banquete. (bilingüe, gredos)

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    JENOFONTE

    BANQUETE

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    JENOFONTE

    BANQUETEINTRODUCCIONES, TRADUCCIONES Y NOTAS DE JUAN ZARAGOZA

    EDITORIAL GREDOSBIBLIOTECA CLSICA GREDOS, 182

    RECUERDOS DE SCRATES ECONMICO APOLOGA DE SCRATES

    Asesor para la seccin griega: CARLOS GARCA GUAL.Segn las normas de la B. C. G., las traducciones de este volumen han sido revisadas por MANUEL SERRANO SORDO.

    EDITORIAL GREDOS, S. A.Snchez Pacheco, 81, Madrid, 1993.

    PRIMERA EDICIN,1993.1," REIMPRESIN.

    Depsito Legal: B. 53.688-2006.ISBN 84-249-1619-0.Impreso en Espaa.

    Book Print Digital, S. A.Botnica, 176-178 - 08908 L'Hospitalet de Llobregat

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    http://www.hs-augsburg.de/~harsch/graeca/Chronologia/S_ante04/Xenophon/xen_intr.html

    http://nlp.perseus.tufts.edu/hopper/text?doc=Perseus%3Atext%3A1999.01.0207%3Abook%3D4%

    3Achapter%3D2%3Asection%3D12

    BANQUETENunca se ha discutido su autenticidad como obra de Jenofonte, al menos en la Antigedad, ni

    hay razones objetivas para dudar de su autora: tanto por la forma como por el fondo, la obra llevasu sello. Tampoco es un aadido a Recuerdos, como se ha querido hacer ver tomando comoargumento la partcula all con que empieza, pues tanto sta como el dal principio de una obra deJenofonte (con ella empieza el Econmico y la Apologa) son un signo de lenguaje familiar ynatural, propio de la conversacin.

    La literatura simposaca tiene su precedente en el Banquete de Platn y contina con otrosejemplos, como elBanquete de los Siete Sabios de Plutarco o las Quaestiones convivales del mismoautor. Esta literatura en torno al simposio trata de reproducir el peculiar ambiente de esta parte que

    sigue a la comida propiamente dicha, en la que ms bien se beba en una tertulia acompaada, dediversiones, que a menudo terminaba en orga. Esto ltimo no ocurre en el caso de Jenofonte, yaque se trata de invitados bien educados.

    La reunin se celebra en casa del riqusimo Calias, en el Pireo; se celebran las Grandes

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    Panateneas, en el mes de Hecatombeon, entre julio y agosto. Aunque se diga lo contrario en eltexto, Jenofonte no asiste. El dilogo no es histrico, pero se basa en un suceso real. Es un intentode hacer un bosquejo de su venerado maestro Scrates y presentar una correccin ms realista ymenos solemne del retrato de Platn en su Banquete. Todos los personajes son histricos, comoveremos. La imagen que nos presenta Jenofonte es ms risuea y sus ideas no son tan elevadas yexcelsas como deban serlo las del maestro de Platn, y por ello se le acusa de no haber llegado a

    penetrar en la personalidad de Scrates y de adjudicarle ideas un poco ramplonas, pero lo cierto esque Jenofonte trata de darnos una idea lo ms autntica posible de los convites que se celebraban enla realidad; en este sentido, el movimiento gil y el giro propio de los dilogos estn perfectamenteconseguidos, con fluidez y naturalidad; los personajes se expresan con rasgos que les caracterizanbien, con la variedad que los distingue entre ellos: la afectacin y pedantera de Calias, la rudeza deAntstenes, la seriedad de Hermgenes, la desenvoltura de Critobulo, el tono grosero del siracusano,las bromas de Filipo y, englobndolos a todos, la figura de Scrates, capaz de adaptarse a susinterlocutores, unas veces muy serio, otras amable, burln y bromista; es como una obra de teatrocon personajes bien caracterizados, que a veces recuerdan la Comedia antigua, pero sin susgroseras; as ocurre con la llegada inesperada de Filipo con tono y gestos de bufn parsito, eldilogo entre Scrates y el siracusano, o con Antstenes hablando de Jantipa.

    ARGUMENTO

    Calias, acompaado de Nicerato, Autlico y el padre de ste, Licn, encuentra a Scrates y susamigos y les invita a una cena en su casa en homenaje a Autlico (vencedor del pancracio), dequien est enamorado. Se autoinvita el bufn Filipo. Hay varias conversaciones, interrumpidas porvariedades presentadas por un empresario siracusano: una flautista, una bailarina acrbata y unmuchacho msico y bailarn. La fecha de la reunin es el ao 422 y es imposible que Jenofontepudiera asistir porque entonces tena unos diez aos, pero conoca a Calias y a sus invitados y pudorepetir temas tratados por Scrates en otras ocasiones.

    Por la abundancia de acciones representadas y temas tratados se ha llegado a decir que era unacoleccin de entremeses, pero, a pesar de las apariencias, constituye un todo organizado, con trespartes claras, precedidas de un prlogo y terminadas con un eplogo.

    El tema del amor es el hilo conductor de la obra, aunque el objetivo de Jenofonte es explicarcmo se alcanza la kalokagatha (hombra de bien), que para Jenofonte es el arte de vivir, la bellezamoral y su manifestacin externa.

    El prlogo (I) nos cuenta la invitacin de Calias y da los nombres de los invitados. Empezada lacena, la belleza de Autlico mantiene algo tensas las miradas, hasta que llega el bufn Filipo.

    La primera parte (II) parece la ms desordenada: Calias propone traer perfume y Scrates noadmite otro que la kalokagatha; la posibilidad de su enseanza provoca una discusin que se

    interrumpe por dos veces, con la danza acrobtica de la bailarina y la del muchacho, lo cual da pie aun elogio de la danza y la armona, y a una conversacin sobre la igualdad de los sexos en laenseanza y actividades. Interviene el bufn Filipo, que pide de beber despus de una danzagrotesca, y Scrates aprovecha para insistir sobre la moderacin en la bebida.

    La segunda parte (II-VII) est ms trabada. Despus de un canto del muchacho, Scratespropone que cada uno diga en qu cifra su orgullo personal y que lo explique con razones. Calias sedeclara orgulloso de su riqueza; Nicerato, de su conocimiento de Homero como fuente mxima detodo saber; Critobulo, de su hermosura; Licn, de su hijo, y Autlico, de su padre (no de su victoriaen el pancracio); Antstenes, de su riqueza no material sino espiritual; Crmides, de la pobreza, quepermite vivir libre y sin preocupaciones; Hermgenes, de los dioses, que para l son sus mejoresamigos; y, por ltimo, Scrates cierra la serie poniendo su orgullo en su talento deproxeneta o arte

    de prostituir a otro y hacerlo valer ante los clientes. Todos ellos dan sus razones, excepto Autlicoy Licn (IV).Se produce a continuacin un agn, graciosa disputa sobre la belleza entre Scrates y Critobulo,

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    que viene a ser una parodia de Scrates y de su propio estilo dialctico, hecha en tono festivo paraamenizar la reunin. Los jueces dan la victoria a Critobulo, pero la conclusin es que lo importantees la belleza moral (V).

    Scrates advierte el silencio de Hermgenes y se lo reprocha, porque no conviene a un hombrede bien. Entonces interviene el empresario siracusano, enfadado porque no se presta atencin a suespectculo. Su grosera pone ms en evidencia la importancia de una buena educacin y recuerda

    las burlas e insultos de la comedia contra Scrates (VI).El captulo VI sirve de transicin a la tercera parte, con la intervencin de la compaa devariedades del siracusano (VII).

    La tercera parte (VIII) tiene como tema el amor, a travs de un largo discurso de Scrates, parademostrar que el amor carnal no puede tener buen fin, mientras que nicamente el amor espirituales capaz de procurar la kalokagatha al mismo tiempo en el amante y en el amado. El amor deCalias a Autlico sirve como ejemplo. Aunque algunos autores consideran opuestas las ideas dePlatn por un lado y de Scrates por otro en lo referente al amor masculino, si se tienen en cuentalos argumentos de Platn en el Fedro 255e y sigs. y su condena de la pederastia enLeyes IV 721a ysigs., la diferencia con Jenofonte no es tan grande y apunta a un origen comn: Scrates.

    Terminada la conversacin, Autlico sale a dar un paseo con su padre, porque va a empezar un

    espectculo poco conveniente para el muchacho, lo que formar el eplogo (IX). El siracusano hacerepresentar por medio de dos artistas jvenes los amores de Ariadna y Dioniso. Esta pantomimaexcita la sensualidad de los espectadores: los casados se precipitan a sus casas y Scrates y susamigos se unen al paseo de Autlico y Licn.

    La unidad de la obra no impide una gran naturalidad en la mezcla de las discusiones de losinvitados con las variedades que presenta el siracusano. Lo serio y lo cmico forman un felizcontraste, con la presuncin de riqueza de Antstenes y de pobreza de Crmides, la discrecin yurbanidad de los invitados y la grosera del siracusano...

    LOS PERSONAJES

    Este Scrates no es muy distinto del que nos pinta en Recuerdos o en elEconmico, pero en unasituacin nueva, la de invitado al fastuoso banquete de Calias, bebiendo y contemplandoespectculos ms bien impropios de filsofos, a juzgar por el Protgoras de Platn (347d). Es comosi Jenofonte quisiera hacernos ver cmo Scrates, que sigue siendo el kals kagaths porexcelencia, sabe adaptarse a toda clase de situaciones y est tan lejos del talante serio deHermgenes, al que critica, como de la descortesa de Antstenes. Alternando lo serio con lasbromas, Scrates sabe estar, tal como le gustaba a Jenofonte, y as nos lo advierte el autor alprincipio delBanquete.

    Aunque Scrates es simplemente un invitado de Calias, gracias a l se mantiene el tono de

    simposio. Impone silencio a Antstenes o a Filipo, rechaza los perfumes como poco viriles, o haceque se mantenga el criterio de beber con prudencia. Ejerce una especie de papel de moderador de lareunin porque tiene una autoridad moral irresistible. Sigue siendo un hombre superior al resto desus contemporneos, pero al mismo tiempo est cerca de los dems mortales.

    En cuanto a la valoracin histrica del retrato que Jenofonte nos hace de Scrates, es evidenteque su imagen sale malparada al lado de la de Platn y, como ocurre con ste, a menudo es muydifcil separar las opiniones suyas de las que debe a las enseanzas socrticas. Si Scrates tena unasideas tan superficiales como las que da a entender en Recuerdos o el Banquete, no se comprendecmo pudo ser maestro de Platn, aunque tambin puede pensarse que no siempre era tan profundocomo aparece en los dilogos platnicos. Entre la caricatura aristofnica y el Scrates ennoblecidode Platn hay un hombre amable que no trata de dominar con su superioridad: Jenofonte no quiere

    pintar al genio, sino al Scrates de, todos los das, ms accesible y ms prximo a los hombrescorrientes que el Scrates de Platn.Calias es un personaje famoso de la Atenas de entonces. Su madre, una vez divorciada de

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    Hipnico (padre de Calias), se cas con Pericles; la hermana de Calias, Hipareta, se cas conAlcibades. Su padre le dej una fortuna inmensa; tena treinta aos cuando transcurre el Banquete.Jenofonte nos lo retrata as: hombre de buena presencia, fastuoso anfitrin, amante del lujo y losdespilfarras, persona que sabe hacer bien las cosas (buena comida, excelente vino, magnficosespectculos). Hombre muy vanidoso, de espritu superficial, obsesionado por destacar, de los quegustan de escucharse a s mismos, sensible a la adulacin, pero no antiptico. Tuvo mala prensa: los

    poetas cmicos lo convirtieron en objetivo de sus ataques. upolis, en los Aduladores, le acusa,entre otras cosas, de debilidad por Autlico. Andcides, en Sobre los misterios, cuenta de l unahistoria escandalosa. Platn, en el dilogo de su nombre, lo trata simplemente con irona.

    Por qu nos presenta Jenofonte a Scrates en casa de Calias? A la sazn, Calias ya habaperdido parte de su fortuna, y por ello haba dejado de ser objeto de envidia; haba prestadoservicios a Atenas como estratego y como embajador en Esparta; quiz por ello, y en consideracina su estatus como cnsul (prxeno) de los espartanos, Jenofonte no lo trata mal, ya que l mismoviva entonces como protegido de Esparta. Tal vez por respeto a Scrates no insiste en el lujo y losgastos innecesarios de Calias, como tampoco recarga demasiado las tintas en los rasgos que leperjudican.

    Del resto de los personajes, quiz el que tiene un perfil ms acusado sea Antstenes, en el grupo

    de los amigos de Scrates. Se caracteriza por su falta de tacto y su descortesa. Tiene un humorlacerante y reacciona con excesiva viveza; es un pedante, interviene a destiempo, no entiende lasgracias. Jenofonte no le tiene mucha simpata, pero tampoco le caricaturiza, recordando su grandevocin al maestro. En Recuerdos III 11, 17, Scrates lo cita con verdadero orgullo entre susdiscpulos.

    Hermgenes, con su discrecin, es el polo opuesto de Antstenes. Hombre muy piadoso, tieneuna confianza total en los dioses. Su nico defecto es su excesiva seriedad y su incapacidad para ladistensin y el humor. Su fidelidad a Scrates la conocemos por los dilogos platnicos. Por ello,Jenofonte, muy amigo suyo, lo utiliza como testigo de la actitud de Scrates en su juicio y defensa(Rec. IV 8, 4 y sigs.).

    Crmides es otro de los discpulos de Scrates que da nombre a un dilogo platnico. Es un granseor venido a menos, aunque sigue despreciando al pueblo y elogia con buen humor su miseriaactual. Parece que era to de Platn,

    Critobulo, hijo de Critn (el gran amigo de Scrates), nos impresiona por su intensa pasin haciaClinias. Es un hombre seguro, vanidoso y cndido, y lo suficientemente dicharachero para hablarsin demasiado pudor de su propia belleza y de la de su amigo Clinias.

    Los amigos de Calias tienen menos relieve que los de Scrates, excepto Nicerato. ste estambin un gran seor, hijo del estratego Nicias, fantico de Homero, hombre de mundo que sabeencajar las bromas sin molestarse. Es un hombre rico y, cosa poco frecuente en su poca, enamora-do de su mujer. Sabemos que muri, como Autlico, aunque por diferentes motivos, en la tirana delos Treinta, a causa de la atraccin que ejercan sus riquezas.

    De Autlico, adems de su gran belleza, conocemos su modestia y su reserva. Queda algodesdibujado por su juventud, que le impide mezclarse con los dems convidados.Licn es nicamente el padre obsesionado con la salvaguarda moral de su hijo. Su actitud es muy

    discreta y aparece siempre en segundo plano.En su preocupacin por la diversidad humana, Jenofonte no olvida a personajes poco

    importantes, como Filipo, el futuro parsito de la Comedia Nueva, probablemente uno de los tiposasistentes habituales a los banquetes en la realidad.

    Finalmente, el siracusano, con su desparpajo insolente y su grosera, se presenta, como elanterior, ms como tipo que como retrato bien caracterizado.

    JENOFONTEYPLATN

    Hay al menos unas treinta semejanzas en sus respectivos Banquetes. Basndose en ellas, los

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    comentaristas plantean dos tesis opuestas. Los que defienden la prioridad cronolgica de Jenofontealegan, adems de las citadas semejanzas, un pasaje del Protgoras (347a-348a) que critica a laspersonas que se renen para beber y son incapaces de distraerse slo con su conversacin y tienenque pagar a citaristas, flautistas y danzarines, lo que podra ser un ataque alBanquete de Jenofonte.Tambin suponen que Platn escribi su Banquete para responder a las acusaciones de Polcrates.Como Jenofonte parece ignorar este panfleto, habra escrito el suyo con anterioridad, y, por lo tanto,

    antes delBanquete de Platn.Los que defienden la posterioridad de la obra de Jenofonte creen que las semejanzas entre ambosestn expresamente buscadas por ste para dar una imagen de Scrates ms de acuerdo con la que ltena del maestro, tratando de enmendar la plana a Platn. Delebecque, Croisset y Luc- cioni, entreotros, defienden la posterioridad de Jenofonte, pero no hay respuesta segura, dice Robin, que,apoyando la probable prioridad de Platn, afirma que ms que de imitacin habra que hablar derectificacin por parte de Jenofonte. ste habra querido presentar un Scrates distinto al de Platn,tal y como poda portarse en un banquete. Utilizando el personaje de Calias, intenta hacer ver cmoScrates empujaba a la actividad cvica a jvenes ricos y bien dotados intelectualmente.

    Es absurdo querer hundir elBanquete de Jenofonte comparndolo con el de Platn: simplementeson distintos. Ya los antiguos advirtieron que era ms humano (anthropikteros). Plinio el Joven

    expresa su preferencia por asistir a un banquete al estilo del de Jenofonte (Cartas III 12, 1), y elemperador Juliano compuso su propio Simposio inspirado en l.

    ELTEXTO

    Hay unos doce manuscritos, de los siglos XIII y xiv. Tambin hay dos fragmentos de papiros controzos delBanquete, ambos de un mismo rollo del siglo n d. C. En cuanto a tradicin indirecta, esmuy abundante: tenemos citas de Elio Arstides y de Ateneo. Otra de Digenes Laercio (II 49) y deEstobeo.

    Hemos seguido el texto de la edicin de E. C. Marchant en la coleccin de Oxford (tomo II deJenofonte), de 1962.

    BIBLIOGRAFA

    CROISSET,Hist. de la litt. grecque, 5 vols., Pars, 1920.DELEBECQUE,E.,Essai sur la vie de Xnophon, ed. Klincksieck, 1957, pgs. 344 y sigs.GALLARDO, M.a D., Estado actual de los estudios sobre los simposios de Platn, Jenofonte y

    Plutarco, CFCIII (1972), 127-191.GARCA BACCA, J.,Recuerdos de Scrates, Banquete, Apologa. Texto y traduccin, Mxico,

    1946.LUCCIONI, Xnophon et le Socratisme, P.U.F., 1953, pg. 120.MORRISON, DONALD R., Bibliography of Editions, Translations and Commentary on

    Xnophons Socratic Writings 1600 - Present, Pittsburgh Mathesis Publications, 1988, pgs. XVII y103.

    OLLEER, FRANOIS, Xnophon. Banquet. Apologie de Socrate. Texte tabli et traduit, Pars,Belles Lettres, 1961.

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    BANQUETE

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    I 1 En mi opinin, no slo son dignas derecuerdo las acciones serias de los hombres debien, sino tambin lo que hacan cuando estabande broma. Por haber sido testigo de ello lo s yquiero darlo a conocer ahora1. 2 Fue con motivode la carrera de caballos de las GrandesPanateneas2 cuando Calias, hijo de Hipnico, queestaba enamorado de Autlico, que entonces eraun muchacho y haba conseguido la victoria en elpancracio3, lo haba trado a ver la fiesta. Alterminar la carrera, Calias se retiraba con Autlicoy el padre de ste hacia su casa del Pireo; lesacompaaba tambin Nicerato4. 3 Al ver juntos aScrates, Critobulo, Hermgenes, Antstenes yCrmides5, encarg a uno de su criados queacompaara al grupo de Autlico, mientras l seacerc a Scrates y acompaantes y les dijo6: 4Oportunamente me encontr con vosotros, puesvoy a dar una fiesta a Autlico y a su padre y creoque sera mucho ms brillante si el saln est

    adornado con hombres de espritu tan refinadocomo el vuestro, y no con generales, jefes decaballera y personajes ambiciosos de cargos. 5Entonces respondi Scrates: Siempre te estsburlando de nosotros y nos desprecias porque lehas pagado mucho dinero a Protgoras paraadquirir la sabidura, y a Gorgias, a Prdico, y aotros muchos, mientras que a nosotros nos vescomo una especie de aficionados a la filosofa.

    1 A pesar de esta afirmacin, Jenofonte no aparece luego como personaje. Por otra parte, si este banquete se celebr enel verano del ao 422, ya que en el 421 se burlaba upolis de esta victoria de Autlico, Jenofonte no poda tenerentonces ms de ocho o nueve aos.2 Las Panateneas se celebraban todos los aos el 28 del mes Hecatombeon, correspondiente a los meses de julio yagosto, y cada cuatro aos tenian una mayor solemnidad y se llamaban Grandes Panateneas. Calias era uno de losgrandes seores de su poca, fue sacerdote de Eleusis, prxeno de los espartanos, embajador en Esparta, etc. El dilogonos da testimonio de su riqueza: aparte de su casa en Atenas, tena otra en el Pireo, al borde de la playa, donde tienelugar el dilogo. Sobre su dudosa moralidad tenemos testimonios en los Misterios de Andcides, varias alusiones deAristfanes, de upolis y de Esquines de Esfeto.3 El pancracio era una lucha muy dura, que comprenda boxeo y lucha libre y exiga especiales condiciones fsicas porparte de los luchadores.4 Hijo de Nicias, el famoso general.5 Todos aparecieron ya enRecuerdos: Critobulo en I 3, 8 y II 6,

    y Hermgenes en I 2, 48, II 10, 43, IV 8, 4 y Apol. 2. ste es el principal testigo de Jenofonte sobre la actuacin deScrates en su juicio. Sobre Antstenes,Rec. II 5, 1 y III 11, 17. Sobre Crmides, III 6, 1 y 7, 1.6 El Protgoras de Platn nos da un buen testimonio de la estima en que tena Calias el trato con los ms importantessofistas. Tambin este dilogo tiene como escenario la casa del famoso rico, y tiene hospedados, adems de aProtgoras, a Hipias y Prdico.

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    6 Hasta ahora, dijo Calias, yo disimulaba antevosotros que era capaz de desarrollar muchos einteligentes discursos, pero ahora, en el caso deque os quedis conmigo, me mostrar a vosotroscomo persona muy digna de atencin. 7 Los delgrupo de Scrates, como era lgico, agradeciendola invitacin, en un primer momento noprometieron ir a cenar con l7, pero cuando sepuso en evidencia que se disgustaba mucho si nole acompaaban, entonces se decidieron a unirseal grupo. Ms tarde acudieron, unos despus dehacer ejercicios y darse un masaje, otros incluso acontinuacin de un bao. 8 Autlico se sent

    junto a su padre, y los dems, como era natural, setendieron en los divanes8. Cualquiera que se fijaraen lo que estaba ocurriendo se habra dadocuenta en seguida de que la belleza es pornaturaleza algo regio, sobre todo cuando se laposee, como ocurra exactamente con Autlico,unida a la modestia y la discrecin. 9 Porque alprincipio, lo mismo que un resplandor atrae lasmiradas de todos cuando surge en medio de lanoche, as arrastraba entonces la belleza deAutlico la vista de todos hacia l, y acontinuacin ninguno de los que lo miraba dejaba

    de sentir algo en el alma por su culpa: unos sequedaban cada vez ms callados y otros intentabandisimular de algn modo. 10 Lo cierto es quecuantos estn posedos por alguna divinidadparece que son muy dignos de contemplacin,pero mientras que los posedos por otros dioses9tienden a ser de mirada terrible, de voz espantosay violentos, los que estn inspirados por un amorcasto tienen sus ojos llenos de benevolencia, unavoz muy dulce y los gestos ms nobles, que es

    precisamente la razn por la que Calias con suactitud amorosa resultaba ms digno de mirar paralos iniciados en el culto de ese dios10.11 Los invitados iban cenando en silencio, comosi as se lo hubieran ordenado algn ser mspoderoso, cuando Filipo el bufn llam a la puertay encarg al que sali a abrirle que anunciara

    7 Esta negativa en un primer momento expresa el desdn hacia Calias por su vanidad. Jenofonte no quiere presentar aScrates aceptando a la primera una invitacin a comer en casa de un hombre famoso por su derroche.8 Los relieves ticos que representan escenas de banquetes nos muestran la costumbre de quedarse sentadas las

    mujeres y los nios, mientras los hombres se reclinaban junto a la mesa.9 Parece referirse a los inspirados por el furor proftico de Apolo o tambin posesos, como los coribantes o lasmnades (bacantes).10 Sobre esta iniciacin, necesaria para comprender esta clase de amor y sentir su belleza, vase P LATN,Banquete209e-210a.

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    quin era y la razn por la que quera que se leadmitiera; deca que vena provisto de todo lonecesario... para cenar de lo ajeno, y que su criadoestaba muy maltrecho por no traer nada y tener elestmago vaco11. 12 Y Calias, despus de orestas palabras, dijo: Verdaderamente, amigos, esuna vergenza negarle a nadie el techo; en vista deello, que entre. Y al mismo tiempo mir aAutlico, evidentemente para advertir qu efectole produca la gracia12.13 Filipo se qued de pie en la sala donde seestaba celebrando la cena y dijo: Todos sabisque soy un bufn y he venido muy dispuestoporque pienso que es ms chistoso venir a la cenasin invitacin que venir invitado. Pues bien,ocupa un sitio, le dijo Calias, pues los presentes,como ves, estn llenos de seriedad pero tal vezalgo carentes de risa. 14 Y mientras continuabala cena, al momento intent Filipo decir algogracioso, para cumplir el objetivo por el quecontinuamente se le invitaba a los banquetes. Perocomo no consigui provocar la risa, se le veaevidentemente disgustado. Poco despus quiso denuevo decir alguna gracia, pero como tampoco serieron por ello, dej de comer a mitad de la cena,

    se envolvi en el manto

    13

    y se qued tendido.15 Entonces le dijo Calias: Qu pasa, Filipo?Te duele algo? Y l, soltando un gemido, res-pondi: S, por Zeus!, Calias, tengo un dolormuy grande, pues desde el momento en que la risaha desaparecido de la humanidad, todo mi negociose va a paseo. Antes a m me invitaban a las cenaspor eso, para que los presentes disfrutaran riendogracias a m, pero ahora por qu razn me van ainvitar? Porque para m sera tan difcil ponerme

    serio como convertirme en inmortal, ni podranadie invitarme en la esperanza de sercorrespondido, porque todos saben que enabsoluto se suele llevar comida a mi casa14.

    11 Filipo es un precursor del parsito de la Comedia Nueva. Sus gracias recuerdan a Aristfanes en ia escena inicial delasRanas.12

    La gracia est en que Calias finge negarle el mnimo de hospitalidad (un techo) cuando tiene decidido invitarle acenar.13 En seal de dolor y de vergenza.14 O porque el dueo no cena nunca en ella, o porque no se celebran banquetes a escote, con aportaciones (symbola) decada convidado.

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    16 Y al tiempo que hablaba as, se sonaba, y porel tono de voz se vea claramente que estaballorando. En vista de ello, todos trataban deconsolarlo hacindole ver que en otra ocasin sereiran, y le invitaban a cenar, pero Critobuloincluso se rea a carcajadas de sus lamentaciones.Cuando Filipo se dio cuenta de la risa, sedescubri la cara, exhort a su espritu a tenervalor, a la vista de prximas aportaciones15, ycontinu cenando.

    [II 1] , , ,

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    II 1 Cuando se retiraron las mesas, hicieron laslibaciones y cantaron el pen16, se les presentpara la fiesta un hombre de Siracusa, acompaadode una buena flautista y una bailarina experta enacrobacias, y de un muchacho muy agraciado quetocaba muy bien la lira y bailaba. El siracusanoganaba dinero exhibiendo sus actuaciones comoespectculo17.2 Una vez que la flautista toc paraellos la flauta y el muchacho la ctara, y daba laimpresin de que ambos haban alegrado bastantelos nimos, Scrates dijo: Por Zeus!, Calias, noshas dado una fiesta perfecta, pues no slo nos hashecho servir una cena magnfica sino que ademsnos ests proporcionando un bellsimo espectculo

    de vista y sonido.3

    A lo que respondi Calias:Y si nos trajeran tambin perfume, para queadems nos diramos un banquete de buen olor?.De ninguna manera18, dijo Scrates, pues de lamisma forma que un vestido es hermoso para unamujer y otro lo es para un hombre, as tambin unperfume es adecuado para un hombre y otro lo espara una mujer. Indudablemente, ningn hombrese perfuma por un hombre, y en cuanto a lasmujeres, sobre todo si son recin casadas, como la

    de Nicerato19

    , ah presente, y la de Critobulo, qunecesidad tienen de perfume?4 Porque ellas es a eso a lo que huelen20. Encambio, el olor del aceite en los gimnasios es,cuando se tiene, ms agradable que el perfume delas mujeres y, cuando falta, tambin se echa msde menos. Y adems si alguien se perfuma, sea

    15 Juega con el doble significado de symbolai, banquete y combate. Filipo da por hecha su aportacin, en vista de lasrisas que ha provocado.16 Eipain symposiaks se cantaba antes del sympsion y estaba dedicado a los dioses.17

    Algo as como un espectculo circense callejero.18 La severidad de Scrates liama ms la atencin si se tiene en cuenta que el uso de perfume era habitual en las fiestasy banquetes.19 Nicerato estaba recin casado con una muchacha ateniense, que le sobrevivi cuando fue asesinado por los Treinta.20 Tanto el marido como la mujer usaban perfumes. Incluso se perfumaban las habitaciones.

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    hombre esclavo o libre, al punto todos huelenigual. En cambio, los olores procedentes de fatigasde hombres libres exigen ante todo noblesdedicaciones durante mucho tiempo para que seanagradables y dignos de hombres libres.En ese momento dijo Licn: Desde luego, esopodra aplicarse a hombres jvenes, pero nosotros,que ya no vamos a los gimnasios, a qudeberemos oler?. A hombra de bien, porZeus!, dijo Scrates. Y dnde se podraconseguir ese ungento?. Desde luego, nodonde los perfumistas. Dnde entonces?. Loque dijo Teognis, respondi:

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    De los hombres buenos bien aprenders, pero si con los malos

    entras en tratos, destruirs incluso la razn que hay en ti21.

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    5 A lo que Licn respondi: Oyes t eso, hijomo? S que lo oye, por Zeus!, dijo Scrates,y le saca provecho. Por ejemplo, cuando queraconseguir la victoria en el pancracio, despus deestudiar contigo

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    en nada inferior a la del varn, excepto en sucarencia de juicio y fuerza fsica. De modo que sialguno de vosotros tiene mujer, que le ensee sinvacilar lo que en su trato quiera que ella sepa. 10A esto replic Antstenes: Cmo es entonces,Scrates, que teniendo esa opinin no educas ttambin a Jantpa23, sino que soportas a la mujerms desagradable de cuantas existen, y aun creoque de cuantas han existido y puedan existir?.Es que yo veo, contest, que los que quierenllegar a ser buenos jinetes no se procuran loscaballos ms dciles sino los ms briosos, puespiensan que si pueden someter a los de esa clase,fcilmente podrn con los dems caballos.Precisamente por eso, tambin yo, queriendo tenertrato y alternar con hombres, me he procurado estamujer, convencido de que si puedo soportarla aella, fcilmente podr tratar a todos los demshombres. Esta respuesta no pareci quedar fueradel objetivo del que se estaba hablando.11 A continuacin trajeron un aro guarnecido en

    todo su permetro de espadas de punta; la bailarinase lanzaba en medio, dando volteretas, y volva asalir dando vueltas por encima de ellas, de talmodo que los espectadores teman que le pasara

    algo, pero ella consegua realizar el ejercicio convalor y seguridad. 12 Scrates llam entonces aAntstenes y le dijo: No creo que los quecontemplan esta clase de espectculos sigandiscutiendo todava que el valor puede ensearse,cuando sta, aun siendo mujer como es, se lanza alas espadas con tanta valenta. 13 Y Antstenes lerespondi: En ese caso, no sera lo mejor paraeste siracusano exhibir ante la ciudad su bailarinay prometer a los atenienses que les dar valor a

    todos ellos para enfrentarse a las lanzas enemigassi le dan dinero? 14 S, por Zeus!, respondiFilipo, y por mi parte disfrutara viendo a Pisandroel poltico24 aprendiendo a dar volteretas sobre lasespadas, un hombre que ahora, por no ser capaz demirar las lanzas de frente, ni siquiera estdispuesto a salir a campaa con el ejrcito.

    23

    Primera aparicin de la imagen del mal genio de Jantipa, que se fij ms tarde en la tradicin de la vida de Scrates.EnRec. II 2, al menos destaca sus cualidades como madre.24 Pisandro sirvi a menudo de cabeza de turco a los poetas cmicos (upolis, Platn con su Pisandro, ARISTFANES,

    Aves 1553 y sigs.) por su cobarda y su gordura. Fue un poltico demagogo de alguna influencia, que intervino en lasnegociaciones que pusieron fin a la democracia.

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    15 A continuacin se puso a bailar el muchacho, yScrates dijo: No os habis dado cuenta de quesiendo tan hermoso el muchacho, sin embargo conlas figuras de la danza todava parece ms belloque cuando estaba quieto?. A lo que respondiCrmides: Me parece que ests alabando almaestro de baile. 16 Si, por Zeus!, dijoScrates, y es que adems se me ha ocurrido otracosa, que ninguna parte del cuerpo queda inactivaen la danza, sino que al mismo tiempo se ejercitancuello, piernas y brazos, exactamente como debebailar quien se proponga tener el cuerpo enmejores condiciones fsicas. Hasta yo mismoaprendera con mucho gusto de ti, siracusano, lasfiguras de la danza. Y de qu te servira?,pregunt el otro. 17 Me servira para danzar.En ese momento todos se echaron a rer, yScrates, con gesto muy serio, les dijo: Os resde m? Acaso porque quiero ejercitarme paratener salud o comer y dormir ms a gusto, oporque me apetece esa clase de ejercicios, nocomo los corredores de fondo, cuyas piernasengordan pero enflaquecen de hombros, ni comolos pgiles, que desarrollan los hombros pero que-dan flacos de piernas, sino haciendo trabajar el

    cuerpo entero y tenerlo todo l equilibrado?18

    Oacaso os res porque no necesitar buscar uncompaero de ejercicios25, ni tendr quedesvestirme en medio de la gente siendo como soyuna persona mayor26, sino que me bastar unamodesta habitacin de siete camas27, como le habastado ahora al muchacho esta estancia paraponerse a sudar, y porque en invierno tendr quehacer los ejercicios bajo techado, y a la sombracuando haga excesivo calor? 19 Os res porque,

    teniendo demasiada tripa, quiero reducirlamoderadamente? Es que no sabis que hacepoco, muy temprano, me sorprendi Crmides ahpresente bailando? S, por Zeus!, dijoCrmides, y al principio qued atnito temiendoque estuvieras loco, pero cuando te o razonesparecidas a las que ahora ests dando, yo mismo alllegar a casa no me puse a bailar porque nuncaaprend, pero me dediqu a hacer ejercicios de

    25 Como, por ejemplo, para la lucha.26 Es muy relativo, ya que no tena cincuenta aos, pero se senta viejo en relacin con los jvenes que frecuentabanlos gimnasios, y que seguramente lo consideraban un carcamal.27 Medida aproximada. Son expresiones frecuentes en el lenguaje familiar (cf.Econm. VIII 13: dekklinos).

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    brazos28, que de eso s saba. 20 Por Zeus!,dijo Filipo, por eso parece que tienes las piernastan igualadas de peso con los hombros que yo creoque si pesaras en la balanza ante los agornomos29la parte de arriba y la de abajo de tu cuerpo, comosi fueran panes, no te pondran ninguna multa.Entonces dijo Calias: Scrates, haz que meavisen cuando vayas a aprender a bailar, para quete sirva de pareja y pueda aprender contigo.21 En ese caso, dijo Filipo, que alguien meacompae con la flauta, para que tambin yopueda bailar. Y, despus de incorporarse, se pusoa imitar en detalle la danza del muchacho y de lamoza. 22 Y al principio, como haban aplaudidocuando con sus gestos el muchacho pareca to-dava ms hermoso, Filipo por su parte mostrabacada movimiento de su cuerpo ms grotesco de lonormal30. Y como la muchacha al doblarse haciaatrs imitaba los aros, l haca lo mismoagachndose hacia adelante e intentando imitar losaros. Y, por ltimo, como aplaudan al muchachoporque en su danza ejercitaba todo el cuerpo, leorden a la flautista que acelerara el ritmo y selanz a sacudir todo su cuerpo a la vez, piernas,brazos y cabeza. 23 Pero cuando qued exhausto,

    se tumb y dijo: sta es la prueba, amigos, deque mis danzas son un buen ejercicio31. Comoquiera que sea, estoy sediento. Que el criado metraiga un copn32. Por Zeus!, dijo Calias, ytambin para nosotros, que tambin estamossedientos por lo que nos has hecho rer.24 Entonces dijo Scrates: Tambin a m meparece muy bien el beber, amigos, pues enrealidad el vino al regar las almas adormece laspenas, como la mandrgora hace con los

    hombres33

    , pero despierta las alegras, como elaceite la llama. 25 Sin embargo, me parece que alcuerpo humano le ocurre lo mismo que a lasplantas que nacen en la tierra, pues cuando ladivinidad las abreva en exceso no pueden erguirseni orearse con las brisas, mientras que cuando

    28 Scrates y Crmides se limitan a hacer ejercicios gimnsticos (phorai), ya que ignoran la autntica danza mmicacon sus pasos (schmata).29 Inspectores de mercado que comprobaban, entre otras cosas, que el pan tuviera siempre el mismo peso y su precio.Podan imponer multas o procesar a los infractores.30

    La danza de Filipo, grotesca de por s, l la hace an ms exagerada.31 Por la sana fatiga que ocasiona en todo el cuerpo.32 Laphilsola ser una copa redonda, sin asas ni base.33 Abundan las alusiones al poder soporfero de la mandrgora. Cf., por ejemplo, D EMSTENES, Filip. IV 6, oARISTFANES,Caballeros 96, 114.

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    beben tanto cuanto les place, van creciendo muyderechas y florecen y producen frutos.26 As, tambin nosotros, si nos hacemos verterinmensas cantidades de bebida, pronto nos fallarnlos cuerpos y las mentes y no podremos niresollar, no digamos hablar. En cambio, si loscriados nos rocan a menudo con pequeas copas,para decirlo con la retrica gorgiana34, no llegare-mos a emborracharnos forzados por el vino, peropersuadidos por l alcanzaremos un mayor gradode alegra.27 Todos estuvieron de acuerdo. Filipo aadi quelos coperos deban imitar a los buenos conductoresde carros haciendo correr las copas ms deprisa35.Y los coperos as lo hicieron.

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    III 1 A continuacin, armonizando el muchachosu lira con la flauta, se puso a taer y cantar yconsigui el aplauso de todos. Crmides entoncesdijo: Yo creo, seores, que lo mismo queScrates dijo del vino, tambin esta mezcla de labelleza de los muchachos y de la msica adormecelas penas y despierta el amor. 2 Scrates volvia tomar la palabra: Esos muchachos

    evidentemente parecen capaces de darnos placer;nosotros, en cambio, estoy seguro de que creemosser muy superiores a ellos. No es entonces unavergenza que ni siquiera intentemos, mientrasestamos juntos, sernos de alguna utilidad oalegrarnos unos a otros?. Y muchosrespondieron: En ese caso, guanos t y dinosqu argumentos podramos emplear para conse-guir mejor ese objetivo36. 3 Por lo que a m serefiere, dijo Scrates, con mucho gusto le

    cogera la palabra a Calias, ya que dijo que sicenbamos con l nos mostrara su sabidura. Yos la mostrar, en efecto, siempre que todosvosotros aportis aqu lo que cada uno sepa debueno. Bien, pues nadie se opone a decir lo quecada uno piensa que sabe de mayor valor, lerespondi. 4 Pues por mi parte, dijo Calias, voya decir lo que ms me enorgullece y es que creoque soy capaz de hacer mejores a los hombres37.

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    Gorgias fue un famoso maestro de retrica cuyos discursos imitaban el lenguaje afectado y se complaca en lasmetforas. Aristteles lo critica en suRetrica III 3, 4 (1406b4 y sigs.).35 Los lechos de la mesa estaban colocados en crculo o en herradura.36 Empieza el juego de sobremesa, dirigido por Scrates, diciendo cada uno qu es lo que ms estima de s mismo.37 Teniendo en cuenta la vaguedad del trmino beltous, se plantea la necesidad de precisarlo.

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    Acaso, dijo Antstenes, ensendoles algnoficio manual o la hombra de bien?. S,siempre que la rectitud38 sea hombra de bien. Ylo es, por Zeus!, dijo Antstenes. Y la msindiscutible, pues a veces la valenta y la sabiduraparece que son perjudiciales tanto para los amigoscomo para la ciudad, mientras que la rectitud enabsoluto se mezcla con la injusticia. 5 Puesbien, dijo Calias, una vez que cada uno devosotros haya dicho lo que sepa de til, entoncesyo mismo no tendr reparo en exponer el arte conel que consigo ese resultado. Pero ahora te toca ati, Nicerato, contarnos en qu saber pones tuorgullo. Y l respondi: Mi padre39, que sepreocupaba de que llegara a ser un hombre debien, me oblig a aprender todos los versos deHomero40, y aun ahora seria capaz de recitarenteras de memoria la Ilada y la Odisea. 6 Yno te has dado cuenta, dijo Antstenes, de quetambin los rapsodos41 se saben tambin todosellos esos versos?. Cmo no iba a darmecuenta, dijo l, cuando estoy asistiendo a susrecitales casi todos los das?. Conoces en esecaso tribu ms estpida que la de los rapsodos?No, por Zeus!, dijo Nicerato, yo al menos no

    creo que la haya. Porque es evidente, dijoScrates, que no conocen su sentido profundo42,mientras que t les has dado mucho dinero aEstesmbroto, a Anaximandro y a otros muchos,de manera que no se te oculta ninguna de susvaliosas enseanzas. Y en cuanto a ti, Critobulo,de qu te enorgulleces ms?. 7 De la belleza,respondi. Cmo?, dijo Scrates, vas apoder mantener que con tu belleza sers capaz dehacernos a nosotros mejores?. Y si no lo

    consigo, evidentemente parecer un pobrehombre. 8 Y t, Antstenes, en qu pones tuorgullo?. En la riqueza, contest. EntoncesHermgenes le pregunt si tena mucho dinero,pero l jur que no tena ni una dracma. Tienesacaso muchas tierras?. Tal vez la suficiente para

    38 Siguiendo a Marchant, traducimos dikaiosinpor rectitud; otras veces se traduce por justicia.39 Nicias, general famoso, protagonista de la desastrosa expedicin a Sicilia.40 Los poemas homricos estaban considerados como ejemplo de sabidura y virtud y eran la base tradicional del

    sistema educativo griego.41 Estos recitadores profesionales de poesa pica, criticados aqu por Scrates, tambin lo son en elIn de Platn y enRec. IV 2, 10.42 Alude irnicamente a los trabajos de exgesis de los poemas homricos, por ejemplo, en Tucdides, Estesmbroto oAnaximandro.

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    que Autlico pudiera espolvorearse con ella43,respondi. 9 Habra que orte a ti, Crmides: tde qu te enorgulleces?. Yo me siento orgullosode mi pobreza, dijo. Por Zeus!, dijo Scrates,una realidad muy agradable, pues es la quemenos envidias provoca, en absoluto provocadisputas, se conserva sin vigilancia, y su descuidola hace ms fuerte. 10 Y hablando de ti, dijoCalias, de qu te enorgulleces, Scrates?. Y l,levantando la cara con una expresin muysolemne, dijo: De mi oficio de alcahuete44. Ycomo todos se echaron a rer por la respuesta,continu: Vosotros os res, pero yo s queganara dinero si quisiera practicar ese oficio.En cuanto a ti, dijo Licn refirindose a Filipo,es evidente que te enorgulleces de hacer rer.11 Al menos, respondi, pienso que con msrazn que Calpides45 el actor, que presume comoun pavo de que puede hacer llorar a una granmultitud de espectadores. 12 Entonces, dijoAntstenes, nos vas a decir tambin t, Licn, dequ ests orgulloso? Y Licn respondi: Esque no sabis todos que por este hijo mo? Y encuanto a l, dijo alguien, lo est evidentementepor su victoria. Y Autlico, ruborizndose dijo:

    Yo no, por Zeus!.13

    Y como todos,encantados de orles hablar, dirigieron hacia l sumirada, alguien le pregunt: Entonces de qu,Autlico?. Y l respondi que de su padre, y almismo tiempo se inclin hacia l. Y Calias, alverlo, dijo: Te das cuenta, Licn, de que eres elms rico de los mortales?. Por Zeus!,respondi, que desde luego no s yo tal cosa.Pero no te das cuenta de que no aceptaras lostesoros del Gran Rey a cambio de tu hijo?. Me

    habis cogido con las manos en la masa, dijo, alparecer, soy el ms rico de los hombres. 14 Yt, Hermgenes, dijo Nicerato, de qupresumes ms?. Y l dijo: De la virtud e in-fluencia de mis amigos, y de que siendo tanimportantes se preocupan de m. En esemomento dirigieron todos su mirada hacia l y

    43 Despus de ungirse con aceite, los luchadores de pancracio, se espolvoreaban con arena para no presentar un cuerpodemasiado resbaladizo. Antistenes quiera dar a entender que tena una tierra ridiculamente pequea.44

    Parece que Scrates quiere llamar poderosamente la atencin de los asistentes con una declaracin paradjica.Emplea el trmino mastropea, que ms que prostitucin de s mismo hace referencia al arte de prostituir a otro,hacindolo valer ante sus clientes.45 Calipides estaba considerado como el ms famoso actor trgico de su poca; por su capacidad para la imitacinsuperralista de diversos tipos humanos lo apodaban Pthekos, el mico.

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    muchos le preguntaron tambin si estaba dispuestoa presentrselos. l les respondi que no tendrainconveniente.

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    IV 1 A continuacin habl Scrates: Entonces loque nos quedara por hacer es que cada unodemuestre lo que prometi como cosa de granestima. En ese caso, dijo Calias, os rogaraque me oyerais a m en primer lugar, pues duranteel tiempo que os oigo dudar sobre lo que es la

    justicia, yo en ese mismo tiempo hago a loshombres ms justos. Y Scrates le pregunt:Cmo lo consigues, mi buen amigo?. PorZeus!, dndoles dinero. 2 Antstenes,incorporndose muy en plan de refutarle, lepregunt: Y los hombres, Calias, t crees quetienen la virtud de la justicia en sus almas o en labolsa? En las almas, dijo. Entonces t,metiendo dinero en su bolsa, haces ms justas susalmas. Desde luego. Cmo? Porque sa-biendo que tienen con qu comprar lo necesariopara vivir no estn dispuestos a correr el riesgo decometer delitos. 3 Y a ti te suelen devolver loque reciben?. Desde luego que no, por Zeus!,eso no, sino que algunos incluso me odian ms

    que antes de recibirlo. Cosa extraa es sa,dijo Antstenes, al tiempo que le miraba comorefutndole, que ests en condiciones de hacerque stos sean justos para con los dems, pero nopara contigo mismo. 4 Y qu tiene eso deextrao?, dijo Calias. No ves que hay tambinmuchos carpinteros y constructores que hacen ca-sas para los dems pero no pueden hacerlas para smismos, sino que viven en rgimen de alquiler?En cualquier caso, sofista, aguanta mis

    refutaciones. 5 Y debe aguantaras, porZeus!, dijo Scrates. Porque tambin se dice delos adivinos que anuncian a los dems el porvenir,pero no son capaces de prever su propio futuro.Y as termin esta discusin.6 A continuacin intervino Nicerato: Os ruegoque me escuchis en qu materia seris mejores sisegus mis enseanzas, Sin duda sabis que elsapientsimo Homero trat casi de todos los temashumanos. Quienquiera de vosotros que desee

    hacerse administrador de bienes, o buen oradorpoltico, capaz de mandar ejrcitos o igualarse aAquiles, Nstor u Odiseo, que cuide mi trato,

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    porque soy experto en todos esos temas. Yconoces tambin el arte de ser rey, le preguntAntstenes, ya que sabes que Homero alab alpropio Agamenn como buen rey y buen guerre-ro?46. S, por Zeus!, dijo, y tambin s quecuando se conduce un carro hay que dar la vueltabordeando el mojn:

    y l inclinndose en el bien pulido carro

    ligeramente a la izquierda, pero al caballo a la diestra

    gritarle aguijonendole y aflojar con las manos las riendas .

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    7 S adems otra cosa que vosotros podisexperimentar al instante. Pues Homero en algnpasaje dice: Cebolla, acompaamiento de labebida47. Si alguien nos trae ahora una cebolla, alpunto os beneficiaris en ese aspecto, puesbeberis ms a gusto. 8 Y dijo Crmides:Amigos, Nicerato est deseando volver a casaoliendo a cebolla, para que su mujer est segura deque nadie ha pensado siquiera en darle un beso48.Por Zeus!, dijo Scrates, pero hay el peligrode afrontar otra opinin ridicula para nosotros: lacebolla parece que es realmente un

    acompaamiento, que no slo da ms gusto a lacomida sino tambin a la bebida, por lo que siefectivamente nos ponemos a roer cebolla inclusodespus de la cena, hay el peligro de que alguiendiga que hemos venido a casa de Calias aregodearnos49. 9 De ninguna manera, Scrates,dijo Crmides, porque est bien que comacebolla uno que se lanza al combate, lo mismo quealgunos alimentan con ajos a los gallos paralanzarlos a la pelea, mientras que nosotros, en

    todo caso, ms dispuestos estamos a besar que acombatir. 10 Ms o menos as termin estadiscusin.

    Critobulo dijo en ese momento: Debo decirentonces por mi parte las razones por las que mesiento orgulloso de mi belleza. Dilas, lecontestaron. Pues bien, si no soy hermoso como

    46 Puesto en el punto donde haba que dar la vuelta. Cuando iban a toda velocidad, la operacin era muy delicada ypeligrosa. La cita es deIliada III 179.47 La cebolla era un manjar ordinario, despreciado por la buena sociedad. La cita es de Ilada XI 630; con su

    propuesta, Nicerato demuestra su veneracin hacia Homero.48 Recuerda una gracia muy parecida en ARISTF.,Tesm. 492 y sigs.49 La broma de Scrates puede entenderse en sentido obsceno, por los efectos afrodisacos de la cebolla, o en el sentidode que los invitados, no contentos con el magnfico vino que les ha dado Calias, querran hacerlo an ms agradableacompandolo con cebolla.

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    lo creo, vosotros en justicia deberais sercastigados por engao, pues sin que nadie osobligue a ello, continuamente estis afirmandobajo juramento que soy hermoso. Yo os creo,porque os considero hombres de bien. 11 Pero sirealmente soy hermoso y os pasa a vosotrosconmigo lo que mismo que me ocurre a m con elque me parece que es hermoso, juro por todos losdioses que no cambiara el hecho de ser hermosopor el imperio del Gran Rey. 12 Porque yo ahoradisfruto ms contemplando a Clinias50 que a todaslas dems bellezas del mundo. Antes preferiraquedarme ciego para todo lo dems que paraClinias aun siendo uno solo. Estoy inclusomolesto con la noche y con el sueo porque no leveo a l, pero me siento muy agradecido con el day con el sol porque me permiten ver a Clinias.13 Tambin hay otra cosa por la que debemosenorgullecemos nosotros por ser hermosos, y esque si el hombre fuerte tiene que conseguir susbienes con su esfuerzo, y el valiente afrontando elpeligro, o el sabio al menos hablando, el hermoso,en cambio, incluso sin hacer nada podraconseguirlo todo. 14 Por ejemplo yo, aunsabiendo que las riquezas son una dulce posesin,

    sentira ms placer dando a Clinias lo que tengoque recibiendo otro tanto de otra persona, y ms agusto sera esclavo que libre si Clinias estuvieradispuesto a ser mi amo. Porque ms fcil meresultara trabajar con l que estar en reposo, ypreferira arriesgarme por l antes que vivir sinpeligros. 15 Por ello, Calias, si t ests orgullosode poder hacer ms justos a los hombres, yo loestoy con mayor razn que t de llevarlos a todaclase de virtud, pues por algn aliento que

    nosotros infundimos en nuestros enamorados51

    , loshacemos ms liberales con el dinero, ms amantesdel esfuerzo y ms vidos de gloria en los peli-gros, y aun ms modestos y discretos, ya queincluso se ruborizan por lo que ms necesitan. Esuna locura no elegir como generales a loshermosos. 16 Yo, por ejemplo, incluso atravesarael fuego yendo con Clinias, y estoy seguro de quevosotros tambin, si fuerais conmigo. De manera,

    50 Clinias, hijo de Axoco y primo hermano de Alcibades, aparece en el Eutidemo de Platn rodeado de adoradores(273a). Sobre los gustos pedersticos de Critobulo y sobre su amor a Clinias vaseRec. I 3, 8 y 10.51 Expresin homricaIlada X 482 y XV 262), tambin usada por PLATN,Banquete 179b. En Homero es la bravurainfundida por la divinidad. En Esparta, eispnen (insuflar) significa amar.

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    Scrates, que deja ya de poner en duda si mihermosura podr beneficiar en algo a los hombres.17 Tampoco se debe desacreditar la hermosuradiciendo que se pasa pronto, pues lo mismo queun nio es hermoso, tambin lo es un joven, unhombre y un anciano. La prueba de ello es que seelige a viejos hermosos como portadores de ramosa Atenea, en la idea de que en todas las edadesest presente la belleza52. 18 Y si es agradableconseguir de buen grado de las personas lo queuno desea, estoy seguro de que ahora mismo yo,sin decir una palabra, convencera ms pronto aeste muchacho y a esta muchacha de que mebesaran que t, Scrates, aunque emplearas enabundancia tu elocuencia. 19 Cmo es eso?,dijo Scrates, te ests jactando de esa maneraconvencido de que eres ms hermoso que yo?S, por Zeus!, respondi Critobulo, o tendraque ser ms feo que todos los silenos53 que salenen los dramas satricos. Scrates, en efecto, seles pareca!54. 20 Pues bien, respondi Scrates,trata de acordarte para que se haga un juiciosobre nuestra belleza, una vez que haya terminadoel turno de los discursos planteados. Y que actencomo jueces no el hijo de Pramo, Alejandro55,

    sino esos mismos que segn t estn deseosos debesarte. Y no te confiaras, dijo, al juicio deClinias?. 21 A lo que l respondi: Es que novas a dejar de recordar a Clinias?. Y aunque nolo cite por su nombre, crees que me voy a acordarmenos de l?, no sabes que tengo en el alma unaimagen suya tan clara que si tuviera que esculpirleo pintarle no reproducira con menos fidelidad sufigura que si lo estuviera mirando a l mismo?22 Y Scrates replic: En ese caso, por qu, si

    tienes una imagen tan parecida, me molestasllevndome donde puedas verlo?. Porque,Scrates, su vista me hace gozar, mientras que lade la imagen no me da placer y engendraaoranza.23 Entonces intervino Hermgenes: Por miparte, Scrates, tampoco me parece propio de ti

    52 Al parecer, en algn momento de las Panateneas haba un concurso de belleza por edades: habra, segn eso, uncertamen reservado a los ancianos; los vencedores tenan derecho a un sitio de honor en la procesin, en la que iban

    portando ramos de olivo (thaltophroi).53 Los silenos eran de una fealdad grotesca y formaban el coro de los dramas satricos (p. ej., EURPIDES, Ciclope).Tambin PLATN,Banquete 15b-c, alude a este parecido de Scrates con los silenos.54 Algunos consideran esta frase como un comentario interpolado en el texto, aunque sin duda sea cierto.55 Habitualmente llamado Paris, juez de la disputa sobre la belleza entre los dioses Hera, Atenea y Afrodita.

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    que te desentiendas de Critobulo, tan afectadocomo est por la pasin amorosa. Creesentonces, contest Scrates, que se encuentra ental situacin desde que tiene trato conmigo?Desde cundo, si no?. No te has dado cuentade que a ste el bozo le va bajando slo desdehace poco a lo largo de sus orejas, mientras que aClinias le sube ya la barba hacia atrs56? Lo ciertoes que cuando Critobulo iba a la misma escuelaque Clinias, se sinti ardorosamente enamorado, ysu padre57, al darse cuenta de ello, lo puso en mismanos para ver si en algo poda ayudarle. 24 Y sinduda est mucho mejor, porque antes, lo mismoque los que miran a las gorgonas58, se quedabapetrificado con los ojos fijos en Clinias y no podaapartarse de l. Ahora, en cambio, le he vistoincluso guiando el ojo. 25 Aunque, por losdioses!, amigos, yo creo, y que quede entre noso-tros, que incluso le ha dado un beso a Clinias, y nohay nada ms peligroso que eso para atizar elamor, pues el beso es insaciable y originavoluptuosas esperanzas. 26 [Tambin tal vez elhecho de que, entre todos nuestros actos,nicamente la unin de los cuerpos es en griegohomnima del amor de las almas hace que el beso

    sea de ms precio]

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    . Por ello afirmo que el queaspire a ser sensato debe abstenerse de besar amuchachos en la flor de la edad.27 Crmides dijo entonces: Pero en realidad,Scrates, por qu agitas as ante tus amigos talesespantajos para alejarnos de los muchachos bellos,cuando yo te vi a ti mismo, por Apolo, un da queen la escuela60 ambos andabais buscando algo enel mismo libro, con tu cabeza apoyada en sucabeza y tu hombro desnudo en el hombro

    desnudo de Critobulo? 28 Ay!, dijo Scrates,por eso, como una persona mordida por unanimal salvaje, he tenido dolor en el hombro msde cinco das, y me pareca tener como unaroedura en el corazn. Pero ahora, siguidiciendo, Critobulo, te prohbo delante de tantostestigos que me toques hasta que tengas tanta

    56 A la vista de la Copa de Sosias en Berln, Studniczka aclara este pasaje haciendo ver que Aquiles slo tiene un suavebozo que le baja desde la oreja, mientras que Patroclo posee una barba que le sube por el mentn hacia las orejas, ohacia atrs.57

    Critn, uno de los mejores amigos de Scrates.58 Slo la tercera, Medusa, a la que dio muerte Perseo, era mortal. Su mirada converta en piedra y su sangre era unveneno letal (la de la vena izquierda) o capaz de resucitar a los muertos (la de la vena derecha).59 Esta frase parece ser una interpolacin, y juega con el doble sentido dephilein amar y besar.60 En tiempo de Scrates ya no regan las normas que prohiban la entrada en las escuelas a los adultos y extranjeros.

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    barba en el mentn como pelos en la cabeza61.29 As mezclaban ellos las bromas con los temasserios.

    Entonces tom Calias la palabra y dijo: Ahorate toca, Crmides, explicar por qu te sientesorgulloso de tu pobreza. Pues bien, respondiCrmides, no est todo el mundo de acuerdo enafirmar que es mejor estar animoso que medroso,mejor ser libre que esclavo, recibir favores quehacerlos, gozar de la confianza de la patria mejorque de su desconfianza? 30 Pues bien, yo en estaciudad, cuando era rico, ante todo tema quealguien se colara en mi casa62, me quitara eldinero, y a m mismo me hiciera algn dao; ensegundo lugar tena que adular a los delatores63,sabiendo que ms poda recibir dao de ellos quehacrselo. Adems, continuamente me impona elEstado nuevos gastos y no se me permita salir deviaje a ninguna parte64.31 Ahora, en cambio, una vez que me veo privadode mis bienes en el extranjero, que ya no sacofruto de mis cosechas en el pas y que se hanvendido mis bienes muebles65, disfruto durmientoa pierna suelta, me he convertido en hombre deconfianza de la ciudad, no recibo amenazas, y

    hasta puedo amenazar a otros, puedo salir de viajecomo un hombre libre o residir en la ciudad. A mipaso se levantan los ricos de sus asientos66 y meceden la vez por la calle. 32 Ahora estoy ensituacin parecida a la de un rey, yo que antes eraevidentemente esclavo; entonces era yo el queaportaba mi tributo al pueblo, pero ahora es laciudad con su contribucin la que me mantiene67.Ms an, cuando era rico, me reprochaban que an-duviera con Scrates68, pero desde que soy pobre,

    ya no le importa a nadie nada. Adems, cuandotena mucho, continuamente estaba perdiendo, o acausa del Estado o por obra de la fortuna. Ahora,en cambio, no pierdo nada (porque no lo tengo) y,en cambio, continuamente alimento la esperanza

    61 Porque ya no provocara entonces deseos amorosos.62 Muchas casas tenan las paredes de adobe y eran fciles de escalar (toichorchoi).63 Que chantajeaban a los ricos para sacarles dinero. Cf.Rec. IX l.64 Se refiere a la imposicin de liturgias o cargas pblicas y a medidas estatales para impedir la evasin de capitales.6563 El empobrecimiento de Crmides es consecuencia del resultado de la guerra del Peloponeso y de la devastacin deltica por el enemigo, lo que le obliga incluso a vender sus muebles para sobrevivir.66

    Ahora son los ricos los que temen a los pobres y a sus envidias. Es una stira irnica de la democracia ateniense.67 Alude a las medidas de asistencia pblica y tambin al sueldo que reciban los jueces populares (heliastas), ennmero de seis mil, y a otras prebendas que permitan hasta a veinte mil ciudadanos atenienses vivir a expensas delEstado. Sobre ello vase ARISTFANES,Avispas.68 Se supona que el grupo de Scrates odiaba las tradiciones y al gobierno democrtico.

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    de recibir algo. 33 Entonces, dijo Calias, nodeseas hacerte nunca rico y cada vez que tienesalgn sueo bueno ofrecer sacrificios a los diosesque apartan los males?. No, por Zeus!, dijoCrmides, no hago tal cosa, sino que aguanto elpeligro temerariamente, si es que tengo laesperanza de conseguir algo de alguna parte.34 Pues ea, dijo Scrates, cuntanos por tuparte, Antstenes, cmo con tan pocos bienes teenorgulleces de tu riqueza. Porque creo,amigos, que las personas no tienen la riqueza y lapobreza en su casa, sino en sus almas.35 Veo, en efecto, que muchas personascorrientes, aun teniendo una gran cantidad deriquezas, se consideran tan pobres que afrontantoda clase de fatigas y de riesgos para poseer ms,y s incluso de hermanos que, habiendo heredadopartes iguales, uno de ellos tiene lo suficiente, eincluso le sobra, mientras que al otro le falta todo.36 Estoy informado tambin de que algunostiranos tienen tal hambre de riquezas que cometencrmenes ms atroces que los pobres msnecesitados, pues a causa de la necesidad evi-dentemente algunos roban, otros asaltan, otrosvenden como esclavos a hombres libres y hay

    tambin tiranos que destruyen familias enteras,matan personas en masa, e incluso a menudoreducen a la esclavitud a ciudades enteras paraconseguir dinero. 37 Pues bien, a esta clase deindividuos les compadezco mucho por la graveenfermedad que padecen: me parece que lesocurre lo mismo que a una persona que dispusierade mucho y que por mucho que comiera, nuncaestuviera satisfecha. En cuanto a m, tengo tantosbienes que apenas puedo encontrarlos69. Sin

    embargo, me sobra para comer hasta llegar a notener hambre, para beber hasta no tener sed y paravestirme hasta el punto de no tener ms frocuando salgo que Calias, aqu presente, a pesar delo riqusimo que es. 38 Y cuando estoy en mi casa,los muros se me antojan clidas tnicas y mantosmuy espesos los tejados, y la cama que tengo estan satisfactoria que incluso me cuesta trabajodespertarme. Y si alguna vez mi cuerpo me pideamor, hasta tal punto me basta lo que tengo a

    mano, que las mujeres a las que me acerco me

    69 Alusin irnica a sus poqusimos bienes.

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    colman de caricias porque ningn otro querraacercarse a ellas. 39 Y todos esos placeres meparecen tan agradables, que no deseara encontrarmayor gusto practicando cada uno de ellos, sinomenos; hasta tal punto creo que algunos de ellosson ms dulces de lo conveniente. 40 Pero laposesin que calculo de mayor valor en mi riquezaes el hecho de que, si alguien me quitara lo queahora tengo, no veo a pesar de ello ningn trabajo,por humilde que sea, que no me proporcionarasustento suficiente. 41 Porque incluso cuandoquiero darme buena vida no compro en el mercadolo ms lujoso (pues sale demasiado caro), sino quelo saco del almacn de mi alma70. Mucho mayor esmi placer cuando espero la necesidad paraacercarme a l que cuando consumo algo costoso,como me ocurre ahora mismo, que me heencontrado con este vino de Tasos71 y lo bebo sintener sed. 42 Adems, es lgico que sean muchoms justos los que atienden a la sencillez antes quea la abundancia de dinero, pues quienes ms seconforman con lo que tienen a mano menosaspiran a lo ajeno. 43 Merece la pena tomar enconsideracin cmo una riqueza de tal clase haceliberales a los hombres, pues ah tenemos a

    Scrates, a quien debo mi riqueza, que nocalculaba ni pesaba lo que me daba, sino que meproporcionaba cuanto poda llevarme. Yo ahora,por mi parte, a nadie se la escatimo, sino que atodos mis amigos les muestro mi abundancia ycomparto con quien lo desee la riqueza de mialma. 44 Y, adems, la ms exquisita de lasposesiones, que es el ocio, veis que siempre estpresente en m, de modo que puedo ver losespectculos ms dignos de contemplacin, or lo

    que merece escucharse y, lo que yo ms estimo,pasar libre de ocupaciones mis jornadas conScrates. Tampoco l admira ms a los quecuentan ms dinero72, sino que pasa el tiempoconviviendo con los que ms le gustan. Talesfueron los argumentos de Antstenes.

    45 Calias dijo entonces: Por Hera! Si teenvidio por tu riqueza es tambin porque ni laciudad te da rdenes como si fueras un esclavo nila gente se enfada contigo porque no les prestas

    70 Cf.Rec. I 6, 5.71 Los vinos de la isla de Tasos eran muy apreciados. Cf. ARISTF.,Lisistrata 196, Pluto 1021.72 Como los sofistas, con su terrible avidez.

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    dinero. No, por Zeus!, no le envidies, dijoNicerato, porque yo voy a pedirle en prstamo...el no necesitar nada73, educado como estoy en Ho-mero para contar

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    siete trbedes nuevas, diez talentos de oro,veinte calderos relucientes, doce caballos74,

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    pesando y contando, porque no dejo de aspirar a lamayor riqueza posible. A lo mejor por eso algunoscreen que soy demasiado codicioso. En estemomento todos se echaron a rer, pensando quehaba dicho la verdad.46 Alguien dijo a continuacin: A ti tecorresponde, Hermgenes, decir quines son tus

    amigos y demostrar que tienen una gran influenciay que se preocupan de ti, para que quede claro quecon razn te enorgulleces de ellos. 47 Puesbien, es evidente que tanto griegos como brbaroscreen que los dioses lo saben todo, tanto elpresente como el futuro. Por ejemplo, todas lasciudades y todos los pueblos, por medio del arteadivinatoria, preguntan a los dioses qu es lo quetienen que hacer y qu es lo que no tienen quehacer. Tambin es cierto que nosotros creemos

    que ellos son capaces de hacernos bien y hacernosmal. Lo cierto es que todos piden a los dioses queaparten de ellos las calamidades y les concedanbendiciones. 48 Pues bien, estos dioses que todolo saben y son omnipotentes, hasta tal punto sonamigos mos que en su preocupacin por m no mepierden nunca de vista, ni de da ni de noche,adonde quiera que vaya, ni en cualquier cosa queme disponga a hacer. Por su capacidad deprevisin tambin me indican lo que me va a

    ocurrir en cada caso, envindome mensajeros,voces, sueos y vuelos de pjaros, dicindome loque tengo que hacer y lo que no debo; cuando lesobedezco, no tengo que arrepentirme nunca, peroya ha habido alguna ocasin en que por haberlesdesatendido sufr mi castigo.49 A estas palabras respondi Scrates: Ningunade esas afirmaciones es increble, pero aun as, megustara preguntarte cmo les sirves para tenerlostan amigos. Por Zeus!, dijo Hermgenes, es

    73 Nicerato juega con las palabras y emplea daneismenos (pedir prstamos) en vez de mathsmenos (aprender),buscando la pareja de un daneseis anterior.74 Ilada IX 122 y 264.

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    un servicio muy barato, pues los alabo, lo que noimplica ningn gasto, ofrecindoles siempre unaparte de los bienes que me dan, hablo bien de ellossiempre que puedo, y cuando los pongo portestigos, nunca miento a sabiendas75. PorZeus!, dijo Scrates, si con esa conductaconsigues su amistad, es que tambin los dioses, alparecer, disfrutan con la hombra de bien. Tal fueel giro de la conversacin sobre el tema en suaspecto serio.50 Pero cuando llegaron al turno de Filipo, lepreguntaron qu vea en la bufonera paraenorgullecerse de ella. Acaso no merece lapena, dijo, puesto que todos, sabiendo que soyun bufn, cada vez que les ocurre algo bueno meinvitan presurosamente para que participe, mien-tras que cuando les afecta alguna desgracia mehuyen como demonios, por miedo a rerse aun adesgana?. 51 Y Nicerato dijo: Por Zeus!, s quetienes razn, en efecto, para enorgullecerte,porque mis amigos, cuando les van bien losasuntos, se apartan de mi camino, pero si tienenalguna desgracia intentan sacar su parentescoconmigo por el rbol genealgico y no me losquito de encima. De acuerdo, dijo Crmides.52

    Y t, siracusano, de qu te enorgulleces? Oest claro que es por este muchacho?. No, porZeus!, dijo, desde luego que no, sino que msbien temo mucho por l, pues me doy cuenta deque algunos andan intrigando para perderlo. YScrates, al orlo, dijo: Por Heracles!, quofensa tan grande creen que les ha hecho tumuchacho para que quieran matarle76?. 53 Esque stos, dijo, no quieren matarlo, sinoconvencerle para que se acueste con ellos. Y t,

    por lo que se ve, piensas que si tal cosa ocurrierale echaran a perder. S, por Zeus!, dijo, sin lamenor duda. 54 Entonces, es que tampoco t teacuestas con l?. S, por Zeus!, todas lasnoches y las noches enteras. Por Zeus, dijoScrates, qu gran suerte la tuya, por habertedotado la naturaleza de una piel de tal clase queeres el nico que no estropeas a los que seacuestan contigo! De modo que, aunque no fuerapor otra cosa, deberas estar orgulloso de tu piel.

    75 Es Jenofonte el que habla y piensa as.76 Scrates finge con irona confundir el significado de diaphtherein, que evidentemente el siracusano ha empleado enel sentido de corromper moralmente.

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    55 Pues no, por Zeus!, no es por eso por loqueme enorgullezco. Entonces, de qu?. De lainsensatez de la gente, por Zeus!, porque sonellos los que me mantienen, acudiendo a ver mismarionetas77. De modo, dijo Filipo, que poreso yo te oa recientemente pedir a los dioses queprocuraran abundancia de cosecha dondequieraque t estuvieras y gran caresta de inteligencias.56 Est bien, dijo Calias. Y ahora, Scrates,qu puedes decir para explicar que debes sentirteorgulloso por el arte de tan mala fama quecitaste?. Y l dijo: Ante todo, pongmonos deacuerdo en cuales son las actividades del traficanteen prostitucin. Y a cuantas preguntas os haga, novacilis en responder, para que sepamos encuntas estamos de acuerdo. Os parece bien?.Nos parece muy bien, dijeron. Y este muybien, una vez dicho, fue lo que todosrespondieron a continuacin. 57 Pues bien, dijoScrates, no os parece que es actividad propiade un buen alcahuete hacer que la mujer o elhombre a quien prostituya sean agradables aquienes traten con l?, Muy bien, dijeron. Yno es una parte de ese grado tener un aspectoadecuado en los cabellos y la indumentaria?.

    Nos parece muy bien, dijeron.58

    Y nosabemos tambin que con unos mismos ojos puedeun hombre mirar a la gente de modo amistoso yodioso?. Muy bien. Y una misma voz nopuede hablar discreta o descaradamente?. Muybien. Y las conversaciones, no enemistan unasveces a la gente, mientras que otras llevan a laamistad?. Muy bien. 59 En ese caso, de entretodas estas actividades, no debera un buenalcahuete ensear las que sean convenientes para

    agradar?. Desde luego. Y sera mejor el quepuede hacerlos gratos para una sola persona o elque los haga para muchos?. En este punto sedividieron las opiniones y unos decan queevidentemente a muchos, mientras que otrosdecan desde luego78. 60 Despus de hacer verque tambin en este punto estaban de acuerdo, dijoScrates: Pero si alguien fuera capaz de hacerpersonas agradables para toda la ciudad, no seraste el alcahuete perfecto?. Indudablemente que

    77 Los espectculos de marionetas debieron de cultivarse en la Magna Grecia desde antiguo.78 La respuesta estereotipada pnu men on para dar la conformidad parece una burla del procedimiento del dilogosocrtico, ya que los dilogos de Platn abundan en esta expresin. Jenofonte busca un efecto cmico.

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    s, dijeron todos. Y si alguien fuera capaz deinfundir esta cualidad en las personas quedirigiera, no estara con razn orgulloso de suarte y con razn cobrara muchsimo dinero?. Yuna vez que todos estuvieron de acuerdo en ello,Scrates dijo: Pues bien, en mi opinin, esehombre es Antstenes79, aqu presente. 61 YAntstenes respondi: Me traspasas a m 6i elarte, Scrates? S, por Zeus!, dijo, porqueveo que has conseguido perfeccionarte en sucomplemento. Y cul es? El de mediador80,dijo.62 Y Antstenes, indignado, pregunt: Y cmosabes t, Scrates, que me he dedicado a esaactividad?. S que hiciste de mediador entreCalias, aqu presente, y el sabio Prdico, dijoScrates, cuando te diste cuenta de que aqulestaba enamorado de la filosofa y ste necesitabadinero. S que lo pusiste tambin en relacin conHipias de Elide, de quien aprendi el arte de lamemoria, que es precisamente por lo que se hahecho todava ms enamoradizo, porque nuncapuede olvidar cualquier cosa hermosa que vea. 63Recientemente, como sabes, al hacerme el elogiodel extranjero de Heraclea81, me hiciste sentir el

    deseo de l y nos pusiste en relacin. Lo cierto esque te estoy agradecido, pues me pareci que esun hombre de bien. Y en cuanto a Esquilo elfliasio, elogindolo ante m y a m ante l, no nospusiste en tal situacin que, enamorados gracias atus palabras, andbamos como perros que siguenuna pista buscndose mutuamente? 64 Pues bien,al verte con esa capacidad pienso que eres un buenmediador. Porque un hombre apto para reconocera las personas capaces de serle provechosas y para

    poder hacerles desearse mutuamente, creo que esteindividuo tambin sera capaz de hacer amigas alas ciudades y concertar matrimonios adecuados, yque tenerlo como aliado tendra muchaimportancia tanto para las ciudades como para susamigos. En cambio t, como si te hubieradifamado diciendo que eres un buen mediador, teindignaste. Pues bien, dijo Antstenes, ahora

    79 Esta brusca sustitucin de personaje, dando entrada a Antstenes, es un ejemplo de aprosdketon (sorpresa), muy

    frecuente en Aristfanes como recurso cmico.80 Si el mastrops es el que prostituye a otro ejerciendo un oficio abierto, el proagogs es un proveedor clandestino,contra los que Soln haba decretado la pena de muerte. Es un oficio complementario del primero, pues ambos tienen elmismo objetivo, aunque con procedimientos diferentes.81 Personaje desconocido, aunque puede tratarse del pintor Zeuxipo. Tampoco sabemos nada de Esquilo de Fliunte.

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    ya no estoy indignado, por Zeus!, porque sirealmente tengo tal capacidad, tendr el almacolmada de riquezas. As termin el recorrido delos distintos turnos de palabra.

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    V 1 Calias dijo entonces: Pero entonces t,Critobulo, no vas a enfrentarte con Scrates en ladisputa sobre la belleza?. No lo har, porZeus!, pues se da cuenta de que el mediador tienebuena fama entre los jueces, dijo Scrates. 2Pues a pesar de ello, dijo Critobulo, no voy aescurrir el bulto, de modo que vete demostrando,con todo el talento que puedas, que eres mshermoso que yo; nicamente, aadi, quealguien acerque la lmpara. Pues bien,respondi Scrates, en primer lugar te cito parainstruir el proceso82, de modo que debes irrespondiendo. 3 Y t vete interrogando. Tcrees que la belleza se da nicamente en elhombre, o tambin en otras cosas?. Yo creo,por Zeus!, que tambin existe en un caballo, enun toro y en muchas cosas inanimadas. S, porejemplo, que tambin puede ser bello un escudo,una espada y una lanza. 4 Y cmo es posible,pregunt, que estas cosas, que no se parecen en

    nada, sin embargo sean bellas? Por Zeus!,dijo Critobulo, tambin estas cosas son bellas siestn bien fabricadas con vistas a las actividadespara las que adquirimos cada una o bien dotadaspor la naturaleza para nuestras necesidades83.5 Sabes entonces para qu necesitamos los

    ojos?. Evidentemente, para ver. En ese caso,mis ojos son ya ms hermosos que los tuyos.Cmo es eso?. Porque los tuyos slo ven enlnea recta, mientras que los mos, por ser muy sal-

    tones84

    , ven tambin de lado. Quieres decir,respondi, que el cangrejo tiene los ojos msbellos?. Sin duda, respondi, pues tiene losojos mejor conformados para su fuerza. Deacuerdo, pero qu nariz es ms hermosa, la tuya ola ma?. 6 Yo creo, dijo, que la ma, siefectivamente los dioses nos pusieron la nariz paraoler, pues las ventanas de la tuya miran haciatierra, mientras que las mas son respingonas hacia

    82 Parodia del procedimiento judicial ateniense: primero, en la ankrisis el magistrado instruye el proceso, renepruebas y declaraciones, para llevarlas luego ante el tribunal.83 Scrates sacar sus consecuencias de este falso concepto de la belleza.84 Scrates no slo tena los ojos saltones, sino que algunos pasajes platnicos hablan de estrabismo.

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    arriba, de modo que pueden captar los olores detodas partes. Y cmo va a ser una nariz chatams hermosa que una nariz recta?. Porque nolevanta barrera, sino que permite a los ojos verdirectamente lo que desean. En cambio, una narizalta levanta con arrogancia una muralla entre losojos. 7 Pues en cuanto a la boca, dijoCritobulo, desde luego me doy por vencido, puessi se ha hecho para morder, tu puedes darmordiscos ms grandes que yo, y, por el hecho detener labios gruesos, no crees que tambin debenser ms dulces tus besos?. Oyndote hablar,dijo Scrates, da la impresin de que tengo laboca ms fea que los burros. Pero como prueba deque soy ms bello que t no incluyes el hecho deque las nyades, diosas como son, dan a luz a lossilenos85, que se parecen a m mucho ms que ati?. 8 Critobulo entonces respondi: Ya no sreplicarte; que se proceda a la votacin para quecuanto antes sepa el castigo que tengo que sufrir ola multa que pagar. nicamente pido votacinsecreta, pues temo que tu riqueza y la deAntstenes me destronen. 9 En vista de ello, lamuchacha y el muchacho votaron en secreto86.Scrates, entre tanto, consigui que acercaran

    tambin la lmpara a Critobulo

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    , para evitar quelos jueces padecieran engao y que al vencedor leconcedieran stos como coronas no cintas sinobesos. 10 Cuando se volcaron las urnas y todos losvotos fueron para Critobulo, Scrates dijo: Ay,ay!, tu dinero, Critobulo, no se parece al de Calias,pues el suyo hace a los hombres ms justos,mientras que el tuyo, como suele ocurrir lamayora de las veces, es capaz de corromper a

    jueces y jurados.

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    VI 1 A partir de ese momento, una parte de losasistentes apremiaban a Critobulo para querecibiera los besos en premio a su victoria,mientras otros pedan que se convenciera antes aldueo legal de los muchachos, y otros gastabanotras bromas. Como Hermgenes segua callado,Scrates, llamndole por su nombre, le pregunt:Podras decirnos, Hermgenes, qu es tener mal

    85 Los silenos, hijos de ninfas, que ya aparecen en ei himno homrico a Afrodita (V 263).86 Despus de decidir que slo voten el muchacho y la muchacha, sorprende que luego se hable de todos los votos (10). Jenofonte puede haber querido expresarse humorsticamente con una frmula aplicable a un proceso normal.87 Como Critobulo se la haba hecho antes acercar a la cara de Scrates.

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    vino?. Y l respondi: Si me preguntas lo querealmente es, no lo s88, pero puedo decirte lo quecreo que es. 2 Entonces, dinos lo que teparece, dijo Scrates. Pues bien, yo juzgo tenermal vino el amargar a la compaa por culpa delvino. Te has dado cuenta entonces de quetambin t en este momento nos ests amargandocon tu silencio?. Tambin cuando estishablando? No, sino en los intervalos de laconversacin. No te has dado cuenta entoncesde que mientras vosotros estis hablando no se po-dra meter ni un pelo, no digamos ya con mayormotivo, una palabra?. 3 Y Scrates respondi:Calias, no podras venir en ayuda de un hombrepuesto entre la espada y la pared?. Con muchogusto, dijo Calias, pues cuando suena la flautanos quedamos completamente callados. A lo querespondi Hermgenes: Queris entonces que,lo mismo que Nicstrato89 el actor recitabatetrmetros al son de la flauta, yo tambinconverse con vosotros al son de la flauta?. 4 Porlos dioses, Hermgenes, dijo Scrates, hazloas, pues pienso que de la misma manera que elcanto es ms agradable acompaado de la flauta,as tambin tus palabras podran resultar ms

    dulces al son de la msica, sobre todo si vasgesticulando, como la flautista, al comps de loque dices. 5 Entonces dijo Calias: En ese caso,cuando nuestro Antstenes est refutando a uno delos convidados qu msica habr que ponerle?Para refutar a alguien, yo creo que la msicaadecuada es el silbido, dijo Antstenes.6 Mientras se estaban desarrollando estasdiscusiones, al ver el siracusano que la gente noprestaba atencin a sus exhibiciones, sino que se

    entretenan entre ellos, le dijo con despecho aScrates: Eres t, Scrates, el que llaman elpensador90?. Desde luego, es mejor eso que sime llamaran el despreocupado. Eso estara biensi no tuvieras fama de pensador de las cosas dearriba. 7 Es que t conoces, dijo Scrates,algo que est ms arriba que los dioses?. Pero,

    88 Hermgenes se siente molesto al ver que Scrates censura su actitud, y se defiende de no tener conocimiento directode laparointa por no haberla experimentado en carne propia.89

    Actor trgido de gran reputacin, citado todava por Plutarco. Aqu se refiere a la parakatalog, recitadoacompaado de flauta.90 El siracusano se dirige a Scrates con intencin satrica, como ARISTFANES,Nubes 94, cuando llama pensadero(phrontistrion) a la casa de Scrates. Las cosas de arriba son los fenmenos meteorolgicos y fsicos, cuyainvestigacin se consideraba como una impiedad.

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    por Zeus!, dijo el siracusano, es que no es deeso de lo que afirman que te preocupas, sino de lascosas ms intiles. Incluso en ese caso, dijoScrates, me estara preocupando de los dioses,pues desde arriba nos mandan la lluvia paraayudarnos, desde arriba nos proporcionan la luz. Ysi lo que digo es poco interesante, dijo, t tienes laculpa por andar ponindome pegas. Deja eso,dijo el, pero dime a cuntos pasos de pulga estsdistante de m91, 8 pues dicen que te dedicas a esaclase de medidas. Entonces intervino Antstenes:Desde luego, Filipo, eres muy hbil haciendocomparaciones92; no crees que este individuo separece a uno que est deseando insultar?. S,por Zeus!, dijo, y tambin a otras muchasclases de personas. 9 Aun con eso, dijo Scra-tes, no sigas t sacndole parecidos, no vaya are