ciencia y arte en la metodología

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Panorama actual de la ciencia Descartes nos dice, al principio de su Discurso del Método (1983), que "la razón es por naturaleza igual en todos los hombres" (p. 28), y también se plantea la pregunta de cómo o por qué la misma razón produce la "diversidad de nuestras opiniones". La respuesta la ubica en el método: "no viene de que unos seamos más razonables que otros, sino del hecho que conducimos nuestros pensamientos por diversas vías y no consideramos las mismas cosas" (ibídem). La toma de conciencia de estas diversas vías por las cuales conducimos nuestros pensamientos y el tratar de considerar, en un momento determinado, las mismas cosas es el objeto de este artículo. El gran físico Erwin Schrödinger, Premio Nobel por su descubrimiento de la ecuación fundamental de la mecánica cuántica (base de la física moderna), considera que la ciencia actual nos ha conducido por un callejón sin salida y que "la actitud científica ha de ser reconstruida, que la ciencia ha de rehacerse de nuevo" (1967) El modelo de ciencia que se originó después del Renacimiento sirvió de base para el avance científico y

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Ciencia y Arte en La Metodología

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Ciencia y arte en la metodologa cualitativa

Panorama actual de la cienciaDescartes nos dice, al principio de su Discurso del Mtodo (1983), que "la razn es por naturaleza igual en todos los hombres" (p. 28), y tambin se plantea la pregunta de cmo o por qu la misma razn produce la "diversidad de nuestras opiniones". La respuesta la ubica en el mtodo: "no viene de que unos seamos ms razonables que otros, sino del hecho que conducimos nuestros pensamientos por diversas vas y no consideramos las mismas cosas" (ibdem).

La toma de conciencia de estas diversas vas por las cuales conducimos nuestros pensamientos y el tratar de considerar, en un momento determinado, las mismas cosas es el objeto de este artculo.

El gran fsico Erwin Schrdinger, Premio Nobel por su descubrimiento de la ecuacin fundamental de la mecnica cuntica (base de la fsica moderna), considera que la ciencia actual nos ha conducido por un callejn sin salida y que "la actitud cientfica ha de ser reconstruida, que la ciencia ha de rehacerse de nuevo" (1967)

El modelo de ciencia que se origin despus del Renacimiento sirvi de base para el avance cientfico y tecnolgico de los siglos posteriores. Sin embargo, la explosin de los conocimientos, de las disciplinas, de las especialidades y de los enfoques que se ha dado en el siglo XX y la reflexin epistemolgica encuentran ese modelo tradicional de ciencia no slo insuficiente, sino, sobre todo, inhibidor de lo que podra ser un verdadero progreso, tanto particular como integrado, de las diferentes reas del saber.

El perodo histrico que nos ha tocado vivir, en la segunda mitad del siglo XX, podra ser calificado con muy variados trminos, todos, quiz, con gran dosis de verdad. Me permito designarlo con uno: el de incertidumbre, incertidumbre en las cosas fundamentales que afectan al ser humano. No solamente estamos ante una crisis de los fundamentos del conocimiento cientfico, sino tambin del filosfico, y, en general, ante una crisis de los fundamentos del pensamiento. Y esto, precisa y paradjicamente, en un momento en que la explosin y el volumen de los conocimientos parecieran no tener lmites.

El escritor y presidente de la Repblica Checa, Vaclav Havel, habla del "doloroso parto de una nueva era". Y dice que "hay razones para creer que la edad moderna ha terminado", y que "muchos signos indican que en verdad estamos atravesando un perodo de transicin en el cual algo se est yendo y otra cosa est naciendo mediante un parto doloroso". Nos podemos preguntar qu es ese algo que se est yendo y qu es esa otra cosa que est naciendo.

"Estamos llegando al final de la ciencia convencional", seala Prigogine (1994, pg. 40); es decir, de la ciencia determinista, lineal y homognea, y presenciamos el surgimiento de una conciencia de la discontinuidad, de la no linealidad, de la diferencia y de la necesidad del dilogo.

El cuestionamiento est dirigido, especialmente, hacia el "logos cientfico tradicional", es decir, hacia los criterios que rigen la "cientificidad" de un proceso lgico y los soportes de su racionalidad, que marcan los lmites inclusivos y exclusivos del saber cientfico. As, Heisenberg, uno de los creadores de la teora cuntica, dice al respecto: "es precisamente lo limitado y estrecho de este ideal de cientificidad de un mundo objetivo, en el cual todo debe desenvolverse en el tiempo y en el espacio segn la ley de la causalidad, lo que est en entredicho (1990, pg. 121).

Por lo tanto, esta situacin no es algo superficial, ni coyuntural; el problema es mucho ms profundo y serio: su raz llega hasta las estructuras lgicas de nuestra mente, hasta los procesos que sigue nuestra razn en el modo de conceptualizar y dar sentido a las realidades; por ello, este problema desafa nuestro modo de entender, reta nuestra lgica, reclama un alerta, pide mayor sensibilidad intelectual, exige una actitud crtica constante, y todo ello bajo la amenaza de dejar sin rumbo y sin sentido nuestros conocimientos considerados como los ms seguros por ser "cientficos".

En efecto, la reflexin sobre el proceso de crear conocimiento, de hacer ciencia, deber examinar crticamene hasta qu punto se justifican los presupuestos aceptados o si, en su lugar, no se pudieran aceptar otros distintos que nos llevaran por derroteros diferentes y que, quiz, terminaran en conclusiones tambin diferentes; esta reflexin deber determinar qu nivel de pureza y objetividad de la observacin cientfica, de los datos y de los hechos, es posible; hasta qu punto stos estn determinados por las teoras profesadas y cmo interactan los datos y la teora; deber evaluar las implicaciones de la falta de evidencia en las relaciones causales, de la injustificabilidad de la inferencia inductiva, de la imposibilidad de la "verificacin emprica" y de la ilegitimidad de ciertas "definiciones" operacionales; deber examinar la importancia del contexto de descubrimiento y del proceso creador, los lmites de la racionalidad de las explicaciones estadsticas o probabilitarias, el nivel de adecuacin y homologa de los modelos que se basan en analogas y, a veces, slo en metforas, el uso acrtico de trminos como "ley", "control", "medida", "variable", "verdad", "objetividad", "datos", etc. en contextos muy diferentes, y, en una palabra, deber precisar la justificacin lgica del "sistema de reglas" del juego cientfico escogido.

Este examen crtico podr poner en evidencia muchos vicios de lgica que se han ido convirtiendo en hbito en amplios sectores de la vida acadmica y, sobre todo, denunciar la falta de racionalidad en que se ha cado en muchos otros al evaluar el nivel de certeza de las conclusiones de una investigacin por el simple correcto uso de las reglas metodolgicas preestablecidas, sin entrar a examinar la lgica, el significado y las implicaciones de esas mismas conclusiones.

Muy bien pudiera resultar, de estos anlisis, una gran incoherencia lgica e intelectual, una gran inconsistencia de nuestros conocimientos considerados como los ms slidos, y que muchos aspectos de nuestra ciencia pudieran tener una vigencia cuyos das estn contados. Hoy da, llama nuestra atencin el hecho de que, segn la primera edicin de la Enciclopedia Britnica, el flogisto era "un hecho demostrado"; y, segn la tercera edicin, "el flogisto no existe". Igualmente, que, en 1903, el qumico Svante Arrhenius obtuviera el Premio Nobel por su teora electroltica de la disociacin, y que el mismo Premio le fuera concedido, en 1936, a Peter Debye, por defender prcticamente lo contrario. Asimismo, es desconcertante que, hace poco ms de dos siglos, un gran astrnomo demostrara, con la mejor ciencia del momento, que Dios haba creado el mundo exactamente haca 4232 aos, el 15 de Octubre, a las 9 de la maana, cuando hoy sabemos que los dinosaurios se extinguieron hace unos 70 millones de aos, despus de haber vivido sobre la tierra ms o menos otros 70 millones de aos, y las cucarachas para consuelo de muchas cocineras sabemos que existen desde hace unos 300 millones de aos. sa es la historia de nuestra "ciencia".

En la actividad acadmica se ha vuelto imperioso desnudar las contradicciones, las aporas, las parcialidades y las insuficiencias del paradigma que ha dominado, desde el Renacimiento, el conocimiento cientfico.

El problema radical que nos ocupa aqu reside en el hecho de que nuestro aparato conceptual clsico que creemos riguroso, por su objetividad, determinismo, lgica formal y verificacin resulta corto, insuficiente e inadecuado para simbolizar o modelar realidades que se nos han ido imponiendo, sobre todo a lo largo del siglo XX, ya sea en el mundo subatmico de la fsica, como en el de las ciencias de la vida y en las ciencias humanas. Para representarlas adecuadamente necesitamos conceptos muy distintos a los actuales y mucho ms interrelacionados, capaces de darnos explicaciones globales y unificadas.

Esta nueva sensibilidad se revela tambin, a su manera, en diferentes orientaciones del pensamiento actual, como la teora crtica, la condicin postmoderna, la postestructuralista y la desconstruccionista, o la tendencia a la desmetaforizacin del discurso, a un uso mayor y ms frecuente de la hermenutica y de la dialctica, e igualmente en varias orientaciones metodolgicas, como las metodologas cualitativas, la etnometodologa, el interaccionismo simblico, la teora de las representaciones sociales, etc., y vendra a significar el estado de la cultura despus de las transformaciones que han afectado a las reglas del juego de la ciencia, de la literatura y de las artes que han imperado durante la llamada "modernidad", es decir, durante los tres ltimos siglos.

Los autores de estos movimientos difieren en muchos aspectos, pero tienen tambin muchas cosas en comn, como su ruptura con la jerarqua de los conocimientos y de los valores tradicionales, su bajo aprecio por lo que contribuye a la formacin de un sentido universal, su desvalorizacin de lo que constituye un modelo, y su valoracin, en cambio, del racionalismo crtico, de las diferentes lgicas, de la "verdad local", de lo fragmentario, y su nfasis en la subjetividad y en la experiencia esttica.

Desconstruccion del mtodo cientfico tradicional

Origen y Auge del Mtodo Cientfico: Autores Clsicos:Durante los ltimos siglos de la edad media, XIII y XIV, y especialmente en el Renacimiento, el punto de apoyo, el fulcro, el referente lgico, va pasando lentamente de la religin a la razn, de la teologa a la filosofa y a la ciencia. El hombre occidental comenzar a aceptar las ideas en la medida en que concuerden ms bien con su lgica y razonamiento, con sus argumentos de razn, y no por tradicin o por exigencias dogmticas, sean religiosas o de otro tipo. La misma reforma Protestante echar por tierra precisamente una buena cantidad de ideas porque no concuerdan con sus razones.

Las contribuciones ms significativas en la construccin del paradigma clsico (cientfico-positivista) de la ciencia se deben a Francis Bacon, Galileo Galilei, Ren Descartes e Isaac Newton.

Tanto Bacon como Galileo, con sus mtodos inductivo-experimentales y de observacin de la naturaleza, van desplazando a Aristteles, que us, bsicamente, el mtodo deductivo, a travs del silogismo.

Bacon llama la atencin hacia la experiencia, hacia la observacin, hacia el contacto con la naturaleza como nico punto de partida para su penetracin. Slo con el mtodo inductivo, y no con el proceso de la deduccin, se llegar a comprender la naturaleza, a robarle sus secretos y servirse de ella, para dominarla. Este concepto del dominio de la naturaleza es importante en la especulacin baconiana, pues en l se resumen las aspiraciones de los estudios cultivados en su siglo.

Galileo present la matemtica como el lenguaje del Universo, porque segn l "Dios haba escrito el libro de la Naturaleza en lenguaje matemtico" (Il Saggiatore).

Descartes estableci el dualismo absoluto entre la mente y la materia, y crea poder describir el mundo material objetivamente, sin referencia alguna al sujeto observador. Descartes pone, adems, otra idea rectora que expresa como segunda regla, en su Discurso del Mtodo: "dividir cada una de las dificultades en tantas partes como sea posible y necesario para mejor resolverlas"

Y, finalmente, Newton expres la gran ley de la gravitacin universal con una sola frmula matemtica sintetizando magnficamente con ella las obras de Coprnico y Kepler, y tambin las de Bacon, Galileo y Descartes, y valorando ms los datos observados directamente en la naturaleza que los estudios basados en la revelacin y en las obras de la antigedad. Newton, despus, supuso que las normas generales que parecen obedecer los cuerpos de tamao intermedio son tambin verdad para cada partcula de materia, sea cual sea su clase y tamao.

As, los hombres de estos siglos, animados por una profunda confianza en las facultades de la inteligencia humana para descubrir las leyes de la naturaleza mediante la observacin y la razn, fueron poniendo en duda, poco a poco, la gran mayora de las creencias sostenidas hasta entonces.

El Modelo Axiomtico-Deductivo (Heinrich Hertz: 1894).La obra que haba servido de modelo axiomtico-deductivo para la Mecnica y prototipo para todas las disciplinas por su precisin conceptual, lgica, e iluminadoras aplicaciones fue el libro de Heinrich Hertz Principios de la Mecnica (Die Prinzipien der Mechanik, 1894)1, expuesta en forma de "teora de la mecnica como un clculo axiomtico". Sin embargo, la teora de la mecnica haba sido ya presentada como un sistema axiomtico formal desde los Principia del mismo Newton, si bien de tal modo que no satisfaca a todos los fsicos; pero, se presentaba casi como una rama de la matemtica pura. El mismo Kant, por ejemplo, coloca la dinmica newtoniana a la par de la geometra euclidiana.

Pero es el libro de Hertz el que presenta una imagen de la ciencia natural ideal, libre de toda divagacin o complicacin e irrelevancia intelectual. Todo matemtico, fsico o cientfico riguroso y exigente no poda menos de quedar prendado de su claridad, orden, linealidad y lgica excepcionales e, incluso, por una especie de encanto irresistible. Por esto, conviene ilustrar un poco la figura de su autor, por ser l el que da origen y estructura a las bases del mtodo cientfico tradicional.

cidas en forma perfectamente lgica de una sola ley fundamental.

Ahora bien, lo ms llamativo del sistema de Hertz es que, tratndose de una obra sobre Fsica ciencia considerada como esencialmente emprica, de las dos partes (l los llama libros) de que se compone, la primera es totalmente independiente de la experiencia (una construccin abstracta perfectamente lgica), y la segunda se apoya en esa sola ley fundamental. Hertz seala que el tiempo, el espacio y la masa en s mismos no pueden ser objeto de nuestra experiencia, slo tiempos definidos, cantidades de espacio y masas. As, determinamos la duracin del tiempo por medio de un cronmetro, por el nmero de golpes de su pndulo; la unidad de duracin se establece por convencin arbitraria. Determinamos las relaciones de espacio de acuerdo a los mtodos de la geometra prctica por medio de una escala; tambin la unidad de longitud se establece por convencin arbitraria. Y la masa de los cuerpos que podemos manejar se establece por medio del peso, y su unidad se determina, igualmente, por convencin arbitraria.

De esta forma, tenemos aqu un sistema axiomtico-deductivo idntico al que Euclides cre para la Geometra y aquel a que Peano y Russell reducen toda la Aritmtica y, en general, toda la Matemtica; un sistema de la Mecnica y, ms concretamente, de la dinmica newtoniana, considerado ideal, y que todas las ciencias han tratado de imitar a lo largo de la primera mitad del siglo XX: primero, las otras partes de la fsica (la hidrulica, el calor, el sonido, la ptica y la electricidad), despus, las dems ciencias naturales, y, finalmente, tambin todas las ciencias del hombre, como la medicina, la psicologa, la sociologa, la economa, la ciencia poltica, etc. Todas imitarn a la Mecnica y tendremos un Mecanicismo General, donde todo se explicar a travs de la relacin causa-efecto por medio de variables independientes y dependientes.

Fundamentacin Filosfica del Mtodo: el Primer Wittgenstein (1920).

Desde la poca de los griegos es frecuente encontrar la pregunta de cmo reconocer que un signo designa lo que significa. A partir del siglo XVII se preguntar cmo un signo puede estar ligado a lo que significa, pregunta a la que la poca clsica dar respuesta por medio del anlisis de la representacin, y a la que el pensamiento moderno responder por el anlisis del sentido y de la significacin. Pero, de hecho, el lenguaje no ser sino un caso particular de la representacin (para los clsicos) o de la significacin (para nosotros) (Foucault, 1978).

Wittgenstein parte de los principios del simbolismo y de las "relaciones necesarias entre las palabras y las cosas" en cualquier lenguaje, y aplica el resultado de esta investigacin a las varias ramas de la filosofa tradicional. La idea central de su famosa obra el Tractatus Logico-Philosophicus (1920-21) sostiene la tesis segn la cual "una proposicin es una imagen, figura o pintura de la realidad". Esta idea se le ocurri a Wittgenstein mientras serva en el ejrcito austraco. Vio un peridico que describa el acaecimiento y situacin de un accidente automovilstico por medio de un diagrama o mapa; y haba tenido tambin noticia de que en los tribunales de Pars se reconstruan los accidentes automovilsticos mediante juguetes y muecos. Una colisin, por ejemplo, entre un camin y un cochecito de nio se representara colocando juntos un camin de juguete y un cochecito de juguete. Este hecho nos dara una pintura tridimensional, un modelo del accidente. Esto impresion mucho e impact a Wittgenstein como una revelacin! Wittgenstein estimaba que este procedimiento arrojaba mucha luz sobre la teora de la representacin y de la proposicin, ya que este mapa era como una proposicin y en ella se revelaba la naturaleza esencial de las proposiciones, a saber, el describir la realidad.

El modelo usado en los tribunales era ciertamente una proposicin, y se compona de partes, cada una de las cuales representaba una cosa de la realidad. As, los constituyentes del modelo y los constituyentes del "estado de cosas" tenan la misma multiplicidad de elementos, de objetos simples, y las diferentes combinaciones de las partes del modelo representaran diferentes situaciones posibles.

Para que una cierta proposicin pueda afirmar un cierto hecho, debe haber, cualquiera que sea el modo como el lenguaje est construido, algo en comn (una forma) entre la estructura (o sintaxis lgica) de la proposicin y la estructura del hecho. Y, aunque la proposicin y el hecho tienen la misma "forma", la forma de la proposicin (su sintaxis lgica) est dictada o determinada por la naturaleza del hecho, y no al revs. Es decir, que la forma lgica de la proposicin concuerda con la forma del hecho que representa; pero la proposicin tiene esa particular forma o sintaxis debido a la naturaleza del objeto o hecho que refleja. Es as como la proposicin puede representar o estar en lugar del hecho. sta es, tal vez, la tesis fundamental de la teora de Wittgenstein. Pero aquello que haya de comn, esa forma, entre la proposicin y el hecho, no puede as lo afirma l decirse a su vez en el lenguaje. Slo puede ser, en la fraseologa de Wittgenstein, mostrado, no dicho, pues cualquier cosa que podamos decir tendr siempre la misma estructura.

Con estas ideas, al ligar tan directamente el lenguaje (las palabras y las proposiciones) con la realidad, Wittgenstein establece una fundamentacin filosfica para el mtodo cientfico tradicional, pues, manipulando el lenguaje, se crea estar manipulando la resalidad misma.

Difusin de las Ideas del Positivismo Lgico: el Crculo de Viena (dcada 1920):

El Tractatus haba tenido una aceptacin indiscutible. La introduccin escrita por una autoridad como Russell, le dio prestigio y fama. El Crculo de Viena (Moritz Schlick, Rudolf Carnap, Otto Neurath, Herbert Feigl, Kurt Gdel, Carl Hempel, Hans Reichenbach, Alfred Ayer, etc.), grupo de cientficos-matemticos-filsofos que lideraba, a travs de la revista ERKENNTNIS (conocimiento), la filosofa de la ciencia positivista a nivel mundial, lo adopt como texto de lectura y comentario para sus reuniones peridicas durante dos aos. El mayor valor que le vieron los positivistas resida en la idea central del Tractatus: el lenguaje representa (casi fsicamente) la realidad. As, al tratar el lenguaje, pensaban que trataban directamente con la realidad.

El Crculo de Viena se reuna regularmente para investigar la lengua y la metodologa cientficas. Este movimiento filosfico ha sido considerado como "positivismo lgico", "empirismo lgico", "empirismo cientfico", "neopositivismo" y "movimiento de la ciencia unificada". El trabajo de sus miembros, aunque no era unnime en el tratamiento de muchos temas, se distingua, primero, por su atencin a la forma de las teoras cientficas, en la creencia de que la estructura de una teora cientfica particular se poda especificar sin tener en cuenta su contenido; segundo, estos autores formularon su principio de verificacin, o critterio del significado, que afirmaba que el significado pleno de una proposicin se apoyaba en la experiencia y la observacin (por ello, las afirmaciones sobre tica, metafsica, religin y esttica se consideraban sentencias sin sentido); y, tercero, como resultado de los dos puntos anteriores, la doctrina de la ciencia unificada, segn la cual, no se vea que existiese diferencia alguna entre las ciencias fsicas y las biolgicas, o entre las ciencias naturales y las ciencias sociales.

Quiz, la influencia mayor de este Crculo de pensamiento se dio en 1929 con la publicacin de su "Manifiesto sobre la Concepcin Cientfica del Mundo" y el inicio de una serie de Congresos Internacionales organizados por ellos. Con esos Congresos y con la Revista ERKENNTNIS, difundieron sus ideas en los medios acadmicos del mundo entero. Este hecho fij los criterios bsicos de la estructura del mtodo cientfico y los criterios de la "cientificidad" en investigacin de ah en adelante.

CUESTIONAMIENTO Y OCASO DEL MTODO TRADICIONAL:Es muy digno de ser tenido en cuenta el hecho de que el cuestionamiento del mtodo cientfico tradicional tenga sus races o haya sido iniciado por sus mismos autores principales, como es el caso de Descartes y Newton, de Hertz y de Wittgenstein.

Descartes y Newton.

Tanto Descartes como Newton dan origen a un modelo cientfico que trasciende hacia las ciencias humanas y que, en esa direccin, ellos estn muy lejos de compartir. Ambos aceptaban y distinguan claramente el mundo natural y el sobrenatural, al cual perteneca el hombre. Para ambos el concepto de Dios era un elemento esencial de su filosofa y de su visin del hombre y del mundo. Ambos estaban muy lejos de usar el modelo mecanicista, a que dan origen, para estudiar y comprender al hombre. Descartes distingue muy claramente la res cogitans (relacionada con el espritu humano) de la res extensa (puramente material). Y Newton tiene profundos y complejos escritos sobre religin y teologa que llamaron la atencin de los telogos de su tiempo. As, pues, habra que concluir que ni Newton era tan newtoniano, ni Descartes tan cartesiano, como lo han sido muchos de sus seguidores en la aplicacin del mtodo cientfico al estudio del hombre..

Heinrich Hertz: 1894.

Es muy conveniente hacer nfasis en lo que el mismo Hertz advierte prudente y sabiamente hacia el final de su larga Introduccin:

"Tenemos, no obstante, que hacer una reserva. En el texto hemos tomado la natural precaucin de limitar expresamente el rango de nuestra mecnica a la naturaleza inanimada; y dejamos como una cuestin abierta el determinar hasta dnde se extienden sus leyes ms all de sta. De hecho, no podemos afirmar que los procesos internos de la vida siguen las mismas leyes que los movimientos de los cuerpos inanimados, como tampoco podemos afirmar que sigan leyes diferentes. De acuerdo a la apariencia y a la opinin general parece que hay una diferencia fundamental (...). Nuestra ley fundamental, aunque puede ser suficiente para representar el movimiento de la materia inanimada, parece demasiado simple y estrecha para responder por los procesos ms bajos de la vida. Creo que esto no sea una desventaja, sino ms bien una ventaja de nuestra ley, porque mientras nos permite ver todo el dominio de la mecnica, tambin nos muestra los lmites de este dominio" (pg. 38) (cursivas aadidas).

Esto lo adverta Hertz en 1894, mucho antes de que su obra se convirtiera en el modelo y prototipo para todas las disciplinas, incluidas tambin sin que le prestaran mucha atencin a esta sabia advertencia las ciencias humanas.

EL SEGUNDO WITTGENSTEIN: 1930-1950:Aunque el Tractatus haba tenido una aceptacin indiscutible, especialmente por obra del Crculo de Viena, que difundi ampliamente sus ideas centrales, sin embargo, la insatisfaccin del mismo Wittgenstein con su propia obra haba crecido durante los tres aos que pasaron entre su culminacin (1918) y su publicacin (1921-22). La introduccin que le hizo Russell, por ejemplo, tuvo una firme desaprobacin por parte de Wittgenstein; en efecto, dicha introduccin entre otras cosas no reflejaba ni poda reflejar el desmantelamiento que le haca del sistema lgico de sus Principia Mathematica. Igualmente, la actitud de escrutinio y crtica despiadada que tena Wittgenstein con sus propias limitaciones, fallas y errores, lo llev a alejarse de la filosofa por espacio de diez aos y a dedicarse a dar clase como maestro de primaria en remotos pueblos de Austria.

Las investigaciones de William W. Bartley (1987) y otros sealan que, para mejorar sus actividades educativas, Wittgenstein "ley los escritos de los psiclogos de la Gestalt y qued impresionado por ellos" (p. 156); que, incluso, figur entre los estudiantes de Karl Bhler en Viena, uno de los psiclogos ms importantes de Europa en la dcada de los aos 20 y 30, y de gran fama mundial. Bhler, al igual que los gestaltistas, trat de mostrar que la construccin terica organizacin era una funcin bsica de la mente humana al margen de asociaciones de las impresiones de los sentidos u otros "tomos del pensamiento". La actividad organizativa y teorizante de la mente gozara de una cierta prioridad, la cual determinara los tipos de totalidades a las cuales uno trata como "elementos" en el pensamiento. Bhler insista en que sus argumentos contra el atomismo psicolgico refutaban tambin el atomismo epistemolgico y filosfico.

Aunque Wittgenstein se convertir en el principal demoledor de su propia obra, el Tractatus, no es el nico que la ataca. Russell le haba hecho serias objeciones al escribir la introduccin especialmente hacia el final de la misma en mayo de 1922, cuando prepar la edicin bilinge. Igualmente hace Kurt Gdel, en 1931, al socavar los supuestos bsicos de la teora lgica de Wittgenstein, al igual que muchos de Russell. Los resultados de Gdel muestran que en cualquier sistema lgico hay proposiciones cuya validez no puede probarse o refutarse basndose nicamente en los axiomas del mismo.

Pero desde 1930 en adelante, Wittgenstein comienza a cuestionar, en sus clases en la Universidad de Cambridge, sus propias ideas, y a sostener, poco a poco, una posicin que llega a ser radicalmente opuesta a la del Tratado: niega que haya tal relacin directa entre una palabra o proposicin y un objeto; afirma que las palabras no tienen referentes directos; sostiene que los significados de las palabras o de las proposiciones se encuentran determinados por los diferentes contextos en que ellas son usadas; que los significados no tienen linderos rgidos, y que stos estn formados por el contorno y las circunstancias en que se emplean las palabras; que, consiguientemente, un nombre no puede representar o estar en lugar de una cosa y otro en lugar de otra, ya que el referente particular de un nombre se halla determinado por el modo en que el trmino es usado. En resumen, Wittgenstein dice que "en el lenguaje jugamos juegos con palabras" y que usamos a stas de acuerdo con las reglas convencionales preestablecidas en cada lenguaje (Investigaciones Filosficas, orig. 1953).

Las palabras insiste ahora Wittgenstein no se pueden entender fuera del contexto de las actividades humanas no lingsticas con las que el uso del lenguaje est entretejido: las palabras, junto con las conductas que las rodean, constituyen el juego de lenguaje.

Los datos ltimos son en el Tractatus los tomos que forman la sustancia del mundo; los tomos ltimos en las Investigaciones Filosficas son las "formas de vida" en las que estn embebidos los juegos de lenguaje (conjuntos de actividades lingsticas y no lingsticas, instituciones, prcticas y significados "encarnados" en ellas).

Dicho de otro modo: son las estructuras lgico-matemticas que sustentan a las teoras cientficas anlogas a las estructuras que sustentan al mundo? Porque el positivismo lgico estaba imbuido de la creencia segn la cual se poda encerrar la problemtica epistemolgica, filosfica, antropolgica, psicolgica, sociolgica, etc. en la del lenguaje, convertido, as, en el ser mismo de toda realidad humana.

En su nueva filosofa, Wittgenstein rechaza toda esta concepcin y afirma que para comprender una sentencia hay que comprender las circunstancias, pasadas y presentes, en que la sentencia es empleada. Tampoco acepta la idea de que la sintaxis o gramtica del lenguaje est determinada por la realidad que representa, como sostuvo anteriormente; esto implica, a su vez, una desvalorizacin del anlisis lgico, pues considera que no hay mayores cosas que descubrir en las formas lgicas de las proposiciones, y s, en cambio, en las circunstancias, usos, prcticas y propsitos con que son usadas las palabras y expresiones en la vida diaria; en expresin de Wittgenstein "las palabras tienen su significado slo en el flujo de la vida" (Last Writings, vol. I, p. 118),

Todo esto representa un golpe mortal para el Tractatus, para lo que l llama, en el Prefacio de las Investigaciones Filosficas, "mi viejo modo de pensar", pues equivale a la inversin de su idea matriz y a la superacin de las "ilusiones metafsicas de las que fui vctima" (ibd.).

En conclusin, pudiramos decir que el segundo Wittgenstein implica un vuelco copernicano con relacin al primero. Su pensamiento est ahora en sintona con la Nueva Fsica, con la teora de la Gestalt, con el Enfoque de Sistemas y, bsicamente, tambin con el Estructuralismo Francs. Junto con las ideas de estas orientaciones epistemolgicas, el segundo Wittgenstein sent unas bases firmes para el desarrollo y articulacin del pensamiento postpositivista que se manifiesta en las dcadas de los aos 50 y 60 en las representativas obras de filsofos de la ciencia como Stephen Toulmin (1953), Michael Polanyi (1958), Peter Winch (1958), Norwood Hanson (1977, orig. 1958), Paul Feyerabend (1975, 1978: sntesis de publicaciones anteriores), Thomas Kuhn (1978, orig. 1962), Imre Lakatos (1975, orig. 1965) y varios autores ms.

ROBERT OPPENHEIMER (1955):Cabe preguntarse, paradjicamente, si para estudiar su objeto humano, los cientficos sociales y humanistas deban reducirlo a la fsica newtoniana que los mismos fsicos desecharon. La respuesta la dio un eminente fsico nuclear, Robert Oppenheimer (1956), director del Proyecto Manhattan, que fabric la primera bomba atmica, y formador de toda una generacin de cientficos americanos, hace bastantes aos, a los psiclogos en su asamblea anual de la American Psychological Association: "El peor de todos los posibles errores les dijo en esa memorable ocasin sera que la psicologa fuera inducida a modelarse a s misma sobre una fsica que ya no existe, que ha quedado completamente superada en el tiempo y que desde hace mucho nosotros desechamos". Lamentablemente, se era el modelo de ciencia que los psiclogos estaban imitando en la dcada del 50 y el que siguieron imitando en las dcadas posteriores.

SIMPOSIO INTERNACIONAL SOBRE FILOSOFA DE LA CIENCIA: UNIV. DE CHICAGO, 1969:Ahora bien, los ataques a esta orientacin, axiomtica y positivista, fueron muy slidos y contundentes, y se acentuaron en la dcada de los aos 60 con cinco simposios sobre Filosofa de la Ciencia.

La obra de F. Suppe (1979), especie de Actas del Simposio Internacional sobre la Estructura de las Teoras Cientficas (Universidad de Chicago, 1969), resea el excelente trabajo realizado en el ltimo de estos simposios (1969). En el Postscriptum (pgs. 656-671) que sintetiza las ideas centrales del mismo Toulmin enfatiza el desmoronamiento de las tesis bsicas del positivismo lgico. n las nubes (tales como caballos, montaas, etc.)" (David Bohm, pg. 437);

LA UNIN INTERNACIONAL DE LA MECNICA TEORTICA Y APLICADA (1986):De igual manera, conviene or la solemne declaracin pronunciada ms recientemente (1986) por James Lighthill, presidente de la International Union of Theoretical and Applied Mechanics:

"Aqu debo detenerme y hablar en nombre de la gran Fraternidad que formamos los expertos de la Mecnica. Somos muy conscientes, hoy, de que el entusiasmo que aliment a nuestros predecesores ante el xito maravilloso de la mecnica newtoniana, los condujo a hacer generalizaciones en el dominio de la predictibilidad (...) que reconocemos ahora como falsas. Queremos colectivamente presentar nuestras excusas por haber inducido a error a un pblico culto, divulgando, en relacin con el determinismo de los sistemas que satisfacen las leyes newtonianas del movimiento, ideas que, despus de 1960, se han demostrado incorrectas" (pg. 38).

Esta confesin no necesita comentario alguno, pues, como dice el lema de la justicia procesal, "a confesin de reo, relevo de pruebas".

Esta declaracin y excusas son particularmente importantes por el hecho de que fue precisamente la mecnica newtoniana, expuesta magistralmente y en modo ejemplar, como ya sealamos, por Heinrich Hertz en su la obra Principios de la Mecnica (1894) en forma de "teora de la mecnica como un clculo axiomtico", la que sirvi de modelo durante ms de cincuenta aos, y usndose esa obra como prototipo, para la planificacin de toda investigacin que quisiera ser cientfica y para la estructuracin axiomtica y evaluacin de todo tipo de teoras en las ciencias. Este mecanicismo, y el principio de causalidad que implica, fueron, en efecto, generalizados como principios de racionalidad cientfica para todas las ciencias, tanto las naturales como las humanas.

Necesidad de un nuevo paradigma epistemicoGabriel Garca Mrquez, en su paso por Caracas hace unos aos (1990), hizo algunas afirmaciones que recogi la prensa bajo el ttulo "Prefacio para un Nuevo Milenio". "Muchas cosas dijo l que hoy son verdad no lo sern maana. Quizs, la lgica formal quede degradada a un mtodo escolar para que los nios entiendan cmo era la antigua y abolida costumbre de equivocarse"

Newton, en su humildad y consciente de sus limitaciones, sola decir que si l haba logrado ver ms lejos que los dems era porque se haba subido sobre los hombros de gigantes, aludiendo con ello a Coprnico, Kepler, Galileo y otros.

A lo largo de las ltimas tres dcadas, se han ido dando las condiciones necesarias y suficientes para que todo investigador serio y de reflexin profunda, pueda, a travs de las bibliotecas, las revistas y los congresos, subirse sobre los hombros de docenas de pensadores eminentes. Y, desde esa atalaya, le es posible divisar grandes coincidencias de ideas y marcadas lneas confluyentes de un nuevo modo de pensar, de una nueva manera de mirar las cosas, de una nueva racionalidad cientfica y, en sntesis, de una nueva ciencia. Esta ciencia presenta notables diferencias con el modo de pensar tradicional, clsico, lgico-positivis

Nueva sensibilidad a los "signos de los tiempos"

Al Papa Juan XXIII le gustaba hablar mucho de "los signos de los tiempos", como conjunto interactuante de elementos y variables humanas que crean una nueva realidad, exigen nuevos enfoques, demandan nuevos conceptos y, por consiguiente, tambin requieren nuevas soluciones. En el fondo de todo esto estaba igualmente un cambio paradigmtico.

El espritu de nuestro tiempo ha ido generando poco a poco una nueva sensibilidad y universalidad del discurso, una nueva racionalidad, que est emergiendo y tiende a integrar dialcticamente las racionalidades parciales: las dimensiones empricas, interpretativas y crticas de una orientacin teortica que se dirige hacia la actividad prctica, una orientacin que tiende a integrar el "pensamiento calculante" y el "pensamiento reflexivo" de que habla Heidegger, un proceso dialgico en el sentido de que sera el fruto de la simbiosis de dos lgicas, una "digital", propia de nuestro hemisferio cerebral izquierdo, y la otra "analgica", propia del derecho. Sera como la tercera dimensin, el proceso estereognsico, que no nos da cada ojo por separado ni la suma de ambos, sino la simultaneidad de los dos.

Esta nueva sensibilidad se revela tambin, a su manera, en diferentes orientaciones del pensamiento actual, como la teora crtica, la condicin postmoderna, la postestructuralista y la desconstruccionista, o la tendencia a la desmetaforizacin del discurso, a un uso mayor y ms frecuente de la hermenutica y de la dialctica, e igualmente en varias orientaciones metodolgicas, como las metodologas cualitativas, la etnometodologa, el interaccionismo simblico, la teora de las representaciones sociales, etc., y vendra a significar el estado de la cultura despus de las transformaciones que han afectado a las reglas del juego de la ciencia, de la literatura y de las artes que han imperado durante la llamada "modernidad", es decir, durante los tres ltimos siglos.

Los autores de estos movimientos difieren en muchos aspectos, pero tienen tambin muchas cosas en comn, como su ruptura con la jerarqua de los conocimientos y de los valores tradicionales, su bajo aprecio por lo que contribuye a la formacin de un sentido universal, su desvalorizacin de lo que constituye un modelo, y su valoracin, en cambio, del racionalismo crtico, de las diferentes lgicas, de la "verdad local", de lo fragmentario, y su nfasis en la subjetividad y en la experiencia esttica. Geertz, por ejemplo, sostiene que todo conocimiento es "siempre e ineluctablemente local" (1983, p. 4).

Estos movimientos perdieron la confianza en la "diosa razn" ("la Razn"), tan acariciada por la modernidad, y le sealan dnde estn sus lmites y su autoengao. Lyotard, por ejemplo, puntualiza:

He luchado, por distintas vas, contra la pseudo-racionalidad... Aquellos que invocan "la Razn" alientan la confusin. Hay que disociar cuidadosamente la razn de los fenmenos, la que puede legitimar un rgimen poltico, la razn que permite a cada uno soportar su propia singularidad, la que hace que cada obra sea admirable, y tambin la razn por la cual hay un deber, o una deuda. Estas disociaciones son obra del racionalismo crtico... (1994, p. 86).

Todo esto implica un planteamiento radical y una relativizacin de la cultura occidental moderna.

Quizs, lo ms valioso que estn aportado estos movimientos sean dos contribuciones: por un lado, su sensibilidad cuestionadora y crtica ante las grandes y ms significativas propuestas no realizadas de la modernidad, propuestas que han generado el deseo de ir ms all de la situacin actual; y, por el otro, el concepto de "verdad pluralista", en el sentido de que la realidad es inconmensurable e inagotablemente rica y su ser ltimo desborda al pensamiento humano; de tal manera, que no habra teora o explicacin que agotara la realidad, es decir, la riqueza y potencialidad significativa que puede captar en ella la mente humana, ante la cual la actitud y pretensin objetivadora y dominadora de la razn tcnica luce como una idolatra. EL CONCEPTO DE "PARADIGMA"El mundo en que hoy vivimos se caracteriza por sus interconexiones a un nivel global en el que los fenmenos fsicos, biolgicos, psicolgicos, sociales y ambientales, son todos recprocamente interdependientes. Para describir este mundo de manera adecuada necesitamos una perspectiva ms amplia, holista y ecolgica que no nos pueden ofrecer las concepciones reduccionistas del mundo ni las diferentes disciplinas aisladamente; necesitamos una nueva visin de la realidad, un nuevo "paradigma", es decir, una transformacin fundamental de nuestro modo de pensar, de nuestro modo de percibir y de nuestro modo de valorar.

Un nuevo paradigma instituye las relaciones primordiales que constituyen los supuestos bsicos, determinan los conceptos fundamentales y rigen los discursos y las teoras.

El trmino paradigma, aqu, no se limita a cada una de las distintas disciplinas cientficas, sino que incluye la totalidad de la ciencia y su racionalidad. No estn en crisis los paradigmas de las ciencias, sino el paradigma de la ciencia en cuanto modo de conocer.

Un paradigma cientfico, precisa Edgar Morin (1982), puede definirse como un principio de distinciones-relaciones-oposiciones fundamentales entre algunas nociones matrices que generan y controlan el pensamiento, es decir, la constitucin de teoras y la produccin de los discursos de los miembros de una comunidad cientfica determinada (Morin, 1982). Por ello, detrs de cada paradigma se esconde una matriz epistmica.

La matriz epistmica es, por lo tanto, el trasfondo existencial y vivencial, el mundo de vida y, a su vez, la fuente que origina y rige el modo general de conocer, propio de un determinado perodo histrico-cultural y ubicado tambin dentro de una geografa especfica, y, en su esencia, consiste en el modo propio y peculiar, que tiene un grupo humano, de asignar significados a las cosas y a los eventos, es decir, en su capacidad y forma de simbolizar la realidad. En el fondo, sta es la habilidad especfica del homo sapiens, que, en la dialctica y proceso histrico-social de cada grupo tnico, civilizacin o cultura, ha ido generando o estructurando su matriz epistmica.

La matriz epistmica, por consiguiente, es un sistema de condiciones del pensar, prelgico o preconceptual, generalmente inconsciente, que constituye "la misma vida" y "el modo de ser", y que da origen a una Weltanschauung o cosmovisin, a una mentalidad e ideologa especficas, a un Zeitgeist o espritu del tiempo, a un paradigma cientfico, a cierto grupo de teoras y, en ltimo trmino, tambin a un mtodo y a unas tcnicas o estrategias adecuadas para investigar la naturaleza de una realidad natural o social. En una palabra, que la verdad del discurso no est en el mtodo sino en la episteme que lo define.

El estilo de abordaje de esta tarea implica algo ms que una interdisciplinariedad y que podra llamarse transdisciplinariedad o metadisciplinariedad, donde las distintas disciplinas estn gestlticamente relacionadas unas con otras y transcendidas, en cuanto la gestalt resultante es una cualidad superior a la suma de sus partes.

Des-construccin de trminos y su significado

Hoy, despus de las obras de Derrida, se habla mucho de "des-construccin". Pero el concepto e intencin de "desconstruir" el pensamiento e ideas del pasado y su influjo en el nuestro ha sido un sueo poco realizado. Descartes dice en su Discurso del Mtodo: "mi intencin es tratar de reformar mis propios pensamientos y edificarlos sobre unos cimientos totalmente mos". Y se fija como primera regla de su mtodo la siguiente: "no admitir jams nada por verdadero que no conozca que es evidentemente tal..., que se presente tan clara y distintamente a mi espritu que no tenga ocasin de ponerlo en duda".

Sin embargo, segn Martn Heidegger (1974), este comienzo aparentemente nuevo del filosofar de Descartes implica un prejuicio fatal, ya que su "cogito ergo sum", base supuestamente nueva y segura de su filosofa, de su comienzo radical, deja indeterminado el concepto del trmino central, el concepto del "ser humano" (el sum, el dasein), es ms, hace una simple aplicacin de la ontologa medieval. Por ello, segn Heidegger, no destruye el viejo concepto; o, segn Derrida, no desconstruye o no des-sedimenta ese concepto, renovndolo con otro.

Posteriormente, siglo y medio despus, Kant intenta hacer lo mismo que Descartes. Tambin l quiere darle un vuelco copernicano a la filosofa. Y lo dice expresamente en la Prefacio a la segunda edicin de su obra mxima, la "Crtica de la Razn Pura" (1787). Pero, tambin aqu, segn el mismo Heidegger (ibdem), Kant "toma dogmticamente la posicin de Descartes" y deja de lado el "problema de la destruccin de aquellos juicios ms secretos de la razn comn", es decir, los referidos al "ser humano" o, como lo designa el mismo Heidegger, "este ente que somos en cada caso nosotros mismos".

Para Heidegger, y simplificando altamente este problema fundamental la comprensin del ser humano, ubicado en un espacio y en un tiempo determinados o, como diramos hoy, en unas coordenadas espacio-temporales, exige "la destruccin del contenido tradicional de la ontologa antigua, ...poner de manifiesto el origen de los conceptos ontolgicos fundamentales, es decir, la investigacin y exhibicin de su partida de nacimiento" (p. 33). Y aclara que "esta destruccin no quiere sepultar el pasado en la nada; tiene una mira positiva: su funcin negativa resulta nicamente en forma indirecta y tcita" (ibdem).

De esta manera, el modelo dialctico (o dialgico) deber sustituir al modelo especular (como puro reflejo de las cosas en un sujeto pasivo), que no slo luce extremadamente simple e ingenuo, sino, sobre todo, irreal y en pleno antagonismo y contraste con el mismo sentido comn. Igualmente, el modelo dialctico deber tambin preferirse a los extremismos de la teora construccionista. Pero el modelo dialctico nos obliga, a su vez, a una revisin general de las metodologas empleadas en la adquisicin de nuevos conocimientos, es decir, de sus enfoques, estrategias, tcnicas e instrumentos.

PRESUPUESTOS EPISTMICOS DEL NUEVO PARADIGMA EMERGENTEEl saber bsico adquirido por el hombre, es decir, el cuerpo de conocimientos humanos que se apoyan en una base slida, por ser las conclusiones de una observacin sistemtica y seguir un razonamiento consistente, cualesquiera que sean las vas por las cuales se lograron debieran poderse integrar en un todo coherente y lgico y en un paradigma universal o teora global de la racionalidad. "La aspiracin propia de un metafsico dice Popper es reunir todos los aspectos verdaderos del mundo (y no solamente los cientficos) en una imagen unificadora que le ilumine a l y a los dems y que pueda un da convertirse en parte de una imagen an ms amplia, una imagen mejor, ms verdadera" (1985, p. 222).

Pero un paradigma de tal naturaleza no podra limitarse a los conocimientos que se logran por deduccin (conclusiones derivadas de premisas, axiomas, postulados, principios bsicos, etc.) o por induccin (generalizaciones o inferencias de casos particulares), sino que se apoyara en una idea matriz: la coherencia lgica y sistmica de un todo integrado, similar a la coherencia que tienen todas las partes de una antigua ciudad enterrada, que se va descubriendo poco a poco, ya que esas partes fueron diseadas y construidas con unas metas muy claras. Esa coherencia estructural, sistmica, se bastara a s misma como principio de inteligibilidad.

As, la epistemologa emergente no postulara un punto arquimdico del conocimiento sobre el cual descansar, y del cual se deduciran jerrquicamente todos los dems conocimientos. Esto sera slo algo similar a una revolucin copernicana: pasar de un geocentrismo a un heliocentrismo. Ms bien, estaramos aqu siguiendo el esquema astronmico de Hubble, quien demostr que el universo careca de un centro. En consecuencia, cada sistema subsistira gracias a su coherencia interna. De igual forma, un cuerpo de conocimientos gozara de solidez y firmeza, no por apoyarse en un pilar central (modelo axiomtico), sino porque ellos forman un entramado coherente y lgico que se autosustenta por su gran sentido o significado.

En fin de cuentas, eso es lo que somos tambin cada uno de nosotros mismos: un "todo fsico-qumico-biolgico-psicolgico-social-cultural-espiritual" que funciona maravillosamente y que constituye nuestra vida y nuestro ser. Por esto, el ser humano es la estructura dinmica o sistema integrado ms complejo de todo cuanto existe en el universo. Y cualquier rea que nosotros cultivemos debiera tener en cuenta y ser respaldada por un paradigma que las integre a todas.

En consonancia con todo lo dicho, necesitamos un paradigma universal, un metasistema de referencia cuyo objetivo es guiar la interpretacin de las interpretaciones y la explicacin de las explicaciones. Por lo tanto, sus "postulados" o principios bsicos de apoyo sern amplios; no pueden ser especficos, como cuando se trata de un paradigma particular en un rea especfica del saber. Todo ello implica un enfoque bsicamente gnoseolgico, es decir, que trata de analizar y evaluar la solidez de las reglas que sigue nuestro propio pensamiento, aunque, en muchos puntos, la actividad gnoseolgica no puede desligarse del anlisis de la naturaleza de las realidades en cuestin.

Es de esperar que el nuevo paradigma emergente sea el que nos permita superar el realismo ingenuo, salir de la asfixia reduccionista y entrar en la lgica de una coherencia integral, sistmica y ecolgica, es decir, entrar en una ciencia ms universal e integradora, en una ciencia verdaderamente interdisciplinaria y transdisciplinaria.

Por lo tanto, cada disciplina deber hacer una revisin, una reformulacin o una redefinicin de sus propias estructuras lgicas individuales, que fueron establecidas aislada e independientemente del sistema total con que interactan, ya que sus conclusiones, en la medida en que hayan cortado los lazos de interconexin con el sistema global de que forman parte, sern parcial o totalmente inconsistentes.

Las diferentes disciplinas debern buscar y seguir los principios de inteligibilidad que se derivan de una racionalidad ms respetuosa de los diversos aspectos del pensamiento, una racionalidad mltiple que, a su vez, es engendrada por un paradigma de la complejidad. Hasta donde yo conozco, solamente Edgar Morin en su obra Ciencia con Consciencia, Fritjof Capra en la tercera edicin de la obra El tao de la fsica y mi propia obra El paradigma Emergente, han abordado la temtica de lo que pudiramos llamar "postulados" de este paradigma de la complejidad.

Estamos poco habituados todava al pensamiento "sistmico-ecolgico". El pensar con esta categora bsica, cambia en gran medida nuestra apreciacin y conceptualizacin de la realidad. Nuestra mente no sigue slo una va causal, lineal, unidireccional, sino, tambin, y, a veces, sobre todo, un enfoque modular, estructural, dialctico, gestltico, interdisciplinario, donde todo afecta e interacta con todo, donde cada elemento no slo se define por lo que es o representa en s mismo, sino, y especialmente, por su red de relaciones con todos los dems.

Evidentemente, estos cambios en los supuestos bsicos, filosficos y metodolgicos, de las ciencias, guiarn inevitablemente hacia otros cambios en las ciencias mismas: cambios en los diferentes problemas dignos de investigar, en la formulacin de hiptesis de naturaleza diferente y en la metodologa y tcnicas a utilizar.

Implicaciones para la Investigacin

La naturaleza es un todo polisistmico que se rebela cuando es reducido a sus elementos. Y se rebela, precisamente, porque, as, reducido, pierde las cualidades emergentes del "todo" y la accin de stas sobre cada una de las partes.

Este "todo polisistmico", que constituye la naturaleza global, nos obliga, incluso, a dar un paso ms en esta direccin. Nos obliga a adoptar una metodologa interdisciplinaria para poder captar la riqueza de la interaccin entre los diferentes subsistemas que estudian las disciplinas particulares. No se trata simplemente de sumar varias disciplinas, agrupando sus esfuerzos para la solucin de un determinado problema, es decir, no se trata de usar una cierta multidisciplinariedad, como se hace frecuentemente. La interdisciplinariedad exige respetar la interaccin entre los objetos de estudio de las diferentes disciplinas y lograr la integracin de sus aportes respectivos en un todo coherente y lgico. Como sealamos, esto implica, para cada disciplina, la revisin, reformulacin y redefinicin de sus propias estructuras lgicas individuales, ya que esas conclusiones particulares ni siquiera seran "verdad" en sentido pleno. Ejemplos de ello los tenemos a diario en todas las disciplinas, pero, quiz, una de las que ms nos afecta personalmente es nuestra medicina actual, que, siendo bsicamente biolgica, ignora la etiologa no-biolgica de muchas enfermedades y su correspondiente teraputica, igualmente no-biolgica.

Pero, podramos, incluso, ir ms all y afirmar que la mente humana, en su actividad normal y cotidiana, sigue las lneas matrices de este nuevo paradigma. En efecto, en toda eleccin, la mente estudia, analiza, compara, evala y pondera los pro y los contra, las ventajas y desventajas de cada opcin o alternativa, y su decisin es tanto ms sabia cuantos ms hayan sido los ngulos y perspectivas bajo los cuales haya sido analizado el problema en cuestin. Por consiguiente, la investigacin cientfica con el nuevo paradigma consistira, bsicamente, en llevar este proceso natural a un mayor nivel de rigurosidad, de sistematicidad y de criticidad. Esto es precisamente lo que tratan de hacer las metodologas que adoptan un enfoque hermenutico, fenomenolgico, etnogrfico, etc., es decir, un enfoque cualitativo que es, en su esencia, estructural-sistmico (ver Martnez M., 1994b, 1996).

Este enfoque es indispensable cuando tratamos con estructuras dinmicas o sistemas, que no se componen de elementos homogneos y, por lo tanto, no se le pueden aplicar las cuatro leyes que constituyen nuestra matemtica actual, la ley aditiva de elementos, la conmutativa, la asociativa y la distributiva de los mismos; las realidades sistmicas se componen de elementos o constituyentes heterogneos, y son lo que son por su posicin o por la funcin que desempean en la estructura o sistema total; por lo tanto, no son aditivas, ni conmutativas, como tampoco asociativas o distributivas; requieren conceptos e instrumentos adecuados a su propia naturaleza.

Ahora bien, los objetivos de una metodologa sistmica no son posibles de lograr con una lgica simple, puramente deductiva o inductiva; requieren una lgica dialctica, en la cual las partes son comprendidas desde el punto de vista del todo y viceversa. En efecto, la lgica dialctica supera la causacin lineal, unidireccional, explicando los sistemas auto-correctivos, de retro-alimentacin y pro-alimentacin, los circuitos recurrentes y aun ciertas argumentaciones que parecieran ser "circulares".

Por esto, se necesita una lgica ms completa, una lgica de la transformacin y de la interdependencia, una lgica que sea sensible a esa complicada red dinmica de sucesos que constituye nuestra realidad. TEORA DEL CONOCIMIENTO DEL POSITIVISMO LGICO La orientacin tradicional del conocimiento es la que ha venido a llamarse modelo especular. Su idea central expresa que fuera de nosotros existe una realidad totalmente hecha, acabada y plenamente externa y objetiva, y que nuestro aparato cognoscitivo es como un espejo que la refleja dentro de s, o como una pasiva cmara oscura o fotogrfica (analoga de Locke: Ensayo sobre el Intelecto Humano, 1690, vol.I, final del cap. XI) que copia pequeas imgenes de esa realidad exterior, al estilo, por ejemplo, del ojo, que formara una pequea imagen del objeto exterior en la retina y el nervio ptico se encargara de transmitirla al cerebro. De esta forma, ser objetivo es copiar bien esa realidad sin deformarla, y la verdad consistira en la fidelidad o correspondencia de nuestra imagen interior con la realidad que representa. Este modelo es el que ha sido adoptado por los autores de orientacin positivista. Para lograr plena objetividad, absoluta certeza y una verdad incuestionable, los positivistas de los ltimos tres siglos (Locke, Hume, J.S.Mill, Comte, Mach y otros) se apoyaron en el anlisis de la sensacin como en piedra segura (epi-steme), tratando de establecer un origen sensorial para todos nuestros conocimientos. Estos autores crearon el aforismo: nada se da en el intelecto que antes no haya estado en los sentidos.. El modelo especular ha sido aplicado prevalentemente y en forma exitosa en la ciencia y tecnologa de los cuerpos de tamao intermedio; a l se debe el avance tecnolgico de los ltimos siglos. Se ha demostrado, en cambio, inadecuado para el estudio del mundo submicroscpico (estudio del tomo), el mundo de la vida y el mundo macroscpico (estudio astronmico). Conviene llamar la atencin sobre el hecho de que el modelo especular se apoya, fundamentalmente, y asume como cierto el supuesto de que nuestro aparato cognoscitivo es bsicamente pasivo, como insina la metfora de la cmara oscura o fotogrfica, o la aparente mecnica de la visin ocular. Este enfoque constituy el paradigma conceptual de la ciencia durante casi tres siglos, pero se radicaliz, sobre todo, durante la segunda parte del siglo xix y primera del xx con el positivismo lgico. Si tuviramos que sintetizar en pocos conceptos este modelo o paradigma, llamado newtoniano-cartesiano (con el perdn de Newton y Descartes), sealaramos que valora, privilegia y propugna la objetividad del conocimiento, el determinismo de los fenmenos, la experiencia sensible, la cuantificacin aleatoria de las medidas, la lgica formal y la verificacin emprica. CUESTIONAMIENTO DEL POSITIVISMO LGICO Segn el fsico Fritjof Capra (1992), la teora cuntica demuestra que las partculas de todo tomo se componen dinmicamente unas de otras de manera autoconsistente, y, en ese sentido, puede decirse que contienen la una a la otra, que se definen la una con la otra. En el campo de la biologa, Dobzhansky (1967) ha sealado que el genoma, que comprende tanto genes reguladores como operantes, trabaja como una orquesta y no como un conjunto de solistas. Tambin Khler (1967, para la psicologa) sola decir que en la estructura (sistema) cada parte conoce dinmicamente a cada una de las otras (p.180). Y Ferdinand de Saussure (1931, para la lingstica) afirmaba que el significado y valor de cada palabra est en las dems, que el sistema es una totalidad organizada, hecha de elementos solidarios que no pueden ser definidos ms que los unos con relacin a los otros en funcin de su lugar en esta totalidad. La supuesta pasividad del sujeto conocedor nunca fue compartida, a lo largo de la historia, por los autores que estudiaron los procesos cognitivos. El mismo Aristteles, que dio origen al modelo especular, distingui siempre entre un intelecto paciente y un intelecto agente, al cual asignaba una actividad que nunca tuvieron en cuenta los empiristas y positivistas. Es ms, Aristteles dijo que lo que est dado a los ojos (lo que se ve) es la intencin del alma. Con la llegada de Coprnico, toda la cultura occidental entendi que el movimiento que todos observaban en el Sol (que sala, suba, se mova, bajaba y se ocultaba) no estaba en el Sol, sino en el observador, es decir, que esa realidad emprica y sensorial era slo aparente. Y Galileo habla de la dificultad y casi imposibilidad que constitua para ellos el negar una realidad sensorial, emprica y evidente para todos, basndose en la sola fuerza de la razn lgica (1968, Dilogo sobre los dos sistemas mximos del mundo). Posteriormente, Kant segn l mismo escribe en el Prefacio a la segunda edicin de su obra mxima Crtica de la Razn Pura (1787) trata de hacer una revolucin copernicana en todo el proceso cognitivo. Para Kant, la mente humana es un participante activo y formativo de lo que ella conoce. La mente construye su objeto informando la materia amorfa por medio de formas subjetivas o categoras a priori y como si le inyectara sus propias leyes. Estas ideas sobre la actividad del sujeto conocedor se van generalizando, sobre todo, hacia fines del siglo xix, por obra de autores como Brentano (al hablar de la intencionalidad), Dilthey (historia y hermenutica), Husserl (fenomenologa), von Ehrenfels (psicologa), Max Weber (sociologa) y William James (psicologa), entre otros. Por su parte, los gestaltistas, con el estudio del fenmeno fi, aclaran la naturaleza del movimiento aparente, base, posteriormente, del cine. Y los grandes fsicos del siglo xx fundamentan la revolucin de la fsica sobre la base de que la relacin sujeto-objeto (en este caso observador-tomo) cambia la naturaleza no slo percibida sino real del tomo. La teora de la relatividad, por otra parte, supera las teoras newtonianas vigentes desde haca tres siglos, y hace ver que los fenmenos dependen y son relativos al observador. MODELO DIALCTICO DEL CONOCIMIENTO El espritu humano no refleja el mundo: lo traduce a travs de todo un sistema neurocerebral donde sus sentidos captan un determinado nmero de estmulos que son transformados en mensajes y cdigos a travs de las redes nerviosas, y es el espritu-cerebro el que produce lo que se llama representaciones, nociones e ideas por las que percibe y concibe el mundo exterior. Nuestras ideas no son reflejos de lo real, sino traducciones de lo real (Morin, 1984). Las cmaras siempre registran objetos, pero la percepcin humana siempre es la percepcin de papeles funcionales. Ante esta constatacin, Bunge (1972) afirma que la fsica terica se supone que representa ciertos aspectos de sus referentes, si bien de una manera hipottica, incompleta y simblica; pero sta y no otra es la nica forma posible en que la teora fsica refiere objetos reales de la manera ms objetiva y verdadera posible: ninguna teora fsica pinta o retrata directamente un sistema fsico, porque toda teora se construye con conceptos, y no con imgenes, los cuales slo refieren algunos aspectos, considerados relevantes por el perceptor, de los objetos fsicos realmente existentes. La fsica intenta representar la realidad, aunque tal representacin no puede ser sino hipottica, indirecta y parcial (p. 187).Por su parte, Karl Popper (1985) nos dice, como ya sealamos, que la epistemologa encaja bastante bien con nuestro conocimiento actual de la fisiologa del cerebro, de modo que ambos se apoyan mutuamente (p. 486). Y nos invita a enriquecer esta epistemologa como lo hizo l en sus ltimos aos inspirndonos en el conocimiento actual sobre la neurofisiologa y estructuras neuropsquicas del cerebro. En efecto, stas se han convertido en un medio altamente eficaz para ilustrar y resolver dificultades y problemas que haban generado discusiones interminables en el rea epistemolgica. . En esta lnea de pensamiento, es importante destacar la obra de Gadamer (1984), en la cual elabora un modo de pensar que va ms all del objetivismo y relativismo y que explora una nocin enteramente diferente del conocimiento y de la verdad. En efecto, como indicamos la lgica dialctica supera la causacin lineal, unidireccional, explicando los sistemas auto-correctivos, de retro-alimentacin y pro-alimentacin, los circuitos recurrentes y aun ciertas argumentaciones que parecieran ser circulares. Por otra parte, la lgica dialctica goza de un slido respaldo filosfico, pues se apoya en el pensamiento socrtico-platnico-aristotlico, como tambin en toda la filosofa dialctica de Hegel, que es, sin duda, uno de los mximos exponentes de la reflexin filosfica a lo largo de toda la historia de la humanidad. Kant haba expresado en una vieja mxima que la experiencia sin teora es ciega, pero la teora sin la experiencia es un juego intelectual. As, pues, el saber se presenta fundamentalmente como dialctico. Y la dialctica es, como seala Aristteles (Metaf., Lib. iv), la capacidad de investigar lo contrario. De este modo, la dialctica, ms que tratar de buscar el punto dbil de lo dicho por el otro y aplastar esa opinin contraria con argumentos, trata de sopesar su verdadero valor y fuerza, y, para ello, se sirve del arte de preguntar, de entablar un verdadero dilogo, lo cual implica una gran apertura y poner en suspenso el asunto con todas sus posibilidades. Esta orientacin pone de manifiesto cmo nuestro mtodo cientfico moderno puede haberse convertido, frecuentemente, como afirma Gadamer, en un gran monlogo. El enfoque sistmico-cualitativo es indispensable cuando tratamos con estructuras dinmicas o sistemas, que no se componen de elementos homogneos y, por lo tanto, no se le pueden aplicar las cuatro leyes que constituyen nuestra matemtica actual, la ley aditiva de elementos, la conmutativa, la asociativa y la distributiva de los mismos. Por esto, se necesita una lgica ms completa, una lgica de la transformacin y de la interdependencia, una lgica que sea sensible a esa complicada red dinmica de sucesos que constituye nuestra realidad. EL FUTURO DE LA CIENCIA Este tpico nos remite a otro, al concepto de ciencia. Aristteles, y la tradicin clsica, siempre identificaron la ciencia con su demostracin: la ciencia vala tanto cuanto era capaz de probar. Einstein, en cambio, dice que la ciencia consiste en crear teoras. Y Kant haba expresado que la ciencia es un sistema o totalidad de conocimientos ordenados segn principios (1786, v). Un anlisis del proceso de la demostracin, del de sistematizacin de los conocimientos y del proceso de la creacin de una teora, nos har ver que estos tres procesos no son antagnicos, sino, ms bien, complementarios; es decir, que Aristteles, Einstein y Kant ponen el nfasis en tres momentos de un mismo proceso ms amplio: el proceso de la imaginacin de una teora que enlaza y da sentido a un grupo de datos (Einstein), el proceso de su sistematizacin (Kant) y el proceso por medio del cual se trata de demostrar, a uno mismo o a otra persona, que esa imaginacin es lgica y razonable (Aristteles). Es conveniente aadir que estos procesos pueden darse en cualquier disciplina, ya sea, por ejemplo, fsica, biologa, psicologa, historia, filosofa, teologa, etc., cada una segn su propia naturaleza; por lo tanto, todas seran acreedoras de una cierta cientificidad, aunque este trmino deba usarse en forma analgica. En el proceso cognoscitivo tendramos, por consiguiente, dos polos. Por un lado, se encuentra el polo de la componente externa, es decir, la tendencia que tiene una realidad exterior a imponernos una determinada forma (tendencia al orden, a la simetra, a la armona, a la continuidad, a la regularidad, a la proximidad de elementos, tendencia al cierre, a completarse, etc.: lo que los gestaltistas expresan con la ley de pregnancia o de la buena forma); por el otro, preexiste el hecho de que nuestra mente no es virgen, sino que ya est estructurada (componente interna) con una serie de presupuestos o reglas generales aceptados tcita e inconscientemente, convive con una filosofa implcita, posee un marco de referencia, un lenguaje, unos esquemas perceptivos y una estructura terica para muchas cosas, y alberga una gran variedad de necesidades, intereses, temores, deseos, valores, fines y propsitos que constituyen su mundo vivido. Pero la interaccin de estos dos polos, a travs de la lgica dialctica, se fundamenta en un proceso mental diferente del aceptado tradicionalmente, exige un nuevo modo de ver las cosas y ello, a su vez, postula unas nuevas reglas del juego cientfico, es decir, un nuevo paradigma epistmico.Conclusiones

En pleno rigor, la visin del ojo de Dios, que lo ve todo, o la visin desde ningn punto de vista, es decir, la plena neutralidad o la plena objetividad, como se pretendi con la orientacin tradicional lgico-positivista, es simplemente imposible; no podemos salirnos de nosotros mismos o del mundo, y conducir nuestras investigaciones fuera de nuestra posicin particular en l; nuestra visin del mundo y nuestro conocimiento del mismo estn basados inevitablemente en nuestros intereses, valores, disposiciones y dems. Por ello, el concepto de ley (mecanicista, determinista), aplicado a las realidades humanas, deber ser revisado y redefinido, para no alimentar ilusiones. Todo esto implica que muchas realidades que ordinariamente se consideraban aptas para ser estudiadas con mtodos cuantitativos, son ms complejas de lo que se crea y, por lo tanto, su estudio requerir mtodos de mayor sintona con su naturaleza, mtodos ms integrales, sistmicos, estructurales, es decir, de naturaleza cualitativa. La mente humana no puede comenzar a caminar sino desde donde ya se halla, es decir, desde su mundo interior, singular y personal, tal como lo percibe, el cual puede o no coincidir con el mundo exterior que le rodea, puede o no engranar con esa realidad. De ah, la fragilidad de cualquier axioma, postulado o presupuesto en que se apoye o del cual parta. De ah, tambin, que pueda haber otros puntos o trminos de arranque diferentes de los de un Euclides para la Geometra, de un Russell o Peano para la Aritmtica o lgebra, de un Hertz para la Mecnica, o de otros cientficos para cualquier otra ciencia o disciplina. Generalmente, se ha credo que los axiomas son autoevidentes o que los postulados son totalmente firmes, pero nunca podremos saber si los axiomas son verdaderos; lo ms que podremos esperar es que algunas de sus consecuencias resulten razonablemente compatibles con la evidencia emprica (Bunge, 1975, p. 514); el mismo principio de inercia que usa Hertz es considerado como un concepto que en realidad est muy lejos de ser obvio o evidente por s mismo (Suppe, 1979, p. 369), y la historia de la ciencia ha demostrado que lo que fue evidente para Ptolomeo no lo fue para Coprnico, que lo que funcionaba con plena evidencia para Newton no funcionaba as para Einstein, etc. ste es el gran taln de Aquiles para todos nuestros conocimientos, que cada vez se consideran menos absolutos y ms falibles. Por esto, la ciencia no slo crece por acumulaciones de nuevas ideas y conocimientos, sino tambin por revoluciones cientficas, es decir, por cambios de paradigmas epistemolgicos, que sustituyen las reglas bsicas de una racionalidad por las de otra. Como vemos, el problema tiene un fondo esencialmente epistemolgico. Pero la epistemologa actual deber ir logrando una serie de metas que puedan formar un conjunto de postulados generales, de alto nivel, que parezcan irrenunciables y que pudieran presentarse como los rieles de la Nueva Ciencia. Estos postulados, o principios bsicos, relacionndolos con sus autores y proponentes, pudieran tomar la forma siguiente: el ser no se da nunca a nadie en su totalidad, sino slo segn ciertos aspectos y categoras (Aristteles, Metaf. Lib. iv); toda observacin es relativa al punto de vista del observador (Einstein, 1905: ver Bronowski, 1979, p. 249); toda observacin se hace desde una teora (Hanson, 1977); toda observacin afecta al fenmeno observado (Heisenberg, 1958a); no existen hechos, slo interpretaciones (Nietzsche,1972); estamos condenados al significado (Merleau-Ponty, 1975); ningn lenguaje consistente puede contener los medios necesarios para definir su propia semntica (Tarski, 1956); ninguna ciencia est capacitada para demostrar cientficamente su propia base (Descartes, 1983); ningn sistema matemtico puede probar los axiomas en que se basa (Gdel, en Bronowski, 1978, p. 85); hay tantas realidades [aparentes] como puntos de vista (Ortega y Gasset); la pregunta qu es la ciencia? no tiene una respuesta cientfica (Morin, 1983). Estas ideas matrices conforman una plataforma y una base lgica conceptual para asentar un proceso de racionalidad con pretensin cientfica defendible hoy da epistemolgicamente, pero coliden con los parmetros de la racionalidad cientfica clsica tradicional y postulan un nuevo paradigma epistmico (ver este paradigma en Martnez M, 1997a). En tiempos pasados se haba credo que el problema de la auto-referencia era nico de las ciencias humanas. Ahora sabemos que tambin existe en la fsica y en la matemtica, es ms, que est implcito en todo proceso consciente y racional y, por lo tanto, en todo proceso del conocimiento humano; es decir, que, en ciertos momentos, tenemos que examinar nuestros anteojos y que, quiz, tengamos que limpiarlos, para no tener que barrer los monstruos matemticos, como aconseja Lakatos (1975, 1981).

EL ENFOQUE CUALITATIVO

El trmino "cualitativo", ordinariamente, se usa bajo dos acepciones. Una, como cualidad:

"fulano tiene una gran cualidad: es sincero". Y otra, ms integral y comprehensiva, como

cuando nos referimos al "control de calidad", donde la calidad representa la naturaleza y

esencia completa y total de un producto.

Cualidad y Calidad vienen del mismo trmino latino qualitas, y ste deriva de qualis

(cul, qu). De modo que a la pregunta por la naturaleza o esencia de un ser: qu es?,

cmo es?, se da la respuesta sealando o describiendo su conjunto de cualidades o la

calidad del mismo. En sentido propio, filosfico, segn Aristteles, "las acepciones de la

cualidad pueden reducirse a dos, de las cuales una se aplica con mayor propiedad y rigor;

en efecto, en primer lugar, cualidad es la diferencia o caracterstica que distingue una

sustancia o esencia de las otras" (Metafsica, Libro 5, Cap. 14: De la cualidad). Y en la

Lgica hace ver que la forma sinttica de la cualidad no puede reducirse a sus elementos

sino que pertenece esencialmente al individuo y es la que hace que ste sea tal o cual (1973,

p. 221).

Igualmente, el Diccionario de la Real Academia define la cualidad como la "manera de ser

de una persona o cosa" (2 acepcin). Y el Diccionario que acompaa a la Enciclopedia

Britnica dice que la cualidad "es aquello que hace a un ser o cosa tal cual es" (1 acepcin,

entre 11). Ambos diccionarios siguen el concepto aristotlico.

Es esta acepcin, en sentido propio, filosfico, la que se usa en el concepto de "metodologa

cualitativa". No se trata, por consiguiente, del estudio de cualidades separadas o separables;

se trata del estudio de un todo integrado que forma o constituye una unidad de anlisis y que

hace que algo sea lo que es: Una persona, una entidad tnica, social, empresarial, un

producto determinado, etc.; aunque tambin se podra estudiar una cualidad especfica,

siempre que se tengan en cuenta los nexos y relaciones que tiene con el todo, los cuales

contribuyen a darle su significacin propia.

De esta manera, la investigacin cualitativa trata de identificar la naturaleza profunda de

las realidades, su estructura dinmica, aquella que da razn plena de su comportamiento y

Manifestaciones. De aqu, que lo cualitativo (que es el todo integrado) no se opone a lo

cuantitativo (que es slo un aspecto), sino que lo implica e integra, especialmente donde

sea importante.

LO ESENCIAL DE TODA INVESTIGACIN

Toda investigacin, de cualquier enfoque que sea (cualitativo o cuantitativo), tiene dos

centros bsicos de actividad. Partiendo del hecho que el investigador desea alcanzar unos

objetivos, que a veces, estn orientados hacia la solucin de un problema, los dos centros

fundamentales de actividad consisten en:

(1) Recoger toda la informacin necesaria y suficiente para alcanzar esos objetivos, o

solucionar ese problema.

(2) Estructurar esa informacin en un todo coherente y lgico, es decir, ideando una

estructura lgica, un modelo o una teora que integre esa informacin. Analgicamente,

podramos decir que todo pende o se apoya en dos pilares centrales, como penden o se

apoyan todos los componentes de un puente colgante en sus dos pilares.

Tambin, en forma esquemtica y simple, toda investigacin se parece un poco al proceso

investigativo que realiza un comisario policial al encontrarse ante un crimen consumado,

l debe:

(1) Recoger toda la informacin que pudiera ilustrar lo acaecido, entrevistando a testigos,

familiares, amigos, vecinos, compaeros de trabajo, etc.

(2) Estructurar esa informacin, integrndola en un todo coherente y lgico, por medio de

una hiptesis plausible que d sentido al todo: Un crimen pasional, una venganza, un

asalto, una bala perdida, etc.

Recoleccin de la informacin necesaria y suficiente

CONCEPTOS FUNDAMENTALES

Los objetivos

En las investigaciones cualitativas se fijan unos objetivos a lograr: Algunos son ms bien generales y otros especficos, pero todos deben ser relevantes para las personas interesadas en la investigacin. A veces, es preferible fijar slo objetivos generales y determinar los especficos durante la marcha, para no buscar metas que quiz resulten triviales o imposibles. El objetivo puede ser muy preciso, como por ejemplo, clarificar tal o cual fenmeno o rea problemtica, aun cuando sus problemas especficos o dificultades propias estn todava muy enredados y slo se puedan plantear o formular expresamente cuando la investigacin est ms adelantada.Estos objetivos determinarn, en parte, las estrategias y procedimientos metodolgicos. No obstante, tampoco los objetivos sern intocables. Tambin aqu, al buscar objetivos relevantes, se sigue el famoso principio de "Los tres prncipes de Serendip": "si ests buscando una cosa buena y encuentras otra mejor, deja la primera por la segunda".

La orientacin metodolgica cualitativa no suele partir del planteamiento de un problema especfico, sino de un rea problemtica ms amplia en la cual puede haber muchos problemas entrelazados que no se vislumbrarn hasta que no haya sido suficientemente avanzada la investigacin. Por esto, en general, el partir de un problema cierra el posible horizonte que tienen las realidades complejas, como son las realidades humanas.

Esto, de ninguna manera quiere decir que, en un caso especfico, no sea til o conveniente partir de un problema concreto, si eso es particularmente lo que se desea investigar.

La generalizacin Para llegar a la identificacin de una estructura humana (psquica o social) ms o menos generalizable, debemos localizar primero esa estructura en individuos o situaciones particulares mediante el estudio y la captacin de lo que es esencial o universal, lo cual es signo de lo necesario. Lo universal no es aquello que se repite muchas veces, sino lo que pertenece al ser en que se halla por esencia y necesariamente. La captacin de esa esencia depende ms de la agudeza intelectual que del uso de tcnicas.Tanto Aristteles como el mismo Bacon entendan por induccin, no tanto la inferencia de leyes universales a partir de la observacin de muchos casos particulares, sino un mtodo mediante el cual llegamos a un punto en el que podemos intuir o percibir la esencia, la forma, o la verdadera naturaleza de las cosas, que encierra lo universal. El mismo Galileo consideraba que las leyes de la naturaleza, que son regulares y que tratamos de descubrir, pueden ser captadas sin necesidad de multiplicar las observaciones, sino que bastaba una buena observacin realizada intensivamente para aprehenderlas.LAS HIPTESISAunque la mente humana difcilmente trabaja con una ausencia total de hiptesis, en metodologa cualitativa, tampoco se formula una hiptesis a verificar, ya que se est abierto a todas las hiptesis plausibles y se espera que la mejor emerja del estudio de los datos y se imponga por su fuerza convincente. Es muy difcil que el investigador tenga la mejor hiptesis a la vista: Si fuera as, no hara falta hacer la investigacin. Por ello, es necesaria

una gran apertura hacia todas las hiptesis que se vayan revelando consistentes. Las hiptesis son, ms bien, provisionales, y se van modificando durante el proceso, para no estrechar nuestra perspectiva y visin de la realidad. En general, no estamos tan interesados en verificar una hiptesis especfica, en cuanto que la mejor se revele claramente. Pero tambin aqu puede ser que un investigador est interesado en "verificar" una determinada hiptesis, en cuyo caso es lgico que parta de ella.

Las variables y la unidad de anlisis

Cul sera entonces la unidad de anlisis, es decir, el objeto especfico de estudio de una investigacin cualitativa? Sera la nueva realidad que emerge de la interaccin de las partes constituyentes, sera la bsqueda de esa estructura con su funcin y significado. Esta realidad no est en los elementos sino que aparece por las relaciones que se dan entre los elementos, as como surgen las propiedades del agua que no se dan ni en el oxgeno ni en el hidrgeno por separado, o las propiedades del significado al relacionar varias palabras en una estructura lingstica, o la vida por la interaccin de varias entidades fisicoqumicas, etc.

No sera, por consiguiente, nada lgico estudiar las variables aisladamente, definindolas primero y tratando, luego, de encontrarlas. Es necesario comprender primero o, al menos, al mismo tiempo, el sistema de relaciones en el cual las variables o propiedades se encuentran insertas, enclavadas o encajadas y del cual reciben su propio sentido. Tambin se considerara improcedente definir las variables operacionalmente, ya que los actos de las personas, en s, descontextualizados, no tendran significado alguno o podran tener muchos significados.

El significado preciso lo tienen las "acciones humanas", las cuales requieren para su interpretacin, ir ms all de los actos fsicos, ubicndolas en sus contextos especficos. El acto en s no es algo humano; lo que lo hace humano es la intencin que lo anima, el significado que tiene para el actor, el propsito que alberga, la meta que persigue; en una palabra, la funcin que desempea en la estructura de su personalidad y en el grupo humano en que vive.

Las categoras El enfoque cualitativo se apoya en la conviccin de que las tradiciones, roles, valores y Normas del ambiente en que se vive se van internalizando poco a poco y generan regularidades que pueden explicar la conducta individual y grupal en forma adecuada. En efecto, los miembros de un grupo tnico, cultural o situacional comparten una estructura lgica o de razonamiento que, por lo general, no es explcita, pero que se manifiesta en diferentes aspectos de su vida.No hay, por lo tanto, categoras previas a la investigacin, (ni variables, o dimensiones, o indicadores) preconcebidos, ya sea que se consideren independientes o dependientes. Si el Investigador las tiene en su mente, es porque las ha tomado de otras investigaciones, de otras muestras realizadas por otros investigadores en otros lugares y en otros tiempos, ya que no existen categoras trascendentes. Las verdaderas categoras que conceptualizarn nuestra realidad deben emerger del estudio de la informacin que se recoja, al realizar el proceso de "categorizacin" y durante los procesos de "contrastacin" y de "teorizacin", es decir, cuando se analicen, relacionen, comparen y contrasten las categoras. No obstante, se podra partir de un grupo de categoras preestablecidas, con tal de que se utilicen con mucha cautela y como algo provisional hasta que no se confirmen, y no se deje uno llevar por la tendencia (cosa muy fcil y natural) de rotular la nueva realidad con viejos nombres.

CRITERIOS GENERALES PARA LA ACCIN

Como dice el Premio Nobel de Fsica, P. Bridgman, "no existe un mtodo cientfico como tal (...); el rasgo distintivo ms frtil de proceder del cientfico ha sido el utilizar su mente de la mejor forma posible y sin freno alguno" (en: Patton, 1990, p. 140).

El trabajo de campo de la investigacin cualitativa camina guiado por algunos criterios que conviene poner adecuadamente de relieve, ya que lo distinguen notablemente de otras clases de investigacin.

1. El primero se refiere al lugar donde el investigador debe ir a buscar la informacin o los "datos" que necesita..

2. El segundo criterio advierte que la observacin no debe deformar, distorsionar o perturbar la verdadera realidad del fenmeno que estudia. Tampoco debe descontextualizar los datos aislndolos de su contorno natural.3. Como tercer criterio se hace nfasis en que es sumamente conveniente que los procedimientos utilizados permitan realizar las observaciones repetidas veces: para ello, habr que tratar de grabar las entrevistas, filmar las escenas (si es posible), tomar fotografas, hacer anotaciones pormenorizadas de las circunstancias y situaciones, conservar todos los documentos y hacer, incluso, varias copias de los principales, etc.

4. En cuarto lugar, conviene sealar que, aunque la investigacin cualitativa usa muchos tipos de informacin, la que ms busca es aquella que mayor relacin tenga y ms ayude a descubrir las estructuras significativas que dan razn de la conducta de los sujetos en estudio.

5. En quinto lugar, es necesario distinguir o contrastar la modalidad de cmo otros investigadores recogen los datos sobre un tpico particular, es decir, a travs de instrumentos especialmente diseados para sus fines, y cmo lo hace el investigador cualitativo en su propio campo, generalmente sumergindose en el medio que quiere comprender, de tal manera que, brevemente, pudiera definirse su trabajo de campo como la tarea de "vivir su propia vida dentro de otra cultura" (Wolcott, 1975, p. 121).

6. Finalmente, conviene sealar otro criterio ms de apreciacin, que viene a responder a una objecin frecuente: es un hecho que el observador interacta con el medio observado y, as, afecta la realidad observada disminuyendo su apreciacin "objetiva".Estos seis criterios sobre el sistema de un adecuado acopio y manejo de los datos cualitativos, asegura un alto nivel de validez y provee tambin la base para una cierta forma de confiabilidad o replicabilidad de la investigacin.

PROCEDIMIENTOS E INSTRUMENTOS A UTILIZAR

Como ya sealamos, los instrumentos, al igual que los procedimientos y estrategias a utilizar, los dicta el mtodo escogido, aunque, bsicamente, se centran alrededor de la Observacin directa o participativa y la entrevista semi-estructurada y la observacin directa o participativa.

En la actualidad, el investigador con metodologa cualitativa, para facilitar el proceso de corroboracin estructural, cuenta con dos tcnicas muy valiosas: la "triangulacin" de diferentes fuentes de datos, de diferentes perspectivas tericas, de diferentes observadores, de diferentes procedimientos metodolgicos, etc.) y las grabaciones de audio y de vdeo, que le permitirn observar y analizar los hechos repetidas veces y con la colaboracin de diferentes investigadores.

La observacin participativa

sta es la tcnica clsica primaria y ms usada por los investigadores cualitativos para adquirir informacin. Para ello, el investigador vive lo ms que puede con las personas o grupos que desea investigar, compartiendo sus usos, costumbres, estilo y modalidades de vida. Para lograr esto, el investigador debe ser aceptado por esas personas, y slo lo ser en la medida en que sea percibido como "una buena persona", franca, honesta, inofensiva y digna de confianza. Al participar en sus actividades corrientes y cotidianas, va tomando notas de campo pormenorizadas en el lugar de los hechos o tan pronto como le sea posible.

Estas notas son, despus, revisadas peridicamente con el fin de completarlas (en caso de que no lo estn) y, tambin, para reorientar la observacin e investigacin. Ya que la mayora de los acontecimientos son expresados o definidos con estructuras lingsticas particulares, es crucial que el investigador se familiarice con las variaciones del lenguaje y del argot o jerga usados por los participantes, sobre todo cuando stos son jvenes. Es, adems, importante recoger las historias, ancdotas y mitos que constituyen como el trasfondo cultural-ideolgico que da sentido y valor a sus cosas, ya que determinan lo que es importante o no importante, cmo las personas se ven unas a otras y cmo evalan su participacin en los grupos y programas.

Qu es, concretamente, lo que el investigador debe hacer al compartir y sumergirse en una observacin participativa? Podramos sintetizar su actividad con el siguiente esquema: el investigador cualitativo debe tratar de responder a las preguntas de quin, qu, dnde, cundo, Cmo y por qu alguien hizo algo; es decir, se consideran importantes los detalles. Este conjunto de interrogantes centran su actividad en la ubicacin de los datos ms significativos, que le servirn despus para la interpretacin adecuada de los hechos o acontecimientos.

Tambin es importante que las expresiones ms valiosas y tpicas sean recogidas literalmente, para citarlas despus entre comillas como testimonio de las realidades observadas.

Adems de recoger los datos de la vida diaria, especialmente si se estudia un grupo humano, se debe prestar un cuidado esmerado a los eventos especiales, que sern diferentes de acuerdo a la naturaleza del grupo en estudio: una boda, un rito religioso, un juicio, una graduacin, un torneo, un campeonato, una fiesta, un funeral, etc. El anlisis de estos eventos manifiesta o revela la estructura o patrn sociocultural de un sistema ms amplio del cual forma parte, ya que los eventos especiales se pueden considerar como imgenes que reflejan las estructuras de los grupos, cmo continan existiendo y por qu perpetan su existencia. Tambin merecen una atencin particular los incidentes clave (rias, peleas,

etc.) por su capacidad informativa. Como las anotaciones de campo nunca pueden ser muy pormenorizadas, sino, ms bien, abreviadas y esquemticas, conviene detallarlas o ampliarlas el mismo da o al da siguiente, de lo contrario perdern su capacidad de informacin. Un modo prctico de hacerlo con rapidez consiste en grabar en una cinta un amplio comentario, bien pensado, de las anotaciones tomadas. Estas anotaciones concretas y situacionales sern, adems, un testimonio real de la honestidad y "objetividad" de la investigacin.

LA ENTREVISTA COMO INSTRUMENTO DE INVESTIGACINLa entrevista, en la investigacin cualitativa, es un instrumento tcnico que tiene gran sintona epistemolgica con este enfoque y tambin con su teora metodolgica. Esta entrevista adopta la forma de un dilogo coloquial o entrevista semiestructurada, complementada, posiblemente, con algunas otras tcnicas.La gran relevancia, las posibilidades y la significacin del dilogo como mtodo de conocimiento de los seres humanos, estriba, sobre todo, en la naturaleza y calidad del proceso en que se apoya. A medida que el encuentro avanza, la estructura de la personalidad del interlocutor va tomando forma en nuestra mente; adquirimos las primeras impresiones con la observac