cooperación y competencia en los niños

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cooperación y competencia

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Cooperacin y Competencia en los Nios: el papel de las habilidades no-cognitivas en la acumulacin de capital humano y capital social desde las edades tempranasby JUAN CAMILO CRDENAS on 29 MARZO, 2011 12 COMMENTSLa acumulacin de habilidades cognitivas y no-cognitivas a lo largo de la vida contina recibiendo atencin en la literatura sobre formacin de capital humano. La evidencia contina sugiriendo que tanto las habilidades cognitivas (particularmente medidas a travs del IQ) como las habilidades no-cognitivas (e.g. preferencias inter-temporales y por el riesgo, la autoestima, el autocontrol, la perseverancia, sociabilidad), tienen un impacto duradero en salarios y otros logros de los individuos (Heckman, 2006). Ms an, la complementariedad de estos dos tipos de habilidades tambin hace parte de los argumentos a favor de trabajar en la promocin de unas y otras desde las etapas tempranas (Cunha et.al, 2010).

Sin embargo, el papel de las preferencias sociales en la formacin de capital humano, y principalmente en nios, apenas comienza a concentrar la atencin de investigadores.

El propsito de este post es abrir una discusin sobre el papel que pueda jugar la formacin de habilidades no-cognitivas en las edades tempranas, en particular aquellas asociadas al comportamiento pro-social, y los desafos para hacerlo.

Pongmoslo de esta manera: Imagine que el profesor de matemticas de su hijo o hija de 10 aos hace una actividad en la que cada nio debe resolver el nmero mximo posible de operaciones matemticas en 3 minutos. El profesor le da la posibilidad a los nios de hacerlo individualmente y obtener 1 punto por respuesta correcta, o de participar en una competencia en la que va a seleccionar parejas al azar, y comparar las respuestas correctas. Quien obtenga ms respuestas correctas de esa pareja ganar 2 puntos por respuesta correcta, y quien tenga menos, obtendr 0 puntos.

En otra clase el profesor les asigna a los nios una tarea de un nivel alto de dificultad para el da siguiente y da la opcin de evaluar el resultado en parejas o de manera individual. Si la tarea se entrega en parejas el profesor asignar la nota promedio de las dos respuestas. Los nios estn en libertad de trabajar por su cuenta o con su pareja asignada.

En el primer caso el mecanismo de evaluacin genera mayores incentivos para quienes sean mas competitivos y con mayor confianza en si mismos. En el segundo caso el sistema desincentiva el esfuerzo individual pero incentiva el esfuerzo de trabajar en grupo y complementar los conocimientos y habilidades de la pareja.

Su hijo quiere un consejo para cada caso. Ser mejor que entre a la competencia en la prueba de matemticas? Este es el clsico problema de incentivos al esfuerzo y la comparacin entre sistemas de piece-rate o de tournament. Usted puede sofisticar el anlisis y preguntarse por la posicin relativa de su hijo en la distribucin y as mejorar su prediccin de que va a obtener ms puntos y un incentivo mayor a obtener ms puntos en matemticas.

Ahora viene la otra pregunta. Le recomienda a su hijo que se rena con el otro estudiante para trabajar juntos en la tarea? Los costos de coordinacin y logstica son claros y reales, y probablemente lo incluyen a Usted que tendr que usar algn medio de transporte para cruzar la ciudad y reunir a los dos nios. Por el lado de los beneficios, hay varios incentivos de lado y lado. Si el otro estudiante es bueno, su hijo puede mejorar por dos vas. Una, a travs del promedio que obtenga, la otra, por el aprendizaje adicional de trabajar juntos en la tarea. Sin embargo est el otro tipo de incentivos perversos al free-riding. El otro estudiante puede reducir el esfuerzo esperando mejorar su promedio a partir del esfuerzo de su hijo. An bajo el supuesto de que el otro estudiante tiene menores habilidades acadmicas, le interesara a su hijo compartir sus conocimientos con otro estudiante y as mejorar el rendimiento del otro, incluso a un costo personal?.

Curiosamente poco sabemos en nuestra disciplina sobre el comportamiento de los nios frente a situaciones ante incertidumbre, la competencia o frente a la cooperacin o al altruismo. Hasta donde tengo entendido muy pocos estudios sobre comportamiento econmico se han hecho en poblaciones infantiles en la regin Latinoamericana. Incluso cabe la pregunta, es necesario y til hacerlos?

Afortunadamente la sicologa social y experimental ha contribuido enormemente a construir espacios conceptuales para enfrentar estas preguntas. Las conexiones entre los factores sicolgicos de la personalidad y los resultados econmicos para las personas a lo largo de su vida estn surgiendo en la literatura dentro de marcos que permiten el anlisis econmico (Borghans et.al. 2008).

Una de las taxonomas mas usadas en esta literatura, los Cinco Grandes (o Big Five) recoge un buen paquete de habilidades no-cognitivas que se vienen estudiando para explorar sus impactos sobre varios indicadores de bienestar econmico de los individuos. Estos cinco factores (Extraversion, Agreeableness, Conscientiousness, Emotional stability, and Intelect or Openess) incluyen (subrayado) el elemento sobre el que quiero enfocar la reflexin sobre la sociabilidad humana. All los expertos desde la sicologa han incluido factores como la naturaleza bondadosa, la disposicin a cooperar, o la confiabilidad y capacidad para confiar[1] .

En estos elementos de pro-socialidad o de orientaciones inter-personales encontramos una serie de fenmenos de las preferencias de los humanos (Van Lange et.al 2007) que surgen de funciones de utilidad interdependientes que pueden ir desde la envidia, pasando por el mutualismo o el altruismo y hasta la competencia, todas ellas sustentadas en modelos diferentes al del homo-economicus donde solo el consumo personal privado produce utilidad.

Con el nimo de aproximarnos a estas preferencias sociales, realizamos recientemente una serie de experimentos sobre competencia y cooperacin entre un grupo de mas de 1,200 nios entre 9 y 11 aos en Suecia y Colombia con resultados que abren preguntas interesantes sobre el papel de la formacin de estas habilidades no-cognitivas en las edades tempranas de la vida.

En un grupo de experimentos expusimos a estos nios a sistemas de competencia en actividades fsicas (saltar lazo y correr) y cognitivas (matemticas y bsqueda de palabras o sopas de letras). En una primera etapa deban saltar la mayor cantidad de veces seguidas posible, o correr una distancia de 13 metros en el menor tiempo posible. En la siguiente etapa del experimento asignbamos la misma tarea en parejas y contabilizbamos de nuevo su desempeo. Para el caso de las tareas cognitivas, los nios deban contestar de manera correcta la mayor cantidad de operaciones matemticas o encontrar la mayor cantidad de palabras, en un tiempo determinado. A continuacin les ofrecimos otra serie de estas tareas y se les anunci que se iban a asignar parejas al azar. Quien en la pareja obtuviera la mayor cantidad de puntos doblaba sus puntos ganados y quien obtuviera la menor no ganaba puntos. En una tercera ronda se les ofreci escoger una de las dos modalidades (piece-rate o tournament). Pudimos encontrar que tanto en Suecia como en Colombia apenas un tercio de los nios prefiri el sistema de torneo y los dems nios prefirieron el sistema de puntos individuales. En una ltima tarea aplicada a todos los nios realizamos una tarea, de nuevo bajo incentivos como las anteriores, sobre aversin al riesgo.

Algunas diferencias por genero comenzaron a mostrar patrones interesantes de diferencias y similitudes entre dos pases con sistemas culturales bastante diferentes, y sobre niveles de equidad de gnero tambin distantes (Ver Cardenas et.al 2011). Encontramos que ambos pases los nios son mas tolerantes al riesgo que las nias. En las tareas de competitividad vimos igual tendencia a mejorar bajo los incentivos de competencia, aunque los nios fueron mas propensos a escoger la competencia de tournament frente a la de piece rate si se compara con las nias.

Cooperacin.

Otra tarea que incluimos en estos experimentos exploraba la disposicin a cooperar en estos mismos grupos. En el juego de cooperacin parejas de nios deban correr la misma distancia hasta un lugar donde haba 10 pelotas para cada uno, de diferente color. En cada viaje deban traer una pelota y depositarla en uno de dos recipientes. Si la depositaban en su recipiente privado, el nio o nia ganaba 3 puntos. Si la depositaba en un recipiente comn, cada nio ganaba 2 puntos. Claramente tenemos un dilema de los prisioneros o de bienes pblicos. Los dos nios estaran mejor si deposita cada uno sus 10 pelotas en el recipiente comn obteniendo cada uno 40 puntos, pero el incentivo a depositar sus pelotas en el privado continuaba siendo una estrategia dominante.

Los datos mostraron patrones similares en la distribucin bimodal (ver grfico abajo), con una fraccin sustancial de nios depositando todas sus pelotas en el recipiente privado y otra fraccin importante en el comn y menos nios distribuyendo en uno y otro, como muestra la figura. El caso Colombiano fue mas extremo en las decisiones localizadas en estas soluciones de esquina (Por ah alguien hablara del slogan de Colombia es Pasin pero es una especulacin que merece ser explorada antes de ser ofrecida como explicacin).

Los resultados que hemos encontrado sugieren que no hay diferencias en el promedio de cooperacin, pero si encontramos una diferencia de gnero que vale la pena explorar en mayor profundidad. Encontramos que en general las nias parecieran mas propensas a cooperar con otros del gnero opuesto, y al explorar diferencias entre pases, vemos que los nios en Suecia son menos propensos a cooperar que las nias mientras que en Colombia el efecto es exactamente el contrario, despus de controlar por varios factores en nuestro anlisis de regresin.

Borghans .al (2008) resalta la necesidad de explorer el papel que pueden jugar estos atributos y habilidades no cognitivas: Both economists and psychologists estimate preference parameters such as time preference, risk aversion, altruism, and, more recently, social preferences, to explain the behaviors of individuals. The predictive power of these preference parameters, their origins and the stability of these parameters over the lifecycle, are less well understood and are actively being studied. Dohmen et al. (2008) muestran avances sobre la relacin entre elementos como la confianza y la reciprocidad y los atributos de personalidad medidos con los Cinco Grandes ( Big Five).

Cierro con una pregunta sobre el papel que puedan jugar estas habilidades no cognitivas en el camino de construccin de la productividad econmica en sectores en donde estos nios se van a desempear. Un estudio reciente de Waldfogel (2011) sugiere que contrario a las predicciones de la industria musical, la oferta de produccin musical no parece haber cado debido a la innovacin tecnolgica post-napster de compartir msica. Los msicos siguen produciendo msica y sta se sigue oyendo. Las arcas de los grandes distribuidores de msica si han cado. Esta oferta est basada en el uso de redes sociales, colaboracin, donacin de tiempo y creatividad, y en contratos no formales y no vinculantes por fuera del mercado laboral tradicional.

Cules son las habilidades no cognitivas que requieren las nuevas generaciones para mantener la innovacin en una economa en que los rendimientos crecientes en la produccin, los costos marginales de (re) produccin tienden a cero, y donde la produccin de bienes y servicios puede tambin basarse en la colaboracin derivada del altruismo, la confianza y la accin colectiva (Benkler, 2006)?

Es posible que su respuesta dependa tambin de su respuesta a la consulta de su hijo de 10 aos, o de su hija! sobre las propuesta de los profesores para evaluar las tareas.

Cooperacin y Competencia en los Nios: el papel de las habilidades no-cognitivas en la acumulacin de capital humano y capital social desde las edades tempranasbyJUAN CAMILO CRDENASon29 MARZO, 201112 COMMENTSLa acumulacin de habilidades cognitivas y no-cognitivas a lo largo de la vida contina recibiendo atencin en la literatura sobre formacin de capital humano. La evidencia contina sugiriendo que tanto las habilidades cognitivas (particularmente medidas a travs del IQ) como las habilidades no-cognitivas (e.g. preferencias inter-temporales y por el riesgo, la autoestima, el autocontrol, la perseverancia, sociabilidad), tienen un impacto duradero en salarios y otros logros de los individuos (Heckman, 2006). Ms an, la complementariedad de estos dos tipos de habilidades tambin hace parte de los argumentos a favor de trabajar en la promocin de unas y otras desde las etapas tempranas (Cunha et.al, 2010).Sin embargo, el papel de las preferencias sociales en la formacin de capital humano, y principalmente en nios, apenas comienza a concentrar la atencin de investigadores.El propsito de este post es abrir una discusin sobre el papel que pueda jugar la formacin de habilidades no-cognitivas en las edades tempranas, en particular aquellas asociadas al comportamiento pro-social, y los desafos para hacerlo.Pongmoslo de esta manera: Imagine que el profesor de matemticas de su hijo o hija de 10 aos hace una actividad en la que cada nio debe resolver el nmero mximo posible de operaciones matemticas en 3 minutos. El profesor le da la posibilidad a los nios de hacerlo individualmente y obtener 1 punto por respuesta correcta, o de participar en una competencia en la que va a seleccionar parejas al azar, y comparar las respuestas correctas. Quien obtenga ms respuestas correctas de esa pareja ganar 2 puntos por respuesta correcta, y quien tenga menos, obtendr 0 puntos.En otra clase el profesor les asigna a los nios una tarea de un nivel alto de dificultad para el da siguiente y da la opcin de evaluar el resultado en parejas o de manera individual. Si la tarea se entrega en parejas el profesor asignar la nota promedio de las dos respuestas. Los nios estn en libertad de trabajar por su cuenta o con su pareja asignada.En el primer caso el mecanismo de evaluacin genera mayores incentivos para quienes sean mas competitivos y con mayor confianza en si mismos. En el segundo caso el sistema desincentiva el esfuerzo individual pero incentiva el esfuerzo de trabajar en grupo y complementar los conocimientos y habilidades de la pareja.Su hijo quiere un consejo para cada caso. Ser mejor que entre a la competencia en la prueba de matemticas? Este es el clsico problema de incentivos al esfuerzo y la comparacin entre sistemas de piece-rate o de tournament. Usted puede sofisticar el anlisis y preguntarse por la posicin relativa de su hijo en la distribucin y as mejorar su prediccin de que va a obtener ms puntos y un incentivo mayor a obtener ms puntos en matemticas.Ahora viene la otra pregunta. Le recomienda a su hijo que se rena con el otro estudiante para trabajar juntos en la tarea? Los costos de coordinacin y logstica son claros y reales, y probablemente lo incluyen a Usted que tendr que usar algn medio de transporte para cruzar la ciudad y reunir a los dos nios. Por el lado de los beneficios, hay varios incentivos de lado y lado. Si el otro estudiante es bueno, su hijo puede mejorar por dos vas. Una, a travs del promedio que obtenga, la otra, por el aprendizaje adicional de trabajar juntos en la tarea. Sin embargo est el otro tipo de incentivos perversos alfree-riding. El otro estudiante puede reducir el esfuerzo esperando mejorar su promedio a partir del esfuerzo de su hijo. An bajo el supuesto de que el otro estudiante tiene menores habilidades acadmicas, le interesara a su hijo compartir sus conocimientos con otro estudiante y as mejorar el rendimiento del otro, incluso a un costo personal?.Curiosamente poco sabemos en nuestra disciplina sobre el comportamiento de los nios frente a situaciones ante incertidumbre, la competencia o frente a la cooperacin o al altruismo. Hasta donde tengo entendido muy pocos estudios sobre comportamiento econmico se han hecho en poblaciones infantiles en la regin Latinoamericana. Incluso cabe la pregunta, es necesario y til hacerlos?Afortunadamente la sicologa social y experimental ha contribuido enormemente a construir espacios conceptuales para enfrentar estas preguntas. Las conexiones entre los factores sicolgicos de la personalidad y los resultados econmicos para las personas a lo largo de su vida estn surgiendo en la literatura dentro de marcos que permiten el anlisis econmico (Borghans et.al. 2008).Una de las taxonomas mas usadas en esta literatura, los Cinco Grandes (o Big Five) recoge un buen paquete de habilidades no-cognitivas que se vienen estudiando para explorar sus impactos sobre varios indicadores de bienestar econmico de los individuos. Estos cinco factores(Extraversion,Agreeableness, Conscientiousness, Emotional stability, and Intelect or Openess)incluyen (subrayado) el elemento sobre el que quiero enfocar la reflexin sobre la sociabilidad humana. All los expertos desde la sicologa han incluido factores como la naturaleza bondadosa, la disposicin a cooperar, o la confiabilidad y capacidad para confiar[1].En estos elementos de pro-socialidad o de orientaciones inter-personales encontramos una serie de fenmenos de las preferencias de los humanos (Van Lange et.al 2007) que surgen de funciones de utilidad interdependientes que pueden ir desde la envidia, pasando por el mutualismo o el altruismo y hasta la competencia, todas ellas sustentadas en modelos diferentes al del homo-economicus donde solo el consumo personal privado produce utilidad.Con el nimo de aproximarnos a estas preferencias sociales, realizamos recientemente una serie de experimentos sobre competencia y cooperacin entre un grupo de mas de 1,200 nios entre 9 y 11 aos en Suecia y Colombia con resultados que abren preguntas interesantes sobre el papel de la formacin de estas habilidades no-cognitivas en las edades tempranas de la vida.En un grupo de experimentos expusimos a estos nios a sistemas de competencia en actividades fsicas (saltar lazo y correr) y cognitivas (matemticas y bsqueda de palabras o sopas de letras). En una primera etapa deban saltar la mayor cantidad de veces seguidas posible, o correr una distancia de 13 metros en el menor tiempo posible. En la siguiente etapa del experimento asignbamos la misma tarea en parejas y contabilizbamos de nuevo su desempeo. Para el caso de las tareas cognitivas, los nios deban contestar de manera correcta la mayor cantidad de operaciones matemticas o encontrar la mayor cantidad de palabras, en un tiempo determinado. A continuacin les ofrecimos otra serie de estas tareas y se les anunci que se iban a asignar parejas al azar. Quien en la pareja obtuviera la mayor cantidad de puntos doblaba sus puntos ganados y quien obtuviera la menor no ganaba puntos. En una tercera ronda se les ofreci escoger una de las dos modalidades (piece-rate o tournament). Pudimos encontrar que tanto en Suecia como en Colombia apenas un tercio de los nios prefiri el sistema de torneo y los dems nios prefirieron el sistema de puntos individuales. En una ltima tarea aplicada a todos los nios realizamos una tarea, de nuevo bajo incentivos como las anteriores, sobre aversin al riesgo.Algunas diferencias por genero comenzaron a mostrar patrones interesantes de diferencias y similitudes entre dos pases con sistemas culturales bastante diferentes, y sobre niveles de equidad de gnero tambin distantes (VerCardenas et.al 2011). Encontramos que ambos pases los nios son mas tolerantes al riesgo que las nias. En las tareas de competitividad vimos igual tendencia a mejorar bajo los incentivos de competencia, aunque los nios fueron mas propensos a escoger la competencia detournamentfrente a la depiece ratesi se compara con las nias.

Cooperacin.Otra tarea que incluimos en estos experimentos exploraba la disposicin a cooperar en estos mismos grupos. En el juego de cooperacin parejas de nios deban correr la misma distancia hasta un lugar donde haba 10 pelotas para cada uno, de diferente color. En cada viaje deban traer una pelota y depositarla en uno de dos recipientes. Si la depositaban en su recipiente privado, el nio o nia ganaba 3 puntos. Si la depositaba en un recipiente comn, cada nio ganaba 2 puntos. Claramente tenemos un dilema de los prisioneros o de bienes pblicos. Los dos nios estaran mejor si deposita cada uno sus 10 pelotas en el recipiente comn obteniendo cada uno 40 puntos, pero el incentivo a depositar sus pelotas en el privado continuaba siendo una estrategia dominante.Los datos mostraron patrones similares en la distribucin bimodal (ver grfico abajo), con una fraccin sustancial de nios depositando todas sus pelotas en el recipiente privado y otra fraccin importante en el comn y menos nios distribuyendo en uno y otro, como muestra la figura. El caso Colombiano fue mas extremo en las decisiones localizadas en estas soluciones de esquina (Por ah alguien hablara del slogan deColombia es Pasinpero es una especulacin que merece ser explorada antes de ser ofrecida como explicacin).Los resultados que hemos encontrado sugieren que no hay diferencias en el promedio de cooperacin, pero si encontramos una diferencia de gnero que vale la pena explorar en mayor profundidad. Encontramos que en general las nias parecieran mas propensas a cooperar con otros del gnero opuesto, y al explorar diferencias entre pases, vemos que los nios en Suecia son menos propensos a cooperar que las nias mientras que en Colombia el efecto es exactamente el contrario, despus de controlar por varios factores en nuestro anlisis de regresin.

Borghans .al (2008) resalta la necesidad de explorer el papel que pueden jugar estos atributos y habilidades no cognitivas: Both economists and psychologists estimate preference parameters such as time preference, risk aversion, altruism, and, more recently, social preferences, to explain the behaviors of individuals.The predictive power of these preference parameters, their origins and the stability of these parameters over the lifecycle, are less well understood and are actively being studied.Dohmen et al. (2008) muestran avances sobre la relacin entre elementos como la confianza y la reciprocidad y los atributos de personalidad medidos con los Cinco Grandes ( Big Five).Cierro con una pregunta sobre el papel que puedan jugar estas habilidades no cognitivas en el camino de construccin de la productividad econmica en sectores en donde estos nios se van a desempear. Un estudio reciente deWaldfogel (2011)sugiere que contrario a las predicciones de la industria musical, la oferta de produccin musical no parece haber cado debido a la innovacin tecnolgica post-napster de compartir msica. Los msicos siguen produciendo msica y sta se sigue oyendo. Las arcas de los grandes distribuidores de msica si han cado. Esta oferta est basada en el uso de redes sociales, colaboracin, donacin de tiempo y creatividad, y en contratos no formales y no vinculantes por fuera del mercado laboral tradicional.Cules son las habilidades no cognitivas que requieren las nuevas generaciones para mantener la innovacin en una economa en que los rendimientos crecientes en la produccin, los costos marginales de (re) produccin tienden a cero, y donde la produccin de bienes y servicios puede tambin basarse en la colaboracin derivada del altruismo, la confianza y la accin colectiva (Benkler, 2006)?Es posible que su respuesta dependa tambin de su respuesta a la consulta de su hijo de 10 aos, o de su hija! sobre las propuesta de los profesores para evaluar las tareas.Bibliografa.Benkler, Yochai (2006) The Wealth of Networks: How Social Production Transforms Markets and Freedom. Yale University Press, yhttp://cyber.law.harvard.edu/wealth_of_networks/Main_PageBorghans, L, Angela Lee Duckworth, James J. Heckman, and Bas ter Weel. The Economics and Psychology of Personality Traits. NBER Working Paper No. 13810. February 2008Crdenas, Juan-Camilo & Dreber, Anna & von Essen, Emma & Ranehill, Eva, 2010. Gender Differences in Competitiveness and Risk Taking: Comparing Children in Colombia and Sweden, Research Papers in Economics 2010:18, Stockholm University, Department of Economics.http://ideas.repec.org/p/hhs/sunrpe/2010_0018.html