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    1/102

    cu dernos

    de rquitectur

    mesoamer cana

    nmero

    8

    septiembre

    98

    UNA

    DIVISIN

    DE

    ESTUDIOS

    DE

    POSGR DO F CULT D

    DE

    RQUITECTUR

  • 5/19/2018 cam08_reducido.pdf

    2/102

    cuader

    nos

    de arquitectu

    ra

    mesoamericana

    DIVISIN DE ESTUDIOS DE POSGRADO

    FACULTAD DE ARQUITECTURA, UNAM

    Editor: Paul Gendrop

    Consejo editorial:

    Jess Aguirre Crdenas

    Alberto Amador Sellerier

    George F. Andrews

    Alfredo Barrera Rubio

    Marvin Cohodas

    Beatriz de

    la

    Fuente

    H. Stanley

    Lo

    en

    Horst Hartung

    Miguel Len Portilla

    Jaime Litvak King

    Karl Herbert Mayer

    Mary E. Miller

    Ernesto Velasco Len

    Redaccin y di

    seo grfico:

    Paul Gendrop, Gerardo Ramirez, Juan Anto

    nio Siller Alejandro Villalobos P .

    Impresin: Offset Comercial Policromo, S.A.

    Mdicos N

    23,

    Col. Sifn CP .

    09400,

    Mxico,

    D.F.

    Tiraje:

    3000

    ejemplares

    Distribucin:

    En las oficinas de la Facultad de Arquitectura y

    en las libreras dependientes del Fomento Edi

    torial de

    la

    UNAM) y en las librerlas depen

    dientes

    de

    la Distribuidora

    de

    Libros

    de la

    UNAM Cen

    tro

    Comercial

    C.

    U. , Centro Cul

    tural Universitario C.U., Librerlas Insurgen

    tes, Minerla y otras), en las librerlas del INAH

    Crdoba 45, El Carmen, Aeropuerto, Tep

    ot

    zotln, y en los Centros Regionales di: O

    ax

    aca ,

    de Mrida y de Campeche), en las Escuelas de

    Arquitectura de Mrida y Guanajuato, en la

    Casa de la Cultura

    de

    Aguascalientes.

    Precio del ejemplar:

    1200

    pesos M .N.

    Ejemplar atrasado

    1200

    pesos

    4.

    00 U.S.

    dollars.

    2000

    pesos

    M.N.

    en

    la

    Repblica.

    Con porte

    pagado por

    vla

    de

    superficie:

    1100

    pesos M.N. en la Repblica.

    Notas :

    Los artculos debern

    ser

    redactados en espa

    i\ol acompai\ados de un breve resumen en

    ingls, o bien en ingls con resumen en espai\ol.

    Sern dirigidos al Seminario

    de

    Arquitectura

    Prehispnica, Apartado Postal

    20-442,

    S

    an

    Angel, Delegacin Alvaro Obregn,

    01000,

    Mxico,

    D.F

    .

    El consejo editorial se reserva el derecho de

    seleccin. Autoriza la reproduccin parcial de

    artculos a condicin de que se cite

    la

    fuente.

    No

    se

    devolvern originales.

    nmero S-septiembre 986

    ARQUIT fURA DEL GOLFO

    ndice

    EDITORIAL .

    .

    English . . . . . . . . . .

    . . . . . . . . . . . .

    . . .

    . . . . . . . . .

    . . .

    .

    . . .

    r n ~ i

    . .

    . . .

    . . . . . . . . . .

    . . . . . . . .

    LA ARQUITECTURA FUNERARIA DE QUIAHUIZTLAN

    Ana

    Luisa Izquier

    do

    .

    .

    . . . .

    . .

    .

    .

    ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LOS DATOS

    ARQUITECTNICOS RECOGIDOS

    POR

    LOS CRONISTAS

    Ulald Dfaz Balerdi . . . . . . . . . . . . . .

    . . . . . . . . . .

    .

    APROX

    IMAC IONES AL DESARROLLO URBANO POR

    FECHAMIENTO DE SISTEMAS CONSTRUCTIVOS.

    SEGUNDA PARTE: EL

    TAJIN,

    VERACRUZ

    Ale

    j

    andro

    Villalobos

    P

    rez .

    . . .

    . .

    PUNTOS Y LINEAS DE REFERENCIA EN LA

    ARQUITECTURA

    MAYA

    ficha tcnic

    a

    Horst

    Hartung

    . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

    . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

    .

    LA ARQUITECTURA DE YOHUALICHAN, PUEBLA

    Daniel Molina Feal . . . .

    . . . . . . .

    . . . . .

    .

    .

    ELEMENTOS ARQUITECTNICOS EN UNA

    PALMATOTONACA

    Ramn AreUanos Melgare

    jo

    Lourdes

    Beauregard Garcla .

    .

    . .

    . . . .

    . . . . . . .

    LA ARQUITECTURA PREHISPNICA DE

    COYOXQUIHUI

    J . Orn

    ar

    Ruiz Gordillo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

    .

    .

    .

    .

    ALGUNAS CONSIDERACIONES CONSTRUCTIVAS

    SOBRE LA P I

    RMIDE

    DE LOS NICHOS EN EL

    TAJIN

    Vlct

    or

    Rivera Grijalba .

    . .

    . . . .

    .

    LA ESTRUCTURA

    PIRAM

    IDAL DE

    CASTILLO

    DE

    TEA

    YO:

    UN EDIFICIO EN PROCESO CONSTRUCTIVO O UN

    PECU

    LIAR ESTILO

    ARQUITECTNICO

    Felipe R. Solis Olguin . . . . . . . . .

    .

    . . . . . . . . . . . . . .

    GENTE

    PEL GOLFO

    TI

    ERRA ADENTRO?

    ALGUNAS OBSERVACIONES

    ACERCA DE LA REGIN DE

    RO

    VERDE, S.L.P .

    Dominique Michelet. . . . . . .

    . .

    SEMBLANZA sobre Miguel ngel Fernndez) . . .

    CARTA

    AL

    EDITOR

    . . . . . . . . . . . . . . . . .

    . . .

    . . . .

    .

    EVENTOS . . . . . . . . . . . . . . . .

    . . . . .

    . .

    PRXIMOS

    N

    MEROS

    PRESENCIA

    PREH

    I

    SPNICA

    EN LA

    ARQUITECTURA MODERNA

    ARQU

    I

    TECTURA

    MAYA 4

    ARQUITECTURA

    FUNERARA

    1

    ARQUEOASTRONOMA EN EL ALTI

    PLANO

    1

    ARQUITECTURA

    DEL OCCIDENTE

    Y

    NORTE DE MXICO

    1

    ARQUITECTURA DE OAXACA 2

    1

    2

    2

    3

    25

    37

    s

    SI

    S

    63

    68

    72

    80

    84

    9

    94

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    3/102

    El papel

    de

    la

    tecnologla en el pensamiento

    de V. Go

    rdon

    Childe por Bruce G. Tri,gger;

    Presencia

    de Gordon

    Childe

    en

    la

    arqueologla mexicana. Julio

    C ~ a r

    Olive;

    La Revolucin neolltica: la perspectiva de

    Gordon Childe medio siglo despub.

    Lamberg-Karlovsky.

    Sesin sobre

    la

    revolucin neoUtica (surgimien

    to de la agricultura):

    as hiptesis de los oasis fluviales de Chil

    de. Evidencias recientes de Egipto y consi

    deraciones tericas. Fekri A. Hassan; Cam

    bio clmtico y los orgenes de

    la

    agricultu

    ra. Richard MacNeish; En busca de

    la

    Re

    volucin neolhica. Yoko Sugiura; Los ori

    genes

    de

    la agricultura en

    el

    sureste asitico.

    Consideraciones surgidas de la excavacin

    de Khok

    Phanom

    Di.

    C.F.W.

    Higham.

    Sesin sobre cambios sociales y surgimiento del

    Estado:

    La evolucin cultural: bsqueda de sus me

    canismos. Alberto Rex Gonzlez; Intensifi

    cacin y transicin en el modo de produc

    cin: implicaciones tericas. Barbara Price;

    Teortas de cambio social en

    la

    prehistoria:

    una apreciacin y algunas nuevas orienta

    ciones. S. E. Van der Laeuw; Gordon Chil

    de y las revoluciones neolltica y urbana, se

    gn

    la

    evidencia andina. Luis Guillermo

    Lumbreras; El papel de

    la

    concentracin de

    recursos en el Surgimiento del Estado. Ro

    bert Carneiro; Observaciones sobre el tr

    mino terico

    Estado

    Arcaico" . Manuel

    Gndara.

    Sesin sobre la revoluci

    n urbana en

    el Cerca

    no

    Oriente:

    Sentido comn versus la teoria tradicional

    en la interpretacin del desarrollo cultural

    del Cercano Oriente antiguo. James Mella

    art; desarrollo cultural del Cercano Oriente

    antiguo. James Mellaart; El surgimiento de

    la sociedad urbana y la formacin del Esta

    do:

    la

    organizacin del templo y del palacio

    como indicadores bsicos

    en

    dichos proce

    sos. Linda Manzanilla; De nuevo

    la

    "Revo

    lucin Urbana de Mesopotarnia. Hans J .

    Nissen; Urbanizacin en reas perimesopo

    trnicas: El Estado como empresa.

    El

    reino

    de

    Mari.

    Jorge Silva Castillo.

    Sesin

    sobre

    domesticacin

    de

    animales:

    Pastoreo temprano en el Sahara Oriental.

    Fred

    Wendorf

    y Angela Close; Evidencia

    del proceso

    de

    domesticacin

    en

    Rock Art.

    Karl Heinz Striedter; Domesticacin y cria

    temprana de animales

    en

    Europa Central,

    Oriental y Meridional. Sandor Bokonyi; El

    ms antiguo sur:

    una

    revisin de la domesti

    cacin de los camlidos andinos.

    Jonathan

    O. Kent; Episodios de domesticacin de

    fauna

    en

    el rea centro-sur andina. Lautaro

    Nftez.

    Sesin sobre domesticacin

    de

    plantas:

    Evidencia arqueolgica recientesobre

    el

    ini

    cio de la agricultura. C. Earle Smith Jr.;

    Procesos

    darwinianos de cambio en

    antropologla: el ejemplo de la agricultura.

    David Ridos; Fitolitos

    de

    plantas: un factor

    probable en

    la

    domesticacin de plantas y

    animales. lrwin Rovner; Sistem4tica racial

    y patrones de diversificacin en el malz ~

    xicano. Bru

    ce

    F. Benz;

    La

    domesticacin

    de

    Pbaseolus. Lawrence Kaplan ; Diferentes

    interpretaciones en torno a la domestica

    cin de Phaseolus. Alfonso Delgado.

    Sesin general sobre indicadores

    de

    procesos

    diversos:

    Transicin

    de grupos cazadores-recolecto

    res

    a agrlcolas incipientes en el sur de J alis

    co. Dolores Soto;

    La

    agricultura y la for

    macin

    del estado teotihuacano. Emily Mc-

    Ciung de Tapia; Perspectivas de colabora

    cin entre Arqueologla y Etnohistoria

    para

    el

    conocimiento de la evolucin de la agri

    cultura mesoamericana. Teresa Rojas R

    a-

    biela; Anlisis de entierros y surgimiento

    del Estado. Mari Carmen Serra, Yoko Su

    giura y Guillermo Espinosa; El tributo

    una

    variable primordial

    en una

    socie

    dad

    compleja. Terry Stocker;

    La

    formacin del

    Estado Acolhua. Eduardo Corona.

    Sesiones de slntesis y discusin:

    Resumen y discusin final sobre

    la

    "Revo

    lucin NeoUtica".

    Resumen y discusin fmal sobre

    la

    "Revo

    lucin

    Urbana .

    La vida termina mejor cuando

    uno

    est

    alegre y fuerte.

    Jo

    s Antonio Prez.

    Se hicieron visitas al Museo Nacional

    de

    Antropologia, Universidad Nacional Autno

    ma

    de

    Mxico y a las pirmides

    de

    Teotihua

    c. n.

    Las

    sesiones se llevaron a cabo en el

    Centro Interamericano (CIESS). La coordina

    cin general del evento estuvo a cargo de

    la

    Ora.

    Linda Manzanilla, IIA UNAM.

    Juan

    Antonio Siller

    XX Mesa Redonda de la Sociedad

    Mexicana de ntropologfa

    La Sociedad Mexicana

    de

    Antropologla comu

    nica la celebracin de su XX Mesa Redonda,

    bajo

    el

    tema:

    Antropo logfa Mexicana: Proyec-

    cin l Futuro

    i

    cha reunin coincide con el quincuagsi

    mo aniversario

    de

    la Sociedad, y

    se

    llevar a ca

    bo en la Ciudad de Mxico, durante el mes de

    octubre de 1987. Constar

    de

    una mesa redon

    da

    o sesin lineal, y del congreso con simposios

    emticos

    y

    ponencias

    de

    tema libre. Las po

    nencias presentadas

    bajo

    el tema central de la

    reunin debern referirse a

    cada una de

    las e

    pecialidades,

    las que

    constituirn temas centr

    les: antropologla fisica, antropologa soci

    arqueologla, lingistica, etnologa y etnohist

    ria. Los aspectos

    bajo

    los cuales debern enf

    carse cada uno de los temas son los siguiente

    metodologla, tcnicas

    de

    investigacin, doce

    cia, trabajo de campo y gabinete, difusi

    antropologla integral vs. especializacin y pr

    yeccin al futuro o nuevos campos.

    Las ponencias debern presentar ev

    luaciones criticas de aquellos aspectos que se

    de inters, asl como

    de

    las proposicion

    concretas

    para

    sus proyecciones futuras. El i

    ters principal de la reunin ser el de hac

    una reflexin critica del campo profesional

    la antropologla y evitando hacer historiales

    acontecimientos.

    El titulo

    de

    la

    s ponencias deber presentar

    a ms tardar el31

    de

    diciembre de 1986. El

    C

    mit Organizador revisar las proposiciones

    aceptar los trabajos que acadmicamente se

    convenientes.

    Para

    efectos del registro

    de

    ponencias debern proporcionarse los siguie

    tes datos: titulo del trabajo, nombre del

    os

    participante(s)

    y

    su

    afiliacin instit

    cional, nombre, direccin

    y

    telfono del

    os

    responsable(s)

    de la

    ponencia.

    En

    prxima circular

    el

    Comit Organizad

    har

    saber: calendarizacin y cuotas

    de

    prein

    cripcin, calendarizacin de inscripcin, fo

    matos para

    publicacin de pono:ncia

    caracteristicas de los simposios ternticos, r

    quisitos acadmicos

    para

    la expedicin

    comprobantes

    de

    participacin, locales

    fechas

    para

    los eventos.

    Para

    mayor inform

    cin, dirigirse

    al

    Comit Organizador de

    la

    X

    Mesa Redonda de

    la

    Sociedad Mexicana

    Antropologla, Apartado

    postal

    105-25

    11580, M ~ x i c o

    O.

    F.

    Juan

    Antonio Sil

    UNIVERSIDAD NACIONAL AUTNOM

    DE Mi:XJCO

    RE TOR

    Dr. Octavio Rivero Serrano

    SECRETARIO GENERAL

    Lic. Raid Bjar

    avarro

    SECRETARIO GENERAL

    ADMINISTRAT

    IV

    O

    C. P. Rodolfo Coe1o

    Mota

    SECRETARIO DE LA RECTORIA

    Dr. uis

    F. Aguilar Villanueva

    ABOGAOO GENERAL

    Lic. Cuauhtmoc Lpez Snchez

    DIR

    ECTO

    R DE LA FACULTAD DE

    ARQUITECTURA

    Arq. Ernesto Velasco Len

    JEFE DE LA DIVISIN DE ESTUDIOS

    DE POSGRADO

    Mtro. Xavier Corts Rocha

  • 5/19/2018 cam08_reducido.pdf

    4/102

    en este nmero:

    ARQUITECTURA DEL GOLFO

    autores:

    ISSN

    1855

    113

    a. l izquierdo i daz balerdi a. villalobos h. hartung

    d. molina

    fea

    r. arellanos m.

    l

    beauregard g.

    j

    o. ruiz gordillo

    v. rivera g.

    f

    r. sols olgun d. michelet d. schvelzon

  • 5/19/2018 cam08_reducido.pdf

    5/102

    Portada Detalle del edificio C, Tajn Chico,

    Veracruz . Contraportada Restos de relieves

    con

    su

    caracterstica decoracin de volutas

    en trelazadas. El Tajn. Fotos Paul Gendrop.

    Adjunto Fuente e

    ntr

    e las ruinas de

    Tuzapn ;

    segn Carlos Nebel 1829-1834.

    Archivo de la Librera Porra.

    EDITORIAL

    Este nmero, dedicado a la arqui tectura prehispnica del Go lfo de Mxico y de

    algunas regiones adyacentes, empieza con una pormenorizada monografa

    sobre la arqui tectura funeraria de Quiahuiztl

    an

    , con nfasis en las tumbas en

    miniatura mal llamadas

    tumbas-mausoleo )

    que son tan caractersticas de

    aquella regin veracruzana durante el Pos

    tcl

    sico Tardo, y cuyos exponentes

    ms numerosos y mejor conservados

    se

    encuentran precisamente en

    Quiahuiztlan, cerca de la Villa ica donde se asent Corts.

    Despus de un ensayo terico sobre los datos arquitectnicos recogidos

    pm

    los cronistas en general, sigue un detallado anlisis de trazos urbanos en El

    Tajn,

    en el

    que

    se

    propone una posible secuencia en el desarrollo de aquella

    ciudad de la misma manera que, en el nmero anterior,

    se

    procedi con Monte

    Albn).

    Nuestra

    fic

    ha tcnica, en esta ocasin, nos habla de los puntos y lneas de re

    ferencia que rigen muchos conjuntos arquitectnicos en la arquitectura maya, y

    que a menudo son aplicables al resto de Mesoamrica. Este anlisis ser comple

    mentado, en nmeros ulteriores,

    por

    estudios sobre proporcin y sobre los gne

    ros de simetra que son utilizados en la

    arqu

    itectura mesoamericana.

    Sigue una presentacin de la arquitectura monumental de Yohualichan y sus

    nichos de

    ma

    rcado estilo Tajn), con una discusin sobre los criterios empleados

    en

    su restauracin. Este mismo tipo de nichos y dems molduras figura, dentro

    de un claro contexto arquitectnico, decorando la base de una de las dos her mo

    sas pa lmas procedentes de Banderilla hoy en el Museo de Antropologa de la

    Universidad Veracruzana en Xalapa). Y despus de un ensayo sobre la arquitec

    tura monumental de Coyoxquihui, tenemos unas consideraciones sobre aspec

    tos constructivos de la Pirmide de los Nichos en El Tajn.

    Tras una discusin sobre el Castillo de Teayo y sus aspectos arquitectnicos y

    estilsticos, se cierra este nmero con unas observaciones acerca de la regin de

    Ro Verde, San Luis Potos, y su probable relacin con las reas vecinas del Gol

    fo. Y nues

    tra

    semblanza est dedicada esta vez a rescatar del olvido la figura de

    Miguel ngel Fernndez, arquelogo y artista cuya l

    abo

    r fue ejemplar en

    muchos aspectos y debera hacernos reflexionar ms a fondo sobre las distintas

    formas de intervencin arqueolgica en monumentos prehispnicos.

    El editor

  • 5/19/2018 cam08_reducido.pdf

    6/102

    Devoted to the Gulf Coast area and adjacent regions, the prescnt issue starts

    with a monograph on Quiahuiztlan and its temple-like miniaturc tombs, charac

    teristic

    of

    the Late Postclassic period in Veracruz.

    After an

    es

    say on architectural data gathered from the postconquest ebro

    nicles, comes an analysis

    of

    the possible urban development

    of

    El Tajn, follo

    wed by a synthesis on the importance of lin

    es

    and points of reference in Maya ur

    ban planning as well

    as other a reas'.

    Then come severa essays on monumental architecture: Yohualichan and its

    Tajn-like niches, a

    palma

    decorated with architectural features

    of

    the talud

    tablero type, an approach on the construction technique at the Pyramid

    of

    the

    Niches in Tajn, the architecture

    of

    Coyoxquihui and Castillo de Teayo, and the

    probable intluence of the North Gulf Coast areas in the hinterland region

    of

    Ro

    Verde, S.L.P.

    The editor

    Consacr essentiellement aux rgions bordant le nord du Golfe du Mexique,

    ce

    numro dbute par une monographie sur Quiahuiztlan et ses tombeaux en

    forme de temples en miniature caractristiques du Postclassique rcent.

    Apres un essai sur

    les

    aspects architecturaux

    se

    dgageant de certaines chroni

    ques de la post-conquete, vient une analyse sur les grandes lignes du dveloppe

    ment urbain

    a

    El Tajn, suivi

    d'une

    synthese sur l'importance des lignes et des

    poin

    ts

    de rfrence daos l'urbanisme maya (et prcolombien en gnral).

    Viennent ensuite plusieurs articles sur l'architecture monumentale:

    Yohualichan et ses niches de style Tajn, une

    palma

    orne d'lments architectu

    raux du type

    tablero-talud

    une analyse sur les techniques de construction de la

    Pyramide des Niches

    aEl

    Tajn, l'architecture de Coyoxquihui et de Castillo de

    Teayo, et

    les

    rapports semblant exister entre les rgions au nord de la zone du

    Golfe et, a l'intrieur des terres, celle de Ro Verde, S.L.P.

    L'diteur

    2

    Arriba:

    Piedra en el

    monte de Mapilca"

    1829

    1834

    , segn Carl

    os

    Nebel. Enfrente Tumba 3

    de l Cementerio Central en Quiahuiztlan,

    Ve

    racruz. Fotos Librerla de Manuel Porra y Ana

    Luisa Izquierdo.

  • 5/19/2018 cam08_reducido.pdf

    7/102

    LA ARQUITECTURA

    FUNERARIA

    DE QUIAHUIZTLAN

    Ana

    Luisa Izquierdo*

    During the Postclassic pcriod one o f the most original features o f the Totonac

    Architecture from the central area of the State of Veracruz

    was

    to erect graves

    with monuments that seemed pyramids crowned with temples

    in

    miniature.

    In this paper the author makes

    an

    account

    of

    the sites in Mesoamerica where

    the

    se

    monuments

    were

    built and of those p/aces located

    in

    middle Veracruz

    where this architectural style imitating huge ceremonial s/ructures was deve-

    lopped.

    fter

    making a brief report of the historical and archaeological sources o

    Quiahuiztlan

    the

    author proceeds to deal with the core point o the paper

    being the analysis

    of

    these monuments

    in

    their location within their architectu-

    ral ensemble their materials and techniques

    of

    construction

    and

    their formal

    description to conclude with sorne final considerations about the religious and

    plastic concepts involved in these monuments.

    Los monumentos funerarios en Me-

    soamrica

    Desde pocas muy tempranas

    se

    prac-

    ticaron en Mesoamrica diferentes

    formas de entierro.

    Se

    acostumbraba

    inhumar los cadveres ya sea colocn-

    dolos simplemente bajo la tierra, edi-

    ficndoles alguna construccin o eri-

    gindoles un monumento funerario .

    De los diversos tipos de obras que los

    mesoamericanos realizaron para estos

    entierros, nos hemos dedicado al an-

    lisis de un tipo de arquitectura fune-

    raria particular, que adems de en-

    cerrar un sepulcro, tenga un edificio

    cuya funcin concreta sea la de servir

    de monumento al difunto.

    Hemos investigado un tipo particu-

    lar de tumbas con uha construccin

    que recubre la sepultura imitando en

    pequea escala, de la edificacin reli-

    giosa tpicamente mesoamericana, la

    pirmide con su templo, o ambas

    obras separadas.

    Garca Payn en su artculo

    Las

    tumbas con mausoleo en la regin

    Central de Veracruz ,

    apunta

    que

    posiblemente sigue este sistema de

    inhumacin un sepulcro ubicado en

    Teotihuacan y

    otro

    localizado en la

    Sierra de Puebla. El primero fue des-

    cubierto por Ales Hardlicka,2

    se trata

    de

    una

    fosa cubierta de un doble piso

    de estuco que, aunque tiene

    una

    cons-

    truccin que delimita

    el

    lugar del en-

    tierro, no tiene monumento funera-

    rio. El segundo entierro lo cita Vicen-

    te Lombardo Toledano en su

    obra

    ''Geografa

    de las lenguas de la Sierra

    de

    Puebla ,

    y consiste en

    una

    cavidad

    formada

    por bloques de

    barro,

    dentro de la cual haba

    una

    vasija con

    huesos humanos y veinte idolillos del

    culto al

    falo 3

    Sin embargo, en am-

    bos casos parece tratarse de lo que

    suele llamarse fosas, qu no forman

    cmaras funerarias y que no tienen

    monumentos o mausoleos segn

    el

    trmino de Garcia Payn, hecho que

    se puede apreciar en el dibujo del

    autor. Se trata de uno de muchos en-

    tierros que acostumbraban hacer

    l

    pie de

    una

    pirmide a manera de

    ofrenda.

    Licenciatura en Historia, UNAM. Investiga-

    dora del Centro de Estudios Mayas, y titular

    de la ctedra sobre Mesoamrica en la Fa-

    cultad de Filosofla y Letras, UNAM.

    3

  • 5/19/2018 cam08_reducido.pdf

    8/102

    En

    Cholu la Eduardo Noguera en-

    contr una estructura con las

    caractersticas primero citadas , en el

    conjunto del lado noreste que

    se

    en

    cuentra en el exterior de la Gran Pi

    rmide a la altura del primer basa

    mento, y le llam ' 'Altar de los cr

    neos esculpido

    s .

    Escribe que

    El

    as

    pecto de este e

    di f

    icio, sus propor

    cion

    es

    y elementos arquitectnicos,

    corresponden a un templo prehispni

    co, slo que aqu se trata de una cons

    truccin en pequeo, pero con las

    mismas caractersticas arquitec

    tn

    i-

    cas a edificios correspondientes al l

    timo perodo de Cholula y a otras

    construcciones que se levantaban en

    Mxico en pocas inmediatamente

    anteriores a la llegada de los espafio

    les, es decir, durante los siglos XV y

    principio del XVI, como en el caso de

    Tenayuca, Teopanzolco, Tenoch

    titlan, etc.

    4

    De acuerdo con los dibujos de Du

    Solier, el Altar de los crneos escul

    pidos (fig. 1 y un momoztli se loca

    lizan sobre

    una

    platafo

    rma

    co

    mn

    de

    6.10 m. de largo por 2.15 m. de

    ancho, de poca elevacin, en el que

    descansa la construccin formada en

    tres de sus lados por un muro en talud

    de escasa inclinacin que se convierte

    en un paramento vertical proyectado

    del muro en 2 cm.

    En

    el lado oriente

    fue construida la escalera, limitada

    por alfardas que en el plano horizon

    tal se remeten fo rmando ngulos rec

    tos con los muros laterales, y en el

    plano vertical se tr ansforman en pa

    raleleppedos en la parte superior. La

    escalera est formada

    por

    tres escalo

    nes cuyos peraltes no guardan un mis

    mo ritmo en sus dimensiones, y resu

    l-

    tan muy altos en relacin a las pro

    porciones del edificio. La huella, en

    cambio,

    es

    lo bastante estrecha como

    para

    no permitir el trnsi to por la es

    calera. Noguera no describe el piso

    superior, por lo que

    no

    sabemos si en

    contr algn rastro de la

    exi

    stencia de

    un edificio que partiera de esta plata

    fo rma. Frente a la estructura est un

    momoztli o sea

    un

    altar que

    se

    acos

    tumbraba poner delante de los tem

    plos. Sus elementos arquitectnicos

    son semejantes a los de la

    tumba,

    4

    aunque sin escalera y con

    pr

    opor-

    cione

    s ms

    pequeflas de los volme

    nes .

    Explorando el edificio

    se

    encontra

    ron, en el espacio interior del basa

    mento, dos esqueletos en posicin

    fle

    xionada

    -uno

    femen ino y

    otro

    masculino-,

    rodeados de

    una

    ser

    ie

    de ofrendas de cermica , huesos

    esgrafiados y un alfiler de cobre con

    filigrana, que ponen de manifiesto el

    rango de las personas ah enterrada

    s

    La cmara funeraria estaba unida con

    el exterior por un tubo de

    barro

    que

    penetraba la pared hacia afuera, se

    trata de lo que se ha llamado psico

    ducto o va por donde el espritu del

    difunto

    se

    pona en co

    nta

    cto con

    el

    exterior. Noguera, a pes

    ar

    de men

    cionar es

    ta

    tu

    mba

    como altar, conclu

    ye que podra ser una construccin

    votiva que vendra a ser un verdade

    ro mausoleo y no s lo una

    tumba ...

    .5

    Ms tarde se encontraron en Cho

    lula dos estructuras que guardan se

    mejanzas formales con el

    monumento

    antes descrito, una en el suroeste y

    otra en el sureste de la ' 'Gran Pirmi

    de .6

    Tambin en la costa de Yucatn

    hay estructuras de pequefias dimen

    siones que

    Lothrop

    llam santuarios

    para diferenciarlas de los altares. Son

    pequefios templos de planta rectangu

    lar o cuadrada de aproximadamente 2

    m. de lado (fig. 2). Generalmente

    arrancan del suelo, aunque los hay

    con una plataforma

    baja,

    que alcan

    zan una altura de 1 m. En forma ge

    neral, y sin aclarar su sentido, el

    autor

    afirma que marcan

    un

    sitio de

    importancia religiosa en la ciudad y

    quiz fueron usadas para quemar in

    cienso.7 Alberto Ruz, ms concreta

    mente, dice que servan para colocar

    dolos y, fundndose en el hecho de

    haber sido encontradas cerca de los

    templitos de Tulum dos falos y unos

    fragmentos de calabaza, sugiere que

    se

    relacionaran con el culto a lh fer

    tilidad .s

    Se han encontrado construcciones

    de estas caractersticas en Tanch,

    Xelh y Cozumel. En los dos prime

    ros sitios estn colocadas en las

    gran

    -

    ld

    o

    D

    1

    2

    [ ]n__

    b

    l l i

    i j l ~

    Olll l

    f

    l Planta del

    altar

    de los crneos esculpidos

    en

    Cholula Puebla, segn Du Solier

    y

    Noriega.

    2 Estructuras 39 a 42 de Tulum, Quintana

    Ro o,

    se

    gn Lothrop. 3. Dibu

    jo

    de una tumba

    en miniatura de Monte Real, Misantla, Ve

    racruz, segn Gondra.

  • 5/19/2018 cam08_reducido.pdf

    9/102

    des pirmides y en los dos ltimos se

    encuentran frente a ellas. Son espe

    cialmente conocidas las estructuras

    39, 40 y

    43

    de Tulum. Esta ltima, de

    acuerdo con el

    dibujo

    a escala de

    Lothrop,

    tiene

    una altura aproxima

    da

    de

    1.02

    m. incluyendo la

    platafor

    ma

    de

    donde

    arranca.

    Tiene

    cuatro

    vanos de acceso rematados

    por

    dinte

    les. El techo est marcado con una

    moldura

    compuesta por

    una banda

    rectangular. No se han hecho estudios

    arqueolgicos sistemticos

    que

    acla

    ren el

    objeto

    de estas obras. Sin em

    bargo, planteamos a manera de hip

    tesis, la posibilidad de que

    hayan

    sido

    edificadas con la intencin de recor

    dar

    el sitio de inhumacin de algunas

    personas distinguidas de la comuni

    dad, ya que existen noticias de que en

    saqueos, se

    han

    extrado huesos hu

    manos. Adems, encontramos seme

    janzas en cuanto

    a

    tamao

    y forma,

    con las

    tumbas

    de San Isidro y Texuc

    (El

    Bernalillo),

    Veracruz,

    que

    Medelln Zenil llama rurales,9 y que

    son la imitacin, en pequeas dimen

    siones, de un templo sin basamento.

    Parece

    que

    en el

    rea maya hay

    otros ejemplos de edificaciones seme

    jantes. Alberto Ruz sostiene que es

    probable

    que muy

    pocos montculos

    tengan especialmente

    la

    intencin de

    servir de monumento a un entierro;

    sin embargo,

    un

    montculo de Ba

    king

    Pot,

    el Edificio XV de Palenque,

    los montculos de San Agustn Acasa

    guastln y Guaytn, s fueron pro

    bablemente edificios con fines exclu

    sivamente funerarios, al parecer to

    dos durante el

    perodo

    Clsico

    Tardo'' 10

    Aun siendo necesario un estudio

    exhaustivo y sistemtico de la cos

    tumbre

    de erigir en Mesoamrica

    tumbas

    con un pequeo

    monumento,

    con los pocos ejemplos que hemos

    descrito podemos comprobar que la

    construccin de este tipo de monu-

    mentos funerarios se realiz tambin

    en la poca prehispnica. Esta prcti

    ca parece

    que

    no fue de uso comn

    entre las culturas ajenas al Centro de

    Veracruz sino que se manifest

    como

    un fenmeno aislado.

    Los monumentos hacen patentes

    los lugares de las inhumaciones con la

    finalidad de que se rinda un cu iLa par-

    ticular a los despojos de sus

    antepasa

    dos que de alguna

    manera

    fueron sig

    nificativos

    para

    la

    comunidad.

    As,

    hemos visto

    que se

    encuentran in

    tegrados a las grandes edificaciones

    religiosas, siguiendo

    patrones

    sin for

    mar

    conjuntos que pudieran ser con

    siderados como cementerios.

    Los monumentos funerarios en el

    Centro de Veracruz

    Las primeras noticias que hay sobre

    la existencia de pequeos monumen

    tos funerarios en el Centro de Ve

    racruz,

    datan

    del siglo pasado.

    En

    agosto de 1836 Isidro Gondra, basn

    dose en noticias publicadas en

    un

    diario de Jalapa y en otras

    informa

    ciones verbales, public un artculo

    en el

    que

    relat

    que

    en el cerro llama

    do del Estillero, en el rancho de

    Mon

    te Real en Misantla, a cuya falda se

    descubre

    una montaa terminada en

    una meseta muy angosta ,11 se des

    cubrieron murallas,

    una

    pirmide y

    restos de habitaciones. Aade

    que

    hacia

    la parte norte y casi al extremo

    de la ciudad, se extiende una legua de

    terreno, cuyo centro est

    ocupado

    por

    un t

    mulo

    o cementerio: a la fal

    da

    izquierda del cerro

    por

    donde hoy

    se sube a las ruinas, hay t

    amb

    in doce

    sepulcros circulares de dos varas de

    dimetro sobre igual altura, que con

    tienen algunos esqueletos sentados en

    cuclillas, de los

    que

    una parte se

    con

    servan en buen estado: las paredes

    son de cantera y la argamasa o

    mezcla que las una casi ha de

    sapa

    re

    cido 12 Con tal descripcin public

    un plano y un dibujo de los edificios

    donde

    se aprecia

    la

    influencia de los

    estilos arquitectnicos occidentales de

    la poca (fig.

    3);

    el mencionado dibu

    jo representa un basamento de

    planta

    aparentemente rectangular, cons-

    truido a base de sillares perfectamen

    te cortados y con una escalera sin al

    fardas adosada al edificio. En la parte

    superior est colocado el templo de

    techo plano con dos aleros, con su

    entrada

    en forma de arco de medio

    punto formado por

    dovelas.

    3

    ~ [ '

    . : :

    '. :

    . . . . - - - ~ ,

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    -....v .

    / . R

    <

    i 1 : :

    ; . ~ ~

    Ese mismo ao el gobierno de Ve

    racruz comision al general Jos

    lberri

    para

    que llevara a

    cabo un

    re

    conocimiento de las ruinas descubier

    tas cerca de los pueblos de Tonayan

    Misantla. De dicha expedicin result

    un

    estudio del

    terr

    eno y

    de

    los resto

    arqueolgicos, 1\S como un levanta

    miento topogrfico del

    rea donde

    s

    localizan las ruinas. Iberri mencion

    los sepulcros pero no explica ningun

    caracterstica de ellos.13

    Dcadas ms tarde, en 1890, la Co

    misin Cientfica

    Exploradora,

    a car

    go de don Francisco del Paso y Tron

    coso, realiz

    un

    recorrido

    por

    la re

    gin Central de Veracruz desde

    Pa

    pantla hasta Cotaxtla. De acuerd

    con lo que narra Galindo y Villa, e

    .orimer sitio

    que

    visitaron fue la

    punt

    de la Villa Rica, con la intencin d

    localizar la fundacin espaola y

    n

    la poblacin indgena prehispnica

    As El sitio de la Villa Rica

    qued

    determinado

    en

    la falda del

    Cerro

    d

    la

    Cantera,

    que va

    entrando en

    el ma

    al Pen y forma con ste

    una

    especi

    de

    canal

    .

    4

    A pesar de conoce

    ampliamente lo

    que

    las fuentes hist

    ricas mencionan acerca de la regin

    saban que a

    poca

    distancia de ah

    debera localizarse Quiahuiztlan; si

    embargo, no se detuvieron

    en

    busc

    de restos de este pueblo y por lo tant

    no tuvieron conocimiento de las tum

    bas del Cerro de los Metates.

    Ms al

    nor

    te,

    en

    la cima del cerr

    Mara

    Andrea,

    encontraron

    una

    ruinas que Galindo y Villa describ

    como singulares construcciones lla

    madas en el pas Las Boveditas, po

    su pequet\ez: tienen todo el aspecto d

    casas aztecas; estn construidas e

  • 5/19/2018 cam08_reducido.pdf

    10/102

    lajas y revestidas de mezcla y ofrecen la

    circunstancia comn a todas, de tener

    sus entradas fronteras al mar, y

    por

    lo

    tanto, con vista general al Oriente.

    Son cerradas en todos lados, con

    una

    sola

    entrada

    que les da el aspecto de

    nichos .1S

    El jefe de la

    Co

    misi

    n

    Cientfica

    Exploradora trat de busc

    ar

    el carc

    ter y el objeto de tal es estructuras y

    expuso varias consideraciones al res

    pecto: pens que tenan un sentido re

    ligioso y dada su orientacin, repre

    sentaban una forma de culto al sol

    naciente y a las aguas del cielo; ade

    ms, present la posibilidad de que

    h

    ub

    ieran servido

    para

    colocar dolos

    o depositar los restos de nii\os sacri fi

    cados; basndose en las noticias que

    Torquemada en su Monarqula In-

    diana

    consigna, aadi:

    que

    all se

    depositaron los restos de los diez y

    ocho indios totonacos ofrecidos al

    Dios Todopoderoso, esposo de Tona

    cayahua o Centeotl, para que enviase

    a su hijo el Sol como redentor de

    aquella raza oprimida por el tri buto

    de sangre .

    1

    6

    Ya en este siglo,

    el

    arquelogo ale

    mn He

    rma

    n Strebel en su obra lt

    Mexiko describe unas pequeas edifi

    caciones, diciendo que en medio de

    la selva virgen, se encuentran

    nume

    rosas obras de albailera, semejantes

    a casas, hechas con piedra y argama

    sa; tienen

    una

    vara de longitud en la

    base, con un escaln en la misma, un

    nicho en medio y

    un

    techo inclinado .

    Debajo de

    un

    a de estas construc

    ciones se hallaron restos humanos 11

    Se refiere, indudab lemente, a Ta

    cahuite, sitio ubicado aproximada

    mente a

    29 km. al sur de

    Nau

    tla . Es

    posible que el encontrar semejanza

    con la costumbre occidental de eregir

    monumentos so

    bre

    las t

    umba

    s, le lle

    v a pensar que se

    tra

    taba de cons

    trucciones de la poca de la Conquis

    ta y que los nichos estaban destinados

    a colocar imgenes de santos . Estos

    hechos fueron del conocimiento de

    Walter Krickeberg,

    qu

    ien los comenta

    en su obra

    Los

    totonaca sin embar

    go, considera

    no

    tener la informacin

    suficiente que le proporcione elemen

    tos de

    ju

    icio, y slo expresa que se

    6

    trata de pequei'las capillas aisladas, es

    decir, construcciones con nichos en

    las fachadas y generalmente adosadas

    a los

    sepulcros''. 18

    En

    1943 se mencionan por p r i r n e

    vez las tumbas de Quiahuiztlan . Jos

    Luis Melgarejo, quien posiblemente

    fue

    el

    descubridor de tal es construc

    ciones, explica en su obra Totonaca-

    pan que su forma

    es

    la de nuestros

    jacales, su puerta con la

    sa

    la (nica

    pieza) forma un nicho, y dentro de la

    tierra va la urna funerar i

    a

    .

    1

    9

    Sei'lala

    que fuera de una de las tumbas en

    contr un gato de argamasa, lo que le

    hizo pensar que cada

    una

    de ellas de

    bi tener una representacin semejan

    te; dentro de las cmaras encon tr

    tambin objetos de cermica. Los

    otros sitios que menciona donde exis

    ten construcciones con caractersticas

    similares,

    son

    El Bernalillo,

    San

    Isidro, Boca Andrea, Rancho del Ni

    o y Cempoala.

    En la misma obra Mclgarejo

    objeta

    la aseveracin de Francisco del Paso y

    Tr

    oncoso, acerca de la direccin

    exclusivamente al oriente de las

    fachadas, sosteniendo que los pe

    queos edificios, en este aspecto, no

    siguen un patrn determinado, sino

    que estn colocados de tal manera

    que la

    parte

    de enfrente de la estruc

    tura mira a cualquiera de los puntos

    cardinales.

    El primer artculo que se escribi

    especficamente sobre los monumen

    tos de Quiahuiztlan fue redactado

    por

    Garca Payn y publicado en 1950

    con el titulo de

    Las

    tumbas con

    mausoleos en la regin Central de Ve

    racruz . Adems de hacer

    una

    descripcin deta llada de la arquitec

    tura funeraria del Cerro de los Meta

    tes -que ms adelante comentare

    mos-,

    rene

    informacin

    de todas

    aquellas localidades de Veracruz don

    de se encuentran, y establece su exten

    sin geogrfica c

    on

    el lmite al norte

    en Tacahuite, al oeste en Monte Real

    Misantla, y el sur en Cempoala.2o

    Sobre este lugar explica durante su l

    tima

    temporada

    de

    trabajos,

    explor,

    frente a la estructura circular de

    Eh

    catl, un pequeo edi ficio en el que en

    contr una

    cmara

    funeraria.21

    De acuerdo al dibujo de Garca P

    yn,

    el

    monumento imita, en p

    quei'las proporciones, el edificio d

    dios del aire: una plan ta circular un

    da a una rectangular que forma

    facha

    da

    (fig. 4). Consta de una esc

    lera de tr es escalones, flanqueada p

    alfarda

    s de

    muro

    s en

    ta

    lud que en

    pa

    rte superior

    cambian

    su inclinaci

    hacindose ms verticales. La cma

    donde fue ron depositados los resto

    es descr ita por

    el

    mismo arquelog

    como un hueco .. originalmente c

    bierto

    por

    un piso y paredes lateral

    revestidas de argamasa, cuyos ves

    gios acusaban la existencia de un p

    quei'lo recinto rectangular ala:gad

    de Norte a Sur. .. . 2 El resto de l

    edificios de Cempoala que hoy v

    mo

    s, y los elementos arquitectnic

    que

    los caracterizan, nos hacen pe

    sar que podran ser del posclsi

    temprano, aunque no conocemos l

    tipos de cermica que se encontraro

    asociados al monumento. En el m

    mo

    trabajo

    se sei\alan otros sitios

    Veracruz con tumbas pequeas ad

    ms de las ya apuntadas por otr

    autores,

    como

    Cerro

    Tres Pico

    Arroyo

    Mariano, Cerro Marian

    Cerro Cercado, Morro y Ocelo

    pan.

    23

    1

    , .

    ..

    ...... ... .......

    \ - . ...

    ...... >

    1UM

    B C QWIAQ

    fN QNTP.ADA ' ZONA ARQUJlOWAu

    . l .MDO

    L

    v.

    1 PLA N TA

    z. H IV A (IO f l fQ (N Tf < U CO N H Q U N )

    .). ., {1

    l

    VA( ION

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    A AL(ft

    _

    (OHJ f i .Ul

  • 5/19/2018 cam08_reducido.pdf

    11/102

    Alfonso Medelln Zenil en su obra

    Cermicas del Totonacapan dedica

    parte de su ltimo captulo a las

    tumbas

    miniaturas". Las considera

    como un rasgo tpico de lo que l lla-

    ma horizonte histrico,

    sig

    los XIII a

    XVI d.C. y aumenta el nmero de si-

    tios conocidos con lugares como Ca-

    sitas, Comapan, Tlacolulan, Ejido de

    Palmas de Abajo, Atlixcos,

    Punta

    Delgada y Cerro de la Bandera, alar-

    gando su extensin geogrfica a la re-

    gin de Veracruz comprendida entre

    la Barra de Nautla al norte y el ro Ja-

    mapa cerca de Huatusco al sur.24 De

    manera resumida y clara afirma que

    " reproducen en peque'la escala a un

    teocalli mesoamericano" y constan

    fundamentalmente de basamento, c-

    mara funeraria, adoratorio, techo y

    escalinata.2s Se refiere a dos tipos de

    estas construcciones funerarias; llama

    rurales a aqullas que carecen de ba-

    samento, siendo exclusivamente la

    representacin del adoratorio, y ur-

    banas a la que cuentan con pirmide y

    templo que, adems, se encuentran

    generalmente en conjuntos arquitec-

    tnicos. Sus aportaciones

    se

    refieren

    bsicamente, a dos aspectos: las ca-

    ractersticas formales de las construc-

    ciones y su funcin; agrupa todas las

    peque'las tumbas del Centro de

    Ve-

    racruz segn la forma de la planta del

    basamento; sus elementos, la confi-

    guracin del techo el nmero de es-

    calones, sin hacer relacin entre los

    sitios en que estn ubicadas y las ca-

    ractersticas formales. Especifica que

    los basamentos son huecos, forman-

    do as una cmara funeraria donde

    colocaban los huesos, cermica y

    otros objetos de ofrenda. Apunta la

    existencia de un peque'lo orificio que

    comunica el espacio de la inhumacin

    con

    el

    adoratorio y ste con

    el

    exte-

    rior.26

    Por lo visto anteriormente, pode-

    mos comprobar que el hecho de cons-

    truir edificios de pequef\as dimen-

    siones que imitan pirmides con sus

    templos con un carcter funerario,

    fue una prctica tan generalizada en

    el

    rea central

    de

    Veracruz

    que

    debe

    ser

    tomada

    como

    una

    costumbre muy

    difundida y tpica de los totonacas del

    posclsico. Los monumentos general-

    mente forman conjuntos dedicados al

    depsito de restos seos, resultando

    verdaderos cementerios integrados a

    los conjuntos arquitectnicos reli-

    giosos como sucede en la poca colo-

    nial en que el templo los cemente-

    ri

    os estaban en un mismo recinto. En

    cuanto a su orientacin, Del Paso y

    Troncoso no estaba en lo cierto, ya

    que las tumbas tienen sus fachadas di-

    rigidas a diversos puntos cardinales y

    no slo al oriente como asever.

    Como hemos dicho, el origen

    prehispnico de las tumbas fue puesto

    en duda por Strebel y Garca Payn,

    fundndose en el hecho de que Esca-

    lante, uno de los miembros de la espe-

    dicin de Corts, muri en la Villa Ri -

    ca, lo que les hizo suponer que sus

    compaf\eros de armas le edificaron un

    monumento, por lo que Es posible

    admitir que esta modalidad de erigir

    mausoleos sobre las tumbas haya sido

    copiada por los indgenas de la re-

    gin .

    7

    Sin embargo, la arqueologa

    nos

    ha

    demostrado su origen prehis-

    pnico, ya que los monumentos fune-

    rarios se encuentran asociados a edifi-

    cios anteriores a la Conquista y con-

    tienen ofrendas de cermica propias

    de los totonacas prehispnicos de la

    regin.

    QUIAHUIZTLAN

    El medio geogrfico

    Quiahuiztlan,

    lugar

    de la lluvia

    est situada en la parte de la costa d

    Golfo de Mxico denominada

    por

    a

    gunos arquelogos como Totonac

    pan. Su lmite sur es el ro Papalo

    pan y el pueblo de Tlacotalpan; el o

    cidente corre de Prez Figueroa

    Oaxaca hasta Tehuacn, Chalchic

    mula, Zacatln y Metlatoyuca,

    Puebla, cerrndose al norte en el r

    Cazones.

    2

    8 Algunos autores com

    Krickeberg y

    Melgarejo

    Vivan

    amplan el lmite norte hasta el r

    Tuxpan; sin embargo, se han e

    contrado

    asentamientos huaxtec

    hasta

    el

    sur de dicha corriente .

    De las diferentes caracterstic

    geogrficas de este territorio, la po

    cin

    comprendida entre

    los r

    Nautla y Actopan es una planicie co

    tera que se rompe continuamente p

    colinas de poca elevacin formad

    por afloraciones rocosas. Su clima

    tropical, con precipitacin pluvi

    moderada que va de los 674 a 12

    mm., una

    vegetacin con rboles

    escasa altura, cactus y pastos integr

    dos en

    una sabana

    interrumpida

    p

    bosque que flanquean las mrgen

    de los ros que desembocan en

    mar.29

    Las ltimas estribaciones de la co

    dillera neovolcnica llegan hasta

    costa, donde una de las formacion

    rocosas llamada por los conquistad

    res Pef\n de Berna se adelan ta en

    mar unos 500 m. originando una p

    quef\a baha denominada

    Punta

    Villa Rica, a unos 1935 de latit

    norte y

    96

    8

    ' de longitud oeste, ub

    cada en

    el

    municipio de Actopa

    Frente a este punto natural se levan

    una colina rocosa de laderas m

    inclinadas, designada por los lugar

    f\os como Cerro de los Metates,

    donde se encuentran numerosos re

    tos de la poca prehispnica, que

    han identificado como los vestigi

    del sitio totonaca de Quiahuiztlan d

    que hablan los cronistas.

  • 5/19/2018 cam08_reducido.pdf

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    uiahuiztlan

    en

    las fuentes

    en la

    arqueologa

    El inters de los

    que

    escribieron sobre

    la Conquista est centrado, natural

    mente, en la narracin de los hechos

    protagonizados

    por

    los espaoles;

    por

    lo tanto, la informacin que ellos

    aportan sob re los pueblos indgenas

    que fueron paso de Jos espaoles an

    tes de su llegada a Tenochtitlan, es

    muy escueta y

    li

    mitada. As sucede

    con Quiahuiztlan, a pesar de

    que

    fue

    el lugar donde

    Hernn

    Corts comen

    zara a trazar la poltica que seguira

    con los indgenas durante la Conquis

    ta.

    Despus de que los conquistadores

    desembarcaron en Jos arenales de

    Chalchiucueyehcan, fundaron la

    Vi

    lla Rica de la Veracruz; sin

    embar-

    go, por lo insano del lugar y porque la

    costa no ofreca las condiciones de se

    guridad necesarias para sus embarca

    ciones, decidieron trasladarse a un

    puerto

    natura

    l que Francisco de Mon

    tejo y Antn de Alaminos

    haban

    lo

    calizado frente a la

    poblacin

    indgena de Quiahuiztlan.

    En

    el

    camino pasaron por Cempoa

    la donde Corts se entrevist con Chi

    comecatl el

    cacique gordo

    temblador , quien los acompa a su

    destino. Al llegar al Cerro de los Me

    tates vieron el pueblo indgena su

    bieron a l, pero

    Jos

    habitantes ya

    Jo

    haban

    abandonado;

    posteriormente

    los principales salieron a recibirlos e

    iniciaron las plticas. Enterado Cor-

    ts de las circunstancias polticas de la

    regin con respecto al imperio me

    xica , los convenci para que estable

    cieran

    una

    alianza militar con ellos.

    Al relatar estos acontecimientos,

    Jos cronistas

    proporcionan,

    en

    forma

    indirecta, diversas noticias de Quia

    huiztlan. Berna Daz del Castillo

    describe

    el

    lugar en Jo s siguientes tr

    minos: " ...dio la vuelta (Francisco de

    Montejo) a San Juan de Ula, sin

    ms pasar adelante

    ..

    que doce leguas

    de all haban visto un pueblo

    como

    puerto en fortaleza, el cual pueblo se

    llamaba Quiahuitlan, y

    que

    cerca de

    aquel pueblo estaba un puerto que le

    pareca al piloto que podran estar los

    8

    navos seguros del norte. Psole un

    nombre feo que es l Bernal ;'oy ms

    adelante agrega:

    " ...

    llegamos

    al

    pueblo fuerte que se llama

    Quiahu

    iz

    tl

    an, que

    est

    entre

    grandes peascos

    y muy altas cuestas, y

    si

    hubiera resi

    s-

    tencia era malo de

    tomar :11

    A su vez,

    Hernn

    Cortes Francis

    co Lpez de Gmara aportan noticias

    similares que muestran la imagen de

    un medio que coincide con las

    caractersticas del

    si

    tio donde est

    enclavado el Cerro de

    Jos

    Metates, en

    cuya cima est el cementerio que se

    considera perteneciente al pueblo de

    Quiahuiztlan del que

    hab

    lan los cro

    nistas.

    El

    puerto

    en el que Corts resguar

    d

    sus naves, se

    encontraba

    enfrente

    de aquel pueblo, obra de un legua de

    l

    32

    y dice

    que

    era

    una

    villa

    muy

    fuerte y puesta en recio lugar,

    porque

    est en

    una

    ladera de

    una

    sierra muy

    agra, y para la

    entrada

    no hay solo un

    paso de escalera" .33 La poblacin

    indgena de Quiahuiztlan se

    encontra

    ba

    aproximadamente a

    cuatro

    kil

    metros frente al

    mar,

    en

    una

    de las la

    deras del Cerro de los Metates, aun

    que al oriente la pendiente es dema

    siado inclinada

    como

    para que ah es

    tuviera asentada la poblacin; sin em

    bargo,

    es posible que los datos de las

    exploraciones arqueolgicas nos pro

    porcionen la pauta para conocer me

    jo r la ubicacin exacta del poblado.

    Lo que

    s

    podemos

    afirmar,

    es que la

    situacin estratgica de Quiahuiztlan

    la protega de cualquier invasin y

    permita a sus habitantes una fcil de

    fensa. Es comn, en la

    parte

    Central

    de Veracruz, encontrar edificaciones

    prehispnicas en la cima de eleva

    ciones con accesos difciles,

    como es

    l caso de Misantla, Comapan y

    otros.

    Posiblemente la rada natural for

    mada frente a Quiahuiztlan fue utili

    zada

    como puerto de intercambio, ya

    que Torquemada nos dice que la

    poblacin tambin recibi

    el nombre

    de Tianquicolco, porque all era el

    lugar del Mercado, y

    ahora est todo

    despoblado ... " .3

    4

    En los relatos acerca de la estancia

    de Corts en Quiahuiztlan, slo Ber-

    nal Daz hace una referencia a las edi

    ficaciones del lugar, en los trmino

    siguientes: Y estando en lo ms alto

    de la fortaleza, en una plaza ju nto

    donde ten an los cus casas grande

    de sus dolos, vimos estar quince in

    dios con buenas mantas, cada uno

    con un brasero de

    barro

    .. ."

    Como

    los conquistadores llegaron

    a la cima del Cerro de Jos Metates, e

    posible que hayan estado en la zon

    de las tumbas ya que, de hecho, estn

    integradas a

    Jos

    dems edificios pbli

    cos. Vemos as en estos pasajes de l

    Conquista, que los hechos revisten ta

    importancia para los cronis tas, que

    e

    Jugar donde acontecieron no tuvo in

    ters particular para ellos, por lo qu

    no

    dejaron

    testimonio sobre el pobla

    do y sus caractersticas.

    Las mismas fuentes consignan que

    toda

    el rea

    recorrida por los conquis

    tadores

    desde Chalchiucueyehcan

    hasta Quiahuiztlan, estaba habitada

    por

    los totonacas, pueblos de una

    misma filiacin tn ica y lingstica

    que en esos momentos vivan domina

    dos

    por

    los mexicas a quienes paga

    ban altos tributos.

    Despus del siglo XVI Quiahuiz

    tlan sigue siedo mencionado en toda

    las obras que

    tratan

    de la Conquista

    por

    lo que no se pierde la idea de su

    situacin geogrfica; adems, de en

    tonces a nuestros das, la punta roco

    sa

    que

    irrumpe en el

    mar

    y

    que

    origi

    na

    la pequea

    baha

    donde Cort

    fonde sus naves, recibe el nombre de

    Villa Rica.

    Aunque

    la localizacin de

    sitio

    era

    muy clara, no hay noticias de

    que hubiera sido visitado o conocido

    antes del siglo XX .

    En

    nuestro tiempo la

    primer

    descripcin

    de

    los

    entierros

    d

    Quiahuiztlan es la

    que

    hizo Gard

    Payn

    en el artculo antes citado. S

    refiere,

    fundamentalmente,

    al con

    junto

    ubicado en la falda noroeste de

    Cerro de

    Jos

    Metates sobre una plani

    cie llamada comnmente Cementeri

    Central; tambin menciona las Tum

    bas del Sur situadas sobre la ladera

    arriba

    de las primeras. Hace un

    descripcin ambigua de las formas d

    los edificios. Despus de afirmar qu

    siguen la

    forma

    de

    pequeo

  • 5/19/2018 cam08_reducido.pdf

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    templos , explica que cada una de

    las tumbas contiene una peq uefia

    re

    c mara que era ... utilizada por los

    deudos para depositar ofrendas a sus

    muertos ;3

    6

    en

    su parte inferior esta

    ba el espacio que serva para deposi

    tar l cadver

    en

    posicin

    fet

    u

    s- in

    ter

    o

    Incluye un d

    ib

    ujo de los

    edificios que rep

    re

    senta su elevacin

    frontal y la teral, planta

    y

    corte long i

    t

    ud

    inal. Esto aclara su descripcin;

    si

    n embargo, da la idea de que todas

    las construccione s son iguales. Pero

    aunque todas tienen los

    mi

    s

    mo

    s e

    le

    mentos formales, en cada una de ellas

    es tn tratados de manera diferentes;

    as por ejemplo, hay alfardas que

    si

    guen la fo rma de dos lneas paralelas

    y otras que son ms anchas en su par

    te inferio r y poco a poco se van ha

    ciendo ms angostas.

    El mismo autor consigna que haba

    represe nt acione s de animales

    he

    chas

    de argamasa y que se encontraban de

    lante de los monumentos funerarios,

    mismas que

    se

    han desaparecido . Cita

    fi

    guras de tortugas, monos,

    ti

    gre,

    rana y serpiente de donde se percata

    que la persona sepultada per

    te

    neca

    al

    clan del animal all representado,

    de donde se puede inferir que en

    el

    perodo correspondiente a la hechura

    de

    estas tumbas, sus habitantes profe

    saban

    el

    totemismo 3

    8

    Explica que

    algunas de las tumbas del Cementerio

    Central estn en estado tan ruinoso

    que slo

    se

    conserva de ellas

    el

    basa

    mento.

    A pesar de que en su artculo, como

    ya indicamos, cita otros lugares de la

    regin central de Veracruz donde se

    construyeron estos monumentos, du

    da de su origen prehispnico, acep

    tando

    el

    criterio de Strebel. La princi

    pal razn que aduce para seguir esta

    opinin,

    es el

    hecho de que, fundado

    ah el puerto de la Villa Rica, Corts

    dej una guarnicin de

    150

    hombres,

    de los cuales

    el

    comandante Escalante

    y otros cuatro murieron. Agrega que

    por ello, los indgenas observaron la

    costumbre espafiola de erigir mauso

    leos en las tumbas y la imitaron, edifi

    cando monumentos iguales para sus

    muertos en la poca colonial. El

    se

    gundo argumento aducido

    es

    el de su

    escasa extensin geogrfica limitada a

    la regin central de Veracruz. En

    cuanto al primer argumento, adems

    de todos los datos que posteriormente

    ha aportado la arqueologa, creemos

    que es muy difcil que hayan im itado

    un

    solo modelo, ya que tales semejan

    zas

    se

    dan ms b

    ie

    n como una mani

    festaci n de

    la

    unidad cultural de los

    grupos que las edificaron. Por

    lo

    que

    se refiere al segundo, si bien es cierto

    que no fue una costumbre generaliza

    da en Mesoamrica, s existe tal tipo

    de

    monumentos fuera del Centro de

    Veracruz con caractersticas forma

    les semejantes y con un mi smo senti

    do, como lo comprobamos con los

    casos revisados anteriormente.

    Los trabajos de exploracin ar

    queolgica en Quiahuiztlan fueron

    llevados a cabo entre

    195

    l y l

    953

    por

    el arquelogo Alfonso Medelln Ze

    nil, bajo los auspicios del Instituto de

    Antropologa de la Universidad

    Ve

    racruzana. El lugar, aunque ofrece

    posibilidades de gran inters para

    el

    estudio de la cultura totonaca, como

    es el hecho de ser una ciudad cons

    truida en una escarpada eminencia,

    no ha sido explorado mayormente,

    por lo que gran parte de lo que se co

    noce de

    l se

    debe a la labor de

    Medelln Zenil.

    En la explicacin general de lo en

    contrado en el Cerro de los Metates,

    corrobora la informacin que las

    fuentes histricas consignan. De la si

    tuacin de la ciudad, confirma la ubi

    cacin de la poblacin legada por los

    cronistas, explicando que Quiahuiz

    tlan ocup en verdad toda la falda

    del cerro, pero concentr sus ncleos

    de poblacin en su parte sur, poniente

    y fundamentalmente norte 39 As,

    Quiahuiztlan fue una ciudad col

    gante levantada en mltiples terra

    zas que adecuaron las laderas del

    cerro para las construcciones, lo que

    asombra por el gran esfuerzo humano

    que implica.

    La poblacin campesina debi

    es

    tar asentada junto a sus sementeras,

    en las partes planas que circundan el

    Cerro de los Metates, y las habita

    ciones de los principales debieron

    construirse en las laderas de las emi-

    nencias. En caso necesario la pobla

    cin

    se

    trasladara al sitio reconocido

    por los espai\oles como fortaleza

    por lo fcil de su defensa; esta si

    tuacin de refugio se aclara con el

    hallazgo de puestos de viga

    40

    oquedades que consigna Medelln Ze

    nil

    como excavadas en la roca para

    servir de puestos de observacin. Este

    modelo de centros fortificados son

    tpicos de la regin, pudindose citar

    Tlacotepec, Centla y Quauhtochco,

    entre otros. Lo anterior pone de ma

    nifiesto la imperiosa necesidad que

    los totonacas tuvieron de protegerse

    de otros pueblos, lo que los llev a re

    fugiarse en las partes altas de los

    cerros.

    En los informes de los trabajos ar

    queolgicos realizados en Quiahuiz

    tlan no se menciona la metodolgia

    que se sigui en la investigacin, ni

    las tcnicas utilizadas para trabajar

    en las construcciones; slo

    se

    explica

    el

    estado en que se encontraron los

    monumentos y cules fueron las

    obras de reconstruccin y consolida

    cin. Se describen los monumentos en

    funcin de las variantes que presen

    tan sus elementos estructurales y aun

    que cada tumba tiene una gran indivi

    dualidad, se nos muestra que siguen

    un mismo patrn formal.

    La cermica

    Medelln Zenil, en su libro Cermicas

    del Totonacapan

    explica que en este

    lugar no se hizo estratigrafa ya que

    sus terrenos son muy inclinados y de

    grandes proporciones rocosas'' . 1 Por

    ello

    el

    material debe proceder de reco

    leccin de superficie, de hallazgos en

    los trabajos hechos en las construc

    ciones y de las ofrendas funerarias en

    contradas en las tumbas; a estas lti

    mas se refiere en su informe.

    La cermica ms comn en

    el

    sitio

    es la llamada Quiahuiztlan, de barro

    crema claro, sin desgrasante, com

    pacto y generalmente muy bien coci

    do, decorado siempre con pintura

    guinda que vara del tono claro al

    muy obscuro. En algunos cajetitos

    hay esgrafiado o rayado inciso orna

    mental .

    4

    2

    La cermica ms antigua

    9

  • 5/19/2018 cam08_reducido.pdf

    14/102

    de este es tilo, llamada Quiahuiztlan 1,

    procede de la Is la de Sacrificios y se le

    asigna una ubicacin temp

    ora

    l de 900

    d.C. Este tipo de cermica no se en

    contr en el Cerro de los Metates, por

    lo que la ocupacin del lugar de

    bi

    efectuarse en poca posterior. Duran

    te las ex ploraciones se descubri en

    los entierros, a

    ma

    nera de ofrendas,

    abundante cetamica de Qui ahuiztlan

    II

    consistente en: caje ti tos trp

    od

    es

    con decoracin pintada o esgrafia

    da .. aunque menos frecuentes, copas

    y grandes platos ...

    4

    3 Excepto los

    platos de fo ndo

    pl

    ano de unos 27 cm.

    de dimetro , el rn to de la cermica

    fune raria es de pe

    qu

    eas dimen

    siones, semejante a la que se localiza

    en otros sit ios de Veracruz y que cre

    emos puede estar relacionada con los

    enanos mticos vinculados con la

    ll

    u

    via.

    Tambin

    se

    hall cer

    mi

    ca de ot ros

    estilos tpicos de Tot

    on

    acapan: Tres

    Picos II y III ; perteneciente toda ella

    a

    lo

    que el arquelogo llama horizon

    te histrico de los sigl os XIII al XVI.

    Se

    trata de un barro de col or semejan

    te a la alfarera tipo Quiah

    ui

    ztlan, de

    corada con faj as pintadas color na

    ranja, caf oscuro y guinda y motivos

    esgrafiados .

    44

    Otras ce rm icas exis

    tentes aunque en menor g

    rado

    , son

    las de barro

    naran

    ja y la policroma

    totonaca; de este es tilo se rescat un

    vaso globular decorado con un ciem

    pis.

    Las conclusiones a las que llegamos

    del es tudio de la

    ce

    rmica son las

    si

    guientes: la poca del florecimiento

    de Quiahuiz

    tl

    an pertenece al horizon

    te posclsico tardo, lo que corrobora

    lo que dicen las fuentes histricas

    acerca de que la

    vi

    da en el Cerro de

    los Meta tes es t en pleno auge en el

    momento de la llegada de los conquis

    tadores.

    La cermica de importacin ms

    antigua encontrada en Quiahuiztlan

    - hasta

    ahora

    los restos ms t empra

    nos del si

    t o

    proviene

    de

    la

    tumba

    4

    del grupo Sur; es del tipo Azteca II

    producida en Tenayuca,

    4

    5 lo que de

    muestra la relacin de los to tonacas

    con este pueblo, y s

    ob

    re todo , la po

    sible ocupacin del sitio hacia el

    posclsico temprano. Adems, tu-

    lO

    QU U I Z T L N

    o

    vieron estrechos contactos con

    el

    Al

    tiplano Central ya que abunda la ce

    rmica policroma

    Mix teca -

    Puebla

    que tal vez procede de Cholula, ya

    que frecuentemente se encuentra

    alfarera de ese lugar en

    el

    Centro de

    Veracruz; muestra de esas relaciones

    es la existencia de tumbas con monu

    mento. Aparece tambin cermica

    Azteca III y IV, ambas variedades de

    la poca mexica, que ponen de mani

    fiesto la influencia de este pueblo en

    Quiahuiztlan, como sucedi en dicha

    regin central en

    el

    posclsico t

    ard

    o

    La poblacin del Cerro de los Me

    tates tambin mantuvo relaci

    on

    es po

    siblemente de carcter comercial co

    otros sitios de Mes

    oam

    rica . Es con

    veniente recordar lo que indica Tor

    quemada cuando dice que esta

    ci

    uda

    era un mercado. El puerto de la Vill

    Rica seguramente fue un important

    sitio de intercambio de productos y

    que se han enc

    ont

    r

    ado

    objetos d

    barro

    Pnuco V y VI, procedentes d

    la Huaxteca (1200 d.C. a 52 d.C.)

  • 5/19/2018 cam08_reducido.pdf

    15/102

    LA

    ARQUITECTURA

    FUNERARIA

    Distribucin de los volmenes en el

    espacio

    En el Cerro de los Metates los edifi

    cios estn distribuidos en las terrazas

    que fueron construidas en varios ni

    veles en las faldas del promontorio, y

    que implican grandes superficies

    rellenas y kilmetros de muros de

    contencin.

    Como

    sucede generalmente en toda

    la arquitectura prehispnica de carc

    ter religioso, aqu en Quiahuiztlan los

    volmenes subrayan el espacio o sir

    ven como puntos de referencia

    para

    formar plazas ayudndose de la con

    figuracin natural de la eminencia o

    regularizando sta

    para

    lograr los pla

    nos necesarios. Estas plazas eran

    el

    lugar donde

    se

    concentraba la pobla

    cin para celebrar sus rituales. Las si

    guientes consideraciones de la distri

    bucin de los cuerpos en el espacio es

    tn fundamentadas en el mapa elabo

    rado por Medelln Zenil fig. 5).

    Cada uno de los tres conjuntos ar

    quitectnicos consignados en ese

    ma

    pa forma una unidad con caractersti

    cas propias. Adems, hay dos grupos

    de tumbas que no estn dibujados en

    l

    y que aparecen constituidos

    por

    va

    rios monumentos alineados uno junto

    a

    otro.

    El Cementerio Central

    se

    comunica

    con el Grupo de Oriente por medio de

    un muro escalonado; este ltimo se

    une a su vez con el Cementerio Orien

    te por

    un

    paso natural que corre por

    el flanco occidental de la estructura

    llamada Palacio . Al grupo de

    Tumbas del Sur parece que tambin

    se llegaba por un paso natural ascen

    diendo unos quince metros desde el

    Cementerio Central. El acceso al

    Grupo de Ojital no lo hemos podido

    distinguir.

    S

    Plano de Quiahuztlan segn Medelln Zenit,

    retocado por Ana Luisa Izquierdo. 6. Vista ge-

    neral del Cementerio Central. Foto Ana Luisa

    Izquierdo.

    El Cementer io Central fig. 6), ubi

    cado en un plano de composicin rec

    tangular abierto hacia el norte por

    una pendiente, est integrado por

    tumbas, un palacio y un templo .

    Hacia el oriente fueron edificadas

    cuatro estructuras: un adoratorio

    flanqueado por tres tumbas que for

    man

    el

    eje lmite norte-sur con

    una

    trayectoria ligeramente inclinada

    lograda a base de remeter las facha

    das de cada una de las construcciones

    unos centmetros a part ir de la tumba

    l. De estos edificios slo permanece

    en pie el ltimo. El lmite sur del con

    junto est formado por pequeos mo

    numentos colocados en dos niveles,

    uno inferior y

    otro

    superior, que si

    guen una trayectoria oriente-

    poniente, con sus entradas dispuestas

    al norte excepto la nmero 3 que ve al

    oriente. Los niveles estn separados

    por un muro de contencin que evita

    el derrumbe del cerro y que forma la

    base para las tumbas de la parte supe

    rior.

    En

    ambos niveles los monumen

    tos no se encuentran alineados unos

    con otros; algunos fueron dispuestos

    ms adelante y otros ms atrs sin se

    guir un ritmo; dos de ellos incluso

    quedan ocultos.

    Al poniente se distingue un eje

    norte-sur constituido por la estructu

    ra ms grande de la plaza. Es un basa

    mento de planta rectangular con un

    muro en talud, triple escalinata y

    cuatro alfardas. En la parte superior

    tuvo una habitacin tambin de plan

    ta

    rectangular y gran entrada. Esta

    estructura no ha sido explorada.

    El grupo de Oriente se encuentra

    dispuesto de tal manera que circuns

    cribe

    otra

    plaza rectangular abierta

    por el lado poniente hacia el muro es

    calonado que ya mencionamos, y li

    mitada en

    el

    sur por la ladera del

    cerro. El lmite oriental de la plaza

    es

    t

    determinado por un edificio de

    planta elptica. Esta estructura pre

    senta una amplia escalinata flanquea

    da por alfardas trapezoidales.

    El edificio mayor que limita la pla

    za por el norte est integrado por dos

    cuerpos escalonados; tiene una doble

    escalinata que da hacia el sur y permi

    te

    el

    acceso al primer cuerpo; al se-

    gundo se sube por una amplia esc

    lera. Las dos escalinatas estn limit

    das por alfardas que en la parte sup

    rior terminan en paramentos rectan

    gulares. La pirmide tuvo una habit

    cin de planta rectangular con un v

    no de acceso en toda la amplitud de

    fachada. El espacio de la plaza se in

    terrumpe con dos pequeas estruct

    ras que parecen ser adoratorios y

    qu

    an no han sido explorados.

    El lado norte de aquel edificio sirv

    de lmite sur a otra plaza en la que

    construyeron numerosos monume

    tos agrupados en escuadra, aunqu

    sin seguir una lnea recta. La mayor

    de ellos estn concentrados en la e

    quina noreste de la plaza. Los d

    extremo norte tenen sus fachadas

    h

    cia el sur, en

    tanto

    que los del lad

    oriente presentan su parte posteri

    hacia el mar.

    En el mapa elaborado por Medell

    Zenil

    y

    que utilizamos en este trab

    jo), l coloca errneamente la plan

    del mausoleo triple, cuya localizaci

    l mismo apunta en su nform

    est en el Grupo del Sur

    aun cuand

    puede tratarse de una subestructu

    de la que no

    se ve

    ningn resto supe

    ficial. Durante alguna de las tres tem

    poradas de exploracin, practic un

    cala en la parte sur de esta plaza y e

    contr que debajo de ella hay una s

    bestru

    ctura

    de la cual se aprecian e

    caleras y alfardas con remates, de

    misma manera que en otros edificio

    Estos datos fueron omitidos en el pl

    no aunque todava queden visibles.

    Sistema materiales de construcci

    El material utilizado en la constru

    cin de estos monumentos procede d

    la misma localidad y consiste en laj

    de piedra volcnica recubiertas co

    estuco. Las lajas tal y como salan d

    la cantera eran colocadas, salvo algu

    nas que se trabajaban para darl

    cierta forma y ponerlas en esquina

    piso y bases de techos

    ... .

    46

    Los componentes del mortero co

    el que recubran la piedra son

    aren

    de ro

    y

    cal hecha por calcinacin d

    los carapachos calcareos de molusco

    bivalvos, fundamentalmente osti

  • 5/19/2018 cam08_reducido.pdf

    16/102

    que debieron tomar de la Laguna del

    Llano y de la Mancha .

    47

    Para

    que la

    argamasa tuviera ms coccin le agre-

    gaban pequeas esferas de

    barro

    y

    restos de cermica.

    El basamento de las tumbas est

    construido directamente en el suelo o

    sobre un piso recubierto de estuco; en

    algunas, primero

    se

    edific una plata-

    forma baja recubierta de argamasa,

    por lo que carece de cimiento

    s.

    La c-

    mara funeraria queda colocada en el

    espacio que dejan libres las cuatro pa-

    redes del basamento. Algunas de esta

    cmaras presentan una planta rectan-

    gular, y otras elptica. Ah colocaban

    los restos seos y las ofrendas de cer-

    mica (fig. 7 .

    El techo de la

    cmara

    fueneraria es-

    t formado por una o varias lajas que

    componen, a su vez,

    el

    piso del pe-

    queo templo que

    es

    de menores d i-

    mensiones. ste, generalmente, tiene

    planta rectangular, aunque hay algu-

    nos cuya planta

    es

    de esquinas redon-

    deadas. El techo del adoratorio es

    plano, construido tambin con una o

    varias losas, pero se eleva con ms la-

    jas, creando la forma que se aprecia

    desde el exterior. Lo burdo de la

    construccin

    se

    disimula con gruesas

    capas de argamasa que cubren inte-

    riores y exteriores, logrando la forma

    que adelante describiremos.

    Descripcin formal

    De las 77 tumbas localizadas en el

    Cerro de los Metates, slo hemos po-

    dido observar 68, de las cual

    es se

    l

    ec

    -

    cionamos algunas para ser desc ritas

    en el presente trabajo, por considerar

    que son las autnticas ya que conser-

    van sus partes originales; las dems,

    estn reconstruidas, en mayor o me-

    nor proporcin, en dos ocasiones di-

    fe

    rentes.

    7. Tumba 2

    del

    Grupo Sur. 8 Tumba 1 del Ce-

    menterio Central, segn dibujo de Rafael Mo-

    ranchel

    y

    foto de Diego Villasei lor Cusi. 9. De -

    talle de la misma.

    10

    Tumba 4

    del

    Cementerio

    Central. Fotos Ana Luisa Izquierdo.

    12

    1 1

    { ~

    ~

    ~ .

    } ~

    A ~

    .,.. . - .o __

    . '.

    7

    8

    a

    b

  • 5/19/2018 cam08_reducido.pdf

    17/102

    CEMENTERIO CENTRAL

    Tumba nmero

    figs. 8 y 9)

    La tumba 1 situada en el oriente del

    Cementerio

    Central, con su fachada

    dirigida hacia

    l

    poniente, puede con-

    siderarse la de mayores dimensiones y

    la ms original, ya que en ella

    el ma-

    nejo de las formas es totalmente dis-

    tinto de los dems. Su nico cuerpo

    tiene planta rectangular y los cuatro

    muros en talud. Adosada en el muro

    poniente est la escalera; no cubre to-

    da su extensin y est limitada por al-

    fardas que terminan en dado o rema-

    tes con forma de paraleleppedos que

    sobresalen

    unos

    centmetros

    de

    aqullas. A pesar de las pequeas di-

    mensiones del monumento, la escale-

    ra

    presenta siete escalones con huellas

    muy estrechas y altos peraltes.

    ste

    es el

    nico monumento con de-

    coracin realizada a base de grandes

    almenas con perfiles escalonados,

    cuatro en la parte posterior y dos en

    cada uno de sus lados, colocadas en la

    parte superior de la pirmide. Por Jo

    que se observa, el basamento no tuvo

    templo. Melgarejo Vivanco afirma

    adems que en su interior

    haba

    una

    cmara de forma rectangular capaz

    de conterner un entierro primario de

    uno o varios

    individuos

    48

    Tumba nmero 4

    fig. 10).

    Esta

    tumba

    se encuentra ubicada en el

    nivel superior del Cementerio Central

    con su fachada dispuesta hacia el nor-

    te. El basamento se desprende direc-

    tamente del suelo; su planta es de as-

    pecto cuadrangular con esquinas re-

    dondeadas. La escalera est

    adosada

    a la estructura, parece tener cuatro es-

    calones y anchas alfardas que apenas

    se distinguen por su mal estado de

    conservacin.

    El adoratorio presenta una planta

    semejante a la del basamento aunque

    de menores dimensiones; est colocado

    de tal manera que en la parte superior

    del basamento

    queda

    un pasillo; el

    vano

    de

    acceso tiene forma trape-

    zoidal y est desplomado. El techo es

    plano. formado por dos cuerpos de

    esquinas redondeadas: un friso infe-

    rior que es el mayor y una moldura

    superior angosta, ambos con una

    inclinacin se mejante. Algunos de los

    elementos de este monumento no se

    unen en ngulos rectos, debido al po-

    co cuidado de sus construcciones.

    En general, en los edificios prehis-

    pnicos de estas caracters ticas,

    el

    templo

    es

    mucho menor que el basa-

    mento que lo sostiene; en este edificio

    es

    a la inversa, el santuario

    es

    de ma-

    yores dimensiones que la pirmide.

    Medelln Zenil encontr dentro del

    templo del monumento una figura fe-

    menina de barro en posicin sedente,

    lo que aclara su sentido ya

    que

    emu-

    lando a los templos, era en realidad

    un pequeo santuario, o sea, el recin-

    to donde se guardaba la efigie de la

    divinidad.

    Tumba nmero 5 fig. 11)

    Junto al pequeo edificio arrib

    descrito y con la misma orientacin

    se

    encuentra otra tumba de plan

    rectangular con un cuerpo vertica

    Su escalera, que

    no ocupa

    toda la pa

    te frontal de la estructura, est limita

    da por

    alfardas ms angostas en

    parte superior, donde cambian s

    inclinacin y se

    transforman

    en

    un

    r

    mate cilndrico. Los escalones po

    siblemente tuvieron la huella y el p

    ralte muy desiguales.

    El templo, tambin de planta rec

    tangular con muros ligeramente re

    dondeandos en las esquinas, es de m

    nores dimensiones que el basamen to

    por lo que deja

    un

    corredor que lo ci

    cunda. Tiene un vano de acceso e

    forma

    de paralelogramo. Las parede

    siguen

    una

    lnea curva que se une e

    la parte inferior del techo plano,

    pro

    yectndose fuera de los muros d

    adoratorio.

    La

    parte

    inferior d

    techo

    es

    ms ancha en los costado

    del templo, siguiendo una lne

    diagonal. La moldura superior n

    corre paralela a aqulla, sino que s

    gue una lnea horizontal.

    Los dos elementos principales de

    construccin fueron edificados dn

    do

    le

    al templo

    una

    proporcin much

    mayor, de tal

    manera que

    es dos vec

    ms grande que la plataforma inferio

    Sus formas son bastante irregular

    aunque se nota mayor cuidado en

    fachada del edificio.

    1

    1

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    18/102

    Tumba nmero 5

    (fig. 12

    Situada en el nivel inferior del Ce-

    men terio, guarda la misma orienta-

    cin que las otras. Su basamento es-

    t integrado por

    muros

    en talud y

    paramentos

    que

    se proyectan unos

    centmetros fuera del

    muro.

    Tiene

    una

    amp

    lia escalera de tres

    peldao

    s,

    limitada por alfardas a la

    que

    rema-

    tan

    dado

    s con liste en la

    pa

    rte infe-

    rior, sin

    ocupar

    totalmente la parte

    frontal de la estru

    ctura.

    El templo,

    sumamente alto en relacin al basa-

    mento tiene planta rectangular; su

    vano de acceso presenta el aspecto de

    un arco deprimido.

    El techo pl

    ano

    tambin est in-

    tegrado por dos partes: un friso que

    se proyecta fuera de los muros del

    adoratorio y que se va estrechando en

    la parte superior a

    manera

    de pirmi-

    de truncada, y una moldura ms an-

    gosta que sigue

    una

    misma lnea e

    inclinacin. EL basamento es suma-

    mente

    bajo

    en relacin al templo ya

    que este tilmo es tres veces ms

    gra

    n-

    de que

    el

    primero.

    12

    1 Tumba del Cementerio Central. 12 . Tum-

    ba

    IS

    del Cementerio Central. 13. Tumba 26

    de l Cementerio Central. Tumba 33 del Ce -

    menterio Central. Fotos Ana Lui sa Izquierdo.

    14

    a

    b

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    Tumba nmero 6

    fig. 13

    Localizada en el nivel inferior del Ce

    menterio, con la posicin de su facha

    da hacia el norte, descansa sobre una

    baja

    plataforma rectangular ms

    amplia en la parte anterior del edifi-

    13

    4

    a

    b

    cio donde, hasta hace unos afios, con

    serv dos esculturas de argamasa que

    al parecer representaban felinos.

    4

    9 De

    ella arranca

    el

    basamento vertical de

    planta rectangular donde se en

    cuentra adosada una escalera de tres

    peldafios con

    alfardas

    que se

    estrechan en la parte superior, rema

    tadas en forma de paralelogramo con

    esquinas redondeadas. El

    adoratorio

    de mucha ms altura que el basamen

    to, tiene tambin una planta rectan

    gular pero de menores dimensiones, y

    est colocado de tal forma que deja

    un estrecho pasillo alrededor de la

    estructura. Su vano de acceso es tra

    pezoidal, ms angosto, y ligeramente

    arqueado en la parte superior. Los

    muros del pequefio templo muestran

    varios rec

    ub

    rimientos de gruesas ca

    pas de estuco. Su techo plano de dos

    elementos, no muy regular, tiene

    un

    friso ancho en forma de pirmides

    truncadas cuyas esquinas terminan en

    arista y una moldura de menores di

    mensiones que

    el

    elemento inferior .

    Este monumento es el que nos da la

    imagen ms aproximada de lo que pu

    dieron haber sido las dems tumba

    de Quiahuiztlan, ya que se encontr

    tal como lo observamos.

    Tumba nmero fig. 14

    Localizada en la esquina suroeste de

    la plaza del Cementerio y con su

    fachada dirigida hacia el norte

    muestra el poco cuidado que tuvieron

    sus constructores

    para

    darle a sus ele

    mentos formas regulares, por lo qu

    destaca notablemente su falta d

    simetra y el desequilibio en sus ele

    mentos. El mausoleo est colocado

    sobre una baja plataforma rectangu

    lar que en su parte anterior tena do

    escul turas de estuco.

    4

    5

    Su basamento

    planta de aspecto rectangular y es

    quinas redondeadas,

    es

    un cuerp

    vertical. Su escalera sumamente an

    gosta, est limitada por alfardas qu

    terminan en cubos que fueron recons

    truidos. Estos ltimos, de grandes di

    mensiones en relacin a la alfarda,

    se

    proyectan fuera de ella, de tal manera

    que dan la impresin de estar despro

    porcionados.

    1

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    El

    templo

    es

    de planta rectangular

    levemente redondeada en sus es-

    quinas . Est colocado al centro del

    basamento, quedando un corredor

    alrededor de l. La puerta de entrada

    es ligeramente trapezoidal, ms an

    gosta en la parte inferior tal vez por

    que aqu la capa de estuco es ms

    gruesa. El techo plano, de dos partes,

    tiene un friso que en la fachada sigue

    una lnea diagonal, siendo ms ancho

    en el lado izquierdo que en

    el

    de-

    recho. En algunos de sus lados termina

    redondeado y en otros en arista a

    la

    manera de cornisa volada. La moldu

    ra superior est casi totalmente re

    co nstruida,

    es

    ms ancha en el lado

    derecho que en el izquierdo, a la in

    versa que la parte inferior del techo.

    TUMBAS DEL SUR

    Tumba nmero (fig. 16

    Este monumento se puede tomar co

    mo modelo porque, en parte, se en

    contr tal como lo vemos ahora, ex-

    cepto la escalera que estaba muy

    destruida; se reconstruy basndose

    en los restos de una alfarda con su re

    mate de ese mismo edificio. El basa

    mento, de planta rectangular,

    es

    esca

    lonado en dos de sus lados y en forma

    de paramento vertical en la cara ante

    rior y en la posterior. El templo con

    planta del mismo tipo, pero de meno

    res dimensiones, fue colocado en el

    centro del basamento de tal forma

    que deja un pasillo alrdedor del pe

    queo templo. Su escalera, adosada a

    la estructura, consta de tres peldaos,

    y est limitada por alfardas suma

    mente inclinadas que adquieren

    el

    as

    pecto de rampas que en la parte supe

    rior modific