contenido - nl.gob.mx · jorge abelardo ramírez garibay. juan antonio rodríguez gonzález manuel...

// CONTENIDO

Violeta, por una cultura de igualdad. Revista trimestral, septiembre de 2013. Editora responsable: Guadalupe Elósegui Martínez. Número de Certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor: 04-2010-101913251000-102. Número de Certificado de Licitud de Título y Contenido, de la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación: No. 15115. Domicilio de la Publicación: Morelos No. 877 Oriente, Centro C. P. 64000, Monterrey, N.L. México. Impresos Tecnográficos, Porfirio Díaz 524 Sur, Monterrey, N.L., C.P. 64000. Distribuidor: Instituto Estatal de las Mujeres, Morelos No. 877 Oriente, Centro C. P. 64000, Monterrey, N.L. México. Las opiniones aquí vertidas no reflejan necesariamente la postura de la institución. Violeta se reserva los derechos de los artículos que publica, pueden reproducirse dando el correspondiente crédito autoral y de la publicación.

ENTÉRATEPresentan las memorias del camino a la igualdad

Propone Peña Nieto la paridad en política

Panorama político nacional de las mujeres

CONOCE TUS DERECHOSLos derechos políticos de las mexicanas

LAS OTRAS VOCESDe lo local al Senado, por la Senadora Ivonne Álvarez

Una de seis... todavía. Reflexiones de una exgobernadora,por Dulce María Sauri

Retos y desafíos de las mujeres en México como constructoras de la democracia, por Blanca Rocío Carranza

3

4

5

6

8

10

12

DESDE LA CÁMARAEl empoderamiento político de las mujeres en México por Dip. Fed. Verónica Sada

PARA SABERLa búsqueda de la igualdad de género por Dip. Fed. Ruth Zavaleta

DESDE LAS INSTITUCIONESLas arcas rotas, por Miriam Hinojosa Dieck

ESPACIO CULTURALSección a cargo de Minerva Margarita Villarreal

DESDE LA REDACCIÓNEl Instituto informa de sus actividades

60 AÑOS DE LA CIUDADANÍA PLENA

Cronología del voto de las mujeres

Reflexiones a 60 años del voto de la mujeren México por Araceli Frías y Luigui Villegas

14

18

19

21

23

25

31

14

3

4

EDITORIAL //

INSTITUTO ESTATAL DE LAS MUJERESNUEVO LEÓNMaría Elena Chapa H.

Presidenta Ejecutiva

María del Refugio Avila

Secretaria Ejecutiva

María del Consuelo Chapa

Directora Operativa de ProgramasAño 9 ∙ No.13

Septiembre 2013

CONSEJO DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA 2013 ∙ 2014

Luz Natalia Berrún CastañónPresidenta

Aurora Esquivel ZamoraVicepresidenta

Alba Tamara Anaya RodríguezAntonio Estrada Villarreal

Elsa Aguirre GarcíaJorge Abelardo Ramírez Garibay

Juan Antonio Rodríguez GonzálezManuel Aguilar Goytia

María del Carmen Peña DoradoMartha Corrales Estrada

COMITÉ EDITORIALAna Portnoy

Francisco Gómez H.Gerardo Cantú

Javier SepúlvedaJorge VillegasKaren Batres

Leopoldo EspinosaLucinda Sepúlveda

María Luisa MartínezMinerva Margarita Villarreal

JUNTA DE GOBIERNOLic. Rodrigo Medina de la Cruz

Gobernador Constitucional del EstadoSra. Gretta Salinas de Medina

Invitada especialLic. Álvaro Ibarra Hinojosa

Gral. Alfredo Gómez FloresLic. Adrián de la Garza Santos

C.P. Rodolfo Gómez AcostaLic. Juana Aurora Cavazos Cavazos

Dr. Jesús Zacarías Villarreal PérezIng. José Antonio González Treviño

Lic. Federico Vargas RodríguezC.P. José Ramón Carrales Batres

INVITADAS PERMANENTESDip. Carolina María Garza Guerra

Magda. María Inés Pedraza Montelongo

INVITADOS ESPECIALESIng. Jorge Domene Zambrano

Lic. Karla Morales PonceLic. Melody Falcó Díaz

Lic. Héctor Morales Rivera

VIOLETAGuadalupe ElóseguiEditora responsableSonia Borjas Co editoraMargarita Flores Diseño y diagramaciónFotografía de portadapicstopin.com

2 VIOLETA SEPTIEMBRE 2013

Que se cumplan 60 años del decreto del 17 de octubre de 1953 que otorga la ciudadanía plena de las mujeres mexicanas no es un asunto menor. Que podamos votar para elegir a nuestros representantes y gobernantes y que puedan votar por nosotras, llena de historia las páginas de VIOLETA.

Es un hecho trascendente, democrático y de justicia social. Es también un derecho humano; el derecho a participar en las actividades políticas como candidatas a cargos de elección popular… y a tomar decisiones sobre la vida nacional y local es recibir un trato igualitario de mínimo reconocimiento a las aportaciones que las mujeres hacemos a la sociedad en su conjunto. Los derechos político-electorales se inscriben ya en el ejercicio cotidiano.

Cuando revisamos los diez considerandos del decreto del artículo 34 encontramos que suscribe la participación de las mujeres en la política equiparable a los derechos cívicos, que se reconoce la plenitud de los derechos y que otorga igualdad de condiciones para votar y ser votada en las elecciones pidiéndoles los mismos requisitos que los hombres para las candidaturas. Tenemos pues, la ciudadanía plena.

La revista en este número 13 presenta en su contenido voces plurales y reflexiones, escriben en ella Ivonne Álvarez, Dulce María Sauri, Blanca Rocío Carranza, Verónica Sada, Ruth Zavaleta y Miriam Hinojosa. Desde diversas ópticas abordan el significado de los 60 años del voto. Tiene también un panorama nacional y local de la presencia de las mujeres en el quehacer político y algunos eventos realizados por la institución. Destaco la presencia de la Dra. Amelia Valcárcel, la solicitud de paridad que el presidente Enrique Peña Nieto hiciera y enviara al Senado y la iniciativa que los integrantes del Consejo de Participación Ciudadana, exconsejeros y comités presentaron el 15 del presente en la oficialía del Congreso del Estado.

La paridad política (50-50) oferta al país el reconocimiento de las mujeres y los hombres en plenitud de sus oportunidades, en condiciones de igualdad en las contiendas electorales, es una propuesta de gran alcance equivalente a la que se plasmó hace 60 años al reconocer la ciudadanía plena. Para la Junta de Gobierno y el Consejo de Participación Ciudadana es un gusto presentarles esta revista, que la disfruten.

María Elena Chapa H.Presidenta Ejecutiva del IEMNL

SEMINARIONI MÁS, NI MENOS: ¿IGUALES?

Memorias

// ENTÉRATE

Presentan las memorias del camino a la igualdad

En la conmemoración del reconocimiento de la ciudadanía plena de las mujeres en México, el Instituto Estatal de las Mujeres de Nuevo León presentó el libro Memorias

del Seminario Ni más, ni menos: ¿Iguales?, el cual compendia las reflexiones de las filósofas Amelia Valcárcel y Alicia Miyares, y de Adriana Ortiz-Ortega, Dulce María Sauri y Marcela Lagarde vertidas en las jornadas académicas realizadas en febrero pasado en el Aula Magna del Colegio Civil de la UANL.

Encabezaron dicha conmemoración la Sra. Gretta Salinas de Medina, presidenta del Patronato DIF Estatal, el Dr. Jesús Ancer, rector de la Universidad Autónoma de Nuevo León, la presidenta del IEMujeres de Nuevo León, María Elena Chapa, la filósofa Amelia Valcárcel y las politólogas y catedráticas Adriana Ortiz-Ortega y Dulce María Sauri, quienes realizaron los comentarios sobre este libro, indispensable para comprender el avance de las mujeres a través de su lucha por la igualdad de derechos. Como invitada especial acudió Ana Güezmes, representante de ONUMujeres México, quien mencionó: “La plena participación del liderazgo de las mujeres en pie de igualdad ya no es una opción, es una necesidad, una obligación jurídica y una obligación ciudadana urgente”. Luego de escuchar el videomensaje de la Lic. Lorena Cruz Sánchez, presidenta de INMUJERES, la filósofa española

Valcárcel refrendó su visión acerca de la democracia y las mujeres.“La agenda de las mujeres está todavía abierta en algunas páginas, no nos conviene ya ser tan pacientes y recordarle a la democracia todo lo que nos debe”, expresó.

Por su parte, la Dra. Ortiz-Ortega mencionó que las discusiones contenidas en este libro, coeditado por el IEMujeres y la Facultad de Filosofía y Letras de la UANL, colocan a las mujeres en una interlocución como sujetas.

La maestra Sauri Riancho reconoció que “los contenidos del Seminario, que se recogen en este tomo, son palabras puestas a disposición del porvenir”.

Finalmente, en su intervención el rector de la máxima casa de estudios nuevoleonesa destacó la importancia de las aportaciones de las mujeres a la sociedad: “la mitad de nuestro alumnado son mujeres, por ello me enorgullece anunciar la creación de la Maestría en Género y Políticas Públicas en esta Universidad, que dará mayor impulso a la igualdad”.

El libro está disponible sin costo en el IEMujeres, Tel. 2020 9773 Ext. 109

SEPTIEMBRE 2013 VIOLETA 3


ENTÉRATE //

Propone Peña Nieto la paridad en políticaEl Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, firmó una iniciativa de reforma al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe), la cual obliga a los partidos políticos a que las mujeres ocupen 50 por ciento de las candidaturas a diputaciones federales y a senadurías.

En la iniciativa se establece también que en dichas candidaturas las suplentes también sean mujeres, “evitando así la simulación que atenta contra la igualdad”.

“No tengo duda de que va a ser algo que será aprobado fácilmente, porque hay muchas mujeres y porque, además, hay muchos que apoyamos y respaldamos a las mujeres. Vamos un paso más allá de los que ya se dieron en el pasado para lograr esta igualdad”, indicó.

Este anuncio lo hizo el presidente al encabezar la ceremonia conmemorativa del 60 aniversario del Voto de las Mujeres en México.

Afirmó que “por primera vez en nuestra historia, la perspectiva de género se ha inscrito como una estrategia transversal del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018. Esto significa que en todos los programas y políticas públicas estén explícitas la perspectiva de género y las acciones afirmativas, a fin de fortalecer la igualdad entre los hombres y las mujeres”.

Para impulsar en definitiva los derechos políticos de las mujeres y poner fin al rezago que ubica a Nuevo León en el último lugar de la República en el acceso a las oportunidades políticas para las mujeres, integrantes del Consejo de Participación Ciudadana del IEM presentaron ante la oficialía del Congreso estatal una iniciativa de 10 reformas a la Ley Electoral del Estado para incluir en ésta la paridad.

Se propone adicionar y/o modificar disposiciones de la normativa electoral estatal, entre ellas: agregar el principio de igualdad de género en el acceso a cargos públicos, que en los estatutos de los partidos haya disposiciones internas en materia de igualdad.

Asimismo, para garantizar la igualdad de género en órganos de dirección, en candidaturas a diputaciones, alcaldías, regidurías. Interesante también, es la propuesta para que en la Comisión Estatal Electoral no haya más de tres comisionados del mismo género, se observe la alternancia y que en el caso de las Comisiones Municipales Electorales, no excedan de dos de un mismo género.

Es clara la propuesta de que las solicitudes de registro para presidencias municipales, regidurías y sindicaturas tengan un 50% de propietarios de un mismo género, y las candidaturas a diputaciones locales deben incluir un 50% de propietarios de un mismo género, con suplentes del mismo género.

Se contempla que para el registro de candidaturas se cumpla el principio de igualdad de género, proporcionalidad y alternancia.

En caso de incumplimiento de la igualdad de género, en 48 horas rectificará sus solicitudes de registro y se hará una amonestación pública, se otorgarán 24 horas más para el cumplimiento y en caso de reincidencia, se negará el registro de dichas candidaturas. Y finalmente, en la elección de magistrados electorales se observe la igualdad de género.

Ciudadanía impulsa la igualdad política en NL

Manuel Aguilar Goytia, consejero ciudadano, presentó la iniciativa.

En México a partir del reconocimiento de la ciudadanía plena, las mujeres han participado en la vida política del país en los tres ámbitos de gobierno:

federal, estatal y municipal, y en los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Seis décadas de intentos por llevar a las mujeres a los más altos cargos de toma de decisiones políticas, arrojan estos resultados:

PODER EJECUTIVO FEDERALActualmente solo 3 mujeres ocupan una cartera ministerial o secretarial: Rosario Robles en Desarrollo Social, Mercedes Juan López en la Secretaría de Salud y en Turismo, Claudia Ruiz Massieu.

Únicamente 5 mujeres han sido candidatas a la Presidencia de la República: Rosario Ibarra de Piedra (1982 y 1988), por el Partido Revolucionario de los Trabajadores; Cecilia Soto (1994), del Partido del Trabajo; Marcela Lombardo (1994), del Partido Popular Socialista; Patricia Mercado (2006), del Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina; Josefina Vázquez Mota, Partido Acción Nacional, (2012).

EN EL PADRÓNDe 79‘454,802 total del electorado, 51.8% son mujeres y 48.1% son hombres, (IFE, 2012).

EN LOS PARTIDOSLas mujeres son la mayor parte de las fuerzas de los partidos políticos, pero quedan por lo general excluidas de los cargos de toma de decisiones.

EN LOS ESTADOSEn 60 años solo ha habido cinco gobernadoras y una jefa de gobierno: Colima, de 1979-1985, Griselda Álvarez Ponce de León; Tlaxcala 1987-1992, Beatriz Paredes Rangel; Yucatán 1991-1993, Dulce María Sauri Riancho; Distrito Federal 1999-2000, Rosario Robles, jefa de gobierno; Zacatecas 2004-2010, Amalia García; Yucatán 2007-2013, Ivonne Ortega. En la actualidad no hay ninguna. EN LOS MUNICIPIOSEn México luego de los comicios de 2012, de las 2,401 alcaldías solo 120 son encabezadas por mujeres, es decir 5 por ciento, según el Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegaciones 2012 (INEGI).


// ENTÉRATE

PANORAMA POLÍTICO nacional de las mujeres

CONOCE TUS DERECHOS //


POR REDACCIÓN FOTOGRAFÍAS IEM

El reconocimiento jurídico de los derechos políticos de las mujeres, en el mundo en general y para las mexicanas en particular, ha sido un largo camino.

En el movimiento independentista de 1810, las mujeres participaron activamente, sin embargo, al terminar este, no se les reconoció como sujetas de derechos políticos; tampoco lo hizo el movimiento de la Reforma Liberal a partir de 1857. Ninguna de las constituciones políticas de México en el siglo XIX, otorgó la ciudadanía a las mujeres.

Ante la exclusión del espacio de la toma de decisiones políticas, muchas mujeres se organizaron para exigir el reconocimiento como ciudadanas con pleno derecho. Ha sido una conquista duramente ganada en la que participaron sucesivas generaciones de mujeres hasta la mitad del siglo XX, pasando por el decreto de 1953 por el cual se reconoció el derecho al sufragio y a ser electas de las mujeres, a lo cual siguió una serie de reformas a leyes secundarias.

Las cuotas de género en la legislación electoral

Luego de diversas reformas a la normativa electoral en las décadas más recientes, para impulsar la participación equitativa entre mujeres y hombres, uno de los

recientes y mayores avances se dio con la demanda presentada en 2011 por el Grupo Mujeres en Plural ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal (Trife) exigiendo el cumplimiento irrestricto de la ley electoral para las mexicanas. Como consecuencia de la Resolución 12624 del Trife, por primera vez en la historia del país, en las elecciones federales de ese año la representación subió a casi el 40% de mujeres en la Cámara de Diputados y de Senadores.

“Al revisar en conjunto la situación de las mujeres en el Poder Ejecutivo – nacional, estatal y municipal- lo que observamos es que los avances de la participación femenina se han dado de manera lenta y limitada, lo cual expresa la persistencia de grandes y graves rezagos del país en términos del ejercicio de la ciudadanía de las mujeres mexicanas y, al mismo tiempo, se evidencia la necesidad de implementar medidas concretas que favorezcan e impulsen el liderazgo de las mujeres y coadyuven al avance hacia la igualdad de oportunidades entre los géneros para ocupar los cargos públicos de primer nivel y representación política”.1 (CEAMEG)

Los retos y los desafíosEn México se cuenta con un marco jurídico que contiene las bases para la plena incorporación de las mujeres en la toma de decisiones y en la vida política, pero se requiere perfeccionar los mecanismos para hacer exigible y efectivo este marco jurídico. La mera buena voluntad o la graciosa concesión no basta. Paralelamente a ello, urge un cambio cultural que abandone los estereotipos y prejuicios. Entrar a la modernidad de una buena vez.

Urge hacer conciencia y educar a niños y niñas, hombres y mujeres por igual en la corresponsabilidad de las tareas domésticas y la crianza; hacer posible que las mujeres sean una masa crítica constante para impulsar que, en cada legislatura, ayuntamiento, tribunal, magistratura y en todos los puestos donde se adoptan decisiones que afectan a la vida de la comunidad, haya mujeres, lo cual será el indicador más claro de que esa transformación ya está sucediendo.

Los derechos políticos de las mexicanas

Se requiere la paridad en el número de alcaldesas, síndicas,regidoras,diputadas,senadoras, gobernadoras, y tomadoras de decisiones en la cosa pública para que realmente la igualdad sea sustantiva.

Las múltiples barreras y obstáculos existentes en el acceso y permanencia de las mujeres en los espacios de poder, forman parte del sistema social de género que sustenta las brechas de desigualdad entre mujeres y hombres.

La teoría de género respecto a la democracia es que ésta no será tal, mientras se impida el ejercicio efectivo del poder político a las mujeres.

Es importante considerar que la participación política implica tomar decisiones relacionadas con el poder y su ejercicio, no se reduce a las cuestiones meramente electorales o de la política gubernamental, por ello son de fundamental importancia las propuestas actuales en el ámbito nacional e internacional en materia de los derechos políticos de las mujeres, que apuntan más allá de las cuotas mínimas de género.

Se trata ahora de garantizar la paridad política entre mujeres y hombres, que atraviese de forma transversal todos los ámbitos de la sociedad, con el fin de que ambos puedan gozar de derechos y responsabilidades compartidas tanto en lo público como en lo privado-doméstico.

Hay que hacer conciencia de la necesidad de llevar a cabo una profunda reestructuración de las instituciones públicas, de la forma como se ejerce el poder y de la relación del gobierno con la sociedad, incluyendo la definición de mecanismos que aseguren la participación equilibrada y paritaria de mujeres y hombres en todos los órganos y niveles de gobierno, observando en todo momento los principios de igualdad, no discriminación y la realización de los derechos humanos de las mujeres.

Es importante subrayar que la democracia paritaria no sólo implica la observancia en el incremento de mujeres en cargos de elección popular, sino que va más allá al apelar a la eliminación de la exclusión

social por razón de género. Implica, también, el reparto equilibrado de derechos, responsabilidades y estructuras de poder entre mujeres y hombres, en consonancia con el contenido del paradigma de los derechos humanos y la igualdad de género, tendiente a la eliminación de toda forma de discriminación hacia las mujeres.

El impulso a la paridad se hace desde la premisa de que se trata de una alternativa viable y una forma idónea para alcanzar la democracia de género, atendiendo los instrumentos internacionales en materia de los derechos humanos de las mujeres.

Requiere, entre otros aspectos, reformas al marco jurídico nacional:

la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE), así como la correspondiente armonización de las leyes y códigos electorales de las entidades federativas.

Y asimismo, llevar adelante una serie de medidas, incluyendo políticas públicas, reformas legislativas y asignaciones presupuestarias, para garantizar la plena participación de las mujeres en cargos públicos y de representación política, buscando alcanzar la paridad en la institucionalidad estatal (poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial) en los ámbitos nacional y local, y con ello reconocer y atender a la paridad de género como política de Estado.

// CONOCE TUS DERECHOS


Con información proveniente de:1 La Participación política de las mujeres. De las cuotas de género a la paridad. Centro de estudios para el adelanto de las mujeres y la equidad de género. CEAMEG, Cámara de Diputados. México, 2008.•Instituto Federal Electoral, México •Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, COFIPE.•Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegaciones 2012, (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, INEGI).•Elecciones 2012, avances y retrocesos. Revista Violeta, IEMNL, julio de 2012.

La paridad, más allá de una cuestión de conceptos y números, es nada menos que la redistribución del poder en todas las esferas de la vida. Esta es la razón por la cual supone una trasformación radical de las instituciones y de la vida social.

LAS OTRAS VOCES //

POR SENADORA IVONNE ÁLVAREZ FOTOGRAFÍAS ARCHIVO PERSONAL DE IAG

De lo local al SenadoEl camino de una joven política está llena de retos. Así lo narra la Lic. Ivonne Álvarez, quien ha sido alcaldesa del municipio

de Guadalupe, N.L., diputada y actualmente es Senadora de la República

Desde niña mis padres me enseñaron que la cultura del trabajo y del esfuerzo tenían que ir de la mano de la dedicación, el empeño y las ganas de salir adelante. Por

tal motivo comencé a trabajar desde la adolescencia en el negocio de mis padres, sin descuidar mis estudios en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

Mi padre, Nicolás Álvarez, ha dedicado su vida al servicio público. En mis tiempos libres yo lo acompañaba y apoyaba en eventos y ahí fue donde descubrí que el servicio público es mi pasión. Encontré mi vocación de servir y trabajar por la gente y empecé a participar directamente en las juventudes del Partido Revolucionario Institucional.

A los 25 años de edad, mi partido me brindó la oportunidad de contender en la elección del 2003 por una diputación local, lo que cual me llenó de alegría porque tendría la oportunidad de trabajar por la gente, pero también me llené de incertidumbre porque había que tomar decisiones importantes y enfrentar grandes retos. Mi juventud fue uno de los principales, sin embargo, eran tantas mis ganas de trabajar en beneficio de las y los ciudadanos, que me di a la tarea de ir tocando casa por casa, para exponer mi plan de trabajo y ganarme su confianza.

Logré formar parte de la LXX legislatura del Congreso del Estado de Nuevo León, en la que presidí la Comisión de Equidad y Género y fui integrante de las comisiones de Legislación y Puntos Constitucionales, Salud y Grupos Vulnerables, Desarrollo Social, Derechos Humanos, Tercera de Hacienda y

Desarrollo Municipal. Siendo diputada local se me brindó la oportunidad de ser secretaria del PRI municipal en Guadalupe,N.L., y a los pocos meses ocupé la Secretaría General del PRI estatal. Después, fui directora del DIF de Guadalupe, N.L., ahí conocí, viví y palpé de cerca las necesidades y condiciones de vulnerabilidad de las personas que habitan en los polígonos de pobreza. Tras estar en el cargo durante dos años y medio, un nuevo reto se presentó en mi vida: participar en la contienda electoral del 2009 como candidata a la alcaldía de ese municipio.

Vaya que sí era un reto: mi contrincante a vencer era un hombre con trayectoria política, pero gracias al arduo trabajo, la confianza y apoyo de la gente, gané la elección con 60.4 por ciento de la votación.

A los 31 años llegué a la alcaldía de Guadalupe y ahí fue entrega en cuerpo y alma, los 365 días del año. Recorres todo el municipio para conocer las necesidades de la gente, siempre atenta a todo lo que acontece, no importa la hora, ni el día, si hace frío o calor. Prácticamente te olvidas de ti misma. Y también rompes esquemas en la forma de gobernar.

Como mujer es difícil desarrollarnos en un mundo de hombres, ya que se pensaba que la política era exclusiva de ellos y que las mujeres no teníamos la capacidad de gobernar, de trabajar, con profesionalismo y responsabilidad. En mi caso, uno de los retos más importantes que enfrenté como alcaldesa de Guadalupe fue la inseguridad que se generó en el periodo de 2010 al 2011.

Mucha gente pensó que por ser mujer no iba a poder


regresar la seguridad a mi municipio, sin embargo la esperanza de la gente, su confianza y su respaldo, fueron los motivos que me dieron la fuerza, la entereza y convicción de hacer todo para lograrlo.

Durante meses vivimos los episodios más difíciles en la historia de Guadalupe, nuestros índices delictivos eran muy altos, y la policía civil estaba rebasada y peor aún, descubrí que una gran parte de esa policía toleraba y participaba en la comisión de esos delitos, así que con mano firme, y sin titubear, empecé a limpiar “la casa”, a depurar la corporación y construir una nueva fuerza policial que le regresara a la gente la confianza en la institución y que se ganara el respaldo de la población. Así que con apoyo del Gobierno del Estado y de la Cuarta Región Militar y después de varios meses de intenso trabajo, de dar la batalla frontal contra la delincuencia organizada, logré el objetivo: disminuir los índices delictivos, regresó la tranquilidad y se ha vuelto a tener confianza de salir a la calle y la certeza de que se cuenta con una policía que le sirve a su gente.

Otro de los grandes retos fue el huracán “Alex” que azotó al estado a inicios de julio del 2010, dejó daños considerables en el municipio de Guadalupe, nuestros parques públicos asentados en la orilla del río La Silla quedaron devastados. Cientos de familias perdieron todo luego de que sus casas se inundaran, puentes vehiculares quedaron severamente dañados y hubo que demolerlos posteriormente. Fueron días de intensa actividad, de forma inmediata comencé la reubicación de familias y a limpiar las calles de las colonias más afectadas por el fenómeno natural. Ahí refrendé la fortaleza de nuestra gente, de toda una ciudad, su solidaridad en apoyo a los más vulnerables y la inmensa responsabilidad de un gobierno que debe responder ante toda adversidad.

El ser mujer no es ningún impedimento para luchar por las causas sociales y hacer un buen trabajo dentro de la sociedad. Actualmente soy senadora de la República. En la Cámara Alta del país, estoy en la Comisión de Seguridad Pública, soy integrante de la Comisión de Equidad y Género, Secretaria de la Comisión de Asuntos Fronterizos Norte y de la Comisión de Reglamentos y Prácticas Parlamentarias.


Durante el Primero y Segundo Periodo Ordinario de Sesiones de la LXII Legislatura he participado en la aprobación de diversas leyes y reformas constitucionales de la mayor importancia.

El proceso de democratización de la sociedad implica la mayor participación de las mujeres en los cargos políticos, pero la práctica de este proceso ha significado desgaste y riesgos. Pese a todo, las mujeres aún debemos luchar constantemente contra la discriminación y la violencia que sufren en su deseo de ejercer su legítimo derecho al voto.Uno de los mayores logros es que en la actualidad la Cámara de Senadores está compuesta por 43 mujeres, es un hecho inédito. Con esto se demuestra que la mujer cada día va teniendo m a y o r e s oportunidades de desarrollo en la vida política de México.Las cuotas de género sonactualmente el mecanismo porexcelencia para promover una participación equitativa de mujeres y hombres en las instancias de los partidos políticos y del Estado, a las cuales se accede por elecciones.Creo en que la política es el instrumento más valioso para servir y trabajar en favor de la gente, la ciudadanía y mi partido me han dado oportunidades maravillosas en el servicio público, mismas que he realizado con profundo compromiso y responsabilidad. Amo lo que hago y estoy profundamente agradecida por la confianza que me ha dado la ciudadanía para trabajar por ellos y representarlos en las diferentes trincheras. A mi familia, a mis padres, a mi esposo Mario y a mi hijo Patricio, tengo mucho que agradecerles, ya que en todo momento han sido mi fuerza y mi motor para poder enfrentar todos estos retos, han estado conmigo en los momentos buenos pero también han vivido de cerca los momentos más difíciles, ellos han sido mi fortaleza y mi equilibrio, su solidez, su amor y su apoyo inquebrantable me permiten dar todo de mí para trabajar incansablemente por mi estado y por mi país.

Lic. Ivonne Liliana Álvarez García, de 2012 a la fecha es Senadora de la República y Oficial Mayor del Grupo Parlamentario del PRI en la Cámara de Senadores.

Las mujeres que están en algún puesto como servidoras públicas, son trabajadoras, valientes, responsables, entregadas, honestas,

porque las dificultades son muchas, pero la satisfacción de servir a nuestros semejantes es más gratificante.

// LAS OTRAS VOCES


Fui gobernadora de Yucatán durante casi tres años, del 14 de febrero de 1991 hasta la conclusión formal del encargo el 1º de febrero de 1994, la tercera mujer en

ocupar la titularidad del Poder Ejecutivo en una de las 32 entidades que forman la federación.

Griselda Álvarez había roto el tabú apenas doce años antes, al ser electa en 1979 para gobernar Colima; y Beatriz Paredes, en Tlaxcala, había ganado candidatura y elección en 1987.

A diferencia de las dos primeras, no fue en las urnas sino en el Congreso de mi estado donde fui electa para concluir en calidad de gobernadora interina el periodo constitucional 1988-1994.

No era la primera vez que una solicitud de licencia del gobernador requería del nombramiento de un interino o sustituto. Pero sí fue inédito que en esa ocasión el Congreso estatal se decidiera por una joven senadora –yo, de 39 años-, para tomar las riendas del gobierno en un periodo particularmente complejo para la entidad y para el país.

Era el sexenio de los cambios estructurales, de la transformación del Estado del bienestar hacia la implantación de un nuevo modelo en la economía, lo que implicaba redimensionar la administración pública y la intervención gubernamental en ciertas áreas estratégicas, y en lo internacional, la apertura a través de los tratados de libre comercio,

LAS OTRAS VOCES //

entre los que destacaba el deseado TLCAN, con Estados Unidos y Canadá.

En Yucatán, la actividad henequenera, eje de la vida económica de la entidad desde mediados del siglo XIX, había declinado en forma significativa. La organización social para su producción descansaba en más de cincuenta mil campesinos que escasamente sobrevivían con un crédito-ficción, imposible de devolver en las condiciones prevalecientes.

Una de seis... todavíaReflexiones de una exgobernadora

Dulce María Sauri Riancho, la tercera de las seis mandatarias estatales que ha habido en la historia de México, medita sobre lo que significó para ella su gestión.

POR DULCE MARÍA SAURI FOTOGRAFÍA ARCHIVO PERSONAL DE DMSR

Dulce María Sauri gobernó Yucatán de 1991 a 1994.

El gobierno federal se negaba a continuar subsidiando indefinidamente las finanzas henequeneras; la sociedad yucateca demandaba un cambio que diera opción de mejores expectativas de vida para una población que había encontrado en la migración hacia Cancún una vía de escape a las limitaciones del desarrollo en su lugar de nacimiento.

Llegué al gobierno del estado para impulsar las medidas que permitieran a Yucatán desprenderse del grillete de la dependencia del henequén. No era solamente una cuestión económica, sino también cultural, de incapacidad de pensar y actuar de una manera distinta, acorde a los nuevos tiempos, y no fincada en un pasado idealizado de prosperidad que nunca habría de retornar.

Las semillas estaban puestas en la diversificación, en el puerto de altura de Progreso, en la autopista a Cancún, en la industria maquiladora de exportación que, junto con el turismo y la pesca, permitieran aprovechar las oportunidades que se abrirían con el TLCAN.

Puse el punto final a la intervención del gobierno en la actividad henequenera de Yucatán mediante un proceso ordenado y justo para con los trabajadores –obreros y ejidatarios- y sus familias. No fue fácil. Implicó riesgos de inestabilidad política y social en la entidad. Pero salimos adelante.

No llegué al gobierno para disfrutar la posición y el paso a la historia como la primera gobernadora de Yucatán. Hice lo que consideré que debía realizar para la prosperidad de mi pueblo, representado por los diputados que me eligieron para encabezar el Poder Ejecutivo durante casi treinta y seis meses.

Hubo turbulencias de principio a fin. ¿Por mi condición de género? ¿Por las medidas adoptadas? ¿Por los momentos que vivía el país? Creo que fue una combinación de múltiples factores en

un sexenio que se caracterizó por relevos en la titularidad de los gobiernos estatales de diecisiete entidades.

En la historia contrafactual, pude haber sido senadora hasta la postulación de la candidatura al gobierno de Yucatán en agosto de 1993. Tenía sobradas razones para aspirar, pues del Senado de la República habían surgido los gobernadores desde 1970.

Si hubiera sido candidata, si hubiera ganado la elección, me hubiese correspondido ejercer un gobierno de seis años, hasta 2000.

Podía aspirar y soñar porque Griselda y Beatriz habían luchado y vencido. En Yucatán, Elvia Carrillo Puerto nos había enseñado con su vida que en la política, a las mujeres no se nos

da sino lo que tomamos con tenacidad y esfuerzo. Porque ejercí el cargo, quiero pensar, influí en la expectativa de otras mujeres que pretendieron y lograron triunfar como alcaldesas y gobernadoras, como sucedió nuevamente en Yucatán en 2007, y en otras partes del país.

La tercera, una de seis, todavía…


// LAS OTRAS VOCES

No llegué al gobierno para disfrutar la posición y el paso a la historia como la

primera gobernadora de Yucatán. Hice lo que consideré que debía realizar para la

prosperidad de mi pueblo.

LAS OTRAS VOCES //


En el año de 1924, en Ecuador, se consiguió que una mujer emitiera su voto y en 1930, en El Salvador, una mujer, Prudencia Ayala, contendió a la Presidencia de la República,

siendo la primera en Latinoamérica en desafiar al sistema político social con el único objetivo de hacer visibles los derechos y las demandas de las mujeres, por lo que rompió con los estereotipos marcados por la sociedad.

En nuestro país, el reconocimiento de las mujeres en la vida política se inició con la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, en la cual sólo se consiguió la igualdad en nuestros derechos individuales y laborales, pues se nos consideraba como ciudadanos de manera general en el artículo 34 de dicha Constitución: “Son ciudadanos de la república todos los que, teniendo la calidad de mexicanos, reúnan además, los siguientes requisitos…”.

Fue hasta el año de 1953 cuando el Congreso de la Unión aprobó el decreto mediante el cual se nos incluiría en la vida política a las mujeres, con las reformas al artículo 34 de nuestra Carta Magna, publicadas el 17 de octubre de ese año, donde se establecía expresamente: “Son ciudadanos de la república los varones y las mujeres que, teniendo la calidad de mexicanos, reúnan además, los siguientes requisitos…”, surge en ese momento el reconocimiento pleno de los derechos políticos de las mujeres mexicanas, que así podían ejercer las prerrogativas que al ciudadano otorgaba la propia Constitución en el artículo 35, a saber: “I. Votar en las elecciones populares; II. Poder ser votado para todos los cargos de elección popular; III. Asociarse para tratar los asuntos políticos del país”, entre otros. Las mujeres representamos un poco más

de la mitad de la población, por lo que la sociedad y los estados deben comprometerse e invertir en la plena participación de las mujeres en los ámbitos político, económico, social y cultural. La promesa de igualdad de derechos para mujeres y hombres es muy antigua, ya existe plasmada en tinta, pero la realidad discrepa mucho de la letra.

Actualmente las mujeres podemos ser incluidas en la vida política de nuestro país al poder votar y ser votadas. La lucha no ha terminado, ya que ahora nos falta

conseguir que la participación de las mujeres en la vida política se dé en igualdad de condiciones, pues hoy en día nos enfrentamos a diversos obstáculos que evitan que más mujeres lleguen a grandes puestos, citando como ejemplo que todos los presidentes de México han sido hombres; únicamente ha habido cinco candidatas a la Presidencia de la República y el cargo más alto que las mujeres hemos conseguido es el de Secretaria de Estado y más recientemente, la gubernatura de una entidad federativa.

Para lograr la igualdad de condiciones en el acceso al poder existen diversos obstáculos que

Licenciada en Derecho y Ciencias Sociales. Fue Coordinadora

de Mujeres en Convergencia, Partido

Político Nacional en el Estado de Nuevo León, 2005-2006 y

dirigente del Comité Directivo Estatal 2006-

2011. Catedrática en la Normal Superior de Maestros “Profr.

Moisés Sáenz Garza” actualmente.

POR BLANCA ROCÍO CARRANZA

Retos y desafíos de las mujeres en México como constructoras de la democracia

hemos tenido que superar, como la falta de apoyo de los partidos políticos; mi caso es también un ejemplo claro, ya que si bien logré ser dirigente de un partido político nacional en nuestro estado, en el mayor tiempo de mi cargo fui la única dirigente mujer del mismo en todo el país, logrando posteriormente que otra mujer obtuviera la dirigencia en otro estado, pero el sexo masculino predomina en la vida interna de los partidos políticos.

En algún momento, nuestro dirigente nacional, hombre por cierto, me solicitó mi renuncia para “entregar” la dirigencia a un hombre, el cual ni siquiera era militante de nuestro partido y jamás ha abanderado alguna lucha a favor de la sociedad.

Aun cuando nuestra legislación electoral establece un porcentaje de participación en la contienda electoral, también lo es que al interior de los partidos políticos sólo tratan de cubrir “las cuotas”, dejando en muchas ocasiones a mujeres con gran capacidad fuera de la contienda, las colocan de suplentes o de plano las envían a competir en distritos o municipios perdedores.

Aunque después resulte que el hombre elegido no pueda con ese cargo o no vele realmente por los intereses que representa, como actualmente lo vemos en algunos funcionarios públicos que tuvieron contrincantes femeninas, las cuales puedo apostar que hubieran realizado mejor su labor de representantes de la sociedad, esto sin importar del partido político al cual pertenezcan.

Nuestra cultura también es un obstáculo, ya que en muchos estados del país todavía las mujeres se encuentran ajenas a la política, o de plano la violencia en su contra es algo cotidiano; en este aspecto, me permito comentar una experiencia en un estado de la República, en el cual la mujer soportaba las agresiones físicas de su esposo, quien en ese momento era el gobernador de la entidad, por lo que la igualdad en derechos también se debe conseguir hacia el interior de nuestras familias y comunidades.

El liderazgo es inspirador, transformador y decisivo, estimula a cada una de las mujeres lideres a desarrollar la filosofía propia de cada una y nuestra definición personal es tener capacidad de apreciar, influir y alcanzar metas. Hay muchas mujeres líderes que son catalizadoras, que tienen la habilidad de convertir ideas en acción, de ser protagonistas, de identificar los intereses de las personas y de accionar y generar cambios positivos. El reto es garantizar que esas líderes comprometidas logren puestos de elección popular. Las mujeres aportan sus propios puntos de vista y perspectivas, mejorando la toma de decisiones.

La democracia necesita a las mujeres para conseguir su autenticidad y las mujeres necesitan la democracia para cambiar los sistemas y las leyes que les impiden, a ellas tanto como a la sociedad en su conjunto, lograr la igualdad.

Una verdadera democracia debe estar basada en un equilibrio de poderes y en la responsabilidad de las instituciones que permitirán a las mujeres obtener compensaciones cuando se violan sus derechos. Los procesos judiciales y legislativos deben actuar como garantes del estado de derecho y del goce de las mujeres de sus derechos humanos.

La participación de las mujeres en la política, en la economía, en la academia y en los medios de comunicación, sólo por citar algunos aspectos, es fundamental para la democracia y esencial para el logro de un desarrollo sostenible y de la paz en todos los contextos: en tiempos de paz, en los conflictos y después de ellos, y durante las transiciones políticas.

Me despido con algunas frases célebres: “La igualdad de género tiene que ser una realidad vivida”, Michelle Bachelet, candidata a la presidencia de Chile. Y de Concepción Arenal, primera feminista española: “Las fuerzas que se asocian para el bien no se suman, se multiplican”, y “la sociedad no puede, en justicia, prohibir el ejercicio honrado de sus facultades a la mitad del género humano”.


// LAS OTRAS VOCES

DÉCADAS1930

60 AÑOS DE LA CIUDADANÍA PLENA DE LAS MUJERES //


Históricamente la participación de las mujeres en los movimientos sociales transformadores fue negada, restringiéndose al reconocimiento individual de muy pocas figuras femeninas. Surge el movimiento sufragista en Europa y EEU.

LAS PIONERASEl movimiento es impulsado por Grupos y clubes literarios como Hijas de Cuauhtémoc, Ateneo Femenino, Círculo Feminista de Occidente; además de revistas y suplementos como: La Mujer Mexicana, el Álbum de la Mujer, No Reelección, Aurora, Vesper, Ilustración de México Libre, Violetas del Anáhuac, entre otros.

Laureana Wright de Kleinhans directora de Violetas del Anáhuac

Entre las mujeres del siglo XIX y principios del siglo XX que lucharon por el reconocimiento de la ciudadanía femenina destacan: Matiana Murguía de Aveleyra,Concepción Gimeno de Llaquer, así como Carmen Serdán, Juana Belén Gutiérrez de Mendoza, Dolores Jiménez, Elisa Acuña, Sara Estela Ramírez, María Arias Bernal y Amalia Robles, entre otras.

CRONOLOGÍA DEL VOTO DE LAS MUJERES

Durante el gobierno de Felipe Carrillo Puerto, en Yucatán se reconoció el derecho de las

mujeres a participar en las elecciones municipales y estatales.

Casi en los mismos años, en el estado de San Luis Potosí, a instancias del gobernador constitucionalista Rafael Nieto, se aprobó una ley que permitía a las mujeres que supieran leer y escribir participar en los procesos electorales municipales de 1924, esta ley tuvo vigencia sólo por un año. Asimismo, en el estado de Chiapas, en 1925 se reconoció el derecho de las

mujeres a participar en las elecciones municipales y estatales.

El Presidente Lázaro Cárdenas envió en 1934 una iniciativa al Congreso de la Unión para que fuese reformado el artículo 34 de la Constitución con el fin de que se reconociera la igualdad jurídica de las mujeres y los hombres y de esta forma posibilitar la participación política de las primeras, los legisladores no le dieron trámite, pues era un asunto difícil de pensar en aquellos tiempos.

EL FRENTE ÚNICO PRO DERECHOS DE LA MUJERLa negativa de los legisladores motivó en 1935 la aparición del Frente Único Pro Derechos de la Mujer (FUPDM), conformado por diversos grupos y sectores de

mujeres que, en ciertos momentos, contó como afiliadas a más de 50 mil mujeres. Entre sus impulsoras puede mencionarse a Esther Chapa Tijerina y María del Refugio García, fundadoras, a las que se unieron: Consuelo Uranga, Soledad de Orozco Ávia, María Efraína Rocha, Sara Miranda, Alicia Reyes, Frida Kahlo, Dolores Uribe Torres y Adelina Zendejas.

El FUPDM EN 1937 acordó apoyar la postulación de dos de sus militantes: María del Refugio García y Soledad de Orozco, para las elecciones a diputados federales, sin embargo, una serie de obstáculos les impidió erigirse en tales. Cuando se logró el reconocimiento del derecho al sufragio de las mujeres, el frente ya había desaparecido.

1922-1924 1930

Sufragistas en Estados Unidos

MÉXICO

Hermila Galindo no se cansó de solicitar a Venustiano Carranza el reconocimiento de los derechos políticos de las mujeres.

1850-1900 1910-1920

1940 1950

//60 AÑOS DE LA CIUDADANÍA PLENA DE LAS MUJERES


Elvia Carrillo Puerto

LAS SUFRAGISTAS EN MÉXICO


Hermila Galindo y Consuelo Zavala, con el apoyo del gobernador de Yucatán, impulsaron el Primer Congreso Feminista en Mérida, Yucatán, en 1916, a través de dos reuniones: la primera del 13 al 16 de enero y la segunda del 23 de noviembre al 2 de diciembre de ese año.

1947 mediante una reforma al artículo 115 constitucional, se reconoció el derecho de las mujeres a votar y ser electas, pero sólo en el ámbito municipal.

En la década de los 50 Amalia Caballero de Castillo Ledón fue una de las principales impulsoras del voto. Le planteó al candidato Adolfo Ruiz Cortines el tema del sufragio femenino. Él le solicitó que la exigencia fuese avalada por 500 mil firmas, lo cual se logró a través de la Alianza de Mujeres de México.

En 1954, en elecciones extraordinarias, se eligió a la primera diputada federal en el país, Aurora Jiménez, por Baja California.

1940 1950

Yucatán se distinguió como una de las entidades más adelantadas y progresistas a favor de los derechos de las mujeres al reconocer, en 1922, su derecho a participar en elecciones municipales y estatales. Beatriz Peniche, Elvia Carrillo Puerto y Raquel Dzib Cícero, ocuparon el cargo de diputadas locales ese mismo año. En 1924, a raíz del asesinato del gobernador, estas primeras mujeres diputadas locales en Yucatán tuvieron que dejar sus cargos en el Congreso debido a amenazas de muerte.

Sufragistas en Bucareli

1910- 1920

El Frente Único contaba con la simpatía de muchos sectores de la sociedad.

115

El 17 de octubre de 1953 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el derecho de las mujeres mexicanas a votar y ser votadas, esto es: la ciudadanía plena.

El 6 de julio de 1958 por primera vez millones de mexicanas ejercieron su

derecho a votar y eligieron a Adolfo López Mateos como presidente de México.

Con información de Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC),Instituto Federal Electoral (IFE)

1970 1980-1990

60 AÑOS DE LA CIUDADANÍA PLENA DE LAS MUJERES //


En 1955, en Nuevo León la primera diputada federal y sufragista fue Margarita García Flores; la primera alcaldesa, Orfelinda Villarreal González, en el municipio de Higueras en 1957; la primera diputada local, Ofelia Chapa Villarreal, en 1964 y la primera senadora, María Elena Chapa, en 1991. A lo largo de estos sesenta años de ciudadanía plena, Nuevo León ha contado con 47 alcaldesas; 6 senadoras; 33 diputadas federales y 80 diputadas locales.

Actualmente hay4 alcaldesas

5 diputadas federales, 8 diputadas locales y

3 senadoras.

Una vez reconocida la ciudadanía plena en 1953, la lucha de las mujeres ha continuado en la arena política y en diversos frentes.

1975 Primera Conferencia Mundial de las Mujeres en México.

1979 Colima elige a la primera gobernadora: Griselda Álvarez Ponce de León.

Rosario Ibarra de Piedra

Cecilia Soto

Marcela LombardoToledano

NUEVO LEÓN


1990 Se crea el Instituto Federal Electoral

Las mujeres contienden por primera vez por la Presidencia de la República: Rosario Ibarra de Piedra, Cecilia Soto, Marcela Lombardo Toledano. En esta década se incrementa también su presencia en otras esferas de toma de decisiones.

1970 1980-1990

Beatriz Paredes Rangel gobierna Tlaxcala y Dulce María Sauri Riancho,

Yucatán.

2000


//60 AÑOS DE LA CIUDADANÍA PLENA DE LAS MUJERES

En el Congreso del Estado de Nuevo León existen actualmente varias iniciativas para lograr la paridad en las candidaturas políticas, una de ellas impulsada por el Consejo de Participación Ciudadana del IEMujeres, con la intención de adecuar el marco jurídico del estado, a fin de que esté en concordancia con lo establecido en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, y realizar las modificaciones correspondientes a la Ley Electoral estatal, para que la paridad quede establecida y Nuevo León deje de estar a la zaga en cuanto a los derechos políticos de la mitad de su población.

Al cierre de esta edición, once entidades de la República cuentan ya con diseño de paridad en las candidaturas a diputaciones y ayuntamientos: Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Colima, Morelos, Nayarit, San Luis Potosí, Sonora y Tlaxcala.

La democracia no puede ser llamada tal, si no incluye a las mujeres.

CRONOLOGÍA DEL VOTO DE LAS MUJERES2000

2002 se modificó el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE) para establecer la cuota del 70/30 por ciento de candidaturas propietarias de un mismo género y en 2008, del 60/40.

2011 La sentencia 12624 del Tribunal Electoral Federal impulsada por el Grupo Plural de Mujeres obliga a los partidos a cumplir la cuota 60/40 y a implementar que las candidatas tengan suplentes mujeres. Gracias a ello, por primera vez en la historia, la composición del Congreso de la Unión está integrada por casi un 40 por ciento de mujeres.

En esta década son gobernadoras Ivonne Ortega, Yucatán; Amalia García, Zacatecas, y jefa de gobierno en el DF, Rosario Robles. Contienden por la Presidencia Patricia Mercado y Josefina Vázquez Mota.

2013 el presidente Enrique Peña Nieto envía al Congreso la iniciativa de reformas para establecer la paridad entre hombres y mujeres en las candidaturas al Congreso.


60 AÑOS DE LA CIUDADANÍA PLENA DE LAS MUJERES//

REFLEXIONES A 60 AÑOS DEL VOTO DE LA MUJER EN MÉXICO

“...Y en la calle codo a codo, somos mucho más que dos”.Mario Benedetti

Lo que empezó como una promesa de campaña del candidato a la presidencia Adolfo Ruiz Cortines se hizo realidad el 17 de octubre de 1953, fecha en que se promulgaron las

reformas constitucionales que reconocieron la ciudadanía, y por ende, el derecho al voto femenino en el ámbito federal. No obstante lo anterior, desde 1922 en Yucatán, se decretó el derecho a votar y ser votadas para las mujeres. Bajo este escenario, Elvia Carrillo Puerto fue la primera mujer en resultar electa diputada al Congreso Local de dicho estado.

Es en las elecciones del 3 de julio de 1955, cuando las mujeres tienen su primera cita con las urnas en una elección para integrar la XLIII legislatura del Congreso de la Unión.

En América Latina, el primer país donde se logró esta conquista femenina fue Uruguay en 1927, y existen casos como el de Suiza, que siendo un país de primer mundo reconoció el derecho al sufragio femenino hasta 1971, casi 20 años después que México. En algunos países de medio oriente, este derecho aún se encuentra negado o condicionado, no obstante que dicho derecho ya había sido reconocido en la Convención sobre los Derechos políticos de la Mujer adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1952.

Por lo que respecta al caso mexicano, en términos legales, hombre y mujer son iguales ante la ley, por lo menos así lo consagra nuestra Constitución. En el ámbito electoral, el mismo legislador ha establecido en el Código Electoral Federal mecanismos que buscan aminorar las abismales desigualdades que imperan en la realidad, como la inclusión de las cuotas de género en las candidaturas. De esta manera, el artículo 219 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales establece que en las candidaturas de senadores y diputados que registren los partidos políticos, estas deberán

integrarse con al menos el 40% de candidatos “propietarios” de un mismo género. Pero como reza el dicho: “se hace la ley, se hace la trampa”, ya que fueron los propios partidos políticos quienes a través de diversos artilugios buscaron trampear a la ley.

Flamante ejemplo lo constituyeron las famosas diputadas “juanitas” en octubre de 2009, grupo de mujeres quienes sólo rindieron protesta como legisladoras para cubrir las cuotas de género y acumularon las faltas suficientes para ser sustituidas por sus suplentes varones. Lo anterior motivó a que en los comicios de 2012, el tribunal electoral determinara que en relación a las cuotas de género, tanto candidata propietaria como suplente fueran del mismo género, esto con el fin de evitar el penoso episodio de las diputadas “juanitas”. A pesar de que se cumplen 60 años del reconocimiento del derecho del voto a las mujeres en México y de que ha habido modificaciones legales tendientes a empoderar a las mujeres, como lo son las acciones afirmativas, aún quedan muchas asignaturas pendientes en esta materia, ya que en los hechos existen sendas asimetrías que superar.

En conclusión, no basta una actitud reformadora que busque otorgar más derechos a las mujeres con el fin de mitigar las inequidades sociales, ya que en la realidad esto no funciona.

Prueba de ello es que con el fin de cumplir con las cuotas de género, los partidos políticos postulan candidatas en distritos electorales que de antemano saben que van a perder. Entonces, primeramente se debe sentar una cultura de la legalidad y del pleno reconocimiento del trabajo y talento de las mujeres, donde más que cumplir cuotas, se postule a las mujeres y hombres que necesita nuestro país sin necesidad de caer en una fiebre reformadora que después los propios partidos van a querer trampear.

Aracely Frías López. Maestra

en Formación y Capacitación

de Recursos Humanos por la Facultad de

Filosofía Letras de la UANL.

Luigui Villegas Alarcón. Vocal del

IFE en NL. Maestro en Estudios

Latinoamericanos por la Universidad

de Salamanca.

POR ARACELY FRÍAS Y LUIGUI VILLEGAS


// DESDE LA CÁMARA

El empoderamiento político de las mujeres en México

¿EN DÓNDE RADICA EL PODER?

El poder se encuentra dentro de cada una de las mujeres y de cada uno de los hombres por igual, y en las fuerzas de la naturaleza; está en nosotros el desarrollarlo de manera

óptima y así lograr incrementar la fuerza política y social de las mujeres para, de ésta manera, impulsar y promover los cambios necesarios en la vida política de los mexicanos.

Entonces, ¿para qué es el poder? Para mí, es la capacidad de servir que tenemos los seres humanos y que las mujeres utilizamos con más sutileza, con más sensibilidad. Es lo que podemos hacer para incidir en las decisiones que nuestro país necesita.

La lucha de las mujeres mexicanas por participar en la vida política ha sido muy importante, actualmente tenemos mayor participación en los asuntos públicos, económicos y sociales; sin embargo, aún queda mucho por hacer, pues las grandes decisiones hoy en día se toman principalmente por hombres, y no es feminismo el mio, sino considero que al haber una igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, nuestra razón como personas con capacidad y el deber de servir sería mejor desempeñada.

Es un trabajo conjunto, pues necesitamos seguir avanzando en éste ámbito. La información es una herramienta básica para poder opinar, para tener las bases suficientes que nos permitan mejorar la participación que tenemos las mujeres en México.

Es el poder que podemos utilizar para mejorar las diversas situaciones que se presentan en el día a día y que nos afectan a todos los seres humanos por igual. Las mujeres en la política tenemos la responsabilidad de demostrar que contamos con la capacidad y el conocimiento suficiente para destacar y triunfar, para tomar buenas decisiones y para aportar buenas ideas. Hemos

POR DIP. FED. VERÓNICA SADA

Verónica Sada Pérez. Diputada federal por el principio de representación proporcional, del Partido Acción Nacional, Nuevo León.

DESDE LA CÁMARA //


Considero que al haber una igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, nuestra razón como personas con capacidad y el deber de servir, sería mejor desempeñada.

de lograrlo, incitando a más mujeres a participar, apoyándonos unas a otras y generando programas que promuevan una positiva participación en la sociedad.

Hoy en día, las exigencias de los ciudadanos son más altas y la credibilidad en la política más baja, por lo que es un gran reto para los políticos lograr incidir en la preferencia de los votos, y una vez que esto se logre, ocuparnos no solo de la lucha por la igualdad de género, sino de involucrarnos en todos los aspectos sociales que beneficien a nuestra sociedad, informándonos, capacitándonos, ayudando y sirviendo de acuerdo a nuestras circunstancias de vida.

El poder se encuentra dentro de nosotros mismos, empezando por informarnos, leyendo, estudiando, conversando, compartiendo nuestras ideas con los demás y aprendiendo de los otros; y después de todo esto, participando, decidiendo, actuando.

Este es el camino para servir en conciencia, pues nuestras decisiones, nuestras opiniones, nunca deberán ser ajenas al sentir de la sociedad, nunca deberán ser ajenas a las necesidades de los otros y al sufrimiento que padecen día a día los mexicanos por cuestiones de salud, o de falta de recursos económicos para subsistir. Nuestro deber es actuar a favor de los que más nos necesitan, procurando el bienestar social.

México nos necesita, tenemos el deber de impulsar el liderazgo y la participación de las mujeres en el ámbito político, actuando de manera responsable, siempre en busca del bien

común de los ciudadanos, luchando por dejar a nuestros hijos y las generaciones venideras un país digno y seguro, con oportunidades por igual. Impulsando la justicia social y el bienestar de todos los mexicanos.

México es un país de lucha, un país solidario y confío en que uniendo esfuerzos podemos lograr mucho las mujeres; ya lo estamos haciendo, aunque el trabajo ha sido sido difícil, podemos hacer que sean más las mujeres que participen en las contiendas políticas.

Como diputada federal, sé que por mi responsabilidad debo predicar con el ejemplo y hacer de nuestra casa, la Cámara de Diputados, un espacio en donde esos objetivos y valores se apliquen y la ciudadanía pueda reconocerlos en nuestra práctica cotidiana. Estoy dispuesta a reflexionar, analizar y discutir todo aquello que se nos proponga, siempre y cuando sea de interés público. Apostaremos en todo momento por la persuasión inteligente basada en argumentos y razones, sin posiciones irreductibles y con el compromiso de escuchar con respeto a quienes discrepan. Entiendo nuestra gran responsabilidad y la asumo a cabalidad. Por lo mismo, no delego facultades ni renuncio a mis derechos como legisladora; por el contrario, voy a ejercerla a plenitud con el firme propósito de servir a nuestro país y a sus habitantes, tal y como lo merece y necesita la sociedad plural, diversa y participativa a la que nos debemos.

Creo en un México más justo, libre y democrático, con transparencia y rendición de cuentas.


// PARA SABER

La historia de la lucha de las mujeres en el mundo por el reconocimiento al estatus de ciudadanas es similar en las cinco regiones que está dividido nuestro planeta, no importa si el régimen es

parlamentario, presidencial o incluso semipresidencial. El trato desigual entre hombres y mujeres prevalece y hace necesario modificar normas y crear instituciones que busquen combatir esta vieja cultura donde las mujeres no tienen los mismos derechos. La lucha por alcanzar esa igualdad no se traduce a una confrontación entre seres humanos de diferente sexo, sino entre personas tratadas como diferentes, precisamente por esa condición.

Así, la lucha de género se traduce en la búsqueda de justicia e igualdad para las mujeres y son múltiples las variables que participan para lograr estos objetivos, la primera tiene que ver, sin lugar a dudas, con la democracia formal, es decir, la construcción de normas jurídicas eficientes que resguarden y promuevan esa igualdad y en segundo lugar, alcanzar la participación plena dentro de la construcción de una democracia sustancial, que permite no solo tener leyes e instituciones justas sino todas las herramientas que permitan un desarrollo igualitario entre hombres y mujeres.

En ambos casos, influyen determinantemente, la educación y la visión de Estado que tienen sus gobernantes en cualquier país. Ante la circunstancia de que las regiones y los países que las conforman se desarrollan de forma diferenciada, ha sido necesario que la lucha de género se enmarque en el contexto de los derechos humanos, con la firma de diversos tratados y acuerdos internacionales para promocionar los derechos humanos, sociales y políticos de las mujeres desde diferentes ámbitos.

La ONU es la institución que mayor responsabilidad ha asumido al respecto y México ha firmado cada resolución, tratado y acuerdo sobre igualdad de género, pero eso no ha significado que los cambios se hayan producido de forma rápida como en los

LA BÚSQUEDA DE LA IGUALDAD DE GÉNEROPOR DIP. FED. RUTH ZAVALETA SALGADO

países con democracias más desarrolladas. México, al igual que la mayoría de América Latina, está definido por un régimen presidencial sustentado en un sistema de partidos y divide su poder en Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Si bien es cierto que la lucha de género se ha impulsado desde las organizaciones vinculadas al feminismo o a los pensamientos progresistas, también lo es que se requiere de estas tres esferas para lograrlo.

Considerando que, mucho se ha estudiado y analizado desde la perspectiva histórica, las siguientes líneas pretenden transparentar lo realizado desde estos tres ámbitos en los últimos 9 años.

En primer lugar, es indispensable considerar que fue a finales de la quincuagésima legislatura del Congreso de la Unión cuando se pudieron concretar reformas a la norma constitucional y secundaria que permitieron establecer las bases de un relativo, más rápido, cambio para alcanzar una igualdad de género, cabe mencionar que estos cambios coinciden con una Cámara de Diputados y Senadores más plural y una alternancia en el poder Ejecutivo después de 70 años de que un partido hegemónico había logrado mantener la titularidad de la presidencia y las mayorías contundentes en el poder legislativo.

En ese periodo se consolidaron importantes normas en contra de la violencia hacia las mujeres, se creó el instituto Nacional de la Mujer y se reformó la propia Constitución Política para incorporar nuevos elementos respecto a los derechos humanos y políticos. Pero, fue hasta la sexagésima legislatura que se logró que estas reformas e instituciones fueran acompañadas de un importante anexo en el presupuesto. No hay cambios formales que se consoliden si no van acompañados de recursos económicos para establecer políticas públicas que se puedan medir.

Ruth Zavaleta Salgado. Diputada federal por el Partido Verde Ecologista de México. Docente en el posgrado de la UNAM en Técnica Legislativa y Poder Legislativo.


PARA SABER //

Así, la lucha de género se convirtió en una política de Estado bajo el nombre de transversalización de la perspectiva de género, actualmente denominado “Erogaciones para la Igualdad entre Mujeres y Hombres” y que en el actual proyecto de presupuesto establece un monto de 21,522.5 millones de pesos para ejercerse en el 2014 para promover la igualdad entre mujeres y hombres. Las erogaciones se han ido modificando a lo largo de estos años y el recurso se ha canalizado en mayor monto para favorecer a las mujeres rurales e indígenas que es donde se evidencia una mayor desigualdad entre mujeres y hombres.

Respecto al Poder Ejecutivo, podemos observar que no sólo la veintena de instituciones que reciben el recurso del Anexo 12 impulsan una nueva cultura de igualdad sino también en diversas leyes y reglamentos como la Ley de Planeación, la de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, la de Ingresos de la Federación y de manera específica, el decreto de Presupuesto de la Federación, entre otras. Y desde el Instituto Nacional de las Mujeres y la Secretaría de Hacienda se han construido los indicadores que permiten evaluar la efectividad y avances de las acciones realizadas con los recursos.

Por lo que hace al Poder Judicial, podemos constatar que la nueva directriz respecto a la igualdad entre mujeres y hombres se concentra en las determinaciones y resoluciones judiciales que emiten sus diversos órganos desde los tribunales locales hasta la propia Suprema Corte de Justicia, pero la resolución que más ha impactado positivamente la vida de las mujeres ha sido la emitida por el Tribunal de Justicia Electoral: la Sentencia 12624.

Durante más de 70 años un solo partido fue hegemónico y de esa forma, dependía mucho de ello el acceso a los espacios de poder de las mujeres en el quehacer público y en las tres esferas de la división del poder. Pero a partir de las reformas políticas que se aprobaron de forma coyuntural (en los años 70 y 90 principalmente) se abrieron espacios para otros partidos, en particular, dos fueron creciendo y consolidándose de forma competitiva electoralmente: el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática; el primero de ellos logró en 2000 la Presidencia de la República arrebatando con ello hegemonía del PRI.

Esta nueva conformación permitió que la lucha de género rindiera sus mayores frutos, la conformación plural del Poder Legislativo permitió que prosperaran iniciativas como las mencionadas respecto a nuevas reglas e instituciones pero, lamentablemente, estos cambios no se tradujeron en una mayor apertura de los institutos políticos y se tuvo que abrir una nueva etapa de la vieja lucha por los espacios de poder.

Y es que la ecuación es muy sencilla, si los partidos son los únicos que pueden decidir incorporar en sus candidaturas a las mujeres por la vía plurinominal o de distrito, entonces son los que tienen que generar las condiciones de una nueva cultura de igualdad entre mujeres y hombres desde el ejercicio de poder.

Y así al interior de cada partido las mujeres y sus aliados se mueven hacia las acciones afirmativas: las cuotas de género. Todos aceptaron una cuota por la vía plurinominal pero no por la vía de los distritos, bajo el concepto de la decisión democrática de sus militantes, y las mujeres, durante años, vieron sus posibilidades limitadas de competir por esos espacios toda vez que los

recursos favorecen a los hombres (observemos al día de hoy que ningún instituto tiene a una mujer como líder o presidenta).

Ante esta realidad, un grupo de mujeres, integrantes de diversos partidos políticos y de organizaciones sociales y políticas, decidieron recurrir a la justicia electoral. Seis magistrados y una magistrada en histórica decisión, emitieron la Sentencia 12624 obligando a los partidos políticos a integrar dentro de sus candidaturas por las dos vías, un 40% de mujeres. Es así como al día de hoy, el Congreso de la Unión tiene una conformación de: Cámara de Diputados: 37.4% Cámara de Senadores: 42 de un total de 180, es decir un 34.37%.

No obstante que esta conformación ha posibilitado impulsar iniciativas y reformas que favorecen alcanzar el objetivo de la igualdad de Género, es importante observar dos pendientes: El primero, lograr que la Sentencia de género se cristalice en la norma constitucional y el segundo, armonizar esta decisión en los estados de la República. Estos dos últimos puntos serán motivo de análisis del trabajo que está desarrollando la sexagésima segunda legislatura.

Seis magistrados y una magistrada, en histórica

decisión, emitieron la Sentencia 12624 obligando

a los partidos políticos a integrar dentro de sus candidaturas por

las dos vías, un 40% de mujeres.

// DESDE LAS INSTITUCIONES


LAS ARCAS ROTAS

Quien se apresta a dar un gran salto, lo primero que hace es afianzarse bien en el terreno que está pisando. Así, antes de compartirles las reflexiones centrales de esta modesta colaboración, quisiera dejar muy clara mi postura acerca

de las cuotas mínimas de candidaturas femeninas a las que nuestra legislación obliga a los partidos políticos. Se resume de la siguiente manera: son muy necesarias. Y no solo en México, sino en el mundo entero. Así, sin rodeos.

2007 y 2008 fueron annus horribilis para la mujer en la política. Por un lado tuvo lugar la debacle de la candidatura presidencial francesa de Ségolène Royale y, al año siguiente, Hillary Clinton perdió ante Barack Obama la candidatura demócrata a la presidencia de los Estados Unidos. Se trata de casos hasta cierto punto similares. Compañeras sentimentales de connotados políticos, las dos señoras lograron, a través de sus propias trayectorias, forjarse un espacio en el ámbito público de sus respectivos países, y sin duda eran merecedoras del puesto que buscaban. Si bien en ambos casos se trata de democracias presuntamente maduras, y de sociedades hasta cierto punto calificables como liberales, es innegable que su género jugó en el destino que tuvo su lucha política.

Así, el silogismo es muy sencillo; si en condiciones más favorables, robustas candidaturas presidenciales se pierden por el componente género, en contextos con un machismo más acendrado y sistemas democráticos más frágiles, las candidaturas femeninas serán aún más vulnerables. Ergo, la cuota es incuestionable.

Sin embargo, llegamos al punto en el que es necesario separar, como se dice en la jerga del análisis de políticas públicas, los impactos de los efectos.

Las cuotas han permitido elevar el número de candidatas mujeres a los cargos de elección popular, sin duda. Pero, ¿ello ha llevado a una mayor presencia de mujeres en estos cargos? Y, más importante aún, ¿hemos logrado un mayor empoderamiento de las mujeres?

La respuesta a ambas preguntas es desoladoramente negativa. Pero, la falta no es imputable al mecanismo que da pie a estas reflexiones. No es que el sistema de cuotas de género esté fallando; me atrevo a postular que quienes estamos fallando somos las propias mujeres.

Considero que somos arcas rotas que podemos retener muy poco de los beneficios que ésta o cualquiera otra herramienta de empoderamiento nos pueda brindar, y las líneas siguientes están dedicadas a proponer algunas hipótesis al respecto o, para continuar con el símil, plantear algunas posibles fisuras que están permitiendo que las bondades del affirmative action se cuelen antes de dar resultados.

Las cuotas han permitido elevar el número

de candidatas mujeres a los cargos de elección

popular, sin duda. Pero, ¿ello ha llevado

a una mayor presencia de mujeres en estos

cargos?

POR MIRIAM HINOJOSA DIECK ILUSTRACIÓN MARIANA NIÑO

Mtra. Miriam Guadalupe Hinojosa Dieck, Comisionada Ciudadana en la Comisión Estatal Electoral de Nuevo León.

DESDE LAS INSTITUCIONES //


1) La lealtad supeditada. Para actuar como colectivo, se requiere primero serlo. El género, como grupo de presión sufre de su carácter etéreo. Por ahora somos más construcción sociológica que realidad política. Las féminas, antes de serlo, somos mexicanas, somos militantes de algún partido político, somos profesionistas, somos amas de casa, somos cualquier cosa menos ese elemento por demás determinante del haber nacido mujeres. Así que a la hora de solidarizarnos entre nosotras, pesa siempre más cualquier tipo de lealtades.

Durante las elecciones presidenciales acudí a un programa de televisión en el que difundieron un panel conformado por mujeres políticamente activas. Era un gozo comprobar que, independientemente de la filiación partidista, o de carecer de ella, nuestras historias se parecían; las semejanzas eran apabullantes. Sin embargo, cuando fuera del aire les propuse, a modo de provocación, sumarnos como mujeres a la única candidatura femenina a la Presidencia de la República –cargo en juego en aquel momento-el silencio fue sepulcral. Nunca hemos visto en el género un activador del voto. Hasta ahora no hemos votado a nadie por ser mujer. Siempre pesa más el votar por quien pertenece a nuestro partido, por el que es de nuestro estado, por el que se parece más a nuestros amigos. Todas las lealtades se sobreponen a la lealtad de género.

2) La competencia feroz. He tenido jefas mujeres. También he contado con subalternas de mi mismo género. No he visto ni en unas ni en otras características diferentes de las que tuvieron jefes hombres o subalternos del sexo masculino. En cambio, donde sí he vivido y padecido diferencias es entre pares. No hay competencia más feroz que la que se da entre mujeres con jerarquías similares. Es como si un instinto celosamente guardado desde tiempos inmemoriales nos hiciera percibir a las demás señoras con las que compartimos estamento como un riesgo que debe eliminarse a cualquier precio. Como si la necesidad de agradar a un macho alfa (el jefe común) fuera la única posibilidad de subsistencia que encontráramos. Sé que esto que acabo de escribir levantará ámpula a más de una –de allí la importancia de dejar bien clara mi postura desde el primer párrafo- sin embargo, considero que más de 25 años de desempeño laboral y una

deformación profesional que me lleva a observar sin cesar la conducta humana, me dan el privilegio de manifestar mi punto de vista en este sentido. Este atavismo, esta necesidad de acabar con la mujer que se tenga al lado, nos ha hecho un daño inconmensurable como género y debemos con urgencia sobreponernos a tan destructivo instinto.

3) El maldito prefijo. En cuestiones de género parece que la gramática se ha convertido también en una herramienta de nuestros tiranos. Las mujeres somos bienvenidas en los ámbitos político y empresarial en posiciones de poder, en los círculos de toma de decisiones, siempre y cuando vengamos envueltas en la “burka” del prefijo. Para no molestar a los varones, para no llevarlos a hurgar en sus más bajas pasiones

de lo políticamente incorrecto, nos infiltramos silenciosas a través de algunas llaves que son las partículas gramaticales: sub o vice, sustituibles por los calificativos adjunta, ad látere o, algo menos tranquilizador pero igual de efectivo: interina.

El hombre requiere de estas válvulas de escape para permitirnos codearnos con él, y, sin tener la oportunidad de reflexionarlo, de plantearnos una estrategia al respecto, o de, simplemente repudiarlo, como género hemos aprendido a restringirnos a este espacio,

que si bien limitado, nos da acceso a un mundo anteriormente masculino en su totalidad. Pero, ¿qué pasaría si -ahora que lo políticamente correcto y algunas legislaciones y reglamentos obligan a incluir a las mujeres en estos ambientes- las mujeres nos negáramos a participar por la vía, llamémosle, gramaticalmente aceptable? Ha llegado el momento de jugar en este sentido, de exigir el liderato absoluto, la responsabilidad completa, el nombramiento sin partículas extra. Ha llegado el momento de las directoras generales, de las presidentas, de las rectoras, así, sin adjetivos.

Por supuesto las tres hipótesis que aquí planteo no son ni mutuamente excluyentes ni exhaustivas; son simplemente breves digresiones que tienen como único fin hacer un llamado urgente a repensarnos como género y a cerrar las grietas que impiden que los magros beneficios que logramos, como las cuotas por candidaturas se filtren por fisuras que nosotras mismas nos esmeramos en agrandar.


// ESPACIO CULTURAL

a casa que construiste fue arrasada Vi cómo sucedió cómo se desprendían paredes y ladrillosEl techo volósobre los huesos y el paisaje entre la hierba abrióechó raíces bajo las plantas de mis piesEstoy anclada y esta casa mojada por la lluviaesta casa azotada por el vientohecha polvoy materia que creceEsta casa soy yo

Minerva Margarita Villarreal

Minerva Margarita Villarreal es profesora de tiempo completo de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Entre sus libros de poesía destacan: Pérdida (1992), Premio Nacional “Alfonso Reyes” 1990; El corazón más secreto (1996; segunda edición de 2003), Premio Internacional de Poesía “Jaime Sabines” 1994; Adamar (1998; segunda edición de 2003), traducido al francés por Françoise Roy y publicado por Écrits des Forges y Mantis Editores en 2008. En 2010, por su libro Tálamo, recibió el Premio de Poesía del Certamen Internacional de Literatura Letras del Bicentenario “Sor Juana Inés de la Cruz” 2010. En la UANL y en San Diego State University se han realizado tesis de maestría sobre su obra poética.

Ha prologado y antologado la poesía de escritores como Alfonso Reyes, José Emilio Pacheco, Gabriel Zaid y Daniel Sada. Es directora editorial, junto con Víctor Manuel Mendiola, de la colección Ráfagas de poesía, coedición del Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León y Ediciones El Tucán de Virginia. Es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte y directora de la Capilla Alfonsina de la UANL, donde dirige la colección de poesía internacional El oro de los tigres. En 2011 la UNAM con sede en San Antonio Texas y The University of Texas at San Antonio le rindieron un homenaje por su obra poética en el marco del III Encuentro de Escritores Letras en la Frontera. En este año 2013 el Gobierno del Estado de México, a través del Instituto Mexiquense de la Cultura, le brindó un reconocimiento por su trayectoria y su aportación al acervo literario del país; y obtuvo el Premio de Honor Naji Naaman’s Literary Prizes de Naji Naaman’s Foundation, de Líbano, por el contenido y estilo de su obra, en la que también se reconoce un especial desarrollo y atención a los valores humanos.


MEMORIAL //


CINEEl cine se ha ocupado de algunas políticas destacadas, algunas de ellas son:

ROSA LUXEMBURG, 1986Dirección: Margarethe von Trotta. Un retrato de quien fuera gran líder socialista, en un retrato que la cineasta hace de esta desde finales del siglo XIX hasta su muerte en 1919.

Rosa Luxemburg se convirtió en un referente político importante en su época, fue encarcelada por sus ideas y liberada por sus compañeros de lucha.

Sin duda, la historia de una mujer a la que hay que conocer.

HANNA ARENDT Y LA BANALIDAD DEL MALUn momento crucial en la vida de la gran filósofa Hannah Arendt llega a la pantalla, también bajo la dirección de Margarethe Von Trotta. Arendt asiste como periodista corresponsal del New Yorker para comentar el famoso juicio al criminal nazi Adolf Eichmann en Jerusalén, en 1961.

Al hablar de “la banalidad del mal”, Hanna puso de relieve que el mayor horror que subyacía tras el ese hombre era que se trataba de uno “aparentemente normal” y no un monstruo o un psicópata, sino un burócrata obediente del sistema que perpetró el holocausto. Muchos no estuvieron de acuerdo con ese concepto de Arendt y le retiraron su amistad. No hay mayor horror que la violencia “normalizada”. Imperdible.

Dato curioso: La película Mary Poppins, de Walt Disney, inicia cuando llega la Sra. Banks a casa, luego de manifestarse en un mítin sufragista con pancarta Vote por las mujeres, en Inglaterra. Pero... el Sr. Banks, su esposo, solo quiere que lo atiendan, su comida caliente, casa e hijos rechinando de limpios; la pancarta va a parar como contrapeso para la cola del cometa de juguete de uno de los hijos. ¿Les suena familiar?

APARADOR //

THE IRON LADY, 2011Dirección: Phyllida Lloyd. La vida de Margaret Thatcher, la ex primera ministra británica, quien fue una una temida y admirada figura de la política mundial es interpretada por una de las más grandes actrices contemporáneas: Meryl Streep.

Thatcher se ganó el sobrenombre de “La dama de hierro”, por tomar decisiones económicas y políticas que siempre fueron polémicas.

LIBROSMEMORIAS DEL SEMINARIO NI MÁS, NI MENOS: ¿IGUALES?

Una magnífica colección de reflexiones sobre el feminismo, desde sus orígenes en la Ilustración hasta nuestros días, y sobre los grandes impactos que tienen en la vida de las mujeres la desigualdad, la discriminación y la violencia entre otros temas, compilada directamente de las conferencias magistrales de las filósofas españolas Amelia Valcárcel y Alicia Miyares, quienes impartieron el Seminario Ni más, ni menos: ¿iguales?, en Monterrey, N.L., en febrero de 2013.

Incluye las intervenciones de las académicas Adriana Ortiz-Ortega, Dulce María Sauri y Marcela Lagarde, comentaristas de dicho foro.

Un libro imprescindible para entender la realidad de la vida de las mujeres. Publicado por el Instituto Estatal de las Mujeres de Nuevo León y la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Nuevo León. ISBN: 978-607-27-0119-9. Se distribuye sin costo en el IEM.

SABER Y PODER. TESTIMONIOS DE DIRECTORAS DE LA UNAMPor Norma Blazquez Graf y Olga Bustos Romero, compiladoras.

La presencia creciente de las mujeres en la creación de conocimientos y su incorporación en los puestos de dirección en el ámbito académico, constituyen los sucesos más innovadores en las sociedades contemporáneas.

Esta obra da a conocer las trayectorias que han seguido estas académicas y los cambios de mentalidad que se producen en las mujeres que llegan a los puestos más altos de dirección y responsabilidad.

Publicado por la Colección Alternativas, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades UNAM, 2013/ISBN: 978-607-023850-5

VIOLENCIA EN EL NOVIAZGO ENTRE JÓVENES MEXICANOS.

Por Roberto Castro e Irene Casique. En 2007 el Instituto Mexicano de la Juventud, junto con el INEGI, realizó la primera Encuesta Nacional sobre Violencia en el Noviazgo en México (Envinov 2007). En este libro se presentan los principales hallazgos que derivan de ella.

Encontrará aquí una apreciable fuente de información tanto para acercarse al problema y familiarizarse con sus complejidades analíticas, como para sustentar iniciativas de intervención y prevención que permiten avanzar hacia la construcción de relaciones más igualitarias en el noviazgo.

UNAM, CRIM, 2010 / ISBN: 978-607-022071-5.

// APARADOR


¿Qué son las cuotas? Las cuotas de género son un concepto fundamental para la vida política y democrática de nuestro país. Con ellas se pretende evitar el predominio de un solo género en la esfera política. Para lograrlo se requiere de un cambio cultural, de educación y de actitudes, tanto en la ciudadanía en general como en las instituciones.

La cuota de género es una obligación prevista en la ley para los partidos, las autoridades y las personas ciudadanas. Busca la paridad política (50 y 50 en todo) entre mujeres y hombres, no solamente en las candidatura, sino en el ejercicio efectivo del cargo de representación. Las cuotas no son permanentes, tienen temporalidad, pero su real vigencia terminará cuando haya desaparecido toda discriminación que impida el acceso a las oportunidades políticas iguales para mujeres y hombres.

Leyes federales que garantizan los derechos políticos de las mujeres

Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, (2006). Establece las acciones que deben desarrollar las autoridades competentes para garantizar la participación igualitaria entre mujeres y hombres

en la toma decisiones políticas y socioeconómicas. Señala la obligación de promoverla en los partidos políticos; fomentarla en altos cargos públicos, y la no discriminación de mujeres y hombres en los procesos de selección, contratación y ascensos en el servicio civil de carrera de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación (2003) Sanciona como conducta discriminatoria la negación del derecho a la participación política, específicamente el derecho al sufragio, la

elegibilidad y el acceso a todos los cargos públicos, así como la participación en el desarrollo y ejecución de políticas y programas de gobierno.

Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación No contempla cuotas de género con relación al número de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; tampoco las hay en el Tribunal Federal Electoral, en los tribunales colegiados ni en los juzgados de distrito y en el Consejo de la Judicatura Federal.

Ahí debieran estar muchas más mujeres, definitivamente. Aunque el Instituto Federal Electoral acaba de implementar una acción positiva, con la reserva de cuota para incluir a más mujeres en su funcionariado, convocatoria a la que respondieron cerca de 20 mil mujeres.

Déficit mundialNo sólo en México la democracia está en déficit respecto a sus mujeres. De un total de 193 países que son parte de la ONU, sólo 50 de ellos han tenido Presidentas o primeras ministras en los últimos 60 años. América Latina ha tenido 4 presidentas en la última década: Michelle Bachelet, en Chile; Cristina Fernández, en Argentina; Laura Chinchilla, en Costa Rica y Dilma Roussef, en Brasil.


GLOSARIO //

TE CONVIENE SABERLO

Imag

en: h

ttp:

//ca

ntgo

back

now

.blo

gspo

t.mx

// DESDE LA REDACCIÓN


Sensibilizan a periodistas

CONCLUYE FUNCIONARIADO DIPLOMADOS DE PERSPECTIVA DE GÉNERO EN PLANEACIÓN Y MARCO LÓGICO

Da cátedra de Ética y Estética Amelia Valcárcel

Para sensibilizar a un grupo de 20 periodistas en el tratamiento adecuado de las notas en las que estén involucrados hechos de violencia contra las mujeres, el IEMNL organizó un taller dirigido a las y los profesionales de los medios de comunicación tanto del área metropolitana como de los municipios del estado y a enlaces de comunicación social. Impartido por la agencia de noticias CIMAC, esta actividad formó parte de las estrategias del programa PAIMEF 2013. Los contenidos incluyeron el conocimiento de los principales instrumentos internacionales de derechos humanos de las mujeres, el marco jurídico existente y prácticas de análisis de contenidos noticiosos.

Con el propósito de desarrollar las capacidades, habilidades y destrezas del personal de la Administración Pública Estatal (APE) y de los poderes Legislativo y Judicial, en octubre concluyeron con éxito las actividades 2013 de capacitación y profesionalización del Programa de Fortalecimiento a la Transversalidad de la Perspectiva de Género para el desarrollo, seguimiento y evaluación de políticas públicas y cultura institucional. Dichas actividades incluyeron el diplomado de Planeación, Programación y Presupuestación con Perspectiva de Género y el diplomado de Marco Lógico para el funcionariado de la APE, así como dos cursos de capacitación sobre el Sistema Sí Avanza y los tableros de control de

Políticas Públicas y de Cultura Institucional. Asimismo, se elaboró el diseño curricular para la maestría de Género y Políticas Públicas para la formación de capital humano estatal que próximamente iniciará en colaboración con la Universidad Autónoma de Nuevo León.

Como parte de su actualización profesional continua, el personal del IEM participó en el seminario Ética y estética: confrontaciones y coincidencias, impartido por la Amelia Valcárcel, actividad que se enmarcó en la Cátedra Alfonso Reyes, organizada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Valcárcel dio un recorrido magistral por el pensamiento de filósofos como Wittgenstein, y Schoppenhauer, entre otros, que nutrieron los conceptos actuales relacionados con la ética y la estética, en su primera intervención como integrante de la Cátedra del Tec de Monterrey.

DESDE LA REDACCIÓN//


PAIMEF 2013 lleva sus servicios a todo el estado

PLÁTICAS Y TALLERES

SERVICIOS DE ATENCIÓN EXTERNA (Jurídica, psicológica y de trabajo social)

MUJERESHOMBRESTOTAL

MUJERES7323272

154

1267875

PAIMEF3671

-3671

HOMBRES1604143

6

1111864

VICCALI144

-144

TOTAL8927415

160

2379739

CJF56021*581

* Hombres son hijos de las usuarias

TOTAL4375

214396

Al seminario “Derechos humanos y avances legislativos en beneficio de las mujeres” impartido por el IEMNL dentro de las actividades del programa PAIMEF, acudieron 55 personas entre ellas magistrados/as, secretarios/as y jueces/zas del estado de Nuevo León.

En la ceremonia de clausura el Lic. Gustavo Adolfo Guerrero, presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura, expresó su beneplácito por la coordinación que se ha establecido con el IEMNL en estos temas. Estuvieron presentes las magistradas María Inés Pedraza Montelongo, Rosa Elena Grajeda Arreola y María Nancy Valbuena Estrada; la Lic. María Elena Chapa H., presidenta ejecutiva del IEM, y la Dra. Myrna Elia García, titular de la Dirección de Equidad de Género y Protección a Grupos Vulnerables del Poder Judicial del Estado de Nuevo León.

El seminario contó con las participaciones del Dr. Arturo Ojeda B., la Mtra. Ángeles Corte Ríos, el Dr. Ricardo Ruiz Carbonell, el Lic. José Roberto de Jesús Treviño y el Dr.

Leonardo Iglesias, que impartieron los temas: Avances legislativos nacionales y estatales en beneficio de las mujeres; Reforma constitucional y Derechos Humanos de las mujeres; Juzgar con perspectiva de género; Violencia contra las mujeres: Recursos de prevención y atención; El género en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos y Violencia contra las mujeres y peritaje psicológico, respectivamente.

Para extender los servicios de atención a la población femenina nuevoleonesa el Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas, para implementar y ejecutar Programas de Prevención de la Violencia contra las Mujeres. (PAIMEF) reporta los siguientes resultados en el periodo julio-septiembre:

El Poder Judicial de NL participa en seminario de Derechos Humanos de las mujeres

Capacitación impartida por el Instituto Estatal de las Mujeres

por la no violencia y la igualdad en NLEl IEM ha capacitado, en el trimestre julio a septiembre de 2013,

a las siguientes personas y sectores en los temas de: igualdad, democratización familiar, organización de una empresa innovadora y mercadotecnia para emprendedoras con valor, derechos humanos

de las mujeres y prevención de la violencia familiar.

TOTAL

SECTORESPúblico (Administración estatal)Funcionariado (Nivel toma de decisiones)Banca de las mujeresPrivadoSocialAcadémicoTOTAL

HOMBRES208

554

-

3106

2873

MUJERES638

700

90

1051914

263473

TOTAL846

1254

90

1082020

284346

ComunidadFuncionariosSesiones de Análisis CríticoViolencia en el noviazgo

El presidente del TSJ Lic. Gustavo Adolfo Guerrero, la presidenta del IEM María Elena Chapa, las magistradas y la titular de la Dirección de Equidad de Género del TSJ.

contenido - nl.gob.mx · jorge abelardo ramírez garibay. juan antonio rodríguez gonzález manuel...

Documents