COMO CREÍSTE TE SEA HECHO: ORAR POR AYUDA Introducción: Saludo y bienvenida, oración por la Palabra Muchas personas sufren porque no tienen a quien dirigirse cuando tienen problemas. No quieren molestar o piensan que nadie podría ayudarles. En la vida cristiana tenemos la certeza de contar con quien nos escucha a cualquier hora y es poderoso como ninguno para ayudarnos. El medio de llegar a su oído es la oración. Dentro del TEMA La oración que conmueve a Dios desarrollamos hoy el PROPÓSITO de dirigirnos a Él en la confianza que nos provea ayuda en los asuntos materiales que nos hacen sufrir. Leamos el TEXTO en Lucas 8:1-8. El Señor Jesús mismo nos explica la actitud de Dios frente a la oración.

1. DIOS NO ES UN JUEZ INJUSTO (v. 7 “¿Se tardará en responderles?”) ¿Por qué Jesús enseña sobre la oración narrando lo que acontece entre una viuda buscando solucionar un problema y un juez injusto? Para resaltar que este juez tiene poder de dar respuesta a la petición, pero sólo reacciona a la incesante repetición. La actitud de Dios, sin embargo, no cederá ante repeticiones impacientes. ¿Por qué? Porque Dios no espera desconfianza. Del juez injusto no se podía esperar que diera un fallo favorable, así que la viuda optó por el recurso de molestarlo. Dios no quiere que la insistencia sea por falta de fe. Porque Dios no espera sobornos. Un juez corrupto toma su decisión según el tamaño del regalo que reciben. Dios no quiere que le rindamos adoración sólo para obtener su intervención. Porque Dios no espera reclamos. Un juez injusto cambia su fallo según sopla el viento. Dios no quiere que le sigamos debatiendo lo que él ya decidió.

2. DIOS ES UN PADRE AMOROSO (v. 8 “Les digo que sí les hará justicia, y sin demora”) El Señor, pues, nos ha dado amplio acceso a su persona, las 24 horas del día y los siete días de la semana. ¿Cuál es la oración que le agrada? Hágala con fe. Confíe en que la respuesta de Dios estará en el tiempo oportuno, aun cuando parece demorar. Hágala con perseverancia. Confíe en que Dios tiene solución para su problema y continúe pidiendo mientras la respuesta no se haya dado. Hágala en sumisión a la voluntad de Dios. Confíe en que la respuesta de Dios es la mejor solución, aun cuando hubiera esperado otra cosa. Hágala con gratitud. Confíe en que la respuesta será la mejor posible y agradezca de antemano lo que venga de Dios. Hágala en el nombre de Jesús. Confíe en que Jesús haya restablecida la comunión entre Dios y los hombres que representan a él, que verdaderamente están “en Cristo”.

3. LA PETICIÓN DE DIOS A NOSOTROS (v. 8 “cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe en la tierra?»)

Según Jesús, Dios nos concederá su ayuda de forma gratuita y generosa. Sólo una cosa quisiera obtener a cambio: que sigamos en sus caminos y extendamos su gracia y amor sobre toda la tierra. ¿Lo haremos? Conclusión: Somos los más afortunados porque tenemos un buen Padre en el cielo que escucha y contesta nuestras peticiones por ayuda. Como niños, no siempre entendemos Su proceder, pero tenga la seguridad de la bondad y del poder de Dios. ¡Mantenga la fe en todo tiempo y el Hijo del hombre la hallará en su regreso!

05 de Febrero de 2019 Nº 03

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Proverbios 8:17

1 Corintios 16:2