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1 Apuntes para el ANALISIS PROSPECTIVO Y CONSTRUCCION DE ESCENARIOS Dr. José A. Amozurrutia Noviembre 2014 Introducción: Estas notas se han elaborado para enriquecer la perspectiva de cursos de Maestría en diversas Facultades interesadas en la Prospectiva y en un pensamiento sistémico. Dada la “complejidad” y actualidad del tema, están necesariamente en constante desarrollo y pretenden integrar los conceptos esenciales así como su vínculo con los relacionados al pensamiento sistémico. El temario de partida es el siguiente: Figura 1: contenido de los apuntes Figura 2: contenido de los apéndices

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Apuntes para el ANALISIS PROSPECTIVO Y CONSTRUCCION DE ESCENARIOS

Dr. José A. Amozurrutia Noviembre 2014

Introducción: Estas notas se han elaborado para enriquecer la perspectiva de cursos de Maestría en diversas Facultades interesadas en la Prospectiva y en un pensamiento sistémico. Dada la “complejidad” y actualidad del tema, están necesariamente en constante desarrollo y pretenden integrar los conceptos esenciales así como su vínculo con los relacionados al pensamiento sistémico. El temario de partida es el siguiente:

Figura 1: contenido de los apuntes

Figura 2: contenido de los apéndices

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CONCEPTOS BÁSICOS DE PROSPECTIVA. La prospectiva implica un conocimiento muy amplio que abarca tantas disciplinas como sea posible incluirlas en el análisis de problemáticas tomando en cuenta un “equipo de estudio, de análisis e investigación”. Es por ello que siempre serán reducidos los conceptos básicos, dado que siempre será necesario incluir en forma integrada –y ahí el reto de lo complejo- aquellos derivados desde las ciencias sociales, las militares, las humanísticas y desde luego las físicas y naturales. Considero que los conceptos básicos deben estar orientados a enfrentar el reto ante la incertidumbre –social, política, económica, tecnológica,….- que presente cada problemática. Una incertidumbre que parte de un presente y que se complejiza hacia el futuro a mediano y largo plazo. En la siguiente figura sintetizo los elementos básicos de una definición sobre prospectiva, la relevancia de las técnicas que la sustentan –ya no consideradas dentro de una visión clásica, cuasi-lineal de los problemas- sino en el marco de un enfrentamiento con problemas complejos.

Figura 3: aproximación a los retos de la prospectiva

Íntimamente relacionado a esta primera aproximación de la prospectiva, está la creación de escenarios, esto es, una selección de componentes esenciales –ideas, personas, actividades y recursos- que permiten delimitar una o más posibilidades de alcanzar los futuros deseables o posibles. Dicho mapa, no incluye –por el momento- la forma de lograr dichos escenarios, esto es la estrategia. Una definición general, clásica sobre perspectiva en la que se tocan prácticamente todos los aspectos que desea integrar el análisis de una problemática:

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Figura 4: una definición clásica de prospectiva

Ahora recordamos una definición más breve pero más certera que incluye el componente estratégico, de lo que implica la prospectiva hoy en día:

Figura 5: elementos de una prospectiva más actual

La idea de iluminar el futuro (Godet1, 1995,4) se enmarca en una tríada de conceptos –apropiación, anticipación y acción- en donde se integra la perspectiva de Godet en torno a un “anticipar la acción por la apropiación”. Es a partir de la apropiación intelectual y afectiva, que se hace posible la anticipación en la acción eficaz, la que deberá ser anunciada en la prospectiva y dará sentido en los escenarios propuestos.

                                                            1 Consideramos a Miche Godet como un autor de referencia básica, -con una perspectiva francesa de los años setenta a la fecha- cuya propuesta tiene elementos para vincularla a un pensamiento sistémico que enfrenta lo complejo. Este material proviene de la síntesis que hace en “La caja de herramientas…” que se puede obtener en http://sic.conaculta.gob.mx/centrodoc_documentos/179.pdf, y de su libro “De la anticipación de la acción”

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Por otro lado, Ackoff2, aunque a inicios de 1973, recuerda la importancia de trabajar sobre los medios necesarios –íntimamente asociados a una apropiación, para alcanzar el futuro. Explicita que se trata de “conseguir” el futuro, lo que implica disponer de recursos idóneos para ello, esto es, en el futuro no van a suceder cosas que no estén en nuestras manos, en nuestro potencial para hacerlas. Los adjetivos que Godet emplea remiten a “evoluciones probables” y aquí cabe señalar que entre más clara y actual sea nuestra concepción de evolución, tanto de lo que consideremos como natural, como de lo artificial, -considerando que se interpenetran cada vez más hoy en día- tendremos más elementos para “modelar” los comportamientos en los actores que deseamos anticipar su acciones. Habremos de poner atención especial en la iluminación de una “pro-actividad”, que puede estar ubicada antes de actuar, en un primero momento de la anticipación, y de manera simultánea –en lo posible- iluminar mediante una “pro-actividad”, un segundo momento de la anticipación. En cualquier caso, habremos de ver que el análisis de un pasado y presente potencial a partir de cual deseamos conocer un porvenir, necesitamos definir una estrategia para lograr, conseguir, anticipar el escenario más deseable o evitar el indeseable. Recordemos algunas características sobre ello:

Figura 6: características de una estrategia asociada a la prospectiva.

El atributo de ser arriesgada, descansa en la explicitación de un valor numérico, entendido como un número significativo que dentro de una escala de valoración, nos permite establecer un criterio lógico para establecer dicho riesgo. Este criterio numérico puede estar compuesto por dos componentes: a) aquellos derivados de un tratamiento estadístico y/o probabilístico, y b) el derivado de una valoración cualitativa, representada por valores numéricos, como es el caso de factores de valoración –que valoran niveles de significado de alguna característica o

                                                            2 Autor más vinculado a un pensamiento sistémico de corte “duro” pero que también incorpora elementos de prospectiva en su análisis a problemas relacionados con el ámbito social.

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propiedad cualitativa- o factores de ponderación –que valoran niveles de importancia en la integración de dos o más cualidades. La robustez de una estrategia se densifica en la medida entre más evoluciones probables tengamos a la manos para establecer nuestras inferencias. Habremos de insistir mucho en el componente “genealógico” de un estudio de prospectiva, entendido como la serie de estructuraciones que han tenido los fenómenos que estamos incluyendo en el estudio. Dichas estructuraciones son de carácter valorativo y organizativo en muchos niveles y sintetizan la columna vertebral –muchos niveles de articulaciones- que determinan los procesos de interés. Por ello es un componente esencial de toda estrategia. El componente de flexibilidad, descansa en el concepto de reversibilidad asociado a las acciones, hechos, comunicaciones y más concretamente en las relaciones que están implicadas. Si bien la reversibilidad es posible en algunos fenómenos físicos (evaporación / condensación), no lo son en los procesos sociales en donde el sentido de una acción de A hacia B no es el mismo que daría B sobra A, aunque si asumimos el mismo espacio-tiempo y objetos mediadores en ambas acciones, es posible considerarlos iguales (ojo por ojo). Esta reversibilidad permitirá ir de atrás para adelante en los sucesos temporales y entonces poder afianzar más la posibilidad de que suceda un resultado o se lleve a cabo una acción a partir de una causa o acciones previas ya conocidas y realizadas en sentido inverso. Esto es una manera de pensar en las posibilidades de ir de reversa en algunas acciones implicadas en el logro de un propósito. La última cualidad de la estrategia, sugiere ser un tanto conservadora en “las ganancias apenas significativas”, implica que toda estrategia de un escenario posible, está inmersa en un marco axiológico, desde donde se deben formular escenarios no riesgosos ni fantasiosos para lograr lo mejor –o lo menos deseable, o un punto intermedio, imparcial-. Ello implica asumir una toma de posición ética, que en el marco de una investigación hoy en día nos referimos a la definición del maco epistémico del proyecto- , componente referido en los propósitos del curso. Este aspecto es muy importante y difícil de matizar porque si bien todo estudio de prospectiva desea el mejor escenario, ello implica aplicar la mayor objetividad posible y la mayor imparcialidad. Ello no quita que “explicitemos” nuestro marco epistémico, de conocimiento y valores, y aceptemos que si bien deseamos lo mejor, el análisis puede arrojar lo contrario, esto es, una condición no deseable en un escenario, que si bien es deseable para nosotros, del análisis objetivo e imparcial derivamos lo contrario. A continuación sintetizo algunos conceptos frecuentemente relacionados con los ASPECTOS CONCEPTUALES DE LA PROSPECTIVA, así como ASPECTOS TEÓRICOS DE LA PROSPECTIVA, referidos en el temario:

Entre los conceptos más importantes - precedentes al de prospectiva -que debemos tener en cuenta en nuestro tema, son los de estrategia y escenarios.

Algunas definiciones de términos frecuentes- precedentes al de prospectiva- son el de la previsión, la planificación y el pronóstico:

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La previsión propone y predispone lo necesario para lograr un fin en el que es necesario atender contingencias y necesidades. Esta puede tener una mejor apreciación cuando apreciamos una tendencia evolutiva en un horizonte dado, esto es, si no cambia el horizonte es posible “extrapolar” valores registrados hacia adelante. Ello implica que si dicho horizonte es falso, o sea que partimos de una hipótesis incorrecta, se cae la previsión. Según Godet (1995,13) “es la apreciación provista de cierto grado de confianza (probabilidad) de evolución de una magnitud en un horizonte dado.” Godet (1975:17) señala varias diferencias importantes entre la previsión y la prospectiva, que nos permiten ver con más claridad la diferencia entre un pensamiento clásico entre las ideas previas a los años setenta y las posteriores, ya propias de los años noventa3:

Previsión Prospectiva

visión Parcelaria “por otra parte,… todo es igual”

Global “por otra parte,… nada es igual”

variables Cuantitativas, objetivas, conocidas

Cualitativas, cuantificables o no , subjetivas, conocidas u ocultas.

relaciones Estáticas, estructuras constantes

Dinámicas, estructuras evolutivas

Futuro Único y cierto Múltiple e incierto

Método Modelos deterministas y cuantitativos (econométricos, matemáticos)

Análisis intencional. Modelos cualitativos (análisis estructural y estocásticos) de impactos cruzados

Actitud de cara al futuro

Pasivo o reactivo (futuro experimentado)

Pre-activo o pro-activo (futuro deseado)

Tabla comparativa, tomado de (Godet, 1995:17)

Por otro lado la “Planificación” está basada en una experiencia organizacional –en el marco de un horizonte organizacional- que tiene fines determinados y a partir de ello “planifica, proyecta, programa” futuros posibles. Según Ackoff –referido por Godet- “la planificación consiste en idear un futuro deseado así como los medios reales para llegar a él”

El pronóstico de un futuro está basado en una intuición, en ocasiones asentada en experiencias, sobre indicios y señales previas. Hace conjeturas –razonamientos con poco fundamento racional o lógico- que para las mentalidades matemáticas, son “charlatanerías”.

La predicción parte de una visión determinista, poco fundamentada por argumentos racionales.

La previsión y planificación se basan en “proyecciones” que son extrapolaciones matemáticas basadas en la probabilidad y estadística. Técnicas más recientes

                                                            3 La relación de autores y conceptos que Godet refiere en su libro, especialmente en las acciones sobre “las corrientes de la prospectiva” (pág. 9 y 10) ya tienen nuevas generaciones que a partir de ellos se han desarrollado en varias direcciones. No por ello dejan de ser vigentes, especialmente por la perspectiva que deja de considerar causalidades y procesos lineales que en cierta medida enfrentan ya lo complejo. En nuestro caso, nos adherimos a los autores que están asociados a la Sociocibernética.

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toman en cuenta el “Inferencias Bayesianas” para llevar a cabo inferencias probabilísticas más certeras, y las” Series de tiempo”, para hacer extrapolaciones más irregulares.

Dichas perspectivas sobre futuros posibles pueden ser aplicables todavía en el marco de dominios de interacción “cuasi-regulares” con poca interacción con un entorno fuertemente dinámico. Son posibles las semejanzas del futuro a las del pasado al interior de organizaciones que interactúen poco con otros entornos. Pero como refiere Godet (1995,14), “a partir de 1973, el futuro ya no se parece al pasado, y el horizonte de la prospectiva, es decir de las rupturas, se aproxima. Rupturas que los modelos basados en los datos y las relaciones del pasado son incapaces de prever, ya que dependen de comportamientos de actores cada vez más aleatorios, y cada vez menos conformes con los esquemas racionales clásicos”. Recordemos que la prospectiva se orienta a la toma de decisiones con un impulso –deseo- hacia el futuro anticipable. Para ello, hace explícitos diversos escenarios en los que identifica peligros y oportunidades y ofrece políticas y acciones alternativas. Podría pensarse como una planeación de un futuro esperado, que planifica, proyecta, y mueve recursos con eficacia y en forma competente. La prospectiva desde luego toma en cuenta datos –observables-, pasados y actuales, asi como comportamiento de actores relevantes que al proyectarlos a futuro, reduce incertidumbre. La tendencia clásica “positivista” de la prospectiva es que los datos son “duros” esto es, claros y evidentes. En ellos la evidencia está en la claridad que nuestra percepción tiene de ellos: visibles, contables y medibles. El gran reto radica en tomar en cuenta los “datos” que mejor debiéramos referirlos como “observables” por parte del investigador, que no se ven, que están implícitos, pero que están ahí, en las intenciones detrás de las acciones, en las valoraciones y alusiones que están “entre las líneas” escritas de los discursos, y las emociones –explícitas o simbólicas-, que difícilmente registrables, determinan en buena medida a las acciones, a los mensajes, a las comunicaciones. De acuerdo a Godet, una estrategia, más allá de referir al arte de hacer participar a la fuerza para alcanzar los objetivos de la política, de acuerdo con el general Beaufre (en 1965) responde “al arte de una dialéctica de las voluntades que emplean la fuerza para resolver un conflicto” (1995:42). Lo dialéctico, señala, “es necesario para para prever las reacciones adversas para cada una de las decisiones paneadas y concede la posibilidad de poner freno a cada una de ellas”, esto es, de rectificar, por aproximaciones sucesivas, la mejor reacción. En este contexto no existen las incertidumbres sino las tácticas, esto es, decisiones que enfrentan contingencias y que enfrentadas y superadas permiten alcanzar los objetivos deseados con baso en todos los medios disponibles. Señalamos en este contexto, que un conflicto, a su vez, es “el resultado de la confrontación de estrategias antagónicas entre actores” y se presenta en forma de “rupturas de una tensión entre dos tendencias (aglomeración y necesidad de espacio, tiempo obligado y tiempo libre…)”.(1975: 42)

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De aquí podemos derivar una primera aproximación más detallada a lo que es un escenario: “un conjunto formado por la descripción de una situación futura y de la trayectoria de eventos que permitan pasar de la situación de origen a la situación futura” (1975:43). Cabe precisar que dicha descripción debe ser coherente, esto es, estar fundamentada en un lenguaje que permita transmitir una racionalidad –lógica, desde otro punto de vista- y comunicable a terceros, ya por un discurso hablado o escrito. Godet precisa que debe ser además pertinente, transparente, y verosímil. Todos ellos, conceptos propios de una racionalidad científica de corte no necesariamente positivista y si más constructivista, pues aquí no está presente la ley que determina si una hipótesis es válida. Nosotros precisaríamos la definición explicitando el contenido de dicho conjunto, haciendo referencia a un conjunto de relaciones entre actores y objetos mediadores, dentro de una situación original y futura, enmarcada en un espacio-tiempo. Esto elementos nos permitirán explicitar mejor –como relación compleja- dicha coherencia y además, una consistencia en el marco de otros discursos –situados- asociados a la descripción de una estrategia y un escenario ambos con elementos interdefinibles, heterogéneos y emergentes. Pero retomemos la perspectiva de Godet, que si bien no es clásica, lineal y centrada en lo cuantitativo, si tiene elementos de no-linealidad y de una perspectiva de análisis mas cualitativo. Los escenarios pueden ser posibles, realizables o deseables. Los primeros son aquellos que se pueden imaginar en el marco de un deseo sin límites. Si le ponemos límites a dicho deseo y somos menos idealistas, el escenario se hace realizable, y puede ser tan realizable, como claros y conocidos estén los límites y recursos para alcanzarlos. Un escenario deseable es un escenario realizable, consciente de sus límites, y en el marco de sus deseos, siempre y cuando, recordemos, nos hayamos apropiado de los recursos y convicción para llevar a cabo las actividades implicadas en una estrategia asociada con dicho escenario. Godet señala también cuatro dinámicas implicadas en los escenarios:

Los escenarios son referenciables cuando aludimos a que tiene grandes posibilidades / probabilidades de que se lleve a cabo. Este tipo de escenarios son más “exploratorios” en la medida en que su criterio de pro-actividad asume nuevas situaciones por incorporar a su estrategia. Son escenarios más abiertos que los que siguen.

es tendencial cuando se basa en un criterio cuantitativos en donde a partir de la extrapolación de alguna correlación estadística se puede proyectar los eventos en dicho escenario,

es contrastado cuando su curso depende de una divergencia radical, ya por un mandato “a priori”, incuestionable para llevarlo a cabo a estrategia, o cuando se considera imposible de llevar a cabo. Su dinámica está sujeta a una condición de probabilidad “si o no”.

un escenario es normativo, cuando está concebido dentro de un marco axiológico que determina los aconteceres de acuerdo a los criterios en dicho marco.

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Podemos distinguir varias actitudes frente a los escenarios y a las estrategias, respecto al encuentro con grados de incertidumbre o futuros posibles: La pasiva, que espera que todo siga igual y conduce a una prospectiva inútil en la que

asume “seguir con la corriente” de lo que h sucedido. La reactiva que se caracteriza por ser exploratoria en el planteamiento de los

escenarios y conduce a adaptarse a las condiciones que le presente el futuro, La pre-activa, que también es exploratoria, aunque puede tener escenarios con

elementos con una anticipación y La actitud pro-activa con escenarios exploratorios y normativos, implicando una

convicción voluntariosa ante ellos. En el siguiente diagrama sintetizamos una manera de diferenciar los niveles de prospectiva en el marco de escenarios y estrategias:

Figura 7: Escenarios posibles, deseables y realizables.

ESTUDIOS DE FUTURO. Los componentes clásicos para este tipo de estudios los han sintetizado Milkos y Tello en su libro que tiene las siguientes partes y contenidos:

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Figura 8: síntesis de la visión de estudios de futuro (Milkos y Tello)

Sintetizo algunos componentes asociados a las TENDENCIAS PARA EL ESTUDIO DEL FUTURO y EL MODELO PROSPECTIVO, subincisos de este capítulo. Retomemos la perspectiva de Godet para una prospectiva estratégica. En rojo he comentado cada punto:

Figura 9: ideas clave de la prospectiva estratégica

“Los proyectos futuros no nacen por azar, sino que han sido concebidos por el pasado del cual son dependientes posibles. Esto equivale a decir que llevan la marca de una herencia genética, de una identidad cultural, de una historia familiar muy específica, pero distinta cada vez (es la infinita variedad de combinaciones posibles lo que hace que los seres sean siempre

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diferentes, aunque se parezcan entre sí). Quien ignora su pasado no puede anticipar sus posibles futuros, La mayoría de los sucesos llamados a producirse tienen sus raíces hundidas en un pasado lejano. Por esto, una ojeada frecuente al retrovisor forma parte de una nueva conducta frente al futuro” (Godet, 1995: 21). La metodología general para llevar a cabo un estudio de prospectiva, de acuerdo a Godet (1995:35) está basada en las siguientes actividades desarrolladas en varias etapas:

a) Delimitar el problema, etapa que puede ser apoyada por el análisis morfológico de las disciplinas, temas y áreas de interés implicadas en la problemática,

b) Llevar a cabo el análisis de variables clave, que permite apuntar las áreas donde habrá que poner mas interés en los problemas y problemática en general,

c) Llevar a cabo el análisis de los actores, que permite señalar los aspectos donde se pueden presentar los momentos clave, bifurcaciones o puntos de inflexión en el desarrollo de comportamientos sociales, y

d) Elaborar escenarios, a partir de la selección de aquellas variables y actores que están vinculados a nuestras expectativas o a nuestra perspectiva de análisis sobre el futuro. Es aquí donde se aplican las estrategias para cada escenario y se consolida una prospectiva estratégica.

Cada etapa puede ser llevada a cabo desde muchos criterios, momentos y perspectivas, lo que complejiza el problema, ya que este puede ser tan grande como pretensioso sea el estudio y cubrir tantos ámbitos como necesidades y deseos tenga el equipo de investigación que lo lleva a cabo. El inciso “ESTUDIOS DE FUTURO: -CATASTRÓFICOS. -DESEABLES. -PROBABLES. –FUTURIBLES” nos refiere que los estudios de futuro implican futuros probables, ya deseables, no deseables o catastróficos. Si analizamos detenidamente dicho inciso, apreciamos que en todo estudio de prospectiva, existe un deseo velado para que “no suceda algo, o si suceda”. Hay una valoración implícita de la realidad que no puede hacerse a un lado. Pero ello no implica que no haya objetividad, como hemos referido anteriormente. Para explicitar dicha objetividad, es necesario hacer evidentes y transparentes los criterios de valoración con que se hace el estudio y el panorama de los escenarios. Si apelamos a la perspectiva médica, diagnosticar –otro subinciso de este capítulo- es “determinar el carácter de una enfermedad mediante el examen de sus signos” (DRAE). En nuestro caso, partimos que el diagnóstico es la actividad –de análisis y de síntesis- que permite valorar una situación conocida o lo que se puede saber de una situación que todavía no ha sucedido. En cualquiera de los dos casos, se trata de aplicar un código valorativo, dentro de un marco axiológico- a partir del cual derivamos el estado en que se encuentra la situación que se diagnostica. Pero desde una perspectiva constructivista, toda axiología ya está encarnada, inmersa en el cuerpo teórico que analiza para hacer el diagnóstico. Esta relación entre el componente

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axiológico y el componente teórico, también está inmersa en el componente metodológico. Valorar, conocer y saber hacer van de la mano. Esto lo podemos comprender si asumimos que conocer implica simultáneamente, analizar / valorar / sintetizar, tres actividades cognoscitivas que se llevan a cabo simultáneamente. Separarlas y distanciarlas –esto es, primero hacer, luego conocer y más adelante valorar, o establecer un valor, para posteriormente conocer-, puede alterar el diagnóstico y en muchos casos, conducir a situaciones paradójicas o contradictorias, porque olvidamos o pasamos por alto implicaciones valorativas a lo largo del camino y rumbo que tomamos en nuestra elaboración de ideas. El entusiasmo de lo novedoso nos aleja de lo sustantivo u no nos darnos cuenta que nos vamos transformando e incluso modificando de acuerdo a nuevos estados de referencia que se nos cuelan, o inconscientemente, sacamos a la luz cuando más nos conviene decirlos y explicitarlos. Porque evaluar implica a su vez, saber aplicar una técnica de análisis, que necesariamente debe estar vinculada a la técnica central y a un cuerpo teórico, y esto va de la mano con uno de los objetivos del alcance del curso: “argumentar analíticamente” el análisis prospectivo…, por ello, es importante entrar en mayor detalle en el carácter teórico-conceptual de las técnicas de análisis –que en nuestro caso se convierten en “técnicas de investigación” de fenómenos sociales. Es importante recordar que el análisis de problemáticas sociales complejos –que es el interés en la mayoría de los estudios de prospectivo hoy en día- exige de técnicas más generales que el análisis de problemas sociales, incluso complejos. En el primer caso, habremos de comprender que el tipo de análisis es más “exploratorio” que en el segundo caso, que es más resolutivo. Describiremos sintéticamente las técnicas cualitativas más usadas en la prospectiva, para pasar más adelante a las técnicas cualitativas. Posteriormente sintetizaremos técnicas mas específicas orientadas al análisis social. En las figuras 10 y 11 sintetizo las principales ideas de estas técnicas.

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Figura 10: síntesis de técnicas cuantitativas en prospectiva

Cabe mencionar que estas técnicas son clásicas en su aplicación no solo de la prospectiva sino en otras disciplinas de las ciencias sociales. La técnica de la simulación incluso es la técnica básica de análisis en el campo de las ingenierías en general y recientemente en las ciencias sociales. En el marco de las técnicas propuestas y usadas por Godet así como en análisis financieros clásicos, la relativa al “análisis de sensibilidad” de un modelo analítico es también una simulación. Es una técnica que puede estar asociada a técnicas cualitativas, que a continuación las menciono:

Figura 11 A: síntesis de técnicas cualitativas en prospectiva

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La técnica delos escenarios tiene muchas formas de aproximarse. Más adelante sintetizaré la que adopta Godet como su propuesta central. Más que una técnica, la considera como un método para el análisis prospectivo e integra en el cuatro técnicas específicas.

Figura 11 B: síntesis de técnicas cualitativas en prospectiva

En varias de las técnicas cualitativas, apreciamos que es posible y en algunos casos, necesario, recabar información de expertos en la materia que se investiga. A continuación sintetizo algunos criterios que se han utilizado en técnicas para el análisis de problemas sociales en los ámbitos de la comunicación, así como en aquellos en donde más que solicitar el punto de vista de expertos, se solicita el punto de vista de personas relacionadas con alguna parte del tema de interés- El análisis de grupos de discusión puede llevarse a cabo de dos maneras:

Mediante preguntas directas (forzadas): “Focus Groups”: en la que se formulan preguntas muy dirigidas sobre lo que se desea saber. Se corre el riesgo de inhibir a la persona. Es posible que los participantes, si son considerados como “expertos” asuman una postura –máscara- que no permite ver sus verdaderas opiniones. Se acostumbra estimular a los participantes con premios para que se disponga a decir algo mas adecuado.

Mediante preguntas indirectas (libres): “grupos de discusión”: se plantea un tema y se deja libre disposición de abordarlo o no. Lo que se diga del tema será más espontáneo, más natural –más inconsciente- o con menos “máscaras”. Se corre el riesgo de no disponer de la reflexión sobre el tema deseado, pero lo poco que se diga es muy valioso.

Por otro lado, el análisis de grupos de expertos puede ser:

Mediante entrevistas independientes (Método Delphi): cada uno por separado –ya por correo electrónico o por otro medio de comunicación- y el análisis se hace en otro momento con o sin la coparticipación de los expertos. Tiene un protocolo muy preciso.

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Mediante entrevistas a grupos presenciales (de expertos o de personas representativas): (con cualquiera de las dos estrategias referidas en los grupos de discusión). Lo importante en esta estrategia / metodología / protocolo, es la forma de hacer la reflexión durante la sesión. L lleva a cabo “un equipo” de colaboradores / investigadores y considera la posibilidad de que los invitados se comporten de manera independiente, como expertos sin vinculación previa, o como un grupo de personas que se conocen –que no es el mejor caso- pero que previa a la entrevista o sesión se propicia su vinculación como grupo temporal que coopera a una solicitud del equipo de investigación. De lo más relevantes es el consenso entre ellos, manifestado por sus movimientos de cabeza de ojo o de risas y comentarios sobre las opiniones del grupo.

Algunos criterios importantes para la preparación de una sesión4 con invitados son los siguientes:

1. Con base en objetivos definir previamente preguntas formuladas a la problemática en general y/o a un problema específico,

2. Diseñar un mapa de referencia que permite ir representando en un pizarrón presente, espacios, tiempos, actores aludidos

3. Definir el coordinador de la sesión (quien hace las preguntas y coordina tiempo en las participaciones (se sugiere que sean intervenciones de un minuto en promedio y dos rondas por cada pregunta).

4. Definir el colaborador que irá dibujando las palabras clave de las respuestas en un esquema del pizarrón, para hacer visibles, los espacios, tiempos y actores referidos. Esto permitirá hacer referencias posteriores.

5. Definir colaboradores que irán registrando en un procesador de textos o en tablas de registro de información en bases de datos, parte de la información expresada.

6. Definir un coordinador para el control del tiempo de respuestas, tiempo global de la sesión,

7. Definir un coordinador de segundo orden, que dará atención a puntos ciegos personales y de grupo: cómo estimular a los presentes si decae el interés, sugerir alguna pregunta no programada,

Criterios para considerar durante la sesión:

1. Presentar al equipo de trabajo que realiza la sesión a los expertos o participantes, 2. Explicar los criterios de la sesión (tiempo de respuestas, forma de sugerir recorte de

participación) 3. Presentar el problema o problemática 4. Llevar a cabo las preguntas 5. Actuar con discreción las actividades de los colaboradores del equipo

                                                            4 En el curso realizamos dos sesiones para emular las características de este tipo de consultas a expertos. Es importante considerar que los aspectos relativos a la reflexión por parte de “observadores de segundo orden” del propio equipo que realiza la sesión, asi como las reflexiones posteriores de los asistentes, contribuyen con un componente que no es tradicionalmente considerado en las técnicas orinales.

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6. Agradecer a participantes, e informarles nueva sesión para mostrar resultados. Esto puede anticiparse al hacer una reflexión final de lo registrado en el pizarrón, e incluso, solicitar una última participación de cada uno sobre la síntesis expuesta.

Sugerencias para después de la sesión.

1. Pasar en limpio –lo antes posible- información registrada 2. Transferirla a sistema de información empírica y de análisis, especialmente la

relacionada con: el registro de acontecimientos, actos, fuentes, actores, el registro de relaciones entre actores

3. Análisis detallado de la información registrada

Síntesis de criterios en técnicas de análisis social La aplicación de técnicas de investigación para análisis más detallados, requiere de una perspectiva de mayor atención en los aspectos para el análisis. A continuación sintetizo algunas características relevantes a manera de referencia ya que el tema requeriría dos o más materias para su comprensión y aplicación.

Figura 12 a: técnicas de análisis en términos de “órdenes o niveles de observación de

análisis”

Jesús Ibáñez5 fue un investigador español que hace una propuesta para referir a las técnicas desde una perspectiva que evita diferenciar lo cualitativo de lo cuantitativo y más bien, integrarlos en el marco del tipo de observación que se hace sobre ellas. Son las técnicas de tercer orden o de “investigación acción participativa” las que más se asemejan a la práctica real de una prospectiva que se centra en “anticipar e iluminar” una                                                             5 Ibáñez, J. (1985). "Del algoritmo al sujeto. Perspectivas de Investigación social". Madrid. Siglo XXI, y "El regreso del sujeto. Investigación social de segundo orden. ", (1994) Madrid. Siglo XXI. 

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actividad que inicia desde lo antes posibles, esto es, desde el diseño de talleres que imparte el equipo de analistas –y los ejemplos y propuestas de Godet se fundamentan en ello- con los actores reales donde se desea llevar a cabo la estrategia para lograr un escenario deseable y posible.

Figura 12b: técnicas de análisis como “niveles de observación de análisis”

Figura 13: Interdependencia entre las técnicas de análisis

En la siguiente lámina sintetizo de manera gráfica la relación entre las variables implicadas en un análisis analítico, esto es, con base en una formulación matemática que parte de lenguajes basados en el álgebra, la geometría analítica, el cálculo y teoría de ecuaciones, entre otros. Dicha relación se establece entre variables independientes –de carácter constante- con variables dependientes –de carácter dinámico y de interés para los análisis.

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Figura 14: técnicas y su asociación a las variables dependientes e independientes.

El propósito de las técnicas específicas para análisis de prospectiva sintetizadas al inicio de esta sección, están orientadas a definir las variables más significativas en la problemática de interés –subinciso incluir en el temario-. Si bien algunas de ellas toman en cuenta actores, fuerzas o causas relacionadas con un problema o problemática en general, todas se podrán relacionar con los comportamientos y trayectorias de actores (personas, grupos, organizaciones, comunidades). Uno de los aspectos más importantes para definir las variables de interés en un análisis de prospectiva, es la forma de ir registrando las características y atributos de los actores sociales de interés, y más específicamente, aquellos aspectos en ellos –que serán las variables dependientes- que no visibles o son indirectos respecto a sus comportamientos. En forma complementaria, las características y atributos visibles y explícitos, asociados a las variables independientes, no son tan significativo, pero si su relación con las variables dependientes. Pero el gran reto para definir las variables radica en saber formular preguntas al problema, ya que de una buena pregunta podrá disponerse de elementos certeros para definir las variables que representan los componentes de las respuestas que deseamos conocer respecto a la problemática de interés. De aquí la importancia de las preguntas un el inicio y a lo largo del análisis de una problemática. De las preguntas a las variables Si se asume el nivel de complejidad del problema por analizar –esto es, considerarlo que no tiene comportamientos lineales, sino que se caracteriza por tener relaciones “interdefinidas”, “heterogéneas” y “emergentes” entre las variables, la formulación del tipo de entidades es un proceso de prueba y error, de aproximaciones sucesivas.

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A partir de una primera definición de los propósitos / objetivos del análisis, se definen preguntas al problema. La premisa general es que si se plantean buenas preguntas y se responde a ellas, la certeza del estudio –que se traduce en un análisis para toma de decisiones- podrá ser mayor. Una buena pregunta se caracteriza por:

Ser pertinente Poner el énfasis de la duda en los intersticios “no triviales” de un problema

En el primer caso: ser pertinente, implica que esté dentro de marco de conocimiento “preguntable” del problema, esto es, que se formule tomando en cuenta los elementos reales y conceptuales del que hace la pregunta. Los elementos reales se refiere a aquellas evidencias empíricas que permiten establecer una comunicabilidad adecuada entre las personas implicadas en el problema, al poder hacer referencia explícita a los componentes de los hechos, acciones, comunicaciones, actividades, así como referencias indirectas o implícitas a los componentes en dichas instancias. Este segundo caso es más difícil e implica un proceso de prueba y error. Una pregunta correcta permite no tener duda de a quién se pregunta y a los atributos a que se hace referencia. Los elementos conceptuales se refieren al cuerpo teórico y conceptual que usa el investigador para formular algunos aspectos de la pregunta. La pregunta es preguntable si existe una respuesta que pueda explicar, esto es hacer uso de un cuerpo teórico que permita comunicar racionalmente la misma pregunta y la respuesta en forma rigurosa, racional y consistente, dentro de un “marco de conocimiento posible” esto es, dentro de un marco epistémico. Este segundo aspecto implica la traducción de la pregunta a un lenguaje científico desde donde se configura la respuesta y posteriormente se traduce al lenguaje de sentido común para que sea comprendida y entendida por quien desea tener claro qué se preguntó y qué se respondió. Este es un reto muy grande y sintetiza el “arte de hacer una investigación científica” con buenos grados de rigurosidad y cientificidad. Lograr una buena pregunta implica hacer un esfuerzo de abstracción de qué es lo que realmente determina la incógnita, la incomodidad, el dolor, la inquietud en un problema. También podemos hacer abstracciones sobre lo que determina un cambio de rumbo, de significado(s) y consecuentemente, de sentido en la trayectoria de un comportamiento de un actor individual o grupal, social, que es deseable conocer. Este cambio o bifurcación es central explicitarlo directa o indirectamente en la pregunta. Pero también las preguntas pueden precisar y/o contribuir a definir los límites del problema, -que considerado como sistema- corresponden a los valores posibles de las evidencias empíricas consideradas: ¿qué actores sí entran en el análisis?, ¿hasta qué momento temporal incluimos acontecimientos?, y ¿qué regiones o zonas espaciales se incluyen?.

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Un ejemplo asociado a un problema asociado al campo de la educación –y que puede ser generalizable a otros casos-, podemos formular las siguiente tipos de preguntas para estudios de prospectiva son:

¿qué grupo de estudiantes, maestro o directivos será el que gane la competencia?, ¿cuáles sus atributos cognoscitivos, sociales, culturales, políticos?

pero puede ser más significativo saber algo de un tiempo anterior a la competencia: ¿cuál grupo será el que tenga el mejor nivel de conocimientos previo a la competencia

– al menos, dos meses antes-?, o ¿cuáles pueden ser las condiciones que favorezcan al grupo que pueda ganar?

Pero también podemos formular las preguntas pensando en un tiempo posterior al acontecimiento de interés, se puede formular en términos de:

¿qué va a pasar cuando suceda un acontecimiento?, por ejemplo, después de una reunión de maestros, de una asamblea?

¿cómo se reajustarán las relaciones a partir de dos o tres acontecimientos posibles? Un estudio de prospectiva más profundo puede estar centrado en preguntas más específicas respecto a los actores clave que pueden determinar momento de decisiones o de bifurcación en el desarrollo de acontecimientos. Para ello es necesario seleccionar actores y sus trayectorias, no solo las visibles y externas sino las implícitas en sus comportamiento cognoscitivos, o psicológicos –tarea difícil, no solo por el conocimiento que es necesario tener, sino por la forma de conocer la información pertinente de dichos actores. Generalmente es indirecta y seleccionada a partir de lo que se dice de ellos, de lo que otros dicen de los que dicen de ellos, y de una serie de cadenas de opiniones y reflexiones que podemos encontrar en los medios de comunicación. Con base en la metodología general de tipo heurístico que se ha planteado, una estrategia para enfrentar los problemas que se hayan seleccionado del curso puede ser la siguiente:

Definir lo más claramente posible si se desea centrar los escenarios posibles en momentos previos a un evento central, en los momentos del evento o en momentos posteriores a eventos centrales o clave.

Dar forma al equipo de investigación –al comité- como sistema complejo, en el que en el núcleo están los valores que guiarán el análisis del equipo (imparcialidad, búsqueda de un objetivo común,…)

Dar forma –simultáneamente- a la problemática y problemas como sistema y subsistemas complejos, en el que en el núcleo de los subsistemas estarán los códigos de valoración de cada grupo de actores implicados en los problemas, los límites determinados por las preguntas y los organelos o subsistemas de organización, las actividades en los diferentes actores. De esta manera es posible analizar el nivel de acoplamiento –favorable, desfavorable o conflictivo entre los sistemas.

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Este análisis lo podremos ir realizando a partir de la forma como definimos el espacio donde registraremos dichas variables. Pero ¿cómo organizamos dicho espacio?, ¿bajo qué criterios analíticos?,¿cómo podemos formalizar organizaciones de tipo matricial?. Criterios de organización Como podemos apreciar, uno de los primeros retos que debemos enfrentar radica en saber organizar y/o reorganizar inteligentemente información que refleje el estado de los actores y objetos mediadores en los problemas específicos, dentro de sus espacios y tiempos, y en su conjunto, entre las naturalezas en las interacciones y entre los actores asociados a dicha problemática. Lo que buscamos simultáneamente, son formas de registrar y organizar la información de los problemas con base en criterios de ordenación, clasificación y finalmente de valoración. Ello nos permitirá llevar a cabo una reflexión orientada a comprender mejor porqué se presentan los desequilibrios y cómo es que están repartidos o distribuidas las fuerzas de interacción entre los actores asociados a los problemas. Con ello habremos de proponer y propiciar el desarrollo de diferentes condiciones de re-equilibrio que nos permitan definir escenarios posibles para su evolución. La forma que le dará sentido a las problemáticas será la de un sistema complejo, adaptativo o inteligente y/o la de un sistema red, considerado como un conjunto de sistemas acoplados con diversos grados de interacción en el marco de un equilibrio dinámico deseable. Para ello, habremos de encontrar la manera de reorganizar el complejo empírico -entendido como el conjunto de tipos de actores, objetos, relaciones y comportamientos en espacios y en diferentes tiempos-, que si buen pueden ser entendidos como datos, los consideraremos como “observables” que configura el equipo de investigación. En paralelo a esta reorganización del complejo empírico, habremos de ir definiendo el complejo conceptual –entendido como el conjunto de cuerpos teóricos integrados que permitirán hacer el análisis. Que nos permitirán –con base en las evidencias empíricas- dar explicación de los problemas y la problemática. La estructura general de dichos sistemas estará basada en las conceptualizaciones existentes sobre las estructuras de datos genéricas. Con base en dichas estructuras, las adaptaremos a las formas posibles en los sistemas complejos y de ahí derivaremos mejores comprensiones de la problemática y explicaciones posibles en los problemas. Las tres formas básicas para organizar universos de datos son: el criterio relacional, el jerárquico y el de tipo red. Estos criterios derivan a su vez, de las formas de organización de información dentro de estructuras de datos, en el marco del diseño de bases de datos asociadas al diseño de sistemas de información, comunicación y/o investigación basados en el uso de las computadoras. Asociadas a cado una de las formas de organización, se encuentran diferentes conceptos y procedimientos para “dar sentido” a la información en dichas formas de organización. Este “dar sentido” implica definir y construir una relación orientada entre los atributos asociados a

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los datos, con base en códigos previamente establecidos, a partir de la organización inicial que ellos presentaron cuando fueron inicialmente recopilados o registrados cuantitativamente. La orientación que doy a los tres tipos de organización de universos de datos toma en cuenta,

a) las características relacionales –matemáticas- entre los elementos organizados que estarán orientadas a “modelar” su comprensión matemática y a poder ser “formalizadas” dentro de un lenguaje matemático,

b) las características epistemológicas de los atributos vinculados a su concepción dentro de las ciencias sociales, y

c) las características sistémicas implicadas en la organización computacional.

Con base en ello defino los conceptos y procedimientos implicados para dar un sentido integrado a dichas estrategias y entonces aplicarlo en el análisis social de problemáticas que enfrentan lo complejo. Organización de tipo matricial La organización de tipo matricial deriva del agrupamiento de elementos de un universo de datos con la partición y organización del espacio cartesiano. Dicho espacio está configurado a partir de la intersección de dos o tres ejes “ortogonales”. Cada eje es particionado en marcas que corresponden originalmente a los números naturales, y en cada uno de ellos es posible trazar líneas rectas cuyas intersecciones determinan puntos en dicho espacio. Este espacio deriva de la concepción matemática que Descartes estableció para integrar conceptos de la geometría con conceptos del álgebra, formulando a partir de ellos una geometría analítica, esto es, un lenguaje geométrico definido por expresiones analíticas conceptualizadas desde el álgebra. En la figura 15 A), presento la representación del espacio cartesiano en dos dimensiones, correspondientes a los ejes “x” y “y”, así como a tres dimensiones (figura 1B). En cada caso, los puntos dentro de dicho espacio están definidos por dos y tres coordenadas o valores numéricos relacionados con los ejes.

Figura 15: representaciones del espacio cartesiano

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En la figura 15 C) representamos un espacio de dos dimensiones que ha sido conceptualizado como un “campo” en el que las columnas, identificadas por letras, corresponden a un tipo de atributo asociado a una ciudad –por ejemplo de mayor diversidad cultural –letra “A”- a menor diversidad u homogeneidad cultural, letra “G”, y las hileras al nivel de densidad poblacional, siendo el número uno la de menor densidad y el 10 la de mayor densidad. Dicho espacio ya ha sido jerarquizado y se convierte en un campo que está valorado en varias zonas, la zona “UNO” –que incluyen las celdas 1E,1F,1G, 2E, 2F, 2G, 3E, 3F y 3G- se tienen las posiciones de las ciudades menos densas y más homogéneas, y en la zona “DOS” enmarcada por las celdas 8 A, 8C,10C y 10 A, la ubicación de las ciudades más densas y multiculturales. Las definiciones de las demás zona pueden estar definidas de diferente manera y pueden ser tantas como el diseñados de dicho campo lo considere para su análisis. En la figura 15 D) presento un conjunto de tablas, que en su conjunto pueden representar o las intersecciones de un espacio cartesiano de tres dimensiones pero representado en tablas de dos dimensiones, o el campo de interacción entre dos tipos de actores identificados con un par de valores (x,y) y en cada una de las tablas un tipo de relación, por ejemplo en la tabla z=1 relaciones afectivas, en la tabla z=2, relaciones políticas y en la tabla z=3 relaciones económicas. Esta lógica de organización matricial permite generalizarse a muchos atributos pero adolece de poder integrarlos consistentemente dentro de una instancia que permita ser valorada. Esto lo veremos más adelante dentro de la perspectiva de la organización jerárquica. Por lo pronto veamos otra forma de organizar y valorar información dentro de arreglos matriciales. Jerarquización de un campo matricial para una red de actores El espacio matricial lo configuramos como un conjunto de interacciones entre procesos en macroactores que interactúan todos entre si. En la figura 16 mostramos nueve actores –en las nueve hileras de la matriz- que interaccionan entre si, cada uno también representado en las nueve columnas.

Figura 16: Matriz de interacción entre procesos asociados a nueve actores

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El sentido de las interacciones en la matriz de la figura 16 es el siguiente: La matriz en su conjunto, representa el nivel de equilibrio entre los actores incluidos en una problemática social de interés. Los subtotales de cada hilera representa el nivel de logros deseables / indeseables de cada actor, considerado como la suma de sus propias acciones al interior de su ámbito, como con la suma de sus interacciones con otros actores. Los subtotales en cada columna representan el nivel de participaciones o colaboraciones deseables / indeseables de cada actor en la problemática que se analiza. El cociente de los logros / colaboraciones permite definir una medida del equilibrio de cada actor, de un grupo de ellos o de todos los actores de la problemática. Estos conceptos derivan de considera que:

Dentro de cada celda, excepto las de la diagonal, se registra un valor que deriva de la suma de las contribuciones representadas por hechos, acciones, comunicaciones y/o actividades, entre el actor “Aj” con el actor “Ai”. Estos valores se establecen de diferente manera y bajo la asignación de un código de valoración que toma en cuenta –entre otros- el nivel de importancia de la acción, hecho etc., el nivel de intensidad o grado de significación, y la calidad de la fuente de la información de donde procede dicho dato y observable. Pueden estar normalizados –respecto al valor mayor en cada hilera y/o columna.

Cada hilera de la matriz representa la suma de procesos deseables o indeseables que tiene cada actor en su interacción con los demás actores y en el contexto de la problemática analizada.

Las celdas en la diagonal de la matriz representan los procesos internos o propios de cada actor, y

Las columnas representan los procesos de interacción que cada actor contribuye o no, en los demás. Permite explicitar el nivel de participación de cada actor –independientemente a lo que sucede en su interior- respecto a los demás y respecto a la problemática que se analiza.

Por ejemplo, la celda (4,4) representa los procesos internos del actor “A4”, aquellos que contribuirán desde sus propias valoraciones y actividades a la obtención de los objetivos o propósitos de dicho actor, dentro de la problemática en análisis y en correspondencia a su misión / visión. La celda (4,1) representa los procesos que tiene el actor “A4” en su interacción con el actor “A1”. Estos procesos se reflejan como hechos, acciones, comunicaciones o actividades entre ambos actores, analizados u orientados hacia la realización de los propósitos del actor “A4”. De manera semejante, las celdas (4,2), (4,3) y (4,5) a (4,9) registran las actividades, comunicaciones, acciones o hechos entre los actores “A2, A3 y de A5 a A9”, en interacción con el actor “A4”. La suma de valoraciones las representamos como “Li, i=1,9”, donde “L” representa a los Logros del actor “A4” Cada interacción puede tener asociado un “peso” o “nivel de contribución o de significación” asociado a todos los procesos al actor “A4”. De esta manera la valoración global del actor “A4” –indicada por la flecha punteada- queda establecida como:

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A4tot = w1A1 + w2A2 + w3A3 + w4A4 + w5A5 + w6A6 + w7A7 + w8A8 + w1A9 donde SUMA Wi=1,9 = 1.0 y W4<0.6 y Wi=2,3,5-9 =(1-0.6)/8

De esta manera, los valores de los pesos para las celdas de la diagonal –que afectan directamente a los comportamientos internos o propios de cada actor- pueden ser diferentes y sus valores siempre tendrán un valor mayor que los pesos de las contribuciones de los otros actores. De manera análoga se definen los procesos globales para los demás actores y con ello se tendría un conjunto de nueve ecuaciones que representan el comportamiento de los actores de la problemática en estudio. Por otro lado, cada actor tiene una participación con los demás actores que puede ser vista a través de las columnas de la matriz. De esta manera, las contribuciones que tiene el actor “A7” en toda la problemática están indicadas mediante “Ci, i=1-3,5-9” y la suma total de dichas contribuciones –que en este caso no incluye pesos de ponderación- es SUMA Ai = C7i=1,9. De manera complementaria se puede estimar la suma global “LG” de los logros de los diferentes actores en toda la problemática mediante SUMA Aitot = LG asi como la suma global “CG” de las contribuciones de los diferentes actores en toda la problemática mediante SUMA Ajtot = CG. Si consideramos que los logros de todos los actores representan una forma de contribuir al buen equilibrio en la problemática y de manera semejante, la suma de las contribuciones de todos los actores contribuyen a dicha problemática, el cociente de ellas “CG/LG” representa el nivel de equilibrio y el equilibrio dinámico estaría dado entre un par de valores mínimo y máximo de dicho cociente: VALmin < CG/LG < VALmax, por ejemplo 0.75 < CG / LG < 1.0 Con estos elementos, las características relacionales –matemáticas- entre los elementos organizados, “modelan matricialmente” la información para una mayor comprensión de sus relaciones, potencia la reflexión para ser valorada y permite “formaliza” varios elementos del modelo de análisis dentro de un lenguaje matemático, tal y como lo referimos anteriormente. Organización matricial por ámbitos de interacción En muchas problemáticas de entramado complejo, es necesario considerar conceptos que agrupen a los actores desde una perspectiva más macroscópica o general. Desde una perspectiva sistémica, equivale a incorporar “estratos” o “dominios” de interacción que en forma paralela operan entre los actores que se analiza (personas, grupos, organizaciones o incluso sectores o naciones). Lo que el criterio de organización matricial nos exige es uno o dos niveles más generales de análisis. Esta perspectiva la podemos seguir resolviendo a partir de los conceptos que definimos en la sección anterior aplicados con formas de integración conceptual y en forma recursiva. Lo que haremos será:

1. Identificar a cada hilera y columna como la integración de dos variables que configuran un nuevo concepto o categoría, y

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2. Considerar a cada celda o nodo de la matriz, como una nueva matriz con un número variable de hileras y columnas.

Con estos elementos de reorganización –el primero dirigido a crear un nuevo concepto y el segundo a reproducir la primera organización matricial en cada celda en forma recursiva o “fractálica”,- la conceptualización de una problemática puede ofrecer una mayor comprensión del entramado complejo que se teje en ella. Por ejemplo, en la figura 17 muestro una problemática en la que deseamos explicitar las interacciones a nivel psicológico, social y cultural entre tres actores (personas, grupos u organizaciones sociales.

Figura 17: organización de actores y niveles o dominios de interacción

Las posibilidades entre los niveles de interacción establecidos .seis en total- en términos de sus logros y contribuciones deseables o indeseables, quedan explicitados en dicha figura. Ahí hemos jerarquizado las hileras y columnas dentro de tipos de relaciones “Li y Ci”, asociadas a tres tipos de actores (pudiendo ser personas, grupos sociales o comunidades). Lo que nos interesa conocer es el tipo de relaciones que conducen a los objetivos de cada actor, así como el nivel de colaboración que tienen entre ellos para lograr un equilibrio en la problemática. Para ello el tipo de relación e identifican como “L” que significa logros y “C” que significa colaboraciones. Los criterios de jerarquización del espacio matricial para convertirlo en un campo de relaciones de interacción psico-socio-cultural entre los actores son las siguientes:

La matriz en su conjunto representa la problemática global entre los niveles de interacción psicológico, social y cultural entre tres actores.

Dentro de la zona de interacción global, se distinguen seis problemas específicos (las seis zonas de interacción entre dos de los niveles, psicológico, social y cultural)

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En cada zona se representan los tres actores (a1, a2 y a3) y las relaciones que tienen entre ellos los niveles de interacción “psicológico, social y cultural”. En total son 72 relaciones entre diferente nivel y 9 interacciones al interior de cada actor representadas por la diagonal de la matriz.

Cada relación de puede ubicar en la matriz por el par de coordenadas numéricas, por ejemplo, la relación entre el nivel social del actor 2 con el actor 3 está indicada en el nodo (2,3), la relación entre el nivel social del actor A2 y el nivel cultural del actor A3 está representada en el dodo (5,9) y el nivel de relación psicológica del actor A3 consigo mismo está en (3,3). Esta última es la autoevaluación que se hace el actor consigo mismo a nivel psicológico.

Recordemos que las relaciones tipo “L” son aquellas que son valoradas para conseguir los propósitos del actor “Ai”. Estas relaciones están valoradas dentro de un código que va de la interacción más deseable en la relación del actor Ai con el actor Aj a la interacción menos deseable entre ambos actores. En este código queda establecido el propósito de cada actor dentro de los temas seleccionados en la problemática.

En la figura 18 muestro una matriz en la que cada zona de interacción entre dominios –nivel macro-, se desglosa en tres niveles –meso- asociados al concepto de cobertura, -niveles Federal, Estatal y Local-, para los mismos tres actores, y un tercer nivel “micro” en la que nuevamente se considera una nueva subdivisión en la que se pueden definir nuevos actores “ai” vinculados a cada uno de los actores “Ai” de los niveles anteriores.

Figura 18: Espacio matricial jerarquizado para las interacciones

en una red de actores

Los criterios de organización de actores en este último ejemplo, pueden ser derivados desde otras perspectivas de análisis, para definir los dominios, coberturas y actores específicos.

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Estos criterios pueden seguir los lineamientos para organizar un sistema complejo en términos de sistemas, subsistemas y funciones, o en términos de una red de sistemas y subsistemas. En la medida en que exista concordancia, coherencia y consistencia entre los conceptos asociados a los criterios de organización en las dimensiones de la matriz y los criterios en los contenidos de los nodos o celdas en ellas, se logrará una continuidad muy deseable entre el tipo de relaciones que hay entre los niveles macro, meso y micro de la problemática que se analiza. Organización de tipo jerárquica La organización basada en una estructura jerárquica, tipo “árbol-ramas” o “padre-hijos” se puede aplicar cuando existe un criterio de valoración más claramente definido del que es posible matizar con mayor precisión las múltiples relaciones entre entidades. Los criterios de jerarquía pueden ser formalizados no solo desde el punto de vista matemático, sino epistemológico, esto es, que todas las operaciones de diferenciación e integración epistemológica, pueden ser referidas a un lenguaje consistente y coherente desde una epistemología constructivista. En la figura 19 muestro dos tipos de estructuras jerárquicas, en A) se aprecian tríadas que configuran toda la estructura, en B) cada subcategoría tiene diferente número de variables –o sub-subcategorías- y en la figura 19 C) está la estructura de 9 variables, 3 subcategorías y una categoría en términos de tablas vinculadas entre si, infiriendo que de la información de las tres variables de cada subcategoría se deriva el contenido de la tabla de la subcategoría y de la integración de las tres tablas de las subcategorías se integra el contenido de la categoría principal.

Figura 19. Estructuras jerárquicas regulares o irregulares

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El conjunto de tablas representa el conjunto de relaciones entre actores, pero configuradas de esta manera no permite hacer una integración de cada actor. Para utilizar el concepto de espacio cartesiano como campo social es necesario asignar a cada dimensión de la figura 1C), un tipo de atributo asociado a un actor. Con ello, si la dimensión “X” representa el nivel de la fuerza económica de un actor, la dimensión “Y” representa el nivel la fuerza social y la dimensión “Z” representa el nivel la fuerza cultural, el punto de intersección que se muestra en dicha figura –la coordenada (3,4,2) representa el lugar dentro del campo de dicho actor. La relación que existe entre este tipo de organización y la de una matriz no es directa. Necesitamos re-arreglar las hileras y columnas de una matriz para que nos aproximemos a una jerarquización de los nodos o celdas de la matriz. El procedimiento para hacerlo es el siguiente:

Partimos que la identificación de las dimensiones de una matriz sean entidades (actores, grupos de hechos o fuerzas) y en cada celda se tiene un valor que las representa. Entre mayor sea el valor más importante es la celda,

La jerarquización de las celdas puede ser explícita o derivada, o en el primer caso definimos que cada celda tiene un valor en una estructura

jerárquica (ver figura 20) o en el segundo caso, reordenamos las columnas de la matriz de tal manera que

los valores de los subtotales de hileras queden en la parte superior y los de las columnas en la parte derecha de la matriz. Ello permite explicitar la jerarquía valorativa que tienen los nodos de una matriz a partir de los dos criterios de reorganización (ver figura 20 B)

Figura 20: jerarquización de los nodos o celdas de una matriz

Otra forma para representar los valores de la estructura jerárquica, ya sea por una estructura de ese tipo o por la derivada en forma matricial, es mediante el concepto de espacios o

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campos vectoriales. El primer criterio para jerarquizarlos es delimitando las particiones del campo - en dos o tres dimensiones- a partir de escalas de los números cardinales, que a su vez están vinculadas al valor de los códigos que valoran el campo. Tomemos el caso de tres dimensiones y una estructura jerárquica de 9 variables integradas en 3 subcategorias y estas a una categoría. El valor en un punto del campo puede estimarse de diferentes maneras y significar lo que asociemos al concepto asociado a cada dimensión, por ejemplo las tres fuerzas o capitales asociados al poder, de acuerdo a la perspectiva del sociólogo Pierre Bourdieu, en donde cada fuerza o capital –uno económico, otro social y otro cultural-se mide en cada uno de los ejes. Si cada eje tiene un valor máximo de 10, tendremos un campo con mil subespacios o momentos posibles de nivel de poder. Un punto en dicho espacio se construye a partir de la intersección de las tres fuerzas o capitales. Si dicha fuerza resultante, va del origen (0,0,0) a un punto, por ejemplo (4,2,3), la distancia entre ambos puntos puede equivaler al valor de la resultante o a una “normal” derivada de ellas. De esta manera, la distancia entre dicho origen a la coordenada derivada de las tres propiedades o atributos asociada a los capitales o fuerzas de un actor, representa la resultante o suma de las tres fuerzas, y que en el caso referido puede significar el poder de dicho actor en dicho campo social. Dicha distancia se conoce como “norma” y se puede calcular –entre otros- mediante el criterio pitagórico, cuyo valor deriva de sacar la raíz cuadrada de la suma de los valores de las fuerzas al cuadrado. En este caso, la manera de establecer el campo y la forma de evaluar cada posición ha derivado de una concepción “vectorial” de las fuerzas o capitales en cada punto del campo. Esta es una forma de dar sentido a un conjunto de valores que han sido organizados dentro de un espacio matricial considerado como sistema de coordenadas cartesianas y bajo el criterio de la jerarquización del campo de interacciones. El criterio de organización jerárquica de los aconteceres –hechos, acciones, comunicaciones o actividades- en actores sociales, puede ser configurado en un sistema que tenga integrada la organización jerárquica para valorar las interacciones entre los actores. Este tipo de sistemas diferencia a las variables de interés en los actores –tipos de conductas, niveles o gradientes de atributos y comportamientos- como variables “dependientes” porque están en función de otro tipo de variables más estables o fijas, como son sus identificaciones, procedencias, sexo o tipo de actores, y quedan concebidas como “variables independientes”. Estos sistemas son os más idóneos para registrar los nodos o celdas de la diagonal de una matriz de interacción. Tema que habremos de desarrollar en otro espacio, pero que de manera resumida tiene las siguientes características:

Están basados en la integración de una unidad de observación, que tiene asociados atributos de tipo constante –variables independientes- y atributos variables o por conocer al ser analizadas sus trayectorias y diversas formas de interacción entre ellos –variables dependientes que se integran en subcategorías y categorías.

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Los criterios de integración de las variables dependientes están en función de una “unidad de análisis” que a su vez esta basada en uno o mas cuerpos teóricos que validad los criterios de integración de variables y categorías.

Tanto el registro de variables como su integración en categorías como su representación en diagramas diacrónicos –de trayectorias- o sincrónicos –de barras o pies-, están basados en criterios de valoración, esto es, dentro de una axiología explícitamente configurada.

Las operaciones anteriores pueden ser organizadas dentro de sistemas de cómputo y fundamentadas en los lenguajes matemático, sistémico y epistemológico. Estos sistemas –de análisis de fenómenos sociales- requieren de un nivel mucho mayor de precisión y coherencia para responder a las preguntas que se formulan a problemas complejos, más que a problemáticas. Es por ello que son complementarios a los sistemas de aproximación a las problemáticas complejas. Organización de tipo red Cuando el tipo y número de relaciones entre los actores es muy variado y caprichoso, la organización tipo red, que conecta aquello que debe estar conectado en una gráfica de red, puede ser perfectamente organizada dentro de una matriz. Solamente existirá información en las celdas o nodos que estén explícitos en la red y algunos de ellos podrán desarrollarse como si estuvieran en la diagonal de la matriz. A partir de una gráfica elaborada directamente de las relaciones visibles en una red, los criterios para llevar a cabo dicho análisis consisten en generad dos matrices, una para identificar solamente las relaciones y una segunda para registrar los atributos entre cada relación de la matriz. Ambas matrices se caracterizan por ser dispersas, y no tener diagonal. Es posible usar una sola matriz para conocer tanto la presencia de relaciones como del valor que representa dicha relación. Los pasos para construir dichas matrices son:

Identificar los nodos de la red y hacer una lista de los nodos –generalmente como actores.

Construir una matriz cuya escala en las dimensiones correspondan al número de nodos de la red,

Ubicar cada relación mediante un valor dentro de la celda o nodo correlativo a la identificación de los nodos que vincula.

Elaborar una segunda matriz para almacenar la información vinculada a cada relación de la red.

En la figura 21 muestro la representación de una red de nodos en una matriz en donde el “1” indica que hay relación. En ella se aprecia la simetría de valores distinguiendo dos partes respecto a la diagonal –que no tendrá valores si no hay dada la no relación en cada nodo consigo mismo. En esta simetría distinguimos una matriz superior y una matriz triangular inferior. Son iguales debido a la consideración de la reciprocidad en las relaciones entre los nodos. Ello implica que la relación entre ni y n2 –de “n1” a “n2”- se puede considerar diferente

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a la relación de “n2” a “n1”. Si fueran iguales ambas relaciones, o si solo se considerara un tipo de relación entre dos nodos, solamente tendría sentido la matriz triangular superior.

Figura 21: representación matricial de una red de nodos

Hacia una metodología basada en “relaciones complejas” A continuación presento dos incisos asociados a conceptos básicos que estarán asociados a la metodología que propongo más adelante para el análisis de escenarios basados en una prospectiva estratégica. Estos conceptos están en línea con los presentados por Godet en las referencias aludidas. Tiene elementos de una matemática básica –de matrices- y están concebidos para ser incorporados a una visión sistémica que pueda ser “programada” y estar dentro de un sistema para los fines del curso. Las primeras definiciones esenciales las presento dentro de tal forma que permitan una mejor comprensión entre conceptos matemáticos, sistémicos y sociales.

Espacios de valoración para el análisis de prospectiva: El “espacio de valoración” es un espacio cartesiano

donde se establece un marco axiológico a través de dimensiones de valoración

de fuerzas asociadas a un escenario de interés.

El espacio se puede convertir en un “campo” cuando asociamos un potencial de interacción de fuerzas

entre los elementos, instancias o actores en dicho espacio, y que dependiendo de las unidades de las dimensiones,

las fuerzas cobran sentido.

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Es un campo donde son posibles los escenarios, y el sentido en ellos depende del sentido del campo

que se orienta por las zonas de mayor potencial, más deseables o más valoradas del campo

y zonas más estables o de menor potencial que pueden ser más o menos deseables.

La valoración de los escenarios deseables, probables o posibles

cobra sentido al definir dichas coordenadas. Si las fuerza son “capitales sociales, económicos, culturales”, la suma de ellas puede pensarse como una forma de poder

dentro de un campo social, constituyendo un campo de poder.6

Si las fuerzas derivan del nivel de significado de relaciones entre actores, el campo se convierte en un escenario de interacciones entre actores

en donde se disputa la construcción de cadenas de relaciones / interacciones que configuran procesos orientados a conseguir niveles de equilibración

en la consecución de cooperaciones / antagonismos y/o logros / fracasos dentro de marcos axiológicos.

La forma más adecuada para representar un campo es el espacio cartesiano formulado como matriz. Ello configura un campo matricial. Lo que se establece en dicho campo, son relaciones entre lo que signifiquen las coordenadas en cada dimensión. Si las coordenadas indican diferentes actores, cada celda de la matriz, o unión de coordenadas representa la relación entre dos actores. Pero también, cada relación puede ser a su vez una nueva tabla de nuevas relaciones. Ello equivale a aplicar un principio de recursividad en el campo. Esto hace que el campo crezca en profundidad y/o en detalle. El campo de valoración también se puede identificar como una matriz de valoración o relaciones de contingencia del tema que se aborde.

Criterios para generación de dimensiones Los criterios para diseñar dimensiones dependen de la orientación que se dé a las informaciones en los escenarios. En estas notas desarrollo algunas posibilidades para el ámbito de campos / escenarios de interacciones entre actores sociales. Las instancias en las coordenadas pueden ser muy diversas, desde las perspectivas mas positivistas de Durkheim, hasta las más densas como es el caso de Parsons7 y Luhmann8. Un

                                                            6 Esta conceptualización de capitales y poder, deriva de la teoría de los Campos del Sociólogo francés Pierre Bourdieu. 7 Parsons, T. (1968). Estructura de la acción social. Madrid. Guadarrama

8 Luhmann, N. "Sistemas Sociales (lineamientos par una teoría general)" (1998), e "Introducción a la teoría de sistemas" PUBLICADOS POR Anthropos y Universidad Iberoamericana e ITESO.

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ejemplo muy conocido y fuertemente fundamentado es el que propone Bourdieu9. En nuestro caso, habré de integrar varios conceptos asociados a lo que sería el tipo de instancia, evento o acto básica en las interacciones entre actores: “hechos” derivado de la propuesta Durckheim, “acciones” propuestas por M. Weber10, Comunicación a la manera de N. Luhmann (1998) y “Actividad” propuesta por E. Engestrom. Parto de que un actor puede ser una persona, grupos de personas, instituciones y/o comunidades. Los actos o eventos son:

Hechos: un evento con evidencia empírica explpicita y realizada por uno o más actores (un salido de mano, un abrazo, un golpe,…),

Acciones: un evento en el que lo realizado no es tan evidente como en un hecho: un guiño de ojo, una expresión silenciosa o grito con ademán, un ir a saludar y dar la vuelta, un escribir en el pizarrón,…

Comunicaciones: una evidencia de interacción entre dos actores basada en selecciones de procesos cognoscitivos –de selección de lo que se desea transmitir, la forma de transmitirlo y la forma de percibir que la transmisión fue recibida. Es el caso de lo que sucede en una conversación, en el envió de un escrito, en la consulta a una computadora, en el análisis de un noticiero, etc…

Actividades: consideradas como conjunto o secuencia concatenada y vinculada de hechos, acciones y comunicaciones.

Del conjunto de relaciones entre instancias (hechos, acciones,…) se generan grupos de interacciones que son las que son valoradas en el campo que se haya establecido. De este grupo de relaciones se pueden considerar por separado o agruparlas para construir VARIABLES o CATEGORIAS dentro de un sistema de análisis. La forma de generar estos grupos está basada en los siguientes criterios: 1. Asignar a cada relación (de actores, actividades, etc…) un valor que establezca diferencias

entre ellas. Sumar los valores de cada hilera y columna aquí existen dos posibilidades: a)

Interpretar la suma de valores de la matriz, CASO A, y b) Ordenar los valores sumatorios de hileras y columnas e interpretar el significado de cada zona de la matriz, CASO B y c) Interpretar los grupos de sumatorias por zona de la matriz

En el caso A –valores sin re-arreglo de una matriz de interacciones- la forma de distribuir las instancias en las coordenadas de la matriz determina el significado de las sumatorias de cada hilera y columna de la zona correspondiente. Por ejemplo, si dividimos las coordenadas en dos grupos de actores (internos y externos), la matriz genera cuatro zonas: las relaciones entre actores internos, la zona de relaciones entre actores externos, la dos zonas de actores internos-externos. El significado de cada zona es distinto y ello nos genera diferentes interpretaciones del conjunto de factores en la matriz, del escenario.

                                                                                                                                                                                                               9 Conceptos que han sido definidor por E. Durkheim, M. Weber, N. Luhmann y G. Engestrom, entre otros 10 Weber, M. (2004). Economía y Sociedad. México. Fondo de Cultura Económica.

 

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Un caso clásico relacionado con esta construcción de campo valorativo es el análisis FODA en el que las coordenadas de la matriz son por un lado, dos tipos de variables asociadas a las Fortalezas y Oportunidades del fenómeno en estudio y la segunda dimensión se asocia a las Debilidades y Amenazas. La interacción entre estas cuatro tipos de hechos, acciones, actividades, determina las zonas potencialmente más significativas y las zonas que presentan cualidades de interés para el análisis de una situación dada o de un conjunto de situaciones posibles que determinan formas de escenarios.

Figura 21: jerarquización de las zona de una matriz

En el caso B de re-arreglo de los valores de una matriz de interacciones- después de sumar valores en cada columna e hilera, se modifica el orden de ellas de mayor a menor de tal forma que en una esquina –generalmente la superior derecha de la matriz de contingencias- quedan los actores, hechos, comunicaciones,… más significativas y en el lugar opuesto –esquina inferior izquierda, las menos significativas. El significado de las zonas, depende de las instancias que se hayan considerado. Cabe mencionar que en cada celda o interacción de coordenadas, puede existir el registro de una relación o de un conjunto de relaciones del mismo tipo. En el primer caso cada valor de la matriz representa el valor máximo posible de cada relación de acuerdo a una tabla de valoración previa.

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Figura 22: operaciones entre hileras y columnas para establecer nuevas zonas jerarquizadas

dentro de una matriz de relaciones En el segundo caso, en el que puede haber dos o más relaciones del mismo tipo en la celda o nodo de la matriz, es posible considerar la normalización de todos los valores. Para ello se toma el nodo de mayor valor y se considera con un valor de uno –máximo- y todos los demás valores de la matriz de dividen entre dicho valor máximo, para tener valores menores a uno. De esta manera queda normalizada la matriz y el análisis puede ser más simple. Del conjunto de relaciones entre instancias (hechos, acciones,…) ya sea en el caso A o el B, se generan grupos de relaciones que son las que al se valoradas en el campo que se haya establecido. De este grupo de relaciones se pueden considerar por separado o agruparlas para construir VARIABLES o CATEGORIAS dentro de un sistema de análisis. Ambas conceptualizaciones se organizan en una unidas de análisis –no incluida necesariamente en estudios de prospectiva- de donde se hacen las inferencias en una investigación social.

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Figura 23: estructura de una unidad de análisis

Con estos elementos podremos ver más claramente cómo se construyen las metodologías en la prospectiva.

METODOLOGÍA PROSPECTIVA. Recordemos nuestro interés por definir un futuro deseado, posible, incluso podríamos ponerlo en términos de factible. En este sentido podemos referir tres perspectivas de referencia la de Milkos y Tello11, la de R. Ackoff y la de Godet. Más adelante ofreceremos una cuarta, que he desarrollado a partir de los criterios esenciales y de un pensamiento sistémico en la línea de la Sociocibernética. En su libro “Planeación Prospectiva, una estrategia para el diseño del futuro”, Miklos y Tello presentan en la página 80 la siguiente metodología:

                                                            11 Referencia bibliográfica del curso a través de su libro sobre Prospectiva editado por LIMUSA.

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Figura 24: Metodología para una prospectiva a partir de Milkos y Tello.

Parten de una pregunta lógica, sobre lo que se desea en un futuro, así como un conocimiento del presente a partir del cual definen propiedades relevantes del modelo de la realidad que debe re-construirse. El punto central radica en establecer una distancia entre la realidad y el futuro deseable, y que habrá que desarrollar las vías que conduzcan a ello. Estos autores toman muy en cuenta criterios establecidos por Russell Ackoff, autor que ha desarrollado también toda una teoría sistémica aplicada a la prospectiva en su libro “Rediseñando el futuro”. En la primera fase de la metodología referida, (Milkos y Tello, 2014: 80-98), se parte de una “imagen deseable” que deriva del involucramiento de las personas que desean conocer el estudio de prospectiva. Alerta sobre los retos que implica la heterogeneidad de intereses, frecuentemente antagónicos sobre el desarrollo de los fenómenos tecno-sociales. Íntimamente asociados a la “toma de conciencia” de los interesados en el estudio, están los valores implicados en la visión del futuro, que junto a la importancia de hacer “lógico” el proceso de obtención de la “imagen deseable” posibilitan “extrapolar” las fuerzas y debilidades asociadas a la comunidad implicada. En la fase segunda “definicional” se intenta responder a las preguntas ¿cómo es el presente?, ¿ cuáles sus principales características y sus interacciones?. Para determinar el “objeto focal”, la influencia del medio en lo que ha sucedido y lo que puede controlar el tomador de decisiones. En la tercera fase, la atención se concentra en medir la distancia entre lo deseable –derivado de la prospectiva- de la situación real. Dicha distancia es esencialmente valorativa y determina el trayecto entre el futuro y el presente, “una convergencia entre la abstracción necesaria para ubicarse en un horizonte de hipótesis y posibilidad, y la concreción del entorno actual. Bajo

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esta perspectiva, habrá que formular el marco intermedio de orientación futura, el cual se encuentra conceptualmente por debajo de la imagen normativa y en un nivel superior al diseño estratégico; considera el perfil, los componentes, la caracterización procesual y de impacto para alcanzar el futurable” (Milkos y Tello, 2014: 87). La cuarta etapa emerge al responder ¿cómo hacer posible el futurable?, cómo irlo construyendo?, ¿cuáles las vías de acercamiento al futuro?- El reo consiste en establecer mecanismos para ir del presente al futuro deseado considerando los criterios y retos que implicó la distancia entre ambos y los recursos disponibles en el contexto existente. Es una fase de determinación estratégica y de factibilidad.

Figura 25: síntesis metodológica según Ackoff.

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Figura 26: metodología de acuerdo a Ackoff (la línea punteada es nuestra)

En la segunda fase de la propuesta de Ackoff, Milkos y Tello indican que también está implícita una distancia que permita “comparar el escenario de referencia con e diseño idealizado” (Milkos y tello, 2014: 69) para identificar aquellas brechas a ser cubiertas en el proceso. Podemos apreciar que ambas metodologías tienen elementos comunes pero realizados en momentos diferentes: se parte de lo deseado o de las características presentes para establecer una distancia entre lo posible y lo factible, entre lo real y lo ideal. Posteriormente se diseña una estrategia, en el marco de un escenario en donde se definen los retos y propósitos a superar vinculados a la distancia establecida. Es aquí donde se hace uso de los recursos disponibles y de la creatividad para resolver problemas no previstos, pero que superarlos conduce a los objetivos establecidos. Como he referido anteriormente, la propuesta central de Godet se sintetiza en el “método de los escenarios” (1995: 45-61), que parte de:

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a) una reflexión sobre los escenarios posibles, a los retos y objetivos asociados (el ejercicio de la prospectiva),

b) las acciones posibles para hacer frente a estos retos (en los escenarios), y c) las consecuencias de las acciones posibles, teniendo en cuenta los escenarios

considerados y en función de los objetivos adoptados (la reflexión sobre la estrategia).

Para ello define los siguientes objetivos: Descubrir lo puntos de estudio prioritarios (variables clave) en el sistema estudiado, determinar los actores principales, sus estrategias y medios para realizar sus proyectos, y describir en forma de escenarios, la evolución del sistema estudiado tomando en cuenta las variables clave y comportamiento de actores. De manera más general, el método comprende las siguientes fases:

a) La construcción de la base analítica e histórica, y b) La elaboración de los escenarios c) La evaluación de los escenarios d) Deducción de las acciones estratégicas

La base analítica e histórica implica la construcción de una imagen del sistema constituida por el fenómeno en estudio y su entorno y deriva del conjunto de características –cualitativas y cuantitativas- globales asociadas a las diferentes disciplinas que intervienen en el problema: económica, tecnológica, política, sociológica, ecológica, entre otras. Con ello es posible determinar las variables esenciales, así como una retrospectiva y estrategias en los actores más importantes (1014;48-49). Esta fase corresponde a la “delimitación del sistema” e incluye todos los aspectos que influyen en el problema en términos de variables esenciales agrupadas en variables internas y externas respecto al ámbito del fenómeno en estudio y el tipo de interacción que tienen entre si y considerar una caracterización que tome en cuenta su naturaleza explicativa, de enlace, resultantes o autónomas (1995:49). Este análisis de variables en momentos clave, coyunturales, lo denomina “análisis estructural” y propone un método MICMAC construido como software para conocer la jerarquía de variables en cuanto a su motricidad y dependencia. Con esta información se podrán formular preguntas para explicitar más variables así como los actores involucrados en ellas. En forma complementaria, el análisis de las relaciones de fuerza entre los actores permitirá delimitar con mayor precisión los factores esenciales en el fenómeno de estudio: “la confrontación de los proyectos de los actores y la evolución de las relaciones de fuerza que se deduce de los mismos, es lo que determinará el futuro” (1995; 50). Mediante esta información, organizada adecuadamente dispondremos de “una síntesis del análisis evolutivo pasado y de la situación actual…”, que “pone en evidencia los retos del futuro, la posición de cada actor en relación con los objetivos estratégicos y sus relaciones de fuerza…”, como veremos más adelante, permiten formular las hipótesis que estructuran las trayectorias de los escenarios. Estas informaciones sobre actores Godet las propone evaluar mediante el sistema MACTOR,

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un segundo programa de software que lo incluye dentro de sus herramientas de trabajo en la segunda etapa del método de escenarios. Con estos elementos –de una segunda etapa del método- es posible:

Delimitar el sistema estudiado a los elementos pertinentes Estructurar el sistema en subsistemas Explicar su evolución pasada y estado actual Poner en evidencia factores de evolución o estabilidad del sistema Identificar proyectos de los actores dentro de un marco estratégico Posicionar cada actor respecto a los objetivos estratégicos Evaluar las tácticas de alianza y conflictos posibles, e Identificar cuestiones claves para el futuro

Con estos elementos, es posible aplicar el método de los escenarios poniendo en juego los mecanismos de evolución, conformando los proyectos y estrategias de los actores. Dado que la naturaleza de esta confrontación puede ser incierta o desconocida es necesario establecer hipótesis sobre sus tendencias y a cada juego de hipótesis corresponde un escenario con mayor o menor dosis de realización. Dentro de este ámbito de análisis e interacciones posibles entre las dimensiones disciplinarias del problema, Godet propone el análisis de las posibles combinaciones entre dichas dimensiones disciplinares. Este análisis lo denomina como “análisis morfológico” y su objetivo es determinar el espacio más propicio por donde indagar los escenarios en el universo de combinaciones posibles entre las dimensiones disciplinarias (económicas, políticas, tecnológicas, sociales, etc…). Para este análisis propone un tercer programa de cómputo denominado Sistema y Matriz de Impactos Cruzados –SMIC-. (1995: 50-51) La definición de las hipótesis puede ser no solo complicada sino elevada considerando las posibilidades en sus combinatorias, para obtener inferencias. Para ello, Godet propone el recurso de los expertos para que proporcionen valores en las probabilidades entre sucesos considerados en forma directa o indirecta, esto es, a partir de probabilidades condicionadas. Incluso, a partir de las posibilidades combinatorias entre las hipótesis y el uso de un software que permita llevar a cabo dichos cálculos, es posible hacer un “análisis de sensibilidad” que deriva del juego de posibilidades en los resultados que arroja el sistema SMIC –nivel de relevancia de variables, actores y escenarios- y entonces poder variar los diferentes valores de probabilidad implicados en su valoración, dentro de una estratega del tipo “que pasa si….”. Es a partir del análisis que hacen los expertos sobre los escenarios que derivan de los juegos de variables y actores, que es posible confirmar una imagen final en un escenario de tipo referencial o contrastable. En la medida en que haya una correspondencia entre sus valoraciones y las que arroja el sistema, habrá mayor certeza en las características del escenario en cuestión. Podemos apreciar que el método de los escenarios consiste en describir coherentemente la trayectoria entre la situación actual y el horizonte elegido, basado en la hipótesis y mecanismos de evolución posible previamente estimados. De ello se inferirá la estrategia más adecuada para lograr dicha evolución. El escenario se completa con una descripción coherente de la imagen final así como de las intermedias.

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Entonces, a partir de la definición de uno o más escenarios es posible definir estrategias para conseguir lo implicado en las hipótesis, pero como es posible que un escenario dependa de dos o más hipótesis, el método de escenarios propone construir “árboles de pertinencia” en la que explicitamos la ruta de las acciones implicadas en el juego de hipótesis del escenario. Esta ruta no es otra cosa sino trayectoria de comportamientos deseables que en la medida en que los hayamos construido coherentemente, podrán permitirnos “anticipar” con más seguridad la construcción de un futuro más posible que deseable. La manera de poner en práctica este método implica varias consideraciones de carácter logístico y de recursos. En primera instancia se trata de estudios que pueden durar como mínimo 3 meses y en el mejor de los casos, de 3 a 5 años. El equipo lo configuran no solo los coordinadores del proyecto -del orden de 5, especializados en cada sistema de cómputo y conducción del proyecto-, sino del grupo de expertos y del grupo generalmente del orden de treinta a ochenta personas- que participan de las implicaciones de anticipar y lograr la prospectiva deseable. Todo ello implica recursos no solo para las personas sino para la realización de sesiones de trabajo colectivo. A partir de su experiencia, Godet distingue dos tipos de estudios respecto al cliente: aquellos de carácter confidencial, propios de organizaciones dentro de un contexto de competencia internacional, y estudios abiertos, propios de un contexto de carácter más abierto y generalmente asociados a contextos sociales. En ambos casos el componente “exploratorio” marca las primeras actividades en donde no se hace relevante la valoración de variables o actores, pero que más adelante se vuelven “normativos”, esto es, se hace imprescindible determinar criterios de valoración –en el marco de una ética que conmina todo escenario- y con estos elementos axiológicos es posible establecer diferencias y preferencias en la definición de los escenarios y de las estrategias. Los ejemplos que refiere en su libro han sido proyectos con duraciones diversas en los estudios de prospectiva. Los períodos más frecuentes son a 10, 15 o 20 años. En casi todos los casos los resultados se van presentando cada tres años y evidentemente permiten rectificar el rumbo de los escenarios originalmente establecidos. De esta manera un proyecto de prospectiva a 15 años, al menos puede tener de 3 a 5 “horizontes” –fases o periodos de rectificación- que implican analizar y a partir del análisis de los escenarios establecidos, y las estrategias aplicadas. (Godet, 1995:61:72) Concluyo esta síntesis del método de los escenarios de Godet con unas líneas que nos acercan aún más a la perspectiva que deseamos dar a partir de la Sociocibernética: “… el futuro es expresión del juego de determinismos, pero también de la libertad de los hombres. El método de los escenarios puede fácilmente ayudar a una reflexión constructiva sobre el futuro. Además puede –y es ya de un gran interés- ayudar a elegir…, la mejor estrategia que sea capaz de realizar uno u otro proyecto de actores entre toda clase de restricciones”. (1995: 60-61). Cabe mencionar que aunque el método y perspectiva de Godet no se ha identificado como sistémica, pero hace un uso muy frecuente de varios conceptos asociados a un pensamiento sistémico que incluye de manera explícita: la importancia del entorno del sistema y la

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necesidad de subdividir el problema / sistema en subsistemas. El sistema no solo es el proyecto, del que se determinan escenarios y estrategias, sino que está constituido por los ámbitos implicados en el problema de estudio y bajo el marco de diferentes disciplinas o dominios de conocimiento (político, social, económico, etc…). Pero de manera más significativa –y ello implica un pensamiento sistémico en la raíz del método propuesto por Godet-, es que prácticamente todos los componentes analíticos asociados a cálculos para encontrar las variables clave, los actores y proyectos esenciales, el análisis morfológico de combinaciones disciplinarias asociadas a un problema y el cálculo de probabilidades condicionadas, son considerados como módulos del método que llevan a cabo técnicas de análisis y constituyen sistemas de cómputo, requeridos en el método. Una prospectiva basada en el análisis de “interacciones complejas” Con base en la metodología general de tipo heurístico –por aproximaciones sucesivas- que se ha hecho referencia desde la perspectiva de los sistemas complejos, las primeras actividades para llevar a cabo la estrategia para enfrentar los problemas que se hayan seleccionado del curso puede ser la siguiente:

Dar forma al equipo de investigación –al comité- como sistema complejo, en el que en el núcleo están los valores que guiarán el análisis del equipo (imparcialidad, búsqueda de un objetivo común,…)

Definir el tipo de problema, definiendo si el análisis se centra en escenarios posibles en momentos previos a un evento central, en los momentos del evento o en momentos posteriores referidos a eventos centrales o clave o no.

Dar forma –simultáneamente- a la problemática y problemas como dominios y subdominios –problemas- o como estratos o macro-sistemas, sistemas y subsistemas complejos12,

Para ello, es posible organizar todo el proyecto como sistema para:

Organizar fuentes en un subsistema de información (Sinf_EC_xyz.xls) Organizar fuentes teóricas en un subsistema de información conceptual

(Sinf_EC_xyz.xls) Organizar actividades dentro de una estructura de documento hipertextual Usar sistemas de análisis de escenarios integrados a los subsistemas anteriores.

(Si_Rela_xyz.xls) Sintetizar el análisis y conclusiones en un documento que incluya resumen y síntesis

general, desglose de fases del proyecto y descripción de su desarrollo para llegar a las conclusiones propuestas.

                                                            12 Recordemos que en el núcleo de los subsistemas estarán los códigos de valoración de cada grupo de actores implicados en los problemas, los límites –membrana de la célula- están determinados por las preguntas y estas por el marco axiológico o epistémico, y los organelos o subsistemas de organización, refieren a las actividades en los diferentes actores. De esta manera es posible analizar el nivel de acoplamiento –favorable, desfavorable o conflictivo entre los sistemas. 

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Estos objetivos no son fáciles de lograr en poco tiempo. Pero el esfuerzo para construir una primera aproximación a un proyecto de esta naturaleza siempre será positivo, en cualquier de nivel de posgrado. Especialmente, en el caso de ir comprendiendo mejor lo que implica una metodología de tipo heurístico, en donde el camino no es lineal sino por aproximaciones sucesivas y siempre perfectible, pero que en cada momento existen posibilidades de responder, con diferente nivel de certeza y rigurosidad a las preguntas que se ha planteado el equipo. Las fases generales de una metodología que proponga escenarios prospectivos y se aproxime a analizarlos y valorarlos la sintetizo en la siguiente figura:

Figura 27: Visión de conjunto de la metodología

para aplicar el método de “interacciones complejas” La descripción detallada del componente prospectivo la presento mas adelante. CONSTRUCCIÓN DE ESCENARIOS. Si bien hemos hecho referencia en varias ocasiones a los escenarios, ahora daremos atención a su significado e implicaciones. Recordemos, de acuerdo a Godet (1995,18), que “un escenario no es la realidad futura, sino un medio de representación de esta realidad, destinado a iluminar la acción presente con la luz de los futuros posibles y deseables…, y solo adquirirán credibilidad y utilidad si respetan cuatro condiciones: pertinencia, coherencia, verosimilitud y transparencia.”

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La pertinencia se refleja entre otros aspectos, en las preguntas que nos formulemos para delimitar el dominio de posibilidades en las interacciones entre los actores. La coherencia y verosimilitud se plasma, entre otras actividades, en las argumentaciones que hagamos respecto a la construcción de nuestras inferencias.

Una construcción que establece vínculos entre informaciones y comunicaciones asociadas a las acciones y procesos que fundamentan nuestra investigación enmarcadas en un pasado y un presente, con los enunciados valorativos que inferimos hacia la prospectiva en diferentes escenarios. Estos elementos, plasmados en el discurso que da cuenta de nuestro trabajo, refleja además la transparencia de lo que se concibió nuestras fuentes, nuestros argumentos teóricos y lo que se enunció como inferencia y resultado. Como dice Godet, “lo que se concibe bien se enuncia bien” (1995,19). Con esta transparencia habrá “apropiación de resultados” e involucramiento de los actores a los que se quiere sensibilizar a través de los escenarios. Los escenarios pueden configurarse a partir de una fase exploratoria y una normativa. En la fase primera se parte de un amplio dominio de interacciones que deben irse encuadrando, hasta quedar bien delimitadas y con la potencialidad de formar parte de dos o más escenarios. En la segunda, se desarrolla el componente normativo en el marco de una axiología que de coherencia y consistencia al estudio. Los escenarios no son prospectivos, no son fines en sí, sus resultados solo dan sentido para la acción. (Godet, 1995,19). Dicho sentido se condensa en saber responder a una combinación de situaciones –no muy alta- de preguntas como ¿Qué pasa si…? O ¿qué hacer si…?, para lograr lo deseable o no deseable. El escenario queda bien delimitado si el número de combinaciones entre situaciones posible es manejable, controlable y hay apropiación de los recursos y habilidades para enfrentarlas. Godet sugiere varios criterios para construir escenarios potenciales: El primero remita a formular “buenas preguntas” que den luz “iluminen” a las búsquedas

de mejores escenarios. Nos previene de no apuntar con tanta insistencia sobre ciertos problemas –y de ahí formular las preguntas- que nos oculten otros que no pueden verse. Nos recuerda que “las ideas recibidas, las que están de moda, las que dominan la actualidad, deben contemplarse con desconfianza, porque generalmente dan origen a errores de análisis y de previsión” (1995,20). Una buena pregunta “cuestiona la comodidad del espíritu”, despierta las conciencias dormidas con falsas certezas. Preguntas que desafíen el esfuerzo de la reflexión y de la anticipación para afrontar los esfuerzos futuros.

Como segundo criterio, sugiere imaginar lo que no cambiará para tomarlo en cuenta en el diseño de escenarios. Es necesario reconocer que todo proyecto nuevo nacerá no azarosamente sino a partir de un pasado. Lleva la marca de una herencia genética, pero distinta cada vez. Enfatiza “quien ignora su pasado no puede anticipar sus posibles futuros” (1995,21). Reconoce que “los hombres conservan a lo largo del tiempo unas semejanzas de comportamiento realmente sorprendentes, las cuales les conducen, cuando se ven colocados en situaciones comparables, a reaccionar de una manera casi idéntica, y por consiguiente, previsible. Esto hace que pueden hallarse en el pasado lecciones olvidadas, pero ricas de enseñanzas en el futuro” (1995,21).

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Un tercer componente para el diseño de escenarios, es el de considerar los retos que implica enfrentar los “estereotipos” en las opiniones y comportamiento de los actores que están implicados en los cambios asociados a una prospectiva. Conocer el grado de interiorización de dichos estereotipos, permite conocer en qué medida podrán efectuarse cambios en los actores de interés.

Este último componente puede replantearse en términos de las “Representaciones y Prácticas Sociales”, que hoy en día constituyen el área de conocimiento que integra los estudios sobre hegemonías, ideologías, imaginarios, fantasías y mundos posibles” que “habitar” en el consciente / inconsciente / subconsciente delas personas. El conocimiento del entramado de estas representaciones y prácticas sociales nos permite indagar sobre e grado de profundidad que tienen las ideas, sentires, saberes, conocimientos, opiniones…, que deseamos conocer en los actores implicados en el escenario deseable o indeseable. Para ello es necesario abordar el reto a través de técnicas de análisis de discursos asociados al tema de las “redes semánticas” que son los entramados que determinan en gran medida, los comportamientos en los escenarios que deseamos conocer. Construcción de escenarios En términos generales, los escenarios se proponen como hipótesis y derivan de la selección de variables, actores, eventos y condiciones derivadas de las diferentes técnicas de análisis. Estas hipótesis son entonces un conjunto de acciones, situaciones, actores en relación y productos o resultados esperados en un tiempo futuro que es necesario hacer pertinentes y verosímiles –de acuerdo a quien llevará a cabo una estrategia para dicho escenario- transparente, esto es, evidenciando elementos que demuestren los elemento de dicho escenario, y desde luego, coherentes, que sean factibles de llevar a cabo de manera lógica y normativa. En el marco del método que proponemos, la construcción de escenarios –inciso de este tema- deriva de los resultados que logremos al registrar las interacciones entre actores y demostrar que se trata de una construcción con los atributos referidos, además de ser consistente con el cuerpo teórico que la respalda. Recordemos que todo escenario está dentro de un campo matricial de valoración, y que a su vez esta “enmarcado en un ámbito axiológico” más general. Con ello el planteamiento y construcción de un escenario deseable, posible, factible, pertinente,… queda subsumido en este marco axiológico y en el marco teórico. Es desde ahí que precisamos lo que pueda ser construido y entonces suceder. En nuestro caso, la reorganización de las interacciones entre los actores esenciales asociadas a los dominios seleccionados, derivan de la jerarquización de ellas dentro de las matrices de análisis. Dicha reorganización –representada generalmente en la esquina superior derecha de dichas matrices- nos presenta las interacciones más significativas de acuerdo a una valoración derivada de los atributos que les establecimos (tipo de actores, de acontecimiento, de fuente, etc…). Con esta información y otra asociada a ella –temas, niveles micro, macro, objetos mediadores- podemos hacer nuevamente una ordenación de las interacciones más significativas y de esa manera seleccionar aquellas que consideremos parte del proceso en el

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que se han ubicado –el grupo de hileras en la matriz original-, o que incumban a un grupo de actores de interés. A partir de dicha selección podemos construir “hipótesis” derivadas de la selección y vinculación de interacciones –enmarcadas en acontecimientos, niveles, temas- y de su concatenamiento, de su vinculación como actividades secuenciales o en paralelo en el tiempo, y de su pertinencia y coherencia con los valores que hayamos establecido definimos escenarios deseables, posibles, indeseables. Veamos un ejemplo. En la siguiente figura apreciamos la representación de cinco eventos asociados a un tipo de interacción, cuyo primer actor es el que tendremos en cuenta.

Figura 28: comportamiento de un actor, asociado a una relación y a una variable

Ahora veamos el trayecto de otro actor, que puede ser considerado como otra variable:

Figura 29: comportamiento de un actor, asociado a una relación y a una variable

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Ahora analicemos la interacción entre ambos comportamientos y veamos cómo podemos inferir que uno de ellos puede ser detonador del cambio de rumbo de otro, y aunque ello no implica dicho cambio, una segunda presencia de dicha interacción -entre los eventos cinco- lo vuelve a confirmar, reforzando una hipótesis posible.

Figura 30 Interacción entre dos comportamientos, dos actores en su hacer.

Se trata de una construcción porque cada interacción está fundamentada en una evidencia respaldada por una fuente (externa o propia) que puede ser mostrada o explicitada dentro de un marco conceptual –dado que está registrada en sistemas de información- para aquellos que deseen corroborar la transparencia, coherencia y pertinencia de ella en el escenario al que pertenece. Cabe mencionar que dado el tipo de metodología, basada en sistemas de cómputo, es posible sujetarla a permanentes depuraciones y rectificaciones, tanto de la veracidad de las informaciones como de las valoraciones que hacemos en las interacciones. Esto permite pensar en simulaciones o cálculos de análisis de sensibilidad de la forma como hemos construido el modelo de análisis. Pero también esta construcción se convierte en un simulador de situaciones que en la medida en que este al día, la fuerza de las anticipaciones y niveles de “iluminación” hacia futuros más lejanos se convierte más poderosa. La herramienta se vuelva un recurso fuerte mente potencial para la toma de decisiones. PROSPECTIVA APLICADA A LA TOMA DE DECISIONES En este capítulo sintetizo un conjunto de estrategias basadas en el uso inteligente de la computación, para aplicar la prospectiva en la toma de decisiones desde una perspectiva de sistemas inteligentes que toman en cuenta el reto de efectuar análisis de riesgos, pero de una

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manera diferente al modelado tradicional13. Estos análisis se configuran desde el concepto de simulación de situaciones posibles, con base en un sistema que permita dichas simulaciones. Para ello, retomamos algunos conceptos sobre pensamiento sistémico asociado a problemas complejos. El propósito final es enfrentar los retos que implica formular una prospectiva deseable ante problemáticas que se presentan como urdimbres y enjambres de acontecimientos posibles. Es necesario reconocer una vez más, que el reto que nos impulsa a organizar conceptos, procedimientos y formas de organización entre ellos, deriva de aceptar que lo que habremos de hacer es de aproximarnos cada vez más a una mejor comprensión / explicación de problemáticas –consideradas como resultado de la interdefinición de muchos problemas específicos-, que enfrentan lo complejo en las ciencias sociales. Lo complejo en una problemática… Recordemos que lo complejo en las ciencias sociales emerge del enfrentamiento con urdimbres de múltiples dimensiones, lo hemos definido, como el conjunto de relaciones fuertemente interdefinibles entre si –una depende de la otra, esta de la primera y de una tercera, formando una cadena de causalidades no lineales-, y al mismo tiempo, heterogéneas, o sea, de diferente naturaleza motivacional, derivada de diferentes códigos de valoración y conducidas por medio de objetos mediadores diversos. Se trata en todos los casos, de relaciones, que al estar siempre asociadas a un objeto mediador –como cualquier lenguaje, el medio que permite su comunicabilidad, a los instrumentos explícitos o implícitos directos o intermediarios-, pueden ser establecidas como interacciones entre diferentes tipos de actores –personas, grupos sociales, organizaciones o comunidades-. Lo heterogéneo de las interacciones radica en conjugar significados y códigos de valoración implícitos en hechos, acciones, comunicaciones, actividades asociadas a diferentes ámbitos disciplinarios: económicos, religiosos, políticos, y culturales entre otros, todos ellos asociados a una problemática de interés. Para completar lo complejo en este enjambre de acciones y actores, es necesario explicitar la permanente emergencia de nuevas relaciones que son generalmente el interés de comprender y explicar mejor en dicha problemática social. Lo que nos preguntamos y con frecuencia, de manera inquieta, es el sentido que finalmente persiguen uno o más actores en ese enjambre de relaciones, en esa problemática, en el marco de un pasado, presente y futuro- dentro de los posibles desenlaces en sus interacciones. También nos preguntamos por el conjunto de significados reconocibles y emergentes que nos permitirían comprender mejor su condición crítica, entendida como un nivel de desequilibrio no deseado.

                                                            13 La principal distinción radica en considerar al sistema integrado por un cuerpo teórico, un modelo sistémico estructurable permanentemente, un equipo de investigación y los mismos actores que participan en el análisis prospectivo. Además, dicho sistema tiene presente propiedades que implican una permanente actualización e inteligencia dirigida a su auto-evaluación, auto, catálisis, auto-organización y auto-reproducción, conceptos derivados de la perspectiva Sociocibernética, como referimos en el primer capítulo de estas notas. 

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Pero también nos preguntamos cómo delimitar los ámbitos que están interdefinidos en la problemática, hasta qué nivel es significativo el componente económico, o el social, o de qué manera afecta el componente cultural al de una seguridad en el curso de acontecimientos. En todos los casos, lo que necesitamos conocer es un criterio para delimitar el núcleo donde radican los criterios y códigos que determinan los comportamientos de cada ámbito. El tipo de relaciones entre los núcleos heterogéneos y sus acoplamientos generalmente interpenetrados. Solo entonces, a partir de ello, podremos proponer una forma de modificación, reorganización o transformación posible en las interacciones y forma de uso en los objetos mediadores para lograr un mejor equilibrio –siempre dinámico- y consecuentemente un nivel de interacción más deseable en los problemas asociados a dicha problemática. Niveles de participación Un aspecto importante en los estudios de prospectiva y definición de escenarios es la forma de participación del equipo que lleva a cabo el análisis de la problemática. Para ello, diferenciaremos tres niveles de participación:

a) Un nivel de participación basado en actividades asociadas a la aplicación de las formas de organización “imparcial” de lo que sucede en una problemática,

b) Un nivel de participación basado en actividades vinculadas a encontrar creativamente nuevas formas para re-organizar la información recopilada, de acuerdo a una perspectiva de valoración que determine dos o más escenarios posibles, cada uno con una gama de valores diferente, y

c) Un nivel de participación basado en actividades orientadas a llevar a cabo niveles de reflexión, valoración e intervención para desarrollar una estrategia de transformación de uno o más de los escenarios planteados un mejor equilibrio de fuerzas de interacción.

El primer nivel de participación implica adoptar criterios esencialmente cuantitativos y con un criterio de ordenación de tipo general: de mayor a menor estatura, pesos, presencias, lugares, etc…, de tal manera que no se privilegie ningún nivel dentro de los criterios de organización. Sin embargo, ello implica incluir cualidades o atributos que necesariamente requieren de una escala de valores de al menos uno o dos puntos de vista no necesariamente iguales. Equivale este nivel de organización a definir las coordenadas de cada actor / acción / objeto / espacio / tiempo ordenado alfabéticamente, o de mayor a menor número de presencia en el universo de datos inspeccionado. Ello queda dentro de un espacio apenas jerarquizado de acciones e interacciones entre actores. Puede corresponder a una prospectiva de exploración de escenarios. El segundo nivel implica adoptar criterios tanto cuantitativos como cualitativos y de una ordenación que responde a códigos de valor previamente definidos: de mayor a menor intensidad o relevancia respecto a un valor de referencia, pesos de ponderación en la integración de relaciones, presencias y/o lugares más deseables o menos deseables, etc…, de tal manera que de acuerdo a una explicitación axiológica, se privilegie algún nivel dentro de los criterios de organización. Ello implica incluir cualidades o atributos que necesariamente

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requieren de una escala de valores desde un punto de vista parcial y homologado o integrado de diferentes perspectivas14. Equivale este nivel de organización a definir las coordenadas para cada actor / acción / objeto / espacio / tiempo dentro de un “campo de acciones o interacciones” jerarquizado, ya explícitamente establecido o implícitamente considerado. Dicho campo se caracteriza por explicitar un “potencial de acción” sobre una o más fuerzas asociadas a los actores dentro de su interacción. El tercer nivel es esencialmente análogo al segundo pero la diferencia radica en que los códigos de valoración son establecidos explícitamente desde un solo punto de vista, el del equipo que asume la responsabilidad de lograr las condiciones de transformación dentro de los escenarios establecidos. Es un nivel de participación en el que la definición de espacios implica ya una estrategia. Este nivel y el segundo implican una conceptualización de escenarios normativos, en el marco de un campo axiológico desde donde se valoran.

Método de las relaciones complejas Recordemos, la vinculación entre Prospectiva, Escenario y estrategia es necesaria y secuencial, aunque tiene muchos procesos en paralelo. Partimos del conocimiento de una realidad compleja que la identificamos como problemática y del interés por saber qué puede suceder a corto, mediano y largo plazo. Recopilamos información y aplicamos técnicas de análisis, cargados al lado cuantitativo (para hacer proyecciones estadísticas o planeaciones y plantear escenarios exploratorios), o del lado cualitativo (para hacer análisis de comportamientos sobre variables y actores y plantear escenarios normativos). La integración de los componentes más significativos del estudio, y que no todos tienen la seguridad de suceder de la misma manera, esto es, presentan incertidumbre, los podemos configurar como una “hipótesis” de que sucedan y de ahí la definición de un escenario, que puede ser definido como un conjunto de acontecimientos con cierto grado de probabilidad para que sucedan. Metodología Con base en la metodología asociada al uso del sistema Si_Rela_xyz.xls, La construcción de escenarios de lleva a cabo de la siguiente manera:

1. Una primera aproximación es mediante el uso de criterios “exploratorio” considerando valores de “uno” para todos los factores de valoración de las relaciones y variables del método. Ello implica un análisis sustancialmente cuantitativo.

                                                            14 La definición de códigos homologados –incluyendo perspectivas diferentes u opuestas sobre la problemática que se analiza- es un reto muy grande porque implica saber dialogar para integrar puntos de vista semejantes o diferentes. Cuando son muy diferentes, es posible establecer “juegos de códigos de valoración”, incluyendo dentro de los casos extremos, aquellos intermedios o promediados y aplicarlos para todos los casos del análisis, de tal manera que se vean las implicaciones de valoración integral desde los diferentes juegos de códigos y la reflexividad pueda ser más rica y creativa.

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Posteriormente o en forma paralela se pueden usar criterios “normativos” actualizando catálogos de valoración, para llevar a cabo un análisis cualitativo/cuantitativo.

2. Analizamos las relaciones más significativas que deriven de los juegos de factores / valores que se consideren más pertinentes y los aplicamos en el análisis “de relaciones complejas” de la información recopilada de los problemas de interés.

3. De este análisis –concentrado en las matrices- se pueden obtener listas de relaciones / actores con valores más “significativos” y con base en criterios de selección por dominio, temáticos, niveles de significación y de cobertura.

4. A partir de la selección de relaciones / actores, definimos conjuntos de relaciones vinculados a las preguntas que hicimos a los problemas podemos configurar hipótesis –si se desea seguir el criterio de Godet- o directamente proponer ESCENARIOS derivados de las preguntas y valoraciones.

5. El número de relaciones complejas esenciales determina los eventos clave del escenario y las demás relaciones, de otros temas / dominios o tipo de actividades asociadas, podemos derivar la ESTRATEGIA para lograr las tendencias de las relaciones / variables / actores esenciales.

Recordemos la ubicación del Sistema de información conceptual y empírico en la metodología general:

Figura:

En el apéndice dos sintetizamos los aspectos mas importantes de este sistema. A continuación muestro una relación de figuras que da una visión de conjunto que va de la delimitación de un acontecimiento dentro de un problema a nivel micro, hasta su relación con otros acontecimientos de otras problemáticas a nivel macro. En ella podemos apreciar qué relaciones / interacciones pueden configurar un escenario:

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Figura 31: esquema sincrónico de una problemática –nivel micro regional- por indagar

Figura 32: esquema diacrónico de una problemática –nivel micro regional- por indagar

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Figura 33: esquema de una problemática –nivel micro / regional, meso / nacional y macro /

internacional- por indagar

Figura 34: esquema de un conjunto de interacciones que configuran un proceso para definir

un escenario dentro de una problemática por indagar

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Recordemos los conceptos que nos permiten encuadrar lo que sucede en una problemática y familiarizarnos con una herramienta de análisis.

Figura 35: esquema de los conceptos asociados a una problemática por indagar

Recordemos que un ACTO es también un EVENTO y puede estar definido como “hecho –evidencia empírica-”, “acción –evidencias de sentido mentado-”, “comunicación” –evidencia de 3 selecciones y retroalimentación-” o como “actividad”. En este último caso incluye a los anteriores. La definición de un ACTO depende de la información disponible y de la capacidad del analista para definir su especificidad. En este contexto, veamos cómo se relacionan los conceptos:

• Una PROBLEMÁTICA es un conjunto de PROBLEMAS acoplados en interacción mutua

• Un PROBLEMA está constituido por un conjunto de ACONTECIMIENTOS en un espacio y un período de tiempo, y a su vez, tiene relaciones con otros problemas.

• Un ACONTECIMIENTO es un conjunto de ACTOS en un espacio y un período de tiempo,

• Un ACTO o EVENTO es un conjunto de RELACIONES en un espacio y un período de tiempo,

• Una RELACION está constituida por dos ACTORES y un OBJETO MEDIADOR • Una RELACION asociada a un Acto en un Acontecimiento esta descrita por un MEDIO

DE COMUNICACIÓN y una FECHA del EVENTO • Un ACTO en el marco de un ACONTECIMIENTO puede considerarse a NIVEL DE

COBERTURA macro (internacional), meso (nacional o regional o micro (local). • Un PROBLEMA puede estar conformado por un gran DOMINIO de conocimiento en

términos de DISCIPLINAS, AREA DE CONOCIMIENTO o TEMA

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La siguiente figura muestra esquemáticamente la relación entre estos conceptos:

Figura: 36: representación esquemática de los conceptos asociados a una interacción entre

actores en el sistema Si_Rela_xyz.xls Vinculamos a estos conceptos otros asociados a un pensamiento sistémico:

A partir de la delimitación de una PROBLEMÁTICA en términos de Estratos o Dominios o como –Sistema Red o Meta-sistema- si es concebida sistémicamente,

la podemos subdividir en PROBLEMAS o Áreas multidisciplinarias o como –Sistemas o subsistemas- y de ahí podemos

formular PREGUNTAS que ya nos conducen a la interacción entre ACTORES, que son equivalentes a su concepción como un conjunto de series de interacciones con sentido

considerados como -Procesos o macro funciones específicas o modulares- y a cada interacción le asociamos:

Un NIVEL DE COBERTURA Un MEDIO DE COMUNICACION Un factor de ACONTECIMIENTO

Un facto de EVENTO (ACTO) Un factor de nivel de SIGNIFICANCIA del evento

Un TEMA / Subtema Una FECHA del evento, que serán consideradas como

-Variables dependientes o independientes-

Dentro de la metodología asociada al sistema Si_Rela_xyz.xls, están implícitos diversos criterios de organización de la información que toman en cuenta los criterios vinculados a las técnicas de prospectiva.

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Dada la capacidad actual del sistema para organizar información en matrices de 25 x 25, es posible configurar matrices más grandes si recordemos la posibilidad de aplicar cierta “recursividad” en el interior de una celda o una zona de la matriz inicial o general. De esta manera podemos integrar en forma organizada un universo de problemas, considerando cada celda como subsistema del anterior o como nodo de la red superior”

Figura 37: Expansión del campo de posibilidades matricial mediante el recurso de la

recursividad al interior de una celda o una zona de la matriz inicial. A continuación sintetizamos una visión de conjunto de los conceptos asociados al sistema que permitirán llevar a cabo una Prospectiva, proponer escenarios y derivar de ellos una estrategia.

Figura 38 A: Elementos conceptuales para el diseño de interacciones

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Figura 38 B: elementos visuales para el diseño de interacciones

Con estos elementos, registramos información, solicitamos cálculos de reordenamiento y selección de interacciones de interés y generamos escenario para ofrecer alternativas ante las posibilidades futuras. En la siguiente lámina apreciamos una visualización –derivada del sistema Si_Rela_xyz.xls de trayectorias que permiten configurar escenarios y estrategias. El reto consiste en apreciar y valorar en qué medida una variable influye o determina el comportamiento de una categoría (en rojo y punteada) para establecer una hipótesis y en consecuencia, una estrategia para propiciar dicho comportamiento.

Figura 39: Representación del trayecto de 3 variables y una categoría que las integra

Finalmente, presento en la siguiente figura una representación diacrónica ilustrativa de un conjunto de registro de interacciones, o conjunto de interacciones asociadas a la genealogía

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de una problemática (pasado), su situación dentro de un presente potencial, desde donde es posible proponer escenarios posibles, deseables y/o realizables.

Figura 40: Representación diacrónica ilustrativa de un conjunto de registro de interacciones, o

conjunto de interacciones Con el propósito de ilustrar cóm es posible aplicar el método de “interacciones complejas” para el análisis prospectivo de una problemática, a continuación presento un caso de estudio en donde expongo con mas detalle la metodología a seguir así como los criterios para aplicar el uso del sistema Si_Rela_xyz.xls Caso de estudio15:

Partimos de una necesidad y deseo por hacer un estudio prospectivo a diez años para

un sector de la educación en un Estado de México. Nos preguntamos: ¿Cuál es el escenario posible en el ámbito de la educación dentro

de 10 años en el estado de ABC?. Reconocemos que existen muchos problemas en dicho Estado, situación que

sintetizamos en el siguiente enunciado: “El ámbito de la educación es ineficiente, conflictivo y distante de lo que necesita la sociedad”.

                                                            15 Este caso de estudio está en proceso de análisis. Los criterios generales para establecer la matriz de procesos / escenarios toma en cuenta la problemática real de un Estado de la República Mexicana. La información asociada a los actores no es real y solo permite ver la forma que toman los diferentes conceptos y representaciones gráficas del sistema. 

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En las siguientes figuras represento una serie de diagramas que nos permiten aproximarnos a tener una visión de conjunto de la problemática. Pueden ser considerados como un “modelo físico” –una representación de fácil comprensión- de la problemática y que posteriormente permitirá generar diagramas como “modelos lógicos” –orientados a los especialistas en el tema- para comprender mejor la problemática y los escenarios planteados. En la siguiente figura enunciamos la problemática y los principales actores:

Figura A: representación de los actores principales de la problemática

Los problemas que apremian tener una prospectiva son:

La normatividad en general, -asociada a los códigos de valoración- no puede restituirse de acuerdo a nuevas prioridades

Los recursos para la infraestructura y gastos de operación son muy bajos y mal administrados en muchas escuelas e instancias educativas

La curricula –contenidos de los planes de estudio- no corresponde a las necesidades reales de los niveles académicos

Las relaciones y promociones de maestros, coordinadores y directivos son inadecuadas y mal remuneradas

La relación entre los niveles básico, medio y superior con la sociedad es deficiente e inadecuada

A partir de estos problemas, podemos formular una serie de preguntas que nos permitan aproximarnos más a la definición de actores e interacciones esenciales en escenarios posibles. Las preguntas iniciales son:

¿cuál será la situación de la normatividad en general y especialmente la asociada a los niveles básicos, medio y superior?

¿cuál será la situación administrativa generación de recursos en infraestructura?

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¿qué rumbos temáticos y disciplinarios tomarán los contenidos de los planes de estudio?

¿cuál será la situación administrativa de los maestros? ¿cuál será la relación que vincula a la sociedad con la actividad académica?

De aquí podemos reformular las preguntas de manera más direccionada, a partir de la cual podremos configurar estrategias en los escenarios:

¿cómo reorganizar y hacer coherentes y consistentes los códigos –normatividad en la gran mayoría delos temas académicos- asociados a los niveles básicos, medio y superior?

¿cómo establecer equilibradamente los recursos más adecuados para la infraestructura y gastos de operación así como mejorarla calidad de su administración?

¿Cómo establecer los contenidos más adecuados de la curricula que respondan a las necesidades más adecuadas de los niveles académicos?

¿Cómo definir las relaciones y promociones más adecuadas de maestros, coordinadores y directivos así como sus niveles de remuneración satisfactorios?

¿Cómo definir la relación más pertinente entre los niveles, básico, medio y superior con la sociedad donde cohabitan?

Estas preguntas y problemas redundan en relaciones conflictivas entre las diversas instancias del ámbito académico.

Figura B: representación de las principales interacciones entre actores

En la siguiente figura expresamos, -como guía de hacia dónde deseamos conducir el análisis y con ello empezamos a delimitar nuestro marco axiológico-, un escenario posible con base en la definición de una misión / visión que subyace en los propósitos del estudio prospectivo.

Recordemos que si bien esta orientación axiológica determina el sentido del análisis, pero ello no evitará reconocer que el planteamiento de dichos escenarios conduzca a situaciones no

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deseables, e incluso catastróficas. En nuestro marco axiológico, que estará configurado entre otros por los valores que asignemos en los catálogos de las variables del sistema (tipo de ACTO o evento, tipo de FUENTE, de nivel de significado de la relación, etc…) nos comprometemos a aplicar criterios sobre la valoración que damos sobre las interacciones entre los actores de la problemática y ello puede conducir a situaciones deseables y no deseables. Ahí nuestra transparencia y coherencia de los escenarios que propongamos.

Figura C: representación de la misión del proyecto como un escenario posible en términos de lograr un equilibrio dinámico entre los actores

En el marco axiológico que construimos, las cualidades del escenario deseable están basadas en un equilibrio dinámico armónico que implica repartir responsabilidades, colaboraciones y cooperaciones dentro de un juego dialéctico multidimensional inteligentemente coordinado.

En forma paralela, la calidad educativa implica desarrollar las capacidades para establecer las propias valoraciones en forma colectiva y en todos los ámbitos integrados (educativo, laboral, administrativo, etc…), para lograr mayor consistencia y coherencia en las actividades académicas, así como para poder establecer parámetros de comparación y evaluación justos con otros Estados.

Esto no quiere decir que los escenarios que plantemos se sesguen a estas condiciones. Solamente enmarcarán, delimitarán el potencial de las escalas valorativas en nuestras variables de análisis. Estas escalas incluyen las opciones menos deseables respecto a lo asentado en dicho marco: habrá espacio para desequilibrios mayores no armoniosos, sin responsabilidades en algunos de los actores, con imposición normativa e incluso violenta.

De nuestro análisis valorativo del pasado de del presente habremos de inferir la situación en que nos encontramos y solo entonces, proponer estrategias para evitar situaciones no deseables o propiciar las deseables. Este evitar o propiciar son considerados como “anticipaciones” que deberán estar asimilados, “apropiados” intelectual y afectivamente para poder desempeñar “acciones eficaces”, como lo ha argumentado Godet en su propuesta sobre la prospectiva.

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Definición de dominios o áreas disciplinares y actores esenciales

A diferencia de la metodología de Milkos y Godet –que parten de la definición de variables esenciales- partiremos de la definición de dominios o áreas de interés en los problemas y de las interacciones entre los actores esenciales en ellos, asociadas a las preguntas formuladas que nos guían sobre las técnicas de análisis que podremos aplicar. Con ello nos aproximamos a establecer un gran escenario –derivado de la hipótesis que derivemos de la problemática, y cinco escenarios más específicos, orientado por las preguntas a los problemas.

Figura D: aproximación a escenarios deseables.

Esta aproximación la podemos encuadrar más si pasamos a definirla en términos más específicos, dentro de una “doxa científica” que precise con más detalle los conceptos que habremos de trabajar. En la siguiente figura muestro los espacios implicados y algunos actores esenciales.

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Figura E: modelo físico de la problemática

Si incluimos los niveles de participación como coberturas macro, meso y/o micro socio-académicas, podemos apreciar en la siguiente figura un modelo lógico mas general:

Figura F: Niveles de cobertura en la problemática en educación

Recordemos con más detalle la secuencia planteada en la metodología que aplicamos en este caso de estudio:

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1. Definir un espacio o campo de valoración e interacción en el que se ubican las variables, actores o instancias de interacción

2. Definir y valorar las relaciones a partir del conocimiento que tienen los expertos o los que construyen el campo de interacción

3. Reorganizar hileras y columnas de la matriz de procesos / escenarios para concentrar las interacciones más significativas

4. Hacer inferencias a partir de los niveles de significado en las zonas del espacio de interacción (para definir escenarios / estrategias)

En el modelo lógico anterior, precisaremos el espacio de interacción de los actores. Procederemos a construir el espacio matricial y los gradientes o niveles de valoración de las principales variables asociadas a las interacciones: nivel de cobertura, nivel de significancia de las interacciones, tipos de eventos / actos, de acontecimientos, de objetos mediadores, de fuentes de información y relación de temas de interés.

Definición de la matriz de dominios y relaciones esenciales

A partir de las cinco preguntas planteadas, podemos definir las dos dimensiones de una matriz de dominios / interacciones. En la siguiente figura apreciamos las cinco coordenadas de la matriz de problemas que al considerarla como procesos constituido por conjunto de relaciones en las columnas, nos permite definir ya escenarios que responden precisamente al logro de los objetivos derivados de las preguntas, y que en su conjunto responderían a toda la problemática.

Figura G: Organización matricial de los dominios disciplinarios

En la siguiente figura integramos a esta matriz, a estos procesos, conjuntos de interacciones entre actores de diferentes dominios (local o regional, nacional e internacional) dentro de un

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conjunto de tipos de relación cuyo nivel de significado lo hemos considerado como otro componente esencial en los escenarios posibles.

La definición inicial de actores la establecimos a partir de la selección de aquellas instancias implicadas en las actividades de cada problema. En general son actores similares pero que operan en diferentes niveles y un aspecto importante es conocer el nivel de interacciones entre los niveles macro, meso y micro socio-académico. La lista de actores y su vinculación con los dominios es la siguiente:

Figura H: relación de actores en diferentes niveles de acción

Los niveles de significancia los definimos en términos de relaciones de cooperación y creatividad entre los actores, de relaciones rudas, esto es, que dan un significado importante tanto al carácter creativo como al conflictivo, violento e impositivo, de relaciones “encontradas” donde se polarizan las actitudes, de relaciones iguales –que no distinguen actitudes de colaboración o de conflicto y de relaciones solamente conflictivas. En la siguiente tabla apreciamos los niveles de valoración y matices que configuran estos cinco componentes que determinan más adelante características planteadas en los escenarios.

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Figura I: Niveles de valoración de cinco tipos de relaciones significativas

La relación entre estas cualidades y los dominios o áreas de interés en la problemática, así como con los niveles de interacción –regional, nacional e internacional-, se muestra en la siguiente figura:

Figura J: organización de problemas, interacciones y cobertura

En la figura “J” podemos concentrar los elementos que permitirán definir escenarios. Recordemos que

el escenario general es el planteado en la problemática –conjunto de conflictos administrativos, sociales, políticas y académicos entre actores internacionales, nacionales y locales de un Estado de la República.

Escenarios parciales derivan de la selección de cinco áreas de interés que en su conjunto responden al escenario global.

Los que estableceremos de cada escenario, deriva del análisis de las informaciones que registremos para cada proceso.

Cada proceso integra las contribuciones de las acciones de los actores en su interior, más las contribuciones de los actores de otras áreas de interés sobre cada área. No todas las interacciones entre las áreas tienen relevancia para los procesos de desarrollo. Por ejemplo en la figura G apreciamos que las áreas con una “X” no son significativas para los procesos de interés.

Con estos elementos, procedimos a generar las demás variables del sistema de análisis para configurar lo que denominamos la “interacción compleja”:

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Figura K: catálogos de valoración de objeto mediador entre actores y nivel de cobertura

La variable objeto mediador, responde a que en toda perspectiva constructivista, siempre está presente un objeto que media la relación entre dos o más sujetos, esto es, la interacción entre dos actores. En general el objeto mediador básico no es solamente el lenguaje en sus diversas formas (hablado, escrito, corporal, etc…), sino todo objeto cultural o medio de comunicación. En este caso incluimos solamente formas del lenguaje comunicado.

Figura L: catálogos de valoración de acontecimientos, acto o evento y factor de fuentes de información

Podemos apreciar que los acontecimientos nos permiten establecer seis periodos o fases para los escenarios. Se considera que el punto de partida será información del año 2000. Habrá periodos de 2 o 3 años así como uno central relativo a un período donde se realiza una Reforma académica –con el valor mayor- a partir de la cual se continúa con un período que va a la actualidad y propone los siguientes años de análisis. En este último período, solo se registras posibles acontecimientos que puedan suceder y que podrán servir como detonadores para momentos de bifurcación, crisis o toma de decisiones que se incluyan en los escenarios.

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Figura M: relación temática asociada a la problemática de interés

Mediante la variable que registra temas/subtemas, podemos hacer análisis transversales a los procesos.

Uso del sistema Si_Rela_xyz.xls

Recordemos que las iniciales “Xyz” identifican al investigador o al equipo de investigación.

Es necesario habilitar las macros y registrar información en zona de color rojo con letra amarilla.

Iniciamos registrado problemática / problemas / preguntas (hasta 5 problemas)

Figura N: registro de la problemática, problemas y preguntas en el sistema

Á continuación registramos las variables de valoración, los actores y sus relaciones. Con estos elementos debemos analizar el número de combinaciones que tenemos a disposición para enmarcar los escenarios.

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La selección de los escenarios seleccionados debe estar respaldada por un nivel de valoración alto,

calculado y generado por el sistema, pero establecido por el equipo de investigación.

En el caso que vemos, el número de escenarios puede definirse como:

Un gran escenario que incluye 5 problemáticas Un conjunto de “5n” escenarios específicos muy localizados, y Un conjunto de 5 escenarios de procesos de interés

Todos están integrados: logrando escenarios específicos, logramos un escenario de un proceso y con estos procesos logramos establecer un gran escenario.

En este caso, “n” en los “5n” escenarios específicos, está definida por cinco niveles de significancia de relaciones y cuatro niveles de cobertura, esto es, 20 posibilidades. Ello está de acuerdo con la organización mostrada en la figura “J”. De esta manera cada proceso tiene asociadas 20 posibilidades y el número de escenarios derivados de esta organización de información es de 20 x 5 = 100 escenarios para lograr el propósito estratégico planteado en el gran escenario.

Algunos ejemplos del proceso normativo son:

Escenario de Normatividad para una cobertura “nivel micro” que toma en cuenta principalmente las interacciones “creativas y de cooperación”.

Escenario de Normatividad para una cobertura “nivel macro” que toma en cuenta principalmente las interacciones solamente “conflictivas”.

Escenario de Normatividad para una cobertura “de todos los niveles” que toma en cuenta principalmente las interacciones “igualmente valoradas”.

Apreciamos que el primer escenario se centra en actores regionales y “apuesta” esto es, decide por estrategias que apoyen la creatividad y la cooperación, para lograr un equilibrio dinámico armónico responsable, dentro de un juego dialéctico multidimensional inteligentemente coordinado, así como que propicie una calidad educativa…, para lograr mayor consistencia y coherencia en las actividades académicas…”.

La hipótesis derivada de esta informaciones “El apoyo a las relaciones (acciones, hechos, comunicaciones) creativas y de cooperación, propician un equilibrio dinámico armónico y responsable, dentro de un juego dialéctico multidimensional inteligentemente coordinado entre en actores regionales y locales, y propician una calidad educativa con mayor consistencia y coherencia en las actividades académicas en el Estado ABC

El segundo escenario considera que es más significativa la apuesta a controlar o manejar con mayor atención las relaciones conflictivas entre actores internacionales y nacionales para lograr los objeticos de dicho proceso de rectificación normativa, que contribuye a logro del equilibrio dinámico y la calidad académica. Se derivaría una hipótesis semejante a la anterior.

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El tercer escenario la atención está en todos los actores, y toma en cuenta que todas las relaciones entre actores en todos los niveles internacionales, nacionales y regionales deben ser igualmente valoradas. Este escenario está fundamentado en un contexto que da valoraciones a otras variables (tipo de evento, fuente, momento,…) para establecer la estrategia implicada en el escenario.

En la siguiente figura muestro una síntesis del registro de actores (25), relaciones (200) y algunos catálogos de valoración del sistema Si_Rela_xyz:

Figura O1: Pantalla de registro de actores, relaciones y otras variables

Un ejemplo de la información de una relación es el siguiente:

Figura O2: información registrada y asociada a una relación entre actores.

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En la siguiente figura muestro una visión de conjunto de todos los eventos registrados en este caso de estudio (gráfica dela izquierda). En la g´rafica de la derecha muestro el valor (como suma de factores) de los actores, asociados a las relaciones que ellos establecen con los demás actores.

Figura O3: visión de conjunto del valor de todas las relaciones

En la siguiente figura presento los resultados derivados de estimar el valor de cada relación en el ejemplo de la problemática en educación. En la parte derecha y en la inferior de la matriz se muestran las sumas parciales de los logros y contribuciones de los procesos:

Figura P: contribuciones de cada área de interés para el logro de los procesos específicos y para sus contribuciones conos demás procesos.

Las dos siguiente graficas muestran los valores con más detalle:

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Figura Q: Sumatoria de las contribuciones de las interacciones en cada proceso

Ahora apreciemos en la siguiente figura cómo se ha reordenado las contribuciones en las interacciones “todas igualmente significativas” y en todos los niveles “macro, meso y mico” registrados al momento:

Figura R: Pantalla de resultados en la matriz que reorganiza las interacciones

La variable que más ha contribuido es “c1” con un valor de “32”, y si modificamos el escenario a un nivel de significancia de “relaciones de colaboración“, el valor se modifica a “30.83” y la variable más significativa es nuevamente “c1”. Pero si lo “simulamos” para un escenario con relaciones conflictivas el valor es de “52” y la variable más importante es “C2”.

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El sistema presenta representaciones diacrónicas de acuerdo a las fechas registradas en los eventos / actos. En la siguiente figura muestro un ejemplo ilustrativo de los eventos asociados a tres temas registrados:

Figura S: Representación diacrónica de tres de los temas asociados a eventos

Estos son las herramientas que nos permitirán justificar el conjunto de relaciones / actores / interacciones situadas y valorada, asociadas a cada escenario –en este caso, delimitado el escenario por un tipo de interacción, de nivel de cobertura y de ámbito o proceso de interés disciplinario.

Las posibilidades son múltiples y la pertinencia para establecer estrategias asociadas a los escenarios, radica en la coherencia y transparencia de los datos, que deben estar registrados fidedignamente en el sistema de información empírico / conceptual. La coherencia la debemos fundamentar en la lógica / racionalidad / nivel de explicación analítica en que han sido construidas las secuencias de eventos implícitos en las interacciones valoradas (marco axiológico). La verosimilitud de nuestros escenarios se logrará mediante la forma de establecer los vínculos entre la información registrada en el pasado, su correcta valoración, esto es, el significado que pueden tener en el presente y la consistencia que le demos al proyectarla en el futuro.

La pertinencia del sistema de “relaciones complejas” radica en que tiene un inicio que parte de la decisión de usarlo para ir construyendo conocimiento sobre una problemática. Su fuerza potencial radica en la medida en que por aproximaciones sucesivas vayamos estableciendo criterios de valoración consensados, no solo por los integrantes del equipo, sino por los expertos que indirectamente se vinculan al proyecto de prospectico.

En la medida en que lo anterior se estabiliza, el sistema puede ser usado como un simulador que no solo nos valora la suma de conocimientos que hemos registrado en él, sino que al modificar los niveles de análisis, podemos ver cómo se modifican los comportamientos gráficos y con ello disponer de mayores elementos para anticipar los criterios en nuestras toma de decisión.

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+ + +

Aquí terminamos la descripción del caso de estudio, consciente de que solo fue una aproximación a un problema real de prospectiva. El camino por recorrer mediante la metodología propuesta es largo, arduo y difícil, no solo por la consistencia que debe tener el equipo de investigación, sino por la permanente actualización de los catálogos y formas de representación que ofrece el sistema Si_Rela_xyz. No por ello pienso que es una herramienta que montada en la perspectiva de este nuevo siglo, pretende potenciar la construcción de un sistema complejo que enfrente los retos de las problemáticas multidimensionales de nuestra realidad.

Esta metodología, asociada al sistema y a los criterios de uso que al momento he desarrollado, estarán en mejoras continuas, y solo deseo que contribuya a una mejor comprensión y explicación de las problemáticas actuales que nos estimulan a seguir construyendo creativamente y en equipo el desarrollo de nuestra inteligencia colectiva.

Apéndice 1: GENESIS DE UN SISTEMA PARA El ANALISIS PROSPECTIVO En esta primer parte del apartado B deseamos derivar el concepto de prospectiva, desde una perspectiva sistémica que, además de estar en línea con dicho curso, que nos permite ver una forma de cómo iniciar la construcción de un sistema inteligente, considerado como una forma que da sentido a una problemática compleja y a su vez es una plataforma generativa de un conocimiento más reflexivo sobre los problemas, y permite fundamentar varios componentes relacionados con una buena toma de decisiones. Es posible pasar al siguiente apartado si e maestrando desea leer con más detenimiento y en otro momento esta génesis de la perspectiva estratégica como sistema inteligente, adaptativo, complejo. En la siguiente secuencia de láminas, sintetizo una genealogía de ideas que conducen a configurar un proyecto de prospectiva estratégica como sistema adaptativo. Parte del concepto de “diferencia” como una operación de conocimiento semilla para construir todo el proceso que conduce a una concepción de sistema inteligente. Dicha semilla contiene ya muchas posibilidades que no se reducen a unos cuantos elementos esenciales, más bien contiene ya un conjunto de relaciones dinámicas por definir.

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Figura 7 A: punto de partida: una diferencia integrada

Recordemos del curso de sistemas que “no hay sistema” si “no hay entorno” y “no hay entorno si no hay sistema”. No es otra cosa que partir de un constructivismo en el que yo existo por el otro y el otro existe porque yo le doy sentido, y el otro somos nosotros, es la sociedad. Nos separamos de idealismos y positivismos, pero también de reduccionismos y holismos. Dicha diferencia, un tanto conceptual, a “encarnamos” al asociarla a un espacio físico y un tiempo cronológico:

Figura 7 B: una diferencia integrada

como síntesis dialéctica en un espacio-tiempo La diferencia integrada la desarrollamos en el tiempo para configurar tres momentos de esa diferencia, tres etapas de transformación en ella y en el tiempo, una transformación dialéctica –de aproximaciones sucesivas en la integración de dos momentos de la

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diferencia en uno tercero como “nueva síntesis” y aquí lo relevante de pensar ahora la diferencia como tríada!, una diferencia tríadica que constituye ya los componentes de un sistema en su entorno. Las formas de la tríada son infinitas, y en cada caso se representan de nueva manera.

Figura 7 C: La tríada en diferentes contextos.

Apreciemos en la última parte de la figura 7 que la tríada se repite a si misma en su interior. Esto nos permite hacer referencia al modelo de célula que hemos aludido en las notas sobre sistemas. Se trata de un modelo de desarrollo de inteligencia cuya primera característica es que en él tiene ya el germen de su reproducción, como referimos indirectamente al inicio de esta secuencia, pero que el sentido de las relaciones reproductivas, adaptativas o de coordinación de acciones las vamos construyendo. Este es un tema muy complejo que debe desarrollarse más ampliamente, pero que en este contexto lo tomaremos como un “a priori” esto es, como un axioma que da por sentado que en cada tríada sistémica –que será la que nos permita construir todo el sistema que representará nuestro proyecto de prospectiva, está ya la permanente reproducción, actualización y evolución de todas las partes de dicho sistema. Esto lo podemos ver, a nivel social, en la siguiente figura (7D) en la que en la parte derecha superior sintetizamos cómo se puede configurar un nuevo sistema, un nuevo proyecto de prospectiva ante una problemática, a partir de sistemas previos, esto es, de estudios previos hechos por terceros o por nosotros mismos. En la parte inferior de la siguiente figura (7D) podemos apreciar cómo se puede ir desarrollando cada sistema, esto es cada parte de nuestro análisis prospectivo.

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Figura 7 D: emergencia de un nuevo sistema y desarrollo posterior

En la siguiente figura (7E) ya podemos observar una forma, “como modelo de referencia” de cómo puede ser un sistema para toma de decisiones. Tiene una estructura jerárquica –derivada de una serie de bifurcaciones- que nos permite hacer análisis, generalizaciones e inferencias respecto a una problemática. Esta no es la única forma para organizar universos de datos o urdimbres complejas en el marco del análisis de prospectiva estratégica. Habremos de ver que hay otras dos formas: la matricial y la de tipo red, que nos permitirán analizar y hacer inferencias en las problemáticas de interés. Por ahora solo hago referencia a una forma central para la construcción de proyectos de prospectiva.

Figura 7 E: Sistema desarrollado y análogo al sistema nervioso humano

La figura 7F muestra la tríada en su contexto, lo que es análogos a considerar el proyecto de prospectiva en un contexto psico-socio-político problemático. El número de

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relaciones es tan grande como la capacidad de un observador para establecer no solo diferencias entre las ellas sino grados y niveles de significado en sus interacciones, que le permitan hacer nuevas distinciones y valoraciones dentro de su marco de conocimiento, su marco epistémico. En este marco se encuentran a su vez, el marco metodológico que le permitirá organizar dichas relaciones, así como l marco teórico y conceptual que le permitirá dar sentido y fundamentar racionalmente el análisis e inferencias que haga de este complejo o entramado de relaciones.

Figura 7 F: la tríada en su contexto real: el sistema como organización que da sentido a

un entorno –problemática- complejo. En la siguiente figura podemos aprecian nuevamente dos grandes momentos o fases de la tríada inicial, pero en el contexto del análisis de una problemática de interés. En este caso los dos momentos están referidos a un pasado, un presente que darán pie a un futuro predictible, prospectivo deseado o no deseado. La primera fase, se descompone en un conjunto de “estructuraciones” clave en su genealogía, esto es, en la historia de las estructuras de su desarrollo pasado. Ello lo apreciamos por los cortes transversales que refiere la figura. En cada uno de ello podríamos referir el estado estructural de los valores que determinan las acciones, comunicaciones y actividades en ese espacio- tiempo. En la elipse sombreada en rojo del presente, indico cuatro posibles anticipaciones que podrían presentarse a los actores que se han apropiado de los procesos que conducen a ella.

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Figura 7 G: el pasado de una problemática como un conjunto de estructuraciones en un

desarrollo genealógico.

En la siguiente figura podemos apreciar un modelo ideal del cómo es que a partir de la apropiación de las implicaciones de una serie de anticipaciones dentro de un escenario deseable, es posible pensar e imaginar nuevas anticipaciones que conducen a un futuro, en el que la estrategia a seguir parte de las expectativas en evoluciones probables, con cierto grado de reversibilidad en las acciones finales a las precedentes y conservadoras en a medida de no ser muy pretensiosas. Aunque no he descrito la manera de obtener un criterio numérico que ilumine la incertidumbre y de seguridad lógica en esa anticipación apropiada para el escenario deseable o no deseable, adelanto la existencia de un procedimiento para conocer niveles de valoración -numérica- que toman en cuenta precisamente la genealogía de las relaciones asociadas a los procesos vinculados al escenario deseable.

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Figura 7 H:

Apreciamos en la figura 7H, las tres fases de todo estudio de prospectiva: la genealogía de los ámbitos de desarrollo que nos interesa conocer, el momento presente y, posibles formas de desenlace, cada una considerada como “escenario” deseable, o no deseable. Recordemos lo que nos sugiere (Godet, 1995:37) ante la prospectiva: no esperar el cambio para reaccionar, aunque seamos flexibles, sino que es necesario prepararse y apropiarse de los recursos y de una convicción para un cambio esperado –pre-activo- y un deseo - como fuerza productiva del futuro - que provoca un cambio deseado –pro-activo-.

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Apéndice 2: Elementos del sistema de información conceptual y empírico

Este sistema tiene una estructura de base de datos basada en tres archivos:

Figura S!: estructura de la base de datos

Figura S2: relación de talblas de valoración

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Figura S3: Tablas para el registro de documentos y/o de unidades de información empírica.

Figura S4: relación de campos / conceptos de la tabla de registro de documentos y/o de

unidades de información empírica

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Figura S5: Tabla base y auxiliar pare el registro de fichas y(o de componentes de una unidad

de observación empírica.

       

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Apéndice 3: Pensamiento Sistémico orientado a las ciencias sociales Objetivo: El propósito de este apéndice es sintetizar los conceptos y aplicaciones más significativas del pensamiento sistémico aplicado a la comprensión / explicación de Problemas sociales complejos. Introducción El pensamiento sistémico tiene varias formas de ser definido y abordado desde varias concepciones, todas muy semejantes. Solo haré referencia a la que se ha orientado a las Ciencias Sociales, en el marco de un pensamiento social. Solo haré referencia a aquellas que se han orientado mas a un pensamiento tecnológico (Como la computación blanda propuesta por Chekland), a un pensamiento de negocios y empresarial (como la quinta disciplina de Peter Senge), o a un pensamiento asociado a las neurociencias (como el pensamiento computacional desarrollado por varios autores biólogos, matemáticos y físicos), asi como la vertiente de Edgar Morin, que aunque considerado como parte del ámbito de las ciencias sociales, se le puede considerar en un marco que abarca los demás, pero que queda solamente en una propuesta sin estrategia que asuma la realidad empírica y las condiciones tecno-socio-culturales actuales. La perspectiva que asumo en estas notas parte de la Teoría General de Sistemas y se consolida a través de los que se conoce como las cibernéticas de primero y segundo orden, para finalmente incluir aspectos que han sido desarrollados en la Sociocibernética y en la Teoría de los Sistemas Complejos de Rolando García. Parte del material ha sido configurado a partir de un conjunto de descripciones organizadas como mapas conceptuales. El propósito es proponer una conceptualización visual-textual de esta área de conocimiento. El propósito final es ofrecer una visión conceptual y gráfica tanto de los conceptos como del lenguaje mismo del pensamiento sistémico. De esta manera el arreglo de los conceptos y aplicaciones propone una forma de organización sistémica que espera recrear las mismas ideas que el pensamiento sistémico propone. Definición y componentes: Una definición del pensamiento sistémico es:

Figura 1: Mapa conceptual de los conceptos asociados al pensamiento sistémico

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Podemos leer que el pensamiento sistémico está formado por un conjunto de principios, conceptos y operaciones, organizados dentro de un lenguaje –y en correspondencia con otros lenguajes esenciales- cuyo propósito central es dar forma como sistema a problemas prácticos que enfrentan lo complejo. Dicha forma está asociada a criterios de organización- y con el fin de potenciar la comprensión / explicación de los problemas prácticos. Ahora muestro una visión de conjunto de los tres componentes conceptuales que envuelven el ámbito del pensamiento sistémico:

Figura 2: Mapa conceptual: componentes del pensamiento sistémico

Más que una disciplina, el pensamiento sistémico es una área de conocimiento que se consolida por un componente teórico, uno metodológico y uno praxeológico. El primero, fundamenta y formaliza el planteamiento de problemas asociados a la puesta en marcha de aplicaciones. El componente metodológico permite delimitar una problemática general, la definición última del problema y las respuestas posibles, asi como enfrentar lo complejo, definir el Método y establecer el tipo de estrategia heurística. El componente praxeológico exige de una reflexividad que permita la continuidad entre una comprensión y explicación del problema, esto es, de la relación entre un saber teórico y un hacer práctico, concebidos dentro de una dialéctica multidimensional que conduzca a una puesta en marcha de la aplicación. Desarrollemos el componente metodológico:

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Figura 3: Mapa conceptual de

Para definir el componente metodológico con más detalle, partimos de una problemática general de la que derivamos y definimos un problema práctico desde un lenguaje de sentido común. Dicha problemática la vamos delimitando al definir espacios, tiempos, acciones, sujetos y objetos asociados. Para ello, explicitamos la condición y el costo de dicho problema y seleccionamos las disciplinas que participan en los conceptos asociados a dicha definición del problema. Solo entonces podemos formular preguntas desde dichas disciplinas y vamos especificando representaciones de acciones, hechos, informaciones, comunicaciones e ideas. Con ello disponemos de una mayor comprensión / explicación del problema y una primera definición de los objetivos y recursos para enriquecer las representaciones y mejor formular una estrategia de acciones a corto, mediano y largo plazo. Con ello será posible permitir una mejor toma de decisiones. Ahora demos una primera aproximación a los aspectos que integran el componente praxeológico:

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Figura 4: Mapa conceptual de

El componente praxeológico permite reformular la problemática desde una dialéctica multidimensional y como sistema no-trivial, inteligente, complejo y/o adaptativo. Ello implica establecer los límites del sistema con el entorno, definir los códigos esenciales del sistema y establecer los niveles de organización del sistema. Estos propósitos son posibles tomando como base –como modelo ideal- el comportamiento de una célula y sus criterios para definir su nivel de auto-organización asi como para lograr un equilibrio dinámico. Ello implica desarrollar una reflexividad de segundo orden lo que conduce a construir un sistema no-trivial. Veamos en el mapa siguiente cómo se integran algunos aspectos importantes de los tres componentes:

Figura 5: Mapa conceptual de

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Podemos observar en este nuevo mapa una integración de los tres componentes dentro de una secuencia que toma en cuenta algunos aspectos relevantes en la construcción de sistemas no-triviales. Se parte del reto de dar forma, como sistema a problemas prácticos que enfrentan lo complejo. Configurado como sistema, es posible potenciar la reflexividad sobre las perturbaciones del entorno y representar estas posibilidades mediante diagramas de bloques, de flujo y la definición de modelos de análisis. Es desde estos aspectos que podemos finalmente pensar en un equilibrio dinámico mediante las desequilibraciones del sistema. Como referí en la introducción, el pensamiento sistémico que desarrollo está orientado al ámbito social, el de los problemas socioculturales. Toma en cuenta un pensamiento social para concebir problemas reflexionados –inicial y finalmente- desde ese ámbito, aunque en medio esté la reflexión sistémica, que potencia a la social.