cartas a marcel

22

Upload: silvia-santana

Post on 17-Mar-2016

229 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Poesía

TRANSCRIPT

Page 1: Cartas a Marcel
Page 2: Cartas a Marcel

Marcel, amado mío:

Cada día te hablo, cada instante; en cada pensamiento te revivo. ¿A quién mejor que a ti puedo escribirle? Destinatario sordo de tu nombre. Mis palabras te tocan y te amo tan clandestinamente como puedo; porque sentir tu nombre es dar la vuelta, es un pinchazo seco de esperanza, es un comienzo de melancolía. Porque tocar tus cosas es tocarte, resucitar momentos; es recobrar la paz de tu existencia, es oler a manzana, es tu olor a desierto. Pero ya no te sueño. ¡Siempre despierta y viva! ¡Siempre contigo!

I

Page 3: Cartas a Marcel

II Marcel, hoy estoy triste. El cielo está nublado cuando no estoy contigo. Quizá siempre lo estuvo pero con tu sonrisa seguro se encendía. Tan sólo tú aprendiste lo que se da en un beso y cuánto se recibe. ¡Y yo retuve tanto! Por eso hay algo tuyo en lo que es mío, porque tu beso vive conmigo todavía. Mas hoy el día es triste, y no quiero mandarte tanta pena. Prefiero que no sepas... Mejor romper la carta: Sólo quiero enviarte mi alegría.

Page 4: Cartas a Marcel

III Marcel: digo tu nombre así, pausadamente, y estoy diciendo cielo: senda de nubes, corro de gaviotas, espacio abierto y libre, ilimitado y vivo porque tú no te acabas. Y te dejas caer sobre la tierra buscando nuevas formas, pintando de colores los paisajes; y por todas mis cosas despiertas el deseo de ser vivas. Pero te vi de lejos aunque tu azul templado me envolvía, y sólo pude verte en blanco y negro porque así son mis ojos. Yo te quise guardar en mi retina pero el cansancio me cerró los ojos y desapareciste, como se van las nubes.

Page 5: Cartas a Marcel

Marcel, amado mío, océano de todos mis naufragios. Te quise sólo mío pero no eres de nadie. Nadie te abarca, nadie te retiene. El mar no tiene dueños, tan sólo navegantes. Como el agua se deja caer sobre la tierra, mansa y tranquila, igual, así tumbado te recuerdo. Y yo asía tu brazo como si de un madero se tratase; Un salvador forzoso de mi propia existencia. A veces te volvías huracán y tormenta; Me tragaba tus olas como si me bebiera agua bendita, porque fuiste de nieve y de riachuelo, dulce y alegre, fresco, el agua de mi sed, de mis diluvios. Y yo me hice de barro bajo tus aguas tibias, corazón ondulado bajo espuma

de tus vaivenes y tus abandonos.

IV

Page 6: Cartas a Marcel
Page 7: Cartas a Marcel

Esta cárcel de ausencia, este abandono del que ya no me escapo, ni lo intento; Este pájaro en jaula que es mi vida, salta de letra en letra en su ataúd de olvido. Y se engancha a los hierros invisibles para batir sus alas arrugadas. A veces hasta canta. Pero tú y yo sabemos que es la canción de amor desesperada. Dime Marcel distante, ¿Cuándo abrirás la jaula de mi alma? No necesito llaves, ni puertas, ni barrotes. Fui libremente presa, encierro imperceptible; y abandoné la vida, como quien tira los zapatos rotos. Déjame que descanse donde el sol haga sombra. No es suficiente con amar la vida ni hace falta morir para estar muerto.

V

Page 8: Cartas a Marcel

Como si fuera un cuento un día fui princesa: agarraba tu brazo recorriendo las calles y mirábamos juntos uno por uno los escaparates. Tú no te dabas cuenta pero yo aprovechaba los reflejos para verte de nuevo, como un atardecer del principito. Mirar el sol cuando se va alejando por entre las montañas. Y queda esa tristeza de saber que se ha ido y queda la esperanza de que saldrá mañana. Ay! Mi Marcel, amado, tú sólo anocheciste; y me empeño en pensar que algún día regresas

como el sol obstinado regresa cada día.

VI

Page 9: Cartas a Marcel

Yo sé que fuiste tú quien arrancó mi rosa. Así tu mano conoció la espina y a cada espina le brotó una rosa. Después lo confesaste: "He sido yo quien arrancó la rosa". Entonces yo te amé completamente y te guardé el secreto. Yo no corté tu flor...

VII

Page 10: Cartas a Marcel
Page 11: Cartas a Marcel

Al aire libre, sola, a la intemperie, el viento talla olas sobre la hierba verde. Pero pronto se aquieta porque todo es un eco. Sin ti todo está quieto, como el miedo, y los ojos me huyen hacia la lejanía cuando van a buscarte. Déjame que te mire, que mis ojos te encuentren y se abran de golpe como quien ve un tesoro. Déjales que compartan su alegría contigo y que sigan llorando, llorando de alegría.

VIII

Page 12: Cartas a Marcel

Parece que la noche sobreviva a los días bajo la luna rota. Sin ti no soy entera. Y en esa media noche también rota el alma se me esconde y se me hiela. Corazón escarchado frío como el granizo, como el granizo, duro. Sin ti todo es de hielo. Y el cuerpo se me encoge y se me cierra. Pero llega el recuerdo y la esperanza casi escucho tu voz; me abre el deseo y todo se despierta y continúa como quien tuvo un sueño.

IX

Page 13: Cartas a Marcel

En este siglo donde no hay distancias, tu paso se diluye, sin embargo, en el asfalto de la carretera. Ya no nos quedan huellas, no sabemos ni quién pasó, ni cuándo, ni hacia dónde... Todos nuestros caminos, son inhóspitos, grises son tristes y vacíos; son iguales... Marcel ¿Dónde te has ido? Por más que mire no podré encontrarte. Dime en qué punto exacto de la nuestra debo dejar el ramo, atado a cualquier árbol, que le demuestre al mundo que un día coincidimos, y que marque el instante en el que te marchaste...

X

Page 14: Cartas a Marcel

Quizá la vida sea un laberinto con muros de rencores y de miedos; con sendas de deseos y costumbres. Y con el tiempo vamos girando en los recodos; de repente encontramos un camino distinto de repente perdemos el camino que había... Dime si mis deseos me esperan a la vuelta de una esquina que seguiré avanzando alegremente; o dime, cielo mío, si todos mis deseos son tu calle cortada con muros de silencio que cuando pueda dar la media vuelta les pintaré mis labios debajo de tus labios.

XI

Page 15: Cartas a Marcel
Page 16: Cartas a Marcel

Cerrar los ojos y decir tu nombre; Tender la mano y ofrecerte el alma. Sentir que me respondes, como el mismo reflejo de un estanque.... Y te beso y me rompo, como el agua, yo me rompo en tu beso y se me ondula el alma.

XII

Page 17: Cartas a Marcel

Marcel, eres el trozo de mi que queda vivo, que permanece limpio, que alumbra fe, que espera. Marcel eres quien mueve mis ojos y mis hilos. Perdóname si a veces respondo con la ira. A veces no respiro más aire que el gastado y he de beber con ansia para inundarlo todo, rellenar tu vacío y aliviar un instante el dolor de ser yo.

XIII

Page 18: Cartas a Marcel

Octubre, mes de otoño donde la tierra me ofreció sus frutos, donde nace el silencio; allí también te quiero aunque todo se ha ido por el camino lento de los días. Quien espera lo sabe: amor es el insomnio que se sueña de día. Quizá soy yo tan sólo quien se despierte y sueñe, quien se va y quien regresa. ¡Quien regresa y regresa! Quien se va retrasando más tiempo cada día. Quizá soy yo tan sólo quien quiere resistirse al íntimo deseo de no volver jamás.

XIV

Page 19: Cartas a Marcel

Marcel, cuánto sufrimos en esta vida extraña donde todo aparenta. ¿De qué valen los ojos? Porque con tanto brillo se nos ciega hasta el alma. Yo sé que el alma tuya sólo sabe mirar en otras almas; en ti no hay espejismos. Yo sé que el alma mía ya no quiere mirar en otras almas. Todo es preciso al tacto, es verdadero ante tu piel no hay brillos ante tu piel no hay noche, ante tu piel no hay niebla. Inequívocamente, eres verdad, Marcel, eres tan cierto que me saqué los ojos para verte.

XV

Page 20: Cartas a Marcel

Ya cuelgan las estrellas y los grillos las cuentan en voz alta. Mirando sus destellos me pregunto si sólo queda luz o sigues vivo. Pasé por tantos cuerpos buscando siempre el tuyo que me perdí a mi misma. Marcel eres recencia. Déjame que te encuentre, saberte constelado. Déjame que me encuentre que estoy perdida porque no te encuentro y la noche es más noche cada día.

XVI

Page 21: Cartas a Marcel
Page 22: Cartas a Marcel