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  • 1

  • 2

    A los y las que todo lo hacen,

    Pero son expropiados de su presente.

    Con la vibrante esperanza de que el futuro ser suyo,

    Ser nuestro

    A Hugo Lpez,

    que a pesar de ser yo el peor de los aprendices de brujo,

    me enseo que

    la vida es algo ms que esto

    A Camilo quien es saeta de humildad,

    De amor eficaz y hombre nuevo,

    ejemplo aun vivo de la sociedad que se construye

    con el combate diario hasta las ltimas consecuencias

  • 3

    CONTENIDO

    INTRODUCCIN: Retornar a la centralidad, transformada, del trabajo 8

    1. CAPITALISMO Y GRAN INDUSTRIA: LA TRANSFORMACIN DE

    TRABAJO 12

    1.1. EL VALOR TRABAJO Y EL CAPITAL EN EL CENTRO DE LA

    DISPUTA 13

    1.2. LA GRAN INDUSTRIA Y EL TRABAJO 15

    1.2.1. Al rugir de la maquinizacin: trabajo y valorizacin en el capitalismo

    industrial moderno 24

    1.2.2. Sobre la jornada de trabajo y la intensificacin de la misma en el

    maquinismo 35

    1.3. EL TRABAJO EN EL CAPITAL MONOPLICO: TENCIONES DE LA

    POCA DE ORO, NOTAS SOBRE EL MODELO FORDISTA -

    TAYLORISTA 39

    1.3.1. La economa poltica del imperialismo 39

    2. CAPITALISMO DEPENDIENTE LATINOAMERICANO 50

    2.1. DEPENDENCIA HISTRICA LATINOAMERICANA 52

    2.1.1. Del colonialismo y el latifundismo al influjo del imperialismo 52

  • 4

    2.1.2. Desarrollo desigual y combinado: Latinoamrica en la historia del

    capitalismo 53

    2.2. DIALCTICA DE LA DEPENDENCIA 57

    2.2.1. Sper explotacin del trabajo 59

    2.2.2. La industrializacin cuestionada 63

    3. LA DESINDUSTRIALIZACIN EN COLOMBIA 61

    3.1. EL NEOLIBERALISMO COMO RGIMEN DE ACUMULACIN QUE

    MODIFICA LA RELACIN CAPITAL-TRABAJO 63

    3.2. NEOLIBERALISMO, CRISIS Y DIVISIN MUNDIAL DEL TRABAJO 65

    3.3. LA DESINDUSTRIALIZACIN Y LAS TRANSFORMACIONES DE LA

    ECONOMA COLOMBIANA 67

    3.3.1. La desindustrializacin histrica

    83

    3.3.1.1. De la sustitucin de importaciones a la apertura econmica 69

    3.3.2. La desindustrializacin coyuntural 71

    4. UN NUEVO IMPERIALISMO Y SUS TRANSFORMACIONES EN EL

    MUNDO DEL TRABAJO 97

    4.1. ACUMULACIN POR DESPOSESIN Y EL NEOLIBERALISMO AL

    ESTILO COLOMBIANO 98

  • 5

    4.1.1. Tratados de libre comercio y derechos del capital 101

    4.2. CLASE-QUE-VIVE-DEL-TRABAJO 103

    4.2.1. Transformacin del trabajo material e inmaterial 107

    4.2.2. El trabajo flexible y la subcontratacin, modificacin del marco

    institucional de las relaciones laborales 108

    BIBLIOGRAFA 113

    ANEXO 1 Grficas sobre la produccin petrolera y minero energtica 117

    ANEXO 2 Para maltratar a sus trabajadores, Pacific Rubiales viola la soberana

    y las leyes de Colombia (primera parte) 118

  • 6

    LISTA DE TABLAS

    Tabla 1. Periodizacin de la industrializacin sustitutiva 87

    Taba 2. Evolucin del empleo industrial en 7 grandes ciudades 1980-2000 90

    Tabla3: Contenido bsico del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos

    104

  • 7

    LISTA DE GRAFICAS

    Grfico 1. Incidencia de las horas largas: trabajadores que trabajan ms de 48

    horas semanales (pases seleccionados, 2000 -2005) 31

    Grfico 2 participacin de la industria en el PIB total 72

    Grfico 3 Colombia: participacin sectorial dentro del PIB 93

    Grfico 4 Composicin sectorial del empleo (1975-2008) 94

    Grafico 5 produccin total de petrleo en Colombia 115

    Grafico 6 Produccin de carbn y precios internacionales 115

    Grafico 7 PIB minero/ PIB industrial (%) 115

  • 8

    RESUMEN

    La presente monografa versa sobre las modalidades de trabajo y explotacin

    que han sido creadas en el capitalismo contemporneos, mostrndolas como

    resultado histrico de la transformacin de la relacin social que implica el

    capital, la produccin, la maquinizacin y el trabajo mismo. A su vez lo hace

    desde un punto de enunciacin nuestro tercer mundo, recrendose la desigual

    y combinada manera con la que el continente se introduce en una modalidad

    especifica de articulacin al modo de produccin: el capitalismo dependiente y

    la correlacionada superexplotacin del trabajo.

    Discute el proceso de desindustrializacin histrica y coyuntural que vive la

    formacin econmico-social colombiana. Implica por tanto la mirada de la

    tendencia de larga data de destruccin de la sustitucin de importaciones y

    subordinacin al patrn de acumulacin neoliberal (que tiene como pivote la

    apertura econmica); as mismo se adentra en el fenmeno coyuntural de

    reduccin de la industria y su participacin en las cuentas nacionales, tanto

    empleo como PIB, conforme avanzan los commodities sobre todo minero

    energticos. Construyendo una categora de desindustrializacin que supera la

    aproximacin de la corriente que proclama la enfermedad holandesa en la

    actualidad de la nacin.

    Por ltimo explora como la realidad mundial y colombiana da un giro hacia el

    trabajo improductivo e inmaterial, sin anular la importancia estratgica de las

    labores productivas, denotado en las nuevas formas de explotacin que

    amplan la clase trabajadora, llevndola a convertirse en una clase ampliada de

    hombres y mujeres que-viven-del-trabajo, y se vinculan no solo a travs de la

    comn valorizacin y trabajo abstracto pues aparecen novedosas variedades

    que incluyen la generalizacin del trabajo intelectual abstracto y el antivalor.

    Resultado las anteriores de la generalizacin de la subsuncin real al calor de

    la llamada acumulacin por desposesin.

  • 9

    PALABRAS CLAVE: Trabajo, proceso de valorizacin, clase-que-vive del

    trabajo, desindustrializacin y acumulacin por desposesin

  • 10

    INTRODUCCIN:

    RETONAR A LA CENTRALIDAD, TRANSFORMADA, DEL TRABAJO

    El trabajo y la industria han sido unos de los campos ms estudiados en las

    reflexiones sociolgicas, tcnicas, econmicas y polticas referidas tanto, a las

    perspectivas generales de la conformacin del tipo de sociedad en el que

    vivimos, como en la mirada particular que cada uno de estos campos a

    entrelazado sobre el estatus interno de las relaciones sociales all constituidas.

    No por menos, los puntos de partida de la sociologa como disciplina han tenido

    como impulso, desde variadas corrientes, la trasformacin societal

    representada en la contradictora construccin de las sociedades modernas.

    En particular la presente monografa centrar su labor en expresar, en la

    primera de sus partes, desde un barrido genrico y no por ello transhistrico, el

    papel de la industria y el trabajo en la sociedad capitalista. Vista sta no desde

    la homogeneidad totalizadora, propia de estudios profundamente eurocntricos

    o de una matriz ortodoxa dentro del marxismo, sino desde la desigualdad y

    convergencia histrica de varios pueblos, naciones, culturas y modos de

    produccin con las relaciones sociales que denota el capitalismo. Sin embargo,

    la breve introduccin sobre la pregunta

    Qu papel ha jugado el trabajo e industria modernos en la configuracin de

    sociedad capitalista? Cules son sus transformaciones? Qu relacin tienen

    con la desindustrializacin y reprimarizacin de la economa Colombiana?

    Preguntas que no pueden ser desancladas de su sazn actual. Es decir, desde

    el punto de vista que significa el debate mundial que se ha instalado en las

    ciencias sociales y el pensamiento crtico sobre el estatus y papel del mundo

  • 11

    del trabajo en la actualidad; pues la profunda metamorfosis instituida all,

    obligan a rebasar miradas estticas sobre el trabajo, el trabajo industrial, la

    industria y la produccin de capital, la divisin mundial del trabajo y la

    globalizacin y, claro est, el lugar mismo que ocupan los trabajadores y las

    trabajadoras en el mundo. Estamos obligados a reconocer, al menos como

    hiptesis, que el capitalismo de hoy es otro, que tiene rasgos y caractersticas

    muy distintos, que no permiten compararlo con el que conocimos antes y frente

    al cual se constituyen distintas respuestas. Por ello, para movernos es este

    nuevo capitalismo, no nos sirven los instrumentos de todo orden que ayer se

    tenan1.

    Dentro de los objetivos que permitirn el desarrollo del trabajo se encuentran:

    Lograr concebir desde una mirada historicista la transformacin interna y del

    estatus del trabajo con respecto a los vuelcos de distintos regmenes de

    acumulacin, que establecen periodizaciones de largo, mediano y corto plazo

    dentro del curso del sistema

    Identificar las leyes generales del capitalismo dependiente como cimiento

    continental del intercambio desigual y de la modalidad de superexplotacin del

    trabajo, referente al tipo de plusvalor y el tipo de labores que se ejercen en

    Latinoamrica.

    Lograr situar algunas perspectivas de anlisis sobre el movimiento

    internacional de capitales y mercancas que convierten a Colombia en una

    plataforma de importacin e inversin y no en una nacin que pueda resolver

    sus problemas internos.

    Resear algunas de las nuevas modalidades del trabajo que existen, como

    expresiones tanto del trabajo materia como inmaterial, se trata de identifica

    tambin su participacin diversa en el proceso de valorizacin y de movimiento

    del capital mismo.

    1 MONCAYO, VICTOR. Transformaciones del capitalismo, conocimiento, trabajo y formacin acadmica.

    Trabajo y capital en el siglo XXI. Bogot: ILSA, 2010 p.44

  • 12

    1. CAPITALISMO Y GRAN INDUSTRIA: LA TRANSFORMACIN DEL

    TRABAJO

    Pretendo abordar el camino de hacer un breve esbozo del papel del trabajo

    vinculado con la industria en la historia del capitalismo, valga decir,

    introduciendo rasgos historicistas, definiendo que tampoco es mi pretensin

    hacer un profundo estudio sobre el tema mencionado. Ms bien, recoger

    algunos de los importantes postulados del significado que han tomado para

    algunas valoraciones, fundamentalmente marxistas, sobre el tema y lo llevar a

    la introduccin de algunos acpites de la discusin sobre la actualidad del

    modo de produccin.

    Es pues una insistencia, que sin negar la terquedad de la voluntad, no quiere

    perderse en el tupido bosque de la multiplicidad de las teoras, las razones que

    evocan a rescatar la centralidad del trabajo en la contempornea sociedad

    capitalista. El esfuerzo quiere dudar de esencialismos, economicismos o

    cualquier mirada que llevan a ubicar la teora de Marx o algunos otros

    estudiosos del trabajo, como eminentes sacerdotes del evangelio en el estudio

    del capital. Los argumentos adelante esbozados pretenden ser un recorrido,

    algo as, como un pequeo balance sobre el por qu algunos contrariamos

    aquellas perspectivas hegemnicas como el discurso neoliberal con festividad:

    anunciaba en el nivel de espacio productivo, de la fabrica y de la oficina,

    formas de organizar el trabajo llamadas a aumentar la productividad y

    establecer nuevas relaciones laborales supuestamente ms democrticas y

    enriquecedoras del trabajo, [] pero ese discurso hegemnico iba ms all,

    afirmaba que la superacin del conflicto social en los lugares de trabajo estaba

    anticipando, a la vez, para la sociedad en su conjunto el comienzo de una

  • 13

    poca en que el trabajo humano ya no sera central, la clase obrera se

    reducira a una mnima expresin y ya no abra mas lucha de clases2

    1.1 EL VALOR - TRABAJO Y EL CAPITAL EN EL CENTRO DE LA

    DISPUTA

    La teora del valor trabajo ha sido cuestionada desde mltiples flancos ante el

    advenimiento del incremento del trabajo improductivo, la financiarizacin, las

    Nuevas Tecnologas de la Informacin y Comunicacin (NTIC), e incluso, tesis

    que instigan desde la particularidad con la que el conocimiento se incorpora a

    la economa contempornea. Ms que un recate abrupto, se trata de encontrar

    y recorrer las andadas de aseveraciones tericas sostenidas desde el sustento

    que significa concebir a la forma actual de organizacin de las sociedades a

    partir del centro estratgico de la generacin de ganancias, produccin

    circulacin consumo de mercancas y codificacin de realidades que

    combinan viejas junto con nuevas modalidades de trabajo.

    La teora del valor y la conexidad que tiene ella con la perspectiva del trabajo,

    es un punto de partida para iniciar las aseveraciones que ms adelante leern.

    El capitalismo establece un orden de mediaciones dominante de las funciones

    vitales y de reproduccin social e individual de la humanidad, alternando las

    perspectivas conectadas que van: desde el hecho de la consideracin del

    gnero humano como naturaleza que realiza sus necesidades elementales por

    medio de la transformacin e intercambio con la propia naturaleza; pasan por la

    incapacidad de supervivencia meramente individual, arguyendo una fuerte

    iniciativa colectiva en la bsqueda de la preservacin y reproduccin de la

    especie; hasta que se inscriben en la articulacin de sistemas de cambio

    vinculados con las necesidades expeditas, que varan con el transcurso de los

    2 ANTUNES, RICARDO. Los sentidos del trabajo. Buenos Aires: Ediciones Herramienta, 2005 p3.

  • 14

    tiempos, definiendo de esta manera su compenetracin con los recursos

    naturales.

    La subordinacin impuesta por el capitalismo obliga a la separacin de las

    utilidades de los objetos que pueden subsanar, en parte, necesidades

    humanas, aproximadas al valor de uso, del valor de cambio, como expresin

    del proceso acumulativo del capital que subsume el trabajo en una relacin

    mercantil de generacin de capital y captacin de la ganancia.

    A decir de algunos, la finalidad esencial del sistema est en las coordenadas

    de:

    Expandir constantemente el valor de cambio, al cual todos los dems desde

    las necesidades ms bsicas como las ntimas de los individuos, hasta las ms

    variadas actividades de produccin materiales y culturales en las que estn

    comprometidos- deben estar estrictamente subordinados. De este modo, la

    completa subordinacin de las necesidades humanas a la reproduccin del

    valor de cambio en el inters de la autorrealizacin expansiva del capital ha

    sido la caracterstica ms notable del sistema del capital desde su origen3.

    La construccin de la sociedad y la economa sometidas al valor de cambio

    vara la matriz histrica respecto a las formas anteriores de organizacin

    colectiva de las sociedades humanas, pues si las necesidades no aparecieran

    en el centro de la mesa sino que se encuentran referidas al intercambio, que

    adems se sustenta en una practica desigual, se variaba completamente la

    divisin del trabajo, el sustento del mismo como praxis, e incluso la dotacin de

    sentido que l tena. La estructura vertical del capital, expropiadora para las

    mayoras, se identifica como un nuevo cdigo de comportamiento que

    subordina al rigor de la ganancia al conjunto del trabajo social como prctica

    social mayoritaria de los individuos.

    Al imponerse el valor de cambio sobre el valor de uso, la mercanca se reduce

    a algo comn, equivalente a otras mercancas, dotado de la capacidad de

    intercambiarse durante un mecanismo donde el capital se moviliza desde la

    3 MZAROS, ISTVN. Ms all del capital, hacia una teora de la transicin. Caracas: Vadell, 1999 p56.

  • 15

    produccin hasta la circulacin, con la misin de generar por etapas utilidades

    intercambiables, estableciendo las coordenadas especficas de una produccin

    que escaladamente se relaciona con un tipo de trabajo, a la vez que recrea una

    nueva espacialidad y tipos de intercambio en un modelo de circulacin

    mercantil que reproduce el metabolismo de la ganancia contradictoriamente.

    Dentro de los llamados dos rostros de las mercancas el valor de cambio

    resulta ser el gen dominante. Como Valor de cambio, las mercancas

    representan fundamentalmente diferencia en su cantidad de tiempo de trabajo,

    pues al prescindir durante el ciclo de realizacin de la mercanca del valor de

    uso, las mercancas mismas solo mantienen la facultad de ser productos del

    trabajo.

    Qu tipo de trabajo entonces puede convertir equiparables a las mercancas?

    Al prescindir del valor de uso, enjaulndolo tras del valor de cambio, las

    utilidades de los productos que directamente sirven a la humanidad (no por ello

    se quiere afirmar que los valores de uso tienen unvocamente el objetivo de

    subsanar las necesidades bsicas de la humanidad, significa que son ms bien

    un conjunto de caractersticas tiles que se expresan en un producto e

    invariablemente aportan en la resolucin de alguna pulsin del hombre o la

    mujer, sea esta bsica reproductiva o suntuaria) son olvidadas, dicho sea

    de otra forma, no es la mera solucin de los problemas sociales que partiendo

    de las determinaciones ontolgicas fundamentales, los individuos deben

    reproducir (en) su existencia por funciones primarias de mediaciones,

    establecidas entre ellos y en el intercambio e interaccin con la naturaleza,

    dadas por la ontologa singularmente humana del trabajo, donde la

    autoproduccin y la reproduccin societal se desarrollan4.

    Perdindose el valor de uso y su instalacin misma se anula, prcticamente, la

    actividad de trabajo concreto que produca ese valor, solo se distingue el

    trabajo abstracto que puede entenderse como la aplicacin indistinta de fuerza.

    La ruptura con el trabajo concreto implica un enfrentamiento directo con el

    4 p. Cit. P6

  • 16

    conocimiento y especializacin que gozaba el artesanado en sus talleres e

    incluso, conducir a la ruptura con la manufactura como escala productiva.

    Empero, no se trata de la codificacin de modalidades en pequea escala o

    individual de transformacin de la naturaleza a travs del trabajo abstracto, se

    conforma por la puesta en prctica de una fuerza media de trabajo social

    expresada en un tiempo de trabajo socialmente necesario, que por la

    determinacin de su magnitud define los valores de las mercancas.

    1.2 LA GRAN INDUSTRIA Y EL TRABAJO

    Desde sus estudios primarios la revolucin industrial y la trasformacin tcnica

    haban alcanzado un especial punto de atencin para Marx, pero fue en 1848,

    meses antes del estallido revolucionario en Francia, cuando el sin sabor de la

    sociedad capitalista tomo en la obra del pensador de Trveris, y su inseparable

    compaero Federico Engels, un vuelco hacia la profundizacin de la definicin

    econmica y poltica del modo de produccin imperantes.

    Previamente a la ocurrencia de la llamada primavera de los pueblos5, el factor

    del anlisis materialista de la historia exista, mostrndose como un arma

    contra el pensamiento religioso y la concepcin idealista que lo tomaba como

    punto de partida ste mismo, el grado ms elevado de aquello ser expresado

    en la conflagracin terica y poltica contra el idealismo alemn. Para Marx, en

    su polmica contra los hegelianos jvenes y viejos era la hora de

    desenmascarar la realidad, para poder superar la lucha de las frases contra las

    frases, exista un profundo hasti en el lder de la primera internacional pues ya

    en su juventud repudiaba como toda la crtica filosfica alemana desde

    Strauss hasta Stirner se limita a la crtica de las ideas religiosas []. El

    progreso consista en incluir las ideas metafsicas, polticas, jurdicas, morales y

    5 Nombre que se le dio a la generacin de mltiples levantamientos revolucionarios en Europa que se

    constatan en la guerra civil en Francia o la guerra campesina alemana. Sin duda, aunque Marx y Engels consideraran a las fuerzas materiales contrapuestas en este momento como edificadoras de los dolores de muerte del capital, en realidad lo que ocurran eran los tortuosos dolores de parto del capitalismo industrial moderno, en disputa con las fuerzas vivas del antiguo rgimen.

  • 17

    de otros tipos, supuestamente imperantes, en la esfera de las ideas religiosas o

    teolgicas, explicando asimismo la conciencia poltica, jurdica o moral como

    conciencia religiosa o teolgica y presentando al hombre poltico, jurdico o

    moral y, en ltima instancia, al hombre, como el hombre religioso. Tombase

    como premisa el imperio de la religin6.

    La bsqueda de la esencia humana haba indagado en el rbol de la metafsica

    y de la moral, en ltimas, sustanciaba al hombre desde la religin, la respuesta

    a su ser era tratada desde hiptesis profusamente metafsicas y ahistricas

    llevadas en ultimas al nivel de genricos y universales. Es as como sin

    contemplacin alguna, o ms bien en la fractura de toda contemplacin

    filosfica anterior, Carlos Marx dar, lo que algunos tericos nombrarn como

    parte del giro a la dialctica hegeliana que hace el pensamiento marxista, punto

    de partida a sus aseveraciones alrededor de la concepcin de la sociedad y de

    su estudio. Respondindole a Feuebach durante las primeras pginas de la

    ideologa alemana, el autor de ste texto sealar algunas de sus premisas

    para el punto de partida de la concepcin materialista de la historia, elaborando

    como una de sus primeras categoras la diferenciacin que toma con respecto

    al resto de la naturaleza las caractersticas humanas realizadoras de la

    posibilidad de la produccin de sus propios medios de vida.

    Podemos distinguir los hombres de los animales por la conciencia, por la

    religin o por lo que se quiera. Pero los hombres mismos comienzan a ver la

    diferencia entre ellos y los animales tan pronto comienzan a producir sus

    medios de vida, paso este que se halla condicionado por su organizacin

    corprea. Al producir sus medios de vida, el hombre produce indirectamente su

    propia vida material.

    El modo de producir los medios de vida de los hombres depende, ante todo, de

    la naturaleza misma de los medios de vida con que se encuentran y que hay

    que reproducir.

    6 MARX, KARL. La Ideologa alemana. En http://www.marxists.org/espanol/m-

    e/1846/ideoalemana/index.htm. 1846.

  • 18

    Este modo de produccin no debe considerarse solamente en el sentido de la

    reproduccin de la existencia fsica de los individuos. Es ya, ms bien, un

    determinado modo de la actividad de estos individuos, un determinado modo

    de manifestar su vida, un determinado modo de vida de los mismos. Los

    individuos son tal y como manifiestan su vida. Lo que son coincide, por

    consiguiente, con su produccin, tanto con lo que producen como con el modo

    de cmo producen. Lo que los individuos son depende, por tanto, de las

    condiciones materiales de su produccin7

    A partir de este concepto de produccin de sus medios propios de vida, el

    alemn se acercar a las diversas formas de propiedad tomando algunos tipos

    histricos de las mismas y a la divisin del trabajo. En el estadio de la

    ideologa alemana se instituye como una de las bases, pues precisamente es

    el punto diferenciador de la capacidad de produccin de sus propios medios de

    vida y de la reproduccin o transformacin de estas condiciones las que toman

    unas dimensiones de determinacin no solo en el sentido de quines y cmo

    se vinculan al proceso de trabajo, sino por el hecho de la formacin del trabajo

    como formulacin social y la divisin del mismo, as como sus relacin con la

    naturaleza que transforma como uno de los ejes constitutivos de la

    organizacin de la sociedad.

    Dicho sea de otra manera al referirse al proceso de produccin de sus propios

    medios de vida, Marx no se refiere a una capacidad antropologa de la

    humanidad para efectuar tales procesos, por el contrario, da una mirada

    histrica que definida por la produccin, es capaz de aseverar los vnculos

    sociales, contradictorios que all se establecen, sostenidos en buena medida en

    el desarrollo del trabajo y de la propiedad en sus distintas modalidades.

    De aquella definicin si se quiere genrica y ms bien referida en la

    particularidad del retorno de lo humano, con su materialidad, a la centralidad de

    7 Ibd. documento web

  • 19

    la mesa, ser una de las reconocidas disputas iniciales, que harn posibles el

    paso de Marx de la confrontacin con el idealismo filosfico alemn al estudio

    de la economa poltica inglesa, como la escuela ms avanzada en la

    sistematizacin del desarrollo de la economa y revolucin industrial capitalista

    de los siglos XVIII y XIX, adems del socialismo utpico francs.

    En sus escritos posteriores a 1848 la ya mencionada realidad europea va a

    sealar el camino de conducir a la obra marxiana (del propio Marx), algunos

    otros autores van a mencionar cmo en este punto de madures de la teora del

    lder de la primera internacional se rompe en dos el pensamiento de este

    celebre clsico, conducindolo al momento del llamado Marx viejo. Las

    aseveraciones coinciden en pensar, sin negar el legado del joven hegeliano

    que da un salto mortal en la dialctica materialista y se sumerge en el

    humanismo total, que es en este punto de la trocha cuando se juntan dos

    perspectivas hasta ahora distantes en el anlisis crtico social: por un lado el

    anlisis estructural de la forma capitalista de organizacin de la sociedad,

    teniendo a la economa en tanto examen de las relaciones sociales de

    produccin, de las fuerzas productivas, de la tcnica, el trabajo y la tecnologa

    etc.; y en la otra orilla se encuentra el anlisis desde la lucha de clases,

    reclamando no solamente las subjetividades sociales, sino los entramados

    polticos, ideolgicos y gremiales que forman las colectividades en este caso

    modernas, es decir las clases sociales, que confrontadas entre s implican la

    condensacin de determinar correlaciones de fuerzas normalmente expresadas

    en determinadas variables de poder social, entre ellas la institucionalidad,

    hegemona en el campo militar, eso s, por nombrar algunas.

    Incentivados por el terremoto social que mostraba a la burguesa en las

    antpodas de las antiguas fuerzas monrquicas, con especial fiereza all donde

    las monarquas absolutas eran una realidad visible a travs de las figuras de

    grandes y decadentes imperios, los nacientes comunistas se lanzaron al

  • 20

    anlisis y la accin, pues no fueron solo burgueses y aristcratas los

    enfrentados, raramente parte del artesanado y el minsculo proletariado

    industrial moderno se mand a la guerra de barricadas levantado sus propias

    banderas reivindicativas. El proletariado era un prematuro bebe sediento de

    derechos, advinindose ante tiempos de oscuridad y sin mayor experiencia

    combativa, se convirti en frente de batalla contra la aristocracia. A la vez que

    disputaba la conduccin de la sociedad francesa con la burguesa, haba

    madurado al calor de ms de siglo y medio de capitalismo mercantil y

    comercial. Sin sindicatos a la mano, mucho menos partidos revolucionarios, el

    proletariado rpidamente se lanzara bajo el grito de guerra que resuma su

    expresin como clase en s. Ya desde all, la burguesa entendi la difcil tarea

    que le tocara en su nuevo rgimen, con engaos y violencia la clase obrera fue

    desarmada y sus lderes proscritos; sin embargo, el ritmo del manejo de las

    relaciones polticas entre las clases sociales comprendi un tumbo

    abiertamente distinto a cualquier otra organizacin del poder social previa. La

    conexidad conflictiva entre las relaciones econmicas y polticas en el

    capitalismo lo har si bien, producto del sometimiento de las nuevas clases

    dominantes a las subalternas, un tejido dinmico dependiente de negacin

    permanente denotada en variables correlaciones de fuerzas, definidas desde

    mltiples especialidades que convergen.

    Es all donde el estudio de la produccin de las condiciones de vida y su

    vinculo con la construccin de formas de trabajo son llevadas a un plano global,

    entrelazadas a la imbricacin que toman en la formacin de determinada

    organizacin de la sociedad. Con ello quiero resaltar la centralidad que toma el

    trabajo, pues es punto de pivote, no solo para la comprensin mas all de la

    particularidad de determinado periodo, sino para denotar histricamente los

    rasgos particulares del tejido de cada formacin econmico social.

    Para matar al padre es importante, diciendo tericamente, hacer la superacin

    de la teora del trabajo de Marx y Engels, as como del marxismo clsico hay

    que comprender algunas de las consideraciones sobre aquel tema.

  • 21

    La produccin no aparece separada de su carcter social sino expresada a una

    relacin colectiva (relaciones sociales de produccin son llamadas en el lxico

    marxiano) referida a la generacin de las condiciones materiales de la

    existencia. Codificando una apropiacin de la naturaleza a travs de un acto de

    negacin dialctica de la misma, que la trastoca no transmutativamente sino

    por medio de un proceso complejo que requiere de fuerzas productivas como

    mediacin, estas modificndose perpetuamente. Pero sin duda alguna el

    secreto del capitalismo se ubica en la existencia y determinacin de la

    propiedad, ocurriendo ella al interior de las relaciones sociales de produccin,

    nunca separada, nunca como abstraccin.

    Las consideraciones en este periodo del capital mostraban algunas de las

    lneas generales perdurables dentro del modo de produccin: separacin entre

    los productores directos y las condiciones materiales de produccin;

    mercantilizacin de la fuerza de trabajo; la concurrencia del proceso de

    valorizacin del capital, como consumo productivo de la fuerza de trabajo por el

    capitalista.

    Frente a la separacin entre los productores directos y las condiciones

    materiales de produccin adscribiendo tambin la divisin entre la riqueza

    objetiva, medios de produccin y medios de subsistencia, de una parte y el

    principio subjetivo de la riqueza, la potencia del trabajo, de la otra. Es

    solamente bajo esta condicin que dinero y medios de produccin y

    subsistencia toman la forma social de capital8. Tal condicin toma esta divisin

    que el dinero y los medios de produccin se muestran autonomizados,

    diferenciados completamente de las facultades del trabajo humano y es ms,

    son llevados hasta el reificacin; es decir, tienen vida propia, poder por s

    mismos, ocurren entonces como una variedad de mercancas que compran

    personas9. En contracara se produce la defuncin de los portadores de la

    fuerza de trabajo, aquellos son etiquetados como mercanca y de esta manera

    fenecidos como objetos sin vida alguna. Fetichismo de la mercanca y

    8 LIBREROS, DANIEL. Financiarizacin y crisis de la globalizacin neoliberal, conocimiento, trabajo y

    formacin acadmica. Trabajo y capital en el siglo XXI. Bogot: ILSA, 2010 p. 19. 9 Ibd. p. 19

  • 22

    cosificacin de la fuerza de trabajo ocurren como parangn al proceso de

    separacin de los directos involucrados en la produccin con las condiciones

    materiales.

    Con respecto a la mercantilizacin de la fuerza de trabajo, se concita a ella

    como precondicin para iniciar el tipo de productividad capitalista, pues la

    propiedad privada expresa al portador de la fuerza de trabajo como dueo de la

    misma, mostrndose en una simple ficcin jurdica como iguales ante el capital,

    al burgus y al trabajador. La fuerza de trabajo como mercanca es adquirida

    por el capitalista quien compra el valor de uso de la fuerza de trabajo, en

    cuento propietario de las condiciones materiales que exige la produccin, de

    condiciones que se expresan como trabajo objetivado, de all que, en el

    proceso productivo, el capital aumente bajo la forma de trabajo muerto que

    incorpora trabajo vivo10.

    El proceso de valorizacin del capital definido por Daniel Libreros, quien recoge

    postulados tanto de Mandel como del mismo Marx, es descrito de la siguiente

    manera:

    Como consumo productivo de la fuerza de trabajo por el capitalista, que

    produce valor y plusvala, as se realice en un proceso de trabajo

    concreto en el que se obtienen valores de uso que resuelven

    necesidades materiales en sociedad. Ello, por cuanto la mercanca

    fuerza de trabajo tiene la particularidad de que al usarla, produce un

    excedente de valor al tiempo de trabajo socialmente necesario para

    producirla, por lo que existe una diferencia entre lo que los trabajadores

    producen y lo que reciben para su mantenimiento.

    Cabe aseverar que es en aquella diferencia entre el tiempo socialmente

    necesario para la produccin de bienes (equivalentes en valores para la

    reproduccin social de los trabajadores) y el tiempo usado como excedente en

    el proceso de produccin donde subyace la clave del valor, que no aparece

    simplemente como cantidad de objetos fsicos sino como una dimensin

    10

    Ibd. p. 20

  • 23

    acompasadora de lo cualitativo del tiempo y el espacio de la realizacin de la

    mercanca como relacin social.

    Sin embargo el choque estructural entre las fuerzas productivas y los medios

    de produccin, vinculadas a las disputas econmicas, polticas y culturales de

    las clases sociales se denotan en la historia general del capitalismo en la

    confeccin de una periodicidad compleja dando una dinmica de desarrollo

    heterognea.

    As, en algunas perspectivas de la historiografa crtica, como la que representa

    Ricardo Snchez ngel en Colombia, algunos actores que arriesgan la

    periodizacin de la historia del capitalismo, muestran que en la historia general

    del capitalismo existen cuatro ciclos sistmicos de acumulacin 1) el genovs,

    del siglo XV hasta el principio del siglo XVII; 2) el ciclo holands, de finales del

    siglo XVI hasta finales del siglo XVIII; 3) uno britnico que va desde la segunda

    mitad del siglo XVII hasta el siglo XIX y comienzos del XX y 4) un ciclo

    americano que comienza a finales del siglo XIX y que ha continuado hasta la

    fase actual de expansin financiera.

    Adhiriendo una mirada de la historia de largo plazo referida esencialmente al

    proceso econmico Snchez recoge en los ciclos sistmicos una interpretacin

    terica que conduce a la comprensin de los advenimientos del capitalismo

    industrial moderno, tomando como hilo conductor la llamada formula general

    del capitalismo: DMD= (Dinero) (Mercanca) (Dinero prima), que no ocurre

    aislado a la transicin negativa de la sociedad.

    La especializacin del capitalismo en el siglo XIX hacia la industrializacin no le

    dio slo esta identidad como en la formula general del capitalismo presentada

    por DMD. Capital dinero (D) = liquidez, flexibilidad, libertad de eleccin. Capital

    mercanca (M)= capital invertido en una combinacin particular inputoutput en

    funcin de un beneficio, significa concretar, rigidez y opciones reducidas.

  • 24

    D=liquidez, libertad de eleccin expandida. Y si no hay expectativa de liquidez

    en la inversin, el capitalista prefiere conservarla11.

    Esta frmula, que no es un ajuste metafsico, se sigue verificando en la actual

    convergencia del capital, eso s, superando las fronteras nacionales de

    acumulacin en una geografa reducida, para expandirse hasta llegar a ser

    parte de la conformacin de un sistema mundo. Debe tambin explicitarse que

    si bien la formula general es base analtica de una realidad existente no

    significa que convergentemente, en desigualdad y una periodizacin ms corta

    los patrones de acumulacin no varen.

    1.2.1 Al rugir de la maquinizacin: trabajo y valorizacin en el capitalismo

    industrial moderno.

    La tecnologa pone al descubierto el comportamiento activo del hombre con

    respecto a la naturaleza, el proceso de produccin inmediato de su existencia,

    y con esto, asimismo, sus relaciones sociales de vida y las representaciones

    intelectuales que surgen de ellas12, en sus estudios sobre la realizacin de la

    maquinaria en la gran industria Marx va a tratar el punto de inflexin de

    construccin del trabajo moderno, la recodificacin del trabajo productivo y del

    proceso de valorizacin. La tcnica y la tecnologa frente al humano es sin

    duda alguna la expresin de la conformacin de un capitalismo que subsume

    realmente al trabajo a sus formas y contenidos.

    El ciclo ingls de acumulacin de capital se impulsa con la revolucin industrial,

    los inventos mecnicos siguen la variable del desarrollo de las fuerzas

    productivas del trabajo, no se trata de mejorar o disminuir el esfuerzo cotidiano

    de las masas laboriosas sino de una tipologa de maquinaria para abaratar las

    mercancas y reducir la parte de la jornada laboral que el obrero necesita para

    11

    SNCHEZ, RICARDO. Huelga, luchas de la clase trabajadora en Colombia, 1975-1981.Bogot: Universidad Nacional. 2009 p.63 12

    MARX, KARL. Capitulo XIII Maquinaria y gran industria. El capital tomo I, volumen 2. Ciudad de Mxico DF: siglo XXI editores, 2008 p. 453.

  • 25

    s, prolongando, de esta suerte, la otra parte de la jornada de trabajo, la que el

    obrero cede gratuitamente al capitalista. Es un medio para la produccin de

    plusvalor13.

    La maquinaria de la revolucin industrial de los siglos XVIII y XIX no tiene que

    ver solamente con las internalidades del trabajo, sino tambin con la

    produccin global, esto implica un proceso contradictorio de impulso de la

    industria y la productividad, como medio puro para la generacin de plusvalor,

    as como el establecimiento de mecanismos para la enajenacin como

    estrategia que entrama al trabajo mismo. A diferencia de la manufactura el

    punto de partida de la revolucin en el modo de produccin en la gran industria

    no parte de la fuerza de trabajo, de su tcnica o intensificacin sino del medio

    de trabajo.

    Para aproximarse al problema, el inicio ser la conversin de la herramienta en

    mquina. La maquinaria surgida en este momento histrico articula nuevos

    componentes y un vuelco mismo de la labor industrial, los componentes

    fundamentales de la misma son el mecanismo motor; el mecanismo de

    transmisin y; la mquina herramienta que tambin es conocida como mquina

    de trabajo.

    El mecanismo motor acta como remplazo de la fuerza impulsora que aportaba

    la misma humanidad, se trata de una nueva fuerza que genera su propio

    impulso motriz como es el caso de la mquina de vapor, la mquina calrica, la

    electromagntica, etc., o recibe el impulso de una fuerza natural.

    El mecanismo de transmisin regula el movimiento, lo lleva desde el motor

    hasta la mquina herramienta, si se necesita lo transforma en su direccin, en

    su velocidad o hasta en su forma misma, funciona como momento distributivo

    de la energa haciendo llegar la potencia generada a la potencia

    transformadora.

    Por ltimo se encuentra el paso ms adelantado de la maquinaria de la gran

    industria, la mquina herramienta, con el impulso generado por el motor y

    13

    Ibd. p. 451

  • 26

    transmitido por el mecanismo inmediatamente anterior mencionado, refrendada

    en su movimiento se apodera del objeto de trabajo y lo modifica con arreglo a

    un fin14. La modificacin que hace variar a la mquina herramienta de

    cualquiera de sus precedentes a la vez que innova re atrae y rastrea,

    vinculando el papel de las herramientas y faena de los trabajadores

    manufactureros. Aparentemente denota un par de diferencias que vale la pena

    enunciar, solo en el esfuerzo de luego aproximarnos al camino del complejo

    ocurrido en Europa durante los siglos XVIII y XIX para despus compararlo con

    los rasgos que toma este proceso en el transcurso de la historia de ste modo

    de produccin y en la particularidad latinoamericana.

    A primera vista la mquina moderna se diferencia porque es impulsada por s

    misma, en un trnsito diverso para la apropiacin hidrulica de las fuerzas

    naturales a travs de vas toscas, desde el uso de caballos y molinos, hasta

    efectuar avances tcnicos para la generacin de energa por medio de la

    absorcin planificada de la naturaleza. Tambin la maquinaria moderna se

    muestra claramente distante a su pasado por el hecho que a diferencia del

    humano, no est limitada por sus extremidades para operar en un mismo

    tiempo las herramientas. La mquina herramienta multiplica as la capacidad

    productiva del trabajo, dejando al proletario como obrero industrial en una muy

    particular interaccin con la maquinaria.

    Para la concurrencia de la mquina de la revolucin industrial que describe

    Marx en su momento vital fueron esenciales algunas circunstancias que no se

    muestran con la primera mirada o con el sentido comn:

    I) la revolucin industrial en una fase inicial se apropia del instrumento

    artesanal a travs de la mquina herramienta, deja a la hombre

    vigilar a la mquina, corregirla si se quiere expresar as, o

    apareciendo como la fuerza motriz jugando un mero papel mecnico.

    II) En segunda instancia, la mquina se adscribe pero en una

    codificacin simple de la produccin, se identifica como un periodo

    en donde se incorpora la unin de variados instrumentos simples que

    14

    Ibd. p.454

  • 27

    ahora se movilizan con un solo motor requiere la mquina a su vez

    una fuerza motriz ms poderosa que la humana, aun dejando a un

    lado que el hombre es el instrumento muy imperfecto en lo que se

    refiere a la produccin de un movimiento uniforme y continuo15.

    III) Por ltimo subyace un periodo histrico, donde se revoluciona el

    conjunto del modo de produccin, es impulsado por las mquinas y la

    produccin, modificando casi totalmente las fuerzas y relaciones

    sociales del mismo cariz. Se avanza rompiendo con fuerza hidrulica

    del periodo manufacturero16, ha nacido la era de la gran industria,

    ser donde se materialice la contradiccin entre los mecanismos de

    transmisin renovados y las fuerzas que los impulsaban era la hora

    de pasar a una nueva fase de la motricidad.

    La fuerza hidrulica no se poda aumentar a voluntad ni remediar su

    escasez; a veces se ausentaba y posea una condicin puramente

    local, sin embargo la invencin de la mquina de vapor y su proceso

    ascendente dio un avance cualitativo con la mquina de watt, de esta

    manera la potencia energtica est por entero bajo el control

    humano; es mvil y un medio de locomocin; urbano y no como la

    rueda hidrulica rural; permite concentrar la produccin en las

    ciudades; y universal en sus aplicaciones tecnolgicas17. La

    dimensin energtica, del uso de ciertos recursos naturales del

    avance tcnico y tecnolgico frente a ello se convierte en unos de los

    re alces del capitalismo, algunos tericos recientemente han

    incorporado un anlisis genealgico del sistema a travs del uso de

    ciertas energas como fuerzas motrices.

    Como lo podemos ver, la autonomizacin de la fuerza humana por parte de la

    mquina, establecida por desarrollos de ritmos motores, transmisiones ms

    eficientes y la generacin de mquinas herramientas, es la base del ciclo

    15

    Ibd. p .457 16

    Para expresarlo con la voz de un ejemplo, citaramos en un caso particular ya en el siglo XVII se haba intentado poner en movimiento, con una sola rueda hidrulica, dos muelas corredoras y por tanto dos juegos de muelas de molino. Pero el mayor volumen del mecanismo de transmisin entr en conflicto con la fuerza hidrulica ahora insuficiente, y es sta una de las circunstancias que dio el impulso para investigar de manera ms precisa las leyes de la friccin 17

    Ibid. p. 459

  • 28

    industrial de la produccin capitalista. Que incluso renov y cre sectores

    econmicos, entre ellos el lugar que juega industria a base de mquinas que

    producen mquinas, e incluso factoras que no del todo estn maquinizadas

    con el mismo propsito.

    En la manufactura y en la industria manual, el obrero se sirve de la

    herramienta; en la fbrica, sirve a la mquina. All los movimientos del

    instrumento de trabajo parten de l; aqu, es l quien tiene que seguir sus

    movimientos. En la manufactura, los obreros son otros tantos miembros de un

    mecanismo vivo. En la fbrica, existe por encima de ellos un mecanismo

    muerto, al que se les incorpora como apndices vivos18.

    Ante la emancipacin de las barreras referidas a la capacidad del trabajo vivo,

    sustanciado en la capacidad humana, las formas de cooperacin se re

    adscriben con un panorama que salta por sobre la interacciones de las

    colectividades humanas. Las herramientas ahora como instrumentos de una

    mquina herramienta, equipadas por fuerzas motoras y trasmisiones ms

    extensas conducen, en los albores de la industria moderna, a la cooperacin de

    las maquinas en dos modalidades: I) cooperacin de muchas mquinas

    similares y II) los sistemas de mquinas.

    Remitindonos a ellos por medio de la construccin de la fbrica, traducida

    como espacialidad centralizada de la produccin en el actual rgimen,

    entendida a su vez por Marx como taller fundado en el empleo de la

    maquinaria [] en donde reaparece siempre la cooperacin simple y ante todo,

    por cierto (prescindimos aqu del obrero), como conglomeracin espacial de

    mquinas similares que operan simultneamente19, mquinas que incluso en

    el trabajo no construyen ms que rganos heterogneos del mismo mecanismo

    motor.

    La tensin de la maquinizacin y la gran industria hace imprescindible el control

    e industrializacin de los tiempos muertos en la produccin, se refleja en la

    produccin misma con la sustitucin de la mano de obra y el empleo de

    18

    Ibid. p.349 19

    Ibid. p. 358

  • 29

    mecanismos maquinizados para el transporte o para imprimirle un ritmo

    cadencioso al momento creador del ciclo econmico inmediato del capitalismo.

    Por ello tambin promueve, casi que obliga, a la renovacin de los trabajadores

    tratando de someterlos a una cadencia objetiva, llevndolos a asumirse como

    magnitud del mismo carcter. La cuantificacin, homogenizacin por labores,

    unilateralismos son expresiones de esta tendencia que se magnific con el

    influjo de la administracin cientfica del trabajo, valga decir con el papel del

    taylorismo y fordismo.

    Las tensiones incorporadas por el maquinismo no son meras representaciones

    simblicas del cambio de la actitud de una era, desentraan el paso a una

    modalidad de trabajo que expresa en toda su dimensin la interaccin entre el

    trabajo vivo, como fuerza constituyente, y el trabajo muerto, como fuerza

    constituida, en un proceso de valorizacin alienante.

    El paso del capitalismo propiamente dicho fue descrito por Marx como la

    transicin de la subsuncin formal a la subsuncin real del trabajo al capital

    ()20.

    Los contenidos y formas incorporados por el capitalismo al subsumir ralamente

    al conjunto del trabajo con la perspectiva de generacin de valor viran

    radicalmente del esquema y las practicas con las cuales la humanidad, haba

    desarrollado sus labores apropindose y generando su propio conocimiento as

    como sosteniendo un rgimen de propiedad, en algunos casos ms rgidos y

    estamentales, pero que sin duda alguna no implicaban la plena desposesin de

    la mayora de la humanidad.

    Para comprender este proceso desde la descripcin del vuelco de la

    expropiacin del conocimiento Vctor Manuel Moncayo nos da algunas

    pinceladas para entender de qu se tratan las distancias entre la subsuncin

    formal y la real.

    20

    LIBREROS, DANIEL. Financiarizacin y crisis de la globalizacin neoliberal, conocimiento, trabajo y formacin acadmica. Trabajo y capital en el siglo XXI. Bogot: ILSA, 2010 p. 17.

  • 30

    Conforme a la subsuncin formal, es importante recalcar que este tipo de

    anlisis se ha rescatado en la polmica contempornea que han abierto Toni

    Negri, Michel Hart, Holloway, Atilio Born, entre otros sobre la llamada crisis del

    trabajo abstracto. Moncayo nos dice:

    Este proceso fue formal en sus orgenes, en la medida en que el modo de

    producir por parte de los sujetos no fue transformado por el capital que adquira

    la fuerza laboral, es decir, bajo un esquema segn el cual ellos eran los

    depositarios del saber - conocimiento que les permita realizar un hacer, una

    transformacin determinada. Es un momento en el cual no se ha producido una

    disociacin entre mente y manto, entre saber y hacer21. Estas formas que han

    sido llamadas de transicin al capitalismo o en algunas otras formaciones

    sociales, donde se han preservado, hegemnicamente como precapitalistas,

    trabajo agrario, indio, esclavistas, o modalidades no mercantilizadas que

    sostuvieron su curso al tiempo de formas subsumidas completamente a las

    modalidades capitalistas.

    Lo complejo de estas visiones es su concepcin del capitalismo como un curso

    hacia el desarrollo ascendente, denotado en el avance las fuerzas productivas

    y las relaciones sociales de produccin o del palpitante impulso de supuestos

    modelos de desarrollismo autnomo impulsados por clases autctonas

    expresadas en los estados. De esta manera las asimetras estructurales y

    sperestructurales necesarias para sostener la centralidad de algunas

    territorialidades conocidas como centros sistmicos, el imperialismo o la misma

    dependencia quedan desconocidos. Estas visiones tanto desde la orilla

    economicista, del marxismo ortodoxo, o desde miradas del impulso estatista de

    la escuela cepalina hicieron carrera en Amrica Latina en la dcada de los 50s

    hasta los 70s, hoy renacen como el ave fnix con los postulados del

    neodesarrollismo o incluso las tesis del capitalismo andino y amaznico. En un

    apartado ms adelante explicitare alguno de los criterios sobre lo mencionado.

    La subsuncin real llega a su magno punto de partida:

    21

    MONCAYO, VICTOR. Transformaciones del capitalismo, conocimiento, trabajo y formacin acadmica. Trabajo y capital en el siglo XXI. Bogot: ILSA, 2010 p. 53.

  • 31

    Con el advenimiento del maquinismo y de la revolucin industrial que este

    acontecimiento supone, se produce un inmenso salto cualitativo en el

    sometimiento del trabajo al capital , que empieza un camino sin pausas hacia

    formas cada vez ms claras de sometimiento o subsuncin real, es decir, de

    cambio de las modalidades y formas bajo las cuales debe realizarse el trabajo

    () aunque no plenamente, el saber conocimiento se desplaza de los sujetos

    y los instrumentos que ellos operaban gracias a su saber hacer, al agregado

    material que constituye el sistema de mquinas, que se convierte en adelante

    en la unidad virtuosa, que posee la habilidad y la fuerza que antes eran del

    obrero22.

    Iniciada la fase ascendente de la revolucin industrial que indicaba el

    maquinismo, ocurre el trastoque del trabajo, no solo por la ruptura en trminos

    del conocimiento que hasta este punto se apropia la gran industria con la

    incorporacin a sus maquinas de las herramientas y labores que antes

    desempeaban obreros adems de artesanos. Sino el hecho de que tal

    proceso de expropiacin, que no es esttico y coyuntural, por el contrario, es

    permitente y dinmico, tiene como parangn el paso de parte del trabajo vivo,

    ejercido por quienes venden su fuerza de trabajo, al lugar del trabajo muerto.

    La maquinaria, sea incluso el gran autmata de la poca de Marx las hoy

    maquinas informatizadas, al igual que cualquier otra parte de componente del

    capital constante, no crea ningn valor sino que transfiere su propio valor al

    producto para cuya fabricacin ella sirve23. Por lo cual las maquinas no crean

    valor sino que incorporan el valor del trabajo social del que son producto a las

    mercancas que contribuyen a realizar, avanzando la tecnologa y la tcnica en

    la elaboracin de las mismas maquinas probablemente aumentan su

    composicin de trabajo social.

    Cabe reiterar como postulado que la mquina siempre ingresa totalmente al

    proceso de trabajo y solo parcialmente al proceso de produccin y solo

    parcialmente en el proceso de valorizacin24, en buena medida ello se muestra

    22

    Ibd. p. 53 23

    MARX, KARL. Capitulo XIII Maquinaria y gran industria. El capital tomo I, volumen 2. Ciudad de Mxico DF: siglo XXI editores, 2008. p. 471. 24

    Ibd. p. 471.

  • 32

    en el trecho existente entre la mquina con respecto a la creacin de valor y la

    labor que aquella juega en la creacin de productos, al intervenir en la dinmica

    del trabajo facilitando la produccin de bienes la mquina se dedica

    completamente al trabajo, pero el valor que transfiere se manifiesta en la

    medida del desgaste mismo de la mquina, expresando el circulo finito del

    producto del trabajo social pretrito, ya objetivado. Conforme la productividad

    de la factora maquinizada, por efecto de la misma, significa la reduccin del

    tiempo de trabajo abstracto para la creacin de la misma por tanto reduce su

    valor mismo, de la misma manera que aumenta la composicin orgnica del

    capital hacia el lugar del capital constante. El desgaste es la coordenada de

    participacin parcial de la mquina en el proceso de valorizacin.

    La maquinizacin en referencia con la gran industria aparentemente se imbrica

    en el desarrollo ascendente de las fuerzas productivas, como una escalera

    ascendente, que se reproduce ideolgicamente a travs del sentido

    desarrollista de la hegemona del capital. Las razones del uso de tecnologa

    avanzada de la misma manera que esquemas de plusvala basados en el

    aumento de la productividad, una de las caractersticas de la plusvala de la

    responsabilidad, ocurre en la eleccin entre el trabajo que cuesta y el trabajo

    que economiza la mquina. Se puede expresar de la siguiente manera, se trata

    de la seleccin entre la diferencia (que) subsiste mientras los costos de trabajo

    de la mquina, y por consiguiente la parte de valor agregada por ella al

    producto, sean inferiores al valor que agregara el obrero valindose de su

    herramienta25.

    El viejo topo reaparece enunciado la divergencia entre pases y la desigualdad

    que se establece ante la matriz argumentada del valor de la fuerza de trabajo

    como una magnitud distinta a cada nacin, rama o tipo de trabajo:

    El capital no paga el trabajo empleado, sino el valor de la fuerza de trabajo

    empleada, para l el uso de la mquina sta limitado por la diferencia que

    existe entre el valor de la misma y el valor de la fuerza de trabajo que

    remplaza. Como la divisin de la jornada laboral en trabajo necesario y el

    25

    Ibd. p. 476.

  • 33

    plustrabajo difiere segn los pases, y difiere tambin, asimismo, segn las

    pocas del mismo pas, o segn la rama de la productividad en el mismo

    periodo; como, adems, el salario real del obrero ora cae por debajo del valor

    de su fuerza de trabajo, ora supera dicho valor, la diferencia entre el precio de

    la maquinaria y el precio de la fuerza de trabajo que debe sustituir puede variar

    considerablemente, por ms que la diferencia entre la cantidad de trabajo

    necesaria para la produccin de la mquina y la cantidad total del trabajo

    sustituido por ella se mantenga invariable26.

    La consideracin de los capitalistas siempre se connota con respecto a la

    efectividad que genera en torno a la produccin y la ganancia, contrario al

    sentido ideolgico del ascenso tcnico y tecnolgico permanente, no son pocas

    las regiones, ramas y periodos en las cuales se toma la decisin de adscribirse

    al trabajo humano por encima de la mquina, precisamente por su costo

    decreciente. Empero, el modelo de trabajo que produce este esquema

    normalmente se esfuerza por reducir la parte de la jornada laboral que es

    necesaria para alcanzar los valores que reproducen a la clase obrera, a la vez

    que cnicamente aumenta el plustrabajo. Ms adelante cuando nos adentremos

    a las realidades del intercambio desigual y la superexplotacin del trabajo en

    Latinoamrica hablaremos de lo anterior referido a nuestra continentalidad.

    El desgate de la mquina como acto de transferencia del valor efectuado en el

    proceso de produccin connota tres variables, aquella que se refiere al

    desgaste por uso, otra entrelazada al desuso y la ltima concebida como el

    desgaste moral. Los dos primeros hacen parte del trabajo muerto efectuado por

    la maquina, pues tanto su permanente funcionamiento acelera su transferencia

    del valor de la misma manera que reciente y fcticamente destruye la

    cristalizacin del trabajo social del cual es expresin. En la misma lnea su

    desuso se vincula a la irrealizacin del trabajo social del que es producto y

    potencia al mismo tiempo, la condicin de desgaste, la cual tambin es

    generada al no expresar la vocacin ontolgica de la mquina, pues ella se

    deteriora al no transferir el valor. El metal, sus piezas y mecanismos motrices al

    no funcionar, son aicos rodos por el polvo.

    26

    Ibd. p.478.

  • 34

    El desgaste moral es una compleja realidad que advierte de la historicidad de la

    competencia y el desarrollo tecnolgico en la poca del capital. La mquina

    pierde valor de cambio gracias a la innovacin y la entrada en el mercado de

    nuevas mquinas que logran aportar en el trabajo social de una misma manera

    pero con un menor valor de cambio con mquinas que lograr superar las

    magnitudes de las capacidades del trabajo muerto de su competencia, que

    aunque con un mayor valor aportan contundentemente a la desvalorizacin del

    proceso de trabajo. Cuanto menor sea el tiempo en el que una mquina

    transfiere su valor, el desgaste moral decaer, si la jornada de trabajo se

    extendiese, la dialctica entre el trabajo vivo y muerto se multiplicara,

    efectuando una valorizacin dinmica y acelerada.

    Extender la jornada de trabajo en vez de extender el nmero de trabajadores

    empleados en las fbricas y ramas de la industria fue la tctica acogida

    mayoritariamente:

    La explotacin de un nmero doble de obreros requiere, asimismo, tanto la

    duplicacin de la parte del capital constante invertido en maquinaria y edificios

    como la adelantada en materia prima, materiales auxiliares, etc. Al prolongar la

    jornada laboral se ampla la escala de la produccin, mientras que se

    mantiene inalterada la parte del capital inadvertido en maquinaria y edificios.

    No solo pues, se acrecienta el plusvalor, sino que disminuyen las inversiones

    necesarias para la obtencin del mismo27.

    El maquinismo no aparece como una totalidad sino se muestra variable ante la

    realidad de la bsqueda del aumento de la tasa de ganancia, acerqumonos a

    otra cuestin cules son los efectos de la mquina e industria mecnica sobre

    el proletariado?

    En el capital, el pensador de Trveris, habla de los efectos inmediatos sobre la

    clase obrera del maquinismo, l se referir a tres factores: la apropiacin de

    fuerzas de trabajo subsidiarias por el capital, incorporacin de trabajo infantil y

    femenino; la prolongacin de la jornada laboral; e intensificacin del trabajo.

    27

    Ibd. p. 493.

  • 35

    De mi parte compartir algunas de las notas sobre los ltimos dos aspectos,

    pues la situacin de la incorporacin de fuerza de trabajo infantil y femenina ha

    cambiado en grandes rasgos sus formas, sin erradicar nunca del todo la

    sobreexplotacin que sufren as, como las luchas ejercidas para su

    emancipacin parcial. En el acpite sobre la nueva morfologa de la clase que

    vive del trabajo.

    1.2.2 Sobre la jornada de trabajo y la intensificacin de la misma en el

    maquinismo

    Hemos sido insistentes en adscribir al maquinismo dentro del proceso de

    valorizacin, donde juega como capital constante. Ahora trataremos de

    referirnos a algunos espectros de las entraas del trabajo asalariado en el giro

    dado por la produccin capitalista durante los siglos XVIII y XIX.

    Las facilidades introducidas por las mquinas, aumentadas si estas actan en

    formas cooperativas o exacerbadas al integrase como un gran autmata,

    decrecen la cantidad de fuerza o la habilidad misma que tuviera el proletario

    sobre su labor. Se trata de la construccin del trabajo abstracto exaltado lo

    genrico y universal del mismo, donde pueden caber mujeres, nios y obreros

    descalificados. Al requerirse menor tiempo de trabajo socialmente necesario

    para la produccin ocurre un efecto de desvalorizacin de las mercancas,

    modificndose los lmites y la resistencia de los poseedores de la fuerza de

    trabajo en la misma jornada laboral.

    Facilidad del trabajo y disminucin del tiempo en la produccin se sintetiza en

    la desvalorizacin de mercancas. En un esquema que se retroalimenta del

    plustrabajo nos lleva a comprender parte de la interaccin asumida entre el

    trabajo vivo y el trabajo muerto con esta condicin, los limites que se

    establecan como vector del trabajo obrero en los pases industrializados se

    fragmentan al punto de la inhumanidad, como lo describe Engels en la

    situacin de la clase obrera en Inglaterra; igualmente el proletariado se

    enfrentara desde all permanentemente la mquina y la posterior

  • 36

    automatizacin como una antpoda de su fuerza de trabajo, por tanto de su

    existencia misma.

    Esta desvalorizacin introducida por el trabajo potenciado, en el cual la

    maquina acta como pivote, efecta un cadencioso baile en el cual se aporta al

    aminoramiento del valor de cambio de la fuerza de trabajo. Conjuntamente,

    ocurre un mecanismo indirecto donde el global de las mercancas para

    reproducir la fuerza de trabajo son abaratadas, ya sea por la mayor el mayor

    uso de tecnologa en estas ramas productivas o por la renovacin de la divisin

    mundial del trabajo, que incorpora a los pases de periferia en la generacin de

    estas mercancas alimenticias, de vestido, etc. La llamada plusvala relativa es

    el sustantivo que recorre las venas del oprobioso camino de la ganancia

    generada por el aumento de la productividad del trabajo.

    Describindolo a travs del tiempo de trabajo, aproximmonos a la mirada

    marxiana. Resulta que el plusvalor solo nace de la parte variable del capital,

    compuesta por la tasa de plusvalor: definida por la proporcin entre el trabajo

    socialmente necesario para la reproduccin de la clase trabajadora y el

    plustrabajo; y el nmero de obreros ocupados simultneamente en la parte del

    ciclo generador de los valores de uso.

    Los dos componentes del plusvalor chocan entre si dinamizados por el empleo

    capitalista de la maquinaria. Retrayendo dos ideas 1) el aumento del capital

    variable en su componente de fuerza de trabajo simultneamente usada,

    generara el escalamiento del capital constante; 2) el trabajo potenciado por la

    mquina ingresa solo parcialmente al proceso de valorizacin, el intento del

    capitalismo identifica como meta disminuir la fraccin de la jornada de trabajo

    con la finalidad de sostener la vida social de las masas trabajadoras y

    aumentar el plustrabajo. Afrontando stas consecuencias, el capitalismo

    conjuga las vas que llevan a la requisicin de la plusvala relativa con la

    contradictoria ruta de la prolongacin de la jornada de trabajo.

    De ah ese notable fenmeno en la historia de la industria moderna.

    Consistente en que la mquina arroja por la borda todas las barreras morares y

    naturales de la jornada laboral. De ah la paradoja econmica de que el medio

  • 37

    ms poderos para reducir el tiempo de trabajo (que fuere la mquina) se

    trastrueque en el medio ms infalible de transformar todo el tiempo vital del

    obrero y su familia en tiempo de trabajo disponible para la valorizacin del

    capital28.

    En la primera etapa del capital, los niveles de desposesin, de pugna por la

    supervivencia del proletariado industrial moderno, llev a los trabajadores a

    aceptar su condena, la de un rgimen vertical y dictatorialmente manejado en

    el mismo puesto de trabajo. Al entrelazarse las andadas de la plusvala relativa

    con las de la plusvala absoluta, el reclutamiento de trabajadores por parte del

    capital libera una enorme cantidad de fuerza de trabajo, ejrcito de reserva de

    millones el cual es poblacin obrera superflua, incapaz de imbuirse en el

    mbito directo de la explotacin a la vez que se atena su combatividad por

    medio de la ley del hambre y el desempleo.

    El ritmo de la intensificacin del trabajo fue la razn la que se acrecent la

    rebelin obrera, y si bien para el trabajo tercerizado y flexibilizado en el que

    viven masas laboriosas como los ms de 15.000 hombres y mujeres vinculados

    directa o indirectamente a Pacific Rubiales Energy, esto sea una nota ms bien

    memorial. Valga recordar que la fuerza obrera oblig por primera vez, oblig al

    estado a reducir por la fuerza la jornada laboral y a comenzar por imponer en la

    fbrica, propiamente dicha, una jornada laboral de trabajo; a partir, pues, de

    ese momento en que se exclua definitivamente la posibilidad de producir ms

    plusvalor mediante la prolongacin de la jornada laboral29.

    Esta exclusin definitiva fue una realidad parcial y nunca completada en el

    mundo, sin hablar de las modalidades flexibles o del trabajo informal, la OIT en

    2007 public un informe, en el cual, con base estadstica de una veintena de

    pases se denotan los porcentajes de poblacin que supera las 48 horas de

    trabajo:

    28

    Ibd. P 497 29

    Ibd. p 499

  • 38

    Grfico 1. Incidencia de las horas largas: trabajadores que trabajan ms de 48

    horas semanales (pases seleccionados, 2000 -2005)

    Sin contar con la variable de las horas trabajadas, la grfica demuestra incluso,

    que en los pases de centro de produccin capitalista como Estados Unidos,

    Corea, Noruega y su potente industria telefnica y Francia, los porcentajes

    superan el 20% de trabajadores que ejercen labor durante ms de 48 horas a

    la semana. Aun cuando la meta internacional fijada por acuerdos de la OIT es

    llegar a las 40 horas semanales. Es decir, pone en prctica la reivindicacin de

    las 8 horas de trabajo. Existen realidades nacionales que sufren la divisin

    mundial del trabajo pero jams la globalizacin de los derechos laborales, las

    metas mundiales son desdeables para el capital a pesar de la firma para

    legitimarse.

  • 39

    Naciones industriales de la periferia o simplemente con estructuras de

    capitalismo dependiente sufren trabajos que se extienden en el ms del 50%

    de la poblacin laboral de las 48 horas de jornada semanal. As como la

    economa no se industrializo a plenitud, y ya desde el siglo XIX se pona en

    coccin la receta del capitalismo como un modelo desigual entre las naciones

    las jornadas de explotacin, superan en un gran nmero de naciones las

    medidas internacionales y las metas que organismos de supuesta regulacin

    internacional de las contradicciones capital versus trabajo fijan.

    1.3 EL TRABAJO EN EL CAPITAL MONOPLICO: TENSIONES DE LA

    POCA DE ORO, NOTAS SOBRE EL MODELO FORDISTA TAYLORISTA

    1.3.1 La economa poltica del imperialismo

    Posterior al momento de la revolucin industrial y la construccin de un

    capitalismo que algunos tericos como Adam Smith denominaran como de

    libre concurrencia, devino un nuevo periodo en la historia del capital.

    El siglo XX iniciaba con una fase de acenso econmica vinculada a la

    innovacin tecnolgica y la transformacin administrativa de las grandes

    empresas, ste crecimiento haba incentivado las conquistas de ultra mar por

    parte del imperio Ingls, que rpidamente fueron teniendo respuesta con

    travesas del mismo carcter por parte de franceses y alemanes. Incluso el

    hasta ahora subsidiario podero estadounidense se expresaba en la derrota

    que le infligi al viejo colonialismo espaol ganando la guerra por la posesin

    del territorio de cuba en 1898, sin dejar de mencionar al mismo Japn que

    como potencia asitica controlaba grandes extensiones del territorio chino,

    coreano e indochino.

    A esta periodicidad del capital ya los mismos tericos contemporneos a su

    realidad le llamaban imperialismo. Al viejo colonialismo se le antepuso un

    modelo de potencias capitalistas que eran capaces de extender su empuje

  • 40

    productivo a otras territorialidades, las reacciones no se hicieron esperar, e

    inspirados por la ruptura de los acuerdos post napolenicas, los diversos

    poderes de Europa se vieron forzados a demostrar sus capacidades en el

    campo de batalla.

    La competencia por la ganancia se enmarcaba como una tendencia objetiva del

    capital, seala Lenin, al tiempo que contradeca a sus contrapartes de la social

    democracia (Karl Kautsky y Eduard Berstein) sobre los caminos de resolucin

    de la conflagracin mundial que viva el mundo, iniciando el sendero de la

    pacificacin, solo poda ser abordado al calor de la transicin al socialismo.

    El punto de partida de la connotacin econmica del principal dirigente

    bolchevique le daba al imperialismo, en el seno de la principal polmica

    internacional, la tesis de la sobreacumulacin de capital, sealando:

    Como problema fundamental la falta de oportunidades para una inversin

    rentable. En ciertas ocasiones, una demanda de consumo insuficiente puede

    ser parte del problema []. Para mantener abiertas las oportunidades

    rentables es, por consiguiente, tan importante el acceso a inputs (tierra,

    materias primas, productos intermedios, fuerza de trabajo) ms baratos como

    el acceso a nuevos mercados, de lo que se desprende la necesidad de obligar

    a los territorios no capitalistas no solo a comerciar (lo que efectivamente

    ayuda), sino tambin a permitir la inversin de capital en operaciones

    rentables utilizando fuerza de trabajo, materias primas, tierra, etc.30

    El giro centrfugo del capital tiene como parangn el punto mximo de la

    ganancia que se poda lograr a partir del esquema del capitalismo industrial

    moderno insertado en las territorialidades nacionales, se trata de la tendencia a

    la tasa decreciente de capital expresada en determinados regmenes de

    acumulacin sentados en el tiempo y confexionando una espacialidad

    especifica.

    Trotsky agregaba el sistema haba alcanzado a principio del siglo XX una

    dimensin mundial, que desbordaba los marcos vigentes para el

    30

    HARVEY, DAVID. El nuevo imperialismo. Madrid: Ediciones Akal, 2009. pp 112 -113

  • 41

    desenvolvimiento de las fuerzas productivas. Esa estrechez de las economas

    nacionales forzaba una sucesin de expansiones externas, que terminaban en

    conflictos armados31. La crisis capitalista que haba impulsado la primera

    guerra mundial, era fruto de la sobre produccin de capital y la generacin de

    un dinero superfluo, producto de la desconfianza de la rentabilidad en negocios

    nacionales.

    Solo a travs de la reorganizacin del mundo se logro la reestabilizacin del

    trabajo, pues la disputa inter imperialista haba desatado una continuidad en los

    esquemas de trabajo (de gestin interna) que no se perfeccionaran sino hasta

    aos adelante, aunque los experimentos del fordismo taylorismo ya venan

    existiendo. La clase trabajadora haba terminado tomando mayoritariamente

    partido por las burguesas nacionales, sin embargo los efectos de la crisis y la

    codificacin de la guerra en su etapa final condujo a rebeliones obrero-

    populares y de las naciones oprimidas, teniendo como centro al viejo

    continente. Las coordenadas de la rebelin van desde la revolucin rusa que

    haba unificado al proletariado, el campesinado y los pueblos oprimidos que

    cobijaba el zarismo, hasta la Italia agrupada tardamente, pasando por los

    Balcanes y la misma Alemania.

    En vez de la asociacin que pregonaba la socialdemocracia Alemana, un

    partido de millones de obreros, la rivalidad fue el lenguaje de las potencias

    imperialistas en este periodo.

    Lenin retomando algunas posturas del economista de izquierda Hilferding y

    aadiendo algo a otras caractersticas, se esforzar por definir el imperialismo

    de su periodo, acentese de su periodo, en sus variables econmicas.

    Primero, el desarrollo de la produccin en un grado tan elevado, creando

    monopolios. Fueron dos los causes que llevaron a esta situacin, por un lado el

    aumento de la produccin industrial acumulando capital tan elevadamente que

    rompi con el rgimen de competencia imperante, conduciendo a la

    centralizacin industrial mediante la destruccin de otras plantas. De la misma

    31

    TROTSKY LEN, Tres concepciones de la revolucin rusa. Resultados y perspectivas. Buenos Aires: Editorial El Yunque, 1975. P. 36.

  • 42

    manera en un proceso indicado sobre todo para Inglaterra, la crisis industrial

    convergente con la falta de rentabilidad del capital durante ese momento en la

    potencia britnica, factor que ilumina el proteccionismo y las cargas

    impuestarias que generaba el imperio britnico alrededor de su voluntad

    econmica. Esta poltica provoc la inmediata reaccin de sus rivales, que

    instauraron bloques semejantes en sus zonas de influencia (Francia) y

    aceleraron la creacin de regiones protegidas (Alemania). Lenin consider que

    este cambio consagraba el pasaje del libre-comercio al proteccionismo y

    transformaba las disputas acotadas (por el liderazgo exportador), en guerras

    comerciales entre duros contendientes (atrincherados en fortalezas

    aduaneras)32.

    Segundo, fusin del capital bancario e industrial creando el capital financiero,

    dominado por la oligarqua financiera. Los banqueros transformaron el papel de

    intermediarios que subsidiariamente intervenan en a la industria, comenzado a

    concentrar informacin comercial e incluso capital industrial gracias a deudas

    provenientes de burgueses de esa fraccin de la economa. De emprstitos, se

    pas a la inversin en la industria y comercio. As se le dio nacimiento al capital

    financiero que dominaba sobre el capital comercial e industrial.

    A la centralizacin de la produccin establecida por conglomerados industriales

    se paso a la conformacin de conglomerados econmicos, dirigidos por la

    oligarqua financiera, a travs de trust o figuras asociativas de carteles que

    daban un nuevo contenido al monopolismo.

    El lder bolchevique resaltaba la aparicin de una oligarqua financiera que

    obtena enormes lucros con la emisin de ttulos, la especulacin inmobiliaria y

    el control de los paquetes accionarios. Consideraba que esta supremaca

    reforzaba el carcter rentista-usurero de los estados imperiales, frente a un

    conglomerado de estados-deudores sometidos. Por esta razn defina al

    imperialismo como una era del capital financiero33

    32

    KATZ, CLAUDIO. Teora clsica del imperialismo I. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=128564, Buenos Aires, 2011.p 8. 33

    Ibd. p.8.

  • 43

    Lenin asume los anlisis de Hobson aadiendo a su perspectiva sobre el

    imperialismo, el papel de los exagerados dividendos que provienen de la

    exportacin de mercancas al extranjero y sobretodo de las inversiones de

    capital en otras territorialidades.

    Tercer rasgo, la exportacin de capital que supera a la mismsima exportacin

    de mercancas. Se trata de la transicin del mero giro de algunas de las

    mercancas devenidas de la produccin interna en los centros capitalistas a las

    inversiones financieras sobre la periferia, con aquellos giros de capital se

    estimul la creacin de las primeras industrias modernas en regiones

    atrasadas, como Rusia, India y Amrica latina, se impuls la construccin de

    ferrocarriles y se influy determinantemente en la constitucin de la clase

    trabajadora en naciones donde su formacin econmica social se combina aun

    con estructuras previas al capitalismo.

    Esta caracterizacin se inspir en la clasificacin expuesta por Hilferding, para

    periodizar la evolucin histrica del capitalismo. De una era colonial

    inicialmente mercantilista (que facilit la industrializacin europea), se haba

    saltado a una expansin manufacturera de las grandes potencias (en torno a

    los mercados internos). Este desenvolvimiento quedaba ahora superado por la

    nueva fase de exportacin de capitales.34

    Cuarto, la creacin de asociaciones mundiales de capitalistas que se reparten

    contradictoriamente el mundo. El peso de los monopolios expresado en el

    gigantismo de las industrias y su conduccin financiera llev a un tipo especial

    de relaciones con el estado mismo. Con aquella advertida capacidad de

    dominacin sobre la economa y la poltica se formaron asociaciones, tomando

    la casaca de carteles, capaces de controlar los precios mediante acuerdos

    entre los grandes grupos.

    Quinto, terminacin del proceso de reparto territorial del mundo entre las

    potencias capitalistas. Para Lenin el mundo ya haba ingresado completamente

    en la onda de dominacin del capitalismo a travs de la sujecin de variadas

    potencias imperialistas, lo cual no implicaba una subsuncin real en la totalidad

    34

    Ibd. p.9.

  • 44

    de la economa de las naciones, la nica forma para alterar esta organizacin

    territorial del capital era el choque blico entre potencias.

    Efectivamente sta es una de las tesis ms rebatidas del lder comunista ruso,

    precisamente porque el influjo del imperialismo estableca asimetras

    jerrquicas en la escala de dominacin, y porque posterior a la primera guerra

    mundial se constituiran nuevas territorialidades de contenido socialista o

    democrticas que restaran capacidad de sujecin al conjunto del modo

    capitalista de produccin.

    En su gran mayora el sustento terico de Lenin seria rebatido por la

    conformacin de una modalidad de capitalismo imperialista diferenciada a la

    que l conoca, sin embargo su anlisis fue un contundente aporte para la

    conduccin poltica de las clases subalternas en la situacin concreta que

    afrontaban. La primera revolucin socialista del mundo, un movimiento material

    que rebata los postulados del Capital de Marx, haba llegado entre otros

    factores por el aporte terico de la dirigencia bolchevique que nunca se resigno

    a la guerra de las burguesas.

    Trabajo y capitalismo tardo

    Posterior a la segunda posguerra, cuando finalmente el capitalismo logra un

    reordenamiento entre las potencias que no conduce a una nueva mediacin

    blica de escala mundial, el sistema constituye una nueva etapa. Algunos

    tericos debatirn sobre su connotacin desde distintas denominaciones

    capitalismo tardo, capitalismo de Estado, capitalismo monopolista de

    Estado, nosotros usaremos esencialmente la perspectiva del capitalismo

    tardo elaborada por Ernest Mandel -trotskista dirigente de la IV internacional

    quien fuera una de las principales mentalidades econmicas del siglo XX.

    El periodo es abierto por un ciclo expansivo en lo econmico, explicado por la

    elevacin de la tasa de explotacin basado en la situacin subjetiva y

    economa de la clase obrera internacional, quien devena de la derrota infligida

    por el fascismo y la guerra inter imperialista, entre los dos destructores de gran

    parte de sus niveles organizativos en un plano gremial y poltico, aniquiladora

  • 45

    de sus cuadros y cercenadora de su movilizacin por medio de los

    nacionalismos. El Movimiento obrero pasado por esta situacin fue presa fcil

    del capital, estableciendo un pacto corporativo que limaba las contradicciones

    expresadas en la lucha de clases con la figura del estado de bienestar. Las

    ganancias de la clase obrera en Europa eran reducidas a pactos sociales

    reivindicativos, variando su origen como escalada de confrontaciones y logros

    en la lucha por el poder.

    El predominio estadounidense fue el timonel del viraje, el viejo imperialismo

    caracterizado por Lenin era sinnimo de confrontacin entre potencias, desde

    el final de la segunda guerra mundial el caos y la devastacin europea obligo a

    frenar sus rivalidades internas comenzando un proceso de unificacin regional

    bajo la egida norteamericana.

    El predominio estadounidense determin el viraje de la etapa. Ningn conflicto

    anterior se haba zanjado con semejante preeminencia. La abrumadora

    superioridad norteamericana qued consagrada con la formacin de una

    alianza atlntica (OTAN), bajo el mando del Pentgono. Estados Unidos ejerci

    una dominacin explcita y reafirm su autoridad con la disuasin nuclear.

    Impuso la localizacin de las Naciones Unidas en Nueva York y estableci en

    el Consejo de Seguridad un sistema de consultas para supervisar todos los

    acontecimientos mundiales.35

    Las tcticas Estadounidenses variaban sustancialmente de las ocurridas en el

    pasado, ante una Europa devastada no se les impuso siquiera a los vencidos

    un tratado de rendicin y entrega como el de Versalles, contrariamente se les

    articulo a un tipo de subordinacin que no impeda la reconstruccin como

    potencias de Francia, Alemania o Inglaterra. Se impulso el plan Marshall, la

    generacin del Banco Mundial, la reorganizacin de planes de cooperacin

    extrajera y reconfiguracin monetaria con el canalaje que les permiti el pacto

    de Breton Woods.

    La unipolaridad fue el nuevo apellido del bando capitalista, E.E.U.U ofreci el

    rol de imperialismo por invitacin, cambiando el comportamiento, conformando

    35

    KATZ, CLAUDIO. Bajo el imperio del capital. Bogot: Espacio Critico ediciones, 2011 p.40.

  • 46

    niveles de cohesin bajo la cond