biblia catolica, nuevo testamento, evangelio de juan, parte 5 de 27

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Los tres prirneros Evangelios reprodu- cen documentos redactados en Palesüna a la vista de los mismos Apóstoles. El Evan- gelio de Juan va dirigido a la siguiente generación y su autor es un "profe[a" de la Iglesia; es uno de los que interpretaban las palabras de Jesús para las nuevas comuni- dades. Si bien el autor ha sido, según toda pro- babilidad,, testigo di¡ecto de ú mayoríá Oe los hechos que nos transrnite, prefirió ceñirse a algunos episodios que podría desarrollar conforme a su carisma proféti- co, para bien de la Iglesia. De ahí proviene esa alternancia entre hechos y discursos. Los hechos son narra- dos en un estilo breve y preciso, mientras que los "discursos de Jesús" resultan a veces repetitivos y es fácil deducir que aun cuando fueran constnridos en base a palabras auténticas de Jesús, son obra de "Juan el profet&", corno se le ha liamado, Los discursos atribuidos a Jesús la tarde de la Úttima Cena ocupan un lugar desta- cado. Con ellos estamos tan lejos Ia proclamación de JeSús a las müchedum- bres como de las advertencias dirigidas al pueblo judío pará persuadirlo a que-se J ' Iglesia entera y todo el porvenir del cris- tianismo se identifican con esos discípu- los queit.:Igló y a los que'prepara para . ,lu efusión del Espriru. I^as grandes líneas det euon[ii¡l áii"an Juan nos dice en el último capínrlo cuál ., fue su objetivo: l'Esto fue escrito para que'"'. ustedesrcrean que Jesús es el Hijo de : Dios,? (Jn 20,31); ¿Hijo de Dios? Si bien los apóstoles lo proclamaron corno tal, [cóino entendían estas palabras? ¿En que, sentido era de naturaleza divina? Juan afirma la existen- cia del Hijo en Dios desde el Piincipio, y esta luz sobre el origen de Jesús ilumina toda su obra: Hijo eterno de Dios hecho hombre, Do vino.sólo p.ara enseñar, -sino para transformar la creación. ' Había llegadb el momento de.clarificar la fe dirige a cistianos ó'á, cate.cúmenos que tie- sinagoga de su ciudad o entraren la Iglesia El Evallgelio de Juan es polémico. cristiana ante el judaísrno, y Jqan se nen que elegir entre pgrtenecer a la que se ha constituido frente a'ella. El Evangelio de Juan lo acompañó a lo una-vez y lo dejó coq un cierto desorden estructuras y puntos de referencia .(por Iargo de toda su vida; lo retocó más de aparente, donde sin embargo no faltan ejemplo las palabras reBetidas siete t97 INTRODUCCION veces). El último párrafo del libro da a enrender que fue publicado después de la muerte_de su autor, que según añrma san lreneo, vivió hasta el reinado áe Trajano (98- l l7). Con c-ierta probabilidad la estructura de este evangelio se ordena en torno a la oposi- ción de Ias ñestasjudías quejalonan la vida de la sinagoga, entre las cuales se eniuen- ra la Pascua, y la "hora" de Jesús que abre los tiempos nuevos. Esa es la hora de la pasión y de la resurrección de Jesús, y será mencionada al comienzo de nuestras tres iecciones, en 2,4i 7,6; 13,1. Es de ¡.otar la importancia que el autor atribuye a los ritos y símbolos litúrgicos: el agua de Siloé, el cordero de la Pascua, las purificaciones... Demostrani que táles ritos judíos son sólo la figura y el anuncio de otros ritos decisivos en la iniciación cristiana: él bautismo, la Eucaristía y el lavado de los pies. Las leyes del pueblo judío y las litur- gias del Templo pertenec€n al pasado, pero todo ha sido uansfigurado en la vida y la nueva llturgla de los cnstlanos. El discípulo que Jesús amaba Desde siempre se ha pensado que la mención, repetida catorce veces (2x7) en la última parte del Evangelio, de la expresión "el discípulo que Jesús amaba", indicaba a su autor. El último versículo (21,24) Io dice expresarnente. Sería difícil negar que ese discípulo, del que no se dice su nombre, haya-sido junto con Andrés uno-de l,os dos primeros discípulos mencionados en Jn 1,35. Y también pa.rece haber sido uno de los ¡'dos discípulos" que tampoco se nombran en21,2. Entra en escena en el momento de la Ultima Cena, colocado en el lugar de honor que. correspondía po_r d9r-ec!o_a,l huésped; ¿no seía el dueño de casa que acogió a Jesús y a los suyos (Lc 22,12)2 Y desde ese momento acompaña a Pedro. Puede per- mitirse estar al pie de la cruz mientras el grupo galileo sólo piensa en escapar de las represalias. Jesús le confía a María, y rircmentos después lo comprende todo.- Hablamos del "Evangelio de Juan" como lo ha hecho toda la tradición desde los pri- meros años, y para la gran mayoría el autor séía Juan, hernano de Santiago, uno de losDocedeJesús,aunqueestaatribuciónsuscitaserios,problemas. En primer lugar, el Evangelio dice muy pocas qosas sotre la actividad de.Jéiús en Galilea, en la que tomaron parte los hijos de Zebedeo, y que ocupa la mayor parte de los sinópticos; casi todo transcurre en.Jerusalén, donde el autor observa la crecida de los conflictos entre Jesús y las autoridades judías. Da la impresión de esur ahí en casa, y sabe lo qué esti{ pasando entre los bastidores del'poder, decir, entre los sacerdotes.,' Hay otros interrogantes que arrojan una sómbra'de duda sobie la atribución del , Evanlelio a este Juin. El apóstol, ui pescador galileo, ¿podía ser el autor de loi dis. cursos teológicos y místicos que caracterizan a este Evangelio?-Ademrás, quien diera su forma definitiva al Evangelio entre los años 70-90, quizií§ cerca de Efeso, lugar a donde se:reti¡ó según una tradición muy antigua, no era sólo un teólogo sino que-tam- bién parece haber sido sacerdote (18,15). Y Juan el apóstol, ¿pertenecía a una familia de sacerdotes? Es dudoso. El autor del evangelio Sería fácil atribuir el Evangelio a otro Juan, un joven sacerdote de Jerusalén distinto del hijo de Zebedeo,.si no esiúvieran los textos dei comienzo de los Hechos t¡,t; ¿,i¡; 8,14) en que se nota una relación muy especial entre Pedro y Juan, como la había habi- do.algunas,semanas antes entre Pedro y el discípulo amado según el cuarto Evar¡gelio. Además; el apóstol Juan es enviado pgr Jesús junto con Pedro, a preparar la Ultima Cena (I.c 22,8). : e p"r* de gue no fal¡an indicios que permitirían atribuir este Evangelio at hijo:de Zebedeo,.son muy numerosos los que se inclinan en favor de otro,Juan, sacerdote ile, Jerusalén. La.hipótesis de un "discípulo amadd''distinto de Juan, hermano de Santia- 99,1os.ll9ya1i ávarios descubrimiéntos, en especial sobre las relaciones enue Jüan y María, la Madre del Señor. . : '

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Page 1: BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, EVANGELIO DE JUAN, PARTE 5 DE 27

Los tres prirneros Evangelios reprodu-cen documentos redactados en Palesüna ala vista de los mismos Apóstoles. El Evan-gelio de Juan va dirigido a la siguientegeneración y su autor es un "profe[a" de laIglesia; es uno de los que interpretaban laspalabras de Jesús para las nuevas comuni-dades.

Si bien el autor ha sido, según toda pro-babilidad,, testigo di¡ecto de ú mayoríá Oe

los hechos que nos transrnite, prefirióceñirse a algunos episodios que podríadesarrollar conforme a su carisma proféti-co, para bien de la Iglesia.

De ahí proviene esa alternancia entrehechos y discursos. Los hechos son narra-dos en un estilo breve y preciso, mientrasque los "discursos de Jesús" resultan aveces repetitivos y es fácil deducir queaun cuando fueran constnridos en base a

palabras auténticas de Jesús, son obra de"Juan el profet&", corno se le ha liamado,

Los discursos atribuidos a Jesús la tardede la Úttima Cena ocupan un lugar desta-cado. Con ellos estamos tan lejos dé Iaproclamación de JeSús a las müchedum-bres como de las advertencias dirigidas alpueblo judío pará persuadirlo a que-se

J

' Iglesia entera y todo el porvenir del cris-tianismo se identifican con esos discípu-los queit.:Igló y a los que'prepara para

. ,lu efusión del Espriru.

I^as grandes líneasdet euon[ii¡l áii"an

Juan nos dice en el último capínrlo cuál .,

fue su objetivo: l'Esto fue escrito para que'"'.ustedesrcrean que Jesús es el Hijo de :

Dios,? (Jn 20,31);¿Hijo de Dios? Si bien los apóstoles lo

proclamaron corno tal, [cóino entendíanestas palabras? ¿En que, sentido era denaturaleza divina? Juan afirma la existen-cia del Hijo en Dios desde el Piincipio, yesta luz sobre el origen de Jesús iluminatoda su obra: Hijo eterno de Dios hechohombre, Do vino.sólo p.ara enseñar, -sinopara transformar la creación. '

Había llegadb el momento de.clarificar la fedirige a cistianos ó'á, cate.cúmenos que tie-sinagoga de su ciudad o entraren la Iglesia

El Evallgelio de Juan es polémico.cristiana ante el judaísrno, y Jqan senen que elegir entre pgrtenecer a laque se ha constituido frente a'ella.

El Evangelio de Juan lo acompañó a louna-vez y lo dejó coq un cierto desordenestructuras y puntos de referencia .(por

Iargo de toda su vida; lo retocó más deaparente, donde sin embargo no faltanejemplo las palabras reBetidas siete

t97 INTRODUCCION

veces). El último párrafo del libro da a enrender que fue publicado después de lamuerte_de su autor, que según añrma san lreneo, vivió hasta el reinado áe Trajano(98- l l7).

Con c-ierta probabilidad la estructura de este evangelio se ordena en torno a la oposi-ción de Ias ñestasjudías quejalonan la vida de la sinagoga, entre las cuales se eniuen-ra la Pascua, y la "hora" de Jesús que abre los tiempos nuevos. Esa es la hora de lapasión y de la resurrección de Jesús, y será mencionada al comienzo de nuestras tresiecciones, en 2,4i 7,6; 13,1.

Es de ¡.otar la importancia que el autor atribuye a los ritos y símbolos litúrgicos: elagua de Siloé, el cordero de la Pascua, las purificaciones... Demostrani que táles ritosjudíos son sólo la figura y el anuncio de otros ritos decisivos en la iniciación cristiana:él bautismo, la Eucaristía y el lavado de los pies. Las leyes del pueblo judío y las litur-gias del Templo pertenec€n al pasado, pero todo ha sido uansfigurado en la vida y lanueva llturgla de los cnstlanos.

El discípulo que Jesús amaba

Desde siempre se ha pensado que la mención, repetida catorce veces (2x7) en laúltima parte del Evangelio, de la expresión "el discípulo que Jesús amaba", indicaba asu autor. El último versículo (21,24) Io dice expresarnente. Sería difícil negar que esediscípulo, del que no se dice su nombre, haya-sido junto con Andrés uno-de l,os dosprimeros discípulos mencionados en Jn 1,35. Y también pa.rece haber sido uno de los¡'dos discípulos" que tampoco se nombran en21,2.

Entra en escena en el momento de la Ultima Cena, colocado en el lugar de honorque. correspondía po_r d9r-ec!o_a,l huésped; ¿no seía el dueño de casa que acogió aJesús y a los suyos (Lc 22,12)2 Y desde ese momento acompaña a Pedro. Puede per-mitirse estar al pie de la cruz mientras el grupo galileo sólo piensa en escapar de lasrepresalias. Jesús le confía a María, y rircmentos después lo comprende todo.-

Hablamos del "Evangelio de Juan" como lo ha hecho toda la tradición desde los pri-meros años, y para la gran mayoría el autor séía Juan, hernano de Santiago, uno delosDocedeJesús,aunqueestaatribuciónsuscitaserios,problemas.

En primer lugar, el Evangelio dice muy pocas qosas sotre la actividad de.Jéiús enGalilea, en la que tomaron parte los hijos de Zebedeo, y que ocupa la mayor parte delos sinópticos; casi todo transcurre en.Jerusalén, donde el autor observa la crecida delos conflictos entre Jesús y las autoridades judías. Da la impresión de esur ahí en casa,y sabe lo qué esti{ pasando entre los bastidores del'poder, e§ decir, entre los sacerdotes.,'

Hay otros interrogantes que arrojan una sómbra'de duda sobie la atribución del ,

Evanlelio a este Juin. El apóstol, ui pescador galileo, ¿podía ser el autor de loi dis.cursos teológicos y místicos que caracterizan a este Evangelio?-Ademrás, quien dierasu forma definitiva al Evangelio entre los años 70-90, quizií§ cerca de Efeso, lugar adonde se:reti¡ó según una tradición muy antigua, no era sólo un teólogo sino que-tam-bién parece haber sido sacerdote (18,15). Y Juan el apóstol, ¿pertenecía a una familiade sacerdotes? Es dudoso.

El autor del evangelio

Sería fácil atribuir el Evangelio a otro Juan, un joven sacerdote de Jerusalén distintodel hijo de Zebedeo,.si no esiúvieran los textos dei comienzo de los Hechos t¡,t; ¿,i¡;8,14) en que se nota una relación muy especial entre Pedro y Juan, como la había habi-do.algunas,semanas antes entre Pedro y el discípulo amado según el cuarto Evar¡gelio.Además; el apóstol Juan es enviado pgr Jesús junto con Pedro, a preparar la UltimaCena (I.c 22,8). :

e p"r* de gue no fal¡an indicios que permitirían atribuir este Evangelio at hijo:deZebedeo,.son muy numerosos los que se inclinan en favor de otro,Juan, sacerdote ile,Jerusalén. La.hipótesis de un "discípulo amadd''distinto de Juan, hermano de Santia-

99,1os.ll9ya1i ávarios descubrimiéntos, en especial sobre las relaciones enue Jüan yMaría, la Madre del Señor. . : '

Page 2: BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, EVANGELIO DE JUAN, PARTE 5 DE 27

ü----JUAN 1

L¿ Palabra de Dios se

ml' ' En el principiolrlyel Verboestaba

y gl Verbo era Dios.2 El estaba ante Dios

hizo hombre

era el Verbo ( /a Palabra),ante Dios,

en el principio.

198

3 Por él se hizo todo,y nada llegó a ser sin é1.Lo que fue hecho o tenía vida en é1,y para los hombres la vida era luz.5 La luz brilla en las tinieblas,y Ias tinieblas no la impidieron.

6 Vino un hombre, enviado por Dios, eue se llamaba Juan.7 Vino para dar testimonio, como testigo de la luz,para que todos creyeran por é1.u Aunque no fuera él la luz, le tocaba dar tesümonio de la luz.

. 1.1 Todo el Er¡angelio de Juan trata de de-moskar que Jesús es tanto el Crisfo (o el Mesías)prometido por la Escritura, como el Htlo de Diosque nacido del Padre ha vuelto al Padre.

Arnbos término, ,,o *. "O,rir¡alentes.

En esteprólogo o introducción Juan nos va a decir cómola venida del H,jo de Dios se arraiga en lo más

H:;'HoeJ: más personal v lo mál sublime que

. EI Eangelio no es una teoría-, y Juan, despuésde recoger testimonios acerca de Jesus, mues[aque son en realidad testimonios de Dos. Desde elmomento en que se aborda el misterio de Dos, larez6n lra no puede decir nada más y solo se pue-den acéptar lbs tesümonios: eso es lá te.

L. El Verbo. En el misterio de Dos no hay lu-gar pafa ningún nornbre, y sin embargo nos ve-mos obliqados a usar palabras. Juan. iqual ouelos otros-Evangelistas, habhra del Hijo áe Dibs,pero ese nombre no lo dice todo, y entonces re-curre al A.T. Un poema del libro de los Prover-bios ponía en escena' la Sabiduría de Dos: ella hi-zo en el'mundo toda la obra de Dios y está9!emp¡e-a su lado, y la creó antes que el universo(Pro 8,221. Esta interesante imag-en había sidodesarrollada posteriormente por el Libro de laSabiduría (Sati 7-10).

- Juan seguirá esa pista para completar la pala-Ltq

*Hijo"?e Dios,'pero reempla2a la pafabraSob¡dui¡o por otra griega que si§nifica tarito 'pa-labra- comb *discurlo--y pgnsañriento. E* pulu-bra es logo.s (del cual sá derir¡an todas las inlá-bras terminadas en nlogía") y debe entenderseaquí como la -expresióñl de-Dos: Dios'que:seafirma a sí mismo y dice todo lo que l[erra'en sí.

Si en nuestro texto usáramos solamente eltérmino *Palabra', este vocablo nos podría con-fundir; y si decidiéramos traducir coh -Expre-síón', gu€ es más eücto, nos sonaría a intelec-!,luli así que hemos conseruado la vieja,palabraVerba paia traducir el *logos" de Diós,'y estotanto nias que en 1,10 el Verbo se enca,íra enJesús, que bs masculino. Esta palabra aparecebes veces en este versículo, signo de su excepcio-

nal importancia; Jtran la retomaÉ en 1Jn 1,1 yAp 19,13.

2. Ante Dios. Cuando comprendamos queDios 9s amor (lJn 4,76) comprenderemos tam-biéfi que el H,jo o Verbo de Dos es ante el Padreotra cara del amo-r. [a preposición griega queaquí se utiliza significa tanto *junto a' como *an-

, te" Dos.El Verbo era Díos. A Juan le resultaba muv di-

ficil decir que el Verbo era distinto de aquél quá esel Origen y el Surgimiento de Dios y al que üama-mos Padre, como que compartía la rnisma natr:ra-leá divina, porque Dios es uno solo.

Juan supo decírlo con el texto qrieqo. Cuandodice que el'Verbo estaba ante Dioí Ñn. delantede 'Dos" la marca de nombres personales, y porlo tanto debemos entender ante'el *Padre';-Érocr¡ando essrik * en Dos" la marca personal noestá, con lo que quiere decir que el Veño es denaturaleza divina.

3..Dos es; el Verbo €ra; Jesús dice: *Yo Soy'(Jn 13,19). Notemos la importancia del verbo'ser'. Ctnndo Juan *, refiere al universo y a los-hombres emplea .otro verbo que traducimós por.'exístir. Para él tmicamente la Etemidad Es,

-los.

humanos Ro, pues llegan a la existencia (Jn 8,58).Sólo Dios Padre merece el nornbre de crea-

dor, lra que es el Origen; pero creó por mediode su Verbo, quien conüene en sí el modelo detodas las cosas (Col 1,15).

5. A partil de gsa primera mención de lo queexiste, Juan habla de un mundo que resiste a laluz. Rechaza la concepción filosóIica o cultuialque habla de t¡na Madré Natualeza, que sería bue-na, acogedora, y que se bastaría a sí rnisma. No.En el mundo hay un poder de las tÍnieblas -(Col1,13). Entramos'en el misterio de un DoJ'qu¿'creó p€rsonas y espíritus libres; en es€ mundo hu-bo rechazos de un? extrema gravedad de los queson consecuencias nuestras guerras y nuestiosmalos instintos

7 . Víno como testigó. Las dos estrofas 6-8 v15 son como paréntelis. En ellas dos veces áEvangelista se reÍiere a Juan Bautista.

199

e EI era la luz verdadera,la luz que ilumina a todo hombre,y llegaba al mundo.'o Ya estaba en el mundo,este mundo que se hizo por é1,este mundo que no Io recibió.

Dios.

AI creer en su Nombre ¡3 han nacido,no de sangre alguna, ni por ley de la'came,nl Pgr voluntad de hopb¡e,síno que han nacido de Dios.

'o Y el Verbo se hizo came,Puso su tienda entre nosotros,y hemos visto su Gloria:la Gloria que recibe del Padre el Hijo único;en él todo era don amoroso y verdád.

'5 Juan dio testimonio de él;dijo muy fuerte: *De él yo hablaba al decir:El que ha venido detrái de mí ya está delante de ffií,Porque era antes que Yo.,t6 De_su plenitud hemos rec¡bido todos,y cada don amoroso preparaba otro., Por medio de Moisés h'emos recibido la Ley,pero la verdad y el don amorosonos Ilegó por medio de Jesucristo.

JUAN 1

" Vino a su propia casa,y los suyos no [g recibieron;'2 pero a todos los que Io recibieronIes dio capacidad para ser hijos de

9. Todos los hombres han'sido amados porDios y todos han recib¡do en su conciencia la'luzque. peryilg discemlr (más o menos) entre el bieny .el. mpl- Ese mundio no le condio; pero Dioshabía decidido revelarse a un pueblo.' eit ae Ia Bi-blia. Y fue allí donde el confÍicto entre las tinie-blas.y la h.'z llegó l.sU climax: Virlo y.los suyosno lo ocog.ieron. EI Evangelio hablaiá más ám-pliamente de esto.

L2. Jesus vino par¿r hac.e¡nos hips de Díos,afirmación.que a veces es difícil de 'entender, y;gue. tgdog-lo^g. hombres erara amados y dispon¡ánde Ia luz (1,9). Sin embarqo es maravittosci ctran-dp-glg"ign !q recon^ocidolen la persona de Jesr¡sal Hijo del Etemo. Se inicia enünces una nuerrarelación con Dios y atrn cuando a. veces nos pa-Íezca que los crisüános no son muv diferentes'delos demás, para Dios sin embargo- hay trna dife-rencia enorrne,'sh la cual la creatión perdería susentido.

14. EI Verbo se hizo carn€;Juan no dice: 'sehizo hombre', tai vez.porque temía que no secaptara hasta qué puntó el Hijo etemo'_tomó so-

bre- sí nuestra condición humana y rnaterial; élrealmente murió en la cruz.

Hab¡tó entre nosotro.s. Jt¡an,uüliza un verbogye al principio significaba 'instalar rut.náálSrn duda alude a Ia üenda que era la morada deFop en el desierto (Ex 33,7-t 1). n ni¡Jaáú;;hecho hombre será-un templo t'an huñ'd:v-fra-gil corno la tienda del desieito, pero

"" áfrá éñ-cuenba Ia plenitud de Dos. toi apostoles

"r, ái-

ffig: momentos vieron su gloriq tJn 2,11 y I_c9.,?2), especialmente en su pasión y iesurrec-

Ep él todo.ero don d_e amor y uerdod. L¿ Bi-bJia,djce qu? e,l amor.(o far¡or o g-racia) t h Nái-dad (q vqrdadlror', dos cualidailes eseñc¡ales deTor.(Ex 91t,6_-71, y se repiten corno un ,.fnañ áñel salmo E9- Juan por Io tanto quiere afirmar queDios se dio plenámente ¿ñ jE;ü; jóót 2b.

17. Juan disüngue las dos partes de la historiasanta. .Moisés ha6ía dado la

-Ley, que conteniá

rnuchas prome-sas. P_or Jesús-se áós'dan Ia; á;ó:mesas: por sq H,jo, Digr.l-r dado a conocer y haentregado todo lo que había en é1.

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JUAN 1 2OO

t6 Nadie ha visto a Dios jamás,pero Dios-Hijo único,él que está en el seno del Padrenos lo dio a conocer.

PRIMERA PARTE: JESÚS SE DA A CONOCER POR SUS SEÑALES

Juan Bautista presentael nCordero de Dios»

a Jesús, conoceñ, t' y aunque viene detrás dem!, yg no soy digno de soltarle Iacorréa de su sánda-iia.,

. 2E Esto sucedió en Betabará, dlotro lado del río Jordán, donde Juanbautizaba.

2s Al día siguiente Juan vio a Jesúsque venía a §u encuentro, ! €xclamó:*Ahí viene el Cordero de Dios, el quecarga con el pecado del mundo. r Deél yo hablaba al decir: "Detrás de míviene un hombre que ya está delantede mí, porque era antes que yo". 3t Yono lo conocía, pero mi bautismo conagua y mi venida misma eran para é1,

pata que se diera a conocer a Israel.,. .'.. 72 Y Juan dio este testimonio: *He

visto al Espíritu bajar del cielo como. una palom a y quedarse sobre é1. 33 Yono lo conocía, pero Aquel que meenvió a' bautizai con ajua, ffi€ dijotambién: "Verás al E§píritu bqjarsobre aquel que ha de bautizar con elEspÍritu Santo, ! se quedará en é1".34 Sí, yo lo he visto, y declaro queéste es el Elegido de Dios.,

o te Este fue el testimonio de Juan,cuando los judíos enviaron sacerdo-tes y levitas desde Jerusalén parapreguntarle: -¿Quién eres tú?, 'o Juanlo declaró y no ocultó la verdad; ydeclaró: nYo no soy el Mesías.,

2t Le preguntaron: «¿Quién eres,entonces? ¿Elías?, Contestó: *No loso!.» Le dijeron; «¿Eres el Profeta?,Contestó: *No., " Entonces Ie dijeron:*¿Quién eres, entonces? Pues

-tene-

mos que llevar una respuesta a losque nos han enviado. ¿Qué dices deti mismo?, B Juan coniestó: *Yo so/;como dijo el profeta Isaías , Ia uoz"que gri.ta en el desierto: Enderecen eIcamíno del Señor.,

24 Los enviados eran del grupo delos fariseos, ?s y le hicieron otra pre-gunta; «¿Por. g.yé bautizas entonc€s,si no eres el Mesías, ni Elías, ñi elProfeta?, 26 Les contestó Juan: .Yobautizo con agua, pero en medio deustedes hay uno a quien ustedes no

. 19. El tastimonio de Jr-ran Bauüsta era toda-üa muy importante en la época en que se escribíaeste Eyanqelio. Numerosos iudíos habían acoqidosu mensajá de conversión j habian difr.mdido- losrunores de que Jesus era sólo un discípulo. Poreso en el prólogo, en 1,6-8 y 1,15, el Evangelio

Aquí e[ Evangelio presenta el primeir'testimo-nio de Juan. [-as autoridades de la capital se Dre-gr.rntan: .-¿Qqié. es ése que se ha pudsto a pr'edi-car por iniciaüva propia?

20. Circulaban diversas opiniones sobre el li-bertado¡ que Dios había prometido por boca delos profetas. Mientras que entre los judíos, en Ju-dea, se hablaba del Cristo (en hebreo el Mesías),que sería un descendiente de Daüd, la gente deSamaria y det otro lado del Jordán, sepaiados deJen:salén desde hacía siglos, pref,eáan hablar delProfeta sucesor de Moisés (Dt 18,18). Tambiénuna corriente que se apoyaba en Ml 3,23 afirma-

ba que el gran profeta Elías regresaría del cielopara preparar lá'venida del Mesíás.

29. Juan Bautista habla del cordero de Díos,un término cargado de sentido para el Evangelis-ta (Jn ,19,35). Será uno de los títulos de Jésús:1,41 ; 1,49l- 1,51. '

33. Todos los textos que comDaran a Jest¡s conJr¡an Bautista hablan de ún bautismo qt el Fspíritu.

EI Espíritu Saetg, que es energía de Dios, estáoresente en todos los espíritus abiertos a Ia ver-áad (Sab 1,7; LZ,LI; peró el Evangelio y la expe-riencia de la Iglesia primiüra demuestran. que losoue se convirtieron -v .fueron bautizados 'recibie-rbn el Espíritu" (2Gol 1,22;5,5). ,

Los dones espirituales (corismos) que recibie-ron en el momento del bautismo (He 10,44;19,10), no eran ciertamente la plenitud del Espí-ritu Santo y podían acabarse, pero era una señalde que en adelante el Espíritu'de Dios actuaría enellos de una manera particular. .

Si alguien ha recibido'en algún momento de

201

Jesús llamaa sus primeros discípulos

. 35 AI día siguiente, Juan seencontraba de nuevo en el misrnoIugar con dos de sus discípulos.r /vlientras Jesús pasaba, se fijó en ély dUo: *Ese es el Cordero de Dios.,5t Los dos discípulos le oyeron deciresto y siguieron a Jesús.

38 Jesús se volvió y, al ver que loseguían, Ies preguntó: «¿Qué bus-c6r't?» Le contestarón: *Rabbí (quesignifica Maestro), ¿dónde te que-da"s?, 3e Jesús les.'dij-'o: *Vengan i loverán., Fueron, vieron dónde vivía yse quedaron con él aquel día. Erañcomo las cuatro de Ia tarde.'

4o Andrés, el hermano de SimónPedro, era uno de los dos que siguie-ron a Jesús por la palabra de Juan.4r Encontró primero a su hermanoSimón y Ie cii¡o: *Hemos encontradoal Mesías, (que significa el Cristo).42 Y se lo pfesentó a Jesús. Jesúsmiró fijamente a Simón y Ie d[o; *Túeres Sirnón, h[o de Juan,'pero te lla-marás Kefas, (que quiere 'decir Pie-

o3 Al día siguiente Jesús resolviópartir hacia Galilea. Se encontró conFelipe y le dijo: *Síguern€.» u Felipeera de Betsaiiia, el pueblo de Andrés

JUAN 2y de Pedro. 45 Felipe se encontró conNatanael y le dijoi *Hemos hallado aaquél de quien éscribió Moisés en laLg.y .y tgm-biél [os profetas. Es Jesús,el hijo de José de Nazaret.,

o6 Natanael le replicó: *¿Puede saliralgg bueno de Názaret?-, Felipe lecontestó: *Ven y verás.» t7 Cu'andoJesús vio venir a Natanael, diio de él:nAhí viene un verdadero israelita:éste no sabría engañdr.» os Natanaelle preguntó: -¿Cómo me conoces?,Jesús le r.espóndió: ¡Antes de queFelipe te llamara, cuando estaÉasbajo la higuera, yo te vi.,

4e Natanael exclarnó: *MaeStro, túeres St Hijg de Dioi, tú eres el-Rey deIsrael.' 5o Jesús Ie dijo: *Tú crees por-que te dije que te vi bajo [a higuera;sin embargo verás cosas mayoresque éstas.

5r . En verdad les digo que ustedes

ve.rán los cielos abiertbs y a losángeles. 9g. Dio:.subiendo y Éajandósobre el Hijo dei Hombre.,

EI primer milagro, . -

en la boda de Caná

I1I ' I Tres días más tarde se cele-lal. braba una boda en Caná deGalilea, y la madre'de Jesús estabaallí. 2 También fue invitado Jesús a Ia

su üda dones del Espíritu, es'para inütarle a quedé mayor espacio a Jesús en su üda; algr,m día elEspíritu reiniciaÉ su trabajo.

. 35. Este Evanqelio es obra de Juan el Eyan-gelista, uno de estol dos discípulos, que no se de-be confundir con Juan Bauüsta

Imaginémonos a Juan Bautista instalado enr-ma choa no iejos del río. [a mapría de los gali-leos que iban én peregrinación á Jerusalén -ele-

gian la ruta del'Jordán y les era fácil hacer un al-to; el alojamiento no era tan difícil para ellos 5nque en ese lugar hace más calor que frío.......:..

38. ¿Qu é bu*an? Qgéf"-of saber quién esJesús, y él a su vez no§ int'errogq sob_re lo que lle-\¡amos dentro: ¿qué esp€ramos de él?

43. Al dío sigu iente. Se pueden contar losdías. Este primer capítulo del Evangelio estáconstr¡ido en base al. esquema de tmá semana,como el primer capífulo del Génesis, para recor-dar que J_qsús.inicia entre.nosotros una nuevacreación- Durante la semana se ve cómo JuanBautista primero y luego Juan, Andrés, Simón...descubren a Jesus. EI ultimo día será el de las tro-

., .

das de C-aná y ese día Jesús, a su vez, Ies descu-l.¿l

47. Jesús reconoció a Natanael cuando esto-bo fujo la híguéro. Tal expresión se refería álmaestro de la Ley que ensáñaba a su qente. vgqe -e? aqqel entoñcds lo hacía a menudo-ba¡o'uáárbol frondoso, como una higu€fd. ,

51. Veión los cielos obiertos. Véase Gén2§rL2. Jesús ?s 9! gye une l Dios ! la humáñi:dad. A partir de él Diqs !.os comurricá sus rique-zas.

En la lista de los Doce es Bartolomé (o H¡io4.^ T"!"ms) qurqn. está asociado con FeliÉ (t*lt10,3; k 6,14). Tal vez sea el mismo.

. 2.1 Véase la nota de 1,43. JesG rnanifiestasu gloria a los discípulos.

No hay rnotivo para quitar a este relato su siq-nificado rnás inmediato: iJesrls participando en Iafiesta de la aldea, entre-cantoi y bailes! Pareceque ünier-a a santificar con su presencia tantonuestras fiestas y 'conüvencias'como la uniónconyugal

Sin embargo hay que recordar que uno de los

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JUAN 2

boda con sus discípulos. 3 Sucedióque se terminó el vino preparado pa-ra Ia boda, y se quedaron sin vino.Entonces Ia madre de Jesús Ie dijo:nNo tienen vino.' 4 Jesús le respon-dió: *Qué quieres de ffií, Mujer? Aúnno ha llegailo mi hora.,

5 Pero su rnadre diio a los sirvien-tes: *Hagan lo que él ies diga.,

6 HabÍa allí seis recipientes de pie-dra, de los que usan los judíos parasus purificáciones, de unos cienlitros de capacidad cada uno. ' Jesúsdijo: *Llenen de agua esos recipien-tes., Y los llenaron hasta el borde.8 *Saquen ahora, les dijo, y llévenleal mayordomo." Y ellos se lo lleva-ron.

s Después de probar el agua con-vertida en vino, el mayordorno IIamóal novio, pues no sabía de dóndeprovenía, a pesar de que lo sabíanlos sirvientes sue habían sacado el

sirve al principio el vino mejor,, ycuando ya todos han bebido bastan-t€, Ies dán el de menos calidad; pero

202

tú has dejado el mejor vino para elfinal.,

rr Esta señal milagrosa fue la pri-mera, y Jesús la hizo en Caná deGalilea. Así manifestó su gloria y susdiscípulos creyeron en é1.

'2 Jesús bajó después a Cafarnaúmcon su madre, sus hermanos y susdiscípulos, y permanecieron allí sola-mente algunos días.

Jesús expulsa del Temploa los vendedores

. 13 Se acercaba la Pascua de losjudíos, y Jesús sub!ó a Jerusalén.-'o

Enconlró en el Templo a los vende-dores de buey€s, ovejás y palornas, ya los cambistas sentados detrás desus mesas. 15 Hizo un láügo con cuer-das y los echó a todos fuéra del Tem-plo junto con las ovejas y bueyes;derribó las mesas de los cambistas vdesparramó el dinero por el suelo.:u A los que vendían palomas les dijo:*Saquen eso de aquí y no conviertanla Casa de mi Padre en un mercado.,

procedirnientos de composición de la literafurabibhca más frecuentes cbnsiste en comenzar unrelato por una pqlabra o un detalle que se hallaÉcasi idéntico al finah luego se pone otro que s€encontrará como penúltimo, y aii se continuaÉhasta una palabra ó f-* ctave.

Juan comienza con unas bodas, y la obra deJesus terminaÉ con las nupcíos, aliar¡za etemaentre Ia humanidad y Dios. A la mujer se la pre-senta como en 19,Í,6. Y Io hora dá Jesus ei lade su sacrificio, mencionada repeüdamente'én elErangelio (12,23; 13,1; 17,1).

- ,

Hay que leer con atención este relato, dondelas -respu_éstas parece que tocan la pregunta desoslayo. Esta pñmera iniervención acj .¡éus es elsigno de las bodas de Dios con la hr¡rnanidad, quese celebrarán en. la sanere de Jesús: véanse las*bodas del Cordero- en Ap L9,7 .

¿Que quieres de mí? EI texto original diceexactamente: "¿Qrg hay entre t r y,y.o3". Esta ex-presión la encontraremos también en Gén23,L5;zsa 16,10. El senüdo más exacto sería:¿Por qué te pones en mi camino? Jesús no pen-saba emryzeir de esta forma ni en este momáto,pero su espíritu,r€coooció al Espíritu que hablabapol Fcg, de su madre, y concedió esta primera*nal mtlagroso,.

Juan relata solamente.siete milagros dg Jegtis,v los ilama unas veces obras v otral *ñales. Sonóbras del l-lijo de Dios, a raút2s de las cr,¡ales rna-nifiesta su poder. Son señales, es decir, cosas visi-

bles hechas a nuestra rnedida, con las que nos daa entender su verdadera obra, que consiste en darla üda y reno'uar al rnundo.

1O.-Juan agrega que Jesús se s-irvió del aguaque los judíos üsa6an-para las purificaciones.-Enaquella

-época la religión multiplicaba los rítosde puríliéación para recordar que todos somospecadores. Al cambiar Jesús el agua en vino,adüerte oue la reliqión verdadera no se confun-de con

"f t"*or al"pe.ado; el uino mejor es el

Espíritu que Jesús tiae para transfigurar la vidadiaria, sus rutinas y sus quehaceres.

Así Jesús manifestó su gloria a los que em-pezaban a descubárlo. Maríá, que había'ller,¡adoIa gracia a Juan Bautista (k 1,39), de nuevo in-teñenía para apresurar los comienzos del Erran-gelio. Hdgon tddo lo que él les diga son sus últi-ñras pala6ras, ya que án el Evangélio no volveráa escucharse su voz.

. 13. Los demás er¡anqelistas situan este inci-dente no en el comienzo lino én los últimos díasantes de la Pasión. De' hecho el gesto de Jestssólo se entiende bien sihÉndolo pgco antes de IaPasión, v el recuerdo de este conflicto con los sa-cerdotesl estaba todaüa muy fresco en el juicio aJesr.¡s (Mt 26,60).

Jesús se dirige al Templo de Jerusalén, queera corno ei corazón de ia nación judía. El pueblonecesitaba a los sacerdotes parc ofrecer sus sacri-ficios, y el Templo era él lúgar al que afluían lasofrenáás v los dbnes de la cómr-nidád. [-os profe-tas había¡í denur¡ciado los abusos y Tacarías'había

20sti Sus discípulos se acordaron de

Io que dice Ia Escritura: nlrÍe deuorael celo por tu Casa.,

:' l-or.judíos intervinieron: *¿Quéseñal milagrosa. nos muestras parajustificar lo que haces?, ,e Jesús res-pondió: nDestruyan este templo y yoio reedificaré eh tres días.,'20 Éttóscontestaron: *Han demorado Va cua-renta y seis años en la constlucciónde este templo, y ¿tú piensas recons-truirlo en tres díás7,

23 Jesús se quedó en.Jerusaléndurante Ia fiesta de Ia Pascua, ymuchos creyeron en él al ver la-sseñales milagrosas que hacÍa. Pero

Jesús y Nicodemo:hay que nacer de nuevo

[{l ' ' Entre los fariseos había unt ¿ t _personaje judío llarnado Nicode-mo. Este fue de noche a ver a Jesúi ylq $rjo;

2 *Rabbí, sabemos que has ve-nido de parte de Dios como maestro,porque nadie puede hacer señales mi-lagrosas_como las que tú haces, a noser que Dios esté coñ é1.,

3 Jesús le contestó: *En verdad te(igo que nadie puede ver el Reino deDios si no nace-de nuevo desde arri-ba.,

4 Nicodemo le diio: *i Cómo rena-cerá el hombre ya úie¡o7 ¿euién vol-verá al seno de

-su mádre-para nacer '

una segunda vez?, 5 Jesús'le contes-

JUAN 3Jesús no se fiaba de ellos, pues losconocía a todos 24 y no necesitabapruebas sobre nadie, ., oorgue élconocía lo que había en Ia iersóna.

-

2t En realidad, Jesús hablaba deg-sg f"*plo que es su cuerpo.22 Sola mente cuando resucitó' deentre los muertos, sus discípulos seacordaron de que.lo había'dicho ycreyeron tanto en la Escritura cornoen lo que Jesús dUo.

anunciado esta purificación que Jesus realiza a sumanera (7Á L4,2ll.

El culto del templo exigía ese negocio de ani:males para sacrificar, tantó r-nás que-la Ley pedíaque se gastara una part e de los diezmos e-n jeru-salén Ot f 2,18). Los vendedores tenian por tan-!o srl lugar (váse qrl Mt- ZL,LZ), pero no iespeta-ban los límites establecidos.

77. Me deuora el celo por tu coso...: véaseel Sal 69. El odio de los iéfes de bJ áierdótesllevaÉ a Jesús a la rnuerte.

79. Destruyan este sontuorfo. Los demásEvangelistas se atienen a la palabra de Jesús con-denañdo'los abusos de los vendedores, nát"i énesto a la profecia deZacarías 14,21. Juan va porotro camino.

Ciertamente había abusos, como los habrásiempre _en ese terreno, pero Ia respuest? de J*sús enseña que no basta con desplaár a los ven-dedores, sigro- que- es el templo mismo el que de-be ser reemplazado, y con él toda religión que sequeda en manilestaciones exteriores. iDestru-yan!, dice, apresúrense a destn¡ir este'templo,para que yo pueda construh en.tres días el veida-dero Templo de la adoración en espíritu v en ver-dad (Jn .4,?31.-El nuevo Templo es-JesG, porqueDios se ha hecho presente en é1.

22. Si bien en los comienzos de la lqlesia laExritura era el Antiguo Testamento, lás pala-bros de Jesús, consigñadas en los Er¡aágelio!, notenían menos',¡alor (ZTim 3,14-15). e

o $.1 Nicodemo: una familiacionada por el historiador Flaüobió conocerlo p€rsonalmente.

Nicodemo fue a Jesús como a un maestro enreligión. Pero lo que le faltaba .o

"ru, i;i;;:

señanzas nuer/as ct¡anto una renor¿ación interior.Por más de.que_se vaya acumulando áxperienciay sabiduría (y tal vez a causa de ellas), bodernosser personas enuejecidas, al igual que Nicodemo-

9. Hpy que nacer de nueuo v nacer dearríba; el término que se lee aquí en-er Errangeliopuede significar t-anto Io unb co*olo o"tro.

5. Noce r del Espírítu. EI protela Ezequiel ha-bía.anunciado una resurreccién del puebitá¿-i;-rael.al paso del Espídtu (e, 3Zl, p.r.i.láius anun-cia Io que será Ia experiencia caiacterística de lac.onversión y del bautismo cristiano. por eso aña-de aquí nacido del aguo, que no'estaba en 3,3.

- 8. El uíento sopla donde quiere. En la Bibliala rnisml pqluhf 'significa 'edpiritut I .ri"nto-:gs er :oprg oe rjios. Jesus se refiere tanto a la li-bertad del Fspírifu que inr.rade a la persona quequierg, corno al Espíritu que enseña'lo que esca-pa a la razén

Pero hay Slgq muy nuevo: la vida cristiana noconsisüra en la obserr¡ancia de una ley, au"q"" iáley sqa necesaria. cuando el .r"yent-e hávu sia"introducido en la comunión con úios, rü 'uÍJu-;;--tera,seÉ inspjr-adq- por el Fspíritu y seÉ atraídaporla perfección diüna. :

. qt Espíritu está obrando.en lo más íntimo einspira una nuer,¡a rnanera de'pensar, de senür,de amar a las personas y1q exiitencia. Ei-créieÁ:te se siente a guslo.cor.t Dios y.sin temor. Cbrn-prueba qqe su-üda no Ia orieñta tanto ál rnismo

ti#3""X.lT:Ji:á1, *J,lH.* equivoca ar ha-

poderosa, men-Josefo. Juan de-

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JUAN 3

tó: nEn verdad te digo: El .que norenace del aqua Y del EsPíritu no

bü.áé Intrar e"n el Reino de Dios' 6 Loque nace de la carne es carne, Y loque nace del EsPíritu es esPíritu'

7 No te extrañes de que te haYadicho: "Necesitan nacer de nuevoá"iá. arriba". I El viento sopla dondeouiere. v tú oyes su silbido, Pero nodabes'dá dónáe viene ni adónde va'Lo mismo Ie sucede al que ha nacidodel Espíritu.,

e Nicodemo volvió a Preguntarle:n;Cómo puede Ser eso?, io RéspondióJ'esusr *fú eres maestro en Israel, y

¿no sabes estas cosas?

o I t En verdad te digo que nosotroshablamos de lo que sabemos, Y

damos testimonio ile lo que hemosvisto, pero ustede-s no ac.eptan nues-tro tesiirnonio. '' Si ustedes no creeniuando les hablo de cosas de la tie-

204

rra. ¿ cómo van a creer si les hablo decoiás del Cielo? I3 Sin embargo,nadie ha subido al Cielo sino sólo el

que ha bajado del Cielo, el Hijo delHombre.

t4 Recuerden la ser¡2iente que Moi-sés hizo levantar en el desierto: así

iarnbién tiene que ser levantado elHijo del Hombre, 15

Y entonce,s. tg4oel'que crea en él teñdrá Por él vidaetema

16 iAsí amó Dios al mundol Le dioal Hijo Unico,.parq que quien cree en

él nó se pierdá, sinó que tenga vidaeterna. '? Dios no env!ó a! Hijo almundo para condenar al mundo, sinopara que se salve el mulqo gracias a'é1.

't Para quien cree en él no hay jui-cio. En carnbio, el que no cree Ya se

ha condenado, PoL .el f,.gShP de nocreer en el Nombre del Hijo único de

Dios.

No pensemos que con el solo hecho de recibird u'ói'J"i-¡u=tutismo se empi ea .a üür. según el

Bpñt", ,ino que norrnal*o,tq quien se bautiza es

Doroue rn tieñá-áis.rti idea ¿e lp qug es le .'duñ;-'"1 É."iriü. §iñ;-bargo incluso los adultos,ñ¿ ; ñáñ'ó'táp"áaó d" Érnejor manera pala 9lüutismo, d¿beñ tener Pgggtci?; en la qSyon3 de

los casos es€ renocer del Fgpíritu 5 solo- el -co-;t;;átt"; nueve meses durarlte.los cuales hay

A;¿ ii",ra; con9lgg el nuer'ro -yo.",,"1-tt1P-"-t!93

ioou"rar¡te. Al-final la nueva üda en el tssplntu

comenzz¡É a mostrar su rostroNicodemo ercI un hombre religioso; Pero ¿por.

qué vino de noche? Pogi,blemente porque ho que-

frá-aniesgar ilr"p"tución.o po #g mezclarse

' 11. ¿Por qué aparece este nosotros? M"Jotobuble*?nte porqué es el comiewo de uno de

á;t dñ;;;;ñ q,lá.¡*" expresa.' a l¡a ,sanza de

*;E¿t;¿;6-qü¿-hs palqbras de Jgstrs iban a;i;"iii*;;á;á É:iglesiá- En estos discursos el

Eña¿kta- se sientá solirCario con los otros testi-

G ¿Ü $;G; v. p"; ásta razón pone en bocá de

Jesus *nosotros

*, jÍH¿:.ll5geetifá,:rÍ'#,t?.f iiffi ü,?J§.ialO'J4 ci.lo (3;13), tal conio.se r¡olverá aver en el capihrlo 6.

Jesr.¡s acaba de dar la revelación dgl un nuevo

nacimiento. Este 'Íer:Elcer del F-spílt": exige que

se harn reconocido - el misterio- del ktijo de ¡.llos

ñ; ;ñ;;6;'hó*bies pata sqf!r-,. resúcitar v l,e-

ñ-á-ru""iá ¿á áhracióh (3'11:17)-

14. El Hiio ha balado det cielo, per'o tieneqr"1á, t"u"it"do. So-n palabras enigmlp:f:::¡ios inütan.a mirar de frente lo 9u€,-en eJ plan.deóiór, es máI áifícil de aceptar; én Juan [á expie'

sión wr leuantodo se refiere tanto a la cn¡z co-mo a la resurrección.

Jesus recuerda Io' *rpiente que M9i*s hizoteÁ"tii en el desierto. ibte epi§odio de la Biblia

Ñú* 21) era figura de la suerte qug ggrrena Je;,fr rr¿r; bs iudíos ciertamente nó habían descu-

Uiertó ar.rr¡ el senüdo de ese mensaje.Los oyentes de Jesús espe¡aban una ven[da

de Oi"s rí"- condenar al 4{ndo y castigqr q lgtmalos. üos en cambio enüaba a su propio Hijoá l" ct* wra soluor al mundo-

16. EI término mundo tiene r¡arios significa-dos; áquí se trata del mundo que. encuentra elcreyen[e en su vida cotidiana' un mundo qYeorá¿" ser aqresor o comrptof, lo -que no impideáüá át crevánte se sienta-habitualmente 'en'suil";á;t. Ét mundo es la cultura que recibió al;jiásá. al mundo-, son aquellos que lo 'rodean yque no comParten su fe.

Ese mundo está hecho de criaturas de Dios,*rló" [ot hombres quignes han puesto ordenáñ-át,-p"tqr. hay mil maneras de.pelcibir lo queñór-iüea, de p?eferir o ignorar las:cosa.s y

L?.s

Dersonas. de rralorizarlas, de desearlas y de -utltrá;1";. Ahora bien, es un hecho que los horybrqp,.*""ila"s por el espíritu del mal, han introducidoiiári,Ér. el mal en Io que hacen. Por eso el cristia-áó 'rL'mantiát á' "n §uardia; rio pl-¡gde amar al

--*J";h"gát dóseá é1, ii"" qud,arná al mundoát órno Do-s lo ama, es decir,- esforuándpse porcorregirlo y.sal'.rarlo. : '

Vánse también Jn'15,19 Y \Jn 2,15' -

18- El Espíritu de Dios .está.siempr§ activo enef mu"¿ó t Wro hasta la venida del Enüado deói"r t"a" árá confusión. Cuando venga la luz,;i, el juicio; también se podría traducir iuicío

. 22 Después de esto, Jesús se fuecon sus discípulos al territorio deJudea. Allí estuvo con ellos y bau-tizaba. a Juan también estaba bauti-zando en Ainón, cerca de Salín, por-que. allí habÍa mucha ?gua; la ggntevenía.y se hacía bauti zaÍ. 2o (Estoocurría antes de que Juan hubierasido encarcelado).

25 Un día los discípulos de Juantuvieron una discusióh con un judíosobre !a purificación espiritual.26 Fueron donde Juan y le dijeron:*Maestio, el que estabá contigo alotro lado del Jbrdán, ! €n cuyo Tavortú hablaste, está ahoia bauti2ando ytodos se van a é1.,

.

27 Juan respondió: .Nadie puedeatribuirse' m᧠de Io que el Cielo Iequiere dar. 28 Ustedes mismos sontestigos de que yo dije: Yo no soy elMesías, sino el que ha , sido enviado

205re Esto requiere un juicio: Ia luz

vino al mundo, y los hombres prefi-rieron las tinieblas a Ia luz, porquesus obras eran malas. 20 Pues el queobra el mal odia la luz y no va a laluz, no sea que sus obras malas seandescubiertas y condenadas. 2t Pero elque hace Ia verdad va a la luz, paraque se vea que sus obras han sidohechas en Dios.,

El último testimoniode Juan Bautista

JOAN 4delante de é1. 2e Es el nov¡o quientiene a la novia; el arnigo del novioestá a su lado y hace lo que él Ie dicey se alegra con sólo oír Ia voz delnovio. Por eso me alegro sin reser-vas. 30 Es necesario que él crezca yque yo disminuya.

3'. El q.ue viene de arriba está porencima de todos. EI que viene de Iatierra pertenece a Ia tierra y sus pala-bras sbn terrenales. El qué vien'e delCielo, 32 por más que dé testimoniode lo que allí ha visto y oído, nadie

su testimonio es como reconocer queDios es veraz.

]4 Aquel que Dios ha enviado ha-blu las palabras de Dios, y da el Es.píritu sjn medida; " porque el Pa-dre ama al Hijo y ha puesto todas lascosas en sus manos. 36 El que creeen el Hijo vive de vida eterna; encam_bio, el que_ no cree en el Hijotendrá sue enirentar un iuicio deDios; nunca conocerá Ia vida,, .

Jesús y Ia samaritana

W' ' El Señor se enteró de queL3 los fariseos tenían noticias deél; se decía que Jesús bautizaba yatraia más discípulos que Juár,1 aunque de hecho no bautizaba Je-sús, sino sus discípulos.

3 Jesús decidió, entonc€s, abandonar

por discemimiento. El que en-el mundo viüa yaiegún Dos, irá a Jesús.'EI solo hecho de acepáresa luz. .de cuestionarse v de 'cuestionar al mun-do, de comenzar la obá de purificación que secbntinuará en tma üda de lglesia, es ya un discer-nimiento en acción. El que cree ha entrado en elmundo definitivo en el que se vive la experienciade la reconciliación y de, la unión con Dos; notendrá pgr ta¡rto.que- rr¡so¡r Wr un juicío (3,36)en la h¡z de Dios al

-momento de la muerte. Los

que no creen en el Hiio en cambio se quedan enü mundo de medias üerdades; * día éualquierasu universo §erá puesto én tela de juicio.

2L:. fl que hoce la uerdad, igual que se haceel bien o el mal. Actuar en la verdad. Lo que sepide no es hacer rnás y más obras (6,281 sinorealizamos a nosotros mismos en la luz, la cohe-rencia y la belleza ínterior de la persona.

. 22. Numerosos discípulos de .luan Bautista .

no reconocieron a Jesús. Les impresionaba et,

ejemplo de su maestro, hombre n¡do y muy fran-co en sus palabras, comedido en la óomida v labebida. Estában demasiado apegados a su m«íde-Io como para acoger algo diverso y se quedaronesperando el castigo del mundo y de los malos.Atrnque se.haya -recibido mucho -de'sus padres ymodélos, qlgúñ día habrá que independárse'd-ra seguir plenamente a Jesús. -

El nouio y la novia, véase M|22.36. Véase en 3,18.. 4.1 Btamos ante un nuevo tesümonio so-

bre Jesús. El'hecho es muy sencillo. Jesus se en-contró con una mujer. samaritana y le pidió debeber. No sabremoí nunca lo que se dijó, ni cc-mo pudo Jesús impresioriar a Iá gente áe'esa a!-dea cuando se detwo allí (Véase-Lc 9,51). Juanconsinrye ese diálogo tal como lo hizo para lasbodas de Caná y para la pregunta de Nicodemo.Conservó algunás'palabras, d-.r. te-nían un senti-do para la mujer, pero que para Jesus ibán mu-

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JUAN 4

Judea y voMó a Galilea. o Para eso teníaque pasar por el país de SamaúE 'y fueásí como llegó a un pueblo de Samaríallamado Sicár, cerca de Ia tierra queJacob dio a su hijo José. 6 Allí seencuentra el Wzo de Jacob.

Jesús, cansado por Ia caminata, sesentó al borde del Wzo. Era cerca delmediodía. ? Fue enlonces cuandó unamujer samaritana llegó para sacaragua, y Jesús Ie dijo: *Dame de beber.,'tos'discípulos se"habían ido al pueblopara comprar algo de comer.

e La samaritana Ie diio; n¿Cómo tú,qye eres judío, me pides d'e beber affií, que soy una mujer samaritana?,(Se sabe.gue los judíos no tratan contbs samariianos)."0 Jesús le dijo: *Siconocieras el don de Dios, si supie-ras quién es el que te pide de beber,tú misma le pedirías agua viva y él tela daría.,

ri Ella le diio: nSeñor, no tienes conqué s_agar. ag[ua y el pozo.es profun-do. ¿Dónde vas a conseguir esa aguaviva? tz Nuestro antepasado Jacobnos dio este pozo, del cual bebió é1,

sus hijos y sus animales; ¿eres acasomás grande que él?,

¡3 Jesús le dijo: *El: que beba deesta agua volverá a tener sed, tr peroel que beba del agua que yo le da¡énunca volverá a tener sed. El aguaque yo le daré se convertirá en é[ enun chorro que salta hasta la vidaeterna.,

20615 La mujer le dijo: nSeñor, darne

de esa agua, y así ya no sufriré la sedni tendré que volver aquí a sacardgud.» '6 Jesús le dijo: nVete, llama atu marido y vuelve acá., t7 La mujercontestó: *No tengo marido., Jesús Iediio: *Has dicho bien que no tienesm'arido,'t pues has tenido cincomaridos, y el que tienes ahora no estu marido. En eso has dicho la ver-dad.,

re La mujer contestó: .Señor, veoq.ue eres profeta. 20 Nu.estros padressiempre vinieron a este cerro paraadorar a Dios y ustedes, los judíos,¿no dicen que Jerusalén es el lugarén que se debe adorar a Dios?,

2t Jesús le dijo: *Créeme, mujer:Llega la hora en que ustedes adora-rán al Padre, pero ya no será *en estecerro' o 'en Jeiusalén". " Ustedes,los samaritanos, adoran lo que noconocen, mientras que nosotros, losjudíos, adoramos lo que conocemos,porque la salvación viene de los ju-ilíos. 23 Pero llega Ia hora, y ya esta-mos en ella, eD que los verdaderosadoradores adorarán al Padre en espí-ritu y en verdad. 24 Entonces seránverdáderos adoradores del Padre, talcomo él mismo los quiere. Dios esespíritu, y los que lo- adoran debenadorarlo en espíritu y en verdad.l

25 La mujer le dijo: *Yo sé que elMesías (que es el Cristo); está porvenir; cuando venga nos enseñ ará

cho rrÉs leios. Una vez más nos lleqan las palabrasde Jesús á tavés del carisma proTético de Jt¡an.

[¡ rnuier es samaritana v están muv cerca delrnonte Gáriam. Hacía un íiglo y medio que losjudíos de Juan Hircano, hijo de Simón (2Ma'L6,23) habían conquistado la Samaria, destruidoel templo de Crarizim (4,20) y arrasado la ciudadde Siquerrr: los samaritanos, pues, no podían es-tarles muy agradecidos.

10. Jesus pidió de beber y ella le ofrece agu¿rde pozo, siendo que debía dar el agua uiuo (elsentido habitual es: el agua de río) que es el Espí-ritu de Dios.

17. L-a muier había tenido cínco maridos, ypara Jesús esó representaba la historia del pue-bb samaritano, siémpre dominado por algun'im-

oerio (como los cuatro reinos de la üsión de Dn2l; el único esposo verdadero se les daba ahoraen Ia persona del Mesías.

19. Jesús se encontró con la hostilidad de dosoueblos u la división reliqiosa. No reneqó de lasbromesaí ¿e Dios a Daüif, según las cuafes h uni-dad del oueblo de Dios se realizaría en tomo a si¡sdescendientes en Jerusalén. Muy prontó Jqsqs ha-ría una promesa muy semejante a Pedro. Arrunciala suoresión de los límites oue rnantienen las dFversa's religiones palzt que réine la adoración enespíritu y en uerdad.

24. Adorar en espíritu. Dios node nuestros rezos, sino de la sencillez

se regocuay la trans-

parencia del que rqa.Adorar en uerdad, porque el Espíritu será

207

todo-, 26_Jesús le dijo: *Ese soy yo, el

que habla contigo.,27 En aquel momento llegaron los

discípulos y se admiraron al verlohablar con una mujer. Pero ningunoIe prgguntó qué_quería ni de-quéhablaba con ella. 28 La mujer dejó allíel cántaro_ y corrió al pueblo a decir ala gente: D- *Vengán a ver a un hom-brJ que me ha d¡cho todo lo que hehecho. ¿No será éste el Cristo?,r Salieron, pues, del pueblo y fuerona verlo.

3r Mientras tanto los discípulos leinsistían: *Maestro, corTr€.» 32 Pero élIes contestó: *El alimento que debocomer, ustedes no lo conocen., 33 Yse preguntaban si alguien Ie habríatraído de comer. ]4 Jesús les dijo: «Mi

alimento es hacer la voluntad deaquel que me ha enviado y llevar acabo su obra. 35 Ustedes dicen: "den-tro de cuatro meses será tiempo decosechar'. ¿No es verdad? Puei bien,yo les digo:-Levante¡ Ia vista y mirenlos campos: ya están amarillentospara la siegg. s El segador ya. recibesu paga y junta el grano para la vidaetema, y con esto el sembrador tam-bién participa en Ia alegría del sega-dor.

, " Aquí vale el dicho: Uno es el quesiembra y otro el que cosecha. s Yolos hg enviado a ustedes a cosechardonde. otros han trabajado y sufrido.

JUAN 4Otros se han fatigado y ustedes se hanaprovechado de su Eabajo.,

3e Muchos samaritanos de aquelpueblo creyeron en él por las palaÉrasde la mujer, que declalaba: *El me hadicho todo Io que he hecho., oo Cuan-do llegaron los samaritanos donde é1,le pidierori que se quedara con ellos. Vse quedó allí dos días. o' Muchos máscreyeron al oír su palabra, o, y decíang, h mujer: *Ya no creemos pór lo quetú has contado. Nosotros rnismos' lohemos escuchado y sabgllos queéste es verdaderaménte el Salvaáoidel mundo.,

t3 Pasados los dos días, Jesús par-tíó de allí para Galilea . o: El frábiaafirmado que un profeta no es reco-nocido en su propia tierra; 45 sinernbargo los galileos lo recibieronrnuy bien al llegar, porque habíanvisto todo Io que Jesús había hechoen Jerusalén durante _la fiesta, puesellos tarnbién habían idq a Ia fiesia.

Jesús sana al hljode un funcionario

. .o 6 Jesús volvió a Caná de Galilea,

donde había convertido el aqua envino. Había un funcionario r"eát ¿;Cafarnaúm que tenía un hijo enfermó.47 Al saber que Jesús habíá vuelto deJudea a Galilea, salió a su encuentropara pedirle que fuera a sanar a suh,jo, que se estaba muriendo.

dado solo a quien brq§. la verdady üve según laverdad en un mundo de menüras. É buen co"razónno basta, sino que hay que pr.rificar la inteligencia:hay que podar muchas éertéas y sistemas de per¡-.-sarniento, incluso en el terreno de la religión y desus prácticas, para abrirse al misterio -de Dios.

2§. Juús. dio a lq mujer una pequeña señalprofética y -ella no pidió níaS para 'creer sino quesalió inrnediatamente Dara comunicar esta nove-dad. Jtnn no dice que dio de comer a Jesús, p€roes probable, y Jesus plantea Ia cuesüón esencialdel alimento verdadero (Dt 8,3).

95.. Después- de una larga historia, para elpueblo de Dios ha llegado á momentó'en queiuede y debe convertilse al Eruangelio

El -segador ya recíbe su paga: Jesús haceuna afirrnación que tiene un sentido muy am-plio. Tal vez en'el versículo 36 haya que en-iender la alegría compartida del Paáre que ha

sembrado y del Hi¡o que cosechará. En cam-bio en el 37 Jesús y sus discípulos no han tra-bajado inútilmentg.

Otros habían trabajodo. Jesús alude a quie-nes ünieron antes de él: los profetas y en, esp€-cial Juan Bautista

. ..39. Aquí Juan nos devuelve a la realidad; noshallamos en uri¿r aldea.de Samaria, con personascomo nosotros, a las que-Jesús dabió hublui

""un.lenguaje .que pudieran entender. Creyeron asu manera, como- ocurre con una gran mayoríade personas que nunca han tenido formációndoctrinal. Y üvieron en la üda ordinaria, tal vezsin saberlo, los pequeños sucesos que loé prepa-raban para encontrarse un día coñ :el soluo áor

':

. 46. Con mucha probabilidad se trata delryi.smo- milagro narrado en Mt 8,5, en que la fedel padre fue presentada corno ejemplo;

- - . .

Page 7: BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, EVANGELIO DE JUAN, PARTE 5 DE 27

JOAN 448 Jesús le dio esta respuesta: *Si

ustedes no ven señales y prodigios,no cr€€n.» 4e EI funcionario le dijo:uSeñor, ten la bondad de venir antesde que muera mi hijo., 50 Jesús lecontestó: nPuedes volver, tu hijo estávivo.,

El hombre creyó en la palabra deJesús y se puso en camino. 5¡ AI lle-gar a la b.ajgda de los cerros, s€.topócon sus sirvientes que venían a decir-ie que su hijo estaba sano. 52 Les pre-guntó a qué hora se había mejoradoél niño, y I" contestaron: *Ayer, a launa de Ia tarde, se le quitó Ia fiebre.,53 El padre comprobó que a esamisma hora Jesús le había dicho:*Tu hijo está vivo., { creyó él y todasu farnilia.

5. Esta es la segunda señal mila-orosa oue hizo Jesús. Acababa deíolver de Judea a Galilea.

El paralítico de Ia piscinade Betesda

ffi ' ' Después de esto se.celebra-I *" I ba una fiesta de lgs judíos, yJesús subió a Jerusalén. ' Háy en Je-rusalén, cerca de la Puerta de lasOvejas, una piscina llamada en he-breo Betesda. Tiene ésta cinco pórti-cos, 3 y bajo los pórticos yacía unamultitud de enfermos, ciegos, cojos,tullidos (V paralíticos. Todos espera-

208

ban que el agua se agitara, o porqueun ángel del Señor bajaba de vez encuando y rernovía el agua; y el pri-mero que se metía después de agi-tarse el agua quedaba sano de cual-quier enfeimed'ad que tuviese.)

5 Había allí un hombre que hacíatreinta y ocho años que estaba enfer-mo. 6 Jesús lo vio tendido, y cuandose enteró del mucho üempo que esta-ba allí, le dijo: *¿Quieres sanar?, ' Elenfermo le contestó: *Señor, ño tengo'a nadie que me meta en Ia piscinacuando se agita el agu d, y mientras yotrato de ir, ya se ha metido otro.,B Jesús Ie dijo: *l evántate, torna tucamilla y anda., s Al instante el hom-bre quedó sano, tomó su camilla yemPezo a camlnar.

Pero aquel día era sábado. ¡o Poreso los judíos dijeron al que acababade ser curado: *Hoy es día sábado, yla Ley no permite que lleves tu cami-lla a cuestas., rr El les contestó: *EIque me sanó me d!jo: Toma tu cami-Iia y andr!.» '' Le preguntaron:*¿Quién es ese hombre que te hadicho: Toma tu camilla y anda?,'3 Pero el enferTno no sabía quién erael que Io había sanado, pues Jesúshabía desaparecido entre la multitudreunida en aquel lugar.

'o Más tarde Jesús se encontró conél en el Templo y le dijo: *Ahoraestás sano, pero nó vuelvás a pecar,no sea que te suceda algo p€or.»

II

II

I

I

a8. jesr¡s *, refiere, no al padre, sino a Ia ac:titud habitual de la gente que acud e a é1.

Es un hecho que rnuchos de los que se acer-caban a Jesús yenían en busca de milasros; su-fe- muy grande, que Jesús admiraba á veces,(Mt 15,281 Ro era la garantía de que entraríanalqún día en el misterio del Hijo crucificado(3;14). Entre tantos que le pedíah su cúración,¿cuántos serían discípulos que cargan con .suéruz? Jesús se asombra de ásta coñtradicción,'.'qüe continúa sieñdo un interrogante tarnbién enel pueblo cristiano. DaÉ respuésta en Jn 6;45.

. 5.1 ¿Por qué fue Jesus a la piscina de Betes-da? Se sabe ahóra que dicha piséina era un ltrgar-Daaano. dedicado a Esculapio. el dios de la, salud.Colriar,'nxrrores de que a[í se mejorabán los en-fermos, y los judíos piadosos, escandalizados al oírque los'áosei pagarios tenían tal.pcder, afirmabanqu:e eso no se debía a Esculapio, sing a un ángel

del Señor..En 5,3-4, una frase, que falta en losantiguos manuscritos, recuerda estos comentarios.Allí iban qüenes tenían una fe no mr4¡ exigente, ytambién fue Jesus, pero a br:scar al pecador que

En este lugar milagroso rnuchos esp€raban ypocos se sanában. H Jrornbre que está solo -notengo a nadie-, !o se puede salr¡ar por sí misrno,necesita un salr,¡e"dor, Jesrs.

14. Jesús recuerda al enferrno que su falta defe lo condujo al santuario pagano, donde-bsperóinútilmente treinta y ocho años, igual que entiempos pasados los- israelitas habíañ estado re-clúdos keinta y ocho años en el oásisrderCadés,antes de que pudieran entrar en la Tierra Prometida. Juan anotó esta coincidencia. Comprendiótambién que la curación en la piscina era la figurade lo qu" sucede en el bautismo. La adverteñciade Jesús r,¡ale también para los que se conü erteny P bautizan: No uueluas a pecar.

2a9t5 El hombre se fue a decir a los ju-díos que era Jesús el que Io habíacurado. 16 Por eso los judíos perse-guían a Jesús.,, porque hacía talesóuraciones en día sábado.

t7 Pero Jesús les respondió: *MiPadre sigue trabajando, y yo tambiéntrabdjo., rB Y los judíos tenían másganas todavía de matarle, porqueádemás de quebrantar Ia ley d¿]l sába-do, se hacía a sí mismo igual a Dios,al llamarlo su propio Padre.

JUAN 5

todo lo que él hace, y Ie enseñarácosas mucho más grandes que.éstas,que a ustedes los dejarán atónitos.

2t Como el Padre resucita a losmuertos y les da Ia vida, también elHijo da Ia vida a los que quiere. 2 Delmismo modo, el Padre no juzga anadie, sino que ha entregadcí al"H¡iola responsabilidad de juzgar, 23 paiaque todos honren al Hijo como hon-ran al Padre. El que no honra al Hiio,tampoco honra al Padre que lo haenviado.

24 En verdad les digo: El que es-cucha mi palabra y cree en el queme ha enviado, vive de vida eterira;ya no habrá juicio para é1, porque hapasado de Ia muerte a la vida.

-

25 Sepan qlle viene la hora, y yaestamos en ella, eñ que los muertosoirán la vcz del Hijo de Dios, y los

La obra del Hijo: resucitara los muertos

o re Jesús les dirigió la palabra:*En verdad les digo: El Hijo no puedehacer nada por su cuenta, sino sólolo que ve hacer al Padre. Todo Io quehaga éste, Io hace también el Hijo.20 Et Padré ama al Hijo y le enseña

Este, milagro no fue peciido; el paralítico no lomereció por sus obras ni tampoco por la fe en elpoder de Jesús, quien sin embargo hace la obradel Padre sin detenerse ante las críticas más leqí-timas. Jesús se dará a conoc er en el Ternplo delDios verdadero, sri Padre.

17. Jesús sana en día sabado. Este hecho im-oresionó fuertemente a los cuatro Evanqelistas:iuat desarrollará aqui una interpretación -del g"tlto de Jesús.

Mí Padre sigue trafujando. Era un tema dediscusión entre-los maestros de la Ley: ¿acaso:Dos sigue traba¡ando en el mundo, si después dela creación descansó? Jesús se pronuncia: si bienlos hombres descansan en homenaje a Dios, élno d,escans y no han cesado sus atenciones paracon las personas.

En el discurso que sigue se repite siete vecesla palabra sábodo y catorce veces la expresión elPa'dre. Como ocuáe en el Apocalipsis, las pala-bras repetidas siete veces son las palabias clavesde la sección. ¡

Aquí se trata de la entrada en una ñueva era.Hasta entonces la Ley y el Sábado,- incluso conrnayúscula, no tenían"ni corazón ni figura, mien-tras que para'Jesús, áún sin apariciones'ni ma-nifestaciones divinas y ni siquiera .plegarias,. elPadre está siempre presente y es ámado.

18. Se hacía igual o Dios. Juan puso aquí de-lante de "Dos' la- marca de los nombres dá per-sonas (véase en Jn 1,2). Muy a menudo, cuahdoleernos "Dios" en el Nuevo Testamento, debe-mos entender el Padre. Jesús es igr.ral al Padre; apesar de ser ei Hijo, no es un rival y tarnpocohay dos dioses, porque é1, que' lo ha recibido to-do, le dewelve io¿ó lo dué es. Juan recordaránurnerosas vecés este misierio. Véase la nota enFil2,6.

. 19. Aquí comienza un discurso que ocupaÉ

ei final ciei capítulo y .que acaba en el párrafo7,79-24, desplazado-ahbra.de su lugar briginalno se sabe por qué razones

No se puede separar la revelación del Padrede Ia fe en-el Hrjo,qire üno a nosotros. Jesús afir-ma claramente áu"'no üno para reformar Ia reli-gión sino para acabar la obra de su Padre en elmundo; Ias palabras que resaltan en su discursoson: el-Hfio que imita al Padre, la resurrección, ellricio, los testimonios y en la úlüma parte (7,19-24l Moisés y la circuncisión.

19. [-a imitación del Padre. Aun cuando ten-gamos que cultiyar en nosotros los sentirnientos ylas aspiiacioneb de Jesús (Fil 2,5), ninqún textófuera de lTes 1,6 habla de una *imifación

deCristo", porque su üda, aunque perfecta, és sólouna imagen particular y limitada de la perfeccióndiüna. Ni las mujeres, hi los padres de-farnilia, nila gente del siglo )fiI podrían er en todo comoJesús, el judir Imitar ál Padre solo será posibleen Ia medida en que el Espíritu de Jesús nós per-mita ver cómo hoy se aplicari a nosotros las ien-tencias de Jesús (Lc 6,36).

24. El Er¿angelio de Juan hablará repetidasveces de la vidt etema que recibirnos de3de va.Sus contemporáneos, cómo la mayoría de fosnuestros, veían la etemidad como una duración '

que s€ prolonga indefinidarnente, y nadie puedepensar diversamente si no s€ apoya en una refle-xión filosófica o en una experiencia espiritual:

Resucitar es mucho más que *volver a la 'vi-da"; h palabra sólb tiene sentido para los Evan-geJistas si _se nace a una üda nueva, transforma-da. Para Juan la üda eterna no es otra que unestar en Dos, y esto es posible de dos rnan€rás:la primera es la resurrecciOn en el último día, quenos hace renac er de Dios; la otra es un renaéerpropio de la experiencia cristiana y,que ya nos da :acceso al rnundo definitivo (Jn-6,47;7L,25).

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JUAN 5

que Ia escuchen vivirán. 26 Así,comoel Padre tiene vida en sí rnismo, tam-bién ha dado al Hiio tener vida en símismo .2' Y ademái le ha dado auto-ridad para llevar a cabo el juicio,porque es hijo de hombre.

2t No se asornbren de esto; Ilega Iahora en que todos los que estéá enlos sepulcros oirán rni ,voz. t' I=os queobraron el bien resucitarán pára Iavida, per.o los que obraron el mal irána la condenación. :

o 3o Yo no puedo hacer nada por micuenta, sino que juzgo conforme a loque escucho; así mi juicio es recto,porque no busco mi voluntad, sino lavoluntad de Aquel gue me envió. '' Siyo hago de teltigd en mi favor, mitestimonio no tendrá valor. 32 PeroOtro está dando testirnonio de mí, yyo sé que es verdadero cuando datestimonio de mí

33 Ustedes mandaron interrogar aJuan, y él dio testimbnio de Ia veldad.34 Yo les recuerdo esto Dara bien deustedes, para que se saiven, porquepersonalmente' yo no me hago reco-

210

mendar por hombres. 'u Juan era unaantorcha que ardia e iluminaba, yustedes por un üempo se s[ntieron agusto coh su luz. 36 Pero yo tengo untestimonio que vale más que el deJuan: son las obras que el Padre meencomendó realizar.

Estas obras que yo hago hablanpor mí y muéstran qu" el- Padre meha enviado. 37 Y el Padre que me haenviado también da testimonio demí. Ustedes nunca han oído su voz nivisto su rostro; 38 y tampoco tienensu palabra, pues no creen al que élha enviado.

3' Ustedes escudriñan las Escrituraspensando que encontrarán en ellas lavida eterna, y justamente ellas dantestimonio de mí. 40 Sin embargoustedes no quieren venir a mí pa-ratener vida. o' Yo no busco la alabánzade los hombres. o2 Sé sin embargoque el amor de Dios no está en usté-des, o' porque he venido en nombrede mi Padre, y ustedes no me reciben.Si, algún otro viene en su propionombre, a ése sí Io acogerán. n Mien-tras hacen caso de las alabanzas que

27. F) juício, rebordádo tan á menudo en laBiblia, se va desarrollando a lo larqo de toda Iahistoria, aclarando lo que es conffiso para quea4rezcá el sentido de Iós acontecimientbs. fstenen juego a la vez el plan eterno de Dios y nue§-tras de-cisiones libres, y ambas deberán cdmpagi-nars«i. Jesr.rs resucitaáó, cabé za de la hüinanida?,estará orexnte en nuestras vidas v s'n Ia marchadel muhdo; él tiene en srls manoí los'elementosdel encuenho final con Dos. Para todo creyenté,conforme Jesus es pres€nte y amado, el juiéio es-tá en marcha. :

- E" *rioi lugares Jesr.¡s s€ presenta 'como elHijo del hombre lvéas€ en el Léxico). Pero aqul,por una sola vez, Juan dice h¡jo de hombre,;.esdecir, s€gún'un r-ndismo hebreo, un ser huma-.no: JesG es totalmente humano y salr¡a a la.hu= 'manidad dede adenbo. -

. ,' ,

.

. 30. El test¡monio. Al darse a conocer a losdiscfpulos de Jesús, Dios -se propone ante todoconsegúr y desarrollar con ellos Lln? comunica-ción mutuq, muy di-fícfl de practicar con sus hijosde otra religión. Y la base de esas relaciones sonla fe y la confiarua mutua.

ta ciencia exige.razones, la fe pide testimo-nios, y por eso Ia a/a'¡gelización se hace con tes-timonios, y asf también se:construye la vida'cris-tiana. Quien sistemáticamente pone .en, dr¡datodo testimonio no está hecho p'ára la vocación

cristiana, g €s lo que Jesus trata de hacer enten-der a sus oyentes. E[ mismo Hijo, Verdad deDios, sólo quiso ser recibido. en t¡ase a tesümo-nios, 5n fueran de Juan Bautista, ya sus propiosmilagros.

¿Cómo distinguir lo verdadero de lo falso?Jesus dice que los que aman Ia ver¡dad recono-cen a los que la dicen. Si queremos reconocer alos mensajeros de Dios, nó debemos ser de losqqe burscan. ante .todo el aprovechamielto y loselogios (5,45), haciéndose esclavos de falsos va-lorás. E! quq busca la verdad reconocerá la ga-rantÍa, la gioria que Dio¡ otorga a los sgyós.

A Dios Ie agrada que reeonozcamos a strs tes-tigos. Más aún, qúere que todos honren al Hüoy co-n esto se hagan dignos de su confiarza, pá-sando a s€r sr:s hiJos (1J3).

39. ¡Cuántas veces Jesús apela al AntiguoTestamehtó, que algunos hgy qr."ier¿tur estudiár ycomentar como t¡na obra literaria, sin referirse aAquél que anunciaba! Los tesümonios de la Escri-tura y los ,que el Esplritu sigue multiplicando en-tre nosotros se esclarecen mutuamente;-sin estaconfrontación la fe se ahoqa v termina mtriéndo-se (Stgo 2,17):El gran prdveóho del estudio de laBiblia es que, junto con un nuevo'nacimiento,nos aporta la experiencia de la uida eterna yaposeloa

?11

se dan unos a otros y no buscan Iaqloria que viene del Unico Dios,[cómo podrán creer?

o5 No píensen que seré yo quien losacuse ante el Padre. Es Moisés quienlos acusd, aquel mismo en quienustedes confían. ou Si creyeran a Moi-sés, me creerían también a rní, por-que él escribió de mí. 47 Pero si uste-d'es no creen lo que escribió Moisés,

¿cQrno van a creer lo que les digolo ?»

El pan de vida: la multiplicación

A' ¡ Después Jesús pasó a lalgJ otra orilla del lago cie Galilea,cerca de Tiberíades. 2 Le seguía unenorme gentío a causa de las señalesmilagrosas que le veían hacer en losenfermos. 3 Jesús subió al monte yse sentó allí con sus discípulos. 4 Seacercaba Ia Pascua, la fiesta de losjudíos

5 Jesús, pues, levantó los ojos y,al ver el numeroso gentío que acudíaa é1, dijo a Felipe; '¿Dónde iremos acomprar Pan Para que coma esagente?'6 Se lo preguntaba paraóonerlo a prueba, pues él sabía bienio que iba

'a hacer. " Felipe le respon-

dió: *Doscientas monedas de platano alcanzarían para dar a cada unoun pedazo., t Otro discípulo, Andrés,hermano de Simón Pedto, dijo:e nAquí hay un muchacho que tienecinco panes de cebada y dos pesca-dos. Pero, ¿qué es esto para tantagente?» 'o Jésús les dijo: *Hagan quese siente la (f€Dte.»

Había mucho pasto en aquel lugar,v se sentaron los hombres en númeroáe unos cinco mil. tt Entonces Jesústomó los panes, dio las gracias y losrepartió entre los que estaban senta-dos. Lo mismo hizo con los pesca-

JUAN 6dos, y tgdos recibieron cuanto quisie-ron. '2 Cuando quedaron satisfechos,Jesús 4Uo a sus discípulos: nRecojanlos pedazos qlle hu! sobrado paraque no se pierda nada., 13 Los reco-gieron y llenaron doce canastos conlos pedazos que no se habían comi-dol eran las sobras de los cincopanes de cebada.

¡4 AI ver la señal que Jesús habíahecho, los hombres decían: *Este essin duda el Profeta que había de veniral mundo., t5 Jesús se dio cuenta deque iban a- tomarlo por la. fuerza paraproclamaql-o rgy,'y nuevamente huyóal monte él solo.

'6 Al llegar la noche, sus discípulosbajaron a Ia orill a t7 y, subiendo aqnq barca, cruzaron el lago rumbo aCafarnaúm. Habían vi§to caer lanoche sin que Jesús se hubiera reu-nido con ellos, " y empezaban a for-marse grandes olas debido al fuerteviento que soplaba.

'e Habían remado como unos cincokilómetros cuando vieron a Jesúsque caminaba sobre el mar y seacercaba a la barca, y se llenaron deespanto. 20 Pero él iel ai¡o: *Soy Yo,no tengan miedo.,

'' Quisieron subirlo a la barca, perola barca se encontró en seguida en laorilla adonde se dirigían.

2' Al día siguiente, la gente que sehabía quedado al otro lado del lagose dio cuenta que allí no había habi-do más que una barca y que Jesúsno había subido con sus discípulosen la barca, sino que éstos se habíanido solos. 23 Mientras tanto algunaslanchas de Tiberíades habían airaca-do muy cerca del lugar donde todoshabían comido el pan. 2o Al ver que ni

f t -o

Jesús ni sus discípulos estaban allí,la gente subió a las lanchas y se diri-

47. La página en que terminaba el discursoha sido desplazada y constituye ahora losw.7,18-24.

. 6.1 Véase Mc 6,35

19. Jesús sobre el rnar: una hermosa imag€o,No se necesitaba nada más para que los espíritusracionalistas vieran en esto tan solo imaginación

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JUAN 6

gieron a Cafarnaúm en busca deJesús.

25 Al encontrarlo al otro lado dellago, le preguntaron: *Rabbí (Maes-tro), ¿córno has venido aquí?,

o 2u Jesús les contestó: uEn verdadles digo: Ustedes me buscan, no por-que han visto a través de los signos,sino porque han comido pan hastasaciarse. 27 Trabajen, tro por el ali-mento de un día, sino por el alimentoque permanece v da vida eterna.Este ie lo dará el Flijo det hombre; élha sido marcado ion el sello delPadre,,

EI pan de vida: ,

creer en el Hüo de Dios : :

o 2= Entonces le pregunta ron:*¿Qué tenemos que hacei para tra-bajar en las obras de Dios?, 2e Jesúsrespondió: nla obra de Dios es ésta:creer en aquel que Dios ha enviado.,

'o Le dijeron; *¿Qué puedes hacer?

212

¿Qué señal milagrosa haces tú, paraque la veamos y creamos en ti?¿Cral es tu obr a? "" Nuestros antepa-§ados comieron el maná en el desier-to, según dice la Escritura: Se les dioa comer pan del cíelo.,

32 Jesús contestó: nEn verdad lesdigo: No fue Moisés quien les dio elpan del cielo. Es mi Padre el que lesda el verdadero pan del cielo. 33 Elpa! qug Dios da es A.que! que baladel cí.elo y que da vida al mundó.,14 Ellos dijeron: nSeñor, danos siem-pre de ese pdn.»

35 Jesús les dijo: *Yc sc¡-' el pan devida. El que viene a mí nunca tendráhambre y el que cree en mí nuncatendrá sed. 3u Sin embargo, como yaIes dije, ustedes se nie-§an a creeraun después de haber visto. 3' TodoIo.que el Padre me ha dado vendrá amí, y yo no rechazaré al que venga amí, 38 porque yo he b;aJado del cielo,no para hacer mi voluntad, sino lavoluntad del que me ha enviado. 3n Yla voluntad del que me ha enviado

El texto dice: *veinte o treinta e§tadios'. y elestadio equivalía a un poco más que 200 metíos-

o 26- Es el pr-rnto de partida dei discurso enque Juan nos da, igual que en los capítulos ante-riores, la interpretación v el desarrofo proféticosde.los gestos y palabras áe Jesús.

Jesús no habla de uer signos.o milagros, sinoque les reprocha no haber-üsto i¡ tratfrs ,ii io¡sjgno-s. YJustamente Juan diiá lo-que había quedescubrir á través de los siqnos. Es-eüdente oueJesús no pudo decir en Cáfarnaúm todo lo {uese lee en este capítulo, pero seguramente ó.o-mentó cuanto se dice en el Dt 8,3 para luegopasar del pan al olimento q'ue pérmanece.

. Z8.Comien za laprimera parte det discurso:Jesús da pan, y es el pan. Recdrdemos el sentidobíblico de este hilagró. Una muchedumbre, siem-pre syb-alimentada, reconoce en esta multiplica-ción del alimento las promesas de Dios paia losüempos definitivos: el pan dado a todos en abun-dancia, sin olüdar la came y el üno (ls 25,6).

En el pasado Dios había dadó a los israelitasun alimen-to proüdencial, el ¡naná, cuarido.en eldesierto les faltabq de todo (Ex 16; Núm 11). Pe-ro si Dos se confiirmáse coh ser nuestro biánhe-chor y sólo act-rdimos a él en busca de favores,tejrminaríamos en pedigüeños qüe, apenas agrá-decen y siempre píden-rnas. Es'lo qúe .pasó Éonlos israelitas que, después de recibii él

-maná se

rebelaron coni-r'a Dios-y murieron en él desíerto.Ahora el don de Dircs es diferente. El pan oue

baja del cielo no es una cosa, sino Alguián,

29..Blu parte del discurso estriba en,una pre-gunta de los judíos: ¿Cuáles son las obros eueDios espera de nosotros? Y Jesus respond ez

'La

obra es ésta: creer. El Padre nci exige -'obrbs-.

osea las prácticas de'una ley religioá, sino la ie.En el capítulo anterior Jesús afirrnó que su obraconsistía en resucitarnos. Aquí indica la obranuéstra: que creamos en el Enüado del Padre.

No hay que interpretar inmediatamente el pancomo figura de Ia'eucaristía, pues eso será el obie-to de la tercera parte del discurso, a partir dei6,48. Aquí el pan es -lo que sale de ld boca deDos' y gs- tanto la Palabra de Dios como el Hi¡ofuEdg del cíelg, qqe se- hace el alirnento espiíi-tual y Ia fuente de ücia del creyente.

32. Jesús carnbia el sentido de baiado del cíe-Io. No olvidemos que hasta la época'de Cop¿mi-co el cielo que está por encima de nuestras-cabe-zas coincidía con el Cielo en que reside Dios. EImaná cayó del cielo, pero JesG üno del Cielo.Jesus opone los verdaderos milagros, y tambiénlos milagros con que soñamos, a [o que es autén-ticamente de Dios. Los únicos bienes que cuen-tan son la etemidad y la resurrección,'y'los tene-mos eÁ é1,. : 1''

La-palabra clave del discurso q' el pan.Poreso Juan la repite siete veces en cacia sécción de

.este capítulo. Y siete ueces aparecerá la expre-sión: que ha bojacio del cielo.

37. Lo que el Padre me ho dado.lncluso enla lgiesia tan sólo encontrarán los caminos deCristo discutido y humilde aquellos a quienes elPadre concede esta gracia. Cuando se dé- a los

I

213

es que yo no pierda nada de Io queél me ha dado, sino que lo resuciteen el último día. oo Sí, ésta es Ia deci-sión de mi Padre: toda persona queal contemplar al Hijo crea en é1, ten-drá vida eterna, y yo lo resucitaré enel último día.,

4r Los judíos murmuraban porqueJesús había dicho: *Yo soy el panque ha bajado del cíelo., az Y decían:.'Conocemos a su padre y a sumadre, ¿no es cierto? El no es sinoJesús, e[ hijo de José. ¿Cómo puededecir que ha bajado del cielo?,

43 Jesús les contestó: *No murmu-ren entre ustedes. oo Nadie puedevenir a mí si no lo atrae el Padre queme envió. Y yo lo resucitaré en elúltimo día. 45 Está escrito en los Pro-feta s: Serán todos ens eñados porDíos, y es así corno viene a mí toda

JUAN 6persong que ha escuchado al Padre yha recibido su enseñanza. 46 Pues porsupuesto que nadie ha visto al Padre:sólo Aquel que ha venido de Dios havisto al Padre.

47 En verdad les digo: El que creetiene vida etema.

El cuerpo de Cristo,pan de vida

. 48 Yo soy el pan de vida. oe Susantepasados comieron el maná en eldesierto, pero rnurieron: 50 aquí tie-nen el pan que baja del ci.elo, paraque Io coman y ya no mueran.

5' Yo soy el pan vivo que ha bajadodet cie/o. El qu. coma de este panvivirá para siempre. El pan que yodaré es mi carne, y lo daré para-lavida del mundo.,

sacrarnentos y a las obras buenas la importanciaoue les coresponde, habrá que volver a esta afir-dración de Jesus: ningún esfuerzo personal pue-de sustituir la elección del Padre que llama a co-nocer a su H,jo según la verdad.

42. Lucas situa esta objeción en la sinagogade Nazaret (Lc 4,22\. Una cosa es creer en losprofetas del pasado, celebrados después de 'su

rnuerte, y otra reconocer a los enüados de Diosrnientras viven y son discutidos, especialmentecuando el Enuiado de Dios es un simple carpin-tero.

Todaüa hoy hay que superar las mismas du-das v decidirse a escuchai a los enviados deDios. Son pocos los que escuchan las vocesque inütan á la pobreza-y al rechazo de los í.do-los.

Díce'que ha bajado del cíelo. CiertamenteJesus no lo dijo tan crudamente, pero lo había in-sinuado de las mil maneras que los o[os Er'range-Iistas recordaron.

43. [.a Biblia en el Exodo usa el verbo mur'murar o protestar; los israelitas desconfiaban deDios v crilicaban a cada momento las decisionesde Móisés (Ex l§,24; 16,2;17,3)..

45. Algunos textos de los profetas indicabanel camino-por el que se iba a iuperar Ia reli§ióniudia. Después de la alianza de Dios en el Sinaí,.con sus leye¡ y sus. ritos, se abrirían tiempos nue-vos en quá Dós se comunicaría con cada r¡no desus fiele!, de la rhisma manera que había heéhocon los grandes profetas (ls 54,13; Jer 31,34; Jl3,1). Jeiús recuerda estas promesas. pero añadeuna orecisión: no se trata de qüe cada uno recibarevefaciones v lueqo pueda cieer que todo lo haescuchado del Doí síno que recibiinos del Padre

una inclinación a buscarlo todo en Jesús. Y enJesús, como en el perfecto espeio de Dos, des-cubrimos la voluntad del Padre. En Jestls el Padrelo ha dicho todo, y las revelaciones más auténti-cas no pueden sino ller¡amos a é1.

47 . Jesris hace tin llamado a nuestra capaci-dad de creer, pues esta presencia de Ia üda

-eter.-

na no es'sentida habitt¡almente, aunque es frutode una experiencia. Qüen ha.madurado en la fey en la üda §acramental sabe reconocer en símismo, y más aún en los demás, continuas trans-formaciones que no por discretas son rnenos ri-cas y de inmenso r¡alor.

. 48. En esta segunda parte det discurso, Juanofrece tma interpretáción profética de las palabrasde Jesús, dirigida totalmente al sacramenlo de hEucaristía. En la primera parte decía: Yo doy elpan, pero ahora dicer Yo soy el pan.

Todo lo que la lglesia enseña sobre la Eucaris-tía es solo la'conseá.rencia de la Íe en el Hijo deDios hecho hornbre. Adoramos a Dios en espirituy verdad, pero el hecho de que el Hijo de Dios sehaya integrado en la creación haciéndose hombre,permiüó que los elementos de la creación fuerar¡portadores de realidades diünas.

La Eucaristía es un rito humano, -a veces ce-lebrado de una rrnnera dernasiado humana- lo oueno impide que tanto las ofrendas como los cdb-brantes estén inmersos en ese momento en elmisterio de Dos. ¿Qyqson el cuerpo y la,songrede Jesús ya resucitado? Para nosotros es r.rn mis-terio, perg el.cuerpo aroca la unión de todos, yla sangre, [a üda.

La Eucaristía, Céna del .Senor 0a Misa, comodecimos comúnmente) es la ex¡iresióh más ftiertede nuestrá r.mión.con Di9-s ¿n Cristo.

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JUAN 652 Los judíos discutían entre sí:

*¿Córno puede éste darnos a comercame?, 53 Jesús les dijo: *En verdadIes digo que si no comen la came delHijo del Hombre y no beben su san-gre, no tienen vida en ustedes. 54 Elque come mi carne y bebe mi sangrevive de vida etema, y yo lo resucitaréel último día.

55 Mi carne es verdadera comida ymi sangre es verdadera bebida. s Elque come mi came y bebe mi sangrepermanece en mí y yo en é1. t'Comoel Padre, eu€ es vida, ñe envió y yovivo por el Padre, así quien me cornevivirá por mí. 58 Este es el pan que habajado del cielo. Pero no como el devuestros anfepasados, que comierony. despué: m,urieron. El que comaeste pan vtvtra para siempre.

214

¿Quieren marcharsetambién ustedes?

. 5e Así habló Jesús en Cafar-naúm enseñando en la sinagoga.60 Al escucharlo, cierto número dediscípulos de Jesús dijsrol; n¡Fstelenguaje es muy durol ¿Quién querráescucharlo?,

6r Jesús se dio cuenta de que susdiscípulos criticaban su discurso yles dijo: *¿Les desconcierta Io que hédicho? 62

¿Qué será, entonces, cuan-do vean a1 Hijo del Hombre subir allugar donde estaba antes? 63 El espí-ritu es el que da vida, la carne nosirve para nada. Las paiabras que leshe dicho son espíritu y vida. il Perohay entre ustedes algunos que noCfeen. »

. Porqug. Jesús sabía desde el pfin-cipio quiénes eran los que no creían

52. ¿Cómo puede éste darnos a comer car'ne? Seqún los manuscritos más antiquos Juan es-cribió tcame", y no -su came-, citándo las mis-mas palabras de los israelitas que desconfiabande Dios en el desierto (Núrn 11,4 y f 8). PeroJuan, que le gr.rsta jugar con las palabras, les dqaquí un' sentido difeireitet ¿Cómo'un enüado delcielo daría came al mundo, si lo que necesitamoses lo espiritual? Jesús contestaá en 6.63: oun-que esa carne rrrezca alimento terrenal, se hratade compartir la üda de Cristo resucitado y tra4s-formadb por el Espíritu, y por eso dá uida.

En la cultura hebraica corne y sngre signifi-can la totalidad del hombre en zu condición mor-tal. Jesús quiere que hagamos nuestro todo' suser, V nos corntmica su divinidad. Es evidente quela córnr¡nión solo adquiere todo su sentido si §ehace bajo las dos especies de pan y de vino; poreso sólo hay eucarisüa si el celebrante, por lo me-nos, cornulga bajo las dos especies.

Jesús, el verdadero cordero pascual (Jn 1,36),se ofrec e en sacrificio por el peóado del mundo yller¡a a su cumplimiento los sacrificios por el pe-cado del Antiguo Testarnento. Ctimple, es.deciroue da la realldad donde sólo se tenia la sornbraüeb 10,5). Enhe los diversos sacrificios que seofrecían en el Templo estaban los llamados decomunión, én que los fieles comían r-rna parte dela víctima. La- comían 'delante" de Dio§ (DtL2,L8), r.rriéndose así a su'Dios, a quien quedabaconsagrada la mejor parte de la víctima.

. 59. Este capítulo de Juan recuerda que hayun orden. El pan üvo es Cristo mismo; despuéssigue su palabra, la palabra del que ei Ia. Pala-bra. t^a comunión tiene sentido y eficacia (si po-demos usar esa palabra) si se da en el marco dela Palabra de Dios que los creyentes reciben me-diante la lectura y la meditación bíblica, y medi-

tan en las lifurgias en las que puedan escucharla,interiori zarla, cbmpartirla y retenerla.

60. Estos versículos tocan de nuevo la reali-dad: la crisis de los discípulos. Como ya s€ ha dicho, la crisis no se debió a que Jesus hubiera ha-blado de la Eucaristía, ya que era imposible einútil hablar de ella en ese contexto.

Lo que estaba en tela de juicio en Cafamaúmera la persona de Jesús y las pretensio-nes que s€podían intuir a través de sus formas de ser y dehablar. No le bastaba que le escucharan y creye-ran, sino que les pedía creer en é1. Muchos noestaban dispuestos a dar tal paso y Jesus no se loreprocha (v. 65).

Jesús afirma Dor oué ha venido: el Hiio deDios ha bajado a los hómbres para luego subir olIugar donde estaba antes, revestido de su cametrínsfigurada por el F-spíritu. El Hijo de Dios hasubido"revestido de nüestra humahidad: el pri-mero de nuestra raza ha lleqado hasta Dios.Cuando el Hijo del Hombre ántró en la Gloriade su Padre, llevaba en sus hombros esa crea-ción entera que quería renovar y consagrar.

A pesar de que según las apariencias la üdasiguieia igual que antés, otro mundo, que es elveldadero, s€ hizo presente. Ahora¡ el Espírifu es-tá acfuando dentro de los qiqantescos remolinosque agitan y rewrelven la Érása humana. Cristova consagrando este mundo invisiblemente, osea, va háciendo que la humanidad llegue a sumadurez mediante un sinnúmero de crisis y demuertes que prepar¿rn la resurrección.

[-os oyentes de Jesus no podian comprender(6,61) el misterio del Hijo de-Dios que quiso hu-millarse y desprendersé de su gloria divina. Ytambién á nosótros nos cuesta creer en la obradiüna que prosique entré nosotros, en esta hu-manidaá tan irreíponsable que Dios ama; en es-ta lglesia tan indigna a través de la cual Dios rea-

215

y quién lo iba a entregar. 65 Y agregó:íComo he dicho antes, nadie puedevenir a mí si no se lo concede elPadre.,

66 A partir de entonces muchos desus discípulos se volvieron atrás ydejaron de seguirle. 6' Jesús pregun-tó-a los Doce: «¿Quieren marcharsetambién ustedesT, ffi Pedro le contes-tó: *Señor, ¿a quién iríamos? Tú tie-nes palabras de vida eterna. 6e Noso-tros creemos y sabemos que tú eresel Santo de Dios.»

70 Jesús les dijo: «¿No los elegí yoa ustedes, a los Doce) Y sin emb--arlouno de ustedes es un diablo., 7r Jesússe refería a Judas Iscariote, hijo deSimón, pues era uno de los Doce y Ioiba a traicionar.

Jesús sube a Jerusalén

ñ' ' Después de esto, Jesús ibaLJJ de un lugar a otro por Galilea;no quería estai en Judea porque losjudíos deseaban matarle.- 2 Se acercaba Ia fiesta de los judíosllamada de las Tiendas. 3 Sus herma-nos Ie dijeron: *No te quedes aquí,

JUAN 7

vete a Judea _para que tus discípulosdq allí vean las obias que reaiizas.o Si uno quiere sobresalii, no actúa aescondidas. Tú, que haces maravi-Ilas, date a conocer al mundo.,,5 Sushermanos hablaban así porque nocreían en é1.

6 Jesús les contestó: .Todavía noha llegado mi tiempo, mientras quepara ustedes todo tiempo es bueno.' El mundo no puede odiarlos a uste-des, pero a mí'sí que me odia, por-que yo muestro que sus obras sonmalas. I Suban ustedes a la fiesta; yono voy a e.sta.fiesta, porque rni tiem-po aún no ha llegado.,

e Así habló Jesús y se 'quedó enGalilea. 'o Solamente después quesus herrnanos fueron a la fiesta subióél también, pero sin decirlo y comoen secreto. ¡ I Los judíos lo estabanbuscando durante la ffesla y pregun-taban: *¿Dónde está ése?, 't Corríanrnuchos-comentarios sobre él entre lagente. Unos decían: *Es muy buenapersof't€t.» otros replicaban: *Enabsoluto, ése está engañando al pue-blo., 13 Pero nadie hablaba abierta-

liza sus designiosi en esta historia- tan desesp.e:rante gu€, sih embargo, prepara el banquete delReino.

63. Carne y sangre designan en la cultura he-brea el mundo de abajo en que se rnueven loshombres y que es incapaz de captar el misteriode Dios. La Eucaristía en cambio contien e elcuerDo o la came de Cristo resucitado. Es reali-dad

'transformada por el Espíritu y que actua enforma espiritual.

2. l-a fiesta de las Tiendas, ielebrada en sep-tiembre, era la más popular: véase Lev 23,1.

4: Esos hte:rmanos de Jesús son los familiaresy los vecinos de-Nazaret (Mc 3,31). Ellos, que de-bían enhar en la Iglesia después de la resurrec-ción de Jesus, estaban todavía mtrv leios de la feverdadera. Querían que'Jesús se diera a conocerpor sus milagros, mientras que él estaba ense-ñando el misterio de muerte que lleva a la gloria.

6. En 2,4 Jesús hablaba de su horo. A'quícontrapone dos maneras de acfuar. Quienes iemandan a sí mismos se sienten muy libres al ac-fuar corno y cuando les conviene, a pesar de queen realidad solo siguen la corriente' del mu,náo.En cambio, el que se deja guiar por el Espírifuno tiene proyecto -propio, g en gran medida nose preocupa por .fijar fechas; espera signos deDios y lo que emprende en cada rnomento lohace para gloria de Dios.

7. El mundo.detesta a Jesús (véase 15,18).Fsta afirmación puede chocar en países dondelos cristianos parece que son bien acogidos por' ia sociedad a lá que no molestan demaiiado. Eono impide que sean Rumerosos los rnártires entod,os los continentes y que muchos cristianossean reprimidos *a causa de !a palabra de Dos yde ias declaraciones de Jesus" (Ap 1,9).

13. Los judíos..;.Esta palabra se encuentra

68. Mientras muchos seguidores de Jesris sealejan, Pedro expresa su fidelidad en nombre delosque se quedan (véase Mt 16,13).

. 7.1 Causa extrañezaesta súbita mención alos judíos que quieren matar a Jesr¡s- Cabe recor-dar-que Juán nb presenta un:relato seguido de laactividad de Jesús, sino un' testimonio. Despuésde la sección relati'va

'a los signos que dio, üene

la eue se refiere a su rechazo por parte del *rnun-

do', es decir, de r.rn pueblo, de su cultura y de surealidad humana en el sentido más amplio. Juanya dijo que ese mr-ndo está enajenado y debe sersalr¡ado.

Jesus se había moüdo rnuchas veces por Ju-dea y tal vez había prolongado ias estadías en Je'rusa[án con motivo de,las fiestas, tal como lo pe-día la Ley (Ex 34,23\. Había tenido tambiénconflictos con Ia policía y las autoridades.

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JUAN 7

mente de él por miedo a los judíos.14 Hacia la mitad de Ia semana de

la fiesta, Jesús subió al Templo y sepuso a enseñar. 15 Los judíos, admi-rados, decían; *¿Cómo puede cono-cer Ias Escriturás sin haber tenidomaestro?,

16 Jesús les contestó: nMi doctrinano viene de Dí, sino del que me haenviado. t' El que haga la voluntadde Dios gonocerá si mi doctrinaviene de El o si hablo. por rni propiacuenta. 18 El que habla en nombrepropio busca su propia gloria. Pero elque busca la gloria del que lo haenviado, ése e§ un hombre sin mal-dad y:que dice la verdad.,

. re *Moisés les dio la Ley, ioo escierto? Pero si ninguno de ustedescumple Ia Ley, ¿por qué quierenmatarme?,

20 Le gritaron: *Eres víctima de unmal espíritu. ¿Quién quierq matarte?,2t Jesús les respondió: *Esta no esmás que mí primera, obra , y todosustedes están desconcertados. 2 Peromiren: Moisés les ha dado la circun-cisión (aunque en realidad no vienede Moisés sino de los p.?!Iarcas) yustedes hácen la circuncisión inclusoen día sábado. 23 Un hombre deberecibir la circuncisión, aunque seasábado, para no quebrantar la ley deMoisés; entonces,. ¿por.quq se enojanconmigo porque hé salvado al horn-

216

bre entero en día sábado? 24 No juz-guen por las apariencias, sino juz-guen lo que es justo.,

. 25 Algunos habitantes de Jerusa-lén decíah: nPero, ¿no es éste al quequieren matar? 26 Pues ahí lo tierienhablando con toda libertad y no ledicen nada. ¿Será tal vez que nues-tros dirigenteé han reconocido qug éles el Mesías? 2' Pero éste sabemos dedónde viene, mientras que cuandovenga-el Mesías, nadie sabrá dedónde viene.,

28 Entonces Jesús dijo en voz muyalta mientras enseñaba en el Templo:nUstedes dicen que me conocen.Ustedes saben de dónde vengo.Sepan que yo no. he venido,por mipropia cuenta: quien me envía es elVerdadero, y ustedes no lo conocen.2s El es e[ que me ha enviado, y yo loconozco porque vengo de é1.,

30 Los judíos hubieran querido lle-varlo presot pero nadie le puso lasmanos encima porque todavía nohabía lleqado su hora. 1' De todosmodos, rñuchos del pueblo creyeronen él y decíant «Cuando venga elMesías, ¿hará mís señales milagro-sas que éste hombre?,

32 Los fariseos se enteraron de loscomentarios que hacía la gente sobreJesús y, de acuerdo con los fariseos,los jefes de los sacerdotes enviaronguardias del Templo para detenerlo.

7L veces en Jr¡an v sólo 17 en los otros ües er¡an-gelios. EI uso de ásta palabra es por lo tanto in-iencional. L^a rnayoría de estas páginas se situanen Judea , corazóir del país judío, a-un qUando losiudíos constituían buená parte de la población de'Galilea. En tales condicíones,. el mundo con eloue se enfrenta Jesús v oue lo recha a es por de-finición el mundo judíoi véase la nota de 7.L-

Si el Hiio de Dios vino a salvar a un mr-rndoque no lo ácog ería por el solo hechg de haberdleqido ser iudió, eri el mundo judío el que debíaenfíentarse con la sabiduría páradójica de Dios.

También Darece oue una parte al menos delEr¡anoelio de iuan fud'escrita án un medio dondebs iüdíos formaban un grupo poderoso y hostil alas comunidades cristianas. Ya que Juan interpre-taba para sus cristianos los hechos y los-gesto3 deJesús, era natural que llamara judíos a los oposi-

tores que' defendían la fe tradicional y la políticaoficial.

15. Este comentario nq indica que Jesús nohubiese estudiado, sino que no siguió asiduamen-te a un maestro hasta obtener un título. Jesús ha-bía aprovechado las numerosas estadías en Jeru-salén, con ocasión de las peregrinaciones, paraescuchar en 'el Templo las enseñanzas de losmaestros, y había apiendido de ellos los textosbíblicos y su interpretación.

. 19. Lós w. t9-2A deberían ser la conclu-sión del cap. 5, que por alguna raz6n g!¡e no conocemos fue colócado posteriormente dentro delcapítulo 7.

. 25. Estos judíos creían'conocer las Escritu-ras, que siempré contienen algo que desconciertaa quiánes no saben escuchar. No sabían que Je-

217

33 Entonces Jesús dijo: nTodavíaestaré con ustedes un poco más detiempo, y después me iré al que meha enviado. }t Ustedes me buscarán,pero no me encontrarán, porqueüstedes no pueden venir donde yoestoY.,

3' Los judíos se preguntaban:.¿Adónde piensa ir éste para que nolo podarnos encontrar? ¿Querrá talvez visitar a los judíos dispersos entrelos griegos y enseñar a los mismosqriegos? 5

¿Qué quiere decir con esoáer 'Me bu§carán'y no me encontra-rán" , y "Ustedes no pueden venirdonde yo estoy"?,

La prornesa del agua viva

JUAN 7

creyeran en é1. Todavía no se comu-nicaba el Espíritu, porque Jesús aúnno había entrado en su gloria.

Discusión sobre el origen de Cristo

oo Muchos de los que escucharonesto decían: *Realmente este hombrees el Profeta.o 4r Unos afirmaban:*Este es el Mesías., Pero otros decían:n¿Cómo va a venir el Mesías de Gali-!éa?

42 ¿No dice la Escritura que el

Mesías és un descendiente de Dávid vque saldrá de Belén, la ciudad déDavid?, o3 La gente, pues, estaba divi-dida a causa de Jesús. oo.Algunosquerían llevarlo preso, pero nadie lepuso las manos encima.

o5 Cuando los guardias del Templovolvieron a donde los sacerdores yIos fariseos, les preguntaron; *¿Porqué no Io han traího?í ou Los graüiascontestaron: *Nunca hombre alounoha hablado como éste.» o'"Losfariseos les dijeron; «¿También uste-des se han dejado engañar? 48

¿Hayalgún jefe o aigún fañseo que hayácreído en él? oe Pero esa gente que noconoce Ia Ley, ¡son unos malditos!,

. 37 Et último día de la fiesta, gueera el más solemñ€, Jesús, puesto enpie, exclamó con voz poter'¡te: .Elque tenga sed, QUe venga a mí.36 Pues el que cree en mí tendrá debeber. Lo dice la Escritura: De suseno brotarán ríos de agua ui.ua.,

3e Decía esto Jesús refiriéndose alEspíritu Santo que recibirían los que

sús había nacido en Belén y que era descendientelegítimo de Daüd.

33. Las palabras me ha enuiado aparecen ungran núrnero de veces en este Errangelio. Jesúsíe presenta como el Enüado de Diol, Do comoquién se uale de un título para imponerse, sinofara subrayar su dependencia del Padre y el co-ñocimiento que tiene de é1.

Jesús no es enüado como lo fueron los profe-tas,'sino que es enviado del lade dbl Padie; en§,it áirár'donde yo soy, porque Él es.

34. Es la misrna advertencia que hacía Diospor rnedio de sus profetas (Jer 13,16) y Jesús seta apllca a st mlsrno.

35. Esta. refle-xión parecg ser, como ya loanotamos en 6,52 y como ocurrirá en'otros ca-sos más, un artificio literario destinado a' prepa-rar una nuet{a afirmación de Jesús. [-a respuestade Jesús no está en el versículo siguiente sino se-guramente en 8,21

El texto dice: "ir a la diáspora de los griegos-.La palabra díáspora *, apliéaba a los ¡tÉiol ais-persos en el imperio romano-

. 37. En la fiesta de las Tiendas, el mismo díaen que iban en procesión para sacar agua de lapiscina de Siloé,:Jesús anuhcia otra vel'el don"de Dios (4,10), el agua ür¡a.

38. Es posible estructurar la frase de otro mo.dot

*... que venga a mí y b€ba. Si uno cree en mí.brotaran ríos de zu seno, corno dice la Escritura..."En tal caso Jesr,rs aludiría a Is 58,11, pero desentenaría con lo que sigue.

Nuestra traducción reenvía a textos proféticosque consideraban al Mesías como fuentá de aquaüv'a, el agua que brota de la roca (F;< 17; N"úrn20,81; el água que surge de debajo del Templo(Fr 47,1). Porque Jesús es tanto la Roca (lCor10,4) como el Ternplo.

39. El texto original dice: 'no había espíritu'.Varios rnanuscritos antiguos quisieron hacér másclara la sentencia y seguimos su ejemplo: todauíano se comunicaba el Espíritu. Juan quiere decirque no se había entrado todavía en lá 'era" delEspíritu y de los dones del Fspíritu.ríritu y de los dones del Fspíritu.

EI Espíritu se derramaÉ sobre lrpíritu se derrarr¡aÉ sobre los que creen, vin ellos 'espiritu de Jesús" (He L6.7lz seÁse haÉ en ellos 'espiritu de Jesús" (Hs L6,7);

el gran signo de los-üernpos del Eyangelio. Esto nose opone,a que el FiRíritu actue también, pero. amenudo de manem diversa o que no comprende-rnos, enhe los que no son cristianos, ya que el Es-píritu de Dos *llena el universo" (Sab l,7l.En to-do tiempo ha habido artistas, pensadores yhéroes; el Espírifu actua en'las personas de rectócorazón. Fsto, sin embarqo, difiere rnucho de losdones del Espí4tu que Diós reparte ente quieneshan acogido fa fe.

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TJUAN 750 Les resPonciiÓ Nicodqmg, el que

habÍa ido añtes a ver a Jesús Y queera uno de eilos. Dijo: 5r «¿Acasonuestra lev Permite condenar a unhornbre sih

'escucharle antes y- qinaveriguar Io qLe ha hecho?' 52 Le

conte-staron; -¿También tú eres deCalilea? Estuáia las Escrituras- Y

,eiát que de Calilea no salen Profe-tas., 53 Y se fue cada uno a su casa.

La mqier adúltera

E' Jii;oi; 131 ü,,?3T:i l"r'mlnecer estaba Ya nuevamente en elÍemplo; toda la gente acudía a é1, Yél se'sentaba Pará enseñarles.

3 Los maestros de la LeY Y los fari-seos le traieron una mujei que habíarido sorpiendida en áciulterio' Lacolocaroh en medio o Y Ie diieron:*Maestro, esta rnujer es una adulteray l-ra sido sorPrendida en el acto' 5 Enun caso como éste.la !"Y de Moisésordena rnatar a pedradas a la mqjer'Tú, ¿qué dices?' 6 Le hqc-ían- estapregün^ta- par? Ponerlo en dificultadesi téi-,"r átgo de'qué acusarlo-

Pero Jesús se inclinó Y se Puso aescribir en el suelo cón ei dedo'

218

' Como elios insistían en preguntarle,se enderezó Y les dijo: *4quel deustedes que nó tenga. Pecgqo, qug learroje la irimera piédra., u Se inclinóde nuevo y siguió escribiendo en elsuelo.

e Al oír estas Palabras, se fueronretirando uno tras otro, comenzandopor los más viejos, hasta que se

ouedó Jesús solo con Ia mujer, quesequía de Pie ante él' r0 Entonces se

en?erezó y Ie dijo; .uMuj€r,. ¿dÓndeestán? ¿Nínguno

-!9 ha condehado?'

ri Ella c:onte-stó: *Ninguoo, señor-' IJesús le dijo: *Tampo-o r¿o te c«:nde-no. Vete y .n adelánte no vuelvas a

pe Ctst.»

Yo soy la luz del mundo

. tz Jesús les habló de nuevodiciendo: *Yo sou la luz del mundo. Elgue me sigue nb caminará en tinie-blas, sind que tendrá luz Y vida-'r3 Los fariséos replicaron: *Estáshablando en tu propio favor; tu testi-monio no vale nada.'

14 Jesús les contestó: *Aunque yohable en mi favor, mi declaraciónvale, porque yo sé de dónde he veni-do y'adóndd voy. Ustedes son los

o $.1 L-os manuscritos más antiguos.del Er¡an-

oeiio á"]üu. no conüenen este Pu..ie d" .8,1-11.Áñ"*-;ñsa;

-que provie-n

" -dt g'rras fuentes,;;il'áu"§-ÜJás¡ ü¿aé uc 2t,37 -.Pero el hechoáá áuJ f,ává sido aceptado irniversalmente _no PPr-

-itá-r"puíárto ¿"t libro ni negarle la inspiración.

4. En tiempos de Jesús la lapiCación no siem-pr" i"lie'.raba'a efecto, y.por lo tanto Jesus tuvoü"á .iettá libertad para re3ponder'

8- Alounos ven aquí la prueba de que-Jesússabá

"riñt ir. En realiáad el verbo 'escribir' üene

ñ;;tido *uv'amplio e¡ griego- Al P¡rncipioriq"iii*bu trazár líneas o hacer marcas. Aquí noü iáá áe escribir. [-a actih¡d de Jesús es una6,',,]'4" iolfir,¡ur su silencio y evila mirar deFáiá á lut adversarios para n9 p.{gvgcarlos' DeA;-;;;á lás ápuciguá v les faéilita la retirada'

11, Jesús se niega a condenar- como haceniot hómb;¿;; t pesar-de Qu.e h"h. falta y pecadoarave. deia a Dios la. tarea de puntlcar los corazo-il-;b;A i"fri*i"nto. Con ínu-cha probabiiidadi;;; ;k;;á;; ii bi"., Jesús reafirma los manda-ñ¿"I;-;ttttiig,tS; Mc 7,221, sabe que. las faltas;;iltiádi nó

-riueiao sino *ry parcialmente lo

oue sucedió en el corazón de la persona, El mis-tbrio de las conciencias escapa a nuestro conoci-rniento (1Jn 3'20)-

o 12. Alqunas páqinas del Er¡angelio de JuanDarecen hatrer sido desplazadas- El discursoá-12-i9 puede ser la coñtinuación del rnilagroióñtuao án el capítulo 9; después de-sanar al cie'

ffJ :'"e'J:!u3,'ffJ::1 f iXI+ it 5*x:Por'eso acah; J*, decirles o.ue morirán en sus

;á'r;á;t-b1+J, tácü"rda '[o dicho en 9,4L.' Estas páginas cansan a muchos lectores que

huvZl-á" h"t polémicas, sobre todo cuando- se

liáñtán bi"á inlesrados en la sociedad. Es un he-¿h" que Jesús lebió encarar las opo-siciones, y

con mucha probabilidad tuvo que justi'ficarse anteh ;óiñá áá r"*plo- Juan no.sé sorpreqdiÓ deiáát áiscusiones rábínicas basadas en las Escritu-;;-.-E* este capítulo Juan pone- a Jesús frente a

á"i átegorías'de oponeniest la muchedumbre({il -y i"É ¡"díos quá habían creído en él (31).

Yo soy Ia luz del mundo.'El comentario deesta áfi-t ,íu.ión no üene inmediatamente; eq !arái.lOl8,t3-30 la frase rnás importanLe es Yosog, y se repetirá siete veces- Algunas veces el

219

oue no saben de dÓnde he venido niáaonae voy.

t5 Ust.á.t juzgan con criterioshumanos; yo no juzgo a nadie. '6 Y siyo tuviera que juzgar, mi juicio seríaválido, porque yo no estoy solo; elPadre que me envíó está conmigo.t7 En la Ley de ustedes está escritoque con dos personas el testimonioeis válido. '8 Yb doy testimonio de mÍmísmo, y también el Padre que meha enviado da testimonio de mí.,

re Le preguntaron; -¿Dónde está tuPadre?, Jesús les contestó: nUstedesno me conocen a mí ni a mi Padre; sime conocieran a mí, conoceríantambién a mi Padre.,

20 Jesús dijo estas cosas en el lugardonde se reciben las ofrendas, cuandoestaba enseñando en el Templo, peronadie lo detuvo, porque aún no habíallegado su hora.

2t De nuevo Jesús les dijo: *Yo mevoy y ustedes me buscarán. Peroustedes no pueden ir a donde yo voy

.a

y morirán en su pe_cado.,2 Los judíosse preguntaban: «¿Por qué dice que ?donde él vu nosotios no podemos ir?¿Pensará tal vez en suicidars€?,

23 Pero Jesús les d[o: nUstedes sonde abajo, ao sou de-arriba. Ustede§

Los h[jos de la verdad

. 30 Esto es lo que decía Jesús, ymuchos creyeron eh et:

3r Jesús decía a los judíos que ,ha-bían creído en él: *Ustedes serán ver-daderos discípulos míos si perseveranen mi palabra; 32 entonces conoceránLa uerdad, y la uerdad los hará libres.,

JUAN 8

son de este Fundo, yo no soy deeste mundo. 2o Por eso les he dichoque morirán en sus pecados. Yo lesdigo que si ustedes no creen que Yosou, morirán en sus pecados., 25 Lepreguntaron: *Pero ¿quién eres tú?,Jesús les contestó: nExactarnente loque _acabo de decirles. 26 Tengomuc-ho que decir sobre ustedel ymucho que condenar, pero lo quedigo al rnundo lo aprendí del que rneha enviado: él es v€ráz.»

27 EIlos no comprendieron queJesús les hablaba del Padre. 2t Y aña-dió: *Cuando levanten en alto al Hijodel hombre, entonces conocerán queYo sou y que no hago nada'por micuenta; sino que sólo di_go Io que elPadre me ha enseñado. 2s El que meha enviado está conmigo y no medeja nunca solo, polque yo hagosiempre lo que Ie agrada a é1.r,

verbo *yo soy" forma parte de la frase y.del con-texto, pero en 8,24, 8,28 y 8,58 está claro queJesus se atribuye esta afirmación, o que Juan selo hace decir. Pero es el nombre que Dios revelóa Moisés.

No com inará en tínieblos. Mediante la luz deCristo se logra triunfar sobre todo lo oscuro quecada uno lleva en sí mismo. Tan sólo conocemosuna pequeña pañe de nuestro interior, V a cadarnomento nuéstros actos obedecen a impulsosque no controlamos y que provienen del tempe-ramento y de la naturaleza. Nos animan buenasintencionés y tenemos el corazón limpio (por lomenos así lo creemos), y no verhos que en reali-dad obedecemos a los llámados de 'la came y lasangre-, como expresa la Biblia. Pero si üvimosen lá lü, h h-z inüadirá poco a poco hasta los ul-timos rincones de nuestro ser.

21. Morirán en su pecado. Esto significa quehabrán pasado al lado de la reconciliación pro-funda con Dios que les traía Jesús.

lJstedes me buscarán Los que no reciben laoferta de Dios en la persona de Jesús seguiránbuscando y esperando; corno ocurrió a lo largode la historia sagrada, pero ahora Jesús ofrece el

curnplimiento de la promesa- L9t judíos que re-chazan su mensaje ño son condenados sino quecontinuarán viüeñdo_ lo que üvieron sus padrei abavés del Antiguo. Testamento, .mientras que elque creyó, aun cuaqdg a menudo ür¡a de espe-Lan?, está-seguro de haber sido acogido poi elPadre.

23. De abajo y de arribo. Jesús expresa laimposibilidad de qug sg puedan entendei los queenbaron en el mundo de la'fe y los que rio creén,al ciego no se le pueden dar pruebas de que exis-ten los colores. Porque la diferencia no radica enla razón o en algo que se pueda justificar, sino enuna experiencia.espiritual que da a las cosas unsentido nuevo. Ya.en 8,15 decía Jesús: Ustedesjuzgan *gún la carne, es decir, están cerradosal mundo del Espíritu.

. 30. Comienza la discusión con los quecreían en é1. Con su carismá profético Juan con-ünúa interpretando las diversa3 palabras que refu-vo de las discusiones de Jesús, pero tuüo espe-cialmente en cuenta a los cristianos de ori§enjudío, cqya fe no gstaba al abrigo de las dudas-so-bre su pérsonalidad diüna.

Dos ideas se enfrentan en este párrafo: liber-

Page 13: BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, EVANGELIO DE JUAN, PARTE 5 DE 27

JUAN 833 Le respondieron: *Somos descen-dientes de,Abraham y nunca hemossido esclavos de nadie. ¿Por quédices: "Ustedes serán libres"),

34 Jesús les contestó: *En verdad,en verdad les digo: el que vive en elpecado es esclavo del pecado.35 Pero el esclavo no se quedará en lacasa para siempre; el hijo, eo cam-bio, perrnanece para siempre. 'u Portanto,' si el Hijo los hace libres,'uste-des serán realrnente libres. 3' Yo séque ustedes son descendientes deAbraham, pero mi palabra no tieneacogida en ustedes, y por eso tratande rnatarme. 38 Yo hablo de lo que hevisto junto a-mi Padre, y ustedeshacen lo que han aprendido de supadre.,

3e Ellos le cortaron la palabra:*Nuestró padre es Abrahdrrr.» Enton-ces Jesús les dijo: *Si ustedes fueranhijos de Abraham, actuarían comoAbraham. oo Pero viene alguien queIes dice la uerdad, la verdad que heaprendido de Dios, y ustedes quierenmatarme. Esta nó es la manera deactuar.de,Abraham. ar Ustedes actúancorno hizo su padre.» -

Los judíos le dijeron: *Nosotros nosomos hijos de [a prostitución, Dotenemos más que un solo padre:'Dios.» 1? -Jesús les replicó: *Si Dios

220

fuera su Padre, ustedes rne amaríana mí, po.rque ,y9. hg salido de Diospara venir aquí. No he venido Por ini-ciativa propiá, sino que él mismo meha enviado. 43 ¿Por oué no entiendenmi lenguaje? fórque no pueden aco-ger mr mensaJe.

e Ustedes tienen por padre al dia-blo y quieren realizar los malos de-seos dé su padre. Ha sido un hornici-da desde el principio, porque lauerdad no está en

-é1, y no se hamantenido en Ia uerdad. Lo que se leocurre decir es mentira, porque es unmentiroso y padre de toda mentira.

45 Por eso ustedes no me creencuando les digo la uerdad. oo

¿Quiénde ustedes eñcontrará falsedad enmí? Y si les digo la uerdad, ¿por_quéno me creenio' El que es "áe Diosescucha Ias palabras de Dios; uste-des no las escuchan porque no son-de Dio§.»

oB Los judíos Ie replicaron: *Tenemosrazón en decir que eres un samaritanoy que estás poseído por un demonio.,4g Jesús les dijo: *Yo no tengo undemonio, pe_ro ustedes ¡ne deshonrana mí po¡qúe honro a mi Padre. s Yo notgngd poi qué defender rni honor,, hayotro que se'preocupa por mi y harajusticia. 5r En verdad les digo:'el que

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nd"e hiíbs de'Abraham; Por un lado tós oriüle- nes de eiclouos se suceden v Dasn éomo lasoios váráaderos o suouestoi'd¿ ún ouebló cr¡vo olas del mari los e'sclavos se óu'edan en la casaánteoaiado recibió hi Dromesas dá'Dios.- v ói sólo oor un tiemoo. En cambib Cristo nós haceotro'los oub Dios liberó de un mundo al¡elnailb v entrai desde ahorá en oto mundo; el.de arríba,de su duáño. el diablo- oara hacer de ellos §rj! donde todo permonece (35). Desde el instantehiios e hiias. en que somo-s hijos, todo lo que hacemos da fn¡

. Para lqt judíos él mundo se diüdía en.dos tos para la.etemidad.. .-:bandos' loj á¡¡os d¿ Ab;dhom,, es decir ellos, y ¿4.:gl a-o.d¿l-cuai'tnbla¿ pionio Jesús, se§ demó¡, {gt"lguu¡ {q su áiilepasado y oiví arraiqá en la verdad. Et demoriio'siembra la mén-oaoan que a qs oJos oe ulos caoa uflo vuue por tira án tas ilusiones u las buenas intenciories delo que es' '.'. L" ;1 j j las personas, de la ciltura y de las religionés, y

32. La verdad dé la' bue hábla Je.ús, rio es pcii'eso que ha podido maniener.,en el ñrundó launa doctrina. que delglsei impuesta .a Ia fuerza' üolencia y ldg fuérzas de la muerte.por $¡s. partidarios' No necesita fl:p1q:$ti?j 46. A rnenüo se ha entendidó'iste versículo

í;|'"]e \+ii;!,¡¡"; 6uffi I. :TH;liFúü. :fm: ;.U;:*A :Ht,:': jmffiI:i ffi i,33

fii1friiilg",r.W:É.1,¿*':*?É:*{l.;",ltx'.;:i:'fi 5?ets"J;'ir#.e;}ff Icióndehijos-.deDiói. , . ...- 34. Un cuadro'que-ieúrie v.a¡ia§.imf§eqgs, . 51r l* misma expresión griega p-uede kadu-L¡s que üven a su.antoio aumentari el grupo del cirse tanto 'no morirá para. siempre" corno 'nomundo de afujo, siernli.e provisorio. .GÉ¡éracio- morirá jamás". En 8.51'Jesus lá emplea en el

221

guarda ,m¡ pqla_bra no probará la muer-tg.jamár.I 52 Los judíos replicaron:*Ahora sabemos qle eres victima deun mal espíritu.¡braham -rrió ytarnbién los; profetas, ¿y tú áicéi"Quíen guarda-,pi p{abrá'¡amai ái;-bará la muet""? ,, qEres tr"f *ái gran-de gye. nue.stro padre Abraham, eu€murió, lq Tirmo que muriero.r. io, ko-fetas? ¿Quién te ciees que eres?,

54 ,Jesús les contestó: nSi yo medoy gloria a mí mismo, rni qlória novple. nada; es el padre'quieñ me dagloria, el:nismo_ que ustb¿es llamáñ«r'luestro Diosr. 55 cistedes no Io cono-cen, yo sí lo conozco, y si dijera queno lo cono_zco, sería un mentircjsócomo ustedes. pero

Xg lo conoz.á-tgyarlo su palabra .-ru En cuánto áAbraham, p-adre de ustedes, se ale_gró pe.nsando ver mi día. Lo'vió y seregocij§.r.

57 Entonces los judíos le dijeron:

JUAN 9*qAún no tienes cincuenta años y hasvisto a Abraham?» se Contesté Jesus,*En verdad

.19.r diqg que antes queAbraham existiera,no Soy.,

"L\5e Entonces tornarol piedras para

lanzársela s, pgro, J esúr'rá-oi.u ñ;' ;salió del Templo.

Jesús sana a un ciegode nacimiento t'

tr' ho"tJ,3 i',x' L.i ":,::^':: : - :,n-

nomDre que era ciego de naci-miento. ' sus discípuros rá prequnta-

I

pregunta-ron: *Maest5o, ¿quién hu peéuáó parague. esté ciego: él o sui padrei?, 3

Jesús respoñdió: *No es ;j;; haberpecado é[ ,o sus, pldres, 'rino paraque unas obras de Dios se hagan enql, y,en forma clarísi-u. aMi¿;iras

esde día tenemos que hacer Ia obra derque. me ha enviadoi porque vendrá Iánoche, cuando nadié pu^ede ú;bad

prirner.sentido, plro en 8-s2. cuando Ia retomanIos judios, Ia entienden en er segundo sentid"., 1., expresión .'para siempr"- ,é ;;1" en rnu-

c.nos lug?-re-s .cte este Evangelio: tener sed para

#ü?{¿1fu',3;,rx;,?"itd5$iffi Jif,il".,i¿}l:pre (LL,26).

. Qqren agepla plenamqnte el testimonio de Je_sús sobre el riristério de Doi., fil;áspera denosotros, qqtra en una reracióñ totalmeáté nuér¡acon Dios. No es sólo una actitua, á-S;áxtemo anuestra pe§?llli,ro, que gs una "ui¿á;.'Áigánuevo ha sldg sembrado en é1, y áesdá ,; es unapresencia. de Ia vida eterna.

_Eso p.qü,ere decir q.ue el creyente esté másseguro Oe tÍ al cielo qug los que no creen, o ouetos que siguen otras.religiones se perdeÉá. s¿i;ilTT.9.1-91e,,"r, et, ptan. de saltáción de Dos,tos que iueron llamados a la fe en Jesús seguiranun carnino diferente, -tendrán otral áipeiá;i*,y grmpliÉn una misión nec"ruñá- ur í*ici,, azIOOOS.

El 'cielo' qy" esperamos después de ra muerteno es a,lSo totalrnente separado dáió qr;ffi;;;anora: ra etemidag- sg arraiga en el tiempo. EI Hi_jo dq Dios asumió Ia natüáláia f,ümñ; ;';;p.ropiq persona, y es- solo el comieru, [",-. áiri:ni2ación qu.e continúa en nosotros.-poi"h;;'¿;muy p9!o, lo que se puede advertir dá A;;'; i;rnas oescubnmos que. hay cosas muy hermosas enla vida de loq verdaderoi creyentá. p;. un díavergmgg gug esa relación muñ¡a de Doi ion unuP3f-e dg la humanidad era Ia condi.ioñ-pá. ou"el Hombre Nuevo se despl"g".-;E'"[ürialá]

.-: .:.. t .'¡

. §6. En la,óptica.de Jyun, y tal vez también enla de Jesús, Isáac, hijo dáild-h;ñü"cá"fu.d"

con el. que representa.. qye es Jgsús; Abraham, al

iH?d.Ji:"cH[":, nacimiento, fesiája a;üü; h'

E' fl8;fii"" s que exístiera Abraho^;-Y^?r^?l:

áp'it i" l;'áX {;i;i i.1 ffif"'Z;r8l H;,ff ;*aestricto: váse 8,12.

. 9r1 Jesús "lhlyr: el ciego recibe Ia luz. Je-

ia::J3J'r." H í ü? I § :{H :irr¿ffitxi9-tros se alejan

_cegados, porquá p;"fi"'ü. qu"dar-se con sus ruces antes que éree:¡ en es€ enüadode Dos.El ciego entiende inrnediatamente ecudJ d:=r=; curación,. pero no así ro, puli§r"i!-

merosos u oportunistas, o |os fariseos] que sonbuenos pára j*sái la;;" condenan a sí mis-mos. ----'

3- Jesús elimina esa idea demasiado simpristaque considera todu d.esgracig córno- elü,stigo deuna farta- Más importan"te áú"-¿; ;i ;;üio der o'

Nuestra raz6n,-bien searnos gente senciila obien instnrida, r" ii-ii; ;;,i"#;i;; "irotundi-ar en las causas, eu.e e, ,re.esario, g sue por Iodemás es la .rni.cu-riá. p;ri constnrir rá ciencia.Este.proceso, sin ernbSrgó,- nos ller¡a a olvidarque la suerte de. ca_da ün"o'É;d; ñ"Juau DorH,?;i"'fr "n!:*3ie1,;,"H:H,ffi:f:fi ,ff ,.8:l

{it't t:',:*ffi T" i t. : Hr"}il [f [ : rí*¡ :dispuesta por "i

páár" p;;-il ü;ñ"o"*'§,¿'§i]

Page 14: BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, EVANGELIO DE JUAN, PARTE 5 DE 27

JUAN 95 Mientras estoy en el mundo, soy laluz del mundo.»

6 Dicho esto, hizo un poco de lodocon tierra y saliva, untó con él losojos del cíego ' y le dijo: *Vete yIdvate en lu"piscína de'Siloé (quéquiere decir el Enuiado).. El ciegofue, se lavó y, cuando volvió, veíaclaramente.

u Sus vecinos y los que lo habíanvisto pidiendo limosna, decían; «¿Noes éste el que se sentaba aquí y pédíalimosna?, e Unos decían: nEs é1.,Otros, en cambio: *No, es uno que sele parec€». 'o Pero él afirmaba: nSí, soyyo., Le preguntaron; *¿Cómo es queáhora püedés ver?, I I Contestó: nÉsehornbre al que llaman Jesús hizobarro, ffi€ lo- aplicó a los ojos y médijo que fuera a lavarme a la piscinade Siloé. Fui, ffie lavé y veo.» t2 Lepreguntaron; *¿Dónde está él?, Con-testó: *No lo sé.,

'3 La gente llevó ante los fariseos alque había sido ciego. 14 Pero coinci-dió que ese día en que Jesús hizolodo y abrió los ojos al ciego era díade descanso. 15 Y como nuevamentelos fariseos preguntaran al hombrecórno había recobrado la vista, élcontestó: .Me puso barro en los ojos,me lavé y veo.» 16 Algunos fariseos,pues, dijeron: rEse hombre, que tra-baja en día sábado, ño puede venirde DioS., Pero otros decían: niPuedeser un pecador el que realiza talesmilagros?, Y estaban divididos.

t7 Entonces le preguntaron denuevo al ciego: *Ese te ha abierto losojos, ¿qué piensas tú de él?, El con-testó: nQue es un profeta.,

222rB Los judíos no quisieron creer que

antes era ciego y que había recobra-do la vista hasta que no llamaran asus padres. ': Y l-.t preguntaron; «¿Eséste su hijo? ¿Y ustedes dicen quenació ciegb? ¿Y cómo es que ahbrave? o 20 Los padres respondieron:uSabemos que_ es nuestro hijo y quenació ciego. 2t Pero cómo es queahora v€, no lo sabemos, y quién leabrió los ojos, tampoco. Pregúntenlea é1, que es adulto y puede responderde sí mismo.,

22 Los padres contestaron así pormiedo a los judíos, pues éstos ha-bían decidido expulsar de sus co-munidades a los que reconocieran aJesús como el Mesías. 23 Por esociijeron: nEs mayor de edad, pregún-tenle a é1.,

24 De nuevo los fariseos volvieron allamar al hombre _que había sido ciegoy le dijeron: uConfiesa la verdad; noso-tros sabemos que ese hombre que tesanó es un pecador.» 25 EI respondió:*Yo no sé si es un pecador; Io que sé esque yo era ciego y ahora v€o.» 26 Lepreguntaron: *¿Qué te hizo? ¿Cómo tebUri0 los ojos?i " El les dijo:-*Ya se lohe dicho y no me han escuchado.¿Para qué quieren oírlo otra vez?[También ustedes quieren hacerse dis-cípulos suyos?,

28 Entonces comenzaron a insultar-lo. *Tú serás discípulo suyo. Nosotrossomos discípulos de Moisés. 'e Sabe-mos que a Moisés Ie habló Dios, peroése no sabemos ni siquiera de dónde€S.»

30 EI hombre contestó: *Esto es loextraño: él me ha abierto los ojos y

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16. ta curación del ciego se realizl eñ día sa-bado: ¿estará Dios de parte de La ley divina queprohíbe actuar, o de parte del que hizo tan buenabbra? Los fariáos delienden la'Ley, y no es paraasombrarse, ya que se. sienten c-omprometidosccn la palabrá ertrita mientras se qüedan aleja-cios de la miseria humana.

22. Juan no inventaba la exclusión y las ame-nazas que pesaban sobre Jesús y el grupo de susdiscípulos én Judea. No existía todavía la frase"exclusión cie la sinágoga", pero sí Ia realidad. Al-gunas de esas discudíoñes ocurrieron seguramen-

te bajo la forma de un interogatorio a Jesús porparte de la policía del Templo.-

24. Confiesa la uerdad: el .texto 'original clice:-Da gloria a-Dos". Era la manera bíblica áe exiqirlea alg.-uien que reconociera su falta (Jos 7 ,f,q.

30. No entienden de dónde uiene el que meobrió los ojos -?orque no han encontrado á Dios.

La oposición entre lcs que ven y los que noven no és artificial; el creyente ve ló mismo queven y entienden los demás, pero capta adernás

-al-

go que se les €scápd; Por eso no debemos pensar

223

usiedes no entienden de dóndevieile. 3r Es sabido que Dios no es-cucha a los pecaciores, pero ai quehonra a Dios y curnpie du volunr.áá.Dios Io escucira. ,, iárnás se há

"íd;decir,que uiguien haya abierto iosojos de un ciégc de nácimientJ.-3 Siéste no vinier-a de Dios, no poCríahacer nacia.,,

3i Le contestaron ellcs: nNo eresmás que pecado descie tu nacimien-tc, ¿y pletendes damos iecciones anosotros?,, Y lo expulsaron.

-'5 Jesús se enteró de que lo habíanqlpulsaCo. Cuando io'encontró Ié!,joi -(iy crees en el Hijo del nom-DÍe /» ¿¿ Le contestó; *¿y quién e s,i"tgr, p1r.a .qu_e crea en-éi?; ,' jeJúsIe orjg: .*Tú Io has visio, ,y es el queestá hablando contigo." la EI enton-ces d,jo: *Creo, Seño"rr. y se arrodillóante éi.

3e Jesús añadió: *He venido a estemundo para.llevar a cabo un juicio:Ios que no ven, verán, y los qui: ven,se volverán ciego§.» ío Al oir esto,glgung¡ fariseos que estaban alli.olél le dijeron; «¿Así que también noso-

JUAN 10tros somos ciegos?, *, jesús ies con-testó: *Si fuera-n ciegos, ho tendrÍanpgcado., pero uit"á", -,Ci...,,"Vemos", y ésa es La piüéuu' de suDecado.»

Yo soy el buen pastor

@' n o : :,l¿"fsl,f 'ri,g,?; .l

"o ::corral de las ové¡as, siño aG saltapor algqn or¡o lq,ib, ese es un laáiOñy un salteador. 2 EI qyé

"ntru poi lá

Pug$a. es gl pgstor d.e las oveja!. , Ercuidador le a,!re y Ias ove;᧠escu_chan su va4; liamá por su nombre acada una de sus oüejas y j;; sacafuera. ' cuancio ha saóa¿d táaur"lilgvej3s, e rrpieza a camina r- áátu;t;de elias, y las ovejas lo siguen por-que conocen su voz. 5 A ótro nb Ioseguirían, sino qu,e huirían aá é1, ño;:gue no conocen ia voz de los eitra_I-IOS.»

u Jesús usó esta comparación,pero elios no.comprendieion lo queles quería decir. ¡

' Jesús, pues, tomó de nuevo Ia

que cre er en Cri-sto o -no creer es cosa de pocairnportancia en las -luchas de ra üda. v auñqüáylgs, y otros tomen las mismas opciones, no coin_cidlran en lo que rnás importa. -

*"Í,?;"o.f5-§¿:lonsació. dg la profecía de Si-

con la venida de Jesr.rs ha empezado * juicio,y iq p{uo¡q qye. usa et Euangetió ;iñfiá tambiéncnsls trsre Juicio no se ciñe ai mundo judío oqnegg de aquel tiempo, sino que sigue óá*randóoe mu maneras las talsas ceñezas dé las institucio-nes humanas, incluso y

"sp"ciálñ;üüu"¿" iuIglesia es la que olviáa lbs-cárln;r ¡;Di¿r.. 1O.1 Gracias a Ia parábola del pastor pode-

T",: iT?ginainos uno dé ebos corrales en loi qrtse juntaban los rebaños de r¡arios pastores,-bá;;Ia. ügilancia d" ql cuidador, para d;; ñ;UhL:Ai amanecer Ad. pastor iláñra6a-a *rüJ;;l

Ante todo fuy. qug lik¡rarse de las irnágenessentimentales -tanto del pastor (muv

-u -ái-,raóvestido de azu{ y rosa) como-de iáíor"iu,

"b"--dienies y del rebáno de los bueñós. i*üJ"-ñ;.que confundir el rebaño.que sigue al istó; ;-ál'corral donde se guardan loi ,ebáñór.

- --:[á Biblia anunciuoq el día en que Dios; el pas-

tor,. vendría a reunir ias ovejáq ¿tiip"ñL A¿ ,;gue,!lg, para. que üüeran sesuras Ll ,, tierra.Jesús ha venido pafa cumplir To anunciacio, p-

n9 lo haÉ en Ia forma esperada: su pueblo no seidentifica con Ia nácion lrar;-;ñ# ¿uatquierotIa- ' --- YY" \

Saca¿ de enrre los judíos a.los que son suyos;9" ¡gy_ql moCo sacará á.,;* ove¡alüári", corra_Ie.s (!6), es decir, de ohastn-ac¡ónes G;de h iu-ciia. Entonces se'pondá al f;ñü;;;"i¿ ;dffi.

üiiiij:#ÍdH'i'¿tro:r.n#*¡iH'ffiijcamina a Io iargg de la hisioria y-r,ó ,"-ial.mü:ol "i"ry" pue-blo., como tampoco se enciera ensrts propias instifuciones.

4' No podemos.sirenciar aquí ra confusiónq:r" T:l ü,ff T. i'".

"1" r*:l : #ffij," i:; #liide una Iqlesia donde 6uár,ot pasiores ayudanal re-baño*a mantener t, u.iáuffi;ñtb"d¡"r,-cia. Lo oue la parábola valoriza ";H:u;;;lí;ede_ las oüejas pjáiiu;;; á;É"ü;;dad detrebaño.

En todo üempo sólo una pegúeñ.a o rnuy pe-que{a rninoría ña sido ,uiir?á ut"¡Jrr" de Iapendiente sqaye v ¡aronacá ó"" i; üI¿á-ráI:i:Eg::i*"#pn+*.rurlx*x*"::, jr,,il

iT,:? iZl:H:ai::i H",Ti,3', #"91f i:, i::rral donde se enr,eÁez;luió;-ü;;i";,. tiempoIos atentos y los mán;á¿;óiertos.

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.JUAN 10

Dalabra: En verdad les ciigo que YoLov la puerta de las ovejas. I Todosloé qud han venido eran ladrones Ymalh'echores, y las ovejas no les hicie-ron caso. e Yó soy la Puerta: el queentre por mí estará a salvo; entrará ysaidrá y encontrará alimento.

io El ladrón sólo viene a robar,rnatar y ciestruir, mientra:.que,yo hevenido para que tengan vida y Ia ten-Ean en plenitud.

rr Yo sov el Buen Pastor. El buenpastor da- su vida Por las ovejást''2 No así el asalariado, que no es elpastor ni las ovejas son suyas. Cuan-io ve venir al- lobo, huye aban-ionancio las ovejds, Y el ]-obo lasaqarra y las dispeisa. 13 A él sólo leinleresá su salaiio y no le importannada las ovejas.

ro Yo soy el Buen Pastor Y conozcoa ics mío§ como ios rníos me cono-cen a mí, t5 lo rnismo que el Pacire meconoce a mí y yo conozco al Pacire- Yyo cioy mi vida

-Po. Ias ovejas-

r5 Tengo otras ovejas que no sonie este córral. A ésas-también las ile-varé; escucharán mi Yoz, Y habrá unsolo rebaño con un solo Pastor-

't7 Ei Padre me ama Porque Yo doymi vida para retomarla de nuevo-ra Nadie

-me la quitá, sino que Yomismo la entrego. En rnis manos estáel entregarla y él .recobrarla: éste es elmandató qus recibí de mi Padre.,

te Nuevamente se dividieron losíudíos a causa de estas Palabras-2o Algunos decían: *Es víctima de unesp,írItu malo y !u?!u_locuras; ¿paraqüé escucharlo?, 2t Pero otros de-

224

cían¡ n(jn endemcniado no habia deesa rnanera. ¿Puede acaso un ciemo-nio abrir los ojos de los ciegos?,

Jesús se declara Hijo de Dios22 Era lnvierno y en Jerusaién se

ceiebraba Ia fiesta cle la Deciicaciónciel Templo. t3 Jesús se pase_aba en elTemplo, por el pórtico de Salomón,2' cuando los juciíos io rociearon y leCijeron: ,,iHasta cuáncio nos vas a'teher en súsDenso? Si tú eres ei Mesí-as, dínoslo iiaramente.,

'5 Jesús les respondió: nYa se lo hedicho, pero ustedes no creen. Lasobras que hago en ei nombre de miPadre manifTestan ouién soy yo,25 pero ustedes no créen porque noson ovejas mlas.

2' Mis oveias escuchan mi voz y yoias conozco. Ellas rne siguen, 23 y yoles cioy vicia etema. Nunca perecerány naciíe las arrebatará janiás de miá',ano. 2e Aquello que el

'Padre rne hadado lo superará todo, y nadie puedearrebatarlo de la mano de mi Padre.30 Yo y el Padre sornos una sola cosd.»

3r Entonces ios judíos tomaron denuevo piedras para tirárselas. 3' Jesúsies dijo: *He hecho delante de ustedesmuchas obras hermosas que proce-dían ciel Padre: i por cuál d'e elias mequieren apedreaT?, 33 Los judíos res-pondieron: nNo te apedreamos porálgo hermoso que hayas hecho, sinopdr insultar a Oiog; pórque tú, siendohombre, te haces Dios.,

34 Jesús !es contestó; r¿No estáescrito en su Ley: Yo he d¡cho queson dioses? " No se puede cambiar

II

I

El pueblo de Cristo esta compuesto por perqer',as orL han empezacio con él r¡na aventr-ra hechade cónf¡ana y d" alnor rnutuo: Y-o-.las conozco yellas xuchaTán mi uoz lv. 14 Y 16)-

9. Jesus pastor no sólo sale en busca de laoveia perdidá o extraüada, como en Mt 18,12 yU is,q, sino que aquí el Pastor, sucesor de losPastorbs'de Israel, qu-e eran los reyes' toma a su.¿rg9 el.rebaño y le- abre el camino a costa de supropE uoa.

11. EI buen pastor. El- término griego. signifi-ca tanto "bueno' como *hermoso y noble": Je-sirs es el pastor bello.

34. Algunos textos del Antiguo Testamentollaman 'hijos de Dios" a los ángeles, y Jesús re-cuerda que también los dirigentes'en unos pocgslugares son llamados *dioses", €ñ el sentido derepresentantes diünos. Por esta misrna .razón Je-sG no se proclamaba Hijo de Dos, sino que'sedefine con más fuerza diciendo: 'el Padre está enmí y yo en el Padre" (38).

35. No se puede cambíor Ia Exritura. Conesa réplica Jesús nos inüta a mirar más de cercamuchós textos bíblicos qué menospreciamos yque no sabemos profundizar porque ng cuadranion nuestra manera de pensar. Aquí Jesús nos

3e Ctra vez quisieron llevarlo preso,pero Jesús se les escapó de lasinanos. *o Se marchó de nuevo alotro lado del Jordán, donde Juanbautizaba ai principio, y se quedóalií. 4r Mucha gente acudió a é1, yciecían: *Juan no hizo ninguna señalmiiagrosa, pero todo lo que dijo deéste era verdad., oz Y muchos creye-ron en él en aquel lugar.

?25

ia Escritura, y en ese lugar liama dio-sesj ios-que recibielo.n esta palabracje Dioq. -'u Y yo, que fui consagrado yenviacio al muncio por el ?adre,;estaría insultando a Dios al decirL

que soy el Hrjo de Dios? 37 Si yo noñago l-as obias del Padre, nb mecre-an, 33 Pero si las hago, si no mecreen a ffií, crean a esas obras, paraque sepan y reconozcan que el Padreestá en mí y yo en el Padre.,

La resurrección de Lázaro

[mi o ' Había un hombre enfermoI r r I llamado Lázaro, que era deBetania, el pueblo de María y de suhermana Marta. 2 Esta María era lamisma que ungió al Señor con perfu-rne y le secó los pies con sus cabe:llos. Su hermano Lázaro era el enfer-illo.

3 Las dos hermanas mandaron adecir a Jesús: *Señor, el que tú amasestá enfermo., 4 Al oírlo Jesús, dijo:*Esta enfermedad no terminará enmuerte, sino que es para gloria de

-,ICAN 1 1

Dics, y el Hijo Cel Hombre será glori-ficacio por elia.,

5 Jesús quería mucho a Marta, a suhermana y a Lázaro. 6 Sin embargo,cuando se enteró de que Lázaro esta-ba enfermo, permaneció aún cios ciíasmás en el luqar doncie se encontraba.'- §Qlo despüés ciijo a sus discíputoi'*Volvamod de nu-evo a Judea., E Lereplicarol: *Maestro, hace poco que-rían apedreg*^e los judios, ¿y tú qi:ie-res volver allá?,

e Jesús Ies contestó: *No tienedoce horas ia jomada, EI que caminade día no tropezará, porque ve ia luzde este rnundo; 'o pero el que caminade noche tropez ará porque no poseeIa luz.»

rr Después les dijo: «Nuestro arnisoLázaro ie ha dorm¡do y voy a cie"s-pertarlo., t2 Los discípufos le dijeron:.Señor, si duerme, recupe rárá lasalud., r3 En realidad Jesús gueríadeciries que Lázaro estaba müerto,pero los discípulgr entendieron quese trataba del sueño natural.14 Entoncss Jesús les dijo cla -ramente: *Lázaro ha muerto; '' peroyo me alegro por ustedes de nohaber estado allí, pues así ustedescreerán. Vamos a verlo., 16 EntoncesTomás, apodado el Mellizo, dijo a losotros discípulos: *Vayamos támbiénnosotros a morir con é1.,

17 Cuando llegó Jesús , Lázaro lle-vaba ya cuatro días en el sepulcro.

dice: ¡Qu¿ extraoidinario es que Dos les haya di-rigido su palabra!

. I 1.1 Este es el séptimo y último milagro deJesus en el Evangelio de Juan; como paso con.lasamaritana, el diálogo se ve tn¡ncado a cada mo-rnento porque Jesúé retoma'las palabras dándo-Ies un significado diferente.

Lázaro resucitado es el anuncio'de Jesúsmuerto y resucitado, y el Evangelista hará notaroue está milaoro oieéipitó la Jetención del Se-ñor. Desde la "prim'era

t'ahbra vemos que se trataCe un enfermo, es decir, de un hombre que espe-ra su salr¡ación.

6.latardanza de Jesús: tal vez hayasido pa-ra mostramos que su obra de salr¡ación no es an-te tocio para salr¡amos cie lo que nos parece másintolerable: ia muerte física.

No envidiernos a Lázaro que tuvo la malasuerte de tenel que mori¡ otra vez. Este milagroes solamente el anuncio de la verdadera resurrec-ción, que no consiste en una prolonoación de laüda, sino en la transforrnacióñ de nu?stra perso-na.

- 8. Los judíos querían -matar a Jesús, perosolamente podían apresarlo en la proünc¡á deJerusalén, donde sus comunidades reliqiosas vsu organización política eran fuertes] Jesús-,quedándose al otro lado del Jordán, estaba aiseguro.

9. Las doce horos... Jesús cumpliÉ las docehoras de la jomada, o sea, de su miSión, sin fiiar-se en los riesgos. Los que como él carnin an' dedía, o sea, dé acuerdo con el plan divino, notropezarán; Cristo será para eilos'la luz del mun-do Un 9,5).

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.jüAN 1 1

ra Betania está a unos tres kiiómetrosde Jerusalén, '' y muchos iudíoshabían ido a la cása de Marta Y deMaría para consolarlas por la muertede su hermano.

20 Apenas Marta suPo que Jesúslieoabá. salió a su encuentro, mien-trís María permanecía en casa.2i Marta diio a Jesús: uSi hubierasestado agui, ñi hermano no habríamuerto.22 Pero aun así, Yo sé quepuedes pedir a Dios cualquier cosa, ybios te [a concederá., I iesús Ie dijo:*Tu hermano resucitará.o " Marta res-pondió: nYa sÉ qge será resucitado enia resurrección de los muertos, en elúltirno día., 25 Le dijo Jesús: -Y9 soyIa resurrección (y la vida). El 9_1ecree en ITIi, aunque muera, vlvlra.26 El que vive, el que cree en ffií, qomorirá para siempre. ¡Crees esto?'27 Ella iontestó: *Sí, Señor; yo creoque tú eres el Cristo, el Hijo de Dios,el que tenía que venir al mundo.'

28 Después Marta fue a llamar a suherrnaná María y le dijo al oído: *El

Maestro está aqúí y te ilama .,8.AP"-nas lo oyó, Maiía se levantó rápida-mente y- fue a donde é1. 30 Jesús nohabía ehtrado: aún en el Pueblo; sinoque sequía en el mismo lugar dondeMarta ló había encontrado.

3r Los iudíos que estaban conMaría en la casa consolándola, al verque se levantaba aprisa Y salía, Pe1r-saron que iba a lloiar al §epulcro y lasiguieron.

32 AI llegar María "a donde estaba

225

Jesús, €tr cuanto lo vio, caYó a suspies y te dijo: nS eñor, si hu?ierasbstació aquí, mi hermano no habríamuerto., J¡ Ai ver Jesús el iianio Ce

María y de tocios ios judíos que esta-ban con ella, su espíritu se conmovioproiunciamente Y ie turbó. il Y Pre-i¡untó; *¿Dónde-ic han Puesto?n Leéontestaion: *Señor, ven a ver.' 35 YJesús lloró.

36 Los judíos decían; *¡Miren..comolo amabá!, 37 Pero algunos dijeron:*Si pucio abrir los ojos al ciego, inopodía haber hecho algo Para queéste no muriera?,

38 Jesús, conrnovido de nuevo ensu interior, se acercó a! sepulcro. Erauna cueva cerrada con una Piedra.3e Jesús orcienó: *Q,uiten la piedra-'Martel, hermana dei muerto, le dijo:*Señor, ya tiene mal olor, Pues llevacuatro días.* 40 Jesús le resPondió:«¿ No te he ciicho que si crees verás lag)oria de Dios?, oi Y quitaron la Pie-dra.

Jesús levantó los ojos al cielo Yexclámó: *Te doy gracias, ?_adre,porque me has escuéhado. o2 Yo sa-bia que siempre me escuchas; Perolo he dicho por esta gente, Para quecrean que tú me hai enviado., 43 AIdecir ésto, gritó con fuerte voz:«¡Lázaro, sal fuera!,

44 Y salió el muerto. Tenía las ma-nos y los pies atados con vendas y. Ia

cabéza iubierta con un sudario.Jesús les dijo: *Desátenlo y déjenlocamindf.»

24. Pór aquella época ya la mayoia de los ju;díos religiosos crdían- en lá resurrección,. pero to-do era rñuv traqo v sólo era uno de los elementosáel Úa Aó Vala. Aquí Jesús torna sobre sí la re-surrección del género humano.

25. Algunos manuscritos antiguos tienen sólo:Yo soy la resurreccíÓn.

Jesns recuerda que quienes creen en él yo pe*en'la uida eterna.

27 .¡Oué profesión de fe tan extraordinaria lade MartaI fs'h misma de Pedro (Mt 16'16)- Ysárá María la que, poco después, anunciará la re-surrección a los rnismos apóstoles-

33. Un detaiie muy importante en este Erran-

oelio oue insiste tanto en la diünidad de Jesús, la

óre nó disminuye en nada la realidad humana delHl¡o.. Jgsus no éstaba.revestido .de cuerpo huma-no smo que era hombre verdadero,. con. su tem-peramenfo y sus reacciones naturales: *ha sidofrobado _e! idg igug!.que nosotros, a excepciónilel pecado" (Heb 4,16). -: ..

42. Fsdifícil traducirlo, si se quiere conserr¡aren el texto un sentido aceptable. Se-puede enten-der: Te doy gracias,, no Pglqug tu hará.' .ei mila-gro (porquá dso yo lo sabía) sino porque graciasát *iiugré asla gánte podra cÍeer.

-

44. Los judíos vendairan a los muertos antesde enterrarlós.'[a Iqlesia primitir¡a usaba el térmi-no 'desatar' para si-gniiicár el per§ón de los peca-

227

Los jefes judios decidenla muerte de Jesús

o 45 Muchos judíos que habían idoa casa de Maríá creyerón en Jesús alver lo que había hecho. o6 Pero otrosfueron donde los fariseos y les conta-ron Io que Jesús había hecho.

17 Entonces los jefes de los sacer-dotes y los fariseos convocaron elConsejo y preguntaban: *¿Qué hace-mos? Este hombre hace muchosmilagros. " Si Io dejamos que sigaasí, todos van a creer en é1, y luegointervendrán los rornanos y destrui-rán nuestro Lugar Santo y nuestranación.,

4e Entonces habló uno de éllos,Caifás, que era el sumo sacerdoteaquel año, y dljo: *Ustedes no entien-den nada. tÓ Nó se dan cue.nta de quees mejor que muera un solo hombrepor el pueblo y no que perezca todala naclorl.»

5r Estas palabras de Caifás novenían de sí mismo, sino que, comoera sumo sacerdote aquel año, profe-tizó en aquel momenlo; Jesús iba amorir por la nación; 52 y no sólo por

' la nación, sino también para reunir a

Ios hijos de Dios que estaban disper-SOS.

JUAN 1253 Y desde ese día estuvieron deci-

didos a matarlo. x Jesús ya no podíamoverse libremente corno qir eríaentre los judíos. Se retiró, prei, a laregión cercana al desierto y se quedócon sus discípulos en una ciudad IIa-mada Efraím.

55 Se acercaba la Pascua de losjudíos, y de todo el país subían aJerusalén para purificarse antes de laPascua. 56 Buscaban a Jesús v sedecían unos a otros en el Teníplo:*r Qué les parece? ¿Vendrá a la fies-tá?, 57 Puei los jefeÉ cie los sacerdo-tes y los.fariseos habían dado órde-nes, y si alguien sabía 'dónde seencontraba Jesús, debía notificarlopara que fuera arrestado.

La cena de Betania

[-l§1 r ' Seis días antes de Ia Pas-I t al cua fue Jesús a Betania, don-de estaba Lázaro, a quien Jesús ha-bía resucitado de entre los muertos.2 Allí Io invitaron a una cena. Martaservía y Lázaro estaba entre los invi-tados. 3 María, pues, tomó una librade un perfume muy caro, hecho denafdo puro, le ungió los pies a Jesúsy luego se los secó con sus cabellos,

dos. Al igual que Lázaro, los que recibían el per'dón volvíán a la üda.

. 45 Las palabras de Caifás se curnplieron,pero no en el sentido en que las dijo. Un solohombre iba a morir para sah¡ar a todos, como yalo insinuaba la Biblia (Gén 45,5; Is 53,5.)

45. Podemos preguntamos de dónde sacóJuan estas informationes; tal vez las recibió deNicociemo o de José de Arimatea que se nom-bran en 19,38 y que parece se habían quedadorelacionados con la primera comunidad. En Jn18,15 se nos dice que el Evangelista era conoci-do en la casa del sumo sacerdote.

Sz.Jesús iba a morir para reuniro los híiosde Díos que estaban díspersos.

El olan de Dios contemplaba en un prirnertiempo'la dispersión de los liombres por ioda latierrá; despuéi su congregación sería el efecto dela resurreCción de JesG: véase Jn L2,32.

La Iglesia reúne creyentes de todas las razas yculturas] y h ilamamos co tólica, o sea, r.miversa[.Esto no és más que un comienzo y una figura delo que se logrará al final de los-üempos, cuandotodá la hurnánidad se reúna en Cristo.

En muchos países Ia falta de conciencia de lasmasas campesinas y urbanas impide todavía quelos hombres se agrupen para establecer un ordenjusto. Millones de buenas voh¡ntades y de gmndes-sacrific¡os

no han sido suficientes pará con-vertir alos que poseen o, rnás bien, para convertir la cul-fura y las estructt¡ras que forman el mundo y quemanfienen o crean las diferentes formas de &ilu-sión.

L-a prof ecia de Caifás adquiere todo su senti-do a la hora del reencuentro de los pueblos, nati-vos e inrnigrantes, de cualquier religión. las fric-ciones, los sufrimientos y las tragedias de esereencuentro no impedirán que sea el siqno denuestro arribo a u¡1a nueva etapa de los últimostiempos. Los cristianos deben ser los primeros enfavorecer la reunión de los ciispersos hiios deDios mediante el trabajo, la acción no üo[enta yel espíritu de reconciliación. No pueden invertiitodas sus fuerzas en programas de asistencia alos pobres.

o t2.1 Mateo y Marcos narran también estacena en la que María demostró a Jesús su amorapasionado. Lo amaba con todas sus fuerzas- vsü amor, lejos de volverla ciega, la llevaba ásentir y a respetar Ia misteriosa personalidad de

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JOAN 12

mientras la casa se llenaba del olordel perfume.

4 Judas Iscariote, el discíPulo queiba a entregar a Jesús, dijo: 5 *Eseperfume selodria haber véndido entrescientos denarios para ayudar alos pobres.» 6 En realidad no leimportaban los pobres, sino que eraun ladrón y, como estaba encargadode la bolsá común, se llevaba lo queechaban en ellaa

7 Pero Jesús dijo: *Déjala, Pues Iotenía reservado pára el día de mi en-tierro. 8 A los pobres los tienen siem-pre con ustedes, Pero a mí no metendrán sieITIpt€.»

e Muchos judíos supieron que Je-sús estaba allí y fueron, .Do sólo porver a Jesús, sino también Por ver aLázaro, a quien había resucitado deentre los rhuertos. r0 Entonces losjefes de los sacerdotes .Pensalon endar muerte también a Lázaro, 'r Puespor su causa muchos judíos se aleja-ban de ellos y creían en Jesús.

EI Mesías entra en Jerusaléntz AI día siguiente, mucho-s de- Ios

que habían llégado P-ara. la fiesta seenteraron de-que Jesús tambiénvenia a Jerusaléh. t3 Entonces toma-ron ramos de palma y salieron a suencuentro grita-ndo: «¡Hosann?! ¡Be.n-.dtto el qíe ui.ene én nombré del

228

Señor/ ¡Bendito sea el Rey de Israel!,t4 Jesús encontró un burrito y se

montó en é1, 't según dice la Escritu-ra: No temas, ciudad de Sí.ón, miraque uiene tu ReA montado en unburrito.

16 Los discípulos no se dieroncuenta de esto en aquel momento,pero cuando Je§ús fue glorificado,iecapacitaron que esto había sidoescrito para él i que ellos se lo ha-bÍan hecho

t7 Toda Ia gente que había estadojunto a Jesús cuando llamó a Lázarodel sepulcro y lo resucitó de entre losmuertos, cantaba sus alabanzas, " ymuchos otros vinieron a su encuen-tro a causa de Ia noticia de este mila-gro. re Mientras tanto los fariseoséomentaban entre sí: *No hemosadelantado nada. Todo el mundo seha ido tras é1.,

Si el grano no muere

o 20 También un cierto número degriegos, de los que adoran a Dios,ñablan subido a'Jerusalén'para Iafiesta. " Algunos se acercaron a Feli-pe, que era de Betsaida de Galilea, yle rogaron: nSeñor, quisiéramos ver aJesús., 22 Felipe habló con Andrés, ylos dos fueron a decírselo a Jesús.

23.Entonces Jesús dijo: *Ha llegadoIa hora de que sea glorificado el Hijo

Jesús. Según los otros evangelios, no todos losapóstoles comprendieron su gesto,. porque toda-vía tenían mucho que aprender sobre el amor 3Cristo; Juan sólo rirenciona a Judas. Hablamosa menudo, como Judas, de dar o los pobres,- apesar de que el Señor no nos pid e en primer lu-qar dor síno amar. Y amar al pobre es anun-áarle el llamado que'Dios le hai:e y -ayudarle acrecer como persona, superando debilidades ydiüsiones; es

'enseñarle a

-cumplir la misión que

Dios le confié. Si no üvimos entre ellos, necesi-tamos conversión y pobreza auténtica para des-cubrir con ellos el Ráino, y ¿cómo sé podría sinamar a Jesús?

Seis díos. Mateo v Marcos dan Ia impresiónde que esta cena tuúo lugar dos días antes deh Páscua. Hay desacueri[os entre los Evange-listas respecto a la fecha de la Pascua. Mien-tras Juari afirma que Jesús murió én vísperasde la Pascua (Jn i9,14), los otros tres dicenoue la última Cena tuvo luqar el mismo día en.ir" los judíos celebraban lá Pascua (Mt 26,21.

Según una tradición'muy antigua, Jesús ha-bría cáebrado la ütima Cená el rñartás, siguien-do un calendario anterior al calendario ofiéial, ylos dos días siguientes no serían demasiados paraubicar el doblá proceso y la órucifixión el üemes;pero esto no e§ seguro. Todo se aclara si pensa-mos oue Jesús no- celebro la cena del cordero.Los discíputos preguntan: -¿Dónde quieres quecomamos la Pascua?' Y Jesús les indica el lugar(L-c, 22,10). Sabemos sin embárgo que respoñdemuchas veces cambiando el sentido de las pala-bras.Véase al.respecto la nota de Lc 22,14-

o 20. Numerosos extranjeros (ló5 llamabangriegos a causa de su idioma), se habían converti-á" ila fe de los judíos. Sin iener los mismos de-rechos qüe los ¡údíos observantes, e.ran acepta-dos en ej Tempfo de Jerusalén, donde les est'abaresen¡ado un patio separado del de los judíos. Elinterés manifestado por esos griegos da a Jesúsla oportunidad para anunciar que la misión se ex-tendeÉ a toda'la tierra, cuando haya sido ler¡an-tado en la cnJz.

229

del Hombre. 24 En verdad les digo: Siel grano de- trigo no cae en tierra ymuere, queda solo; Pero si muere, dárnucho fruto. '5 El que ama su vida ladestruye; y el que desprecia su vidaen este murl-d9, la conserva para lavida etema. 26 El que quiera servirme,que me siga, y donde yo esté, allíestará también mi servidor. Y al queme. sirve, el Padre'le dará un puebtode honor.

o 27 Ahora mi alma está turbada.¿ Diré acaso: Padre, lÍbrame de estañora? ¡Si precisamente he llegado aesta hora para enfrentarme co-n todoesto! 28 Padre, ¡da gloria a tu Nom-bre!, Entonces se oyó una voz quevenía del cielo: nlo hé glorificado y lovolveré a glorificar.,

Los que estaban allí y que escu-charon la voz decían que hábía sidoun trueno; otros decían: *Le ha ha-blado un ángel.» 30 Entonces Jesúsdeclaró: *Esta voz no ha venido por

JUAN 12ffií, sjno por ustedes. 3r Ahora es el jui-cio de este mundo, ahora el príncipede este mundo va a ser echado fueia,32 y yo, cuando haya sido levantadode la üerra, atraeré [odo.,

35 Jesús les contestó: *Todavía porun poco rnás de tiernpo estará Ia luzcon ustedes. Caminen mientras tie-nen luz, no sea que les sorprenda laoscuridad. EI que camina en la oscu-ridad no sabe adónde va. 36 Mientraslengal la luz, crean en la luz y seránhijos de la luz.

Así habló Jesús; después se fue yya no se dejó ver más.

33 Con estas palabras Jesús daba aentender de qué modo iba a morir.34 La gente le-replicó: *Escucharnosla Ley y sabemos que el Mesías per-manece para siempre. ¿Cómo dicestú que ei Hijo del

'Hombre va a serlqrantado? lauién es ese Hijo delHombre?,

24. Si el grano no cae en tierra. t.a lev r¡ni-versal de la vi?a indica que esa ;¿ la oDcién ¿"toda ui{a que busca su p)ena realización.'Esta opción se- les presentara a todos un día u otro, seancuales fueren su caÉcter, su vocación, su religióno su_ rechazo a las religioáes.

Si rl grano no muere. Jesús r/a a rriorir y na-cerá la lglesia universal. En su persona resucitadase unirán todos los creyentes

Si el grano no muere: es la lev de todo apos-tolado cristiano que quiere sei fecundo ifUc8,34). Es necesario:que ios testiqos mueran o sean rechazados, que [as obras pórtadoras de vidasean detenidas o destn¡idas (M¿ 8,34), Ya los pri-meros creyentes decían: 'l a sangre.de los má¡ti-res es una semilla."

. 27 - Esta páqina de Juan alude a la transfiou-ración de Jesúg,IMc 9,1) y su agonía en Getie-maní (Mc 14,261-

28. ¿Hubo en ese momento una intervencióndiviná, o rnás bien nos transmite Juan en esteversículo un eco de,la voz divina de la.Tranqfigu-'ración? . I .

En todo caso es 'como.

ia presencia' fugaz delmundo verdadero en el escen'ario ilusorio"áondáse agitan los hombres. Poco importa que el pue-blo ilentio de poco abandone a'Jesús'v Io eñtre-gue a los romahos, Jesús rnira más allá. Sabe queno puede salr¡ar a su nación de un'fracaso histéri-co, pero su muerte cambiará el rumbo del mun-flo; él vencerá ahí donde se juega el destino de la

_ Lo he glorífícado. Aparentemente se refiereal Nombre de Dios, pero a continuación Juanmantiene una arnbigüedad: la glorificación delNombre será al mismo tiempo lá de Jesús ler¡an-tado de la tierra para atraer t'odo a sí (12,31).

Muy comúnrnánte se olvida que la meta denuestra üda es glorífícar a Dios. Esto no se lograprincipalmente éonsbruyendo templos o cantañdo¡Gloria a Dos!, sino aieptando ser nosotros mis-rnos sacrificios aqradables a Dios. Un obisDo urnártir de la Iglesiá primitiva, san lreneo, esciiUii-Dios g: glo.nficado cuando üve el hombre; peropara el hombre üür es ver a Dios. ', Dios es glorificado cuando sus hijos llegan a la

S!or!a, es decir, -a-s! pfopi? rernodelación porobra del fuego y del Espíritu Santo.

31. E¡ Príncipe de este mundo desigrn el espí-riil del mal, que no es sólo el Mal con -rnayiscula,

sino un espírifu rnalo, adversario de Dos.'Mientraéque. para Jesús los ,"derironios' podían significarcualquier forma del mal, el Dia6lo o Satánás essiempre presentado como un sujeto librcj, actiruo,que sabe a dónde quiere llegar.

Juan da a 'ese

espíritu una dimensión cósmi-ca: estaba en el mundo antes del hombre, corno:en Gén. 3,1. Siendo el rnr¡ndo a la vez su súMitoy su cómplice, Juan puede hablar del mundo sal-r¡adg por la venida del Hijo y su sacrificio, comoen 3,16, o de la üctoria áe Cristo sobre él rnr.m-do, como en 16,33-

3l+.¡t Mesías permAnece para siémpra véa-se Dn 7.14.

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JUAN 12

Incredulidad de los judíos

. 37 Aunque había hecho tantasseñales delahte de ellos no creían ené1. 38 Tenía que cumplirse lo dichoDor el profeta Isaías: Senor, ¿quÍén'ha dado crédtto a nuestras pa[abras?¿A quíén fueron reuelados /os cami,-ños del Señor?

'n ¿Por qué no podían creer? Isaíaslo frábia dicho tárnbién: 40 Cegó suso-l'or g endureció su coraz,gn pira gueno uteran, ní comprendieran, ni seuoluieran a mí: de hacerlo, Ao loshabría sanado. 4t Esto lo dijo Isaías,porque vio su gloria y habló de é1.- 42 En realidad, de entre los mismosjefes, varios creyeron en él; Pero noio dijeron abiertamente Por miedo aoue'los fariseos los echaran de laiomunidad judía. ¡r3 Prefirieron serhonrados poi los hombres antes quepor Dios.- u Pero Jesús dijo claramente: *Elque cree en mí no cree solamente en_:'

230

ffií, sino en aquel que me ha enviado.o5 Y el que rne ve a mí ve a aquel queme ha enviado. 46 Yo he venido almundo como luz, para que todo elque crea en mí no permanezca entinieblas.

47 Si alguno escucha mis palabrasy no las guarda, yo no Io juzgo, por-que yo no he venido para condenaral mundo, sino para salvarlo. 48 Elque me rechaza y no recibe mi pala-bra ya tiene quien lo juzgue: lamisrna palabra que yo he hablado locondenará el último día.

oe Porque yo no he hablado por mipropia cuenta, sino que el Padre, alenviarme, me ha mandado lo quedebo decir y cómo lo debo decir.50 Yo sé que su mandato es vida eter-Dd, y yo enttego mi mensaje talcomo me lo mandó el Padre.,

Jesús lava los piesa sus discípulos

.. 2 Estaban comiendo la cena y eldiablo ya había depositado en elcorazón d¡ Judas Iscario,"l hijo de

SEGUNbN PARTE' ¿TSÚS CUMPLE SU OBRA

[El ' t Antes de la fiesta de Pas-lI Jl cua, sábiendo Jesús que'lehabía llegado la hora de salir de estemundo {ara ir al Padre, como habíaamado a los-suyos que quedaban enel mundo, los amó hasta el extremo.

. 37. Esta es la conclusión de la primera par-.te del er¡anqelio: tesümonios, oposiciones, revela-ciones sobá la fe v el rechazo

-a creer, 'el fracaso

final era de prevei si se sabía interpretar la Escri"tura. Juan cita dos textos:

El primero es-el poema dedicado al Siervo deYavé,'üctima voluntaria en favor de sus herma-nos (ls 53,1). Dice lo difícil qug qs para los hom-bres aceptar un Salr¡ador humillado.

El sequndo recuerda que tampoco se les hizocaso a Iós anteriores profetas mientras üvíaru Ien eso se cumple un: plan misterioso de Dios.

Juan recalca el pecado de la mayoría que nose'comprometió con Cristo, aungug lo respetarainteriorinente. Para nosotros también creer en elEvanqelio siqnifica asurnir un compromiso. Nopodeños haéer el quite a su lglesia, q pesar- deQue está rnuy lejos de ser trasparente. Su palabrarios encuentia sumidos en muchas preocupacio-nes v, las más de las veces, no nos sentimos obli-qadós a dar inmediatamente nuestra respuesta:tYo aüsaré en seguida". No nos sentimos muy

culpables por esa palabra rechazada, a pesar deque de hecho hemos rechazado a Dios mismo.

4t- El er¡angelio transfiere a Jesús lo que elAntiguo Testamento decía de Yavé Dios: ¡era lagloria del Hijo-Señor, la-que vio el prbfeta!

. 13.1 Aquí pasamos a la segtrnda parte delEvangelio de Juan, que empieza con los discursosde dápedida de Jesus después de su última Cena.

Así como en los capífulos anteriores cada dis-curso de Jesús tomaba pie de un milagro, tam-bién los que ocupan los ápítulos l4-L71ienen supunto de-partidá en un hdcho singulai, que es el"lavatorió de los pie§". Este gesto encierra dosenseñanzas:

- Debemos purificamos antes de participaren la Cena del Señor.

- Debemos poner en práctica el mandato delamor.

o l. Muchos se extrañan al ver que el lavadode los pies reempla?a a la Eucaristía. Esto se de-

231

Simón, el propósito de entregarle.3 Jesús, por su parte, sobía que elPadre había puesto todas las cosasen sus manos y que había salido deDios y que a Dios volvía. o Entoncesse levantó de la mesa, se quitó elmanto y se ató una toalla a Ia cintu-ra. 5 Echó agua en un recipiente y sepuso a lavar los pies de los discípu-ios, y luego se los secaba con la toa-lla que se había atado.

6 Cuando llegó a Simón Pedro, éstele dijo; n¿Tú, _Seio¿ me vas a lavarlos pies á mí?, 7 Jesús le contestó:*Tú no puedes cornprender ahora loque estoy haciendo. Lo com-jrenderás Ínas tarde., I Pedro repli-tO, *Jamás me lavarás los pids.»'Jesús le respondió: nSi no te lavo, Dopodrás tener parte conmíge.»e Entonces Pedro Ie dijo: *Señor,lávame no sólo los pies, sino tambiénlas manos y la cabeza.»

'o Jesús le dijo: *El que se ha baña-do está completarnente limpio y lebasta lavarse Ios pies. Y ustedesestán limpios, aunque no todos.," Jesús sabía quién lo iba a entregar,por eso dijo: *No todos ustedes estánIimpios.,

tz Cuando terminó de lavarles lospies, se puso de nuevo el manto, vol-Vió a Ia mesa y les dijo: «¿Compren-

JUAN 13

den lo que he hecho con ustedes?i3 Ustedes me llaman Maestro ySe¡oa y dicen bien: porele Io soy.14 Pues si yg, s-íendo el Señor y élMaestro, les he lavado los pies, tám-bién ustedes deben lavarse los píesunos a otros. 15 Yo les he dado ejem-plo, y ustedes deben hacer como hehecho yo.

16 En verdad les digo: EI servidorno es más que su patrén y el enviadono es má s que el qué lo envía.t7 Pues bien, ustedes ya saben estascosas: felices si las ponen en prácti-ca.

rB No me refiero a todos ustedes,Pues conozco a los que he escogido, ytiene que cumplirse Io que dice laEscritura: El que compartía mí pan seha leuantado contra mí.'e Se lo digoahora, antes de que suceda, para quecuando suceda, crean que Yo Soy.

'o En verdad les digo: el que recibaal que yo envíe, a mí me recibe, y elque me reciba a mí, recibe al que meha enviado.,

2t Tras decir estas cosas, Jesús seconmovió en su espíritu y dijo contoda claridad: *En verdad les digo:unci de ustedes me va a entregetr.»22 Los discípulos se miraron unos aotros, pues no sabían a quién se refe-ría. 23 Uno de sus discípulos, el que

be a que Juan no pretende dar un relato comple-to en. una Iglesia que ya tenía -los -tres primerosevangelios, sino que sé ciñe a los hechós que leoerm]tan órdenai su testirnonio sobre Jesús. Elfar¡ado de los pies concluye con una ens eñanzasobre la humiÉad, que Lúcas coloca después dela eucaristía (Lc 22,271. En aquella liturgia Jesúsquiso ser el Siervo ([s 52,13), del mismo modoq-ue lo sería en la celebración de la eucaristía

Juan desarrolla otro significado del gesto deJesús: es una purificación. Los peregrinos que su-bían a Jerusalén para celebrar la Pascua se habíanpr.rificado con ahtelaeión. Jdsús louo los pies aIos que ya se habían fuñado segrxr h Ley (Núm9,6): Esto explica Ia respuesta de Jesus a Pedro,pero tarnbién-descubrimos otro sentido. Los após-ioles estaban en gracia de Dos, porque lo pala'bra de Jesús que habían acogido Ios había purifí'cado (15,3); sin embargo les hacía falta unapreparación antes de compartir el pan de üda enIa mesa de su Señor.

Este acto nos recuerda el sacramento del Bau-tismo, pero también el de la Penitencia, en el quese unen lazos de humildad y de misericordia, tan-

to del que purifica corno de los que son purifica-dos. En adelante los apóstoles harán lo que suSeñor ha hecho primeio, ya que para eso él losenuía en su nombre. No actuarán como ierarcaso jueces que conceden el perdón a culpabfes, sinoque darán el primer paso para purificar a quienes,se acercan a la Cena del Señor.

En este capítulo aparece siete veces la palabraSeñor. Comirendemos,'pues, Que al lavar lospies, Jesús hizo un gesto destinado a enseñamos,mejor que cualquier oho, cómo es nuestro Señory Dios.

23. Aquí aparece por primera vez.el discípu-lo ol que Jesús omoba, el autor de este evan-qe-lio (Jn'21,241. Juan no habla de una arnistad c"onJesús sino solam.ente del amor que Jesús le tiene,porque eso es lo importante. Dios nos ha amadoprirnero (lJn 4,19) y Juan celebra Ia elección delDios inaccesible que le reseruó un lugar excepcio-nal en su aventura tanto terrestre como etéma-

. -Recostodo o s-u lado. FI texto ernplea el girohebreo: 'que estaba tendido. en su regazo , o seatendido en los sofás inclinados a los ties lados de

Page 19: BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, EVANGELIO DE JUAN, PARTE 5 DE 27

JUAN T 3

Jesús amaba, estaba recostado a sulacio en la rnesa, 'o y Simón Pedro lehizo señas para que le preguntara deouién hablaba. 25 Se volvió haciaiesús y le preguntó: *Señor, ¿quiénes?, 26 Jesús le contestó: *VoY amojar un pedazo de pan en el plato.Aquél al cual se lo dé, ése es.»

Jesús mojó un pe dazo de pan y selo dio a Judas Iscariote, h¡jo deSimón. ?7 Apenas Judas tomó elpedazo de_pán, Satanás entró en é1.

Entonces Jesús Ie dijo: nlo que vas ahacer, hazlo pronto.,

28 Ninguno de los que estaban a lamesa comprendió por qué Jesús se lodecía . * Como Judas tenía la polsacomún, algunos creyeron que Jesúsquería decirle: *Compra lo que noshace falta para la fiesta...r, o bien: *daalgo a los'pobres., s Judas se comióel-ped azo de pan y salió inmediata-mente. Era de noche.

3r Cuando Judas salió, Jesús dijo:*Ahora es glorificado el Hijo delHombre y Dios es glorificado en é1.32 Por Io tánto, Dios To va a introduciren su propia Gloria, y lo glorificarámuy pronto.

,o 33 Hijos míos, yo estaré con uste-

z',32

d."r por muy po§.g tiempg. Me busca-rán, y como ya drje a los judíos, ahorase lo digo a ustedes: donde yo voy,ustedes no pueden venir.

Y Les doy un mandamiento nuevo:que se amen los unos a los otros.Ustedes deben amarse unos a otroscomo yo los he amado. 35 En estoreconocerán todos que son rnis discí-pulos: en que se aman unos a otros.»

36 Simón Pedro le preguntó: *Señor,

¿adónde vas?, Jesús le respondió:iAdonde yo voy no puedes séguírmeahora, pero me seguirás más tarde.,)7 Pedro le dijo: oSeñoL ¿por qué nopuedo seguirte ahora? Estoy dis-puesto a dar mi vida por ti.,f 38 Jesúsle respondió: n¿ Dar tú la vida por mí?En vérdad te üigo que antes'de quecante el gallo me habrás negado tresVe Ce S.»

Yo voy al Padre

m' I *No se turben; crean enI I -l Dios y crean también en mí.2 En la casa áe mi Padre hay muchashabitaciones. De no ser así, ho Ieshabría dicho que voy a prepararlesun lugar. 3 Y después de ir y prepa-rarles un lugar, volveré para tomarlosconmigo, para que donde yo esté,

j

la mesa en herradura, según la costumbre griega,[-a cabeza estaba rnás eler¡ada y wrelta hacia lamesa: se'estaba recostado de lado v por tanto elque estaba 'en el regazo" estaba justó delante deé1, a su derecha. El disciputo s€ dá, pues., la wel-ta para hacerle la pregunta a Jesús.

. 33. lJn mondamiento nueuo, es decir, unmandamiento propio de los üempos nuevos queemoiezan. La Bibfia hablaba de fidelidad interiora Dios y d. amor al prójimo, pero qstg mensajeouedabá oculto en uña inaráná de los formuli's-riror. Además, son muchas las maneras de arnarten el Nuevo Testamento Jesús declara que elamor a Dios es la ley primordial, y los ejemplosoue nos dio el Señor en su üda terrena nos seña-Én el camino del amor.__--.

El amor según Dios es el que libera al prójimoy lo incita a désarrollar los dones que Dios le en--Éegó.

Este amor le aytrda a ser.lo que Dios quie-re que *a, pasando por muerte y resurrección.

Mientras varnos profundizando el misterio delamor divino que 'sé nos manifiesta en Jesús,nuestro amor ie va identificando con el mismoamor eterno de Dios eu€, al fin, actuará libre-mente a través de nosotros (1Jn 4,121. El amor

auténtico proced e de Dios y hace que todos vol-r/amos a la unidad en Dos.

36. Este párrafo será retomado en 21,19. Elautor lo escribió cuando Pedro había sido ya eje-cutado, habiendo seguido a Jesús hasta el fín.Juan, recuerda esas afirmaciones temerarias (McL4,291 con el fin de inboducir el tema 'seguir aJesús'.

. 14.1 A continr¡ación del lar¡ado de los pies,Juan pone bes discursos de despedida de Jesus asus apóstoles, que habían conüvido con él dumntemeses, y ahora deben descubrir otra manera deconviür con Jezus resucitado y presente, pero inü-sible. Yo estaba con r.stedes, dice Jesris, y en adelante yo estar é en ustedes. El primero dá

-estos dis-

cursos ocupa el capítulo 14.2- N sübir Jesús donde el Padié, no realiza

una hazaña individual, sino que nos abre el cami-no a nuestra casa, que no se sitúa muy por enci-ma de nosotros, sino en Dos. Hay muchos hab¡-tacíones, es decir, que hay lugar también 'paranosotros. [a mansíón propia nó significa la sbledad del propietario encerrado en Io suyo, sinoque en cada una de ellas Dios se da totálmente:uendremos a él (23). Todo lo tendremos enDios, y su irradiación sacará a c¿ida-uno la reso-

233

estén también ustedes. o Para ir a

donde yo voy, ustedes ya conocen elCdlTllOO.»

5 Entonces Tomás le dijo: *Señor,nosotros no sabemos adónde vas,; cómo vamos a conocer el camino?,F Jesús contestó: *Yo soy el Camino,la Verdad y Ia Vida. Nadie va alPadre sino por mí. 'Si me conocen a

rní, también conocerán al Padre. Peroya lo conocen y Io han visto.,

I Felipe le dijo: uSeñor, muéstranosal Padre, y eso nos basta., e Jesús lerespondió: *Hace tanto tiempo queestoy con ustedes, iy todavía no meconoces, Felipe? El que me ve a míve al Padre. ¿Cómo es que dices:Muéstranos aI Padre? ro áXo creesque yo estoy en el Padre y que elPadre está en mí? Cuando les ense-ño, esto no viene de ffií, sino que elPadre, que p.ermanece en mí, hacesus propias obras.

rr Yo estoy en el Padre y e[ 'Padre

está en'mí. Créanme en esto; o si no,créanlo por las obras mismas. 12 En

.JUAN 14

verdad les digo: El que crea en míhará las mismas obras que yo hagoy,, como ahora,.vsy ,al-Padre, las haráaún mayores. '3 Todo Io que pidan enmi Nombre lo haré, de manera que elPadre sea glorificado en su HUo. 'o Ytambién haré lo que me pidan invo-cando mi Nombre.

15 Si ustedes me aman, guardaránmis mandamientos; 16 y yo rogaré alPadre y les dará otro Protector ggepermanecerá siempre con ustedes,t7 el Espíritu de Verdad, a quien elmundo no puede recibir, porque nolo ve ni Io conoce. Pero ustedes loconoceñ, Porque está con. ustedes yPermanecerá en ustedes.

rB No Ios dejaré huérfanos, sinoque volveré a ustedes. re Dentro depoco el mundo ya no me verá, peroustedes me verán, porque yo vivo yustedes también vivirán. 20 Aquel díácomprenderán que yo estoy en miPadre y ustedes están en mí y yo enustedes.

nancia única que sólo él puede dar. Cada uno es-tará en su propia mansión, estando en comunióncon todos.

Sabiendo, pues, cüál es el término, debemosencaminarnos hacia esa comunión definitiva.

5. L¡s intervenciones de personas que no en-tienden la palabra de Jesús son aquí r.rr procedi-miento de'estilo para dar vida al discurso: cadavez que.se hace a Jesus una pregr"mta desatinada,le pdmrite precisar lo que'acaba de decir, cornooaiO con la Samaritana.' Yo soy el comino, dice Jesús. Se hizo hom-bre precisam'ente para que üéramos en él al Pa-dre.'Siguió su ca¡irino; lan desconcertante- paranosotro-s, para qug, al rneditar sus actos, fúéra-mos proqresando hacia la verdad. Porque, aun-qr.,e ul co-mienzo no entendamos bien sds propo-sitor, con el tiempo descubrirernos al Sáñor ycomprenderemos que su camino es el-nuestro.Pasahdo por la cn¿z y lg muerte, conquistaremosnuestra fropia uerdad y l[egaremos a la 'uida-

11. Yo atoy en el Padre y ustedes están enmí. Entramos uefln la üda misteriosa de hs perso-nas divinas que comparten todo y son un i¡nicoDios. Las cosas rnateriales y los cuerpos no sepueden'cornparetrar, p€ro no es así en el mundobspiritul: Cristo está en el Padre y el Padre en é1,

y fionen su moroda. en nosotros

15. AI empezar el evahgelio, Jtran dijo que to-da la actuación de Dios en el mundo se debecomDrender a la luz de la relación íntima del Pa-dre y del Hi;o. Ahora. agrega que la pres€ncia deDios en nosotros se debe a otra persona, que es

el F-spíritu Santo. Ni el Padre solo, al que nadie haüsto, ni el H,jo que se ha manifestado, podrían'hacerse uno con nosotios si no fuera mediante elEspíritu, soplo de Dos, al que deberíamos llamar:Dios que se cornunica. Pgr eso llamarnos uidaespiritual a todo Io qué * refiere a nuestras rela-ciones con Dos.

El presente capítulo expone los tres pasos dela üda espiritual:

Guardar los polabras de Jesús: meditarlas,ponerlas en prácüca y dejar que echen raíces ennuestra alma. :

- Luego, instnridos por el Espiritu. sobre loque debemos pedir en su nombre, pedimos contoda confianza aquellas cosas que él rnisrno desea.

hizo. No multiplicó las obras buenas,'sino que lle-vó a cabo lo que el Padre le pedía, aun cuando suobediencia pareciera trn sacrificio rano.

16. Otro Protector. Jesús se refiere al FspírituSanto, Ilamado Paráclito en el ter<to griego. Btapalabra tiene varios senüdos: defensor, protector,abogado. El mismo término se aplica también alque-e! el oficio de la sinagoga tnaáucía al lenguajetiablado (el arameo) el to<ó ñebreo: véa*, ese s€n-üdo en 16,13-14. Aquí baducimos: el Protector.

El Espírifu da a los creyentes la confianza. einspira sus oraciones para que sean escuchadaspor Dos.

Antes de él teniamos ya un protector, Jesús,el que ora al Padre por nosotros. El Hijo es encierta manera 'Dios para nosotros' y su obra

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JUAN 142t Ei que gualdq mis mancarrrientos

despu.i d. íecibirlos, ése .es el que me

I 5. Éiil" me ama a mí será ámado

;;;fi'áát", Y Yo también lo arnaré Yine manifestaré a él-'

'2 Judas, no el Iscafiolq' le Pregun-tó: nSeñor, ¿Por qué hablas de mos-

trarte a noibtrod Y no al mundo?'; láiui le resPondió: *S.i ?lguien me

ama, guárdaiá mis Palablas¡ Y mipáaiá io amará. Entonces vendremg.s

;?l'páiu poner nuestra *o1?1u en él'; rt'áue'no me ama no guarda -ltputuUiut; Pero. el ment?l? SI-,"

escu-

than no es mto, srno del Padre que

me ha enviado-

2sLeshedichotodoestomientrasestaba .on ustedes. '6 En adelante el

Espíritu Santo, el lntérpreJ:. qu9 elpaáre les va a enviar en ml l'tomDre'

les enseñará todas las cosas Y [esrecord ará todo lo que Yo les ne

dicho.27 Les deio Ia Pdz, les doy mi Pa?'

La paz qüé'Yo le¡ do¡ no ei.como laqué da

'et rirundo. Q'ue no hava en

usteoes ángultiu n¡ ñiédo' " §abengue les á,¡át Me voy, Pero volvetg Iüstedes. Si me amaran, se alegrarlanf,!- qr;'m. va,a al Padre, Pues el

234

Pacre es n:ás grande que Yo.?s Les he dicho estas cosas ahora,

antes de que sucedan, Para S!l.e.üáñao suc'edan ustedes ciean' 30 Ya

;;-úblaÉ rnucho más con ustedes,pues se est á acercando el príncipe d9

este mundo. En mí no encontraráñáaá suyo, '' Pero con esto sabrá el

mundo qu" )fo- apo al Padre Y quehaoo Ic que ét Paare me ha encomen-áááo f,aier. Ahora levántense y vayá-monos de aguí.

Yo soy la vid:produican frutos en mi

fffil' ' nYo soy la vid verdadqrg Y

I f 3l mi Padre es el labrador- 2 To-da rarna que no da fruto en mí la cor-á V ló¿o sarmiento qug da fruto loiimpia para que dé más fruto.

3 Ustedes ya están limpios graciasa la palabra que les he anunciado,¡ peró permanezcan en mí como Yopermanezco en ustedes- Un sarmien-to no puede Producír frutg ,Por sí

mismo si no Permanece unloo a .la,ia; támpoco ilstedes Pueden P.rodu'cír fruto si no Perrnanecen en ml;

5 Yo soy Ia vid Y ustedes los sar-

no se encierra toda eq 9l tiernpo {ue ha vivido

entre nosotro!;Ñ áb9io, sinb qtle a lo largo

ü E hiitoria .or,-tit,ia iñtergediendo^por noso-

tros. Sobre "* rói iá á"playará la Cárta a los

Hebreos.

26. Comparar con 15 rZQ'El Espírítu Sonto

"r"ÉJ'á"'-aZi fi¡;; ó"; ; iá fuente única' oero el

i-¡iio no nos fJá" .t*" ti táf" Eá"it"itiát'a algo:

es su ProPio EsPiritu

28. Et Padre es mós grande-que yo' Esto no

.o,lÉá'ai.Lj" iu=¿ Juañ ¡tó ensená re§pecto de la

ffi;ffii á" c'lit;;ló turgo de eu arahgelio. De-

r{{i["*:r;irsff P;,q##*l*x9,st Íi 2,13;1 Jn 5,20)-

YaenelsigloM,glglandefensorde'lafe'sanHil;;:;;6á-;'tql Paáre es rnás slfÉ" por-ser

;i ""; bá. p.?J si da al Hi¡o §y. plopio Ser único'

el Hiio Ya rio es menos que el Yaore

. 15.1 [-os capítulos 151.7 confgryan un se-

[*¿:J,;^?fiirfi'si:it*?;"T3'51:;"1?o]?;

oalabra alegría se repita siete veces es tal vez in-

fe#ffiuT,-'ñu'itu;áá-á u"t -en- esa alegría uno de

ñ;;¿;¿tbs de la üda *en Jesús"'

Fste discurso se compqne de tres partes:

- la üd: *ustedes ProduciÉn fmtos";

- 'el mundo los odiará";

- las ausencias de Cristo'

En esta primera p?rtq (1:16) .el bautismo'oUrf'aá erpl*lü I O" .1" laigbra, torla el lugar

&' h átc,rncisió¡í de,los it'dÍo:, -un rito que se

áioo""ía asegurar la fecur¡didad. Y notamos.gye[a

"íu"ru6?; ;;;A;rí f rutos se repetirá tambiénsiete veces.

Iqual que el pastor Cel gapítqlg 10, la uiña

"= "'"" iiq'üru trádicional del pueblo de Dios en

l. Bibti" Gü. t2-1). Aqyí,.sin é¡n[arg.g, Jesús no

ü6ñ'a;'iá-"ináli',o l"'1" uid' q,.,Zl. se reharáÜñdJ á"i'pü"uiá-q" Dios y nlás3u1, de toda

ia humanidad (véase Ia imaqen de Jesus, nuevo

ñaá"1; R;-b-J4 v. 1Cot"15,45)'

[-a üña era el pueblo de Israel, pero no conta-

UunTu"iá-fós ¡áaíuiduos como. el pueblo: Io im-

ááñante "rulquella comunidad, en su conjunto,

235

mientos: El que permanece en mí yy.o en, é1, ése da mucho frutg, pelqsin mÍ no pueden hacer nada. 6 Alque no permanece en mÍ lo tiran y seseca; como a los sarmientos, que losamontonan, se echan al fuego y sequeman.

7 Mientras ustedes perTnanezcan enmí y mis palabras permanezcan enustedes, pid?r.r,lo^qy. quie.raJl. y loconseguirán. I Mi Padre es glorificadocuando ustedes producen abundantesfrutos: entonces pasan a ser discípu-los míos. e Como el Padre me amó,así también los he amado yo: perrna-nezcan en mi amor. 'o Si cumplen mismandamientos, perrnaneceráh en miamor, como yo he cumplido los man-damientos de mi Padre y permanezcoen su amor. " Les he dicho todasestas cosas para que mi alegría estéen ustedes y su alegría sea cornpleta.

t2 Este es mi mandamiento: que seamen unos a otros corno yo los heamado. '3 No hay amor más grandeque dar la vida por sus arnigos, 'o yson ustedes mis amigos si cumplenIo que les mando. !t Ya no les llámoservidores, porque un servidor no

JUAN 15

sabe Io que hace su patrón. Losllamo amigos, porque les he dado aconocer todo lo que aprendí de miPadre.

16 Ustedes no me eligieron a mÍ; hesido yo quien los eligió a ustedes yIgr preparé-para que vayan y denfruto, y ese fruto permanezca. Así escomo el Padre les concederá todo loque Ie pidan en mi Nombre.

El mundo odia a Jesúsy a los suyos

o t7 Amense los unos a los otros:esto es Io que les rnando.

'8 Si el mundo los odia, sepan queantes me odió a mí. te No

'sería'lo

mismo si ustedes fueran del mundo,pues el mundo ama lo que es suyo.Pero ustedes no son del mundo, sinoque yo los elegí de en medio delmundo, y por esb el mundó' los, odi.a.20 Acuérdense de lo que les dije: elservidor no es más que su patrén. Sia mí me han perseguido, también losperseguiÉn á uste?e^s. iAcaso aco-gleron ml ensenanza,/ (Lo*o, PUeS,acogerían la de ustedes?

2t Les harán todo esto por causa de

respondiera a Dios. Ahora Jesús no'áice, 'I a co-rnuhidad cristiana es la vid', sino: "Yo soy lauid". Lo importante es que cada uno esté vincu-lado con él por la fe, Ia oración y el amor a supalabra. Como en el capitulo 10; las personasson las que cuentan.

9. Permanecer *en- Cristo es también perma-necer en el amor. Tres f¡ases condensan la nove-dad del amor cristiano: dar su üda, guardar losmandamientos, prioridad del amor diüno.

15. Jesús nos llamó omíqos. .[a palabra solo seenconbaba en Is 41,8 para-refenrd, a Abraham, aquien Dios h'abía visitado, y en el libro de la Sabi-d,rriu (7.14-27h aeuí teneáos algo nuevo cuandoainigos.§e opone a "servidores de Dgs" .

16. EI discípulo ha sido elegido y ha recibidola misión de dar fruto; es la séptima vez queaparece esta expresión en este capítulo. El amorsé rnedirá por sus fmtos, gue no deben confun-dirse con los éxitos de la acción apostólica ni conla actiüdad desplegada en bien del prójimg; sóloDos conoce el progreso de las personas que pro-fundizan en el mistério de Cristo y comparten sucn)z y su resurrección.'

Jesús indicó el orden que p€rrnitirá que nazcaese amor, Pide ante todo que sornpartamos su

pensamiento; tal es el sentido de las palabrasguarden mís ma ndamientos. Es el modo de ser'sus. amigos, conocerlo como una pers_ona quenos ama y cuyo Espíritu compartimós. Entonées-produciptllos el. f ruto auténtico del amor calyoúnico árbol es Cristo

. L7. El amor vivido será persequido. El oá-rrafo 18-25 contrapone'a la misión-de dar,frütoel odio de que será ob¡eto. EI verbo odiar o de-testar se repite también siete veces. Estos versí-culos son duros. y reflejan las profecías del Apo-calipsis; se puede estar seguro de que se üve'enel error cuando se ignora la realidad de un mun-do al que se le quita el *Fríncipe de este m'undo'y que no. dejarS jamás gu€ se r/aya.sin que se ha-ya pagado.

79. Si ustedes fueran del mundo. Véase,lanota de 3,16. A partir del momento en que elcreyente es-llamado, lleua consigo algo de Diosgug. el mundo no puede asimilar ó enásillar (lJn5,4). Lo que no quiere decir que el mundo'seamalo, sino que está alienado y el príncipe de estemundo sabÉ siempre aprovecharse del mundo v4u lgr circunstancias para [ucha¡ contra ese algóde Dios que posgemos: o .bien lograÉ p)ener encuarentena e incluso ahogar lo qué Dioi ama en

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JUAN 15

mi nombre, porque no conocen alque me envió. 22 Si yo no hubieravenido ni les hubiera hablado, notendrían pecado. Pero ahora su pe-cado no tiene disculpa.

23 El que me odi.a a mí, odia tam-bién a rni Padre. 2o Si vo no hubierahecho en medio de elfos obras quenadie hizo jamás, ño serían culpablesde pecado; pero las han visto y mehan odiado a mí y a rni Padre. E Asíse cumple la palabra que se puedeIeer en su Ley: Me odí,aron sin causaalguna.

El Espíritu vendrá

. 2u Cuando venga el Protector queIes enviaré desde el Padre, por ser élel Espíritu de verdad que procede delPadre, dará testimonio de mí. 27 Yustedes también darán testimonio deffií, pues han estado conmigo desdeel principio.

[-ñl ' Les hablo de to,Co esto paraI r \Jl que no se vayan a tambalear.' Serán éxpulsados de las comunida-des judías; más aún, se .acerca eltiempo en que cu.alquiera que losmate pensará que está sirviendo aDios. 3 Y actuarán así porque no co-nocen ni al Padre ni a mí. o Se lo ad-vierto de antemano para gue, cuando

236

llegue la hora, recuerden que se lohabía dicho.

No les hablé de esto al principioporque estaba con ustedes. 5 Peroahora me voy donde Aquel que meenvíó, y ninguno de ustedes me pre-gunta adónde voy. u Se han Ilenadode tristeza al oír lo que les dije, 7 peroes verdad Io que les digo: les convie-ne que yo me vaya, porque mientrasyo no me vaya el Protector no vendráa ustedes. Yo me voy, y es paraenviárselo.

I Cuando venga é1, rebatirá almundo en Io que toca al pecado, alcamino de iusticia y ai juicio. ' ¿QuÉpeca do? Qu e no creyeron en m r.io

¿Qué camino de jusúcia? Mi parti-da hacia el Padre, ustedes ya no meverán. I I

¿Qué juicio? El dei príncipede este mundo: ya ha sido condena-do.

tz Aún tengo rnuchas cosas quedecirles, pero es demasiado paraustedes por ahora. '3 Y cuando vengaé1, el Espíritu de la Verdad, los guiaráen todos los caminos de la verdád.

El no viene con'uh mensaje pro-pio, sino que les dirá Io que escuchóy les anunciará lo que ha de venir.'o El tomará de lo mío para revelárse-Io a ultedes, y yo seré glorificado poré1. 15 Todo ió áu. tien"e el Padre es

nosotrcis, -o bien descargaÉ su oCio, tal como [o

hizo con Jesús

o 26. b sección 15.26-16.33 tendrá dospuntos fuertes: la promesa del envío del Espíritu ylos tiempos en qu'e el discípulo tendrá todá la rí.zón para creer o sentir que Jesús está ausente.

En los pgrra{os.15,2§-16,15 lg promesa delEspíritu gnmarca el anwicio muy CgnCr.eto de laspersecuciones clue esperan a los apóstoles. Una yótro están ya asociados en Mt 70,16-20. El Espl-ritu tiene mil maneras pam asistir o rehabilitai alos testigos de Jesús. Comúnmente, rnientiasrnás demora en hacerlo, más profr-rndo es su im-pacto.

16. 8 A partir del día de Pentecostés el Espí-ritu acfuó en Ia Iglesia de una manera nueva, ha-ciéndose reconocer como el Espíritu de Jesús. Ellibro de los Hechos recuerda lo's'aspectos tan di-versos de su actuación' que asombraban y llerza-'ban a bautizarse a nuevos creventes. al

-mismo

tiempo que §uscitaban el odio de quienes nó ha-

10. ,.Debemos entender iusticio o camíno dejusticia? En el primer casoí el Espíritu revela alcreyente Ia *justicia' o rehabilitación de Cristocrucificado. En el segundo, enseña al creyente elcamino de justicia, pórque Jesys se fue al?adre yya no podemos verlo ni seguirlo.

f 3. En L5,26 *,ley6 §ue el Espíritu dará tes-timonio; aeuí, el Espíritu d¡ró.. ., anuncíaró. Estas'palabras involucran tanto los signos corno la inspi-ración y las intuiciones que üeáen del Espíritu deDos y que' guían tanto a las personas como a laIglesia. Juan piensa en primer-lugar en el profetis-mo cristiano. :

El Espírifu-no tiene mensaje propio, sino quese hacé espíritu de los profetas, quienes danmensajeg e¡r los que 9l Apocalipsis ve el *testimo-

nio" (o declaración) de Jesús. .-

-:¡Los carismas proféticos son por lo tanto un

aspecto importante de la üda d¿ la Iglesia. Re-cordamos en el comentario de Heb 7,1 que losprofetas desempeñaron un rol decisivo'en'la for-mulación de la fe. Introdujeron una interpreta-

'¿37

mío. Por eso les he dicho que tomaráde Io mío para revelárselo a ustedes.,

La promesade una nueva presencia

o 16 *Dentro de poco ya no meverán,,pero después'de otró poco mevolverán a ver.»

t7 Algunos discípulos se pregunta-ban: *¿Qué querrá decir con eso:"Dentro de poco ya no me verán ydespués de otro poco me volverán a

ver"? ¿Y qué significa: "Me voy alPadre"), 't Y se pieguntaban: *¿A qrése refiere ese "dentro de poco"? Noentendemos lo que quiere decir.,

'e Jesús se dio cuenta de que que-rían preguntarle y les dijo: ,(Jstedesandan discutiendo sobre.lo que lesdije: "Dentro de poco tiempo no rneverán y después de otro poco rne vol-verán a ver'. 20 En verdad les digoque llorarán y se lamentarán, ffiien-tras que el mundo se alegrará. Uste-des estarán apenados, pero su triste-za se convertirá en gozo.

JUAN 16

las angustias por su alegría tan gran-de; piensen: iun ser humano ha Íeni-do al mundol 22 Así también ustedesahora sienten tristeza, pero yo losvolveré a ver y su corazón se llenaráde alegría, y nadie les podrá arreba-tar ese gozo. 23 Cuando llegue ese díaya no tendrán que preguntarmenada.

En verdad les digo que todo Io quepidan al Padre en-mi 'Nombre

se'Ioconcederá Hasta ahora no hanpeqiqo. nada en mi Nombre. Pidan yrecibirán, así conocerán el gozo com-pleto.

25 Hasta ahora los he instruido pormedio de comparaciones. Pero estállegando Ia hora en que ya no losinstruiré con comparaciones, sinogue les hablaré claramente del Padre.z6 Ese día ustedes pedirán en miNombre, y no será necesario que yolos recomiende ante el Padre, '7 puesel Padre rnismo los ama, porqueustedes me aman a n, y créen quesalí de Dios. 28 Salí del Padre v viné almundo. Ahora dejo el mundó y vuel-vo al Padre.,

-E Los discípulos le dijeron: *Ahorasí que hablas con claridad, sin usarparábolas. 30 Ahora vernos que Io

2t La mujer se siente afligida cuan-do está para dar a luz, porque leIlega la hora del dolor. Pero despuésque ha nacido la criatura se olvida de

ción nueva de los to<tos bíblicos que a veces nosdesconcierta p€ro que marcó el credo- El Apoca-lipsis es un testimonio ejemplar de esa forma deprofecía, y se le deben añadir tos presentes dis-óursos del Er¡angelio de Juan

o 16. Jesus está en medio de nosotros y po-demos ser conscientes de su presencia tant-o co-mo de una ausencia, que sólo es aparente.

El rnismo dijo: 'Ustedes me verán porque ü-ven y también yo üvo' (14,19). Para que llegue-mds'a una fe flenarnenie desarrolládal

"r nÉce-

sario que se nos quite el copsuelo de su presenciadurante tiempos más o rnenos prolongados: den-tro de poco W no.me uerón.

Fto se verificó por primera vez rrira. sus dis-cípulos en el.rnomento en que rnurió; luego louibron resucitado. Estq se verificará también"al fi-nal de los üempós, cuando dgscubramos a Cristoqlorioso después de haberlo esperado en la fe.Éto se verifica también en la üda del crevente.Que ninguno se crea demasiado segur.o én losmomentós en que Cristo deja sentir su presencia,como por ejemplo, despr..rés de una conversión,erlr que todo nos parece fácih no despreciemos a

nuestros hermangs ? los que, aparentemente, elSeñor no concede los miimos

-favores - Den'tro

de poco, tal vez, el Señor nos dejará en la noche.

24- Los apóstoles, que üvían al lado de Je-sús, no se dirigían a él en su oración; él les en-señaba a orar. La oración "en Nombre de Je-:gs" -significa- qug ahora ha recuperado elNombre o poder diüno que era suy-o. No havlegla para que nos dirijamos al Padr-e o al Hijo.En.ese campo cada uno se deja guiar por su És-píritu común. La oracién es perfecta óuando ess.ugerida por el Espíritu,. y ese es un magníficodescubrimiento evocado por Pablo en- Rorn

27. El Padre mismo los omo. Esta éertezasupera todos los discursos teológicos. En los rno-mentos priülegiados de la existáncia, es suficien-te para inspirar las más inelperadas respuestas.

29. Véase la nota en 14,5. Jesús no s€ reÍe-ría a un lenguaje más claro sino a otro conoci-miento del Padre, el que üene del Espíritu y queno se transmite con palabras ni tiene necesidadde razonamientos.

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JUAN 16

sabes todo y no hay por qué hacertepreguntas. Ahora cieemos que salis-te de Dios., 3¡ Jesús les respondió:n¿ Ustedes dicen que creen? 32 EstállEgando Ia hora, y ya ha llegado, enque se dispersarán cada Yno Por suIado y me dejarán solo. Aunque noestoy-solo, pues el Padre está conmi-go.

33 Les he hablado de estas cosaspara que tengan paz en mí. Ustedeséncontrarán-la persecución en elmundo. Pero, ánlmo, yo he vencidoal mundo.,

Oración de Jesúspor el nuevo Pueblo Santo

ÁE\o t Dicho esto, iesús elevó losI r r I ojos al cielo y exclamó: *Pa-

cire, ha liegado la hoía; ¡glorifica a tuHijo para qr. tu Hijo te dé gloria a ti!

2 Tú le diste poder sobre todos losmortales y quieies que comunique !avida eterña

-a todos aquellos que le

encomendaste. 3 Y ésta es la vida

238

eterna: conocerte a ti, único Dios ver-dadero, y al que tú has enviado,Jesús, el Cristo.

' Yo te he glorificado en la tierra yhe terminado"la obra que me habíaiencomendado. 5 Ahora, Padre, damejunto a ti la misma Gloria que tenía atu la do antes que comenzara elmundo.

6 He manifestado tu Nombre a loshombres: hablo de los que me diste,tomándolos del mundo. Eran tuyos, ytú me los diste y han guardado tuPalabra. ' Ahora reconocen que todoaquello que me has dado viene de ü.t El men§aje que recibí se io he entre-gado y ellos lo han recibido, y reconüéen dé verdad que yo he salido de ti ycreen que tú me has enviado.

e Yo ruego por ellos. No ruego porel mundo, sino por los que son tuyosy que tú me diste ro

-pues todo lonnío es tuyo y todo lo tuyo es míry;yo ya he sido glorificado a través deellos.

rr Yo ya no estoy más en el mun-

o 17 .L Los discursos de los capítulos 13-16culrninan con la misma afirmación con que co-menzaron (13.31); ahora üene la oración llama-da con frecuencia-'oración sacerdotal'.

'sacerdotal" lo es en un sentido con relación, a Jesús que s€ sacrifica para santificar a los su-yos (véas¿ la nota de Mó 14.24). P"Ig además,án otro sentido, Jesús ora por el pueblo que de-sempeñará un rol sacerdótal en el rnundo, elpueblo a quien Dios se dio a conocer, y queiumple una rnisión única en el mundo.

Los apóstoles del ecumenismo se han fijado so-bre todo en 'Que s€an uno" de L7,20-22. La uni-dad, sin embal1lo, solo es h característica nras üsi-ble del nuex/o p-ueblo de Dos; su principal virh-d esel conocimienio del Dios úrrico V d" Jesús, el En-üado (hay que notar que el ve¡tó conüer aparecesiete veces en esta oración).- -

Fsta otu.i6á. J'ñ;l que el Padre Nuestro,no está orientada haJia los hombres sino hacia laoloria de Dios. Es esencial Dara él que una mino'iiu d" los seres humanos'lo conoica desde yapor medio de su Hiio. Quizás nos cueste com-brender por qué el Dios etemo tiene necesidadáe es" retonotimiento, pero Jesús afirma que esasi. Los discípulos de Jesús son necesarios e ir,e.emplazables |ara la gloria de Dos, y Dios no se-ría'Dios si sü qloria ño fuera

'en el mr.rndo como

Ciertamente que 'lsrael

era y sigue siendo elpueblo de Dios "sequn la camá' (f.Cor 10,18),iero este Israel esferaba ia venida de-l Espptu!¡racias al cual todo! conocerían a Dios (ls 52,6;

Jer 31,34). Ahora, en medio de los demás pue-blos de la tierra que Dios ha creado, que ama yque llama a compartir su gloria, uD pueblo santotiene el priülegio de conocer a Dos y a su En-üado.

Jesús quiere que cada uno de los suyos co-nozca a Di,os, lo {ue supone interiorizaciín de lapalabra de Dios, oración perseverante, celebra-óiones comt¡nitarias. Para eso tendremos la a5ru-

da del Espíritu Santo, del que proceden los do-nes de cónocimiento v de sabiduría (Col 1r9).Del conocimiento brotán las obras y el amor; és-te es el comienzo de la uída eterna (3), en queveremos a Dios tal como es (lJn 2,3).

2. Todo lo que le encomendaste, y no "to-dos-. Esto ya se leia en 6.37 y se encontrará denuevo en fi .Zq. Jesús no safva almas sin cuer-pos, sino que con ellas sus cubrpos y toda la par-te del mundo y de su cultura que esas personaslleuan consigo

-y qu", en ellas, há sido renovada ybautizada.

9. No ntego por el mundo. No hay que pen-sar que solamZnte los creyentes han §do tocadospor él Padre. o que escaóan de un rnundo malo.Este *mundó' són las ties cuartas partes de lahumanidad- v fueron'mencionados brevemente apropósito áél Verbo-luz en Jn 1,9. Aquí Jesúsi:oncentra su oración en la rnisión propia de los.suvos que, precisamente, es la condición paraquL se sal'"'e'el mundo in 3;16) -el mundo aótualcbn sus problemas de globalización.

11. Guá rdalos en tu Nombre, es decir, guár-

239

ao, pero elios se guedan en el mun-do, mientras yo vuelvo a ti. PadreSanto, guárdaios en ese Nombretuyo que a mí me diste, Para quesean uno como nosotros.

'2 Cuando estaba con ellos, yo loscuidaba en tu Nombre, pues tú melos habías encomendado, y ningunocie elios se Derdió, excepto ei que lte-vaba en sí la perdición, pues en estohabía cie cumplirse la Escritura.'3 Pero ahora que voy a ti, y estandotociavía en el mundo digo estas cosasgara que tengan en ellos Ia pleniiuide mi alegría.

14 Yo les he dado tu mensaje y elmundo ios ha odiado porque no sondel mundo, como tampoco yo soyciel mundo No te pido que lossaqu es del mundo, sino que losdefiendas del Maligno. '6 Ellos no sondel mundo, como tampoco yo soydel mt¡ndo.

'' Conságralos mediante la verdad:tu palabra es verdad. rB Así comc túme has enviado ai mundc, dsí yotambién los'envío al mundo; ts pcrellos ofrezco el sacrificio, para quetambién ellos sean consagrados en Iaverdad.

zo No ruego sólo por éstos, sinotambién por todos aquellos que cree-rán en mí por su palabra. " Que tociossean ulo, corno tú, Padre, estás en mí

JUAN i8y yo en ti. Q,ue ellos tarnbién sean unoen nosotros, para que el mun.io creaque tú me has enviado.

22 Yo les he dado la Cioria qire túme diste, para que sean uno cornonosoiros somos uno: 23 yo en elios ytú en mí. Así alca nzarán Ia perfec'-ción en la unidad, y el mundó cono-gerá. que tú me has enviado y que yolos he amado a ellos corno tú rñeamas a rní

24 Padre, ya que me los has dadc,quiero que estén conmigo ^donde yoestoy y que.contemplen la Gloria quetú va me cias, porque me arnabasantes que comenzara el mundo.

25 Padre justo, el mundo'no te haconocicio, p€ro yo te conocía, y éstosa su vez han conocido que tú me hasenviado. 'u Yo les he dado a conocertu Nombre y se Io seguiré dando aconocer, Para que el amor con quetú me amas esté en ellos y tambiényo esté en ellos.,

Jesús es arrestado

[l el ' ' Cuando terminó de hablar,I r ul Jesús pasó con sus discípulosal otro lado del torrente Cedrón. Ha-bía allí.un huerto, y Jesús entró en élcon sus discípulos.

2 Judas, €i que Io entregaba, co-nocía ta¡nbién ese lugar, pues Jesús

cialos en la irraciiación de tu propia santidad, enla que abrazas a tu HUo. Y reciben esta promesaque el mundo creerá criando ellos sean, no sola-mente uno, sino uno en Díos.

22. Que sn uno. La historia de la Islesia pa-rece desrnenür la oracióh de Jesris y su r¡ol¡.¡ntad deedificar su Iqlesia sobré la comr¡niCad de los Doce,haciendo aápedro el testigii de lá'fe r,'endadera y haba yisible d"l St rpo apostólico y de toda la Iglesia. Dede los primeros años n9 fattaron qtrienes rectnzaban la fe tal como la ensenaban los apóstoles;de ahí.nacieron diwrsos grupos o sectas. .

Más tarde, por. rzrzones históñcas, los países ..

del mundo iomano s€ diüdieion en dos grandesbloques: uno en oriente, en el qué seguía ta-culturagriega; obo en occidente (Europa occidental), enél que, despu-é5 de las in'uasiones de ,los pueblosbárbaros, surgió. la.culirira medierral. Entonces fuecr¡ando las lglesias orientales, o s€a, ortodoxas, Papartaron de [a Iglesia romaná.'

Tiempo después, en una lglesia que se dejaba

inr¡adir por el espírifu del "rnundo', el descuidode la jerarquía por atenerse en todo a la palabrade Dios llevó a los protestantes a fundar otrasiglesias llamadas "reformadas".

Hoy en ql mundo entero, nurnerosos creyen-tes se han desanimado por la falta de pastóresen la lglesia católica, por la frecuente ausenciade la Pálabra de Dios pioclamada, por el peso de"las instifuciones y la centralización que a v€cessofoca la vida. En consecuencia han optado porformariglesiasindependientes. ,.,

''-

En este rnomento es urgente repensar launidad de la lglesia y de las lglesias en tomo alconocimiento verdadero de 'Dios' y del SeñoiJesús. Es la tarea actual del ecumenisrno; es elesfuerzg de reconciliación y acercamiento delas Iglesias que han reconocido a Cristo comoe[ Hi¡o de Dios y el único Salvador.

.

.. f 8,1. El relato de la Pasión es muv seme-iante al de los otros evangelios; se adüe-rten sin

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ɧlHEtɡ,

"juAlj 18

se había reunido allí muchas vecescon sus discípulos. 3 Judas hizo decuía a los soldados romanos Y a losáuardias enviados Por ios jeies de los§acerdotes y los fariseos, que llega-ron allí con linternás, antorchas yAITNAS.

t Jesús, que sabía iodo lo que leiba a sucedér, se adelantó Y les dijo:*¡A quién buscan?, 5 Contestaroñ: «A

Jisúi el Nazor€o.» Jesús dijo; *Yosoy.» Y Judds, que Io entregaba,estaba allí con ellos.

6 Cuando Jesús les dijo: *Yo soY»,

retroceciieron y cayeron al suelo.i Les preguntó de nue-vo:. -¿4 quiénbuscan?,

-Dijeron: *A Jesús el Nazo-reo.» I Jesús les respondió: nYa les hedicho que soy Yo. Si me buscan a

rní, deien que é3tos se v3)dÍ1.» ? Asíse cumplía-lo que Jesús había dícho:nNo he'perdido a ninguno de los quetú me diste.,

ro Simón Pedro tenía una esPada,la sacó e hirió a Malco, siervo delsumo sacerdote, cortándole la orejaderecha. rr Jesús dijo a Pedro: *Co:Ioca la espada en su lugar. ¿{ca.sono voy a beber la coPa que el Padreme há dado?,

tz Entonces los soldados, con elcomandante y los guardias de losiudíos. prendieron a Jesús, lo ataronit y ló ilevaron primero a casa deAríás. Este Anás era suegro de Cai-iás, sumo sacerd-otg. aqu-el año-'o Caifás era el que había dicho a losiudíos: *Es rnejor que muera un :solo

hombre Por el -Pueblo-'

15 Simón Pedro y otro discíPulo

240

seguían a Jesús. Como este otro dis-cÍpulo era conocido del sumo sacer-dóte, pudo entrar con ..Iesús en elpatio cle la casa de! sumo sacerdote,iu rnientras que Peciro se quedó fuera,iunto a la puerta. Entonces salió elbtro discípúlo, el conocido del sumosacerciote, y habló con la portera, QUedeió entrar a Pedro. t7 La muchachaqúe hacía de portera dijo a Pedro:-¿ No eres tú también de los discípu-Its de ese hombre.» Pedro le respon-dió: nNo lo sov,.

rB Los sirvientes y los guardiastenían unas brasas encenciidas y secaleniaban, pues hacía írío. TambiénPedro estaba con ellos y se calenta-ba.

te EI sumo sacerdote interrogó a

Jesús sobre'sus discípulos y su ense-ñanza. Jesús le contestó: 'o *Yo hehablado abiertamente al muncio. Heenseñacio constantemente en loslugares donde los judíos se reúnen,tañto en las sinagogas como en elTemplo, y no he énseñado nada ensecreio. '' ¿Por qué me preguntas amí? Interro ga a los que e§cucharon loque he dicho.,

22 Al oír esto, uno de los guardiasque estaba allí le dio a Jesús unabofetada en la cara, diciendo: «¿Asícontestas al sumo sacerdo[e?,23 Jesús Ie dijo: *Si he respondidomal, demuestra dónde está el mal.Pero si he hablado correctamente,¿por qué me golpeas?,

24 Al fin, Anás lo envió atado alsurno sacerdote Caifás.

embarqo tres elementos que solo s€ encuentranen ésté: las precisiones sobre los actores judíosdál proceso,'sobre la condena a muerte y la s-e-

;üúiáiiái i"tti-onios sobre Simón Pedio y las

5. La triple respuesta de Jesús 'Yo' soy'oodría ser tráducida también como una afirma-tiOn de su divinidad. Véanse las notas del capí-

24. Anás, lra mencionado en 18,13, antÍguosumo sacerdoÉ, había sido destituido Pq los.ro-manos, pero seguía lsniFndo mucha influencla.E int"írbgatorid de noch e en su casa no tenía

.¿alor legal y el Sanedrín no podía juzgar en unasesión noctuma.

Juan menciona el baslado de Jesús a üsa deCaifás, rrzro nada dice de lo que"allí pasór la reu-nión ta[ vez no tenía nada nuevo que aportar.Lueqo Jesus és enüado a Pilato. Un año antesdel "proceso a Jestis, Pilato había exigido qqecualóuier retrnión del Sanedrín sobre asuntos deiustiiia o de política se efectuara en un sectorbien ügilado,'al que el. procurador podía enüarsus emisarios. Por oha parte, la:ley judía exigíaoue una sentencia de muerte fuera pronunciadadentro del recinto del templo. Debido a eso, ios

?41

2, Simón Pedro estaba calentándo-se al fuego en el patio, y le dijeron:*seguramente tú también eres unode 5us ciiscípulos., El Io negó dicien-do: *No lo soy.» 26 Entonces uno delos servidores del sumo sacerdote,pariente del hombre al que Pedro lehabía cortado la oreja, le dijo; «¿No

te vi yo con él en el huerto?, 27-De

nuevo Pedro lo negó y al instantecantó un gailo.

Jesús ante Pilato

o 23 Llevaron a Jesús de Ia casa deCaifás al tribunal del gobernadorromano. Los judíos no entraron parano quedar impuros, pues ése era unIugar pagaño, y querían participar enia-comida de la Pascua. 2-o EntoncesPiiato salió fuera, donde estabaneiios, y les dijo: «¿De qué acusan aeste hombre?,

3c Le ccntestaron: *Si éste no fueraun malhechor, no Io habríamos traídoante ti., 3r Pilato les dUo: *Tórnenlo yjúzguenlo seg-ún su ley., Los judíoscontestaron: *Nosotros no tenemos lafacultad para aplicar la pena demuerte.,

32 Con esto se iba a cumplir laoalabra de Jesús dando a entenderhré tipo de muerte iba a sufrir.

33 Pilato volvió a entrar en el pala-cio, Ilamó a Jesús y Ie preguntó:r ¿Eres tú el Rey dé los ju díos?,3a-Jesús le contéstó; r¿Viéne de tiesta pregunta o repites lo que te handicho otros de mí?, 35 Pilato respon-

JUAN 1 9riió: -c,Arcaso, so.y yo judío? Tu puebloy ios Jeres oe los sacerdotes te hanentregado a mí; ¿qué has hechoi, --'

36 Jesús contestó: *lrli realeza noprocecie de este rnundo, Si fuera reycomo los cie este mundo, mis guar-dias habrían luchado para que nocayera en manos de los judíoi. perorni reinado no es de acá.,

37 Pilato le preguntó: nEntonces, ;túeres rey?, Jesús respondió: *Tú*lohas dicho:.yo soy B.y. Yo doy testi-i-nonio Ce la verdad, y para ésto henacido y he venido al mundo. Todoei que está del lado de la verdadescucha mi voZ.» 38 Pilato ciijo: *¿yqué es la verdad?,

Dicho esto, salió de nuevo dondeestaban los judíos y les dijo: nYo nóencuentro ningún motivo para con-cienar a este hombre. -?e Peio aquí escostumbre que en la Pascua yb lescievuelva a un prisionero. ¿ Qúierenustecies.qqg ppngalgn libertád al Reyde los Judíos?, ¿o Ellos empezaron agritar: n¡A ése no! Suelta a Barrabás.,Barrabás era un bandido.

[ñ1 ' I Entonces'Pilato tomó a Je.I L rl sús y orcienó que fuera azota-do.'2 Los soldados hicleron una coro-na con espinas y se Ia pusieron en lacabeza, le echaron sobre los hom-bros una capa de cglqr rojo púrpura' y, acercándose a'é1, le décíán: -¡Vi-va el re.y de los judíos!, Y le golp'ea-Dan en ta cara.

4 Pilato volvió a salir v les diio:*Miren, se Io traigo de núevo fueia;sepan que no encuentro ningún deli-

sacerdotes no podían pronunciar una sentenciade muerte (18,31).

. 28. Jesus murió a lai misma hora en que seinmolaban en el Templo los corderos de Ia cenapascual, que tendría lugar algunas horas más tar-de. El hecho de que la P. ascua cayera ese año enCía sabado obliga a elegir el año 30: Jesús murióel 7 de abril de ese año y debía tener unos 35 o36 años

32. Si los judíos hubieran tenido el 'derechode condenar a Jesús, habría sido apedreado, cq'mo ocurrió con Esteban algunos años después(He 7,59).

36. Véase en I.c q,}q la nota sobre reino,reinado y raleza. Aquí debemos hablar de reale-za más bien que de reinado. AI usar el er,angeliotres veces la rnisma palabra, pusimos la priñeravez -raleza', la. segunda 'si fuera rey cómo-, Vla tercera -mi reinado". ':

.l"rrp, atado dg .manos, actúa corno rey fren-te al gobemador Pilato, prisionero de su carqo vde sus propias ambiciones. Pilato en realidad nóüene poder sobre la historia, y tarnpoco 'el Cé-sar", es decir el emperador, qre desile Roma pa-recía dorninar el mundo. Jesús es rev én el doin¡-nio de la verdad, la que ai fin iiempre seimpone

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I r:.AJu^i\ r v

to en é1., 5 Entonces salió Jesús fueralievandc ia corona cie esPinos y eirnanto rojo. Piiaio les dijo: *Aquí estáei hor,rbre",

6 Al verlo, los jefes de los sacerdo-tes y Ios guardias del Te.rnP.lgcomenzarorr a gritan «¡Crucifícalo!iCrucifícaloi, Pilato contestó:LfOmenio ustedes y crucifíquenlo,pues yo no encuentro motivo paratondeharlo., ' Los judíos contésta-ron: nNosotros tenemos una Ley, ysegún esa Ley debe morir, Pues seha-'proclamaaó ni¡o de Dios.n'

I Cuando Pilato escuchó esto, tuvomás miedc. e Volvió a entrar en elpaiacio y preguntó a Jesús: «¿Dedónde eres tú?, Perc Jesús no Ie con-testó palabra. to Entonces Pilato Iedijc: *iNo rne quieres hablar a mí?¿ No sábes que tengo poder tantoñaru dejarte iibre como para crucifi-tarte?o

-" Jesús respondió: *No ten-

drías ningún poder iobre mí si no lohubieras recibido de lo alto. Por estarazón, el que me ha entregado a tiüene mayor pecado que tú.,

tz Pilato todavía buscaba la manerade dejarlo en libertad. Pero los judíosgritaban: *Si !o_ dejas en libertad, noéres arnigo del Césár: el que se procla-ma rey se rebela contra ei Césai., ¡r Aloír Piíato estas palabras, hizo salir aJesús al luqar liamado el Enlosado, enhebreo OaÉbata, y lo hizo sentar en iasecie del tr¡bunai.

24?

Jesús es crucificacioi7 Así fue corno se llevaron a Je-

sús. Cargando con su prcpia cruz,salió de la ciudad hacia el lugar lla-mado Caivario (o Ce la Calauera).que en hebreo se dice Gólgota. rB Allílo c¡'ucificaron y con él a otros dos,uno a caCa laCo y en el medio aJesús.

'e Pilato mandó escribir un leirero yponerlo sobre Ia cruz. Estaba escrito:,Jesús el Nazareno, ReA de tos judros.» 20 Muchos judíos leyeron esteIetrero, pues ei lugar donde Jesús fuecrucificado estaba muy cei'ca cie laciudad. Además estaba escrito enhebreo, latín y griego. 2' Los jefes delos sacerdotes dijeron a Pilato: *Noescribas: "Rey de los Judíos", sino:"Este ha dicho: Yo soy el rey de losjudíos"., u Pilato contestó: ulo que heescrito, escrito está.n

73 Después de ciavar a Jesús en Iacruz, los soldados tomaron sus vesti-dos y Ios dividieron en.-cua[o partes,una para cadá uno de ellos. En cuantoa la túnica, tejida de una sola pieza de

'' Era ei día de la Preparación Ce iaPascua, hacia el me,:jiciía. Pilaic Cijoa ios judíos: nAquí tienen a su re!.»" Eiioi gritaron: *¡Fuerai ¡Fueral icru-cifícalo!" Piiato repiicó: «¿He de cruci-f ica r a su Rey?, Los j ef es de lossacerdotes ccntesiaron: nNo tenemosmás rey que el César., 16 EntoncesPiiato les entregó a Jesús para que locrucificaran.

.'.. 19.11 No hay que buscar aquí ardumenlos

paftr decidir en quá rriedida los podere§ políticosüozan o no de uña autoridad diüna (los reyes dederecho diüno), a menos que la tergan del de-monio ([-c 4,6). El Er¿angelio sólo afirma que. lamuerte de Jesús formaba-parte del plan de Dios.¿Cómo un procurador rohano, nórnbrado gra-éias a una serie de circunstancias, prisionero .d:e

sus numerosas ruindades, extraño ala revelaciónbíblica. podria enüar a Ia cruz al Sal'.¡ador, si to-cio no liubiese sido dispuesto de antemano por

Para Pilato la condenación de Jesús significa-ba solamente la muerte de un judío més; no car-gaba con toda la cuipa, gd que ese tipo de justi-óia era Ia consecuencia del sistema colonial

romano. Caifás, €o cambio, había entregadp cJesús después de condenarlo con toda iucidez, ypor eso tenía mayor pecacio.

12. Juan se atiene a los imprevistos de lahistoria, a las relaciones hostiles y a los intere-ses divergentes de los actores; todo terrninaráDor caminos oue nadie podía DÍever: la muer-ie de Jesús en'la cruz; é[ mismb to hábía anun-ciado. v si alqunos detalles concordaban conlos telós de I-a Escritura . era sólo para-confir-rnar que todo respondia a un plan divino.

15. No tenemo.s mós rey que el César. Asívociferó.la.muchedumbre irnpulsada por sus je-fes,, aunque odia'oan g los romanos y a su *cé-

sar" o emperador. Es un hecho que algunos

Dios? (He 2,23).

243

arriba qbajo sin costura alguna, s€dijeron: 2o uNo Ia rompamos, ethémos-la más bien a suertes, a ver a quién letoca.,4rí se cumplió la Escritúra quedice: Se repartieron mi ropa U echaiona suerte mí túni.ca. Esto es lo quehicieron los soldados.

ültimas palabras de Jesús

. 25 Cerca de Ia cruz de Jesús esta-ba su madre, con María, Ia hermanade su madre, esposa de Cleofás, yMaría de Magdala. 26 Jesús, al ver a laMadre y junto..p ella al discípulo guemás quería. dijo a la Madre: ¡,Muier,

JUAN 19

ahí tienes a Iy hijo .u 27 Después dijo aldiscípulo: nAhí tienes a tu madré., Ydesde.aquel momento el discípulo seIa llevó a su casa.

o 28 Después de esto, sobiendo{"rús_que todo estaba cumplido,d,jo: nTengo sedo, y con esto tambiénse cumplió la Escritura. 2n Había allíun jarro lleno de vino agrio. Pusieronen una caña una esponja empapadaen aquella bebida y Ia acercaron asus labíos Jesús probó el vino ydijg: nTodo está curnplido., Despuéiinclinó la cabeza y entregó el eipíri-tu.

años más tarde no tendrían más rey que el Cé-sar, después de amrinada la nación.

-

24. Conviene leer entero el Sal 22.. 25. En el momento de la caída del hom-

bre, junto a Adán estaba Eva. Ahora, en el mo-mento de la restauración, o sea, de la sequndacreación, otra mujer está iunto ai Hiio del Élom-bre, el Adán verdadero (É,om 5,14): Jesús con-fía María a Juan, y también Juan a María. Así loenüende Juan, que atestigua haber oído ambasfrases. Es un nuevo gesto simbólico de Jesús.María será la madre de los creyentes.

26. Eltexto dice: Io Madre, y no: su madre.Aunque la gramática griega permite a veces su-primir el posesivo, el Evañgdio quiso que Maríafuese para siempre la Madre.

Jesús no esperaba ninguna respuesta de Juanni de María. Bastaba coñ qué la Palabra fuerapronunciada, como en el día de la Anunciación:"Tú concebirás..." Nada se dice de lo que Maríasintió en esos rnomentos en que compartía losdolores y la humillación de su h¡o. ¿Se podríapensar que sólo tuvo la comprensión ocamal"

de. esa horrible sifuación, sin eiperimentar ninqunaintuición del misterio que se estaba realizañdo?

Si un momento después el discíoulo amadodescubre que la muerte'del HUo únicb VÁ 72,10)es la del Cordero Redentor, ése es el primerefecto de la palabra de Jesús que. como siem-pre, ha llevado ? cabo lo gug decíá. La acepta-ción por parte de Marfa de la cnz que Dios lehabía reséruado ha sido la fuent e de una mater-nidad espiritual: Juan el profeta, autor tanto delApocalipsis como del Evangelio, fue el primerode sus hijos.

Con esto no se trata de negar la piedad filialde Jesús, preocupado de asegurar a María laprotección social indispensable para una üudasin hijos; quiso liberarla de la tutela de los herma.nos y parientes de Nazaret

La patabra Mujer es muy normal en los la-bios de Jesús., ha6lando co¡áo galileo y jefe defamilia, pero hay otra .raz6n para que Júah reto-

me ese término que ya había puesto en los labiosde Jesús en Caná Q,ql. Habíá hecho de la fiquia9" lu Yuj"I Inq de los grandes signos del A$á-lipsis ($n 12), donde se encuentrá tanto la Mujá,guyq.descendencia aplastará a la serpiente (G'én3,15) como la madie del Emmanuét (ts T',14).

Uegamos así hasta las raíces mismas de la ac-ción proféüca de María en sus apariciones reco-nocidas de los acfuales siglos, q-ue son los últi-mos: ella ya había recibidó ese carisma .ua.,dointervino al lado de Isabel y luego en Caná áeGalilea. Véase la nota de Há 1,1{.

Los creyentes son miembros de una familiaespirituah así como para crecer normalmente elniño hecesita d.e un padre y de una madre, delmismo modo el_creyente piecisa de María ú á"iPadre celestial- Fs una doctrina constante áe-hIglesia, qug !o pretende con ello nivelar a lairiá:tura con el Creador. Si es una desgracia para ,rnhijo no haber conocido a su madrá, lo rnismo espara un.creyente cuando su religión se expresasólo en términos masculinos-

, lluy una forma de humildad, de pa{ interior yde devoción sgna y sencilla, propiá de quieneÉhan sabido abrir sus.pug{aq .a Maiía, sin qlue e-irnplique dejar de lado al Salr¡ador.

. 28. Teng9. sed. Jesús es torturado por Iased. Pero también tiene sed de que se realice eñel mundo el Reino de su Padre. Tiene sá aáiarnor desinteresado de los que tratarán de com-pprtir sus sentimientos y. ansias.íntimas, g gug s€-rán capaces de seguirlo hasta el Cah¡ario.

30. Esta cumplida la obra del Hijo de Dioshecho hombre, una nuerra creación del muñáó.De la semilla plantada en la tierra va a rurgi, áihombre nuevo. :

Están cumplidos los tiempos de la reliqión iu-día, religión provisoria en que la Ley de Díosocupa.bg el primer lugar- y nunca se pérdía el te-rnor debido a lqs pecados no perdonados. Estácumplidq' una.etapa de la histoha eri que la hulnranidad se dejabg a¡¡gstrar por sus temores,consciente de una fatalidad que era como sinónil

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JOAN 19

Le abrió el costadoy salió sangre y agua

o 3r Como era el día de la kepara-ción de la Pascua, los judíos no que-rían que los cuerpos quedaran en lacruz durante el sábado, pues aquelsábado era un día muy solemne.Pidieron a Pilato que hiciera quebrarlas piemas a los crucificados y retira-ran los cuerpos. 3' Fueron, pues, lossoldados y quebraron las piemas delos dos que habían sido crucificadoscon Jesús. 3' Pero al llegar a Jesúsvieron que ya estaba muerto, y no lequebraron las piernas, '' sino que unode los soldados Ie abrió el costadocon la lanz a, y al instante salió sangrey agua

35 El que lo vio da testimonio. Sutestimonio es verdadero, y Aquélsabe que dice la verdad. Y da estetestimonío para que también ustedes

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crean. 36 Esto sucedió para que secumpliera Ia Escritura qúe dicei No Iequebrarán ni. un so/o hueso. 3' Y enotro texto dice: Contemplarán al quetraspasaron.

. 38 Después de esto, José de Ari-matea se presentó a Pilato. Era discí-pulo de Jesús, pero no lo decía pormiedo a los judíos. Pidió a Pilato laautorización para retirar el cuerpo deJesús, y Pilato se la concedió. Fue yretiró el cuerpo.

3e Tambíén fue Nicodemo, el quehabía ido de noche a ver a Jesús, lle-vando unas cien libras Ce mirra per-fumada y áloe. ao Tomaron el cuerpode Jesús y lo envolvieron en lienzoscon los aromas, según Ia costumbrede enterrar de los judíos.

4r En el lugar donde había sido cru-cificado Jesús había un huerto, y enel huerto un sepulcro nuevo dóndetodavía no había sido enterra do

mo de su dependencia del espiritu malo (Heb2,L5).

Ahora empieza una nuer.á etapa de_la histo-ria, los tiempos de la nueva alianza de Dios conla humanidad. El Espíritu r¡a a ser comunicado ala lglesia y por eso Juan dice: Jesús entregó elespTrítu, flalabra que también significa el dón desu Fspíritu.

. 31. Era el día de la preparación de la Pas-cua, y ese üemes por la tarde, muy cerca del lu-gar de las ejecuciones, los judíos bajaban la coli-ña en direcéión at templo flara la, in-molación delcordero oascual. Ese año Juan no se mezcló cónla muchédumbre, sino que se quedó al pie de lacruz junto con María' y algunas mujeres. Y unsoldailo. ioual oue lo hacía el sacerdote a la mis-ma hora án el'templo, desangra a Cristo en lacruz hasta la última gota.

[a lanzada es la ocasión de que se verifiquenal pie de la letra las palabras del profeta Tacanlasreferentes ai Salvadór: Za L2,LO'. Entonces se leabren los oios a Juan mientras recuerda las pala-bras pronunciadas por Juan Bautista: 'este es elcordéro de Dios" (Jn 1,29). Tambián Juan re-cuerda una presc.ripción de la Ley referente alcordero pascuaL Ex 12,46.

[-a lanzada ha dewelado el misterio del 'cor-dero.de Dios" (Jn 1,291. [-a sangre redentora yano se derrama en el altar del Templo sino en latierra renovada v üvificada por la sanqre de Cris-to. Al iguat que-la :sangre y agua" del alumbra-miento,-la x'ngre y el lgua'br,ótados del costado

de Cristo anuncian los tiempos nuevos, cuyos sa-cramentos son el bautismo y la eucaristía.

35. Quiá nos sorprenda que Juan dé tantaimportancia a su testimonio sóbre este punto,quá podría pare cer de menor importancia. Peróes muy posible quei Juan proclame aquí la veraci-dad de todo su testimonio respecto de la muertede Jesús: ha sido testigo ocular de todo lo queacaba de narrar, Io que no ocurrió con los otrosevangelistas.

Aauél sabe que díce la uerdad: Comúnmen-te Juañ résena esta forma griega del pronombre'aquél' o *é1" para Cristo, rñuy-cerca de nosotrosaunque inüsible, como en 1Jn 2,6;3,6.

El corazón abierto inüta a descubrir el amorpoderoso que inspiró toda la vida de Jesus. Losque lo rodearon y conüvieron con él verán diluir-se con el üempo sus recuerdos y emociones, pe-ro descubrirán a su vez que no hubo palabra,gesto o incluso silencio qué no fuera en Jesús ex-óresión del amor de Dos. El corazón abierto ori-foina la devoción al Corazón de Jesús. No debe-rnos perdernos en consideraciones y palabrasque expliquen o interpreten Iu f"; més bien debe.mos contemplar el arnor de Dios y dejar que nostranstorme.

. 38. Jesús acaba de morir entre dos ladro-nes, y son dos fariseos los que se preocupan porsepultarlo dignamente. Intervienen tal vez comouna manera de rescatarse, porque no pudieronsalr¡ar a Jesús ante el Sanedrín, y tarnbián por-que la condición social de. los diÉcípulor no l"st'ermitía llegar al gobernador-

41. El lugar de- las ejecuciones era una cante-

l'

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nadie. 42 Como el sepulcro estaba

muy cerca y debían respetar el Díade [a Preparación de los judíos, ente-rraron allí a Jesús.

EI Señor ha resucitadoo ' El primer día después del

lavl sábado, María Magdalena fueal sepulcro muy temprano, cuando

JUAN 20

:o Después los dos discípulos sevolvieron a casa.

. " María se había quedado llorandofuera, junto al sepulcro. Mientras llora-ba -se inclinó para mirar dentro " y vioa dos ángeles vesüdos de blanco, sen-tados donde había estado el Cuerpo de

sepulcro. 5 Corno se inclinara, vio loslienzos caidos, pero no entró. 6 Pedrollegó detrás, entró en el sepulcro yvio también los lienzos caidos. 7 Étsudario con que Ie habían cubierto Iacabeza no se había caído como loslienzos, sino que se mantenía enro-llado en su lugar. I Entonces entrótambién el otro discípulo, el quehabía llegado primero, vio y creyó.e Pues no-habíah entendido tódavíá laEscritura: iél "debía" resucitar deentre los muertos!

todavía estaba oscuro, y vio que lapiedra que cerraba Ia entrada del se-bulcro había sido removida. 2 Fue co-iriendo en busca de Sirnón Pedro ydel otro discípulo a quien Jesús ama-ba.y les,dlio, *Se han llevado del se-pulcro al Señor y no sabemos dóndelo han PUesto.»

3 Pedro y el otro discípulo salieronpara el sepulcro. 4 Coriían los dosiuntos, perc el otro discípulo corrióinás que Pedro y llegó primero al

ra abandonada, óerca de los rnuros de Jerusalén.En los costados se habían excavado fumbas y elfondo de la cantera, relleno de tierra, estaba ocu-pado por jardines. En el medio se encontrabaüna roca de rnás o menos cinco mefos de alruraque se llamaba el Calvario (es decir el Cráneo) yáli fue donde plantaron las cn¡ces.

. 2O.1 EI sequndo día después de la seoultu-ra. los discípuloise encuentrañ ante el hecho dela'tumba rracla, e.inmediatamente comie-nzan lasapariciones. La resunección tuvo lugar el primerd'ío de la semana, que en adelante se llamará elDía del Señor o domingo (Ap 1,9).

Juan qulso darle plioridad al testimonió dePedro: es el primer testigo tanto-de la tumba va-cía como de las apariciones de Jesus resucitadode entre los muertos (Lc 24,L2 y 24,44; lCor15,5).

2. Mana Maqdalena va a buscar a Pedro a lacasa que era el fiunio de apbyg'del grupo galileo(Lc 24,23).

Corren al sefulcro. El discípulo no entra. Auncuando la tumbá fuera lujosa,

-era oscura y muy

estrecha e iba a rozarse con las paredes. Si, comolo pensamós, ei discipulo era un sacerdote,'no de-bía ensuciarse con el contacto de un muerto (Lvzl,l), y por instinto se detiene, esperando saberoué encontraría Pedro. Pedro no encontró nadade rnuerto, y entonces entra.

Los lienzos designan la sabana, de unos cua-tro metros de largo,"tendida debajo'del cuerpo delos pies a la cabe-za y luego, por encima de é1, dela cabeza a' los piei; también incluyen las fajasque ataban las dos caras de la sabana. El sudarioenvolvía él rostro, pasando por debajo de'la bar:

Estos detalles ateétiquan lo que fue la resu-rrección. Jesús no se hilerrantado con su mismo

cuerpo terrenal, sino que pareciera que sé hadesmaterializado en el nacimiento del HombreNuevo.

5. Es difícil leer la mención al lienzo en ouefue envuelto el cuerpo sin pensar' en la sabahaconseruada hasta hov día v eue se llama el SantoSudario de Turín. SL autániicidad Darece habersido establecida. Una prueba de rádio carbono14 pareció indicar que era de una fecha más re-ciente, pero luego se vio que era imposible obte-ner en base a ese experimento uná conclusiónr¡alida.

Lo cierto es que no se trata de una pinfuia,que no ha sido teñida y qug no ha sufridó rTrani-pulaciones. La impronta

-e§ perfectaménie tridi-

mensional; las rnarcas, en especial las de sangre,demuestran que fue Ia mortaia de.un crucifica?o.No se ven en ella huellas que'ciertamente habríanquedado si el cuerpo hubiese sido retirado de lamortaja. Es iqposlble que el cuerpo se haya des-compuesto allí. Todo se presenta cpm-o si elcuerpo hubiera desaparecido pura y llanamente.

8. Muchos comentaristas no creyentes. se re-fieren a la fe én la resurrección de Jesús como auna fabulación dg discípulos que no podían aceitar la muerte y el fracaió de 3u maestro. EI test¡-monio de Juán, tan discre-to, suena mucho *asverdadero. Desde el primer momento, _la señal dela tumba vacía le dio'acteso a Ia fe y iüvo la inte-.ligencia de Ia revelación'bíblica. Poique allí esta-bá la revelación si. se sabía leerla (20,9), no eranecesario el tiempo ni la creación de un mito.

o 1' 1. El gozo de los discípulos después de {uecreyeron no impide que todo el pasado deba iersuperado. Lo que han üvido se'habría quedadosin concluir después de la tragedia inespérada, vahora deben reriunciar al Jesúl que han lconociáó*seg,lur Ia áme" (ZCo 5,16). Lás apariciones de

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7-

.JUAN 20

Jesús, uno a la cabecera y el otro a lospies. '3 Le dijeron: nMujer, ¿por qué llo-ias?, Les respondió: nPorque se hanllevado a mi Señor y no sé dónde Iohan puesto.,

t4 Dicho esto, se dio vuelta y vio aJesús allí, de pie, pero no sabía queera Jesús. 15 Jesús Ie dijo: *Muje¡,¿por qué lloras? ¿A quién buscas?,Ella creyó que era el cuidador delhuerto y le contestó: nSeñol si tú lohas llevado,. dime dónde lo has pues-to, y yo me lo llevaré.,

'u Jesús le dijo: uMaríar. Ella se dioIa vuelta y le dijo: nRabboní,, quequiere deóir -NIáestro,. t7 Jesús ledijo: *Suéltame, pues aún no he subi-do al Padre. Pero vete donde mis her-manos y diles: Subo a mi Padre, quees Padre de ustedes; a mi Dios, quees Dios de ustedes.,

rB María Magdalena se fue y dijo alos discípulos: *He visto al Senor yme ha dicho esto.,

. 'e Ese misrno día, el primero des-

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pués del sábado, los discípulos esta-ban reunidos por la tarde con laspuertas cerradas por miedo a losjudíos. Llegó Jesús, se puso de pieen medio de ellos y les dijo: «¡La pazesté con ustedes!, 20 Dicho esto, lesmostró las manos y el costado. Losdiscípulos se alegraron mucho al veral Señor.

2t Jesús les volvió a decir: «¡La pazesté con ustedes! Como el Padre meenvío a ffií, así los envío yo también.,22 Dicho esto, sopló sobre ellos y lesdijo: *Reciban el Espíritu Santo: 23 aquienes descarguen de sus pecados,serán liberados, y a quienes se losretengan, les serán retenidos.»

21 Tomás, uno de los Doce, llama-do el Mellizo, no estaba con elloscuando vino Jesús. á Los otros discí-pulos le dijero!: nHemos vísto alSeñor., Pero él contestó: *Hasta queno vea la marca de los clavos en susmanos, ño meta mis dedos en elagujero de los clavos y no introduzca

Jesús no son tan sólo paia convencerlos de unhecho, sino que más bien les ayudan a aceptar elrnisterio en el que Jesus ha entrado y en el queellos debeÉn encontrarlo.

16. Jesús tomó otra apariencia, como haránuevamente con los discípulos de Emaus y en Jn2L. Maríá Io reconoce cuando pronuncia sunombre; lo mismo que hizo Jesús con esos discí-pulos, la libera del pasado en que su apego alrnaestro quedaba demasiado'humano, y deja susello que és h inteligencia de Ia fe.

17 - Tal vez habría que traducir: 'No te cuel-gues de mír. Jesús, antes de su muerte, no en-éontraba mala la actitud apasionada de Maríaque ya no tiene sentido pórque Jesús está yacon el Padre en Ia gloria celestial. Es el sentidodel mensje que le éncarga: *No esperen de míque nos encontremos corno antes; mi üda en es-te mundo'se acabó v welvo al Padre <n reali-dad yo ya estoy allár. Los discípulos y los aman-tes de Jesús Io estrechaÉn de un modo secretoy maraülloso a la vez, mientras se adentren enfa fe y en la oración. Entonces el alma contem-plativá,-figurada.aquí por María, tendrá a todoCristo para sí sola:'ver Cantar 3,4.

Aún no he subido al Padre. Jesús revela lagran pasión que llenó su üda. Ha venido de Diosv ha de volver al Padre. Este es, 1el amor máslrande del mundo-. Todo el amor de Jesús porñosotros no es más que una manifestación de-és-te, ya que el Padre .es la fuente y la meta de todoamor.

. 19. [-os discípulos se dieron a la fuga la noche del arresto, p€ro eso no significa que se hubieran dispersado. Reaccionaron y se réunieron; esposible'que la familia de Jesús, óbligada.a respetarfos ritos iur¡erarios, ha!¡a desemp,enádo en esd mo-mento un rol importanté. las puertas cenadas noquiere decir que estu'.riésen asustados sino que sehabían tomado precauciones.

Jesús les dice: *l--a' paz eslé con ustedes', yeso es inmediato. Jesús dice, *Reciban el Bpiri-tu", g lo reciben.

Así como en la primera creación el aliento deDios infundiO la üda al Adán, así también el so-plo de Jesús comúirica la üda a la nueva creaciónespiritual. Cristo, eu€ murió para quitar el peca-do del mundo, ya resucitado deja a los suyos elpoder de perdonar. Así se realiza la esperanzadel pueblo de Ia Biblia. Dios lo había educa<io detal modo que sintiera la presencia universal delpecado.

Alguno podría extrañarse de Ia prioridad reco-nocida al perdón de los pecados. El amor nopuede nacer sin que muy pronto se experimentela presencia del pecado verdadero que.por lo rne-nos echa sombras sobre é1. Y se necesitará elperdón para que todo reflorezca.

No debemos limitar el penCón dg los pecados alsacrainento del perdón. Jesus anuncia que al serbautizados en el Espíritu, los creyentes conocerá¿nla perfecta reconciliación cc,n Dios y que la mismaparticipación en la comunidad cristiana les ofrece-É en todo üempo los medios de reconciliarse unoscon otros y con Dos.

TI

I

247 JÜAN 21

mi mano en la herida de su ccstado, Apéndice al libro: La rr.anifestaciónno creeré., de Jesús a orillas del lago

26 Ocho días después, los discípu-los de Jesús estaban otra vez encasa, y Tornás con ellos. Estancio laspuerta s cerradas, Jesús vino Y sepL¡so en medic de ellos. Les dijo: olabu, esté con ustedes., 27 Después dijoá Tomás: oPon aquí tu dedo y miramis manos; extiende tu mano yméteia en mi costado. Deja de negar

/ CIee.»

28 Tomás exclamó: *Tú eres miSeñor y mi Dios., ze Jesús replicó:uCrees Dorque me has visto. ¡Feliceslos que no han visto, Pero cr€eñ!»

Conclusión detr Evangelio

3c Muchas otras señales rnilagrosashizo Jesús en presencia de sus discí-pulos que no están escritas en esteiibro. 3' Estas han sido escritas paraque crean que _Jesús es el cristo, elHijo de Dios. Crean, y tendrán vidaPOr SU NOrnbre.

[D-1-l' ' Después de esto, B,Jeva-la L I mente se manifestó Jesús as_us discípulos en Ia criila del lago deTiberíades. Y se rnanifestó colño si-gue: 2 Estaban reunidos Simón Pedro,Tomás el Mellizo, Natanael, de Canáde Galilea. igs hijog _del Ze_bedeo yotros dos discípulos. 3 Slmón Pedro lesdijo: nVoy a pescdr.» Contestarcn: nVa-mos también nosotros contlgo.» Salie-ron, Pues, y subieron a la barca, Peroaquella noche no pescaron nada.

o Al amanecer, Jesús estaba paradoen la orilla, pero los discípulos'no sa-bían que era é1, 5 Jesús les ciijo: *Mu-chachos, ¿tienen algo que comer?, Lecontestaroh: nNada., t Entonces Jesúsles dijo: nEchen la red a Ia derecha yencontrarán pesca., Echaron Ia tred, tno tenían fuerzas para recogerlE por lágran cantidad ce peces.

7 El discípulo al que Jesús amabadijo a Simón Pedro: *Es el Señor.»I Apenas Pedro oyó decir que era elSeñor, se puso la ropa, pues estaba

28- N; por casualidad encontramos siete ve-ces la palabra Señor en este capífuIo, siendo laúltirna tuando Tomas exclama: ¡[fú eres) mi Se-ñor v mi Dios!

fal vez no captemos ahora todo lo que signi-ficaba Dara los primeros cristianos ese tárminoSeñor'aplicado

'a Cristo. _La Biblia hebrea em-oleaba cási siemDre para Dios uno de estos doshombres: Dios o Ydué. En la Biblia griega queutilizaban judíos y cristianos del mundo romano,*Dios' se'traduóía sin problemas; en cuanto a-Yavé-, que era el nombre propio de Dios, se loreemolazába oor el Señor. Los apóstoles adop-taron rápidarirente la costurnbre de reservar e!nombre üe Díos para.el PaÍlre_, y aplicaron a Je-sús el nornbre dMno de el SeñPr.

30. Aquí *,lee la conclusión del Er¡angelio deJuan: su DroDósiio fue dar testimonio de la diüni-ciad de Jeisús, que vino del Padre y es ahora fuen-te de vida diüña. El capítulo que sigue no es Iarecuperación de algo qqe se habría olüdado, sinoel ul[irno encuentró de Jesús con los que ha ama-do y que los espera en el otro mundo.

. 21.1 Este relato sugiere más de lo que dicey está lleno de la presencia del Resucitado: deói" en la orilla desierta; a la luz del amanecer.iuan, e[ profeta, reconoce a Jesús en ese desco-nocido.

Fsta manífestación de Jesús fue narada por elautor de rnodo tal que rememorara el encuentro

de los prirneros discípulos (1,35). Figuran los mis-mos nombres, en particular el de Natanael, cielcual se dice que era de Caná, y los hijos de Zebe-deo. El díscípulo que Jesús amaba, autor dele'uangeli o Í21;241, débiO ser uno de los dos díscipuloi cuyos ñombres rio se -manifiestan, al igualhue fue uño de los dos discípulos de 1,40.'

El evangelista, ya anciano, quiso'terminar suobra con uñ retomo al principio; recuerda el pri-rner despertar de la fe y la primera llarnaciá ao¡.illas del lago, g sugiere el encuentro final,siempre rnisterioso: ¿Y si yo quiero que perrna-nezca?| . Fusionó Ia pesca milagrosa con unarnanifestación de Jesúi resucitado-que, en la ori-lla, tiene ya pr€parados el fuego y ei desayunopara acoger a los apóstoles que vuelven con lasmanos vactas.

Jesus en la ribera, los apóstoles todavía en elrnar, atareados. Jesús lra no necesita moverse yenseñar. Jt¡an hace aqqí un trl.abajo poéüco y crea-tivo al fundir los dos relatos, pero no hay náda ensu tesiimonio que no sea verdad. No áxplicó nienseñó, sino que dejó que los textos hábhran.Lo esencial aquí es lo- que Juan y Pedro -y cadauno de nosotros- probamos cuando dejamós quernadure el amor de Jesús, cuando vemos guenuestra üda se consume por él y no puede deili-gárse de su misterio

4.,Como a los discípulos de Ernaús, Jesús seles presenta:con una semblanza distinta, y hasta