apuntes para el olvido (pub)

7/29/2019 Apuntes Para El Olvido (Pub)

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APUNTES PARA EL OLVIDOJasmil Mendoza Lene-mail:[email protected] (actualizado)

Ediciones Gitanjali, 2003

Gobierno Bolivariano de MridaInstituto Merideo de Cultura - IMCDireccin Sectorial de Literatura - CONACAsociacin Civi l Gitanjal i

Ilustracin de portada: Henry FranceschiTtulo: Salinas de Rosa

Diseo grfico: Ever delgado

HECHO EL DEPSITO DE LEYDepsito Legal: LF49120038002489

Mrida, Repblica Bolivariana de Venezuela,2003

e-mail: [email protected]


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Jasmil Mendoza Len

APUNTES

PARA EL OLVIDO

Barquisimeto. Ciudad Ojeda. Caracas1.9881.9891.9901.991

Ediciones Gitanjali

Direccin Sectorial de Literatura CONAC

Instituto Merideo de Cultura (IMC)

Mrida, 2.003


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Prlogo

Estamos haciendo un libro,

testimonio de lo que decimos.

reunimos nuestro tiempo, nuestros dolores,

nuestros ojos, las manos que tuvimos,

los corazones que ensayamos;

nos traemos al libro,

y quedamos, no obstante,

ms grandes, ms miserables que el libro.

El lamento no es dolor.

El canto no es el pjaro.

El libro no soy yo, ni es mi hijo,

Ni es la sombra de mi hijo.

El libro es slo el tiempo,

Un tiempo mo entre todos mis tiempos,

Un grano en la mazorca,

Un pedazo de hidra.

Jaime Sabines

(TARUMBA, 1956)


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Zwar fehlt der Schrift die DeutlichkeitWas thuts? Wer liest denn, was ich schreibe?

Cierto que la letra no es muy clara.Y qu? Lee alguien lo que escribo acaso?

Friedrich Nietzsche(La gaya ciencia)


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Rubn Blades y Linda Ronstadt hacen pensarQue lo posible amoroso, totalmente amoroso

No es posibleEllo slo existe

En el extremo silencio del olvido...


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En el extremo, el silencio...


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(Marzo, 1.988. Barquisimeto)

otra vez el camino, otra noche lindando

entre la luna y el da, un boleto como sudariosiempre, un andn, irse siempre

(M ayo, 1.988. Caracas)

necesito el silencio, vaciar la aplastantecarga de los aos, soy pedazo de piedra y sombra,

asumo el laberinto, escondo la hebra, me

pierdo


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(Jul io, 1.988. Ciudad Ojeda)

no hay ms signo. Taumaturgia de una piel

y otra, un lecho y un olor quedndose. Tal vez noes slo una camisa este sabor spero de ser

sombra, una raspadura adentro, muy adentro; no

un grito, no una palabra escrita en la gran pared

de las frustraciones, ni siquiera una raya huyendosino lloro, o ser, en todo caso, un hombre parado

en mitad de lo inesperado, ms nada


se agot la fuente de la ntima palabra, el

cntaro de la frescura vaca la final humedad, elcamino termina en las innegables viejas

presencias, slo resta el gesto convertido en

polvo inane; ese puro, humillado gesto guarda lalgrima de la salvacin y ningn rastro, ni unasola mancha, del cigarro ritual no quedan ni

vestigios


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dejemos al tiempo correr definitivo, al

entrecejo descorriendo la penumbra, un nuevo da

anunciando nuevos aires. El discurso de las horasseguir sin los nfasis, guardemos los aromas,

reinventemos la piel, su olor a madera o

tostadura. En los ltimos tiempos hemos cerrado

los ojos y la sensibilidad a otras fragancias, sinculpa de nadie, digamos

Jul io, 1.988. Ciudad Ojeda)

... hay pieles ansiosas de estas otras palabras,de esta fuente de innombrables plurales. Tal vez

la ambigedad es una pared repintada o una

mano izando el penltimo harapo. Sin embargo,una cancin sonando a silencio, sobrevive

...desde la extrema lentitud, una mano sigueextendida y un corazn se defiende al borde del

abismo. La distancia, esa mnima disidencia entre

un trago y una mirada permite reiniciar el dilogode nuevos encuentros y nuevos adioses y nuevastentativas

en el extremo, el silencio, la sonrisa

detenindose


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esto puede dar la posibilidad a otra

sensacin, o la virtualidad de empezar a ser otra

cosa o visin o tacto cmplice. Cul es labsqueda? Un frescor o alguna tontera

desvistindose en la prxima esquina


en este extremo del silencio hay azul y

tiempo mordido por el gran perro de la rabia


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(Jul io, 1.988. Barquisimeto)

en el extremo el silencio, en el hondo yo

(Septiembre, 1.989. Caracas)

estoy sin palabras, hay sinuosidades y

escarpados, tanto laberinto, tanto silencio

haciendo eco


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(Septiembre, 1.989. Caracas)

esplndida calle por donde camina el gesto

desencantado y viaja un aire a desaliento.

Esplndida hora para convertir el tono en vuelo alno regreso


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Todo en perfecta armona

con las angustias


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(Mayo/Agosto, 1.988. Barquisimeto)

no queda sino una costra magnfica

vistiendo los amores, una ntima fibra

olisqueando un franco perfume huyendo, unaspaviento tratando una justificacin del llanto

casi ser un hueso roto en mitad de la

ignominia, una apariencia rota, una especie desalmuera, una sangre alejndose, un aico,

cuando ya no es posible rer ms, celebrar nada


mala palabra, un agua corriendo sobre s,vuelta y vuelta sobre la esencia, calle andada con

antiguos pasos, sol a plomo repitindose en la

piel, acera pisada con antigua saa, pies heridos

regresando a la locura, caras desiguales danzando

sobre la mismidad


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mala palabra, tiesura ennegrecindonos el

gesto, asuntos sin antecedentes previos, razn

cotidianamente incomprendida, aguamalaadhirindose a una piedra, herida repetida,

vaivn, humo apenas, asombro de sombra tatuada

en la pared


mala palabra, inmisericorde cigarro que seapaga, sutileza de una realidad consecuentementemutable, sueo repetido, irrealidad constante,

posibilidad de encontrarse consigo mismo,

cancin repetida hasta el hasto, arrullo

impertinente, licor de mala entraa, poeta cuesta

abajo con su saco de sueos


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(Enero, 1.989. Caracas)

se atrasa un reloj, se adelanta un oscuro

celaje, se tiembla de pie a corazn, se bebe del

rigor y se bebe del fro, se detiene un intento, searriesga una ua simple y obstinada; menos la

piel, todo se hace archipilago y yo solo, parado

en mi rincn


una pizca de sol entra. El fluido, es decir la

sangre, alborota, una ua plida comienza su

accionar. Se aspira un calor y no lo decimos. Se

va el aliento mohoso hoy


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registro un fro de la piel, una nube morosa

en el ltimo cielo, desfilan caras, aparecen

melodas inconclusas, el instinto rebasa launidad: sangre, carne, hueso. Se presenta un caos

y debemos huir. Humo somos, humo plido, ua

milenaria araando una pared rojiza


dibujo un pie en el dolor, tinta sangrante y

cida, pulso temporario e intermitente, un hilo

rayando una esfera. Archivo la imagen, sepulto

el smil, regreso al rincn hmedo, sealo y

volteo la hoja dctil marcando el final


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atiendo el llamado, la letra con sangre sale,

se viene un borbotn ahora; corriente anrquica

ahogando con palabras la falta de poesa

(Jul io, 1.989. Caracas)

hilo, hilaza a dos tonos, laberinto, tringuloescaleno, corredor vial, humo. Manos

inmisericordes con el bolsillo ajeno, ojos mirando

desde la desolada calle, humedad filtrndose a

travs de las suelas, todo en perfecta armona con

las angustias


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sangre artesana, taumaturgia de lo leve:

Dios es el aire. Cuerpos urdiendo. La magia es

dispora, arena silcea, futuro crisol, espejo


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nostalgia de calle que fue ro o torrente en

el sentido omnmodo de lo trgico, aire herido,atmsfera sin misterios para esta soledad anclada

en lo esencial o en la nada que somos


se es ciudadano del cosmos o de la nada.

Sin embargo, se existe en otros lmites. Negarse a

ser sombra, no ser aire que pasa, nunca


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yo y la desarmona

solos los dos...


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(Octubre, 1.989. Caracas)

podemos irnos desde ahora y quedarnos y

no llover ms nada sobre la tierra intacta, ser

huella o rastro que se esconde, una hoja posandosu efmera presencia, pie largo que no pisa y

vuela


no hay palabras ahora, slo un trago y un

dolor, un cigarro en el desgano, una sirena

denunciando al ladrn, cuntas veces la he odo

en estas noches


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se muere una gota, una casi ltima gota, el

dolor es el nfasis

(Octubre, 1.989. Barquisimeto)

le robaron su ptalo, se sent en la acera

polvorienta y no pudo llorar. No mostrar la

herida, es demasiado digna la sangre para brotar.

No mostrar la pena, es demasiado salada la

lgrima para brotar


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no volver el llanto y su resaca, no tendr

ms celo el rayo de la sombra, palpitarn la piel y

la sangre, se hace estril la pasin y el amor noresponde


se enred el engao entre los dedos y no

hubo poema


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Qu piensan la hoja desprendida, la

sangre derramada, la herida abierta hoy?...

Cmo celebra el dolor una hoja columpindoseal filo del abismo?...


el halo tropez en la calzada y hay un

agudo dolor en cada dedo, no habr floracin


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no me hablen de la muerte, esta es una

calle sin rumbo, una mano tendida hacia la nada,

un cielo que se cae en sus colores, un pjarocortejando sobre la piel del da


no me hablen de la muerte, esta es un

desgano en la sangre, en la piel y en la sombra,

un grito inmerecido y un rincn, una lgrima

lindando el prpado cado


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no me hablen de la muerte, esta es una

nevera encendiendo su ruido a media noche, un

trago convidado por esta soledad, un cambio dela tinta y de la letra


no me hablen de la muerte, esta es un bajar

la cabeza a la evidencia, un llanto por adentro, un

desespero, un hombre muy borracho bailando su

miseria, un amor que se muere


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tanta frustracin y ni un poema, trauma y

suma de adioses, salivas quedndose en la piel

(Diciembre, 1.990. Barquisimeto)

intento de nuevo, cuarenta y dos aos y niuna queja, slo la del reclamo tocando la puerta,

la del poema interrumpido por otras urgencias, la

de la soledad llamando en esta hora, la de lo

engaoso; amorpropio tocando a rebato en el

campanario de la desdicha


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(Enero, 1.991. Barquisimeto)

apenas nos cubre un pedazo de luz. Carne

efmera somos, saltamos del calor al fro, poca

cosa


a veces la sombra vive ms que la luz. Tiendo

a extender los anhelos. No puedo ms con la

mentira y an no hay poema


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silueta del escndalo, eso soy; silueta y no

sombra; simple contorno de la cobarda


rendija y no cielo o risa, parsimonia, lo leve es

falso, la mirada azul es verde o amarilla no se

existe sin la palabra


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no ha vuelto a mostrar la sombra su sudario de

horas. Amanece en la estancia dura un pjaro

cantando adis la nube


lleno estas hojas para no dejar adentro los

presagios y espantar las angustias con las

palabras sobrantes de este da para aprender de

nuevo el dolor con la punzada de la amargura en

el costado


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Marzo, 1.991. Barquisimeto)

esta es la sombra ocultndose de mi sombra,

huyndole a mi pisada, no dando la cara. Esta es

la desdicha disparndome su piedra desde atrsde la puerta; la miro intensamente a los ojos y

huye, le devuelvo la piedra y no acusa el dolor,

slo me devuelve la mirada clara de la

insensibilidad


no soy sombra, no hago peso, no ando camino,

ni siquiera amago, arroyo, puro vertedero. No soy

sombra, ni honda preocupacin, ni an arrullo, no

espero a alguien. No hay carisma, ni pasin, ni

hora propicia, no agua para la sed


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rastreo dentro de esta molicie, intento expulsar

los malos olores, restos de pasadas grietas en el

dique del alma, muchas remendadurasresintindose apenas crecen las vertientes


canto y no slo cielo, reiteracin del pasado,

calle otra vez y polvareda y rencor con

mayscula en el odo de lo imperceptible


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nueve de la noche, un da perdido, un da

prendido a la falda de los rencores


yo y la desarmona solos los dos


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la noche es un perro exquisito ladrndole a la

luna, mordiendo la cancin en el filo ltimo

lstima de amo no hay perro libre, slo el quesigue danzando en mis sueos, el que orina en la

penltima de las tristezas


trato de no llorar esta ltima lgrima guardada

para el camino


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soy, en esta hora nica, pared, peticin,

hallazgo a veces; corriente mansa, destello a

veces


anoto mi estado: calle, dolor, calor ypolvareda, ojo lloroso, angustia machacante,

trago solitario, pedazo insignificante, atropello,

mal humor, hambre y sed, vecindad del rencor, el

sabor, lo perecible de hoy, esa nube rondando los

sueos. Cunto se va en las esperas


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no miren el fondo de mis ojos, hay un torrente

demasiado rpido para encontrarle sentido a lo

que voy siendo: pedazo de madera, sin rumbo,cuesta abajo, ro abajo, trozo de hoja amarilla,

rama desvalida, precipitacin con el viento a

favor, brizna dejndose llevar, inercia especfica,

restos de ave muerta en las cabeceras, ltimodeshoje, espuma apenas


mala sombra y calle y polvareda llenndonos

los ojos...


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Es deshora otra vez


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llmame nudo, hebra cruzada, sincrona. Piso

otra vez el camino en el punto exacto, miro la

sombra. La mano que teje no me angustia. Hayuna mano tramando, no dios, no destino, no

desatino, no predestinacin, entonces nmbrame

arco antiguo, saeta, no unicornio. No soy sueo

an, di un paso y otro sin muerte posibletodava


...llmame vuelo, plpito, hlito, sabienda, no

sabidura an o ala batiendo un aire presuroso.

Anduve veredas aosas, humedades; llegu a

desierto de nuevo y no me encontr


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darle nombres a los tiempos y vivir. Otra vez,

Qu es la soledad? Abundancia de palabras

acomodndose en el silencio, acaso un rumbo portomar a deshora, es deshora otra vez


este bullicio, este sinnombre, este plpito

interior, este nudo en la garganta, este cerco, esta

humedad, esta sonrisa hacia adentro, esta

sinrazn


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una garganta seca, una piel ya reseca, un labio

sin un beso, un mordisco en el lmite del corazn,

un prpado reseco, un labio sin un beso, unlanzazo en mitad del corazn, un licor quemando

en las entraas, una palabra fra quedndose en el

miedo, un humo que no pude perfumar ya ms

nada, un llanto incesante y no moja la hoja, uncocuyo encendiendo su desesperacin


...no hay voz, ni luz, ni sombra, ni prpados

alertas, slo esta ingrimitud


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(Septiembre, 1.990. Mesa de Esnujaque)

lechos y espacios, tantsima soledad, cntaros

vacos, espuma, copas verdes, hojas

amarillendose en la orilla, cunto zapato roto encada piedra aguda del camino; slo nos queda el

hueso blanco, las manos hurfanas de todo;

sombra y no recuerdo. Afuera qu espera, una

noche alargada; el olvido

(M arzo, 1.991. Barquisimeto)

necesito estar conmigo, yo y hoy solos los dos,

yo y calle solos los dos, yo y yo solos los dos


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en este cuerpo que es mi cuarto, hay cenizas,

colillas esparcidas, vergenzas y derrotas,

sbanas guardando olores inhumanos, uninmenso deseo de muerte


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Este libro se termin de imprimir en

Editorial Casa Blanca c.a.

Noviembre de 2003Mrida, edo. Mrida

Repblica Bolivariana de Venezuela


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