirección del Cacique Cosme Damián y fue producto del trabajo comunitario que le aportó las características ornamentales que ostenta.

En relación con el cercado del atrio, evidentemente, por los arcos que incluyen sus tapias, su acceso estaba orientado a producirse por el frente y sus dos costados. EI tiempo determinó, que la paulatina densidad de las construcciones en torno a la iglesia, le restaran factibilidad de acceso a los ingresos laterales, lo que tornó prácticamente excluyente, al frontal.

En los muros laterales de la nave, se encuentran pinturas de estimable valor. Fueron confeccionadas, al decir unánime de los informantes, hacia 1872 y se integran adecuadamente, en la totalidad de la obra, contribuyendo a su realce, con el aporte de su expresividad.

En 1970, la Dirección de Arquitectura de la Nación, le realizó una intervención general, que comprendió el retoque de las pinturas y diversas obras tendientes a su consolidación y preservación.

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Estado previo a la Restauración del año 2000:

La iglesia presentaba los deterioros propios de la arquitectura de tierra, que deben ser restaurados cíclicamente. En el interior de la nave, los bancos de mampostería y los zócalos que estaban revocados con barro, habían sufrido el desgaste y pérdida de material producidos por el uso intensivo, agravado por la humedad proveniente del regado periódico del piso de tierra. En algunos casos habían llegado a afectar las valiosas pinturas artísticas de los muros laterales de la nave. El piso de tierra presentaba algunos desniveles producidos por el tránsito de los fieles.

En el exterior se habían producido pérdidas de revoques y masa muraria por acción del agua de origen pluvial, especialmente en los paramentos de orientación sur; los niveles inferiores de los revoques, en contacto directo con la tierra del exterior estaban muy deteriorados. En la torre se habían desprendido revoques y material de asiento especialmente en las molduras del tramo superior y en la cúpula, debido a las grandes variaciones térmicas a que están expuestas.

Los pisos de piedra exteriores presentaban hundimiento en algunos sectores y se inundaban durante las lluvias por defectos en las pendientes y falta de desagües apropiados.

La instalación eléctrica realizada por la curia en la década de 1990 era de carácter precario y en el interior de la nave los artefactos que se ubicaban en la estructura del techo eran demasiado visibles debido a su tamaño, perturbando la percepción del espacio, lo mismo que los dos grandes reflectores ubicados en el piso del atrio.

Criterios de intervención:

El objetivo de los trabajos realizados, era recuperar las características originales del conjunto, adecuando la nueva iluminación de manera de minimizar el impacto visual de la misma. Las técnicas constructivas debían ejecutarse siguiendo la tradición local, efectuándose además un registro de los miembros de la comunidad capacitados para la realización de dichos trabajos, orientados a la conservación y desarrollo del patrimonio cultural. Los nuevos materiales y disposiciones constructivas se utilizaron siguiendo las disposiciones que son ya habituales en la región, como la introducción de una nueva capa aisladora de polietileno en la cubierta.

Trabajos realizados

1. Trabajos previos:

Antes de comenzar los trabajos, se procedió a realizar el relevamiento planimétrico y fotográfico de la iglesia y el resto del conjunto; también se realizaron sondeos para verificar el alcance de los trabajos a ejecutar. En el interior de la nave, una vez retirado todo el equipamiento, se procedió a proteger convenientemente las pinturas murales, retablo y púlpito.

2. Restauración de las cubiertas:

El trabajo se realizó por bandas progresivas a partir del muro testero, con el fin de no dejar descubierta completamente la estructura de la cubierta. Se procedió a retirar las capas de guaya que se habían acumulado con los sucesivos repajados realizados, se retiró luego la torta de barro, la capa aisladora de velo de vidrio impregnado en pintura asfáltica y la capa base de chillagua (un tipo de paja más larga y resistente).

Una vez expuestos los tablones de cardón, se procedió a reemplazar las piezas deterioradas y debido al mal estado de los tientos de cuero que se encontraban resecos, se procedió a realizar un nuevo atado con tientos de todas las tablas de la cubierta.

Todas las tablas de cardón fueron limpiadas cuidadosamente retirándose la tierra acumulada, y se procedió luego a aplicar dos manos de solución impregnante funguicida e ignífuga en ambas caras de las tablas y el resto de la estructura, cabriadas de par y nudillo, íntegramente de madera de cardón.

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En los aleros del atrio y del testero, se procedió a reponer una capa de paja cortadera y otra de vizcachera que por ser más resistentes aumentan la protección las tablas de cardón de borde; se repusieron algunas lajas deterioradas y se adecuaron los escurrimientos de los encuentros de la cubierta y la torre.

Sobre las tablas de cardón se repusieron la capa de chillagua y la aislación hidrófuga de polietileno de 200 micrones; sobre ésta se aplicó pintura asfáltica al agua con arena gruesa, de modo de generar una traba mecánica para la torta de barro. Una vez completada la colocación de la capa de torta de barro, en cuya preparación se utilizó parte de la guaya desechada, se procedió a realizar el nuevo guayado, que también se hizo por fajas de ochenta centímetros; el trabajo de golpeado y gavillado de la guaya, estuvo a cargo de las mujeres, como es tradicional.

También se repuso el guayado en el muro perimetral y las cuatro capillas posas.

3. Restauración de revoques exteriores:

Se retiraron la totalidad de los revoques flojos de los paramentos sur, oeste y norte y se reconstruyeron con cal y arena, de acuerdo con lo solicitado por la Comisión pro Templo y aprobado por la C.N.M.M.y L.H. En la torre y atrio, se conservó el revoque a la cal existente, que fue reparado, reemplazando los sectores flojos.

4. Restauración de revoques interiores:

Los revoques interiores de barro que se encontraban muy deteriorados, especialmente en los asientos de mampostería adosados a los muros laterales, fueron reemplazados por revoques a la cal, también por pedido de la comunidad, respetando siempre la terminación existente y cuidando especialmente la unión de ambas terminaciones.

5. Nueva instalación de iluminación:

La instalación de iluminación existente, realizada con cañerías a la vista y con artefactos de sobredimensionados fue reemplazada íntegramente por una nueva instalación, diseñada por el Laboratorio de Luz y Visión de la Universidad Nacional de Tucumán con el propósito de proteger las pinturas e imágenes y pasar desapercibida entre la estructura de la cubierta, en el exterior se la proyectó con el objetivo de dar a la iglesia una iluminación pareja, con circuitos especiales para ser utilizados los días de celebraciones.

6. Pisos:

En el exterior de la iglesia, se procedió a reconstruir el piso de piedras de la caminería de acceso a un nivel superior que permita el mejor escurrimiento de las aguas pluviales, también se construyó una vereda perimetral para proteger la base de los muros de la nave.

7. Carpinterías:

Se procedió a ajustar las carpinterías existentes, que no presentaban daños de importancia; reponiendo las piezas deterioradas y repintándolas de acuerdo con el color que se encontró en la primera capa de pintura.

8. Pinturas:

Se pintó el exterior con tres manos de pintura a la cal, respetando el color existente en la iglesia, de acuerdo con el estudio de las sucesivas capas de pintura y la opinión de la comunidad. En la cúpula de la torre y cornisas superiores, se aplicó látex acrílico para exteriores para evitar el deterioro prematuro de esas superficies que se encuentran particularmente expuestas y de difícil acceso para su mantenimiento frecuente.

En el interior, se procedió a repintar el zócalo y los bancos con esmalte sintético y barniz mate previa preparación de la base, se decidió reponer este tipo de pintura para otorgar mas resistencia a la terminación de las superficies y facilitar su reposición en caso de deterioro.

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Pinturas murales artísticas

Respecto de las pinturas artísticas de los muros, actualmente se está realizando el relevamiento para su restauración que será realizada por un equipo al que se incorporará artistas y artesanos locales bajo la supervisión de un especialista.

El Pueblo de Susques ( Obra realizada por Planes Sociales, DNA y Comisión Municipal))

El Proyecto de Rehabilitación Urbana se ha orientado a la recuperación de los espacios simbólicos de Susques, que presentan una gran originalidad y persistencia, pese a las importantes alteraciones que se han realizado en los últimos 50 años.

Estos espacios sagrados forman un sistema que ha organizado o condicionado el crecimiento del poblado, muy limitado en sus posibilidades de desarrollo por el cerro y el río y los cauces aluvionales; lo que determinó que antiguamente se ocuparan sólo las cotas más altas, a los lados y frente a la iglesia y el área donde se ubicó el cementerio.

Actualmente, se puede afirmar que el desarrollo lineal de Susques sobre la actual avenida San Martín, ha generado, con la instalación de la Aduana y la Gendarmería un nuevo centro, generando un sistema bipolar. El cementerio, al quedar incluido en el poblado, ha generado un cambio en la orientación de la trama de la nueva expansión articulada por la avenida de acceso a la ruta a Jujuy.

Los elementos componentes de este sistema simbólico son los siguientes:

1.Iglesia

2.Atrio con capillas Posas

3.Plaza

4.Oratorios o Ermitas

5.Cementerio

1. Iglesia

La iglesia conforma el principal espacio sagrado de Susques y origen de todo el sistema; la tradición afirma que la imagen de Nuestra Señora de Belén fue hallada tras una roca que hoy forma parte del muro testero. En el interior de la nave; la riqueza cromática de las pinturas del Siglo XIX contrasta con la extrema aridez del entorno.

2. Atrio cerrado con capillas posas

El de Susques es uno de los pocos ejemplos que se conservan en el país, otro caso, con interesantes variantes, es el de la iglesia de Rosario de Susques o de Coyaguaima. Las cuatro Capillas Posas son utilizadas como estaciones procesionales en las fiestas religiosas; antiguamente la iglesia y el atrio cercado concentraban a la población de origen rural que acudía al poblado durante las festividades religiosas. Es el segundo de los espacios dedicados al culto.

3. Ermitas u oratorios

Las cuatro ermitas u oratorios, ubicados en los límites del territorio del poblado y orientados a los cuatro puntos cardinales, delimitan también el espacio sacralizado. El sistema de coordenadas tiene su origen en la nave de la iglesia y parece relacionarse con la ubicación de los arcos del cerco que delimita el atrio; lo que ha servido como elemento ordenador del poblado. Eran utilizadas como estaciones en las procesiones “Rogativas” o en la Fiesta Patronal.

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Estas cuatro ermitas fueron registradas por Boman en 1904, quien confirma que también eran usadas como apachetas por su ubicación en las salidas de los caminos, tenían en sus nichos imágenes religiosas y ofrendas a la Pacha Mama.

4. Plaza

Si bien no puede afirmarse que haya existido al frente de la iglesia una plaza definida espacialmente por edificaciones, se puede decir que la línea del frente del atrio de la iglesia fue un elemento ordenador de la estructura lineal del poblado que se comenzó a desarrollar en sentido Norte Sur, a lo largo de una calle ancha que al norte se continuaba en el camino a Coranzulí y al Sur hacia Cobres. La ausencia de límites arquitectónicos para ese espacio no fue, sin embargo una causa para que no se lo identificara como un lugar simbólico al frente de la iglesia. El carácter de centralidad se vio reforzado con la construcción de un mojón alineado con el eje de la iglesia y las ermitas, alrededor del cual se realizaban las fiestas de la comunidad.

Ya en 1970, el monolito había sido demolido; sin embargo la centralidad se mantenía por la presencia de las oficinas públicas y la escuela. La progresiva consolidación de los frentes sobre la calle y su carácter de camino, la posterior ubicación de la Gendarmería y Aduana en un extremo del mismo y la forestación y disposición de un cantero a modo de Boulevard; reforzaron la organización lineal y eliminaron el espacio de la plaza.

Pese a esta pérdida de sus características, el sitio frente a la iglesia permanece como lugar de celebraciones, especialmente durante las Fiestas Patronales, cuando es utilizada para la Santa Misa y por la noche para los Bailes de Sikuris y Luminarias.

5. Cementerio

El cementerio presenta la particularidad (igual que en Rosario de Coyaguaima) de tener un pórtico de acceso que responde al antiguo carácter “rural “del poblado de Susques, donde se hacía necesaria la existencia de un lugar para depositar a los difuntos y enseres que eran transportados desde el campo hasta tanto se hubiera preparado el entierro. La capilla ubicada en el interior del camposanto, es utilizada como oratorio y estación procesional especialmente en la celebración de los Fieles Difuntos.

Trabajos de intervención urbana:

Se proyectaron una serie de intervenciones tendientes a lograr la recuperación de este sistema de espacios, mediante el aporte de trabajo comunitario y por medio de Planes Sociales Nacionales gestionados por la Comisión Municipal. La Dirección Nacional de Arquitectura realiza el Proyecto y la Supervisión técnica y aporta parte de los materiales.

La propuesta consiste en recuperar el carácter central de la plaza, el paseo será empedrado y en el sector de la plaza, se procederá a realizar con piedras de colores un dibujo que representa a la Comunidad de Susques y recrea el carácter simbólico de los espacios de la iglesia con su atrio y capillas posas y las cuatro ermitas como límites del territorio y extremos de los brazos de una cruz. El círculo exterior, de tres metros de diámetro, recrea y define el espacio que habitualmente ocupan en la plaza los músicos y danzantes durante los bailes de Sikuris que se realizan en las festividades de la comunidad. Se recurrió a la tradición de los poyos o asientos de piedra perimetrales para definir espacialmente el ámbito de la plaza.

Los trabajos de empedrado artístico serán realizados por los alumnos del curso de Albañilería que se dicta en la Comisión Vecinal; a cargo del Sr. Ricardo Fernández.

Las Ermitas y sus senderos serán restauradas recuperando la terminación de revoque de barro pintado. En el caso de la ermita Sur, cuya demolición estaba prevista para realizar el nuevo acceso a Susques desde la ruta se logró detener los trabajos proyectando un sistema de contención mediante muros de piedra. La ermita del Este, que había sido cubierta por el aporte de arena del río, será reconstruida a una cota superior sobre el emplazamiento original.

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El Cementerio será restaurado con el aporte materiales a cargo de la Asociación Vecinal y con mano de obra de la Comisión Municipal. Se renovarán las cubiertas de guaya y los revoques de barro.

En cuanto a la arquitectura civil, se propone una nueva normativa que permita la conservación de las características edilicias, con especial énfasis en las calles Ribera y Belén, que mantienen sus características ambientales; en lo relativo a la altura de edificación, se propone mantener la construcción en una planta de modo de permitir el uso de patios asoleados y no alterar el paisaje urbano. Para las viviendas que sean revocadas y pintadas, se propone trabajar en una gama de colores terrosos, de tonos mas bajos que los de la arquitectura religiosa, pintando también las cubiertas de chapa, con el fin de recuperar la uniformidad cromática tradicional en la arquitectura de Susques.

Hasta el momento se ha realizado la restauración del pórtico de acceso al cementerio y de parte del cercado perimetral; en la plaza se han retirado los cordones cuneta del bulevard y se han instalado asientos de piedra canteada y luminarias.

La intervención en Rosario de Coyaguaima. ( Obra realizada por DNA, Fundación Antorchas y Comunidad Aborigen El Toro – Rosario de Susques)

La iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Coyaguaima, está ubicada en Rosario de Coyaguaima o Rosario de Susques, departamento de Susques, Provincia de Jujuy a 4760 m.s.n.m., en la denominada Puna Salada, de clima seco y árido, con temperaturas extremas de 30º C bajo cero en invierno.El antiguo poblado, hoy prácticamente desaparecido y habitado por una familia en forma temporal, debe su origen a la explotación de mineral aurífero, que se realizaba por el sistema de Piques y Galerías.

De esta actividad quedan testimonios en todo el sector, como las bocas de las galerías que según la tradición local se adjudican a los Jesuitas y se desarrollaban bajo el poblado, restos de hornos de fundición, canales de agua y ruinas de otros edificios distribuidos en la quebrada del Río Rosario. La actividad minera en la zona es actualmente limitada

La Iglesia, según la tradición local, habría sido construida en 1540 por los españoles que explotaban una mina de oro, quienes al encontrar una medalla de la Virgen del Rosario, la edificaron en su honor; habría sido bendecida por los Jesuitas y dado origen al nombre del lugar.

Por su parte los investigadores no han confirmado con certeza la existencia de esta iglesia mas allá de principios del S XVIII, debido a la dificultad para encontrar documentos a causa, en parte de los cambios de jurisdicciones y de nacionalidad de la zona, que siempre se mantuvo como un área marginal, vinculada al espacio atacameño.

La iglesia forma un conjunto con el cementerio y las casas del pueblo; responde al tipo que podemos denominar Atacameño, con la torre exenta y coronamiento guayado. Presenta la particularidad de estar cerrada por un doble recinto, el primero que define un atrio exterior hacia el frente de la iglesia; con un cementerio y la torre exenta y el segundo que rodea al conjunto definiendo una gran plaza anterior y cuatro capillas posas en las esquinas.

Todos los muros son de piedra y estuvieron antiguamente revocados con barro; las cubiertas son de guaya, terminación que también se aplica en el capitel de la torre y sobre los muretes perimetrales.

El interior de la nave tiene piso de tierra y los muros están decorados con pinturas decorativas, las llaves son de rollizos de sección variable y el techado es de cañizo, sobre el que se han colocado bolsas de plástico azul para proveer una aislación hidrófuga.

La iglesia y el poblado cobran vida con la festividad de la Virgen del Rosario en el mes de Octubre, para esa ocasión se realiza una peregrinación desde Susques y El Toro que reúne cerca de doscientas personas que permanecen tres días en el lugar, trasladándose con todo el equipamiento necesario, que incluye un generador de electricidad que es conectado en la iglesia o en las casas, según las actividades que se desarrollen.

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Los habitantes de estos poblados, se agrupan en dos Comunidades Aborígenes con sus correspondientes Personerías Jurídicas, la denominada de “Rosario de Coyaguaima -El Toro” y la de Susques (C.A.P.A.).

Estado Previo: La iglesia presentaba los deterioros naturales producidos como consecuencia de la falta de mantenimiento, desde una intervención de doce años atrás; el poblado, el cementerio y las instalaciones de explotación minera, que forman un conjunto con la iglesia, se encontraban en estado de abandono.

Criterios de la Intervención

Los trabajos realizados, implicaron la restauración integral de la iglesia y se operó parcialmente en los recintos exteriores. Se trabajó sobre una variedad de ítems desde reconstrucción de masa muraria de mampuestos de piedra, la ejecución de revoques de barro pintados a la cal, la reposición del torteado y guayado, la colocación de una membrana hidrófuga apropiada que no sea visible desde el interior de la nave, reemplazo de cañizo, la reposición de carpinterías de madera y de herrería, la restauración de las pinturas artísticas y la provisión de un sistema de iluminación, para reemplazar la instalación precaria previa y adecuando la conexión al generador.

Los trabajos fueron realizados por vecinos agrupados en la Comunidad de El Toro – Rosario de Susques, organizados en la Comisión Pro-Templo, lo cual formaba parte sustancial del proyecto al mantener el sistema de trabajo comunitario fomentando así la relación afectiva de apropiación de los pobladores con el patrimonio histórico.

Debido a la extrema aridez del lugar, algunos de los materiales debieron ser recolectados y trasladados desde otras partes, tal es el caso de la guaya, que ya no crece en la zona, los cueros de vacas para tientos, y las maderas y carpinterías, que al igual que el resto de los materiales de construcción estándar (instalación eléctrica, pintura, herramientas y andamios) fueron trasladados desde la ciudad de San Salvador de Jujuy.

TRABAJOS REALIZADOS.

Los trabajos de rehabilitación de la obra de referencia comenzaron a principios del mes de abril de 2002 estando a cargo de los mismos el Sr. Santos Cruz. La plantilla de personal ascendió a 16 operarios , el alojamiento se realizó en los locales del pueblo que fueron acondicionados a tal fin.

Entre fines de mayo y hasta mediados de septiembre, los trabajos de terminación fueron suspendidos ya que debido al rigor del clima invernal no se puede continuar con la obra hasta fines del mes de agosto.

1. Trabajos previos

Se procedió a reparar la acequia que provee agua al poblado, la que se debió mantener en servicio durante toda la obra y quedando en perfectas condiciones una vez concluidos los trabajos.

En los edificios existentes se dispuso de los locales necesarios para almacenar los materiales y herramientas destinados a la obra, los que tenían seguridad en los accesos. Se equipó los locales necesarios para alojar al personal que trabajó en la obra.

Se procedió al corte y acopio en atados de la guaya y cortadera para las cubiertas y muros, la adquisición de cañizo para reponer en sectores de la cubierta como también de los tres cueros que se prepararon para hacer los tientos.

2. Cubiertas

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Se procedió a desmontar el guayado, el torteado de barro y la aislación de plástico de las cubiertas de la iglesia y sacristía. Se reemplazó la estructura de cañizo por un sistema de entramado de tiento de cuero sobre el cual se extendió la paja chillagua de soporte para las capas de torteado, aislación y el guayado. Este sistema es el que existía en esta capilla antes de la última intervención.

3. Muros

Se procedió a recomponer los sectores desmoronados. Se niveló el contrafuerte de la iglesia y la terminación superior de los muretes se ejecutó como para recibir la torta y el guayado de protección; por pedido de la comunidad, se decidió modificar la terminación de adobes proyectada en los muros perimetrales siguiendo lo existente, ya que habría sido muy difícil su mantenimiento y se reemplazó por una terminación en alero de piedra laja.

4. Revoques

Se aplicaron revoques de barro sobre los muros de piedra tanto interior como exteriormente.

5. Carpintería

El objetivo del trabajo fue recuperar las carpinterías originales que habían sido reemplazadas, particularmente la puerta principal. En este caso las hojas de tipo pivotante habían sido reemplazadas en la década de 1980 por otras de bastidor y tableros con bisagras metálicas, la cerradura de tipo cajón y factura artesanal había sido reutilizada. En el marco de la puerta se conservaban el dintel y contracabezal de madera dura que habían contenido la puerta original, por lo que, se repuso una puerta pivotante según diseños de otras de la región, conservando la cerradura existente.

6. Pisos

Los pisos de tierra en el interior de la nave y en el atrio, fueron nivelados y apisonados.

7. Instalación eléctrica

Se realizó una instalación embutida, colocando artefactos pequeños tras las llaves de la cubierta, de manera de que no alterasen la percepción del espacio.

8. Pinturas

Respecto de las pinturas artísticas de los muros, actualmente se está realizando el relevamiento para su restauración que será realizada por un equipo al que se incorporará artistas y artesanos locales bajo la supervisión de un especialista.

9. Otros trabajos

En el curso de la obra surgieron algunos trabajos imprevistos, especialmente en el entorno de la iglesia, como movimiento de terreno y un sistema de drenaje sobre el lado norte del conjunto donde el murete perimetral está trabajando como contención de la pendiente del cerro.

Se optó también por destinar recursos al rescate de los restos de dos habitaciones desaparecidas que conformaban una calle de acceso al atrio desde el este. De la existencia de estas habitaciones se supo por testimonio de algunos de los pobladores. Estos locales, antes de la construcción del actual cementerio, habrían servido para recibir a los difuntos que eran trasladados desde el campo y dar alojamiento a sus deudos hasta realizar la inhumación. Se decidió dejar un testimonio de esta disposición recreciendo la altura del murete frontal en el tramo que correspondía a los edificios y descubriendo y exponiendo los cimientos de los locales para que se conserve la impronta de los mismos.

10. Investigaciones arqueológicas

En uno de los viajes de inspección se contó con la colaboración del arqueólogo Carlos Angiorama, investigador del CONICET y docente del Instituto de Arqueología y Museo de la UNT, quien realizó un levantamiento de datos (relevamiento fotográfico y métrico) de diversas instalaciones de las

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1er Seminario Exposición: “ LA TIERRA CRUDA EN LA CONSTRUCCIÓN DEL HABITAT

Conservación de Arquitectura de Tierra en la Puna de Atacama Pujal. Marinsalda, Nicolini, Demergassi, arquitectos

proximidades de la Iglesia de N.S. del Rosario y de otras del área de influencia con el fin de realizar estudios que brinden datos sobre la historia de los asentamientos de la zona.

Trabajos de Recuperación del Caserío (Obra realizada por DNA, Fundación Antorchas y Comunidad aborigen – El Toro – Rosario de Susques)

se aprovechó parte del material acopiado para renovar parcialmente la cubierta de paja de algunas habitaciones parroquiales del conjunto anexo; también se propuso recuperar los calvarios que definen los límites del territorio del poblado y realizar un acondicionamiento general del terreno retirando piedras y realizando trabajos de nivelación.

Se propuso también realizar una limpieza general del sitio y disponer de algunos pozos para depositar la basura que se produce durante las fiestas patronales y que actualmente se encuentra dispersa por toda el área.

Sustentabilidad de la intervención

Una vez concluidos los trabajos, comienza nuevamente el proceso natural de envejecimiento del edificio, en primer lugar el lavado del barro que inicialmente cubre la paja de la cubierta, quedando éstas, al final del primer verano con la guaya limpia a la vista y los muros teñidos por las salpicaduras del barro caído de las cubiertas. Se estima un plazo natural de 6 a 8 años para proceder a un repajado de las cubiertas, procedimiento que puede repetirse hasta tres veces, completando cuatro capas como se encontraba la iglesia de Susques al momento de realizar la presente intervención.

LOS TRABAJOS, FUERON REALIZADOS POR HOMBRES Y MUJERES DE LAS COMUNIDADADES ABORIGENES DE SUSQUES Y ROSARIO DE COYAGUAIMA SIGUIENDO LAS TRADICIONES LOCALES.