ciudad y biopolitica

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Ciudad y Biopolitica

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  • 1 AUTOR/ES

    espacios nueva serie N 72012

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    ANDREA CAVALLETTI (2010 [2005]) MITOLOGA DE LA SEGURIDAD. LA CIUDAD BIOPOLTICA. BS. AS., ADRIANA HIDALGO. 317 PP. [TRAD. MARA TERESA DMEZA]

    &LXGDG\ELRSROtWLFD/DHVSDFLDOLGDGDODOX]GHODSREODFLyQ No existen ideas polticas sin un espacio al cual sean referibles, ni espacios

    o principios espaciales a los que no correspondan ideas polticas. Andrea Ca-valletti comienza su libro con la frase de Carl Schmitt, a partir de la cual plantea uno de los ejes centrales de este libro recientemente aparecido en castellano: la hendadis espacio-poder.

    El libro, mediante un anlisis basado en documentos que abordan aspectos de la relacin espacio-poder, asume la tarea de escribir toda una historia de los espacios que sera al mismo tiempo una historia de los poderes1 que habra quedado en estado potencial en la obra de Foucault, y la enfoca particularmente en lo que hace a un estudio especfico de la cuestin espacial en relacin con el poder biopoltico. En buena medida, el gesto de atender al espacio de la biopoltica resulta un aspecto novedoso, ya que por lo general el modelo del panptico como arquitectura de las disciplinas ha acaparado gran parte de la atencin a la hora de pensar el espacio dentro de la obra foucaul-tiana. Para llevar a cabo su empresa, Cavalletti replica, quizs demasiado al pie de la letra, el gesto foucaultiano de desplegar una genealoga que nos permita entender, a travs de las relaciones entre saber y poder, algunos aspectos de la sociedad en la que vivimos.

    El autor, Andrea Cavalletti, es profesor de esttica y literatura italiana en el Instituto Universitario de Arquitectura de Venecia. Desarroll la investigacin que da origen a este libro en el marco de un posdoctorado en el Politcnico de Bari, en dilogo con Giorgio Agamben y Bernardo Secchi. Su ltimo libro, editado en italiano en 2009 y an no disponible en castellano, se titula Classe2 (Clase) y est consagrado a un rastreo de dicha nocin en distintas reas, en relacin con otros dos conceptos centrales de la poltica moderna: la masa y la multitud.

    El tema de la (in)seguridad, ya presente en el ttulo del trabajo que nos interesa, atrae no slo a quienes reconocen all uno de los ejes de la problem-tica foucaultiana. La conjuncin ciudad-seguridad es, al menos para el pblico argentino, un tema central de agenda. Si bien Cavalletti no adivina los detalles vernculos de la relacin entre seguridad, poblacin y espacio urbano, escribe sin duda a la luz de la construccin y difusin permanente de distintas amenazas que parecen cernirse sobre la vida sobre el planeta: la inmigracin descontro-lada, las pandemias, el cambio climtico, el terrorismo, los virus informticos. En un escenario donde el apocalipsis est en el horizonte diario, la seguridad aparece como un bien preciado, y ms an, como un fin en s misma.

    1 Foucault, M. (1980: edicin online).2 Cavalletti (2009) Ed. Bollati Boringhieri.

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    Sin embargo, tomar el libro slo por su ttulo, en su promesa de un vnculo atractivo entre ciudad y seguridad, no conducir a buen puerto a quienes pretendan una lectura no especializada. Lejos de responder al estado de nimo de desazn en el cual, ante las amenazas omnipresentes de riesgo y catstrofe, los vivientes humanos se preguntan qu va a ser de ellos, el libro de Cavalletti requiere ser ledo ms provechosamente por quienes ya conocen aspectos de la obra de Foucault.

    Desde el punto de vista conceptual, Mitologa de la seguridad se inscribe en un dilogo abierto con la obra de Foucault, especialmente con la parte dedicada a la biopoltica. Dicho brevemente, seala Foucault que a partir del siglo XVIII, el paradigma de la soberana ya no lograba enfrentar el crecimiento demogrfico y el desarrollo econmico acelerado. Tuvo lugar entonces lo que llama el poder disciplinario, encargado de docilizar los cuerpos individuales, recortndolos de la masa y disponindolos ordenadamente en un espacio reticular. Segn Foucault, ste es el origen del biopoder, cuando el poder toma a su cargo la vida biolgica y la convierte en objeto de regulacin: slo as es posible que existan cosas tan naturales para nosotros como polticas de natalidad, programas de salud pblica, estudios demogrficos. El biopoder no se ocupa de cuerpos individuales, sino de poblaciones: vida biolgica gobernada.

    Adems de por sus referencias conceptuales, Mitologa de la seguridad puede resultar un material pertinente para quienes se dedican a pensar lo urbano. Su aporte no es tanto de informacin emprica sino ms bien de una serie de referencias y puntos problemticos para abordar el problema de la ciudad a partir de la batera conceptual del biopoder.

    No obstante, el esfuerzo de Cavalletti, si bien se declara orientado por un inters especfico en torno de lo urbano, no despliega las implicancias del desa-rrollo de la biopoltica en la ciudad misma lo que hubiera podido terminar en una ampliacin de los ejemplos de Le Matre, Richelieu y Nantes expuestos por Foucault3, sino que se centra en el surgimiento y las implicancias espaciales de la poblacin. Cavalletti propone como tesis principal que la poblacin, que ya Foucault haba sealado como el elemento clave en el marco del biopoder, es indiscernible del espacio. Seala el pensador francs que en el paso del poder soberano al biopoder se oper una inversin: si antes el territorio demarcaba un espacio cuya variable dependiente eran los sbditos, con el advenimiento del biopoder el territorio pasa a ser variable de la poblacin. En esta lnea, en el relevamiento de textos, tratados y documentos que presenta Cavalletti a lo largo de los nueve captulos del libro, puede verse cmo desde fines del siglo XVI se fue abriendo paso a esta relacin poblacin-territorio que hoy se ha vuelto indiscernible.

    Desde el inicio del libro, el italiano nos coloca ante dos hendadis, es decir, dos pares de trminos que no pueden al menos dentro del dispositivo de seguridad de la biopoltica disociarse: espacio-poltica y poblacin-espacio. El primero queda claro: donde hay una lnea que marca adentro y afuera, hay pol-

    3 Cf. Foucault, M. (2006), clase del 11 de enero de 1978.

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    tica. Es poltico lo que produce inclusiones y exclusiones, amigos y enemigos. Si Cavalletti haba prometido un libro sobre este binomio, al final del trabajo se cae en la cuenta de que se ha ledo principalmente sobre el otro: poblacin-espacio.

    Es posible preguntarse si este paso es un inconveniente o si, por el contra-rio, no se encuentra ya inscripto en las propias caractersticas del dispositivo de seguridad. En la economa de poder que toma a su cargo la vida biolgica y se encarga de protegerla como tal, la respuesta por excelencia que se da al problema de la multiplicidad indiferenciada es la de la poblacin: una integracin capaz de combinar lo dinmico de la vida con lo esttico del territorio. No se trata de un espacio demarcado en sus fronteras por un poder soberano, trascendente res-pecto de sus sbditos, sino de una articulacin poltico-espacial donde lo interno y lo externo ya no es estrictamente territorial. De una brecha que separa amigo de enemigo, o estado de naturaleza de estado civil (en otras palabras, adentro de afuera), se salta a un espacio continuo, capaz de vincular oikos y polis.

    A diferencia de la lgica donde el amigo se opone al enemigo que est ms all de la frontera, en el caso de la poblacin se ve la oposicin entre justa poblacin y el peligro que, por ejemplo para Montesquieu, implica la despobla-cin. Si la primera se basa en una igualdad entre gente y fuerza, la segunda consiste en la existencia de sujetos al interior de la poblacin incapaces de re-producirse, de combatir, de trabajar. Subpoblacin no significa que haya poca gente en un espacio determinado, sino que el flujo energtico que va desde el individuo al cuerpo civil sufre interrupciones u obstculos (interpretacin sta que ya encontramos a fines del siglo XVIII).

    As se va delineando una gradacin que va de la justa poblacin hasta la poblacin excedente (una suerte de ejrcito de reserva que, en el lmite, pasa a ser considerada no-vida y puede llegar a ser aniquilada). El hecho decisivo no es que la frontera sea mvil, sino que, sin importar dnde se la instale, tanto la vida como la no-vida son cooperantes. En otras palabras, biopoltica y ta-natopoltica no son contradictoras o excluyentes, sino que mediante un anlisis que tome en cuenta a la poblacin como concepto espacial se llega a ver que forman parte de una misma economa de poder.

    La figura hobessiana del derecho de fuga es retomada en distintos captulos. Sin duda es porque a lo largo del anlisis, muchas veces elptico, otras veces un poco tedioso, Cavalletti logra mostrar que con el concepto espacial de poblacin se reducen progresivamente los lugares adonde huir: en el dispositivo de seguridad no hay exterioridad. El espacio es espacio habitado y lo viviente es puesto en re-lacin con tcnicas continuas de intervencin que lo constituyen como poblacin, al tiempo que dan forma a aquello que la niega y amenaza. La urbanizacin se inscribe en ese proceso siempre inacabado no por defecto, sino por definicin de intervencin sobre la vida a travs de la ciudad. Esa relacin constitutivamente defasada entre vida (dinmica) y espacio (esttico) es la que se abre a la intervencin del dispositivo gubernamental, ya conceputalizado por Foucault.

    En el biopoder, sobre el fondo perenne de inseguridad se construye una precaria seguridad, siempre al borde de sucumbir y por ello demandante de

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    ms y ms intervencin del poder. Afirma Foucault que los mdicos han sido con los militares, los primeros gestores del espacio colectivo. Pero los milita-res pensaban sobre todo el espacio de las campaas (y por lo tanto el de los pasos) y el de las fortalezas. Los mdicos han pensado sobre todo el espacio de las residencias y el de las ciudades4. Cavalletti va tras la pista inaugurada por Foucault y trabaja tratados de polica mdica, sobre la premisa de que si las legislaciones mdicas fueron exitosas es porque haba condiciones de posibilidad para ello. Es decir, porque haba ya implicado en el arte de curar algn principio poltico-espacial que lo haba convertido en medicina poltica. As, el modelo de sujeto vinculado a la poblacin es, en tratados de la poca, el militar, en tanto aquel que encarna la exposicin a la inseguridad de la cual vive toda seguridad biopoltica5. En otras palabras, el sujeto de la justa poblacin no es aquel que est perfectamente sano, sino el que est completamente medicalizado: el que somete todo su espacio vital a la regulacin.

    A lo largo del libro se profundiza la idea de que el espacio del biopoder can-cela la fuga, en la medida en que la frontera forma parte de la propia poblacin y no marca una exterioridad respecto de lo regulado. Sin embargo Cavalletti desliza una posible va de escape, que no obstante queda en la ambigedad, no queda claro si se trata de algo dicho entre lneas o ms bien de un argumento a medio camino. Su insinuacin es que la salida a esta economa del poder pasa por una posibilidad anrquica, una defeccin absoluta, que no reconoce las oposiciones entre malo y bueno, poltico y apoltico y que se da en la misma accin radical, cuyas consecuencias a su vez no sern determinables polticamente6. Hacer una historia de los poderes, hacer una historia de los espacios, implica comprender que la relacin espacio-poblacin es tambin histrica. Por ello, la defeccin absoluta consiste en un cambio de los trminos del conflicto, en una puesta en cuestin de las relaciones dentro de las cuales nos movemos. Es as que puede releerse la frase de Cerd, quien en la segunda mitad del siglo XIX acu el trmino urbanismo: La mayor idea revolucionaria a propsito del urbanismo no es en s misma urbanstica.

    Silvia HernndezUBA - CONICET

    BIBLIOGRAFA

    - Foucault (1980) El ojo del poder, en Bentham, Jeremas El Panptico, Ed. La Piqueta, Barcelona, 1980. En http://www.ciudadpolitica.org/modules/news/article.php?storyid=50. Fecha de la consulta: 28/02/2011.

    - Foucault, M. (2006) Seguridad, territorio, poblacin, Buenos Aires, FCE.

    4 Foucault, M., (1980: edicin online)5 Cavalletti (2010: 202).6 Cavalletti (2010: 292).

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