bases para un estudio sociolÓgicoentre los oficios y actividades primarias figuran 183: 27 sastres;...

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1 er SEMESTRE 2002 ARGUTORIO/13 Terminaba el siglo XVII y con él la dinas- tía bajo el peso de una endogamia que ha- cía imposible su supervivencia. España, con una economía precaria, perdía la fuerza de su imperio entre las tensiones de los Paí- ses Bajos y las intrigas de las Cancillerías Europeas que, conocedores de la impoten- cia del Rey y su decrepitud física, codicia- ban el Trono y disputaban el reparto de sus dominios. Carlos II, quince veces Habsburgo, en la Real Provisión de 17 de julio de 1691, describía la situación con tin- tes patéticos: «Habiendo considerado Su Majestad con la gran reflexión que corres- ponde a la importancia de la materia, el es- tado en que se encuentra esta monarquía apoderada de poderosísimos enemigos, desde el Poniente al Oriente, sin medios para su defensa, hallándose exhausto el Real Erario con la precisas asistencias de la causa pública, los puertos y ciudades y castillos de las costas de entrambos mares sin fortalezas, sus murallas demolidas, abiertos los pueblos y ciudades de todo lo restante del Reino, sin armas ni ejército para nuestra defensa, hallándose tan cerca esta Monarquía de la de los Moros, que sola- mente las divide la corta distancia del es- trecho de Gibraltar que se puede atravesar en una hora desde Tánger a Tarifa hacien- do más lamentable este abandonamiento el formidable poder del Rey de Miquines 1 , que hoy es el más poderoso de África, ha- biendo agregado a sus dominios los Rei- nos de Fez y Marruecos... manteniendo en pie su ejército de soldados veteranos en- señados a vencer y conquistar provincias, habiéndonos quitado los presidios de la Áfri- ca que eran antes murales de nuestra Es- paña que se añaden los avisos que se han tenido en el último correo de Flandes de que se halla en La Haya, de Holanda, un envia- do de dicho Rey de Miquines y Marruecos solicitando que los holandeses les vendan a súbditos Regios piezas de artillería, ba- las, bombas, mosquetes, arcabuces, pólvo- ra y otros instrumentos militares». Y porque resulta necesario «saber fija- mente el número de personas de todos los estados y calidades naturales de este Rei- no que puedan tomar armas desde la edad de dieciocho años hasta la de sesenta ex- cluidos los impedidos» manda que se for- me lista, «con distinción y claridad así de los casados como de los solteros, pues to- dos conviene que se ejerciten en la discipli- na militar para los accidentes que puedan ocurrir». El día 30 de julio de 1691, ante el Escri- bano de Ayuntamiento y dos regidores, co- mienza la elaboración de la lista el Corregi- dor de la Ciudad Don Antonio Osorio de Mayorga, encabezándola, con expresión de sus títulos y méritos: Señor de la Torre y Solar de las Mayorga y de la Villa y barrio de Magaz, Alcaide de la fortaleza y Regidor de esta Ciudad, Capitán de la milicia del cuartel de ella, sirvió en todas las ocasio- nes en la frontera Portugal Castilla la Vieja y socorros al ejército de Galicia, donde se halló en los sitios de Valencia de Miño y de Monzón. Le sigue Don Francisco de Andrade y Tobar, Regidor Decano, caba- llero del Hábito de Alcántara, señor de la villa de Muelas, Capitán de Infantería refor- mado; sirvió muchos años en la frontera de Portugal y Castilla. Y Don Diego Osorio de la Carrera, Señor del Valle de Magaz, Re- gidor Perpetuo de la Ciudad. Y tras ellos los miembros de la Corpora- ción hasta número de diez, todos pertene- cientes a la elite de la Ciudad. Figuran tam- bién en la lista como hombres notorios don Bemardo de Pernía de la Villa de Otero de Escarpizo; don Manuel Flórez de Osorio, Señor del Castrillo del Porma, Gobernador de la Obispalía de esta Ciudad y Don Anto- nio de Quiñones Caballero de Hábito de Santiago. Totalizan la lista 474 personas capacita- das para tomar armas, según las exigen- cias de la Real Provisión, que con los com- ponentes de sus familias, mujer e hijos menores en su compañía suman 1.529 de los que 316 y 732 familiares vivían el casco urbano; 47 y 86 en el arrabal de Rectivia; 64 y 125 en el de San Andrés y 51 y 108 en el de Puerta de Rey. De los datos que figuran, 333 eran casa- dos, 103 solteros y 15 viudos 2 . Para cono- cer la población total de Astorga habría que sumar los que no servían armas mayores de 60 años y las mujeres e hijos menores que vivieran con ellos, así como las muje- res mayores de edad de vida independien- te, religiosas, religiosos, curas y miembros del Cabildo con sus familiares y «tridentinas». Parece que su número no sería superior a 2.500 habitantes. Tomado el segmento comprendido en- tre los 20 y 60 años de las edades que cons- tan en la relación podemos aproximarnos a la sabida pirámide de la edad, aunque trun- cada por su parte baja y por el ángulo su- perior 3 ; entre los 20 y 29 años se encuen- tran el 39% del tramo considerado; en la siguiente década, el 26%; en la de los 40 el 20% y el 15% en la de los 50. La población estaba, en general, bien constituida; figuran 128 como «altos»; 173 son «de buen cuerpo»; 50 «de cuerpo me- diano» y «bajos» 40; es decir, que triplican los altos y bien constituidos a los mediana- mente constituidos y bajos. En cuanto al color del pelo, prescindiendo por razones obvias de los pelicanos, la mayoría tenían el pelo negro: 123; lo tenían castaño, 21; pelo crespo, 6; calvos, solamente 3, claro que se habla solamente de menores de 60 años y, sorprendentemente, se califican como pelirrojos 40; no se habla de los ru- bios y cabría pensar que éstos son inclui- dos en este último grupo. Solamente en tres o cuatro ocasiones se dice que la persona descrita está enferma y en 4 que padece gota. Sí, en cambio, es frecuente la alusión a deformidades, acaso como elemento identificativo; así se se dice que 5 están impedidos; mellados, grandes de dientes, desdentados u otros defectos dentales visibles, 7; tuertos o con defectos Carlos García Crespo LA ASTORGA DE 1691 BASES PARA UN ESTUDIO SOCIOLÓGICO 1 Se refiere a Muley lsmael, rey de Mequinez, y por ello de los mequines, que, dos años antes de la Real Provisión, en 1689, ocupó varias plazas españolas en el Norte de África. 2 Los números que se barajan en éste y en los si- guientes apartados, sumados, no conducen a un mis- mo resultado final, pues los datos que se dicen de cada uno de los citados no son completos. 3 Es imposible completar el gráfico, pues no sólo no se conoce la base, constituida por los menores de veinte años, ni el ángulo superior, los mayores de sesenta, sino tampoco en número y edad de las mu- jeres y de las clérigos, no sujetos al servicio de ar- mas.

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1er SEMESTRE 2002 ARGUTORIO/13

Terminaba el siglo XVII y con él la dinas-tía bajo el peso de una endogamia que ha-cía imposible su supervivencia. España, conuna economía precaria, perdía la fuerza desu imperio entre las tensiones de los Paí-ses Bajos y las intrigas de las CancilleríasEuropeas que, conocedores de la impoten-cia del Rey y su decrepitud física, codicia-ban el Trono y disputaban el reparto de susdominios. Carlos II, quince vecesHabsburgo, en la Real Provisión de 17 dejulio de 1691, describía la situación con tin-tes patéticos: «Habiendo considerado SuMajestad con la gran reflexión que corres-ponde a la importancia de la materia, el es-tado en que se encuentra esta monarquíaapoderada de poderosísimos enemigos,desde el Poniente al Oriente, sin mediospara su defensa, hallándose exhausto elReal Erario con la precisas asistencias dela causa pública, los puertos y ciudades ycastillos de las costas de entrambos maressin fortalezas, sus murallas demolidas,abiertos los pueblos y ciudades de todo lorestante del Reino, sin armas ni ejército paranuestra defensa, hallándose tan cerca estaMonarquía de la de los Moros, que sola-mente las divide la corta distancia del es-trecho de Gibraltar que se puede atravesaren una hora desde Tánger a Tarifa hacien-do más lamentable este abandonamientoel formidable poder del Rey de Miquines1 ,que hoy es el más poderoso de África, ha-biendo agregado a sus dominios los Rei-nos de Fez y Marruecos... manteniendo enpie su ejército de soldados veteranos en-señados a vencer y conquistar provincias,habiéndonos quitado los presidios de la Áfri-ca que eran antes murales de nuestra Es-paña que se añaden los avisos que se hantenido en el último correo de Flandes de quese halla en La Haya, de Holanda, un envia-do de dicho Rey de Miquines y Marruecossolicitando que los holandeses les vendana súbditos Regios piezas de artillería, ba-las, bombas, mosquetes, arcabuces, pólvo-ra y otros instrumentos militares».

Y porque resulta necesario «saber fija-mente el número de personas de todos losestados y calidades naturales de este Rei-no que puedan tomar armas desde la edadde dieciocho años hasta la de sesenta ex-cluidos los impedidos» manda que se for-me lista, «con distinción y claridad así delos casados como de los solteros, pues to-dos conviene que se ejerciten en la discipli-na militar para los accidentes que puedanocurrir».

El día 30 de julio de 1691, ante el Escri-bano de Ayuntamiento y dos regidores, co-mienza la elaboración de la lista el Corregi-dor de la Ciudad Don Antonio Osorio deMayorga, encabezándola, con expresión desus títulos y méritos: Señor de la Torre ySolar de las Mayorga y de la Villa y barriode Magaz, Alcaide de la fortaleza y Regidorde esta Ciudad, Capitán de la milicia delcuartel de ella, sirvió en todas las ocasio-nes en la frontera Portugal Castilla la Viejay socorros al ejército de Galicia, donde sehalló en los sitios de Valencia de Miño y deMonzón. Le sigue Don Francisco deAndrade y Tobar, Regidor Decano, caba-llero del Hábito de Alcántara, señor de lavilla de Muelas, Capitán de Infantería refor-mado; sirvió muchos años en la frontera dePortugal y Castilla. Y Don Diego Osorio dela Carrera, Señor del Valle de Magaz, Re-gidor Perpetuo de la Ciudad.

Y tras ellos los miembros de la Corpora-ción hasta número de diez, todos pertene-cientes a la elite de la Ciudad. Figuran tam-bién en la lista como hombres notorios donBemardo de Pernía de la Villa de Otero deEscarpizo; don Manuel Flórez de Osorio,Señor del Castrillo del Porma, Gobernadorde la Obispalía de esta Ciudad y Don Anto-nio de Quiñones Caballero de Hábito deSantiago.

Totalizan la lista 474 personas capacita-das para tomar armas, según las exigen-cias de la Real Provisión, que con los com-ponentes de sus familias, mujer e hijosmenores en su compañía suman 1.529 delos que 316 y 732 familiares vivían el cascourbano; 47 y 86 en el arrabal de Rectivia;64 y 125 en el de San Andrés y 51 y 108 enel de Puerta de Rey.

De los datos que figuran, 333 eran casa-dos, 103 solteros y 15 viudos2 . Para cono-cer la población total de Astorga habría quesumar los que no servían armas mayoresde 60 años y las mujeres e hijos menoresque vivieran con ellos, así como las muje-res mayores de edad de vida independien-te, religiosas, religiosos, curas y miembrosdel Cabildo con sus familiares y«tridentinas». Parece que su número nosería superior a 2.500 habitantes.

Tomado el segmento comprendido en-tre los 20 y 60 años de las edades que cons-tan en la relación podemos aproximarnos ala sabida pirámide de la edad, aunque trun-cada por su parte baja y por el ángulo su-perior3 ; entre los 20 y 29 años se encuen-tran el 39% del tramo considerado; en lasiguiente década, el 26%; en la de los 40 el20% y el 15% en la de los 50.

La población estaba, en general, bienconstituida; figuran 128 como «altos»; 173son «de buen cuerpo»; 50 «de cuerpo me-diano» y «bajos» 40; es decir, que triplicanlos altos y bien constituidos a los mediana-mente constituidos y bajos. En cuanto alcolor del pelo, prescindiendo por razonesobvias de los pelicanos, la mayoría teníanel pelo negro: 123; lo tenían castaño, 21;pelo crespo, 6; calvos, solamente 3, claroque se habla solamente de menores de 60años y, sorprendentemente, se calificancomo pelirrojos 40; no se habla de los ru-bios y cabría pensar que éstos son inclui-dos en este último grupo.

Solamente en tres o cuatro ocasiones sedice que la persona descrita está enfermay en 4 que padece gota. Sí, en cambio, esfrecuente la alusión a deformidades, acasocomo elemento identificativo; así se se diceque 5 están impedidos; mellados, grandesde dientes, desdentados u otros defectosdentales visibles, 7; tuertos o con defectos

Carlos García Crespo

LA ASTORGA DE 1691BASES PARA UN ESTUDIO SOCIOLÓGICO

1 Se refiere a Muley lsmael, rey de Mequinez, y porello de los mequines, que, dos años antes de la RealProvisión, en 1689, ocupó varias plazas españolasen el Norte de África.

2 Los números que se barajan en éste y en los si-guientes apartados, sumados, no conducen a un mis-mo resultado final, pues los datos que se dicen decada uno de los citados no son completos.3 Es imposible completar el gráfico, pues no sólo nose conoce la base, constituida por los menores deveinte años, ni el ángulo superior, los mayores desesenta, sino tampoco en número y edad de las mu-jeres y de las clérigos, no sujetos al servicio de ar-mas.

14/ARGUTORIO 1er SEMESTRE 2002

apreciables en la visión, 3; cojos, 4;corcobados, 5; y para otra media docenase indican particularidades como arrugas,granos en la cara, cicatrices, «zambigo depiernas», etc. En orden a secuelas hay 25de quienes se dicen que son «pencosos» o«pintosos» de viruela y, dato curioso, el por-centaje mayor de los que presentan estasmarcas pertenece a los que podríamos ca-lificar de clases acomodadas, con el 12%

de entre ellas, frente al 5’2% de las másmodestas. ¿,Estarían estas personas másindefensas frente a la enfermedad?

Figura la actividad de 294, de los que po-dríamos incluir en el apartado de profesio-nales a 74, de los cuales 2 son notarios; 10escribanos de todo orden: de la AudienciaEclesiástica, del Ayuntamiento, de Su Ma-jestad, de Número; 4 abogados y otros tan-tos pasantes; 10 procuradores: 6 relatoresde la Audiencia Eclesiástica; 5 clérigos deMenores; un boticario; 3 médicos y 2 ciru-janos; 11 estudiantes; 3 maestros; 4 músi-cos y un escultor.

Entre los oficios y actividades primariasfiguran 183: 27 sastres; 19 zapateros, delos cuales eran de viejo 11 y 8 «de obraprima»; 15 criados; 15 entre mercaderes ycomerciantes; 13 tejedores; 10 barberos; 7

albañiles; 6 carpinteros; 5 cerrajeros; 5molineros; 4 herradores; 3 pintores; 2 delas siguientes ocupaciones: cereros,ensambladores, alguaciles, herreros ytapiadores y un platero, un sacristán, unrelojero, un pastelero, un campanero y uncribero. Labradores un total de 43, todos enlos arrabales; en el de Rectivía 16; 18 enSan Andrés, 9 en Puerta Rey, lo que supo-nía un 25%, un 28% y un 13% respectiva-

mente de las ocupaciones.

Otras actividades que se registran, unoen cada una de ellas, son: tesorero de laSanta Cruz, maestro de hacer campanas,alcaide de la cárcel, racionero, hospitalerode la Cofradía, luminario de las lámparasde La Santa Iglesia Catedral, demandaderode las Monjas de Santa Clara, llamador dela Cofradía de San Andrés, oficial del VotoSecreto, cobrador de la Cofradía, porterode la Ciudad, pertiguero, carcelero del Obis-po.

No hay ningún apellido que destaque porsu reiteración, como no sea Osorio, aun-que en número corto y siempre colocadoentre la clase preponderante, por lo que nose puede hablar de endogamia.

En la Real Provisión de que nos ocupa-mos se manda, además, que se forme otra

lista «de las armas que hubiere en cada unade las ciudades y villas principales, espe-cialmente mosquetes, arcabuces de cuer-da y de chispa, picas y otras armas compe-tentes para la milicia». Y así se hace,constatándose que en manos de los veci-nos hay un total de 115 espadas y 67arcabuces. A veces se habla de escope-tas. Doce de ellos, las personas más prin-cipales, tienen espada, arcabuz y caballo.

Sabido es que estaba establecido «los No-bles e Hidalgos, por la calidad que han deser ellos Capitanes y Alféreces» ademásde estar obligados todos ellos a acudir alos llamamientos, debían hacerlo con armasy caballo. Se dice finalmente «que en el re-corrido de la ciudad, calle por calle y casapor casa no fueron hallados más vecinos nipersonas que las que se han puesto enellas» y pasando al registro de armas quetiene la ciudad «se abrió un arcón grandedonde se hallaron doce mosquetes, dosarcabuces de cuerda buenos y de servicio,cinco frascos y un polvorírn se volvieron aencerrar en dicha arca y dicho Corregidortomó las llaves».

Astorga. Plaza Mayor a principios del siglo XX (años 20-30). Postal. Colección Ignacio Pérez/Ana Calderón.El edificio del fondo ( la casa consistorial o ayuntamiento), se estaba construyendo en 1691.