capítulo iii el currículum oculto de la educación en derechos humanos (reparado)

23
Benemérito Instituto Normal del Estado Gral. Juan Crisóstomo Bonilla” Licenciatura en Educación Primaria 2014- 2015 Este capítulo se enfoca sobre los derechos, las cuales se aprenden a través del curriculum oculto, que hace la referencia sobre las actividades que per imiten desarrollar los alumnos; El docente debe tomar conciencia de que no sólo se educa, en especial en derechos humanos, desde los mensajes intencionados y explícitos, sino también desde los mensajes implícitos. El currículum oculto hace referencia a “todos aquellos conocimientos, destrezas, actitudes y valores que se adquieren mediante la participación en procesos de enseñanza y aprendizaje y en general de todas las interacciones que se suceden día a día en las aulas e instituciones educativas. Estas adquisiciones, sin embargo nunca llegan a explicitarse como metas educativas a lograr de una manera intencional ”. Existe, por así decir, una realidad que se esconde y se vuelve invisible, pero que opera, que norma, orienta, moldea el saber, sentir, y hacer de los estudiantes. El currículum oculto es parte integral de la cultura escolar; en la institución educativa existe una rica y dinámica vida que con gura una

Upload: rossy-juarez

Post on 14-Sep-2015

8 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Capítulo III El Currículum Oculto de La Educación en Derechos Humanos

TRANSCRIPT

Benemrito Instituto Normal del Estado Gral. Juan Crisstomo Bonilla Licenciatura en Educacin Primaria 2014-2015Este captulo se enfoca sobre los derechos, las cuales se aprenden a travs del curriculum oculto, que hace la referencia sobre las actividades que per imiten desarrollar los alumnos; El docente debe tomar conciencia de que no slo se educa, en especial en derechos humanos, desde los mensajes intencionados y explcitos, sino tambin desde los mensajes implcitos.El currculum oculto hace referencia a todos aquellos conocimientos, destrezas, actitudes y valores que se adquieren mediante la participacin en procesos de enseanza y aprendizaje y en general de todas las interacciones que se suceden da a da en las aulas e instituciones educativas. Estas adquisiciones, sin embargo nunca llegan a explicitarse como metas educativas a lograr de una manera intencional. Existe, por as decir, una realidad que se esconde y se vuelve invisible, pero que opera, que norma, orienta, moldea el saber, sentir, y hacer de los estudiantes. El currculum oculto es parte integral de la cultura escolar; en la institucin educativa existe una rica y dinmica vida que congura una cultura con su propia ideologa a veces explcita y otras ve- ces implcita que conforma una identidad institucional, que congura un ethos, que ordena tiempos y espacios, que distribuye el poder, establece las jerarquas, regula la disciplina escolar, determina las maneras de tomar decisiones, crea un clima escolar. La cultura identitaria de la institucin escolar no es neutra. Por denicin es socializadora, de suerte que de manera consciente y en muchos casos inconscientemente, hace visible o niega determinados conocimientos, abre o cierra puertas, refuerza algunas actitudes y otras las inhibe, entrega mensajes sobre valores, predispone ciertos comportamientos, rea rma determinadas con- ductas. Se podra sostener que es en la cultura escolar vista como una red compleja de mensajes implcitos e interrelaciones sociales donde se construye el currculum real de la institucin educativa. Una cultura escolar inspirada en los derechos humanos es constructora de un sujeto de derechos y responsabilidades. Es una cultura reconocedora y promotora de la diversidad y moralmente pluralista; es una cultura que no reduce al Otro a lo Mismo. Es de suma importancia que el educador en derechos humanos tome conciencia que desde una variedad muy grande y signi cativa de instancias que caracterizan a la institucin escolar, los estudiantes reciben mensajes formativos relacionados con los derechos humanos. Es- tos mensajes estn infundidos, muchas veces de manera inconsciente o implcita como por ejemplo en las formas de trabajo dentro del aula, los tipos de evaluacin que se realizan, el ambiente que se crea del aula y la misma escuela. en cada uno de estos mbitos en que se ex- presa la cultura escolar hay mensajes formadores y en ocasiones tambin deformadores del sujeto de derechos. Dicho de otra manera, desde cada uno de estos espacios que de nen la cultura escolar el estudiante recibe, muchas veces de manera encubierta, mensajes relacionados con los derechos humanos. Convivencia escolar reguladora de la cultura escolar Es en este mbito donde se hace viable una serie de actitudes, valores y comportamientos relacionados es- pecialmente con la tolerancia, la no-discriminacin, la aceptacin de la diversidad cultural y social, el reconoci- miento de la intersubjetividad y la alteridad.

No es del todo inusual constatar que la disciplina escolar se construye sobre la base del ejercicio de un poder muchas veces apoyado en el miedo y la sancin, en que no se da cabida a la libre expresin de ideas, la libertad de conciencia, la tolerancia, el dilogo y la concertacin de voluntades, el derecho a opinar y la cons- truccin colectiva de los cuerpos normativos y reglamen- tos disciplinarios; todo lo cual no favorece la formacin de un sujeto de derecho y responsabilidades. Ms an, desarrollar una cultura autoritaria que entra en abierta contradiccin con un discurso democrtico, introduce un elemento distorsionador en la convivencia y produce ambigedades que en nada favorecen la formacin de personas defensoras, en sus actitudes y comportamientos, de los derechos humanos. La disciplina escolar va acompaada de un cuerpo normativo, que de una u otra manera representa el ideario del proyecto educativo institucional, su misin y su visin, y la concepcin de persona y sociedad que sustenta. En la perspectiva de la educacin en derechos humanos este cuerpo normativo, que se traduce por lo general en un reglamento de convivencia escolar, se funda y tiene una marcada y debida consideracin de los principios que orientan los derechos humanos. Todo reglamento que de una u otra forma contenga expresiones peyorativas y que menoscaban la dignidad de los estudiantes, profeso- res y personal no docente, es contraria a los principios que orientan la educacin en derechos humanos. Las normas debieran, explcitamente y en un lenguaje claro e inequvoco, expresar que todos tienen el derecho a recibir un trato digno, respetuoso, no discriminatorio, exento de expresiones despectivas y amenazadoras. De igual forma, un reglamento construido en la perspectiva de los derechos humanos es aquel que se funda en la equidad de los derechos, en la igualdad de oportunidades, sin discriminaciones o privilegios injusti cados a ciertos grupos sobre otros. Con frecuencia, en los reglamentos se indica como objetivo el lograr la autonoma de los estudiantes y, a la vez, se incluyen normas y procedimientos que estn basados exclusivamente en el control externo del compor- tamiento, lo cual presenta una contradiccin. Es difcil esperar que nios, nias o jvenes que han sido educa- dos en funcin del control externo o del cumplimiento irrestricto de las normas, puedan ser capaces de dar una negativa ante propuestas basadas en lo que todos hacen o de desarrollar actitudes positivas frente a las restricciones que se les presentarn en su vida futura. Desarrollar la autodisciplina a lo largo de los aos que cubre el sistema escolar es una meta de la educacin en derechos humanos, porque las personas capaces de actuar en funcin del reconocimiento del Otro u Otra, en la tolerancia y la no-discriminacin, en el respeto y aceptacin de la diversidad social y cultural, ms que por las posibles sanciones que recibir, van creciendo en derechos y se van haciendo personas autnomas en la solidaridad con otros. Un componente constitutivo de una disciplina escolar que tiene sus races en los derechos humanos es el de la participacin, que se expresa especialmente en el com- promiso con el grupo de pares, con las actividades del curso y la comunidad escolar aportando creativamente ideas, opinin y trabajo en el logro de objetivos comunes. Participar es asumir y responder por los compromisos que libremente se han contrado. Participar es responsabilizarse por las normas y las decisiones que resultan del dilogo, la argumentacin racional y la comprensin cabal de su sentido. Asimismo, los reglamentos debieran promover la participacin amplia de los padres, proponiendo un espacio de interaccin donde ellos puedan opinar sobre la accin educativa del establecimiento, con el n de que se sientan parte de la comunidad escolar y colabo- ren con el objetivo y las metas que se ha propuesto la institucin educativa. En esta misma lnea, la disciplina escolar y su re- glamento estimulan las conductas que apuntan al res- peto a la dignidad de las personas y sus derechos. Con frecuencia ocurre algo diferente, se seala con detalle y se insiste en aquello que no est permitido, pero se prescinde de indicar lo que es considerado como ideal. En consecuencia, un reglamento que incentiva el respe- to a los derechos humanos procura que los estudiantes, por propia decisin, pre eran las conductas socialmente deseadas a aquellas que son rechazadas por los pares o por quienes comparten el espacio social en una comu- nidad educativa. Finalmente, la disciplina escolar fundada e inspirada en los principios de la educacin en derechos humanos se construye en la prctica escolar cotidiana, de suerte que ofrece a los estudiantes oportunidades para ejercer sus derechos y asumir sus responsabilidades en el mbito 76escolar. As por ejemplo, el reglamento escolar da espacio para resolver los con ictos pac camente, permite y es- timula que los estudiantes puedan explicar sus actitudes y comportamientos, admite razones que hablan en su favor, es decir, da margen a los estudiantes a defender y exigir sus derechos, a ser escuchados ante una presunta falta y a que sus argumentos sean considerados. En el fondo, se trata de buscar que cada circunstancia escolar sea un espacio de aprendizaje, una experiencia de vida que ayude a la formacin del sujeto de derechos.Criterios para seleccionar y transferir el conocimiento curricular como componente del currculum oculto En el captulo anterior sealamos que en el proceso de seleccin y transferencia del conocimiento curricular se determinan el tipo de informacin, los sistemas de len- guaje, de smbolos y signi cados que se intenta que los estudiantes adquieran. Se determinan las habilidades, destrezas y competencias que se piensa que los alumnos y alumnas deben lograr. Ms an, se sugieren actitudes y valores que se espera que los estudiantes desarrollen y asimilen. Por ende, se pre gura el tipo de hombre y de mujer que se desea formar. Dicho de otra manera, se ejerce un tipo de poder que se pone de mani esto, por ejemplo, cuando algunos contenidos y asignaturas reciben un mayor estatus o legitimidad que otras, mayor tiempo, recursos, obligatoriedad. El slo hecho de negar en el currculum la existencia del saber cotidiano, el saber de la identidad cultural pro-77pia, el saber popular, el saber de la socializacin, re eja una actitud discriminatoria y de inequidad. Se aduce que estos saberes no tienen cabida en la escuela ya que son saberes primarios, conocimientos intrascendentes. Existe un prejuicio muy enraizado en la racionalidad po- sitivista sobre la cual se elabora el currculum que sostiene que estos saberes son fragmentos dispersos, arre- glos pintorescos, productos rsticos reunidos al azar y sin el rigor de la lgica cient ca que sent el orden y las diferencias de la cultura erudita. Sin lugar a dudas, la postura etnocntrica que ha caracterizado histricamente las decisiones curriculares est entregando mensajes y seales referidos a los derechos humanos. Esta postura se ha sostenido en el supuesto de que es necesario hacer imperar un modelo nacional unitario igualitario adscrito a la cultura dominante. Esta actitud ha llevado consigo el inicio de un proceso de aculturacin compulsiva de todos aquellos pueblos y grupos socioculturales diferentes al grupo hegemnico. En este sentido se est violando un derecho fundamental: el de la autodeterminacin cultural. En esta posicin los nios, nias y jvenes indge- nas, por ejemplo, se han visto ante una institucin que pretende educarlos pero que utiliza un currculum que niega su propia existencia y la de los conocimientos y saberes que han aprendido de sus mayores a travs del tiempo. Para muchos indgenas, la educacin supone aun un forzado desaprendizaje de su propia cultura y un abandono, parcial si no total, de su lengua mater-78na, antes que un enriquecimiento cultural producto de la comparacin y la confrontacin de puntos de vista, visiones del mundo y formas de expresin distintas. Se podra sostener, sin riesgo a equivocarse, que la educacin homogeneizante ha contribuido a un virtual empobre- cimiento cognitivo, cultural y simblico de los pueblos indgenas, formando algunas generaciones de indgenas alienados e identi cados ms bien con lo ajeno que con lo propio, que pueden incluso mostrarse intolerantes con los suyos. En este proceder se estn violando derechos fundamentales En esta misma lnea homogeneizante se emplean los mismos mtodos de enseanza con todos los estudiantes, sin considerar sus orgenes culturales, tnicos, lingsticos, estilos de vida, de gnero y de nivel social, sus ritmos de aprendizaje personales, etctera. Pareciera que existe un completo desconocimiento del hecho, comprobado en las investigaciones, de que la diversidad cultural in uye en el aprendizaje. No todos los estudiantes poseen las mismas formas de aprender. Por consiguiente, estas diferencias debieran repercutir necesariamente en la pedagoga, en las formas de motivar a los estudiantes a que aprendan a ser crticos y en crear condiciones diversas de aprendizaje. Los estudios han demostrado que hay estudiantes que tienen estilos de aprendizaje ms analticos que otros u otras que poseen estilos sintticos; que nios y nias procedentes de sectores pobres poseen cdigos lingsti- cos restringidos, mientras que nios y nias de sectores medios y altos tienen cdigos elaborados; que nios y 79nias indgenas trabajan de manera ms colaborativa que estudiantes urbanos. Una pedagoga no discriminatoria debiera respetar estas diferencias cognitivas y aceptar la diversidad como elemento enriquecedor en el proceso enseanza-aprendizaje. La cultura y el ambiente escolar en el currculumTal como ya se ha sealado, los derechos humanos se encuentran plenamente incorporados a los planes y pro- gramas de la educacin primaria y secundaria en la asignatura de Formacin Cvica y tica. Al respecto, se asume un enfoque integral que demanda de la escuela y de los docentes el desarrollo de una experiencia global de aprendizaje que involucre la intervencin de cuatro mbitos de formacin: el ambiente escolar, la vida coti- diana del alumnado, la asignatura y el trabajo transversal con el conjunto de asignaturas. Los dos primeros mbitos apuntan precisamente a lo que en este captulo hemos denominado el currculum oculto de la escuela. Ambiente escolar En el Acuerdo nmero 438, mediante el cual se estable- cen el plan y los programas de estudio para la educacin primaria se seala textualmente:El ambiente escolar es el mbito de aprendizaje, for- macin y convivencia ubicado en el espacio material y 80organizativo de la escuela. Est constituido por las dis- tintas maneras de interaccin entre docentes, directivos, alumnos, padres de familia y personal de la escuela. Se conforma por los valores, las normas, las formas de con- vivencia y de trabajo que stos practican cotidianamente, as como en la forma en que se resuelven los con ictos, se comparten los espacios comunes, y en el trato que se da a nias, nios y a los adultos de la escuela. [] Asimismo expresa las relaciones que se establecen entre sus integrantes. Estas caractersticas in uyen en los lo- gros acadmicos y formativos de los alumnos y en el estado de nimo de la comunidad escolar. [] Por lo anterior, el ambiente escolar tiene un impacto formativo que puede aprovecharse para promover prcticas y for- mas de convivencia donde se expresen y se vivan valores y actitudes orientadas al respeto de la dignidad de las personas y la convivencia democrtica.En esta resea al ambiente escolar, se hace referencia explcita a aspectos directamente relacionados con los derechos humanos como la dignidad humana; el de- recho a la diversidad social y cultural; el derecho a la participacin. El respeto a la dignidad de las personas.Implica reconocer el valor de cada persona como nica e irrepetible. Como condicin favorable para la forma- cin cvica y tica de los alumnos consiste en promover que nias y nios aprecien sus cualidades, capacidades y potencialidades y se reconozcan como personas con dere-81chos. En la escuela, esta caracterstica se expresa cuando los alumnos reciben el mismo trato, sin importar su sexo, color de piel, apariencia fsica, condicin social o de salud, forma de ser, pertenencia a alguna religin o grupo tnico. La resolucin de con ictos y la negociacin de intereses personales y comunitarios.La experiencia escolar se desarrolla en un contexto de diversidad. La condicin social y el origen tnico de los alumnos, su gnero y la cercana de sus conocimientos familiares y comunitarios, estn presentes en su identi- dad personal. [] La resolucin creativa de con ictos requiere de experiencias que brinden a los alumnos la oportunidad de reconocer que todas las personas son iguales en dignidad a la vez que diferentes en caracte- rsticas y circunstancias. La equidad, la inclusin y la integracin educativa.La escuela es una institucin en la que coinciden ni- as, nios y adultos de diferentes lugares y culturas, con diferentes saberes, tradiciones, formas de interpretar el mundo y de relacionarse. Este ambiente de diversidad debe ser aprovechado para la formacin de los alumnos al propiciar la inclusin y el aprecio por personas de diferentes culturas y que hablan otra lengua o tienen necesidades educativas especiales. La participacin.La participacin de las nias y los nios es un derecho que los prepara para el ejercicio de su ciudadana y para la vida democrtica. En la escuela, la participacin de los alumnos consiste en la posibilidad de que tomen parte en decisiones y acciones que les afectan como integrantes de la comunidad escolar. Implica, adems, el desarrollo de su capacidad para dialogar con quienes comparten situaciones y problemas para encontrar una opcin que convenga a todos. La existencia de normas claras y construidas de manera democrtica.Las normas regulan la convivencia diaria, establecen vn- culos entre los derechos y las responsabilidades y delimi- tan el ejercicio del poder y la autoridad. En la escuela, la aplicacin de las reglas y normas suele ser una atribu- cin exclusiva de los docentes y el director, con lo cual se deja fuera la oportunidad de involucrar a los alumnos en la comprensin de su sentido y el establecimiento de compromisos con las mismas []. Si las normas se elaboran de manera participativa con los alumnos, e in- cluso con sus familias, se convierten en un compromiso compartido y se incrementan las posibilidades de que sean respetadas. Lo anterior sienta las bases de la ciudadana y el compromiso solidario, pues las normas establecen lmites necesarios para la vida social.83Se podra agregar al respecto que los derechos humanos constituyen cuerpos normativos ticos generados demo- crticamente por la comunidad internacional.La vida cotidiana del alumnado Ahora bien, el segundo mbito, el de la vida cotidiana del alumnado, sin duda tiene relacin con el currculum oculto y la educacin en derechos humanos, dado que es aqu donde los estudiantes se enfrentan con situaciones en las que se hacen vigentes o se conculcan sus derechos y los de los dems. En el Acuerdo nmero 438 se acota que:Las experiencias cotidianas de los alumnos sintetizan par- te de su historia individual y colectiva, sus costumbres y los valores en los que se han formado como perso- nas. Los alumnos han constituido una forma de ser, una identidad individual y colectiva, a partir de la condicin social y econmica de su familia de procedencia. Esta identidad es construida en una situacin cultural en la cual el entorno natural y social enmarca las posibilidades de trabajo, convivencia, colaboracin entre las personas, acceso a la cultura y a la actividad poltica. Actualmen- te se reconoce que la escuela forma parte del contexto cultural y es fuertemente in uida por el mismo. Una escuela abierta a la comunidad obtiene grandes apoyos del entorno al establecer relaciones de colaboracin con otros grupos e instituciones de la localidad: autoridades, organizaciones ciudadanas y productivas.84Adems se mencionan algunos aspectos muy relevantes para la vinculacin entre el currculum oculto y la edu- cacin en derechos humanos al que estamos apuntando. Se seala que las relaciones entre la escuela, las familias y la comunidad pueden organizarse, entre otros, en torno a los aspectos siguientes: Derechos y responsabilidades en el hogar, en la comunidad y en el pas.Las acciones de la vida cotidiana se constituyen en h- bitos por su realizacin constante, por este motivo se convierten en normas de gran arraigo. Es importante que los alumnos conozcan y ejerzan sus derechos a la par de sus responsabilidades. Que comprendan que las normas son principios que regulan la convivencia en su hogar, en la comunidad, en la escuela y en el pas, al tiempo que limitan el poder de quienes ejercen la auto- ridad para que no se cometan abusos. En este caso, la tarea de docentes y directores de escuela es comprender las normas que orientan los derechos y responsabilidades de los alumnos en su comunidad a n de propiciar un intercambio productivo entre stas y las que se promue- ven en la escuela. Respeto y valoracin de la diversidad, participacin y resolucin de con ictos.Los diferentes contextos familiares y comunitarios en que viven los alumnos promueven formas espec cas de comportamiento de nias y nios. En estos contextos 85construyen su identidad, aprenden a hacer uso de la palabra, a convivir con los otros, a resolver los con- ictos, a respetar la naturaleza y apreciar o rechazar la diversidad. Estos signi cados son factores potenciales para el aprendizaje. La discusin y anlisis de contextos fami- liares y comunitarios pueden contribuir a identi car los criterios que se ponen en juego en las relaciones y ac- ciones que se realizan en la familia y la comunidad, a n de que se reconozcan prcticas que favorecen u obstaculizan el respeto, la solidaridad, la honestidad y la igualdad en estos espacios. La responsabilidad de docentes y directivos, as co- mo la de padres de familia, autoridades y organizaciones de la comunidad, es comprender el valor de formar a los alumnos en el aprecio a la diversidad social y cultural para la equidad de gnero, etnia, cultura, condiciones de vida, para la tolerancia, el dilogo entre quienes son diferentes y el rechazo a la solucin violenta de las diferencias y los conictos.Ahora bien, en el Programa de la Educacin Secunda- ria tambin se considera al medio ambiente como un espacio que brinda la oportunidad de dar sentido y validez a comportamientos que enriquecen el ejercicio de la democracia como forma de vida. Comprende aspectos de la convivencia, la organizacin, las normas y las regulaciones que caracterizan la experiencia escolar cotidiana. Se puntualiza que la formacin cvica y tica es una empresa colectiva que demanda la convergencia