camara reflexion

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La cámara de reflexión Todos los aquí reunidos fuimos alguna vez profanos. Profano viene del latín profanus, voz compuesta de pro (delante) y de fanum (templo). Se trata de aquellos que están delante o fuera del templo. Nosotros sin embargo hemos decidido iniciarnos en el camino de la masonería y hemos transitado por una ceremonia de iniciación. El profano que solicita ser admitido en la masonería comienza esta ceremonia ingresando a la llamada cámara de reflexión; a ella me referiré en estas páginas. La cámara de reflexión es muy rica en su simbolismo y estos símbolos nos invitan a la reflexión sobre el camino que se está por comenzar. Se trata de un pequeño cuarto o bóveda oscura, con las paredes pintadas de negro. Contiene en su interior una serie de elementos simbólicos que detallaré. Hay inscripciones en las paredes que buscan probar la voluntad y dar energía a quien se inicia, algunas de las más usuales son: “Conócete a ti mismo.” “Si te trae aquí la mera curiosidad, vete.” “Si te crees capaz de fingir ¡Tiembla! Pues se te conocerá.” “Ama a los buenos, compadécete de los malos y ayúdalos, huye de los embusteros y no oigas a nadie.” “Si tienes apego a las distinciones humanas ¡sal! Que aquí no se conocen.” “Lee y aprovecha, mira e imita, reflexiona y trabaja, trata de ser útil a tu hermanos y trabajarás para ti mismo.” “No juzgues livianamente las acciones de los hombres, elogia poco, adula menos. Jamás censures ni critiques.” “Naciste para morir.” Entre las inscripciones se ve una banderola con las palabras Vigilancia Perseverancia” y la imagen de un gallo. Se trata de remarcarle al profano que debe estar atento y vigilante a los símbolos y que solo mediante la perseverancia alcanzará la sabiduría. El gallo también es un símbolo de la vigilancia, y se

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Page 1: Camara Reflexion

La cámara de reflexión

Todos los aquí reunidos fuimos alguna vez profanos. Profano viene del latín profanus, voz compuesta de pro (delante) y de fanum (templo). Se trata de aquellos que están delante o fuera del templo.

Nosotros sin embargo hemos decidido iniciarnos en el camino de la masonería y hemos transitado por una ceremonia de iniciación. El profano que solicita ser admitido en la masonería comienza esta ceremonia ingresando a la llamada cámara de reflexión; a ella me referiré en estas páginas.

La cámara de reflexión es muy rica en su simbolismo y estos símbolos nos invitan a la reflexión sobre el camino que se está por comenzar. Se trata de un pequeño cuarto o bóveda oscura, con las paredes pintadas de negro. Contiene en su interior una serie de elementos simbólicos que detallaré.

Hay inscripciones en las paredes que buscan probar la voluntad y dar energía a quien se inicia, algunas de las más usuales son:

“Conócete a ti mismo.” “Si te trae aquí la mera curiosidad, vete.” “Si te crees capaz de fingir ¡Tiembla! Pues se te conocerá.” “Ama a los buenos, compadécete de los malos y ayúdalos, huye de los embusteros y no

oigas a nadie.” “Si tienes apego a las distinciones humanas ¡sal! Que aquí no se conocen.” “Lee y aprovecha, mira e imita, reflexiona y trabaja, trata de ser útil a tu hermanos y

trabajarás para ti mismo.” “No juzgues livianamente las acciones de los hombres, elogia poco, adula menos. Jamás

censures ni critiques.” “Naciste para morir.”

Entre las inscripciones se ve una banderola con las palabras “Vigilancia Perseverancia” y la imagen de un gallo. Se trata de remarcarle al profano que debe estar atento y vigilante a los símbolos y que solo mediante la perseverancia alcanzará la sabiduría. El gallo también es un símbolo de la vigilancia, y se relaciona con la luz de la sabiduría ya que es el animal solar por excelencia que se despierta siempre cuando sale el sol.

Viaje al interior de la tierra

En primer lugar resalta la fórmula alquímica y hermética V.I.T.R.I.O.L. que hace alusión a la frase latina Visita Interiora Terrea, Rectificando Invenies Occultum Lapidem es decir “visita el interior de la tierra: rectificando encontrarás la piedra escondida”. Se trata de hacer un viaje a las profundidades de la tierra adonde van los muertos para su descanso eterno y rectificando tu punto de vista y dejando de lado los prejuicios y vicios encontrarás la piedra oculta, que es la verdadera sabiduría.

Page 2: Camara Reflexion

Dentro de la cámara se observan sobre un taburete una serie de elementos simbólicos que hacen alusión a la muerte, como un cráneo, huesos humanos y la lápida del profano, que muere ese día. También se observa un reloj de arena. Todos estos elementos ayudan a reflexionar al iniciando sobre lo efímero de la vida y sobre el comienzo de una nueva etapa, definitiva.

La cámara de reflexión como cuarto oscuro simboliza un viaje al centro de la tierra. Pero bajo tierra también es desde donde surge la vida, donde están ocultas las fuerzas de la vida. Nacimos para morir, y necesitamos morir para volver a nacer.

Este viaje iniciático al interior de la tierra o a los infiernos es propio de los mitos de muchas civilizaciones antiguas. Quizás el más antiguo sea el de la diosa sumeria Inanna quien descendió al interior de la tierra en busca del grano de trigo. A este mito lo volvemos a encontrar en la antigua Grecia en los misterios de Eleusis, la celebración del regreso de Perséfone, la hija de Deméter la diosa de la vida y la fertilidad, cuyo renacimiento es símbolo del renacimiento de toda la vida vegetal que se da en la primavera.

En la cámara de reflexión también encontramos granos de trigo que simbolizan al profano que va a dejar de ser semilla para transformarse en planta, en masón. Va a crecer desde la oscuridad de la tierra hacia la luz.

Dice Aldo Lavagnini en su manual del aprendiz:

“Así como la semilla, para poder germinar y producir la planta, debe ser echada en el suelo, en donde muere como semilla, mientras el germen de la planta futura empieza a crecer, así también el hombre, para manifestar las posibilidades espirituales que se encuentran en él en estado latente, de aprender a concentrarse en el silencio del alma, asilándose de todas las influencias exteriores, y morir para sus defectos e imperfecciones a fin de que el germen de la Vida Nueva puede crecer y manifestarse”

Pan y agua

En la cámara hay pan y agua. El pan está como símbolo de que todo cambia y se transmuta. La sustancia se fluye constantemente. El trigo muere y se hace pan.

Hay también un vaso de agua. El agua es vida, es factor de crecimiento. Tales de Mileto decía, ya en el siglo V antes de Cristo, que el agua era el principio vital de la naturaleza. Nuestro cuerpo también está hecho en un 70% de agua. El agua en cuanto elemento húmedo es la base de la vida.

Pan y agua además nos hacen pensar en la vida sobria y sencilla que debe tener el iniciado, lejos de los lujos y superficialidades mundanas.

Azufre, sal y mercurio

Page 3: Camara Reflexion

Hay tres vasijas con azufre y mercurio y sal. Quizás estos tres elementos sean los símbolos menos intuibles para el profano. Estos símbolos alquímicos tienen su explicación

El azufre es la energía activa el principio creador y la electricidad vital que producen y animan todo crecimiento, expansión, independencia e irradiación.

La sal es el principio atractivo que constituye el magnetismo vital, la fuerza conservadora y fecunda que inclina a la estabilidad y produce toda maduración, la capacidad asimilativa que tiende hacia la cristalización, el principio de resistencia y la reacción centrípeta que se opone a la acción activa de la fuerza centrífuga. Significa la unión por cuanto mezclada con el agua se funde en ella. Simboliza la incorruptibilidad y la purificación, por su cualidad para conservar los alimentos y por ser fisiológicamente necesaria en la comida.

El azufre nos impulsa hacia arriba y adelante, nos anima y nos ahínca en todos nuestros pasos, nos da el ardor, la iniciativa, el espíritu de conquista, la voluntad y capacidad de satisfacer nuestros deseos y conseguir el objeto de nuestras aspiraciones; pero también nos da la inquietud, la inconstancia y el amor de los cambios y novedades, la impulsividad que nos inclina hacia acciones inconsideradas.

En cambio la sal es el elemento “que nos refrena y desalienta; nos hace recoger en nosotros mismos, nos da el temor y la reflexión, nos hace abrazar y establecer igualmente en el error y en la verdad, en los hábitos viciosos y virtuosos; nos hace fieles y perseverantes, firmes en nuestra voluntad y tenaces en nuestros esfuerzos; nos da la capacidad de atraer aquello para lo cual estamos interiormente sintonizados con nuestros deseos, pensamientos, convicciones y aspiraciones. Nos da la desilusión y el discernimiento, nos aleja de los cambios y de toda acción irreflexiva, pero también de todo progreso, esfuerzo y superación”.(Aldo Lavagnini)

La acción e interacción de estos dos elementos produce en nosotros el mercurio vital o principio de la inteligencia y sabiduría. El pensamiento nace de la relación entre lo activo y lo pasivo, el amor y el odio, la atracción y la repulsión, el deseo y el temor.

Esto que está en rojo continua la línea de exposición sobre azufre, mercurio y sal (no sé si ponerlo para que no se haga tan extenso)

En el hinduismo las gunas son los tres componentes del universo. Son tres: Tamas, Rayas y Sattva. Una leyenda tradicional hindú dice que las tres gunas son como tres ladrones que asaltan a un hombre en el bosque. Tamas (la ignorancia) quiere matarlo, Rayas convence a Tamas para que lo dejen atado. Sattva aparece al cabo de un tiempo y desata al hombre, lo guía por el bosque, le enseña el camino de vuelta a su casa, y seguidamente se marcha, pues Sattva teme que Dios lo reprenda.

Tamas desea destruir al hombre, Rayas lo ata al mundo (y sus cosas materiales e ilusorias), robándole las espirituales, mientras que Sattva le indica el camino hacia la libertad y liberación. Tamas es superado por Rayas y esta por Sattva, para que también esta, finalmente, sea superada para alcanzar la libertad total, pues Dios está por encima de las tres gunas.

Page 4: Camara Reflexion

El testamento

Quien se inicia debe hacer un testamento. Un testamento no para la muerte sino para la nueva vida que inicia. En el testamento. Se le pide que teste o reconozca por escrito sus deberes, en tres dimensiones. La relación de él con el ser supremo creador del universo ¿Cuáles son vuestros deberes hacia Dios?, sus deberes consigo mismo ¿Cuáles son vuestros deberes consigo mismo?. Finalmente se le pregunta sobre sus deberes con sus semejantes.

El profano ya ha descendido al fondo de la tierra, ha reflexionado sobre sí mismo, sobre la vida y sobre la muerte. Comienza a levantar el velo de la iniciación. Acaba de nacer, ya es un neófito.

Delante suyo se abren las puertas del Templo.

Referencias

Diccionario AKAL de Francmasonería

Lavagnini, Aldo “Manual del Aprendiz”. Editorial Sin Fronteras

Wirth, Oswald “El libro del aprendiz”. Editorial Sin Fronteras