collar de perlas, secretos books/c… · collar de perlas, secretos para hacer de su vida una joya....

COLLAR DE PERLAS, SECRETOSPara hacer de su vida una joya.Rosa Angélica Hernández Portillo

San Salvador, El Salvador, C.A.

Edición Digital El Salvador eBooksFebrero 2017

www.elsalvadorebooks.com

Edición: Sandra Echeverría

Diseño y Diagramación: Eunice Abigail Hernández

Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada en o transmitida por, un sistema de

información, de ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin permiso

previo por escrito del autor.

ÍNDICE

Prólogo...........................................Presentación..................................Cómo surgió este libro.................

1. Cuando tienes una buena relación contigo misma, fácilmente puedes relacionarte con los demás.................

¿Conoces tu origen?.....................Tu vida es tuya... tú eliges............Tú. ¡Tu mejor amiga!....................La autoimagen...............................Tu cuerpo.......................................Tu apariencia.................................

2. El ambiente en que te encuentras influye en tus pensamientos y en la forma de solucionar tus problemas...

Cuida tus pensamientos ...............Cuida de tu casa............................

71013

29

303550576773

76

7783

Pon las cosas en su lugar............Soluciona tus problemas............

3. Los sentimientos que abrigas dirigen tus acciones, procura que sean buenos.......................................

Aprender a perdonar..................Manejando la depresión............Disfruta lo que tienes.................Lo importante no es lo que su-cede, sino cómo tú respondes...

4. Tarde o temprano el mundo te devuelve lo que das............................

El valor de la amistad.................Las apariencias engañan............En la vida no hay castigos, sólo consecuencias..............................Administra bien tu tiempo y tu dinero...........................................Todo pasa.....................................

8691

98

99108122

129

143

144152

155

161176

5. La felicidad es un estado de ánimo que comienza cuando aprendes a aceptarte y decides ayudar a me-jorar el mundo que te rodea........

La autenticidad es una joya de gran valor.....................................La filosofía de la vida..................Ser feliz es un deber....................Haz de tu vida una luz................Soñar no cuesta nada.................Sugerencias para una vida más satisfactoria..................................Cómo se forman las perlas.....

180

181185190203211

219231

PRÓLOGO

COLLAR DE PERLAS, es un libro para todo tipo de personas, dado

que contiene información y consejos valiosos que nos motivan a ver la vida no como una lucha diaria, sino como un viaje, que puede ser placentero o doloroso, depende de cómo cada uno enfrenta día a día sus problemas. La vida puede compararse con la escuela, con sus lecciones nos enseña que los resultados buenos o malos dependen de nuestras ac-ciones diarias. Cuando se tenga una buena o mala experiencia, se debe analizar las causas de éxito o fracaso, para manejar adecuada-mente experiencias similares y no tener que repetir la lección de una forma dolorosa. En algunos casos, no es por falta de inteligencia, sino por desconocer las reglas asociadas a las actividades que emprendemos.

Durante mucho tiempo se pensó que la inteligencia era la habilidad para resolver

COLLAR DE PERLAS / 7

problemas de índole abstracta como son la lógica y las matemáticas. Recientemente se ha descubierto que alcanzar el éxito, el bienestar general y la satisfacción en la vida, depende más de cómo manejamos las emociones y las relaciones con los demás, que de las capaci-dades intelectuales propiamente dichas. Es decir, ser responsables de auto motivarnos, es el principio de toda superación personal.

Existen condiciones de vida que propi-cian que algunas personas se sientan fracasa-das o consideren que no pueden alcanzar el éxito. Sin embargo, más que las barreras del mundo exterior, lo que limita el crecimiento y desarrollo, son las limitaciones internas de cada persona. En COLLAR DE PERLAS, se trata de eliminar esas barreras y partir del origen del hombre como hijo de Dios. Si se cree que fuimos creados a su imagen y se-mejanza, significa que como seres humanos tenemos muchas potencialidades que si las desarrollamos nos facilitan la vida.

Es importante darse cuenta del pro-ceso, para poder iniciar el cambio hacia la


aceptación de uno mismo, aceptación de los demás y hacer de la vida un placentero viaje que nos conduzca a la felicidad.

Por ello, considero que los diferentes temas abordados de una forma amena, clara y sencilla, permiten al lector desarrollar una nueva visión de la vida, aplicando las ideas o consejos que se plantean en COLLAR DE PERLAS.

¡Que lo disfrutes! Carlos A. Calderón G.

San Salvador, Marzo del 2002.


PRESENTACIÓN

COLLAR DE PERLAS, comprende una serie de temas a través de los

cuales se motiva a ver la vida como algo más que levantarse e ir a trabajar. A desear el éxito y creer que se puede lograr, a pesar de las cir-cunstancias. Se espera contribuir a cambiar el “no puedo” por el “sí puedo y voy a lograrlo”, a desear vivir cada día dando lo mejor de sí y encontrar la oportunidad de sonreír, hacer el bien y dar gracias a Dios por la vida.

Se cree que la vida es un viaje en donde todos aprendemos de todos y cada uno tiene una misión por cumplir. Que la realización personal se va dando a medida que nos iden-tificamos con esa misión.

De forma muy especial se ha dedicado a las mujeres que por una u otra razón en un momento determinado se sientan solas, cansadas, agobiadas o desmotivadas para


seguir adelante, creyendo que la vida es una batalla constante y no un viaje a disfrutar.

COLLAR DE PERLAS, encierra mu-chas enseñanzas y experiencias de la vida dia-ria; a través de ellas se pretende mostrar que la felicidad es interna. Es un estado de ánimo que todos podemos tener. Que debemos estar muy agradecidos con Dios y pedir cada día su ayuda para encontrar el camino que nos conduzca a la realización personal. Se trata de ver el lado positivo de la vida y comprender que tan sólo el hecho de estar vivos, ya es una bendición, sin tomar en cuenta las circunstan-cias que nos rodean. Más bien, tan sólo por el hecho de encontrarse en este tiempo y en este lugar. El pasado ya se fue, el futuro aún no llega; lo mejor es aprovechar el presente y vivirlo con entusiasmo, con alegría, darnos cuenta que cada día, es un día especial.

A través de este libro se pretende con-tribuir a mejorar el presente, cambiando la visión que se tiene de la vida. Entendiendo que lo más importante no son las cosas en sí, sino cómo uno las ve. Lo importante no


es lo que otros dicen o sienten, sino lo que uno cree, siente, y piensa. Vivir de acuerdo a ello es el camino para lograr el desarrollo personal.

Si se aplican las ideas que acá se presen-tan puede lograrse una vida más sana, más agradable, más tranquila, con una mayor fe en Dios y en uno mismo.

Rosangélica Hernández


CÓMO SURGIÓ ESTE LIBRO

La idea de este libro, surgió hace al-gunos años cuando finalizaba mis

estudios y comencé a escuchar comentarios y algunos consejos con muy buenas inten-ciones, sobre la conveniencia de casarme o al menos tener un hijo, “porque una mujer siempre necesita de un hombre que la respal-de” y si no se casa pues al menos debe tener un hijo, “nunca es bueno que una mujer se quede sola”, eran algunos de los consejos que me daban. Al principio escuchaba sin mayor interés, después me sentí un poco intrigada, pensaba si realmente tendrían razón o si sólo trataban de hacer que yo cumpliera con una tradición.

Hasta ese momento no le había dado

importancia al hecho de estar sola. En rea-lidad, estaba tan ocupada con mi trabajo y con mis estudios que no había pensado en el


matrimonio como una meta, sino como algo que viene por añadidura, cuando se está muy enamorada. En cuanto a los hijos, pensaba que debían venir después del matrimonio, como producto del amor de la pareja. Tener un hijo para no estar sola, en realidad no me parecía, lo sentía como egoísmo. Interiormente siem-pre me fijaba metas y me esforzaba por lograrlas, pero sentía que el matrimonio era algo diferente, pues no depende de una sola persona, sino de dos. Pensaba que si un día decidía casarme con alguien sería por amor, no por temor a la soledad, o al que dirán.

Me sentía muy bien conmigo misma, había logrado mucho de lo que me propuse. Sin embargo, al escuchar tantos comenta-rios y “buenos consejos”, empecé a sentirme inquieta. Fue entonces cuando decidí ver el entorno, a fijarme un poco más en lo que es-taba sucediendo con las muchas mujeres que conocía o con las que, por diferentes motivos conversaba. Así encontré señoras casadas o acompañadas muy felices de estarlo, no con-cebían su vida sin su esposo o compañero, se sentían realizadas. Se les veía tranquilas,


con muchas ganas de vivir, alegres y deseo-sas de seguir adelante. También encontré se-ñoras que veían al esposo como su enemigo, en la primera ocasión le sacaban a relucir los defectos, hablaban con desagrado, le critica-ban sin ninguna consideración. Todo lo que hacían o decían les parecía mal. Yo pensaba: Qué triste ha de ser casarse para vivir de esa manera, parecía que se habían acostumbrado a ello.

Me parecía un desperdicio de la vida, sentía que no aprovechaban los recursos y las situaciones adecuadamente. Suponía que, en el fondo, había algún resentimiento con el esposo y hablar mal de él, era su forma de vengarse. Lo entendía así, pero no estaba de acuerdo. En estos casos, casi nunca opinaba, me limitaba a escuchar, tampoco creía todo lo que me decían. Pensaba que a lo mejor en ese momento estaban disgustadas o moles-tas y por eso hablaban de esa manera. Estas personas cuando terminaban de contar sus desventuras, siempre me decían: “Qué bueno que usted no se ha casado, los hombres todos son iguales”. Yo me limitaba a sonreír.


Encontré mujeres que vivían solas, que quizá por una amarga experiencia se expre-saban muy mal de los hombres. Algunas di-vorciadas, otras separadas con uno o varios hijos. Hablaban de los hombres con resen-timiento, otras veces con nostalgia, como añorando su vida pasada. Algunas casadas me decían: “Dichosa usted que está soltera”. Parecía como si desearan estar solas, como si les pesara su matrimonio. Hablaban de los hijos como su única razón de vivir, y de mantenerse unidas a su esposo o compañero. A veces me quedaba callada, pero pensaba que cada cosa en la vida tiene su precio. En ocasiones se los decía, por mi parte lo com-prendía y lo aceptaba. Eso me daba tranqui-lidad, bienestar y en cierto modo me hacía más responsable de mis actos.

Mientras tanto seguía observando a las señoras. Me di cuenta cómo algunas mujeres de 40 o más años que no se habían casado mostraban una baja autoestima. Parecía como si no tener un hombre a su lado les hacía sentirse menos que sus amigas casa-das o acompañadas. Les veía muy inseguras,


exageradamente dependientes de su familia, parecía como si no tenían una vida propia. Entendí que eso sucedía debido al medio en que se desenvolvían, pero también porque se sentían con menos valor del que en realidad tenían. A veces se expresaban muy mal de los hombres, otras parecía que añoraran uno. En ocasiones les escuché hablar de ellos como sus peores enemigos, o como especies raras. Yo no estaba de acuerdo. A mí los hombres me parecían interesantes, diferentes por su naturaleza y me gustaba comparar esas dife-rencias.

También encontré mujeres solteras de 40 años o más, muy ansiosas por casarse o acompañarse. Sin importar mucho cómo ni con quien, como si pensaran que el tiempo se les estaba terminando, o que “el tren les esta-ba dejando” como dicen algunas veces. A mí eso tampoco me parecía, sentía que el estar casada o acompañada, no era una obligación.

Encontré a muchas mujeres que pese a tener un hogar, se sentían muy solas. A veces como atrapadas en un callejón sin salida,


ansiaban su libertad y se sentían culpables por ello. Hablaban con nostalgia de su vida de solteras, y del matrimonio como si fuera una carga muy difícil de llevar. A veces me decían con tristeza, “nunca vayas a casarte”.

Sentía pena por ellas y pensaba que era

mejor estar sola y desear encontrar una pare-ja, que tener pareja y desear estar sola. Yo tra-taba de hacerles ver las ventajas que tenían, al tener un hogar e hijos. A veces las animaba y me agradecían que les prestara atención.

Otras veces vi matrimonios muy uni-

dos, en donde cada uno hablaba del otro como su amigo, como su compañero, con respeto, con admiración. A veces bromeaban sobre sus defectos, era algo que ya habían aceptado como parte de ellos mismos, sin quitarse la vida por ello. No cabe duda que estas mujeres estaban satisfechas de su matrimonio —y sus esposos también— no concebían su vida sin su esposo o compañero. Hablaban del matri-monio como una necesidad, como algo que debía darse, eso sí, debía ser con la persona adecuada. Era muy agradable escucharles, y


ellas también me daban “consejos”, deseando que encontrara a la persona adecuada para compartir la vida.

A medida que observaba, escuchaba y pensaba, me di cuenta que en el matrimo-nio al igual que en las fiestas, cada uno habla según sus experiencias. La fiesta es la misma, pero para unos fue aburrida, para otros diver-tida y hay quienes no dicen nada, pero se les ve no tan convencidos de que fue una buena decisión. Tal vez no están muy contentos, pero poco a poco se han ido conformando.

Observando y preguntando un poco, también me di cuenta que los matrimonios pasan por diversas etapas y según la etapa en que se encuentran, así son las expresiones que se tienen. Con todas estas informaciones, entendí que para casarse se debe estar muy enamorada o enamorado para tolerar con al-guna facilidad los defectos de la persona con quien se casa, es decir, con quien se decide compartir el resto de la vida. Entendí que a veces, aunque no lo parezca, el matrimonio se realiza no por amor, sino por el qué dirán,


por el temor a la soledad, porque se desco-noce lo que ello implica, por conveniencia o simplemente porque se siente un compromi-so con la otra persona.

Así como presté atención a los comen-

tarios de las mujeres, también me fijé un poco más en los hombres y me di cuenta de cuán diferentes somos, en la manera de ver la vida, en la forma de solucionar problemas, en las expresiones de afecto. Cómo las mujeres le damos importancia a diversos aspectos que para ellos pasan desapercibidos, o al con-trario, hay cosas que las mujeres no vemos, pero ellos sí las ven. Cosas que para nosotras las mujeres son difíciles o complicadas, para ellos no lo son; otras veces lo que para una es fácil, para el hombre es difícil o compli-cado. No se trata de que las mujeres seamos más inteligentes que los hombres o viceversa, simplemente somos diferentes en cuanto a los esquemas mentales que cada uno por su naturaleza tenemos. Cuando veía estas cosas me maravillaba de la creación divina, cómo Dios nos hizo tan diferentes y tan comple-mentarios, física, mental y psicológicamente.


Observé cómo la mayoría de los hom-bres casados van adquiriendo seguridad a través de la crianza de sus hijos. Cómo los hijos mismos les van actualizando en los diferentes cambios del mundo que les rodea. Cómo ser padres les hace sentirse más segu-ros, más importantes y a veces con qué or-gullo hablan de sus hijos.

Con todas mis apreciaciones encontré que el ser humano es maravilloso, que estar casada o soltera no es impedimento para de-sarrollar todas las potencialidades con que Dios nos mandó al mundo. Encontré que la vida vale la pena vivirse. Que el éxito no es la obtención de cosas materiales, el acumular dinero o una posición social. Es sentirse bien con uno mismo y con el mundo que le rodea, con las cosas que uno hace diariamente. El éxito se logra, con el desarrollo de las poten-cialidades, a medida que uno va realizando sus sueños. Esos sueños que se llevan muy adentro.

Que la inteligencia del ser humano se va desarrollando a medida que soluciona


los problemas de la vida. Que es importante luchar por lo que se quiere, disfrutar lo que se tiene y evitar lamentarse por lo que hace falta. Con lamentos sólo se consigue gastar energías valiosas que podrían utilizarse en conseguir lo que uno quiere o cree que le falta.

Si está casado, hay que buscar la mane-ra de disfrutar del matrimonio. Hacerle agra-dable la vida a la otra persona y uno mismo por supuesto. Si está soltero, debe aprovechar esa situación, cultivarse intelectual y espiri-tualmente. Hacer cosas que generen algún beneficio, satisfacción o bienestar, ayudar a quien lo necesite.

Así fue como comencé a “Ver la Vida”, “Mi Vida”. Encontré que era maravilloso estar viva, tener una profesión, un trabajo que me daba muchas satisfacciones. Comencé a sa-borear conscientemente mi libertad, y lejos de sentir la nostalgia por no estar casada, o no tener hijos, me sentí muy bien de ser libre. De tomar mis propias decisiones, de dis-poner de mi dinero, tiempo y energías para


ir descubriendo poco a poco el camino a se-guir, la misión que debía cumplir. Me sentía muy bien.

Aprendí a escuchar y a escucharme. Le encontré un agradable sentido a la vida, comencé a verla como una escuela, y pensé que a lo mejor había otras mujeres que se en-contraban o se sentían solas, sin disfrutar su libertad, sintiendo que viven a medias por no contar con una pareja. Quizá agobiadas por el que dirán, por la tradición, por la presión social, por los buenos consejos que a veces dan las personas, creyendo que la tradición es una ley. Pensé que eso no era justo. Así es como decidí compartir mis apreciaciones con otras mujeres, sin una pareja, o que se sintieran solas. Así empecé a vislumbrar este libro.

Poco a poco el tiempo pasó y el pa-norama fue cambiando, conocí otras perso-nas y otras situaciones. Sin embargo, en mí siempre estaba la inquietud de contar un poco sobre tantas cosas que iba descubriendo, a


veces como protagonista y otras como espec-tadora, espectadora de la vida.

Así entendí, que por mucho que se hablara del amor libre, en nuestro medio y con nuestra gente, el matrimonio sigue teniendo validez. No solamente en lo legal, sino en lo social, y mucho más en lo espiritual. Observando y escuchando el diario vivir, entendí que compartir la vida con alguien a quien se ama, debía ser agradable con sus altas y bajas, como todo en la vida, pero que no era una obligación. No es algo que debe hacerse a como dé lugar. Si se encuentra la persona a quien se cree ideal, está bien, pero si no ocurre así se tiene el derecho de vivir la vida como mejor parezca.

El pensar de esta manera me ayuda a vivir tranquila y disfrutar cada día como si fuera el último. A ver la vida como un don Divino que debo disfrutar y ayudar a otras personas, para que también la vean de esa manera. Que no sólo existan, sino que vivan realmente. Que disfruten lo que tienen.


Sentía deseos de decirle a todo el mundo que la vida es muy valiosa, que no importa cómo se encuentren. Es impor-tante lo que uno siente, piensa y hace. Que es bueno dar lo mejor de sí en todo lo que se emprende. Que la vida es un camino que vamos recorriendo poco a poco. Que es bueno fijarse metas, pero también es nece-sario disfrutar el camino. Que la casualidad no existe todo tiene una razón de ser, aunque como humanos, no sabemos el porqué. A las mujeres que, por uno u otro motivo, se sien-ten o se encuentran solas, quiero decirles que si tienen fe en Dios nunca más lo estarán. Si aprenden a estar consigo mismas, podrán disfrutar cada momento de su vida. El ser humano es inteligente y, al tratar de vivir la vida de la mejor manera suceden cosas que nos ayudan a lograrlo.

Que aprendan a escucharse para co-nocerse mejor. Siempre es agradable tener anhelos, metas e ilusiones y tratar de lograr-las. No es bueno olvidarse de los principios, ni de los sueños que se tienen. Que no im-porta lo que otros piensen o digan. Importa


mucho lo que uno piensa, quiere, ansía, y sobre todas las cosas no olvidarse de Dios nuestro creador. Dios siempre está con no-sotros y nos ayuda en todo lo bueno que em-prendemos. Es el mejor guía, sólo es cuestión de acercarse a Él a través de la oración. Para Él somos muy importantes: Somos sus hijos.

Buscar a Dios, o dejar que Él nos en-cuentre, es la mejor decisión que podemos tomar en la vida, es como asirse de un fuerte sostén. Él como padre amoroso siempre nos lleva por el mejor de los caminos; es cuestión nuestra tener fe y pedirle su ayuda en cada cosa que nos sucede. Él siempre nos escucha cuando le hablamos a través de la oración. Además, Él nos creó, por lo tanto, conoce nuestros problemas, alegrías, inquietudes, fortalezas y debilidades. Es bueno acudir a Él siempre, en las dificultades, tristezas, desilu-siones. Él nos apoya, y de alguna forma se-ñala los errores y nos ayuda a enmendarlos.

En cualquier dificultad, hay que bus-car a Dios. Hacer todo lo que se puede y estar seguros que Él hará el resto. Generalmente


Dios pone personas en el camino para que nos ayuden a salir avantes en todo lo que emprendemos. Sólo nos pide que pongamos todo lo que esté a nuestro alcance. La mane-ra de buscar a Dios es a través de la oración.

Cuando oramos sucede algo bien im-portante y es que cuando le hablamos a Dios con el corazón, nosotros también nos escu-chamos y al escucharnos la tensión va de-sapareciendo. La mente se va aclarando y el mensaje de Dios va surgiendo como ideas que señalan el camino. Hazlo, y lo com-probarás. Además, el sólo pensar que existe un Ser Supremo que nos puede ayudar en nuestras dificultades, es razón suficiente para acudir a Él y no preocuparnos tanto, como si pretendiéramos cambiar el mundo tan sólo con nuestras manos.

Si acaso tú no creyeras que Dios existe, o que te ama tanto como yo pienso, háblale. Te darás cuenta que te escucha y que siem-pre cuida de ti. Lo que sucede es que no te habías dado cuenta. Vamos, inténtalo, estás de viaje.


Si al leer los diferentes temas de este libro en-cuentras pensamientos o ideas que te ayuden a esforzarte por lo que quieres, a aceptar lo que no puedes cambiar, a ver el éxito como los logros que obtienes cada día, a utilizar los tesoros que Dios puso en ti, si decides buscar la paz, la armonía, y reconocer la grandeza de Dios en tu vida, si nunca te habías sentido motivada a rezar u orar y ahora te animas a hacerlo, si te sientes mejor contigo misma y con el mundo que te rodea, sentiré que logré mi cometido.

¡Que lo disfrutes!


collar de perlas, secretos books/c… · collar de perlas, secretos para hacer de su vida una joya....

Documents