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  • 8/2/2019 bajtin estetica

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    t raducc ion deTATIANA BUBNOVA E S T E T I C A

    D E L AC R E A C IO N V E R B A L

    porM. M. BAJTIN

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    Las diversas esferas de la actividad human a estan todas relacinadas con el uso de la lengua. Por eso esta clare que el ca .y las Iormas de su uso son tan multifotmes como las esferas deactividad humana, 1 0 cual, desde luego. en nada contradice>la unidad nacional de la lengua. EI uso de la Iengua se lleva a caen forma de enunciados (orales y escritos) concretos y singulque pertenecen a los participantes de una u otra esfera de'praxis humana. Estos enunciados reflejan las condicicnesficas y el objeto de cada una de las esferas no 5610 por sutenido (ternatico) Y por su estilo verbal, 0 sea por la selecci6nlos recursos lexicos, fraseol6gicos Y gramaticales de la lengua,sino, ante todo, por su composici6n 0 estructuraci6n. Los tres me-mentos mencionados -el contenido tematico, el estilo y laposici6n-' _ estan vinculados indisolublemente en Ia totaiidadenunciado y se determinan, de un modo sernejante, par lacificidad de una esfera dada de comunicnci6n. Cada enunciseparado es, por supuesto, individual, pero cada esfera del usaIa lengua elabora sus tipos relativamente estables de enuncia los que denominamos generos discursivos.La riqueza y diversidad de los genetos discursivos es inporque las posihilidades de Ia actividad hurnana son inagota .y porque en cada esfera de la praxis cxiste todo un repertoriogeneros discursivos que se diferencia y crece a rnedida dese desarrolla y se com plica Ia esf'era misma. Aparte hay que pode relieve una extrema heterogeneidad de los generos di(orales y cscritos) . Efectivamente, debernos incluir en losdiscursivos tanto las breves replicas de un dialogo cotidianomaude en cuenta el hecho de que es muy grande la diversidadlos tipos del dialogo cotidiano segun el terna, situaci6n, numeroparticipantes, etc.) como lin relato (relaci6n) cotidiano, tantocarta (en todas sus diferentes formas) como una ordenbreve y estandarizada; asimismo, alIi entrarian un decreto Av"...ny detallado, el repertorio bastante variado de los oficios bticos (formulados generalmente de acuerdo a un estandar) , todo

    EL PROBLEMA DE LOS GENEROS DISCURSIVOS

    t. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y DEFINICI6N DE l.OSGENEROS DISCURSI VOS

    [ . :?- l8]

    249PLANTEAMIENJ 'O Y DEFINICIONun universo de declaraciones publicas (en un senticlo amplio: lassO?ia.les, las P?Iiticas); pero ademas tendrernos que incluir lasmultiples .mamfestaciones. cientificas, as! como todos los gene-ros h,teranos (desde un dicho hasta una novela en varies tomos) .Podria parecer que la diversidad de los generos discursivos est~n g~ande que no hay ni ~uede haber un solo enfoque para suestudio, por9ue desdc un nusrno angulo se estudiarian fen6menostan heterogeneos como las replicas cotidianas constituidas porun? ~ola palabra y como una novela en muchos tomos, elaboradaartisticamente, obien una orden militar, estandarizada y obligatoria

    por EU entonaci6n, y una obra lirica, profundamente indivi-. etc. Se podria creer que la diversidad funcional con-vierte los rasgos cornunes de los generos discursivos en algo

    'ia~stracto y vacio de significado. Probablemente con esto se ex-~ltc,~ eI hecho de, que el problema general de los generos discursivos

    " . la,mas se. haya. planteado. Se han estudiado, principalmente, 105g:neros iJtcr?rIos. Perc desde Ia antiguedad clasica hasta nuestros~IaS e~tos generos se han examinado dentro de su especificidadI~te~afla y arti~tica, en relacion con sus diferencias dentro de loslimites de 10 literario, y no como deterrninados tipos de enuncia-dos que se distinguen de otros tipos pero que tienen una natura-Ieza verb~l (Iingiiistica) comun. EI problema lingiiistico generaldel em!nclado y de sus tipos casi no se ha tornado en cuenta. AA~a.rtIr de Ia a~tigi.iedad se han estudiado tambien los generosreto~'lcOS, ( X las epocas ulteriores, por cierto, agregaron poco a lateona clasica) : en este campo ya se ha prestado mayor atenci6nla naturaleza verbal de estos generos en tanto que enunciados,

    .a tales mome.nt.os COJ~O, por ejemplo, Ia actitud con respecto aloyent~ .y su influencia en el enunciado, a la conclusion verbalespecifica del enunciadc (a diferencia de la conclusi6n de un pe~samie~t?), et~. ~e.ro alli t~n:bien Ia especificidad de los ge-neros retoricos (judiciales, polItICOS) encubria su naturaleza lin-g.ilfstica c?mun. Se han cstudiado, finalmente, los generos discur-.....vos (evI.dentemente las replicas del dialogo cotidiano) , y, ade-.; s, precisamente desde el punto de vista de la Iingiiistica gene-ral (en la .eseuela saussureana,' entre sus seguidores actuales, los.

    tUl '~hstas, entre los behavioristas 2 nortcamericanos y entreseguidores de K. Vossler," sobre una fundamentaci6n lin-ica ?bsolutame~te diferente). Pero aqueIJos estudios tampocopcdido conducir a una definicion correcta de la naturaleza. istica cormin del enunciado, porque esta definicion se limit6

    la especificidad del habla cotidiana, tomando por modelo a ve-

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    250 EL PROfllD.IA ])E LO:; GENEROS DI Y DEFINICI6N 251ces los enunciados intencionadamente primitivos (los behatas norteamericanos).

    De ninguna manera se debe subestimar 1a extremaneidad de los generos discursivos y la consiguiente dificultaddefinicion de la naturalcza cormin de los cnunciados. Sobrehay que prestar atencion a la diferencia, sumarnente importentre generos discursivos primaries (simples) y secundarios (plejos) ; tal diferencia no es funcional. Los generos discursivoscundarios (complejos) -a saber, novelas, dramas,cientfficas de toda clase, grandes generos periodisticos, etc.-'gen en condiciones de la cornunicacion cultural mas compleja,lat ivamente mas desarrollada y organizada, principalmentecomunicaci6n artfstlca, cientifica, sociopolitica, ctc. En el nrocesde su formaci6n estos generos absorben y reelaboran digeneros primarios (simples) constituidos en la comunicacioncurs iva inmediata. Los generos primaries que forman parte .los generos complejos se transforman dentro de estos ultimos:'adquieren un caracter especial: pierden su relaci6n inmediata Ia realidad y con los enunciados reales de otros, por ejemplo,.replicas de un dialogo cotidiano 0 las cartas dentro de unaconservando su forma y su importancia cotidiana tan solopartes del contenido de Ia novel a, participan de la realidadsolo a traves de la totalidad de la novela, es decir, comomiento artistico y no como suceso de la vida cotidiana. Laen su totaIidad es un enunciado, igual que las replicas de unlogo cotidiano 0 una carta particular (todos poseen una 11leza cormin) , pero, a diferencia de estas, aquello es unsecundario (complejo).

    La diferencia entre los generos prirnarios y los s(ldeologicos) es extremadamente grande y es de fondo; sinbargo, por 10 mismo la naturaIeza del enunciado debe serbierta y determinada mediante un analisis de ambos tipos;mente bajo esta condici6n la definicion se adecuaria a laleza complicada y profunda del enunciado y abarcarfa sustos mas importantes. La orientaci6n unilateral hacia los .primarios lleva ineludiblemente a una vulgarizaci6n de todoproblema (el caso extremo de tal vulgarizaci6n es la lingiifbehaviorista). La misrna correlacion entre los generos priy secundarios, y el proceso de Ia forrnacion historica de eproyectan luz sobre la naturaleza del enunciado (y ante todo sbre el complejo problema de Ia relaci6n mutua entre el lenguajy la ideologfa 0 vision del mundo). . ...EI estudio de la naturaleza del enunciado y de la diversidad

    form as genericas de los enunciados en diferentes esferasactividad humana tiene una cnorrne importancia para casilas esferas de la lingufstica y 1a filologia. Porque tad a in-

    "U"'t'iu".va ace rca de un material Iinguistico concreto (historia dea, gramatica normativa, coinposicion de toda clase de

    , estilistica, etc.) inevitablemente tiene que' ver conados concretos (escritos y orales) relacionados con dife-esferas de la actividad human a y de la comunicaci6n; estosados pueden ser cronicas, contratos, textos 1egislativos, ofi-

    burocraticos, diversos generos Iiterarios, cientificos a perio-cartas particulates y oficiales, replicas de un dialogo

    iano (en sus multiples manifestaciones), etc., y de alli losres obtienen los hechos lingiiisticos necesarios. Una

    clara ace rca de la natura1eza del enunciado en general yparticularidades de diversos tipos de enunciados, tanto

    como secundarios, 0 sea de diferentes generos discur-es necesaria, segun nuestra opinion, en cualquiera orienta-espedfiea del enunciado. El menosprecio de la naturaleza

    -enunciado y la indiferencia frente a los detalles de los aspec-genericos del discurso llevan, en cualquier esfera de la inves-. Iingufstlca, al formalismo y a una abstraccion excesiva,

    el caracter hist6rico de la investigaci6n, debilitan eldel lenguaje con Ia vida. Porque el lenguaje participa ena traves de los enunciados concretos que 10 realizan, asi

    la vida participa del lenguaje a traves de los enunciados. EIlUU"'."Iu.v es micleo problematico de extrema importanciav.Anali-:

    por este lado algunas esferas y problemas de [a lingilistica .Ante todo, la estilistica. Todo estilo esta indisolublemente

    ado con el enunciado y con las formas tlpicas de enuncia-es decir, con los generos discursivos. Todo enunciado, oralto, primario 0 secundario, en cualquier esfera de la comu-

    ..",.",.vu discursiva, cs individual y por 10 tanto puede reflejar laidad del hablante (0 del escritor) , es decir puede poseer

    estilo individual. Pero 110 todos los generos son igualmenteibles a semejante reflejo de 1a individualidad del hablante

    el Iengua]e del enunciado, es decir, no todos se prestan aun estilo individual. Los mas productlvosen este sentido

    los generos literarios: en enos, un estilo individual formadel prop6sito mismo del enunciado, es una de las fin alida-

    principales de este: sin embargo, tambien dentro del marcola literatura los diversos generos ofrecen diferentes posibilida-para expresar 10 individual del lcnguaje y varies aspectos deindividualidad. Las condiciones menos f avorecedoras para el

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    252 EL PROBLEMATEAMIENTO Y DEFINICION 253

    reflejo de 10 individual en el lenguaje existen en aquellosdisclirsivos que requieren form as estandarizadas, por ejemplo,: .muchos tipos JI! documentos oficiales, en las ordenes mililas sciiales verbales, en el trabajo, etc. En tales generos s610den reflejarse los aspectos mas supcl'ficiales, casi bio16gicos,la illdividualidad (y ordinariamenle, en su realizaci6n oralestos generos est

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    254una simple (y generalmente superficial) .des~ripci?n d.e los estilosexistentes e intercambiables a una explicacion hlst6.flca. decamblos, hace falta una elaboraci6n espec}al de la blston.~ degeneros discursivos (y no s610 de los g~neros secundarios,tambien de los primarios) , los que reflejan de ~na manerainmediata, atenta y flexible to~as las tran~formacl~nes de lasocial. Los enunciados y sus tipos, es declr! los. generos "'''LU''.-vos . son correas de transmisi6n entre la historia de lay 1~ historia de la lengua. Ni un solo fen6meno nuevo toneuco,lexico de grarnatica) puede ser inc1uido en el sistema de lagua sinpasar la larga y compleja via de la prueba de elabo . .n''''it.,t'\generica." . ..1En cada epoca del desarrollo de la lengua liter,ana, sonminados generos los que d~ el, t ~no, y ~st~ .no solo. sonsecundarios (literarios, periodlsticos, clenhflco~), s inolosprimarios (ciertos tiP.os del dialo.g? oral: ~lalog?~ defntimos, de clrculo, cotidlan~s y ~amll~ares, sociopoliticos, .ficos, etc.) . Cualquierextension literaria por cue?ta de.estratos extraliterarios de Ia lengua nacional esta relacionadaevitablemente con la penetra~i6n, ~n t,o~os los ~em;r~s, de lagua literaria (generos literarlos, cientlficos, periodfsticos, deversacion) , de los nuevos procedimientos g~nericos para ...turar una totalidad discursiva, para concluirla, para tomarcuenta al oyente 0 participante, etc., todo 10 cual lleva amayor 0 menor restructuraci6n y ren~vaci6n de los generoscursivos. AI acudir a los correspondientes estratos node la lengua nacional, se recurre inevitablemente a losdiscursivos en los que se realizan los estratos. En su ,nH Ut""!Iestes son diferentes tipos de generos dialogico-coloquiales: ..ahi resulta una dialogizaci6n, mas 0 menos mar~a?,a, de losros secundarios una debilitaci6n de su composicron llUUVJ1VO'''''una nueva percepcidn del oyente como participante de laaS I como aparecen nuevas formas de concluir lao t~talidad,Donde existe un estilo, existe un genero, La tran~lc16n de ~ntilo de un genero a otro no 5610cambia la entona~16n .del estilolas condiciones de un genero que no le es propio, sino quetruye 0 renueva el genero mismo.Asf, pues, tanto los estilos individual~s como. aque~lospertenecen a la lengua tienden bacia los generos dlSCurSlVOS.

    EL PROBLEMA DE LOS GENEROS DlSCURSIVOS PLANTEAMIENTO Y DEFIN ICION 255

    Esta tesis nuestra nada tiene que ver con la vossleriana1a primacfa de 10 estillstlco sobre 10 gramatical. Lo cual se ."",. . .."",. .con toda claridad en el curso de nuestra exposlcidn.

    estudio mas 0 menos profundo y extenso de los generos discursi-vas es absolutamente indispensable para una elaboraci6n produc-tiva de todos los problemas de la estilistica.Sin embargo, la cucsti6n metodo16gica general, que es de fen-do, acerca de las relaciones que se establecen entre el lexico y Iagrarnatica, par un lado, y entre el lexico y la estilfstica, por otro,desemboca en el mismo problema del enunciado y de los generosdiscursivos.La gramMica (y la lexicologia) difiere considerablemente deIa estilistica (algunos inclusive IIegan a oponerla a la estilfstica) ,pero al mismo'tiempo ninguna investigaci6n acerca de la grama-tica (y atin mas la gramatica normativa) puede prescindir de lasobservaciones y digresiones estiHsticas. En muchos casas, 1a fron-tera entre 1a gramarica y 1a estilistica casi se borra. Existen fe-n6menos a los que unos investigadores relacionancon la grarna-tica y otros con 1a estilistica, por ejemplo el sintagma.Se puede decir que la gramatlca y la estilfstica convergen y sebifurcan dentro de cualquier fen6meno lingiiistico concreto: si. se analiza tan solo dentro del sistema de la Jengua, se trata de unfen6meno gramatical, pero si se analiza dentro de Ia totaIidad de

    un enunciado individual 0 de un genero discursivo, es un fen6-meno de estilo. La misma selecci6n de una forma gramaticalde-terminada per e1hablante es un acto de estilistica. Pero estos dospuntos de vista sobre un mismo fen6meno concreto de la lenguano deben ser mutuarnente impenetrables y no han de sustituir unoal otro de una manera mecanica, sino que deben combinarse orga-nicamente (a pesar de una escision metodo16gica muy clara entreambos) sabre la base de la unidad real del fen6meno lingliistico.Tan s610 una profunda comprensi6n de Ianaturaleza del enun-ciado y de las caracterfsticas de los generos discursivos podriaasegurar una soluci6n correcta de este complejo problema meta-dol6gico. .

    EI estudio de la naturaleza del enunciado y de los generosdiscursivos tiene, a nuestro parecer, una importancia fundamentalpara rebasar las nociones simplificadas acerca de la vida discur-siva, acerca de la Hamada "corriente del discurso", acerea de laeomunicaci6n, etc., que persisten aiin en la lingiiistica sovtetlce.Es mas, el estudio del enunciado como de una unidad real de facomunicaci6n discursiva permitira eomprender de una maneramas correcta la naturaleza de las unidades de fa lengua (como sis-. tema) , que son la palabra y la oraci6n.Pasemos a este problema mas general.

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    256 El PIWIlLEMA ilL LOS GENEROS DI::iCURSIVOS EL ENUNCIADO

    La lin giiis tic a d el s iglo XIX , comenzando par Wilhelm von H;um.boldt sin negar la funcion comunicativa de la lengua, la dejabade lado como algo accesorio; en el primer plano estaba la funcionde la generacion del pensamiento independientemente de la co-niunicacion, Una famosa formula de Humboldt reza asi: "Sintocar la neccsidad de 1a cornunicacion entre la humanidad, lalengua hubiese sido una condicion necesaria del pensamiento de]hombre, incluso en su eterna soledad"." Otros investigadores, porejernplo, los seguidores de Vossler, dieron la principal importan-cia a la Hamada Iuncion expresiva, A pesar de las diferencias -enel enfoque de csta funcion entre varies teoricos, su esencia sereduce a laexpresi6n del mundo individual del hab1ante. EI len-guaje se deduce de la necesidad del hombre de expresarse y obje-tivarse a S 1 mismo. La esencia del lenguaje , en una u otra forma,por una u otra via, se restringe a la creatividad espiritual del indi-viduo, Se propusieron y contiruian proponiendose otros enfoquesde las funciones del lcnguaje, pero 1 0 mas caracteristico de todossigue siendo el hecho de que se subestima, si no se desvaloriz~par complete, la I un c io n c or n un ic at iv a de la lengua que se a11a11-.za desde el punta de vista del hablantc, como si hablase solo sinun a [crzosa relacion con otros partic ipan tcs de la comunicaciondiscursiva. Si el papel del otro se ha tornado en cuenta ha sidoiin icamen te en fun c ion de ser un oyen tc pasivo a qui en tan solo"se le asigna el papel de cornprender al hablante, Desde este punt9de vista, c l en un c iado tien de hacia su objcto (es d ecir, hacia sucontenido y hacia el enunciado mismo). La lengua, en realidad:tan solo rcquic rc al hablante -un hablantc- y al objeto de sudiscurso, y si la lengua s imul taneamen te puede utilizarse comomedio de comunicacion, esta es su Iuucion accesoria que no toeasu esen c ia, L a colectiv idad lin gu is tica. Ia pluralidad de los hablan-tcs no puede , por supuesto, ser ignorada. pero en la definicion d ela esencia de la lengua esta realidad resulta ser innecesaria y n?deterrnina la naturaleza de lenguaje. A veces, la colectividadIin-gilistica se contempla como una especie de personalidad colectiva,"espiritu del pueblo", etc. y se le atribuye una enorme importari-cia (por ejernplo, entre los adeptos de la "psicologfa de los. . . ,

    w . Humboldt, 0 razlichii organizmov chelovecheskogo iazyka,Pctersburgo, 18')9. p. 51.

    257bios"), pew inclusive en este caso la pluralidadde los hablantesque son otros en relacion can cada hablante determinado carecede importancia. '

    En la lingiifstica hasta ahora persisten tales fieciones como el"oyente" y "el que comprende" (los compafieros del "hablante")la "corriente discursiva unica", etc. Estas ficciones dan un con-cepto absol~tamente distorsionado del proceso complejo, multi-lateral y activo de la comunicacion discursiva. En los cursos delingUistica general (inclusive en trabajos tan serios como el deSaussu~:e) / a menudo se presentan esquematicamente los doscompaneros de la comunicacion discursiva, el hablante y el oyente,se ofrece un esquema de los procesos activos del discurso encuanto al habl?nte y de los procesos pasivos de recepcion y com-......... OJLVa del discurso en cuanto al oyente. No se puede decir quetales esquemas sean falsos y no correspondan a determinadosmomentos de la r.ealidad, pero, cuando tales momentos se pres en-tan como la totalidad real dela comunicacion discursiva se con-vierten en una ficcion cientlfica, En efecto, el oyente, al percibiry comprender el significado (lingilfstico) del discurso, sirnulta-neamente toma con respecto a este una activa postura de respues-ta: esta 0 no esta de acuerdo con el discurso (total 0 parcial-.mente). 1 0 completa, 1 0 apIica, se prepara para una accion, etc.;la postura de respuesta del oyente esta en formacion a 1 0 largotodo e 1 proceso de audicion y cornprension desde eI principio,

    ...a veces, a partir de las primeras palabras del hablante. Todade un discurso vivo, de un enunciado viviente, tiene

    ; caracter de respuesta (a pesar de que el zradn de nMti('in~rir.npuede ser muy variadoj j tada cornprension estip;e~;d~-I;~;;~:

    a y de una u otra manera la genera: el oyente se conviertehablante. Una comprension pasiva del discurso percibido ess~lo ~n momenta abstracto de la comprension total y activaimplica una respuesta, y se actualiza en la consiguiente

    .respuesta en voz alta. Claro, no siernpre tiene lugar una respuesta .. ata en voz alta; la comprension activa del oyente puede tra-

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    25 8 r.t. PROBLEMA DE I.OS GENEROS DISCURSIVOScompleja comunicaci6n cultural cuentan precisamentc con estaactiva comprensi6n de respuesta de accion retardada. Todo 1 0 queestamos exponiendo aqui sc refiere, con las correspondientes va-riaciones y complernentaciones, al discurso escrito y leido,

    Asi, pues, toda comprensi6n real y total ticne un caracter derespuesta activa y no es sino una fase inicial y preparativa dela respuesta (cualquiera que sea su forma). Tambien el hablantemismo cuenta can esta activa comprensi6n preriada de respuesta:no espera una comprensi6n pasiva, que tan s6lo reproduzca suidea en 1a cabeza ajena, sino que quiere una contestaci6n, consen-timiento, participacion, objecion, cumplimento, etc. (los diversosgeneros discursivos presuponen diferentes orientaciones etiologi-cas, varios objetivos discursivos en los que hablan 0 escriben). Eldeseo de hacer cornprensible su discurso es tan solo un momento .:abstracto del concreto y total proyecto discursive del hablante. Esmas, todo hablante es de por sf un contestatario, en mayor 0 ..menor medida: el no es un primer hablante, quien haya interrum- ..pido par vez primera el eterno silencio del universo, y el no uni-.:camente presupone la existencia del sistema de la lengua que uti-liza, sino que cuenta con la presencia de ciertos enunciadosanteriores, suyos y ajenos, con las cuales su enunciado determi-:nado establece toda suerte de relaciones (se apoya en ellos,blemiza con elIos, 0 simplemente los supone conocidos peroyente.) Todo enunciado es un eslabon en la cadena, muyplejamente organizada, de otros enunciados.

    De este modo, aquel oyente que, con su pasiva comprensse represents como pareja del hablante en los esquemas decursos de Iingufstica -gen~raI, no corresponde al participantede la comunicaci6n discursiva. Lo que representa el esquematan solo un momento abstracto de un acto real y total de 1aprension activa que genera una respuesta (con la que cuentahablante) , Este tipo de abstraccion cientifica es en sf amente justificada, pero con una condici6n: debe serconscientemente como una abstracci6n y no ha de pcomo la totalidad concreta del fenomeno: en el casopuede convertirse en una ficcion, Lo ultimo precisamenteen la Iinguistica, porque semejantes esquemas abstractos, aunno se presenten como un reflejo de la comunicaci6nreal, tampoco se completan con un sefialamiento acerca de .mejor complejidad del fen6meno real. Como resultado de esto.rel'esquema Ialsea el cuadro efectivo de la comunicaci6n ...eliminando de ella los momentos mas importantes. El papel activo.

    E L E NU NC IA DO 259del otro en el proceso de 1a cornunicacion discursiva se debilitade este modo hasta el limite.

    E1 mismo menosprecio del papel activo del otro en el procesode la comunicaci6n discursiva, as f como la tendencia de dejar delado este proceso, se manifiestan en el usa poco claro y ambiguode tales terminos como "discurso" 0 "corriente discursiva",estos terminos intencionalmente indefinidos suelen designar aque-1 1 0 que esta sujeto a una division en unidades de lengua, que sepiensan como sus fracciones: f6nicas (fonema, silaba, periodoritmico del discurso) y significantes (oraci6n y palabra). "Lacorriente discursiva se subdivide" 0 "nuestro discurso compren-de ... ": asi suelen inicarse, en los manuales de lingiiistica y gra-matica, asi como en los estudios especiales de fonetica 0 lexico-logfa, los capitulos de gramatica dedicados al analisis de las uni-dades correspondientes a la lengua. Por desgracia, tambien 1arecien aparecida gramatica de la academia rusa utiliza el mismoindefinido y ambiguo termino: "nuestro diseurso". He aquf elinicio de 1a introduccion al capitulo dedicado a la fonetica: "Nues-tro discurso, ante todo, se subdivide en oraciones, que a su vezpueden subdividirse en eornbinaciones de palabras y palabras. Laspalabras se separan claramente en pequefias unidades f6nieas queson silabas. .. Las silabas se fraecionan en sonidos del discurso,o fonernas ... " *

    lDe que "corriente discursiva" se trata, que cosa es "nuestrodiscurso"? " e m i l es su extensi6n? lTienen un principio y un fin?Si poseen una extension inde te rminada.vgcual es la fraeci6n quetomamos para dividirla en unidades? Con respecto a todas estasinterrogantes, predominan una falta de definicion y una vague dadabsolutas. La vaga palabra "discursc", que puede designar tantoa la lengua como al proceso odiscurso, es decir, al habla, tantoa un enunciado separado como a toda una serie indeterminada deenunciados, y asimismo a todo un genero discursivo ("pronunciarun discurso ") , hasta e1 momenta no ha sido convertida, por partede los lingtiistas, en un terrnino estricto en cuanto a su significadoy bien determinado (en otras lenguas tienen lugar fenomenosanalogos) . Lo eual se explica por el hecho de que el problema delenunciado y de los generos discursivos (y, por consiguiente, elde la comunicaei6n diseursiva) esta muy poco elaborado. Casisiempre tiene lugar un enredado juego con todos los significadosmencionados (a excepci6n del ultimo) . Generalmente, a cualquier

    " Granunat ika russkogo iazyka, tomo 1, Moscu, 1952, p. 51.

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    260 EL PROllLEMA OE l.OS GENEROS DISCURSIVOS

    enunciado de cualquier persona se le aplica la expresion .,nuestrodiscurso"; pero esta acepcion jarnas se sostiene hasta el final. *Sin embargo, si falta definicion y c1aridad en aquello quesuelen subdividir en unidades de la lengua, en la definicion deestas ultimas tambien se introduce confusion.La falta de una definicion terminologica y la confusi6n quereinan en un punto tan importante, desde el punto de -vista me to-do16gico, para el pensamiento Iingiiistico, son resultado de unmenosprecio hacia la unidad real de la comunicaci6n discursivaque es el enunciado. Porque el discurso puede existir en la rea-Iidad tan s610 en forma de enunciados concretes pertenecientesa los hablantes 0 sujetos del discurso. EI discurso siempre estavertido en la forma del enunciado que pertenece a un sujeto dis-cursivo determinado y no puede existir fuera de esta forma. Pormas variados que sean los enunciados segun su extension, conte-nido, composicion, todos poseen, en tanto que son unidades de lacomunicaci6n discursiva, unos rasgos estructurales cornunes, y,ante todo, tienen Iron t eras muy bien definidas. Es necesario des-cribir estas fronteras que tienen un caracter esencial y de fondo.Las front eras de cada enunciado como unidad de la comuni-caci6n discursiva se determinan por el cambio de los sujetos dis-cursivos, es decir, par Ia alternaci6n de los hablantes. Todo enun-ciado, desde una breve replica del dialogo cotidiano hasta unanovela grande Q un tratado cientifico, posee, por decirlo asi, unprincipio absoluto y un final absoluto; antes del comienzo estanlos enunciados de otros, despues del final estan los enunciadosrespuestas de otros (0 siquiera una comprensi6n silenciosa y acti-va del otto, o, finalmente, una accion respuesta basada en tal tipode comprensi6n). Un hablante termina su enunciado para cederla palabra al otro 0 para dar lugar a su comprension activa comorespuesta. El enunciado no es una unidad convcncional sino real,delimitada con precisi6n por el cambio de los sujetos discursivos,

    Par cierto que no puedc ser sostenida hasta el final. Por ejernplo, unenunciado como "lEh?" (replica en un dialcgo) no puede ser divididoen oraclcnes, combinaciones de palabras 0 silubas. Por consiguiente, no .puede tratarse de cualquier enunciado. Luego, fraccionan el enunciado(discurso) y obtienen unidades de lei lengua, Despues, en muchas ocasio-nes definen 10 oraci6n como un enunciado elemental y, por 10 tanto, Iaoracion ya no puede ser unidad de enunciado, Se sobreentiende, implfci-tamente, .que se trata del discurso de un solo habJante; los malices dlalo-gicos se dejan de lado,En comparacion con las fronreras de los enunciados, todus las demasfronteras (entre oracioncs, combinacioncs de palabras, sintagrnas, pala-bras) son relat ives y convencionales.

    EL ENUNCIAOO 261y.que termin.a .CO?el.hecho de ceder la palabra al otro, una espe-Cl~ de un dixi silencioso que se percibe por los oyentes [comos ef ia l ] de que e l h ab la nt e haya concluido.

    Esta alter~ci6n de los s:ljetos discursivos, que constituye lasfronteras precisas del enunciado, adopta, en divers as esferas de la~raxis hum.ana y de ]8 vida cotidiana, formas variadas segiin dis-t inras funclO.nes. del lenguaje, diferentes condiciones y situaci6nde la comunicacion. Este cambia de sujetos discursivos se obser-va de un~ manera ma~ simple y obvia en un dialogo real, dondelos enuncIa~os de los interlocutores (dialogantesj, llamadas repli-cas, Be s u st it u y en mutuamentc. El dialogo es una forma clasicade la c~m_unicacion ~iscursiva debido a su sencillez y claridad.Cada r~?hca, pO,f.mas breve e intermitente que sea, posee unaconclusion especfffca, al expresar cierta posicion del hablante, laque puede s~r .~Qntestada y con respecto a la que se puede adop-tar otra posicion .. En esta conclusion especifica del enunciadoharemos hincapie mas adelante, puestoque este es uno de losr~sg?s disti~tivos principales del enunciado. Al mismo tiempo, lasreplicas estan relacionadas entre sf. Pero las relaciones que seestablecen entre las replicas de un dialogo y que son relacionesde pregunta, afirmaci~? y objeci6n, afirmacion y consentimiento,p.roposlclon y ?CeptaclOn, orden y cumplimiento, etc., son impo-sibles ent~e unidades de la Iengua (palabras y oraciones), ni den-tro del sls~ema de 1a lengua, ni dentro del enunciado mismo.Esta~ relaciones especfficas que se entablan entre las replicas deun dialogo son apenas suhespecies de tipos de re1aciones que sur-~~~__en~re e~u~ciado.s ~nteros en el proceso de Ia comunicacionUI1S(';UTSlva:ales relaciones pueden ser posibles tan solo entrelos enunciados que pertenezcan a diferentes sujetos discursivosporque pres~ponen la existencia de otros (en relacion con eihablantc) mlem?ros de una comunicacirin discursiva. Las relacio-, n~: entre enunclad~s enteros no se somcten a una grarnaticaliza-clO.n porque, repetrmos, son imposibles de establecer entre lasunrdades de la lengua, ni a nivel del sistema de la lengua ni den-tro del enunciado. '

    En los generos discursivos secundarios, sobre todo los gene-ros ,re1acionados con la oratoria, nos encontramos con algunosfenomenos que aparentemente contradicen a nuestra ultima tesis.Muy a menudo el hablante (0 el escritor), dentro de los limitesde suo enunciad? pla~te~ preguntas, las contesta, se refuta y re-chaza sus propias objeciones, etc. Pero estos fenomenos no sonmas .que una representacion convencional de Ia comunicaci6n dis-. c u rs iv a y d,c~os generos discursivos primaries. Tal represcntacioncs:..:~m1ctcl"lS[lca de: los generos retoricos (en sentido amplio, in-

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    26 2 EL I'ROBLEMA DE LOS GENEROS UISCURSI\US

    cluyendo algunos generos de la div~!gaci?n cie.ntif~c~), per?todos los demas generos secundarios (literarios Y cientif icos) uti-lizan diversas formas de la Implantacion de generos discursivosprimarios y relaciones entre ellos a la estructura del enunciado(y los generos primarios incIuidos en los se~undarios se transfc:r-man en mayor 0 menor medida, porque no tiene lugar un cambioreal de los sujetos discursivos). Tal es la naturaleza de los g e -neros secundarios." Pero en todos estos casos, las relaciones quese estab1ecen entre los generos primarios reproducidos, a pesar deubicarse dentro de los Iimites de un solo enunciado, no se someten!a 1~ gramaticalizacion y conservan su naturaleza especifica, que; 5 "iund~;;~~~;i~e-;;~ distinta de la naturaleza de las relacionesque existen entre palabras y oraciones (asi ~omo entre ot1'as.uni-dades lingufsticas: combinaciones verbales, etc.) en el enunciado,Aqui, aprovechando- el dialcgo y sus replicas, es necesarioexplicar previamente el problema de fa oracion como unidad defa lengua, a diferencia del enunclado como unidad de la comu-,nicacion discursiva.(EI problema de la naturaleza de la oracion es uno de losmas complicados y dificiles en la lingiiistica. La lucha de opinio-nes en relacion con el se prolonga hasta el momento actual. Des-de luego, la aclaracion de este problema en toda su complejidadno forma parte de nuestro proposito, nosotros tenemos la inten-cion de tocar tan solo en parte un aspecto de el, pero este aspecto,en nuestra opinion, tiene una importancia esencial para todo elproblema. Lo que nos importa es definir exactamente la relacionentre la oracion y el enunciado. Esto ayudara a vislumbrar mejor1 0 que es el enunciado por una parte, y la oracion por otra.)De esta cuestion nos ocuparernos mas adelante, y par 1 0 prontoanotaremos tan solo el hecho de que los lfrnites de una oracioncomo unidad de la lengua [amas se determinan par el cambio delos sujetos discursivos. Tal cambio que enmarcaria la oraciendesde los dos lados la convierte en un enunciado complete. Unaoracion asi adquiere nuevas cualidades y se percibe de una rna-nera diferente en comparacion con la oracion que esta enmarcadapor otras oraciones dentro del contexto de un mismo enunciadoperteneciente a un solo hablante. La oracion es una idea relati-varnente concluida que se relaciona de una manera inmediata conotras ideas de un mismo hablante dentro de la totalidad de sucnunciado: a1 concluir la oracion, el hablante hace una pausapara pasar luego a otra idea suya que continue, complete, funda-

    * Huellas de limitcs dcntro de los gencros secundurios.

    263mente a Ia primera. El contexto de una oracion viene a ser el can-texto del discurso de un mismo sujeto hablante; la oracion no- serelaciona inmediatamente y por sf misma con el contexto de 1arealidad cxtraverbal (situacion, ambiente, prehistoria) y con los.enunciados de otros ambientes, sino que se vincula a ellos a tra-ves de todo el contexto verbal que la rodea, es decir, a traves delenunciado en su totalidad. Si el enunciado no esta rodeado porel contexto discursive de un mismo hablante, es decir, si repre-senta un enunciado completo y concluso (replica del dialogo)entonces se enfrenta de una manera directa e inmediata a la rea-lidad (a1 contexto extraverbal del discurso) y a otros enunciados:ajenos; no es seguida entonces por una pausa determinada y eva-: luada por el mismo hablante (toda c1ase de pausas como fenome-. nos grarnaticales calculados y razonados solo son posibles dentro

    > del discurso de .un solo hablante, esdecir, dentro de un mismoUJl"lC.UO; las pausas que se dan entre los enunciados no tienencaracter gramatical sino real; esas pausas reales son psicolo-Ygicas0 se producen por algunas circunstancias externas y pueden....nterrumpir un enunciado; en los generos .Iiterarios secundariosesas pausas se calculan par eI autor, director 0 actor, pero sonradicalmenfe diferentes tanto de las pausas gramaticales como..stilfsticas, las que se dan, por ejemplo, entre los sintagmas den-del enunciadoj , sino por una respuesta 0 Ia comprension ta -a del otro hablante. Una oracion semejante convertida en un"ado completo adquiere una especial plenitud del sentido:relacion con ello se puede tomar una postura de respuesta:

    .estar de acuerdo a en desacuerdo con ello, se puede cumplirla sies una orden, se puede evaluarla, etc.: mientras que una oraciondentro del contexto verbal carece de capacidad para determinaruna respuesta, y la puede adquirir (0 mas bien se cubre por ella)solo dentro de la totalidad del enunciado.Todos esos rasgos y particularidades, absolutamente nuevos,no pertenecen a la oracion misma que llegase a ser un enunciado,sino al enunciado en 51 , porque expresan la naturaleza de este, yno la naturaleza de la oracion: esos atributos se unen a la oracion. letandola hasta formar un enunciado completo. La oracionunidad de la Icngua careee de todos esos atributos: no seimita por eI cambio de los sujetos discursivos, no tiene un.contacto inmcdiato can la realidad (con la situacion extraverbal)pi tampoco se relaciona de una manera directa con los enuncia-. dos ajenos; no posee una plenitud del sentido ni una capacidad:de deterrninar directamente la postura de respuesta del otro.. hablante, es decir, no provoca una respuesta. La oracion como

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    26 4 EL PROBLEMA DE LOS C(NEROS DlSCURSIVOS

    unidad de la lengua tiene una naturaleza gramatical, Iimites gra-maticales, conclusividad y unidad gramaticales. (Pero analizadadentro de la totalidad del enunciado y desde el punta de vista deesta totalidad, adquiere propiedades estilisticas.) AlIi donde laoracion figura como un enunciado entero, resulta ser enmarcadoen una especie de material muy especial. Cuando se olvida estoen el analisis de una oracion, se tergiversa entonces su natura-leza (y al mismo tiempo, la del enunciado, al atribuirle aspectosgramaticales) . Muchos lingii istas y escuelas lingi.iist icas (en 10 querespecta a la sintaxis) confunden ambos campos: 10 que estudianes, en realidad, una especie de hibrido entre 1a oracion (unidadde la lengua) y el enunciado. La gente no hace intercambiooraciones ni de palabras en un sentido estrictamente linguistico,ni de conjuntos de palabras; la gente habla por medio deciados, que se construyen can la ayuda de las unidades de lagua que son palabras, conjuntos de palabras, oraciones; elciadopuede ser constituido tanto por una oracion comouna palabra, es decir, por una unidad del discurso (principmente, por una replica del dialogo) , pero no par eso una ....U''u..de la lengua se convierte en una unidad de la comunicacioncursiva.

    La falta de una teoria bien elaborada del enunciadounidad de la comunicaci6n discursiva lleva a una diferenciacion"insuficiente entre la oraci6n y el enunciado, y a menudo a unacompleta confusion entre ambos.

    Volvamos al dialogo real. Como ya 10 hemos sefialado, es laforma clasica y mas seneilla de la comunicaci6n discursiva. EIcambio de. los sujetos discursivos (hablantes) que determinalimites del enunciado se prescnta en el dialogo con una c1aridadexcepcional. Pero en otras esferas de la comunicaci6n discursiva,incluso en la comunicaci6n cultural complejarnente organizada'(cientffica y artfstica) , la naturaleza de los limites del enuncies la misma.

    Las otras, complejamente estructuradas y especializadas,diversos generos cientificos y literarios, con toda su distinci6ncon respecto a las replicas del dialogo, son, pot Stl naturaleza, lasunidades de la comunicaci6n discursiva de la misma clase: conuna claridad igual se delimitan par el cambio de los sujetos dis-cursivos, ysus fronteras, conservando su iprecision externa,ad ..quieten un especial caracter interno gracias al heche de que el'sujeto discursivo (en este caso, el autor de Ia obra) rnanifiestaen ellos su individualidad mediante el estilo, vision del mundo entodos los' mementos intencionales de su obra. Este sella de indi-

    EL EN UNCIADO 26 5

    vidualidad que revel a una obra es 10 que erea unas fronteras in-ternas especificas que la distinguen de otras obras relacionadascon esta en el proceso de la comunicacion cliscursiva dentro deuna esfera cultural dada: la diferencian de las obras de los ante-cesores en las que se fundamenta el autor, de otras obras quepertenecen a una misma escuela, de las obras pertenecientes a lascorrientes opuestas can las que lucha el autor, etc.

    Una obra, igual que una replica del dialogo, esta orientadahacia la respuesta de otro (de otros) , hacia su respuesta com-prensiva, que puede adoptar formas diversas: intencion educa-dora con respecto _a los lectores, proposito de convencimiento, eo-mentarios criticos, infIuencia con respecto a los seguidores y epi-gonos, etc.; una obra determina las posturas de respuesta de losotros dentro de otras condiciones complejas de la comunicaciondiscursiva de una cierta csfera cultural. Una obra es eslabon enIa cadena de la comunicacion discursiva: como Ia replica de undialogo, la obra se relaciona con otras obras-enunciados: conaquellos a los que contesta y con aquellos que le contestan a ella;ai :nismo tiempo, igual que Ia replica de un dialogo, una obraesta separada de otras por las fronteras absolutas del cambio delos sujetos discursivos.

    ASI, pues, el cambio de los sujetos discursivos que enmarcaal enunciado y que crea su masa firme y estrictamente determi-nada en relacion con otrosenunciados vinculados a el, es el pri-mer rasgo constitutivo del enunciado como unidad de Ia comuni-cacion discursiva que 10 distingue de las unidades de la lengua.Pasemos ahora a otro rasgo, indisolublemente vinculado al' pri-mero. Este segundo rasgo es la conclusividad especifica del enun-ciado,

    El caracter concluso del enunciado prepresenta una carainterna del cambio de los sujetos discursivos; tal cambio se datan s610 por el hecho de que el hablante dijo (0 escribio) todo 10que en un momenta dado y en condiciones determinadas quisodecir. Al leer 0 al escribir,percibimos claramente el fin de unenunciado, una especie del dixi conclusivo del hablante. Esta con-clusividad es especifica y, se determina por criterios particulares -,El primero y mas import ante criteria de Ia conclusividad delenunciado es fa posibilidad de ser contestado. 0, en terminos

    exactos y amplios, Ia posibilidad de tamar una postura derespuesta en relacion can el enunciado (por ejernplo, cumpliruna orden). A este criterio esta sujeta una breve pregunta coti-'diana, por ejemplo "(,que hora es?" (puede ser contestada), unapeticion cotidiana que puecle ser cumplida 0 no, una exposicion

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    26 D EL I 'ltOlll.l .\ '' '. I ll. 1.0: -' l; I~NEi:OS DISCUI:S1VOS EL ENUNCIMlO 267cientffica con la que puede uno estar de acuerdo 0 110 (total 0parcialmente) , una novela que puede set' valorada en su totalidad.Es necesario que el enunciado tenga cierto caracter conc1uso parapoder ser contestado. Para eso, es insuficiente que el enunciadosea comprensiblc linguisticamente. Una oracion totalmente com-prensible y concluida (si se trata de una oracion y no enunciadoque consiste en una ora cion) , no puede provocar una reaccion derespuesta: se comprendc, pero no es un todo. Este todo, que esserial de la totalidad del sentido en e l e nu n ci ad o, no puede sersometido ni a una definicion gramatical, ni a una determinacionde sentido abstracto.

    Este caracter de una totalidad conclusa propia del enunciado,que asegura 1 3 posibilidad de una respuesta (0 de una compren-sian tacita) , se determina por ires momentos 0 factores que serelacionan entre S 1 en la totalidad organica del enunciado: 1] elsentidodel objeto del enunciado, agotado; 2] el enunciado sedetermina por I t t i n t enc iona li d ad diseursiva, 0 la voluntad discur-siva del hablantc; 3] el enunciado posee Iorrnas tipicas, genericasy estructurales, de conclusion.

    E l primer momento, Ia capaeidad de agotar el sentido delobjeto del enunciado, es muy diferente en diversas esferas de lacomunicacion discursiva. Este agotamiento del sentido puede sercasi completo en algunas esferas cotidianas (preguntas de carac-ter puramente Iactico y las respuestas igualmente facticas, ruegos,ordenes, etc.) , en ciertas esferas oficiales, en las ordenes militaresa industriales; es decir, alli donde los generos discursivos tienenun caracter estandarizado al maximo y donde esta ausente el mo-mento creativo casi por completo. En las esferas de creacion (so-bre todo cientffica) , por el contrario, solo es posible un gradomuy relativo de agotamiento del senti do; en estas esferas tan s610se puede hablar sobre un cierto minimo de conclusividad queperrnite adoptar una postura de respuesta. Objetivamente, el obje-to es inagotable, p~ro cuando se convierte en el lema de un enun -ciado (por ejcrnplo, de un trabajo cientffico) , adquicre un carac-ter relativarnente concluido en determinadas condiciones, en undeterminado enfoque del problema, en un material dado, en lospropositos que busca lograr el autor, es decir, dentro de loslimites de la intencion del autor. De este modo. nos topamos inevi-tablemente con el segundo factor, relaeionado indisolublementecon el primero.

    En cada enunciado, desde una replica cotidiana que \"UJ.l;'HLv'en una sola palabra hasta complejas obras cicntificas 0 lipodcmos abarcar, cntender, sentir 1a intencion discursiva,

    V?lllntad d iscu rs lv a d el hablan re, que determina tcdo el en un -ciado, su ~ol,um~n" sus Ifmites. N.os imaginamos que es 10 quequiere .declr el hablante, y cs mediante esta intencion 0 ltddlscursl.v~ (segun 1a interpretamos) como rnedimos el g ~ . ~ J :econcIUSlvldad del enunciado. La intencl'on dc terrn i 1. I' , .. I;; el'mma tanto afi1ISma. e e~~lOn . de l objeto (en determinadas condiciones de laCOn1l1l11CaClOnlSClll'slva en relacion COIl los enu . d ., . ') ,.' . nCla as anterio-res. > como s~s, Iim ites ~ su capacidad de agotar el sentido del

    . o bJ~t~. Tambien detcrruina, por supuesto, la eleccion de la forma...enerica en 1~ qt~e se volvera el enuneiado (eI tercer factor ue..ratarernos mas uddante). La intencirin I ' q, jetivo de_!cl1l1nciad?, forma una unidad in~~:of~bfe ~:~r:~n~~ :~~~del s~nttd?, del objeto, 1imitando a este ultimo vineuland~Ia)lLna snuacion concreta y tinica de 1a comunicaci6:1 d. : atoda .. iscursrva, con.: s sus clrcun~tancJa~ individuales, con los participantes en:p~rsona y con sus enunclados anteriores. Por eso los part' .: tdirectos de la comunicaci?n, que se orientan bien en la s1~~~~~~

    ... rcs~~eto a los enunciados anteriores abarcan rapidame t ''. n .facllldad la intencien 0 voluntad discursiva del h bI 11te y,perclb.cnd desde e1 principio mismo del discurso la tota~id:~~J,.~nuncla 0 en proceso de desenvolvimiento.

    ~asemos al tercer ,f~ctor, que es el mas importante para noso-, l~s formas gcnencas estables del enunciado. La volunr d

    IV? del hablante se realiza ante todo en la eleccion d. adiscursi d . d' e unSIVO etermina o. La eleceion se define por 1a es e-dad de una csfcra discursiva dada por las consid . psentido del bi t ' . ' eraciones: .__, ' ? JC ~ 0 tcrnaticas, por 1a situacion concreta de la . lCclCl~11 dl~curs1Va: por 1.0,sparticipantes de 1a comunicacio~~.=: ~n la, sucesrvo, la I11tenelOn discursiva del habla te...dlVlduahdad y subjetividad, se aplica y se adapta aingn~~~ :~np.o~~~. se forma y ~e desarr~lIa dentro de una forma generics

    f a. :ales gener~s existen, ante todo, en todas las multi-es era~ ~e la comUnJcaClon cotidiana, incluyendn a 1a ' ..~W"."U' " e Intima. mas.Nos expresarnos llI1icamente mediante derermin d ~. d . a os generos'4'''~'''H' llVOS,s Cell', todos nuestros enunciados posen unas forma

    !;Jara la estructuraci~n de la totalidad, rela tivamente esta~Disponemos de un nco repertorio de generos dis .. , . cursivoss y escrrtos. E ll la practice los utilizamos con s .d d~"'P"tN'''a,pero te6ricamente podemos no saber nada d egun.a yIgual que el Jourdain de Moliere quien hablaba : su eXlste!l-

    10, nosotros hablamos utiI[zando diversos gH_prosa s~nde . . I eneros SInsu eXlstencta. ncluso dentro de la platies mas libre

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    263EL PROBLEMA DE LOS GENEROS DISCURSIVOS EL ENUNCIADO 26 9

    y desenvuelta moldeamos nuestro discurso de ~c~erdo can. de;er-_;minadas forrnas genericas, a veces can caractenstlcas de cl~ehe.'Javeces mas agiles, plasticas y creativas (tambien, la com~l1lCa~lOn.cotidiana dispone de generos creativos) . Estes generos dlscurslvo.snos son dados casi como se nos da la lengua materna, q~~ domi-names libremente antes del estudio teorico de la gra~atlca. Lalengua materna, su vocabulario y su estructura gran!~lJcal,. no lo sconocemos por los diccionarios Y manu ales de gramatlc~, sino porlos enunciados concretos que escuchamos y reproduclmos en lacomunicacion discursiva efectiva con las personas que nos rodean.Las formas de la iengua las asumimos tan solo eil las formas delos enunciados y junto con elIas. Las formas de la lcn gu a y. las.Iormas tipicas de los enunciados Began a nuestra expenencl~, ya nuestra eoncieneia conjuntamente y en una estrccha rel,actOn....mutua. Aprender a hablar quiere decir aprender a construir los.enunciados (porque hablamos con los enunciados y no, meoraciones V menos aun por palabras separadas). Los generoscursivos ~;ganizan nuestro discurso. easi de. I~I?isma man J ..como 10 organizan las formas gramatIeales (stnt~~t1ca). Apre?de-:mos a plasmar nuestro discurso en formas gener!cas, y a1 orr eL .discurso ajeno, adivinamos su genera desde las prl.n:cras paiacalculamos su aproximado volumen (0 Ia extension U\..llJ."''''Ude la totalidad discursive) , su determinada cornposicion. .su final, 0 sea que desde el. principio percibimos la totalidadcursiva que posteriormente se especi~ica ~n el ~rocesodiscurso. Si no existieran los generos discursrvos Y SI no losminaramos. si tuvieramos que irlos creando cada vez dentroproceso discursivo, libremente y POl: prime:a. vez :ada1 I' habria "11,... f"'"'' 'tnn(\

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    270 EL PROBLEMA DEcurso e l l ! diferentes esferas de Ia comunicaci6n cultural, que sadar un a con f'eren cia , llevar a cabo una discusi6n cientifica, queexpresa cxcelentemente en relaci6n con cuestiones piiblicas;queda, no obstante, callada 0 participa de una manera muy torpeen una platica de sal6n. En este caso no se trata de la podel vocabulario 0 de un estiIo abstracto; simplemente se trataunainhabilidad para dominar el genera de la conversaei6ndana, que proviene de Ia ausencia de nociones aeerea de lalidad del enunciado, que ayuden a plasmar su diseurso entYl;n~rlgc fnt" QC corunosicionales u pc+-il.(~t1t''=lC' ranida "1. ' - . I . " " '~ "o.J I."-'.Lm,,~ VUJ'.t''''' l'-'.l\Jl.lU."-" J "I.JLllhJ"J.\"rh.~ .IUplU sdadamcnte: una persona asi no sabe intervenir a tiernpo, nocomenzar y terminar correetamente (a pesar de que la estrucde estos generos es muy simple).Cuanto mejor dominamos los generos discursivos , tantolibremente los aproveehamos, tanto mayor es la plenitud ydad de nuestra personalidad que se refleja en este uso (eues necesarioj , tanto mas plastica y agilmente reproducimosirrepetible situacion de la eomunieaci6n verbal; en unatanto mayor es la perfecci6n con la cual realizamos nuestraintenei6n discursiva.

    Asi, pues, un hablante no s610 dispone de las formastorias de la lengua nacional (el texico y la gramatica) , sinocuenta tarnbien con las forrnas obligatorias discursivas, quetan necesarias para una intercomprensi6n como las formasgiiisticas. Los generos discursivos son, en comparacion con lasmas Iingiiisticas, mucho mas cornbinables, agiles, plasticos,hablante tiene una importancia normativa: no son creados61 , sino que le son dados. Por eso un enunciado aislado, consu caracter individual y creativo, no puede ser consideradouna combinaci6n absolutamente libre de formas lingufsticas,gun sostiene, por ejemplo, Saussure (yen esto le siguenIingiiistas) que contrapone el "habla" (la parole), como unestrictamente individual, al sistema de la lengua como .."'...",.....,,",,puramente social y obligatorio para el individuo. La granria de los Iingiiistas comparte -si no te6ricamente, en latica- este punto de vista: consideran que el "habla" es tanuna cornbinacion individual de formas lingiiisticas (lexicas ymatieales), y no encuentran ni estudian, de hecho, ningunaforma norrnat iva. "

    EI menosprecio de los generos discursivos como formastivamente estables y normativas del enunciado hizo que losgiiistas, como ya se ha sefialado, confundiesen el enunciadola oracion, 1 0 cual Ilevaba a la logica conclusi6n (que, por

    EL E,'\iUNC1AI"J 27111l1nC~ se 1 1 a defendido de una manera consecuente) de que nues-t l :O dlSCl1rSO s~ plasma, mediante las formas esrables y prestable-~IJas de .oraclOnes, r rucn t ras que no importa cuantas oracionesIl1ter:elaclOnadas pueden ser pronunciadas de corrido y cuandohabrla que detenerse (concluir) , porque este hecho se atribufa a1a co rnp le ta arbitrariedad de Ia voluntad discursiva individual delhablante 0 al capricho de Ia mitificada "corriente discursiva"., ,AI seleccionar deterrninado tipo de oracion, no' 1 0 escogemosunicamente para una oracion deterrninada, ni de acuerdo conaqucllo que quercmos expresar mediante la oracion tinica, sinoque elegimos el tipo de oracion desde el punto de vista dela to-- talid,ad del enunciado que se Ie figura a nuestra imaginacion dis-,.curSlva y que determina 1a eleccion. La nocion de la forma delenunciado total, es decir, la nocion acerca de un determinadogenero discursive, es lo que nos dirige en el proceso de discurso.~a intencionalidad ,de nuestro enunciado en su totalidad puede,ctertarnente, requerrr, para su realizacion, una sola oraci6n, peropuede req~enr mucha~ mas. Es el genero elegido 1 0 que preesta-blcce los tipos de oracrones y las relaciones entre estas,

    Una de las causns de que en Ia Iingiifstica se hayan subestima-do las formas del enunciado es In extrema heterogeneidad de estas.forn~~s segiin S~l estructura v. sobre todo, segun su dimensi6n (ex-tension discursiva) : desde una replica que consiste, en una sola.palabra hastn. ~ma novela. ,Una ext.ensi6~ marcadamente desigualaparece tambien en los generos discursivos orales. Por eso losgeneros ?iscursivos parccen ser inconmcnsurables e inaeept~blesc.omo unidades del discurso,

    c . s Por 1 0 ta~to, ~l111Choslingiiis t as (principal mente los que seiean a, la .smtaxls), tratan de enc??trar formas especiales que

    se~n un .termIno medio entre 1 3 oracion y el enunciado y que, almlsmo tiernpo, sean conmensurables con la oracion. Entre estostern:inos .aparecen [rase (segun Kartsevski) ,7 comunicado (segtinShajmatov 8 y otros). Los investigadores que usan estos terminosno tiencn un ~oncepto unificado aeerca de 1 0 que representan,porque en la VIda de la lengua no les corresponde ninguna reali-dad determinada bien delimitada. Todas estas unidades artifi-ciales y convencionales, resultan ser indiferentes al carnbio desujetos discursivos que tiene lugar en cualquier comunicacion realdebido a 1 0 cual se borran las fronteras mas importantes queactiian en todas las esferas de la lengua y que son fronteras entreenunciados, A consecuencia de esto se cancela tarnbien el crite-rio principal: el del caracter concluso del enunciado como uni-dad verdadera de la cornunicacion discursiva, criteria Que imolicn. . . _ ~ ..---~

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    272 I:L PROBLEMA DE LOS GENEROS DlSCURSIVOS

    la capacidad del enunciado para determinar una activa ~osi~i?nde respuesta que adoptan otros participantes de la comumca~lOn.A modo de conc1usi6n de esta parte. algunas observaclonesacerca de In oracion (regresaremos al problema con mas detallesal resumir nuestro trabaio) .La oraci6n, en tanto que unidad de la lengua, carece de cap~-cidad para determinar directa y activamente la posicion responsi-va del hablante. Tan 5610 al convertirse en un enunciado com-pleto adquiere una oraci6n esta capacidad. Cualquier oraci6nnuedc actuar como un enunciado completo, pero en tal caso, se-.- -- ---~--- -- - - .-gun lo que se ha explicado, la oracion se complementa con unaserie de aspectos sumamente importantes no gramaticales, los cua-les cambian su naturaleza misma. Pero sucede que esta mismacircunstancia llega a ser causa de una especie de aberraci6n sin-tactica: al analizar una oraci6n determinada separada de su con-texto se la suele cornpletar mentalmente atribuyendole el valor deun enunciado entero. Como consecuencia de esta operaci6n, laoracion adquiere el grado de conclusividad que la vuelve con-testable.La oracion, igual que la palabra, es una unidad significantede la lengua. Por eso cada oracion aislada, por ejemplo: "ya salioel 501", es perfecta mente comprensible, es .decir, nosotros com-prendemos su significado lingtifstico, su posible papel dentro delenunciado. Pero es absolutamente imposible adoptar, con respectoa esta oracion, una postura de respuesta, a no ser que sepamosque el hablante expreso can ello cuanto quiso decir, que la ora-ci6n no va precedida ni le siguen otras oraciones del mismohablante. Peroen tal caso no se trata de una oracion , sino de unenunciado pleno que consiste en una soia oraci6n: este enuncia-do esta enrnarcado y delimitado por el cambio de los sujetosdiscursivos y refleja de una manera inmediata una realidad extra-verbal (la situaci6n). Un enunciado semejante puede sertestado.Pero si esta oraci6n est a inmersa en un contexto, resulta queadquiere la plenitud de su sentido .unicamente dentr? de estecontexto, es decir dentro de la totalidad de un enunciadopleto, y 1 0 que puede ser contestado. ,es este enun.ciadocuyo elemento 5ignificante es la oracion. El enunc18do puede ,ejernplo, sonar asi: "Ya salio el sol. Es hora de levantarnos." ..comprensi6n de respuesta: "De veras, ya es la hora." Pero puedetambien sonar asi: "Ya sali6 el sol. Pero aun es muyDurmamos un poco mas." En este caso. el sentido del enun

    EL ENUNCIAOO 27 3

    y, la l'eacc~~n de respuesta a el seran diferentes. Esta misma 'ora-clan. tarnbien puede formar parte de una obra literaria en calidadde ;Jemen~o de ~n paisaje. Entonees la reaccion de respuesta, quesena una ImpresI6n art.istica e ideol6giea y una evaluacion, untca-mente podra sel' referida a todo el paisaje representado. En el~ontex~o d~ .aIgu~a otra obra esta oracion puede tener un signifi-cado sirnbolico. En todos los casos sernejantes, Ia oracion viene aser un ele~ento significante de un enunciado completo, clementoque adqurere su sentido definitivo solo dentro de la totalidad.En cl caso de que nuestra oraci6n fizure (()mn lin pnt1nl';"rlA't - 0 -- __a& . " " ' ' '- & . . . . . .&J'''''JUUUC?~c.uso, resulta que adquiere su sentido totai dentro de las con-d!~lOneS concretas de la comunicacion discursiva. Asi, esta ora-CIO~" puede ser, respuesta a la pregunta del otro: "t.Ya salio el~ol.. , (claro, srempre dentro de una circunstancia concreta queJU~tlflq~~ la pregunta) , En tal caso, el enunciado viene a ser Jaaflrm~clon de un heoho determinado, la que puede ser acerta-da 0 incorrecta, con la cual se puede estar 0 no estar de acuer-d~. La .~raci6n, ~ue es afirmativa por su jorma, llega a ser unaafirrnacion real sol~ cn el contexto de un enunciado determinado.. Cuando se analiza una oracion semejante aislada, se la sueleI~~erpretar ~om? .un enunciado concluso rcferido a cierta situa-cIon. muy simplificada: el so] efectivamente salio y eI hablanteatestigua: "ya salid el sol"; al hablante Ie consta que Ia hierbaes verde. por eso declara: "Ia hierba es verde". Esa clase de co-n~unlcados ~i~ sentido a menudo se examinan directamente cornuejernplos ~Iaslcos de oracion. En la realidad, cualquier comuni-cado s~me1ante sie~pre. va dirigido. a alguien, esta provocado poralgo, tiene alguna finalidad, es decir, viene a ser un eslab6n realen la cadena; de Ia cornunicacion discursiva dentro de alguuaesfera deterrninada de Ia rcalidad cotidiana del hombre., ~~ oracion, iguaI que la palabra, posee una conclusividad delslgnlflc~d.o y u~na .co~c.Jl1sjvidad de la forma gramatical, pero laconclusividad ce sigm ficado es de caracter abstracto y es precisa-mente por eso par 10 que cs tan clara; es el rem ate de un elernen-to, pero no la conclusion de un todo. La oraci6n como unidadde Ia lengua, igual que la palabra, no tiene autor. No pertenecea.nadie, como 1a palabra, y tan s610 funcionando como un enun-ciado cornpleto Jlega a ser Ja expresion de la postura individuald.e hablante en una situaci6n concreta de Ja comunicaclon discur-s~va. Lo cual nos aproxima al tercer rasgo constitutive del enun-clade, a saber: la actitud del enunciado hacia el hablante mismo(~I a?!or ~:.:I ell.ul1ciado) y hacia otros participantes en la cornu-nICaCIOn discursiva.

    EL ENUNCIADO

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    274 EL PROBLEMA DE (()'; lJl:,'JUWS DlSCURSIVOS

    Todo cnunciado es lin eslabon en la cadena de In cornunica-ci6n discursiva, viene a ser una postura act iva del hablante dtro de una u otra esfcra de objetos y sentidos. Par eso cada enun-ciado se caracteriza ante todo par su contcnido determinadoreferido a objetos y sentidos. La selcccion de los recursos lingtiis- 't icos y del genero discursivo se define ante todo por e l c or n pr om i-so (0 intencion) que adopta un sujcto discursivo (0 autor) dentrode cierta esfcra de sentidos. Es el primer aspecto del cnunciadoque fija sus detalles especificos de cornposicion y cstilo.El segundo aspecto del enunciado que detcrmina su compos i-cion y estilo cs cl momenta eXjJ reSi i 1o, es decir, u na a ct it ud 's ub -jetiva y evaluadora desde el punta de vista cmocional del hablan-Ie can respecto al contenido se rnan t ico de su propio enunciado .En las diversas esferas de la comunicaci6n discursiva, el momentoexpresivo posee un significado y un peso diferente, pero esta pre-sen te entodas partes: un enunciado absolutamente neutral es im -posible. Una actitud evaluadora del hombre can respecto al obje-to de su discurso (cualquiera que sea estc objeto) tambiendetermina Ia seleccion de losrccursos lexicos, gramaticales y COIU-posicion ales del enunciado. EI estilo individual de un enunciadose define principal mente por su aspecto exprcsivo. En cuanto a lacstiitsrica, esta situaci6n puede considerarse como comunmenteaceptada. Algunos investigadores inclusive reducen cl estilo dl-rectamente al aspccto emotive y evaluativo del discurso.

    i,Puede ser considerado el aspecto expresivo del discurso comoun fen6meno de la lengua en tanto que sistema? i,Es posiblehablar del aspecro expresivo de las unidadcs de la lcngua, 0 seade las palabras y oraciones? Estas prcguntas dcben ser contesta-das con una categorica negacion, La lengua como sistema dispone,desde Iuego, de un rico' arsenal de recursos Iingiifsticos (lexicos,morfo16gicos y sintr ict icos) para expresar la postura emotiva yvalorativa del hablantc, pew todos estos medias, en tanto querccursos de la lengua, son absolutarnente neutros rcspecto a unavaloracion deterrninada y real. La palabra "amorcitc", carifiosatanto por el significado de su raiz como par el sufijo, es por sfmisma, como unidad de la lengua, tan neutra como la palabra"Iejos". Representa tan solo un recurso lingiiistico para unaposible expresion de una actitud emotivarnente valoradora res-pecto a la realidad , pero no se ref iere a ninguna realidad deterrni-nada; tal referencia, es decir, una valoracion real, puede ser reali-zada solo por cl hablante en un enunciado concreto. Las palabrasson de nadie, y par si mismas no evaluan 11(1(la.pcro pueden ser-

    275vir a cualquier hablante y para diferentes e incluso contrariasvaloraciones de los hablantes.

    Asimismo, Ia or~cio~ como unidad de la lengua es neutra, "yn? po:ee. d.e .suyo ~Ing~n. aspecto expresivo: 10 obtiene (0 masbien, se 1I11C1a en el) urucamente dentro de un enunciado con-.cret~., Aqui es posible la misma aberraciori mencionada. Unaoracion como: par ejem.plo, "el ha muerto ", aparentemente inclu-ye un dctermmado matiz expresivo, sin hablar ya de una oracioncomo. "jque alegria!" Pero, en realidad, oraeiones como estas lasaSUffilffiOS como enunciados enteros en t rnn sihra"ir; ... ~~...I~1_ _~'_decir 1 . - . . . , . - ~ ~ . . . .- j.,u '-'lUl UIUUl;;lU, t:~."-~ j -as, ~erClulmos como generos diseursivos de coloraci6n ex-presiva tipica. Como oraciones, careeen de esta ultima, son neu-tr~:. Conforrne el contexto del enunciado, la oracion "el ha muer-to,. p,uede expresa:, u~, mat~z positivo, alegre, inclusive de jribilo,

    ~SlmJSmoJ Ia. or.acIOn [que alegria!" en el contexto de un enun-c.lado determinado puedc asurnir un tono ironico a hasta sarcas-tICO y ama rgo. '

    Uno de los recursos expresivos de la acti tud emotiva y valo-radora ?~I hablan!e con respecto al objeto de su discurso es lae?!Ol1aClO~ expresiva q.~e aparec~ con cIaridad en la interpreta-c ion ~ raJ. !!La ent?nnClOn expreslv? es un rasgo constitutivo delenunciado . No. exrste dentro del sistema de Ia lengua, es decir,fuera del enunciado. Tanto la palabra como Ia oracion como uni-dades ,~e fa lengua carcc.en de entonacion expresiva, Si una' pa-labra aislada se pronuncl.a con una entonacion expresiva, ya nose trata de una palabra sino de un enunciado concluso realizadoen una s?~a pala~ra (no hay razon alguna para extenderla hastauna. oracion) . Existen los modelos de enunciados valorativos esdecir, ~os ~~nero.s disc.ursivos valorativos, bastante definidos e~ lacom~OJc.~cIOn discursiva y que expresan alabanza, aprobacionadrniracion, reprobackin, injuria: "[muy bien' 'bravo' . 'I"d ,., .. ., j ., rque In-.0., ,.que verguenzal, jqu~,asco!, l imbecil!", etc. Las palabras queadqUlcr~n en 1a VIda politica y social una importancia particularse convrerten en enunciados expresivos admirativos: "{paz! '1'-d" ( . I ., I 1~a. ,etc. se trata de un genera discursive politico-social es-pecifico) . E~ una situacion dcterminada una palabra puede adop-tar UI~ scntido profundamente expresivo convirtiendose en ununciado adrnirativo. "[Mar! [Mar!" gritan diez mil griegos en[enofonte.!"En toclos estos casas no tenemos que ver can la palabra como* Desde lucgo Ia percihirnos, y dcsde Iuego cxisre como factor tilis-, 1 1 'I ' 1 es I ISI ICD, en a cctura SI cucrosa del discurso cscriro .

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    Llo EL PROBLEMA DE LOS GENEROS IJISCl!HSIVOS

    unidad de la lengua ni con el significado de esta palabra, sinocon un enunciado concluso y con su sentido concreto," que per-tenecen tan s610 a este enunciado: el significado de la palabra ..estd referido en estos casos a determinada realidad dentro de lasigualmente reales condiciones de la cornunicacion di~cu.r~iva. Por10 tanto, en estos ejemplos no s6lo entendemo~ el significado dela palabra dada como palabra de una lengua, smo que ad~p~amosfrente a ella una postura activa de respuesta (consentimiento,acuerdo 0 desacuerdo, estimulo a la accion) , Asi, pues, la enton~-ci6n expresi va pertencce alli al enunciado, no a la palabra. Y srnembargo resulta muy dificil abando~ar la convicc~?n de que , c a ~ ?palabra de una lengua posea 0 pueua poseer un tono emotivo",un "rnatiz emocional", un "momento valorativo", una "aureolaestilfstica", etc., y, por consiguiente, una entonacion expresivaque Ie es propia. Es muy Iactible que se. piense que ?l selec-cionar palabras para un enunciado nos orJenta~os precisamenteai tono emotivo caracteristico de una palabra aislada: escogemoslas que corresponden por su tono al aspecto expresivo de nu~stroenunciado y rcchazamos otras, As i es como los. ?o~tas. concibensu labor sobre la palabra, y asi es como la estilfstica interpretaeste proceso (por ejernplo, ('1 "experimento estilistico" de Pesh-kovski) .12 .Y. sin embargo, esto no es asi. Estamos frente ala. aberracionque ya conocemos. Al seleccionar las palabras partrmos d~ latotalidad real del enunciado que ideamos," pero esta totahdadideada y creada por nosotros siempre es exp~esiva, y es ella laque irradia su propia expresividad (0, mas bien, nuc:tra expre-sividad) hacia cada palabra que elegimos, 0, par decirlo asi, lacontamina de la expresividad del todo. Escogemos la palabra se-: , _ tp{m

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    27 H EI. 1'IWilLEMA DE I.OS Gf:-;EROS DISCURSIVOS

    es, por supuesto, caracteristico de esta palabra, Los generos dis:cursivos se someten con bastante facilidad a una reacentuaci6n:10 . triste puede convertirse en jocoso y alegre, pero se obtiene,como resultado, alga nuevo (par ejemplo, el genero del epitafioburlesco) .

    La expresividad tipica (generics) pucde SCI' examinada comola "aureola estilistica" de la palabra, pero In aureola no pertenecea la palabra de la lengua como tal sino al genero en que la pa-labra suele funcionar; se trata de una especie de eco de una to-talidad del genera que suena en la palabra.L a expresividad generica de la palabra (y ia entonaci6n ex -presiva del genero) es impersonal, como 1 0 son los mismos gene-ros discursivos (porque los generos represent an las formas tipicasde los enunciados in div id uales, p ero no son 105 enunciados mis-mos). Pero las palabras pueden formal' parte de nuestro discur -so conservando al mismo tiempo, en mayor 0 rnenor medida, lostonos y los ecos de los enunciados individuales.

    Las palabras de la lengua no son de nadie, pero al mismotiempo las oimos s610 en enunciados in div id ua les d et err nin ad os ,y en elI os las palabras no 5610 poseen un matiz tipico. sino quetarnbien tienen una expresividad individual mas 0 menos clara(segun el genero) fijada par el contexte del enuneiado, indivi-dual e irrepetible.

    Los significados neutros (de diccionario) de las palabras dela lengua aseguran su caracter y la intcrcomprension de todos losque la hablan, pero el uso de las palabras en la cornunicacion dis"cursiva siempre depende de un contexte particular. Por eso sepuede decir que cualquier palabra existe para el hablante en SllSires aspectos: como palabra neutta de la lcngua, que no pertene-ee a nadie; como palabra aiena, lIena de eeos, de losde otros, que pertenecc a otras personas; y, final mente. comom i palabra, porque. puesto que yo la lISO en una situaci6n deter-min ada y can tina in tc nc io n d isc urs iv a d eterm in ad a, la palabrae st a c ompe n et ra d a de mi expresividad. E n 10$ u l t i rnos aspectospalabra posee expresividad, pero esra, 10 reiterarnos, no perte-nece a la palabra misma: naee en el pun to de contac to de lapalabra con la situacion real, que se realiza en unindividual. La palabra en este caso aparece como la expresioncierta posicion valorativa del individuo (de un personaje prorni-nente, un escritor, un cientifico, del padre, de la madre, deamigo, del maestro, etc.) , como una suerte de abreviaturaenunciado.En cada epoca. en cada circulo social, en cad a pcquciio mun-

    279do de la familia, de amigos y eonocidos, de compafieros, en eIque sc forma y vive cada hombre, siempre existen enunciadosque gozan de prestigio, que dan el tono; existen tratados cienti-ficos y obras de literatura publicistica en los que la gente funda-menta sus enunciados y los que eita, irnita 0 sigue. En cada epoca,en todas las areas de Ia practica existen determinadas tradicionesexpres~s .y conservadas en formas verbalizadas: obras, enuncia-.dos, af'orismos, etc. Siernpre existen ciertas ideas principales ex-presadas verbalmenre que pertenecen a los personajes relevantesde una epoca dada, existen objetivos generales, consignas, etc. Nih?~lar de los ejernplos escolares y antologicos, en los cuales los11I110S estudia.n su lengua materna y los cuales siempre poseen unacarga expresiva.

    POI' e50 la experiencia discursiva individual de cada personase forma y se desarrolla en una con stante interacci6n can losenunriados individuales ajenos. Esta experiencia puede SCI' carac-tcrizada, en cierta medida, como proceso de asimilacion (mas 0menos creativa) de palabras ajenas (y no de palabras de la len-gua) . Nuestro discurso, 0 sea todos nuestros enunciados (inclu-yendo obras Iitcrarias) , estan llenos de palabras ajenas de dife-rente gr.ado. de. ','alteridad" 0 de asimilacion, de diferente gradode conclentl~aelon y ?~manifestaci6n. Las palabras ajenas apor-tan su propia expresividad, su tono apreciativo que se asimila,se elabora, se reacentua par nosotros.

    Asi, pucs, la cxpresividad de las palabras no viene a ser lapropieda~ de. la pal.abra misma en tanto que unidad de la Jengua,y n? deriva inrnediatamente de los significados de las palabras;a bien representa una expresividad tfpica del genero, 0 bien setrata de un eco del matiz expresivo ajeno e individual que hacea la palabra representar la totalidad del enunciado ajeno comode tcr rn inada posicion valorativa. .

    . Lo rnismo se debe decir ace rca de Ja oraci6n en tanto queunidad de la lengua: la oracion tarnbien carece de expresividad.Ya hablamos de esto aJ principio de este capitulo. Ahora 5610falta compleiar 10 dicho. Resulta que existen tipos de oracionesque s uc len Iu nc ic na r como cnunciados enteros de determinadosgeneros tipicos. Asi, son oraciones interrogativas, exclamativas Yordenes. Existen muchisimos generos cotidianos y especializados(p or c jer np lo , las o rd en es m ilit at es y las in dic acion cs en el oro-ceso de produccion industrial) que, por regia general, se expre-. san 1l.1cdiantc or~ciones de un tipo correspondiente. Por otra parte,serncjantes 01'(!CI0I1CS se cncucntran relativamente poco en uncoruexro congrucnic de enunciados extcnsos. Cuando las oracio-

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    280 EL PROBLEMA DE LOS GENEROS DIScURSIVOSnes de este tipo forman parte de un contexte coherente, suelen apa-recer como puestas de relieve en la totalidad del enunc iado ygeneralmente tienden a iniciar 0 a concluir el enunciado (0 suspartes relativarnente indcpendientes. * Esos tipos de oraciones tie-nen urr interes especial para Ia solucion de nuestro problema, ymas adelante regresaremos a elIas. Aquf 10 que nos importa essefialar que tales oraciones se compenetran solidarnente de la ex-presividad generica y adquieren con faciliclad la expresividad in-dividual. Estas oraciones son las que contribuyeron a la forma-.cion de la idea ace r ca de la naturaleza expresiva de la oracion,

    Otra observacion. La oracion como unidad de la lengua poseecierta entonacion gramatical, pero no expresiva. Las entonacionesespecificamente gramaticales son: Ia conclusiva, la explicativa, ladisyuntiva, la enumerativa, etc. Un Iugar especial pertenece a laentonaci6n enunciativa,' interrogativa, exclamativa y a la orden:en elIas tiene lugar una suerte de fusi6n entre la entonaci6n gra-matical y 10 que es propio de los generos discursivos (pero no setrata de Ia entonacion expresiva en el sentido exacto de la pala-bra). Cuando damos un ejernplo de ora cion para analizarlo sole-mas atribuirle una cierta entonaci6n tipica, con 10 cual 10 con-vertirnos en un enunciado cornpleto (si la oracion se torna de untexto determinado, 10 entonamos, par supuesto, de acuerdo conla entonacion expresiva del texto).

    Asi, pues, el momento expresivo viene a ser un rasgo constitu-tivo del enunciado. El sistema de la lengua dispone de formas .necesarias (es decir, de recursos Iingiiisticos) para manifestar laexpresividad, pero la lengua misma y sus unidades significantes(palabras y oraciones) carecen, por su naturaleza, de expreslvi-dad, son nuestras. Por eso pueden servir igualmente bien paracualesquiera valoraciones, aunque sean muy variadas y opuestas:par eso las unidades de la lengua asumen cualquier postura va-lorativa.

    En resumen, el enunciado, su estilo y su composicion, se de-terminan par el aspecto ternatico (de objeto y de sentido) y porel aspecto expresivo, a sea por 1a actitud valorativa del hablantehacia el momenta ternatico, La estilfstica no comprende n ing t inotro aspecto, sino que s610 eonsidera los siguientes factores quedeterrninan el estilo de un enunciado: el sistema de la lengua, el

    La primera y ultima oraci6n de un enunciado general mente son denaturaleza especial, poseen cierta cualidad complementaria. Son, por de-cirlo de alguna manera, oraciones de vanguardia, porque sc colocan en laposici6n limitrofe del cambio de .sujetos discursivos.

    281. to del discurso y el hablante mismo y Sll actitud valorativa

    el objeto. La seleccion de los recursos l ingiifst icos se deter-a, segun la concepci6n habitual de Ia estilfstica, iinicarnente

    por consideraciones acerca del objeto y sentido y de la expresivi-dad. As f se definen los estilos de Ia lengua, tanto generales comoindividuales. Por una parte, el hablante, con su vision del mundo,

    valores y emociones y, par otra parte, el objeto de su discursoy el sistema de la lengua (los recursos I in gu fs tic os ) : estes son losaspectos que definen el enunciado, su estilo y su composici6n.

    es Ia concepcion predorninante,En la realidad, el problema resulta ser mucho mas complejo.

    Todo enunciado concreto viene a ser un esIab6n en la cadena deIa comunicacion discursiva en una esfera determinada. Las fron-teras mismas del enunciado se fijan par el cambio de los sujetos. discursivos. Los enunciados no son indiferentes uno a otro ni sonautosuficientes, sino que "saben" uno del afro y se reflejan mu-amente. Estos reflejos reciprocos son los que determinanel

    ter del enunciado. Cada enunciado est a lleno de ecos y re-flejos de otros enunciados can los cuales se relaciona por la co-munidad de esfera de la comunicaci6n discursiva. Todo enun-

    a debe ser analizado, desde un principio, como respuesta alos enunciados anteriores de una esfera dada (el discurso comorespuesta es tratado aqui en un sentido muy amplio) : los refuta,los confirma, los completa, se bas a en ellos, los supone conocidos,

    torna en cuenta de alguna manera. El enunciado, pues, ocupauna detertninada posicion en Ja esfera dada de la comunicaci6ndiscursiva, en un problema, en un asunto, etc. Uno no puede de-terminar su propia postura sin correlacionarla can las de otros.

    eso cada enunciado esta lleno de reacciones -respuestas detoda clase dirigidas hacia otros enunciados de Ia esfera determi-. ada de la cornunicacion discursiva. Estas reacciones tienen dife-rentes formas: enunciados ajenos pueden ser introducidos direc-

    te al contexto de un enunciado, 0 pueden introducirse solopalabras y oraciones aisladas que en este caso representan losenunciados enteros, y tanto enunciados enteros como palabrasaisladas pueden conservar su expresividad ajena, pero tambienpueden sufrir un cambio de acento (ironia, indignaci6n, venera-'cion, etc.). Los enunciados ajenos pueden ser representados candiferente grado de revaluacion: se puede hacer referencia a ellos.como opiniones bien conocidas por el interlocutor, pueden sobre-entenderse calladamente, y la reaccion de respuesta puede refle-jarse tan solo en la expresividad del discurso propio (selecci6n derecursos lingiiisticos y de cntonaciones que no se determina par el

    r.t. 1'I{O!lLF.~IA IW I 0'> (J~U

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    objeto del discurso propio sino por el cnunciado ajcno acerca del'mismo objcto) . bite ultimo caso es I11UY tipico e importante: enelias ocasiones, la expresividad de nuestro cnunciado se dno unica rnente (a veces no tanto) per el objcto y el sentidoenunciado sino tarnbicn por los cnunciados ajenos ernitidos acerca ..del rnismo lema, por los enunciados que contestamos, con los quepolemizarnos: 5011 ellos los que deterrninan tambieu 1

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    284 EL .PROflLE .\ l: \ DE LOS G[~NEROS DISCURSIYOS

    nen por el carnb io de los sujetos discursivos (hablantes), perodentro de estas fronteras, el enunciado, semejantemente a la m o -nuda de Leibniz, refleja el proceso discursivo, los enunciados aje-nos, y, ante todo, los eslabones anteriores de la cadena (a veceslos mas proxirnos, a veces --en las esferas de la comunicacion cul-tural- muy lejanos) .13

    E I objeto del discurso de un hablante, cualquiera que sea el ob -jeto, no llega a tal por primera vez en este enunciado, y el hab lan -te no es el primero que 1 0 aborda. EI objeto del discurso, por de-cirlo asi, ya se encuentra hablado, discutido, vislumbrado y valo-rado de las maneras mas diferentes: en el se cruzan, convergeny se bifurcan varios puntos de vista, visiones del mundo, tenden-.cias. EI hablante no cs un Adan biblico que tenia que ver conobjetos virgenes, aiin no nombrados, a los que debia poner nom-bres. Las concepciones simplificadas ace rca de Ia comunicaci6ncomo base logics y psicologica de la oracion hacen recordar a estemitico Adan, En la mente del hablante se combinan dos concepcio-nes (0, al contrario, se desmembra unaconcepci6n compleja endos simples) cuando pronuncia oraciones como las siguientes:"el sol alumbra", "la hierba es verde", "estoy sentado", etc. Lasoraciones semejantes son, desde luego, posibles, pero 0 bien sejustifican y se fundamentan por el contexto de un enunciado com-pleto que las incluye en una comunicacion discursiva como repli-cas de un dialogo, de un articulo de difusion cientifica, de unaexplicacion del maestro en una clase, etc.), 0 bien, si son enun-ciados conclusos, tienen alguna justificacion en la situaci6n dis-cursiva que las introduce en Ia cadena de la comunicaci6n discur-siva. En la realidad, todo enunciado, aparte de su objeto, siemprecontesta (en un sentido arnplio) de una U otra rnanera a los enun-ciados ajenos que le preceden. EI hablante no es un Adan, por 1 0tanto el objeto mismo de su discurso se convierte inevitablementeen un foro donde se encuentran opiniones de los interlocutoresdirectos (en una platica 0 discusion acerca de cualquier sucesocotidiano) 0 puntos de vista, visiones del mundo, tendencias,teorias, etc. (en la esfera de la comunicacion cultural). Una vi-si6n del mundo, una tendencia, un punto de vista, una opinion,siempre poseen una expresi6n verbal. Todos ellos representan dis-curso ajeno (en su forma personal 0 impersonal). y este no puededejar de, reflejarse en el enunciado. El enunciado no esta dirigidounicamente a su objeto, sino tambien a discursos ajenos acercade este ultimo. Pero Ia elusion mas ligera a un enunciado ajenoconfiere al discurso un caracter diaI6gico que no le puede dar nin-gun tema puramente objetual. La actitud hacia el discurso ajeno

    difiere por principio de la actitud hacia el objeto, pero siempreaparece acornpafiando a este ultimo. Repetimos; el enunciado es.un eslabon en la cadena de 1 8 comunicaci6n discursiva y no pue-de ser separado de los eslabones anteriores que 10 determinan pordentro y por fuera generando en el reacciones de respuesta y ecosdial6gicos.

    Pero un enunciado no s610 esta relacionado con los eslabonesanteriores, sino tambien con los eslabones posteriores de la co-municaci6n discursiva. Cuando el enunciado est a en la etapa desu creacion por el hablante, estos ultirnos, por supuesto, aiin noexisten. Pew el enunciado se construye desde el principio to-rnando en cuenia las posibles reacciones de respuesta para lascuales se construye el enunciado. EI papel de los otros, como yasabemos, es sumamente importante. Ya .hemos dicho que estosotros, para los cuales mi pensamiento se vuelve tal por primeravez (y por 10 rnismo) no son oyentes pasivos sino los activos par-ticipantes de la comunicacion discursiva. E1 hablante espera des deel principio su contestaci6n y su comprensi6n activa. Todo elenunciado se construye en vista de la respuesta.

    Un signo importante (constitutivo) del enunciado es su orien-tacion hacia alguien, su propiedad de estar destinado. A diferen-cia de las unidades significantes de la lengua -palabras y ora-ciones- que son impersonales, no pertenecen a nadie y a nadieestan dirigidas, el enunciado tiene aut or (y, por consiguiente, unaexpresividad, de 10 cual ya hemos hablado) y destinatario. EI des-tinatario puede ser un participante e interlocutor inmediato de undialogo cotidiano, puede representar un grupo diferenciado deespecialistas en alguna esfera especifica de la comunicaci6n cul-tural, 0 bien un publico mas 0 menos homogeneo, un pueblo,contemporaneos, partidarios, opositores 0 enemigos, subordina-dos, jefes, inferiores, superiores, personas cercanas 0 ajenas, etc.:tambien puedc haber un destinatario absolutamente indefinido,un otro no concretizado (en toda clase de enunciados monologi-cos de tipo emocional) -y todos estos tipos y conceptos dedestinatario Sf; determinan por la esfera de la praxis humana yde la vida cotidiana a la que se refiere el enunciado. La compo-sicion y sobre todo el estilo del enunciado dependen de un hechoconcreto: a quien esta destin ado el enunciado, c6mo el hablante(0 el escritor) percibe y se imagina a sus destinatarios, cual es laIuerza de su influencia sobre el enunciado. Todo genero discur-siva en cada esfera de la comunicacion discursiva posee su pro-pia concepci6n del destinatario, la cual 10 determina como tal.