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Capítulo uno: Un minero

Hola, soy un minero artesanal. Hace quince añosque trabajo en las minas del sur del Ecuador.

El trabajo del minero no es fácil ni seguro, pero lohago por mi familia. Lo hago para sobrevivir. Todos losdías trabajo en un túnel estrecho y oscuro.

El túnel está unos quinientos metros debajo de latierra. Mis herramientas son simples: un pico, una pala,un martillo y mis propias manos.

Cada día es igual. Me levanto antes del sol y em-piezo a trabajar. Entro a la mina y busco el mineral. Aveces todo va bien y a veces no. Pero algo es constante:el riesgo. El peligro y la oscuridad son interminables.

Muchos me preguntan por qué lo hago. ¿Por quéarriesgo la vida todos los días? Yo les respondo quenadie se hace millonario haciendo lo que hago. Yo lohago porque no quiero que mis hijos tengan que ser mi-neros como yo. Yo lo hago para que ellos puedan tenerla educación que yo nunca tuve. Yo lo hago para darlesa mis hijos las oportunidades que yo nunca tuve.

Muchas personas creen que yo paso todo el día bus-cando oro, pero no es así. En realidad yo no busco oro.Busco una vida mejor para mi esposa y mis hijos.

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No siempre he sido minero. Hace veinte años eraun agricultor que cultivaba frijoles, maíz, col yají. También tenía animales. Tenía cuyes,gallinas, una vaca y dos cerdos que sellamaban Pepe y Pepita. Tenía algu-nos terrenos pequeños y una casahumilde en el valle.

Mi vida era simple y máso menos cómoda. Yo vivíacomo siempre quise vivir.Vivía como vivieron mispadres y mis abuelos.Sin embargo, un día,por cosas que estabanfuera de mi control,mi vida cambió parasiempre. Me llamoJosé Alberto Cam-pos, y ésta es mi his-toria.

*****Mi historia em-

pieza cuando teníadieciséis años. Era unjoven típico, impresio-nable y lleno de ener-gía. No podía dejar depensar en las chicas.

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Un día cuando estaba en el mercado del pueblo, via una mujer bonita. En un instante me di cuenta de quedesde ese momento mi vida nunca sería igual.

Yo la vi un día mientras vendía mis cosechas en elmercado. Ella era la mujer más linda que había visto enmi vida. Tenía pelo castaño, ojos cafés, piel de crema ychocolate y una sonrisa que se parecía a la de un ángel.Apenas la vi y supe que la amaba. Fue un amor a pri-mera vista. Sin embargo, ni siquiera sabía su nombrey además, yo era sumamente tímido. ¡Qué terrible!

Yo tenía que hacer un plan para conocerla. No fuefácil. Tenía tanto miedo de hablarle. Lo conversé conmi mejor amigo, Ignacio. Ignacio era mi mejor amigodesde que éramos niños. Su padre era amigo de mipadre.

Desafortunadamente, nuestros padres murieron enuna tragedia en la costa. Una montaña se cayó despuésde unas lluvias torrenciales y todos ellos murieron de-bajo del lodo.

De repente Ignacio y yo nos quedamos huérfanos.Ninguno de los dos teníamos más familia. Como Igna-cio no tenía casa propia se vino a vivir conmigo. Él eracomo mi hermano.

Los años pasaron. Ignacio y yo siempre hacíamosdeportes. Siempre hablábamos de todo: chicas, trabajo,problemas de la vida…

me di cuenta I realizedni siquiera sabía I didn’t even

know

nos quedamos huérfanos we be-came orphans

Ignacio y yo nos llevábamos tan bien porque éra-mos opuestos en muchos aspectos. Él era abierto y po-pular. Yo era más tímido. Él sabía hablar con las chicasmuy suavemente.

Yo tenía vergüenza de hablar con las chicas. A él legustaba cantar y bailar en las fiestas. Yo era más reser-vado. En las fiestas yo comía muchas papitas fritas yno bailaba nada. Sin embargo, lo que teníamos más encomún era nuestro amor por el trabajo duro y los de-portes. Siempre jugábamos fútbol en la cancha de nues-tro pueblo. También jugábamos EcuaVolley.

El EcuaVolley es una forma de voleibol que sejuega en el Ecuador con un balón de fútbol y una redmuy alta. Ésos son los deportes más populares en elEcuador. Ignacio y yo jugábamos muy bien.

Pero, volviendo a la chica hermosa, después deverla en el mercado, le dije a Ignacio:

—¡Ay, caramba! ¡Qué chica más linda! ¡Llama alos bomberos que me estoy quemando!

—Pues, sí. Ella es bonita pero no te hagas ilusio-

nes. Yo la conozco. Ella viene de una familia de la clasealta. No va a hablar con un campesino como tú. Losiento pero ella está fuera de tu alcance —respondióIgnacio.

—¡¿Qué me importa su clase social?! Tengo queconocerla, pero necesitaré tu ayuda. Yo no sé hablar con

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no te hagas ilusiones (I defer forbest translation)

fuera de tu alcance out of yourreach

las chicas. Tú ya has tenido dos novias y yo no he te-nido ninguna. ¿Me ayudarás o no? —le respondí, convoz desesperada.

—Claro que te ayudaré. Tú eres mi mejor amigo.Pero te estoy diciendo que ella está fuera de tu alcance.

Esa noche, al regresar a la casa, hicimos un planpara conocer a Emilia.

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