colico por edema de colon menor
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Facultad de Ciencias Veterinarias
-UNCPBA-
CÓLICO POR EDEMA DE COLON MENOR
Huarte, Alfredo Bernardo; Beccar Varela, Eduardo; Perkins,Gustavo Mario
Mayo, 2016 Tandil
CÓLICO POR EDEMA DE COLON MENOR
Tesina de la Orientación Sanidad animal de grandes animales presentada
como parte de los requisitos para optar al grado de Veterinario del alumno:
Bernardo Alfredo Huarte.
Tutor: Médico Veterinario, Beccar Varela Eduardo
Director: Médico Veterinario, Perkins Gustavo Mario
Evaluador: Médico veterinario, Confalonieri Omar
AGRADECIMIENTOS
A mi familia, amigos y a todas las personas que hicieron posible el
desarrollo de mis estudios universitarios y que colaboraron desde lo
académico hasta lo personal con la carrera.
RESUMEN
Etimológicamente cólico significa dolor de colon, aunque en la actualidad este
término tiene un sentido más amplio, en virtud que abarca a cualquier dolor
localizado en la cavidad abdominal acompañado de alteraciones funcionales,
siendo el término más apropiado el de ―síndrome abdominal agudo‖. Es un
conjunto de enfermedades que por su presentación o por sus complicaciones
se debe considerar como una emergencia que ponen en peligro la vida del
animal en horas o días. Los fenómenos patológicos que se producen
bruscamente dentro de la cavidad abdominal se acompañan de un conjunto de
signos, que nos orientan en el diagnóstico de síndrome abdominal agudo. La
anatomía del tracto digestivo del caballo, y las prácticas de manejo alimenticio
impuestas por el hombre, contribuyen a la frecuente presencia de cólicos en
los caballos estabulados. El síndrome abdominal agudo, es la principal causa
de muerte en esta especie animal, representa el 15 al 20 por ciento de los
actos clínicos que atiende el médico veterinario dedicado a la medicina equina.
Se hace una revisión de los factores predisponentes, las causas que lo
desencadenan, el diagnóstico y los estudios complementarios para orientar el
pronóstico e instaurar el tratamiento según su origen. Se presenta un caso
clínico de cólico abdominal que concluyó con el diagnóstico de edema de colon
menor.
Palabras claves: cólico, síndrome abdominal agudo, edema de colon menor
INDICE
Página
INTRODUCCION Y OBJETIVO 1
REVISION BIBLIOGRAFICA 2
Factores de riesgo 4
La anatomía del sistema digestivo y su relación con el cólico 8
Signos clínicos de cólico 13
Metodología para el diagnóstico de cólico 15
Tratamiento médico del cólico 29
Diagnóstico diferencial de los distintos tipos de cólicos 38
PRESENTACION DE UN CASO DE COLICO EQUINO 43
Materiales y métodos 43
Antecedentes 43
Diagnóstico 47
Resultado y discusión 49
Conclusiones 50
BIBLIOGRAFIA 51
INTRODUCCIÓN Y OBJETIVO
El síndrome abdominal agudo se trata de un proceso con inicio repentino
de dolor que tiene repercusiones sistémicas y requiere un rápido diagnóstico y
tratamiento (Brown & Bertone, 2002).
De acuerdo con Ward et al. (1987) y McLean et al. (2000) cólico equino es un
síndrome complejo y multifactorial, que puede variar desde una compresión
temporal hasta una gran estrangulación del intestino, colitis con evolución
hacia una enterotoxemia de pronóstico grave.
Se conocen más de cincuenta posibles diagnósticos, que pueden en
casos graves, dar lugar a colapso circulatorio con insuficiencia multiorgánica
(McLean et al., 2000).
Las características anatómicas y fisiológicas del aparato digestivo del
caballo, sumadas a un cambio de vida y hábitat de alimentación, llevan a sufrir
alteraciones en la digestión con consecuente signologia de cólico.
Es fundamental que el diagnóstico y tratamiento se instaure tempranamente,
para que el cuadro no progrese.
Muchas veces el tratamiento consistirá solamente en un cambio en la dieta
hecho en el momento preciso.
El objetivo de este trabajo es efectuar una revisión de las causas que
desencadenan el cólico equino y como arribar al diagnóstico a través de la
exploración clínica y los métodos complementarios.
Se efectúa la presentación de un caso clínico de una yegua raza polo
argentino que inició con un cólico intermitente con sígnos de disuria y finalizó
con edema de colon menor, respondiendo favorablemente al tratamiento
instaurado.
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REVISIÓN BIBLIOGRAFICA
A pesar de los avances en el manejo, alimentación y prácticas de
desparasitación, el cólico equino sigue siendo la principal causa de mortalidad
en el caballo (Hillyer et al 1997).
En un paciente con síndrome de abdomen agudo, debe establecerse si
se trata de una condición potencialmente fatal que requiere cirugía como única
alternativa de tratamiento, o si por el contrario se trata de un caso que puede
resolverse medicamente (Tinker et al 1997).
La mayoría de los cólicos responden a la terapia médica, un pequeño
porcentaje exige cirugía. Se ha estimado que la cifra de caballos con cólico
quirúrgico es del 7% sobre el total de casos (Hillyer et al 1994).
El diagnóstico temprano es fundamental, y se ha convertido en uno de
los factores de mayor trascendencia para orientar al pronóstico (Huskamp et al
2001)
El análisis epidemiológico relacionado a esta patología tiene sentido si
hay un diagnóstico preciso de la causa primaria (Tinker et al 1997b).
De todas maneras, la epidemiología proporciona información importante
sobre la incidencia, mortalidad y factores de riesgo relacionados, que pueden
ayudar al veterinario clínico a tomar decisiones sobre casos individuales (Tinker
et al 1997ª).
En términos generales se espera que de 100 caballos, 4 a 10 presenten
signos de cólico (Tinker et al, 1997a; Kaneene et al, 1997).
Aproximadamente del 10 al 15% de los casos se producen en equinos
que ya han experimentado un episodio previo de dolor.
La verdadera incidencia de las causas específicas que cursan con cólico
no es conocida. (Tinker et al., 1997a).
De acuerdo a Neil, 1999, clasifica al síndrome abdominal agudo en:
Verdaderos o Falsos.
Verdaderos: afectan al tracto gastrointestinal y mesenterio.
-Espasmódicos (aumento de los movimientos intestinales).
-Obstructivos por cálculos o Materia Fecal (MF) seca, pastos secos,
tierra, pelos, etc.
-Cólicos gaseosos.
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-Úlceras gastro-duodenales.
-Enteritis infecciosas.
-Duodenitis – yeyunitis proximal.
-Peritonitis.
-Vólvulos del colon mayor.
-Impacciones.
Falsos: alteraciones del sistema urinario y reproductivo (ruptura de
vejiga, torsión uterina, aborto, uroperitoneo), trastornos musculares, etc.
Otra clasificación a la que también hace referencia Neil, 1999.
Cólico infartante: Se compromete la irrigación sanguínea del sistema
digestivo. Cuando se trata de un cólico infartante generalmente los
animales se deben someter a cirugía lo más pronto posible para que el
animal sobreviva, de lo contrario, los animales morirán sin lugar a duda.
El dolor que se presenta es continuo e intenso, además existe una
dilatación severa del área afectada. Se mencionan como:
- Vólvulo: el intestino delgado gira sobre sí mismo.
- Torsión: generalmente ocurre en el colon mayor y se refiere a
que el intestino gira sobre su propio eje.
- Tromboembolismo masivo: por la presencia de trombosis
masiva, principalmente sobre la cuadrifurcación de la aorta —
iliacas.
- Intususcepción: se nombra de esta forma cuando una parte
del intestino se mete dentro de otra porción del mismo —como
si se lo estuviera comiendo.
Cólico no infartante: Quiere decir que no se compromete la circulación
sanguínea del sistema digestivo y generalmente estos cólicos se pueden
tratar sin tener que someter a una cirugía al caballo, sin embargo, si no
son tratados a tiempo, el cólico no infartante puede convertirse en cólico
infartante. Los animales presentan dolor intermitente. Los cólicos no
infartantes son:
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- Espasmódico: produce ligeros dolores abdominales y son
pasajeros.
- Impactación temprana: se menciona de esta forma, cuando se
encuentra una dilatación gástrica o acumulación de gas en el
ciego,leve o moderada y se presenta con frecuencia en los
caballos tragadores de aire —ver vicios del caballo.
- Tromboembolismo ligero: cuando la obstrucción de las iliacas
no es masivo, por lo tanto, no es muy significativo, aunque si
produce mucho dolor al animal y molestias al galopar —en
caliente.
Distensión visceral severa: Se le nombra así cuando se presenta la
flatulencia avanzada, impactación tardía del intestino grueso o dilatación
gástrica.
FACTORES DE RIESGO
La determinación de las causas que generan cólico es problemática
(Traub-Dargatz el al 2001). En algunos casos, como la sobrecarga de grano, la
causa inmediata puede ser evidente, pero el mecanismo o los problemas
subyacentes siguen siendo desconocidos (Clarke et al 1990).
El reconocimiento de los factores de riesgo puede ayudar a identificar la
causa y a disminuir la incidencia (Cohen et al 1996).
Los caballos que han sufrido un episodio de dolor abdominal agudo son tres
veces más propensos a tener un segundo episodio en comparación con
aquellos animales que nunca han padecido de uno (Tinker et al 1997b).
Aunque el cólico puede afectar cualquier raza, varios estudios sugieren
una mayor incidencia en caballos pura sangre (Traub - Dargatz et al., 2001).
Los equinos de mediana edad tienen mayor riesgo de cólico en
comparación con los más viejos (Proudman, 1992).
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Alimentación
Algunos trabajos indican que una mayor cantidad de grano o cambios en
el heno aumentan las probabilidades de cólico (Tinker et al, 1997b.; Cohen et
al., 1999).
Una administración de 2,5 a 5 kg/día y más de 5 kg/día de concentrado a
caballos adultos, aumentó el riesgo de cólico de 4,8 y 6,3 veces
respectivamente en comparación con caballos que no reciben grano alguno
(Tinker et al,1997b).
Dietas con grano disminuyen el contenido de agua en la luz intestinal
debido a una menor cantidad de fibra (López et al, 2004).
El grano en la dieta aumenta la producción de gas generando una alteración en
la motilidad intestinal que puede conducir, entre otras cosas, a
desplazamientos de las vísceras abdominales (Hudson et al 2001).
Alimentar con pequeñas cantidades de grano a intervalos frecuentes
reduce las variaciones en el volumen de líquidos en el colon mayor (Clarke et
al., 1990).
Una ingesta controlada de grano favorecería que pequeñas cantidades de
almidón alcancen el intestino grueso y disminuiría la posibilidad de acidosis en
el intestino posterior (Geor y Harris, 2007)
El aumento de carbohidratos en la dieta también puede conducir a los
cólicos en caballos (Moore - Colyer et al. , 2000 Thoefner et al. , 2001
Goncalves et al. 2002 )
Cólicos previos como antecedente
Caballos con antecedentes de cólicos tienen mayor riesgo de sufrir otro
episodio en el futuro (Cohen y Honnas ,1996 ; . Tinker et al , 1997a ).
Aquellos con historia previa de cirugía abdominal tienen un mayor riesgo de
repetición, que se debe por lo general a las adherencias o cicatrices del
intestino resultantes de la intervención (Cohen et al., 1995).
Dentro de los tres meses posteriores a una cirugía abdominal, se espera
que haya una o dos presentaciones de dolor abdominal. Después de ese
tiempo, la incidencia disminuye (Proudman et al, 2002)
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Dicho de otra manera, en una población de animales sin antecedentes
de síndrome abdominal agudo se espera una incidencia del 10% anual,
mientras que una población con historia previa la reincidencia se incremente al
30%.
Parásitos
Las infestaciones parasitarias de áscaris, tenias y estróngilos se asocian
con un mayor riesgo de cólicos debido no solo a la obstrucción de la luz
intestinal, sino también a la migración de los estadios larvarios (Murphy & Love
1997 Love et al.1999).
Ejercicio / Rendimiento
Hasta la fecha, los estudios no han revelado relación entre la aparición
de cólicos y el ejercicio. Sin embargo caballos de carreras y de resistencia
presentan mayor incidencia de ulceras gástrica, las cuales pueden estar
relacionadas con episodios de cólico (Murray et al, 1989; . Murray, 1992;
Vatistas et al, 1999; Sandin et al, 2000).
Algunos trabajos indican que hay mayor riesgo de impacción de colon
en los caballos que tienen restricciones en la actividad (Dabareiner y Negro,
1995 ).
Transporte
El transporte de caballos aumenta el riesgo de cólicos según se informa
en varios trabajos ( Hillyer et al, 2002 ; Uhlinger , 1992 ; Tinker et al . , 1997b).
Fiebre
Infecciones que cursan con fiebre pueden predisponer a la aparición de
cólico (Tinker et al., 1997b).
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Clima
Si bien las investigaciones no han logrado ponerlo en evidencia, algunos
estudios sugieren que cambios en el clima se asocian con mayor incidencia de
casos de síndrome abdominal agudo (Barth ,1980).
Un estudio reciente en Texas encontró un mayor riesgo de cólico asociado con
los cambios de clima (Cohen et al., 1999).
Anestesia
La anestesia general aumenta el riesgo de cólicos (Andersen et al.,
2006). (Senior et al., 2006)
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LA ANATOMIA DEL SISTEMA DIGESTIVO Y SU RELACION CON EL
CÓLICO
No hay duda que las particularidades anatómicas de tracto digestivo del
equino juegan un rol esencial en el desarrollo del cólico.
La incapacidad del caballo para vomitar, hace dificultoso el vaciado gástrico.
Por lo tanto si el estómago aparece distendido, puede resultar en ruptura
gástrica. (Sisson, 2005)
El largo mesenterio del intestino delgado (entre 19 y 30 metros) aumenta
la probabilidad de su atrapamiento en aberturas preexistentes (tales como el
agujero epiploico o el anillo vaginal).
El colon mayor de un caballo adulto tiene una longitud de 3 a 4 metros
(11% de la longitud total del aparato gastrointestinal) y una capacidad
aproximada de 81 litros. El gran tamaño y la movilidad debido a inserciones
mesentéricas poco densas del colon ascendente, predisponen a una variedad
de desplazamientos del colon mayor (Mair, Divers, Ducharme 2003).
El colon mayor, por ejemplo, puede estar atrapado dentro del ligamento
nefroesplénico. Este ligamento junto con el borde dorsal del bazo y la pared
abdominal dorsal izquierda forma un lugar preparado para atrapar un asa de
colon izquierdo que fue desplazado lateral y dorsalmente.
La estrangulación a través de aberturas anormales también puede
producir un pseudoligamento (cuerdas o bandas de tejido fibroso) que
gradualmente conducen a la estrangulación del intestino delgado. Divertículos
de Meckel y defectos congénitos o adquiridos en el mesenterio son causas
adicionales de obstrucción intestinal que ocurren con frecuencia sólo en el
caballo.
La unión entre segmentos intestinales y digestivos del colon mayor, tal
como la flexura pelviana, son sitios predilectos para la acumulación de ingesta
y la formación consiguiente de una impactación.
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Imagen 1- Aparato digestivo equino
Estómago
En el caballo, el estómago es relativamente pequeño y se encuentra
situado mayormente a la izquierda del plano medio.
Presenta dos superficies, parietal y visceral, y dos aberturas, una de las cuales
es la mayor y la otra es la menor.
La extremidad izquierda asienta por debajo de la parte dorsal de las
costillas XVI XVII. El cardias u orificio esofágico se encuentra normalmente
central al extremo vertebral de la XIV costilla. Este orificio se encuentra cerrado
por el esfínter cervical.
El píloro es la abertura hacia el intestino y presenta un anillo de tejido
muscular: el esfínter pilórico.
El estómago presenta pliegues peritoneales que lo conectan con otras
vísceras a saber:
1) Ligamento gastrofrénico: desde cardias al pilar del diagrama izquierdo
2) Omento menor: desde cardias, primera porción del duodeno con el hígado
(ligamento hepatogástrico y hepatoduodenal)
La capacidad es de 8 a 15 litros. Internamente, el estómago presenta
sobre su mucosa dos regiones bien diferenciadas: una de ellas es la zona
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aglandular (lugar de mayor asiento de ulceras gástricas), la otra es la zona
glandular. Ambas están separadas por el denominado margoplicatus. La
sangre que se halla en el estómago proviene de una de las arterias gástricas.
(SISSON, 1980)
Intestino Delgado
Conecta el estómago con el intestino grueso, y se extiende desde el
píloro hasta la curvatura menor del ciego.
Longitud: 22 mts. aproximadamente. Diámetro: 7,5 a 10 cm. Capacidad: 40 –
50 litros.
Presenta una porción fija (duodeno) y una mesentérica (yeyuno e íleon).
El duodeno está fijado por el mesoduodeno. Éste no se comunica con el
mesenterio, comienza en la superficie opuesta del extremo del duodeno, de
forma que el intestino está unido por dos pliegues peritoneales en este punto.
Con respecto a la porción mesentérica (yeyuno e íleon), es importante
aclarar que sus asas pueden ubicarse más hacia ventral, incluso hasta
alcanzar el piso del abdomen.
El íleon se une a la curvatura menor del ciego. Diámetro del íleon 6-7
cm. El mesenterio conecta al yeyuno - íleon con la pared abdominal dorsal.
Además presenta dos capas por las que descienden vasos y nervios, nódulos
linfáticos mesentéricos y grasa.
Esta raíz mesentérica contiene abundante cantidad de vasos y nervios, y
es importante su posición y tensión durante el tacto rectal, ya que puede
darnos indicios de una patología como un nódulo o una lesión.
Alcanza una longitud de 50 cm.; al ser tan largo el mesenterio en
algunas zonas, y permitir una gran movilidad de las asas intestinales, puede
producirse la rotación de esta víscera y llegar a estrangularse, e incluso
descender a una posición dentro del escroto a través del anillo inguinal y
producirse la incarceracion de la víscera a través de esa hernia.
La mucosa del intestino presenta pequeñas proyecciones (vellosidades),
que contienen un vaso linfático central y, alrededor de éste, un plexo capilar.
Las vellosidades cumplen funciones en la absorción de los alimentos y, en
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casos de disbacteriosis y/o intoxicaciones, pueden verse afectadas impidiendo
al intestino la función de absorber los elementos nutritivos necesarios, llevando
al animal a un cuadro de desnutrición, y a lo que se conoce como síndrome de
mala absorción. (SISSON, 1980)
Intestino Grueso
Ciego:
Se sitúa en la fosa del ijar derecho. Se proyecta desde la región iliaca y
sublumbar hacia el suelo del abdomen, por detrás del cartílago xifoides. Su
base se extiende desde la XIV a la XV costilla. Esta porción se encuentra
ocupando la parte ventral del abdomen.
El vértice ocupa la parte ventral proyectándose hacia el cartílago
xifoides. El cuerpo está unido dorso lateralmente a la primera porción del colon
por el pliegue cecocólico.
Las funciones principales del ciego consisten en la reabsorción de
líquidos y el inicio de la digestión microbiana. Su ubicación en el cuadrante
caudal derecho del abdomen permite la evolución parcial mediante palpación
rectal y ultrasonografía transabdominal para el diagnóstico y el control de
enfermedades de esta porción del intestino.
El ciego tiene una longitud aproximada de 1 metro y capacidad de 30
litros, se divide en tres regiones (base, cuerpo y vértice). El ciego se comunica
con el colon a través del orificio cecocólico, ubicado en posición dorsal al
orificio ileocecal.
El ciego es un sitio principal de digestión microbiana de celulosa, que
genera ácidos grasos volátiles (AGV).Los AGV son absorbidos en el ciego y el
colon. El ciego también es un lugar importante de absorción de agua, sodio y
cloruro.
La motilidad aproximadamente cada 3 minutos se identifica con un
patrón de motilidad progresiva que se dirige desde el vértice a través del
cuerpo hasta la base caudal, la base craneal y luego a través del orificio
cecocólico hacia el colon ventral derecho. (SISSON, 1980)
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Colon Mayor o ascendente:
Puede presentar diferentes patologías a saber: vólvulos, torsión,
impacción, etc., las cuales llevan a producir un síndrome de abdomen agudo.
Todas estas patologías pueden ser perfectamente diferenciables por palpación
rectal. El colon mayor ascendente va desde el orificio cecocólico hasta el colon
transverso. Longitud: 3 a 4 m - Diámetro: 25 cm.
El colon mayor empieza en el orificio ceco-cólico y termina juntándose
con el colon menor detrás del saco ciego del estómago. La primera parte del
colon ventral derecho llega hasta el cartílago xifoides produciendo la flexura
esternal, gira hacia la izquierda formando la porción ventral izquierda, llegando
por ventral hasta el techo de la pelvis, se repliega sobre sí mismo, formando la
flexura pelviana, continua con la porción colon dorsal izquierda, para llegar
hasta el diafragma,y formar la flexura diafragmática.Continuando el colon
dorsal derecho pequeña porción, produciendo una constricción el colon
transverso y continuando con el colon menor o descendente a la altura del
riñón izquierdo.
Las porciones ventrales tienen cuatro tenias, la flexura pelviana tiene
una sola cinta, el colon dorsal izquierdo tiene una cinta a continuación de la
precedente y luego dos más, continuándose con la porción dorsal derecha 3
tenias. (SISSON, 1980)
Colon Menor o descendente y recto:
Con respecto al colon menor, por ser estrecho, laxo y largo (longitud: 3.5
m, diámetro: 7.5 a 10 cm) evita la salida de enterolitos.
El recto no presenta particularidades destacables con respecto al tema
que estamos abordando. (SISSON, 1980)
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SIGNOS CLINICOS DE CÓLICO
El dolor abdominal puede diferenciarse en viceral, parietal (somático) y
referido. El viceral es más frecuente en pacientes con cólicos y es el dolor
sordo, inespecífico, poco localizado proveniente de la enfermedad de una
vicera. El caballo intenta aliviarlo mediante movimientos excesivos. En cambio,
el dolor parietal es más localizado y puede originarse en enfermedades que
afectan el peritoneo parietal. El dolor referido rara vez se identifica en caballos
(Mair, 2000).
El caballo que sufre un cólico debido a dolor gastrointestinal puede
comportarse de diversas maneras. En gran medida los signos dependerán de
la intensidad del dolor, pero conviene reconocer que existe una amplia
variación relacionada con el temperamento del caballo (Mair, 2000).
A pesar de esta variación en los signos clínicos, debería ser posible
clasificar el grado de dolor que exhibe el caballo en uno de varios grupos:
Sin dolor
Dolor leve
Dolor moderado
Dolor intenso
Depresión
El caballo con dolor leve puede presentar uno más de los siguientes signos:
Escarba el suelo en forma ocasional
Gira la cabeza hacia el flanco
Se estira
Se mantiene echado durante más tiempo que el habitual
Retuerce el labio superior
Se apoya (retrocede)contra la pared
―Juega con‖ o ―huele‖ el agua
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El caballo con dolor moderado puede presentar los siguientes signos:
Inquietud
Escarba el suelo
Calambres con intentos de echarse
Posición en cuclillas
Coces hacia el abdomen
Se mantiene echado
Se revuelca
Mira hacia el flanco
Adopta una posición de perro sentado
Gime
El caballo con dolor intenso exhibe uno o más de los siguientes signos:
Sudoración
Se revuelca con violencia
Cae al suelo
Inquietud extrema
Otros signos enumerados antes
El estadio de depresión se puede observar después de un episodio grave
de cólico cuando la necrosis intestinal avanza y la endotoxemia produce un
estado de indolencia. La depresión puede ser un signo temprano de otras
enfermedades que producen cólico, en especial las inflamatorias como colitis y
peritonitis (Mair, 2000).
En términos generales mientras más grave es la enfermedad más intenso
es el dolor (Mair, 2000).
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Imagen 2 – Signos clínicos del caballo con cólico. (Moore, 2007)
METODOLOGIA PARA EL DIAGNOSTICO DE CÓLICO
Componente de la
anamnesis Riesgo de cólico Posibles mecanismos
Alimentación Cambios recientes en la alimentación Alteración en el flujo de liquido o de la fermentación en el colon mayor
Heno de Bermuda costero con alto contenido de fibra Obstrucción del ilion por heno fibroso y fino
Alimentación con fardos redondos Heno de malo calidad
Alimentación en el suelo Los caballos pueden ingerir arena en algunas regiones del país
Excesiva cantidad de concentrado Alteración en el flujo de liquido o de la fermentación en el colon mayor
Tragar sin masticar Grandes bolos de alimento ingresan en el esófago y en el estómago
Comidas poco frecuentes y con gran volumen
Alteración en el flujo de liquido o de la fermentación en el colon mayor
Ambiente Excesivo tiempo en el establo Insuficiente ingesta de forraje
Insuficiente ejercicio
Insuficiente acceso al agua Deshidratación
Ejercicio Agotamiento inducido por el ejercicio Deshidratación
Reducción de la motilidad gastrointestinal
Cuidados preventivos Insuficientes cuidados dentales Mala masticación del alimento
Insuficiente tratamiento antihelmíntico Alta carga parasitaria
Medicación Excesiva administración de AINE Lesiones en la mucosa, en particular a nivel del estómago y el colon
Historia médica Cirugía de colon Adherencias
Obstrucción de la anastomosis
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El método diagnóstico recomendado en la aproximación del paciente con
abdomen agudo incluye los siguientes parámetros:
Reseña, historia e inspección
La edad, la raza y el sexo son datos importantes que indican o descartan
la posibilidad de ciertas enfermedades. Algunos ejemplos que pueden citarse
son:
-La impacción por meconio en potros, se da antes de las 48 horas de vida.
-La hernia inguinal afecta a machos enteros.
-Los lipomas estrangulados se observan en caballos mayores de 15 años.
Una anamnesis detallada proporciona información valiosa que puede
determinar la causa específica del cólico. La historia del paciente puede brindar
claves importantes, o por lo menos ayudará a caracterizar la enfermedad.
La rutina diaria del animal, las prácticas sanitarias y de alimentación, y los
cambios más recientes en cualquiera de estos aspectos deben indagarse. En
muchas ocasiones esta información no es útil para establecer el diagnóstico de
una obstrucción intestinal o un desplazamiento, pero si se ignora puede darse
la posibilidad de pasar por alto un factor importante que posteriormente
afectaráa otros caballos de la misma cuadra (White, 1999).
Examen clínico
Se realizará un examen clínico con particular atención en los sistemas
cardio respiratorio y digestivo, existe una fuerte asociación entre estos dos
sistemas y los signos vitales del caballo. La calidad del pulso, la frecuencia
cardíiaca y respiratoria, el tiempo de llenado capilar y la temperatura rectal
reflejan la integridad de la mucosa intestinal y su función como barrera a las
toxinas bacterianas, de tal forma que el status cardiovascular a la luz de la
duración e intensidad del cólico proporcionan un fiel indicativo de la severidad
del desorden intestinal (Moore et al, 1995).
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La motilidad intestinal puede evaluarse en forma subjetiva usando un
fonendoscopio. Los sonidos intestinales excesivamente frecuentes o
hiperactivos se asocian con colitis o cólico espasmódico, por el contrario la
ausencia de sonidos suele acompañar al íleo paralítico o a las obstrucciones
intestinales.
Los incrementos en la temperatura corporal no suelen ser parte del
cuadro clínico del cólico quirúrgico, a no ser que se haya producido ruptura
intestinal y exista peritonitis. De otra parte, la fiebre sí es frecuente en
condiciones de carácter médico que pueden cursar con cólico como la enteritis
proximal y la colitis.
Auscultación Abdominal
Se hará una valoración de la motilidad intestinal en los cuatro
cuadrantes. La categorización seguida es la siguiente: Normal: + Aumentada:
++ Reducida: −
Control de la motilidad intestinal
La motilidad intestinal se puede encontrar alterada en dos direcciones:
HIPERPERISTALTISMO (cólico espasmódico, descartar otro tipo de cólicos,
como inicio de colitis y diarreas, inicio de procesos obstructivos físicos,
estrangulantes o no) o HIPOPERISTALTISMO, que es la evolución normal de
cualquier patología gastrointestinal de intensidad moderada a severa (falta de
ingesta, administración de fármacos que deprimen la motilidad intestinal,
estimulación del sistema nervioso simpático).
Control del hiperperistaltismo
Atropina
No está recomendado su uso en el caballo, ya que su efecto es muy
prolongado. Además, produce timpanización (puede agravar el dolor cólico) y
su acción es tan duradera que se complicará después con un íleo paralítico.
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Hioscina
Es el compuesto más utilizado para el control del hiperperistaltismo, ya
que es muy efectivo a la hora de relajar la pared intestinal. Generalmente se
combina con dipirona, un analgésico muy eficaz cuando existe distensión
intestinal (Buscapina Compositum®, 20−30 ml IM ó IV). La seguridad de su
acción se debe a sus dos componentes activos, uno de los cuales es
específicamente espasmolítico (Buscapina®) y el otro analgésico (derivado de
la aminofenazona).
Tiene importancia esencial la larga duración de su efecto.
Independientemente del cuadro patológico y de la vía de administración, su
efecto persiste en general durante 4-6 horas. Por dicha razón en la mayoría de
los casos, es suficiente una sola inyección. El efecto de la Buscapina® se
presenta rápidamente, en especial cuando se administra por vía intravenosa.
Control del hipoperistaltismo − íleo paralítico
Aunque el control del hipoperistaltismo o del íleo paralítico se basa en la
identificación de la causa subyacente (ejemplo, hipotensión, alteraciones
electrolíticas, dolor, enterocolitis, peritonitis, endotoxemia, distensión
gastrointestinal), existen diferentes agentes procinéticos útiles en el caballo.
Por supuesto, antes de su administración, nos debemos asegurar que no
existe un proceso obstructivo. Uno de sus empleos más importantes es el
tratamiento del íleo post−quirúrgico.
Metoclopramida
Es una benzamida que actúa mediante antagonismo dopaminérgico, con
efectos agonistas sobre los receptores adrenérgicos. Además, estimula de
forma directa la liberación de acetilcolina desde el plexo mientérico.
Anteriormente se usaba a una dosis de 0.25 mg/kg IV, diluida en 500 ml de
SSF, durante 30 a 60 minutos. Se ha visto que esta dosis puede producir
excitación en algunos animales (efectos centrales). Por este motivo, en la
actualidad, se recomienda su uso a una dosis de 0.04 mg/kg en bolo mejor, en
infusión continua IV.
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Neostigmina
Es un inhibidor de la acetilcolinesterasa, que estimula de forma directa
las contracciones intestinales. Se administra a una dosis de 0.0044 mg/kg (2
mg para un caballo de talla media, unos 450−500kg), por vías SC ó IV. Su
acción es muy corta, unos 15 a 30 minutos, pero se pueden administrar
diariamente hasta 5 dosis a intervalos de 20 a 60 minutos. Puede alterar de
forma negativa la motilidad yeyunal puede retrasar el vaciamiento gástrico.
Sondaje Nasogástrico
Es un procedimiento de valor diagnóstico y terapéutico obligado en
cualquier caballo con abdomen agudo.
Si el dolor es moderado a severo, la primera maniobra que realizará el clínico
debe ser el sondaje nasogástrico para descartar la posibilidad de dilatación
gástrica aguda primaria o secundaria y por ende disminuir el riesgo de ruptura
gástrica.
La presencia de reflujo gástrico indica una obstrucción mecánica o
funcional del intestino delgado, con menos frecuencia los accidentes digestivos
del colon mayor pueden ocasionar reflujo gástrico (Singer et al, 2002). En estos
casos la acumulación de fluido en el estómago se debe a la presión ejercida
por el colon en el duodeno descendente (Gibson y col 2003).
Si después de la maniobra el dolor desaparece y el animal se restablece
completamente, posiblemente sufría dilatación gástrica primaria. Si el dolor
desaparece pero deja paso a un estado de depresión y toxemia, se sospechara
de enteritis proximal. Cuando el dolor desaparece solo temporalmente y el
reflujo gástrico continúa, debe pensarse en obstrucción mecánica del intestino.
20
Imagen 3- Colocación de sonda nasográstrica
Palpación Transrectal
Es una parte vital del examen clínico en el caballo con cólico, es el único
procedimiento que permite hacer diagnósticos precisos. Ejemplos de
enfermedades que producen hallazgos patognomónicos a la palpación rectal
incluyen: Enterolitos, desplazamiento dorsal izquierdo del colon mayor, hernia
inguinal (Mair y col, 2001).
Con mayor frecuencia suelen encontrase hallazgos inespecíficos como:
Bandas tensas y dolorosas de mesenterio, masas, impactaciones y dilatación
visceral severa con gases y líquidos.
Si bien, estos hallazgos no pueden utilizarse para formular un
diagnóstico, constituyen fuertes indicios para la terapia quirúrgica.
La palpación transrectal es peligrosa tanto para el caballo como el
examinador, y debe realizarse en lo posible en un lugar seguro para ambos
como en un potro de contención. Los machos no castrados, especialmente de
la raza árabe toleran menos el procedimiento y puede requerir sedación o
sujeción con torcedor.
El examinador puede evaluar solamente de un 30-40% del abdomen. El
examen transrectal requiere experiencia para identificar los relieves anatómicos
característicos de cada víscera, su posición aproximada, la consistencia de su
pared, y la naturaleza de su contenido.
Una vez se pasa el esfínter anal, la materia fecal recuperada se evalúa
cuidadosamente para corroborar o descartar la presencia de moco, arena,
parásitos o diarrea.
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Ocasionalmente el examinador no puede introducir la mano más allá
del anillo pélvico, cuando existen múltiples asas de intestino delgado o colon
severamente distendidas.
Los caballos con dolor abdominal severo no son buenos candidatos para
la palpación tansrectal por el riesgo que corre el examinador, estos animales
pueden tirarse súbitamente al suelo durante el procedimiento (Gibson et al,
2001).
Aunque se debe hacer en todos los casos de cólico, hay que tener en
cuenta que tan sólo es palpable un 40%de la cavidad abdominal. Se debe
hacer de forma sistémica. Los órganos digestivos a valorar son: ano, recto,
anillos inguinales en machos, ciego, colon mayor, flexura pélvica, bazo, espacio
y ligamento nefroesplénico y riñón izquierdo (Imagen 3 y 4). Los hallazgos más
importantes son los siguientes:
Imagen 4-Palpacion Bazo, nefroesplénico y riñon
Imagen 5- Tenia ventral del ciego
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Ano: Valorar el ano externamente y la zona perineal. En el ano, se pueden
apreciar acumulaciones blanquecinas en los caballos parasitados por Oxyuris
equi. La zona perineal puede aparecer manchada en los animales que han
presentado diarrea. Valorar el tono del esfínter anal, La mayoría de los caballos
tienen un tono muy desarrollado. En caso contrario, se debe sospechar de
extenuación o de patologías neurológicas.
Recto: Presencia de heces en la ampolla rectal. Lo normal es encontrar heces
que se rompen con facilidad. La sangre fresca es indicativa de lesiones en la
mucosa del colon o del recto. La hemorragia del aparato digestivo más
proximal aparecerá como melena. La presencia de moco o heces duras y
secas indica un enlentecimiento en el avance de las heces. En algunos casos
se puede observar arena.
Anillos inguinales: Se encuentran situados a una distancia aproximada de 1
mano lateralmente a la línea media y ventralmente a la entrada de le pelvis. La
patología más importante es la incarceración del yeyuno o del íleon en el canal
inguinal. En este caso, se pueden palpar las asas intestinales dentro del anillo.
Colon menor: Se sitúa en la parte central de la cavidad abdominal y se
identifica por la presencia de boñigas. Las principales patologías y sus
hallazgos a la exploración rectal son los siguientes: Obstrucciones o enterolitos,
en algunos casos son palpables, en otros sólo se aprecia una zona distendida
en el centro de la cavidad abdominal.
Los vólvulos del mesocolon impiden la entrada de la mano en el recto a
cavidad abdominal.
Intestino delgado: Normalmente, el intestino delgado no es palpable y se
aprecia como una masa indefinida en la parte media de la cavidad abdominal.
Se pueden encontrar los siguientes hallazgos a la exploración rectal: distensión
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moderada, con poca evidencia de gas, sugiere enteritis, distensión más
marcada, con gas, indica una patología quirúrgica de intestino delgado.
Ciego: Se localiza, una vez sobrepasada la pelvis, en el lado derecho. Se
identifica por su tenia ventral, que se dirige desde las porciones caudodorsales
hacia las craneoventrales del abdomen. Las impacciones cecales y el
timpanismo se caracterizan por su textura dura, en forma de masa y el dolor al
intentar desplazar la tenia medial.
Colon mayor izquierdo y flexura pélvica: El colon ventral izquierdo es
identificable por su tenia en el lado izquierdo del abdomen. La flexura pélvica
aparece en el lado izquierdo, en la parte ventral, aunque a veces se encuentra
algo más desplazada medialmente. Aparece como una masa dura, con forma
curva, comunicando el colon ventral izquierdo con el dorsal izquierdo. Las
impacciones de flexura pélvica se aprecian como masas duras en la parte
caudoventral izquierda de la cavidad abdominal. En impacciones grandes, el
colon izquierdo estará muy aumentado y la flexura pélvica se desplazará hacia
la entrada de la pelvis e incluso hacia el lado derecho del abdomen.
El desplazamiento de color mayor hace que parte del colon se sitúe entre el
ciego y la pared abdominal derecha.
Pruebas De Laboratorio
El hematocrito, el leucograma, las proteínas totales y la abdominocentesis
son pruebas simples y baratas que prestan una gran ayuda cuando se evalúa
un caballo con abdomen agudo. También existen pruebas de bioquímica como
lactato, el cual se puede medir en líquido peritoneal y sangre y de acuerdo al
valor arrojado determinar el compromiso a nivel visceral, pero no son de tan
fácil acceso.
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El hematocrito y las proteínas totales se utilizan para cuantificar el grado de
deshidratación y monitorizar la terapia de líquidos y electrolitos. En términos
generales, la deshidratación de acuerdo a su intensidad se clasifica en leve,
moderada y grave.
Los caballos con un hematocrito mayor de 60 suelen estar en estado de
choque, situación compatible con los accidentes digestivos graves, de
pronóstico reservado.
La medición seriada de las proteínas totales puede ser de gran valor en
situaciones en las cuales el intestino está comprometido y existe pérdida
progresiva de proteínas a la luz intestinal (colitis) o al peritoneo (peritonitis), en
ambos casos se observa que mientras el hematocrito aumenta las proteínas
totales disminuyen en plasma.
Los accidentes del tracto digestivo que requieren cirugía no suelen causar
cambios en el leucograma, a no ser que exista necrosis o ruptura visceral con
peritonitis, en ese caso puede encontrarse leucocitosis o leucopenia con
desviación degenerativa a la izquierda. Por el contrario es frecuente que
condiciones de carácter médico que cursan con dolor abdominal causen
cambios en el conteo de leucocitos, las colitis y la enteritis proximal son
ejemplos representativos.
El análisis del líquido peritoneal obtenido por abdominocentesis es un
componente importante de la evaluación clínica en caballos con abdomen
agudo, puede dar un apoyo definitivo a la hora de decidir si se opera un
paciente con cólico. Proporciona también información invaluable en casos de
peritonitis, abscesos intrabdominales, hemoperitoneo, ruptura de útero, ruptura
de vejiga (Frazer et al, 2003, Mair et al, 2000)
El análisis del fluido peritoneal refleja los cambios que ocurren en los
tejidos, superficies peritoneales y órganos contenidos en el abdomen. Es un
indicativo fidedigno de la isquemia intestinal, y puede determinar el momento
en que el área isquémica se hace necrótica o se rompe, dejando paso al
contenido intestinal y al desarrollo de peritonitis.
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Una de las aplicaciones más útiles de la abdominocentesis se da cuando se
evalúa un cólico frente al cual existen dudas respecto a la decisión de cirugía.
El hallazgo de cambios significativos en el líquido abdominal puede bastar para
sugerir la intervención. No obstante, la ausencia de cambios macroscópicos o
microscópicos en el líquido obtenido por abdominocentesis no descarta la
presencia de una lesión quirúrgica, debido a que en algunos accidentes
digestivos el líquido producido puede quedar atrapado en el omento o un saco
herniario externo o interno (Mueller et al, 1997).
Se recomienda hacer un examen transrectal antes de realizar la
abdominocentesis, para determinar si existen vísceras distendidas con gas y
líquidos, y ante esta situación extremar los cuidados al ejecutar la punción del
abdomen. Si bien, una enterocentesis es muy improbable que cause problemas
en un caballo adulto.
La abdominocentesis puede ser realizada usando una aguja de calibre 18 o
una cánula mamaria. Es más sencillo el método con la aguja, para ello se
depila y se prepara en forma aséptica la piel de la región con más declive del
abdomen y justo en la línea media se introduce la aguja. En caballos gordos o
muy grandes una aguja de 3.8 cm puede resultar corta y no atravesar la grasa
peritoneal. Usualmente el líquido peritoneal fluye espontáneamente sin
necesidad de aspirarlo. No se recomienda aspirar por que puede atraparse el
omento o el peritoneo y entonces se obstruye la aguja. El líquido obtenido se
recoge con un tubo de EDTA y se envía al laboratorio para análisis citológico y
cuantificación de proteínas.
Cuando se usa la sonda mamaria en la abdominocentesis es necesario
incidir la piel y el tejido subcutáneo con una hoja de bisturí (Imagen 5), previa
aplicación de anestesia local, antes de empujar la cánula roma al abdomen
(imagen 6). Este método suele recomendarse más en potros o en caballos con
distensión visceral, ya que disminuye el riesgo de enterocentesis. Su principal
inconveniente es que ocasionalmente produce hernia del omento a través del
agujero creado por la cánula.
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Imagen 6- Incisión para abdomnicentesis Imagen 7- Abdominocentesis con Cánula mamaria
El líquido peritoneal normal en un caballo adulto es inodoro, claro o
ligeramente amarillo, contiene de 3000-5000 leucocitos /mm y menos de 2.5 gr
de proteína /dl. En los potros el número de leucocitos suele ser menor de
1500/mm (Wilson et al, 1988).
En las obstrucciones estranguladas, los infartos no estrangulados y las
obstrucciones simples en estado avanzado, el líquido peritoneal obtenido suele
ser de color sero hemorrágico. Este hallazgo a luz de la historia y el examen
clínico puede constituir un fuerte indicativo de que la pared intestinal sufre
isquemia y sugiere la exploración quirúrgica. El análisis citológico en estos
casos revela incrementos notorios en el número de células blancas, algunas de
ellas pueden mostrar signos de degeneración y toxemia, es también constante
la aparición de gran número de eritrocitos y el aumento en la concentración de
proteínas (3.5 - 6 gr /dl). Cuando la pared intestinal pasa de la isquemia a la
necrosis, los cambios propios de la peritonitis entran en escena, y así es
posible observar que el líquido peritoneal contiene abundantes bacterias libres
y fagocitadas por leucocitos tóxicos, y que su número puede alcanzar los
100000 /mm, igualmente este líquido es muy turbio, de mal olor y coagula
incluso a veces en EDTA. La ruptura visceral además de presentar los mismos
parámetros de la peritonitis se caracteriza por presencia de contenido intestinal
en el líquido obtenido.
Luego de una laparotomía exploratoria es normal que se incrementen los
valores de proteínas y leucocitos en el líquido peritoneal, por lo tanto los
primeros ocho días de la cirugía la abdominocentesis es menos útil, igual
ocurre en las yeguas recién paridas que presentaron distocias no complicadas,
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los leucocitos pueden aumentar hasta 10000 /mm sin que ésto se considere
patológico. Sin embargo, un incremento marcado de los leucocitos y las
proteínas en una yegua recién parida en presencia de deterioro cardiovascular
puede indicar ruptura del útero u otra complicación digestiva grave 2.
La abdominocentesis es igualmente útil en los potros recién nacidos con
ruptura vesical. Puede medirse al creatinina en el líquido peritoneal, en casos
de ruptura vesical la concentración de este parámetro será el doble que la del
plasma.
BIOQUIMICA PLASMÁTICA
El perfil bioquímico del caballo con cólico estará formado por:
Proteínas plasmáticas totales y fracciones
Las PPT son útiles para valorar el grado de deshidratación. No obstante,
hay que tener cuidado en los cólicos, ya que la pérdida de la integridad de la
mucosa propicia la exudación de proteínas hacia la luz intestinal y/o cavidad
abdominal. Se debe hacer una valoración conjunta con el valor hematocrito. La
hiperalbuminemia se liga a deshidratación, mientras que la hipoalbuminemia
deriva de enteropatías con pérdida de proteínas (importante en el síndrome
cólico), pérdida renal (hay que tener en cuenta que los caballos con fallo renal
también mostrarán dolor cólico) o patología hepática (en algunos casos de
disfunción hepática, aparecerá cólico).El fibrinógeno es uno de los mejores
indicadores de inflamación en el caballo. Sus niveles plasmáticos empiezan a
elevarse 1−2 días tras la lesión y alcanzan su valor máximo a los 3−4 días.
Urea y creatinina
En el caballo con cólico, es frecuente encontrar valores elevados de
estos dos parámetros, indicativos de deshidratación por hipovolemia
secundaria al proceso digestivo. Se trata, por lo tanto, de una azotemia
prerenal.
Insuficiencia renal, en aquellos casos en los que la deshidratación sea intensa
y persistente.
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Si se trata de una azotemia prerenal, los valores de urea y creatinina
descenderán en respuesta a la fluidoterapia.
Glucosa
La mayoría de los caballos con cólico presentarán hiperglucemia (no los
potros), debido a la estimulación de la glucogenólisis hepática por las
catecolaminas (estimulación simpática por dolor).
Bilirrubina
Muchos caballos con dolor cólico muestran ictericia debido a la anorexia.
Se trata de un incremento de bilirrubina no conjugada (posiblemente por la
pérdida de la ligandina, una proteína necesaria para la conjugación de la
bilirrubina a nivel hepático). Debido a que las patologías hepáticas pueden
cursar con dolor cólico, hay que diferenciar esta hiperbilirrubinemia de la
derivada de procesos hemolíticos, hepáticos y posthepáticos u obstructivos.
Enzimas hepáticas
Las patologías hepáticas pueden cursar con dolor cólico, por lo que hay
que diferenciar entre un origen gástrico −intestinal y hepático. No obstante, en
caballos deshidratados o en caso de endotoxemia, estas enzimas pueden estar
elevadas.
Estado electrolítico
Los electrolitos básicos a determinar son: Na, K, Cl, Ca, Mg y P. Aunque
en el caballo con cólico podemos encontrar incrementos en todos los
electrolitos debidos a la deshidratación, lo más frecuente es la reducción de la
concentración de dichos iones, debido a su pérdida a través de la región
digestiva dañada (hacia la luz intestinal, tercer compartimento o hacia cavidad
abdominal). Además, los caballos anoréxicos mostrarán hipocalemia e
hipocalcemia, ya que la vía de entrada de estos electrolitos es la digestiva.
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Equilibrio ácido − básico
La acidosis metabólica es común en los caballos con cólicos de
intensidad moderada a severa.
TRATAMIENTO MEDICO DEL CÓLICO
El objetivo inmediato del tratamiento consiste en disminuir el dolor
abdominal, lo más pronto posible, tratar de restablecer la motilidad intestinal,
mantener la hidratación, mediante el control del balance electrolítico –ácido
básico; poner énfasis en el control de la endotoxemia, las infestaciones
parasitarias, así como en las infecciones bacterianas que se puedan presentar
(Mair,2000).
Es importante el tratamiento temprano del caballo, de esa forma se evita
que el cuadro se agrave, y que se incrementen las complicaciones. Deberá
efectuarse luego de un examen clínico, que nos permite la elección de la
terapia indicada, sea ésta medica o quirúrgica. El tratamiento médico se basará
en los siguientes principios generales: (Genoud, 2006)
1. Aplicación de analgésicos para neutralizar el dolor.
2. Descompresión gástrica por medio de una sonda nasogástrica.
3. Corrección de la deshidratación logrando el equilibrio del medio interno.
4. Administración de lubricantes, como por ejemplo vaselina.
Control Del Dolor
El dolor abdominal usualmente se produce por distensión o isquemia
intestinal, o por tensión en el mesenterio. La intensidad del dolor puede
relacionarse con la rapidez con que se desarrolla la distensión o el grado de
compromiso vascular del intestino afectado. Una vez que el área isquémica se
vuelve necrótica deja de doler y da paso a un estado depresivo.
30
El dolor se manifiesta de formas diversas y variadas en el caballo. Los sígnos
de cólico incluyen uno o más de los siguientes : Manotear el suelo, mirarse los
flancos, patearse el abdomen, permanecer echado durante largos periódos,
pararse y echarse con frecuencia, asumir una postura similar a la de orinar,
sentarse sobre los cuartos traseros como un perro, sudoración excesiva,
bruxismo, revolcarse con violencia, tirarse al suelo bruscamente. Estos signos
pueden acompañar cualquier lesión intestinal.
En general de acuerdo a la intensidad, el dolor se clasifica en leve,
moderado y severo. El cólico leve suele manifestarse con recumbencia
prolongada y expresión abatida. Cuándo es moderado el animal despliega más
signos, podrá manotear con fuerza el suelo y estará inquieto parándose y
echándose constantemente. El dolor severo se manifiesta con comportamiento
violento, el caballo puede auto lesionarse gravemente o lesionar a las personas
que lo atienden, súbitas tiradas al suelo sin ningún control para revolcarse
hacen muy difícil y peligroso el manejo de este tipo de paciente.
Los caballos con dolor moderado muestran en forma insistente los
signos compatibles con cólico, pero estos animales pueden ser distraídos de
dicho comportamiento con una caminata ligera u otro estimulo externo, además
responden a la aplicación de analgésicos durante horas. Cuando el dolor es
severo el comportamiento violento no puede ser alterado por estímulos
externos y el animal no responde a la aplicación de analgésicos o lo hace sólo
durante unos pocos minutos.
Como norma general mientras más intenso sea el dolor más grave será la
lesión que padece el caballo. Una obstrucción estrangulada usualmente es más
dolorosa que una obstrucción simple. El dolor intenso que no cede a los
analgésicos, especialmente después de haber pasado una sonda nasogástrica
se considera de carácter refractario y es uno de los principales indicativos de la
necesidad de elegir el tratamiento quirúrgico. Nunca se dará por refractario el
dolor en un caballo si no se ha practicado el sondaje nasogástrico. Olvidar este
paso esencial lleva muchas veces a decidir la cirugía en situaciones donde no
está indicada, por ejemplo cuando existe dilatación gástrica aguda primaria o
enteritis proximal.
31
Los caballos que han padecido severos dolores y súbitamente pasan a
un estado de depresión y deterioro cardiovascular son sospechosos de sufrir
ruptura o necrosis de la víscera implicada.
El dolor leve a moderado que responde a la terapia médica, pero que
recidiva sin que la situación llegue a resolverse al cabo de 24-36 horas se
considera también indicativo de la cirugía exploratoria.
Pueden presentarse variaciones individuales en las manifestaciones del
dolor abdominal. El umbral del dolor varía de un caballo a otro. Es frecuente
que los caballos viejos sean más estoicos que los jóvenes y frente a la misma
enfermedad presenten manifestaciones clínicas menos llamativas.
En los potros se presentan algunas diferencias dignas de tener en
cuenta. Cuando existe impactación por meconio o ruptura de la vejiga urinaria
el animal levanta la cola y asume la postura para defecar u orinar sin
conseguirlo o apenas salen unas gotas. De otro lado las úlceras gástricas se
manifiestan con bruxismo, salivación y recumbencia sobre la espalda. Los
cólicos graves alternan con signos de dolor y depresión dando la falsa
impresión de mejoría.
Existen tres procedimientos para el control del dolor:
1) Descompresión nasogástrica mediante sondaje
2) Ejercicio ligero
3) Analgésicos
1-Descompresión nasogástrica
La dilatación gástrica se produce con frecuencia en los cólicos que asientan
en el estómago o de forma secundaria a una patología de intestino delgado,
que curse con obstrucción funcional o física de éste. Ya que los caballos no
vomitan, la intubación nasogástrica es básica para aliviar el dolor asociado a
estas patologías. Cuando la dilatación es extrema, el sondaje resulta doloroso y
difícil. Para reducir el dolor inducido por dicho procedimiento diagnóstico y
terapéutico, se puede instilar hasta 50 ml de un anestésico local, como la
lidocaína o la mepivacaína al 2%. Así, se reduce el espasmo del cardias
32
2-Ejercicio ligero
En cólicos de intensidad leve es muy beneficioso y en algunos casos, es el
único tratamiento que se requiere (por ejemplo, en un cólico espasmódico). El
ejercicio ligero (andar a la mano) estimula la motilidad intestinal y además, evita
que el animal intente rodar por el suelo o traumatizarse. Por tanto, se debe
recomendar al dueño que haga andar al caballo mientras el clínico llega. Por
supuesto, nunca se hará cuando se trata de un cólico complicado con una
laminitis, ya que el movimiento agravará la infosura y producirá dolor adicional.
3-Analgésicos
La analgesia es una de las medidas terapéuticas fundamentales en cualquier
caballo con cólico. Sirve no sólo para aliviar el dolor que padece el animal, si no
también para evitar las complicaciones asociadas al dolor (ej. traumatismos,
íleo paralítico, desplazamientos/torsiones viscerales, etc).
Analgésicos tradicionales:
Espasmolíticos (hioscina): Se trata de un fármaco considerado eficaz
como antiespasmódico por ser un colinérgico muscarínico de corta acción
(si se compara con la atropina) que relaja la pared intestinal en casos de
cólicos espasmódicos. Se comercializa conjuntamente con la dipirona
(Buscapina®) que es un analgésico suave y de corta duración.
Por sus características, se recomienda la utilización de esta combinacion
como primera opción analgésica en caballos con cólico en el campo. En
aquellos casos que no se observe una respuesta analgésica a dicho
medicamento, serviría como indicador de que se trata de un cólico más grave.
Antiinflamatorios no esteroidales (AINEs): En general, suelen ser buenos
analgésicos para controlar el dolor cólico cuando éste es leve-moderado.
Hay que tener en cuenta que los AINEs presentan distinta eficacia según el
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fármaco de que se trate, y algunos de ellos tienen la ventaja de bloquear los
cambios producidos por la endotoxemia.
En la actualidad, los AINEs considerados más eficaces como analgésicos y
antiendotóxicos para caballos con cólico son: 1º- el flunixin meglumine (0.5-1
mg/kg), 2º- el ketoprofeno (2.2 mg/kg), y 3º- otros AINEs más modernos como
el eltenac (0.5 mg/kg) y el carprofeno (0.7 mg/kg), aunque para estos últimos
fármacos todavía faltan estudios clínicos que demuestren su eficacia y
seguridad en caballos con cólico. En cambio, los que son considerados como
poco eficaces como analgésicos en caballos con cólico y tienen un mayor
riesgo de producir úlceras en el tracto gastrointestinal y/o lesión renal son: la
aspirina y la fenilbutazona.
En general, los AINEs suelen emplearse con mucha frecuencia en caballos con
cólico en el campo por su eficacia y duración analgésica. Sin embargo, hay que
tomar la precaución de asegurar que los pacientes no presentan signos de
deshidratación previos a la administración del AINE para evitar la toxicidad
renal. En aquellos casos con signos de deshidratación, se recomienda primero
corregir la deshidratación con fluidoterapia antes de la administración del AINE.
α2-agonistas: Producen un potente efecto analgésico en caballos con dolor
abdominal (mayor que los AINEs), además de sedación y relajación
muscular. Sin embargo, hay que tener en cuenta que también producen
efectos cardiovasculares (como bradicardia, bradiarritmias, hipotensión,
incremento transitorio de la producción urinaria, etc) y gastrointestinales
(disminución de la motilidad intestinal) que pueden ser perjudiciales en
algunos caballos con cólico. En cambio, en casos de distensión intestinal, la
relajación muscular reduce la tensión del intestino y favorece la eliminación
del gas.
Los fármacos α2-agonistas más empleados son la xilacina (dosis bajas de 0.3-
0.5 mg/kg suelen ser muy eficaces), la detomidina (10-40 μg/kg) y la romifidina
(0.08-1 mg/kg). Los 3 son muy similares, pero la xilacina es de corta duración
(10-30 min), lo que la convierte en un analgésico muy empleado mientras no se
tiene un diagnóstico; mientras que la duración del efecto analgésico de la
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detomidina y la romifidina suele ser de 1-2 h. Por ser potentes analgésicos, son
los analgésicos más empleados en los caballos hospitalizados.
Opioides: El butorfanol es el opioide principal usado en caballos con cólico
por su gran eficacia como analgésico, su amplitud de dosis y sus pocos
efectos adversos descritos a las dosis recomendadas (0.025-0.1 mg/kg).
Por encima de estas dosis pueden aparecer signos de excitación nerviosa y
la motilidad intestinal queda muy disminuida.
Otros opioides que existen en el mercado, pero que no son regularmente
empleados en caballos por sus efectos adversos (disminución de motilidad
intestinal, analgesia suave y variable, etc), son la morfina y la meperidina.
Combinación α2-agonista con opioide: La combinación de butorfanol
(0.01-0.02 mg/kg) con un α2-agonista (0.3-0.4 mg/kg de xilacina, 20-30
μg/kg de detomidina, etc) tiene la ventaja de potenciar el efecto analgésico
de ambos fármacos, requerir dosis menores de ambos y evitar los efectos
no deseados como son los cambios cardiovasculares, etc. Por eso,
constituye la medida analgésica más eficaz y potente para aquellos casos
de dolor abdominal más intenso (ej. procesos isquémicos, etc).
Protocolos analgésicos más novedosos:
• Infusión continua de butorfanol: Con la infusión continua de este opioide
se ha demostrado que se consigue un buen efecto analgésico y prolongado,
con efectos adversos mínimos. Sólo estaría indicado en aquellos caballos
con cólico que tienen un diagnóstico evidente y están hospitalizados, pero
que requieren una analgesia prolongada (ej. dolor cólico postquirúrgico, íleo
paralítico, enteritis, etc). No se recomienda su empleo en aquellos casos
que todavía no se ha llegado a un diagnóstico.
La dosis recomendada es un bolo de 17.8 µg/kg, seguido de la infusión
continua de 23.7 µg/kg/h.
• Infusión continua de lidocaína: La lidocaína, además de sus propiedades
proquinéticas en caballos con íleo paralítico, tiene también un efecto
analgésico y antiinflamatorio interesante en casos de impactaciones,
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enteritis anterior, íleo paralítico postquirúrgico, dolor postquirúrgico y dolor
por laminitis.
Se administra en bolo, la dosis de 1-2 mg/kg y se sigue en infusión a velocidad
de 50 µg/kg/min durante 24-72 horas.
Protocolos analgésicos en estudio:
• Infusión continua de ketamina: Se ha visto que la ketamina administrada
a dosis bajas posee un efecto analgésico y antiinflamatorio que puede ser
una buena alternativa para controlar el dolor cólico y la endotoxemia. Sin
embargo, no existen todavía estudios que evalúen su eficacia y seguridad
en casos clínicos.
La dosis de infusión sugerida es de 1.5 mg/kg/h.
Parches de fentanilo: En los últimos años se han publicado varios estudios
evaluando la eficacia analgésica del fentanilo en el caballo. Si bien se concluye
que se consigue un buen nivel analgésico en casos de dolor músculo-
esquelético, se ha visto que no es aconsejable su empleo para el control del
dolor abdominal.
Analgésicos más utilizados con frecuencia para el tratamiento del cólico en
los caballos: (REED, 2005)
FARMACO DOSIS CANTIDAD PARA UN CABALLO
ADULTO
Butorfanol 0,025-0,05 mg/kg 5-10 mg
Detomidina 10-20 µg/kg 5-10 mg
Flunixine 0,25-1,1 mg/kg cada 8 a 12
hs 125-500 mg
xilacina 0,3-0,5 mg / kg 150-250 mg
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Fluidoterapia
Es también una medida terapéutica esencial en cualquier caballo con
cólico, tanto con signos evidentes de deshidratación/hipotensión, como sin
ellos. Los objetivos principales son:
1. Corregir la deshidratación/hipotensión
2. Corregir los desequilibrios electrolíticos
3. Corregir los desequilibrios ácido-base
4. Deshacer las impactaciones (mediante una sobrehidratación)
1- El tipo de soluciones más comúnmente empleadas en caballos con cólico
son los cristaloides poliiónicos isotónicos (Ringer-lactato). La velocidad
de administración dependerá del grado de hipovolemia/hipotensión que
presente el animal, pero varía entre 10 y 20 mL/kg/h. Por otro lado, la
administración de coloides sintéticos (5-10 mL/kg de soluciones de
almidón) han demostrado ser más eficaces en mejorar la volemia que los
cristaloides, en especial en aquellos caballos con hipoproteinemia y/o
endotoxemia severa. En estas circunstancias clínicas, los coloides
recuperan mejor la presión arterial, de forma más rápida y eficaz, y se evita
la salida de líquido al espacio intersticial.
2- En estudios recientes, se ha comprobado que las alteraciones electrolíticas
observadas en la mayoría de los casos de cólico (obstrucciones simples,
procesos isquémicos y procesos inflamatorios) son: la hipocalemia (<3
mmol/L) y la hipocalcemia (<1.4 mmol/L). Cuando se comprueba la
existencia de estas deficiencias, se recomienda la suplementación de
potasio (10-20 mmol/L) y calcio (5-10 mmol/L) en la fluidoterapia base.
3- Con la evaluación del estado ácido-base, se ha comprobado que los
caballos con cólico suelen padecer leves desequilibrios, caracterizados por
una acidosis metabólica leve asociada a la hipoperfusión tisular. Los
procesos inflamatorios (enteritis anterior, tiflocolitis, etc) son los que
presentan una acidosis metabólica más severa. En todos ellos, la
administración de una fluidoterapia que mejore la hipovolemia/hipotensión
37
(con cristaloides poliiónicos tipo Ringer-lactato o con coloides sintéticos) son
suficientes para corregir el desequilibrio ácido-base detectado. No suele ser
necesaria ninguna otra terapia correctora.
4- Para resolver la mayoría de las impactaciones y algunos desplazamientos
de colon (desplazamiento dorsal, atrapamiento nefroesplénico) se ha
comprobado que la sobrehidratación (bien por vía intravenosa o bien por
vía enteral con sonda) es la medida más eficaz. Cuando se administra por
vía intravenosa es necesario administrar fluidos isotónicos poliiónicos
(Ringer-lactato) a una velocidad de 4-5 veces la de mantenimiento (8-10
mL/kg/h). Sin embargo, en un estudio reciente se ha demostrado que la
sobrehidratación por vía enteral (con sonda nasoesofágica) es más eficaz
para deshacer las impactaciones de colon y más segura que por la vía
intravenosa. En este estudio se recomienda la administración de unos 8-10
L de solución isotónica (ej. 0.9% NaCl), atemperada, cada 2 h y por vía
enteral a los caballos adultos (>300 kg). Con esta medida se ha
comprobado que se consigue resolver el 99% de las impactaciones y el
83% de los desplazamientos de colon, en menos tiempo y sin las
complicaciones descritas.
3- Otros tratamientos específicos:
En casos de íleo paralítico, existen diversos fármacos que se recomiendan
para estimular la motilidad intestinal (incrementando la contracción
progresiva), además de producir un efecto analgésico y antiinflamatorio.
Entre estos fármacos proquinéticos, los más recomendados en la actualidad
en caballos hospitalizados con enteritis anterior o íleo paralítico
postquirúrgico son:
- Infusión continua de metoclopramida (0.04 mg/kg/h)
- Infusión continua de lidocaína (bolo de 1.3 mg/kg 5’ + 0.05
mg/kg/min 24h)
Si con la infusión de uno de los dos fármacos anteriores, o con la infusión
alternada de un día uno de ellos y otro día el otro, no se consigue una mejoría
evidente, se recomendaría entonces el empleo de otros proquinéticos
secundarios como la eritromicina (0.5-1 mg/kg administrado en 60 min).
38
Además, existen otros proquinéticos actualmente en estudio, pendientes de
demostrar su eficacia en estudios clínicos. Estos fármacos son: mosaprida,
metilnaltrexona y tegaserod.
En las impactaciones de colon, se sigue recomendando el empleo de
laxantes osmóticos (1 g/kg de MgSO4 o Na2SO4) y/o lubrificantes (2-8
mLkg de vaselina) para ayudar a deshacer las impactaciones, aunque su
uso está más restringido a caballos con cólico en el campo y siempre que el
animal tenga un buen estado hídrico.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL DE LOS DISTINTOS TIPOS DE COLICOS
ASOCIADOS AL TRAINING
Cólico espasmódico
El cólico espasmódico es el tipo más común en caballos adultos .Podría
ser responsable de alrededor del 40% de los casos de cólico en la práctica
general.
Etiología y patogenia: Se considera que el cólico espasmódico se origina en
espasmos o contracciones anormales o descontroladas del intestino delgado.
Estas contracciones disfuncionales no contribuyen al movimiento aboral de la
ingesta en el intestino pero causan dolor porque estimulan a los receptores de
estiramiento mural. Este trastorno funcional rara vez se asocia con cambios
morfológicos de la pared intestinal. Se lo atribuye a incremento del peristaltismo
y tendencia al espasmo.
Causas: Excitación, ejercicio físico y fatiga, exceso de grano o deficiencia de
fibra, cambios climáticos. Algunos caballos tienen predisposición individual al
cólico espasmódico y sufren episodios recurrentes.
Signos clínicos: Se caracteriza por dolor abdominal intermitente leve a
moderado ,ruidos incrementados en el intestino delgado y el colon ,frecuencia
cardíaca aumentada .Las crisis paroxísticas de cólico suelen durar 5 a 10
39
minutos y están separadas por intervalos libres de dolor durante los cuales el
aspecto y la conducta del caballo son normales. En general no se identifican
alteraciones metabólicas ni cambios en el líquido peritoneal. Las frecuencias
cardíacas y respiratorias exhiben incrementos leves durante los episodios de
dolor, pero se normalizan con rapidez cuando el caballo se encuentra tranquilo.
La frecuencia cardíaca rara vez es superior a 60 latidos por minuto.
Los signos clínicos comprenden: 1)dolor intermitente 2)dolor abdominal leve a
moderado que se pone en manifiesto cuando el paciente escarba el suelo ,mira
el flanco ,se mantiene en decúbito y mira el suelo 3)borborigmos
incrementados 4)heces semilíquidas 5)La actividad hiperperistáltica suele ser
audible a cierta distancia del caballo ,como ruido metálico.
Los hallazgos rectales suelen ser irrelevantes, aunque es posible palpar una o
más asas de intestino delgado con contracciones espásticas, que luego se
relajan. En otros casos se percibe distención gaseosa leve del duodeno o
ciego.
La intubación nasogástrica no revela reflujo gástrico y los resultados de la
abdominocentesis son anormales.
Diagnóstico: El diagnóstico de cólico se establece a partir de los signos clínicos
característicos, la ausencia de otros hallazgos significativos en el examen rectal
y la respuesta al tratamiento con analgésicos y espasmolíticos.
Tratamiento: El cólico espasmódico leve puede tener resolución espontanea sin
requerir tratamiento en muchos casos .Sin embargo, si el animal tiene dolor en
el momento del examen se debe administrar un analgésico .Las combinaciones
de un espasmolítico y un analgésico, como hioscina y dipirona ,suprimen los
espasmos y el dolor con rapidez .El tratamiento se puede repetir después de
varias horas si es necesario .El pronóstico de recuperación es excelente
siempre que no hay una inadecuada posición intestinal.(Mair et al., 2000).
Ulceras gástricas
Causas: La prevalencia de lesiones depende del manejo y la utilización del
caballo. Aquellos que se mantienen en campos con pasto y desarrollan
actividades livianas tienen estomago normal o solo erosiones muy leves.
40
En cambio, la prevalencia de lesiones gástricas alcanza al 90% en los que
permanecen en establos y son sometidos a entrenamiento intensivo .La mayor
parte de las lesiones asientan en la mucosa escamosa.
El acceso restringido al forraje o a la alimentación con grandes cantidades de
granos concentrado, que reduce el consumo de forraje, promueven el
incremento de la acidez gástrica y el daño de la mucosa escamosa gástrica .La
alimentación con granos concentrados induce mayor respuesta postprandial
de gastrina sérica que el forraje y la gastrina es un estímulo potente para la
secreción de ácido clorhídrico.
Signos clínicos: 1)malestar abdominal indicado por cólico leve a moderado y
posición de decúbito frecuente 2)poco apetito, el animal no se alimenta bien
,elige el alimento o no termina la ración 3)mala condición corporal ,manto piloso
áspero 4)cambios de actitud.
Diagnóstico: La endoscopia es el método diagnóstico más fiable, la mayor parte
de las lesiones gástricas se desarrollan en la mucosa escamosa, en general
junto al margoplicatus a lo lardo del lado derecho de la curvatura menor del
estómago.
Cuando no es posible realizar el examen endoscópico, el veterinario debe
valorar los signos clínicos y la respuesta a tratamiento supresor de la acidez
gástrica para establecer el diagnostico de ulceración gástrica.
Tratamiento: El objetivo terapéutico principal en la ulceración gástrica es
reducir la acidez gástrica, los tratamientos que la reducen comprenden
antiácidos, antagonistas del receptor de histamina tipo2 y los inhibidores de la
bomba de protones.(Mair et al., 2000).
Colitis dorsal derecha
Causas: Tanto en casos clínicos como estudios experimentales, la colitis dorsal
derecha (CDD) se ha asociado con la administración de fenilbutazona.
Signos clínicos: Consisten en inapetencia, anorexia, pérdida de peso, episodios
intermitentes o esporádicos de dolor abdominal agudo y diarrea .Algunos casos
responden al manejo médico. La detección temprana es importante para que el
manejo medico sea eficaz.
41
La colitis dorsal derecha se ha asociado con la administración de dosis
excesivas de fenilbutazona, pero también se observó en caballos tratados con
la dosis recomendadas durante períodos de una semana.Otros
antiinflamatorios no esteroideos pueden causar CDD, aunque se los ha
asociado con menor frecuencia. La deshidratación y el estrés fisiológico
asociado con el trabajo pueden incrementar el riesgo.
El aislamiento de Salmonella sp en caballos con CDD tiene importancia clínica
desconocida porque los caballos aparentemente sanos también eliminan estas
bacterias. La salmonelosis puede causar diarrea, dolor abdominal y enteropatía
perdedora de proteínas. Aunque los caballos con CDD presentan estos signos
clínicos, Salmonella sp no parece tener asociación con esta enfermedad.
Signos clínicos: 1)cólico 2)pérdida de peso 3)diarrea 4)ictericia 5)edema
ventral.
Diagnóstico: Es difícil encontrar hallazgos clínico patológicos específicos, lo
cual dificulta el diagnóstico. Un problema que afecta únicamente al colon dorsal
derecho puede detectarse mediante el examen anatómico del intestino en la
laparotomía o a la necropsia.Como la laparotomía es un procedimiento
invasivo, es deseable identificar la afección y establecer el diagnóstico
presuntivo preciso. Esto se puede lograr mediante la interpretación de los
antecedentes, los signos clínicos y los hallazgos clínico patológico, en especial
la hipoalbuminemia.
La manifestación principal suele ser inespecífica y los antecedentes de
episodios recurrentes de anorexia, letargia y cólico son comunes. El
tratamiento previo con AINE es un dato muy importante.
Es frecuente en caballos utilizados en competición, que suelen recibir AINE,
como fenilbutazona, para el manejo del dolor músculo esquelético.
Tratamiento: De acuerdo a las primeras descripciones, la CDD requiere
tratamiento quirúrgico y tiene mal pronóstico. Sin embargo muchos casos
responden al manejo médico, los objetivos principales son: 1) evitar la
administración de AINE 2) reducir el estrés 3) implementar el manejo dietético,
(implementar una dieta de poco volumen como un concentrado de grano en
pellets y restringir o eliminar la ingestión de forraje). Estos cambios tienen como
objetivo reducir la carga mecánica y fisiológica del colon.(Mair et al., 2000).
42
ENFERMEDADES QUE AFECTAN EL COLON MENOR Y EL RECTO
Impacción fecal
Este es el trastorno más común del colon menor, puede relacionarse con
ingestión de cama o heno de mala calidad ,mala dentición ,hidratación
insuficiente ,lesión parasitaria y otros trastornos de la motilidad intestinal .La
incidencia es más elevada durante el otoño y el invierno ,lo cual podría
vincularse con el consumo insuficiente de agua o a cambios en la dieta .A
causa del estrechamiento luminal del colon mayor desde el colon transverso
hasta el colon menor ,esta área intestinal podría tener predisposición a la
impacción. La obstrucción del colon menor con ingesta también podría deberse
al menor contenido de humedad de la ingesta en este segmento.
Fecalitos
Los fecalitos son más frecuentes en ponis, potros y caballos miniatura
y están formados por material fibroso denso de plantas, heno, paja y se
relacionan con alimentación de mala calidad o con la mala masticación. Los
caballos geriátricos también pueden presentarlos. Los síntomas son iguales a
los de la enterolitiasis.(Mair et al., 2000).
43
PRESENTACION DE UN CASO DE CÓLICO EQUINO
Materiales y métodos
Se presentó un caso de cólico equino en el establecimiento ―Ellerstina‖
ubicado en General Rodríguez, provincia de Buenos Aires en agosto del 2012
Antecedentes
Ingresó una yegua de la raza polo argentino de pelaje zaino, de 15 años
de edad llamada ―Easy Go‖ al club Ellerstina para comenzar con el training de
la temporada.
Cuando la yegua estuvo suelta en descanso antes de que comience la
temporada había sufrido una enterocolitis muy grave que puso en riesgo su
vida.
El animal comenzó con sus actividades de ―pretemporada de
entrenamiento‖ de manera normal a lo largo de su primer semana, sin
presentar signos clínicos de dolor o cambio de conducta en lo referente al
consumo de alimento.
Su ración consistía en 3 kgs de grano de avena y 2,2 kgs de heno de
alfalfa, dos veces por día.
Al día nueve, durante la mañana, al administrar la primera ración se
pudo observar que la yegua no la consumió.
El animal comenzó con el vareo diario que duró una hora, y a media
mañana comenzaron los primeros signos de dolor abdominal agudo, se echaba
al suelo y se paraba a cortos intervalos.
Se controlaron los parámetros: frecuencia cardíaca (34 latidos por
minutos) y respiratoria (16 respiraciones por minuto), las mucosas estaban
normales al igual que el tiempo de llenado capilar. La yegua estaba levemente
deshidratada, y con la temperatura corporal elevada (39 ºC).
A la palpación transrectal no se detectaron alteraciones en el tracto
digestivo,y lo único que se palpó fue la vejiga en estado de replesion.
44
Se efectuó el sondaje vesical tomándose una muestra de orina para
enviar a el laboratorio, solicitando examen físico, químico y celular, cultivo
bacteriológico y antibiograma.
También se le extrajo sangre para realizar un perfil bioquímico y
hemograma completo , arrojando valores normales.
Ante la presencia de los signos clínicos descriptos el profesional
actuante decidió comenzar con un tratamiento de fluidoterapia vía
endovenosa.
Se le administraron 10 litros de solución fisiológica, 20ml de Dimetil-
Sulfóxido (D.M.S.O Equi Systems)en una solución del 2% y 10ml de
Megluminato de flunixin (Deltavet) También por vía intramuscular se le aplicó
un antibiótico de amplio espectro, Penicilina-Estreptomicina (5.000.000u), de 20
ml como precaución a un cuadro de origen infeccioso . Se repitió el mismo
tratamiento durante 3 días consecutivos.
La yegua respondió de manera favorable al tratamiento pero cada 4
días presentaba cólicos esporádicos.
Arribar al diagnóstico se tornaba cada vez más complicado debido a la
escasa información que el animal brindaba.
Los resultados del laboratorio fueron los siguientes:
Análisis de sangre
PRUEBA RESULTADO VALOR DE REFERENCIA
BIOQUIMICA SERICA
Proteínas totales 5,9 g/dl 5,6 - 7,9
Albúmina 2,8 g/dl 1,9 - 3,2
Globulinas 3,1 g/dl 2,4 – 4,7
Bilirrubina Total 0,1 mg/dl 0,0 – 3,5
AST/GOT 207 U/L 100 – 600
CK 31 U/L 10 – 350
GGT 0 U/L 0 – 87
Fosfatasa Alcalina 75 mg/dl 10 – 326
45
Análisis de orina
Examen físico
COLOR: Naranja ASPECTO: Túrbido COAGULACION: Negativo OLOR: Fuerte
Examen químico
Glucosa: 3 mg/dl * Proteínas: 0 mg/dl Bilirrubina: 0 mg/dl Urobilinógeno:
Negativo
Nitratos: Negativo Cetonas: Negativo Ph: 7,4 Densidad: 1,020 Otros:
Presencia de Mucosidad
Examen del sedimento
HEMATÍES: 0 por campo LEUCOCITOS: 0 por campo
CELULAS EPITELIALES : Escasas
CILINDROS: Ausentes BACTERIAS: Presentes
COLORACION DE GRAM: No se considera por envase no estéril
Lactato Deshidrogenasa 973 U/L 250 – 2070
Creatinina 4,5 U/L 0,8 - 2,2
Urea 30 mg/dl * 10 – 25
Glucosa 92 mg/dl 64 – 150
Calcio 11,7 mg/dl 10,4 - 12,9
HEMOGRAMA
Hematocrito 29,1 % * 32,0 - 52,0
Recuento Eritrocitario 6,7 g/dl * 7,5 - 10,0
Hemoglobina 10,7 g/dl * 11,0 - 19,0
Vol. Corpuscular medio 36,8 g/dl 30,0 - 36,9
Recuento Total Leucocitario 7.600 x mm3 6.000 - 12.500
Recuento Total
Granulocitos 5.400 x mm3 2.800 - 8.000
% GRAN (granulocitos) 71 %
R. Total de Linfocitos/
Monocitos 2.200 x mm3 2.100 - 7.000
% L/M 29%
Plaquetas 256 x 109/L 90 – 350
Fibrinógeno 323 mg/dl 200 – 450
46
CRISTALES: Presentes
Se observan:
CARBONATOS DE CALCIO: Abundante Cantidad
FOSFATOS DE CALCIO: Moderada cantidad
Al principio los valores elevados de urea y creatinina sumados a los
sígnos de disuria y la leve deshidratación, hicieron sospechar al médico
veterinario que atendía la yegua, que la misma podría estar cursando un
cuadro de insuficiencia renal.
Se comenzó con un tratamiento en base; anfotropina, sulfa y trimetropin
y metronidazol cubriendo el riesgo de tener una causa de origen infeccioso.
El 29 de Agosto, al no haber obtenido satisfactorios resultados con el
tratamiento realizado, se decidió derivar el paciente a un hospital veterinario
equino con el fin que sea asistido por profesionales especialistas y poder
arribar a un diagnóstico preciso.
Informe del hospital equino:
El día 3 de setiembre ingresó al hospital y el motivo del ingreso fue
―cólico intermitente con episodios de disuria‖.
Al momento del ingreso no manifestó dolor y sus parámetros fueron: 1)
Frecuencia cardiaca C 36 lat/min, 2) Frecuencia Respiratoria 12 mov/min, 3)
motilidad en los 4 cuadrantes abdominales 4),mucosas rosas, TTLLC 2‖,4) Hto
36% y 5) PPt 7,4 g/dL.
Tanto en el tacto a través de la palpacion transrectal como en la
ecografía abdominal no se hallaron anormalidades.
Los valores hematológicos se presentaron normales y en la
bioquímica sanguínea tanto el valor del lactato como de la creatinina estavieron
dentro del rango normal.
El ionograma del análisis de orina dio valores normales.
La primerá noche quedó en observación con ayuno sólido. Las
evacuaciones de materia fecal se presentaron en reiteradas oportunidades con
47
heces blandas y orinó en 2 oportunidades sin manifestar signos de
incomodidad/disuria.
El 4 de Septiembre se repitió la ecografía abdominal estando en ayuno
el equino y se observó edema en el colon menor del flanco derecho.
Se realizó nuevamente la palpación transrectal y no se palparon
anormalidades en la vejiga pero se palpó el colon menor con contenido blando,
uniforme y malaxable.
Se recuperó materia fecal con mucho contenido de granos enteros de
avena por lo que se revisó la cavidad bucal y se la encontró en perfecto estado.
Debido a la anamnesis y a los análisis de laboratorios anteriores se
decidió realizar una cistoscopía para efectuar el diagnóstico diferencial y
descartar cualquier anormalidad urinaria.
El 5 de setiembre se realizó una gastroscopía para descartar la posible
presencia de úlceras gástricas u otra anormalidad relacionada.
Diagnóstico
Teniendo en cuenta la evaluación clínica y los estudios complementarios
llevados a cabo el diagnóstico al que se llego fue: cólico por edema de
colon menor.
Se evaluó la evolución de la yegua permitiendo el consumo de pastura
por periodos cortos, cada dos horas.
Ante su evolución favorable es dada de alta con su hoja de indicaciones
correspondientes.
Manejo de la dieta indicaciones alimenticias
- 48hs con verdeo y agua a discreción;
- Reemplazar grano entero de avena por balanceado o avena
molida remojada;
48
- No dar pasto duro o heno de alfalfa seco, se puede remplazar por
cubos de alfalfa o pellets;
- Se recomienda 2-3 hs de ayuno previo a el ejercicio;
49
Resultado y discusión
Debido a la escasísima imformacion bibliografica información
bibliográfica sobro cólicos por edema de colon menor,no se ha podido discutir
este caso clínico con otros similares .
Pero si conincide con lo publicado por (Adolfo Godoy Pinto 2002).En lo
que respecta al tratamiento instaurado.
El tratamiento a seguir depende de la duración y grado de severidad del
cóico, los desórdenes que provoca, y si fue sometido o no a cirugía, pero en
términos generales se debe ajustar,disminuir o cambiar la dieta.
Si la lesión de la mucosa a sido grave ,se alimenta con concentrados
diluidos en agua o pasto verde ,para evitar el cólico.(Adolfo Godoy Pinto 2002).
www.monografiasveterinaria.uchile.cl › Portada › Vol. 11, No. 2 (1989)
Los autores (Tim Mair,Tom Diver,Norm Duchrme 2003) aconsejan
realizar un manejo medico por una afección de colon menor, consiste en
mantener la hidratación ,estimular la motilidad gastrointestinal y restablecer la
fluidoterapia, el uso de enemas en este tipo de cuadros no tiene ninguna
justificación, devido a que el esfínter ileo cecal contituye una barrera para el
pasaje de liquidos.
En este caso clinico el profesional actuante tampoco prescribio el uso de
enemas por considerar que no son utiles,coincidiendo con lo publicado por (Tim
Mair, Tom Diver,Norm Duchrme 2003)
50
Conclusión
La ecografia realizada el 4 de septiembre permitio observar edema de
colon menor del lado derecho, gracias a este estudio complementario se logro
arribar a un diagnostico certero.
Es para tener siempre en cuenta y utilizado al inicio de todo cólico
equino y asi ganar tiempo en su diagnóstico .
Una vez efectuado el diagnóstico, evitando la ingesta de pasto seco
remplazado por pasto verde en un piquete.
La yegua reacciono favorablemente sin inconvenientes durante toda su
temporada de polo de ese año.
Esto es para tener en cuenta en futuras presentaciones similares de
cólico equino, ya que de esta manera se mantiene un correcto funcionamiento
intestinal. Evitando la presentación de este tipo de caso clínico.
51
BIBLI OGRAFIA
.Adolfo Godoy Pinto( 2002).Sindrome cólico del equino enfoque clinico y
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