aportaciones para la sintesis doctrinal de sta

8/13/2019 Aportaciones Para La Sintesis Doctrinal de STA

http://slidepdf.com/reader/full/aportaciones-para-la-sintesis-doctrinal-de-sta 1/152

La Síntesis Doctrinal de SantoTomás de Aquino

Aportaciones ofrecidas, con el patrocinio de la Fundació privada Ramón Orlandis Despuig, poralgunos estudiosos que se reconocen, con agradecimiento, herederos del pensamiento del PadreRamón Orlandis Despuig, S.I. (1!"#1$%&, de cu'o magisterio nació, en torno a la redacción dela reista Cristiandad, la llamada escuela tomista de )arcelona. *na primera serie deaportaciones las ofrece el profesor +arcelons -rancisco anals /idal.



Síntesis Doctrinal de Santo Tomás de Aquino

SINOPSIS

SI0OPSIS..........................................................................................................

APOR2AIO03S PARA 4A S5023SIS DO2RI0A4

D3 SA02O 2O67S D3 A8*I0O.............................................................................9

SA02O 2O67S D3 A8*I0O..................................................................................

3:2RA2OS D3 4AS APOR2AIO03S PR3S302ADAS 30 34 3SPAIO PARA 4A S5023SIS

DO2RI0A4 D3 SA02O 2O67S D3 A8*I0O .........................................................1"

PARA 4A S5023SIS DO2RI0A4 D3 SA02O 2O67S D3 A8*I0O ..............................1

;ASI D3SO0OIDA 4A S5023SIS -I4OS<-IA D3 SA02O 2O67S= ......................"

A4>*0AS 23SIS ARA23R5S2IAS D34A S5023SIS -I4OS<-IA D3 SA02O 2O67S .......................................................

*0IDAD S3>?0 S5023SIS ................................................................................."

R3A4IS6O P30SA023 .......................................................................................%"

4A 0A2*RA43@A A*2OO6*0IA2I/A D34 A2O

34 AR723R 4O*2I/O D34 30230D3R .............................................................%%

34 D3IR 6302A4 3S A2O, 0O 6O/I6I302O .....................................................%

S3R P30SAR .................................................................................................BC

S3R OP3RAI<0 ............................................................................................B%

4A RA@<0 D3 *0 3:2RAEO R3S*42ADO ...........................................................B

4A 4*@ D34 30230DI6I302O A>3023 30 4A O02O4O>5A D34 O0OI6I302O D3

SA02O 2O67S D3 A8*I0O.................................................................................!"

4A A2I2*D -I4OS<-IA D3 SA02O 2O67S O6O ORI302AI<0 PARA *0A

)?S8*3DA D3 S5023SIS 30 34 P30SA6I302O O0236POR703O...........................$"

4A A0A4O>5A O6O /5A D3 S5023SIS...............................................................1C

4A A0A4O>5A D3 SA02O 2O67S 4A DIA4F2IA G3>34IA0A.............................11CA2*A4IDAD 23O4<>IA D3 SA02O 2O6AS.......................................................11%

0A2*RA43@A G*6A0A >303RAI<0...............................................................1B

4A ORD30AI<0 D3 4A P3RSO0A A AS363HARS3 A DIOS, -*0DA6302O D3 4A

6ORA4IDAD G*6A0A......................................................................................1"1

4A D3-I0II<0 632A-5SIA D3 DIOS ...............................................................1"B

PARA 4A 632A-5SIA D3 4A P3RSO0A

S*)S2A0IA, AI<0, R34AI<0....................................................................19C

34 A6I0O R32O ..........................................................................................19B

50DI3...........................................................................................................1%C




"




APORTACIONES PARA LA SÍNTESIS DOCTRINAL DE SANTO TOMS DE A!"INO

Ram#n Orlandis Des$ui% S&'&

0acido en Palma de 6allorca de no+le familia mallorquina, cursó, en la*niersidad de Deusto, Derecho ' -ilosofJa ' 4etras. Al ingresar en laompaKJa de HesLs en 1$%, ' despus durante algunos aKos, fue uncompetente ' prestigioso profesor de lenguas clMsicas, en especial de >riego.-ue tam+in profesor de disciplinas filosóficas ' teológicas.3studioso de SuMreN, fue inicialmente conencido suarista, para eolucionardespus hasta profesar, con decidida conicción, las doctrinas de Santo2omMs de Aquino. -ue moido al estudio del Anglico por su +Lsqueda 'anhelo de la unidad sinttica que considera+a tendencia fundamental del

pensamiento humano. 4as pala+ras de Santo 2omMs plura ut unum (elentendimiento no entiende lo mLltiple en cuanto mLltiple, sino sólo lomLltiple en cuanto uno& fueron para l lema ' consigna.A partir de 1$1 consagró su actiidad apostólica en el Apostolado de la

Oración de )arcelona, en el que crearJa una sección especial de carMcter formatio, Schola Cordisesu, que, a tras de las etapas preias de uventus (1$%#1$"& ' Schola (1$"#1$"$&, seintegró en el centro del Apostolado de la Oración en 1$9C.Su magisterio espiritual ' doctrinal tenJa por nLcleos el mensae de Para'#le#6onial so+re ladeoción al Sagrado oraNón de HesLs, las tareas del fundador del Apostolado de la Oración, Padre3nrique Ramire, ' el mensae del amor misericordioso e infancia espiritual de Santa 2eresita del0iKo HesLs.3n Schola ordis Iesu suscitó ocaciones de laicos al sericio de la penetración de la fe en la ida

cultural ' social. 3n el treinta aniersario de Schola ordis Iesu, el Padre Huan )autista Hanssens,Prepósito general de la ompaKJa de HesLs, en carta dirigida a su Presidente, Domingo SanmartJ-ont, decJa

QDe todo coraNón les felicito en este feliN aniersario, por el magnJfico ' sólido tra+ao realiNado por*ds. en estos seis lustros. Al propagar las grandes enseKanNas que se encierran en la sólidadeoción al Sagrado oraNón de HesLs ' en los documentos pontificios, para promoer el reinadode risto en el mundo, estMis realiNando un apostolado mu' en consonancia con las necesidades denuestra poca (Roma 1B de ma'o de 1$%%&.4a formación filosófica tomista tuo una función decisia en las actiidades que, +ao su propiaresponsa+ilidad, llearJan a ca+o quienes se ha+Jan formado en Schola ordis Iesu. 3l acceso alprofesorado oficial de -ilosofJa de 3nseKanNa 6edia de Haime )ofill fue determinante en lafundación, en 1$99, de la reista Cristiandad ()arcelona, 3spaKa&, en la que -rancisco GernanN,tam+in atedrMtico de -ilosofJa, realiNó, durante muchos aKos, la tarea de redactor efe.2am+in al que sucedió a GernanN en la tarea de redactor efe, 2omMs 4amarca /ilaró, que, porsu muerte prematura, no llegó a realiNar la tarea, le inita+a el Padre Orlandis al estudio de la-ilosofJa ' le proponJa un estudio comparatio so+re la 3sttica de Aristóteles ' la de Gegel.Haime )ofill, discJpulo del Padre Orlandis, al o+tener, en 1$%C, la Mtedra de 6etafJsica de la*niersidad de )arcelona, estimularJa decisiamente la formación de la que ha llegado a serconocida como escuela tomista de )arcelona.4a singularidad del magisterio tomista del Padre Orlandis, que se ha manifestado siempre en lastareas de sus discJpulos desde el nacimiento de Cristiandad , insepara+le de la dedicaciónfilosófica de Haime )ofill ' -rancisco GernanN, hasta las actuales actiidades de la -undaciópriada Ramón Orlandis, presidida por el Dr. Hos 6arJa Petit SullT, atedrMtico de -ilosofJa de la0aturaleNa de la *niersidad de )arcelona#, estM en que nació ' se desarrolló italmente en elam+iente de una o+ra apostólica integrada en el seno del Apostolado de la Oración, ' en

coneUión con diersas actiidades con la comLn orientación de sericio al Reino de risto.Puede leerse so+re esto el estudio de 3udaldo -orment Q3l magisterio tomista del Padre Orlandis,apóstol del oraNón de HesLs (en Doctor Communis, <rgano de la Pontificia Academia Romana

9




de Santo 2omMs, I#I/ ' /#/III, 1$$9&. 2am+in en el de -rancisco anals Q4a ocaciónapostólica del Padre Orlandis (en !ensamientos " ocurrencias 3ditorial )almes, )arcelona, a+rilde CCC, pp.11#C&.4a inadecuada ' frecuente contraposición que esta+lecemos tantas eces entre lo apostólico ' locultural ' cientJfico serM la raNón de que se ha isto como sorprendente el hecho de que lafructificación intelectual de Schola ordis Iesu se ha'a manifestado en la actiidad de profesores

uniersitarios o de enseKanNa media a partir del acceso a la Mtedra de 6etafJsica de la*niersidad de )arcelona de Haime )ofill. 3l magisterio del Padre Orlandis ha sido fructJferohasta ho' en -ilosofJa de la 0aturaleNa, -ilosofJa Social, Ftica, Gistoria, Derecho PolJtico '4iteratura ' se ha eUpansionado desde )arcelona a Palma de 6allorca, Pamplona, SanSe+astiMn, 6adrid ' Santiago de hile.3n 1$B, el Padre 4uis >onNMleN S.I., entonces Director nacional del Apostolado de la Oración en3spaKa, afirmó que QSchola ordis Iesu es Lnica en el mundo en cuanto desarrollar en el planocultural el ideal del Apostolado de la Oración. 3l Prepósito general de la ompaKJa de HesLs,Peter Gans Volen+ach, reconoció esta fructificación de Schola ordis Iesu al cele+rarse, en elaKo CCC, el homenae al Padre Orlandis con motio del setenta ' cinco aniersario de Schola.3n carta de 1$ de a+ril de CCC a >erardo 6anresa Presas, Presidente de Schola, escri+ió elPadre Volen+ach

Q3l apostolado intelectual que caracteriNa tam+in a Schola ordis Iesu, por eemplo con laescuela tomista, impregnado de espJritu eanglico, seguirM, sin duda, inspirando a losmiem+ros de la misma (Cristiandad nW %#B, marNo#a+ril de CCC, p. !&. a en 1! de uniode 1$ el Padre Volen+ach ha+Ja ha+lado del Qmagisterio de la gran figura que fue el PadreRamón Orlandis (arta a -rancisco anals /idal, en Cristiandad nW B%#B!, a+ril#unio de1$, p. $&.3n el olumen 'a citado !ensamientos " ocurrencias puede hallarse, con diersos estudios+iogrMficos (especialmente Quatro etapas en la ida del Padre Orlandis, por Hos 6arJa Romero)aró&, una selección de escritos pu+licados por el Padre Orlandis en Cristiandad , ' otros so+relos #$ercicios de San Ignacio, ' algunos inditos que recuerdan su magisterio tomista.3ntre los estudios reproducidos en aquel olumen son especialmente significatios los deRo+erto a'uela S.I., Q*n maestro, Hos 6arJa 6urall S.I., QDoctrina so+re 3ercicios (am+os

en Cristiandad nW""1, septiem+re de 1$%& ' -rancisco de Paula SolT S.I., Q3l Padre RamónOrlandis Despuig (1!"#1$%& (en Cristiandad nW !C#!C$, a+ril#unio de 1$$C&.Aunque el magisterio filosófico del Padre Orlandis entre laicos fue so+re todo oral ' propiamente

Qcoloquial, ha' que reconocer que algunos temas filosóficos estMn implicados en sus estudiosso+re los #$ercicios de San Ignacio, so+re la coincidencia de su doctrina espiritual con la deSanto 2omMs.AsJ en el tema del Lltimo fin del hom+re ' la pertenencia intrJnseca del amor teologal a lacontemplación +eatificante. on su magisterio teológico se relacionan tam+in los temassugeridos a la escuela tomista de )arcelona so+re la naturaleNa locutia del entendimiento ' ladignidad ontológica del ente personal.

(rancisco Canals )idalPor ser este profesor +arcelons el redactor de la primera serie deAportaciones, ofrecemos un +ree esquema +iogrMfico ' +i+liogrMfico.0ació en )arcelona en 1$. Desde 1$99, se incorporó a Schola Cordisesu, ' en ella se formó +ao la dirección del Padre Ramón OrlandisDespuig S.I., que le orientó tam+in al estudio de Santo 2omMs deAquino. 3stM casado ' es padre de once hios.3s Doctor en -ilosofJa, en Derecho ' en 2eologJa. -ue profesor encargadode 2eorJa del onocimiento en la *niersidad de )arcelona (1$%B#1$BB&,atedrMtico de -ilosofJa del Instituto de 3nseKanNa 6edia Haime )almes de)arcelona (1$%#1$B!& ' atedrMtico de 6etafJsica de la *niersidad de

)arcelona (1$B!#1$!&.Ga tra+aado, desde 1$99, en la reista +arcelonesa Cristiandad . 3scri+iótam+in en la reista uniersitaria Convivium ' ha cola+orado en la reista %er&o de 6adrid.

%




3ntre 1$B1 ' 1$BB cola+oró en la formación teológica de los que estudia+an en la asa deSantiago de )arcelona preparMndose para el sacerdocio.3n la -undación )almesiana de )arcelona, se encargó del urso de 2eologJa durante tres trieniossucesios (desde 1$$" hasta CC&. 3ntre sus pu+licaciones citamos# 'istoria de la Filoso(ía medieval, en el Curso de Filoso(ía tomista de la editorial Gerder()arcelona, 9X edición&Y

) #n torno al diálogo católico)protestante, de Gerder ()arcelona, 1$BB&Y) Cuestiones de (undamentación, de Pu+licaciones ' 3diciones de la *niersidad de )arcelona()arcelona, 1$1&Y# San *os+, !atriarca del pue&lo de Dios, de la 3ditorial )almes ()arcelona, 1$$9, segundaedición&, su tesis de 2eologJaY# So&re la esencia del conocimiento, de PP* ()arcelona, 1$!&Y) Cristianismo " Revolución, de Acero ()arcelona, 1$%!& ' Speiro (6adrid, 1$BB (X edición&. entre sus artJculos pu+licados en la reista Cristiandad # QSo+re el carMcter QcientJfico del conocimiento histórico (nW 11$, 1$9$&Y

# QSo+re la organiNación polJtica de la cristiandad medieal (nW C%, 1$%&Y# QSo+re la recomendación de la doctrina filosófica de Santo 2omMs por el 6agisterio de laIglesia (nW "$, 1$%9&Y

# Qontinuador del Padre Ramire (nW ""1, 1$%&Y# Q4a lucha por la ortodoUia (desde 0icea a onstantinopla I& (nW "9B, 1$%$ ' nW "9!, 1$BC&Y# Q3l dogma cristológico ' el culto moderno al oraNón de HesLs (nW "% , 1$BC&Y# Qatalanismo ' tradición catalana (nW "B, 1$B1&Y# Q4a mariologJa en el diMlogo católico#protestante (nW "% ' "$#"$C, 1$B"&Y# QOrtodoUia ' Qli+eralismo en el mundo protestante (nW "$!, 1$B9&Y# Q3spiritualismo maniqueo ' Qpaternidad responsa+le (nW 91C, 1$B%&Y# Q4a familia de 0aNaret, inicio de la Iglesia (nW 91$, 1$BB&Y# Q6onismo ' pluralismo en la ida social (nW 999, 1$B&Y# QReino mesiMnico (nW 9%!, 1$B$&Y# Q3l culto al oraNón de risto ante la pro+lemMtica humana de ho' (nW 9B!, 1$!C&,# Q4a tensión integrismo#progresismo ' el pro+lema de la actualidad del tomismo (nW 9B$#9!C,

1$!C&Y# QSanta 2eresita del 0iKo HesLs, Doctor de la Iglesia (nW 99, 1$!1&Y# Qonsu+stancial al Padre segLn la diinidad, consu+stancial a nosotros segLn la humanidad(nW 9$C, 1$!&Y# QSan )uenaentura ' Santo 2omMs de Aquino escolMstica ' filosofJa cristiana (nW %#9",1$!9&Y# Q4a filosofJa del li+eralismo ' la ruina de Occidente (nW %""#%"9, 1$!%&Y# QDerechos humanos ' desprecio al hom+re (nW %9, 1$!B&Y# Q4a irginidad de 6arJa ' la fe cristiana (nW %B"#%B9, 1$!&Y# Q3stado católico ' a+solutismo democrMtico (nW %BB, 1$!&Y# Qomunión eclesial con Roma ' solidaridad cristiana europea, fruto de una eangeliNación+enedictina (nW BCC#BC1, 1$1&Y

# Q4a Iglesia consumada en la escatologJa intra#histórica de San )uenaentura (nW B#B"1,1$&Y

# QAnotaciones so+re el lenguae de la fe católica en los 3ercicios 3spirituales de San Ignacio(nW !C#!", 1$$1&Y# QSo+re la actualidad de las reglas ignacianas (nW !C#!", 1$$1&Y# Q4a acción de 2orras i )ages inculturación de la fe católica en ataluKa (nW !"#!"$, 1$$&Y# Q3l Doctorado en la Iglesia de Santa 2eresita del 0iKo HesLs (nW !9$#!%1, 1$$"&Y# Q4a doctrina de -rancisco SuMreN en el origen de la teologJa de la Sagrada -amilia (nW !BC,1$$9&Y# QIgnasi asanoas ampru+J S.I. su espiritualidad ' cción apostólica (nW !!!#!!, 1$$B&Y# Q>racia ' salación (Gomenae a )artolom 6arJa :i+erta O..& (nW !!$#!C, 1$$B&Y# QRefleUión teológica so+re la situación contemporMnea (nW 1!#1, 1$$$&.# Q4a presencia de San Hos en la piedad ' en la teologJa católicas, garantJa de la conciencia deidentidad de la Iglesia (nW 9%#9B, CC1&.Pertenece a la Pontificia Academia Romana de Santo 2omMs ' a la Sociedad Internacional 2omMsde Aquino, ' ha participado asiduamente en sus respectios ongresos. -ue icepresidente de

B




aquella Sociedad, presidente de su sección espaKola ' de su su+sección +arcelonesa. ArmandoRigo+ello ha+ló de -rancisco anals como de Quno de los ma'ores pensadores tomistas delengua espaKola (Q4a italidad filosófica espaKola en relación con el pensamiento de Santo2omMs de Aquino, en -Osservatore romano de 1 de fe+rero de 1$$$, p. "&. -ue nom+radopor Huan Pa+lo II, en B de a+ril de CC, a+allero omendador de la Orden de San >regorio6agno.

3s miem+ro de la Sociedad I+eroamericana de HosefologJa, ' ha participado, desde 1$C, en losongresos Hosefológicos Internacionales. ola+oró tam+in con el Instituto Internacional deloraNón de HesLs. 3s tam+in .agister de la .aioricensis Schola ullistica.Desde hace mMs de quince aKos ha escrito asiduamente en a .onta/a de San *os+, órgano delSantuario de San Hos de la 6ontaKa de )arcelona.

!




SANTO TOMS DE A!"INO

Su personalidad humana, su o+ra ' su acción han podido a eces quedar ocultas, distraJda la

atención hacia su presencia pL+lica ' su amplio ' secular influo. 4lamado desde los siglosmedieales el doctor anglico, canoniNado en 1"", declarado doctor de la Iglesia en 1%B!,proclamado como patrono de los estudios por 4eón :III en 1!$, presentado como doctorcomLn por PJo :I ' como orientador de la ciencia teológica por el oncilio /aticano II.2omMs fue hio, no primognito, de una familia de antiquJsima no+leNa, en la que se cruNa+a lasangre de ascendientes que ha+Jan pertenecido al patriciado romano, con la de los normandos,los Lltimos +Mr+aros inasores, tan prontamente asimilados a la cultura occidental romano#germMnica, ' erte+radores de edificios polJticos en Inglaterra, como en Sicilia ' en 0Mpoles.4a fecha de su nacimiento se fia hacia 1!9#!%. Su hogar natal es el castillo de los condes deAquino, Roccasecca. Su padre 4andulfo ' algunos de sus hermanos cola+oran ' luchan al ladodel cele+rrimo emperador -ederico II. 4a educación de 2omMs en 6onte asino, la a+adJa+enedictina, no esta+a desconectada, al parecer, de la esperanNa am+iciosa de que algLn dJa un

miem+ro de la familia de los condes de Aquino fuese el a+ad de la influ'ente instituciónmonMstica.4a ocación dominicana de 2omMs nace en l 'a hacia sus einte aKos. 4a hostilidad de sufamilia darM lugar a los hechos en torno a los que se configura la caracterJstica ancdota, conreal +ase histórica. Algunos historiadores ha+lan incluso de oposición del propio 3mperador a laocación dominicana de 2omMs lo cierto es que su propia madre muee a sus hermanos alsecuestro del que ha+Ja 'a ingresado en la orden dominicana, para proocarle ' para tentarle,para que a+andone su ocación religiosa. 3l perseerante 2omMs enció aquel primer o+stMculoen su camino. Ga' que recordar, a propósito de esto, ' ha+ida cuenta de que la propia familia leha+Ja eniado desde su infancia como o+lato al monasterio +enedictino, que las órdenesmendicantes, los dominicos ' los franciscanos, eran entonces recientesY ' tenJan en la sociedadde su tiempo una posición que podrJa compararse a la de un gremio de la naciente ' pequeKa+urguesJaY mientras las grandes a+adJas esta+an constituidas desde siglos entre los grandescentros de poder en la sociedad feudal.2omMs fue un hom+re de acción perseerante. Algunos psicólogos lo inclu'en en su catMlogo deeemplos de talante apasionado #emotiidad profunda, disponi+ilidad ' constancia en la acción,reacción secundaria#. Si tuiramos que situarle desde otros cuadros conceptuales podrJamos taleN decir de l que es un hom+re religioso, especulatio, pero a la eN fuertemente orientado aeercer su influencia, a tras del pensamiento, so+re la sociedad humana.0o interesa aquJ detallar cronológicamente las etapas de su ida, mMs que en la medida en quenos sugieran el curso coherente de sus orientaciones ' de sus tareas. 3n olonia es discJpulo deSan Al+erto, el 6agno, el que a+re definitiamente las puertas a Aristóteles en la tradiciónteológica occidental, ' al que el contacto con la o+ra aristotlica estimula tam+in en su empeKode atender a la eUperiencia ' a conocer la naturaleNa. 3s la autoridad de su maestro Al+erto laque llea al oen +achiller 2omMs al profesorado en Paris.

3n ParJs fra' 2omMs i+a a tener que luchar de nueo en un do+le o meor triple frente.Primeramente ha+Ja que defender la legitimidad de la presencia de los frailes mendicantes comomaestros en la *niersidad. on una reacción que no se ha dado sólo entonces en la Iglesia,ha+Ja quienes eUigJan a los que ha+Jan hecho profesión de po+reNa eanglica la renuncia alprestigio ' a la influencia del sa+er teológico ' filosófico 3ntre el clero secular francs ' entre losmaestros seculares de la facultades parisienses, aquella lJnea que querJa eUcluir de la*niersidad a franciscanos ' dominicos era predominante. AquJ tuieron que lucharparalelamente am+as órdenes San )uenaentura, el franciscano, ' Santo 2omMs, el dominico.Si para la orden franciscana, por su ocación originaria, ha+Ja sido en algLn momento algopro+lemMtico para su propia ida interna el tema de los estudios ' las ciencias sagradas, para laorden de predicadores, para los dominicos, la cuestión ofrecJa un aspecto distinto. Su lema era/3RI2AS, ' la fundación de Santo Domingo nacJa para ser orden de predicadores ' de doctores.

3l cultio de la ciencia sagrada ' de todas las disciplinas humanas que aqulla eUigJa por sJmisma, era algo intrJnseco a su propia ocación en la sociedad cristiana.-ueron necesarias interenciones de los propios pontJfices romanos para asegurar en ParJs elderecho de los frailes mendicantes a la posesión de sus cMtedras en la Sor+onaY pero entre tanto




la acción polmica del fraile 2omMs se ha+Ja eercido decididamente. 3s caracterJstico de sumentalidad poderosamente sinttica, capaN de comprender como implicado ' eUigido lo queotros en como incompati+le con una determinada misión, el que la defensa de los frailesmendicantes en su derecho a la docencia uniersitaria, la realiNase en un opLsculo tituladoontra los que impugnan el culto diino ' la religión.3l otro frente, o mMs propiamente do+le frente, de significado mMs uniersal ' permanente para

el futuro de la cultura católica, era el que se plantea+a entre la cerrada hostilidad antiaristotlicade quienes inoca+an la tradición ' la autoridad de San AgustJn, desde la facultad de 2eologJa, 'aqullos que, desde la facultad de artes li+erales, se entrega+an, en nom+re de la autoridad deAristóteles ' del omentador, Aerroes, a concepciones filosóficas incompati+les con elcreacionismo +J+lico, con la afirmación de la indiidualidad personal del hom+re ' con su li+real+edrJo ' responsa+ilidad moral.3stos aristotlicos intransigentes, lo que conocemos como aerroJstas latinos, se refugiaron enel lenguae de la do+le erdad, para profesarse a la eN cre'entes ' negadores, en cuantofilósofos, de aquello mismo que decJan creer.2omMs de Aquino, siguiendo la ruta iniciada por Al+erto de olonia, asumió decididamente laopción por la filosofJa aristotlicaY ha' que entender que el fraile 2omMs es en su intencióncentral como hom+re de pensamiento, un cultiador de la ciencia sagrada, apo'ado en la fe,

cu'os artJculos son el principio de la 2eologJa ' mu' atento a la tradición total de la Iglesiacatólica ' por lo mismo ' mu' especialmente, un heredero ' discJpulo de San AgustJn.A tras de su maestro Al+erto hereda tam+in mucho del neoplatonismo cristiano#griego, en elpseudo#dionisio, el aeropagita para los medieales. Se ha dicho que 2on#As es el mMsplatónico de los aristotlicos, ' tal eN sepia tam+in usto decir que es un teólogo discJpulo deSan AgustJn que asume, en la construcción de una sJntesis teológica, el pensamiento deAristóteles.De aquJ la lucha en un do+le frente. Santo 2omMs, intrprete lLcido de Aristóteles, realiNa con elaristotelismo lo que l mismo afirma ha+er realiNado San AgustJn con el platonismo aceptar loracionalmente erdadero, ' por lo mismo concilia+le con la erdad reelada, ' rechaNar lo falso,incompati+le con la fe. De aquJ su polmica contra la tesis aerroJsta de la unidad delentendimiento, destructora de la personalidad del hom+re. ontra ellos escri+e So+re la

unidad del entendimiento contra los aerroJstas. 0adie podrM acusar al fraile 2omMs de ha+ercaJdo en las tinie+las del aristotelismo de que ha+la+an los agustinianos. Pero parece claroque, cuando se enfrenta al aristotelismo aerroJsta 2on#As necesita en cierto modo tam+indear patente su propia fidelidad a la ortodoUia.RechaNa la tesis de la certeNa ' necesidad de que el mundo sea eterno, sin comienNo temporalYpero sostiene tam+in que este comienNo temporal es algo conocido por la fe, puesto que laraNón quedarJa sin prue+as demostratias en pro o en contra de la finitud del unierso en eltiempo. 3sta actitud, en la que sigue al udJo 6aimónides, escandaliNa+a a muchos, entre ellos aSan )uenaentura. Pensa+an que, al negarse la demostra+ilidad racional de la creación en eltiempo, se de+ilita+a tam+in la misma doctrina creacionista. Santo 2omMs escri+irJa So+re laeternidad del mundo contra los murmuradores para contraatacar en este frente, opuesto al delos aerroJstas. 3s mu' caracterJstico de su mentalidad su alegato querer armoniNar la fe con

argumentaciones filosóficas no suficientemente fundadas racionalmente, ni estrictamentedemostratias, no conduce a la defensa del misterio reelado, sino que da ocasión a la +urla delos infieles ' al desprestigio de la fe.Su tares de comentarista de Aristóteles ocuparJa 'a toda su ida, en Paris, mMs tarde en Italiatra+aando unto a la corte pontificia, ' en su Lltimos aKos en 0Mpoles 4a+or paralela a sustra+aos como eUegeta de las Sagradas 3scrituras. Por una lectura minuciosa ' penetrante es,en uno ' otro campo, una de las cimas por la calidad ' la influencia de sus escritos. uando se leconsidera solo como un escolMstico sistemMtico, no se atiende tal eN al hecho de que, deandotodaJa incompleta la tercera parte de la Summa 2heologica, se dedicase en los Lltimos aKos desu ida a comentar a la eN los salmos, ' las artas de San Pa+lo, ' dos tratados fJsicos deAristóteles So+re el cielo ' el mundo ' So+re los meteoros.2omMs no asumió el aristotelismo con la actitud de quien sigue una corriente determinada, algoasJ como una moda intelectual. 3n pocos hom+res hallarJamos, en la historia del pensamientohumano, una actitud tan consciente de independencia intelectual al sericio de la +Lsqueda de laerdad.

$




3n la doctrina sagrada los principios estMn en las erdades reeladas contenidas en los sJm+olos' enseKadas por la Iglesia, ' en este sentido en ella el argumento de autoridad es el mMUimo.3ntindase que se trata de la autoridad diina, ' que mMs ha' que atender a la Iglesia que aSan AgustJn, a San Herónimo o a cualquier otro doctor. 4a misma raNón del teólogo no puedesometerse del mismo modo a la 2radición de la Iglesia que a la autoridad particular de losdoctores.

3n el terreno de los conocimientos asequi+les a la raNón humana por su misma luN natural, elargumento de autoridad es el Jnfimo. 4os hom+res no filosofan para sa+er que han dicho otroshom+res, sino +uscando conocer la erdad de las cosas. 2omMs no asume el aristotelismo comooptando por la cultura igente, o que esta+a irrumpiendo en su tiempo, sino porque estMconencido de las erdades de orden metafJsico, filosófico#natural, antropológico ' tico quepueden hallarse en su o+ra. a San AgustJn, dice con sutil ironJa siguió a Platón cuanto losoporta+a la fe católicaY adertencia implJcita a sus adersarios agustinianos si desde elaristotelismo pueden surgir interpretaciones incompati+les con la concepción cristiana delunierso ' del hom+re, tam+in podrJa ocurrir esto con el platonismo, desiación que consiguióser eitada por el gran doctor cu'a autoridad ha+Ja sido hasta entonces hegemónica en lacristiandad occidental. santo 2omMs no calla so+re cuMl fuese el grae peligro para la fe que se corrJa desde un

platonismo incondicional es contrario a la fe afirmar que las esencias de las cosas no eUistenen las cosas mismas. Desde el platonismo podrJa dearse de lado la realidad del mundo materialpara moerse solo en el mundo inteligi+le de las esencias ' de las ideasY ' desde estaperspectia toda la doctrina reelada so+re la 3ncarnación, ' la concreta historia de la salación,tendrJan que ser leJdas solo como mitos sensi+iliNadores de una realidad esencial aena a laconcreción histórica. 4a actitud armónica ' sintetiNadora de santo 2omMs de Aquino, no intentaconciliar opuestos, sino reconocer el carMcter complementario ' correlatio de los principios queintegran las realidades finitas del unierso creado. 3n las concepciones aristotlicas so+re elorigen sensi+le del conocimiento intelectual ' la unidad sustancial del hom+reY so+re la analogJade los conceptos ontológicos, ' so+re las estructuras acto#potenciales que hacen posi+le eUplicarel deenir en el ente, ' la naturaleNa de los indiiduos poseedores de una misma esenciamaterialmente singulariNadaY encuentra un instrumento apto al sericio de la misma ciencia

sagrada. Puede decirse que es una opción asumida como teólogo la que muee a santo 2omMsen lo filosófico a la recepción del pensamiento aristotlico.3l hilo conductor o impulso central de la tarea especulatia de fra' 2omMs, el dominico, lohallamos eUpresado por l mismo en formulas eUpresias e insistentes la gracia #dondiiniNante no destru'e la naturaleNa, sino que la presupone como el propio sueto al queperfeccionarY asJ la gracia so+renatural restaura ' potencia la perfección humana en cuanto tal,ademMs de eUigirla preiamente. 4a fe presupone en el conocimiento racional, por esto la cienciasagrada eUige asumir instrumentos racionales erdaderos en su orden, es decir naturalmenteerdaderos ' cognosci+les por la luN racional humana. 4a irtud teologal de la caridad, amor deamistad entre el hom+re ' Dios posi+ilitado por la comunicación de la ida diina por Dios a loshom+res, por medio de Hesucristo, asume ' ordena la inclinación natural de la oluntad a losfines humanos en cuanto tales.

2eológicamente es santo 2omMs el mMUimo doctor de un teocentrismo encarnacionista, esto es,centrado en el misterio de risto que en cuanto hom+re es para los hom+res el caminoY ' quepor medio de su humanidad nos comunica a nosotros los hom+res la plenitud de la diinidad.3n sus grandes o+ras sistemMticas +rilla genialmente la utiliNación de la filosofJa aristotlica, consu realismo ontológico, ' su concepción unitaria del hom+re como iiente sensi+le racional, alsericio del mensae central de la proporción ' armonJa entre la gracia ' la naturaleNa, carMcterpropio de su humanismo encarnacionista ' teocntrico.3n esta perspectia se comprende que tuiese tam+in la necesidad de un esfuerNo original 'creatio en el Mm+ito metafJsico. 2omMs de Aquino, en contraste con muchos autores que sonmenos originales de lo que aparentan, es por el contrario, +ao apariencia de modesta peroindependiente utiliNación de erdades 'a adquiridas por otros, uno de los metafJsicos mMsoriginales e innoadores que hallamos en la historia de la filosofJa.3n su concepción del ente, de lo que es, ' del ser como acto ' perfección del ente, opera algomMs que una transformación de la metafJsica aristotlica del acto ' la potencia. 3s especialmentepor esta creación genial por la que pudo decir >ilson que santo 2omMs introduo una filosofJa

1C




irreducti+le a cualquier sistema del pasado, ' que por sus principios permanece perpetuamentea+ierta al porenir.4a independencia intelectual de santo 2omMs es de tal manera autntica que se muestra comoincompati+le con el empeKo en decir lo nueo por lo nueo. Su actitud es sencillamentepensante, ' por lo mismo respetuosa con los anteriores. 3sto que como teólogo forma parte desu profunda implantación en la Iglesia, como pensador le llea a los mMs inesperados

aproechamientos de cuestiones suscitadas por otros. Pero nos hallamos ahora con un caso enque el aproechamiento es nada menos que una total inersión de perspectia.Aicena, el filósofo islMmico que con Aerroes eerció en Occidente la mMUima influencia en larecepción de Aristóteles, ha+Ja adertido que, al entender la esencia de algo, no por elloentendemos la raNón de que eUiste. Ga+Ja eUpresado esto diciendo que en todas las cosas delunierso su eUistencia es un accidente de las mismas, es decir, algo so+reenido ' no esencial.Se introducirM asJ una concepción del ente que determinarJa durante siglos el esencialismo enla metafJsica occidental, coneUo con lo que 6artin Geidegger ha llamado el olido del ser. Parasanto 2omMs el planteamiento aiceniano fue ocasión de innoar profundamente la doctrinaaristotlica so+re la potencia ' el acto. 4a esencia finita, a la que no pertenece su propio ser, esen esta dimensión potencia o capacidad de ser. 3l ser o acto de eUistir no le so+reiene comoaccidente sino que es el acto o perfección del ente mismo, la actualidad de las esencias, lo

perfectJsimo de todo.3s el ser el constitutio de la perfección de lo que es 0inguna perfección tendrJa el hom+re porsu sa+idurJa, a no ser que por ella fuese sa+ioY es decir, participase del ser segLn aquellacualidad. aunque el ser como acto sea contingentemente poseJdo por los entes creadosY 'stos posean sólo el acto ' perfección finitos, esto patentiNa que el ente finito participa del ser,pero no lo posee en irtud de su esencia. 3sta correlación de la esencia finita como capacidad deperfección, ' del acto de ser como perfección constitutia del ente, define para Santo 2omMs alente creado, solo Lltimamente eUplica+le desde la comunicación de la perfección participada porel acto creador. Por esta primacJa del ser, asJ entendida, no se afirma la primacJa de lacontingencia o de la facticidad. Santo 2omMs no puede ser calificado como eUistencialista, ' lametafJsica del ser que 1 conci+ió queda realmente fuera ' por encima de la dialctica de lastensiones producidas en la modernidad filosófica. 4a apertura permanente de su sistema le dea

fuera de las unidimensionalidades ' unilateralismos posteriores, que no han representado, por lomismo, un progreso en la comprensión de la realidad, sino la desintegración de unacomprensión sinttica de la misma.4a metafJsica del ser posi+ilita a santo 2omMs estructurar con rigor ontológico la doctrina de la

erarquJa o gradación de los entes. Aquello que llama+a nuestro Haime )ofill la escala de losseres. 3n toda la naturaleNa lo mMs digno ' perfecto, ' lo Lnico en que el indiiduo eUistente espor sJ mismo apto para ser amado, es la persona. arecerJa de sentido el unierso creado sino fuese ordenado finalmente a la perfección ' felicidad de los seres personales que formanparte de l, a la eN que le trascienden como capaces de alcanNar la contemplación ' la amistadcon Dios mismo. Solo la criatura racional es por sJ misma +uscada en el unierso, ' todo lodemMs en orden a ellos.iencia sagrada ' disciplinas filosóficas conclu'en en la o+ra de santo 2omMs de Aquino en

ela+orar la mMs fundamentada doctrina so+re la dignidad personal del hom+re que se ha'apensado hasta ho' en el occidente cristiano. 3l hom+re, sueto ' trmino Lnico en el uniersoisi+le de amor de amistad, Lnico sueto capaN de consumar la perfección de su ser en lafelicidad, es imagen ' semeanNa de Dios segLn la eUpresión +J+lica, so+re la que ha+JanrefleUionado 'a los Padres de la Iglesia ' especialmente san AgustJn.Gallamos en santo 2omMs algunas profundiNaciones ' progresos en este conteUto. 4os Mngelesson ciertamente, como espJritus puros, mMs perfectos que el hom+re en cuanto imagen de Dios,pero ha' una dimensión en la que el linae de los hom+res se asemea a Dios mMs que lospropios Mngeles, ' sta no es otra que la paternidad, la fecundidad ital que causa naturalmentenueos seres personales en el unierso. 3l hom+re nace del hom+re, como Dios nace de Dios.Por esto replicando con audacia e ironJa, esta eN menos contenida que otras eces, algLndoctor griego, que por contaminación platónica hacia deriar la procreación humana de lasituación su+siguiente a la caJda original, santo 2omMs adierte que es sta una tesisinconsistente, 'a que o+ligarJa a reconocer como mu' coneniente ' necesario el pecadooriginal, para que se pudiese seguir para la humanidad un +ien tan grande como es lageneración de los hios.

11




a quienes piensan que, en el hom+re no desintegrado por la pecaminosidad no se darJa elplacer en el acto generador, responde santo 2omMs que el deleite que sigue naturalmente unaoperación seria tanto mMs intenso cuanto mMs ordenada ' pura la naturaleNa humana.So+re su concepto del hom+re ' de su dignidad personal, ' su conicción de que la plenitud dela ida personal, la felicidad, da sentido dinMmico a todas las aspiraciones que ponen en marchala ida humana, se fundamentan los riquJsimos desarrollos ticos contenidos en su comentario a

Aristóteles, ' de manera eUcepcionalmente rica en los tratados en la segunda parte de laSumma 2heologica. 4a tica de santo 2omMs, que reela una personal eUperiencia humana, a laeN que asume e incorpora en una perspectia cristiana tradiciones filosóficas, es una moral defines, completamente aleada de lo que seria en la modernidad una moral de sentimientos, denormas formales, o de alores escindidos de la realidad de la ida humana.4as irtudes morales refrenan las pasiones eUcesias, pero causan en el hom+re irtuoso laspasiones en el caso de que stas sean defectias o ausentes. 3l de+er moral se funda en lanecesidad de la consecución de un fin a que la ida se ordenaY por esto la le' natural, que elhom+re conoce por natural sindresis, es conforme a las inclinaciones de la naturaleNahumana. 4a ordenación Lltima de todos los +ienes humanos a la felicidad es pues elfundamento del orden moral.2al eN para nuestros dJas tendrJa inters llamar la atención so+re el mensae, profundamente

humano, del gran teólogo encarnacionista ' teocntrico, lleando nuestra refleUión hacia laspala+ras con que introduce l mismo su comentario a la 6etafJsica de Aristóteles 2odas lasciencias ' artes se ordenan a una sola cosa, a la perfección del hom+re, que es su felicidad.

-rancisco anals /idal

1




E*TRACTOS DE LAS APORTACIONES PRESENTADAS EN EL ESPACIOPARA LA SÍNTESIS DOCTRINAL DE SANTO TOMS DE A!"INO

La síntesis doctrinal de Santo Tomás de AquinoPorque ningLn sistema doctrinal constitu'e la puerta para entrar en la Iglesia, sta hamantenido la li+ertad de las escuelas en 2eologJa ' en -ilosofJa. 3s innega+le que harecomendado ' elogiado la doctrina de Santo 2omMs de Aquino, por reconocer la coherencia 'unidad sinttica con que armoniNa, al sericio del 6isterio reelado, las erdades racionales quepertenecen a lo perennemente Mlido del patrimonio filosófico humano.

+Casi desconocida la síntesis doctrinal de Santo Tomás, Q4a +Lsqueda de la unidad en el sa+er es aspiración connatural del entendimiento humano,afirma+a el Padre Orlandis. 4amenta+a que la sJntesis doctrinal de Santo 2omMs de Aquinohu+iese quedado Qcasi desconocida. 4a eUclusia atención a temas polmicos pudo distraer delcontacto io con la propia o+ra de Santo 2omMs. De este contacto puede proenir elredescu+rimiento de su autntica sJntesis.

Al%unas tesis características de la síntesis doctrinal de Santo TomásA las einticuatro tesis, reconocidas como autntica doctrina de Santo 2omMs, se aKaden otrasso+re los trascendentales, la referencia del hom+re a la erdad, el conocimiento eUistencial del'o, los grados de perfección del ente, la naturaleNa comunicatia del acto ' la locutiidad delentender, la oluntad ' la li+ertad ' el li+re al+edrJo, la naturaleNa del +ien ' el carMcterpriatio del mal, la primacJa del +ien en el orden de la causalidad, la constitución del entepersonal ' la esencial pertenencia del amor a su felicidad.

"nidad se%-n síntesis

0 ntroducción

Santo 2omMs de Aquino, para quien la fe presupone el conocimiento racional, como la graciapresupone la naturaleNa, es aristotlico en -ilosofJa por motiaciones teológicas. 4a QunidadsegLn sJntesis, eUpresión de la unidad de risto, podrJa resumir su actitud. 4a sJntesis de Santo2omMs no podrJa comprenderse olidando las lJneas de influencia del 6isterio reelado so+re surefleUión racional, precisamente porque Santo 2omMs iene a ser el Doctor Qencarnacionista porantonomasia.

0 #n Cristo, todo Dios es hom&re " todo hom&re es Dios3stas pala+ras del Papa San >elasio contra la diisión o la confusión de lo humano ' lo diino enristo resumen +ien la dogmMtica cristológica que Santo 2omMs piensa a partir de la redencióndel hom+re, o+rada por la 3ncarnación del /er+o ' la misión del 3spJritu Santo. Por lahumanidad de risto, Dios comunica a los hom+res la plenitud de Su diinidad. risto, en cuantohom+re, es nuestro camino hacia Dios ' causa, para nosotros, tam+in de la perfección de lanaturaleNa humana.

0 a gracia " el li&re al&edrío en el &ien o&rar del hom&re

Santo 2omMs eita el riesgo de separar, en el acto meritorio, la eficacia de la gracia del eerciciodel li+re al+edrJo humano, Qcomo si no pudiese enir lo mismo de lo uno ' de lo otro no es

distinto lo que iene de Dios, como causa primera, ' lo que iene de las causas segundas,porque la diina Proidencia o+ra sus efectos en los entes creados por las operaciones de lascausas segundas.

1"




%0 a (e " la ra1ón en el conocimiento de Dios

omo la gracia presupone la naturaleNa, la fe presupone el conocimiento natural. porque lagracia perfecciona la naturaleNa, la raNón natural ha de serir a la fe. Por esto, la DoctrinaSagrada ha de usar las autoridades de los filósofos en lo que conocieron la erdad por raNónnatural. Pero la fe, al proponer so+re Dios erdades que eUceden la raNón humana, li+era alhom+re del riesgo de la ignorancia ' el error QPorque sólo conocemos erdaderamente a Dioscuando creemos que Fl es superior a todo lo que acerca de Fl pueda ser pensado por elhom+re.

%0 #l conocimiento del misterio trinitario en su do&le necesidadSentimos rectamente de la creación porque, cre'endo que Qtodas las cosas fueron hechas por Fl,por el /er+o diino, entendemos la contingencia de los entes creados li+remente por Dios, 'porque la procesión del Amor nos muestra la li+eralidad del diino Amor que infunde el +ien enlas cosas. A esta necesidad Qmoral hemos de aKadir la necesidad a+soluta nuestra salación seha o+rado por la 3ncarnación del /er+o ' la misión del 3spJritu Santo.

%0 !ara leer a Santo Tomás, un conse$o de 2arrigou)a2range

Porque en Santo 2omMs son mu' a+undantes los elementos filosóficos que su+ordina a Dios,autor de la gracia, si dirigimos la atención eUclusiamente a ellos haremos de Santo 2omMs unalectura Qmaterial ' Qanti#mJstica ' perderemos de ista las cimas de su sJntesis desde las quese puede comprender e iluminar todo lo demMs. 3s un eUcelente conseo del insigne teólogo.

%0 #l pensamiento racional al servicio de la Revelación

Para sentir la erdad de la afirmación de PJo :II, que elogió a Santo 2omMs como el que haedificado la mMs sólida sJntesis entre las erdades filosóficas ciertas ' las erdades reeladas, sesugieren algunas lJneas de influencia del lenguae de la 3scritura en su pensamiento metafJsicoDios, Ser su+sistenteY Dios /iienteY la perfección ' +ondad en las criaturas, participación del+ien diinoY el hom+re, imagen de DiosY la reelación del SeKor como el Dios *noY la persona,Lnico ente +uscado por sJ mismo en el unierso.

%0 Re(le3iones (inales

4a descalificación del pensamiento escolMstico como aeno a la ida cristiana por su utiliNacióndel patrimonio filosófico erdadero de la humanidad no se muee en el autntico sentir de laIglesia. Ga' que eitar los olidos ' deformaciones que no atienden a la autenticidad de lafilosofJa de Santo 2omMs, sino que lo deforman como un pensamiento QestMtico, ni captan elsignificado efusio ' perfectio de la Proidencia de Dios en el hom+re, tal como lo eUponeSanto 2omMs.

Realismo $ensantePara Santo 2omMs Qla pala+ra mental es lo primeramente ' por sJ entendido, 'a que la cosa no

se entiende sino en ella. sostenJa que Qlo entendido se comporta como algo formado por laoperación del entendimiento. 3l realismo de Santo 2omMs ha de ser definido como Qrealismopensante. Al decir Vant que Qhasta ahora se ha creJdo que todo nuestro conocimiento de+Jaregularse so+re los o+etos presuponJa la generaliNada representación Qintuicionista el Qserera conocido porque esta+a puesto Qante los oos del entendimiento. 4a naturaleNaautocomunicatia del acto ' el carMcter locutio del entenderSi no olidamos que el ser es acto, ' que es de la naturaleNa del acto el que se comunique a sJmismo, comprenderemos que, para Santo 2omMs, la operación inmanente del entender no sedistinga de la acción predicamental por ser improductia, sino por causar o producir en lainterioridad. 3ntender es un acto manifestatio ' locutio. 4a operación inmanente emanadentro de sJ misma la eUpresión de lo que entiende. Por esto, lo entendido en el que entiende esla intención ' la pala+ra mental.

19




El decir mental es acto. no mo/imiento3l malentendido que oponJa las cualidades intencionales, como la intelección, Qde su'o noproductias, a las acciones predicamentales #negando a aqullas el ser originantes de untrmino inmanente# proenJa de relacionar necesariamente la emanación de un trmino con laacción ' pasión predicamentales ', por lo mismo, con el moimiento propio del ente móil. Si el

entender es decir mental, no es porque el entender sea moimiento fJsico, sino porque es actodel que emana un acto.

Ser 0 $ensar3l malentendido de interpretar todo conocimiento como una isión del o+eto entendido por elsueto que entiende ha lleado, en la eolución histórica de la filosofJa, a escisiones entre elpensar ' el ser que han planteado la insolu+le cuestión del puente o han reducido el ser a serpensado. 3n todos estos casos se ha olidado tam+in, con el ser patentiNado en la mismidad dela conciencia pensante, la naturaleNa manifestatia de la erdad del ente del conocimiento encuanto tal.

Ser 0 o$eraci#n4a escisión ' antJtesis entre lo entitatio, conce+ido como estMtico, ' lo operatio, conce+idocomo dinMmico, reducJa la eficacia de la acción a un niel categorial ' regional. Para Santo2omMs, la comunicación de sJ mismo es carMcter propio del acto, ' la operación inmanente deliiente espiritual sólo difiere de la acción predicamental en que el trmino de sta es eUtrJnsecoal agente. Afirma la identidad formal de lo su+stancial ' lo operatio en el ser diino ' define laeternidad de la ida diina por la su+stantiidad permanente de la operación misma.

La ra1#n de un 2e3tra4o resultado5 Crítica tomista al criticismo 6antianoVant quedó perpleo ante el QeUtraKo resultado de su descu+rimiento de que Qlos o+etos de+en

regirse so+re nuestro conocimiento agnosticismo en lo trascendente ' fenomenismo en loinmanente. Aristóteles, al decir que los modos de la predicación esta+lecen las categorJas delente, ha+Ja fundado el Qrealismo pensante. Vant redescu+rió en la auto#conciencia laoriginación del entendimiento, pero sus presupuestos racionalistas aciaron la conciencia del 'oreducindola a una Qsuperestructura lógica, ' generaron asJ la prdida del ser en el criticismotrascendental del que surgirJa el idealismo.

La lu1 del entendimiento a%ente en la ontolo%ía del conocimiento de SantoTomás

0 Para Santo 2omMs Qnuestro entendimiento no uNga de la erdad por inteligi+les que eUistanfuera del alma, sino por la luN, que es el entendimiento agente, que hace los inteligi+les.0 3sta irtud actia, formadora de los inteligi+les en la conciencia pensante humana, lepertenece a la mente porque ella es inteligi+le en acto, es decir, en su mismo ser, reci+ido enuna forma sin materia, es ha+itualmente capaN de auto#perci+irse como eUistente.0 Q4a comprensión del ser como acto ' perfección de todas las cosas posi+ilita la del entendercomo Qcierto ser que, por lo mismo, es infinito en su naturaleNa, lo que da raNón de la infinidadintencional del cognoscente humano en la do+le lJnea de la sensi+ilidad ' del conocimientointelectual.%0 Porque las formas, determinantes de la naturaleNa de las cosas finitas, sólo se coartan por surecepción en la materia, lo inmaterial es, por sJ mismo, inteligi+le, lo que le da aptitud paratener en sJ las formas de lo otro. 4a naturaleNa intelectual constitu'e a un ente en Qinteligi+leintrJnseco, en el que pueden ser presentes las formas de lo otro, a modo de Qinteligi+leseUtrJnsecos.

Q3l entendimiento entiende lo que en l eUiste como inteligi+le en acto. Por ascenso analógicoalcanNamos a afirmar como inteligi+le en acto puro la su+sistente intelección de la intelección,que es el mismo Ser su+sistente.

1%




%0 3n Ja descendente, hemos de pensar las su+stancias separadas como su+sistentes en serinmaterial e inteligi+le. 3l hom+re #que estM, en esta escala, en el Lltimo lugar# tiene el poderha+itual de ser consciente de sJ mismo segLn su ser con aquella Quelta so+re sJ mismo que seconstitu'e por la posesión del ser.

La actitud 7ilos#7ica de Santo Tomás como orientaci#n $ara una 8-squeda desíntesis en el $ensamiento contem$oráneo

3n la situación de perpleidad caracterJstica del paso de la modernidad a la postmodernidad, eltema del hom+re todaJa puede presentarse como el Qcentro de perspectia para el diMlogofilosófico, a pesar de que, en nuestro tiempo, se da la situación que descri+Ja Gegel comoaquella en que se consideran las opiniones como Qalgo de lo que no ha' que dar cuenta a nadie,sino sólo a sJ mismo. 3l pensamiento de Santo 2omMs se patentiNa como de la mMUimaactualidad para nuestro tiempo que, en lo profundo, siente la necesidad de una doctrina ' unaordenación social que restaure a la persona humana el lugar de dignidad que le corresponde.

La analo%ía como /ía de síntesis4os pro+lemas en torno a la analogJa por la dualidad de la atri+ución ' la proporcionalidad seresuelen por la lectura directa de Santo 2omMs ontológicamente, el ente se o+etia en unaunidad segLn proporcionalidad que hace posi+le el ascenso a Dios como ente primero. 3n Ja dedescenso a partir del primer analogado, ' en la sistematiNación teológica, la atri+ución piensa aDios como Aquel de 8uien participan ' por 3l que son pensados como efectos su'os,

Qeemplados por Fl, la pluralidad de los entes del unierso creado.

La analo%ía de Santo Tomás 0 la dial9ctica :e%eliana4a sJntesis ela+orada por Santo 2omMs con el instrumento de la analogJa no es superacióndialctica de opuestos, sino Qcom#posición armónica en el pensamiento de lo que estM

sintetiNado en la realidad. 4a analogJa hace posi+le escapar a las antinomias originadas en elpensamiento filosófico por la errónea comprensión Qintuicionista, que generó los empirismos 'el uniocismo racionalista ' conduo al inconsistente punto de partida de la dialctica hegelianaal definir el Qser como lo Qinmediato indeterminado ' poner en marcha el moimiento delpensamiento postulando la fuerNa originaria de lo negatio.

Actualidad teol#%ica de Santo Tomás3l teólogo Santo 2omMs afirmó, fundadamente, la necesidad de un pensamiento filosófico alsericio de la fe. 0o puede considerarse una contingencia histórica, algo asJ como una concesióna la moda intelectual de su tiempo, la recepción del aristotelismo ni la incorporación, en unasJntesis nuea, de la tradición agustiniana ' del neoplatonismo cristiano. 4a teologJa de Santo

2omMs mantiene su actualidad perenne ' muestra mu' especial congruencia con las necesidadesde los hom+res de nuestro tiempo.

Naturale1a :umana 0 %eneraci#n4a generación es un +ien tan grande que, en algLn sentido, el hom+re es por ella mMssemeante a Dios que los mismos Mngeles, pues Qel hom+re es del hom+re como Dios de Dios.Por esto, en estado de inocencia se darJa generación por la unión de los seUos Qlo que esnatural al hom+re no se le da, ni se le pria de ello, por el pecado. Sin la caJda original noha+rJa desorden, pero el deleite propio de la unión de los seUos hu+iera sido tanto mMs intensocuanto mMs pura la naturaleNa.

1B




La ordenaci#n de la $ersona a aseme;arse a Dios3l hom+re conoce como Qde+iendo ser o+rado todo aquello a que se siente inclinadonaturalmente QsegLn el orden de las inclinaciones naturales es el orden de los preceptos de la4e' natural. 2odo ente aspira a su perfección en cuanto es participación ' semeanNa del +iendiino. 3l sumo +ien para el hom+re es Dios 'a que, si negMsemos que Dios es +ien para el

hom+re, tendrJamos que negar la raNón de que el hom+re de+a amar a Dios. 3n la reación ' enla Proidencia, Dios +usca Su gloria, la manifestación de Su +ondad, no para aumentar Su +ien,sino para difundirlo en los seres personales que o+tienen su perfección en la contemplaciónamorosa del +ien diino.

De7inici#n meta7ísica de Dios3n la cuestión conocida como la del Qconstitutio formal de la esencia diina o QesenciametafJsica de Dios, Santo 2omMs opta inequJocamente por caracteriNar la diina esencia como

Qel mismo Ser su+sistente o como Qla actualidad del Ser mismo. Supuesta su concepción delser como el Qacto perfectJsimo por el que son actuales las mismas esencias, en este conceptose halla la raNón de la infinidad de todas las perfecciones diinas. Santo 2omMs piensa esto en

coneUión con el teUto +J+lico Qo so' 3l que so' ', por lo mismo, es congruente que en lamisma definición metafJsica encontremos implJcitamente afirmado el carMcter personal de Dios 'que podamos hallar la coherencia con las afirmaciones de que Dios es el /iiente perfecto 'eterno, el )ien difusio de SJ mismo ' el Amor li+eralmente donador de +ienes.

Para la meta7ísica de la $ersona< Su8stancia. acci#n. relaci#n*na tendencia a definir la persona como relación se apo'a erróneamente en la teologJa trinitaria.4as personas diinas son relaciones su+sistentes. Pero 'a San AgustJn ponJa en claro el carMctersu+stancial de las diinas personas. 0ada es Qreferido a si no es algo a+soluto en sJ. 4asrelaciones opuestas, que distinguen las personas, son constitutias de las personas en cuantoque, por su identidad con la esencia diina, son su+sistentes. 3n la persona de la que procede la

persona nacida o la persona dada, hemos de pensar su constitución como persona como anteriora las procesiones, ' la generación ' la espiración actia han de ser entendidas como teniendo sutrmino en el Gio ' el 3spJritu Santo como hipóstasis su+sistentes.

Por el camino rectoO+sera Santo 2omMs que los errores mismos dan testimonio de la erdad porque se oponen nosólo a ella, sino tam+in unos ' otros entre sJ. 4a erdad se presenta como una QJa recta entreerrores opuestos. Su actitud armoniNadora ' sinttica ha causado muchas eces un rechaNo queparece impulsado por cierto resentimiento frente a la grandiosa sJntesis ' a la amplitud

Qenciclopdico#sistemMtica de su pensamiento. Se cae asJ en el riesgo de no aceptar que sea laclara afirmación teocntrica la que eUige a Santo 2omMs comprender la naturaleNa humana como

destinataria de la salación por risto presentado como causa eficiente no sólo de ladiiniNación, sino de la perfección humana del hom+re redimido.

1!




PARA LA SÍNTESIS DOCTRINAL DE SANTO TOMS DE A!"INO

Aportaciones ofrecidas por algunos estudiosos que se reconocen, con agradecimiento, herederos

del pensamiento del Padre Ramón Orlandis Despuig, S.I. (1!"#1$%&, de cu'o magisterionació, en torno a la redacción de la reista Cristiandad, la llamada escuela tomista de )arcelona.3l Padre Ramón Orlandis Despuig, S.I., en unos manuscritos inditos hace poco tiempopu+licados en el olumen !ensamientos " ocurrencias (3ditorial )almes, )arcelona, CCC&, enocasión del homenae a su memoria al cumplirse el !%W aniersario de la fundación de Scholaordis Iesu, escri+ió 2odo hom+re, en cuanto hom+re, tiene inenci+le apetencia de sJntesis,de unidad Jntima (p. "B$&8uien desee conocer quin era ' cuMles eran las conicciones ' las actitudes del maestroinspirador de nuestro propósito de suscitar, con a+ierta ' modesta perseerancia, estasaportaciones que +uscan hacer progresar la comprensión de la sJntesis doctrinal de Santo 2omMsde Aquino, podrM leer Ltilmente uatro etapas en la ida del Padre Orlandis, por Hos 6arJaRomero )aró (contenido en Ramón Orlandis Despuig, !ensamientos " ocurrencias, )arcelona,3ditorial )almes, CCC&, ' tam+in el estudio de 3udaldo -orment >iralt 3l magisterio tomistadel padre Orlandis, Apóstol del oraNón de HesLs (en Doctor Communis, <rgano de la PontificiaAcademia Romana de Santo 2omMs, I#I/ ' /#/III 1$$9&.Augura+a el cansancio de los espJritus ante un cientificismo meramente analJtico o eUperimental,la fatiga de la la+or positiista. Ga+la+a de que los hom+res de nuestro tiempo tenJan necesidadde encontrar la fuente que pudiese saciar esta sed de sJntesis, que no es un mito irrealiNa+le,sino que puede encontrarse, como en oasis dichosos, en la admira+le, perenne ' casidesconocida o+ra del Doctor Anglico (J+idem&.3l Padre Orlandis reconocJa los admira+les mritos de todos los grandes comentaristas de Santo2omMs ' de los estudiosos que hicieron renacer la presencia del tomismo a partir del S. :I:.Pero nota+a que en los grandes autores de la escuela se diese la tendencia a estudiar con ma'oramplitud las cuestiones disputadas deando, con so+rada frecuencia, de lado aquellas en que,aparentemente, no ha+Ja discusión, siendo asJ que en ellas fulgura con ma'ores esplendores el

genio del Anglico.3l Padre Orlandis lamenta+a que autores tan profundos como Huan de Santo 2omMs ' losSalmaticenses, por quienes sentJa especial preferencia, no se hu+ieran aplicado suficientementea presentar la sJntesis en su sentido total ' su amplitud luminosa.3l predominio de lo analJtico ' lo polmico #por el que las einticuatro tesis, Mlidas ' Ltilespara diferenciar la filosofJa tomista de la suarista, no son conducentes a llear a unacomprensión plena ' profunda de la sJntesis doctrinal de Santo 2omMs# eUplica que sóloparcialmente se ha'a podido hacer patente la erdad de la afirmación, muchas eces presenteen el magisterio eclesiMstico, del mrito so+resaliente de Santo 2omMs en la ela+oración de unedificio doctrinal coherente ' sinttico.Huan Pa+lo II, en la 3ncJclica de 19 de septiem+re de 1$$ Fides et ratio (AAS nW $1, 1$$$, p.%!&, ha reiterado el pensamiento de 4eón :III, para quien la doctrina del Doctor Anglico era el

meor camino para recuperar el uso de la fiolosofJa que la fe eUige. 3l propio Huan Pa+lo IIadierte poco despus, en la misma Fides et ratio si en arios momentos consideramosnecesario tratar de nueo la cuestión, confirmamos la fuerNa de los pensamientos del doctorAnglico e insistimos en que fuera comprendida su filosofJa, esto nació de que lo prescrito por elmagisterio no siempre ha sido o+serado con la prontitud de Mnimo que serJa de desear (nWB1&.Paulo /I elogia+a a Santo 2omMs de Aquino, de quien decJa es tanta la penetración del ingeniodel Doctor Anglico, tanto su amor sincero de la erdad ' tanta su sa+idurJa en su inestigación,eUplicación ' reducción a la unidad de sus erdades mMs profundas, que su doctrina es uninstrumento eficacJsimo no sólo para salaguardar los fundamentos de la fe sino para lograr losfrutos de un sano progreso (Alocución a la *niersidad >regoriana de 1 de marNo de 1$B9YAAS nW %B, 1$B9, p. "B%&.

PJo :II ha+Ja afirmado 'a, en 1! de octu+re de 1$%", ha+lando tam+in a los profesores de la*niersidad >regoriana 4os arios sistemas de doctrina a que permite adherirse la Iglesia esa+solutamente necesario que estn de acuerdo con todo aquello que ha+Ja sido conocido concerteNa por la filosofJa antigua ' por la cristiana, desde los primeros tiempos de la Iglesia. Pero

1




este conunto de conocimientos no han sido eUpuestos por ningLn otro Doctor de un modo tanlLcido, tan claro ' perfecto, 'a se atienda a la recJproca concordancia de cada una de las partes,'a a su acuerdo con las erdades de la fe, ' a la esplendidJsima coherencia que con staspresentan, ni ninguno ha compuesto #es decir, sintetiNado# con todas ellas un edificio tanproporcionado ' tan sólido como Santo 2omMs de Aquino (AAS nW 9%, 1$%", p. B%&.*n documento singular en la historia del magisterio pontificio es la 3ncJclica Aeterni !atris que el

Papa 4eón :III, en 9 de agosto de 1!$, todaJa reciente el inicio de su Pontificado, dedicó altema de la filosofJa. omo ha notado Huan Pa+lo II, en su 3ncJclica Fides et ratio es aquel elLnico documento con categorJa de 3ncJclica que tiene por materia Lnica ' eUclusia larestauración de la filosofJa cristiana, que orienta eUplJcitamente conforme a las doctrinas 'mtodos del Doctor Anglico Santo 2omMs de Aquino Aquel eUimio PontJfice reiteró ' desarrollóla doctrina so+re la relación entre la fe ' la raNón enseKada por el oncilio /aticano I ' mostróque el pensamiento filosófico es un poderoso auUilio para la fe ' la ciencia teológica. 4arestitución de la doctrina del Doctor Anglico pensa+a 4eón :III que era el meor camino pararecuperar el uso de la filosofJa que la fe eUige.3ste uicio de Huan Pa+lo II ' el hecho de que el oncilio /aticano II aluda de un modo principala las enseKanNas de Santo 2omMs como orientatias de la teologJa especulatia (DecretoOptatam totius nW 1B& ponen de manifiesto la autoridad que reconoce la Iglesia al Doctor

Anglico, que podrJamos er como una recomendación preferente, ciertamente no impositia, nique eUia un o+ligatorio asenso en las escuelas católicas, de la doctrina del Doctor Anglico. 4aconsigna de unidad en lo necesario ' li+ertad en lo dudoso u opina+le atraiesa los siglos por lanecesidad misma de distinguir el misterio reelado ' el orden de erdades naturales con lconeUas, de o+ligatoria afirmación para todo cre'ente, de los contenidos filosóficos ' teológicosque, a lo largo de los siglos, han ido ela+orando en las escuelas católicas ' en las que se handado diersidad de corrientes e incluso tesis contrapuestas. 4a Iglesia erMrquica, en irtud de sumismo ministerio, no cede a nadie el derecho a imponer doctrinas o a censurarlas comoincompati+les con la fe.3n 1!9, )enedicto :I/ recorda+a que esta Santa Sede faorece la li+ertad de las escuelas,0os mismo #decJa#, aunque faoreNcamos una opinión entre las diersas que se dan en lasescuelas católicas, no prohi+imos las otras ni permitimos que por otros sean prohi+idas (DS nW

%%&.So+re materias filosóficas recordó nueamente esta li+ertad PJo :I, en su 3ncJclica Studiorumducem4 Sea cosa santa para cada uno lo preceptuado en el ódigo de Derecho anónico, asa+er, que los pro(esores traten a&solutamente los estudios de (iloso(ía racional " de teología, "la instrucción de los alumnos en estas disciplinas, seg5n el m+todo, la doctrina " los principiosdel Doctor Ang+lico " sost+nganlos religiosamente6 atnganse todos de tal modo a esta normaque puedan llamarle erdaderamente su maestro, pero no eUian unos de otros mMs que lo quede todos eUige la Iglesia, 6aestra ' 6adre de todosY pues en las materias en las que se disputaen contrarios sentidos entre autores de la meor notra en las escuelas católicas, no se le ha deprohi+ir a nadie que siga la posición que le pareNca mMs erosJmil (DS nW "BB!&.AllJ mismo recuerda PJo :I que honrando a Santo 2omMs se honra el mismo 6agisterio de laIglesia ' se reitera el elogio que ha+Ja formulado )enedicto :/, en carta al 6aestro general de la

Orden de Predicadores, de ha+erse atenido fielmente, en sus enseKanNas, a Santo 2omMs sinapartarse de su doctrina.4as recomendaciones, tantas eces formuladas, referentes a las doctrinas de Santo 2omMs, noalteran, pues, el principio que ha+Ja formulado Santo 2omMs mMs ha' que estar a la autoridadde la Iglesia que a la de AgustJn, Herónimo, o cualquier otro Doctor ' dean intacto el principioque formuló, en la citada alocución de 1! de octu+re de 1$%", PJo :II 0i siquiera del mMssanto e insigne Doctor se ha alido nunca la Iglesia como de fuente originaria de erdad. 4osarios sistemas doctrinales que la Iglesia permite enseKar no constitu'en la puerta para entraren la Iglesia. 3s la Iglesia misma esta puerta.PJo :II enumera allJ mismo un elenco de erdades de orden natural o+ligatorias ' fundamentalespara la profesión de la fe ' la ela+oración de la filosofJa 2odo lo relatio a la naturaleNa denuestro conocimiento ' al propio concepto de erdad, ' que es a+solutamente cierto, a Diosinfinito ' personal, reador de todas las cosas, a la naturaleNa del hom+re, a la inmortalidad delalma, a la congruente dignidad de la persona, a los de+eres que la 4e' moral, gra+ada por elreador en su naturaleNa, promulga e impera (AAS nW 9%, 1$%", p.B%&.

1$




3stas pala+ras de PJo :II, ' el elogio de la coherencia sinttica de la doctrina de Santo 2omMs,se muestran en continuidad profunda con las de San PJo : en sus eUpresiones de enrgicarecomendación de la doctrina de Santo 2omMs Al proponer a Santo 2omMs como principal guJade la filosofJa escolMstica querJamos entender esto de los principios del Santo en cu'osfundamentos descansa toda su filosofJa. Porque lo que en la filosofJa de Santo 2omMs es capital,lo que no tiene carMcter de opiniones so+re las que es lJcito disputar en sentidos opuestos, sino

que ha de ser considerado como los fundamentos so+re los que se apo'a toda la ciencia sagrada' diina.De aquJ que quisisemos que todos los que se dedican al estudio de la filosofJa o de la teologJaestuiesen adertidos de que, al apartarse de Santo 2omMs, especialmente en las cuastionesmetafJsicas no se harM nunca sin grae detrimento (.ottu !roprio Doctoris Angelici , $ a+ril1$19Y AAS nW B, 1$19, pp. ""B#"91&.3l lenguae de San PJo :, a la eN que contiene las eUpresiones mMs inequJocas de larecomendación preferente de la Iglesia so+re la doctrina de Santo 2omMs, se muestra encontinuidad con la constante actitud del magisterio pontificio anterior ' posterior. Porque si loque en Santo 2omMs es capital no consiste en un sistema de proposiciones opina+les, sino en elconunto de principios ciertos o+ligatorios para todas las escuelas católicas, como recordarJa mMstarde PJo :II, resulta claro que lo capital en Santo 2omMs no se identifica con las einticuatro

tesis que fueron en su momento promulgadas no en un documento doctrinal, sino disciplinar,como interpretación autntica de las normas en las que se manda+a so+re la enseKanNafilosófica en las escuelas católicas.4a polmica suscitada en torno a las mismas conduo, nueamente, la atención de los tomistas atemas filosóficos en los que el tomismo difiere especialmente de la metafJsica de SuMreN, 'tam+in de otros autores escolMsticos.3sto distraJa de nueo la atención de aquellos principios capitales, erdades ciertas ' comunes atodo pensador cristiano, so+re las cuales #como so+re sus fundamentos# estM edificada lasJntesis ela+orada por el Doctor Anglico.3s eidente que, aunque entre las einticuatro tesis nada se diga del ente ' de sus predicadostrascendentales ' que, por lo mismo, no se aluda a que el ente se conierte con el +ien (comoafirmó admira+lemente a'etano&, ni tampoco se aluda a la rplica al dualismo maniqueo

contenida en la o+ra de Santo 2omMs, esta doctrina so+re el +ien, ' so+re la +ondad diina comocausa final del unierso ' motio del acto creador, ' la participación del +ien diino #que tiene sumMUimo grado en las criaturas racionales Lnicas por sJ intentadas en el unierso ' cu'aperfección consumada es la felicidad# son nLcleos doctrinales sólo desde los cuales se puedenentender en su erdad profunda otras muchas que en aquellas se fundan ' que aquellasiluminan.4as discusiones polmicas que podrJamos caracteriNar como intra#aristotlicas, tales comotodas las referentes a las estructuras acto#potenciales, han podido ser distractias de lacontinuidad ' coherencia con que Santo 2omMs de Aquino sintetiNó, en la tradición delpensamiento cristiano, el sistema aristotlico con la herencia de San AgustJn, con la admira+lemetafJsica del espJritu humano como imagen de la 2rinidad, o con la herencia del neoplatonismocristiano de los Padres griegos reci+ida por el magisterio de San Al+erto 6agno a tras de la

o+ra del Pseudo Dionisio Areopagita.4a serie de aportaciones que quisiramos ofrecer en este espacio al sericio de la sJntesisdoctrinal de Santo 2omMs de Aquino no pretende dear ela+orado ' construJdo el edificiodoctrinal que puede hallarse ho' estudiando la o+ra de Santo 2omMs. on la conicción de hallaren l los caminos para la superación de errores contemporMneos ' para la realiNación del sanoprogreso de que ha+la+a Paulo /I, se trata de aportar planteamientos ' sugerir respuestas aangustiosos interrogantes contemporMneos que puedan contri+uir al tra+ao a realiNar,precisamente estimulando ' a+riendo caminos para una la+or que forNosamente ha+rM de serrealiNada con la conergencia de muchos esfuerNos ' una rica multiplicidad de aportaciones.Pero si me he decidido a asumir la responsa+ilidad de este espacio es como una actitud dehomenae agradecido a un maestro a quien i, teniendo l mMs de ochenta ' cinco aKos deedad, descu+rir conceptos ' uicios que enJan a responder a planteamientos que se moJan enaquello comLn ' capital pero que tenJan la ida ' la noedad de lo que esta+a siendo eU#cogitado por su poderosa mente especulatia. Por esto termino estas lJneas con un eemploinolida+le de esta actitud de originaria inestigación de la erdad. 3ntre el +ien como aquello aque todas las cosas tienden ' el +ien como lo difusio de sJ mismo ' lo perfectio de otro a

C




modo de fin no ha' antJtesis alguna sino, por el contrario, armónica interrelación. 3n el actocreador, donador de ser, es decir, de perfección, los diersos órdenes de potencialidad, esdecir, de capacidad de perfección, son dispuestos por el acto creador como receptios 'destinatarios de la perfección comunicada por Dios en los diersos grados ' categorJas delunierso de los entes creados. SegLn su esencia finita, el ente creado participa del acto de serconstitutio de toda perfecciónY que Dios comunique el ser a entes compuestos de materia '

forma hace posi+le que Dios, al crear, constitu'a en la dignidad de entes personales asu+sistentes indiiduales singulariNados por la materia signada por la cantidad, ' sean asJnumricamente multiplica+les las naturaleNas personales de los hom+res, el misterioso ente queestM como en el confJn del mundo de lo material ' de lo espiritual, ' al que, segLn santo 2omMs,estM ordenada la totalidad del cosmos material ' espacio#temporal. 4as potencias operatiasdisponen los suetos a sus propias operaciones, a las que tienden con un dinamismo en que serealiNa la perfección que es su propia naturaleNa.8ueden estas sugerencias eUpresadas aquJ sólo como un testimonio de homenae a quien,impregnado su pensamiento filosófico ' teológico de sentimiento esttico, contempla+a elunierso creado en su ordenación a Dios reador para comunicar el +ien a todo lo que hacreado, impulsado, como lo io Dante, desde aquel 7Amor che muove il sol e le alte stelle73ste anhelo por +uscar la sJntesis que iifica ' da unidad armónica al pensamiento teológico '

filosófico de Santo 2omMs, que el Padre Orlandis transmitJa a sus discJpulos, ha+Ja tenido en suida un papel decisio, del que fue una dimensión esencial el entusiasmo esttico que en lcausa+a el carMcter omnicomprensio ' la ocación de uniersalidad de las grandes o+rassistemMticas del pensamiento humano. 6uchas eces le oJ ha+lar de su eolución, que le lleóde una conencida profesión de la metafJsica suarista #a que ha+Ja llegado por la formaciónreci+ida en su uentud en la *niersidad de Deusto# a la profesión consciente ' personalJsimadel pensamiento de Santo 2omMs de Aquino.Gom+re de formación clMsica ' de gran competencia gramatical ' literaria, con dedicaciónespecial a los estudios de griego, profundiNó en la Retórica ' la Potica de Aristóteles ', mu'conocedor de la lengua alemana, quiso confrontar el contenido filosófico de aquellas o+ras con la3sttica de Gegel. Por este camino comprendió ' admiró la grandiosa sistematicidad delpensamiento hegeliano, lo que le lleó, por conicción ' opción personalJsima, a comprender la

raNón de ser de los elogios con que el magisterio de la Iglesia ha+Ja acompaKado secularmentela apro+ación ' recomendación de la o+ra del Doctor Anglico, que 4eón :III ala+a+a como cimadel pensamiento humano.3l que 4eón :III ala+a+a como cima del pensamiento humano fue, como imos, elogiado por PJo:II por la coherencia del edificio doctrinal edificado so+re el fundamento de las erdades ciertas' o+ligatorias para todos. Paulo /I pondera+a la reducción a unidad de las erdades mMsprofundas ' nota+a que la doctrina de Santo 2omMs tiene eficacia no sólo para salaguardar losfundamentos de la fe, sino para fructificar en un sano progreso doctrinal. 3l Padre Orlandis sintióque el estudio de la o+ra del Anglico, con la armonJa con la fe, ofrecJa al estudioso el sentido dela edificación sinttica de un astJsimo sistema de pensamiento coherente. Santo 2omMs fue,para el Padre Orlandis, el autor que satisfacJa la aspiración a la sJntesis que l uNga+a seraspiración connatural del entendimiento humano.

0os conendrM adertir que la seductora sJntesis hegeliana, desorientada desde su origen por laculminación del racionalismo ' del aciado uniocista del primer concepto, al ha+lar del sercomo lo inmediato indeterminado, ' afirmar despus el moimiento dialctico poniendo laseriedad ' la fuerNa en la negación, para dar ida ' moimiento al pensamiento, esirremedia+lemente acJa comparada con el edificio sinttico de Santo 2omMs, edificado con elinstrumento de la analogJa, ' respetuoso con la realidad ' con la naturaleNa de nuestrosprimeros conceptos ' de su referencia a la eUperiencia de los sentidos ' de la conciencia. 3lPadre Orlandis no aciló nunca en la opción entre la analogJa tomista ' la dialctica hegeliana,que a tantos ha+Ja de desorientar en aKos posteriores.-idelJsimo al magisterio pontificio, ' profundo pensador con la li+ertad de espJritu que la Iglesiadesea ' eUige que sea respetada, el Padre Orlandis realmente realiNó su opción por el tomismoen eercicio consciente del uso de aquella li+ertad que la Iglesia garantiNa+a desde la so+eranJasuprema de la fe. Fl mismo eUplica+a que ha+Ja afirmado arias eces, a quienes le recorda+anel de+er de respetar la li+ertad de inestigación Por esta li+ertad del pensamiento filosófico hellegado 'o a ser conencido discJpulo de Santo 2omMs de Aquino.

1




3n la serie de aportaciones que, estimulado ' fecundado por su magisterio, me propongorealiNar en este espacio, desearJa eUponer la sJntesis filosófica de la doctrina de Santo 2omMs,enlaNando sistemMticamente con las einticuatro tesis aquellas otras que, en la conferenciapronunciada en la S.I.2.A. +arcelonesa, en el acto del dJa de Santo 2omMs del aKo CC1,enumer, introductoriamente, con eintisiete +rees formulaciones. ompletar este desarrollocon el de las lJneas de influo eUplJcito de la reelación so+renatural en la filosofJa que forma

parte integrante ' constitutia de la sagrada doctrina, tal como las descri+J sumariamente en laponencia presentada en el reciente ongreso so+re 4a sJntesis de Santo 2omMs de Aquino,cele+rado en )arcelona en 1#19 de septiem+re de CC por la sección espaKola de la S.I.2.A.





+CASI DESCONOCIDA LA SÍNTESIS (ILOS=(ICA DE SANTO TOMS,

3n el acto inaugural del ongreso que la sección espaKola que la Sociedad Internacional 2omMs

de Aquino cele+ró en )arcelona los dJas 1#19 de septiem+re de CC so+re la sJntesis de Santo2omMs de Aquino, el profesor Antonio Preosti 6onclLs, presidente de su sección +arcelonesa,recordó unas pala+ras del Padre Ramón Orlandis Despuig, S.I. (1!"#1$%&, que ha+Ja calificadode casi desconocida la sJntesis filosófica del Doctor Anglico.Ante la eUtraKeNa ' desconcierto que podrJan causar estas pala+ras escritas por aquel conocedorprofundo de la o+ra de Santo 2omMs ' de la tradición tomista, quiero sugerir, mediante laatención a algunos teUtos, el punto de ista en que se situa+a aquel genial ' fecundo maestro.4o har atendiendo, concretamente, a algunos teUtos de Santo 2omMs o de sus grandescomentaristas, que descu+ren perspectias sorprendentes, ' en algLn sentido inditas, que nosllearMn a comprender en qu sentido ha+la+a el Padre Orlandis de aquel casi totaldesconocimiento de la sJntesis de Santo 2omMs.

7#sto es lo que (recuentísimamente clama Santo Tomás " que los tomistas no quieren oir73l ser (esse& es la actualidad de toda forma o naturaleNaY asJ, pues, es necesario que el mismoser se compare a la esencia que de l difiere, como el acto a la potencia (S. 2h. IX, 8u. ", artW9W, in c.&.3s nada menos que )MKeN quien nos da testimonio de lo que, en nuestros tiempos, llamarJamosel olido del ser entre los tomistas. Alude al citado teUto de Santo 2omMs ' lo comenta asJAunque el ser mismo, reci+ido en la esencia compuesta de sus principios esenciales, seaespecificado por ellos, sin em+argo, en cuanto es especificado, no reci+e perfección alguna, sino,mMs +ien, es deprimido ' desciende a ser secundum quid (es decir, de algLn modo&, por cuantoser hom+re o ser Mngel no es perfección simpliciter (es decir, ha+lando de ella en cuanto tal 'por sJ&. esto es lo que frecuentJsimamente clama Santo 2omMs ' que los tomistas no quierenoir que el ser es la actualidad de toda forma o naturaleNa, ' no se halla en cosa alguna comorecipiente ' perfecti+le, sino como reci+ido ' perficiente de aquello en que es reci+ido (n!rimam 8u. ", artW 9W&/enida de tan caracterJstico representante de la escuela tomista, su protesta es sorprendente,porque aquello que Santo 2omMs clama frecuentJsimamente ' que parecJa a )MKeN que lostomistas no querJan oir es el erdadero nLcleo de su sJntesis metafJsica. lo que da sentido,por eemplo, a la cMle+re tesis de la distinción real entre esencia ' eUistencia, que fue calificadacomo la erdad fundamental de toda filosofJa cristiana.4a perfección, decJa el Padre Orlandis, no es menor perfección por ser perfección. 0o somosignorantes ni de sa+er limitado porque seamos iientes dotados de entendimiento, sino porquenuestras perfecciones de iir ' conocer estMn reci+idas en un sueto receptio ' potencial. Porello, no se aKaden el iir ' el entender al ser del hom+re como algo eUtrJnseco o so+reenido.0i la ida, ni la naturaleNa cognoscente, ni la intelectualidad pueden ser adecuadamente

conce+idas por diferencias genricas o especJficas como determinaciones de la su+stancia. Setrata de grados de perfección, de mMs ' mMs perfectas participaciones del ser. 0ada de cuanto,en la escala de los seres, se nos presenta como constitu'endo un grado de perfección puede serentendido en su propia raNón de ser si lo entendisemos incluJdo en alguno de los modos 'categorJas del ente predicamental, como una categorJa del mismo. Son, precisamente, gradosde participación del ser mismo.De esta comprensión del acto de ser como aquello por lo que definimos el ente como lo quetiene ser o es partJcipe del ser penden todas las profundiNaciones de la metafJsica tomista,que se realiNaron especialmente en el s.::, profundiNaciones ontológicas que llean a conce+ir,en el orden filosófico, a Dios como identificado con la actualidad e3ercita del ser mismo, o porcuanto es el Ser mismo su+sistente, concepto por el que mostramos tam+in filosóficamente suinfinidad en la perfección (como se formula, con gran precisión, en la tesis eintitres de las

%einticuatro tesis& (DS nW "B"&.3s comprensi+le que la definición metafJsica de Dios, o el constitutio metafJsico de la esenciadiina, difieran, caracterJsticamente, en las diersas sistematiNaciones escolMsticas. Partiendo

"




del concepto de ente de Duns 3scoto o de SuMreN, se llegarM a la infinidad radical o a laaseidad.Parece, en cam+io, incomprensi+le que un tomista tan representatio como >redt ha+le de Diosdiciendo que es ente por sJ, que por sJ, por su esencia, tiene la raNón suficiente de sJ mismo, ocu'a esencia es la raNón de su eUistencia, aunque formule la saledad de que esto sólo espensa+le porque conce+imos imperfectamente la esencia de Dios como anterior a su eUistencia '

la eUistencia como si flu'ese de su esencia (>redt, Hosephus O.S.). #lementa philosophiaearistotelico)thomistae nW C1, 1&Y porque, ineita+lemente, su modo de ha+lar sugiere elam+iente ' conteUto intelectual esencialista de una filosofJa racionalista.

7o que me es(uer1o en meter en la ca&e1a de los que (iloso(an7

Sin el olido del ser denunciado por Domingo )MKeN, ' que hemos isto de+ilitar o deformar,en tiempos cercanos a nosotros, el tratado metafJsico so+re Dios, no ha+rJa quedado tampocoolidado que el ser mismo es mMs perfecto que la ida, ' la ida misma mMs perfecta que lasa+idurJa, consideradas en su distinción conceptual (S0 Th0 8, 8u. 9, artW W, ad tertium&, niha+rJan corrido el riesgo de prdida de densidad ontológica ' de riqueNa ital todos losconceptos referentes a la ida intelectual humana ' a su actualiNación en el orden de la

intencionalidad, de su'o infinitamente a+ierta, de la conciencia ' de la intelección del hom+re.Porque fue tam+in consecuencia ' efecto de aquel empo+recimiento el que el grancomentarista a'etano pudiese constatar la necesidad de un esfuerNo para meter en la ca+eNade los que filosofan que sentir ' entender no son otra cosa que cierto ser (a'etano,Comentario in De anima III, cap. %&.on la dificultad que constata+a a'etano entre los escolMsticos de su tiempo se coneUionaintrJnsecamente la de comprender las tesis esenciales de la doctrina aristotlica delconocimiento el sentido en acto es lo sentido en acto ' el entendimiento en acto es lointeligi+le en acto,el alma es de algLn modo todas las cosas (Aristóteles, De anima, 9"1 +,C#%&, ni se ha+rJa deado de lado que el conocer es el acto en el que el cognoscente ' loconocido son uno, por cuanto el entender entendido en su esencia misma no es otra cosa quecierto ser, de lo que sólo se da raNón si se admite, con Santo 2omMs, que el entender tiene

#considerado segLn su raNón propia#, simpliciter , infinidad (S0 Th0 8, 8u. %9, artW W, in c.&.3stos teUtos aristotlicos han sido algunas eces calificados de ininteligi+les incluso por grandesfilósofos. Pero, efectiamente, aunque se trata de lo que el propio a'etano llama arduoprincipio de toda la filosofJa primera, podemos admitir como algo o+io que nunca un suetointelectual podrJa pensarse como finito, ni adertir las limitaciones del horiNonte de susfacultades cognoscitias, si no tuiese como algo, dirJamos, preiamente sa+ido que el entendercomo tal es infinito. Por eso, el socrMtico sólo s que no s nada llea+a una tan profundatoma de conciencia del hom+re como ser pensante, por lo que, en definitia, el hom+re hapodido darse cuenta de su inclinación innata a que se inscri+a en su alma el orden entero delunierso ' de sus causas.3l esfuerNo ' dificultad que constata+a a'etano entre los que filosofan no se ha+rJan eUpresadocon la decidida rotundidad con la que se llegó a comentar aquellos teUtos aristotlicos,

o+serando que no se entiende lo que se puede querer decir con ellos, a no ser porque,preiamente, la incomprensión del ser como acto ha+Ja hecho imposi+le la sencilla constataciónde que, al entender, el hom+re trasciende su propia finitud especJfica ' su conmensuraciónindiiduante material ' se siente eUistiendo ' o+rando en aquel conteUto del orden uniersal (Deveritate 8u. , artW W, in c.&.

7Del alma puede tener cada uno un do&le conocimiento0007

Santo 2omMs afirma, mu' eUpresamente, que eUiste un do+le conocimiento del alma humana, elque tiene como o+eto la naturaleNa del alma misma ' de todas sus facultades ' operaciones #'al que se alcanNa discursiamente a partir de los o+etos conocidos ' de la refleUión so+re lasfacultades por las que los conocemos# ' otro conocimiento personal que cada uno tiene de sJ

mismo en cuanto eUistente #conocimiento que acompaKa siempre radicalmente a aquelconocimiento de o+etos por cuanto cada uno, al pensar algo, se perci+e eUistente ' es elmismo hom+re singular que perci+e que l mismo conoce sensi+le e intelectualmente (Deveritate 8u. 1C, artW W ' S. 2h. IX, 8u. B, artW 1W, in c.&. 3ste conocimiento que alguien tiene

9




del alma en cuanto a lo que le es propio es un conocimiento del alma segLn que tiene ser en talindiiduo (De veritate 8u. 1C, artW W, in c.&.A pesar de esto, el conocimiento eUistencial ' perceptio del alma humana en sus operacionesha quedado, con frecuencia, olidado en la sistematiNación tomista. 3n la misma formulación delas /einticuatro tesis, este conocimiento eUistencial, eercido en los actos intelectuales, quedóolidado (. tesis einte en DS nW "BC&.

4a atención a este conocimiento del alma por sJ misma en sus operaciones conscientes es detanta importancia que el propio Santo 2omMs ha+la de cierta inteligi+ilidad en acto de la mentepor sJ misma. 0o porque siempre est el alma en acto de perci+irse eUistente, 'a que alguienperci+e que tiene alma, ' que ie, ' que es, en cuanto perci+e que l siente ' entiende. 0adieperci+e que l entiende sino porque entiende algo ... (De veritate 8u. 1C, artW W, in c.&.Pero, en cuanto al conocimiento ha+itual, el alma por su esencia se conoce. Por cuanto suesencia le es presente a sJ es capaN de pasar al acto de conocimiento de sJ mismo, asJ como porun hM+ito somos hechos capaces de eercer los actos a que aquel hM+ito nos dispone.Para que el alma perci+a que es ' lo que se opere en ella no se requiere hM+ito alguno, sinoque +asta la sola esencia del alma, presente a la mente, pues de ella +rotan los actos en los queactualmente ella misma es perci+ida.Por esto puede encontrar en esta capacidad, potencialidad, que el hom+re tiene para perci+irse

eUistente ' pensante, en la misma sustancia de su alma con anterioridad a toda recepción, laraNón para comparar el hom+re a las cosas sensi+les en la do+le respectiidad las cosassensi+les eUisten en acto, pero sólo son inteligi+les en potencia, mientras que la mente esinteligi+le en acto, pero carece actualmente de la posesión cognoscitia de las naturaleNas deaquellas cosas. Por esto afirma santo 2omMs una do+le dimensión en el entendimiento humano,que es o totalmente en potencia respecto de los inteligi+les #que ha de a+straer los datossensi+les# o es el acto de los inteligi+les que se a+straen de las imMgenes (S0 Th0 8, 8u. !, artW1W, ad secundum&.3sta actualidad inteligi+le que la mente tiene en su ser, a cu'a percepción consciente estMsiempre 'a dispuesta por su misma esencia, se identifica con aquella luN que Ariatótelesdefinió como un hM+ito ' que llamó entendimiento agente (De anima III, cap. %W. 9$, ""&.

%olver conscientemente so&re sí no es otra cosa que su&sistir algo en sí mismo6ientras que en Dios se identifican formalmente el ser su+sistente ' el entender su+sistente, enlos entes intelectuales creados difieren necesariamente de las cosas fJsicas las imMgenessensi+les, ' las realidades entendidas de sus conceptos, por los que las conocemos ' uNgamosde ellas, pero esta manifestación intencional emana siempre de lo Jntimo de la su+sistencia en sJde las su+stancias espirituales. 3n el Mngel, ha' que ha+lar de su su+stancia como su+sistenteinmaterialmente ' en ser inteligi+le, porque tiene tal ser natural que es l mismo inteligi+le(a'etano, n primam 8u. %B, artW 1W&. 3n nosotros mismos, en aquella uelta so+re nosotrosque no es otra cosa que el su+sistir en nosotros mismos, es decir, el tener el ser en nuestramisma su+stancia espiritual, la misma alma, en su ser entitatio, de la que manan las facultades' los actos por los que nos conocemos eUistentes al pensar, nuestro mismo ser de entes

personales, es la raJN de que podamos ser poseedores, en intencionalidad cognoscitia, de todoaquello que alcanNamos a conocer.Olidar esta autoconciencia Jntimamente inmediata ' eUistencial que cada uno tiene de sJ mismopor cuanto tiene el ser en sJ mismo, en su alma espiritual, o lo que es lo mismo, en cuanto es unente personal, aunque fuese, tal eN, a preteUto de que esto serJa situar en el centro de ladoctrina del conocimiento de Santo 2omMs un elemento caracterJsticamente agustiniano, es,desde luego, ignorar el lenguae eUplJcito de Santo 2omMs pero, ademMs, incapacita paracomprender que, en su pensamiento, la mismidad consciente es radical ' originaria respecto delas capacidades de conocimiento de lo otro que el sueto cognoscente. Para Santo 2omMs lamisma conciencia sensi+le es raJN ' principio de los sentidos eUternos. 3l alma, capaN de serconsciente de sJ por la espiritualidad de esa su+stancia, posi+ilita la apertura intencionalreceptia de o+etos del entendimiento posi+le. 3stamos ante imMgenes ' estigios de la

fontalidad infinita del acto puro ' diino de la su+sistente intelección de la intelección,formalmente idntica con el ser infinito ' el iir eterno de Dios.Para no perderse en refleUiones epistemológicas estriles, ha' que tener presente siempre, alrefleUionar so+re el pensamiento humano, esta trascendentalidad del 'o por ser su+sistente que

%




tiene el ser en sJ mismo en raNón de su inmaterialidad. Santo 2omMs muestra asJ, al decir que eloler so+re sJ mismo no es otra cosa que el su+sistir algo en sJ mismo, que la infinidadintencional por la que el alma se hace todas las cosas emana ' se arraiga en aquel nLcleo en elque se identifican, sin distinción alguna, la posesión del ser ' la autoconciencia.

a naturale1a locutiva del entendimiento4 7o primeramente " por sí mismo entendido es lo queel entendimiento conci&e en sí mismo so&re la cosa que entiende7

omo una o+iedad que podrJa ser tomada como punto de partida de toda teorJa delconocimiento se presenta+a casi como un acuerdo uniersal que el o+eto precede al acto deentender ', por lo mismo, no puede ser formado el o+eto por el acto mismo.A partir de este esquema del enfrentamiento ' anterioridad del o+eto entendido so+re el actointelectual se ino a ela+orar tam+in la noción de que, para suplir la distancia en proporciónentre nuestra naturaleNa intelectual ' las cosas materiales ' sensi+les que son el o+eto primerode nuestro conocimiento, el acto intelectual humano necesita+a formar en sJ mismo un conceptoo pala+ra mental representatia de la esencia inteligi+le de aquellas cosas, de la esenciauniersal a+straJda de los accidentes singulares ' materiales con que se presentan a nuestrasensi+ilidad.

A partir de esta doctrina en el campo del conocimiento, ' tam+in por la raNón de que al acto deentender, como operación ital e inmanente, por el que hemos de considerarlo como unacualidad predicamental ' no como una acción, no le competJa, por su esencia, ser productiode un trmino de la acción, se ino casi a generaliNar, en la tradición tomista, la tesis de que eler+o mental no se forma+a por la naturaleNa misma del entendimiento, sino sólo por laindigencia del o+eto, por cuanto ste es ausente o no proporcionado a la potencia.*na eminente eUcepción se dio en la escolMstica tomista. Huan de Santo 2omMs, en su Cursoteológico pero, precisamente, al esta+lecer los presupuestos filosóficos de la doctrina so+re laeterna generación del /er+o diino, afirmó, con argumentaciones mu' fundamentadas en lapropia doctrina del Doctor Anglico, que el entendimiento es, segLn su percepción ' naturaleNa,no sólo cognoscitio, sino manifestatio ' locutio.6i maestro, el Padre Orlandis, lleó mi atención al estudio de este nuclear punto de la doctrina

de Santo 2omMs que su insigne comentarista puso a plena luN. 3n este tra+ao concreto, no sepodrM desarrollar en su plenitud esta doctrina, pero la lectura de algunos teUtos del DoctorAnglico o de su comentarista nos a+rirMn el horiNonte desde el que se descu+ren panoramasdesconocidos de la grandiosa sJntesis, todaJa casi incógnita, del Doctor Anglico.Aquel acto por el que es formado el o+eto es el conocimiento, pues el entendimiento,conociendo, forma su o+eto, ' formMndolo lo entiende, asJ como si la ista, iendo, formase lapared, a la eN erJa ' formarJa el o+eto isto (Huan de Santo 2omMs, Curso teológico Disp. ",artW %W, nW 1"&.3sta actiidad locutia ' formadora del o+eto que entendemos al ser conce+ido por nosotros,supone nuestro entendimiento 'a actuado. Ahora +ien, en el acto intelectual no se comportan elo+eto como agente ' nuestro entendimiento como paciente, sino que lo entendido ' elinteligente, en cuanto se han hecho 'a algo uno, son el principio Lnico de este acto que es el

entender (De veritate 8u. , artW BW, in c.&.0otemos que el sueto intelectual ' la cosa entendida sólo difieren entre sJ en cuanto am+osestMn en potencia en la lJnea de lo cognoscitio ' de lo cognoscente. Porque el inteligente enacto ' el inteligi+le en acto son uno. Ahora +ien, el er+o mental no nace de nuestroentendimiento sino en cuanto ste eUiste en acto ', simultMneamente con su eUistir en acto, seda en l el er+o coce+ido (I/ .>. cap. 11&. Porque, en efecto, los actos itales que constitu'enlos actos de conocimiento no son como las acciones predicamentales causatias de un efectofuera del agente, que se producen siempre con moimiento sucesio. 4as operaciones de la idatienen un modo de fecundidad en que, simultMneamente con su ser en acto, que es ser locutio' manifestatio, queda puesto en la intimidad del cognoscente la imagen o pala+ra eUpresada.Si recordamos que este ser en acto, algo uno, no se da en la alteridad ' distancia, sino en launidad e intimidad de la conciencia cognoscente, comprenderemos que Santo 2omMs pueda

presuponer que la potencia intelectia uNga de la erdad no por inteligi+les que eUistan fuerade ella, sino por su propia luN que hace los inteligi+les (De espirituali&us creaturis artW 1CW, adoctaum&. Por esto, Huan de Santo 2omMs es fidelJsimo al Doctor Anglico al decir que el

B




entendimiento mismono conoce sino en cuanto trae las cosas a sJ mismo ' las considera dentrode sJ, no mirando fuera de sJ (Huan de Santo 2omMs, Curso teológico Disp. ", artW %W, nW 11&.Santo 2omMs, en efecto, afirma que lo entendido se comporta como algo constituJdo o formadopor la operación del entendimiento (De espirituali&us creaturis artW $W, ad quintum& ' que loque es primeramente ' por sJ entendido es aquello que el entendimiento en sJ mismo conci+eso+re la cosa entendida, 'a sea su definición, 'a la enunciación (De !ot0 Dei , artW W, in c.&.

3identemente, si tuisemos siempre presente, como central afirmación tomista, que loentendido en cuanto tal es lo formado por el entendimiento en acto por su acto de entender,todo el diMlogo entre la metafJsica realista ' el criticismo trascendental Zantiano, ' con lossistemas de metafJsica idealista que de l deriaron, tendrJa que ser reemprendido desde nueasperspectias.

Otras vertientes desconocidas de la síntesis de Santo Tomás

3n todo su magisterio, nuestro maestro insistió en la unidad sinttica entre la herencianeoplatónica ' agustiniana ' la aportación aristotlica en la o+ra del Anglico. 4a metafJsica delespJritu contenida en el tratado De Trinitate, la doctrina del +ien #constituJdo en las criaturascomo estigio de la 2rinidad en su especie, modo ' orden, que en las criaturas espirituales se

realiNa como memoria, inteligencia ' oluntad en que se despliega la mente, noticia ' amor#temMticas no insinuadas, siquiera, en las /einticuatro tesis, son nucleares en el pensamientocristiano de Santo 2omMs.Aplicando la doctrina agustiniana del +ien a la perfección suprema del hom+re nos eremoslleados a atender a la presencia del amor a Dios en el seno mismo de la felicidad humana,superando las polmicas seculares entre intelectualismo ' oluntarismo. omprendiendo lagradación de los entes en la participación del ser no olidaremos nunca que la persona es lo mMseminente en todo el unierso, a la que ordena Dios toda la reación material. Atendiendo a la+ondad diina ' al designio comunicatio del acto creador, comprenderemos, con San AgustJn,cómo Dios +usca su gloria, la manifestación de su +ondad, para nosotros, a quienes perfeccionasu contemplación ' que el +ien diino es fin de la creación del unierso no como +ien a seradquirido, sino como +ien a ser participado ' reci+ido por los entes que Dios crea.

8uienes quieran poner su esfuerNo en el redescu+rimiento de la sJntesis de Santo 2omMs deAquino de+erMn atender a todas estas dimensiones ' las encontrarMn presentes en todas laspMginas de la o+ra de Santo 2omMs.


!




AL>"NAS TESIS CARACTERÍSTICAS DELA SÍNTESIS (ILOS=(ICA DE SANTO TOMS

4as einticuatro tesis tomistas #reconocidas, en ! de ulio de 1$19 (A.A.S. nW B, 1$19, pp.""#"B& como conteniendo claramente principios ' proposiciones ma'ores de santo 2omMs 'como eUpresando autntica doctrina de santo 2omMs ' que de+en ser propuestas comonormas directias seguras (A.A.S. nW , 1$1B, pp.1%B#1%!&# fueron redactadas por algunos

esuitas tomistas con la intención predominante, ' casi eUclusia, de delimitación de la filosofJade Santo 2omMs de Aquino frente a la de -rancisco SuMreN. 3l Padre Alonso Petino, O.P., en suartJculo 3l centenario de SuMreN (Ciencia tomista ol. 4::II, 1$9!, pp. "1#"$C&, inclu'ó untra+ao anónimo que las contrapone a einticuatro proposiciones suaristas.4a actitud defensia frente al predominio de SuMreN se eUplica comparando lo acordado por laongregación >eneral eintitrs de la ompaKJa de HesLs, en el aKo 1" #que, en su decretodieciocho, esta+lecJa que los profesores ' estudiantes para no enseKar ligera 'temerariamente, como doctrina erdadera ' legJtima de santo 2omMs, interpretaciones nueas '

puramente su+etias (...& tengan en gran estima ' consulten los pro+ados ' eUimios Doctoresde la ompaKJa, cu'a ala+anNa estM en la Iglesia# con lo mandado por el Papa 4eón :III, en sus4etras apostólicas 2ravissime 9os, de "C de diciem+re de 1$, por las que se confirman lasonstituciones de la ompaKJa de HesLs de que ha' que profesar la doctrina de santo 2omMs2engan en gran estima ' consulten con diligencia los pro+ados ' eUimios Doctores de laompaKJa, cu'a ala+anNa estM en la Iglesia, pero ha' que precaerse de que el prestigio de quegoNan tan eUimios autores, ' la misma solicitud con que se atiende a sus escritos, enga a sero+stMculo a la unidad de la doctrina, pues esta unidad en modo alguno ha de esperarse, a no serque los discJpulos de la ompaKJa se adhieran a un solo autor, aquel 'a apro+ado, ' Lnicamenteacerca del cual estM esta+lecido que sigan a santo Tomás " le tengan como a su Doctor propio(puede erse mi tra+ao >nesis histórica de las einticuatro tesis en Cristiandad nW 11#1,enero#fe+rero de 1$$$, pp. 1B#9&.4as circunstancias eUplican el carMcter defensio ' crJtico de la selección de las einticuatro tesis' que en ellas, centradas en temas polmicos frente al suarismo, no se desarrolle un pro'ectode ela+oración de la autntica sJntesis del pensamiento filosófico de santo 2omMs.6e ocup de esto en la )almesiana de )arcelona, en un acto en honor de Santo 2omMs deAquino por iniciatia conunta del Instituto -ilosófico de )almesiana ' de la Sección +arcelonesade la S.I.2.A. espaKola. SugerJ entonces otras eintisiete tesis so+re 4a sJntesis filosófica deSanto 2omMs (pu+licado en Cristiandad nW "$#9C, ma'o#unio de CC, pp. "9#91&.3n el presente tra+ao, en el que no pretendo, en modo alguno, alcanNar un desarrollo completode la sJntesis #lo que requerirM el tra+ao de muchos durante mucho tiempo# he ensa'adounificar, con las einticuatro tesis (que cito literalmente en traducción castellana indicando sunLmero de orden en la serie& aquellas otras que ela+or personalmente en el CC1 con algunosaKadidos que me han parecido oportunos. OfreNco, pues, a mis lectores, a modo de initación ala +Lsqueda de la sJntesis filosófica de Santo 2omMs, este tra+ao en que me he permitido

numerar la serie resultante con ochenta ' una tesis.1. 3l punto de partida de la metafJsica es la afirmación del ente, que es lo primero que cae en laconcepción del entendimiento ' lo que el entendimiento conci+e como mMs conocido, ' en loque resuele todos sus conceptos. (De %eritate 8u. 1, artW 1W, in c.&.omo lo primeramente conocido, el ente es concretado en las esencias de las cosas sensi+les.Se accede al ente en cuanto ente, que contempla la filosofJa primera, por la a+stracción formalde tercer grado, que destaca lo actual ' determinante de lo potencial ' determina+le. 3l entecomo trmino metafJsico, asJ a+straJdo, es anMlogo con analogJa de proporcionalidad propia(2omMs de /io, a'etano De nominum analogia&. 3l ente, formalmente anMlogo segLnproporcionalidad, es irtualmente anMlogo con analogJa de atri+ución intrJnseca.. 4a afirmación del ente funda la eidencia del primer principio, de no contradicción, queeUclu'e la simultMnea erdad de dos proposiciones contradictorias. Si afirmamos de un ente lo

que es, hemos de negar que sea otro ente.4a multitud es dada inmediata ' primeramente a la eUperiencia, pero sólo es afirma+leontológicamente con posterioridad a ha+erse formado el concepto de lo uno como propiedadtrascendental del ente.




". Porque de la afirmación del ente, eercida en el uicio so+re lo que es cada uno de los entes #'supuesta la eUistencia de la multitud de los entes, de su distinción numrica, de su diersidadesencial ' de los diersos grados ' nieles de entidad (cfr. S0Th08 8u. 11, artW W, adquartum&#, se sigue la negación de que este ente sea aquel otro ente.9. Pero la negación se sigue de la afirmación ' se funda en ella. 4a erdad de cualquier negaciónen los entes se funda en la erdad de una afirmación (De pot0 8u. 1C, artW W&.

A la primacJa de la afirmación corresponde la primacJa de la unidad so+re la multitud esnecesario afirmar lo uno antes de cualquier multiplicidad porque no es posi+le una multitud queno participe de lo uno las cosas que son muchas en sus partes, son unas en el todo. todo loque es mucho en sus accidentes, es uno en el sueto. las cosas que son muchas en nLmero,son unas en su especie. las que son muchas en su especie, son unas en el gnero. todo loque es mucho en su proceso, es uno en su principio (S0Th08 8u. 11, artW 1W, ad secundum&.0inguna tentación en Santo 2omMs de eUplicar la multitud de las esencias ' su respectiaalteridad mediante un no#ente, como en el Lltimo platonismoY con lo que se querJa eitar lacontraposición ineUora+le eleMtica entre ser ' no#ser. Santo 2omMs no sólo se muee en elautntico aristotelismo, sino que estM frente al concepto de la determinación como negación(SpinoNa, reiterando la posición de Parmnides& ' de la fuerNa de lo negatio para poner enmarcha el despliegue dialctico del sa+er a+soluto (Gegel, dando una ersión nuea de la

doctrina del uniersal deenir de GerMclito&.%. Para que de la afirmación del ente no se infiera la negación de toda pluralidad ' de todomoimiento, ha' que afirmar en el ente la realidad de la potencia compuesta con el acto. 4apotencia ' el acto, de tal modo diiden el ente, que todo lo que es, o es acto puro, onecesariamente se compone de potencia ' acto como de principios primeros e intrJnsecos (2esis1X&.B. 3l reconocimiento de la potencia hace posi+le la afirmación, sin destruir el primer principio deno contradicción, de la finitud, de la diersidad esencial, de la multiplicidad numrica, ' de lamutación ' del cam+io en el ente.!. 3l acto en cuanto perfección no es limitado sino por la potencia, que es capacidad deperfección. Por consiguiente, en aquel orden en que el acto es puro, en aquel no eUiste sinoilimitado ' LnicoY ' en donde es finito ' mLltiple, el acto se compone erdaderamente con la

potencia que lo reci+e ' limita (2esis X&.. Por lo cual, en la raNón a+soluta del ser mismo, Lnicamente su+siste Dios, el Lnico que essimplicJsimo. 2odas las demMs cosas que participan del mismo ser tienen una naturaleNa por lacual el ser es limitado, ' constan de esencia ' ser como de principios realmente distintos (2esis"X&.$. 3l ente, que es denominado por el acto de ser, no se dice unJocamente de Dios ' de lascriaturas, ni tampoco de modo totalmente equJoco, sino analógicamente, con analogJa tanto deatri+ución como de proporcionalidad (2esis 9X&.1C. Se da en toda criatura, ademMs de la composición de esencia ' ser, la composición real delsueto su+sistente con las formas aKadidas secundariamente, o accidentes pero sto no serJainteligi+le sin la composición real de la esencia ' el ser (2esis %X&.11. AdemMs de los accidentes a+solutos, ha' tam+in el relatio, es decir, ad aliquid o relación.

Pues aunque ad aliquid no signifique, segLn su propio concepto, algo inherente a algLn sueto,sin em+argo tiene frecuentemente causa en las cosas mismas, ' por lo tanto, entidad realdistinta del sueto (2esis BX&.1. 4a criatura espiritual es en su esencia a+solutamente simple. Pero queda en ella una do+lecomposición de la esencia con el ser ' de la su+stancia con sus accidentes (2esis !X&.1". Santo 2omMs, que afirma asJ la unicidad e infinidad de Dios, acto puro en la lJnea del ente,Ser su+sistente, afirma, ademMs, la unicidad de las formas no reci+idas en la materia, lassu+stancias separadas puramente espirituales, de las que dice que son finitas hacia arri+a einfinitas hacia a+ao (S0Th08 8u. %C, artW W, ad quartum&.19. 4a criatura corporal es compuesta, en su esencia misma, de potencia ' actoY esta potencia 'acto del orden de la esencia son designadas con los nom+res de materia ' forma (2esis X&.1%. 0inguna de estas partes tiene ser por sJ, ni es por sJ causada o corrompida, ni se pone en elpredicamento sino reductiamente, como principio su+stancial (2esis $X&.1B. Aunque la eUtensión en partes integrales se sigue de la naturaleNa corpórea, sin em+argo noes lo mismo para el cuerpo ser su+stancia o ser cuMnto. Pues la su+stancia, segLn su raNón, esindiisi+le, no por cierto modo del punto, sino al modo de lo que es fuera del orden de la

$




dimensión. 4a cantidad, que da a la su+stancia eUtensión, difiere realmente de la su+stancia, 'es un accidente propiamente dicho (2esis 1CX&.1!. 4a materia signada por la cantidad es el principio de indiiduación, esto es, de la distinciónnumrica #que no puede darse en los espJritus puros# de un indiiduo respecto de otro en lamisma naturaleNa especJfica (2esis 11X&.1. Por la misma cantidad el cuerpo eUiste circunscriptiamente en el lugar ' de este modo sólo

puede ser, por cualquier potencia, en un lugar (2esis 1X&.1$. 4os cuerpos se diiden en dos modos de ser algunos son iientes, otros carecen de ida.3n los iientes, ' para que en un mismo sueto se den esencialmente partes motoras ' partesmoidas, la forma su+stancial, a la que damos el nom+re de alma, requiere disposición orgMnica,es decir, partes heterogneas (2esis 1"X&.C. 4as almas de orden egetatio ' sensi+le ni su+sisten por sJ ni son por sJ causadas, sino queson sólo el principio por el que el iiente es ' ie, ' por depender totalmente de la materia, alcorromperse el compuesto, por lo mismo se corrompen per accidens (2esis 19X&.1. Por el contrario, el alma humana su+siste por sJ misma ', al poder ser infundida en unsueto suficientemente dispuesto, es creada por Dios, ' por su naturaleNa es incorrupti+le einmortal (2esis 1%X&.. 3sta misma alma racional, de tal modo se une al cuerpo que es la forma su+stancial Lnica

del cuerpo, ' por la misma tiene el hom+re el ser hom+re, ' animal, ' iiente, ' cuerpo, 'su+stancia, ' ente. AsJ pues, el alma da al hom+re todo grado esencial de perfecciónY ' ademMscomunica al cuerpo el acto de ser por el que ella es (2esis 1BX&.". Del alma humana resultan naturalmente facultades de un do+le orden, orgMnicas einorgMnicas las primeras, a las que pertenece el sentido, tienen su sueto en el compuestohumanoY las posteriores, en el alma sola. AsJ pues, el entendimiento es una facultadintrJnsecamente independiente del órgano (2esis 1!X&.9. 4a correlación ente en potencia#ente en acto ' la analogJa del concepto de ente referido alente en acto ' al ente en potencia, que en Aristóteles eUplica el moimiento fJsico, la generación' corrupción de las su+stancias materiales ' la multiplicidad numrica #todas las cosas que sonmLltiples en nLmero tienen materia (Aristóteles, .eta(ísica 1C!9 A, !#&# en el aristotelismo 'en el tomismo eUigen entender que ente en potencia es como un trmino medio entre ente en

acto ' no#ente (como afirma Santo 2omMs comentando el 4i+ro /II de la meta(ísica deAristóteles&. Por lo que es posi+le no caer en la ineUora+le crisis de Parmnides entre ser ' no#ser, pues lo que no es en acto es capaN de ser en acto, es decir, es en potencia aquello quepodrM enir a ser en acto. 4a negación del ser en acto no equiale a la negación a+soluta de laentidad.%. 3sta caracteriNación de la potencia como capacidad de ser algo, correlatia ' referida al actode que es capaN, es el nLcleo de la crJtica metafJsica del o+eto afirmado, que permitemantener la igencia del principio de no contradicción ' afirmar tam+in el deenir ' lamultiplicidad.B. Santo 2omMs, con la trascendentaliNación de los conceptos de potencia ' acto, pudo eUplicarque la esencia #que en cuanto esencia es acto# se comporte respecto a su acto de ser comocapacidad finita de perfección. Se eUplica asJ la finitud del ente creado, ' tam+in la gradación

en las criaturas segLn su diersa participación de la perfección del ser.!. 3l ser, acto del ente, es lo perfectJsimo de todo, pues se compara como acto a todo, puesnada tiene actualidad sino en cuanto es, por lo que el ser mismo es la actualidad de todas lascosas, ' aun de las mismas formas, por lo que no se compara como lo que reci+e a lo que esreci+ido, sino como lo que es reci+ido a lo que reci+e (S0Th08 8u. 9, artW 1W, ad tertium&. Deeste teUto afirmó Domingo )MKeN, en su comentario, que eUpresa lo que santo 2omMs clamafrecuentJsimamente ' que lo tomistas no quieren oJr.. Pero si la filosofJa de santo 2omMs no es esencialista tampoco es eUistencialista. 4aentidad finita no se constitu'e por la nihilidad, sino por la perfección participada, en un grado deposesión de la perfección dada por Dios a los entes, a los que da participar en el ser segLn lapotencia o capacidad que crea en ellos al darles el ser. 4a forma reci+ida en la materia diceraNón de acto en la lJnea su+stancial predicamental. 4a forma su+sistente por sJ, su+stanciaespiritual, es acto puro en su lJnea #por esto santo 2omMs afirma su unicidad#Y toda forma encuanto tal es acto (De Spirit0 creat0 artW 1W, ad primum&.$. Por el ser como acto podemos eUplicar como grados de participación en el mismo aquellaescala de los seres que es tesis central en santo 2omMs, reci+ida del Pseudo#Dionisio Aeropagita

"C




a la eN que del aristotelismo el iir es para los iientes su ser (S0Th08 8u.1, artW W, sedcontra&. AsJ, el ser da raNón del iir, ' el iir, en su grado mMs perfecto, da raNón de laconciencia ' del conocimiento en su intencionalidad o+etia infinita. Por eso santo 2omMs diceque, considerados en su concepto, dice mMs perfección el iir que el sa+er, aunque el sa+erconstitu'e el supremo grado de ida (cfr. S0Th08 8u. %, artW W, ad tertium&."C. 3n una autntica filosofJa fiel a santo 2omMs no ha' lugar para aquella teorJa del

conocimiento de que la modernidad filosófica no se li+ró sino mu' tra+aosamente,especialmente por o+ra de Geidegger, al interpretar la misma Crítica de la ra1ón pura comoontologJa fundamental.A la consideración del ente en cuanto ente, cu'a afirmación es el punto de partida de lametafJsica, no de+e preceder una epistemologJa o teorJa del conocimiento, porque loerdadero es un atri+uto trascendental del enteY por esto la filosofia primera considera launiersal erdad de los entes, de aquJ que pertenece al metafJsico considerar cómo se comportael hom+re en orden al conocimiento de la erdad (n .et0 4i+ro II, lectio 1X, nW !"&."1. AsJ como es eidente que el ente es, asJ tam+in lo es que la erdad, uniersalmenteconsiderada, eUiste (S0Th08 8u. , artW 1W, ad tertium&. 4a erdad trascendental, que significaformalmente la entidad en cuanto adecuada a ser entendida, sigue, en el orden de nuestrosconceptos, al concepto de ente, en el que se funda, pero ha de ser afirmada, a su eN, como

fundante del conocimiento intelectual erdadero la entidad de la cosa precede al concepto deerdad, pero el conocimiento es como un efecto de la erdad. 4a erdad en el entendimientoque uNga es manifestatia ' declaratia del ser (De %er0 8u. 1, artW 1W, in c.&.". 3n la consideración ontológica del conocimiento, que permite comprender la referencia delhom+re a la erdad del ente, es capital la afirmación de que la naturaleNa intelectual ' lainteligi+ilidad del ente se constitu'en por la inmaterialidad."". A la inmaterialidad se sigue necesariamente la intelectualidad, ' de tal modo que, segLn elgrado de separación de la materia, se den tam+in los grados de la intelectualidad. 3l o+etoadecuado de la intelección es, comLnmente, el ente mismoY sin em+argo, el propio delentendimiento humano, en el presente estado, se contiene en las esencias a+straJdas de lascondiciones materiales (2esis 1X&."9. Reci+imos, por consiguiente, el conocimiento de las cosas sensi+les. Por no ser lo sensi+le

inteligi+le en acto, ademMs del entendimiento que formalmente entiende, ha' que admitir en elalma una irtud actia que a+straiga las especies inteligi+les de las imMgenes (2esis 1$X&."%. Por estas especies conocemos directamente los uniersalesY las cosas singulares lasalcanNamos por el sentido, ' tam+in por el entendimiento, por conersión a las imMgenesY peroal conocimiento de las cosas espirituales ascendemos por analogJa (2esis CX&."B. Para comprender qu sea el orden intencional al que a'etano aludJa como lo que seesforNa+a en meter en la ca+eNa de los que filosofan ( n De anima III, cap. %&, ha' queentender, con santo 2omMs, que sentir ' entender no son sino cierto ser ( í&id0&. 3l serintencional, que remedia la finitud entitatia del sueto (De %er0 8u. , artW W, in c.&, seconstitu'e como acto que pertenece al sueto, en la medida en que la no inmersión de la formaen la materia le hace connaturalmente participante de aquella apertura intencional infinita.Por esto, dio Aristóteles que el alma es de algLn modo todas las cosas ' que el

entendimiento en acto es lo entendido en acto. a'etano nota+a que el cognoscente se hacemMs uno con lo conocido que la materia ' la forma en un compuesto, porque la materia nuncaes la forma, pero el cognoscente, en el orden del ser intencional, se hace lo conocido ( n!rimam 8u. 19, artW 1W&. 3ntitatiamente el hom+re cognoscente no se hace uno con los entesdel unierso, pero sJ inteligi+lemente. So+re esto, o+sera SuMreN que cómo pueda ser dichointeligi+lemente no lo entiendo (De Anima, disp. /, 8u. II, nW 9&."!. 4a escisión entre lo entitatio ' lo cognosci+le, entre el ser ' el pensar, desconoce estacaracteriNación ontológica de conocimiento como acto, ' opera la disolución de la realidado+rada por el idealismo. Sólo desde la caracteriNación ontológica del orden intencional contenidaen la metafJsica del espJritu pensante que santo 2omMs ela+ora siguiendo a san AgustJn ' aAristóteles, puede la filosofJa cristiana no sólo resistir, sino superar igorosamente la seducciónde las metafJsicas idealistas.". 3n las tesis no ha' referencia al do+le conocimiento que el hom+re tiene acerca del almahumana el conocimiento uniersal de la naturaleNa del alma ' aquel conocimiento que cadauno tiene de sJ mismo en cuanto que su alma tiene ser en tal indiiduo (De %er0 8u. 1C, artWW, in c.&.

"1




"$. Al conocimiento uniersal se accede despus del conocimiento o+etio de las naturaleNas delas cosas sensi+les. Pero no como si las naturaleNas sensi+les mismas pudiesen ser tomadascomo semeanNa del alma espiritual, sino por cuanto considerando la naturaleNa de la especieinteligi+le a+straJda de las imMgenes, encontramos la naturaleNa del alma que reci+e talesespecies (De /er. 8u 1C, artW W, ad noum&.9C. 3n cuanto al conocimiento singular ' eUistencial por el que cada uno perci+e que tiene alma

' lo que en su alma se o+ra, santo 2omMs afirma que esta percepción se da al estar en acto depensar, porque en cuanto piensa algo perci+e que eUiste (De %er0 8u. 1C, artW 1W, adseptimum&. si nos referimos a un conocimiento ha+itual, hemos de reconocer el alma seconoce a sJ misma por sJ misma, por su misma esencia, sin que se requiera la adquisición de unhM+ito intelectual Para que el alma perci+a que eUiste no se requiere hM+ito alguno, sino que+asta para esto la sola esencia del alma, presente a la mente pues de ella +rotan los actos enlos que ella misma se perci+e actualmente (De %er0 8u. 1C, artW W, in c.&.91. Afirma, pues, Santo 2omMs, la eUistencia de una eUperiencia propia de las realidadesespirituales humanas. 3l principio del conocimiento humano estM en los sentidosY sin em+argo,no es necesario que todo lo que es conocido por el hom+re est sueto al sentido,inmediatamente, por un efecto sensi+leY pues el mismo entendimiento se entiende a sJ mismopor su acto, que no cae +ao los sentidos (De .alo, 8u. B, artW Lnico, ad decimum octaum&.

9. 8ue esta eUperiencia de los actos intelectuales haga posi+le el conocimiento de lasrealidades espirituales lo afirma inequJocamente santo 2omMs Dice AgustJn, en el 4i+ro I: DeTrinitate, que asJ como el alma adquiere el conocimiento de las cosas corporales por lossentidos, asJ adquiere el de las cosas incorpóreas por sJ misma ... por aquella autoridad de sanAgustJn, podemos afirmar que lo que la mente reci+e acerca del conocimiento de lo incorpóreo lopuede conocer por sJ misma. esto es tan erdadero que incluso se dice, por el -ilósofo, en su4i+ro I De anima, que la ciencia so+re el alma es como el principio para conocer las su+stanciasseparadas (S Th 8 8u. , artW 1W, ad primum&.9". 3s este un punto capital por cuanto santo 2omMs afirma tam+in que no podrJamos tener,ni por la raNón ni por la fe, un conocimiento de su+stancias intelectuales (trascendentes almundo sensi+le& si nuestra alma no conociese por sJ misma lo que es el ser intelectual ( C020cap. 9B&. Santo 2omMs menciona incluso el alma misma, por la cual el entendimiento humano

asciende al conocimiento de Dios ( C0 20 cap. "&.99. 3l no reconocimiento de la eUperiencia Jntima del 'o pensante segLn su ser hace posi+le elaciado logicista del 'o trascendental en el criticismo Zantiano, aciado del que se generarJanlas metafJsicas idealistas.9%. Porque esta eUperiencia Jntima es la Qmemoria en acto, memoria en sentido agustiniano dela que se origina la inteligencia, ' por la que la facultad sensi+le de lo singular Qpor continuidadcon la luN del entendimiento agente forma las imMgenes en las que el entendimiento mismocontempla lo singular sensi+le, es tam+in la facultad en la que se generan las Qintentionesinsensatae, es decir, los contenidos de la conciencia que no le son dados en la inmediateN de losensi+le eUterno.9B. Puesto que Santo 2omMs afirma que la misma noción de pretrito a que atiende la memoriaha de ser incluida entre tales Qintentiones insensatae, ha de considerarse en el nLcleo de la

sJntesis de Santo 2omMs la doctrina de San AgustJn so+re la memoria como autoconciencia delespJritu, en la que se realiNa el Qrecuerdo como presencia de lo pasado ' la eUpectación delfuturo como presencia, en la conciencia humana, de lo porenir.9!. 3n la tesis einte de las einticuatro tesis tampoco se alude al capital principio segLn el cuallo singular no repugna que sea entendido en cuanto singular, sino en cuanto material, ' asJ, sialgo es singular e inmaterial, como el entendimiento mismo, no repugna que sea entendido(S.2h.IX 8u. B, artW 1W, ad tertium&. AsJ como se entiende a sJ mismo nuestro entendimientoaun siendo un entendimiento singular, asJ tam+in entiende su acto de entender, que es un actosingular eUistente en el tiempo ' pretrito, presente o futuro (S.2h.IX 8u. !$, artW BW, adsecundum&.9. 3l olido de esta inteligi+ilidad, que no ha de caracteriNarse como su+etia, sino mMs +iencomo Jntima ' personal #sin la que no se darJa, en la ida humana, la amistad ' la relaciónfamiliar, ni en el conocimiento humano las tradiciones comunes, ni la historia, ni la +iografJa, ninada de cuanto constitu'e el entramado de la ida colectia a tras de los tiempos, ni serecordarJa en la ida cristiana a los santos, ni se procederJa a su canoniNación#, distrae nuestraatención del hecho de que santo 2omMs la pensase como de tal modo constituida por la posesión

"




del ser, que afirmase que oler a su esencia no es otra cosa que su+sistir algo en sJ mismo(S.2h.IX 8u. 19, artW W, ad primum&.9$. Desatender a esto es una laguna importante que dearJa sin eUplicar la pertenencia de laintencionalidad cognoscitia al ser del hom+re, que le hace consciente de sJ mismo, ' noatenderJa al arraigo del ser inteligi+le en el ser del hom+re, reci+ido en una forma no inmersa enla materia como es el alma humana.

%C. 3l inters ' alor, no 'a sólo prMctico, sino contemplatio, del conocimiento de lo singularespiritual, en modo alguno o+liga a ponerlo unJocamente en el plano de las erdades esencialesheterogneas con lo que en la realidad es per accidens. Santo 2omMs dice 4as esencias de lascosas no son otra cosa sino las cosas mismas mMs que per accidensY lo que ocurre con las cosasque tienen su forma en la materia, porque en ellas se da algo que es eUtrJnseco a su conceptoesencial (In III De anima, lectio X, nW 9C%&.%1. Porque santo 2omMs afirma tam+in el uniersal en tanto que es inteligi+le en tanto queestM separado de la materia (De /er. 8u , artW W, ad quartum&. 0o podemos poner laeUperiencia de las realidades singulares de la ida humana en el plano de los conocimientosesenciales ' necesarios. 3l misterio consiste en que tiene mMs alor para ser conocido lo quepertenece a la ida personal de los hom+res que las mMs eleadas ' a+stractas proposiciones delas matemMticas o de las ciencias de la naturaleNa.

%. 2oda intencionalidad o+etia se arraiga en la unidad consciente de un iiente en grado deida intelectual. 4a conciencia sensi+le es la raJN de los sentidos eUternos, ' en la presenciaJntima ha+itual de la mente a sJ misma radica la posi+ilidad del entendimiento cognoscitio deo+etos.%". Por esto, santo 2omMs dice que nuestra mente es inteligi+le en acto, ' segLn esto se afirmaque en ella eUiste el entendimiento agente que hace los inteligi+les en acto (De /er. 8u. 1C,artW BW, in c.&. sostiene que nuestra irtud intelectia uNga so+re la erdad no por algunosinteligi+les eUistentes fuera de la mente, sino por la luN del entendimiento agente que hace losinteligi+les (De spirit. creat. artW 1CW, ad octaum&.%9. Ascendiendo en la escala de grados analógicos proporcionales, hemos de afirmar que el actopuro en la lJnea de lo inteligi+le se identifica no sólo realmente, sino en nuestros conceptosontológicos, con el acto su+sistente de ser. Porque no podrJamos entender la infinidad

intencional del entender en acto sino como constituido por la perfección del ser, comunicada aun sueto no inmerso en la materia.Por esto, ascendiendo por el concepto analógico proporcional del acto de entender, hemos dellegar a afirmar que la intelección de la intelección, que afirmó Aristóteles en la ida diina(6etafJsica, li+ro lam+da, 1C!9 ), "!#"&, se constitu'e formalmente por el acto su+sistente deser (3scuela tomista +enedictina de SalN+urgo, . >redt 3lementa...n W !!$, &.%%. 3l acto es de sJ, ' por su naturaleNa, comunicatio de sJ mismo (De Pot. 8u. , artW 1W, inc.&. 3sta tesis no reduce el ser a la acción predicamental, como si sólo la acción predicamentalfuese causatia de un efecto, sino que afirma que toda acción se constitu'e desde la naturaleNacomunicatia del acto de ser.%B. , porque el entender en cuanto tal no es sino un acto de ser, en esta comunicatiidad delacto hemos de entender fundamentada la naturaleNa locutia del entendimiento como tal. 3l

entendimiento tiene un ser eUpresio. 3l entendimiento es, segLn su naturaleNa ' perfección,manifestatio ' locutio (Huan de santo 2omMs urso teológico, disp. ", artW 9W, nW %&.%!. Por esto, santo 2omMs afirma lo entendido como tal es lo que el entendimiento conci+edentro de sJ mismo acerca de lo que entiende (De Pot. 8u. $, artW %W, in c.&. 4o entendido serefiere al entendimiento como algo constituido ' formado por el acto de entender (De spirit.creat. artW $W, ad quintum&. 3l acto mismo por el que el o+eto es formado es el conocimiento,porque el entendimiento, conociendo, forma el o+eto ' formMndolo lo entiende, asJ como si laista, iendo, formase la pared, a la eN erJa ' formarJa el o+eto isto (Huan de santo 2omMsurso teológico, disp. ", artW %W, nW 1"&.%. 3l desconocimiento u olido de esta naturaleNa locutia en el empirismo ' en el racionalismofue causa de que de la reolución copernicana de Vant pudiese salir el resultado que l mismoencontró eUtraKo, el de la limitación fenomnica del conocimiento intelectual humano, ' deóinerme al realismo escolMstico frente al criticismo trascendental Zantiano.%$. A las tesis acerca del entendimiento humano sigue, en las einticuatro tesis, la referida a laoluntad del hom+re sigue al entendimiento, no le precede, la oluntad, que necesariamenteapetece lo que le es presentado como +ien que satisface el apetito plenamente, pero entre los

""




mLltiples +ienes que son propuestos como apeteci+les con un uicio muta+le, elige li+remente.Por consiguiente, la elección sigue al Lltimo uicio prMcticoY pero es la oluntad que causa el quesea el Lltimo uicio (2esis 1X&.BC. Para comprender autnticamente la doctrina de Santo 2omMs acerca del modo en el que laoluntad se sigue del entendimiento, ha' que tener presente que, para l, Qla oluntad noprocede directamente de la inteligencia, sino de la esencia del alma, presupuesta la inteligencia

(De /er. 8u. , artW 1, ad seUtum&.B1. puesto que la aprehensión del ente como +ueno, anterior al acto de la oluntad comooluntad, presupone que conocemos que apetecemos lo que es ' asJ lo aprehendemos como+ueno, ha' que poner el conocimiento por connaturalidad (id. S.2h. IX 8u.1, artW B, ad tertium&por el que sentimos como deseado por la oluntad como naturaleNa como fundante de laaprehensión o+etia ' conceptual de lo +ueno.B. Para comprender la doctrina de santo 2omMs so+re la oluntad, que es esencialmente laapetición del +ien, ha' que atender al +ien como propiedad trascendental del ente. Porque, en laaprehensión del ente como +ueno, o+ra la oluntad como inclinación natural del hom+re de talmanera que el entendimiento, que primeramente aprehende el ente mismo, ' despusaprehende que entiende lo que es, aprehende, en tercer lugar, que apetece lo que esY por loque, primeramente, en nuestro concepto es el ente, en segundo lugar, lo erdadero ', en tercer

lugar, el concepto de +ien (S.2h.IX 8u. 1B, artW 9W, ad secundum&.4a inclinación natural de la oluntad al +ien hace posi+le la facultad electia de locontingentemente apeteci+le lo apeteci+le que se apetece naturalmente es principio 'fundamento de los otros o+etos apeteci+les (De /er. 8u. , artW %W, in c.&. Santo 2omMscompara la apetición natural del fin a la elección de lo que se ordena al fin como el conocimientode los primeros principios eidentes al conocimiento de las conclusiones que de ellos proceden.0uestro maestro, el Padre Orlandis, llama+a superli+ertad a la inclinación de la oluntad al+ien en sJ mismo, lo que resulta coherente con la afirmación de santo 2omMs de que el 3spJrituSanto procede li+remente del Padre, pero no de un modo posi+le, sino necesario (De Pot. 8u.1C, artW W, ad quintum&. 4o que, ciertamente, no reduce la espiración del 3spJritu Santo al nielde un acto electio de algo contingente, lo que serJa negar la diinidad del 3spJritu Santo, perosJ atri+u'e la perfección de la li+ertad al Amor diino, eterno ' esencial, por el que el Padre '

el Gio se aman en su mutuo eterno Don.4a li+ertad como dignidad del ente personal no puede consistir en la facultad de elegir el mal #loque sólo es deficiencia priatia en un acto li+re finito#, ni siquiera en el carMctercontingentemente apeteci+le de lo que es materia de li+re al+edrJo, sino en la perfección de laida en su grado supremo espiritual, por la que el iiente emana dentro de sJ, desde sJ mismo 'por su er+o mental, la inclinación ital por la que se da a sJ mismo. Por esto, santo 2omMs,citando a Atanasio, llama a la tercera Persona espirada por Amor Amor ' aliento iJfico de DiosPadre (De Pot. 8u. 1C, artW 1W, in c.&.B". 3l ente, constituido como tal por su participación en el acto de ser #ente finito ' creado# opor el ser su+sistente que define la esencia de Dios, no sólo es +ueno porque se dice +ueno encuanto que es perfecto (S.2h.IX 8u. %, artW "W, in c.&, sino que ha' que afirmar, no la primacJadel +ien so+re el ente (S.2h.IX 8u. %, artW W&, ni la eUistencia del +ien mMs allM de las esencias,

sino que el ente se conierte con lo +ueno, como afirmó genialmente a'etano (In De ente etessentia, cap. I/, 8u. /& ' reconocer tam+in la primacJa del fin ' del +ien en el orden de lascausas.B9. 3l mal es priatio, ' no tiene consistencia su+stancial, ni es causado sino accidentalmente' deficientemente (S.2h.IX 8u. 9, artW 1WY 8u. 9$, artW 1W ' "W&, ni es causante sino porirtud del +ien (III .>. cap. 11#19&.B%. 4a estructura del ente finito, +ueno participatiamente, constituido por capacidad de actoque participa del acto de ser por el que tiene su perfección, es como el refleo correlatio del+ien infinito de Dios, que o+ra por pura li+eralidad, comunicando a los entes los +ienes que enellos crea, creando simultMneamente #no sólo en sentido cronológico, sino ontológico# sucapacidad para reci+ir los +ienes comunicados por el acto creador. AsJ lo enseKa+a en sumagisterio oral mi maestro Ramón Orlandis.BB. 4a li+ertad de Dios en la reación #' la radical contingencia del ente creado# es una erdadde la filosofJa cristiana para la que santo 2omMs afirma ser moralmente necesario ha+er reci+idola reelación de la 2rinidad. 3ntendemos que Dios no crea por necesidad al creer que todas lascosas fueron creadas por Su /er+oY es decir, que la reación no es anMloga a una causación

"9




eficiente de la naturaleNa, sino a una causación por modo de arte que, 'a segLn Aristóteles, sedefinJa como segLn pala+ra (metalogou&. 3ntendemos que Dios no tiene indigencia alguna delos +ienes que crea porque creemos en la eterna espiración donante del 3spJritu Santo (S.2h.IX8u. ", artW 1W, ad tertium&.B!. Para la comprensión de la li+ertad diina en el acto creador, ' en su go+ierno proidente delunierso, hemos de atender a la suma ' mMUima li+eralidad diinas. O+rar no es otra cosa sino

comunicar aquello por lo que el operante es en acto (De Pot. Dei 8u. , artW 1W, in c.&. Pero atodo agente finito le compete que, incluso en su acción, tienda a adquirir algo para sJ. Pero alprimer agente, que sólo es agente, no le coniene o+rar por la adquisición de algLn fin, sino queintenta sólo comunicar su perfección (S.2h.IX 8u. 99, artW 9W, in c.&. Sólo Dios esmMUimamente li+eral, porque no o+ra por su utilidad, sino sólo por su +ondad (J+id. ad primum&.B. AsJ, el fin o motio del acto creador no puede ser otro sino la misma +ondad diina, no paraser adquirida, sino para ser comunicada. 4a gloria de Dios, para la que el mundo es creado (cfr.DS nW "C%& es la manifestación de Su +ondad. Santo 2omMs asume como tesis capital laafirmación de San AgustJn onocer a Dios aproecha a nosotros, no a Fl ... por lo que eseidente que Dios no +usca Su gloria para SJ mismo, sino para nosotros (S.2h.IIX Sec. 8u. 1",artW 1W, ad primum&.B$. 2odas las actitudes ' posiciones que postulan que pertenece a la naturaleNa humana en

cuanto tal la intuición inmediata de la esencia diina, confunden el conocimiento natural quetenemos de Dios los iadores con aquel a que estamos destinados por ha+er sido li+eralmenteeleados por Dios a la participación de Su misma ida so+renaturalmente, es decir, mMs allMdel horiNonte natural humano. AdemMs, reducen el ser diino al contenido de un conceptohumano interpretado no sólo unJocamente, sino postulando su contenido inteligi+le comoinmediatamente intuidoY esta actitud sólo conclu'e de modo coherente en las posicionespanteJstas que confunden las realidades finitas del unierso con la realidad infinita ' creadora deDios.!C. 8ue Dios eUiste ni lo perci+imos por intuición inmediata, ni lo demostramos a priori, sinociertamente a posteriori, esto es, por las cosas que han sido hechas, argumentando desde losefectos a la causa a sa+er, desde las cosas que se mueen ' no pueden ser principio adecuadode su moimiento, al primer motor inmóilY del proceso de las cosas del mundo por causas

su+ordinadas entre sJ, a la primera causa incausadaY de las cosas corrupti+les que se comportanindiferentemente a ser ' a no ser, al ente a+solutamente necesarioY de las cosas que, segLnperfecciones finitas de ser, de iir ' de entender, mMs o menos son, ien ' entienden, al quees mMUimamente inteligente, mMUimamente iiente, mMUimamente enteY finalmente, del ordendel unierso, al entendimiento separado que ordenó las cosas, las dispuso ' las dirige al fin(2esis X&.0uestro maestro Ramón Orlandis entendJa, de acuerdo con esto, ' profundiNando en estasformulaciones, que las cinco Jas no se mueen eUclusiamente en la lJnea de la causalidadeficiente, sino que encontramos tam+in en ellas, en los grados de perfección, el punto departida para el ascenso a Dios por la Ja del eemplarismo agustiniano ' del neoplatonismocristiano. 2am+in en la lJnea de la causalidad final, a partir de la conciencia de la ordenación al+ien ' apetición de la felicidad de los seres personales, ' en la admiración del orden del unierso

por el que los cielos cantan la gloria de Dios ' el firmamento anuncia la o+ra de sus manos.!1. 4a esencia diina se nos propone +ien al afirmar que estM constituida, en una conceptuaciónmetafJsica, como identificada con la actualidad eercida del Ser mismo, o diciendo que es elmismo Ser su+sistenteY ' por esto mismo, se muestra la raNón de su infinidad en su perfección(2esis "X&.!. Santo 2omMs afirma que Qel nom+re mMUimamente propio de Dios es Q3l que 3s porquepor l no se significa alguna forma, SI0O 34 6IS6O S3R. Si serJa incorrecto negar en Dios laesencia, 'a que lo que ha' que afirmar es que la esencia de Dios es el ser mismo, es contrario alpensamiento de Santo 2omMs ha+lar de la Qaseidad como Qesencia necesaria que, al sero+etiamente posi+le, eUige de sJ misma el eUistir o conce+ir a Dios como si de su esenciaflu'ese su eUistencia (cfr. >redt 3lementa....nW C1&.!". 3sta tesis so+re el constitutio metafJsico de la esencia diina omite oportunamente ladistinción entre un primer concepto en la lJnea entitatia ' un primer concepto en la lJneaoperatia que, en todo caso, se funda en distinciones eUtrJnsecas del Ser diino que a eces handistraJdo de la naturaleNa comunicatia del acto santo 2omMs. Dios es ciertamente Ser

"%




su+sistente, su+sistente entender del entender, ' Amor eterno ' su+sistente, como lo definió elApóstol ' 3angelista Huan, en su arta.!9. Por la misma pureNa de Su Ser, es distinguido Dios de todas las cosas creadas. De aquJ seinfiere, en primer lugar, que el mundo no pudo proceder sino de Dios por creaciónY despus, quela potencia creadora, que esencialmente ' en primer lugar alcanNa al ente en cuanto ente, no escomunica+le, ni milagrosamente, a criatura alguna finitaY finalmente, que ningLn agente creado

influ'e en el ser de cualquier efecto sino ha+iendo reci+ido una moción de la ausa Primera(2esis 9X&.!%. 3n el unierso de los entes creados, todos tienden a Dios como a su fin al tender a suspropias perfecciones, cada cosa tiende a su perfección en cuanto que es una semeanNa de laperfección diina, ' no a la inersa (S.2h.IX 8u. B, artW 1W, ad secundumY S.2h.IX 8u. 9, artW9W, in c.&.!B. 4as criaturas racionales so+repasan en dignidad a todas las otras, por la perfección de sunaturaleNa ' la dignidad de su fin. 3n la perfección de su naturaleNa, porque sólo la criaturaracional tiene dominio de sus actos, actuando li+remente al o+rar ... en la dignidad del fin,porque sólo la criatura intelectual alcanNa con su operación el mismo fin del unierso,conociendo ' amando a Dios (III .>. cap. 111&.!!. Por esto, santo 2omMs afirma que sólo la criatura racional es intentada por sJ misma en el

unierso, ' todas las otras cosas lo son por causa de ella (III .>. cap. 11&, ' entiende que ladiina Proidencia ordena todas las realidades no personales a las personales, que son aquellosentes no ordenados a la utilidad, ni su+ordinados al proecho o conseración de naturaleNasuniersales, sino aliosos ' ama+les por sJ mismos, en su indiidual personalidad.Supuesto que el acto de ser no sólo es lo perfectJsimo de todo, sino aquello que comunicaactualidad ' perfección, incluso a las naturaleNas de las formas, esta suprema dignidad del entepersonal en el unierso no puede eUplicarse como un modo en la lJnea de la su+stanciapredicamental, sino como una participación del acto de ser la dignidad de la persona no sepuede tratar predicamentalmente, sino en el horiNonte de las propiedades trascendentales delente.!. 3n la aspiración natural de la persona finita a todos los +ienes que pertenecen a su ida estMel fundamento del conocimiento de la 4e' natural en el hom+re ' de su carMcter imperatio. 3l

malentendido del formalismo tico Zantiano, por el que se considera eUtrJnsecamenteheterónomo todo sistema moral que ha+le de los +ienes humanos ' de una 4e' moral deorigen diino, estM contradicho ' superado en santo 2omMs 2odo aquello a que el hom+re tieneinclinación natural es aprehendido por su raNón como +ueno ', consiguientemente, como algo aque tiene que tender su o+rarY ', lo contrario a esto, como malo ' de+iendo ser eitadoY ' asJ,segLn el orden de las inclinaciones naturales, es el orden de la 4e' natural (S.2h.IX 8u. $9, artWW, in c.&. 2enemos aquJ un punto de partida de la quinta Ja, correlatio a la comprensión delorden cósmico que nos llea a reconocer a Dios como ordenador ' 4egislador.!$. 3l acto moralmente malo es posi+le por una deficiencia anterior a la elección desordenadade la oluntad, deficiencia que no tiene todaJa sentido de mal 3n las cosas humanas cualquierelección de+e medirse ' regularse segLn la norma de la 4e' diinaY por lo cual, el no uso de estaregla lo hemos de entender como anterior a la oluntad de la elección desordenada ... el hecho

mismo de no atender en acto a esta norma no es mal de culpa ni de penaY la culpa so+reienesólo cuando el hom+re procede, sin la actual consideración de la norma, a la elección moralY asJcomo un artJfice no peca por tener siempre a mano la regla, sino por cuanto no tenindolaprocede a realiNar la o+ra. 4a culpa de la oluntad no estM en atender siempre actualmente a lanorma de la 4e' diina, sino en proceder a elegir sin atender actualmente a ella (De malo 8u.1, artW "W, in c.Y III .>. cap. 1C&.C. 4a estructura del +ien, que santo 2omMs (siguiendo a San AgustJn& entiende constituido en elunierso creado por el modo #el ser ' la eficiencia, la receptiidad ' conmensuración material#,la especie #la esencia ' la forma constitutia de una especie# ' el orden #el dinamismotendencial al fin ' +ien, ' su inclinación difusia de la perfección que posee (S.2h.IX 8u. %, artW%WY De /er. 8u. B, artW %W&, permite considerar, a la luN de esta doctrina, la esencia de la+ienaenturanNa perfecta del hom+re en la ida eterna, superando los malentendidos suscitadospor la polmica entre intelectualismo tomista ' oluntarismo escotista.1. SegLn esta ontologJa agustiniana del +ien, podemos afirmar que la esencia de la supremarealiNación so+renatural del hom+re es la contemplación del +ien diino, es decir, del mismo+ien diino contemplado, que es el o+eto óptimo del entendimiento del hom+re ' su función

"B




contemplatia #Seremos semeantes a Fl, porque le eremos como es (S.2h.IX Secundae, 8u.", artW %W, in c.&. 3ncontramos su modo perfecto en la inmediateN intuitia de la isión de Dioscara a cara #/emos ahora en espeo ' en enigma, pero entonces cara a cara ... conocerplenamente al modo como 'o mismo so' conocido (IX or. 1", 1&. su orden, en la plenituddel amor de caridad, que 'a tenemos los iadores pero que llega a su plenitud al iireternamente en Dios. Pero el orden sigue al modo ' a la especie, ' la escuela dominica

tradicional acerta+a en el fondo en su tesis un amor que eUclu'ese el deseo de unión con Diosen la felicidad contemplatia no constituirJa la operación perfecta constitutia de la felicidad delhom+re.


"!




"NIDAD SE>?N SÍNTESIS

I& Introducci#n

3studiando atentamente los nueos pro+lemas e inestigaciones del progreso contemporMneo,se e mMs claramente cómo la fe ' la raNón tienden, armónicamente, hacia la misma erdad,siguiendo, en esto, las enseKanNas de los Doctores de la Iglesia ', de modo especial, de Santo2omMs de Aquino (oncilio /aticano II, 2ravissimum educationis munus, nW 1C&.4a capacidad sinttica del pensamiento del Doctor Anglico es generalmente reconocida ' seha eUpresado incluso en tJtulos como a s"nth:se thomiste del gran teólogo >arrigou#4agrange', mMs recientemente, en la S"nth:se dogmatique, del teólogo dominico Hean#Ger 0icolas.8ue en la sJntesis doctrinal de Santo 2omMs de Aquino ocupa un lugar decisio el pensamientoaristotlico es tam+in generalmente admitido. 4o que se ha discutido a eces, ' tam+in porautores aliosos, es si la opción por el aristotelismo ino a ser en Santo 2omMs algo asJ como

un propósito de atenerse a la cultura contemporMnea mMs que la decisión de incorporarinstrumentos conceptuales del aristotelismo a la sistematiNación de la doctrina sagrada. Pero sise asumiese, unilateral ' eUclusiamente, aquella posición, segLn la cual Santo 2omMs no ha+rJaintentado otra cosa que la puesta al dJa de su tarea a la pro+lemMtica ' al sistema de opinionescontemporMneos, se podrJa marchar en la dirección de la relatiiNación de cualesquiera de sustesis ' se tenderJa a er en las insistentes prescripciones ' recomendaciones erMrquicas delestudio de Santo 2omMs eUclusiamente una directriN de carMcter pedagógico sin intención nicontenido doctrinal sistemMtico.6i conicción es que ha' que tener presentes hechos como el precepto dado por San Ignacio de4o'ola en las onstituciones de la ompaKJa de HesLs en lógica, filosofJa natural ' real seseguirM la doctrina de Aristóteles de imposi+le interpretación desde aquel relatiismohistoricista. 4eón :III, al confirmar e interpretar autnticamente aquellas onstituciones en sus

4etras Apostólicas 2ravissime 9os ("C de diciem+re de 1$& esta+lece que la doctrina deSanto 2omMs se ha de seguir no sólo en lo teológico, pues, aunque segLn la regla se ha deseguir en filosofJa a Aristóteles, la filosofJa de Santo 2omMs no es otra que la aristotlica, porqueel Anglico interpretó esta filosofJa con mMs competencia que nadie, la enmendó de errores, lahiNo cristiana ' la utiliNó en la eUposición ' indicación de la erdad católica.Ge aducido aquJ estos actos de San Ignacio ' de 4eón :III porque me dan li+ertad de espJritupara afirmar mi conicción de que Santo 2omMs reci+e la doctrina de Aristóteles porque la tienepor racionalmente erdadera, ', precisamente, por cuanto la doctrina sagrada usa de lasautoridades de los filósofos en lo que pudieron conocer la erdad por raNón natural (S. 2h. IX8u. 1X, artW W, ad secundum&. 2ampoco es difJcil encontrar en su o+ra la eUpresión eUplJcita dela intención teológica de su opción aristotlica.Por esto, tengo por legJtimo, doctrinal e históricamente, reconocer la eUistencia, en Santo 2omMsde Aquino, de una filosofJa cristiana, que se menciona en el tJtulo de la 3ncJclica de 4eón :III

Aeterni !atris ' de la que ha+ló tam+in, hace pocos aKos, Huan Pa+lo II en la Fides et ratio.De aquJ que, aunque reafirmando la distinción entre la ciencia sagrada ' el sa+er filosófico, seauna tarea legJtima ' urgente la de tratar de comprender, en su armónica coherencia sinttica, elsistema de pensamiento de Santo 2omMs de Aquino, en el que se coneUionan ' relacionaninsepara+lemente los conocimientos teológicos ' los filosóficos.3n otra ocasión, en un acto de la SI2A +arcelonesa, trat de eUponer algunas lJneas nucleares dela sJntesis filosófica de Santo 2omMs de Aquino. 6e propongo, en esta ponencia, indicar laslJneas ' neUos que nos permiten comprender el pensamiento de Santo 2omMs puesto al sericiode la reinstauración del hom+re en risto, en 8uien constitu'ó Dios la unidad segLn sJntesis dela naturaleNa humana de 8uien ha+Ja de salar al pue+lo de sus pecados con Dios /er+o e Giodel Padre, eniado por Fste, hecho hom+re, para que nosotros fusemos partJcipes de la diinanaturaleNa.

De aquJ que el sistema de enunciados propuestos en este tra+ao se centrarM, principalmente,en aquellos puntos nucleares de la Reelación en la Sagrada 3scritura o en la 2radición que haniluminado ' orientado incluso las tareas de la filosofJa cristiana por ha+er sido nucleares en la

"




tarea secular de la ela+oración de la doctrina sagrada, 'a sea en su ertiente positia, 'a seaen su ertiente especulatia o escolMstica.3ste tra+ao no pretende siquiera es+oNar el traNado arquitectónico del edificio de la doctrinasagrada ' de los instrumentos filosóficos a su sericio que a+arca la o+ra de Santo 2omMs deAquino. Su o+eto es sólo llamar la atención so+re algunos puntos de partida ' algunosmoimientos conceptuales que me parecen mu' orientadores en su tarea ' que ponen de

manifiesto un rasgo caracterJstico de su talante ' actitud como pensador.Santo 2omMs +usca que sus raciocinios ' sus afirmaciones no separen lo que en la realidadcreada por Dios estM unido ' a esto se dirigen sus tesis so+re las estructuras acto#potenciales 'a esto responde tam+in su lenguae de la analogJa segLn proporcionalidad, que configura sucomprensión ontológica de los diersos nieles de perfección en la escala de los seres.3sta misma actitud es tam+in asumida por l en la sagrada 2eologJa ' contri+u'e a que seeiten en ella doctrinas erróneas frecuentemente enfrentadas antitticamente entre sJ ' que,desde opuestos enfoques, impiden pensar el misterio reelado desde la perspectia en que Dioslo ha instituido ' nos lo ha comunicado. Por esto, afirma Santo 2omMs, en muchas ocasiones,que la erdad católica anda por el camino recto entre errores opuestos.3n la historia de la filosofJa hallamos unilateralismos ' monismos estMticos o del deenir, o elmismo conocimiento humano es ealuado como lenguae conceptual postulando eUclusiismos

inmediatistas, o eerciendo tales inmediatismos en opciones antitticas, o +ien empiristas,desintegradoras del conocimiento intelectual, o en ontologismos que, al a+solutiNar comointeligi+les ideas pretendidamente istas, sacrifican la realidad de lo singular ' eUistente a lafingida a+soluta realidad de las ideas. AsJ, en lo dogmMtico, ha ha+ido negaciones de la gracia deDios en nom+re del li+re al+edrJo humano, o negaciones del li+re al+edrJo humano en nom+re dela gracia de Dios, negaciones de la erdadera humanidad de Hesucristo en nom+re de ladiinidad del /er+o encarnado #que asJ no serJa 'a el /er+o encarnado# o negaciones de ladiinidad de risto en nom+re de la naturaleNa humana del 6esJas, que asJ no serJa 'areconocido como el Gio de Dios, encarnado para nuestra salación.Geredero de la tradición dogmMtica frente a los errores herticos, Santo 2omMs de Aquino ienea ser el Doctor encarnacionista por antonomasia. Por esto, he tomado como tJtulo de estacomunicación un Mnon dogmMtico del / oncilio 3cumnico, II de onstantinopla, en el que se

consideran eUcluidos de la fe católica los que no confiesen la unidad segLn sJntesis de Dios/er+o a Su carne, animada con alma racional e intelectual (DS nW 99&. 8uienes siguen laimpiedad de Apolinar ' de 3utiques, +uscando la destrucción de las cosas que entre sJconienen, ha+lan de una unión segLn la confusiónY pero los secuaces de 2eodoro ' de 0estoriose complacen en la diisión ' ponen sólo una unidad de afecto. 4a Santa Iglesia de Dios,rechaNando la perfidia de una ' otra impiedad, confiesa que la unión de Dios /er+o a la arne seha o+rado segLn sJntesis (es decir, segLn com)posición& (DS nW 9%Y citado en S. 2h IIIX, 8u., artW B, in c.&.4a grandeNa especulatia ' la poderosa fuerNa orientadora para la ida humana del pensamientodel Anglico se arraigan en la humildad intelectual por la que sus afirmaciones manifiestan laerdad de una misma esencia dicha de muchos indiiduos singulares eUistentes, de la realidadde la permanencia su+stancial de los entes ' de la realidad de sus cam+ios en diersas lJneas

categoriales, utiliNando el lenguae analógico apto para afirmar los singulares materiales comoentes en los que su forma su+stancial estM sintetiNada (puesta con& su materia indiidualY ',porque en todo deenir, la permanencia de lo cam+iante #sin cu'o reconocimiento no se podrJaafirmar de algo que cam+ie# el pensamiento analógico afirma las com#posiciones decapacidades actias potenciales respecto de sus actos u operaciones.Si el pensamiento de Santo 2omMs ha podido ser elogiado no sólo como receptor delpensamiento erdadero tradicional, sino por su actitud integradora de nueas adquisicioneserdaderas ' por su aptitud para la superación, casi dirJamos anticipatia, de errores queso+reendrJan en pocas posteriores a la su'a, se de+e, radicalmente, a que, por el respetoeercido por el lenguae de la analogJa a todas las dimensiones de la realidad, se li+ró del riesgode asumir una categorJa del ente para hacer desaparecer en ella otras no menos reales queaqulla.3n etapas diersas de la modernidad filosófica, la cantidad a+sor+ió la cualidad e, incluso, anuló,en nuestro pensamiento, la su+stancia materialY la relación ha sido instrumento de olido onegación de los su+sitentes entre sJ relacionadosY la acción ha tendido a ser a+solutiNada hastala insania de olidar el sueto agente ' suponer que, quien no es, es capaN de o+rar en su

"$




autorealiNación, para darse a sJ mismo el ser, desde su propia nada. San AgustJn afirma+a, comola mMs grae idolatrJa, la de creer a Dios como, 8uien no siendo, se da el ser a SJ mismo.3s un signo de nuestro tiempo que lo que San AgustJn suponJa a+surdo en Dios ' en el uniersocreado ha'a enido a ser ho' un concepto hegemónico que destru'e de raJN la Jntegra tarea dela educación humana en la familia ' en la escuela, ' eerce una desintegración anMrquica enmuchas dimensiones de la ida profesional, económica ' polJtica.

*nidad segLn sJntesis, fórmula dogmMtica que nos recuerda el modo cómo Dios o+ró ladispensación redentora, por la que Su Gio, para ser Redentor del hom+re, tuo, en unidadsinttica, la íntegra naturale1a humana de *esucristo puesta con la h"póstasis divina del 'i$o deDios, es tam+in, por lo mismo, como la consigna que nos iene del Doctor Anglico ' que harMposi+le que afirmemos como puestas untamente, ' no separadas ni enfrentadas, la fe ' laraNón, la gracia de risto ' el hom+re por Fl redimido.

II& @En Cristo. todo Dios es :om8re 0 todo el :om8re es Dios@

on estas pala+ras (DS nW "%%&, el Papa San >elasio eUpresa+a con energJa ' claridad luminosala dogmMtica católica frente a las contrapuestas hereJas de 0estorio ' de 3utiques. Intenta+adear +ien claro que HesLs de 0aNaret, el hio de 6arJa, no esta+a simplemente unido al Gio deDios, sino que era el Gio de Dios, que no se ha+Ja puesto en relación con HesLs como con otrol, sino que ha+Ja asumido en unidad de persona la naturaleNa humana, ' asJ se ha+Ja hechohom+re.3ntre los Doctores católicos, Santo 2omMs ocupa un lugar singular en el ha+er asumido,desarrollado ' usado como punto de apo'o orientador de toda la doctrina sagrada lasadquisiciones de la dogmMtica trinitaria ' cristológica ela+oradas en los siete oncilios deOriente.Partiendo del carMcter diiniNante de la 3ncarnación redentora ' de la misión del 3spJritu Santoque, al enir a nuestros coraNones, nos hace hios de Dios, se llegó a formular el dogma

trinitario. Por la economJa se alcanNó el misterio trascendente del Padre, el Gio ' el 3spJrituSanto.2am+in la erdad so+re la dispensación o economJa fue el camino para que se alcanNase laclaridad so+re la unión h'postMtica ' la naturaleNa ' operaciones diinas ' humanas de la Lnicah'póstasis del /er+o enido a nosotros ' hecho en todo semeante a nosotros.Porque sólo Dios podJa restaurar en nosotros la ida diina, tenJamos que eUpresar con claridadla fe en que 8uien nos redime, el 6esJas que nace de 6arJa, es el mismo Gio eterno de Dios. porque Su /enida misericordiosa fue un descenso en el que Dios quiso asumir todo aquello quenosotros somos para, de nueo, elearlo a la participación de lo diino ' a la eN regenerarlo enlo que el pecado ha+Ja desintegrado del linae humano #de modo que la Redención, que noscomunica nueamente lo diino, es tam+in rehumaniNadora, regeneradora de todas lasdimensiones de la ida humana que ha+Ja sido recorridas por la herencia del pecado# nuestra fe

tenJa que creer la integridad ' plenitud de la naturaleNa humana de risto ' la realidad de susoperaciones ' oluntad humana.3n toda la o+ra de Santo 2omMs, pero en especial en la Suma Teológica, culminó, con nosuperada precisión, la eUpresión del misterio de risto en su relación con la o+ra de la redencióndel gnero humano. Ga sido por la humanidad de risto como se nos comunica, de nueo, laplenitud de la diinidad. 3s en cuanto hom+re que Hesucristo es, para los hom+res, el aminohacia Dios.Santo 2omMs es fidelJsimo a la dogmMtica de los oncilios ' de los Doctores, singularmente deSan irilo de AleandrJa. 4o que en el siglo pasado eUpresó el gran teólogo )artolom 6arJa:i+erta como la posesión ontológica integral de la naturaleNa humana por la h'póstasis eternadel Gio de Dios, ha+Ja o+tenido desarrollo perfecto en aquellas pMginas de la Suma0 4anaturaleNa humana indiidual de HesLs es instrumento unido al /er+o diino. 4a oluntad

humana del Gio de Dios es regida ' moida por la oluntad diina salJfica, a cu'os designiossire toda la ida, la 6uerte redentora ' la Resurrección de risto.Ahora +ien, precisamente porque las argumentaciones que parten de la economJa redentoraha+Jan su+ra'ado que el designio redentor tenJa por destinatario el hom+re, una anMloga unidad

9C




segLn sJntesis a la que ha+Ja esta+lecido el / oncilio 3cumnico, ' que Santo 2omMs alega+aen la Suma Teológica, entre el /er+o ' su naturaleNa humana, es pensada siempre en la o+ra deSanto 2omMs tam+in en todas las dimensiones que, en la ida humana, son efecto de lasalación de Dios en la acción de la diina gracia en el alma ' en la oluntad del hom+re dotadade li+re al+edrJo, ' en la iluminación de la mente humana por el mensae de la Reelación que leofrece e inita al conocimiento de la luN diina que ilumina a todo hom+re que iene a este

mundo.

III& La %racia 0 el li8re al8edrío en el 8ien o8rar del :om8re

6e permitirMn que me atrea a formular, con un lenguae salido de mis propias refleUiones, algoasJ como una norma o criterio que me parece su+'ace siempre ' que Santo 2omMs se encuentraen el de+er de afirmar, por fidelidad a la fe o por respeto a la erdad de orden natural la com#posición, la sJntesis de algo en alguna lJnea superior o mMs perfecto con otro elemento de larealidad en cierto sentido inferior, como participatio o receptio de aquello mMs eminente quelo perfecciona, nunca suprime ni minimiNa este elemento participatio ' perfecti+le. Recordemossu lenguae la fe presupone el conocimiento natural, como la gracia presupone la naturaleNa 'la perfección presupone lo perfecti+le.a se entiende que esto' ha+lando de composiciones en las que lo de algLn modo inferior notiene carMcter de la imperfección priatia. 4a priación pertenece a lo que es, en algLn orden,malo, precisamente porque el mal, para Santo 2omMs, no tiene su+sistencia ni consistenciaesencial alguna, ' sólo se da en una su+stancia ' sueto +ueno priado en alguna lJnea de laperfección a que tenderJa por su naturaleNa. 0o ha' error mMs que en un sueto intelectual, nienfermedad mMs que en un iiente, ni pecado mMs que en un sueto personal dotado del +iendel li+re al+edrJo ' ordenado, por su misma naturaleNa, a encontrar su plenitud en la ordenaciónal +ien ' en la participación del mismo.3stamos ha+lando, pues, de la composición o sJntesis de la capacidad de perfección con la

perfección para la que capacita. Ga+lamos de la composición en lo entitatio de la forma con lamateria, de la esencia finita con el acto de ser que la actualiNa, de la facultad operatia con laoperación a que tiende ', en la cima del unierso creado ' eleado por Dios al orden de receptorde la comunicación de la ida diina, ha+lamos de la indiidual humanidad de HesLs, que hemosde poner con la h'póstasis del /er+o que la posee en plenitud, ontológicamente por la uniónh'postMtica.0unca lo superior, para perfeccionar lo inferior en que es reci+ido, anula o minimiNa lo inferior.4a sa+idurJa teológica no ha cortado a nadie las posi+ilidades de su talento metafJsico. 4asantidad nunca ha cortado las alas a la plenitud de una ida humana. Aquellos santos a los quellamamos humanistas deotos no tienen, en lo cultural ' lo personal, inferior alJa a larealiNada en cualquier humanismo. 4a fuerNa espiritual de la mJstica Doctora Santa 2eresa nadiepuede pensar que le quitase algo de su genio tan femenino. 4a poderosa acción de Santa

Huana de Arco no encontró o+stMculo, antes +ien, como es o+io, todo el impulso en la ida desu tensión religiosa. 3n nuestros dJas, el espJritu contemplatio ' deoto de Sor 2eresa dealcuta no le quitó alas para su acción +enfica ' sericial eercida con tanta amplitud 'profundidad entre los mMs po+res de su tiempo. 3n nuestro 6ossn into, su herencia religiosafamiliar ' su ida sacerdotal no podrJa pensar nadie que disminu'esen la fuerNa humana ' lapopularidad profunda de su o+ra literaria.3n un orden de cosas en el que se han dado, en la historia de la Iglesia, las mMs graes 'pertur+adoras hereJas, con la mMUima frecuencia de signo antittico #desde el pelagianismohasta el luteranismo, el calinismo ' el ansenismo# el de la com#posición o sJntesis entre lagracia diina ' el li+re al+edrJo humano, que el pecado original hiere con la inclinación al mal,pero que no anula ' que sigue siendo, aun en el hom+re caJdo, el sueto propio receptor de laeficacia de la gracia que le muee al +ien, ' del que San )ernardo dio sólo la gracia sala, sólo

el li+re al+edrJo es salado, tiene Santo 2omMs, que se ocupó insistente ' diligentemente de lacuestión, un modo de eUpresarse de sencilleN su+lime. 0o o' a entrar, en esta comunicación,en los planteamientos especulatios o históricos que no ca+rJan en muchos congresos. Peroquiero aducir un teUto que, personalmente, encuentro su+lime por su sencilleN ' que esto'

91




conencido que es, en sJ mismo, estimulante a pensar de nueo en temas so+re los que se hapensado durante siglos por los mMs representatios autores en la llamada escolMsticamoderna.PreguntMndose so+re si tendrJa sentido reconocer una causación humana en la diinaProidencia salJfica o en sus efectos, Santo 2omMs no considera Mlidos los planteamientos delos que 7parece que han distinguido entre aquello que viene de la gracia " lo que viene del li&re

al&edrío, como si no pudiese venir lo mismo de lo uno " de lo otro 000 no es distinto lo que proviene de la causa segunda que lo que proviene de la causa primera, pues la divina!rovidencia produce sus e(ectos por las operaciones de las causas segundas7 (S. 2h. IX 8u. ",artW %W, in c.&.

I)& La 7e 0 la ra1#n en el conocimiento de Dios

4a autoridad del Doctor Anglico fue legJtimamente usada contra las tendencias detradicionalismo filosófico o de fideJsmo negadoras de la capacidad natural del hom+re paraalcanNar el conocimiento de Dios, que definió el oncilio /aticano I (DS nW "C9 ' "B&. 3n lahistoria del pensamiento cristiano eerció un papel mu' releante ' decisio en elreconocimiento de la distinción entre un do+le orden de conocimientos humanos acerca de Dios', consecuentemente, tam+in en la necesidad ' legitimidad de que la doctrina sagradaasumiese como instrumentos su'os conceptos de orden racional. 3n sus afirmaciones seeUpresan tales asertos en el conteUto de los mMs capitales principios de la salación del hom+repor la gracia de risto ' de las relaciones entre la gracia diiniNante ' la humanidad redimida,eleada ' sanada por ella7a (e presupone el conocimiento natural como la gracia presupone la naturale1a " como la

per(ección presupone lo per(ecti&le7 (S. 2h. IX 8u. , artW W, ad primum&. 3s decir, el hom+reracionalmente capaN de conocer a Dios por sus fuerNas naturales es el sueto apto#o+ediencialmente capaN# de reci+ir la Pala+ra en la que Dios nos reela Su propio misterio

trascendente ' so+renatural. 4a relación de perfecti+le a perfectio esta+lecida entre lanaturaleNa humana ' el orden de la gracia ' de la Reelación so+renatural es insistentementeafirmada por Santo 2omMs en formulaciones reconocidas como de precisión insupera+le7!orque la gracia no quita la naturale1a, sino que la per(ecciona, es necesario que la ra1ónnatural sirva a la (e, así como la natural inclinación de la voluntad sigue a la caridad 000 de aquíque la doctrina sagrada usa incluso de las autoridades de los (ilóso(os en aquello que pudieron,

por ra1ón natural, conocer la verdad7 (S. 2h. IX 8u. 1X, artW W, ad secundum&.Pero si no encontramos en l contaminación alguna de fideJsmo o de tradicionalismo filosófico,tampoco su posición equili+rada ' erdadera podrJa merecer ser denunciada como semi#pelagianismo filosófico #segLn la acusación que formula+a /entura de Raurica contra losadersarios de aquellas corrientes.Se deformarJa la autoridad de Santo 2omMs si se olidase que, segLn l, 7la ra1ón natural es, en

las cosas divinas, de(iciente7 (IX .>. cap. &, por lo que 7el lina$e humano, si no tuviese másque el camino de la sola ra1ón para conocer a Dios, permanecería en má3imas tinie&las deignorancia7 (IX .>. cap. 9&.4a enseKanNa de Santo 2omMs es mu' precisa en la formulación de los puntos en que semanifestarJa dicha deficiencia 7es necesario que tal verdad (uese propuesta a los hom&res paraser creída para que tuviesen un conocimiento más verdadero de Dios0 !ues sólo entoncesconocemos verdaderamente a Dios, cuando creemos que ;l es superior a todo aquello queacerca de Dios puede ser pensado por el hom&re 000 así, pues, por cuanto se proponen alhom&re so&re Dios algunas cosas que e3ceden la ra1ón humana, se con(irma en el hom&re laopinión de que Dios sea algo superior a lo que +l pueda pensar7 (IX .>. cap. %&.Al caracteriNar como opinión el pensamiento humano so+re la trascendencia diina dean, por lomenos, a+ierta la cuestión de si la raNón humana, en el presente estado del hom+re #en el que

la herencia del pecado original le daKa en lo mismo que le es natural# podrJa alcanNar a conce+ira Dios como trascendente al unierso ' reador ' SeKor del mismo.Parece claro, por lo menos, que, para Santo 2omMs, serJa difJcil al hom+re, sin la fe, llegar a laafirmación de Dios trascendente que hiciese posi+le a+rirse a un horiNonte so+renatural.

9




Signo del hundimiento del pensamiento occidental en la inmanentiNación del conocimientohumano so+re Dios fue la hegemonJa de la que Vant llamó prue+a ontológica cartesiana ' laconsecuente interpretación racionalista de la prue+a de San Anselmo en los primeros capJtulosde su !roslogion. 4lamarM la atención eficaNmente so+re tales malentendidos el recuerdo de queSan Anselmo de anter+ur', en el propio !roslogion, en sus capJtulos 1% ' 1B escri+ió7Así, pues, <oh, Se/or=, T5 eres más grande que todo lo que se pueda pensar6 más a5n, eres

demasiado grande para que nuestro d+&il pensamiento pueda conce&irte000 Se/or, la lu1 en queha&itas es, en verdad, inaccesi&le, porque nadie más que T5 penetra su pro(undidad paracontemplarse claramente en ella7 0Podemos pensar en esto la raNón teológica de la opción filosófica aristotlica. 2engamospresentes las pala+ras de San Hustino, el -ilósofo7Da&a alas a mi mente la contemplación de la deas6 " pensa&a llegar a ser prontamente sa&io", en mi estolide1, ha&ía llegado a la esperan1a de ver inmediatamente a Dios0 !ues +ste es el(in de la (iloso(ía de !latón7 (DiMlogo con el udJo 2rifón, 6> ol. /I, cap. , 9!Y 1C9&0Santo 2omMs afirmó reiteradamente que 7Agustín siguió a !latón cuanto lo comporta la (ecatólica70 2am+in hallamos en l argumentaciones a+solutamente precisas so+re laincompati+ilidad del platonismo propiamente dicho con la fe cristiana ', por cierto, no porquepretenda hallar en Platón tesis herticas so+re los contenidos reelados, sino por la radical

heterogeneidad del nLcleo de la filosofJa platónica con la comprensión metafJsica realista delunierso que se presupone ' se contiene en la totalidad del relato +J+lico.7Agustín, que ha&ía sido im&uído con las doctrinas de los platónicos, tomó de ellos lo que cre"óque podía ser acomodado a la (e6 pero lo que halló contrario a nuestra (e lo trans(ormó enme$or0 A(irmó !latón que las (ormas de las cosas su&sisten por sí mismas separadas de lamateria, a las que llama&a deas, por cu"a participación a(irma&a que nuestro entendimientoconocía todas las cosas, " que así como la materia corporal viene a ser piedra por participaciónde la dea de piedra, así nuestro entendimiento conocía la piedra por participación de aquellamisma dea077!ero, porque parece que es a$eno a la (e que las (ormas de las cosas su&sistan (uera de lascosas mismas sin materia, como a(irma&an los platónicos, diciendo que la vida por sí " lasa&iduría por sí eran ciertas su&stancias creadoras, de aquí que Agustín, en el i&ro >?, en la

cuestión @, a(irmó, en lugar de las deas, que e3isten en la mente divina las ra1ones de todaslas criaturas, seg5n las que Dios las crea " seg5n las que tam&i+n el alma humana conoce todaslas cosas7 (S. 2h. IX, 8u. 9, artW %W, in c.&03n este teUto encontramos una decisia encruciada por la que Santo 2omMs emprende sucamino aristotlico para la afirmación de todo el orden de las cosas concretas ' eUistentes eneste unierso material del que formamos parte los hom+res, creados por Dios del +arro de latierra. PodrJamos, tal eN, pensar que la suaidad de la eUpresión parece contrario a la fe,referida a la concepción filosófica que pone las esencias de las cosas fuera de las cosas cu'aesencia son, es algo asJ como una respetuosa cortesJa para el gran Doctor AgustJn. 3simportante refleUionar so+re esto no ha+rJa que esperar que se definiese dogmMticamentecomo contenido del misterio reelado la eUistencia del mundo material ' de sus regiones 'grados de ser, la eUistencia de los egetales, de los animales ' de los hom+resY por lo mismo,

parece que no nos moerJamos en el campo de un error hertico al negarlo o ponerlo en duda.Pero es no menos o+io que, sin una afirmación de erdadera realidad referida a los hom+rescomo personas, entes singulares indiiduados por la materia, cada uno de los cuales es de estacarne ' de estos huesos, carecerJa de sentido toda la narración +J+lica so+re la historia de loshom+res, la ocación de los Patriarcas, la historia de Israel ', desde luego, el anuncio de que eleterno 4ogos de Dios se hiNo hom+re ' ha+itó entre nosotros ' nuestras manos pudieron palparel /er+o de la ida.3n nuestro tiempo, despus de eUperimentar la ruina de la fe #a partir de la Fenomenología del#spíritu de Gegel# desde lecturas de la Sagrada 3scritura con instrumentos hermenuticos+asados en presupuestos filosóficos que han deado de lado lo eUistente, o que han negado laesencia de las cosas, o la han escindido de las cosas eUistentes, o han traducido toda la historia+J+lica a desenolimientos conceptuales de filosofJas idealistas, podemos comprender el aciertofilosófico ' teológico de Santo 2omMs de Aquino ' su sericio a la fe ' a la ida cristiana en laela+oración de su doctrina sagrada, ' la raNón profunda de las recomendaciones del 6agisterioeclesiMstico ' de sus adertencias de que el apartarse de Santo 2omMs, principalmente en las

9"




cuestiones metafJsicas, no se harM nunca sin grae detrimento ' tam+in es a+solutamentefalso que sea concilia+le la fe con cualquier filosofJa.4a ela+oración del pensamiento cristiano con el instrumento de lo que Aristóteles, por raNónnatural, pudo conocer de la erdad de lo que es ', determinadamente, del modo de ser de lossuetos puestos de+ao (ta h"poBeimena& de las formas que los constitu'en en lo que sonY elh'lemorfismo aplicado a la unidad del hom+re, afirmando que el alma intelectia constitu'e, al

modo de forma, el indiiduo su+sistente humano, singulariNado por la materia cuantitatiamenteconmensurada, es condición de posi+ilidad de la inserción en la doctrina sagrada de todo el temaso+re el hom+re, al que Dios hiNo hom+re ' muer ' dispuso que fuesen una sola carne,iiesen una ida humana ' fuesen principio uno de generación de iientes humanos.Pensemos que Santo 2omMs llega a afirmar que el Mngel es mMs a imagen de Dios que el hom+repor su naturaleNa puramente espiritual, pero que, en otra dimensión, es mMs el hom+re aimagen de Dios que el Mngel por cuanto 7el hom&re nace del hom&re, como Dios nace de Dios7(S. 2h. IX 8u. $", artW "W, in c.&.Pero si Santo 2omMs no estuo, en modo alguno, contaminado de tendencias tradicionalistas ofideJstas, tampoco estuo, como he dicho, tentado de cualquier semi#pelagianismo que seapo'ase en un infundado optimismo racionalista. 3sta+a tan fundadamente conencido, comoteólogo, de la deficiencia (IW .>. cap. & de nuestro conocimiento racional acerca de Dios, al

que se ordena la consideración de casi toda la filosofJa, que sostiene que el gnero humanopermanecerJa, si sólo dispusiese del camino racional para conocer a Dios, en mMUimas tinie+lasde ignorancia (IW .>. cap. 9&. Por otra parte, afirma, como hemos isto, la necesidad de la fepara un conocimiento mMs erdadero de la trascendencia de Dios so+re lo que es posi+le alhom+re pensar (IW .>. cap. %&.

)& El conocimiento del misterio trinitario 0 su do8le necesidad

7#l conocimiento de las personas divinas (ue necesaria para nosotros do&lemente0 De un modo,

para sentir rectamente de la creación de las cosas0 !ues, por cuanto decimos que Dios hi1otodas las cosas por Su %er&o, se e3clu"e el error de los que a(irman que Dios produ$o las cosas

por necesidad de naturale1a0 , en cuanto a(irmamos en +l la procesión del Amor, se pone demani(iesto que Dios no produ$o las criaturas por alguna indigencia, ni por causa algunae3trínseca, sino por el amor de su &ondad, por lo que .ois+s, despu+s de decir en 2+nesis , 7#n el principio creó Dios el cielo " la tierra7, a/ade4 7Di$o Dios4 7'ágase la lu1, paramani(estación del %er&o divino76 " despu+s di$o4 7%io Dios que la lu1 era &uena, para poner demani(iesto la prue&a del divino amor7, " seme$antemente en todas las otras o&ras707De otro modo, " más principalmente, el conocimiento de las divinas personas nos (ue necesario

para sentir rectamente so&re la salvación del g+nero humano, que se per(ecciona por el 'i$oencarnado " por el Don del #spíritu7 (S. 2h. IX, 8u. ", artW 1W, ad tertium&.Ga' que reconocer que Santo 2omMs, para quien la necesidad del conocimiento de la 2rinidad

para el conocimiento de la salación humana lo es de un modo mMs principal que para elconocimiento recto de la reación, no nos da ma'ores precisiones. Si entendisemos que ladefinición del /aticano I o+liga a reconocer como perteneciente a la capacidad natural delhom+re el conocimiento de Dios en cuanto reador li+re del unierso, tendrJamos que calificaraquella necesidad tal eN de no a+soluta, sino moral. 3s sta una cuestión importantJsima, perono es el o+eto directo de esta ponencia. )asta para su contenido e intención dear sentada laafirmación de Santo 2omMs que ciertamente eUige, para comprender su sJntesis, atender almisterio trinitario para comprender la diina li+ertad de al+edrJo en el acto creador ' su gratuitali+eralidad, por la que el Amor diino, en su reación ' en su Proidencia, no +usca para sJ los+ienes del unierso, sino que su Amor es el que infunde ' crea la +ondad en las cosas.

)I& Para leer a Santo Tomás. un conse;o de >arri%ouLa%ran%e

99




4a eUperiencia de la esteriliNación de todo estudio que descuide el retorno a las fuentes de unadoctrina aludida por PJo :II en la 3ncJclica 'umani generis podrJa tam+in darse aquJ si elmisterio ante el que nos hallamos nos llea a la perpleidad ' al planteamiento desconcertadoso+re la presencia de la filosofJa en la teologJa. 3l peligro simultMneo de desdeKar los teUtosreelados como si fuesen adornos accidentales, o de pretender leer los teUtos filosóficos como sino fuesen aquJ instrumento de doctrina sagrada, o no lo pudiesen ser en su sentido de erdades

filosóficas, hace oportuno atender a unas pala+ras del gran teólogo dominico Reginald >arrigou#4a >range en !er(ection chretienne et contemplation (4i+ro I, cap. & que mi maestro RamónOrlandis creJa aplica+le, proporcionalmente, en la comprensión ' eUplicación de las enseKanNasespirituales de San Ignacio en sus #$ercicios47.uchos ingenios )escri&ió 2arrigou) se asom&ran de que se &usquen en Santo Tomás los

principios de la teología mística 000 este $uicio so&re el gran Doctor proviene de una maneraenteramente material de leer su o&ra0 Tenemos gran tendencia a materiali1arlo todo4 ladoctrina, la piedad, las reglas de conducta, la acción 000 ha" tendencia a materiali1ar lasdoctrinas más altas, es decir, a tender a los elementos materiales que se adaptan más a nuestrogusto " a perder de vista el espíritu, que es el constitutivo (ormal del alma, del cuerpodoctrinal 000 cuando se sigue este camino, su prete3to de apo"arse en lo tangi&le,mecánicamente preciso, indiscuti&lemente cierto aun para los incr+dulos, " se llega a e3plicar lo

superior por lo in(erior4 el alma por el cuerpo, la vida de la gracia por la naturale1a, las doctrinasteológicas por las doctrinas (ilosó(icas que se han asimilado707Aun con sincero deseo de instruirse, se puede leer a Santo Tomás desde este punto de vista ",como en su doctrina teológica los elementos materiales o (ilosó(icos que intenta su&ordinar a laidea de Dios, autor de la gracia, son en e3tremo numerosos, si la atención se detienee3cesivamente en estos elementos in(eriores accesi&les a la ra1ón, en ve1 de elevarse a la cimade la síntesis, se hallará oposición real entre su doctrina " la de los grandes místicos707Se da, pues, una (orma poco natural " anti)mística de leer " comentar la doctrina de SantoTomás 000 a la manera que es cosa mu" (ácil (alsear un instrumento de precisión " es mu" di(ícilrepararlo, así nada más (ácil que (alsear la doctrina del Santo0 Easta recalcar lo que tiene desecundario " material, " e3poner de (orma vulgar " sin relieve lo que en ella ha" de (ormal "

principal6 de esta suerte se pierden de vista las cum&res luminosas que de&en iluminar todo lo

demás70

)II& El $ensamiento racional al ser/icio de la Re/elaci#n

4a utiliNación de erdades filosóficas en la argumentación de la doctrina sagrada, que Santo2omMs afirma con tanta decisión ' claridad, es realiNada por l constantemente. 0o para realiNaren esta ponencia siquiera en es+oNo, un desarrollo que a+arque el entero edificio de su doctrinasagrada, sino para llamar la atención so+re algunas corrientes de su pensamiento en las que lafilosofJa contri+u'e mu' decisiamente a la ela+oración del raciocinio teológico o en las que la

Reelación misma orienta e impulsa adquisiciones racionales que no hu+ieran podido serrealiNadas en otro conteUto, formularemos algunas proposiciones. Su numeración de+e sóloserir para facilitar las referencias, pero no pretende, en este caso, indicar un encadenamientosistemMtico, que no es el o+etio de este tra+ao.SerM oportuno recordar las pala+ras de PJo :II 4o conocido con certeNa por la filosofJa antigua' por la cristiana ... no ha sido eUpuesto por ningLn otro Doctor de un modo tan lLcido, tan claro' perfecto ... ni ninguno lo ha sintetiNado en un edificio tan sólido como Santo 2omMs de Aquino(Discurso a la *niersidad >regoriana, de 1! de ulio de 1$%"Y AAS nW 9%, 1$%", pp. B9#BB&.1. o so' 8uien so'. 4as pala+ras dichas a 6oiss por ah, referidas en FUodo ", 19 (oso' 8uien so'& siren de apo'o, en el sed contra, a la afirmación de la eUistencia de Dios en S.2h. IX, 8u. , artW "WY ' tam+in para pro+ar que el nom+re mMs propio de Dios es 3l que eses, de nueo, aportado el teUto de 6oiss. 2enemos, pues, un punto de partida misterioso,

trascendente ' am+ientado en el llamamiento a confiar en la economJa proidencial de ah enel punto de partida de lo que serJa, en la escolMstica, la cuestión de la esencia metafJsica deDios.

9%




4as discusiones modernas so+re el sentido de este teUto no inalidan lo afirmado en elatecismo (nW 1"&7a revelación del nom&re ine(a&le, 7o so" #l que so"7, contiene esta verdad4 sólo Dios #S0 atraducción de los setenta ", seguidamente, la Tradición de la glesia "a vieron este sentido alnom&re divino4 Dios es la plenitud del Ser, de toda per(ección0 #n cam&io, todas las criaturashan reci&ido de ;l todo lo que son " todo lo que tienen, sólo Dios es Su propio ser, " ;l es, por

Sí mismo, todo lo que es7 .3n la tradición tomista, la interpretación dada por Santo 2omMs en S. 2h. IX, 8u. ", artW 9W,iene a culminar en el luminoso comentario de Domingo )MKeN7Aunque el mismo 7ser7, reci&ido en una esencia compuesta de sus principios esenciales, seaespeci(icado por ellos, sin em&argo, por ser especi(icado, no reci&e per(ección alguna, sino quemás &ien es deprimido, " desciende a ser, de alg5n modo, por cuanto ser hom&re o ser ángel noes per(ección a&soluta0 esto es lo que, (recuentísimamente, clama Tomás, " que lo tomistas no quieren oír4 que el7ser7 es la cualidad de toda (orma o naturale1a, " que no se halla en cosa alguna comoreceptivo " per(ecti&le, sino como reci&ido " como per(iciente de aquello en lo que es reci&ido6sin em&argo, el ser mismo, en cuanto que es reci&ido, es deprimido ", por decirlo así,imper(eccionado7

. 4a caracteriNación del ser como acto permite a Santo 2omMs, asumiendo la doctrina de laescala de perfección de los seres reci+ida del Pseudo Dionisio Areopagita afirmar la pertenenciaa la perfección del acto su+sistente de ser de las perfecciones del iir ' del entender7Aunque, si lo consideramos en su propio concepto, el ser es más per(ecto que la vida, " lamisma vida más per(ecta que la sa&iduría, sin em&argo, el viviente es más per(ecto que el quesólo es ente, porque el viviente tam&i+n es ente, " el sapiente es ente " viviente0 Así, pues,aunque ente no inclu"a en sí viviente " sapiente, porque no es necesario que todo lo que

participa del ser lo participe seg5n todo el modo del ser, sin em&argo, el Ser mismo de Diosinclu"e en Sí la vida " la sa&iduría, porque ninguna de las per(ecciones del ser puede (altar en elque es el Ser mismo su&sistente7 (S. 2h. IX, 8u. 1, artW W, ad tertium&.4a doctrina de Santo 2omMs so+re el acto de ser como lo perfectJsimo de todo ' lo constitutiode la actualidad de toda forma, ' lo determinante de la escala ascendente de las perfecciones en

las distintas regiones del ser, escapa de los uniocismos genricos que sumergirJan en lohoriNontal de la inmanencia las perfecciones del ser, del iir ' del conocer. 4a mMs profundamanera de caracteriNar la ida es desde la actualidad del acto de ser, ' la mMs perfecta 'profunda comprensión de todo el orden del conocer se da, precisamente, desde la afirmación deque el conocer es el iir propio de los entes que participan del ser de un modo mMs perfectoque los no iientes.3n la comprensión de la Pala+ra reelada o so' 8uien so' alcanNamos, asJ, a entreer ' aafirmar en el misterio de Dios la plenitud de ida del que ie por los siglos de los siglos, 'tam+in comprendemos que el propio Aristóteles caracteriNase como ida eterna ' diina laactualidad pura de la intelección que se entiende a sJ misma.". 6i coraNón ' mi carne eUultaron en el Dios io (Salmo ", "&. 4as ferientes pala+ras delsalmista son alegadas por Santo 2omMs como argumento para demostrar que Dios es iiente.

Demostrada antes la inmuta+ilidad diina con argumentación aristotlica# +asada en que todo lomuta+le es compuesto ' se da en lo que se muee composición de potencia ' acto,argumentación que se su+sume +ao la autoridad del Profeta 6alaquJas ", B o so' Dios ' nocam+io# las o+eciones que dificultan la afirmación so+re la ida diina se apo'an en aquellainmuta+ilidad. 4os iientes se mueen a sJ mismos ' a Dios no le compete el moimiento,luego tampoco le compete el iir. 4a respuesta de Santo 2omMs es7'a" un do&le g+nero de acciones, las que permanecen en el agente " aquellas por la que +stee$erce su acción en otro0 as acciones transe5nte son per(ección de lo movido, pero las que

permanecen en el operante son acto del operante0 #l t+rmino de movimiento se les aplica en elsentido diverso " análogo0 as acciones inmanentes en el operante no son propias de lo quee3iste en potencia, sino de lo que e3iste en acto7 0Acciones como el entender pertenecen al ser del que entiende ', en Dios, hemos de afirmar queson constituidas por el ser mismo de Dios. Por esto, Dios, por lo mismo que es ser su+sistente,es idnticamente su iir ' su entender ' amar.Si nos quedMsemos en la aceptación de la o+eción que el propio Santo 2omMs se planteaignorarJamos que la quietud fJsica es una determinación del ente móil ' el moimiento en l

9B




siempre un acto de lo potencial que adquiere el acto. 4a permanencia del acto en cuanto tal estotalmente heterognea con la quietud fJsica. Si olidMramos esto, confundirJamos todaperseerancia en una conicción con la fiación de una idea o+etia ' la persistencia en elpropósito casi como una inercia enfermiNa.9. Porque Dios es iiente en plenitud infinita es eterno. Por ser Dios entender su+sistenteidntico con su acto de ser, no podemos poner en l transcurso sucesio donde la acción es el

agente mismo, es necesario que todo permaneNca simultMneamente.7!or ello la vida divina no es sucesiva, sino totalmente simultánea, porque su ser mismo in(initoes vivir " o&rar per(ecto7 (IX .>. cap. $$&. De esta eternidad de la ida diina es de la queestamos llamados a participar en la +ienaenturanNa perfecta los Mngeles ' los hom+res.%. Sed perfectos como uestro Padre celestial es perfecto (6at. %, 9&. )ueno es el SeKorpara los que esperan en l, para el alma que le +usca (S. 2h. IX, 8u. 9, artW 1W ' 8u. B, artW1W&. Si, etimológicamente, perfección sugiere aca+amiento de algo realiNado, lo perfecto encuanto tal nom+ra la plenitud de la actualidad ' del ser. Porque Dios es 3l que es, esomniperfecto e infinitamente perfecto. 4o +ueno es lo perfecto ' lo atri+uimos a todo ente comouna propiedad trascendental, en cuanto que tiene ser participa, de algLn modo, de perfección.4a trascendentalidad del +ien es, en Santo 2omMs, tam+in la remoción de cualquier hipótesiserrónea ' perersa que atri+u'a un carMcter a+soluto, su+sistente ' esencial a lo malo en cuanto

tal. 3l mal no es principio, ni su+stancia, el mal es priatio. 3n los entes compuestos ' finitos sepuede dar como accidentalmente causado, como se da la enfermedad como priación de salud,o la pecaminosidad como deficiencia en la ordenación de los actos de los suetos li+res creados asu propio +ien ' al +ien del unierso.B. Pero si +ueno es lo perfecto, como deseado en cuanto que todas las cosas apetecen superfección, con anterioridad fundante el +ien primero ' frontal ha de ser definido como difusiode sJ mismo. 0uestro maestro Ramón Orlandis mostra+a que lo que fundamenta ' orienta eimpulsa con su atractio de fin Lltimo a toda potencia a participar de su acto, a todo entepersonal a +uscar su felicidad, a toda operación a intentar realiNar la perfección de lo o+rado, atodo sueto cognoscente al conocimiento de la erdad, que es el +ien del sueto cognoscente, esla comunica+ilidad ' participa+ilidad eemplar ' final de 8uien es acto puro e infinito. AsJ la+ondad de Dios, que no o+ra por indigencia ni necesidad alguna, sino sólo intenta comunicar

participatiamente a las criaturas su propio +ien es el motio de la creación ' el fin del unierso.San AgustJn nota+a que Dios no +usca su gloria para SJ mismo, sino para nosotros, a quienesaproecha conocerle ' amarle.!. Pero errarJa el pensamiento humano que postulase la necesidad de esta comunicación, comosi fuese una eUigencia ontológica de la +ondad diina. Gemos isto que Santo 2omMs se refiereal eterno Don, que es el Dios dado, la tercera persona de la 2rinidad, el 3spJritu Santo comoAmor personal eterno, como Aquel cu'o conocimiento por la fe nos li+ra del error emanatista deun descenso escalonado ' necesario a partir del +ien primero.3n la espiración eterna del Amor personal se nos reela el sentido pleno de la afirmación +J+licade que Dios es Amor.. 3n el principio era el /er+o ... en Fl esta+a la /ida, ' la /ida era la 4uN de los hom+res (Ioh.1, 1&. 4a reelación cristiana tiene, a la eN, su punto de partida ' su culminación al

comunicarnos HesLs, el risto, el 3niado de Dios Padre, que o ' el Padre somos una mismacosa. de 8uien ha+la asJ de SJ mismo afirma el 3angelista 3n el principio era la Pala+ra, 'la Pala+ra era unto a Dios, ' la Pala+ra era Dios. la Pala+ra se hiNo carne ' ha+itó entrenosotros, ' imos su gloria, gloria cual la del *nignito del Padre, lleno de gracia ' de erdad.0acido del Padre antes que todos los siglos. De 8uien ha+la asJ el 3angelio profesamos creerque es /ida eterna, de la misma naturaleNa que el Padre, nacido del Padre.San AgustJn afirmó que por lo mismo le llamamos /er+o que Gio. Su+sumiendo a la Pala+rareelada la refleUión so+re la ida Jntima del espJritu humano, que San AgustJn entendió serimagen de la diina 2rinidad, se llegó, por Huan de Santo 2omMs, a poner en claro como unpresupuesto filosófico de la teologJa trinitaria, la naturaleNa locutia de la ida de la inteligencia.3squemas inadecuados ' apo'ados en argumentaciones accidentales ' que no alcanNan acontemplar la naturaleNa del espJritu en su ser ' en su ida Jntima, contraponen de tal modo elerdadero conocimiento que se reduce la inmediateN intuitia al lenguae mental, que todo elorden del uNgar por conceptos queda radicalmente descalificado como falto de referencia ia ala realidad. 3s o+io que, si conci+isemos como Mlidas las o+eciones que se apo'an en talesperspectias, no ha+rJa mMs de qu ha+lar. 2odo aquello de que se ha+la o escri+e es, por

9!




definición, inconeUo con lo real o eUistente. 4a aciedad de un lenguae acJo serJa la propia dellenguae, ' no ha+rJa que esperar nunca de la pala+ra humana una referencia significatia por laque pudiese ser en erdad eUpresia de la erdad de las cosas que son ' de la erdad del ser odel de+er ser de la ida humana. 2am+in toda normatiidad tica o urJdica, por mMs que sequisiese eUpresar con claridad ' coherencia, podrJa tener nada que decir, ni para el conocimientode la realidad ni para el de+er ser de la acción humana.

8ue el conocimiento intelectual es, por su esencia, locutio ' el lenguae en que se enuncia ellugar propio de la erdad como lo manifestatio ' declaratio de lo que es, es algo induda+le einequJocamente afirmado por Santo 2omMs de Aquino. Recordemos, por eemplo, algunoslugares, tal eN demasiado poco atendidos lo entendido, en quien entiende, es la intentiointellecta ' el er+um. 4o entendido, o la realidad entendida, se comporta como algoconstituido ' formado por la actiidad del entendimiento, 'a sea el concepto o la enunciación. Huan de Santo 2omMs, al esta+lecer en su curso teológico los presupuestos filosóficos de lageneración del /er+o, escri+ió7#l acto por el que el o&$eto es (ormado es la intelección6 porque el entendimiento, entendiendo,(orma su o&$eto, " (ormándolo lo entiende, porque, simultáneamente, al entender, (orma elo&$eto, " es el o&$eto (ormado " entendido, como si la vista, viendo, (ormase lo que ve, a la ve1vería " (ormaría el o&$eto visto7 (urso teológico, disp. ", artW %W, nW 1"&.

3ste eUtraordinario teUto, autntica ' fiel eUposición del concepto que Santo 2omMs tiene delconocimiento intelectual, hace posi+le una reisión radical del sentido de lo que Vant llamareolución copernicana ' de la gnesis del idealismo trascendental. 2iene, por lo mismo, unaimportancia decisia en el plano de la fundamentación ontológica del conocimiento. A nosotros,ahora, nos interesa constatar la continuidad con que esta metafJsica del entendimiento esintegrada por Santo 2omMs en la comprensión teológica del nacimiento eterno del /er+o de Dios,de la misma naturaleNa de Dios que lo genera. esta comprensión de la esencia del conocimiento, en el que quien entiende emana de sJ lapala+ra con la que ha+la de lo que entiende, como emana el acto del acto, como el esplendor dela luN, ' como la raNón entendida del entendimiento en acto, la asume Santo 2omMs en lacomprensión del misterio de la eterna generación del /er+o, es o+io por cuanto afirma que7#s necesario que Dios e3ista en Sí mismo como lo entendido en el que entiende0 !ero lo

entendido en el que entiende es la 7intentio7 entendida " la pala&ra0 Así, pues, en Dios, que seentiende a Sí mismo, es el %er&o de Dios como el Dios entendido0 !or esto se dice, en oh0 , 7la!ala&ra era $unto a Dios7 (I/ .>. cap. 11&.$. Gagamos al hom+re a nuestra imagen ' semeanNa. 4a sJntesis ela+orada por Santo 2omMsde Aquino, con la admira+le continuidad en que ien en ella, plenamente integradas con loreci+ido de Aristóteles, las aportaciones de San AgustJn, quedarJa siempre incomprendida si nose adirtiese el puesto central que en ella tiene la metafJsica del espJritu que el gran Doctorela+oró en su tratado De Trinitate que contiene, con la etapa mMs decisia en la ela+oración dela teologJa so+re la SantJsima 2rinidad en Occidente, tam+in una profunda ' originaria entradarefleUia so+re la ida del espJritu humano.San AgustJn uNgó la mente, el alma humana comprendida en su dimensión de interioridad 'espiritualidad, como la imagen de la ida diina trinitaria. 3l tema se desarrolla en etapas

distintas, de las que a nosotros nos interesa atender especialmente a dos, que interpretamossegLn la doctrina que Am+roise >ardeil, O.P. eUpuso en su estudio -#structure de l-me et l -e3peri:nce m"stique.4a mente o espJritu tiene tres dimensiones en su mismo ser mens, notitia, amor. 3stas tresdimensiones son, en el espJritu, lo que el modus, species ' ordo en toda realidad en cuanto+uena. 4o +ueno es algo que tiene ser, ' lo tiene concretado ' delimitado por sus causasmateriales ' eficientes, que tiene esencia, por la que difiere de cualquier otra realidad, ' quetiene ordo ' pondus, orden ' peso, inclinación a adquirir aquello a que tiende si estM todaJa enpotencia para ello ' tam+in a comunicarlo en la medida que 'a posee un acto en perfección.4o que el modo, especie ' orden es en todo ente es la mente #la su+stancialidad espiritual#, lanotitia #la constitutia ' radical capacidad de auto#conciencia que la hace apta tam+in paraconocer lo otro# ' el amor #entendido aquJ no como un acto concreto de unión afectia o deelección de determinados o+etos queridos, sino como el constitutio dinamismo de la su+stanciaespiritual hacia la participación en el +ien ' la complacencia en el mismo, anterior ' fundanterespecto de cualquier consecución de un +ien concreto.

9




Pero ha' todaJa, en el hom+re, una imagen mMs eUpresa, mMs desarrollada, de la diinatrinidad la memoria, la inteligencia ' la oluntad son sus dimensiones. AquJ, por memoria, noentendemos todaJa el acto de recuerdo, sino aquella auto#conciencia, constitutia de laactualidad del espJritu, en la que puede eercerse el recuerdo como memoria que pone en elpresente de la conciencia lo pasado. 4a memoria de sJ mismo, la auto#conciencia, la posesión desJ mismo, aquello por lo que cada uno de nosotros se sa+e eUistir, ' por lo que es capaN de

nom+rarse por el pronom+re personal 'o, esta misma radical respecto del recuerdo ' de laeUpectación del futuro #'a que no podrJamos estar preiendo ' esperando la ida en losmomentos del tiempo posteriores al ahora sin aquella posesión de nosotros mismos#. Por esto,San AgustJn, ha+lando del tiempo desde esta perspectia de la memoria del espJritu, dice de lque es quaedam distensio animae.Dada la estructura potencial del alma humana, el hom+re puede estar en igilia o en sueKo,pero sólo en cuanto el hom+re que se posee a sJ mismo en acto en la memoria estM en eleercicio actual de su ser de sueto cognoscente ' moral.3sta posesión de sJ, Santo 2omMs afirma que no es otra cosa que el su+sistir algo en sJ mismo.uando me siento eUistir, el acto de ser no es una representación imaginatia o conceptual, sinoel acto mismo que actLa en la su+stancia indiidual humana. Por esto, Santo 2omMs ha+la deuna cognitio de animae sucundum quod ha+et esse in tali indiiduo (De eritate, 8u. 1C, artW

W, in c.&. De esta memoria de sJ mismo #en la que estMn la mente, la noticia ' el amor# surge lainteligencia, afirmó San AgustJn ' reafirmó, con completa fidelidad al mismo, Santo 2omMs.4a facultad de entender las cosas en su esencia, ' de perci+irlas en su singularidad por lacontinuidad con las facultades sensi+les que pertenecen al alma intelectia, ' de uNgar acercade ellas, especulatia ' prMcticamente, la capacidad de conocer, en su triple dimensión teortica,prMctica ' factia o artJstico#tcnica, se origina de la memoria de sJ mismo. *n ente, si notuiese la constitutia aptitud para ser consciente de su ser, no podrJa a+rirse en horiNontea+ierto infinitamente a lo otro, ni serJa un sueto capaN destinado a descri+ir en sJ el orden delunierso ' de sus causas.4a oluntad, la facultad de querer, cu'o acto plenario ' mMUimamente perfectio es el amorinterpersonal, en el que el hom+re estM llamado nada menos que a la correspondencia al amorque Dios le ha tenido, tam+in se origina de la memoria. SerJa una decadencia ' una ausencia

de interioridad pensar sólo que la oluntad sigue al entendimiento #entendiendo que el deseo ola elección de un o+eto determinado presupone el conocimiento intelectual del mismo# siolidamos que la oluntad no procede directamente de la inteligencia, sino de la esencia delalma, presupuesta la inteligencia, afirmación de Santo 2omMs fidelJsima al pensamiento de SanAgustJn. 3l ordo realiNado ' actualiNado plenamente del ente personal no puede ser isto como situiese su fundamento Lltimo en la apertura del sueto cognoscente al mundo o+etio, sinocomo siendo la realiNación del orden que se arraiga ' sigue al ser de la mente humana, aquelser que le da inmediatamente la auto#conciencia personal, ' en el que radica el que emanen del'o las facultades de intencionalidad o+etia.1C. 3l teUto de Santo 2omMs en S. 2h. IX, 8u. ", artW 1, ad tertium, que antes he citado, nopodrJa inocarse para afirmar, en un sentido a+soluto, la imposi+ilidad de alcanNarracionalmente la erdad acerca de Dios, reador li+re del unierso, pero sugiere, por lo menos,

como una cierta necesidad moral, es decir, el reconocimiento de que podrJa resultar moralmenteimposi+le conce+ir la causalidad diina creadora sin ha+er podido alcanNar, por la fe, que todaslas cosas fueron creadas por Fl, ' sin Fl nada se hiNo de cuanto fue hecho, siguiendo a laproclamación de que en el principio era el /er+o, ' el /er+o era unto a Dios, ' el /er+o eraDios.4a eficiencia creadora diina puede conce+irse, por el hom+re, sólo a partir de una causalidadeficiente no natural, sino artJstico#tcnica, segLn pala+ra mental, aunque remoiendo lanecesidad de una materia preeUistente a la acción del artJfice, necesaria en toda causalidadcreada, e impensa+le en la causalidad creadora.3l teUto de Santo 2omMs tiene la audacia de referir la posi+ilidad de la fe en la causalidad diinali+re #que da todo el ser a las criaturas sin que se presuponga necesidad alguna en la lJnea deuna emanación, como ha sido caracterJstico de tantos momentos del pensamiento filosófico# alreconocimiento de la poiesis diina, como siendo el eemplar supremo de una causación metalogou, es decir, por la Pala+ra ' segLn la Pala+ra. 3l hecho histórico de que la doctrina de lareación no ha surgido inicialmente sino en un conteUto +J+lico ' el que la tradición cristianaha'a isto como por lo menos insinuado el misterio del eterno nacimiento del /er+o, incluso en

9$




los 4i+ros del Antiguo 2estamento, ' en el propio >nesis, inclinarJa a interpretar la profundasugerencia de Santo 2omMs en el sentido en que lo hemos hecho ' que tenemos por o+io.3n cuanto a la afirmación de que la fe en la procesión del 3spJritu Santo como Don eterno delAmor diino li+era al pensamiento humano de la tendencia a atri+uir la reación a unacomunicación necesaria a modo de emanación descendente desde el )ien supremo a los +ienesreelados del unierso, parece claro, tam+in, que sugiere una comprensión mu' profunda de la

afirmación de Santo 2omMs que, mientras pone en la li+eralidad comunicatia del +ien diino lacausa de la reación del unierso de los +ienes finitos, su+ra'a, con la ma'or energJa, la totalcontingencia de esta comunicación del +ien al unierso, no sólo en la lJnea de la eficiencia, sino,precisamente, en la lJnea de la causalidad final. 4a +ondad diina es el fin a que Dios ordena elunierso entero, pero la +ondad diina no es un fin a adquirir por Dios, sino un fin a comunicar alas criaturas llamadas a participar del +ien diino.Santo 2omMs llega a la mMs su+lime especulación cuando sugiere que la fe en el eterno Don delAmor personal, del 3spJritu Santo, que no procede como nacido, sino como dado, ' en el queeternamente el Padre ' el Gio se unen en este Don eterno ' primero, que es el Amorsu+sistente ' personal, que es la persona e h'póstasis tercera de la 2rinidad, li+era nuestraespeculación de cualquier riesgo de suponer, en una lJnea u otra, una indigencia diina en lacomunicación del +ien al unierso creado. 3l acto creador es dador de +ien a la criatura, no

adquisición de +ien para Dios mismo, ' ni siquiera tendrJamos que caer en la tentación de lospanteJsmos emanatistas de forar una necesidad metafJsica de que el primer )ien realice sunaturaleNa comunicatia en la causación de los +ienes finitos. DirJamos que Dios antes deeercer su li+eralidad en la causación de +ienes contingentes, la ha eercido eternamente en laintegridad de su ser, en la eterna espiración del Amor diino del Don eterno que es el 3spJrituSanto.11. O'e, Israel, Dios, el SeKor nuestro, es el Dios uno (Deuteronomio B, 9&. A partir de lareelación de la unidad ' de la unicidad del Dios de Israel, Santo 2omMs desarrolla la afirmaciónde la trascendentalidad del atri+uto de la unidad. Para atri+uir a Dios la primacJa en la unidad 'el carMcter principal ' originante del Dios *no so+re toda pluralidad ' multitud creada, citando aDionisio, dice79o ha" multitud que no participe de lo uno0 as cosas que son muchas en sus partes, son unas

en el todo, las que son m5ltiples en sus accidentes, son unas en su su$eto, todas las cosas queson muchas num+ricamente, son unas especí(icamente, las que son muchas en la especie, sonunas en su g+nero ", (inalmente, las cosas que son muchas por sus procesos, son unas en su

principio7 (S. 2h. IX, 8u. 11, artW $W, ad secundum&.4as afirmaciones de la trascendentalidad de lo uno ' su primacJa so+re lo mLltiple eUpresan elcontraste radical del pensamiento metafJsico de Santo 2omMs, fiel a la sagrada 3scritura, ' enesto, tam+in, plenamente fiel a Aristóteles, so+re todas las tradiciones de pensamiento que hanpostulado polaridades dialcticas ' que, desde distintas concepciones, o +ien han puesto en elorigen el ser ' el no#ser, o la luN ' las tinie+las, o lo +ueno ' lo malo, como elementos de larealidad, al modo como lo son, entre los hom+res, lo masculino ' lo femenino, o, en losnLmeros, lo par o la impar, o lo recto ' lo curo.Para Santo 2omMs, lo uno como predicado trascendental remuee, precisamente, en todo ente,

en su esencia ' en su acto de ser, la negación de aquello mismo que es. 3l uicio negatio serequiere, en el lenguae, precisamente porque, dMndose en el unierso multitud de entes, 'siendo potencial nuestro entendimiento en la adquisición de los conocimientos, necesitamospoder decir que este ente no es aquel ente. 3sta oposición de lo afirmatio ' de lo negatiola hemos de poder negar en lo interior de cada ente, para asJ afirmarlo como uno. 6aterialiter,o como contenido dado a nuestra eUperiencia, conocemos primero la multitud de entes, pero nopodemos formalmente afirmarlos como muchos en cualquiera de las lJneas de alteridad que losdistinguen, sino despus de ha+er remoido de cada uno de los entes la negación en sJ mismospara poder afirmarlos a cada uno de ellos como uno, sin lo que no se llegarJa a la afirmaciónformal de la diersidad especJfica o genrica, o de la alteridad numrica, o de la heterogeneidad' gradación de nieles perfectios de los entes. 4a afirmación de la unidad de Dios eUige elreconocimiento de su trascendencia respecto de todo lo mLltiple del unierso.1. Propter nos homines. 4os entes que en el unierso creado participan de la unidad, laerdad ' el +ien diino mMUimamente en el niel de imagen de Dios, son sólo los serespersonales. Santo 2omMs afirma de ellos dos capacidades son capaces de felicidadY soncapaces de Dios. Sólo las criaturas racionales son aptas para conocer ' amar a Dios, es decir, de

%C




entrar con Dios en una coniencia personal, de amistad, una amistad que es filiación. 2odalegislación moral ' polJtica se orienta, segLn santo 2omMs, a la constitución de esta amistadinterpersonal. Por esto, cuando se dice que el fin de la le' es el +ien comLn ha' que recordarque el fin de la le' es el amor, como enseKó el Apóstol, no ha' otro +ien comLn interpersonalque no consista en la amistad. 2al es la irtud teologal de la caridad, que es una sola irtud enla que el hom+re se comunica amistosamente con Dios ' que por risto, por correspondencia

agradecida al Don de Dios, ama a todos los semeantes desde risto ' por risto.Santo 2omMs afirma reiteradamente que sólo los seres personales son por sJ queridos en elunierso, ' todas las demMs cosas en orden a ellos. Por esto la plenitud de la comunicación del+ien al unierso se da en la 3ncarnación redentora. si se dice que sta no se hu+iera dado sinla permisión diina del pecado de AdMn, ha+rM que afirmar, con los salmaticenses ' con>arrigou#4a >range, que la permisión del pecado no se hu+iera dado en el designio proidencialsino en orden al mMUimo +ien de la restitución a los hom+res de la adopción filial por risto 'por la misión del Don que es el 3spJritu.

)III& Re7le3iones 7inales

4a lectura de los teUtos de Santo 2omMs, al hacer patente la utiliNación ha+itual en su o+ra deraciocinios metafJsicos para argumentar so+re el sentido de teUtos de la Sagrada 3scritura,podrJa, tal eN, a+rir de nueo interrogaciones so+re la unidad del o+eto formal de la doctrinasagradaY pero resulta induda+le, en cualquier caso, la connaturalidad con que el Doctor AnglicorealiNa+a lo que eUpresamente sostiene so+re la licitud ' la necesidad de que el conocimientoerdadero de orden racional sea asumido instrumentalmente al sericio de la ciencia sagrada.Desde siglos, se han suscitado en la Iglesia perpleidades ' malentendidos so+re esto que hanlleado a acusaciones que han isto la tarea de la teologJa escolMstica como encu+ridora 'deformadora del misterio cristiano, suplantada la Pala+ra de Dios por doctrinas humanas 'empo+recida la 2radición a que sirieron los Santos Padres al quedar sometida a la hegemonJa

del aristotelismo. 8uienes asJ ha+lan ienen a rechaNar las doctrinas erdaderas reci+idas desdesiglos en la Iglesia como instrumento de la enseKanNa teológica para someterla al impulso de lasmodas del momento a pensamientos confusos ' caóticos que llean, frecuentemente, a ladesintegración del dogma, a eces hasta en la enseKanNa teológica ' en la predicación a losfieles.3n la ponencia desarrollada ante este ongreso he querido reafirmar, una eN mMs, el carMcter 'orientación no eclesiMsticos de tales actitudes. 4a especial autoridad que la Iglesia católica hareconocido al Doctor Anglico consiste, mu' fundamentalmente, en que la doctrina por lenseKada ' eercida so+re las relaciones entre la fe ' la raNón, ' el necesario sericio de la raNónnatural a la fe ' a la ciencia sagrada, no es otra que la doctrina de la Iglesia católica. Aquelloque lemente /III decJa, refirindose a la acción de la gracia en la Salación del hom+re #ladoctrina de San AgustJn que, como ninguno de osotros ignora, es tam+in la doctrina de la

Iglesia católica# puede decirse, con el testimonio del 6agisterio pontificio de los Lltimos siglos 'la orientación normatia de su autoridad, so+re Santo 2omMs de Aquino ', mu' singularmente,en esta temMtica fundamental para la constitución misma de la ciencia sagrada.6e siento moido, al concluir este tra+ao con esta reafirmación de mi conicción de lasactitudes que considero como autnticamente fieles al erdadero sentido que en la Iglesiamilitante de+emos tener, a aludir todaJa a dos lJneas de o+eción ' desprestigio contra lateologJa de Santo 2omMs que me parecen contar entre las mMs efectiamente seductoras, esdecir, que conducen, con mucha eficacia, a emprender caminos equiocados ' a apartarse delcamino erdadero.Primeramente me refiero al desenfoque histórico#filosófico por el que estM presente, en elam+iente cultural, el preuicio de que el tomismo es una doctrina estaticista, que desconoce laacción ' la ida, que cosifica la eUistencia personal e inmoiliNa, con ello, cualquier eolución

progresia en todos los órdenes.3n segundo lugar, ' en el campo de una fundamentación antropológica de lo tico, se da porsupuesto que, en el tomismo, en los antJpodas de cualesquiera actitudes italistas,eUistencialistas e, incluso, de un humanismo ' eUistencialismo cristianos, el tratamiento de los

%1




temas morales se moerJa siempre en la rigideN ' carMcter eUtrJnseco ' heterónomo de la le'moral, con la consiguiente dealuación de la conciencia humana ' de todas las dimensionesienciales, pasionales ' su+etias de la ida del hom+re.4a primera lJnea de o+eciones parte de la intolera+le confusión de lo aristotlico con loparmenJdeo ' eleMtico. -ue Aristóteles, precisamente, el que, entre la antJtesis entre el deeniruniersal de GerMclito de Ffeso ' la negación a+soluta del moimiento de la escuela de 3lea,

afirmó la realidad del cam+io ' del deenir en los suetos en que un elemento potencialpermanente hacJa posi+le la sucesia presencia de determinaciones en distintas categorJas delente ' eUplica+a, asJ, ontológicamente, el unierso plural en el que perci+imos, con conocimientoerdadero, cam+ios de lugar, crecimientos cuantitatios, alteraciones cualitatias e, incluso,cam+ios sustanciales entre estos ', por modo capital, el crecimiento, desarrollo ' generación delos iientes.Del desconocimiento del sentido erdadero del aristotelismo proiene el que no se ha'an leJdo,en Santo 2omMs, sus luminosos teUtos so+re la ida, en los iientes finitos en sus diersosgrados ' en el /iiente eterno que es Dios. tam+in el que se ha'a creJdo necesario ' ustocorregir la doctrina tradicional afirmando que el ser mismo ha de ser conce+ido como operación,' Dios mismo como algo que se realiNa. 2ales concepciones, a las que se enfrentó 'a SanAgustJn, son asumidas con entusiasmo pensando li+erarse de un concepto estaticista de la

inmuta+ilidad de lo eterno. Pero Santo 2omMs, para quien la operación perfecta consiste en actode ser, demuestra la eternidad de Dios adirtiendo que donde la acción es el agente mismo, esnecesario que nada transcurra sucesiamente, sino que permaneNca todo simultMneamente. AsJ,pues, la ida diina no es sucesia, sino simultMnea totalmente, porque su ser mismo infinito esiir ' o+rar perfecto (IX .>. cap. $$&. Ga+rJa que ha+er adertido siempre que la eternidad,pensada por Santo 2omMs, pertenece al iir en plenitud. Por esto tiene que er con ella,constitutiamente, la felicidad como realidad actual de la ida personal.3n cuanto a la ida moral, en su fundamentación antropológica, en cuanto que el hom+re hasido creado a imagen de Dios trino ' ha sido llamado a la participación de la misma ida diina,ha+rJa que tener presente que, de tal manera es su principio primero la felicidad como fin Lltimodel hom+re, que Santo 2omMs llega a afirmar, en la perspectia de la ordenación ' apeticiónconnatural de las personas creadas a Dios como )ien difusio ' Amor eterno, que infunde ' crea

la +ondad en los entes ' en el unierso, que, en la +ienaenturanNa eterna, para cada uno serMDios toda la raNón de amar porque Dios es todo el +ien del hom+re. Pues si, por imposi+le,concedisemos que Dios no fuese el +ien del hom+re, no ha+rJa en el hom+re raNón paraamarle (S. 2h. IIX Secundae, 8u. B, artW 1", ad tertium&.3n coherencia con esta inclinación al +ien perteneciente al +ien humano como ordenación a suplenitud, afirmó tam+in Santo 2omMs que el orden de los preceptos de la 4e' natural es segLnel orden de las inclinaciones naturales del hom+re. Porque el hom+re apetece, como apeteci+le#', por consiguiente, como +ueno# todo aquello a que tiene inclinación por naturaleNa (S. 2h. IXSecundae, 8u. $9, artW , in c.&.Por esto, Santo 2omMs dice que la 4e' eanglica, a diferencia de la 4e' mosaica, consisteprincipalmente no en preceptos enunciados o escritos, sino en la misma gracia del 3spJritu Santoque se da a los fieles ' sólo secundariamente es una 4e' escrita, porque esencial '

principalmente es una 4e' infusa. Por esto, Santo 2omMs puede comparar la 4e' mosaica escrita' las le'es humanas, en cuanto que son eUtrJnsecamente anunciadas al que de+e o+edecerlas, 'aproUimar, en cam+io, la 4e' eanglica a la 4e' natural por el carMcter de interno moimientoque tienen una ' otra.6is Lltimas pala+ras serMn una reiteración de lo que afirmó el Papa Huan ::III al constituir comoPontificia *niersidad de Santo 2omMs de Aquino el enera+le Pontificio Ateneo Anglico. Aquelsanto PontJfice, a quien podemos 'a dar culto despus de su +eatificación por Huan Pa+lo II,afirmó en aquella ocasión que la doctrina de Santo 2omMs ha+Ja de ser calificada ' caracteriNadacomo sapientia cordis, sa+idurJa del coraNón, del coraNón humano del cristiano.


%




REALISMO PENSANTE

3n un anterior enJo trat, como una de las lJneas mMs decisias de la sJntesis filosófica de Santo

2omMs, ' en la que se ha producido un generaliNado desconocimiento, de la naturaleNa locutiadel conocimiento intelectual, a la que corresponde la caracteriNación de lo conce+ido por el actode entender como aquello que tiene que ser reconocido como lo propia ' primeramenteentendido.0ot allJ que este punto capital fue un redescu+rimiento realiNado en el magisterio del PadreOrlandis que lleó nuestra atención a los admira+les desarrollos contenidos en la o+ra de Huande Santo 2omMs en los presupuestos filosóficos del tratado teológico de la generación del /er+o.Desde la perspectia del carMcter locutio del acto de entender, es posi+le descu+rir laestructura ' el dinamismo del conocimiento humano.Realic este estudio en un li+ro que fue el desarrollo de la tesis de doctorado que, orientado porel Padre Orlandis, ha+Ja presentado en 1$% en la *niersidad de 6adrid. Despus de largosaKos de ampliación ' profundiNación de este estudio, pu+liqu en )arcelona mi tra+ao So&re laesencia del conocimiento ()arcelona, PP*, 1$!&. 3ste li+ro fue presentado el dJa " de octu+rede aquel aKo en la -undación )almesiana de )arcelona por el profesor 3use+i olomer S.I., queenseKa+a en la -acultad -ilosófica en Sant ugat del /alls.3n torno a su rigurosa ' orientadora presentación, ' en un su+siguiente coloquio, el profesorolomer, que ha+Ja su+ra'ado el profundo contraste entre el autntico sistema de conocimientode Santo 2omMs que se redescu+rJa en mi o+ra ' el modo generaliNado de entender elrealismo metafJsico en su enfrentamiento antittico al idealismo, estuimos de acuerdo enque el autntico sistema de santo 2omMs serJa meor definido como el del realismo pensante.on esta terminologJa querJa darse por superada la representación, secularmente igente, delrealismo como un sistema que interpreta el conocimiento como una intuición, por parte delsueto, del o+eto entendido, que se le enfrenta como algo patente ante los oos.Desde esta representación intuicionista, su+etiista#o+etiista, se formula+an entre losescolMsticos o+eciones a la tesis tomista de la intelección directa del uniersal, aprehendido en

una representación intencional eUpresa a modo de trmino in quo del o+eto inmanente,crJticas como la formulada desde una perspectia suarista Si la inmaterialidad delentendimiento produce automMticamente la uniersaliNación, el indiiduo (...& serM una ocasión,pero el uniersal serM producto del entendimiento desproisto de intuición intelectual. 3sto esigual, o mu' parecido, a lo que dio Vant (Hos 6arJa Aleandro >noseologJa de lo uniesal enSuMreN, nW eUtr. de !ensamiento en el centenario de SuMreN, 1$9, p. 9&.Pero es sorprendente que, entre los tomistas, no se adirtiera que la afirmación de la inteleccióndirecta del uniersal en la especie eUpresa o er+o mental queda+a infundada e ineUplicada sise presuponJa que la formación del er+o, la locución interna e inmanente, no podJa eUplicarsepor lo que la intelección en cuanto tal es, sino sólo per accidens, por una indigencia en elsueto correlatia a la distancia ' desproporción al o+eto.3sta tesis de la formación del er+o mental sólo por indigencia la hallamos formulada

clMsicamente en autores tan representatios como a'etano, pro+a+lemente el introductor deesta doctrina en la tradición tomista (. n S0Th IX, 8u. !, ad tertium du+ium&, o en el clMsicomanual de >redt (#lementa, 1$B1, nW 9B, ' 9B%,"&.Ante las desconcertantes crJticas que, aun en el campo escolMstico, se hacJa de la gnoseologJatomista, resulta digno de pensarse el elogio que so+re la antigua metafJsica, frente alracionalismo ' al empirismo occidentales, formuló Gegel en su introducción a la Ciencia de lalógica 4a antigua metafJsica tenJa un concepto del pensamiento mMs eleado del que se hauelto corriente en nuestros dJas. 3lla partJa, en efecto, de la premisa siguiente que lo queconocemos por el pensamiento so+re las cosas ' concerniente a las cosas constitu'e lo que ellastienen de erdaderamente erdadero, de manera que no toma+a las cosas en su inmediación,sino en la forma del pensamiento como pensadas.iertamente, en Gegel, por su igorosa descalificación de todo inmediatismo hostil al

pensamiento conceptual, se entenderJa eUcluido de lo Qerdaderamente erdadero todo lofMctico ' eUistencial ', desde luego, todo lo indiidual sensi+le, por no ser directamentecognosci+le por conceptos. Para Santo 2omMs, por el contrario, Qla naturaleNa de cualquier cosamaterial no puede ser conocida completa ' erdaderamente si no segLn que es conocida como

%"




eUistente en lo particular, que conocemos por los sentidos ' por la imaginación. De ahJ que seanecesario, para que el entendimiento entienda su o+eto propio, que se uela a las imMgenespara que contemple la naturaleNa uniersal eUistente en lo particular (S.2h.IX 8u. 9, artW !, inc.&.Pero lo pasmoso ' sorprendente es que el elogio hegeliano a la antigua metafJsica conieneplenamente al aristotelismo autntico, a la doctrina de San AgustJn, que ha+la de la pala+ra del

hom+re ' a Santo 2omMs de Aquino, pero desmerecen de ella todos los tomistas que uNgaronla intencionalidad eUpresa formadora de conceptos ' uicios como sucedMneo de la intuición delo+eto ofrecido a la mirada del entendimiento, que enJa a ser para ellos el desideratum de larealidad del conocer intelectual, entendido como una captación del o+eto por el sueto.3l teUto de Gegel es, por otra parte, una poderosa initación a no alorar la erdad ' la fuerNade un pensamiento por su contemporaneidad enfrentada al pensamiento antiguo, porque hemosisto a Gegel elogiar la antigua metafJsica por algo que, salo la genial eUcepción de Huan deSanto 2omMs, ha+Ja sido olidado incluso en la escolMstica tomista, pro+a+lemente por lapoderosa influencia de Jas modernas so+re el pensar tradicional aristotlico.Redescu+rir ho' que lo entendido se comporta como algo constituJdo o formado por laoperación del entendimiento (De spirituali&us creaturis, artW $W, ad quintum& ' que aquel actopor el que el o+eto es formado es el conocimiento pues conociendo forma el a+eto '

formMndolo lo entiende, porque a la eN lo forma, ' es formado ' lo entiende (Huan de Santo2omMs Curso teológico disp. ", artW %W, nW %& no es, pues, una concesión al planteamientoZantiano de la Crítica de la ra1ón pura, una miUtificación deformadora del pensamientotradicional, que fuese arrastrado por la fuerNa de su reolución copernicana. uando VantdecJa Gasta ahora se ha creJdo que todo nuestro conocimiento de+Ja regularse so+re loso+etos (...& ensa'emos si no se tendrJa mMs Uito en los pro+lemas metafJsicos suponiendo quelos o+etos de+en regularse segLn nuestros conocimientos (Crítica de la ra1ón pura E, :/I, ""#"9 ' "!#9C&. )asta recordar que los teUtos en que nos +asamos son del S. :III ' los del genialcomentarista Huan de Santo 2omMs son del S. :/II.4a refleUión que se impone es, mMs +ien, la de reconocer que del planteamiento Zantiano pudoresultar la ruina de la metafJsica realista ' la gnesis del idealismo, desde luego por el aciadodel sueto trascendental que quedó escindido del ser del hom+re cognoscente porque falta+an,

desde tiempo atrMs, los instrumentos para comprender la pertenencia del pensamiento al entecomo fundante de la o+etiidad ontológica del pensamiento en cuanto a ser que reela al enteen su esencia. 8uedó, asJ, lo en sJ irremedia+lemente fuera del sueto puro ' el suetotrascendental fuera de lo en sJ, en una decisia e impensa+le escisión entre el pensar ' el ser.Gace aKos trat esto en el artJculo So+re el sentido de la reolución copernicana ( Convivium,*niersidad de )arcelona, nW 1!#1, enero#diciem+re 1$B9&.4a tesis de la naturaleNa locutia del entendimiento ' la correlatia caracteriNación de la pala+ramental formada por el entendimiento en acto como el lugar propio de la manifestación de laerdad del ente constitu'en, pues, a la eN, el nLcleo de la auto#fundamentación ontológica dela metafJsica ', por lo mismo, el tema central de un diMlogo comprensio, pero no eclctico niconcesio, entre la tradición del realismo metafJsico eUpresada definitiamente por Aristóteles 'Santo 2omMs de Aquino ' las diersas sistematiNaciones idealistas que pudieron surgir desde el

malentendido profundo de la reolución copernicana de Vant. 3ste malentendido fue posi+ilitado,en definitia, por el olido de la realidad del ser del hom+re, Jntimamente poseJdo en laconciencia de sJ mismo, ' en la prdida de la comprensión del entender en cuanto tal como serarraigado connaturalmente en aquella su+sistencia en sJ de la mente ' a+ierto infinitamenteso+re la realidad del unierso de los entes.3sta autofundamentación de la metafJsica ' este diMlogo entre la antigua metafJsica ' elidealismo post#Zantiano, sólo son posi+les si reasumimos, en el pensamiento tradicional, laautenticidad del pensamiento de Santo 2omMs, ' con ello olemos a comprender que lo queconocemos por el pensamiento so+re las cosas ' concerniente a ellas constitu'e lo que las cosastienen de erdaderamente erdadero. 3sto es, si comprendemos el sistema de Santo 2omMscomo el del realismo pensante.


%9




LA NAT"RALEBA A"TOCOM"NICATI)A DEL ACTO EL CARCTER LOC"TI)O DEL ENTENDER

3n la prdida de la coherencia ' de la fuerNa sinttica del pensamiento filosófico de santo 2omMsfueron factores esenciales el olido de aquello que Domingo )MKeN presenta+a como lo que lostomistas no quieren oir, es decir, que el ser es la actualidad de todas las cosas (S0 Th0 IX, 8u"X, artW 9W, in c.&, ' aquello que a'etano constata+a que ha+Ja que esforNarse en meter en laca+eNa de los que filosofan (n De Anima, III, cap. %& el entender no es otra cosa que ciertoser.4a atención a los mismos teUtos de santo 2omMs de Aquino nos llearM a recuperar los caminosde su pensamiento, cu'a prdida pudo llear al predominio, casi generaliNado en la tradicióntomista, del malentendido ' falsa comprensión de la naturaleNa del pensamiento intelectual queatri+uJa la formación del er+o mental a la indigencia del o+eto, a su distancia odesproporción respecto de la facultad intelectia. Insisto en que, a mi parecer, si se admite talpresupuesto, se cierra todo camino para eUponer fundadamente cómo se relaciona el hom+re al

conocimiento de la erdad del ente.4os diersos autores que, apo'Mndose en el carMcter sucedMneo del concepto respecto delo+eto, han llegado a conclusiones irracionalistas o agnósticas parecen mMs coherentes con supunto de partida que los que se han esforNado en mantener el sistema de un realismo tradicionaldando por sentado que el entendimiento no forma conceptos ' enunciados conceptuales desde laplenitud de posesión de lo entendido, sino, precisamente, desde la ausencia ' carencia depresencia ' proporción de aquello que tiende por su naturaleNa a entender.Si pensamos el ser como acto, tendremos que admitir, con santo 2omMs de Aquino, que es el sermismo, en cualquier ente, lo originante de su actiidad ', con ella, de toda su eficacia 'fecundidad comunicatia ' causatia de efectos propios de su naturaleNa. Para ello ha+rM queremoer los preuicios que ha+lan de lo entitatio como estMtico ' de lo operatio como dinMmico' fecundo, ' tam+in los que atri+u'en la producción de efectos causados por un sueto actio alas acciones predicamentales #en las que el sueto agente tiene por correlatio un trminoefectuado que reci+a la acción.Pro+a+lemente, una inadecuada aplicación de aquella dicotomJa entre lo estMtico ' lo dinMmicofue la que lleó, en el campo de la teologJa cristológica, a una interpretación del teUto dogmMticodel oncilio /I, constantinopolitano tercero #que, al definir la eUistencia en risto de unaoluntad humana, la ponJa como sueta a su oluntad diina omnipotente (DS nW %%B&# en laque no se reconoce una acción hegemónica del /er+o so+re la oluntad humana (cfr.)artolom 6arJa :i+erta O.. #l o de *esucristo, Gerder, )arcelona 1$%9, p. $B&.6enciono esto sólo como eemplo mu' significatio del empo+recimiento que, a mi uicio, hasido resultado de cierto desconocimiento del sentido profundo en que hemos de entender elenunciado segLn el cual el o+rar sigue al ser.Podemos leer en el representatio manual de >redtDistinguimos una do+le acción, la acción fJsica o predicamental, acción transeLnte, que consiste

esencialmente en la producción de un trmino, ' la acción metafJsica o inmanente, que noconsiste en la producción de un trmino. Fsta es perfección, Lltimamente, del agente mismo,siendo asJ que la acción transeLnte es, Lltimamente, por causa de la perfección del paciente(#lementa... nW 9!", 1&.A partir de este presupuesto, puede negarse la esencial comunicatiidad del acto de entender.Dice, en efecto, el propio autor 0o es acción fJsica o predicamental, sino metafJsica, que aeces no produce trmino alguno ' que, cuando lo produce, no es por causa del trminoproducido. Ahora +ien, el trmino o especie eUpresa no es producida sino per accidens, para quese pueda eercer, en el trmino producido, la acción de contemplar el o+eto ... la intelección, encuanto producción de una pala+ra mental, la llamamos locución, por lo cual, la dicción o locuciónes el conocimiento mismo per considerado en deenir, mientras 'a formado el er+o o especieeUpresa llega a ser perfecto ' completo conocimiento como contemplación del o+eto (J+id. nW

9!B&.3n el fondo, en el olido del carMcter locutio esencial al acto de entender, su+'ace el de lanaturaleNa propia del acto en cuanto tal ', en definitia, el desconocimiento o la falta deatención a que el entender no es sino cierto ser. Santo 2omMs, precisamente argumentando la

%%




realidad de la procesión eterna de la Pala+ra de Dios, pone como premisa filosófica cierta estatesis3s de la naturaleNa de cualquier acto el que se comunique a sJ mismo en cuanto es posi+le. Porlo cual, todo agente o+ra segLn que es en acto. o+rar no es otra cosa que comunicar aquellopor lo cual el agente es en acto. 3l eemplo de esta comunicación lo encontramos,congruentJsimamente, en la operación del entendimiento (De pot0 Dei 8u X, artW 1W, in c.&.

4a atri+ución de la comunicatiidad a la naturaleNa misma del acto ' la inferencia, desde esteprincipio, de tal comunicatiidad a la operación intelectual parece inalidar la distincióngeneraliNada en la escolMstica tomista entre una acción transeLnte, de la que es propio causarun efecto, ' la acción inmanente o metafJsica, que sólo es perfección del operante, pero noeercicio de fecundidad comunicatia.4eamos de nueo a Santo 2omMsGa' una do+le operación. *na es transeLnte, desde el operante a algo eUtrJnseco. Otra es laoperación que permanece en el mismo operante, ' que es perfección del operante mismo puesel entendimiento no es perfecto sino en cuanto es inteligente en acto. 3l primer gnero deoperaciones es comLn a los iientes ' a los no iientes. Pero el segundo gnero deoperaciones es propio de los iientes. , segLn uno ' otro gnero de operaciones, hallamos enlas criaturas alguna procesión. Pues decimos que lo engendrado procede del generante ' que lo

hecho procede del que lo hace. Pero, en cuanto al segundo gnero de operaciones, decimos quela pala+ra procede del que la dice (De pot0 Dei 8u. 1CX, artW 1W, in c.&.2ratando, precisamente, de las operaciones que son propias de los iientes, afirma santo2omMs, de la forma mMs inequJoca ' eUplJcita, el principio de la uniersalidad de la naturaleNacomunicatia de los entes ' de la interioridad de lo emanado por las operaciones itales segLnla diersidad de las naturaleNas, se halla en las cosas diersos modos de emanaciónY ' cuantomMs alta es una naturaleNa, tanto lo que emana de ella le es mMs Jntimo (I/ C0 20 cap. 11&.Aquella comLn afirmación el o+rar sigue al ser pierde su sentido profundJsimo en la distinciónde lo entitatio ' lo operatio contrapuestos como lo estMtico ' lo dinMmico. 2oda operatiidad,la transeLnte ' predicamental, causatia de efectos eUtrJnsecos al agente, ' la inmanente 'ital, emanatia de efectos tanto mMs Jntimos cuanto mMs alto es el niel de ser del iiente #noolidemos nunca que el iir significa un grado perfecto de ser, ' es el ser de los iientes#, se

origina en la actualidad del operante que, como toda actualidad en los entes, se constitu'edesde el acto de ser.Recordemos siempre que el ser es la actualidad de todas las cosas, incluso de las mismasformas. 0o olidemos tampoco que esta afirmación no implica la atri+ución a las formas encuanto tales del carMcter de potencia que se define como capacidad de perfección (tesis dosde las einticuatro tesis&, 'a que la forma ' la esencia en cuanto tal es acto (. en santo 2omMsDe spirit0 creat0 artW 1W, ad primum&, aunque toda esencia creada, finita, se comporte respectode su ser como potencia a acto, es decir, como receptia respecto del acto entitatio que laconstitu'e en ente.Porque, en definitia, ' porque el ser es el efecto propio de Dios, hemos de afirmar que entanto que la cosa tiene ser, es necesario que Dios est presente a ella segLn que tiene ser.Porque el ser es aquello que es mMs Jntimo a cualquier cosa, ' que es profundamente inherente

a todas las cosas, por ser formal respecto a todo lo que en la cosa es ( S0 Th0 IX, 8u. X, artW1W, in c.&.Desde esta mMUima intimidad, el ser es raJN de las operaciones propias de las naturaleNas. RaJNde que las acciones causatias de efectos eUtrJnsecos al agente puedan ser puestos en el serinstrumentalmente por la causa creada, mientras que sólo Dios mismo es el motor ' causanteprimero de toda acción (tesis einticuatroY DS nW "B9& . raJN de que, en las operacionesintelectuales en que se realiNa ' manifiesta la perfección del grado mMs perfecto de ser que es eliir, lo Jntimamente emanado por ella pueda ser eUpresión, por la infinitud propia del entendercomo acto, de lo que los entes son, ' asJ en el lenguae humano pueda descri+irse el ordenentero del unierso ' de sus causas (De ver . 8u. , in c.&.Si reconocemos, con santo 2omMs, el ente, lo que tiene ser, como lo primeramente conocido pornosotros los hom+res ' adertimos que nuestro entendimiento se a+re constitutiamente a launiersal erdad de todo ente, comprenderemos tam+in, con el propio santo 2omMs, queperteneNca a la filosofJa primera, a la metafJsica o ciencia del ente en cuanto ente, suconsideración. (n met . nW !"&. Para esta temMtica de ontologJa fundamental es una tesisnuclear la de la esencia del conocimiento. Sólo desde la comprensión del carMcter locutio del

%B




acto de entender se adierte la pala+ra mental eUpresada por el hom+re como el elemento 'lugar natural de la erdad manifestada del ente. 8ue sta sea la comprensión de la esencia delacto de entender que se halla, en santo 2omMs, puesta en el centro de su interpretación de larealidad de la ciencia es algo induda+lemente eUpresado en sus o+ras4o entendido en cuanto entendido es necesario que eUista en el que entiende ... por lo cual,nuestro entendimiento, al entenderse a sJ mismo, eUiste en sJ no sólo como idntico a sJ por su

esencia, sino tam+in como aprehendido por sJ entendiendo. Pero lo entendido en el queentiende es la intención entendida ' la pala+ra (I/ .>. cap. 11&.Pues esto es lo primeramente ' por sJ entendido, aquello que el entendimiento conci+e en sJmismo so+re la cosa entendida, 'a sea la definición 'a la enunciación o uicio ( De pot0 Dei , 8u$, artW %W, in c.&.Parece, pues, eUpresión adecuada para caracteriNar el sistema de pensamiento de santo 2omMsso+re el conocimiento la que propusimos hace 'a algunos aKos, ' que fue apo'ada porcomentaristas autoriNados la del realismo pensante.


%!




EL DECIR MENTAL ES ACTO. NO MO)IMIENTO

on el preuicio, fundado en el desconocimiento, de la capital tesis aristotlica de que el carMcter

compuesto de forma ' materia de lo singular sensi+le no es en sJ mismo inteligi+le #porque lamateria singular ' cuantificada es principio de que, en todo lo indiidual, eUistandeterminaciones entre sJ no coneUas esencialmente, sino so+reenidas per accidens#, preuicioque hiNo imposi+le, en la escolMstica no tomista, reconocer el carMcter directo de la intelecciónde la esencia en el concepto, otro malentendido, que penetró incluso en la escolMstica tomista,hiNo imposi+le respetar la que ha+Ja sido, inequJocamente, la tesis de santo 2omMs laformación del concepto por la misma actiidad de la intelección ' la consiguiente caracteriNacióndel lenguae inmanente conceptual como el elemento ' lugar adecuado de la erdad del entemanifestada por el hom+re./imos que, en el clMsico manual de >redt #lementa philosophiae aristotelico)thomisticae, secaracteriNa la locución mental como conocimiento intelectual en deenir, in(ieri , en tanto que elentender 'a en acto no puede ser sino contemplación del o+eto ' no formación del mismo.Desde los presupuestos de esta interpretación, la actiidad intelectual locutia, aquella cu'otrmino es el concepto o la enunciación conceptual, ha de ser caracteriNada como moimiento,como, en definitia, ocurre con toda acción predicamental. Pero la intelección misma ha de sercomprendida como cualidad en sJ misma quiescente ' no móil. Ati+uir moimiento, cam+iosucesio, acto del ente en potencia en tanto que es en potencia, a la operación intelectualformatia de conceptos ' uicios no puede hacerse, queriendo ser fiel al pensamiento de Santo2omMs, sin dear de leer sus propias afirmaciones en los lugares mMs centrales ' en suseUpresiones mMs formales.3l er+o no se origina de nuestro entendimiento sino en cuanto ste eUiste en actosimultMneamente con su eUistir en acto, es en l el er+o conce+ido (I/ C020, cap. 11&.Siendo la pala+ra interior aquello que es entendido, ' no eUistiendo sta en nosotros sino encuanto entendemos en acto, la pala+ra o er+o interno requiere siempre que el entendimientoest en su acto, que es el entender (De ver . 8u 9, artW 1W, ad primum&.

3l entendimiento no puede entender sino en cuanto que ha sido 'a constituJdo en acto por estasemeanNa (se refiere a la llamada especie inteligi+le de la cosa& asJ como que nada puede o+rarsegLn que es en potencia, sino segLn que ha sido constituJdo en acto por alguna forma. Peroesta semeanNa se comporta en el entender como principio, ' no como trmino del entender. AsJpues, lo que primeramente ' per se es lo entendido es lo que el entendimiento conci+e en sJmismo so+re la cosa que entiende (De pot0 Dei , cap. %, in c.&.3n las cosas corporales es necesario que lo conce+ido todaJa no sea ... pero la concepción ' elparto del er+o inteligi+le no es con moimiento ni con sucesión, sino que al mismo tiempo quees parido es 'a distinto ' mientras es iluminado es 'a iluminado, ' esto se halla incluso ennuestro er+o inteligi+le, por lo cual mucho mMs ha+rM de competir al /er+o diino (I/ C020cap. 11&.Induda+lemente, pues, santo 2omMs no considera la fecundidad generatia como algo ligado a la

muta+ilidad del ente en potencia capaN de ser actuadoY por el contrario, insistentemente, afirmaque el acto de entender, precisamente en su actualidad, es aquello por lo que en el inteligentese forma, entendiendo, lo conce+ido, que es lo entendido por antonomasia. 0ada de idealismoha' en esta afirmación, por cuanto dice tam+in que podemos ha+lar de lo entendidorefirindonos a esta pala+ra mental ' a la cosa misma por ella eUpresada, lo dicho por el hom+rea la pala+ra interior por la que ha+la intelectualmente ' a la realidad a que se refiere por mediodel lenguae (. De ver . 8u. 9, artW W, ad tertium&. 0ada de idealismo, pero sJ realismopensante.3l pensamiento es erdadero cuando piensa erdaderamente lo que es, pero la erdad de lo quees sólo puede darse eUpresada ' manifestada en el lenguae interior del entendimiento. 4aminimiNación, que llea a la negación, de la connaturalidad de la eUigencia de pensar la realidaden nuestro lenguae conceptual ' enunciatio, destru'e la condición de posi+ilidad de toda

ciencia ' de toda legislación ' tam+in de cualquier comunicación interpersonal por este caminotan esencialmente humano del lenguae significatio e inteligi+le.3s una deformación profunda ' radical del pensamiento de santo 2omMs negar el carMcterlocutio del entender en acto. a esta negación se tiende, ' a ella se llega, desde un graJsimo

%




malentendido que, al poner en el mismo plano el acto segundo intelectual #el acto de entender#con lo que serJa un moimiento, un cam+io, por el que algo que es capaN de una perfección la aadquiriendo sucesiamente tiende tam+in, por lo mismo, a interpretar el acto de ser, ' el actode entender que es esencialmente cierto ser, ' el iir mismo, que es un cierto grado perfectode ser, desde una perspectia de estaticidad que no es 'a aristotlica, sino eleMtica.3l esplndido esfuerNo sinttico del aristotelismo #del que adertJa mi maestro, Ramón Orlandis,

que no ha+Ja deado de lado la profunda erdad que podemos hallar no en el platonismo en suplenitud, sino sólo en lo que en Platón era escisión entre la erdad ideal ' la realidad del mundosensi+le, ' lo que en definitia era herencia no superada del fuerte pero desorientador mensaede Parmnides, ' que comprendJa que carecJa de sentido reaccionar contra el inmoilismoeleMtico con la tesis del uniersal deenir heraclitiana# +rilla, precisamente, en su concepto de laenergeia, en su interpretación de la ida diina como una intelección de la intelección.Santo 2omMs, que )rentano uNga+a ser el mMs profundo comentarista de Aristóteles alincorporarlo al pensamiento cristiano, leos de empo+recerlo lo pensó en sus mMUimasposi+ilidades filosóficas. SegLn ellas, el entender, no 'a el moimiento hacia la intelección sinoel entender en acto, en su realidad ' perfección ital, no ha de confundirse ciertamente con laignorancia o el discurso en camino hacia la adquisición de la erdad, pero sJ que ha de serentendido, por lo mismo, como manifestatio ' locutio, como fecundo principio de emanación

ital de lenguae erdadero, ' con ello del que o+ra la apertura de la mente humana al horiNontedel ente uniersal ' al uniersal diMlogo entre los hom+res.


%$




SER PENSAR

Para la consideración de cómo se relaciona el hom+re al conocimiento de la erdad, que, segLn

Santo 2omMs, pertenece a la filosofJa primera o 6etafJsica, precisamente porque ella contemplala uniersal erdad del ente (n .et . nW !"&, se nos sitLa en el centro de la cuestión la deldescu+rimiento del misterio de la unidad o mutua pertenencia entre el ser del ente ' elpensar, el acto por el que el hom+re encuentra, conociendo ' afirmando la realidad de lascosas que participan del ser. 3s comprensi+le que, en el al+orear de la 6etafJsica, nosencontremos con la do+le afirmación de Parmnides es necesario decir ' pensar que el ente es' uno ' lo mismo es el pensar ' el ser.;ómo podrJamos tomar conciencia los hom+res de que somos cognoscentes sin que estaconciencia implique la conicción cierta de que el conocimiento se refiere a la realidad que es= ,correlatiamente, ;cómo podrJamos ha+lar de la realidad de las cosas como siendo si nuestroconocimiento de las mismas no se eercitase constitutiamente en conce+irlas como entes ' enafirmarlas como siendo=Santo 2omMs dice 3l ente es lo primero que cae en la concepción del entendimientoY lo queel entendimiento conci+e como lo mMUimamente notorio ' en lo que resuele todos susconceptos (De %er . 8u. 1, artW 1, in c.&. Pero, en nuestra eUperiencia ital ' en la historia de lafilosofJa, no nos encontramos sólo con la constatación de que formamos, en ocasiones,conceptos inadecuados ' que enunciamos afirmaciones falsas, sino que, en todas las etapas deldesarrollo histórico del pensar filosófico, hallamos la reiterada recaJda en malentendidos 'dificultades que conducen a sistematiNaciones inadecuadas en las que se cierra, para elpensamiento humano, el camino de la consideración de las cosas en su erdad.3n nuestro propósito de refleUionar so+re la erdadera ' poderosa sJntesis filosófica contenidaen la o+ra del Doctor Anglico, nos conendrM ahora atender, como el propio Santo 2omMsatiende a los contenidos erróneos de sus idetur quod, a una triple lJnea de deformaciones dela referencia del pensamiento al ser del ente que parecen ha+er estado presentes, tomadas aeces por muchos como supuestas eidencias, en la consideración filosófica so+re la naturaleNa

del conocimiento humano, ' del conocimiento en cuanto tal, ' de su referencia a la realidad delos entes del unierso que se ofrece a nuestra eUperiencia.2res confusiones o equJocos han pertur+ado las cuestiones so+re el conocimiento a lo largo dela historia1. 4a reducción del conocimiento a intuición.. 4a escisión ' enfrentamiento entre el ser #o+eto# ' el cognoscente #sueto.". 3l desconocimiento de la naturaleNa del conocer ' de la pertenencia al mismo de la actiidadhumana que es el pensarY desconocimiento que hace imposi+le la comprensión de la referenciadel hom+re a la erdad del ente ' pria de sentido a toda la ciencia.

#l intuicionismo en(rentado al conocimiento conceptual

Andr )ergson, en unas conferencias so+re a perc+ption du changement pronunciadas en1$!!, en la *niersidad de OUford, formula+a asJ el que entendJa ser el acuerdo uniersalso+re el principio de la intuiciónGe aquJ un punto so+re el cual todo el mundo estarM de acuerdo si los sentidos ' la concienciatuiesen un alcance ilimitado, si, en la do+le dirección de la materia ' el espJritu, la facultad deperci+ir fuese indefinida, no tendrJamos necesidad de conce+ir, como no la ha+rJa de raNonar.once+ir es algo que ha' que soportar, cuando no nos es dado perci+ir ( a !ense+ et le.ouvant , ParJs, 1$9B, pp. 19B#19!&. De este principio, en el que afirma que estarMn de acuerdotodos, deduce que no ha' ni puede ha+er una filosofJa ... por el contrario, ha+rM tantasfilosofJas diferentes cuantos pensadores originales se encuentren.3l espJritu cientJfico eUige que todo sea puesto en cuestión en cada momento, mientras que ellenguae necesita esta+ilidad (J+id. p. &. 8uerJamos protestar, una eN mMs, contra la

su+stitución de las cosas por los conceptos, ' contra lo que podrJamos llamar la socialiNación dela erdad. Fsta se imponJa en las sociedades primitias ' es natural al espJritu humano, porqueel espJritu humano no estM destinado a la ciencia pura ' menos a la filosofJa (J+id. p. $%&.

BC




3s o+io que, si aceptMsemos el intuicionismo +ergsoniano ' el acuerdo uniersal que,paradóicamente, nos propone, quedarJa derri+ado, desde sus fundamentos, todo edificiofilosófico que tome por principios enunciados conceptuales ' se quiera construir por el raciociniometafJsico.4a inconsistencia e interna contradicción de estas afirmaciones +ergsonianas sugieren elcomentario de Aristóteles, al definir lo que l llama posiciones eUtraKas, en el sentido de

aenas ' separadas de la filosofJa autntica.AsJ como la negación del moimiento imposi+ilita la filosofJa natural, ' la del li+re al+edrJohumano la filosofJa moral, la doctrina de )ergson so+re el lenguae destru'e de raJN el sentidode todo lenguae filosófico afirmado como erdadero.3ntre neoescolMsticos tomistas, el impacto de este intuicionismo eUclusio les lleó acontraponer un pretendido intelectualismo erdadero de Santo 2omMs, que de+Ja centrarse en laintuición intelectual, con el intelectualismo aristotlico, constituJdo so+re la primacJa delconcepto a+stracto (cfr. Rome'er, aludiendo a Rousselot, en Saint Tomas et notre connaissancede l-esperit humain, ParJs, 1$", p. 9"&. Pero, en la misma escolMstica, aun en la tomista, seda+a una tradición que suponJa que la formación de conceptos ' enunciados conceptuales sólo larealiNa+a el entendimiento humano por indigencia del o+eto, por ser ste ausente o noproporcionado al entendimiento. 3l trmino o especie eUpresa no se produce sino per accidens,

no por sJ misma, sino por raNón de la acción del entendimiento, para que en el trminoproducido pueda eercerse el conocimiento o contemplación del o+eto (asJ lo eUpresa >redt ensu cle+re #lementa philosophiae aristotelico)thomista, tesis "!, nW 9!%, corolario nW "&.3sta doctrina la formuló a'etano en su Comentario a S0 Th0 8 8u. !, en donde Santo 2omMsdice que todo aquel que entiende, por lo mismo que entiende, procede algo dentro de sJ que esla concepción de la cosa entendida, que proiene de la facultad intelectia ' de su noticia. 4ainterpretación restrictia ' minimista de a'etano generaliNó, en la tradición tomista, la tesis deque el er+o mental se produce sólo e3 indigentia o&iecti .3n este punto, parece ha+er sido el tomismo influJdo, sin reconocimiento eUpreso de ello, por latesis de Duns 3scoto que acoió SuMreN ' que fue refutada por Huan de Santo 2omMs, en polmicacontra am+os autores. SegLn esta tesis, el decir mental, o +ien es preio al entender, o seidentifica con la causación del entender mismo, pero siempre de modo que conoNca una cierta

anterioridad del decir como productio de la intelección #identificada con el er+o mental# ' elentender como conocimiento de lo entendido (. Huan de Santo 2omMs Curso teológico disp. ",artW 9&.iertamente, la primacJa de una noticia intuitia que recae so+re un o+eto presente en sueUistencia ' una noticia a+stractia que sólo conoce la cosa por representación, la hallamosafirmada en Duns 3scoto (Guodli&eto, 19 ' Ordinatio, li+. I/, d. 1C, 8u. &.Pero la autntica tradición de Santo 2omMs la reencontró Huan de Santo 2omMs, que afirmó quela pala+ra mental se produce a partir de la plenitud ' actualidad del conocimiento procede eler+o mental de la intelección fecunda, como principio que manifiesta lo que entiende (Cursoteológico, I/, disp. ", artW 9, nW 9&. 3l entendimiento, por su misma naturaleNa ' perfección,es manifestatio ' locutio (J+id. nW 9&.3s Santo 2omMs mismo el que nos dice que lo primeramente ' por sJ entendido es aquello que

el entendimiento conci+e en sJ mismo so+re la cosa entendida, sea una definción sea unaenunciación (De !ot0 Dei , 8u. $, artW %, in c.&. Por esto, Santo 2omMs afirma que lo entendidoo la cosa entendida se comporta como algo constituJdo o formado por la operación del entender(De spirit0 creat . 8u. Lnica, artW $, ad quintum&.Huan de Santo 2omMs es fiel a Santo 2omMs cuando dice que el acto por el que el o+etoentendido es formado es el entender, porque el entendimiento, entendiendo, forma el o+eto 'formMndolo lo entiende, como si la ista, iendo, formase la pared, a la eN erJa ' formarJa elo+eto isto (Curso teológico I/, disp. ", artW %, nW %&.

#l en(rentamiento escinde el pensar del ser o reduce el ser a ser pensado

Argumentando SuMreN contra los tomistas que afirma+an el er+o mental a modo de imagen

intencional eUpresa que suple la presencia del o+eto, escri+ió 3l o+eto, ' consecuentementetodo lo que hace sus eces, precede al acto de conocer ' no puede ser formado por l ( De Anima li+ro III, cap. /, nW !B&. Porque ademMs, argu'e, las cualidades intencionales de sJ no sonproductias, como es patente en la isión (J+id. nW !%&. SuMreN olida que si, a la ista de un

B1




o+eto no acompaKase la formación de su imagen, no podrJamos seKalar, ni indicar, ni nom+rarcon demostratios, porque no ha+rJa o+etos istos. 4a sensación no conducirJa a lapercepción.4a o+eción aludida piensa el ente o el ser, las cosas reales, como enfrentadas a nosotros amodo de o+eto ' entiende el pensante como sueto (entender es la captación de un o+eto porun sueto&. 3n esta representación inadecuada de lo que es el conocer ' el entender se piensa

que el o+eto es agente ' el sueto es paciente. Surgen entonces las cuastiones del puentecómo pasar del sueto al o+eto.3n el al+orear de la filosofJa griega, se suposo la homogeneidad fJsica del hom+re en el cosmospara que por el agua conocisemos el agua ' por la tierra, la tierra, o para que los tor+ellinos deMtomos imprimiesen en nuestros sentidos una semeanNa de las cosas de las que emana+analgo asJ como la figura que estM en el sello queda gra+ada so+re la cera. Pero toda pasiidad enla eUplicación del conocer no puede comprender qu es el conocer, ni garantiNar, en modoalguno, que la impresión reci+ida por el sueto le pueda hacer conocer la realidad en su erdad.Santo 2omMs, heredMndolo fidelJsimamente de Aristóteles, se muee 'a a gran distancia deestas representaciones, ' tam+in se opone a otro aspecto del malentendido del intuicionismo,que es tomar lo entendido como isto ', porque nuestro concepto del ente es uno, decir que elente es uno, ' porque las esencias de las cosas sensi+les son entendidas, llamarlas ideas, es

decir, trmino de nuestra isión ' minimiNar la realidad de las cosas singulares materiales queno podemos asJ erY estamos entonces en el platonismo #que llaman algunos ideal#realismo,es decir, no un idealismo que impida pasar del sueto al o+eto, sino un idealismo que entiendelas ideas como las erdaderas cosas istas por nuestra intuición intelectual.De aquJ que el eUclusiismo intuicionista, ademMs de la ertiente empirista, 'a se detenga enlas cosas eUternas, 'a en los hechos de conciencia (psicologismo que puede llegar a la negacióndel ente natural reducido a su ser perci+ido&, ha tenido en la historia la ertiente ontologista,interpretación de la realidad por antonomasia de la pala+ra mental, pero no ista como pala+ra,sino como contenido entendido isto (pensemos tam+in en la afirmación como realidaderdadera ' Lnica de los nLmeros ' de las figuras&.

#l desconocimiento de la naturale1a del conocer imposi&ilita la re(erencia del entendimiento a laverdad del enteDecJa Aristóteles, en su Tratado del alma De algLn modo, el alma es todas las cosas que son(li+. III, cap. /III, 9"1+, C#1&Y el acto de lo sentido ' del sentido es uno ' el mismo (li+. III,cap. II, 9Ba, 1%#1!&Y lo mismo es la ciencia en acto ' la cosa (li+.III, cap. /II, 9"1a, 1&.3l cognoscente ' lo conocido sólo difieren entre sJ en cuanto am+os estMn en potencia ( C020cap. %1& ', en la actualidad del conocimiento, no se comporta el o+eto como agente ' elsueto como receptio, sino que, en cuanto de ellos se ha hecho 'a algo uno, que es elentendimiento en acto, son un Lnico principio de la operación que es el entender (De %er . 8u., artW B, in c.&.4a naturaleNa intelectual ' la inteligi+ilidad pertenecen al ente en la medida en que su forma,que le da su esencia, no est inmersa en la materia, que es pura potencia en el orden de la

esencia fJsica. 4eamos unos teUtos de Santo 2omMs para pensar lo que dicen ' lo quepresuponen e implicanSe puede considerar si un entendimiento estM en potencia o en acto en tanto se considere enqu relación estM con el ente uniersal eUiste un entendimiento que se comporta, respecto delente uniersal, como acto de todo ente, ' tal es el entendimiento diino que es la esencia deDios, en la que, original ' irtualmente, preeUiste todo ente como en su primera causa.4a afirmación de que un entendimiento se comporta como acto de todo ente tiene toda laaudacia pero nada de lo erróneo de los grandes sistemas idealistas. AquJ podrJamos pensarcómo se ha generado el idealismo en mentes mu' geniales ' en momentos cimeros de la culturahumana quien tiene eUperiencia del espJritu humano cognoscente se admirarM de suomnia+arcante infinidad ', frente a l, las cosas de la naturaleNa le parecerMn secundarias ' nofundamentantes, sino fundamentadas. 3l pensamiento parece que pueda ser originario '

fundante, mientras que los contenidos de la eUperiencia sensi+le humana le parecerMn,ineita+lemente, algo que puede afirmarse como puesto por el espJritu e, incluso, su sertenderM a reducirlo a este ser puesto al ser pensado por la infinita conciencia del espJritu.

B




Ga+remos, asJ, caJdo en un panteJsmo idealista, minimiNador ' destructor de la naturaleNa ', conello, tam+in del gnero humano, en cuanto integrado por indiiduos de carne ' hueso.Pero la afirmación de que eUiste un entendimiento que se comporta, al ente uniersal, comoacto de todo ente no se realiNa sólo diciendo que ste entendimiento es el entendimiento diino,sino diciendo que el entendimiento diino es la esencia de Dios, la esencia de Dios que en otrolugar se nos eUplicita que es el mismo Ser su+sistente. 3l ente no quedarM conce+ido como

inferior al pensamiento, sino que el pensamiento, el acto de entender, serM isto comoidentificado con el acto del ser, sea en el primer origen de todo, en el que dice de SJ mismo oso' 3l que so', origen fontal de toda entidad ' todo pensamiento finitosY la refleUión de Santo2omMs recorre, por el camino de la analogJa de proporcionalidad, desde la tesis de que elentender no es sino cierto ser, hasta la afirmación de la identidad formal del ser su+sistente conla infinita intelección de la intelección, que 'a para Aristóteles definJa la esencia eterna de Dios.0ingLn entendimiento creado puede comportarse como acto respecto de todo el ente uniersal,porque asJ serJa necesario que fuese ente infinitoY por lo cual, todo entendimiento creado, por lomismo que es, no es acto de todos los inteligi+les, sino que se compara a ellos como potencia aacto.Adirtamos que aquJ se constata la imposi+ilidad de la actualidad infinita en acto de unentendimiento creado, argumentando que, para que fuese asJ, serJa necesario

#contradictoriamente con su carMcter de creado# que fuese ente infinito. 0ueamente estamosen las antJpodas de todo idealismo no podemos reducir el ente a ser pensado, sino que ha' quereconocer el pensamiento del ente como constituJdo por el ser del pensante.Si hallamos en Dios, arquetipo de todo conocimiento, la completa ' formal identidad entre elacto de ser ' el del pensar, con total remoción de dualidad entre sueto ' o+eto #de manera queel primer analogado en la escala proporcional de la perfección de la intelección ' de lainteligi+ilidad no es la captación de un o+eto por un sueto, sino la conciencia infinita del sersu+sistente# tam+in podemos adertir que Santo 2omMs presenta, en forma mu' consecuentecon este arquetipo, la escala de las su+stancias intelectuales creadas que participan de laperfección de la naturaleNa intelectual ' de la inteligi+ilidad.4as su+stancias separadas que llamamos Mngeles, de las que dice Santo 2omMs que su+sisteninmaterialmente ' en ser inteligi+le, se entienden a sJ mismas por su misma esencia por un

conocimiento que es erdaderamente la intuición intelectual de sJ mismasY lo que Descartesatri+u'e gratuitamente al hom+re, iene a ser lo que Santo 2omMs reconocefundamentadamente en el Mngel. Ahora +ien, Santo 2omMs eUpresa esto de un modo en que sehace inequJoco el concepto de la constitución de la intelectualidad ' de la inteligi+ilidad por laentidad misma, al ser la forma no reci+ida en una materia el Mngel, siendo inmaterial, es ciertaforma su+sistente ', por esto, inteligi+le en actoY de lo que se sigue que, por su forma, que essu su+stancia, se entiende a sJ mismo (S0Th08 8u. %B, artW 1, in c.&.oniene atender al luminoso comentario de a'etano, que esta+lece una distinción mu'oportuna entre el inteligi+le intrJnseco ' el eUtrJnseco Decimos que la esencia es para el mismoMngel no sólo intrJnseca en ser de naturaleNa, sino tam+in en ser inteligi+le ... es erróneo nodiscernir entre el inteligi+le eUtrJnseco ' el intrJnseco. A la manera como el inteligente secomporta diersamente a ser l mismo ' las otras cosas, asJ se comporta diersamente para

entenderse a sJ mismo ' a las otras cosas. porque es l mismo, en un ser tal de naturaleNa,que es tam+in aquello en ser inteligi+le, porque aquel ser de naturaleNa es inteligi+le en acto,de aquJ que puede entenderse a sJ mismo por sJ mismo, ' porque no es las otras cosas, ni segLnel ser natural ni segLn el inteligi+le, a no ser que se aKada algo a su su+stancia, por ello hemosde afirmar que eUisten en l las especies de las otras cosas (n S0 Th0 !rimam 8u. %B, artW 1&.3n coherencia con esta identidad de la su+stancia inmaterial con su inteligi+ilidad intrJnseca ' sunaturaleNa intelectual, ha' que entender que la potencia intelectia de un espJritu su+sistentesin materia para entender las cosas distintas de sJ mismo flu'e de su esencia inteligi+le en actomMs formado por ella, porque mMs Jntimamente, que por cualquier especie intencional (&id .&.Ante estos comentarios que tan esplndidamente muestran la constitución de la actualidadintelectual por el ser mismo de una forma no compuesta con la materia, es tanto mMssorprendente que pudiese el mismo autor ustificar su interpretación desenfocada ' minimalistadel teUto en que Santo 2omMs afirma, inequJocamente, la naturaleNa locutia del acto deentender alegando que los Mngeles no forman er+o mental en el conocimiento de sJ mismos.3sto es contrario a lo afirmado por el Doctor Anglico que dice que la ida intelectual de losMngeles es mMs perfecta que en los hom+res porque su actuación no procede de algo eUterior,

B"




sino que el Mngel se conoce a sJ mismo por sJ mismoY pero, aunque su intentio intellecta #esdecir, la especie eUpresa o er+o mental# le sea a+solutamente intrJnseca, sin em+argo, no seidentifica con su su+stancia porque no son lo mismo en l el ser ' el entender (% C020 cap 11&.3s totalmente induda+le que Santo 2omMs reconoce en el entender anglico acerca de suesencia una pala+ra mental totalmente intrJnseca al Mngel mismo, ' que difiere del /er+o diino,consu+stancial al Padre que lo dice, por la identidad formal del ser ' el entender diinos ' la

inherencia cualitatia de la intelección en los espJritus creados.3l alma humana, que por tener el ser inmaterialmente tiene naturaleNa intelectual, por ser laforma que constitu'e el compuesto humano es totalmente potencial respecto de las cosasmateriales, que son su primer o+eto. De aquJ que su entendimiento es totalmente en potenciarespecto de los inteligi+les, en cuanto entendimiento posi+le, o +ien es el acto de los inteligi+lesque se a+straen de las imMgenes en cuanto entendimiento agente (S0Th08 8u. !, artW 1W, adsecundum&.Por esto, Santo 2omMs puede afirmar que el entendimiento uNga de la erdad no porinteligi+les que eUistan fuera de sJ misma, sino por la luN del entendimiento agente (De spirit0creat0 artW 1C, ad octaum& ' Huan de Santo 2omMs pudo precisar que nuestra alma intelectiano uNga de la erdad sino tra'endo las cosas a sJ misma ' considerando dentro de sJ, nomirando fuera de sJ. Santo tomMs enseKa que la realidad entendida no puede ser ad eUtra sino

ad interior (Curso teológico, disp. ", artW 9, nW 11&.4a leanJa de las posiciones que interpreta+an, segLn un intuicionismo entitatio, elconocimiento humano ' afirma+an como una intuición directa de lo singular material, hasta elpunto que enJan a identificar el o+eto de la sensi+ilidad #que interpreta+an ignorando lafunción constructia de la cogitatia en la imagen de las cosas que perci+imos# con el o+etodirecto ' primero del entendimiento humano, eUplica que Vant pudiese estar conencido de quehasta l se ha+Ja pensado por todos que todo nuestro conocimiento de+e regularse so+re loso+etos ' quisiese ensa'ar si no se tendrJa meor Uito en los pro+lemas metafJsicossuponiendo que los o+etos de+en regularse segLn nuestro conocimiento (Crítica de la ra1ón

pura Prefacio ), :/I, ""#"9, "!#9C&.3n enJos posteriores, la atención se dirigirM al malentendido, ' el que fue su eUtraKo resultado,que lleó a la formación del idealismo trascendental a partir de la Crítica de la ra1ón pura. Vant

no supo recuperar, en su refleUión so+re la conciencia del pensamiento humano, eldecu+rimiento del origen ' fundamento de nuestros conocimientosY preuicios empiristas 'racionalistas le impidieron redescu+rir, en la conciencia del 'o eUistente ' pensante, laposi+ilidad misma de la referencia del hom+re a la erdad del ente. 2odo la dimensiónfenomnica respecto de lo inmanente a la eUperiencia ' agnóstica respecto de lo trascendente aella, se eUplica por el aciado logicista de la conciencia del 'o.


B9




SER OPERACI=N

3ntre los o+stMculos que impiden, en muchos casos, la presencia, en la mente de nuestros

contemporMneos, de la sJntesis doctrinal de Santo 2omMs de Aquino ocupan un lugar central losmalentendidos terminológicos de las falsas perspectias que, o +ien empo+recen el contenido deconceptos fundamentales de la misma, o son ocasión de pretendidas incompati+ilidades 'antJtesis entre dimensiones de la realidad que en Santo 2omMs son pensadas en una sJntesismu' coherente ' ia.4a cuestión terminológica se quiere remediar muchas eces con propuestas de a+andono detrminos que suenan arcaicos ' anquilosados para pensar, desde una actitud pretenciosamenteimaginatia, en nueas eUpresiones con las que se quiere decir lo mismo de un modo adaptadoa la mente de nuestros contemporMneos. A eces, se cree que se quiere decir lo mismo perosurge el pro+lema decisio, que es el del desconocimiento del riquJsimo sentido de laterminologJa tradicional.;8uin no pensarM que ha' que a+andonar pala+ras como entelequia o especie inteligi+le=Pero si la primera pala+ra parece significar ahora algo artificioso ' anquilosado, esto no o+edecesino a que la ignorancia del lenguae ' la ausencia de refleUión so+re los teUtos originales nos haaleado del originario ' admira+le significado griego por el que se define la forma su+stancial,lo que es acto en la lJnea de la su+stancia corpórea, el alma del hom+re, como aquello por loque algo tiene la perfección que le corresponde por su ser.3n cuanto a especie, trmino latino que sugiere la faN ' el rostro de algo como aquello quereela lo que es #asJ como ha+lamos, en lengua catalana, de algo coherente como de algo quet cara i ulls, que muestra, en su rostro ' en su mirada, su intención ' el sentido de sus actos#no tendrJa por qu ha+er sido arrinconada ' empo+recidaY en cuanto al adetio de inteligi+le,califica esta misma esencia de algo en cuanto presente en la conciencia intencional, algo dondeel hom+re cognoscente se hace lo conocido, es uno con el unierso de los o+etos que entiende.>randes pensadores como Hoseph 6archal han afirmado sin reseras la superioridad de laterminologJa escolMstica de Santo 2omMs so+re la terminologJa igente en la modernidad

empirista ' racionalista. De los empo+recimientos resultantes en el pensar filosófico tomarJanorigen las escisiones de la realidad ' el pensamiento que no conseguirJa superar plenamente elincompara+le ' genial esfuerNo Zantiano, realiNado en el descu+rimiento de la trascendentalidaddel sueto.3n cuanto a las escisiones antitticas o faltas de sJntesis que han o+staculiNado la presencia, enla cultura moderna, de la sJtesis doctrinal de Santo 2omMs de Aquino, amos a apuntar ahora laque se da entre lo entitatio #comprendido siempre como estMtico# ' lo operatio #a lo quequedarJa reserada toda efectiidad, dinamismo ' fecundidad. Para mi intento de dar a conoceraquella desconocida sJntesis, me o' a ocupar ahora de algunas precisiones so+re el ser #esse#' el o+rar ' actuar #operari, agere.3l o+rar sigue al ser. Operari sequitur esse. 8ue este aforismo ha'a sido pensado casi dirJamoscomo si el orden del ser, en sJ mismo, fuese estMtico e inoperante puede erse incluso en

argumentaciones teológicas de que la unión h'postMtica entre el /er+o ' la naturaleNa humanade risto se da en el orden del ser se deducen argumentaciones como esta Pues la unión conel /er+o es de orden estMtico... ' dea el querer de risto en el plano de lo creado, no leconfiere, por sJ misma, la impeca+ilidad. 3l gran teólogo )artolom 6arJa :i+erta O..polemiNa+a asJ con tales interpretaciones2al raNonamiento presupone aquella manera de entender la erarquJa de los seres segLn la cualel ser, simplemente dicho, el ser metafJsico, serJa de orden estMtico, mientras que el ordendinMmico so+reendrJa como ulterior determinación de algunos seres particulares (:i+erta, ).6X#l o de *esucristo )arcelona, Gerder, 1$%9, p. 11C&. on la mentalidad aquJ denunciada seenlaNa la limitación a la acción predicamental de la eficacia productia del trmino. 3n cuanto ala acción inmanente u operación espiritual, carecerJa de aquella productiidad, por lo que tendrJaque conce+irse predicamentalmente como cualidad. Recordemos que decJa SuMreN que las

cualidades intencionales no son, de su'o, productias.Puesto que en tales perspectias la producción de un trmino a ligada al moimiento istocomo paso de la potencia al acto #'a no como acto de lo que es en potencia en cuanto que esen potencia# estM claro que todo lo dinMmico, eficiente ' causatio no se da sino en la entidad

B%




finita ' móil. 4a eternidad endrJa a ser una permanente quietud, en contra de la definiciónerdaderamente tradicional, que ha+la de la posesión plena de la ida sin trmino.3n esta etapa, quiero sólo llamar la atención del estudioso so+re tres teUtos de Santo 2omMs,ilegi+les desde los preuicios aludidos, pero cu'a lectura +astarJa para despertar en quien los leael deseo de penetrar, en la forma adecuada, en el sentido de la sJntesis doctrinal de Santo2omMs de Aquino.

Ge aquJ cómo demuestra Santo 2omMs el carMcter eterno de la ida diina3n cualquier operación, el operante permanece, aunque a eces la operación sea transitoriasucesiamente por lo cual, tam+in en el moimiento, lo móil permanece el mismo en el cursode todo el moimiento... pero donde la acción es el mismo agente, es necesario que allJ nadasea transitorio sucesiamente, sino simultMneo ' permanente. Pero el entender ' el iir de Dioses Dios mismo... asJ, pues, en su ida no ha' sucesión, sino que es toda simultMnea, ' por elloes eterna (I .>. cap. $$&.Si algLn lector de Santo 2omMs, pensando ser tradicional, acilase so+re la identidad entre elentender diino ' Dios mismo, ' le costase admitir lo que insignes tomistas afirmaron laidentidad formal entre el ser su+sistente ' la su+sistente intelección de SJ mismo, no podrJaencontrar sentido a esta argumentación por la que Santo 2omMs demuestra que la sumaasimilación del hom+re a Dios no puede consistir sino en una operación

Por ser la su+stancia de Dios su acción, la suma asimilación del hom+re a Dios es segLn unaoperación. Por lo cual, la felicidad por la que el hom+re se conforma mMUimamente a Dios, ' quees el fin de la ida humana, consiste en una operación ( S0Th08 Sec . 8u. %%, artW , adtertium&.3sta argumentación eUige, para respetar su su+lime sentido e intención, aquella admisión deque el ser de Dios se identifica formalJsimamente con aquel entenderse a sJ mismo que el propioAristóteles decJa ser la ida eterna ' Dios mismo.0o estamos ante concesiones a un actualismo desconocedor del ente en su ser ' del ser delente como el acto perfectJsimo ' actualidad de las mismas esencias o formas. Por lo mismo,tam+in nos encontraremos con que, en la perfección del acto, en el ser en cuanto acto,encontraremos la raNón de toda dinamicidad, operatiidad, efectiidad ' fecundidad.Ge aquJ, finalmente, el teUto de Santo 2omMs que aporta las certeNas filosóficas que serMn

instrumento del carMcter engendrador de la actiidad intelectual diina, por la que naceeternamente el /er+o e Gio de Dios, ' del carMcter donador, por Amor efusio, de la eternaoluntad amorosa de Dios, por la que procede el 3spJritu Santo de Dios Padre ' de Su Gio4a naturaleNa de cualquier acto es que se comunique a sJ mismo en cuanto le es posi+leYporque todo agente opera en cuanto que es en acto, ' el o+rar no es otra cosa sino comunicaraquello por lo que el operante es en acto. 4a naturaleNa diina es mMUimamente acto ( De !ot0Dei , 8u. &.3l o+rar sigue al ser, no como un aKadido predicamental en algunos entes finitos ' móiles, sinoen irtud de la naturaleNa comunicatia del acto en cuanto tal, que tiene su primer analogado,del que procede proporcionalmente toda generación ital ' toda causación fJsica en el uniersocreado. 3n el acto infinito ' su+sistente de ser, que es Dios, su+sistente intelección de SJ mismo,Amor eterno su+sistente, /iiente eterno.

4a sJntesis de Santo 2omMs no es sJntesis de opuestos, ni superación de la insala+le oposiciónde la afirmación ' la negación referente al mismo ente. Se ela+ora por la actitud de poner unto en los uicios conceptuales ' en el lenguae humano que los eUpresa lo que, en el ente encuanto tal, ha sido puesto unto.3l enfrentamiento al monismo estMtico de Parmnides no o+liga a nadie al asentimiento aluniersal deenir de GerMclito. Precisamente, el aristotelismo introduce la potencia comocapacidad de acto para poder afirmar, sin contradicción, que se d el acto de lo que es enpotencia en cuanto que es en potencia, es decir, el moimiento. 8ue algunos llamenmoimiento a las operaciones del espJritu, lo que Santo 2omMs sa+e ' contra lo que nopolemiNa eUcesiamente, no significa que l piense el acto del entendimiento ' el amor comoconstitutiamente no permanentes, sino como cam+ios.Siendo fieles a Santo 2omMs, nunca podremos decir que el ser es operación ' que las cosas,mMs que seres, son algo que se realiNa. 2ampoco podremos confundir la negación del cam+io omoimiento con la inercia ' la quietud, que son modos de ser del ente móil. AsJ, no tenemospor qu confundir la perseerancia en las conicciones ' en la afirmación de la erdad con lao+stinación o la testarudeN del que no quiere pensar. 4a refleUión so+re el ser ' el o+rar que

BB




llee a comprender, en la naturaleNa comunicatia del acto, el fundamento ' raJN de todaeficiencia ' de toda fecundidad ital, respetarM la erdadera doctrina so+re el ser ' el o+rar queatraiesa la totalidad de la o+ra del Anglico.


B!




LA RAB=N DE "N @E*TRAO RES"LTADO@

Crítica tomista al criticismo BantianoGasta aquJ se ha creJdo que todo nuestro conocimiento de+Ja regirse segLn los o+etos, perotodos nuestros esfuerNos para decidir algo a priori so+re estos o+etos por medio de conceptos,a fin de acrecentar asJ nuestro conocimiento, han quedado sin Uito en esta suposición.3nsa'emos si no se o+tendrM meor resultado en cuestiones metafJsicas suponiendo que loso+etos de+en regirse segLn nuestros conocimientos () 1B, ""#"!&. A esta formulación eUplJcita' enrgica de la hipótesis en cu'o estudio ' demostración se ocupa en su totalidad la Crítica dela ra1ón pura siguen unas refleUiones mu' sorprendentes que sitLan al lector refleUio anteinterrogantes que ersan so+re el mismo sentido e intención de la Crítica de la ra1ón pura 'so+re los presupuestos ineUpresados que llean al desconcertante fracaso de la tareaemprendida.Sigue diciendo Vant 3sta tentatia consigue el resultado deseado ' promete a la 6etafJsica, en

su primera parte, la que no se ocupa mMs que de los conceptos a priori, ' los o+etoscorrespondientes ' conformes a ellos que pueden ser dados en la eUperiencia, la marcha segurade una ciencia ... pero esta deducción de la facultad de conocer a priori da, para la primeraparte de la 6etafJsica, un resultado eUtraKo que es, al mismo tiempo, segLn toda apariencia,mu' desentaoso para el fin de la segunda parte de esta ciencia. 3ste resultado no es sino lademostración de que no podemos nunca so+repasar por el conocimiento los lJmites de laeUperiencia posi+le, lo que es, sin em+argo, el asunto esencial de la 6etafJsica () 1, "C#""Y1$, 1%#%&.3UtraKo resultado el que nuestro conocimiento so+re las cosas que se ofrecen a nuestraeUperiencia no alcance a poder reconocerse como tal como alcanNando a conocerla por modouniersal ' necesario si no es a precio de reconocerse como no siendo conocimiento de lascosas en sJ mismas, sino sólo como se nos muestran.Resultado perudicial respecto de lo trascendente al unierso de la eUperiencia humana, queVant reconoce como el asunto esencial de la 6etafJsica, como conclusión de ha+er demostradola imposi+ilidad para el entendimiento humano de traspasar mMs allM del o+eto inmanentefenomnico. Perudicial pero inconsistente ' contradictorio, porque si no tuisemos en nuestraconciencia de suetos intelectuales ' pensantes algLn camino por el que nos fuese, de algLnmodo, alcanNa+le el sentido infinito del entender en cuanto entender, ningLn hom+re hu+ierapodido decir Sólo s que no s nada, ni estarJa en la filosofJa humana, como tema a pensar, eldel carMcter potencial, limitado ' finito del entendimiento humano en cuanto humano.8ue el intento Zantiano de fundamentación de la 6etafJsica conclu'a, eUtraKa 'perudicialmente, en el hundimiento de la 6etafJsica es algo de lo que ha+rM que encontrar laraNón en la propia o+ra del creador del criticismo trascendental.6artin Geidegger, en su Hant " el pro&lema de la .eta(ísica #en que propuso la lectura de lao+ra Zantiana no como una teorJa del conocimiento, sino como una ontologJa fundamental#

sostiene que, para Vant, el conocimiento es tam+in, esencial ' primeramente, intuición. Aludeal pasae de Vant en que ha+la del conocimiento diino, hipotticamente ' ad hominem, notandoque todo su conocimiento de+e ser intuición, ' no pensamiento, que, en todo caso, manifiestalimitaciones () !1&.Si reconocemos que el pensamiento profundo de Vant estM regido por el principio de la intuición,nos eUplicaremos que una tarea conce+ida, al parecer, en reacción contra el empirismo de Gumeconclu'a en la concesión de todo lo que, en aquel empirismo, hundJa ' pria+a de sentido alconocimiento del ente en cuanto ente, del alma humana sustancial ' de Dios como ente primero' primera causa del ente.3sta hipótesis podrJa resultar orientatia. 4o que aquJ me propongo realiNar es una refleUiónso+re algunos pasaes centrales de Vant en que este empirismo iido ' presupuesto se eerceen los intentos de caracteriNar aquello que el propio Vant afirma que tiene que ser el centro de

atención cuando queremos inestigar el origen de nuestros conocimientos Si queremosinestigar la raNón interna de esta unión de la representación hasta el punto en que todas de+enconerger para reci+ir, finalmente, la unidad del conocimiento necesario para la eUperienciaposi+le, de+emos comenNar, entonces, por la apercepción pura (A 11B&.

B




Vant llama apercepción pura a la conciencia de mJ mismo como pensante. 3n el pasae titulado(en la segunda edición de la Crítica& De la unidad originariamente sinttica de la apercepción,escri+e 3l 'o pienso, o la conciencia de mi pensamiento, de+e poder acompaKar a todas misrepresentacionesY de otro modo, algo podrJa ser representado en mJ sin poder ser pensado ...toda diersidad de la intuición estM necesariamente en relación con el 'o pienso, en el mismosueto en que se halla la diersidad. Pero esta representación se da en espontaneidad, es decir,

que no puede ser considerada como perteneciente a la sensi+ilidad. 4a llamo apercepción purapara distinguirla de la empJrica () 1"&., en una nota aKadida a aquel pasae, afirma 4a unidad sinttica de la apercepción es elpunto culminante al que se de+e referir toda operación intelectual, incluso toda lógica, ' todafilosofJa trascendental. 3s mMs, esta facultad es el entendimiento mismo () 1"9&.4a audaN identificación de la apercepción pura con el entendimiento en un conteUto en que a adecir Vant la unidad de la conciencia es lo Lnico que forma la relación de las representaciones ao+etos ', por consiguiente, su alor o+etioY es lo que hace que las representaciones lleguen aser conocimientos ' so+re lo que descansa la posi+ilidad misma del entendimiento () 1"!&.PodrJa hacernos pensar, erróneamente por desgracia, que Vant ha+Ja redescu+ierto la concienciaque un sueto intelectual tiene de sJ mismo, aquella memoria de sJ mismo en acto que Santo2omMs reci+ió de San AgustJn, como la raJN ' origen fundante del entendimiento como facultad

de conocimiento de o+etos. Si pensMramos en esta lJnea, recordarJamos que tam+in SanAgustJn eUpresa la dificultad de distinguir en la mente humana la memoria de la inteligencia,aquella por la que entendemos las cosas con un acto de pensamiento que forma en nuestraconciencia la pala+ra mental en que eUpresamos la esencia de lo entendido.2endremos que reconocer, no o+stante, que Vant #que desconocJa el pensamiento de SanAgustJn ' el igoroso sistema en el que Santo 2omMs lo sintetiNó con la doctrina aristotlicaso+re el conocimiento humano# no acertó, en sus esfuerNos por precisar su pensamiento, ni adefinir la pertenencia de la apercepción pura al ser del espJritu pensante humano ni a li+erarsede los malentendidos simultMneos ' correlatios del intuicionismo empirista de Gume ni delintuicionismo racionalista cartesiano.Vant se enfrenta a Descartes, que afirma+a la intuición intelectual de la sustancia pensante en elcogito. 3l hecho de que eUisto, que perci+o siempre que pienso, lo interpretó Descartes como

una eidencia eidtica ' esencial, contra la que Vant ironiNa+a diciendo que Descartes hu+ieratenido que reconocer el carMcter de ente necesario a todo ente pensante. Pero, en su crJtica aDescartes, quedó leos de las precisiones que formularJa nuestro Haime )almes al distinguir laerdad de hecho de la eUistencia del 'o del pensamiento esencial so+re la naturaleNa del alma.3n la polmica Zantiana contra Descartes, se puede adertir que, en la negación de la intuiciónintelectual en la res cogitans, se contenJa tam+in para Vant la negación de la cognitio de animasecundum quod ha&et esse in tali individuo #de carMcter perceptio e inmediato, pero nopropiamente intuitio# que Santo 2omMs distinguJa claramente de la intelección de la esencia delalma #sta de carMcter discursio ' originMndose en la refleUión so+re la naturaleNa de lasespecies inteligi+les presentes en el hom+re como principio de conocimiento de las naturaleNasde las cosas sensi+les.Descartes atri+uJa al hom+re lo que Santo 2omMs afirma en las su+stancias separadas o Mngeles.

Vant, que nega+a esto con raNón, no acerta+a a reconocer aquella eUperiencia eUistencial queacompaKa a todo acto de conocer o+etio ' que, como eremos en entregas posteriores, es,para Santo 2omMs, el lugar connatural de la luN inteligi+le que, en la conciencia humana, iluminalas imMgenes sensi+les para formar, a partir de ellas, aquellas especies inteligi+les. 3sestremecedora la lectura de otra nota de Vant so+re el teUto que, en la segunda edición de larJtica, trata de los Paralogismos de la raNón pura, es decir, discute la alideN especulatia delos conocimientos racionales so+re el alma humana. /amos a leer Jntegramente esta nota, en laque se perci+e una refleUión realiNada durante aKos3l 'o pienso es, como se ha dicho, una proposición empJrica, ' contiene la proposición 'oeUisto. Pero 'o no puedo decir todo lo que piensa eUisteY pues, entonces, la propiedad depensar harJa de todos los seres que la poseen entes necesarios. Por consiguiente, mi eUistenciano puede ser concluida de la proposición 'o pienso, como Descartes lo ha creJdo (puesto que, enotro caso, la ma'or todo lo que piensa, eUiste de+erJa preceder, pero mi eUistencia es idnticaal cogito. 3sta proposición eUpresa una intuición empJrica indeterminada, es decir, unapercepción (', por consiguiente, muestra que 'a la sensación, que pertenece a la sensi+ilidad,sire de fundamento a esta proposición enunciatia de la eUistenciaY pero precede a la

B$




eUperiencia, que de+e determinar el o+eto de la percepción en relación con el tiempo por mediode las categorJas. 4a eUistencia 'a no es aquJ una categorJa que se refiera, no a un o+etoindeterminado dado, sino a un o+eto del que se tiene un concepto ' del que se quiere sa+er sieUiste o noY del que se quiere sa+er tam+in si eUiste o no fuera de este concepto.(Recordemos el sentido en que sostuo Vant que la eUistencia no es un predicado real, esdecir, que no es un caracter a aKadir a los que constitu'en la definición de una realidad. AquJ,

Vant da a la eUistencia un significado heterogneo con el desarrollado al tratar del sistema de lascategorJas&.*na percepción indeterminada no significa aquJ sino algo real que es dado ...(Desde el principio de sus planteamientos, Vant ha+Ja dicho que los o+etos son dados a unafacultad intuitia sensi+le, mientras que, por el entendimiento, son pensados. 4a sensi+ilidad esreceptia ' el entendimiento es espontMneo. Pero aquJ nos ha+la de que la eUistencia del 'o esalgo real dado, para aKadir que es dado al pensamiento en general&.... por consiguiente, no como fenómeno, ni como cosa en sJ (noLmenon&, sino como algo queen la cosa eUiste ' que, en la proposición 'o pienso, es designado como tal, pues ha' quenotar que, si he llamado a la proposición 'o pienso una proposición empJrica, no he queridodecir, por ello, que el 'o sea, en esta proposición, una representación empJrica. 3s, mMs +ien,una representación intelectual, porque pertenece al pensamiento en general. Pero, sin una

representación empJrica que da materia al pensamiento, el acto 'o pienso no tendrJa lugar ' loempJrico no es sino la condición de la aplicación o del uso de la facultad intelectual pura () 9#99&.6ientras que, en el pMrrafo einticinco ' en la correspondiente nota, se ha partido de laafirmación de que el 'o pienso es un acto de la espontaneidad ' no una intuición empJrica del'o fenomnico, pero se termina+a sumergiendo la misma conciencia del 'o +ao lo fenomnico,Vant comienNa aquJ por afirmar el carMcter empJrico de la proposición 'o pienso para afirmardespus su anterioridad a la eUperiencia, presentar la eUistencia dada al pensamiento engeneral como algo real eUistente inmediatamente conocido como tal, ' aca+ar matiNando 'propiamente corrigiendo la tesis del carMcter empJrico del 'o pienso para poner en laeUperiencia sólo una condición del uso de la facultad intelectual pura, a la que se da el mismo 'opensante como real ' eUistente.

Al decir Vant que el 'o pienso precede a la eUperiencia estM descu+riendo el caractertrascendental de esta eUperiencia eUistencial del 'o. PodrJamos pensar que esta+a dMndosecuenta de que la mente, antes de a+straer de las imMgenes, tiene una noticia ha+itual de sJmisma, por la que es capaN de perci+irse en su ser, como afirma Santo 2omMs en De %er . 8u.1C, artW , ad primum. DirJase tam+in que, puesto que la mente humana se perci+e eUistir alpensar algo en acto (De %er . 8u. 1C, artW 1, ad septimum&, tam+in Vant podrJa ha+er istoque la capacidad que por sJ misma tiene la mente, por su esencia, antes de reci+ir de lasimMgenes, para esta percepción de sJ misma, le da aquella luN ha+itual que Santo 2omMsafirma+a en la mente humana siguiendo a Aristóteles ' a la que llamó entendimiento agente.Pero, al estar aleadJsimo este cuadro de conceptos desprestigiado e incomprensi+le en lamodernidad filosófica, era imposi+le para Vant llear a plenitud el hallaNgo de latrascendentalidad del 'o cognoscente, afirmando de nueo el tradicional pre#cognito de la

trascendentalidad del hom+re, indiidual, concreto ' eUistente.0icolMs )erdiaef notó que la teorJa del conocimiento deriada de Vant sustitu'e el pro+lema delhom+re ' de su posi+ilidad de conocer el ser por el pro+lema de la conciencia trascendental, porel pro+lema del sueto gnoseológico... cuando, en realidad, la cuestión fundamental delconocimiento es la de la relación que media entre la conciencia trascendental o suetognoseológico ' el hom+re, la persona humana ia ' concreta (a destinación del hom&re, HosHans 3ditor, )arcelona, 1$9!&.Parece que ha' que concluir la ausencia, en el pensamiento Zantiano, del preciso cuadro deconceptos que ha+Ja ela+orado Santo 2omMs, ' que, desde siglos, se ha+Ja perdido en losmismos intuicionismos escolMsticos ' en las corrientes modernas que conocemos con losnom+res de empirismo ' racionalismo.Vant no llegó a comprender el acto de conciencia como posesión del 'o en su ser, sino queaciló entre las opuestas dimensiones de una interpretación empJrica o fenomnica, atri+uida alsentido interno +ao la forma del tiempo, o la representación formada por la espontaneidadactia del pensamiento, interpretando sólo la conciencia como el acto de pensamiento por el queme pienso a mJ mismo.

!C




3l predominio del entendimiento como conocedor de o+etos so+re su dimensión de posesiónJntima del 'o en acto inalidó el reconocimiento de la naturaleNa intelectual, Jntima ' noo+etia, de la conciencia del 'o en su ser. 8uedó, de nueo, sin resoler, a pesar de suluminosa crJtica al cogito cartesiano, la interna coneUión entre la conciencia del 'o eUistente ' elconocimiento intelectual o+etio, que ha+Ja dado un sentido erdadero a la do+le afirmación dela apercepción pura como la +ase orginaria del entendimiento o como el entendimiento mismo.

Desarroll esta crJtica tomista al criticismo trascendental Zantiano en mi o+ra So&re la esenciadel conocimiento (PP* )arcelona, 1$!&. 3n la presentación de la misma, el profesor 3use+ioolomer, tan reconocido como competente historiador de la filosofJa, escri+ióanals pone, decididamente, en el ha+er de Vant la fundamentación de la uniersalidad 'necesidad del conocimiento intelectual en el carMcter actio del sueto ', en coneUión con esto,la afirmación capital de la autoconciencia como condición Lltima de posi+ilidad del conocimientode o+etos, su+ra'ando, no o+stante, como de+e graoso, la escisión de la conciencia entre un'o puro, consciente de su eUistencia #mas sólo a modo de un sueto lógico#trascendental delconocimiento# ' un 'o empJrico, que sólo se conoce a sJ mismo en su cara fenomnica ' nosegLn su realidad en sJ o noumnica. Vant, entonces, fue incapaN de reconocer laautocionciencia como autoposesión del "o seg5n su ser , enraiNada constitutiamente en lasustancia espiritual de la mente. es eUactamente aquJ en donde esta+a en uego el Uito o el

fracaso de su crJtica. 3n Lltimo trmino, es en este desconocimiento del ser de la mente endonde ha' que situar la raJN del fenomenismo, esto es, de la sustitución de la unidad clMsica deconocimiento ' ser por la unidad de conocimiento ' aparienciaGa' que reconocer que anals toca aquJ el punto mMs crJtico del Zantismo la eUistencia del 'otrascendental es dada, efectiamente, en la autoconciencia como algo real ' no como purofenómeno. Se trata de una eUistencia mu' diferente de la que Vant atri+u'e a los o+etos de laeUperiencia... en Lltima instancia, es so+re este sueto trascendental pero +ien real, presente' actuando en todo hom+re, en cada sueto empJrico, en el que se apo'a ' aguanta su o+raentera. anals tiene raNón todo depende de aquJ. 4a afirmación o la negación de la su&sistenciaen sí de la mente " de la mente individual es el lugar decisio en donde se cruNan los caminosque conducen, respectiamente, a Santo 2omMs ' a Vant, ' podrJamos tam+in aKadir a Gegel(olomer, 3use+i 3ntorn del lli+re de -rancesc anals /idal So&re la esencia del conocimiento7

en #spíritu0 Cuadernos del nstituto (ilosó(ico de Ealmesiana, ol. :::/II. )arcelona, enero#unio1$, pp. "#&.Vant, heredero de los malentendidos intuicionistas del empirismo ' del racionalismo, se sentJatam+in Jntimamente inclinado a tomar como descu+rimientos los que hu+ieran podido serredescu+rimientos. 3sta+a aeno a su horiNonte cultural el refleUionar so+re el hecho de que,en el aristotelismo, los modos de predicación son el criterio para esta+lecer la diisión del enteen sus categorJas De tantas maneras como el ente es dicho, de tantas se significa que algo es', por esto, las diisiones del ente serMn predicamentos, porque se distinguen segLn el distintomodo de predicación (cfr. Santo 2omMs n .et .nW $C& o que Santo 2omMs hu+iese afirmadoque lo entendido se comporta como algo constituJdo ' formado por el acto de entender ( Despirit0 creat0 8u. Lnica, artW $, ad quintum&.Pero la raNón Lltima ' profunda del aciado logicista del 'o trascendental, que Vant conirtió en

un ente de raNón constituJdo por la referencia al o+eto de un sueto reducido a relación deconocimiento, estM en que era incapaN de descu+rir el acto de ser por el que su+siste el hom+repersonal, ' en el que Santo 2omMs hacJa consistir nada menos que aquella uelta so+re sJmismo que no es sino la su+sistencia en sJ misma. 0o pudiendo pensar el ser como acto #loque, segLn )MKeN, ni siquiera los tomistas querJan oir#, tampoco pudo comprender el conocersensi+le e intelectual como cierto ser, tal como se esforNa+a a'etano en meter en la ca+eNade los que filosofan. 2otalmente aena a su horiNonte la naturaleNa comunicatia del acto, nopodJa reencontrar la naturaleNa locutia del acto intelectual, aquella por la que la pala+raeUpresada por el hom+re es el elemento ' lugar natural de la manifestación de la erdad delente.Al estudioso que atienda a estas sugerencias le ofreNco, en el siguiente enJo, un estudio so+reel entendimiento agente en el que podrM encontrar teUtos eUplJcitos de la afirmación, por Santo2omMs, de la trascendentalidad del hom+re, por la que su pensamiento tiene el interno destinode manifestar el ente en su erdad.


!1




!




LA L"B DEL ENTENDIMIENTO A>ENTE EN LA ONTOLO>ÍA DELCONOCIMIENTO DE SANTO TOMS DE A!"INO

I& Introducci#n 0 $resu$uestos

3l equili+rado edificio de la sJntesis gnoseológica tomista tiene su clae de +óeda en la doctrina,o+eto de secular polmica, del Qentendimiento agente. Por la QluN del entendimiento agente,en efecto, se eUplica el carMcter directo ' connatural de la aprehensión del ente ' de losprimeros principios que en el ente se fundan, a+straJdos del dato sensi+leY ' por los cualesconoce el hom+re las Qquiddidades de las cosas ' uNga de stas QsegLn lo que son. 4agnoseologJa tomista queda, asJ, centrada, frente a todo empirismo (' tam+in frente a todointuicionismo platónico&, en la afirmación del carácter espontáneo e intrínseco de la operaciónintelectual4

Q4a irtud intelectia uNga acerca de la erdad, no por algunas cosas inteligi+les eUistentes

fuera del alma, sino por la luN del entendimiento agente que hace los inteligi+les IDe spirit0creat0, artW. 1C, ad octaum&.4a importancia central de esta doctrina pasó inadertida, con frecuencia, por ha+er sidopropuesta tan sólo en el plano de una concepción QfJsica de la realidad del conocimiento, asa+er considerando la Qespecie inteligi+le en tanto que JaccidenteK inherente al entendimientopotencial, ' argumentando entonces la necesidad de la acción e(iciente del Qentendimientoagente por la imposi+ilidad de que un agente orgMnico, como la imagen sensi+le, actLe so+reuna facultad espiritual Qlo incorpóreo no puede ser alterado por lo corpóreo (S0 Th0 , 8. 9,artW. B, in c.&.3ste planteo de la cuestión, peligrosamente sugerido por la misma terminologJa usada, es una+ase demasiado estrecha para que se edifique so+re ella una doctrina igorosa de la intelección.on una atención eUclusia a los pro+lemas de la Qeficiencia natural ' de la Qinherencia

entitatia de los factores del conocimiento, se dea+an en olido, en realidad, las cuestionesfundamentales la consideración del conocimiento en cuanto tal, ' de las Qespecies inteligi+lesen su ser representativo o Qintencional, especificatio de la capacidad del alma para Qllegar aser todas las cosas.

Q2oda la fantasmagorJa de las especies inteligi+les ' del entendimiento agente, como se dio enuna polmica cle+re1, ofrecJa +lanco entonces a la o+eción de constituir una innecesariamultiplicación de entidades, ' la actiidad misma de Qhacer los inteligi+les aparecJa a modo deuna eficiencia mecMnica su carMcter Qital e inmanente era desconocido u olidado.3n nuestro tra+ao de ho', sin em+argo, de+eremos prescindir casi por completo de talespro+lemas, para ocupamos de la de(inición " (undamentación del Jentendimiento agenteK en el

plano de la Jontología del conocimientoK de Santo Tomás, presidida por aquella tesis queA32A0O formuló diciendo que el Qconocer no es, en su raNón propia, sino cierto Qser JSentir" entender no son nada más que cierto serK (A32A0O, in III De Anima, c. %&.

1 6arcelino 630F0D3@ P34AO, en su carta a D. Aleandro PIDA4 6O0, titulada nstaurare Omniain Christo0 a Ciencia #spa/ola0 O&ras Completas, /ol. 4I:, pMg. 11%. 3l respeto de+ido alinsigne polJgrafo no de+e impedirnos el reconocer su inferioridad filosófica patente frente a susadersarios tomistas, en la cle+re polmica con PIDA4 6O0 ' el Padre -O0S3A, O. P. 3steLltimo, especialmente, se esforNa+a en llear la cuestión a su erdadero terreno QSi,prescindiendo en a+soluto de su manera de ser (de las Qespecies& como afecciones su+etias,consideramos solamente su alor representatio ' su relación trascendental con el o+etorepresentado por las mismas (que es lo que constitu'e propiamente la ciencia de estas especiesinteligi+les ' su alor ideológico& en este sentido mantenemos ' afirmamos la eUistencia de lasespecies inteligi+les.... Q3sta es cuestión que no afecta a la esencia de la Qespecie inteligi+le,sino sólo a su inherencia accidental... 0o se trata de sa+er lo que sea en sJ misma la especie

inteligi+le considerada como afección interna de nuestra facultad intelectia o en cuanto a suinherencia fJsica real ' su+etia, sino sólo de pro+ar la necesidad indeclina+le de admitir estarepresentación intelectual... -r. HoaquJn -O0S3A, O. P., De(ensa de la (iloso(ía cristiana0 3n elol. cit. de las O&ras completas de 630F0D3@ P34AO, pMgs. 19 ' 19".

!"




4OS PR3S*P*3S2OS D3 4A DO2RI0A 2O6IS2A D34 Q30230DI6I302O A>3023

4a argumentación por la cual Santo 2O67S conclu'e la eUistencia de una Qirtud por parte delentendimiento que hace los inteligi+les (S0Th0 , 8. !$, artW. "&, es de naturaleNa rigurosamentegnoseológica. 3n efecto las premisas que llean a la afirmación de la eUistencia del

entendimiento agente son 1.[ 4a potencialidad del entendimiento, que es en su origen Qcomouna ta+lilla en +lancoY ' .[ 0o, primordialmente, su impasi+ilidad ante un agente orgMnico,sino la no e3istencia de inteligi&les en acto, ni en las cosas sensi+les, ni en las imMgenes que lasrepresentan. AsJ, dice, por eemplo, reisando las doctrinas de P4A2<0 ' ARIS2<2343S

QDe acuerdo con la opinión de Platón no ha+Ja ninguna necesidad de poner un entendimientoagente para hacer los inteligi&les en acto000 pues Platón afirmó que las formas de las cosasnaturales su+sistJan sin materia ' que, por consiguiente, eran inteligi+les, dado que es por elhecho de ser inmaterial que algo es inteligi+leY... Pero como Aristóteles no afirmó que las formasde las cosas naturales su+sistieran sin materia (' las formas que estMn en una materia no soninteligi+les en acto&, se seguJa que las naturale1as, o (ormas, de las cosas sensi&les, queentendemos, no son inteligi&les en acto000 4uego es necesario afirmar alguna irtud por parte delentendimiento que haga las cosas inteligi+les en acto... " esta es la necesidad de a(irmar el

entendimiento agenteK IS0 Th0 I, q. !$, art. ", c&.Santo 2O67S se plantea la o+eción segLn la cual serJa innecesario afirmar la eUistencia de unagente distinto de la imagen para eUplicar la recepción inmaterial de la QespecieY +astarJa, paraello, la inmaterialidad misma del entendimiento.3sta o+eción, que luego se harM clMsica, co+ra su fuerNa en un planteo del pro+lema en la lJneadel Qmodo entitatio de inherencia de la Qespecie inteligi+le en el entendimiento a que anteshemos aludido. Pues +ien, Santo 2O67S Nana la cuestión, no precisamente recordando laimpasi+ilidad del espJritu ante un agente orgMnico, sino, mMs radicalmente, negando lae3istencia de un inteligi&le en acto en la cosa sensi+le ' en la imagen misma

QSupuesto un agente, +ien sucede que su semeanNa sea reci+ida de diersas maneras enrecipientes diersos, de acuerdo con sus diersas disposiciones. .as si no pree3iste ning5nagente, la disposición del recipiente no harM nada. Ahora &ien, lo inteligi&le en acto no es algo

e3istente entre las cosas de la naturale1a, tratMndose de la naturaleNa de las cosas sensi+les,que no su+sisten fuera de la materia. IS0 Th0 , 8. !$, artW. ", ad tertium&.on sólo lo dicho, se e 'a la posi+ilidad # históricamente realiNada # de que, al amparo de unamisma terminologJa, se defiendan concepciones so+re el Qentendimiento agente de unasignificación completamente distinta en cada caso. 4a doctrina se alearM de la concepcióntomista 1.[ Si se afirma la eUistencia de unidades actualmente inteligi+les, 'a separadas, 'a enlas cosas mismas, pero con inteligi&ilidad actual anterior a la a+stracción intelectual. .[ Si seadopta la posición (no considerada por Santo 2O67S, fiel a la doctrina de que la inmaterialidad esel constitutio de la inteligi+ilidad& que presenta el singular material como inteligi+le en sJ mismo' o+eto directo de la intelección.

4A A2I/IDAD 4A 0A2*RA43@A D34 Q30230DI6I302O A>3023

Se afirma, pues, que eUiste el Qentendimiento agente (o mMs propiamente Qfactio& para Qhacer los inteligi+les en acto. su relación con la potencia intelectual (Qentendimientoposi+le& es anMloga a la de la Qcausa factia con respecto a la materia en que opera Qcomo elarte es a la materia ".Sin em+argo, al atri+uir a la mente humana esta Qirtud actia por parte del entendimiento,principio intrJnseco de actuación de su propia potencia intelectual, no se afirma que su solaactiidad +aste para formar los inteligi+les. 4a doctrina del entendimiento agente de ningLnmodo se confunde con cierto Qinnatismo, 'a que el entendimiento agente no causa las

4a tesis de la Qinteligi+ilidad directa del singular material, aceptada en la tradición suarista,ocasiona un cam+io completo de sentido en la doctrina del entendimiento agente. /id. S*7R3@,De Anima, li+ro I/, c. . fr. a gnoseología de lo universal en Suáre1, por Hos 6. A43HA0DRO, S.

H., QPensamiento, aKo 1$9, ol. I/." Aunque en la presente nota no se comenta directamente a ARIS2<2343S, es imprescindi+le tenerpresente su teUto +Msico al respecto De Anima, III, c. %Y teUto difJcil, que sólo con lainterpretación eUpuesta, nos parece, so+re el Qentendimiento agente, uelta comprensi+le.

!9




Qespecies en el entendimiento posi+le, sino Qpor las imMgenes hechas por l inteligi+les en actoIGuaest0 disp0 de An0, art. 1%, c&. 3sta acción so+re las imMgenes es conce+ida como una

Qiluminación, ' el propio entendimiento agente Qcomo una luN inteligi+le ' espiritual QluN delentendimiento agente, la lu1 que el entendimiento agente es0

\ \ \

QDe estos secretos ha+lamos en cuanto podemos, dice A32A0O. Apo'ados en la metMfora, deprofundo sentido metafJsico, de la luN, podemos seguirle en su interpretación simple ' genial. 4ailuminación es la actiidad misma de la luN presente. Si el efecto Qformal de la luN en lo diMfanoes hacerlo, por su presencia misma, luminoso, tiene tam+in, sin em+argo, un efecto Qo+etioen los cuerpos puestos en continuidad con lo diMfano iluminado hacer aparecer Qlo isi+le, esdecir, el color.3sta concepción de lo que sea la luN ' la iluminación en el orden natural, es transpuesta al ordeninteligi+le (f. S0 Th0 I, 8. B!, artW. 1& QSi se ha+la propiamente de luN en lo espiritual&. 3n lasimMgenes sensi+les, Qa las que tiene connaturalmente dirigida su mirada el entendimientohumano 9, la iluminación del entendimiento agente produce el efecto Qo+etio de haceraparecer, no Qtodo lo que en ellas ha', sino lo intelectualmente Qisi+le, a sa+er la naturaleNa

o quiddidadY Qde modo que esta iluminación es a+stractia, porque hace aparecer en la imagensensi+le lo que la cosa es, prescindiendo de sus condiciones materiales indiiduantes %. SegLnesto Q3l mismo entendimiento agente es la luN con que resplandece o+etiamente la imagen segLnla quiddidad que en ella ha' (A32A0O, n , q. !$, art. "&. Preengamos, sin em+argo, unposi+le equJoco. Si se dice que la imagen es Qhecha inteligi+le por la luN del entendimientoagente, no es porque en su singularidad (representatia de condiciones materialesindiiduantes& pueda ser partJcipe de la inteligi+ilidad en acto lo que la luN inteligi+le haceactual es lo Qisi+le por el entendimiento. Pues, ni ste puede tener por o+eto lo inesencial, nipuede la luN inteligi+le hacer aparecer sino lo que es capaN de ser iluminado por ella. 4osprincipios indiiduantes quedan Qinisi+les en sJ mismos porque son incapaces de participar deesta luN. 4a imagen es Qinteligi+le en potencia sólo en cuanto representatia de un indiiduo de

tal naturale1a6 naturaleNa que la luN inteligi+le puede reelar.Superando 'a toda metMfora, Santo 2O67S nos da una rigurosa definición de esta luN que es elentendimiento agente es, en efecto, Jel acto de los inteligi&lesK por los que el hom+re entiendeJa lu1 del entendimiento agente que es el acto de los mismos inteligi&lesK (S. 2h. I, q. !, art.1, c&.4a tesis de una QluN inteligi+le, connatural a nuestra alma, Qla luN misma de nuestra almaIContra 2entes, II, c. !!& no tendrJa sentido de olidarse que lo que por ella se afirma es queel alma intelectiva humana tiene por su esencia, no sólo la potencia o capacidad intelectual, sinotam&i+n la virtud activa que hace todas las cosas Jen el ser inteligi&leK proporcionado a ella0 3nconsecuencia, sólo impropiamente se caracteriNa al entendimiento agente cuando se dice que esuna Qpotencia o Qfacultad distinta del entendimiento posi+leY de+e decirse, en realidad, que es

9 Q3l alma intelectia humana por su unión con el cuerpo tiene su mirada inclinada hacia lasimMgenesY por tanto, no es informada en orden a entender algo a no ser por las especiesreci+idas de las imMgenes. IGuaest0 Disp0 De Anima, art. 1B, c.&. Q3s connatural al hom+re eler las especies inteligi+les en las imMgenes... Pero el conocimiento intelectual no consiste en lasimMgenes mismas, sino que en ellas se contempla la pureNa de la erdad inteligi+le. (S0 Th0 II#II, q. 1C, art. %, ad &.% Q3l efecto de la luN es do+le, a sa+er, formal ' o+etio. 3l formal consiste en ser iluminadora,asJ por eemplo, en lo diMfano. 3l o+etio, en cam+io, consiste en aparecer, como por eemploen el color pues el color no aparece si no estM iluminado. Ahora +ien, la a+stracción en la queno ha' mentira, por consistir en reci+ir una cosa ' no otra que le a unida, tiene su efectopropio en que apareNca una cosa sin que apareNca otra, como es eidente. 4uego, en cuanto a loque nos ataKe, imagino que, puesto que en la imagen ha' tal naturaleNa, al aKadJrsele la luN del

entendimiento agente, la imagen se ilumina no formalmente como lo diMfano, sinoo+etiamente como el color, 'a que con la iluminación resplandece ' reluce en la imagen notodo lo que en ella ha', sino sólo la quiddidad o naturaleNa, ' no su singularidad a ella unida, demodo que esta iluminación es a+stractia... (A32A0O, n S0 Th0 , q. !$, art. ", c.&.

!%




una Qirtud causatia o factia (que, segLn ARIS2<2343S, Qpor su esencia es acto& que se refiereal entendimiento posi+le como el Qacto a la Qpotencia.4o eUpuesto aquJ, puede resumirse en un teUto decisio ' eUplJcito de Santo 2O67S Q4a esencia del Mngel es como acto en el g+nero de los inteligi&les000 mas no el entendimientohumano, que, o se halla totalmente en potencia respecto de los inteligi+les, como entendimientoposi+le, o es acto de los inteligi&les que se a&straen de las imágenes como entendimiento

agente IS0 Th0 , 8. !, artW. 1, ad secundum&.

II& Pro$osici#n del $ro8lema& La connaturalidad de la 2lu1 del entendimientoa%ente5 a la mente :umana

Dice Santo 2O67S QAl comparar nuestra mente con las cosas sensi+les que ha' fuera del alma, hallamos que seencuentra con ellas en una do+le relación 1W *na, como la del acto respecto de la potencia, asa+er, en cuanto que las cosas fuera del alma son inteligi+les en potencia. !ero la mente mismaes inteligi&le en acto6 " seg5n esto se a(irma en ella el entendimiento agente que hace losinteligi&les en acto0 W 4a otra, como la de la potencia respecto al acto, en cuanto que ennuestra mente las (ormas de las cosas determinadas están sólo en potencia, mientras que en lascosas fuera del alma estMn en actoY ' segLn esto se afirma en nuestra mente el entendimientoposi+le, al que compete reci+ir las formas a+straJdas de las cosas sensi+les, hechas inteligi+lesen acto por la luN del entendimiento agente. IGuaestio Disp0 De %er0 :, art. B, c&.3l sentido de este teUto es difJcil. ;ómo se concilia, en efecto, la raNón alegada de la presenciaconnatural en la mente de la luN del entendimiento agente, a sa+er que la mente misma esinteligi+le en acto, con la doctrina constante segLn la cual el alma humana no es sino purapotencia ' como Qmateria prima en el orden inteligi+le=Antes de entrar en la inestigación del pro+lema conendrM atender a otros lugares paralelos,cu'a interpretación ofrece una dificultad anMloga. AsJ, en el lugar 'a citado de la Contra 2entes4

QPues el alma intelectual tiene en acto algo respecto a lo cual la imagen estM en potencia, ' estMen potencia respecto a algo que en las imMgenes se halla en acto. !ues la su&stancia del almahumana tiene una inmaterialidad, por la cual tiene naturale1a intelectual000 3l alma intelectiamisma se queda en potencia respecto a las seme$an1as determinadas de las cosas cognosci+lespor nosotros, que son las naturaleNas de las cosas sensi+les. es erdad que las imMgenes nospresentan esas naturaleNas determinadas de las cosas sensi+les, pero sin ha+er alcanNado aunel ser inteligi+le... AsJ pues, tienen la inteligi+ilidad en potencia, pero la determinación de lasemeanNa de las cosas en acto. 4o contrario sucedJa en el alma intelectia. Pues en el almaintelectia ha' una irtud actia so+re las imMgenes, que las hace inteligi+les en actoY ' estapotencia del alma se denomina entendimiento agente IContra 2entes, II, c. !!&.2am+in este pasae parece de difJcil comprensión. Se afirma que en el alma humana ha' enacto la inmaterialidad ' la naturaleNa intelectual, ' que las imMgenes estMn en potencia para

participar, no ciertamente de la intelectualidad, sino del Qser inteligi+le. se conclu'e que elalma tiene irtud para elear las imMgenes al ser inteligi+le, porque posee, no precisamente lanaturaleNa intelectual a que antes se ha+Ja aludido, sino la Qinteligi+ilidad en acto, que seconsidera implJcitamente afirmada con aqulla.3n un tercer pasae (esta eN de la Suma TeológicaL se plantea la cuestión de cómo puederadicar en la esencia del alma el entendimiento agente Qque por su esencia es acto, siendo asJque el modo de ser del alma funda precisamente la potencialidad del entendimiento posi+le. Aesta dificultad responde Santo 2O67S

Q3l alma intelectual es ciertamente inmaterial en acto, pero está en potencia respecto a lasespecies determinadas de las cosas0 3n cam+io, las imMgenes, a la inersa son ciertamentesemeanNas actuales de algunas especies, pero son inmateriales en potencia. Por lo cual nadaimpide que una ' la misma alma, en cuanto es inmaterial en acto, tenga cierta irtud por la cual

haga cosas inmateriales en acto a+stra'endo de las condiciones indiiduales de la materia(irtud que se llama entendimiento agente& ' otra irtud receptia de tales especies, que sellama entendimieno posi+le, en cuanto estM en potencia para con tales especies IS0 Th0 I, q. !$,art. 9, ad 9&.

!B




omo en el teUto anterior, tam+in en ste, por la equialencia que se supone entre loactualmente inmaterial ' lo actualmente inteligi+le, se afirma de nueo la actual inteligi&ilidadde la mente0Si se considera el aspecto potencial del alma intelectia, emos continuamente afirmado queesta potencialidad se contiene en la lJnea de la especi(icación del entender6 el alma reci+e de lascosas materiales ' de las imMgenes las determinaciones formales o contenidos que la

constitu'en en la semeanNa actual con la naturaleNa del o+eto sensi+le. Pero el Jser en actoKde la Qespecie inteligi+le, el principio de actuación del entendimiento, se atri+u'e, en cam+io, alentendimiento agente, o, por meor decir, consiste en aquella lu1 connatural al alma que es elacto de los inteligi&les0Resumiendo la mente humana, desproista de todo Qinteligi+le en acto o de toda formadeterminada # posee en sJ connaturalmente el Jacto de los inteligi&les a+straJdos de lasimMgenes. 4a presencia intrínseca " connatural de este acto se funda en que la mente esintelectual e inteligi&le en acto04as dificultades surgen nueamente, sin em+argo, cuando se eUamina esta fundamentación.SegLn la gnoseologJa de Santo 2O67S, en efecto, 1.[& si la mente fuese en su misma su+stanciaJinteligi&le en actoK, se actuarJa intrJnsecamente para el conocimiento intuitio ' connatural de sJmisma, lo que eUcluirJa la recepción de formas Qa+straJdas de lo sensi+le QSi el alma conociera

por sJ misma lo que ella misma es, esto serJa una eidencia ' por consiguiente un conocimientoprimario ' principio del conocimiento de las demMs cosas IContra 2entes, III, c. 9B&. .[& Perotam+in resultarJa pro+lemMtico un intento de fundar la connaturalidad del Qentendimientoagente en la naturale1a intelectual del almaY pues su entendimiento, por radicar en una formaunida a la materia, es puramente potencial. 0uestra alma, afirma con frecuencia Santo 2O67S,

Qtiene el Lltimo lugar en el gnero de los seres intelectuales, como la materia primera en elgnero de los sensi+les IDe %er0, :, art. , c.&.Por la Ja de la intelectualidad del alma amos a parar a la misma conclusión, parece, a queantes hemos llegado por la Ja de la inteligi&ilidad0

\ \ \

4a tesis del entendimiento agente podrJa plantearse, sin em+argo, en otro conteUto, a sa+er noen el de una gnoseologJa aristotlica, sino en el de una metafJsica descendente de tipoeemplarista ' agustiniano. Desde este Mngulo de consideración, el entendimiento agente esconce+ido como una participación, por parte de la mente humana, de una lu1 que es re(le$o "e(ecto de la 4uN su+sistente, del Sol inteligi+le, fuente de todo ser ' de toda inteligi+ilidad. O sedirM que el hom+re, que ocupa el Lltimo lugar entre las inteligencias, participa en lo sumo de sunaturaleNa de aquello que caracteriNa el orden superior en la Q3scala de los seres, a sa+er la

posesión connatural del principio de su actualidad inteligi&le03ste recurso, sin em+argo, no +astarJa para una caracteriNación ' fundamentación ontológica del

Qla luN del entendimiento agente fiel al pensamiento de Santo 2O67S. Pues lo que ha+rJa queeUplicar en este caso, serJa ustamente por qu el alma intelectia. humana participaconnaturalmente, por su mismo modo de ser, de aquella luN inteligi+le.

2al inestigación nos eUigirM el recurso a los mMs fundamentales principios de la ontologJa delconocimiento que profesa Santo 2O67S.

III& N-cleo de la res$uesta< 2el ser es la actualidad de todas las 7ormas&&&5

3n su comentario a la Primera parte de la Suma Teológica dice el cle+re tomista Domingo)7E3@

QAunque el ser reci+ido en una esencia compuesta de principios esenciales sea especificado porstos, sin em+argo, por el hecho de ser especificado no reci+e ninguna perfección, sino que mMs

+ien se re+aa ' desciende a un ser relatio, por cuanto ser hom+re o ser Mngel no es unaperfección en sentido simple.J esto es lo que (recuentísimamente clama Santo Tomás, " los tomistas no quieren oír4 que elser es la actualidad de todas las (ormas o naturale1as, ' que en ninguna cosa se encuentra a

!!




modo de recipiente o perfecti+le, sino a modo de reci+ido ' perfeccionante de aquello en que esreci+idoY mientras que l, por el mismo hecho de ser reci+ido, se re+aa ', por asJ decir, seimperfecciona (n , q. ", art. 9&./enida de parte de tan caracterJstico representante de la 3scuela, es sta una protestasorprendente. Porque esto que Santo 2O67S clama frecuentJsimamente, ' que en su tiempoparecJa a )7E3@ que no querJa ser oJdo por sus discJpulos, es el verdadero n5cleo de su síntesis

meta(ísica, ' lo que da sentido, por eemplo, a la cle+re tesis de la Qdistinción real de esencia 'eUistencia. 6as, si esto es asJ, no es de eUtraKar, entonces, que sólo a la luN del concepto deente, como participante del Qser (Qser que es acto ' perfección, nunca recipiente ' perfecti+le,' siempre perfectio ' reci+ido& adquiera, asimismo, su sentido la ontologJa del conocimiento deSanto 2O67S. 0ada de cuanto en la #scala de los seres se nos presenta como constitu'endo ungrado de perfección, puede ser entendido en su propia raNón de ser, si se le conci+e comoincluido en alguno de los modos del ente predicamental. 0i la ida, ni la QnaturaleNacognoscente, ni la QnaturaleNa intelectual, pueden ser adecuadamente conce+idas por

Qdiferencias genricas o especJficas, como determinaciones de la su+stancia. Se trata de Qgrados en la mMs ' mMs perfecta participación del Qser. Q/iir es cierto ser perfecto. Por lo mismo, a esta perfección que es el iir no se aKade elconocer ' el entender como algo eUtrJnseco o so+reenido. 4a ida es plena ' perfecta en los

seres cognoscentes ' plena ' sumamente perfecta en los seres inteligentes. Porque el Qser(inferior e imperfectamente participado en todo ente de naturaleNa no intelectual& sólo en elinteligente, ' en la medida en que estM en acto su ida intelectia (es decir en la medida en quees por sí mismo actualmente inteligenteL, es poseJdo en plenitud.Sólo en cuanto de alg5n modo no es, carece un ente de la plenitud ' perfección del Qser, que desu'o es preeminente e inclusia de toda ida ' de toda intelección en acto. QAsJ como todano+leNa ' perfección se halla en una cosa en tanto que es, igualmente todo defecto se halla enuna cosa en tanto que de alguna manera no es IContra 2entes, I, c. 1&. asJ, aquello que sólo

Qes, ' no ie, ni conoce ni entiende, no es deficiente por la imperfección del Qser en sJ mismo,sino porque lo participa de un modo particular e imperfectJsimo B.

Q30230D3R 0O 3S 0ADA 67S 8*3 *0 I3R2O S3R

QAhJ tienes claramente #escri+e A32A0O# lo que me esfuerNo en eUponer a las mentes de losque filosofan, a sa+er, que sentir " entender no son otra cosa que cierto ser (A32A0O, n De

Anima, III, c. %&.4a dificultad que encontra+a en su tiempo A32A0O para hacer comprender a los filósofos elprincipio central de la doctrina de Santo 2O67S so+re el conocimiento, tiene una relación Jntimade efecto a causa con aquel Qno querer oJr que lamenta+a mMs tarde )7E3@. 3n nuestros dJas,sin em+argo, muchos elementos am+ientales podrJan initarnos a esta oluntad de oJr, ' nosponen desde luego en condiciones de comprender, con aquella afirmación nuclear de lametafJsica tomista, tam+in el principio clae de su ontologJa del conocimiento.iertamente, que el conocer es, en el hom+re, algo Qinherente, a modo de accidente, en susu+stancia. omo todo accidente, no le constitu'e en su esencia, sino que le da sólo una

determinación particular. Por Qser +lanco, segLn el eemplo tradicional, el hom+re no es, ni Qente ni Qhom+re, sino tan sólo ' precisamente Q+lanco. Del mismo modo parece que, por elhecho de Qentender, el hom+re se hace Lnicamente esto, es decir Qinteligente, o sea, queentiende con tal acto, aquJ ' ahora, tal o+eto. 4a operación inmanente es una Qcualidad, unarealidad predicamental que da Qtal ser Qaccidental al hom+re.

B Ge aquJ alguno de los muchos lugares en que Santo 2O67S afirma eUplJcitamente la idea de laperfección suprema del Qser, puesto que es acto Q3l ser mismo es lo mMs perfecto de todas lascosasY pues se compara con todas a modo de acto. a que nada tiene actualidad sino en cuantoque esY por lo que el ser es la actualidad de todas las cosas e incluso de las mismas formas, demodo que no se compara con las otras cosas como el recipiente con lo reci+ido, sino mMs +iencomo lo reci+ido con el recipiente. Pues, cuando digo el ser del hom+re o del ca+allo o de

cualquier otra cosa, este ser se considera como formal ' reci+ido, ' no como aquello a lo quecompete ser. (S0 Th0 I, q. 9, art. 1, ad "&. Q4as perfecciones de todas las cosas pertenecen a laperfección del serY pues una cosa es perfecta en cuanto que tiene el ser en cierta medida ( S0Th0 I, q. 9, art. , ad & fr. todaJa q. !, art. 1, c.Y q. , art. 1, c.Y etc.

!




Si esto es asJ, parece que de+emos afirmar, en consecuencia, que, Qentitatiamenteconsiderado, el Qacto de conocimiento, lo mismo que cuantos elementos se requieren en elsueto para que se produNca, son otros tantos accidentes inherentes al hom+re, que le dan undeterminado ' particular Qser accidental. Podemos o+serar, de paso, que no dea de sereUplica+le la irritación que producJa en muchos el er que, despus de distinguir la su+stanciadel alma de cada una de sus facultades, se distinguJa tam+in, para cada acto de entender, la

Qespecie impresa del acto mismo, ' am+os de la Qespecie eUpresa o Qer+o mental, ' seafirma+a que cada una de estas formas accidentales da al sueto un nueo Qacto de ser.]Parece, en efecto, que no podrJa conce+irse una mMs eUtraKa, innecesaria e inaca+a+lemultiplicación de entidades^2al dificultad, sin em+argo, no se podJa plantear sino por falta de atención a lo que es el conocer' el entender en cuanto tales. Porque, si es cierto que el acto de entender ' cuantos elementosrequiere en el sueto son accidentes en la su+stancia del hom+re, esto es asJ (como afirmarepetida ' eUplJcitamente Santo 2O67S& porque de otro modo el inteligente se identi(icaría en suin(initud con el mismo Acto puro " su&sistente de ser0De otro modo la distinción entre el Qentender ' el Qser su+stancial ' especJfico en todo enteintelectual creado, de+e afirmarse porque Qel entender, considerado seg5n su ra1ón propia, esa+solutamente infinito (f. S0 Th0 I, q. %9, art. , c.&.

onsiderado el entender segLn su infinitud por la que se refiere al ente uniersal ' lo reela alhom+re, es claro que la pregunta so+re lo que el entender en cuanto tal es, constitu'e unacuestión ontológica ' no meramente psicológica. ;ómo, por el entendimiento, podrJamosenfrentarnos con lo que Qes, si no fuese el entender en sJ mismo Qun cierto ser= 3l entender,en efecto, trasciende, no sólo sus condiciones su+etias, sus circunstancias temporales 'locales, sino todos sus contenidos formales ' especificatios. 4a suprema actualidad cu'aparticipación se atri+u'e a toda realidad al designarla como Qente, ' por la que se iluminacualquier esencia, es el Qser, el Qacto de su'o infinito ' siempre perfectio. la referencia delentender al ente en cuanto tal, des+ordando toda limitación ' especificación en su Mm+itoo+etio, se eUplica porque el entender es, de su'o, refleo ' participación de la infinitaperfección ' no+leNa del Acto.4a ontologJa del conocimiento no considera, pues, al entender en su Qser entitatio (es decir,

segLn que es #por algo eUtrJnseco a su raNón propia ' eUigido por la potencialidad del suetofinito# un Qaccidente de dicho sueto&, sino que lo considera Jen el g+nero de los inteligi&lesK,como per(ección intencional, como JactoK que identi(ica el su$eto " el o&$eto " hace in(inito alinteligente0Si nos eleamos a este mMs alto orden de cosas #escri+e A32A0O# empeNaremos a sospechar

Qde qu modo el entendimiento que procede de la potencia al acto, no procede sino hacia laperfección de su propio ser, ' de qu modo el entender no es otra cosa que su ser, ' la especie,la forma segLn la cual aquel ser es (A32A0O, n De Anima, III, c. %&.3n un sentido rigurosamente ontológico #considerando el entender en cuanto tal# dice Santo2O67S

QAsJ como el ser sigue a la forma, asJ el entender sigue a la especie inteligi+le IS0 Th0 I, q. 19,art. 9, c.&. Q3l entender se compara con el entendimiento como el ser con la esencia IContra

2entes, I, c. 9%&.3n el gnero de lo inteligi+le, el entender es el JserK (Qactualidad de toda forma o naturaleNa&,que es Jel acto de los inteligi&lesK .3n consecuencia #notmoslo +ien# cuando Santo 2O67S afirma queJ#l entendimiento humano o +ien es totalmente en potencia respecto de los inteligi+les... o +ienes acto de los inteligi&les que se a+straen de las imMgenes (S. 2h. I, q. !, art. 1, ad &, untocon una Qpotencia intelectia está atri&u"endo al alma, en realidad, una JintelecciónK#JentenderK # Jacto de los inteligi&lesK6 el JserK inteligi&le que si +ien sigue a la especie en cuantoes especificado por ella, es la actualidad de la especie mismaY no causado en la mente, sino

poseído connaturalmente por ella con anterioridad a toda recepción o a+stracción de lasimMgenes.3l pro+lema que nos ocupa en el presente tra+ao, a sa+er eUplicar el sentido de los teUtos enque se da raNón de la connaturalidad de la luN del entendimiento agente a la mente humana porsu actual intelectualidad e inteligi+ilidad, revierte, en de(initiva, en aclarar la de(inición de esta

QluN del entendimiento agente connatural a nuestra alma que por su esencia es actoY de este

!$




Qentender connatural a la mente por su esencia, Qfactio de los inteligi+les, Qiluminador ' Qa+stractio de la esencia inteligi+le de las cosas sensi+les.ontinuemos atendiendo, para ello, a las tesis centrales de la ontologJa del conocimiento queprofesa Santo 2O67S.

34 QS3R I0230IO0A4 I0234I>I)43

3l Qser en que el Qentender consiste, es # para Santo 2O67S # como el remedio a laimperfección, a la deficiencia de actualidad ' de no+leNa, que a cualquier realidad creada imponeel modo limitado ' Qre+aado en que participa el Qser Q...4a perfección de cualquier cosa, considerada en sJ misma, es imperfecta... Por lo cual, paraque ha"a alg5n remedio a dicha imper(ección, se da otro modo de per(ección en las cosascreadas, segLn el cual la perfección que es propia de una cosa se encuentra en otra cosaY ' staes la perfección del cognoscente en cuanto es cognoscente, puesto que algo es conocido por uncognoscente en tanto que de algLn modo lo conocido mismo estM en el cognoscente. por estose dice que el alma es en cierto modo todas las cosas, pues es apta para conocerlas todas IDe%er0, II, art. , c.&.Para comprender cómo este modo de perfección que es el Qser intencional inteligi+le remedia la

finitud especJfica del ser entitatio ' enriquece al cognoscente con Qlo otro, de+emos seKalar lospuntos fundamentales de esta doctrina1.[& 3n primer lugar, que el Qser inteligi+le por el que la su+stancia intelectual supera los lJmitesde su naturaleNa especJfica, es distinto del Qser natural tan sólo por la limitación misma de +ste,esto es por la imperfección ' defecto de Qser de la su+stancia intelectual creada, en la lJnea desu actualidad entitatia.3n cam+io,

Qomo Dios es... enteramente inmune de toda potencialidad, se sigue que es mMUimamentecognoscitio ' mMUimamente cognosci+le, de manera que su naturaleNa en tanto que tiene serrealmente, en tanto le compete la raNón de cognosci+ilidad (II De %er0, art. , citado&.3l Qser entitatio, o natural ' el Qser inteligi+le conienen entre sJ de tal modo que, siascendemos a la consideración de su actualidad perfecta #asJ en el gnero de los entes como en

el gnero de los inteligi+les#, de+emos concluir afirmando la formalJsima identidad entre el Actopuro de ser ' el 3ntender infinito o su+sistente..[& 3n segundo lugar, el carMcter de Qaccidente que el entender #considerado en el ordenentitatio# tiene en toda su+stancia intelectual finita, serJa incorrectamente conce+ido si sepensara que la perfección intencional inteligi+le Qso+reiene (Qaccidit& a la naturaleNa comoalgo eUtrJnseco, no arraigado ni eUigido por el mismo modo de ser de la su+stancia intelectual.Por el contrario la aptitud para participar de este Qser infinito que es el Qentender estMconstituida por algo que de(ine nada menos que el grado supremo de per(ección en la J#scala delos seresK03l conocimiento eUiste en el cognoscente QsegLn la medida del cognoscente, es decir segLn su

Qser conmensurado al sueto que lo participa. Al decir A32A0O que Qel entendimiento queprocede de la potencia al acto, no procede sino hacia la perfección de su propio ser, ( A32A0O,

De Anima, III, c. %&, afirma, en realidad, que el JinteligenteK aanNa hacia la actualidad 'perfección que le compete por su naturaleNa misma, en la medida en que se actLa su potenciaintelectual. Porque el entendimiento, en cuanto potencial, no es sino la capacidad del suetointeligente para participar de la perfección inteligi+le hacindose todas las cosas. Si elentendimiento se distingue de la su+stancia a modo de Qfacultad, es porque de su'o se ordenaa la participación del Qser infinito que es el Qentender, mientras que el Qser natural de lasu+stancia, en cam+io, estM limitado ' re+aado por sus determinaciones especJficas eindiiduales. si el entendimiento dice raNón de Qpotencia en su ordenación al Mm+ito infinitodel ser, este defecto de actualidad inteligi+le se constitu'e por la limitación ' finitud del suetoen la lJnea del ser entitatio.3n definitia en la #scala de los seres la intelectualidad no es nunca un Qaccidente o capacidadso+reenida a la naturaleNa del sueto intelectual, ni tampoco una determinación genrica oespecJfica, sino la aptitud para reci+ir ' la ordenación a poseer, como desarrollo "enriquecimiento de su ser, la actualidad inteligi+le.Desde este punto de ista es como de+e interpretarse la tesis caracterJstica ' central de la

QontologJa del conocimiento tomista, segLn la cual la inmaterialidad de la (orma es la ra1ón,

C




constitutiva de la naturale1a cognoscente e intelectual6 tesis que coniene ahora proponer 'considerar.

I)& Ontolo%ía de la naturale1a intelectual

I06A23RIA4IDAD 3 I023432*A4IDAD

3scri+e Santo 2O67S en la Suma Teológica4 Q4os cognoscentes se distinguen de los no cognoscentes en lo siguiente que los nocognoscentes no tienen mMs que su propia forma, mientras que el cognoscente es pornaturale1a apto para tener tam+in la forma de otra cosa. a que la especie de lo conocido sehalla en el cognoscente. De manera que es manifiesto que la naturaleNa de una cosa nocognoscente es mMs restringida ' limitada. 3n cam+io la naturaleNa de las cosas cognoscentestiene una ma'or amplitud ' eUtensión. Por eso dice el -ilósofo que Qel alma es en cierto modotodas las cosas.

Q Ahora &ien, la restricción de las (ormas se da por la materia0 Por esto hemos dicho mMs arri+aque las formas, en cuanto que son mMs inmateriales, alcanNan mMs una cierta infinitud. 8uedaclaro, pues, que la inmaterialidad de alguna cosa es la ra1ón de que sea cognoscitiva, "con(orme al modo de inmaterialidad se da el modo del conocimientoK (S0 Th0 I, q. 19, art. 1, c.&.4a inmaterialidad perfecta constitu'e la intelectualidad, es decir, el grado supremo ' perfecto deida ' de ser. Porque la materia, como pura potencia que es !, restringe la naturaleNa misma delas cosas en cu'a constitución entra como principio esencial. 4a naturaleNa de las cosasinmateriales es, por el contrario, mMs amplia, porque la forma, cuanto es mMs inmaterial, mMs 'mMs se acerca a cierta infinitud.PodrJa parecer que este teUto plantea una nuea dificultad. Gemos isto, en efecto, que lainherencia, a modo de accidente, del acto de entender, de+e afirmarse en raNón del carMcterfinito de toda naturaleNa creada, la cual no podrJa tener como acto su+stancial el entender, que

es de su'o infinito. ;ómo ha+lar, pues, ahora de cierta Qinfinitud de la naturaleNa inmaterial,que eUcluirJa, al parecer, la necesidad de la inherencia accidental de su perfección inteligi+le=SerJa ste, sin em+argo, un seudopro+lema. 4a su+stancia inmaterial finita es, por su mismafinitud, potencial en orden a su perfección inteligi+le. 3sta potencialidad eUige la inherencia, amodo de Qaccidentes entitatios, de los principios formales por los que se hace Qotra 'trasciende su propia finitud. Pero el conocer en cuanto tal no consiste en aquella inherencia, sinoen la identi(icación entre el cognoscente " lo conocido0 3l alma cognoscente Qse hace todas lascosas ' su misma naturaleNa se enriquece infinitamente por ello con una perfección a la cual suinmaterialidad entitatia la ordena intrJnsecamente, porque la inherencia de las formas de lasotras cosas sólo puede ser especificatia de la asimilación consciente de lo otro como otro, encuanto la su+stancia tenga, en su misma naturaleNa, la misteriosa Qtransparencia quedenominamos intelectualidadY constituJda, ontológicamente, por la inmaterialidad misma de la

forma.4a tesis de que la inmaterialidad constitu"e la intelectualidad, implica, en definitia 1.[& laenrgica reducción del Qentender en cuanto tal al orden del Qser como acto ' perfección, desu'o infinitos, del QenteY .W& la caracteriNación de la naturaleNa intelectual como la constitutiaaptitud del Qente inmaterial para aquella mMs alta participación del Qser, que es ustamente el

Qentender. 3n otras pala+ras la naturale1a intelectual no es sino la naturale1a in(inita del enteal participar el JserK con independencia de la materia0

! QPor materia entendemos aquello que estM sólo en potencia... Si alguien por el nom+re demateria entendiera algLn acto, no ha' que preocuparse. Pues nada impide que lo que llamamosacto, alguien lo llame materiaY igual que lo que nosotros llamamos piedra, alguien lo puedellamar asno IGuaest0 Disp0 De Spirituali&us creaturis, art. $, ad $&. 4a misma ironJa del teUto

muestra la a+soluta conicción que en este punto tenJa Santo 2O67S. Para comprender el sentidoautntico de su pensamiento, al definir la materia como Qlo que estM solamente en potencia,ha' que tener presente su concepción no menos eUplJcita Q3l ente en potencia es como algomedio entre el puro no ente ' el ente en acto. In !h"s0 I, lect. $&.

1




I06A23RIA4IDAD 3 I0234I>I)I4IDAD

Pero la inmaterialidad constitu'e tam+in la inteligi+ilidad QAlgo es inteligi+le en acto por el hecho de ser inmaterial IS0 Th0 I, q. !$, art. ", c.&.4a inteligi+ilidad, en efecto, no es sino la Qperfección de la cosa, en cuanto, eUistiendo en ella,

en un Qente, es naturalmente apta para eUistir a un tiempo en Qotro, a sa+er en elentendimiento

Q3n cuanto que la perfección eUistente de una cosa es naturalmente apta para eUistir en otroIDe %er0, II, art. , c.&.4o inteligi+le es Qlo que es el ente, el ente segLn su Qesencia o QraNón, no QsegLn el serdeterminado que tenJa en aquella cosa IDe %er0, II, art. , c.&, sino como QraNón a+soluta de lacosa, sin concreción IDe %er0, ::III, art. 1, c.&. 3l entendimiento, dice ARIS2<2343S, es receptiode lo inteligi+le ' de la esencia. Santo 2O67S profesa la misma doctrina.Supuesto ahora que la materia es un principio pasio que concreta el Qser a determinaciones

Qaccidentales eUtrJnsecas a la esencia, la tesis de que la inmaterialidad constitu'e a un tiempola naturaleNa intelectual ' la inteligi+ilidad de un ente, es perfectamente congruente con ladoctrina de lo que es el entendimiento ' su o+eto, a sa+er lo uniersal. Porque lo uniersal no

es inteligi+le en cuanto Quniersal, es decir, por su referencia a una pluralidad de suetos, sinopor ser Qinmaterial, es decir, en cuanto, por su a+stracción de los principios materialesindiiduantes, su contenido es el Quno por si la Qesencia# de aquello de lo cual se predica.

0A2*RA43@A I023432*A4 3 I0234I>I)I4IDAD I02R50S3A

Q2oda su+stancia inmaterial... tiene una naturaleNa intelectual. IContra 2entes, II, c. !!&. QAlgo es inteligi+le en acto por el hecho de ser inmaterial IS0 Th0 I, q. !$, art. ", c&. Por raNón de mtodo, ' como proisionalmente, hemos considerado por separado estas tesiscaracterJsticas de la ontologJa tomista del conocimiento. 0ada, sin em+argo, serJa mMsradicalmente opuesto al pensamiento de Santo 2O67S que una concepción que supusiera ladualidad ' distinción entre lo inteligente ' lo inteligi+le como constitutios de la intelección.

4a inmaterialidad, de tal manera constitu'e la naturaleNa intelectual ' la inteligi+ilidad, que unasu&stancia su&sistente " per(ecta Jen el ser inmaterialK es por su esencia actualmente intelectivae inteligi&le4 se entiende a sJ misma por sJ misma.Para Santo 2O67S no pueden eUistir Qinteligi+les su+sistentes, esencias realmente separadas dela materia, que no sean tam+in su+stancias intelectuales, siempre en acto de entender supropia esencia.

Q3l Mngel, al ser inmaterial, es cierta forma su+sistente ' por ello inteligi+le en acto. Se sigue,por lo tanto, que se entiende a sJ mismo por su forma, que es su su+stancia. (S0 Th0 I, q. %B,art. 1, c.&.omentando esta doctrina, distingue A32A0O entre el Qinteligi+le intrJnseco ' el QeUtrJnseco Q0osotros decimos que la esencia le es intrJnseca al mismo Mngel no sólo en el ser denaturaleNa, sino tam+in en el ser inteligi+le... la causa de error es no discernir entre el

inteligi+le eUtrJnseco ' el intrJnseco. De la misma manera que el inteligente se ha de mododierso respecto a ser l mismo ' a ser las otras cosas, asJ se ha tam+in de modo diersorespecto a entenderse a sJ mismo ' a las otras cosas. por esto, como es lo mismo en tal ser denaturaleNa que lo que es tam+in en el ser inteligi+le, 'a que ese ser de naturaleNa es inteligi+leen acto, por esto es capaN de entenderse a sJ mismo por sJ mismo. Pero como no es las otrascosas, ni segLn el ser natural ni segLn el ser inteligi+le, a no ser que se le aKada algo, por esoes necesario poner las especies de las otras cosas In , q. %B, art. 1&.Sin entrar en un estudio mMs detenido del conocimiento anglico (que, sin em+argo, conendrMtener con frecuencia presente, como punto de referencia, a lo largo de este tra+ao&, atendamosa dos aspectos de importancia decisia en la inestigación que nos ocupa.1.[& 3n la naturaleNa intelectual de una su+stancia su+sistente ' perfecta Qen el ser inmaterialno se da, en el conocimiento que tiene de sJ misma por sJ misma, distinción ni dualidad algunaentre el entendimiento ' lo inteligi+leY en cuanto a este conocimiento, su entendimiento es

Q4o inteligi+ile propriamente es la su+stanciaY pues el o+eto del entendimiento es el quY 'por esto dice que el entendimiento es susceptio de lo inteligi+le ' de la su+stancia. ( n.etaph0 :II, lect. , nW %9C.&




actual por su misma intrJnseca inteligi+ilidad, puesto que la intelectualidad ' la inteligi+ilidad,segLn sus raNones propias, no se distinguen sino en la medida de su respectia potencialidad.3n cam+io, como ordenado a la participación uniersal de la forma o esencia del ente, elentendimiento anglico es potencial, en la medida de la finitud de su esencia..[& *na su+stancia inmaterial tiene tal Qser de naturaleNa que es asimismo Qser inteligi+leY 'es claro que, precisamente en la medida en que se identifican por su ser inmaterial la perfección

entitatia ' la perfección inteligi+le, una su+stancia es actualmente inteligente e inteligi+le Qporesencia. Santo 2O67S afirma esta identidad real, precisamente al esta+lecer la diferencia entreel Qser ' el Qentender en todo espJritu creado (S0 Th0 I, q. %9, art. , ad. .&.

Q34 I0234I>I)43 30 A2O 3S 34 30230DI6I302O 30 A2O

Algunos teUtos parecen presentar la intelectualidad como una Qreceptiidad con respecto a lointeligi+le$. Desde este punto de ista, el entendimiento serJa comparado al inteligi+le como lopotencial ' perfecti+le respecto a lo actual ' perfectio, al modo como, en el gnero de las

Qcosas sensi+les, se compara la materia a la forma.Para no desfigurar en este punto, central en toda gnoseologJa, el pensamiento de Santo 2O67S,conendrM precisar dos eUtremos

1.[& #n cuanto el entendimiento " lo inteligi&le son entre sJ distintos, se comparan entre sJ, detal manera que la intelectualidad significa la Qperfecti+ilidad inmaterial de una su+stancia,naturalmente ordenada a reci+ir en sJ las formas o esencias de Qlo otro en una referencia alente en cuanto tal. 4a inteligi+ilidad, por el contrario, significa la Qperfectiidad inmaterial delente (/. A32A0O, n , q. !, art. 1&..[& Pero el entendimiento ' lo inteligi+le a l proporcionado no se distinguen entre sí sino encuanto am&os están en potencia4 Q4o inteligi+le en acto es el entendimiento en acto. 3n cuantoque lo inteligi+le se distingue del entendimiento, en cam+io, estMn am+os en potencia IContra2entes, I, c. %1&.4a intelectualidad es el grado supremo ' perfecto de ida ' de ser, la infinitud de la Qforma o

QnaturaleNa del enteY su raNón propia es la referencia Qmanifestatia al ente uniersal, no supotencialidad respecto de l. 4a erdad, perfección del entendimiento, es una relación uniersal

del ente a sJ mismo que sigue a la operación propia del ente perfecto, es decir, dotado denaturaleNa intelectual.0otemos, a este respecto, que si antes ha afirmado Santo 2O67S la primacJa de lo inteligi+le 'entendido, es decir, del ente segLn su Qesencia, so+re el entendimiento, ' que la Qerdad,relación del cognoscente a la cosa conocida, Qse funda en el ente, afirmarM ahora,recJprocamente, que Qla relación de la ciencia con lo esci+le es consiguiente a la acción del quesa+e IContra 2entes, I/, c. 19&.Por esto el entendimiento no es actual, no QeUiste en acto como entendimiento, sino en cuanto

Qunificado con lo inteligi+le Q3l entendimiento entiende todo lo que es inteligi+le en acto en lIDe %er0, /III, art. B, c.&.

34 QI0234I>I)43 30 A2O P*RO

Santo 2O67S, siguiendo a ARIS2<2343S, conci+e la Inteligi+ilidad en Acto puro, como formalmenteidntica con la plenitud de perfección del QSer su+sistente. Huan D3 SA02O 2O67S lo eUpresaprofundamente al decir

QDios es el primer inteligi+le a modo de acto puro, ' por ello en una consideración intrJnseca 'formalmente, es su intelección, que es la Lltima perfección ' el acto del mismo inteligi+leY ' asJ,en la lJnea inteligi+le, cuando es acto puro, coinciden formalmente el o+eto ' el acto deentender (Huan D3 SA02O 2O67S, Cursus Theologicus, Disp. 1B, art. &.

$ Q*na cosa es cognosci+le en tanto que se separa de la materiaY por esto es necesario que seatam+in inmaterial aquello en lo que se reci&e tal perfección de la cosa IDe %er0, II, art. c.&.

Q3l entendimiento se compara con lo inteligi+le como la potencia con el acto ' lo perfecti+le con

la perfecciónY ' asJ como lo perfecti+le es susceptio de la perfección, asJ el entendimiento essusceptio de su inteligi+le In .etaph0 :II, lect. , nW %9C&. Q3l entendimiento no entiende ano ser por participación de lo inteligi+leY ahora +ien, lo participante es inferior a lo participado(S0 Th0 I, q. !, art. 1. fr. el comentario de A32A0O&.

"




Atendiendo a este argumento, encontramos que en l se conclu'e la identidad entre el o+eto 'el acto de entender a partir de la tesis que la intelección es la per(ección " acto de lo inteligi&lecomo tal6 es decir, se atri+u'e en grado infinito al primer Qinteligi+le aquello que en todointeligi+le dice raNón de acto ' perfección, ' en que consiste su Qser en acto. Ahora +ien esteargumento conclu'e afirmando la perfectJsima identidad entre el sueto ' el o+eto,caracteriNando el primer analogado en el orden del ser inteligi+le como una onciencia infinita,

plenamente Jntima, en que la inteligi+ilidad intrJnseca del QSer su+sistente se identificaformalJsimamente con la actualidad perfecta del 3ntendimiento, cu'a su+stancia es su mismoentender.4a gnoseologJa de Santo 2O67S, coherente con su enrgica afirmación de la primacJa del acto,serJa incompati+le con toda tendencia que quisiera atri+uirla, en cam+io, a lo Qsu+etio encuanto tal. Pues para l la intelectualidad, grado supremo del ser, sólo es Qsu+etia, 'ordenada a la posesión de lo otro como otro, en la medida de su potencialidad. Por esto, unadiiniNación del entendimiento como sueto merecerJa por parte de Santo 2O67S una repulsasemeante a la que le mereció la tesis de quien QestultJsimamente afirmó que Dios era la

Qmateria prima en uno ' otro caso, en efecto, se diiniNarJa la infinitud de una purapotencialidad.Pero, por lo mismo que la perfección infinita eUclu'e del entendimiento todo carMcter Qreceptio

' Qpotencial, eUclu'e igualmente, en su constitutia referencia al ente uniersal, latrascendencia de ste con respecto al mismo inteligenteY ' es incompati+le, Qa fortiori, con todocarMcter material, eUtrJnseco e impersonal del o+eto entendido.Ahora +ien esta+lecer, en el orden gnoseológico la primacJa del acto, no del sueto, no es otracosa que esta+lecer la primacJa del 3spJritu, Jntimo ' su+sistente en sJ

QSe encuentra pues un entendimiento que se ha respecto del ente uniersal como acto de latotalidad del ente, ' tal es el entendimiento diino, que es la esencia de Dios, en la cual original' irtualmente preeUiste el ente entero como en su primera ausa IS0 Th0 I, q. !$, art. , c.&.Pero este entendimiento diino no es Qsu+etio, ni, en consecuencia, la realidad que es suo+eto, a sa+er el Q3nte infinito, no es Qtrascendente a Fl

QSi, pues, lo entendido por Dios estuiera fuera de su entendimiento, se seguirJa que suentendimiento serJa en potencia IContra 2entes, I, c. %1&.

o entendido en acto puro " el entendimiento en acto puro, son uno, es decir4 el entenderin(inito " su&sistente4 la JntelecciónK es Jntelección de la ntelecciónK0

34 QA2O D3 4OS I0234I>I)43S

Participación ' refleo de la intelección su+sistente (primer inteligi+le a modo de acto puro&, el Qser Qen el gnero de los inteligi+les (Qacto de los inteligi+les mismos& es la intelección encuanto es acto4 Qcierto ser, de su'o infinito, desarrollo ' enriquecimiento connatural del ser deuna su+stancia inmaterial.3l entender en cuanto es acto, es decir, no en su relación o+etia, en su intencionalidad, sinoprecisamente en cuanto, por la inmanencia e intimidad caracterJsticas de la operación ital,constitu'e al inteligente en la actual refleUión que es su e3istir en acto como tal inteligente0

Q3l entendimiento #dice Santo 2O67S

al definir la intelectualidad como constitutia del supremo' perfecto grado de ida# Jre(le3iona so+re sJ ' se puede entender a sí mismoK IContra 2entes,I/, c. 11&. QRefleUión e Qintelección no son dos operaciones distintas, sino las dos ertientes#inmanencia e intencionalidad o+etia# del entender.4a intelección es la aprehensión de Qlo que es el ente, la posesión de un contenido esencialinteligi+le de su'o por cualquier entendimientoY la refleUión es aquel Qconocimiento del almaseg5n que tiene ser en tal individuoK, que Jcada unoK de los suetos intelectuales tiene de sJmismo segLn un modo incomunica+le de intimidad, ' por el que precisamente Qcada uno esconscientemente QsJ mismo. 3sta percepción acompaKa, radical ' constitutiamente, a todoacto de entender por el que la mente estM en posesión de un contenido o+etio Qen el hecho depensar algo, perci+e que ella es.4o inteligi+le es la Qesencia o Qforma del enteY lo que en l es a+soluto ' esta+le Qon eltrmino forma se significa lo cierto de cada cosa IDe ente et essentia, c. 1&. Por lo mismo, entoda su+stancia que no es su Qser, ' cu'o Qser no es su+sistente o esencial sino participado 'contingente, esta percepción o conciencia de sJ como eUistente no ofrece al sueto intelectual uncontenido o+etio e inteligi+le.

9




PodrJa parecer, pues, incoherente el intento de +uscar en esta QrefleUión la radicación en lasu+stancia intelectual de la luN que es Qel acto de los inteligi+les. 2anto mMs, cuanto que Santo2O67S (que no podrJa conce+ir una conciencia Qsolipsista& afirma del modo mMs eUplJcito queesta QrefleUión se da sólo en el inteligente Qen acto de entender, lo que supone su in(ormación

por un Jinteligi&le en actoK, principio de una aprehensión o+etia +ao la raNón uniersal deente.

Adirtamos que Santo 2O67S afirma tam+in eUplJcitamente que aquella refleUión (Quelta haciasu esencia& se constitu'e por la misma su&sistencia en sí de la (orma inmaterial4

Q/olerse hacia la propia esencia no es otra cosa que su&sistir la cosa en sí misma0 Pues laforma, en cuanto perfecciona la materia dMndole el ser, en cierto modo se derrama por ellaY encam+io, en cuanto tiene el ser en sí misma, uele hacia sJ (S0 Th0 I, q. 19, art. , ad 1&.Si no minimiNamos el sentido de este teUto, encontramos que afirma la primacJa del acto que seda, Qen el gnero de los inteligi+les, en cada una de las su+stancias intelectuales, 'precisamente en raNón de su intimidad.Insistamos de nueo en que no se afirma la primacJa del Qsueto potencialY sino que tan sólo enel seno de la su+stancia consciente de sJ, como eUistente que es en Qser inmaterial, se da laactual inteligi+ilidad de una formaY o, recJprocamente, que una forma no puede darse, en el serinmaterial por el que es actualmente inteligile, sino como contenido del Qacto de una

conciencia.3sta plenitud ' actualidad intelectual es una semeanNa de la autoposesión del Acto, de laperfecta QrefleUión ' Qsu+sistencia en sJ del QSer. 3n efecto en la intrínseca inteligi&ilidad porla que una Jsu&stancia separadaK es como Jacto en el g+nero del ser inteligi&leK, podrJadistinguirse un do+le aspecto1W& 3n cuanto posee en sí el ser, tiene aquella conciencia o refleUión connatural que no es sino lasu+sistencia de la forma en sJ misma.[& 4a forma es asimismo especie que informa intrJnsecamente a su entendimiento, para laintelección o+etia de sJ.Ahora +ien esta actual perfectiidad inmaterial, especificatia del entendimiento para laaprehensión o+etia de su esencia, es decir, Q+ao raNón de ente ' de erdadero, compete a lasu+stancia Qseparada porque su+siste Qen el ser inmaterial, inteligi+le. 3ste Qser inteligi+le

Iconciencia de sí como e3istenteL es, pues, la actualidad de la su+stancia que es en sJ mismacomo Qacto en el gnero del ser inteligi+le. !or esto es su$eto capa1 de in(initas seme$an1as delas naturale1as de otros entes, cu"a inherencia las constituirá en Jser inteligi&leK .4as afirmaciones anteriores podrJan, sin em+argo, parecer pro+lemMticas si se tiene en cuentaque el Qentender (infinito de su'o ' manifestatio de las cosas segLn la uniersal raNón deente& difiere, segLn Santo 2O67S, en toda criatura del Qser especJfico, ', por lo mismo, tam+indel Qser en de un accidente entitatio. Pero, por otra parte, el entender sigue a la especie comoel Qser a la forma ', por lo mismo, si la especie es Qde la misma forma con la su+stanciaseparada en su ser real o las semeanNas inherentes a ella, parece que el entender no podrJasino consistir en el Qser mismo #su+stancial o accidental# de tales formas.3sta dificultad se resuele si aceptamos #nueamente sin minimiNarlas ' en su sentido o+io#aquellas afirmaciones de Santo 2O67S Q3n cuanto tiene el ser en sJ misma, uele hacia sJY

Qolerse hacia la propia esencia no es otra cosa que su+sistir la cosa en sJ misma.a actualidad connatural del entendimiento, (ormalmente id+ntica con la inteligi&ilidad intrínsecade una su&stancia inmaterial, radica en su misma su&sistencia " Jposesión en síK del JserK0 Porlo mismo, tal su+stancia es Qinmaterialmente ' su+sistente en el ser inteligi+le ' es

Qentendimiento ' entendido en acto.Al decir esto, no olida Santo 2O67S que el acto de entender es de su'o infinito, ni que elentendimiento, ordenado al ente uniersal, es una capacidad que des+orda los lJmitesespecJficos de cualquier naturaleNa creada. 0i niega tampoco que el entender, de tal modo es el

Qser del entendimiento en acto, que serJa contradictorio que un sueto tuiera conciencia de sJcomo eUistente sin estar actualmente entendiendo la actual QrefleUión so+re sJ es perfeccióncaracterJstica del ente intelectual en acto de entender0Santo 2O67S puede sostener que la intelección (Qser infinito, manifestatio ' declaratio de la

Qesencia del Qente&, en su fase de Qposesión del acto, se identifica, en la Qsu+stanciaseparada, con la misma su+sistencia ' posesión en sJ del QserY ' que, en consecuencia (dada lacorrelación entre el Qser ' la Qforma&, se especifica por la misma su+stancia inmaterial ' por

%




entendida, Qerdad del entendimiento, etc.& nace del inteligente en acto Qcomo nace un actode un acto, como el resplandor de la luN IContra 2entes, I/, c. 19&.3ste Qacto ' QluN que se manifiesta formando el er+o mental ' por raNón del cual este er+omismo es luN ' resplendor iluminadores, es precisamente el Jacto de los inteligi&lesK queintentamos caracteriNarY el Qser por el que lo inteligi+le es actual e inmaterialmente perfectiodel entendimiento, es decir, eUistente en l de tal modo que Qson un solo principio, en cuanto

que de ellos se hace algo uno, que es el entendimiento en acto IDe %er0, /III, B c.&. -ormadopor la Qespecie inteligi+le, el entendimiento puede "a entender, formando las Qquiddidades '

uNgando de las cosas.0o estarM de mMs la insistencia de nuestra parte. #l acto " luminosidad intelectual que hemosllamado Jlu1K no es sino el acto " comunica&ilidad del JserK cuando, o +ien su+siste en sJ mismocomo QSer su+sistente, o, por lo menos, es participado en la diafanidad de una forma nohundida en la materia.3l Qentender es manifestatio porque el Qacto en cuanto tal es comunicatio, es decir,operatio, actio Q3s de la naturaleNa de cualquier acto que se comunique a sJ mismo... pueso+rar no es otra cosa que comunicar... IGuaestio De !otentia, 11, art. l. c.&, ' toda operación oactiidad #sea transeLnte o inmanente# sigue al ser (Qoperari sequitur esse_el o+rar sigue alser& ' ninguna procede sino del eUistente en cuanto tal. Por lo mismo, la lu1, que es ser " acto

plenamente inmaterial, es comunicativa " di(usiva de sí, QiluminadoraY por esto elentendimiento tiene un Qser eUpresio, ' es, por su naturaleNa ' perfección, Qmanifestatio ' Qlocutio 1C.a di(usión de la lu1 es el modo más per(ecto de la comunicación JnaturalK del JserK o actoY poresto el entendimiento, que por su ser es luN, es manifestatio ' locutio.De+emos, sin em+argo, salir al paso a una posi+le desiación. SerJa erróneo, en efecto, inferirde lo eUpuesto so+re la intrJnseca ' constitutia comunicatiidad del Qacto, que ste no tiene laconsistencia o esta+ilidad de una Qforma o su+stancia, antes +ien, es pura operación, actiidad,des+ordamiento o efusión de sJ. 3sto nos conducirJa, en efecto, a disoler el ente en purarelación. Ponderando el carMcter Jntimamente comunicatio del acto, negarJamos la perfecciónmisma o plenitud que se comunicaY afirmando la manifestación, negaríamos la lu1 que semani(iesta0 #l JactoK no e3clu"e la consistencia " Jesta&ilidadK de la (orma6 antes &ien, el acto

identi(ica la plena consistencia " esta&ilidad esencial con la inclinación di(usiva " la actividad porla que +l mismo se comunica0

)& La estructura de la mente :umana 0 la connaturalidad a ella de la 2lu1 delentendimiento a%ente5

Q3n las inteligencias se afirman la potencia ' el acto... Por lo tanto, ha' entre ellas una distinciónsegLn el grado de potencia ' acto, de tal modo que la inteligencia superior, que estM mMscercana al acto primero, tiene mMs acto ' menos potencia, ' asJ en las demMs.

1C 4a tesis segLn la cual el entendimiento no es Qformatio del er+o mental, sino por accidente, Qpor la indigencia del o+eto (fr. >R3D2, #lementa !hilosophiae aristotelico)thomisticae0 2esis:::/I, nW 9!% ' 9!B&, a pesar de que cuenta a su faor una larga tradición interpretatia, no esautntica eUpresión del pensamiento de Santo 2O67S. /ase, en cam+io, como lo eUpone einterpreta Huan D3 SA02O 2O67S en su Cursus Theologicus, al comentar la cuestión ! de la I, enel cle+re pasae que empieNa Q8uicumque autem intelligit, eU hoc ipso quod intelligit....etctera (S0 Th0 I, q. !, art. 1, c.&.

QPertenece al entendimiento el ha+lar ' producir una pala+ra, no sólo por la indigencia delo+eto, sino tam+in a causa de su mani(estación " comunicaciónK000 Jpor la (uer1a delentendimiento (ecundo, el cual desde su a&undancia ha&la " mani(iesta con la pala&ra lo queentiende6 " por esta ra1ón la pala&ra es mani(estativa ' representatia, " como el resplandor

del entendimientoK IDisp0 :II, art. %, nW %&.Aparte de otras raNones, la doctrina eUpuesta en este tra+ao so+re el entendimiento agente,eUige, si se quiere interpretar coherentemente la gnoseologJa de Santo 2O67S, la tesis de la

Qpala+ra desde la plenitud, ' no Qdesde la indigencia tan sólo.

!




J esto termina en el alma humana, que tiene el grado Lltimo en las su+stancias intelectuales.Por lo tanto, su entendimiento potencial se comporta respecto a las formas inteligi+les como lamateria primera, que tiene el grado Lltimo en el ser sensi+le, se comporta respecto a las formassensi+les. por ello el -ilósofo la compara con una ta+lilla en +lanco, en la cual nada ha'pintado. por esto, como entre las demás su&stancias inteligi&les tiene el má3imo de potencia,iene a ser tan cercana a las cosas materiales, que atrae una cosa material a participar de su

serY de modo que del alma " el cuerpo resulta un ser en un compuesto6 aunque ese ser, encuanto es del alma, no depende del cuerpoK IOp0 De ente et essentia, c. %, fin&.3n torno a este pasae serJa posi+le sistematiNar las tesis capitales de la gnoseologJa tomista.Por nuestra parte, a a serimos siquiera de puente para llegar, a partir de las tesis hasta aquJesta+lecidas a propósito del conocimiento anglico, a la integración en la ontologJa tomista de sudoctrina de la QluN del entendimiento agente, como acto de los inteligi+les a+straJdos de lasimMgenes, eUplicando su connaturalidad a la mente humana por la actual inmaterialidad einteligi+ilidad de la misma.4a Q-orma que es puramente QActoY la Q3sencia infinita que es el Q6ismo Ser su+sistente, esel 3ntendimiento en Acto puro el 3ntender que se entiende a sJ mismo, en la plena intimidad desu su+sistencia en sJ.Pero Q2oda forma, en cuanto tal, es acto, dice Santo 2O67S IGuaest0 De Spirit0 Creat0, art. 1, ad

1&. SegLn esto, toda Qforma totalmente separada de la materia ' su+sistente en sJ, secomporta como entendimiento ' como entendida, en cuanto posee en sJ el Qser. 3ste Qser laconstitu'e, en efecto, en infinitamente luminosa. Pero en cuanto esencia especJfica ' limitada,

Qsueto participante del Qser, tiene un entendimiento Qpotencial capacidad siempre actuada,empero, por los inteligi+les connaturales a ella, ' especificatios de aquella luN infinita.Por el solo uego de estos dos principios se constitu'e el inmenso orden erMrquico de las

Qinteligencias, su+stancias o Qformas puramente intelectuales.4a isión Qdescendente de este orden del ser inteligi+le conduce a Santo 2O67S hasta el almahumana. 3lla #Lltima de las su+stancias intelectuales# no es sino la Qforma incorpórea 'su+sistente unida a la materia para constituir el hom+re. 3l alma humana, por este modestolugar que le corresponde, es, en su esencia, puramente potencial en el gnero de lassu+stancias intelectuales e inmateriales. Por esto se une conenientemente a un cuerpo, de

modo que el compuesto #el hom+re# tiene un solo ser ' es una su+stancia. apaN por suentendimiento de Qser hecha todas las cosas, de+e, sin em+argo, Qreci+ir de las cosascorporales, a tras de facultades cognoscitias ital ' conscientemente Qpasias frente a ellas.3s necesario, pues, que el alma intelectia tenga, no sólo la facultad de entender, sino la deconocer por los sentidos Qera necesario que el alma intelectia... tuiera tam+in la irtud desentir. 3l o+eto primero ' proporcionado del entendimiento humano serM, pues, la naturaleNade las cosas materiales.

Q3n el confJn de las criaturas espirituales ' las corporales Lltima raNón de que nuestra mentese compare a las cosas sensi+les como la potencia al acto, en cuanto que en nuestra mente lasformas determinadas de las cosas no eUisten sino en potencia, mientras que eUisten en acto enlas cosas mismas Qfuera del alma, lo mismo que en las QimMgenes que las representan

Qespiritual e Jntimamente en la conciencia del hom+re.

Santo 2O67S

no desmiente nunca este carácter potencial de nuestra alma intelectiva0 , sinem&argo, a(irma la e3istencia en ella del Jentendimiento agenteK, ' no por cierto como de algoso+reaKadido o cu'a acción pudiese ser suplida por la de algLn agente eUtrJnseco. AsJ como elentendimiento Qposi+le es la capacidad o irtud receptia de nuestra mente respecto a losinteligi+les, el entendimiento agente es su irtud actia so+re las imMgenesY es la misma luN denuestra alma, el Qacto de los inteligi+les que Qhace, actuando Qcomo la luN, por su mismapresencia iluminadora. Q4as formas #dice Santo 2O67S# son hechas inteligi+les en acto por irtudde la su&stancia inteligente, segLn que son reci+idas en ella ' que son actuadas por ellaK03sta irtud se da en nuestra mente en cuanto se compara a las cosas materiales ' a lasimMgenes sensi+les Qcomo el acto a la potencia porque las cosas materiales ' las mismasimMgenes estMn en potencia en orden al ser inmaterial e inteligi&le, mientras que Qla mentemisma es inteligi+le en acto ' posee actualmente la inmaterialidad ' la naturaleNa intelectualIDe %er0, :, art. B, citado arri+a, J!roposición del pro&lemaKL0laro que no equipara Santo 2O67S, con estas eUpresiones, nuestra alma intelectia a una

Qsu+stancia perfecta ' su+sistente en ser inmaterial, cu'o entendimiento estM en acto por laintrJnseca inteligi+ilidad de la misma. 3n tal caso, en efecto, holgarJa toda inestigación so+re la




radicación en la su+stancia del alma de una irtud actia que elee al ser inteligi+le lasnaturaleNas sensi+les de las cosas tales naturaleNas materiales, en efecto, no serJan 'a, en estecaso, el Qo+eto proporcionado de la inteligencia humana, sino que lo serJa su propia su+stanciainmaterial, ' aqullas le serJan conocidas, como al Mngel, a partir de su misma esencia staserJa Quna eidencia ' por consiguiente un conocimiento primario ' principio del conocimiento delas demMs cosas.

De ningLn modo desmiente, pues, Santo 2O67S la a+soluta potencialidad de nuestra mente conrespecto a los inteligi+lesY porque no se trata, con su doctrina del entendimiento agente, deafirmar precisamente la presencia innata en ella por modo actual o irtual, de algLn Qinteligi+le,de alguna Qforma especificatia de su intelecciónY sino la intrínseca connaturalidad a la mentedel Jser inteligi&leK de los inteligi&les a&straídos de las imágenes04a Qposesión en sJ del ser por la que la su+stancia inmaterial goNa de aquella Quelta hacia suesencia que es su propia Qsu+sistencia en sJ, constitu'e la luN infinitamente iluminadora, el

Qser ' Qacto inteligi+le de la propia su+stancia ' de las especies connaturalmente radicadas enella.Ahora +ien Santo 2O67S define el entendimiento como constitutio del supremo ' perfectogrado de ida, precisamente por esta posi+ilidad de refleUión, que es la su+sistencia en sJ Qpuesel entendimiento refleUiona so+re sJ ' se puede entender a sJ mismo. 3l alma humana, que por

estar unida su+stancialmente a la materia no posee por su esencia la actual refleUión so+re sJ,no podría, sin em&argo, ser ni siquiera potencialmente intelectiva si no conservase seg5n su propio modo la estructura característica del espíritu en cuanto tal, imagen de la su&sistencia ensí del Acto puro0

QAunque resulta un solo ser en el compuesto de alma ' cuerpo, aquel ser, en cuanto es delalma, no depende del cuerpoK IDe ente et essentia, loc. cit.&. Por esta independencia de lamateria en su ser, el alma misma que constitu'e el cuerpo humano es tam+in Qmente o

QespJritu o Qalma intelectia.3sta estructura del espJritu humano es tal, que el alma, en el estado Qpost mortem deseparación de la materia, tiene aquella su+sistencia en sJ ' posesión del ser cu'a actualidadmanifestatia infinita se especifica por formas connaturalmente inherentes a su su+stancia.Pero aun en un estado Qnatural ' Qoriginario de forma constitutia del cuerpo humano, su

entendimiento #como adierte Huan D3 SA02O 2O67S# Qemana del alma como de una raJNinteligente e inteligi+le (es decir, como de un entendimiento actuado por la intrJnsecainteligi+ilidad de una esencia inmaterial&, aunque no se manifiesta esta inteligi+ilidad de unmodo puramente espiritual porque estM impedida por su conersión a lo sensi+le (Huan D3 SA02O 2O67S, I, q. %%&.Pero si esta inteligi+ilidad no se manifiesta de un modo puramente espiritual (lo que eUcluirJatoda pasiidad en el entendimiento ' serJa incompati+le con la unidad su+stancial del compuestohumano&, se manifiesta, ciertamente, segLn el modo propio del hom+re, a sa+er en elconocimiento Jha&itualK constituido por la esencia inmaterial de la mente, cu"o acto es la

percepción que cada uno )al estar en acto de entender) tiene de su propia alma en cuanto poseeen sí el JserK Ique, Jen cuanto es del alma, no depende del cuerpoKL4

Q asJ, por el hecho de entender o sentir, el alma iene a perci+irse actualmente como siendo.

IDe %er0, :, art. , c.&.Pero, en cuanto a este conocimiento que Santo 2O67S llama Qha+itual para indicar su inmediatacontinuidad con el conocimiento actual descrito, sin necesidad de ninguna disposición o QhM+itoso+reaKadido que le capacite para aquel acto, escri+e

QDigo... que el alma se ve por su esencia6 esto es4 por el hecho mismo de que su esencia le es presente, es capa1 de salir al acto del conocimiento de sí misma0K QPero para que el alma se perci&a como siendo ' atienda a lo que en ella acontece... &asta lasola esencia del alma, que estM presente a la menteY pues de ella surgen los actos en los queella se perci&e actualmente IDe %er0, :, , c.&.4a mente humana no tiene de modo permanente ' connatural la Quelta hacia su esencia, encuanto que tiene ser, es decir la re(le3ión constitutiva del JserK en acto del entendimiento6porque, siendo a modo de Qmateria prima (es decir puro Qsueto& en el gnero de lassu+stancias intelectuales, sólo por la recepción de una especie inteligi+le QeUiste en acto comointeligente. a que el ente inmaterial es actualmente consciente de sJ mismo como eUistente porla íntima autopresencia, luminosa ' transparente a sJ, en que le constitu'e la operacióninmanente en acto segundo.

$




4a inteligi+ilidad intrJnseca de la su+stancia inmaterial es formalmente idntica con la actualidadesencial del entendimiento. 4a mente humana, pura potencia en el gnero del ente intelectual einteligi+le, no tiene en su esencia, ni actual ni ha+itualmente, ninguna forma inteligi+le, ' asJ noestM connaturalmente actuada para la intelección de una esencia o+etia es, al contrario, pura

Qmateria o Qsueto intelectual e inteligi+le. Q0uestra alma, en el orden de los inteligi+les, es como potencia pura, como la materia en el

orden de lo sensi+leY ' por eso, igual que la materia no es sensi+le a no ser por una forma quele so+reiene, asimismo el entendimiento posi+le no es inteligi+le a no ser por una especieso+reaKadida IDe %er0, :, art. &.Pero el ser es la actualidad de toda forma. 3l ser en acto en su consciente connaturalidad contodo ente ' en su actualidad manifestatia infinita, es decir el Qentender, no es causado en elsueto intelectual humano en cuanto receptio de las formas determinadas de las cosas 'a queel entender mismo es el Jacto de los inteligi&lesK que le especifican ' limitan en su referencia alente uniersal. 3l Qser en que el entender consiste, no se Qre+aa en el hom+re hasta la purapotencia intelectual sino para ser participado, como Qentender en acto, segLn el modo humano.4a mente es Qinteligi+le en acto en comparación con las cosas materiales, es decir ha' en ellael Qser ' la QluN suficiente para elear a la actual inteligi+ilidad las naturaleNas de las cosassensi+les. 4as cosas materiales estMn fuera del gnero del ser inteligi+le e intelectual. 0i pueden

presentarse al entendimiento como un inteligi+le o+etio ' eUtrJnseco, en raNón de la concreciónmaterial de su forma. AsJ no dice de ellas (ni siquiera del hom+re en su naturaleNa corpórea 'sensi+le, concretada en un indiiduo material& que sean Qpotencia en el orden inteligi+le, sino,lo que es mu' distinto, que son Qinteligi+les en potencia, a sa+er en cuanto participan de una

Qforma, ' puede la su&stancia intelectual humana, que las tiene como o+eto proporcionado, Qhacer en sJ sus semeanNas inteligi+les, a+straJdas de las imMgenes.Pero la misma mente, en cam+io, pertenece al gnero del ente inmaterial e inteligi+le, aunquesea, en este orden, como pura potencia. Su esencia misma es una Qha+itual refleUión so+re sJ,anterior al acto a+stractioY ' esta Qnoticia no es un accidente

Q4a mente, antes de que a&straiga de las imágenes, tiene noticia ha+itual su'a, por la quepuede perci+irse como siendo IDe %er0, :, art. , ad 1&. Q4a noticia por la que el alma se conoce a sJ misma no pertenece al g+nero del accidente en

cuanto es aquello con lo que se conoce en há&ito6 sino sólo en cuanto es acto de cogniciónY portanto, dice san AgustJn que la noticia estM su+stancialmente en la mente en cuanto que la mentese conoce a sJ misma (I+id., ad 19&.Por este mJnimo grado de participación del Acto puro que es QSer e Qintelección su+sistentes,esta QrefleUión o Qnoticia ha+itual del alma se actuarM en la iluminación que hace losinteligi+les en acto, por los que el hom+re entiende.Por esto dice Santo 2O67S

Q3l entendimiento humano se comporta en el gnero de las cosas inteligi+les como un entemeramente en potencia, como la materia primera en el gnero de las cosas sensi+les. AsJ pues,considerado en su esencia, se comporta como una potencia inteligente. Por lo que, de sJmismo... no tiene irtud de ser entendido, a no ser en cuanto que se hace en acto.

QPero como le es connatural a nuestro entendimiento segLn el estado de la ida presente que se

refiera a lo material ' sensi+le... resulta que nuestro entendimiento se entiende a sí mismo precisamente en tanto que se hace en acto por las especies a+straJdas de lo sensi+le por la lu1del entendimiento agente, que es el acto de esos inteligi&les, ' mediante ellas entiende elentendimiento posi+le IS0 Th0 I, q. !, art. &.#l ser inmaterial de la mente conserva, pues, una actualidad mani(estativa por la que el hom&readquiere la conciencia de sí en la actual re(erencia " apertura o&$etiva al ente universal,concretado en la esencia de las cosas sensi&les representadas en las imágenes0AsJ se comprende el sentido de la dependencia en que Santo 2O67S sitLa el que llama QhM+ito delos principios con respecto al entendimiento agente

Q3s necesario que preeUista un entendimiento agente al hM+ito de los principios, a modo decausa su'aY pues esos principios se comparan al entendimiento agente como ciertosinstrumentos su'os, 'a que por ellos hace inteligi&les en acto las otras cosasK IG0 Disp0 De An0,art. %, c.&.4o que inmediata ' connaturalmente se sigue a la actual iluminación de la imagen es laconcepción del Qente (' Qente se toma del acto de ser&, el cual se predicarM o+etiamente

$C




segLn el modo que comporta la radical intencionalidad de la mente, por su participacióninmaterial del Qser.4a actiidad del entendimiento agente es, pues, la que compete a la mente por su propiaestructura, en cuanto es Qinteligi+le en acto con una inteligi+ilidad Qha+itual ' QeUistencial. 4aatri+ución a la mente de una mMs perfecta inteligi+ilidad es incompati+le con la unidadsu+stancial del hom+reY pero, si no se reconociera ni tan siquiera +sta, no podría e3plicarse la

Jvirtud receptivaK de la mente respecto a los inteligi&les, ni tan sólo recurriendo a una actiidadiluminadora directa de la ausa primera del ente. 4uN su+sistente ' QSol inteligi+le porque alente que no puede tener conciencia de sí mismo como e3istente, le es imposi&le la asimilaciónconsciente " o&$etiva de la esencia del ente03l actual conocimiento de sJ mismo como eUistente supone en el hom+re la Qinherencia en suentendimiento de una especie inteligi+le por la que entienden la esencia de algo +ao la raNónuniersal de ente. Pero toda la doctrina de la Qconersión a la imagen, tal como Santo 2O67S laconci+e, supone que 'a en la primera recepción de la especie, la aparición en la imageniluminada de la esencia inteligi+le se produce en lo Jntimo de aquella refleUión connatural que esla luN del ser, participada segLn el modo humano.3s cierto que desde el punto de ista del o+eto propio del entendimiento, la percepción del almaen su Qser ' en sus actos no es la de Qalgo grande o principalmente entendido, remotamente

distante, en eso, de la QIntelección de Intelección que es el Q6ismo ser su+sistente. 3lcontenido de esta percepción es Quna erdad de hecho, a+solutamente patente e induda+le porla consciente Qposesión en sJ del Qser, pero que no puede ser resuelta en la eidencia o+etiade los primeros principios. , sin em+argo, en su misma inmediate1, anterior a su o&$etivaciónen un $uicio contingente, esta conciencia perceptiva del propio JserK es iluminadora "mani(estativa del ente, constitutia de toda inteligi+ilidad que especifique el entender humano.2am+in en el hom+re esta intrJnseca inteligi+ilidad, que es la posesión Qradical de la luN, seidentifica con la Qactual posesión de la naturaleNa intelectual, que hemos isto afirma+a Santo2O67S3l entendimiento agente ' el posi+le no di(ieren entre sí como un JenteK de otro JenteK, sinocomo la potencia " el acto en el seno de la naturale1a in(inita del ente inmaterial, participadaseg5n el modo humano0

3sta naturaleNa se re+aa hasta la pura potencia, por la unión su+stancial del alma ' el cuerpo,la cual coarta la infinitud de la forma ' la Qhunde hasta impedir, por la opacidad de la materia,la permanente autoposesión ' su+sistencia en ser inteligi+le que define la actualidad del espJritucomo tal. Pero esta naturaleNa es actual en el hom+re, porque al Qser, que, Jen cuanto es delalma, no depende del cuerpoK, le compete la luN inteligi+le que llamamos Qentendimientoagente, Qfactia de todas las cosas en ser inteligi+le proporcionado al hom+re. Por estotam+in la esencia del alma tiene, por sJ misma, inclinación a reci+ir las formas, cu'o acto es lapropia luN connatural a su serY porque Qcada ente o+ra ' tiende a lo que le compete segLn suforma, en cuanto es cierto, la misma presencia connatural de la lu1 da, pues, a la mente sudinamismo in(initamente asimilado que la inclina a la Qdescripción en sJ de todo el orden del*nierso ' de sus causas.Por esto Santo 2O67S, al eUplicarnos con San A>*S250 la intelección de la mente por sJ misma,

que la constitu'e en imagen de la /ida Jntima de Dios, nos ha+la de una participación de la Q/erdad iniola+le por la que tienen consistencia a+soluta ' alideN eterna ' uniersal nuestros uicios o+etios.uando Santo 2O67S dice que el entendimiento uNga de la erdad, no por algunos inteligi+lesque eUistan fuera de l mismo, sino por la lu1 del entendimiento agente que hace losinteligi&les, no afirma, como hemos dicho antes, la primacJa del entendimiento Qsu+etio, sinola primacía de Dios, JSer su&sistenteK, Ju1 inteligi&leK que no e3iste J(ueraK de ningunacriatura, sino que está íntimamente presente a todo ente Jseg5n el modo en que tiene serK0 ,asJ, está presente en la lu1 inteligi&le participada que es, en el hom&re, el JactoK que mani(iesta" declara el ser al e3presar la esencia del ente0 4uN radicada en lo mMs Jntimo del hom+re, comoconstituida por la actualidad inteligi+le propia de su mismo ser, el acto que da a cuanto de lparticipa #entitatia e inteligi+lemente# la consistencia ' esta+ilidad de la erdadJ.ientras una cosa tiene ser, es necesario que Dios la asista en cuanto que tiene ser0 !ues el seres lo más íntimo para cada cosa " lo más pro(undo que ha" en ella, "a que es (ormal respectode todo lo que ha" en la cosaK0 (S0 Th0 I, q. , art. 1, in c.&

$1





$




LA ACTIT"D (ILOS=(ICA DE SANTO TOMS COMO ORIENTACI=N PARA"NA ?S!"EDA DE SÍNTESIS EN EL PENSAMIENTO

CONTEMPORNEO

Con(erencia que, en el primer JConvegnoK cele&rado en Roma por la Sociedadnternacional Tomás de Aquino, pronunci+, el N de noviem&re de N, en laPniversidad nternacional Tomás de Aquino IAngelicumL0

3sta relación no trata de estudiar históricamente la tarea filosófica de Santo 2omMs de Aquino, nide eUponer el contenido de su sJntesis. 3l o+etio a que se dirigen las refleUiones propuestas noes tampoco el de es+oNar siquiera la que podrJa ser una sJntesis filosófica ela+orada en nuestrotiempo ' coherente con la orientación de la o+ra del Anglico, sino +uscar la comprensión de laconeniencia ' de la necesidad para la humanidad de nuestros dJas de una nuea +Lsqueda desJntesis, ' la congruencia que con esta tarea tiene la orientación que podemos hallar en laactitud del Doctor Anglico.

2omo por punto de partida las perpleidades ' tensiones contemporMneas, para descu+rir enellas algunas influ'entes o+eciones contra la idea misma de una nuea +Lsqueda de sJntesis ennuestro tiempo, ' contra la posi+ilidad de que pueda serirnos ho' de orientación la actitud ' laperspectia de un metafJsico sistemMtico del siglo :III, cu'a actiidad filosófica se desarrolló enun conteUto ' con una intención teológicas.

QSin terreno com5n para el diálogo

Se ha podido decir que en nuestros dJas el pensamiento carece incluso de un terreno comLnpara la discordia filosófica. Son aplica+les a nuestro tiempo, por el compleo pluralismo 'constantes cam+ios de perspectia, las pala+ras con que Gegel nota+a que Qla conicción de quelo que nosotros podemos conocer son solamente opiniones se tiene como un resultado que se ha

a+ierto paso en la cultura general, que iene a ser el preuicio, a la eN que un erdadero signode nuestro tiempo el principio a la luN del cual las gentes se conocen ' comprenden unas aotras, una premisa que se da por esta+lecida, ' que sire de +ase a cualquier otro sa+ercientJfico`11.4a hostilidad al sistema` ' el preuicio antimetafJsico se apo'an en presupuestos diersos 'muchas eces incompati+les, pero que conflu'en en el rechaNo de la idea de un patrimoniofilosófico perennemente Mlido`.Hunto a las o+eciones que rechaNan todo intento sistemMtico como dogmatismo`, ' a las quedan por superada o cancelada la metafJsica`, persisten el preuicio antiteológico ' elantiescolasticismo tradicional en la modernidad. todo ello dentro de la mMs eUtensa influenciade los relatiismos culturalistas e historicistas diersamente fundamentados, pero orientadossegLn la conicción comLn de un deenir progresio de la autoconciencia humana, que o+liga a

dar por irreersi+lemente cancelado el pasado filosófico.Si queremos refleUionar so+re la posi+ilidad, ' la congruencia, de una nuea +Lsqueda desJntesis, ' de encontrar en Santo 2omMs una decisia orientación para ella, se nos impondrM estaconstatación no nos encontramos, como el propio Santo 2omMs nota+a de los escolMsticos de sutiempo en relación a los filósofos udJos ' musulmanes con quienes dialoga en la Summa contra2entes, en situación de desconocimiento o de difJcil comprensión, sino mMs +ien en aquella enque se ha+Jan encontrado los Padres ' Doctores antiguos frente a los gentiles, cu'as doctrinaspodJan conocer, porque tam+in ellos ha+Jan sido gentiles, o por lo menos ha+Jan coniido conlos gentiles ' se ha+Jan instruido en sus doctrinas`1.0os es posi+le compartir ' comprender como connaturalmente las perpleidades e inquietudesde que surgen las dificultades ' o+eciones que se enfrentan a nuestro empeKo filosófico.Pero nos desorientarJamos definitiamente si, por una afectada apertura al pensamientocontemporMneo en su casi ina+arca+le pluralidad, ca'semos en el malentendido de un

11 Gegel, 4ecciones so+re la Gistoria de la -ilosofJa. Introducción.1 8uorum positiones scire poterant, quia et ipsi gentiles fuerant, el saltem inter gentilesconersati et in eorum doctrinis eruditid (1 . >. cap. &.

$"




escepticismo, o superficial, o desesperanNado, que podrJa conducirnos a un superficialer+alismo. 4a filosofJa cristiana de ho' correrJa asJ el riesgo de ser caricaturiNada con lastremendas pala+ras con que el propio Gegel ha+ló de los teólogos de su tiempo3n teologJa no es la profesión de fe la que rige, sino que cada cual se forma una doctrinapropiaY es frecuente tam+in er que la teologJa se cultia históricamente, atri+u'endo a laciencia teológica el inters de conocer las distintas opiniones, ' el fruto primero de este

conocimiento estM en respetar ' honrar toda opinión, considerMndola como algo de lo que cadauno no tiene que dar cuentas a nadie, sino solamente a sJ mismo`1".

Pn centro de perspectiva

3l diMlogo con el pensamiento contemporMneo, la atención a las interrogaciones que suscita,leos de llearnos a una insala+le perpleidad, nos conduce a un centro de perspectia desde elque aquel diMlogo se hace posi+le, ' que a la eN nos marca una orientación en la eUigencia deun nueo esfuerNo de sJntesis filosófica. Porque la humanidad de ho', al parecer incapaN deencontrar criterios de armonJa ' de unidad, se encuentra no o+stante uniersalmente en la+Lsqueda de un lenguae comLn Mlido para la defensa de la dignidad ' de los derechos delhom+re.

Resulta sorprendente que, mientras tam+in en medios teológicos no se cree posi+le que unlenguae que se dice impregnado con categorJas helnicas, como es el del dogma católico, puedaser inteligi+le por hom+res de otros continentes ' culturas, el lenguae del humanismooccidental sea ho' oJdo ' reiterado por hom+res de todas las raNas ' pue+los.Desde este centro de perspectia que es el hom+re mismo, en la conicción de su dignidad ' ensus aspiraciones de plenitud, se hace, pues, no 'a posi+le, sino eUigido, que el diMlogo filosófico+usque afirmaciones de alideN uniersal para todo hom+re. 3l disperso, ' de tantas manerasequJoco, lenguae de las filosofJas halla un lugar` o elemento` al que referir todo posi+lesentido que le d inteligi+ilidad ' comunica+ilidad humanas, mMs allM de los conencionalismos ocaprichos de escuela o tendencia este lugar` o elemento` es aquella pala+ra del hom+re,que no pertenece a la lengua de una nación`19, que reeló la refleUión agustiniana so+re elespJritu humano.

3n este elemento de la erdad` se encuentran uniersalmente los hom+res ha+lando delhom+re. Pero nos encontramos aquJ con la trMgica paradoa de que las mMs influ'entescorrientes filosóficas posteriores al empirismo ' al monismo naturalista spinoNiano, o hannegado eUplJcitamente el carMcter personal del indiiduo humano ' la li+ertad de su oluntad, ohan carecido de fundamentaciones especulatias sólidas para afirmarla.4as concepciones contemporMneas so+re los derechos del hom+re derian originariamente, apesar de las contaminaciones ilustradas`, del concepto cristiano del hom+re ' de suela+oración especulatia por la patrJstica ' la escolMstica, que pusieron los cimientos deloccidente cristiano. Aquellas contaminaciones, ' la negación o ausencia del concepto de personaen tantas filosofJas`, constitu'en las premisas eUtraKas` que eUplican el insala+le contrasteentre los hechos ' las pala+ras, entre el espJritu` ' la letra`, en el campo de los derechoshumanos`.

os caminos del inmanentismo3l camino por el que se ha llegado a este suicidio ontológico del hom+re como persona ha sido elde un antropocentrismo inmanentista. 4as diersas formas en que ha +uscado su consumaciónla filosofJa de la inmanencia monismo naturalista de la sustancia, monismo dialctico deldeenir de lo a+soluto, primacJa de la praUis eUpresada como materialismo dialctico, inersiónde alores, antiteJsmo postulatio negador de todo a+soluto, han pretendido +uscar la muerte deDios, del Dios personal, trascendente ' creador del hom+re a su imagen, como una eUigenciapara la ida del hom+re.Precisamente por esto, el filósofo cristiano no de+erM detenerse por el o+stMculo que pretendanponerle las o+eciones antiteológicas`, el rechaNo de la metafJsica, o la acusación de

dogmatismo.1" Gegel, I+id.19 /er+um hominis quod ad nullius. gentis pertinet linguam` (De Trinitate, :/, c. 11&.

$9




*na refleUión so+re la gnesis histórica de estas corrientes del pensamiento contemporMneo,pone de manifiesto la presencia profunda de un fideJsmo filosófico inmanentista, que 'a impulsóel saqueo de lo celeste` de los grandes sistemas idealistas, ' que su+'ace ocultamente en losimperantes dogmatismos de nuestro tiempo, disimulados pero presupuestos en muchosradicales pluralismos`, ' en actitudes de desintegración analJtica ' atomiNadora.4a utiliNación equJoca del trmino dogmatismo`, que es utiliNado como arma de ataque, desde

presupuestos hegelianos mMs o menos eUplJcitos, contra el pensamiento no decidido asumergirse en el rtigo ' delirio +Mquico` del tor+ellino dialctico, distrae la atención de laimplaca+le e indiscutida fuerNa con la que #en un mundo pretendidamente hostil al dogma ' alsistema# imperan concepciones que, aLn siendo ciegas para las mMs profundas dimensiones delo humano, tienen en sJ el atractio ' el igor de ofrecerse con el carMcter de lo incondicionado 'a+soluto. Pensemos, como eemplo, en la filosofJa positiista de la historia, que es todaJa ho' elapo'o de toda actitud cientificista` en la ida social, ' tam+in precisamente de las que mMs seproclaman antimetafJsicas ' antidogmMticasY ' en la concepción totaliNadora del mundo ' de laida que es el materialismo histórico.

a re(erencia del hom&re a la verdad

2odas las ciencias ' artes se ordenan a un solo fin, la perfección del hom+re que es sufelicidad`1%. 3stas pala+ras con las que Santo 2omMs inicia su Comentario a la .eta(ísica deAristóteles suenan ho' como una llamada de atención. 4lamada no sólo a li+erar al hom+re deconertirse en instrumento de su propia tcnica, sino tam+in, ' como condición preia paraello, a li+erar a la tarea filosófica misma de la desintegración cientificista.4as ciencias` particulares, tal como son conce+idas por el cientificismo, ' utiliNadas por lahegemónica tecnologJa`, no podrJan ustificar la dignidad personal del hom+re. Pero estacapital erdad es patrimonio del recto sentir comLn humano, ' es una eUigencia humana el queencuentre una tematiNación especulatia coneUa con aquel recto sentir en el horiNonte de unacomprensión ontológica del hom+re ' del unierso.4a inconsistencia ' la ausencia de fundamentación de la praUis contemporMnea so+re el respetoal hom+re, son eUplica+les porque la referencia a la erdad pertenece constitutiamente a la

autoconciencia del hom+re en cuanto talY ' la refleUión racional so+re aquella referencia sólopuede ser alcanNada en el terreno de un sa+er ontológico. 4a consideración de la filosofJaprimera acerca de la erdad se comporta de otro modo que la de los otras ciencias particulares.Pues cada una de las ciencias particulares considera cierta erdad so+re un determinado gnerode entesY pero la filosofJa primera considera la uniersal erdad de los entes. por estopertenece al metafJsico considerar cómo se refiere el hom+re al conocimiento de la erdad`1B.Sólo por la patencia de la erdad del ente #la erdad se funda so+re el enteY por lo cual, asJcomo es eidente por sJ mismo que el ente, en general, es, asJ es por sJ eidente que la erdades`1!, se hace posi+le el conocimiento del hom+re en cuanto ser personal, al que pertenece, porla misma posición espiritual de su acto de ser, la apertura uniersal al ente ' el dinamismo haciaun fin incondicionado, que funda el imperatio moral, a la eN que constitu'e a su oluntad enfacultad de li+re lección.

4a afirmación ontológica es pues la condición de posi+ilidad de que la tarea especulatia delhom+re reconoNca la dignidad en que ha sido constituida la sustancia humana. 8uien seproponga que su pensamiento sea fiel a la ocación del hom+re ha+rM de apo'arse firmementeen la afirmación ontológica, ' goNarse serenamente en esta actitud dogmMtica`.3l teUto de Santo 2omMs que hemos citado define con precisión la eUigencia de laautofundamentación refleUia de la filosofJa primera. 0o tendrJamos que admitir, ni tampoco darocasión a ella por un o+etiismo` con preteUtos de realismo`, que Santo 2omMs nos oriente

1% Omnes scientiae et artes ordinantur ad unum, scilicet ad hominis perfectionem quae est eius+eatitudo` (n .et . Proem.&1B B. Aliter se ha+et consideratio philosophiae primae circa eritatem, et aliarum particulariumscientiarum. 0am unaquaeque particularis scientia considerat quemdam eritatem circa

determinatum genus entiumY sed philosophia prima considerat uniersalem eritatem entium, 3tideo ad hunc philosophum pertinet considerare, quomodo se ha+eat homo ad eritatemcognoscendam` (n .et . 4i+. II, nLm. !"&.1! De %er . 8u. :. artW :II, ad tertium&.

$%




hacia un infundado dogmatismo`. Pero tampoco tendrJa sentido que, pretendiendo hacernoscargo de planteamientos de la modernidad filosófica, derri+Msemos desde sus fundamentos todaposi+le sJntesis metafJsica, aceptando falsos pro+lemas a eces igorosamente superados porotros pensadores.

a &5squeda de la unidad Asumida aquella recta ' fundamentada actitud que reconoce en la afirmación ontológica el puntode partida para la ela+oración de una sJntesis metafJsica, no podremos rehusar tampoco, portemor a la acusación de sistematismo`, la +Lsqueda de la unidad sapiencial de losconocimientos humanos. omo escri+ió 6ichele -ederico Sciacca 4a eUperiencia filosófica encuanto tal no puede renunciar a ser eUperiencia integral ' unitaria, aunque siempre necesitadade ulteriores integraciones ' unificaciones`1.4a +Lsqueda de la unidad como fundamento del reconocimiento ontológico de lo mLltiple comotal, no es ni una regla de economJa en el campo de nuestras representaciones ni un ideal de laraNón` fuente de ilusión trascendental̀ . 3s sJ una eUigencia constitutia del pensamiento, ensu requerida ' necesaria afirmación de lo que es en cuanto que es.Para Santo 2omMs de Aquino la empresa de construcción sinttica del sistema, orientada a

descri+ir en el alma humana el orden del unierso ' de sus causas, se funda en la naturaleNamisma del pensamiento 3l entendimiento puede entender las realidades mLltiples por modode algo uno, pero no la multitud por modo de multitud`. 4a multitud misma no se contendrJa+ao el ente, si no se contuiese de algLn modo +ao la uno...Y las cosas que son muchasnumricamente son unas en su esencia especJficaY ' las que son muchas por su especie sonunas en el gneroY ' las que son muchas en sus procesos, son unas en su principio`1$.Sin el conocimiento de una unidad especJfica serJa incognosci+le la multiplicidad numrica. Sin launidad genrica no son pensa+les las diferencias de las naturaleNas especJficas. 4aheterogeneidad ' diersidad son impensa+les si no es desde una concepción analógica de loso+etos trascendentales, que remitirM Lltimamente a un fundamento unitario trascendente a lamultitud.3l reconocimiento de la referencia del hom+re a la erdad ' de la consiguiente necesidad para el

entendimiento humano de +Lsqueda de unidad en el pensamiento, nos llean a una conclusióncapital si el pensamiento humano es consciente a la eN de su apertura infinita a toda erdad, 'de su finitud esencial ' de sus limitaciones concretas ' singulares, no podrM raNona+lementecerrarse ni a la afirmación de lo que trasciende a su horiNonte o+etio ni a la receptiidad parauna erdad suprarracional.3n aquella posición, el hom+re podrM afirmarse en su su+sistencia indiidual ' en su dignidadpersonal. Pero si el pensamiento humano asume una actitud de autorrealiNación, 'a sea en unaopción por la finitud, 'a sea postulando el acceso a lo infinito ' a+soluto a tras de aquella,o+rarM la a+sorción en la inmanencia de todo contenido trascendente ' suprarracional. Pero eneste caso el sistema ,̀ como comprendió VierZegaard, cancelarM la eUistencia del suetoconsciente indiidual, conertido en momento del proceso de lo a+soluto.

a (iloso(ía " la (e cristiana

6e parece que la filosofJa cristiana de nuestro tiempo de+erJa mantenerse plenamente fiel aSanto 2omMs de Aquino en lo esencial de su posición en el tema de las relaciones entre lafilosofJa ' la fe cristiana.2eólogo, para el que la intención de puesta al sericio de la fe, en la ela+oración de la doctrinasagrada, era móil central de su especulación racional, Santo 2omMs mantuo con firmeprecisión la racionalidad del hom+re ' la consistencia propia de los conocimientos humanos deorden natural.

1 6ichele -ederico Sciacca, Sísi(o su&e al calvario.1$ Intellectus quidem potest multa intelligere per modum unius, non autem multa per modum

multorum .̀ Ipsa multitudo non contineretur su+ ente, nisi contineretur aliquo modo su+uno`... quae sunt multa numero sunt unum specieY et quas sunt specie+us multa, sunt unumgeneroY et quae sunt multa processi+us, sunt unum principio` (S0Th0 , 8u. I, %, artW 9 in c.YS0Th0 , 8u. I, artW 1, ad secundum&.

$B




Si ha+lamos de filosofJa cristiana`, no entenderemos por ella ni la que se apo'ase en unaactitud fideJsta, ni la que pretendiese pensar por principios filosóficos el misterio cristiano en suintegridad. 4a distinción de la filosofJa respecto a la teologJa tiene en Santo 2omMs una do+le 'complementaria función la de respetar la so+renaturalidad del misterio reelado, ' la de afirmarla capacidad racional del hom+re.4a naturaleNa racional del hom+re no es sólo algo que la fe no niega ni suprimeY es algo que la

fe presupone. Pues la fe presupone el conocimiento natural, asJ como la gracia presupone lanaturaleNa ' la perfección lo perfecti+le`C.3l hom+re en cuanto capaN racionalmente de ascender al conocimiento de Dios es el suetopropio de la recepción de la fe reelada. 3l hom+re se ordena a Dios por medio de la raNón, porla que puede conocerle`1, afirma Santo 2omMs, como premisa para concluir en la ilicitud deprocurar la salación de alguien o+rando contra el orden natural, como serJa el +autiNar a unniKo contra la oluntad de sus padres.De acuerdo con esta actitud de respeto a la naturaleNa racional, de+eremos admitir que esrechaNa+le a la eN como moralmente ilJcito ' como antropológicamente irrealiNa+le, lapretensión de imprimir la fe so+re conicciones incompati+les con la misma.iertamente de+eremos admitir, con Santo 2omMs, la fMctica de+ilidad de la raNón humana, ' loso+stMculos ' oscuridades que impiden a los hom+res el acceso a la erdad. Su eemplo no nos

inita a un semipelagianismo en filosofJa`. 3s ho' mMs que nunca clara la impotencia de lafilosofJa en actitud separada ' cerrada frente a la reelación. Pero es tam+in un aspectocaracterJstico de nuestro mundo inmerso en el secularismo que la misma fe so+renatural seaconmoida con la mMUima frecuencia no desde ataques directos apo'ados en una pretendidaracionalidad, sino precisamente por medio de la desintegración de la raNón ' el oscurecimientode la inteligencia.3l hom+re actual e conmoida su disponi+ilidad para la afirmación racional de lo trascendente 'la recepción de la fe, desde tesis que Santo 2omMs hu+iera calificado de positiones eUtraneae.Posiciones que destru'en desde sus fundamentos la erdad filosófica.4a ela+oración de una sJntesis filosófica, apo'ada en principios ' ela+orada por mtodosracionales, e integradora de todo lo adquirido en los siglos modernos, es una tarea ardua, peroes en sJ misma necesaria, ' a ella nos llama el eemplo de Santo 2omMs de Aquino.

a (iloso(ía cristiana " el (ideísmo inmanentista

Son muchas las raNones que nos initan a no olidar que las mMs caracterJsticas interrogacionesde nuestro tiempo nos llearJan a caminos perdidos, sin la disponi+ilidad del pensamiento areconocer la insuficiencia de la filosofJa para responderlas.Pensemos en el acuciante pro+lema del sentido del deenir histórico de la humanidad, en el queel filósofo cristiano no parece que tenga derecho a quedarse, ni siquiera con preteUto de rigormetódico ' de limitación de campos de conocimiento, sin capacidad de diMlogo con los fideJsmosinmanentistas hegemónicos en nuestro mundo.*na afirmación de Vant #que por cierto su+titula su opLsculo a !a1 perpetua con las pala+ras #lmilenio en (iloso(ía#, resulta a este propósito reeladora. 3n su tratado so+re la ictoria del

principio del +ien so+re el mal ' el esta+lecimiento del Reino de Dios so+re la tierra`, queinclu'ó despus como un capJtulo de a religión dentro de los límites de la pura ra1ón, Vantescri+ió 4a transición gradual desde el credo eclesiMstico a la a+soluta so+eranJa de una fereligiosa pura (es decir, puramente racional& es el adenimiento del Reino de Dios`.Ge aquJ un eemplo eUpresio de la presencia en las actitudes ilustradas ' progresistas de lamodernidad descristianiNada, de la esperanNa mesiMnica, sumergida en la inmanencia delracionalismo, e inertida en hostilidad hacia el misterio so+renatural.Si el propio Santo 2omMs afirma que el conocimiento de la 2rinidad nos fue necesario ad rectesentiendum de creatione rerum, ademMs de serlo ad recte sentiendum de salute generishumani serJa empo+recedor ' esteriliNante para el filósofo cristiano ignorar el profundo impactode la especulaciBn trinitaria en la metafJsica occidental.

C Sic enim fides praesupponit cognitionem naturalem, sicut gratia naturam et perfectioperfecti+ile` (S0Th0 , 8u. II, artW ad primum&.1 S0Th0 8 8, 8u. :, artW 1, ad quartum. f. S0Th0 , 8u. :::II, artW 1, ad tertium.

$!




Pretendiendo respetar la autonomJa de la raNón, se harJa incapaN de comprender históricamentela eolución de la metafJsica, ' quedarJa desde luego sin posi+le diMlogo con los grandessistemas del idealismo alemMn, que no sólo son cronológicamente los Lltimos grandes edificiosespeculatios, sino que condicionan poderosamente las concepciones del mundo de nuestrotiempo.3s oportuno recordar tam+in en esto a Gegel para quien por la doctrina trinitaria, que

constitu'e lo especulatio de la religión cristiana, se halla en el cristianismo la idea de laraNón`".

#l conocimiento humano de Dios

3n nuestro tiempo podemos tal eN meor que nunca descu+rir el sentido profundo del enfoqueque dio Santo 2omMs a su polmica con la argumentación anselmiana, acerca de la cuestión dela eidencia para el hom+re de la afirmación de la eUistencia de Dios.4a llamada prue+a ontológica` tenJa ciertamente en la escolMstica medieal un sentido dierso,' aun opuesto, al que tomó en el racionalismo a partir de Descartes. Pensada en el conteUto dela inteligencia de la fe #San Anselmo no sólo dice que por la pala+ra Dios entendemos significaraliquid quo maius cogitari nequit , sino que tam+in afirma que por ella entendemos significar

algo maius quam cogitari possit @# pasó a ser en la modernidad la Ja central por la que lametafJsica tomó la estructura de una ontoteologJa inmanentista, que culminó en SpinoNa, con unrJgido uniocismo naturalista, ' en Gegel con el monismo dialctico de lo a+soluto como deenir.Santo 2omMs, como anticipMndose a refutar errores posteriores a su poca, ' como si adiinaralos riesgos de la precipitación inmediatista`, tomó todas las precauciones crJticas frente ailusiones apo'adas en el carMcter o+io del lenguae religioso para el cre'ente.3l concepto de Dios no es para el hom+re una prima conceptio en la que se resuelan losconceptos de las realidades del mundo creado.-rente a la o+eción de quienes decJan que el no cre'ente utiliNa el trmino Dios en formaequJoca respecto del cre'ente, ' que sólo por ello le es posi+le atri+uir la diinidad a un Jdolo,responde Santo 2omMs4a naturaleNa de Dios segLn que es en sJ mismo, ni el católico ni el pagano la conoce sino que

uno ' otro la conoce segLn alguna raNón de causalidad o de eUcelencia o de remoción...Y pero sihu+iese alguno que no conociese a Dios segLn raNón alguna, tampoco podrJa nom+rarla`%.Al poner el o+eto de la metafJsica en el ens commune, conce+ido como trascendental analógicoreferido a las realidades finitas ' mLltiples del unierso, ' eUcluir que Dios sea como talsu+iectum` de la filosofJa primera, Santo 2omMs dio a la filosofJa cristiana una orientación quemuestra ho' sus sorprendentes posi+ilidades.4a ontoteologJa racionalista, al poner so+er+iamente a Dios en el horiNonte de la concienciahumana, opta+a ineita+lemente por el monismo metafJsico. Gegel pretendió defender a SpinoNafrente a la acusación de ateJsmo con estas significatias pala+ras3n el sistema de SpinoNa es mMs +ien el mundo el que es determinado como simple fenómeno,al que no corresponde una realidad efectia... Pero en el Mm+ito de la conciencia representatiarepugna al hom+re a+andonar el supuesto propio de la misma que ste su agregado de

entidades finitas, llamado mundo, tenga realidad efectia. Admitir que no ha'a mundo se tienepor imposi+le... Se cree, ' esta creencia no honra mucho a quienes la profesan, mMs fMcil que unsistema niegue a Dios que no que niegue al mundoY se considera mucho mMs comprensi+le queDios sea negado que no que el mundo sea negado`B.on Santo 2omMs, ' con pala+ras de San Huan, ' no sólo con todo cristiano sino con todohom+re raNona+le ' sincero, podrJamos decir mMs +ien que quien no afirma la realidad plural,heterognea, graduada en su perfección, del unierso que estM al alcance de su eUperiencia, '

" Gegel, ecciones so&re la Filoso(ía de la 'istoria Pniversal . Introducción general. ap. IIY +& 3lconcepto de espJritu.9 San Anselmo, !rosloguion, c. :/I.% Ipsam naturam Dei prout in se est, neque catholicus neque paganus cognoscit sed uterque

cognoscit eam secundum aliquam rationem causalitatis el eUcellentiae el remationis bsi eroaliquid esset qui secundum nullam rationem Deum cognosceret, nec ipsum nominare...` S0Th0 , 8u. :III, artW 1C ad quintum.B Gegel, 3nciclopedia de las iencias filosóficas. 4ógica`, ). II, nLm. %C.

$




no reconoce la sustantiidad ' la dignidad de sJ mismo ' de los indiiduos humanos con quienesconie, mientras afirma que intu'e adecuadamente la esencia eterna e infinita de Dios, eshom+re mendaN.3s un sin sentido afirmar la eidencia de Dios ' negar entidad erdadera al hom+re. on ello seo+ra especulatiamente la muerte de Dios`, cu'a trascendencia, personalidad ' li+ertadcreadora quedan destruidas, ' se aplasta al hom+re conertido en parte de la naturaleNa o en un

momento del deenir de lo a+soluto.3s ilegJtimo postular precipitadamente a Dios como una primera eidencia, con lo que se leconfunde con una hipostatiNación de nuestros conceptos uniersalJsimos. Se trata de pensar ensu ser ' en su erdad la pluralidad ' la gradación en la dignidad ontológica de los entes. Sólo asJse fundamentarM la racionalidad de un discurso metafJsico, que concluirM afirmando la unidad 'la perfección infinita del Ser que es causa de la multitud de los entes finitos.

a analogía como vía de síntesis

4a orientación filosófica de Santo 2omMs de Aquino nos sitLa en actitud respetuosa con lapluralidad ' capaN de dar raNón de la misma en una sJntesis armónica ' a+ierta, que no pretendareducir lo contingente a lo necesario, ni a+solutiNar lo contingente, ni postular el sin sentido de

un pluralismo radical sin fundamento unitario, lo que contiene tam+in implJcito el mMs cerradomonismo.-rente a la atomiNación ciega para la sJntesis, o frente a un sistematismo monista, 'a seauniocista o dialctico, Santo 2omMs nos llea a comprender la analogJa como el caminoadecuado para aquella sJntesis integradora ' a+ierta, respetuosa para la afirmación de larealidad plural en todas las dimensiones que se muestra en la eUperiencia humana.4a sJntesis analógica no se alcanNa sumergindose en las tensiones ' oposiciones de losopuestos unilateralismos, o pretendiendo componer concepciones unidimensionales. Si asJ fuera,la analogJa no serJa sino una fase siempre inesta+le de un proceso dialctico que ha+rJa queadmitir como ineita+le ' como especulatiamente necesario.4a actitud analógica como tal, estM fuera de esta dialctica, porque consiste en que el decirontológico eUprese como compuesto, sintetiNado, todo aquello que en la realidad consiste en

dimensiones ' principios que estMn efectiamente puestos untos como estructurando su mismaconstitución en el ser.AsJ la doctrina aristotlica del moimiento no fue una superación de contrarios por la que setraspase la tesis eleMtica en la antJtesis heraclitiana. Ga+la simplemente del ente que se muee' del moimiento del enteY eUpresa el reconocimiento de que el ente se dice de lo potencial ' delo actual, en sentido dierso pero entre sJ referido`, 'a que de otro modo ha+rJa que negar elmoimiento ' la pluralidad, o afirmar el no ser el ser como en el diMlogo 3l Sofista de Platón tuoque hacer el husped eleMtico.4a originalidad metafJsica de Santo 2omMs se eercitó en el plano trascendental mediante laconcepción analógica del ente, descu+riendo el esse` como acto del ente. Precisamente ennuestro siglo se han a+ierto, por las inestigaciones históricas ' las refleUiones sistemMticas dealgunos grandes tomistas contemporMneos, posi+ilidades en gran parte perdidas en el

tomismo` de anteriores etapas. 3n su tiempo escri+Ja Domingo )MKeN esto es lo quefrecuentJsimamente clama Santo 2omMs, ' lo que los tomistas no quieren oJr que el ser es laactualidad de toda forma o naturaleNa, ' que en ninguna cosa se halla como recipiente 'perfecti+le, sino como reci+ido ' perficiente de aquello en que se reci+eY pero el ser mismo, porlo mismo que es reci+ido se deprime, ' por decirlo asJ, se imperfecciona`!.3ste redescu+rimiento del ser como acto quedarJa deformado si fuese interpretado como el deun eUistencialismo`, frente a un esencialismo`, en el pensamiento de Santo 2omMs. Para steen efecto, la forma en cuanto forma es acto`, ' es en cuanto finita que se comporta respecto alesse en una relación de potencia a acto.

! It hoc est quod saepissime Dius 2homas clamat, et thomistae, nolumt audire quod esse`est actualitas omnis formae el nature et quod in nulla re inenitur sicut recipiens et perfecti+ili,

sed sicut receptum et perficiens id in quo recipiturY ipsum tamen, so ipso quod recipitur,deprimitur, et ut ita diUerim, imperficitur`. Domingo )MKeN, Comentario a la Summa Theologica,so+re I. 8u. I/, artW 1 ad tertium. fr. De Spirit0 creat . Hu. un., art 1. ad 1.

$$




principios capitales de aquella sJntesis. 0ada se dice en ellas so+re la naturaleNa del +ien ' de laperfección, ni so+re la comunicatiidad de lo perfecto, ni so+re el motio final de la creación niso+re el orden del unierso, ni so+re el carMcter de dignissimum in tota natura del ser personal,etc.3s tam+in sorprendente que con la actitud de intransigencia frente a las corrientes de lamodernidad pudiera el tomismo perder el sentido de algunas de sus mMs fundamentales

posiciones, para aceptar inconscientemente puntos de ista de sus adersarios, desde los quequeda+a desequili+rada, ' sin posi+ilidades de desenolimiento coherente, una sJntesismetafJsica fiel a Santo 2omMs de Aquino.Podemos citar aquJ como un eemplo mu' significatio la adopción de la estructura olfiana dela metafJsica, a+solutamente incompati+le con la construcción de una sJntesis autnticamentetomista, pero que estructuró manuales con pretensión de radical fidelidad a los principios delAnglico.0uestro tiempo tiene para nosotros grandes eUigencias, ' tam+in ma'ores posi+ilidades,despus de que aliosas inestigaciones históricas han renoado la comprensión originaria delpensamiento de Santo 2omMs, ' de que algunos esfuerNos sintticos de gran aliento han puestoa nuestra disposición puntos de partida fecundos para seguir pensando, sin desperdiciar eltesoro de la herencia autntica de Santo 2omMs, ' que son estJmulo para un renoado tra+ao,

modesto ' a+ierto, con fidelidad firme a la erdad 'a adquirida, ' con el empeKo de +uscar parael hom+re de ho' principios para una comprensión racional del unierso ' que den sentido de laeUistencia humana.on una atención ' disponi+ilidad para toda pro+lemMtica contemporMnea, esta tarea eUige uncotidiano ' reiterado estudio de la o+ra misma de Santo 2omMs de Aquino.

a actualidad +tica " política del pensamiento de Santo Tomás

3n nuestro tiempo es frecuente la sospecha toda afirmación de erdad, ' toda aspiración a unaunidad sistemMtica, es acusada de traducirse en la prMctica en aplastante totalitarismo. Seofrece aquJ una tarea de especial oportunidad para el hom+re de ho' dar a conocer medianteuna refleUión histórico#filosófica rigurosa, ' una fundamentación sistemMtica orientada por una

tica social con sólidos cimientos, el contraste insala+le que enfrenta trMgicamente alpensamiento tradicional las corrientes filosóficas de que surgió la traducción prMctica en elmundo polJtico del antropocentrismo inmanentista.Para SpinoNa, inspirador teórico de Rousseau, el poder polJtico es la Lnica fuente posi+le de lasnociones de usto e inusto, de +ueno ' de malo, que antes de la le' positia carecen de sentido.De aquJ que la democracia, entendida al modo spinoNiano, por ser el rgimen que eercita mMsperfectamente aquel su carMcter de fuente Lnica de nociones morales, ha'a de ser reconocidocomo el mMs perfecto ' a+soluto de los posi+les regJmenes polJticos"1.omprendida esta democracia totalitaria en su sentido profundo, como praUis del mMs radical 'consecuente inmanentismo, las antJtesis contemporMneas entre los opuestos totalitarismos semuestran como superficiales contrastes dialcticos dentro de una comLn posición la dela+solutismo de lo polJtico ' la identificación entre el 3stado con la fuente ' el lugar de lo tico.

De aquJ que la noción tomista del +ien comLn social #que no lo es con comunidad genrica oespecJfica, sino con comunidad de causa final#, ' al que el hom+re estM destinado comoindiiduo personal con anterioridad respecto de cualquier decisión oluntarista de los que rigenel 3stado, sea tam+in un punto nuclear de orientación de una tarea filosófica en nuestros dJas.Gace algunos aKos escri+ió Haime )ofill, el ilustre catedrMtico de metafJsica de la *niersidad de)arcelona 3l pensamiento contemporMneo endrJa a ser un patente testimonio de la actualidadde la doctrina del Doctor Anglico, reclamada, sin conocerla, por la misma necesidad sentida deuna doctrina ' de una ordenación social que restaure a la persona en el lugar de dignidad quepor su misma naturaleNa reclama`".


"1 SpinoNa, Tractatus politici , cap. 11." )ofill, Haume Actualidad psicológica de la filosofJa de Santo 2omMs`, RIS2IA0DAD, nLm.1B, 1% marNo 1$%". 3l neotomismo anterior a la Aeterni !atris

1C1




LA ANALO>ÍA COMO )ÍA DE SÍNTESIS

omienNa Aristóteles sus 4i+ros titulados QmetafJsicos con la afirmación de que Qtodos los

hom+res tienden, por su naturaleNa, a contemplar. 3ste Qimpulso a sa+er acerca de lanaturaleNa ' del hom+re llea, en sJ mismo, la +Lsqueda de una comprensión fundamentada dela totalidad del unierso ' de sus causas. a en el propio Aristóteles, la QfilosofJa primera fueconocida como Q2eologJa, un decir humano so+re Dios.0uestro maestro, el Padre Ramón Orlandis, decJa lo mismo asJ Q2odo hom+re, en cuantohom+re, tiene inenci+le apetencia de sJntesis (!ensamientos " ocurrencias, QA un amigoimaginario, p. "B&.*na refleUión histórica que podrJamos calificar de Qangustiosa ' torturada moió a Geidegger arastrear el curso de los esfuerNos ' los fracasos humanos en esta +Lsqueda. Su refleUión le lleóa sostener que la 6etafJsica ha tenido el destino de atender a la erdad del ente en laapropiación del Qolido del ser, ' que en esto ha estado regida por un teortico dirigir la miradaintelectual de modo que ha sometido la erdad al 'ugo de la idea.4o que adertimos en Parmnides ' en el platonismo rige para Geidegger el pensamientooccidental hasta la culminante sJntesis hegeliana Q3n la tesis que sostiene que el ser es lo quese muestra en el puro aprehender intuitio, tiene su motio la dialctica hegeliana, que sólo esposi+le so+re tal +ase (Sein und 1eit nW "B&. Quando Gegel define el ser como Qlo inmediatoindeterminado, ' da esta definición como +ase del restante despliegue de las categorJas de suógica, se mantiene en la misma dirección isual que la OntologJa antigua, sólo que dea de ladoel pro+lema, planteado por Aristóteles, de la unidad del ser frente a la pluralidad de lascategorJas (Sein und 1eit nW 1&.4a am+igua genialidad heideggeriana no ha de ocultarnos que l mismo sostiene que Qcon eldescu+rimiento de la analogJa ha+Ja puesto Aristóteles, a pesar de toda su dependencia delmodo de hacer Platón la pregunta ontológica, el pro+lema del ser so+re una +asefundamentalmente nuea (Ser " tiempo Introducción nW 1&. 3l propio Geidegger cita, apropósito de esto, el opLsculo de 2omMs de /io, a'etano, De nominum analogia. 4a cita queda

perdida en el conunto de su o+ra, ' no parece que Geidegger le'ese con atención aquelopLsculo Lnico e incompara+le por la fuerNa ' erdad de su pensamiento.Si el tema de la analogJa lo estudiamos en sus fuentes aristotlicas, ' en su insuperadaeUpresión en Santo 2omMs de Aquino ' en la tradición tomista, reconoceremos que elpensamiento filosófico que marcha por el camino de la analogJa escapa a las antinomias 'contradicciones del intuicionismo eleMtico ' platónico cegado por la falsa luN de un inmediatismoontologista, ' a la puleriNación ' atomiNación de la realidad operada por los procesos analJticosque parten del inmediatismo empirista, ' puede realiNar, en la tarea pensante humana, lasJntesis, el poner untos armónicamente, sin contradicción, lo uno ' lo mLltiple, lo actual 'permanente con lo cam+iante ' muta+le, la singularidad material ' la uniersalidad esencial, lasu+sistencia del espJritu personal ' su apertura infinita al unierso ' a Dios.3l mtodo analógico es el propio instrumento de lo que Hoseph 6archal llamó Qla crJtica

metafJsica del o+eto de conocimiento, la que realiNa la integración de todas las dimensiones 'elementos de la realidad, regida por el primer principio (por el que remuee que se pueda negarde algo aquello que se ha de afirmar de ello&. 3s tam+in el camino para la patentiNación de lagradación de las perfecciones en la realidad plural del unierso ' de la presencia, en todo ente,de las dimensiones ontológicas que eUplican sus actiidades ' sus inclinaciones ' hacen posi+ledescu+rir la teleologJa, presente en el orden del unierso, ordenado, como a causa de lascausas, al +ien infinito ' diino, cu'o amor muee el sol ' las estrellas.3Upondremos, primero, aquellos pre#conocidos en la comprensión del uNgar analógico.2rataremos, despus, de la diferencia ' coneUión entre las dos formas de analogJa, la deproporcionalidad ' la de atri+ución, para mostrar, mMs tarde, el contraste ' heterogeneidadradical entre la sJntesis integradora ' armónica del sa+er humano, alcanNada a partir delpensamiento de Santo 2omMs de Aquino, con las corrientes sintticas deriadas de los sistemas

idealistas, en las que la erdad queda ocultada ' destruida +ao apariencias grandiosas 'engaKosas, a+solutiNadoras del enfrentamiento, de la negatiidad ' de la lucha polmica.Aristóteles, en el punto de partida de su teorJa de la demostración, sentó el principio de que

Qtoda doctrina ' toda disciplina racional se genera de un conocimiento pre#eUistente (Segundos

1C




analíticos, !1, 1#&. 3s una necesidad constitutia para toda argumentación que parta deprincipios por sJ mismos cognosci+les, que no requieran, ni tenga sentido +uscar, que sean ellosmismos demostrados.Por esto, iniciamos la eUposición de la doctrina de Santo 2omMs so+re la analogJa, ' so+re elsentido de la analogJa misma como la Ja de la sJntesis que estructure Qarquitectónicamente eledificio del sa+er, enunciando, con algunas aclaraciones que patenticen su sentido, aquellos

Qpre#conocidos a todo planteamiento que +usque la fundamentación de la referencia delhom+re a la erdad del ente, la tarea que podemos llamar Qfundamentación de la 6etafJsica u

QOntologJa fundamental. Pasamos a enunciarlos.1. 8ue eUiste el conocimiento es, por sJ, eidente. 2odos los escepticismos, relatiismos, ocriticismos que pretendan concluir que Qel conocimiento no es conocimiento se caracteriNan porla inconsistencia, so+re la que refleUiona+a asJ San AgustJn Q2odo el que se conoce comodu+itante entiende lo que es la erdad ' estM cierto de lo que la erdad sea (De vera religione,cap. "$&. QPues, si duda, ie ' se acuerda de aquello de donde le iene la dudaY si duda,entiende que dudaY ', si duda, aspira a estar ciertoY si duda, piensaY si duda, sa+e que no sa+eYsi duda, uNga que no de+e asentir temerariamente. AsJ, pues, todo el que estM dudoso por algono puede dudar de todo aquello que, si no fuese, no podrJa nadie dudar de cosa alguna (DeTrinitate, :, 1C, 19&. 3n el eercicio de la duda no se da sólo la certeNa de la propia eUistencia '

del acto de pensar, sino tam+in de la naturaleNa e interna aspiración conoscente delpensamiento humano.. Qonocer se dice de muchas maneras. 3s decir, el trmino Qconocimiento tiene unsignificado analógico #anticipemos, segLn el tipo de analogJa que llamaremos Qdeproporcionalidad. 3s conocimiento el que cada uno tiene de sJ mismo siempre que estMactualmente pensando un conocimiento por el que no podrJa definir todaJa la esencia de lamente, ' cu'a enunciación no podrJa pretender al tipo de eidencia de una erdad uniersal, decarMcter esencial, natural, matemMtico o metafJsico. 4o que sJ tiene es una certeNa eUistencial decarMcter inmediato e induda+le.onocer es, tam+in, sa+er que no puede ser erdadero que una cosa sea lo que es ' que no losea, es decir, aprehender el primer principio, que regirM todos los conocimientos o+etios.onocer es que es impensa+le ' moralmente malo uNgar que no de+amos o+rar segLn aquello

que estimamos como +ueno, es decir, lo que formulamos en el primer principio delentendimiento prMctico, que rige la acción moral humana, ' segLn el cual ha' que o+rar el +ien' eitar el mal.". 3ntender es conocer algo en su esencia. 4o que distingue ' caracteriNa el acto deconocimiento, que es la intelección, respecto de una percepción sensi+le o de la mismaconciencia eUistencial del sueto humano cognoscente es que sólo podemos decir queentendemos si conocemos lo que aprehendemos en nuestro acto de conocer en su esencia ', portanto, si, en la inmanencia de nuestra actiidad cognoscente, conce+imos lo que conocemos,formMndonos de ello un concepto esencial por el que podamos afirmar, de lo que mencionamoscomo sueto de una enunciación, un predicado que diga lo que es la cosa o la realidad de que setrata.Porque afirmamos esto como un pre#cognita, hemos de su+ra'ar que ha podido quedar l

mismo ignorado o desfigurado siempre que no se ha asentido tam+in el anteriormenteenunciado el significado mLltiple, analógico, del trmino Qconocer. 3l confundir unJocamentetodo tipo de conocimiento lo mismo puede llear a sacrificar al inmediatismo de la percepciónsensi+le todo conocimiento por conceptos, que a atri+uir la realidad por antonomasia alcontenido o+etio inteligi+le de lo que conce+imos, heredando del platonismo la postulación deuna interpretación del conocimiento que eUclu'e de la realidad erdadera todo lo singulareUistente, para moernos en un Qideal#realismo, en que el mundo ideal nos o+liga a reconocerel sinsentido de lo fMctico ' singular.3n realidad, los empirismos ' los racionalismos se han generado, históricamente, por esteuniocismo que, en distintas direcciones, ha isto todo conocimiento en la lJnea de la isión delas cosas presentes ante esta mirada. a sea que a las cosas concretas se sacrifique la realidadde las esencias o que, por el contrario, a la Qeidencia, interpretada como intuitia de loso+etos entendidos, se la confunda con la isión ' percepción de lo dado.3l no discernimiento del acto de entender como conocimiento de contenido esencial harJaimposi+le todo raciocinio cientJfico ' toda definición de lo conocido. 0o podrJamos distinguir lonecesario de lo contingente, lo esencial de lo anecdótico ' circunstancial, lo meramente fMctico

1C"




de lo esencialmente coherente. 0ada sa+rJamos, por tanto, acerca de las cosas ' ningLncontenido sensi+lemente perci+ido lo podrJamos nom+rar con pala+ras, cu'a intenciónsignificatia ersase so+re su esencia.9. 8u es el conocimiento en cuanto conocimiento. 8ue el conocimiento eUiste, que llamamosconocimiento a actos mu' diersos, es decir, que decimos de muchas maneras Qconocer, ' quesólo decimos que entendemos cuando conocemos de las cosas lo que son, son, en erdad,

puntos de partida pre#conocidos de toda actiidad pensante, de toda +Lsqueda discursia, deltipo de conocimiento cientJfico o filosófico. De tal manera son puntos de partida que han dereconocerse como erdades eidentes para todos, per se nota omni&us.Se hace necesario incluir aquJ , entre estos pre#cognita, una afirmación que reiteraronAristóteles ' Santo 2omMs, asJ como la prMctica totalidad de los grandes comentaristas deAristóteles, pero que, en la modernidad filosófica, 'a en la QescolMstica moderna, se ha+Jaoscurecido. 6e refiero a la afirmación de que conocer es un acto del sueto cognoscente, por elque este se trasciende a sJ mismo, en su entidad singular ' su+etia, para hacerse uno con loque conoce, de modo que Qel senciente en acto es lo sentido en acto, Qel que entiende en acto,es lo entendido en acto. Q3l alma cognoscente en cuanto tal se hace todas las cosas queconoce, de modo que el destino e imprimación del alma cognoscente es la descripción, en sJmisma, de todo el unierso de la realidad ' de sus causas.

Sin la am+ición, a modo de punto de partida, de este que llama+a a'etano Qarduo principio detoda la -ilosofJa de la 0aturaleNa ' de toda la 6etafJsica, ninguna de las aporJas ' antinomiasque se han planteado a lo largo de los siglos de la historia del pensamiento contra la alideN delconocimiento tendrJa camino de salida. Al caer en la cuenta de la uniersaliNación que laconciencia cognoscente da al sueto pensante, tenderJamos a negar la primacJa de lo real parahacer de esto sólo una posición del espJritu consciente.3n realidad, esto se ha dado en la historia del pensamiento occidental ' el QeUtraKo resultadodel redescu+rimiento Zantiano de la trascendentalidad del sueto se eUplica porque no pudointerpretar la actiidad pensante humana como propio desenolimiento del ser espiritual, delhom+re indiidual ' personal. Ga' que reconquistar, para reencontrar los fundamentos denuestro conocimiento del ente en cuanto ente, las capitales afirmaciones de la tradiciónaristotlica sentir ' entender son, en cuanto tales, un cierto ser del cognoscente.

Por lo mismo, el entender en cuanto tal se caracteriNa como una Qinfinitud por la que es elhom+re capaN de sentirse a sJ mismo finito, su+etio ' limitado en su entidad ' en suconocimiento. Si el hom+re no se trascendiese al entender, ' el entender en cuanto tal notuiese el carMcter de perfección propia del acto en cuanto tal, no podrJa ser el hom+reconsciente de sus lJmites. Desde la comprensión de que el entender es cierto ser, es decir, acto' perfección, que no se limita por sJ mismo, sino por la potencia en que es reci+ido ' por el quees participado, no serJa el hom+re consciente de su finitud. Al ser conscientes de nuestra finitud,se patentiNa la esencia de nuestro ser consciente como apertura infinita al unierso de los entes', en definitia, QcapaN de Dios.%. 3s el hom+re quien conoce. Reaccionando contra la teorJa del conocimiento heredera delcriticismo trascendental Zantiano, escri+ió el filósofo ruso 0icolMs )erdiaef, en un li+ro tituladoprecisamente 4a destinación del hom+re

Q3n realidad, la cuestión fundamental del conocimiento es la de la relación entre la concienciatrascendental, el sueto gnoseológico, ' el hom+re, la persona humana ia ' concreta. Para)erdiaef, la refleUión so+re el conocimiento tiene que comprender ' profundiNar la premisa delconocimiento que nos hace presuponer que es el hom+re quien conoce.3n realidad, el hom+re, el hom+re indiidual, la persona humana ia ' concreta, siempre queestM en acto de pensar se perci+e como eUistente. 3ntiende, incluso, hemos de decir, que no leserJa posi+le el pensamiento ni el conocimiento a ente alguno al que no perteneciese, por supropia constitución ontológica, la actitud para ser consciente de sJ mismo eUistente ' paraperci+ir sus actos conscientes como pertenecientes a sJ mismo como eUistente.3l descu+rimiento de la uniersalidad trascendental del 'o pensante, es decir, de la radicaloriginación de toda apertura o+etia intencional en la conciencia eUistencial de una persona ia' concreta, garantiNa, contra el QeUtraKo resultado Zantiano, que conclu'e en el carMcterfenomnico ' no de realidad en sJ, sino de lo aprehensi+le por el hom+re al conocer. So+re este

QeUtraKo resultado podrJamos ironiNar, con Gegel, que la refleUión so+re nuestro conocimientono puede concluir en la afirmación de que Qel conocimiento no es conocimiento.

1C9




Pero sólo reconociendo que es el hom+re quien conoce, es decir, admitiendo latrascendentalidad o+etia del hom+re personal, podrM el conocimiento humano auto#fundamentarse o, mMs propiamente, descu+rir, en el propio ser personal humano, si se refiere elhom+re al conocimiento de la erdad, que Santo 2omMs afirma+a ser tarea esencial de lafilosofJa primera.3l conocimiento se origina en los entes reales. 2am+in el respeto a la realidad del ser del

pensante, patentiNado siempre en la conciencia del hom+re en su ser, que acompaKa, radical 'constitutiamente, toda su actiidad pensante, nos li+erarM de la tentación idealista de conce+irel ser de los entes del unierso como una posición de nuestra conciencia pensante. Porque elhom+re es consciente de la necesidad del punto de partida en los entes perci+idossensi+lemente para alcanNar a pensarlos en su ser ' en su esencia.Pero esta afirmación de la originación del conocimiento humano a partir de la percepción de lascosas sensi+les #que de tal manera es necesaria para nuestra actiidad intelectual que Santo2omMs recuerda que la esencia de una cosa material, que es el primer o+eto de nuestrao+etiación, no puede ser entendida completa ' erdaderamente si no es considerada comoeUistente en lo particular, con lo cual es coherente el que nuestras facultades sensi+les sean porl calificadas como Qpertenecciente a nuestra alma intelectia, a la que pertenecennecesariamente tales facultades, por las que puede perci+ir las cosas sensi+les# no podrJa

conducirnos legJtimamente a un naturalismo o a un realismo materialista. 4a primacJa del ser esla primacJa del espJritu pensante, cu'a Qsu+sistencia en sJ se identifica con aquel eercicio de laconciencia de sJ mismo que es Qtrascendental respecto de toda recepción cognoscitia ' de todosu+siguiente o+etiación del ente real sensi+le como primer o+eto del conocimiento humanointelectual. 8ue el entendimiento se origine en los entes reales no significa el primado de unente material so+re la conciencia humana. Recordemos siempre que, para Santo 2omMs, lamente humana no uNga de la erdad por algo que est fuera de sJ misma, sino por aquella QluNque es el entendimiento agente, por el que la mente humana forma en sJ las semeanNas de lascosas, que informan ' actLan su capacidad de conocimiento o+etio del unierso material.B. 3l conocimiento humano se eUpresa en Qla pala+ra del hom+re. 2oda actiidad cognoscitiaen torno a la erdad de lo que es #o en torno a la norma imperatia de la acción humana, o a laelección (que es condición radical de los actos humanos li+res califica+les moralmente& ' a la

ordenación de las sociedades humanas hacia los fines a que tienden, o a la eficiencia tcnica 'artJstica ' a los contenidos de la cultura en su desarrollo histórico# serJan ineUistentes eimposi+les si no los pudisemos hallar Qdichos en lo que San AgustJn llama+a Qla pala+ra delhom+re, que precede a todos los signos por la que es significada ' que se genera de la cienciaque permanece en el alma, ciencia que es dicha dentro de la mente, segLn que es (De Trinitate1%, #C&.4a afirmación de la naturaleNa constitutiamente locutia, eUpresia ' comunicatia de laactiidad intelectual, tesis central en la sJntesis de Santo 2omMs de Aquino, como pro+óluminosamente Huan de Santo 2omMs, no es sino la fundamentación de algo que se presentacomo por sJ conocido en la conciencia, en el lenguae humano. Para recordar esto es necesarioacercarnos al estudio de la analogJa. Puede erse que, en la fuente mMs clMsica ' originaria deesta doctrina, hallamos que Aristóteles dice

Q4o ente se dice, ciertamente, de muchas manerasY pero respecto de uno ' de algunanaturaleNa, no equJocamente, sino al modo como se dice todo lo salu+re en orden a la saludYesto, ciertamente, para conserarlaY aquello, como signo de la saludY lo otro, como lo que escapaN de reci+irla... asJ, tam+in, lo que es se dice de muchas maneras, pero todo en orden a unprincipio primero. Pues esto porque se llaman Qentes a las su+stancias, aquello otro porque son

Qafecciones de la su+stancia, o caminos hacia ella, o como corrupciones ' priaciones, ocualidades, o efectios, o generatios de la su+stancia ... Q (.eta(ísica, i&ro 2amma cap. 1,1CCB, a% # +&.O, en otro pasae paralelo

QDe tantas maneras como el ente se dice, se significa que el ente es. Puesto que, de lospredicados, unos significan qu es aquello de lo que se predica, otros cuMl, otras cuMnto, otrosrespecto a algo, otros hacer o reci+ir la acción, otros dónde, otros cuMndo ', de todos estos,cada uno de ellos, significa que algo es (.eta(ísica, i&ro Delta cap. !, 1C1!, a%#"C&.

QAdemMs, se significa tam+in el ente, este porque se le puede llamar asJ en potencia, aquel enacto... asJ, el sa+er se puede decir del que tiene capacidad para sa+er o del que posee elsa+er... de modo semeante, en las su+stancias... asJ, la imagen de 6ercurio decimos que estM

1C%




en una piedra en potencia... ' el trigo lo afirmamos en potencia en la planta, antes de sugerminación (í&id0 1C1!, +9#1C&.4eamos el iluminador comentario de Santo 2omMs

Q3s necesario que el ente se contraiga a diersos gneros segLn el dierso modo de predicar,que se sigue del dierso modo de serY porque, de cuantas maneras se dice lo que es, es decir,de cuantas maneras se predica, de otras tantas se significa que es, es decir, se significa de algo

un ser. , por esto, aquellos en que se diide primeramente son llamados Qpredicamentos #enlengua griega, QcategorJas# porque se distinguen segLn el modo dierso de predicar (n.eta(isicam i&0 % , lección $, nW $C&.2enemos, pues, afirmados en el ente los diersos gneros, o categorJas, o predicamentos, segLnlos modos constitutiamente necesarios de enunciar, de decir, que las cosas son. Por esto, todaconfusión que niegue la pertenencia del lenguae mental a la naturaleNa del conocimiento ', porlo mismo, destitu'a de su fundamento el esta+lecimiento de las categorJas del ente real, aldesconocer la aptitud constitutia del sueto intelectual para uNgar de la realidad segLn que es

Qha+lando mentalmente de la realidad misma, destru'e de raJN la posi+ilidad de todasistematiNación coherente ' erdadera de nuestros conocimientos.AdemMs, como 'a adertimos, si postulamos, por horror a la mediación del pensamientoconceptual, la naturaleNa intuitia de nuestras Qeidencias intelectuales, la misma ignorancia de

la mediación nos llearM, como arrastrados, a las interpretaciones unJocas de la realidad. 2alesinterpretaciones llenan la historia de la ciencia ' de la filosofJa. 3s el uniocismo que reduce elalma a pensamiento o, por el contrario, reduce lo mental a procesos +ioquJmicos, ' que, 'adesde la antigua filosofJa griega, suplanta+a las cualidades por Qposiciones de corpLsculos,sustancial ' cualitatiamente homogneos, pero que da+an apariencias de diersidad de cosas 'de moimientos en ellas sólo por sus agregaciones. 2oda la riqueNa sustancial ' cualitatia de lanaturaleNa queda suplantada por la dualidad de Qlo lleno ' Qlo acJo, que traducJan, en locuantitatio ' espacial, el Qser unJoco ' uno del eleatismo ' el Qno#ser, conertido ahora en

QacJo ', en definitia, poseedor de eUtensión cuantitatia, sin cualidad alguna, nisu+stancialidad corpórea. 3n distintas direcciones, una lJnea categorial suplanta todas las otras 'las destru'e, postulando gratuitamente que la acción inalida la su+stancia, la cualidad hacedesaparecer la eUtensión o, por el contrario, la cantidad ha de dar raNón de todo aquello que no

puede ser afirmado, sin reconocer su+stancias, cualidades ' actiidades.3l reconocimiento de la analogJa eUige el respeto a la realidad de que ha+lamos en nuestrolenguae ' a la riqueNa plural ' armónica del mismo decir mental humano. 2endrJamos quereconocer que ha' doctrinas filosóficas que no tienen ni pueden tener una fundamentacióno+etia, ' cu'a gestación sólo encuentra su eUplicación mMs erosJmil en el egocentrismo con elque puede tender el hom+re a enanecerse de lo que l cree sa+er meor que la multitud de loshom+res. 3s el contraste entre los sa+ios ' los muchos que pudo hacer, 'a en el al+orear delpensamiento filosófico, que pudiesen pensarse los o+etos matemMticos como la realidad Lnica opor antonomasia. 4a a+solutiNación pitagórica de los nLmeros ' de las figuras no tienefundamentación o+etia alguna ' sólo se eUplica por la auto#satisfacción de quienes ha+Jan sidoconscientes de los progresos de la a+stracción matemMtica en su tarea.

a do&le orientación de la analogía en la síntesis de Santo Tomás

Gemos aludido a los teUtos aristotlicos en los que no aparece el trmino QanalogJa, sino queha+lan de una predicación en mLltiples modos cu'a caracterJstica es que uno sólo de ellos esaquel en orden al cual se dicen de algo los otros. Santo 2omMs llamó, con frecuencia, a esto

Qpredicación segLn proporción, es decir, segLn respecto o referencia a algo uno. 3n la historiade la escolMstica, este tipo de analogJa pasó a ser llamada QanalogJa de atri+ución.Aristóteles empleó el trmino QanalogJa al ha+lar de un modo de ser dichas +uenas las cosas+uenas QsegLn analogJa. omo amos a er, este modo de predicación segLn analogJa serJallamado, finalmente, QsegLn proporcionalidad o QanalogJa de proporcionalidad .Para acercarnos al planteamiento del central pro+lema que para la comprensión de la sJntesisdoctrinal de Santo 2omMs de Aquino surge del contraste entre la analogJa de atri+ución ' la

analogJa de proporcionalidad, se hace necesario atender a un teUto clMsico que es el contenidoen la Cuestiones disputadas De %eritate 8u. , artW 11, en que se plantea Santo 2omMs lapregunta de si la ciencia se dice de Dios ' de nosotros con significación equJoca

1CB




QGa' que decir que el nom+re de ciencia no se predica de la ciencia de Dios ' de la nuestra nia+solutamente por modo unJoco ni de un modo puramente equJocoY sino segLn analogJa. 4ocual no es otra cosa que segLn proporción. Pues la coneniencia segLn proporción puede serdicha do+lemente ', segLn esto, se atiende a una do+le comunidad de analogJa. Pues ha' ciertaconeniencia entre las cosas mismas entre las que se da una mutua proporción por cuantotienen una determinada distancia u otro ha+erse mutuamente, asJ como el nLmero +inario la

tiene con la unidad por que es su do+le. 2am+in la coneniencia se atiende a eces entre doscosas entre las que no se da una proporción mutua, sino mMs +ien la semeanNa de dosproporciones mutuas, asJ como el nLmero senario coniene con el cuaternario, porque asJ comoel senario es el do+le del ternario, asJ el cuaternario es el do+le del +inario.4a primera coneniencia es la de proporciónY por lo que, segLn el modo de la primeraconeniencia, hallamos algo dicho analógicamente de dos cosas, una de las cuales tiene algorespecto a la otraY como Qente se dice de la su+stancia ' el accidente por la ha+itud que tienenla su+stancia ' el accidente.A eces se dice algo dicho analógicamente segLn el segundo modo de conenienciaY asJ como elnom+re de isión se dice de la isión corporal ' de la intelectual. Por cuanto asJ como la isiónestM en el oo, asJ el entendimiento en la mente.AsJ, pues, porque en las cosas que se dicen analógicamente de la primera manera es necesario

que se de una determinada ha+itud entre las cosas a las que es algo comLn por analogJa, esimposi+le que algo, de este modo, sea dicho analógicamente de Dios ' de la criaturaY porqueninguna criatura tiene tal ha+itud a Dios por la que pueda ser determinada la perfección diina.Pero, en el otro modo de analogJa, no se atiende a ninguna determinada ha+itud entre aquellascosas a las que algo es comLn por analogJaY ', por esto, segLn aquel modo, nada prohJ+e queun nom+re se diga analógicamente de Dios ' de la criatura.Sin em+argo, esto puede darse de dos maneras a eces, aquel nom+re importa algo en suprincipal significación en lo que no puede atenderse coneniencia entre Dios ' la criatura, nisiquiera en el modo predichoY esto es asJ en todo lo que se dice de Dios sim+ólicamente, comocuando es llamado Qleón o Qsol, o cosas de este tipo, porque en su definición entra la materia,que no puede ser atri+uida a Dios. Pero, a eces, el nom+re que se dice de Dios ' de la criaturanada importa en su principal significado #segLn lo cual no puede atenderse el predicho modo de

coneniencia entre la criatura ' Dios# como son todos aquellos en cu'a definición no se inclu'edefecto, ni dependen de la materia segLn su ser, como ocurre con Qente, Q+ueno ' otros deeste tipo.

#stado de la cuestión " respuesta so&re la do&le analogía

PodrJamos esquematiNar el estado de la cuestión, de la que se han ocupado durante siglos losescolMsticos de escuelas distintas con posiciones opuestas, especialmente los tomistas ' lossuaristas, de esta manera.A partir del teUto De %eritate 8u. , artW 11, ' de la eUposición del tema en el magistralopLsculo De nominum analogia, del ardenal 2omMs de /io, a'etano, en el tomismo predominóla tendencia a afirmar la analogJa de proporcionalidad como aquella que es adecuada para

significar, propia ' formalmente, las diersas categorJas ' las perfecciones en sus diersosgrados ' apta para afirmaciones de orden metafJsico que puedan alcanNar a Dios. 3n esteconteUto, se tendJa tam+in, a eces, a su+ra'ar que la analogJa de atri+ución no significa+aformalmente, por modo intrJnseco, los segundos analogados, sino sólo Qdenominatia 'eUtrJnsecamente.3n el suarismo, apo'Mndose en la autoridad del Doctor 3Uimio, se tendJa a uNgar que todaproporcionalidad iene a ser algo metafórico, ' no puede ser, por tanto, intrJnsecamentesignificatia de sus analogados. se ino a calificar de Qatri+ución intrJnseca el carMcter propiode la analogJa de atri+ución.Supuesto este conteUto, ' sin proponernos aquJ el desarrollo histórico del tema, ni siquiera unanMlisis detenido (que ha sido muchas eces realiNado en los distintos conteUtos de escuela&,quiero plantearme, en orden a la comprensión del autntico pensamiento de Santo 2omMs de

Aquino #lo que es el tema de toda la serie de aportaciones ofrecidas aquJ#, de responder a lasiguiente pregunta;Porqu, mientras que en las Cuestiones disputadas De %eritate no sólo se ha puesto en elcentro de atención la analogJa de proporcionalidad, sino que se ha negado que en la predicación

1C!




QsegLn proporción, es decir, en la atri+ución, puedan unos mismos trminos ser dichos de Dios' de las criaturas (porque esto implicarJa pensar el ser diino como determina+le en superfección desde nuestros conceptos humanos&, hallamos que en la Suma teológica ' en laSuma contra gentes la predicación analógica aludida es la atri+ución, como se e por la alusiónal eemplo aristotlico de lo sano, clMsicamente utiliNada por los escolMsticos para eUpresar laatri+ución=

6e parece que de la lectura de los propios teUtos de Santo 2omMs a a salir la respuesta, que 'ome permito formular, de algLn modo por anticipado, en orden a dear claramente sentada lainterpretación que propongo.4as dos Sumas son o+ras teológicas, no sólo la Suma teológica, sino tam+in la Suma contragentes, por su intención ' por la ma'orJa de sus contenidos Qapologtica ', por ello, conmuchos desarrollos Qmaterialmente filosóficos, pero insertados en la intención central dedefensa de la fe católica. 4as Cuestiones disputadas De %eritate, ' mu' concretamente la quenos ocupa ahora, son de intención ' formalidad filosófica metafJsica.Suponer, en un conteUto metafJsico, que la analogJa de atri+ución es el propio modo de ha+larfilosóficamente los hom+res con trminos aptos para significar con ellos las realidades delunierso dierso, mLltiple ' finito, ' la esencia ' atri+utos de Dios, reador del unierso ' causaeemplar de todas las perfecciones participadas por sus criaturas, podrJa llear a dar por

presupuesto que Dios es tam+in, no sólo el primer analogado, sino tam+in lo primeramenteconocido en la lJnea del conocimiento ontológico, ' que no se accede al conocimiento de lasrealidades que estMn al alcance de nuestro horiNonte o+etio entendindolas como entes, esdecir, como QpartJcipes del ser, sino desde la preia comprensión conceptual del reador comoprimer ente.3sto no serJa sosteni+le sino desde una posición Qontologista, que supusiese que Dios en cuantotal es alcanNa+le como primer o+eto ' no que sea necesario un Qascenso ontológico parademostrar su eUistencia ' conocerlo, de algLn modo, en su esencia ' atri+utos a partir de lascriaturas ' con los caminos de Qremoción, QanalogJa ' Qeminencia que son eUigidos,precisamente, desde el presupuesto de que Dios es trascendente al unierso creado ' a nuestrohoriNonte o+etio intelectual.3n la iencia Sagrada, que se ocupa de Dios como de su propio Qsueto ' considera a todas las

criaturas en orden a Dios es legJtimo ' eUigido, partiendo de la fe, pensar, desde Dios, toda laentidad ' +ien de las criaturas, que de Fl participan. De aquJ que la atri+ución, que Aristótelespensó sólo en la lJnea categorial, entre los accidentes predicamentales ' la su+stancia, seainstrumento apto para la consideración teocntrica del unierso creado, reafirmando toda suentidad ' +ien ' toda la participación de los grados de la ida ' del conocimiento desde Dios,contemplado como el Qprimer analogado.Pero, si atendemos al horiNonte formal metafJsico a que accede la raNón humana al alcanNar apenetrar como ente en cuanto ente aquella misma realidad a que se a+ren la conciencia ' laeUperiencia humanas ' que es el o+eto de una -ilosofJa de la 0aturaleNa, podemos reconocerque el acceso a su consideración ontológica nos posi+ilita descu+rir perfecciones diersas 'graduadas sólo unifica+les por la semeanNa que tienen las proporciones de sus diersos suetosreceptios ' a los actos que las perfeccionan ' determinan.

3n el modo descrito en De %eritate, 8u. , artW 11, la propia ciencia metafJsica humana puede,por Ja ascendente, ser lleada a afirmar que el ser, el iir ' el entender no eUigen por sJmismos en cuanto tales una determinación limitante, sino que llean a nuestro uicio metafJsicoa la afirmación del acto perfecto e infinito del iir eterno de que ha+ló 'a Aristóteles, de lasu+sistente intelección de SJ mismo, de cu'a infinidad son partJcipes ' eemplados todos losiientes intelectuales que hemos encontrado en nuestro unierso, a que se a+re nuestraconciencia.Para sostener que la analogJa de proporcionalidad es el camino en el que se a+re formalmente elhoriNonte metafJsico humano, ' por el que se hace posi+le el ascenso racional a Dios, ' tam+inque, despus de afirmar a Dios #del que a'etano dice, en su De nominum analogia (es decir,ha+lando de la analogJa de proporcionalidad&, que Qno ha' nada anterior a Dios ' al primeranalogado JDeo et primo analogato nihil est priusK # podemos 'a, sin riesgo de Qontologismoque quisiese postular a Dios en SJ mismo como lo primeramente conocido por el hom+re,realiNar el descenso metafJsico ', desde luego, la consideración teológica so+renatural, partiendode Dios ' pensando las criaturas en dependencia ' participación respecto del Ser diino.

1C




Personalmente, me fui confirmando en esta tesis, a que llegu con arduo tra+ao de muchosaKos, mediante la lectura atenta ' reiterada, por una parte de los desarrollos trascendentes que,so+re el concepto de la ida, hallamos en S0Th0 8u. 1 ' en % C020 cap. 11 (teUtosininteligi+les si no se admite la interpretación de a'etano so+re la analogJa deproporcionalidad& ', por otra, de los mismos pasaes que sostienen la analogJa de atri+ución alha+lar de Dios ' de las criaturas. /eamos en la Suma contra gentes 4i+. I, cap. "9

Q3n tal predicación analógica, se atiende a eces al mismo orden segLn el nom+re ' segLn lacosa. Pero, otras eces, no es el mismo. Pues el orden del nom+re sigue al orden delconocimiento pues es el signo del concepto inteligi+le. AsJ, pues, lo que es primero en larealidad hallamos que tam+in lo es en ser conocido hallamos que lo mismo es lo primero,segLn el significado de nom+re ' segLn la naturaleNa de la cosa asJ como la su+stancia esanterior al accidente por naturaleNa ', tam+in en el conocimiento por cuanto la su+stancia sepone en la definición del accidente. asJ ente se dice primero de la su+stancia que delaccidente, segLn la naturaleNa de la cosa ' segLn el significado del nom+re.Pero cuando aquello que es primero segLn la naturaleNa es posterior segLn el conocimiento,entonces, en los anMlogos, no es el mismo el orden segLn la realidad, segLn el conceptosignificado por el nom+re.AsJ, pues, porque a partir de las otras cosas llegamos al conocimiento de Dios, las realidades

significadas por los nom+res dichos de Dios ' de las otras cosas, primeramente son en DiossegLn su modo, pero el concepto significado por el nom+re lo contiene posteriormente. Por esodecimos que Dios es nom+rado por los efectos por Fl causados.Si somos conscientes que la teologJa escolMstica de Santo 2omMs asume la erdad filosóficacomo instrumento de la consideración que tiene a Dios por Qsueto ' todo lo considera en ordena Dios, se hacen comprensi+les los desarrollos de las dos Sumas mientras se mantiene firme elhecho de que la Ja de ascenso a la demostración racional de Dios ha de partir de una ontologJaestructurada segLn la analogJa de proporcionalidad que sistematiNó, magistralmente, a'etanoen el De nominum analogia.


1C$




LA ANALO>ÍA DE SANTO TOMS LA DIALFCTICA GE>ELIANA

3n nuestra situación contemporMnea, una de las influencias mMs decisias que han conmoido '

desintegrado la tradición filosófica gestada en el mundo cristiano a partir de las grandes certeNasracionales del pensamiento griego, incorporadas a la inteligencia de la fe por los grandesDoctores, ' con las que Santo 2omMs de Aquino ha+Ja ela+orado el edificio doctrinal mMs sólido 'coherente, es, sin duda, la seducción de la dialctica, el mtodo de pensamiento caracterJsticodel moimiento ' de la aspiración de totalidad sistemMtica de las grandes sJntesis idealistas.Sin eUagerar, podrJamos decir que su atractio se ha presentado como irresisti+le parainflu'entes sectores de la cultura ' de la polJtica occidental, apenas sin otros contrapesos que elpersistente cientificismo positiista o el ascendiente prestigio logicista de las filosofJas analJticasYellas mismas han renoado en neo#positiismo aquella tradición siempre tendente a la inmersiónde lo filosófico en lo cientJfico.6e siento en la necesidad de afirmar, con toda sinceridad, mi conicción de que lo mMspernicioso para la cultura humana ' para la ida cristiana de la seducción de estas corrientes depensamiento ha sido el que demasiados se han acercado a ellas con una actitud que les hahecho olidar los insistentes conseos ' mandatos por los que la Iglesia católica les eUhorta+a aperseerar ' profundiNar en el estudio de Santo 2omMs de Aquino para ser capaces no sólo depermanecer fieles a la filosofJa perenne de la tradición escolMstica, sino de uNgar de los demMssistemas de pensamiento desde la sJntesis doctrinal de Santo 2omMs.omo paso preio a una futura aportación so+re la fuerNa de la analogJa contenida en la sJntesisdoctrinal de Santo 2omMs de Aquino para dominar el panorama del pensamientocontemporMneo, quiero aquJ dear sentadas algunas o+seraciones crJticas en que se compara laanalogJa tomista ' la dialctica hegeliana.1. Ala+a+a Geidegger (Ser " tiempo nW 1& que Aristóteles, con el descu+rimiento de la analogJa,puso la filosofJa so+re una +ase completamente nuea. 3l platonismo, como el pensamiento dela escuela de 3lea, de Parmnides, esta+a fundamentado so+re una interpretación queunioca+a el conocimiento intelectual con la isión de un o+eto ante los oos. 3sta

interpretación Qontologista llearJa a constantes posiciones reduccionistas de la realidad 'empo+recedoras, por lo mismo, del pensamiento.. 3l descu+rimiento aristotlico de la analogJa presuponJaa& 4a conciencia de que al hom+re, que es el iiente en cuanto que tiene logos, le es requerido

Qdecir ' pensar que lo que es, es, pero que esto le eUige decir mLltiplemente acerca del ente,que se nos ofrece en mLltiples ' diersas maneras de ser, ' decirlo segLn proporcionalidad delos modos de ser, ' segLn la referencia que muestran las realidades diersas a algo uno lasu+stancia en el orden predicamental ', Lltimamente, Dios como primera causa del ente, 3nteprimero, /iiente perfecto e Inteligente en acto puro en el orden de la Qtrascendencia requeridapara dar raNón del unierso por su primera causa.+& 8ue esta necesidad constitutia del decir ontológico tiene su fundamento en la realidadmisma ' en la pertenencia del pensamiento al serY puesto que la multitud, la diersidad, la

singularidad de los suetos de los que decimos que son segLn las diersas lJneas en las queenunciamos el ser, ' el cam+io en los diersos órdenes en que la realidad es cam+iante, seofrecen a la eUperiencia humana ' han de ser reconocidos ' afirmados.". 4a analogJa es, asJ, el camino de sJntesis por el que el pensamiento humano afirma el deenir' la pluralidad de los entes, ' es capaN de alcanNar, a la eN, una eUplicación de la totalidad delos entes mediante la afirmación de su fundamento causal unitario ' eterno.9. 4a sJntesis de la afirmación del moimiento con la del ser permanente de lo móil supera+a,desde la erdad de la eUperiencia humana ' de la intelección del ente, el contraste,pretendidamente insala+le, entre el ser ' el deenir, que lleó a unos al monismo estMtico #quereducJa a ilusión todo lo que no fuese mantener esta+le la afirmación de que lo que es es ' queeUigJa considerar a+surda toda alteración ' toda multiplicidad# ' a otros a la afirmación eUclusia' uniersal del cam+io #que destruJa toda permanencia su+stancial ' el mismo sueto cam+iante.

Al esta+lecer la QanalogJa entre el ente en acto ' el ente en potencia podJa Aristóteles, comoadirtió Santo 2omMs, escapar a la tenaNa sofJstica que eJa en la afirmación del moimiento ladestrucción del principio de no contradicción, notando que el ente en potencia, el Qente capaN deser, es lógicamente un trmino medio entre la pretendida insala+le contradicción del ente en

11C




acto ' la nada. 4o mismo que no se muee todaJa puede ser capN de moerseY se da en l elmoimiento en potencia. Q3l acto del ente en potencia en cuanto que en potencia es,precisamente, el moimiento, que serM un acto en el que se darM la sucesiidad mensura+le porel tiempo.(3sta definición de lo Qen potencia como trmino medio entre el ente en acto ' el no#entecorresponde, propiamente, a la Qmateria prima. 0uestro maestro, el Padre Orlandis, nota+a que

la sJntesis de Santo 2omMs queda+a radicalmente imposi+ilitada siempre que quienes pretendJanser aristotlicos enJan a conce+ir la materia como una cierta forma de menor niel o riqueNaontológica, pero sin situarla en su erdadero sentido que la refiere trascendentalmente a laforma su+stancial pero no la piensa, en modo alguno, como forma. DecJa lo mismo en cuanto ala tendencia a no adertir la heterogeneidad de la categorJa de relación respecto de todas lascategorJas Qa+solutas. Precisamente, la eUtendida tendencia a suponer que la mMs adecuadadefinición Qformal de la persona consiste en entenderla como mera Qrelación, negando laconsistencia su+stancial ' la eUistencia propia del ente personal en sJ mismo, me sugieretam+in aquel desconocimiento del carMcter propio de la relación, que ni constitu'e, nidetermina, ni cualifica un ente su+sistente, sino que, precisamente, lo refiere&.%. Respecto de la ela+oración de la analogJa aristotlica ' tomista por a'etano, la quereconoció Geidegger como la posición de una +ase fundamentalmente nuea para la filosofJa, la

filosofJa de la modernidad tendrJa que ser considerada como un Qdescenso de niel, una prdidade radicalidad en el planteamiento. 4a estructura analógico#proporcional, que es propia de losinteligi+les Qtrascendentales ' de los grados de perfección en la participación del ser, sólo espensa+le desde el reconocimiento del acto intelectual como un Qdecir del ente, 'a que sólo asJtiene sentido reconocer que Qse dicen de muchas maneras tales trminos. 3sto, a su eN, seenlaNa intrJnsecamente con el reconocimiento de que el unierso ontológico no podrJa ser a+iertopor uniersaliNación generaliNadora, la Qa+stracción total que separa el todo de las partes#polJgono de cuadrilMtero o triMngulo# sino por a+stracción formal, que separa lo actual 'determinante de lo que es respecto de ello receptio ' material #en una lJnea anMloga a la quesepara los inteligi+les matemMticos de los o+etos fJsicos numera+les ' mensura+les, separandoasJ la esfera de las Q+olas o cuerpos fJsicos de figura esfrica.4a a+stracción ontológica se funda en la posi+ilidad de que el entendimiento destaque en los

entes su proporción al acto de ser ' en los entes naturales la proporción de la materia a la forma' la conceptuación de las distintas lJneas categoriales respecto de los o+etos que son loprimeramente conocido por un conocimiento intelectual con un punto de partida sensi+le, comoes el humano. Pensamos asJ las su+stancias, las cualidades ' las relaciones a+stra'ndolas delas o+etiaciones fJsicas que conocen los indiiduos materiales, las cualidades sensi+lesconcretas ' los parentescos ' correlaciones de los entes naturales.3n la metafJsica occidental, las corrientes que no han andado por el camino recto a+ierto porAristóteles han sido predominantemente regidas por el presupuesto del carMcter intuicionista deconocer intelectual que, o +ien ha desconocido el contenido inteligi+le del concepto uniersal, oincluso lo ha interpretado sólo como una representación de+ilitada del conocimiento inmediato(corrientes nominalistas&, o +ien interpretado como algo inmediatamente intuido el contenido delconcepto mismo, como si se nos diese Qante los oos. 3n esta segunda posición se ha uelto a

la consideración del conocimiento sensi+le como confuso e inconsistente ' su contenido comocarente de entidad erdadera.B. 3sta comprensión del conocimiento caracterJstica del intuicionismo racionalista hace imposi+lela distinción entre el modo de ser de la cosa ' el modo de ser pensada en el concepto,instrumento necesario de una QcrJtica metafJsica del o+eto afirmado, segLn lo eUpresó6archal.3l uniocismo, al ser hegemónico en la modernidad, tiende, en lo categorial, a reduccionesunidimensionales en la comprensión del mundo de la eUperiencia sensi+le ' consciente#cuantificación de lo cualitatio, QactualiNación de lo su+stantio, negación de las relaciones ointerpretación relacional de las su+stancias# ' al desconocimiento de lJneas de causalidad.3n el plano trascendental, el uniocismo o+ró el aciado de contenido significatio de lostrminos trascendentales. Del esencialismo codificado por SuMreN, que todaJa entendJa larealidad de la esencia como aptitud para eUistir, que es en acto cuando eUiste, se pasa en olffea definir el ente como Qlo posi+le, es decir, lo conce+i+le sin contradicción, mientras que enVant los conceptos trascendentales supracategoriales desaparecen propiamente ' no son sino

111




formas acJas, ' la esencia iene a ser suplantada, en el orden del fenómeno, por la o+etiidad,entendida con acuerdo en las condiciones de posi+ilidad de la eUperiencia.!. De aquJ que la reolución copernicana de Vant, al redescu+rir la espontaneidad actia delsueto pensante como fundamento de una renoada comprensión de la alideN del lenguaeontológico, no pudiese conducir sino al QeUtraKo resultado del fenomenismoY mientras que larefleUión so+re el sueto trascendental reduo a este a sueto para o+etos, a ser un sueto

QformaliNado ' Qo+etiado, en el que no se eUperimenta ni se puede pensar el Qser delhom+re que piensa.. Vant carecJa asJ de fundamentos especulatios para afirmar la realidad de lo Qen sJ, mMs allMdel horiNonte fenomnico, mientras que tiene el sentimiento, o la Qfe filosófica, de la necesidadde afirmar la dualidad fenómeno#noLmeno por una motiación tica la de hacer pensa+le lali+ertad, postulado constitutio del imperatio moral.$. 3l descu+rimiento Zantiano de la dialctica de la raNón, que Gegel interpretó como punto departida del acceso de la filosofJa a ser, en erdad, sa+er a+soluto, es, en realidad, eUplica+le porel radical nominalismo ' uniocismo del lenguae ontológico Zantiano, de profunda tradiciónolffiana.3l propio Gegel adirtió que lo que Vant descu+re es Qla necesaria contradicción puesta en laraNón especulatia por las determinaciones del entendimiento ' enJa a reconocer que la

pretensión de pensar lo trascendente ' diino desde un contenido o+etio unJoco con el entepredicamental origina el enfrentamiento de doctrinas contradictoriamente opuestas, enfrentadasentre sJ a modo de tesis ' antJtesis.1C. 3l idealismo a+soluto de Gegel pretende superar la dualidad Zantiana entre lo fenomnico 'lo noumnico ' cancelar asJ el do+le mundo en que se ha+Ja mantenido todaJa Vant. 3linstrumento de ello, que en realidad es la negación de la erdad de lo finito ' lo mLltiple, es elmtodo dialctico que, si se atiende a su precedente fichteano, se manifiesta como una opciónde la praUis humana cuanto constituida en principio a+soluto.11. 3n la perspectia de su pretensión especulatia, la dialctica hegeliana, que afirma laidentidad de la racionalidad con la realidad, de lo a+soluto con el pensamiento puro ' conci+e loa+soluto como el auto#moimiento del concepto que, estimulado por la seriedad ' la fuerNa de lanegación, se conci+e a sJ mismo en el proceso dialctico.

Para comprender las motiaciones profundas del insala+le contraste entre la dialcticahegeliana ' la analogJa tomista como caminos de sJntesis unificadora de la pluralidad ' eldeenir, tenemos que fiar la atención en dos dimensiones radicales ' originarias de la dialcticade Gegel, mu' relacionadas entre sJ la culminación, en la dialctica de Gegel, desde su punto departida, del pensamiento racionalista condicionado por la comprensión intuitia del entender, 'el sinsentido ' carencia de fundamentación del camino por el que Gegel pretende traspasar elser en la nada, la total determinación de toda determinación ' especificación en los entes. Poreste segundo aspecto, Gegel estM en continuidad con la tesis spinoNiana de que todadeterminación es negación ' ha' que recordar que, a pesar de la distancia que parece separarlode un monismo naturalista ' estMtico, el propio Gegel se reconoce heredero de SpinoNa alafirmar que Qen l tiene su inicio la -ilosofJa.1. 3l punto de partida intuicionista del uniocismo racionalista, que da el punto de partida al

moimiento dialctico, lo adertimos si atendemos a la definición que pone Gegel como punto departida de su ógica Q3l ser es lo inmediato indeterminado. Porque el primer concepto es el Qente concretado en la quiddidad sensi+le, que si de algLn modo, aunque reconociendo elproceso a+stractio por el que conocemos directamente lo uniersal inteligi+le, podrJa sercalificado de Qinmediato no es, en modo alguno, indeterminado. A esta determinación no sellega sino Qde uelta de las operaciones de a+stracción Qformal que destacan lo actual de lopotencial ' comLn, por el proceso de a+stracción Qtotal que separa lo uniersal de susinferiores.Por este camino, por el que el intuicionismo racionalista pretende encontrar la mMUimauniersalidad e inmediata inteligi+ilidad en lo que es 'a un proceso de Qrecorte ' separaciónrespecto de los o+etos naturales ' metafJsicos, el Qconcepto resultante resulta, ciertamente,acJo ' sin contenido. ', paradóicamente, la identidad del ser ' de la nada, leos de ser unasJntesis de opuestos, se o+tiene por este proceso de aciamiento, deriado de la confusiónintuicionista.6ientras que, para a'etano, intrprete del aristotelismo tomista, el ente Qinmediato para elpensamiento, es decir, como primum cognitum intelectual, estM concretado en las esencias de

11




lo sensi+le, ' el ente como o+eto metafJsico no se a+strae a modo de un gnero, sino quedestaca la referencia trascendental de las esencias categoriales al acto de ser, en Gegel sesupone que es inmediato para el pensamiento el ente totalmente indeterminado, es decir, el queresultarJa de una imposi+le generaliNación en +usca de la mMUima uniersalidad, lo que, en todocaso, 'a no podrJa ser llamado nunca Qinmediato.De aquJ que la caracteriNación del ser, supuestamente inmediato indeterminado, muestra +ien el

carMcter de forma sin contenido, sin realidad esencial, es decir, simple, inmediata 'estMticamente idntico con la nada. Ga+lar de la fuerNa ' seriedad de lo negatio ' +uscar unapretendida antJtesis de la nada frente al ser, que ponga en marcha el moimiento dialctico delpensamiento a+soluto, es uno de los mMs aparatosos uegos de pala+ras que se han dado en lahistoria del pensamiento humano.1". 4a segunda dimensión es que, a pesar de esto, Gegel quiere tomar la negación como elestJmulo del moimiento del pensamiento. omo que mi intento aquJ estM al sericio de dar aconocer, en su erdad, la sJntesis ela+orada por Santo 2omMs con el instrumento de la analogJa,el contraste insala+le con la desintegradora sJntesis dialctica hegeliana lo erM el lectoratendiendo a lo que, para Santo 2omMs, da sentido a los uicios negatios

Q0o se puede atri+uir la distinción a la oposición de la afirmación ' de la negaciónY porque taloposición sigue a la distinción de las cosas, ' no la causa ... que Qesto no sea Qaquello se sigue

de que son cosas distintas. Igualmente, es eidente que la erdad de cualquier negación en loque eUiste se funda so+re la erdad de una proposición afirmatia. AsJ como la erdad de estanegatia Q3l etJope no es +lanco se funda so+re la erdad de esta afirmación Q3l etJope esnegroY ', por esto, es necesario que toda diferencia, por oposición de la afirmación ' de lanegación, se deduNca a la diferencia de algunas proposiciones afirmatias (De !ot0 Dei 8u. 1C,artW %, in c.&.6ientras el monismo estMtico desconoce la pluralidad ' el moimiento a partir de unainterpretación intuicionista del concepto de ente #en Parmnides# o de la su+stancia #enSpinoNa# el monismo del deenir, cu'os momentos culminantes encontramos en GerMclito deFfeso ' en Gegel, destru'en tam+in la diersidad ' pluralidad en el unierso real, pero lo hacenpretendiendo reconocer la primacJa al deenir, a la pluralidad ' a la negación.4a hegemónica influencia que, de modo eUpreso u oculto, tiene so+re la mentalidad de nuestros

dJas la dialctica hegeliana eUplica el carMcter o+io con que la ma'or descalificación cultural,polJtica, filosófica o teológica consista en denunciar, como el mMUimo riesgo de inautenticidad,cualquier actitud que no se proclame, desde un principio, al sericio del Qpluralismo ' el

Qcam+io.4a pluralidad se presupone como si estuiese en el punto de partida ' en el fundamento mismode cualquier realidad natural o espiritual. 3l deenir es afirmado como lo Lnico erdadero 'permanente. 4a negación es sentida como el estJmulo ' la garantJa de la apertura al pluralismo 'al cam+io en que consiste la ida ' el progreso de los hom+res, de los pue+los ' las culturas 'de las religiones.3s urgente, en nuestra situación contemporMnea, la atención a los esplndidos conceptos deSanto 2omMs so+re lo uno, entendido como atri+uto trascendental del ente, ' definido como Qlaremoción, en cada uno de los entes, de la posi+ilidad de que sea en l negado aquello que es

afirmado en irtud de su ser ' de su esencia. De esta definición de lo uno trascendental, queparte, como hemos isto, de la primacJa de la afirmación ' de la dependencia de los uiciosnegatios respecto de la pluralidad real de los entes, podrM deducir Santo 2omMs la participaciónde lo mLltiple en lo uno ' la primacJa de la unidad.Sigamos atendiendo a sus teUtos

Q4o uno se pone en la definición de la multitud, pero no la multitud en la definición de lo uno. 4adiisión es conce+ida por el entendimiento a partir de la negación, de manera que, primero,entendemos lo que esY secundariamente, que este ente no es aquel enteY ', asJ, aprehendemosla diisiónY en tercer lugar, conce+imos todo lo que es como uno, es decir, como no#diididoY ',en cuarto lugar, conce+imos la multitud (S0Th08 8u. 1$, artW , ad quartum&.3s el momento de refleUionar que lo que podrJamos llamar Qel monismo de la pluralidad haceimpensa+le, como siendo reales ' erdaderas, cualquiera de las cosas puestas como elementosde esta multitud plural. 4a a+solutiNación del pluralismo religioso equiale a la negación de lareligión en su esencia e incluso, por lo mismo, la posi+ilidad de distinción entre cada una de las

Qconfesiones.

11"




Santo 2omMs de Aquino, al ha+er reconocido la realidad de lo plural, de lo distintonumricamente en los indiiduos de una misma naturaleNa especJfica, de las diferentesnaturaleNas en la comunidad de un gnero, de las realidades heterogneas, ' entre ellas de lasgradaciones diersas en su contenido de actualidad ' riqueNa ontológica, ha podido definir +ienel concepto trascendental de lo uno ', por lo mismo, esta+lecer genialmente la eUplicaciónfundada de la realidad plural del unierso

Q4a misma multitud no se contendrJa +ao el ente si no se contuiese, de alguna manera, +ao louno. Pues dice Dionisio, en el Lltimo del tratado so+re los nom+res diinos, que no ha' multitudque no participe de la unidad. Sino que las cosas que son muchas en sus partes, son unas en sutodoY las que son muchas por sus accidentes, son unas en su suetoY ' las que son muchas en elnLmero, son unas en la especieY ' las que son muchas en su especie, son unas en su gneroY 'las que son muchas en sus procesos son unas en su principio (S0Th08 8u. 11, artW 1, adsecundum&.


119




ACT"ALIDAD TEOL=>ICA DE SANTO TOMAS

Al ha+lar de la actualidad de la doctrina de Santo 2omMs no pensamos en la presencia

anecdótica ' superficial de lo que estM de moda en un momento dadoY no nos referimos a lafrecuencia con que los temas relacionados con su doctrina puedan conertirse en o+eto deha+ladurJa, o situarse en el plano en el que se dice de algo que es noticia, 4o que es demoda en un momento estM 'a pasando de moda, ' aquello de que se ocupan las ha+ladurJas oque se constitu'e en noticia es, en muchos casos, un aspecto parcial de algo inadecuadamenteentendido ' captado superficialmente.8ueremos refleUionar so+re las raNones de la igencia perenne del pensamiento del DoctorAnglico, ' comprender tam+in el sentido de su adecuación a las necesidades mMs Jntimas de lahumanidad contemporMnea. 0o se pueden tomar como criterio de referencia, o aceptar comoo+eción contra la actualidad que afirmamos, las reacciones hostiles que tan fMcilmente secaptan en el am+iente. 2ales reacciones, ' la intención misma de los contemporMneos anti#tomismos, ienen a ser mMs +ien un signo que permite comprender meor aquella actualidadprofunda e intrJnseca a que nos referimos.0o entendemos por actualidad teológica en nuestras refleUiones algo que se refiere a loacadmico o +i+liogrMfico so+re las disciplinas teológicas en el dJa de ho'. 2omamos el trminoen un sentido mMs amplio, pero tam+in mMs esencial, de manera que nuestra, refleUión sediria al mensae de Santo 2omMs de Aquino en cuanto estM presente en la conciencia cristiana atras de los caminos de su multiforme ' secular influencia en la ida ' en el pensamiento.O+staculiNa la aceptación de esta actualidad del pensamiento de Santo 2omMs la cronolatrJacaracterJstica del modernismo ' el progresismo teológico, coneUa con las posiciones de unrelatiismo historicista. Se hace imposi+le admitir la actualidad de una doctrina ela+orada en elsiglo :III, condicionada, segLn se da por supuestoY por las circunstancias ' limitaciones de aqueldeterminado momento histórico.Desde estos planteamientos es interpretada como un error de perspectia la misma idea de unsistema teológico#filosófico tomista, que hu+iese incorporado la filosofJa aristotlica al

pensamiento cristiano, " pretendiese tener un alor perenne. Se ha afirmado incluso que nopodrJa comprenderse la actitud de Santo 2omMs como una opción por el aristotelismo, lo queresponderM sólo a las circunstancias de un tiempo, sino como un eemplo, " ste sJ, de alorpermanente, opción por la cultura humana.Desde este punto de ista no ha+rJa 'a ninguna raNón esencial para adherirse ho' a laenseKanNa de Santo 2omMs, ni en lo teológico, ni en lo metafJsico procederJa, por el contrariouna disponi+ilidad, para reci+ir e incorporar a una isión cristiana del mundo " de la ida lasdiersas " cam+iantes filosofJas de nuestro tiempo.8uienes ha+lan asJ contradicen la enseKanNa del magisterio, que en la encJclica 'umani generisafirma que es a+solutamente falso que la fe cristiana pueda conciliarse con cualquier filosofJaY" desconocen por lo mismo la eUistencia de aquel Qpatrimonio filosófico perennemente Mlido deque ha+la el oncilio /aticano, ' cu'a ela+oración la Iglesia erMrquica ha atri+uido

insistentemente con una singular primacJa, a Santo 2omMs de Aquino.3s digno de notarse que los mismos sostenedores de este relatiismo filosófico, que llea hastaconmoer ' arruinar toda teologJa especulatia, sumergida en el tor+ellino de cam+iantes 'contradictorias filosofJas, acusan a Santo 2omMs de ha+er contaminado el pensamiento cristianocon elementos eUtrJnsecos, tomados de la filosofJa griega. 3s decir, que desde el mismo campoen que se practica un total racionalismo teológico se acusa al tomismo de contagiar, por suaristotelismo, la comprensión cristiana del hom+re con concepciones aenas a la reelación+J+lica.3n, los Lltimos siglos medieales, ' como efecto de la crisis eUpresada en el nominalismo, seplanteó 'a la tensión ' antJtesis que, en nom+re de la teologJa positia, +J+lica ' patrJstica, seoponJa a las grandes constituciones, sistemMticas de los doctores escolMsticos del siglo :III. -ueste uno de los factores que prepararon la crisis luterana. 3n nuestros dJas la hostilidad a la

escolMsltica, dirigida principalmente contra sus elementos metafJsicos #secularmenteincorporados a la especulación teológica con apro+ación ' estima del 6agisterio, ' aun a lamisma formulación del dogma# es causa de desintegración de la fe , al quedar la pala+rareelada sometida a las falsas filosofJas que su+'acen a los criterios hermenuticos del

11%




modernismoY estas falsas filosofJas son, por raNón de su inmanentismo, constitutiamenteincapaces de ponerse al sericio de la fe ' armoniNarse con ella, al modo corno pudo realiNado lafilosofJa tradicional.San Ignacio de 4o'ola comprendió en su tiempo, como una eUigencia del recto sentir con laIglesia, la estima hacia la teologJa escolMsticaY ' el magisterio pontificio contemporMneo haadertido la facilidad con que se recorre el camino desde el desprecio a la teologJa escolMstica

hacia la heterodoUia en el campo dogmMtico.0uestra refleUión quisiera constituir un esfuerNo para aquel +uscar raNones ignaciano en ordena la comprensión de la actitud de la Iglesia erMrquica hacia el magisterio teológico de Santo2omMs de Aquino, con lo que se pondrJa tam+in en claro el resultado desintegrador de lossucesios ' diersos antitomismos.omencemos por adertir que la escolMstica es propia ' primeramente una teologJa, que utiliNamtodos e instrumentos racionales ' metafJsicos al sericio de la doctrina sagrada, 'sometindolos, como a sus principios, a los artJculos de la fe 0 Por esto la filosofJa de losescolMsticos fue siempre, desde San Anselmo hasta SuMreN, seridora de la teologJa, ' por lomismo filosofJa cristiana, como la calificó 4eón :III en la encJclica Aeterni !atris0Pero la filosofJa cristiana de los escolMsticos tuo un sentido +ien dierso, como tal filosofJacristiana, que la que modernamente se ha querido construir como tal, pretendiendo a+arcar por

principios ' mtodos filosóficos, ' como una eUigencia inmanente a los mismos, la totalidad delmisterio cristiano. 3l carMcter cristiano de la filosofJa de los grandes doctores escolMsticosconsiste precisamente en su limitación, en la conciencia de la incapacidad de entenderracionalmente el misterio reelado, ' en la necesaria aceptación de la primacJa de la fe , a la quesiempre se su+ordina todo esfuerNo racional.Santo 2omMs, como su mismo maestro Al+erto de olonia, fue principalmente teólogo, ' no sólo

QescolMstico sino tam+in Qpositio. Pocas raNones hacen erosJmil la conetura de que hu+ieseintentado realiNar un esfuerNo de sistematiNación filosófica de ha+er tenido oportunidad para elloen la madureN de su ida. 3n sus Lltimos aKos le emos interrumpir su tarea escolMstica,deando incompleta la tercera parte de la Summa Teológica, para ocuparse en el comentario delos Salmos ' en una nuea redacción de su lectura so+re las epJstolas de San Pa+lo. Por lomismo, las opciones filosóficas de Santo 2omMs, ' concretamente su opción por el aristotelismo,

han de ser .comprendidas precisamente como la opción de un teólogo por lo que uNga ser laerdad filosófica. 2ratemos de comprender en qu sentido esta actitud de Santo 2omMs seconeUiona Jntimamente con lo que es el nLcleo mMs Jntimo ' esencial de la o+ra teológica delDoctor AnglicoY 4a gracia no eUclu'e la naturaleNa, sino que la perfeccionaY de aquJ que esconeniente que la raNón natural sira a la fe, como la inclinación natural de nuestra oluntadsire a la caridad"". Pero no sólo la gracia no es destructia sino perfectia de la naturaleNa,sino que ha' que afirmar por lo mismo que la naturaleNa es el propio sueto destinado a reci+irla perfección comunicada por la gracia diina. 4a fe presupone el conocimiento, natural, asJcomo la gracia presupone la naturaleNa, al modo como una perfección presupone lo que esperfecti+le"9.3ste principio capital se apo'a en el pensamiento de Santo 2omMs, como en su fundamentomMs, esencial, en la teologJa ela+orada con fidelidad admira+le a la dogmMtica definida acerca de

la 3ncarnación del Gio del Dios risto, en cuanto que es hom+re, es para nosotros el caminopara ir hacia Dios"%. Por la Gumanidad de risto nos ha sido conferida a los hom+res laplenitud de la diinidad"B. 3sta comprensión armónica de la congruencia de la gracia con lanaturaleNa, en que se centra toda su sJntesis teológica, no ha de ser entendida como unainnoación doctrinal, ' mucho menos como una atenuación o desiación en su lJnea de fidelidada la herencia reci+ida de San AgustJn. Se hace incapaN de entender la o+ra del Doctor Anglicoquien olide que, en todo lo que San AgustJn es el doctor de la gracia, el testigo de la fe católicafrente al pelagianismo, en su enseKanNa so+re la impotencia de la naturaleNa humana herida porel pecado ' la necesidad de la gracia para sanar esta naturaleNa caJda, Santo 2omMs de Aquinoes Qel gran discJpulo de San AgustJn, segLn se eUpresó la gran figura de la escuela agustiniana,el cardenal 3nrique 0oris.

"" S0Th0 I, 8u. 1, artW , ad secundum"9 S0Th0 I, 8u. , artW , ad primum"% S0Th0 I, 8u. , pról."B S0Th0 III

11B




Si no se da minimiNación alguna de la primacJa de la gracia de risto, tampoco hallamos enSanto 2omMs tensión ni antinomia entre esta primacJa ' la tesis capital de la congruencia de lagracia con la naturaleNa. esto precisamente en raNón de la fidelidad en que se muee lateologJa de Santo 2omMs ' sus instrumentos metafJsicos respecto de la herencia agustiniana ensu doctrina so+re el +ien contra los maniqueos.-rente a la sustantiidad del mal ' a la afirmación del carMcter esencial ' constitutio de su

enfrentamiento ' contraposición al +ien, caracterJstica del maniqueJsmo, San AgustJn ha+JaeUpuesto la doctrina, capital en la concepción católica de la realidad, de que el mal no essu+stancia o naturaleNa, sino priación que daKa a una naturaleNa en sJ misma +uena.3l +ien creado se constitu'e como participación a modo de estigio o de imagen del +ien diino.2oda naturaleNa, supuesto el carMcter priatio del mal, ha de ser reconocida como +uena en sJmisma. 3s este un punto que perdió de ista precisamente la ruptura luterana, pero en el queestM Santo 2omMs de Aquino en la misma lJnea que San AgustJn.De aquJ que la herida del pecado es una priación de la perfección que es tam+in propia de lanaturaleNa. 3n el hom+re caJdo la gracia no sólo le es necesaria para la eleación que le hacepartJcipe de la naturaleNa diina, sino tam+in para sanar su propia naturaleNa de la priación 'deficiencia del pecado. 4a gracia restaura, pues, la naturaleNa, aun en su misma lJnea"!.Santo 2omMs se mantiene fielmente en la herencia de San AgustJn en todos estos principios e

incluso en el modo de armoniNarlos, o por meor decir, de comprenderlos en sJntesis armónicaprimacJa de la gracia, +ondad de la naturaleNa, impotencia de la naturaleNa sin la gracia inclusopara su plena perfección natural. 4a nuea orientación dada al pensamiento cristiano por losgrandes doctores, dominicos, San Al+erto ' Santo 2omMs, puede definirse como la asunción +aolos principios del teocentrismo agustiniano ' en modo alguno contra l, de concepciones so+re lanaturaleNa ' el hom+re, so+re el ser ' el conocimiento, tomadas del pensamiento de Aristóteles,aunque renoados por Santo 2omMs en una original sJntesis metafJsica. 3sta sJntesis podrJa serconsiderada mMs +ien como una nuea filosofJa, que contiene ademMs de las doctrinasaristotlicas profundamente transformadas en algunos puntos capitales, tam+in los elementosnucleares del platonismo cristiano de San AgustJn ' del de la patrJstica griega reci+ida so+retodo por medio del pseudo Dionisio Aeropagita.8uienes pretenden interpretar el esfuerNo que generó la sJntesis teológico#metafJsica de Santo

2omMs, ' que marcó un decisio progreso en la interpretación cristiana de la realidad., como unacontingencia accidental ' anecdótica, efecto de circunstancias históricas, no caen en la cuenta deque Santo 2omMs, muestra tener plena conciencia, que define en forma eUplJcita, de la situacióncreada por la presencia en el mundo cristiano de su tiempo de la o+ra Jntegra de Aristóteles, a laeN que de los sistemas de sus comentaristas Mra+es ' udJos.3s un, error de perspectia histórica conce+ir las filosofJas emanatistas, de ascendencianeoplatónica, ela+oradas por los grandes filósofos Mra+e ' udJos como una escolMstica islMmicao mosaica, precursora de la escolMstica cristiana. 3l paralelo con nuestro escolasticismo se darJaen todo caso en escuelas teológicas como la de los motMNiles islMmicosY pero no en pensadorescomo Aicena, Aerroes ' 6aimónides, cu'a, actitud ' mentalidad es mMs anMloga a la de unareducción racionalista de las pala+ras del orMn o de la )i+lia, que a la de la su+ordinación de lafilosofJa a la fe que es el carMcter propio de la teologJa escolMstica. 4os grandes filósofos

semJticos son mMs compara+les a un Scoto 3rJgena o Gegel que a San Anselmo, San)uenaentura o Santo 2omMs de Aquino.3l aristotelismo Mra+e, por la herencia reci+ida de las escuelas de traductores ' comentaristasnestorianos, reci+ió concepciones deriadas fundamentalmente de Proclo ' de Plotino, ' que sepresenta+an con el acero de la o+ra aristotlica, reestidas de su terminologJa e inclusoeUpuestas en forma de comentario al 3stagirita4a llegada al Occidente cristiano, a tras de la escuela de traductores de 2oledo,principalmente, de todo este conunto compleo ' desconocida, producJa una situación en la quenos interesa definir dos dimensiones de especial significado histórico llega+a por primera eN alas escuelas de la cristiandad occidental un sistema completo de isión racional, cientJfica 'filosóficas del mundo, que hasta entonces no ha+Ja podido ser sino mu' parcialmente utiliNadopor la teologJa católicaY esta comprensión de la realidad enJa confundida con unos sistemasestrictamente inmanentistas o intramundanos, cerrados al creacionismoY podrJa ha+larse de uncosmocentrismo opuesto a la fe cristiana e incluso tam+in a la herencia +J+lica del Islam.

"! cfr. S0Th0 I#II, 8u. 1C$, artW 1, in c.

11!




on anterioridad, las grandes lJneas de la metafJsica cristiana ha+Jan sido desarrolladas en lossiglos que an desde San AgustJn hasta los primeros aKos del siglo :III, en el conteUto de ladoctrina sagrada, de aquella sa+idurJa o (iloso(ía cristiana entendida en el sentido unitario enque la ha+Ja definido San AgustJn.*na sa+idurJa de sentido unitario, en la que no se discernJan temMticamente los Mm+itos de la fe' de la raNón, ' ela+orada +ao la primacJa de la fe, por el esfuerNo de la +Lsqueda de su

inteligencia, segLn la formulación de San Anselmo.4os moimientos de oposición a la fe se moieron en los primeros siglos medieales en elterreno mismo de la QteologJa o ciencia sagradaY se trata+a de una inersión de principio ' demtodo, por la que se atri+uJa a la raNón la primacJa so+re la autoridad reelada, ' esto en elcampo mismo del misterio reelado.3s significatia que dialcticos antitradicionales como Roscelin de ompigne nos sonconocidos Lnicamente por sus afirmaciones herticas so+re el misterio trinitario. 3l caudal deque ha+Ja de surgir la metafJsica de Occidente en las grandes construcciones de la poca deplenitud de la cristiandad medieal ha+Ja aanNado durante los siglos anteriores por los caucesde la ciencia sagrada, ' sólo en su menor parte procedJa de la temMtica profesada en lasescuelas de artes li+erales por los cultiadores de la dialctica. 4a comLn comprensión de lahistoria de la filosofJa medieal que atri+u'e carMcter de nLcleo originario a la Qcuestión de los

uniersales, ignora que el centro de graedad de todo el pensamiento metafJsico cristiano, cu'aeUistencia serJa ineUplica+le sin San AgustJn ' la patrJstica griega, esta+a precisamente en suorientación hacia la fe ' en su su+ordinación a la misma.4a recepción de Aristóteles ' de sus comentaristas Mra+es ' udJos modifica+a radicalmente lasituación. 4a facultad de artes li+erales se encontra+a en posesión de un completo sistema decomprensión filosófica del mundo, desde la que sus maestros tendJan a tomar una actitud deemancipación, oponiendo la autoridad de los filósofos a la de los Santos Padres. 4a facultad deartes se conertJa en facultad de filosofJa, aunque sólo despus de muchos siglos ' comoefecto de la emancipación seculariNadora del sa+er filosófico, que engendró una filosofJaseparada de la fe, ha+Ja de producirse el cam+io de nom+re, se inicia+a 'a, de hecho, en elaerroJsmo latino la corriente que pretendJa afirmar la autosuficiencia de la filosofJa para eUplicarel sentido del mundo ' de la ida.

3l aerroJsmo latino es, pues, el precursor en el siglo :III del enfrentamiento de la filosofJa a lafe cristiana. Por lo mismo, la reacción tradicional ante aquellas isiones anticristianas del mundose eUpresó en reafirmaciones de la autoridad de San AgustJn ' en una hostilidad mMs o menosintransigente frente a la nuea filosofJa. 3l escMndalo ante estas Qtinie+las del aristotelismo ' lareiindicación del eemplarismo de San AgustJn tiene su mMs +ella eUpresión en la o+ra de San)uenaentura.6ientras esta antigua escolMstica, para com+atir el aerroJsmo recusa+a gran parte delaristotelismo, atri+uJa al mismo Aristóteles las doctrinas negadoras de la creación, de la li+ertadde al+edrJo ' de la inmortalidad del alma, ' reafirma+a el platonismo agustiniano, Santo 2omMsse moió, de modo consciente ' eUplJcito, en otra lJnea de conicciones, ' eUpresó su actitud conpala+ras de ironJa contenida pero inconfundi+le.4a reacción antiaristotlica de la antigua escolMstica parecJa confundir, en raNón de su

comprensión unitaria de la sa+idurJa cristiana, los elementos filosóficos integrados en elplatonismo agustiniano ' que Santo 2omMs aceptó tam+in en lo su+stancial con el mismocontenido de la fe, ' eUcluir en nom+re de esta identificación los elementos nueamenteaportados reci+idos del aristotelismo. -rente a esto Santo 2omMs recuerda que San AgustJnha+Ja ela+orado su filosofJa cristiana afirmando la necesidad de admitir la erdad enseKada porlos filósofos gentiles, ' que a la eN ha+Ja reconocido la eUigencia de depurar la filosofJa gentil desus doctrinas erróneas incompati+les con la fe cristiana3l cristianismo puede, pues, aceptar lo que del platonismo tomó San AgustJn, o por decirlo conmMs precisión ' ma'or fidelidad al pensamiento de Santo 2omMs, de+e ser aceptado, portratarse de una erdad de orden racional ', por lo mismo, armónica con la fe. esto es asJporque, como adierte Santo 2omMs, AgustJn siguió a Platón hasta donde lo soporta la fecristiana".

Augustinus sequens !latonem quantum (ides catholica patie&atur0 Se reiindica asJ, con eleemplo de San AgustJn, el derecho ' el de+er del cristiano de seguir a Aristóteles dentro de losmismos lJmites ' condiciones. no por eclecticismo, sino por fidelidad a la erdad de orden

" Gu0 Disput0 De Spirit0 Creat , 8u. *nica, artW 1C, ad octaum

11




racional. Porque lo que Santo 2omMs reci+e de Aristóteles es aquello que entiende comonecesario para la erdad cristiana frente a un grae error platónico incompati+le con nuestra fePorque es contrario a la fe afirmar que las esencias eUisten fuera de las cosas"$.3n un inquietante pasae del li+ro de San AgustJn (So+re " cuestiones diersas& leemos lanegación de la eUistencia de la erdad en lo sensi+le, negación fundada en la falta de certeNa,por su aria+ilidad ' diersidad, del conocimiento por medio de los sentidos, ' en la muta+ilidad

' corrupti+ilidad de las cosas que por ellos perci+imos. San AgustJn termina el pasae con unainitación a conertirse al mundo firme ' erdadero de las realidades inteligi+les, esto es, aDios9C.3l teUto, que tomado en sJ mismo ' aisladamente serJa una de las mMs radicales eUpresiones delplatonismo, tiene por su misma rotundidad cierto carMcter singular en la o+ra de San AgustJn.Ga' que reconocer, no o+stante, que es coherente con la caracteriNación agustiniana de laerdad de la esencia, pensada siempre, no desde la actualidad del ser sino desde lainconmuta+ilidad ' esta+ilidad que definen para el platonismo lo erdaderamente erdadero enlo que es.3sta comprensión ideal realista, o del realismo de las ideas o esencias, es la que Santo 2omMsdenuncia como incompati+le con la fe. 0o acusa a San AgustJn de ha+erla seguido, antes alcontrario, seKala en ella el lJmite que impedJa que San AgustJn siguiese en todo a Platón. Porque

en un estricto platonismo la historia de la salación quedarJa constitutiamente desalorada alser relegada al mundo contingente ' muta+le de lo sensi+le. 2odo el sentido literal e histórico dela 3scritura #el fundamento erdadero de la historia, segLn se eUpresarJa San Ignacio# no serJasino eUpresión sim+ólica, mJtica dirJamos ho', de un sentido esencial consistente en sJ mismofuera de las cosas, ' en el que estarJa Lnicamente la erdad saladora.*na reducción alegoriNante ' metafJsica del lenguae +J+lico, a preteUto del sentido espiritual,o la actual sedicente desmitologiNación eUistenciaria o idealista endrJan a ser posi+ilitadas porla inmersión, desintegradora de la fe cristiana, de la reelación +J+lica en el conteUto de laprimacJa platónica del mundo inteligi+le.Santo 2omMs se defiende, pues, mediante un contraataque polmico, de quienes tendJan a eren la recepción del aristotelismo una contaminación de la isión cristiana del mundo. 4asa+idurJa cristiana tradicional ha+Ja incluido legJtimamente elementos filosóficos, oportunamente

depurados de errores mediante su contraste con la fe. 3ra una perspectia falsa la que seadopta+a al oponer la sa+idurJa cristiana a la filosofJa de los gentiles, entendiendo por aqulla latradición de San AgustJn ' por sta el aristotelismo. 2am+in el platonismo ofrecJa peligros, queSan AgustJn supo eitar, ' el aristotelismo contenJa erdades que conenJa incorporar al sericiode la doctrina sagrada, ' que serirJan para sortear definitiamente los constantes peligros 'tentaciones de desiación idealista, con apariencias de espiritualismo e incluso deteocentrismo.Para ello Santo 2omMs, discJpulo so+re todo en esto de San Al+erto 6agno, asume directamentea AristBteres ' quiere hacer aler su autoridad frente a los errores del aristotelismo Mra+e '

udJo. De aquJ su tarea de comentarista de Aristóteles, necesaria para su o+ra de teólogodecidido a utiliNar al sericio de su sJntesis la filosofJa del 3stagirita.5ntimamente coneUo con esta intención de su tarea estM el hecho de que se llegase, con decisio

progreso para el pensamiento cristiano, a definir por primera eN un do+le orden deconocimiento humano el de orden natural, segLn la luN dada al hom+re al ser creado comoiiente racional, ' el so+renatural, comunicado por lar reelación ' reci+ido por la fe, +ao elimperio de la oluntad moida por la gracia.So+re la delimitación de este do+le orden de conocimientos se funda la distinción, tam+in porprimera eN conceptualmente aclarada entre el sa+er filosófico, capaN de su'o de alcanNarincluso a un conocimiento de Dios desde una formalidad metafJsica, es decir, como causa delente comLn, ' el sa+er de la teologJa como ciencia, que toma sus principios en los artJculos de lafe ' que, dada la racionalidad del hom+re, su+ordina a aquellos principios reelados conceptos 'mtodos racionales ' metafJsicos utiliNados a modo de instrumento al sericio de la fe.4a doctrina de Santo 2omMs so+re la capacidad natural del hom+re para alcanNar a conocer aDios por la raNón es de tal modo o+ra de un Doctor de la Iglesia iluminado por la irtud diinacomo afirma San Ignacio de los grandes teólogos escolMsticos # que ha' que reconocer en ella lafuente principal del sistema de conceptos ' eUpresiones utiliNados por el oncilio /aticano I en"$ S0Th0 I, 8u. 9, artW %, in c.9C Spuper " diersis quaestioni+us, 8u. 9"

11$




su constitución dogmMtica so+re la fe católica. esto no solamente en cuanto a esta tesis oafirmación dogmMtica en sJ misma, sino tam+in en cuanto a la referencia a la necesidad moralde la reelación para posi+ilitar de hecho el mismo conocimiento racional de Dios a lahumanidad caJda.4a afirmación de la eUistencia de Dios no es artJculo de fe sino preMm+ulo para la fe misma,afirma Santo 2omMs, que argumenta su tesis con el principio de que la fe presupone el

conocimiento racional al modo como la gracia presupone la naturaleNa ' la perfección lopercepti+le91. 3UpresarJamos con fidelidad su pensamiento diciendo que la capacidad natural delhom+re para el conocimiento racional de Dios constitu'e su potencia o+ediencial en orden a larecepción de la fe reelada ' la aceptación del misterio de orden so+renatural. Si el hom+re nofuese naturalmente metafJsico no seria sueto capaN de enir a ser, por la gracia, cre'ente.Pero esta misma erdad racional de la eUistencia de Dios puede darse de hecho en el hom+recomo no alcanNada por la raNón sino creJda por la fe. 3s decir, que aquella capacidad no se actLade hecho, sino mediante la aceptación de la fe reelada, supuesta la o+scuridad delentendimiento ' la inmersión en lo terreno afecto de la herida de pecado. 3l capJtulo III de laSumma contra 2entiles contiene so+re este punto un desarrollo luminoso, que muestra que noes posi+le inocar la autoridad de Santo 2omMs en faor de posiciones semirracionalistas osemipelagianas que afirman la suficiencia de una Qreligión natural. 4a humanidad

históricamente de+e a risto el .ha+er alcanNado conocer a Dios de un modo racionalmentecorrecto. A no ha+erse o+rado la 3ncarnación redentora Qhu+iera quedado totalmente a+olida dela tierra la noticia ' reerencia de Dios ' la honestidad moral9.Se comprende asJ que en Santo 2omMs, ' sin contradecir su reconocimiento del alor de laerdad racional ' de la filosofJa, se mantenga la contraposición que la edad media hereda de losSantos Padres entre nosotros, los cristianos, o los Santos Doctores, o los que profesan ladoctrina sagrada ' los filósofos, es decir, los gentiles, en el sentido de hom+res no iluminadospor la fe.Pero en Santo 2omMs se consuma tam+in el esfuerNo secular iniciado desde los primeros Padresgriegos orientado a esta+lecer que el predicador de la fe cristiana anuncia a la humanidad aaquel Dios que por ser el Dios iiente ' erdadero, creador ' seKor del unierso, es el LnicoDios de que el hom+re puede ha+lar racionalmente. Aunque la humanidad, priada por el

pecado de su misma rectitud natural, no halle sino en la fe cristiana su posi+ilidad fMctica deconocer de erdad a Dios. 2am+in en este orden la gracia, que da la fe, presupone lanaturaleNa, a la que elea a un orden de misterios no alcanNa+les por la raNón, pero a la queregenera ' perfecciona en su orden sanMndola de sus tinie+las e ignorancia.4a doctrina aristotlica que afirma el punto de partida sensi+le del conocimiento intelectualhumano, que sire de centro de perspectia en la construcción de su sJntesis ontológica, esasumida para alear definitiamente del pensamiento cristiano toda confusión so+re el capitalpunto de la trascendencia del misterio reelado. 3n algunos momentos de la patrJstica griega, enespecial en San >regorio de 0isa , se ha+Ja atri+uido la sensi+ilidad, asJ como la corporeidad ' elseUo, es decir, todas las dimensiones de la animalidad del hom+re, a un efecto del pecadooriginal. Se suponJa correlatiamente que el hom+re en estado de inocencia o al ser regeneradopor la gracia era capaN de contemplar los misterios, que sólo por efecto de la caJda ' la

consiguiente inmersión de la inteligencia en lo sensi+le resulta+an superiores ' trascendentes asu horiNonte cognoscitio.3stas concepciones neoplatónicas tendJan a identificar el mundo so+renatural de la graciadiiniNante, superior a toda capacidad creada, con el mundo inteligi+le interpretadofilosóficamente. 3l peligro era ma'or por cuanto aquellas concepciones conducJan a unaconfusión entre las erdades racionales ' las so+renaturales, cu'os lJmites no ha+Jan sidotratados temMticamente por los grandes doctores que se moJan en la concepción unitaria de lafilosofJa cristiana reci+ida de San AgustJn.San Anselmo afirma ciertamente la primacJa ' anterioridad de la fe so+re la inteligencia de lamisma. Pero su demostración Qpor raNones no a+arca sólo su cle+re refleUión so+re laeUistencia de Dios sino que se prolonga, con apariencias de moerse en la misma lJnea dedemostra+ilidad racional, en la consideración de la 2rinidad e incluso de la 3ncarnación del/er+o. 2odaJa en Aleandro de Gales parece atri+uirse el carMcter inasequi+le del misterio

91 S0Th0 I, 8u. , artW , ad primum9 S0 Th0 III, 8u. , artW B, in c.

1C




trinitario a la inmersión, como efecto del pecado original, de la inteligencia humana en elhoriNonte de las cosas sensi+les.4a delimitación por Santo 2omMs del do+le orden de erdades, las que son naturalmentealcanNa+les por la luN racional ' las que sólo por la fe so+renatural son reci+idas de lareelación, leos de tener un sentido de emancipación de la raNón frente a la fe, sire consciente' eUplJcitamente a la afirmación de la trascendencia de lo propiamente so+renatural respecto de

cualquier luN inteligi+le creada, incluso la de los espJritus anglicos, incapaces tam+in sin lagracia diiniNante del conocimiento de los misterios so+renaturales.3n lo que se refiere al hom+re, el aristotelismo de Santo 2omMs contri+u'e pues a alear ungrae riesgo para el pensamiento cristiano el de atri+uir, con desorientadoras consecuenciasantropológicas ' ticas, la dimensión sensi+le ' animal del hom+re a la caJda original. con ellotam+in se encuentra el camino para escapar especulatiamente a la tentación de confundir elmundo inteligi+le platónico con Dios mismo tal como es en sJ, a cu'a isión ordena la gracia, 'de la que la fe nos trae el testimonio que pone en marcha la orientación del hom+re hacia suLltimo fin.4os puntos hasta aquJ seKalados reelan siempre, en Santo 2omMs, la actitud que escaracterJstica esencial de su comprensión de la ida cristiana. Se afirma la +ondad de lanaturaleNa ' la congruencia de la misma con la gracia, cu'o sueto propio es, ' que la elea '

restaura, no como una concesión naturalista o antropocntrica, sino por la plena ' consecuenteaceptación del designio de la economJa redentora. 3ste nLcleo de la enseKanNa del DoctorAnglico anima ' orienta la totalidad de su tarea de teólogo ' metafJsico, ' constitu'e a la eN laoportunidad ' congruencia para nuestras necesidades contemporMneas.3sto eUplica precisamente la profunda originalidad de la sJntesis filosófica instrumento de suteologJa especulatia, ' en la que las aportaciones tradicionales co+ran un sentido totalmenterenoado. Su comprensión del ser como acto del ente ' la correlatia caracteriNación de laesencia finita, en cuanto a finita, como potencia respecto del ser de que participa, se eUpresacon terminologJa de )oecio ' de Aicena, pero constitu'e una metafJsica radicalmente diersa dela de aquellos. Si la recepción de Aristóteles es .factor esencial en la construcción de su sJntesis,no es menos cierto que en ella ocupan un lugar capital tesis reci+idas del pseudodionisioaeropagita como la erarquiNación de los grados de perfección en la escala del ser, ' la

naturaleNa difusia del +ien, doctrina depurada en Santo 2omMs de todo riesgo emanatista.Reci+e de San AgustJn su doctrina so+re naturaleNa del +ien creado, consistente en la dimensiónternaria de Qmodo, Qespecie ' Qorden, en la que se funda su modo de definir el carMcter deestigio o de imagen de Dios de las criaturas. 4a metafJsica del espJritu cu'a eUpresiónculminante estM en el tratado QDe 2rinitate de San, AgustJn #o+ra de significación Lnica en lagnesis ' despliegue de la conciencia que ha tenido del hom+re el mundo de la cristiandadoccidental# es tam+in uno de los nLcleos de la sJntesis teológica ' metafJsica de Santo 2omMs,que ela+ora en torno a ella su definición metafJsica del ser personal con el instrumentalterminológico tomado de )oecio.Sólo desde el teocentrismo agustiniano, patrimonio comLn de la filosofJa cristiana de losescolMsticos, halla su fundamento especulatio el concepto de la persona como ente de dignidadmMUima so+re toda la naturaleNa, ' el Lnico que en el mundo creado dice raNón de fin digno de

ser amado por sJ mismo con amor de amistad

9"

.4os dos aspectos de la doctrina de San AgustJn en los que la antigua escolMstica se reafirmócomo motios decisios de su hostilidad al aristotelismo de Santo 2omMs fueron el eemplarismo' la doctrina de la iluminación. 0o podrJa eUagerarse el carMcter central del eemplarismo en elpensamiento del Anglico. a San AgustJn ha+Ja inertido en el fondo la perspectia platónica alafirmar como fundamento de la eternidad de las ideas la eternidad de DiosY con esto se li+era+ala fe cristiana del riesgo de conce+ir a Dios como un demiurgo ' atri+uir el carMcter de lomMUimamente diino a un orden de esencias inteligi+les superiores al demiurgo creador. 3nSanto 2omMs se ratifica ' profundiNa el pensamiento de San AgustJn, al hacer consistir las ideasdiinas en la esencia misma de Dios, que Dios conoce como eemplar de toda esencia finita 'crea+le99, ' al sostener que Qla erdad de los inteligi+les no es otra cosa que la erdad delentendimiento, por lo que no eUistirJa ninguna erdad eterna a no ser por la eUistencia delentendimiento eterno de Dios 9%.

9" fr. S0 Th0 I#II, 8u. B99 S. Th0 I, 8u. 1%, artW 1 ' .9% S0 Th. I, 8u. 1B, artW !, in c.

11




Supuesta la aceptación del eemplarismo agustiniano por Santo 2omMs, ' si se tiene en cuenta elposterior empeKo de los grandes doctores de la segunda escuela franciscana en la insistencia enla constitución por la oluntad diina de las ideas eemplares ' erdades eternas #oluntarismoque se radicaliNa de Duns Scoto a Occam ' constitu'e uno de los legados decisios de laescolMstica al cartesianismo#, ha' que reconocer en Santo 2omMs la culminación del platonismoen el conteUto de la escolMstica aristotlica. 3l equili+rio tenso ' sutil de su sJntesis #que no da

'a lugar a tensiones antinómicas# le ha eUpuesto siempre a la do+le acusación de a+andono deleemplarismo por la recepción de Aristóteles o de eUcesia persistencia de elementos platónicosen la filosofJa cristiana.4o sorprendente ' paradóico estM en que a eces la do+le acusación es formulada a la eN por elmismo autor. 4o que tal eN se eUplicarJa por cierto malestar ' molestia que causa la QsJntesissin antJtesis que contiene la o+ra de Santo 2omMs, ' que para el escindido ' Qdialcticohom+re de la modernidad iene a presentarse como insoporta+le en su armónica unidad 'omnia+arcante perspectia que parece cerrar los caminos, que tanto ilusionan ' seducen, de lascontraposiciones, enfrentamientos ' Qsuperaciones.2am+in en lo referente a la doctrina de la iluminación Santo 2omMs adirtió con claridad algoque se ha perdido de ista frecuentemente en nuestros dJas. 3n San AgustJn no se centra ladoctrina en lo epistemológico sino en el mensae del eangelio de San Huan que enseKa que el

/er+o es la luN erdadera que ilumina a todo hom+re al, enir a este mundo. Su+sumida +ao lafe en la luN diina, puede interpretar Santo 2omMs como una participación comunicada por lacreación del hom+re la misma luN connatural a la mente humana, a la que con terminologJaaristotlica denomina Qentendimiento agente. 2am+in aquJ eUplicita su conicción de que enmodo alguno se deroga la originaria deriación de Dios como fuente primera de toda erdad alreconocer como impresa en la mente del hom+re esta luN participada que le es connatural enirtud de su misma espiritualidad9B.Pero si no ha' minimiNación de teocentrismo agustiniano #los mismos ansenistas, que se

acta+an de ser por antonomasia los QdiscJpulos de San AgustJn, reconocJan, tMcticamente porcierto, el profundo agustinismo de Santo 2omMs# ha', en cam+io, una insistencia ' una atenciónrespetuosa ' enamorada hacia el orden natural esta+lecido por Dios en la creación. onscienteadersario del maniqueJsmo de los cMtaros, Santo 2omMs ha de ser reconocido como uno de los

pensadores que ha comprendido meor lo que ho' llamamos una teologJa de las realidadesterrenas.Su concepción del hom+re como unidad su+stancial, eUplicada del modo mMs simple ' audaN porsu coherente hilemorfismo #una sola forma espiritual da al hom+re su ser, su racionalidad, susensi+ilidad, su italidad egetatia ' su corporeidad# que quie+ra en lo gnoseológico desde suraJN toda la pro+lemMtica ulterior de la antJtesis entre empirismo ' racionalismo, sire tam+inpara una comprensión del hom+re ' de su puesto en el cosmos, que tiene consecuencias ticasinesperadas para los preuicios modernos contra la mentalidad medieal.Porque no sólo la corporeidad ' la seUualidad se afirman como una dimensión esencial de lohumano, sino que Santo 2omMs puede, en coherencia con su sistema, polemiNar con ironJaacerada contra los errores opuestos.

Q8uienes pensaron que el gnero humano hu+iera carecido de generación segLn la carne, de no

ha+erse dado el pecado original, de+ieran afirmar que este pecado fue algo mu' necesario, 'aque de l se siguió un +ien tan grande 9!. quienes suponen, que ha+rJa que negar por lo menos el deleite sensi+le en el acto generadoren aquel estado de inocencia, ignoran la coneUión que tiene el placer con la perfección de unacto, ' no caen en la cuenta de que Qel deleite sensi+le hu+iera sido tanto ma'or cuanto mMsperfecta la sensi+ilidad del cuerpo ' mMs pura la naturaleNa humana 9.*n diulgado preuicio tenderJa a interpretar la actitud de Santo 2omMs en este punto como unali+eración de cierto contagio maniqueo que se cree er en San AgustJn, contagio al que seatri+u'e la insistencia de San AgustJn en poner la generación de la prole como el +ien propio delmatrimonio, con lo que parece que se relega a algo secundario ' como tolerado la unióncon'ugal ' la dimensión afectia del amor.Ga' que recordar, frente a este desorientador preuicio, que la influencia maniquea no hu+ierapodido nunca conducir a alorar la generación de los hios como el +ien por eUcelencia del

9B 8u. *n. De Anima, artW %, in c.9! S0 Th0 , 8u. $, artW l, in c.9 S0 Th0 , 8u. $, artW , ad ".

1




matrimonio Qmu' incierta es uestra castidad #increpa+a San AgustJn a los maniqueos# pues noprohi+Ja el concu+inato, sino las nupcias... ;Acaso no sois osotros quienes creis que es el mMsgrae pecado el engendrar hios, porque de este modo queda el alma atada a la carne= ;0osolJais eUhortarnos a que o+serMsemos los tiempos en que la muer es apta para conce+ir, paraque nos a+stuisemos entonces de la unión, ' eitMsemos que quedase asJ nuestra alma atadaa la carne=9$.

San )ernardo acusa+a a los cMtaros de su siglo, los precursores inmediatos del maniqueJsmode los al+igenses que tenJa enfrente Santo 2omMs, de ser QespJritus falsos e insidiosos, mu'diestros ' prMcticos en encu+rir el mal +ao capa de +ien b, que para meor encu+rir susinfamias fingen creer que no ha' impureNa sino en el matrimonio %C.3l hipócrita espiritualismo maniqueo no es sino hostilidad al orden natural en cuanto creado porDios, ' nada tiene que er con ninguna concepción cristiana relatia a la eUcelencia de lairginidad o a la erarquJa de los fines del matrimonio. 4a estima de lo humano caracterJstica dela sJntesis teológica de Santo 2omMs, precisamente porque consiste en la maduración ' procesode la tradición cristiana, nada tiene que er con una anticipada concesión a la Qmodernidad ' asus tensiones ' escisiones antinaturales ' antiteJsticas.Por el contrario, ' por sorprendente que pueda parecer a muchos, desconocedores de la historiareal del pensamiento cristiano, ha' que afirmar que mLltiples actitudes Qmodernas se

caracteriNan por un menor respeto ' por una hostilidad a+ierta a los +ienes de la naturaleNahumana que Santo 2omMs afirma+a, orientado e inspirado por un autntico teocentrismo ' poruna comprensión erdadera ' tradicional de la primacJa de la gracia redentora.3sta isión cristiana de la dignidad de la naturaleNa humana tiene una eUpresión culminante enla comparación esta+lecida por Santo 2omMs entre el linae de los hom+res ' los espJritusanglicos en cuanto a su carMcter de imagen de Dios. Puesto que el ente personal es la imagende la 2rinidad precisamente por su capacidad de conocimiento ' amor, ' esto se da en formamMs eUcelsa en el espJritu separado de la materia, ha' que reconocer ciertamente en esto laeUcelencia de los Mngeles so+re nosotros los hom+res. Pero el hom+re es, desde otraperspectia, mMs perfecta imagen de Dios que los mismos espJritus anglicos porque su mismacorporeidad le hace capaN de paternidad ' filiación Q3l hom+re nace del hom+re, asJ como Diosnace de Dios%1.

3sta genial afirmación so+re el lugar de la humanidad en la escala de perfección del ser a+reperspectias de inmensa profundidad para una teologJa so+re la encarnación del /er+o, que noasumió una naturaleNa anglica, sino el linae de A+raham, segLn afirma la epJstola a loshe+reos.4as concepciones ticas de Santo 2omMs se arraigan en su ertiente antropológica en unrealismo que afirma la naturaleNa ' la su+stantiidad indiidual del hom+re es propiamente unsin#sentido negar en el hom+re la naturaleNa, para definirle desde la historia o la cultura, comotam+in lo es suponer que la personalidad ' la espiritualidad son incompati+les con lapermanencia su+stancial ' la su+sistencia entitatia#, lo que permite interpretar la le' naturalcomo una participación de la le' eterna en la persona creada de un modo que no puede seracusado de QeUtrincesismo o heteronomia moral.AutonomJa ' heteronomJa, en el significado Zantiano de am+os trminos, se oponen en un

conteUto antittico surgido de escisiones desconocidas para Santo 2omMs. Su posición nonecesita superarlas Qdialcticamente, porque desde su equili+rada sJntesis que desconoce lasantJtesis puede eUplicar la interioridad de la le' natural fundMndose en su metafJsica so+re elente creado ' so+re la presencia ' la QeUistencia de Dios en lo Jntimo de la realidad de lascosas%.Dios crea por +ondad difusia plenamente li+re. Ga querido dar a las cosas la perfección de serprincipio de sus propias actiidades, de poseer en sJ mismas la tendencia a su perfección ' +ien,' la irtud de difundirla. Por esto toda criatura tiende a su propia perfección por una inclinación' Qorden inmanente a ella, que es estigio ' semeanNa del amor que muee a Dios a crearla, 'por la que +usca su propia perfección en cuanto participación por semeanNa del +ien diino%".

9$ De mori+us manicheorum, IX#IIX, :/III.%C Sermones so+re los antares, B% ' BB%1 S0 Th0 I, 8u. $", artW ", in c.% fr. S0 Th0 I, 8u. .%" fr. S0 Th0 I, 8u. 1$, artW Y 8u.. 99, artW 9, ad ".

1"




So+re estos fundamentos puede apo'ar Santo 2omMs su comprensión de la Qsindresis naturalpara la que conoce el hom+re naturalmente, a modo de principios prMcticos que imperanincondicionalmente su acción, los preceptos de la le' natural. 4a sindresis es el hM+itoconnatural de aprehender como o+ligatoriamente apeteci+le todo aquello que conocenaturalmente como +ien humano. 4a connaturalidad de este conocimiento se da por laconciencia de la inclinación impresa en la oluntad misma, es decir, en la inclinación del hom+re

como ser espiritual e inteligente. Por esto puede decir Santo 2omMs que el hom+re Qaprehendenaturalmente como +ienes humanos aquellos a que tiene inclinación natural, ' que, por lomismo, el orden de los preceptos de la le' natural es segLn el orden de las inclinacionesnaturales del hom+re%9.4a promulgación de la le' eterna se realiNa asJ al ser gra+ada en el coraNón del hom+re por lacreación la ordenación a los fines a que Dios le destina, esto es, a cuanto es perfectio de sunaturaleNa, ordenada a participar del +ien diino. 3l lenguae de San Pa+lo que, refirindolo atodo hom+re, ' aludiendo concretamente a los gentiles, dice que Qellos son para sJ mismos le',resuena aquJ eUpresado con el instrumento terminológico de una metafJsica a la eN eemplarista' aristotlica.3n coherencia con este punto capital se constru'e el Jntegro sistema de una moral teológica, quetrata del moimiento de la criatura racional hacia Dios por el camino que es risto, ' en el que

se integra a+undante material tomado de la 3tica a 0icómaco. Dir con toda sinceridad que,cuando oigo o leo acusaciones, mu' frecuentes en nuestros dJas, contra Santo 2omMs, de ha+erignorado la moral eanglica ' paulina para contaminarla con concepciones ticas paganas,tengo la sensación de hallarme ante uicios eUpresados desde un conocimiento superficial, ' taleN una escasa lectura, de la segunda parte de la Summa03n el plano tico concreto Santo 2omMs reci+e de Aristóteles eUperiencias ' aloraciones de

Qsentido comLn, es decir, de alor humano uniersal, ' que pertenecen por ello al patrimonionatural de erdad que posee el hom+re cristiano, ' que elea por la fe a un mMs alto ordendirigido al fin so+renatural, a la eN que las corro+ora ' sana de la deformidad e imperfección enque la conciencia moral del hom+re queda sumida por la caJda del pecado.Anotemos algunos aspectos de este aristotelismo tico integrado en la sJntesis teológica delAnglico.

4as irtudes morales referentes al apetito sensi+le consisten en un trmino medio entre doseUtremos iciosos, por defecto o por eUceso. Por esto mismo no ha' que decir que la irtudmoral eUclu'a la pasión, sino que, mientras refrena el eUceso, la propia irtud estimula o causala pasión ordenada%%.Incluso la irtud de la usticia, que no se refiere a las pasiones del apetito concupisci+le oirrasci+le, sino que ordena la oluntad ' tiene por norma regulatia la relación usta ' de+ida enque consiste el derecho #el derecho es lo usto ' no puede decirse que la le' se identifique con elderecho, sino que es cierto concepto de lo que es usto# eUige tam+in la pasiónY porque de unaperfecta oluntad usta redundarM necesariamente una inclinación en la parte sensi+le ' afectiadel hom+re. 3s decir, la irtud de la usticia harM al hom+re ciertamente Qapasionado, peroprecisamente por lo usto como tal%B.3stas concepciones tan aleadas de un frJo estoicismo ' del idealismo Zantiano de la +uena

oluntad moral, consistente en un puro respeto a la le' sin inclinación a contenidos Qmaterialesde lo tico , se integran ademMs en una orientación regida por la primacJa de la gracia ' por unacomprensión autnticamente paulina de la le' eanglica. De aquJ que las irtudes cristianasdifieren especJficamente de aquellas que podrJan ser alcanNadas en irtud de la sindresisnatural por cuanto el cristiano es moido por una 4e' que le ordena a la comunión de ida 'amistad con Dios.2oda le' tiende a un +ien comLn, no con comunidad de gnero o especie, sino con comunidadde fin%!, ' este fin a que toda le' tiende no es otro que la amistad, 'a sea de los hom+res entresJ, que es el +ien a que tiende la le' humana, 'a sea de los hom+res con Dios, que es el fin dela le' diina.4as irtudes teologales trascienden por ello el orden en que mueen las concepcionesaristotlicas integradas por Santo 2omMs en su sJntesis. Por su orientación a Dios, no consisten

%9 S0 Th0 I#II, 8u. $9, artW , in c.%% S0 Th0 I#II, 8u. %$, artW 1, in c. ' ad tertium.%B S0 Th0 I#II, 8u. %$, artW %, in c.%! S0 Th0 I#II, 8u. $C, artW , ad .

19




en un trmino medio entre eUtremos sino que eUigen en su propio dinamismo la +Lsqueda de lamMUima radicalidad. Siriendo a las irtudes teologales, pero superando el modo humano en quese eercitan los actos de stas, se requiere tam+in como algo ordinariamente eUigido para lasalación del hom+re la moción por los dones del 3spJritu Santo, por lo menos en algunosmomentos de su ida. 3l modo de o+rar de los dones supera ' eUcede el proceso natural de lasfacultades ' actiidades del hom+re.

4a autenticidad eanglica de la teologJa moral de Santo 2omMs +rilla en su definición de laesencia de la le' nuea Q4o que es principal en la le' del 0ueo 2estamento, ' en lo queconsiste toda su fuerNa, es la gracia del 3spJritu Santo, que se da por la fe en risto. De aquJque la le' nuea sea principalmente esta misma gracia del 3spJritu Santo que se da a los fieles...Sin em+argo, tiene tam+in la le' nuea algo que es dispositio para la gracia, o referente aluso de la misma, todo lo cual es secundario en ellaY ' de todas estas cosas fue coneniente quelos fieles de risto fuesen instruidos de pala+ra ' por escrito, tanto acerca de las cosas que ha'que creer, como acerca de lo que ha' que o+rar. Ga' que decir, pues, que la le' nueaprincipalmente es le' gra+ada internamente, ' secundariamente le' escrita%.2odo racionalismo legalista ' todo eUtrincesismo quedan eUcluidos de un pensamiento en el quela inclinación espiritual e interior tiene primacJa so+re la eUpresión ha+lada o escrita. Pero no setrata de una concesión a una tica eUistenciaria o de situación, ni tampoco, es o+io, de ningLn

inmanentismo antropocntrico. 4a primacJa de lo diino fundamenta la afirmación del mMUimoalor de lo interior. 3s en la intimidad del ser personal, en el que se ha infundido la gracia del3spJritu Santo, donde se actLa originaria ' principalmente el Reino de Dios en el coraNón delcristiano.0o se conmuee la alideN a+soluta del lenguae de la erdad, ni en lo prMctico ni en loespeculatio. A quienes o+eta+an, 'a en tiempo de Santo 2omMs, contra la firmeNa inmuta+lede los artJculos de la fe, definidos por el magisterio, que la fe no tiende a pala+ras sino arealidades, responde Qen el sJm+olo se trata de aquellas cosas so+re las que ersa la fe, encuanto son el trmino del acto de cre'ente, como se e por el mismo modo de su lenguae. 3lacto del cre'ente no tiene su trmino en lo enuncia+le, sino en la cosa enunciada. Pues noformamos los enuncia+les, sino porque por ellos tenemos conocimiento de las cosas, ' asJ comoesto se da en la ciencia, se da del mismo modo en la fe.

4a alideN perenne ' la congruencia para nuestro tiempo del mensae de Santo 2omMs seapo'an en el do+le fundamento de su fidelidad al misterio reelado ' a la erdad Qpuesta en lanaturaleNa. 0o optó por el aristotelismo como quien escoge seguir una moda intelectual, sinoque incorporó a la sJntesis del pensamiento cristiano, con el acero de las tradiciones filosóficas'a desde siglos integradas en l, nueos elementos, Qedificando la erdad so+re la erdad, pordecirlo con una eUpresión de PJo :II en la 'umani generis, que define la dirección ' sentido delprogreso erdadero de la filosofJa cristiana, de la teologJa, ' de la eolución homognea deldogma católico.3l mensae de Santo 2omMs, profundamente congruente con las necesidades autnticas delhom+re contemporMneo, encuentra por lo mismo el odio ' la hostilidad de sus re+eldJasanticristianas. Porque la estima ' aloración de lo humano en la sJntesis del Anglico no es enmodo alguno una concesión anticipada a tales re+eldJas. Por el contrario, por sorprendente que

pareNca a muchos, ha' que afirmar que las actitudes religiosas o filosóficas de los modernosantitomismos se han caracteriNado por un menor respeto a los +ienes de la naturaleNa humana.Por esto, aunque tMcticamente se ha'a inocado, segLn hemos antes adertido, el Qagustinismotomista incluso desde actitudes ansenistas, ha sido tam+in una caracterJstica constante en lossiglos modernos la acusación a Santo 2omMs como mundano ' contaminado de concepcionesreci+idas de la gentilidad helnica.3stas acusaciones se reiteran ho' mMs que nunca. Se trata siempre de una hipocresJa, mMs omenos consciente, que encu+re una amargura e ingratitud hacia la o+ra del reador ' Redentorque esta+lece ' restaura el orden natural. Santo 2omMs es, en lo mMs profundo ' nuclear de suespJritu ' de su actitud intelectual, un cristiano fiel, reerente ' agradecido a risto, que por suhumanidad nos hace a nosotros los hom+res partJcipes de la plenitud de la diinidad.


% S0 Th0 I#II, 8u. 1CB, artW 1, in c.

1%




NAT"RALEBA G"MANA >ENERACI=N

J 'omo est de homine sicut Deus de DeoK

Q3n el estado de inocencia, hu+iese eUistido la generación para la multiplicación del gnerohumanoY en otro caso, el pecado del hom+re hu+iera sido mu' necesario, del cual se ha seguidoun +ien tan grande %$. Santo 2omMs inicia, con este argumento, la respuesta a la cuestión acercade si Qen el estado de inocencia, se hu+iese dado la generación para la multiplicación del linaehumano, o si, por el contrario, sta so+reino como consecuencia de la caJda original.3n la sutil ironJa de su argumentación ad a&surdum toma como principio la grandeNa del +ienque constitu'e para los hom+res el que entre ellos se d la generación. Santo 2omMs tiene plenaconciencia de la singularidad de la generación humana, en la que se da, con una analogJaproporcional con la operación de los animales superiores, pero, salando, en estaproporcionalidad, una diersidad fundamental por raNón del carMcter personal de los indiiduos

humanos, en contraste con cualquiera de los iientes diersos ' heterogneos respecto deliiente racional QGa' que considerar que el hom+re, segLn su naturaleNa, estM constituido como un trminomedio entre las criaturas corrupti+les ' las incorrupti+lesY pues su alma es naturalmenteincorrupti+le, mientras que el cuerpo es naturalmente corrupti+le. Ahora +ien, la intención de lanaturaleNa estM orientada de modo dierso a las criaturas corrupti+les ' a las incorrupti+les.Pues la intención de la naturaleNa se dirige al que es perpetuo ' destinado a eUistir siempreYpero lo que sólo tiene una duración temporal no parece que sea de la principal intención de lanaturaleNa, sino ordenado a otra realidadY pues, en otro caso, al corromperse aquello, quedarJafrustrada la intención de la naturaleNa. , puesto que en las cosas corrupti+les no ha' nadaperpetuo, a no ser las especies, en ellas el +ien de la especie es lo principalmente intentado porla naturaleNa, ' a la conseración de la especie se ordena la generación natural.

QPero las su+stancias incorrupti+les permanecen para siempre, no sólo segLn su naturaleNaespecJfica, sino tam+in en cuanto indiiduosY de aquJ que los mismos indiiduos sean loprincipalmente intentado por la naturaleNa. AsJ pues, al hom+re, en cuanto corpóreo 'naturalmente corrupti+le, le compete la generaciónY pero, por parte del alma, incorrupti+le, lecompete que la intención de la naturaleNa tienda, por sJ, a la multiplicación de los indiiduos, opor meor decir, que esto sea principalmente intentado por el Autor de la naturaleNa, Lnicoreador de las almas humanasY por esto, para la multiplicación del gnero humano, esta+lecióDios la generación en el estado de inocencia BC.Por esto, Santo 2omMs puede afirmar que, aunque la imagen de Dios en el hom+re ' en el Mngelse da, principalmente, por raNón de la espiritualidad, no o+stante, pueden reconocerse en elhom+re algunas dimensiones de su modo de ser en las que es mMs a imagen ' semeanNa deDios que el propio Mngel, ' entre stas afirma, precisamente, aquella por la que el hom+re nacedel hom+re como Dios nace de Dios #homo est de homine sicut Deus de Deo.

Ga+indose apo'ado en este principio, Santo 2omMs puede a+ordar el diMlogo con quienesha+Jan negado que, en el estado de inocencia, pudiese darse la generación de los hom+res pormedio del coito, contemplMndola desde su actitud caracterJstica ' fundamental de la sJntesisarmónica entre la gracia, que nos hace partJcipes de la diina naturaleNa, ' la misma naturaleNahumana, que es su sueto receptio ' su destinatario, que no es destruido por la gracia, sino porella perfeccionado ' eleado.Por esto, frente a San >regorio de 0isa ' a los otros Doctores antiguos que, atendiendo a lafealdad de la concupiscencia que hallamos en el coito en este estado presente, ha+Jan negadoeste modo de la generación humana, e incluso afirmado que la creación, por Dios, del hom+recomo macho ' hem+ra sólo mira+a al modo de generación que so+reendrJa despus delpecado, del que Dios tenJa presciencia, puede Santo 2omMs replicar asJ

%$ S0Th0 8u. $, artW 1, in c.BC i+idB1 S0Th0 8u. $", artW ", in c.

1B




Q3sto no estM dicho raNona+lemente. Pues las cosas que son naturales al hom+re ni se sustraenni se dan al hom+re por el pecado... (2eUto para ser meditado la inclinación a la so+er+ia porla que la ciencia nos hincha no pertenece a la natural inclinación del hom+re al conocimiento dela erdad. 3l eercicio del li+re al+edrJo, ##eUigido no sólo para el mrito, efecto de la graciacooperante, sino para la ustificación, efecto de la gracia operante no se confunde con sufleUi+ilidad al mal. Al hom+re, segLn su naturaleNa, le compete el estar dotado de li+re al+edrJo&.

Q...es manifiesto que al hom+re, segLn su ida animal, que tam+in tenJa antes del pecado, le esnatural la generación por el coito, como a los demMs animales perfectosY ' muestra en eso losmiem+ros naturales destinados a este uso. Por esto, no ha' que decir que el uso de talesmiem+ros naturales no se darJa antes del pecado como el de los demMs miem+ros B.Santo 2omMs a a proseguir su refleUión orientado, como siempre, por la conicción de latrascendentalidad del +ien ' el carMcter priatio del mal. AtenderM, por tanto, a partir de losprincipios enunciados, a adertir so+re la priación del orden por la que la ida seUual humanaestM sueta a deformación ' puede darse en sus actos carencia de perfección moral

Q3n el coito, en el presente estado, hemos de considerar dos cosas una, que es de lanaturaleNa, a sa+er, la unión del arón ' de la muer para engendrar, pues en toda generaciónse requiere una fuerNa actia ' una receptiidad pasia. 4uego, como en todos los iientes enque ha' distinción de seUos, la fuerNa actia estM en lo masculino ' la receptiidad pasia en lo

femenino, el orden de la naturaleNa eUige que, para engendrar, se unan, por el coito, el arón 'la muer.Otra cosa que puede ser considerada es cierta deformidad de la concupiscencia inmoderada, laque no se darJa en el estado de inocencia, cuando las facultades inferiores esta+an totalmentesometidas a la raNón. Por lo que dice AgustJn, en De civitate Dei 19, cap. 1B, que Qleos denosotros sospechar que no hu+iese podido encontrarse la prole sin la enfermedad de la li+ido,pues aquellos miem+ros se moerJan al mandato de la oluntad, al modo de los demMs, ' sinardor ' estJmulo engaKoso, con tranquilidad en el alma ' en el cuerpo B".Santo 2omMs a a proseguir su argumentación en este punto tan capital de un modo en que+rilla el sentido humanJstico ' teológico de su aristotelismo. Se plantearM esta o+eción Q3n launión carnal, el hom+re se hace mMUimamente semeante a las +estias, por causa de laehemencia del deleite. Por lo que tam+in es ala+ada la continencia, por la cual los hom+res se

a+stienen de tales deleites. Pero el hom+re es comparado a las +estias por el pecado, comoleemos en el Salmo 9, 1 el hom+re, constituido en honor, no le entendióY se comparó a los umentos, carentes de entendimiento, ' se hiNo semeante a ellos. 4uego, antes del pecado, nose hu+iera dado la unión del arón ' de la muer B9.6erece la mMUima atención la respuesta de Santo 2omMs a la o+eción planteada

Q4as +estias carecen de raNón, por lo cual, el hom+re se hace +estial en la unión seUual, porqueel deleite del coito ' el heror de la concupiscencia no pueden ser moderados por la raNón. Pero,en el estado de inocencia, no se darJa nada asJ, que no pudiese ser moderado por la raNónY noporque fuese menor el deleite sensi+le, como dicen algunos (pues serJa tanto ma'or el deleitesensi+le cuanto mMs pura la naturaleNa ' el cuerpo mMs sensi+le&, sino porque la facultadconcupisci+le no se eUtenderJa desordenadamente so+re tal deleite regulado por la raNónY a lacual no pertenece que sea menor el deleite en los sentidos, sino que no se entregue la facultad

concupisci+le inmoderadamente al deleite. Digo inmoderadamente refirindome a la medida dela raNón asJ como el so+rio, en el alimento tomado con moderación, no tiene menor deleite queel golosoY sino que menos descansa so+re tal deleite sensi+le. lo mismo suenan las pala+rasde AgustJn, que no eUclu'en, en el estado de inocencia, la magnitud del deleite, sino el ardor dela li+ido ' la inquietud del Mnimo B%.3l mismo lenguae de Santo 2omMs aquJ ' el conteUto general de su doctrina so+re las irtudesmorales en su relación con las pasiones del apetito sensi+le sugieren que, asJ como el so+rio nogoNa menos que el goloso, el orden del amor con'ugal, fiel ' o+ediente a los +ienes delmatrimonio, tendrJa que ser un tJtulo para reconocer que los casados cristianos se acercarMn, enla medida de su mutuo amor con'ugal, a aquella ma'or intensidad goNosa que hu+iera sidocaracterJstica del estado de inocencia.

B S0Th0 8u. $, artW , in c.B" J+idB9 i&id0 o+eción ".B% i&id . ad tertium.

1!




Ahora eremos a Santo 2omMs completar su pensamiento al deducir, de las tesis eUpuestas, unaaloración de importancia capital acerca de la fecundidad, el desorden de la li+ido ' lacontinencia, elogia+le en cuanto orientada a renunciar a este desorden pero no por la priaciónde la fecundidad

QPor esto, la continencia, en el estado de inocencia, no serJa lauda+le, la que es ala+ada ennuestra situación actual, no por defecto de fecundidad, sino por remoción de la li+ido

desordenada. Pero, entonces, se hu+iera dado la fecundidad sin este desorden BB.4eos, pues, de ceder a la tendencia que, atendiendo al desorden de las pasiones humanas en lanaturaleNa herida por el pecado, llea+a a entender como consecuencia de esta herida la uniónde los seUos ' la generación, Santo 2omMs se centra de tal modo en lo que es natural a la idahumana en cuanto tal que atri+u'e la ma'or eUcelencia que damos, en el presente estado, a lacontinencia so+re la fecundidad a la coneniencia de eitar la desmesura ' desorden que, en lanaturaleNa humana, se dan en este orden de cosas como priaciones resultantes de la caJdaoriginal. 6ientras que, situMndose en la consideración esencial de lo que al hom+re compete porsu naturaleNa, podrJa reconocerse una superior dignidad ' eUcelencia en la fecundidad.Ante lo sorprendente ', tal eN, en cierto sentido, Qescandaloso de estas perspectias, se hacenecesario situarlas en su conteUto total, filosófico ' teológico. 6e parece que esto nos llearM aprofundiNar en la comprensión de la isión que tiene Santo 2omMs del lugar ' misión del hom+re

en la o+ra diina de la reación ' de la Salación so+renatural.8ue el Gio unignito ' eterno de Dios, de la misma naturaleNa que Dios Padre, enido al mundopara nuestra salación, se diese a SJ mismo, con la mMUima frecuencia, el tJtulo de QGio delGom+re ' se reelase como Qel Prometido, hio de A+raham, hio de Daid, no es anecdótico,sino que estM en el centro de la reelación de la economJa saladora. 3n la Carta a los 'e&reosleemos que Dios Qno son los Mngeles a quienes alarga Su mano, sino al linae de A+raham('e&0 , 1B&.Por esto, tam+in, en la formulación ortodoUa ' católica del misterio de la 3ncarnaciónredentora, el que nuestro Salador es QDios con nosotros se eUpresó diciendo de una muer, Su6adre 6arJa, que erdaderamente es Q6adre de Dios.3l hom+re tiene una naturaleNa por la que pertenece al mundo material ' sensi+le. 3s unasu+stancia corporal, compuesta de materia ' de forma, de tal manera que el alma humana es,

para Santo 2omMs, como para Aristóteles, la Qprimera forma de un cuerpo fJsico orgMnico capaNde ida.3sta ida humana es, en el cosmos, un niel de ser por el que el hom+re, iiente racional, nosólo estM en el culmen del cosmos material, sino en el confJn entre el mundo de lo corpóreo ' delespJritu.Por pertenecer erdaderamente al mundo material, al iiente humano le compete la operaciónsuprema de la ida egetatia la generación. 6ientras el mismo crecimiento se ordena alindiiduo iiente, en su conseración ' en su desarrollo, la generación es una operacióncomunicatia del propio grado de ser que es el iirY es por ella por la que florecen ' fructificanlas plantas ' por la que se multiplican fecundamente los animales. 3stas especies corrupti+lespermanecen ' superan los lJmites temporales de los indiiduos perecederos, para mantenersepresentes a tras del tiempo so+re la faN de esta tierra.

Al hom+re, animal superior en un sentido 'a eminente entre los animales, le coniene, como astos, que esta operación comunicatia de la ida, que asegura la permanencia de las especies,se eerNa con moimientos orgMnicos que, a diferencia de los que ocurren en los egetales, serealiNan, con conciencia sensi+le, moimientos impulsados por apeticiones ' que, en el eerciciode sus actos, se manifiestan en deleites que son, como nota+a Aristóteles, perfección de lasmismas operaciones, compara+les a ellas como la hermosura lo es a la uentud.Pero el hom+re estM constituido por una forma su+stancial, unida ciertamente a la materia einformando un cuerpo orgMnico, pero no totalmente inmersa en ella, ' tiene su ser, que Qes elacto de todas las cosas, aun de las mismas formas, por efecto inmediato del acto creadordiino.O+eto de solicitud proidente de Dios en las operaciones de su ida, no sólo en cuanto a suesencia especJfica, sino en cuanto sus operaciones son actos personales #en los que decimos queconsiste la ida humana personal de cada hom+re# la generación no se ordena sólo a laconseración de la especie, sino a la multiplicación de los mismos indiiduos personales. Poresto, Qel hom+re nacido del hom+re es hio de su generador, que es padre en un sentido

BB i+id.

1




analógico proporcional propio con respecto de la paternidad eterna del Padre celestial respectode Su Gio unignito.0i en los Mngeles, ni en el hom+re por la fecundidad intelectual eercida en el lenguae, es stacapaN de producir en el ser entes su+sistentes personales. Por la finitud de los espJritus creados,en los que no se identifican su iir intelectual ' su acto de ser, no pueden las criaturasengendrar, por Ja intelectual, seres personales que fuesen hios su'os.

esto a pesar de que, por la misma fecundidad del lenguae del espJritu, pueda decir el Apóstolque Qengendra por el 3angelio a sus fieles, como hios de Dios ' el lenguae de los padresconstitu'a una comunicación de ida que funda la sucesión de los linaes ' de las familias.Pero una propia paternidad ' filiación entre los hom+res, si implica la dignidad de personas en elgenerante ' el generado, implica tam+in su corporeidad orgMnica ', por lo mismo, la eUistenciaen ellos de una facultad generatia eercida al modo de los iientes animales superiores.Por esto, puede descu+rir Santo 2omMs, en la paternidad humana, la manifestación de laperfección de la ida humana, en la que el hom+re es mMs a imagen de Dios que los mismosMngeles, a los que no hu+iera podido alargar Su mano al modo como lo ha hecho con loshom+res al hacerse el /er+o QGio del Gom+re, hio de A+raham, hio de Daid, hio de 6arJa.0o coniene dear de atender aquJ a las afirmaciones de Santo 2omMs referentes a lo que espropio, en la generación humana, de la paternidad ' de la maternidad. Su lectura sencilla ' no

cailosa desharM todas las o+eciones que se formulan, a eces, ' que tienden o a acusar ellenguae +J+lico de Qmasculinismo o a corregir, con significados Qhermafroditas, aquel lenguaetradicional. Se trata de contaminaciones de herencia de dualismos gnósticos, que tendJan aa+solutiNar en lo diino las dualidades de las estructuras acto#potenciales propias de la finitud 'la corporeidad. 0o procede ahora entrar en discusión con tales o+eciones, sino leer atenta 'sencillamente a Santo 2omMs

QGa' que atender que la generación carnal de los animales se realiNa por facultades actias 'pasias. Por la facultad actia es llamado el iiente QpadreY por la receptiidad pasia esllamada Qmadre. Por lo que, en lo requerido para la generación de la prole, ha' cosas queconienen al padre ' otras a la madre pues el dar la naturaleNa ' la especie a la prole competeal padre, mientras que el conce+ir ' el parir competen a la madre, como la que reci+epasiamente aquel principio.

QPuesto que la procesión del /er+o se dice ser por cuanto Dios se entiende a SJ mismo, ' en elmismo entender diino no ha' ninguna facultad pasia sino como actia, pues el entendimientodiino no es en potencia, sino sólo en acto, en la generación del /er+o de Dios no esconeniente el concepto de madre, sino sólo el de padre. Por lo cual, lo que en la generacióncarnal coniene distintamente al padre ' a la madre, todo ello es atri+uido, en la Sagrada3scritura, al Padre en la generación del /er+o pues se dice que el Padre da su ida al Gio 'tam+in que lo conci+e ' pare.

Q3l /er+o de Dios es eternamente conce+ido, parido ' presente en el >enerante. Por esto,porque no se da una distinción del /er+o respecto del Dicente que impida al /er+o ser en elDicente, asJ como para sugerir la distinción del /er+o respecto del Padre se dice que es parido oengendrado del QLtero, asJ para manifestar que tal distinción no eUclu'e que el /er+o sea en elDicente, se dice del /er+o (Ioh. 1, 1& que QestM en el seno del Padre B!.

Santo 2omMs puede interpretar de modo coherente la generación humana eercida por elhom+re ' la muer hechos Quna sola carne como semeanNa participada de la diina generacióneterna. A los iientes corpóreos les compete, proporcionalmente, que la fecundidad generatiaeUia la polaridad complementaria de los seUos. 3n las antJpodas de todo dualismo maniqueo,Santo 2omMs no puede relacionar con el pecado, ni como causa ni como efecto, el modo degeneración propia del linae humano.oneUas armónicamente con aquellos principios tan claramente esta+lecidos, estMn una serie detesis so+re la irginidad ' la continencia, so+re la pertenencia de stas al estado de perfección 'so+re la misma naturaleNa de la perfección cristiana, cu'o recuerdo es de la mMUimacongruencia ' oportunidad para la poca de la Iglesia católica posterior al oncilio /aticano II.

Q4a irginidad es lJcita ' irtuosa porque no se a+stiene de los deleites propios de lasoperaciones generatias por erróneo uicio, sino por la +Lsqueda de un +ien ma'or en orden a launión con Dios. 3s mMs eUcelente que el matrimonio ' es una doctrina hertica la preferencia deste so+re la continencia ' la irginidad.

B! % C020cap. 11.

1$




QPero no es la mMs eUcelente de las irtudes, pues ella misma se ordena a eercitar mMsli+remente las irtudes teologales ' la irtud de religión. 4a Iglesia da un mMs eUcelente culto alos mMrtires que a las Jrgenes B

Q4egJtimamente pueden los fieles comprometerse con oto a la continencia ' a la irginidad en elestado de perfección. Pero la perfección misma, por sJ ' esencialmente, consiste en la caridadhacia Dios ' hacia el próimo a la que estamos todos o+ligados por precepto.

QSólo secundaria e instrumentalmente, consiste la prMctica de los conseos, que, como losmismos preceptos, se ordenan a la caridad.

QPor esto, no puede afirmarse que todo aquel que ie perfectamente su ida cristiana ia enestado de perfección nada impide que algunos sean perfectos no estando en estado deperfección, ' que algunos estn en estado de perfección ' no sean, sin em+argo, perfectos. B$

Para Santo 2omMs, inequJocamente, la perfección cristiana no es de conseo, sino de precepto.4a ocación uniersal a la santidad, que es mensae central en la enseKanNa del oncilio/aticano II, estM, pues, afirmada ' fundamentada en la o+ra del Doctor Anglico.A'udarM a comprender cómo entendJa Santo 2omMs, en su esencia, la perfección cristiana ' lasantidad, la consideración de un principio orientado a la comparación de la gracia santificante,que se nos infunde por el )autismo, ' a cu'a conseración ' crecimiento estamos llamadostodos los cristianos, con los dones eUtraordinarios, que llamamos Qgracias gratis datae, es

decir, aquellos carismas que se distri+u'en entre los miem+ros de la Iglesia para +ien de lacomunidad. -rente a la tendencia a considerar que lo mMs eUcelente, ' que parece propio de losmeores, sea mMs digno que lo que es comLn a todos, Santo 2omMs sostiene eUplJcitamente, enlo que se refiere a la ida so+renatural, la ordenación de lo menos comLn ' eUtraordinario a lomMs ordinario ' comLn. Atendamos a sus pala+ras.Santo 2omMs se plantea la siguiente o+eción

QAquello que es propio de los meores es mMs digno que lo que es comLn a todos asJ como eldiscurrir, que es propio del hom+re, es mMs digno que el conocer sensi+le, que es comLn a todoslos animales. Pero la gracia santificante es comLn a todos los miem+ros de la IglesiaY mientrasla gracia gratis data es don propio de sus mMs dignos miem+ros. 4uego, la gracia gratis data #elcarisma# es mMs digna que la gracia gratium (aciens #la gracia santificante.A ello responde asJ

Q3l conocimiento sensi+le se ordena al racional como a su finY por esto, el raNonar es mMs no+le.Pero aquJ es a la inersa, porque lo que es propio se ordena a lo que es comLn como a su fin.Por lo que no ha' semeanNa !C. 3n el cuerpo de este artJculo, Santo 2omMs ha podido afirmarque la gracia que nos hace gratos a Dios es mucho mMs eUcelente que las gracias gratis datae.3s coherente con la tesis que formuló tan claramente Santo 2omMs de la ma'or eUcelencia de locomLn, ' de la ordenación de lo mMs propio a lo comLn ' ordinario, el que, en el oncilio/aticano II, se afirme que el apostolado indiidual, al que estMn llamados ' o+ligados todos loslaicos, Qes el principio ' fundamento de todo el apostolado de los mismos laicos e incluso elapostolado social, que no puede ser sustituido por ste !1. 2am+in que, en el atecismo de laIglesia atólica, se afirme del sacerdocio ministerial o erMrquico de los O+ispos ' los Pres+Jterosque QestM al sericio del sacerdocio comLn, en orden al desarrollo de la gracia +autismal detodos los cristianos. 3s uno de los medios por los cuales risto no dea de conducir a Su

Iglesia

!

.-rancisco anals /idal

B cfr. S0Th0 ) 8u. 1%.B$ cfr. S0Th0 ) 8u. 19, artW "#9.!C S.Th0) 8u. 111, artW %, ad tertium.!1 Decreto Apostolicam actuositatem nW 1B.! at. nW 1%9!.

1"C




LA ORDENACI=N DE LA PERSONA A ASEME'ARSE A DIOS. ("NDAMENTODE LA MORALIDAD G"MANA

Del QeUtraKo resultado fenomenista del criticismo Zantiano pretendió huir el autor de la Críticade la ra1ón pura por la do+le escapatoria de la primacJa de la raNón prMctica ' de la inalidaciónde todo contenido Qmaterial de los actos morales. 4a +ondad moral de las acciones humanas nopodrJa estar en relación con +ienes que se intentasen por las mismas acciones ' no podrJa sermedida sino por la conformidad con la le' moral imperada categóricamente por un uicio prMcticopuro, es decir, meramente racional ' no Qcontaminado por afirmaciones de +ienes a conseguir,lo que para Vant conertirJa todo uicio moral en algo condicionado ' dirigido a algo otro que lapropia rectitud de la oluntad conforme a le'.3n esta ponencia, no me propongo eUponer, ni siquiera en primer lugar refutar, al formalismotico. Aludo a l por modo introductorio como contraste para poner en plena luN cuMles son, enla o+ra de Santo 2omMs, Qlos fundamentos metafJsicos del orden moral, para decirlo con laspala+ras del eminente e insigne maestro del tomismo que fue 6onseKor Derisi.

on este mismo intento propedutico, ' en orden a descri+ir los caminos centrales de la Qticadel fin ' +ien #que, con instrumentos tomados de la tradición filosófica erdadera,principalmente aristotlica, constru'ó Santo 2omMs en el conunto arquitectónico de la admira+lesJntesis teológico#filosófica por el que su magisterio ha so+resalido en la tradición delpensamiento católico# me parece coneniente decir, tam+in, que la aciedad del formalismoZantiano no puede colmarse con la pretensión de una Qtica material de los alores. 3stamarcha so+re presupuestos Qfenomenológicos aenos a una metafJsica realista es ineficaN ' noMlida para dar seriedad a la conciencia moral humana.6e permito adertir, a modo de eemplo, que no podrJa o+tenerse una actitud ital que llease alos hom+res ' a las mueres a la plenitud de ida humana realiNada en el matrimonio ' en lageneración ' educación de los hios, ni con formulaciones de raNón prMctica pura de una ticaformalista, ni con la pretensión de que procurasen, en su conducta, la QrealiNación de losalores de la fidelidad con'ugal o de una paternidad ' maternidad maduras ' responsa+les.3n esta +ree comunicación, me propongo dear sentados tres puntos, lo que har con unaselección de teUtos de Santo 2omMs de Aquino. reo que Santo 2omMs es, por sJ mismo,maestro de pensamiento humano ' que su sola lectura nos a'uda mMs que arduas cailaciones,mMs o menos personales u originales, a comprender el sentido de la moralidad humana en sufundamentación metafJsica ' teológica.

1. 3l sentido del primer precepto de la 4e' natural, ' su enraiNamiento en la afirmaciónde la +ondad del ente.. Su+ordinación de todos los +ienes al +ien diino, sumo +ien para el hom+re.". 3l amor diino, difusio, crea el +ien en el unierso. 2odas las cosas, al +uscar susperfecciones, apetecen a Dios mismo.

os &ienes humanos " la e" natural QAsJ como el ente es lo primero que cae en la aprehensión simplemente tal, asJ lo +ueno es loprimero que cae en la aprehensión de la raNón prMctica, que se ordena a la acción. Pues todoagente o+ra en orden a un fin, que dice raNón de +ien. De aquJ que el primer principio en laraNón prMctica es el que se funda so+re el concepto de +ienY ' ste es +ueno es aquello quetodas las cosas apetecen.3ste es, pues, el primer precepto de la 4e' Q4o +ueno tiene que ser hecho ' +uscado, ' lo maloeitadoY ' so+re ste se fundan todos los otros preceptos de la 4e' natural, a sa+er, queperteneNca a la 4e' natural, como de+iendo ser o+rado, todo aquello que la raNón prMcticanaturalmente aprehende como siendo +ienes humanos. porque lo +ueno dice raNón de sJ (' lomalo, raNón de lo contrario&, de aquJ que todas aquellas cosas a las que el hom+re tieneinclinación natural las aprehende la raNón, naturalmente, como +uenas ', por consiguiente,

como de+iendo ser +uscadas en la acción, ' las contrarias a stas, como malas ' de+iendo sereitadas.

1"1




AsJ, pues, segLn el orden de las inclinaciones naturales es el orden de los preceptos de la 4e'natural. Pues, en primer lugar, es inherente al hom+re la inclinación al +ien segLn su naturaleNa,en cuanto apetece la conseración de su ser segLn su naturaleNaY ' segLn esta inclinación,pertenece a la 4e' natural todo aquello por lo que la ida humana es conserada......en segundo lugar, es inherente al hom+re la inclinación a cosas mMs especiales segLn lanaturaleNa en la que comunica con los otros animalesY ', segLn esto, decimos que son de la 4e'

natural aquellas cosas que la misma naturaleNa enseKa a todos los animales, como son la unióndel arón ' la muer, la crianNa ' educación de los hios ' cosas semeantes.De un tercer modo, le es inherente al hom+re la inclinación a lo +ueno segLn la naturaleNa de laraNón que le es propiaY asJ como el hom+re tiene natural inclinación a conocer la erdad acercade Dios ' a iir en sociedadY ', segLn esto, pertenece a la 4e' natural todo lo relatio a estegnero de inclinaciones, a sa+er, que el hom+re eite la ignorancia, que no ofenda a otros conlos que de+e coniir, ' todas las demMs cosas de este gnero que se refieren a esto. (S0Th08) 8u. $9, artW , in c.&.3l camino por el que Santo 2omMs enumera ' sistematiNa los contenidos de la 4e' natural apartir del hecho de que aquello a que nos sentimos naturalmente inclinados es aquello queconce+imos como +ueno ', por consiguiente, como de+iendo ser o+rado por nosotros #lo quehace corresponder el orden de los preceptos de la 4e' natural con el orden de las inclinaciones

naturales# nos muestra una fundamentación del imperatio moral que no tiene nada deeUtrinsecista o heterónomo, en el sentido de las calumniosas desfiguraciones racionalistas de latradición escolMstica.0o admitirJa ser interpretado tampoco en el conteUto de una postulación de una autonomJa de lamoral coneUa con la postulación de una primacJa de la raNón prMctica. 4o +ueno de+e ser o+radoporque +ueno es lo que es, en cuanto naturalmente apeteci+le por el hom+re. Ga' unacontinuidad profunda entre el primer principio prMctico ' el uicio teortico so+re el carMctertrascendental de lo +ueno. )ueno es lo que es porque Qtodo ente, en cuanto es ente, es en acto', de algLn modo, perfectoY pues todo acto es cierta perfección, ' lo perfecto dice raNón deapeteci+le ' de +ueno (S0Th08 8u. %, artW 1, in c.&.4a seriedad ' solideN del precepto de o+rar el +ien se arraiga ' fundamenta en la entidad 'erdad de aquello que es perfecto ', por ello, apeteci+le Q3s primero, en nuestro concepto, lo

que primeramente entendemos. 3l entendimiento aprehende, primero, el ente mismoY ensegundo lugar, aprehende que entiende el ente ', en tercer lugar, aprehende que apetece elente. Por esto, en el orden de los conceptos, es primero el ente, en segundo lugar lo erdadero', en tercer lugar, lo +ueno (S0Th08 8u. 1B, artW 9, ad secundum&.Pero de tal manera la aprehensión de lo ente en cuanto +ueno pertenece a la plenitud 'perfección de la función teortica o contemplatia del entendimiento que Santo 2omMs puededecir que Qel o+eto óptimo del entendimiento es el +ien diino ' demostrar que Qporque Dioses perfectamente inteligente conoce lo que es unto con su raNón de +ondad.

#l &ien divino, sumo &ien para el hom&re

3sta natural inclinación a los +ienes humanos, que fundamenta los preceptos de la 4e' natural,

realiNa #en el modo proporcional al Lnico ente que en el unierso isi+le ' natural es conscientede sJ, tiene dominio de sus actos ' se ordena naturalmente a descri+ir en sJ el orden entero delunierso ' de sus causas ' al conocimiento de la erdad diina# la manera en que es sueto

Qo+ediencialmente capaN de ser llamado a hacerse semeante a Dios, al erle segLn que Fl esen la ida eterna.Para la comprensión del modo como Santo 2omMs integra, su+ordinMndolas al amor teologal dela caridad hacia Dios, todas las direcciones del amor humano ' de la +Lsqueda por el hom+re delos +ienes que llean a plenitud su ida personal, nos conendrM atender a los pasaes en quetrata del orden de la caridad, un orden que, finalmente, considera tam+in igente en la eternaida feliN en la patria celeste.

Q3l o+eto del amor de caridad es Dios, ' el que ama es el hom+re. 4a diersidad del amor decaridad, en cuanto a su especie, ha de atenderse en el amor al próimo por relación con Dios, a

sa+er, de modo que queramos ma'or +ien a quien es mMs cercano a Dios... pero la intensidaddel amor ha de atenderse por comparación al mismo hom+re que ama. , segLn esto, el hom+reama con mMs intenso afecto a los que le son mMs cercanos, en orden al +ien que para ellosquiere, que a otros meores en orden a +ienes superiores (S0Th08) 8u. B, artW !&.

1"




QGa' que atender tam+in a otra diferencia pues algunos próimos son cercanos a nosotrossegLn origen natural, del que no pueden separarse porque, segLn l, son lo que son. Pero la+ondad de la irtud por la cual algunos son cercanos a Dios puede so+reenir ' cesar, aumentaro disminuirY ' asJ, 'o puedo, con amor de caridad, querer que este al que esto' naturalmenteunido sea meor que otro, ' que pueda llegar a un ma'or grado de gloria.2am+in ha' otro modo en el que amamos mMs con amor de caridad a los que nos estMn mMs

unidos, ' es porque les amamos de diersas maneras. Porque a los que no nos son unidos porparentesco no tenemos otra amistad que la de la caridadY pero a los que nos son cercanos,tenemos otras amistades segLn el modo de su unión a nosotros. porque el +ien so+re el quese funda cualquier amistad honesta se ordena, como a su fin, al +ien so+re el que se funda lacaridad, es consiguiente que la caridad impere al acto de cualquier otra amistad... ' asJ, el amora alguien porque es consanguJneo, o porque es conciudadano, o por cualquier cosa de estegnero, lJcitamente ordena+le al fin de la caridad, puede ser imperado por la caridad. , asJ, porla caridad, tanto elJcita como imperante, de muchas maneras amamos mMs a los que nos estMnmMs unidos (J+id.&3l constante criterio de armonJa entre la gracia ' la naturaleNa, ' de que la gracia no destru'e lanaturaleNa, sino que la sana de las heridas proenientes del pecado, ' a la eN la restaura 'elea a la participación del +ien diino, +rilla en este teUto de Santo 2omMs. /emos que no sólo

afirma la legitimidad de una ma'or intensidad de amor a quienes nos son mMs cercanos, sinoque eUige que el amor teologal de caridad impere ' asuma, +ao su dinamismo, todas lasamistades de orden natural, enraiNadas, precisamente, en las realidades humanas ' en lasrelaciones en ellas fundadas. /eamos cómo ustifica que de+amos amar con amor de caridad aaquellos que nos estMn unidos por parentesco de consanguinidad, ' cómo compara esta relacióncon otras que surgen de otros Mm+itos de coniencia humana

Q3n las cosas que se refieren a la naturaleNa, de+emos amar mMs a los consanguJneos, mientrasque, en las que pertenecen a la coniencia ciil, de+emos amar mMs a los conciudadanos...pero si comparamos un modo de unión a otro, consta que la unión de origen natural es anterior' mMs inmuta+le, porque tiene que er con lo que pertenece a la misma su+stancia del hom+re,mientras que las demMs uniones so+reienen ' pueden ser remoidas (S0Th08) 8u. B, artW, in c.&.

Adirtamos que este carMcter menos su+stancial ' mMs fMcilmente remoi+le lo esta+lece inclusoentre la amistad fundada en el parentesco ' la que se funde en la comLn prMctica de la irtud,'a que sta no pertenece con la misma permanencia ' necesidad a la ida humana que aqulla,' que, si esto no ustifica, por la parte del o+eto amado ' del +ien querido para aquellos aquienes ama, la preferencia del parentesco so+re la irtud, sJ puede dar raNón de la intensidadperseerante con que puedo amar a los consanguJneos ' desear para ellos la ma'or irtud.Recordemos que la Iglesia da culto litLrgico a Santa 6ónica, atri+u'endo a la constancia de suplegaria, emanada de su amor maternal, el ha+er o+tenido de la misericordia diina la santidadpara su hio AgustJn.Gemos podido compro+ar con admiración la perseerante insistencia de Santo 2omMs enafirmar, con fundamentación antropológica, todo lo que se refiere a la dimensión su+etia delorden del amor de caridad. on tanta consecuencia persiste en esta actitud, que, en el trmino

final de la cuestión referida al orden de a caridad, ' al preguntarse so+re si este ordenpermanece en la patria celeste, podemos encontrar tres afirmaciones, cada una de las cualespuede resultar estimulante ' a+rirnos incluso interrogantes que nos llearMn a penetrar el mMsJntimo secreto de la comprensión que el Doctor Anglico tiene del motio de la reación ' de laRedención ' del sentido so+eranamente donante ' efusio del go+ierno proidente so+re lascriaturas.3ncontramos, en primer lugar, afirmado que la naturaleNa no es suprimida por la gloria celeste,sino por ella perfeccionada. Gallamos despus afirmado que, aunque en la comunidad de laisión de Dios nos sentiremos mMs cercanos de aquellos que lo estn mMs a Dios mismo#mientras ha+rMn cesado aquellas necesidades de la ida humana temporal que en esta idaeUigen un mMs intenso amor con aquellos con quienes mMs responsa+ilidad tenemos de sersolJcitos hacia ellos en las cosas temporales ' humanas# no o+stante, QocurrirM en la patriacelestial que alguien de muchas maneras amarM a los que le han sido unidos, pues no cesarMn,en el alma +ienaenturada, las causas del amor honesto (S0Th08) 8u. B, artW 1", sedcontra e in c.&.

1""




4a tercera afirmación la hallamos en la respuesta a la o+eción dirigida a sostener, contra la tesisde Santo 2omMs, que en la ida celeste desaparecerM la primacJa en intensidad que tiene, enesta ida, para cada uno, el amor hacia sJ mismo.Santo 2omMs no lo piensa asJ ' sostiene que, en la ida eterna, en lo relatio a la intensidadsu+etia del amor, cada uno se marM a sJ mismo mMs que a su próimo (aunque no sea asJ en laertiente o+etia, la referente al +ien amado&. 4a o+eción contra esta tesis, que ciertamente

tiene una apariencia no sólo antropocntrica, sino que parece legitimar para la eternidad unegocentrismo, definitio e irremedia+le, recuerda que, en la patria celeste, serM Dios la raNóntotal del amor. Por esto, asume Santo 2omMs este principio ' lo precisa con estas pala+ras

QPara cada uno serM Dios toda la raNón de amar, porque Dios es todo el +ien del hom+re. Pues,si conci+isemos, por imposi+le #es decir, concediendo ad nominem un principio a+surdo,precisamente para mostrar la falsedad del argumento que nos proponen#, que Dios no fuese el+ien del hom+re, no ha+rJa en el hom+re raNón de amar. Por esto, en el orden del amor, esnecesario que, despus de Dios, el hom+re se ame mMUimamente a sJ mismo (í&id0 adtertium&.3stamos ante un teUto culminante que, entendido en su intención ' sentido autntico, ilumina elpanorama entero del unierso ' el sentido de la economJa salJfica.

#l amor de Dios crea e in(unde la &ondad en todas las cosas3l sistema tico de Santo 2omMs se funda en la afirmación ontológica, Qespeculatia, de Qlo+ueno como aquello que todas las cosas apetecen ' en la perfección del ente como raNón de serde este dinamismo apetitio Qcada cosa es llamada +uena en cuanto es perfectaY pues es asJque es apeteci+leY pues todas las cosas apetecen su perfección. 3n tanto es algo perfecto encuanto es en acto, por lo que manifiesta que algo es +ueno en cuanto es enteY pues el ser es laactualidad de toda cosa (S0Th08 8u. %, artW 1, in c.&.3sta comprensión de la inclinación natural de todo ente hacia la plenitud de su ser, que en losentes personales se identifica con la inclinación consciente natural de la oluntad al +ien en sJmismo #raJN de la inclinación segLn el li+re al+edrJo, que se refiere a aquella voluntas ut naturacomo el moimiento discursio a los primeros principios especulatios# ' por la que se inserta el

uicio prMctico so+re que el +ien de+e ser +uscado en el o+rar humano en el uicio contemplatioso+re el +ien en sJ mismo como ente perfecto, nos a a dar, precisamente, la clae de lafundamentación de la tica del +ien ' del fin #heterognea, insistamos en ello, del formalismotico o de una tica de los alores# en el teocentrismo de Santo 2omMs.3l teocentrismo autntico de Santo 2omMs nos inita, precisamente, a contemplar la +ondaddiina disfusia de sJ misma, identificada con el Amor donante ' puramente Qli+eral como la quepone en marcha la misma eficiencia creadora ' orienta el go+ierno proidente so+re el unierso,de modo especialJsimo encaminado a conducir a los entes personales finitos a la participación dela ida diina en la felicidad, realiNada en su esencia en el acto supremo de la inteligenciaespeculatia humana Qcu'o o+eto óptimo es el +ien diino, el cual, ciertamente, no es o+etodel entendimiento prMctico, sino del especulatio (S0Th08) 8u. ", artW %, in c.&.4a gloria de Dios, que da sentido a la acción misma creadora ' proidente, es pensada por Santo

2omMs como Qla manifestación de la +ondad diina. Santo 2omMs asume como tesis capital laafirmación de San AgustJn Qonocer a Dios aproecha a nosotros, no a Fl... por lo que eseidente que Dios no +usca Su gloria para SJ mismo, sino para nosotros (S0Th08) 8u. 1",artW 1, ad primum&.Santo 2omMs podrM, asJ, afirmar que Dios es la causa final de todas las cosas, apo'Mndose en elteUto +J+lico Qel SeKor ha o+rado todas las cosas por causa de SJ mismo (Proer+ios 1B, 9&,argumentando esta capital tesis con este raNonamiento

QAl primer agente, que es sólo agente (', en ningLn modo, recipiente o pasio&, no le conieneo+rar por la adquisición de fin alguno, sino que intenta sólo comunicar su perfección, que es su+ondadY ' cada una de las criaturas tiende a conseguir su perfección, que es semeanNa de laperfección ' +ondad diinas. AsJ, pues, la diina +ondad es el fin de todas las cosas (S.2h.IX8u. 99, artW 9, in c.&.

Santo 2omMs, que insiste reiteradamente en este que, ciertamente, es un principio capital en susistema de pensamiento, precisa, en otros momentos, que cada criatura apetece su perfecciónporque es una semeanNa de la +ondad ' perfección diinas, ' no a la inersa.

1"9




ontemplada desde sus principios capitales ' en su riquJsimo desarrollo, la sJntesis doctrinalfilosófica ' teológica so+re la moralidad humana no tiene nada de eUtrinsecista ni, en ciertosentido, de Qheterónoma, tal como serJa acusada desde la perspectia antropocntrica delprimado de la raNón prMctica Zantiano. Porque Dios mismo es mMs Jntimo a mJ que 'o mismo

QsegLn el orden de las inclinaciones naturales es el orden de los preceptos de la 4e' natural. porque Dios, +ien infinito difusio de sJ mismo, por Su Amor Qinfunde ' crea la +ondad en las

cosas (S0Th08 8u. C, artW , in c.&, es Qsuperior a lo que en mJ es supremo, ningLn estigiode humanismo antropocntrico ni de naturalismo podemos encontrar en la doctrina moral delDoctor Anglico.


1"%




LA DE(INICI=N META(ÍSICA DE DIOS

Santo 2omMs no comparte las actitudes de quienes negaron la posi+ilidad de un lenguae

humano so+re Dios o de quienes pensaron que todos los nom+res diinos son, en su contenidointeligi+le sinónimos. Porque conce+imos a Dios a partir de las criaturas ' ascendemos, por lasJas de remoción, analogJa ' eminencia, a ha+lar de Dios con conceptos que tienen su punto departida en las criaturas, tenemos que seleccionar ' ordenar adecuadamente los nom+resdiinos.0ingLn concepto, genrico o especJfico, referente a lo que estM al alcance de la eUperiencia 'o+etiación humanas, en los que se inclu'e lo que es propio de la finitud, como la potencialidad,la composición, la muta+ilidad de los entes creados, es apto, a no ser metafóricamente, para serempleado al pensar en Dios. 4os nom+res diinos estMn contenidos todos ellos o en el horiNontede los predicados Qtrascendentales, o en el de los grados de perfección constituidos por nielesde participación en el ser, o en los que significan perfecciones referidas a operacionesespirituales inmanentes que, aunque en nuestra eUperiencia humana se dan con condiciones definitud ' receptiidad potencial, ' dualidad su+etia#o+etia, en su propia naturaleNa dicenraNón de infinitud. Recordemos que el entender, segLn Santo 2omMs, en su raNón esencial essimplemente infinito, ' la oluntad, por referirse al +ien uniersal, trasciende en sJ misma todoslos fines particulares ' contingentes de la praUis humana.Por este punto de partida finito de los conceptos con los que nos podemos elear hasta Dios, susimplicidad a+soluta #que hemos de reconocer en Fl porque todo lo compuesto es causado# noo+sta para que, en el horiNonte de nuestros conocimientos metafJsicos, tengamos que referirnosa la Qesencia ' a los Qatri+utos diinos. 0os ocupamos aquJ de la cuestión de cuMl ha de serreconocido de tal modo como gnoseológicamente primario que pueda dar raNón ordenada detodos los atri+utos diinos. 3sta cuestión, que los escolMsticos han nom+rado como la de Qlaesencia metafJsica de Dios, o la del Qconstitutio formal de la esencia diina, es aquella de laque nos ocupamos ahora.a imos que, en las einticuatro tesis, apro+adas como conteniendo Qprincipios ' enunciados

ma'ores de la filosofJa del Doctor Anglico, se eUpresa, en la tesis eintitrs Q4a diina esenciase nos propone +ien al afirmar que estM constituida, en una conceptuación metafJsica, comoidentificada con la actualidad eercida del ser mismo, o diciendo que es el mismo sersu+sistente, ' por esto mismo se muestra la raNón de la infinidad de su perfección.3l pensamiento escolMstico heredó el tema de la patrJstica griega, en la que la cuestión aparecióen el conteUto del comentario so+re el pasae del FUodo ", 1"#1%. 3n el atecismo de la Iglesiacatólica leemos

Q4a reelación del 0om+re inefa+le Qo so' 3l que So' contiene la erdad que sólo Dios 3S. 3neste mismo sentido, 'a la traducción de los setenta, ' siguindola, la 2radición de la Iglesia, hanentendido el nom+re diino Dios es la plenitud del Ser ' de toda perfección, sin principio ni fin.6ientras todas las criaturas han reci+ido de Fl todo su ser ' su poseer, Fl sólo es su Ser mismo,' es por SJ mismo todo lo que es (nW 1"&.

3n Santo 2omMs, la tesis de que Q3l que 3s es el nom+re mMUimamente propio de Dios esafirmada en S.2h.IX 8u. 1", artW 11, aduciendo el teUto de FUodo antes aludido. 3s inadecuado 'conduce a la inconsistencia en la doctrina sagrada el contemplar con desconfianNa el lenguaemetafJsico so+re Dios que secularmente utiliNaron los Padres ' Doctores de la Iglesia paraeUponer aquel pasae +J+lico.3n Santo 2omMs es inequJoca la decisión ' es tam+in mu' preciso su sentido el primerargumento con que, en el cuerpo del artJculo citado, se reafirma la tesis estM formulado asJ Q3lque 3s es el nom+re mMUimamente propio de Dios primeramente por su significación, 'a que nosignifica forma alguna, sino el mismo Ser, por lo que, por ser el Ser de Dios su misma esencia,lo cual no coniene a ningLn otro ente, es manifiesto que, entre los otros nom+res, este nom+raa Dios de un modo mMUimamente propioY pues cada cosa es denominada por su forma (S.2h.IX8u. 1", artW 11, in c.&.

Si leemos serenamente ' sin preuicios este teUto, eremos que Santo 2omMs no participa enmodo alguno de la tendencia a negar que Dios tenga esencia o a caracteriNar la esencia como talcomo connotando imperfección ' carencia de ser, o incluso nihilidad. Incluso en todo entecreado la forma en cuanto tal dice raNón de acto (De spirit0 Creat0 8u. ?nica artW 1, ad primum&.

1"B




Pero si Santo 2omMs discrepa de cualquier QeUistencialismo que desconoNca la esencia en elente creado ' en el diino, estM tam+in enfrentado a cualquier Qesencialismo, que ha influidotanto en la metafJsica occidental desde que Aicena pensó el Qser como algo so+reenido 'accidental al ente, o desde que el racionalismo fundamentó el ser como constituido por unaeUigencia de la esencia.3l teUto de Santo 2omMs no puede ser pensado como si diera que Dios es un ente Qa se, por lo

que Dios es pensado como Qel ente necesario que, al ser o+etiamente posi+le, eUige, por sumisma esencia, eUistir, como han sugerido a eces algunos suaristas. 2ampoco eUpresaadecuadamente el pensamiento de Santo 2omMs quien afirme que Qal decir que Dios es ens ase, que por sJ, por su esencia, tiene raNón suficiente de SJ mismo, ' que su esencia es la raNónde su eUistencia, decimos todo esto segLn la distinción de raNón (sin fundamento en el Serdiino pero con fundamento en las cosas creadas&, conci+iendo imperfectamente la esencia deDios como anterior a su eUistencia, ' su eUistencia como flu'endo de su esencia, como ha dichoalgLn eminente ' representatio tomista.3ste modo de ha+lar es aeno al pensamiento autntico de Santo 2omMs, que no dice que laeUistencia de Dios flu'a, ni siquiera en nuestros conceptos metafJsicos, de la esencia diina, sinoque dice que la esencia diina es el acto mismo de ser, el ser su+sistente e infinitamenteperfecto.

Para una deducción adecuada de los atri+utos diinos a partir de la definición metafJsica de Dios,es indispensa+le tener presente aquello que, segLn )MKeN, QSanto 2omMs clamafrecuentJsimamente ', a la eN, lamenta+a que Qlos tomistas no quieren oJr que el Ser es laactualidad de toda forma o naturaleNa ' que no se halla en cosa alguna como perfecti+le 'receptio, sino como reci+ido ' perficiente de aquello en que es reci+ido ( n !rimam 8u. ", artW9&. 3s tam+in indispensa+le no olidar que el acto en cuanto tal es comunicatio de sJ mismo, 'que todo agente opera en cuanto es en acto, ' la operación no es otra cosa sino la comunicaciónde aquello por lo que el operante es en acto (De !ot0 Dei 8u. &.Si olidamos esto, la relación entre lo que llamamos QlJnea entitatia ' QlJnea operatia nosllearJa a pensar el ente en cuanto tiene ser como constitutiamente potencial respecto de susactiidades, en cu'o caso no pensarJamos adecuadamente las operaciones diinaspertenecientes a su ida Jntima como constituidas por su ser en acto puro, ni podrJamos

tampoco fundamentar las actiidades ad e3tra de creación ' go+ierno del unierso en laomnipotencia diina constituida tam+in desde la plenitud del Ser infinito que es Dios.0os a'udarM a profundiNar en la comprensión metafJsica ' la coneniencia teológica de definir aDios como Qel mismo Ser su+sistente formular dos o+seraciones que podrJan hacernos sentircierta perpleidad so+re el tema.1. Supuesto que Santo 2omMs afirma que Qlo +ueno dice raNón de perfecto, segLn lo cual esapeteci+leY ', por consiguiente, dice raNón de lo LltimoY por lo que, lo que es Lltimamenteperfecto es dicho simplemente +uenoY pero lo que no tiene la Lltima perfección que de+etener ... no se dice perfecto simplemente, ni +ueno simplemente, sino sólo de algLn modo(secundum quid &. AsJ pues, segLn el primer Ser, que es el su+stancial, algo es llamadosimplemente Qente ' +ueno de algLn modo, a sa+er, en cuanto es ente. Pero segLn el Lltimoacto es simplemente +ueno ' ente de alguna manera (S0Th08 8u. %, artW 1, ad primum&.

Supuesto que, en Dios, no podemos pensar ninguna dimensión que le haga apto o que le de laconeniencia de pasar de una primera perfección a una Lltima ' mMs perfecta plenitud deperfección, ;no serJa mMs adecuado decir que el primer concepto con el que hemos de pensar aDios es el de Q+ueno=, ;0o reconoce Santo 2omMs que Qsólo Dios es +ueno por su esencia(S0Th08 8u. B, artW ", in c.&=, ; que Qla diina +ondad es el fin de todas las cosas ' que Qen elcausar se dice antes lo +ueno que lo que es=, ;0o define tam+in lo +ueno como Qdifusio de sumismo ser ' no proclama, en consecuencia, que Qporque Dios es +ueno, nosotros somos(S0Th08 8u. %, artW 9, ad tertium&=. 2odas estas refleUiones parecen conducirnos a no definir primeramente a Dios como ser, sinoprecisamente como +ueno. 3n Jntima coneUión con esto, estM la que podrJa suscitar en nosotrosel lenguae del 3angelista Huan quien, en su primera carta, dice QDios es Amor ', quienpermanece en el Amor, en Dios permanece, ' Dios en l (IX Ioh. 9, 1B&. ;0o ha+rJa que er enesto una definición de Dios definitiamente perteneciente a la 0uea AlianNa ' superadora de loque hallamos en el FUodo, donde Dios dice de SJ mismo Qo so' 8uien so'=So+re la primera pregunta planteada, la que nos initarJa a reconocer la primacJa del +ien so+reel ser en nuestro lenguae so+re Dios, tendremos, en primer lugar, que reconocer que, para

1"!




Santo 2omMs, como notó el gran comentarista a'etano, Qel ente se conierte con lo +ueno, ala eN que adertir que si +ueno es lo perfecto ' que, por ser perfecto, es apeteci+le, estaapeti+ilidad carecerJa de sentido ' de atractio si no fuese lo perfecto en sJ mismo perfectio, esdecir, perfectio de lo otro a modo de fin, comunicatio de sJ mismo. AsJ, Santo 2omMs ha+la deDios como Qla misma esencia de la +ondad.3l acto puro del ser es mMUimamente comunicatio de sJ mismo, ' tam+in en la analogJa del

ente que participa de lo +ueno con respecto del +ien fundante ' participado por las criaturas,que es Dios, es de la naturaleNa del acto mismo, es decir, del ser mismo, el que se comunique asJ mismo.4a comprensión del ente como +ueno es la mMs perfecta ' profunda en el orden mismo teortico' contemplatio. Santo 2omMs dice que Qporque Dios entiende perfectamente, entiende el ente

untamente con su raNón de +ien ' caracteriNa el +ien diino como el o+eto supremo delentendimiento especulatio humano ', por ello, apto para dar al hom+re su felicidad plena en sucontemplación.4o que no puede hacerse si se quiere ser fiel a Santo 2omMs es moerse en un terreno queafirme la primacJa del Q+ien mMs allM de las esencias, ni conertir el ser diino, la mismaesencia de la +ondad, en una Qsuprema idea del +ien. 4a idea del +ien se coloca en un planointelectual o Qestimatio, pero no es ista la +ondad como la perfección ' actualidad de lo que

tiene serY ninguna captación de alores podrJa fundamentar lo que Santo 2omMs llama Qelmoimiento de la criatura racional hacia Dios.Reconocer, con Santo 2omMs, la primacJa del +ien en el orden de la causalidad, puesto que el fines la causa de las causas, no puede confundirse con suponer que sea legJtimo pensar en un +iendiino en el que la perfectiidad no consista en la comunicatiidad de la perfección, ni conce+iruna apeti+ilidad, de +ase, primeramente, oluntarista, sin reconocer que la seriedad 'consistencia de la oluntad del fin presupone que ste es apeteci+le porque es en sJ mismoperfecto ', por ello, eficaNmente perfectio.Dante descri+Ja la isión +eatJfica como Q4uN intelectual llena de Amor, QAmor del erdadero+ien. )ien erdadero no puede serlo sino lo que es en sJ mismo ' a+solutamente, con uncarMcter a+soluto, fundante de su apeti+ilidad para el sueto que +usca, en su posesión, superfección ' felicidad. )ien por esencia no podemos reconocerlo en Dios si no reconocemos en Fl

la plenitud de perfección, la plenitud del Ser.3n cuanto a la segunda cuestión suscitada por la profundJsima llamada del Apóstol Huan a creeren Dios como Amor, Santo 2omMs, que cita el teUto de Huan (S0Th08 8u. C, artW 1, sed contra&,' que contempla desde el orden de las cosas creadas el Amor de Dios como Qinfundiendo 'creando la +ondad en las cosas (S0Th08 8u. C, artW , in c.&, fundamenta la afirmación de laeUistencia del Amor en Dios en la necesidad de afirmar en Fl la oluntad que necesariamentepertenece a todo ente que tiene entendimiento IS0Th08 8u. C, artW 1, in c.&.4a tentación de descalificar como contaminada de intelectualismo aristotlico la argumentacióndel Doctor Anglico, coneUa con la de er el Qo so' 8uien so' del FUodo como algo a superarcomo eterotestamentario, distrae la atención de la desacertada perspectia en que se situarJaquien no adirtiese que la definición metafJsica de Dios como acto puro ' su+sistente de serli+era a nuestro pensamiento filosófico de llamar Qdiino algo acJo ' a+stracto carente de la

suprema perfección del carMcter personal. Adirtamos que, en el teUto de 6oiss, encontramosuna respuesta en que el Dios de Israel, el Dios de A+raham, Isaac ' Haco, dice Qo so' 8uienso'. Precisamente, es en la escolMstica de Santo 2omMs que ha+rJa de reconocer, en esto,heredera de la patrJstica griega ' de San AgustJn# encontramos eercido en unidad la iencia 'la fe en el QDios de los filósofos ' el QDios de A+raham, Isaac ' Haco+.4a interpretación del ser su+sistente es de una metafJsica eleadJsima ' rigurosamente filosófica,pero esta misma conceptuación da fundamentación coherente a la tesis de que 8uien dice de SJmismo Qo so' 8uien so' es Alguien en 8uien podemos reconocer, como en el primeranalogado, la erdad de que Qel ser consciente de sJ mismo no es sino su+sistir en sJ mismo. 3sdecir, que el Dios que erdaderamente ha+la a 6oiss es erdaderamente un ente personal,Aquel a 8uien toda la reelación +J+lica presenta como Qli+remente creador ' Qso+erano delunierso, proidente, que promete ' cumple sus promesas a los hom+res, dichas a losPatriarcas de Su pue+lo.4a Pala+ra reelada nos sorprende e ilumina el que dice de SJ mismo Qo so' 8uien so'. DirMs alos hios de Israel Qo so' me enJa a osotros tam+in se nos reela diciendo a Otro, otro serpersonal Q2L eres 6i Gio, o te he engendrado ho'.

1"




0inguna seriedad ha+rJa en el lenguae so+re el Amor diino si ignorMsemos que el Amorpertenece a la ida personal, mMs aLn, a la ida interpersonal que nos reela el misteriotrinitario. 4a empresa especulatia que a de la patrJstica a la escolMstica nos muestra que elreconocimiento de Dios como plenitud de ser en acto puro nos da raNón de que lo podamosconce+ir como iiente, inteligente, amante ' donador de sus +ienes con so+erana li+eralidad.Sólo el pensamiento de Dios como iiente con ida personal puede poner en continuidad '

congruencia la metafJsica humana so+re lo diino con la recepción humana de la comunicacióndiina de Su pala+ra reelada a los hom+res, ' de Su Amor infundido en los hom+res.


1"$




PARA LA META(ÍSICA DE LA PERSONA< S"STANCIA. ACCI=N. RELACI=N

Se dan, en la actualidad, tendencias que podrJan ser confusas, que tienden a ignorar, en elconcepto de persona, su su+stancialidad, para poner en primer plano la operación o la relación.3n su doctrina so+re la persona, Santo 2omMs desarrolló ' puso en el nLcleo mismo de susJntesis teológica ' filosófica, la profunda ' grandiosa ela+oración especulatia que San AgustJnha+Ja realiNado en sus li+ros De Trinitate. -idelJsimo a su pensamiento, reafirmó que losnom+res propios de las personas de la 2rinidad significan relaciones, mientras, como SanAgustJn, afirma+a que el trmino Qpersona no significa por sJ mismo algo relatio, sino larealidad en sJ, a+soluta, de cada una de las personas

Q2oda esencia que se dice relatiamente es tam+in algo fuera de la relación, algo no relatio...si no eUistiese Qel hom+re, es decir, si no eUistiese como su+stancia, no eUistirJa como relatio asu seKor... si el Padre no es en SJ mismo, no ha' nada que pueda ser dicho de Fl comorelación... en ningLn modo se ha de creer que Padre no signifique en sJ algo a+soluto, sino que

todo cuanto de Fl se predica diga relación al Gio (De Trinitate, li+. /II, cap. 1, nW &.3n San AgustJn todaJa queda+an planteadas ' sin resoler dos preguntas capitales. 4a primera,la legitimidad de que pudiese usarse en plural, en lo diino, el trmino Qpersona, siendo asJque, por su carMcter de esencia en sJ a+soluta, parecerJa o+ligado reconocer la unicidad de esetrmino como lo es el de todos los trminos comunes a las tres diinas personas. si,reconociendo que el Padre, el Gio ' el 3spJritu Santo son sa+ios ' omnipotentes, no podemosdecir Qtres omnipotentes, sino Qun Lnico omnipotente por qu no nos erJamos o+ligados,consecuentemente, a no decir Qtres personas, sino Quna sola persona, cuando ha+lamos delPadre, el Gio ' el 3spJritu Santo.Otra cuestión, coneUa con esta, queda+a planteada ' sin resoler en San AgustJn la del distintosignificado de los trminos con que los griegos ha+la+an de una ousia ' de tres h"póstasis. SanAgustJn dice Q0o s qu diferencia quieren er entre ousia e h"póstasis (De Trinitate, li+. /,cap. , nW 1C&. 3ste uicio de San AgustJn hu+iese prolongado, para los siglos siguientes, latensión polmica que, en el s.I/, oponJa los Padres latinos a los griegos.3n cada una de estas cuestiones Santo 2omMs aportó un considera+le progreso. 3l trmino

Qpersona no significa un concepto uniersal de naturaleNa, predica+le de muchos suetos. Por elcontrario, significa directamente los indiiduos su+sistentes de naturaleNa racional, comoindiiduos su+sistentes, ' su aparente uniersalidad proiene de que los significa de un modoago e indeterminado QAlgLn hom+re significa la naturaleNa, o el indiiduo por la parte de lanaturaleNa, con el modo de eUistir que compete a los singularesY pero este nom+re Qpersona noes impuesto para significar el indiiduo por parte de la naturaleNa, sino para significar unarealidad su+sistente en tal naturaleNa. Pues esto es comLn en el concepto a todas las personasdiinas, que cada una de ellas su+sista en la naturaleNa diina distinta de las otras. asJ, estenom+re es conceptualmente comLn a las tres personas (S0Th08 8u. "C, artW 9, in c.&.3n cuanto a la legitimidad del trmino griego h"póstasis, utiliNado en plural, ' su diferencia

significatia con ousia, de la que se afirma ser una ' comLn a las tres personas o h"póstasis,Santo 2omMs toma una actitud decidida QasJ como decimos nosotros, en lo diino, pluralmente

Qtres personas, asJ los griegos dicen Qtres h"póstasis, pero porque el nom+re de Qsu+stanciaque, segLn la propiedad de las pala+ras, significa lo mismo que h"póstasis, es equJoco entrenosotros, porque significa a eces la esencia ' a eces la h"póstasis, prefirieron los latinostraducir h"póstasis por Qsu+sistencia mMs que por Qsu+stancia (S0Th08 8u. $, artW , in c.&.3n otros pasaes, atri+u'e el hecho de que los latinos no digamos Qtres su+stancias, al ha+larde las personas diinas, a la ma'or po+reNa de la lengua latina. Santo 2omMs tiene mu' claroque Qpersona significa la su+stancia indiidual, que es la h"póstasis, que se predicapluralmente, como es patente por el uso de los griegos (De !ot0 Dei 8u. $, artW B, ad primum&.Ge aquJ la argumentación de Santo 2omMs para fundamentar su actitud

QSu+stancia se dice en dos sentidos como quiddidad de la cosa, significada por la definición,

segLn la cual decimos que la definición significa la su+stancia de la cosaY la cual su+stancia losgriegos llaman ousia, ' nosotros podemos llamar esencia (lo que decimos tam+in su+stanciasegunda&. De otro modo, se dice su+stancia al sueto que su+siste en el gnero de la su+stancia. esto, ciertamente, se puede significar con un nom+re que signifique la misma intención

19C




significatia, ' asJ le llamamos Qsupuesto (es decir, el sueto de cualquier afirmación quehagamos so+re l& lo llamamos tam+in con tres nom+res que significan la realidad, como soncosa natural, su+sistencia e h'póstasis, segLn una triple consideración de la su+stancia asJnom+rada (es decir, como su+stancia primera&. SegLn que eUiste en sJ ' no en otro, se le llama

Qsu+sistente, pues decimos que su+sisten las cosas que eUisten en sJ, ' no en otra cosa. SegLnque se supone a una naturaleNa comLn, se le llama cosa naturalY asJ, el hom+re es una realidad

natural. SegLn que se supone a sus accidentes, se dice h"póstasis o su+stancia. 4o que estostres nom+res significan comLnmente en cualquier gnero de su+stancias, esto mismo significa lapersona en el gnero de las su+stancias racionales (S0Th08, 8u. $, artW , in c.&.4a identidad ' permanencia su+stancial es condición de posi+ilidad de la conciencia de sJ, delrecuerdo del pasado, del pro'ecto del futuro ' de todo reconocimiento interpersonal queposi+ilita el diMlogo ' el amor de amistad entre personas.Ge aquJ cómo remuee Santo 2omMs, en la afirmación del ser diino, la dualidad entre uncam+io sucesio ' lo permanente del sueto del cam+io para hacer posi+le la afirmación de lapermanencia su+stancial de la operación Q3n cualquier operación, el operante permanece,aunque a eces la operación sea transitoria sucesiamente por lo que, tam+in en elmoimiento, lo móil permanece, l mismo, en el curso de todo el moimiento... pero, donde laacción es el mismo agente, es necesario que allJ nada sea transitorio sucesiamente, sino

simultMneo ' permanente (8 Contra 2entes, cap. $$&. Santo 2omMs fundamenta la tesis deque la suma asimilación del hom+re a Dios se da segLn una operación en que Qla su+stancia deDios es su acción (S0Th08 8u. %%, artW , ad tertium&.SerJa precipitado leer esto cual si pudisemos apo'ar una lectura Qactualista del propio Santo2omMs. Su pensamiento es inequJocamente fiel a la tesis de que, al elearnos analógicamentehacia Dios, sólo quedan en nuestro pensamiento la predicación segLn la su+stancia ' lapredicación segLn la relación (ase i&ro de las Sentencias, in IX, D. , 8u. 9, artW "&.2odo lo que se puede afirmar de Dios con analogJa propia ' no metafórica pertenece a la lJneade los predicados trascendentales, referentes a la entidad, la unidad, la erdad ' el +ien, a losgrados de perfección del ser #asJ todo lo referente a la ida ' al conocimiento, en su gradosupremo, es decir, a la ida intelectual# o a las cualidades pertenecientes a la ida del espJritu,como facultades, hM+itos #asJ la ciencia ' la irtud# ' operaciones, remoiendo siempre toda

dimensión de potencialidad, ' el carMcter propio del predicamento de cualidad, para no afirmarsino lo especJfico como perteneciente a la actualidad del iiente espiritual. Pero todos losnom+res diinos trascendentales, grados de ser, operaciones inmanentes de la ida del espJritu,han de ser pensados sustantiamente no podemos pensar a Dios como un uniersal o como unanMlogo, sino que sólo podemos ha+lar de l como Qprimer analogado, mMUimo ' primer ente,iiente, inteligente, si lo pensamos como personal. 4a reelación nos o+liga a pensar a Dioscomo siendo, en simplicJsima unidad de esencia, un solo Dios en tres personas.Al pensar en Dios, si seguimos fieles al pensamiento de Santo 2omMs, lo pensaremos comosu+stancial, a la eN que nom+raremos las tres h'póstasis diinas como relacionesY siguiendo latradición surgida en San AgustJn, ' cu'a ela+oración culminó en Santo 2omMs, pensaremos laoposición relatia Lnica segLn la que hemos de afirmar la distinción real de las diinas personascomo fundada en aquellas operaciones de la ida, en su niel sumo e infinito, el 3ntender eterno

' generante, ' el Amor infinitamente efusio ' donante, que llamamos diinas procesiones.omo que, remoidos en la acción todo cam+io ' transitoriedad, ' reconocido su carMcterpermanente ' su+stancial, no queda, en nuestro concepto, otra cosa que afirmar sino la mutuarelación entre Aqul de 8uien procede ' Aquel que procede, resulta que, en nuestrasafirmaciones so+re el misterio trinitario, nos moemos siempre sólo en la lJnea de la afirmaciónde la su+stancia, de la operación ' de la relación.Persona e h'póstasis es una su+stancia indiidual de naturaleNa racional. 4o que en Dios implicala afirmación del carMcter su+sistente de las relaciones que distinguen ' constitu'en cada una delas personas Q4a relación, en lo diino, no es como un accidente inherente en el sueto, sino lamisma esencia diina, por lo que es su+sistente, asJ como su+siste la esencia diina. AsJ como ladeidad es Dios, asJ la paternidad diina es Dios Padre, que es una persona diina. AsJ, pues, lapersona diina significa la relación en cuanto su+sistente. esto es significar la relación encuanto su+stancia, que es la h'póstasis su+sistente en la naturaleNa diina, aunque losu+sistente, en la naturaleNa diina, no es otra cosa que la naturaleNa diina (S0Th08 8u. $,artW 9, in c.&.

191




QPor ser la persona su+stancia indiidual de naturaleNa racional, lo que estM fuera de lasu+stancia no puede constituir la persona... Pero, en lo diino, la relación misma es la diinaesenciaY ', por esto, lo que por ella es constituido sea una personaY pues si la paternidad no seidentificase con la esencia diina, de ningLn modo el nom+re de Padre significarJa la persona(De !ot0 Dei 8u. 1C, artW %, ad duodecimum&.4a inequJoca afirmación de Santo 2omMs del carMcter permanente, su+sistente, su+stancial, en

sJ a+soluto, de las diinas personas, lo que afirma fidelJsimamente conforme a la posición de SanAgustJn, +rilla, concretamente, en la precisión con que relaciona, afirmMndolos en su identidadreal ' ordenMndolos en su contenido conceptual, los conceptos de persona, procesión ' relación.ada una de las personas tiene un nom+re de carMcter relacional porque, en lo diino, larelación, por identificarse con la su+stancia, es su+sistente, distinta de las otras por la oposiciónrelatia. 3sta distinción real, por la realidad de las relaciones entre sJ opuestas, en la unidadsimplicJsima de la esencia diina, despus de siglos de ardua ela+oración teológica, pasó a serconfirmada con la certeNa de una erdad teológica cierta, coherentemente insepara+le con elmisterio reelado, en la formulación

Q3stas tres personas son un Lnico Dios, no tres dioses... todas las cosas son uno (en Dios&,donde no o+ste la oposición de relación (oncilio de -lorencia, Decreto por los Haco+itasY DS nW1""C&.

0o ha' mMs que distinciones conceptuales entre las procesiones, las relaciones ' las personas.4a procesión se identifica con la relación, que conce+imos como en ella fundada ' de ellaresultante la generación del Gio por el Padre se identifica Qactiamente con la paternidad delPadre ' Qpasiamente con la filiación del Gio. 4a espiración actia del 3spJritu Santo por elPadre ' el Gio se identifica con ellos como Lnico principio. 4a espiración Qpasia del 3spJrituSanto se identifica con la donación que refiere el 3spJritu Santo al Padre ' al Gio como aprincipio. Al ha+lar de Qgeneración o de Qespiración pasia no podemos entender ningunacapacidad receptia, que implicarJa potencialidad en las personas procedentes. AsJ se plantea lao+eción contra la doctrina so+re las procesiones trinitarias

Q2odo lo procedente de otro reci+e algo de l. Pero lo que reci+e algo tiene una naturaleNaindigente. De aquJ que, en las cosas naturales, la receptiidad se atri+u'e a la materia. 3n lodiino, no ha' indigencia alguna, sino perfección suma, luego no ha' en Dios procesiones.

Ge aquJ cómo responde Santo 2omMs a la o+eción planteada Q8uien reci+e, antes de reci+ir tiene indigenciaY pues reci+e para colmar su indigenciaY despusde ha+er reci+ido, 'a no tiene indigencia, pues tiene aquello de que era indigente. Si ha' algoque no preeUiste a la recepción, sino que siempre eUiste en el ha+er reci+ido, ste de ningLnmodo es indigente. Pero el Gio no reci+e del Padre que, primero, no teniendo, sea despus8uien reci+eY sino que tiene del Padre lo mismo que es. Por lo cual, de ningLn modo esindigente (De !ot0 Dei 8u. 1C, artW 1, ad decimum tertium&.Ge aquJ una nuea o+eción que parecerJa faorecer al arrianismo

Q4o que no tiene algo sino en cuanto que lo reci+e de otro, considerado en sJ mismo carece deaquello... asJ, pues, si el Gio ' el 3spJritu no tienen ser, sino por cuanto lo reci+en del Padre, esnecesario que, considerados en sJ sean nada. 4o que en sJ es nada, si tiene ser de otro esnecesario que sea de la nada ' que sea criatura... lo que es propio de la impiedad arriana.

4uego, en las cosas diinas no se da procesión.Ge aquJ la respuesta QGa' que responder que el Gio, considerado en SJ mismo, segLn lo que tiene a+solutamente,que es la esencia del Padre, segLn lo cual no es la nada, sino algo uno con el Padre. SegLn quese refiere al Padre, le conce+imos como reci+iendo el ser del PadreY luego tampoco asJconsiderado es nadaY ', asJ, en modo alguno tiene sentido decir que el Gio es nadaY serJa, en sJconsiderado, nada si hu+iese en Fl algo a+soluto distinto del Padre, como se da en las criaturasSanto 2omMs afirma, pues, sin equJoco ni confusión posi+le, lo a+soluto, idntico con la esenciadiina, que es comLn con el Padre, de las personas del Gio ' del 3spJritu santo. 6Ms aLn,precisamente en el supuesto de que las relaciones son constitutias de las personas, lo son encuanto idnticas con la diina su+stancia ' no formalmente en su referencialidad a otro

Qentendemos la relación misma como constitutia de la personaY lo cual no tiene, en cuanto esrelaciónY lo que es patente porque Qpersona es algo su+sistente... la relación en las cosasdiinas es constitutia de la persona en cuanto que, por ser una relación de naturaleNa diina, seidentifica con la diina esenciaY pues la relación puede constituir las h'póstasis diinas porquerealmente es la misma naturaleNa diina (De !ot0 Dei 8u. 1C, artW ", in c.&.

19




4as relaciones se identifican con las personas, a las que constitu'en en cuanto sonidnticamente la esencia diina, ' distinguen en cuanto relaciones./amos a er en Santo 2omMs la formulación precisa de la cuestión del orden conceptual peroirrenuncia+le con que de+emos pensar estos conceptos. Santo 2omMs dice que hemos de afirmarque, en Dios Padre, eUiste la potencia generatia. Se trata de una potencia actia, en la quenada ha' de potencialidad pasia.

3l concepto de potencia generatia paterna, por referirse a su ser principio de la generación delGio, contiene en sJ un carMcter relacional que lo inclu'e entre lo que Santo 2omMs llama

Qnocional, es decir, conceptos que, sin significar las personas en cuanto tales, ni las relacionesque las constitu'en ' distinguen, no se dan en el orden de lo esencial, a+soluto ' comLn a lastres diinas personas, sino que piensan alguno de los atri+utos esenciales en cuanto pertenece auna persona ' a sus operaciones referentes a las procesiones de una persona respecto de otra.4a potencia generatia se conci+e como principio del acto generador que es la diina procesióndel Gio nacido del Padre. , en el Padre, como el principio de la generación actia por el queafirmamos que eternamente engendra al Gio, de la misma naturaleNa que el Padre, nacido delPadre antes que todos los siglos.Santo 2omMs se plantea la o+eción segLn la cual carece de sentido afirmar la potenciageneratia del Padre porque los trminos Qgeneración e QGio se dicen, en lo diino,

relatiamente, ' no puede ha+larse de potencia respecto de ellos ni incluirla +ao laomnipotencia diina, porque dice en la o+eción, apo'Mndose en un teUto de la Física deAristóteles, 4i+. /, cap. 1 que

Q4a relación no puede ser trmino de un moimiento por sJ misma ', por consiguiente, tampocode una acción. asJ tampoco puede ser o+eto de una potencia, a la que nom+ramos porrespecto a una acción. Responde a esta o+eción, sin discutir la afirmación aristotlica quecomparte, diciendo que Q4a generación del Gio significa la relación por modo de acción, ' alGio por modo de h'póstasis su+sistente (De !ot0 Dei 8u. ", artW %, ad octaum&.omparte la posición aristotlica la generación no tiende a la relación de los hios a sus padres,sino al nacimiento de los hom+res, que son sus hios. 3n el 3angelio se nos ha+la de la muerque se alegra porque Qha nacido un hom+re en el mundo. 4a relación en cuanto tal no eseficiente ni el efecto propio de una acción.

onceptualmente, hemos de poner primero las procesiones que las relaciones, la generación porel Padre antes que su paternidad respecto del Gio ' la filiación del Gio respecto de FlY laespiración por el Padre ' el Gio como anterior a la relación que, en cuanto idntica con la diinaesencia, constitu'e la persona del 3spJritu Santo como DonY por lo que hemos de pensar el3spJritu Santo referido, como Don ' Amor espirado, al Padre ' al Gio. Ge aquJ las precisionesque formula Santo 2omMs so+re este orden conceptual entre las procesiones ' las relaciones

Q3ntendemos de distinta manera, segLn que entendemos la relación en cuanto es constitutia dela diina persona o pensamos la relación como relación. AsJ, nada impide que, segLn unamanera de entender, la relación presuponga la procesión, pero, en cuanto a otro modo deconce+ir, es a la inersa ha' que decir que, si se considera la relación en cuanto relación,presupone el concepto de procesión(AsJ, la generación del Gio por el Padre se presupone a las relaciones de paternidad ' filiación&.

QPero si se considera la relación en cuanto es constitutia de la persona, asJ la relación queconstitu'e la persona de la que es la procesión es anterior, en nuestro concepto, que laprocesiónY asJ, la paternidad, en cuanto constitutia de la persona del Padre, esconceptualmente anterior que la generación.(3n este sentido, Santo 2omMs, en el pasae paralelo de la Suma 2eológica (S0Th08 8u. 9C, artW9, ad primum&, dice que QSi pensamos el Padre como significando su relación al Gio,tendrJamos que decir que porque engendra es Padre, pero si pensamos el nom+re comosignificando la persona su+sistente, tendrJamos que decir que porque es Padre engendra&.

QPero la relación que es constitutia de la persona procedente es conceptualmente posterior,incluso en cuanto es constitutia de la persona, a la procesiónY asJ como la filiación es posteriorconceptualmente a la natiidad. esto, porque la persona procedente ha de ser entendida comoel trmino de la procesión (De !ot0 Dei 8u. 1C, artW ", in c.&.4a primacJa conceptual proclamada por Santo 2omMs entre la paternidad en cuanto constitutiade la persona, de la que la reelación +J+lica ha+la como Qel Dios ' Padre, so+re la generación,fundante de la relación de paternidad al Gio, nos llea a recordar la afirmación, por Santo

19"




2omMs, de la potencia generatia del Padre como constituida por la comunicatiidad del actopuro cu'a naturaleNa es que se comunique a sJ mismo en cuanto que es posi+le.Recordemos que en este principio se fundamenta que, en el que es Principio de toda ladiinidad, el entender sea, en el Padre, el eterno decir del /er+o que, por ser el entendimiento ladiina naturaleNa, es eternamente generante del /er+o e Gio, del que decJa San AgustJn que Qesdicho /er+o por lo mismo que es dicho Gio. Porque la comunicación intelectual ' locutia de la

diina naturaleNa es, formalmente, la generación del Gio de Dios (cfr. De !ot Dei 8u. , artW 1&.3s por la fecundidad ital infinita del acto puro en la lJnea intelectual, por la que podemosreferirnos al /er+o e Gio como 4uN de 4uN, nacido del Padre antes que todos los siglos, Giounignito de Dios, de la misma naturaleNa que el Padre, Dios de Dios, que la reelación delmisterio nos propone a nuestra fe ' que la raNón al sericio de la fe puede eUpresar ha+lando delsurgir el Acto del Acto (cfr. % Contra 2entes, cap. 11&.3l misterio de la fecundidad generatia del Dios iiente es, tal eN, el aspecto del misteriodiino que, reelado mMs plenamente en el 0ueo 2estamento, ' particularmente en el3angelista Huan, quedó mMs ' mMs oculto en el pensamiento religioso de 6ahoma quien, en elorMn, dice QDios no puede tener hios. 4eos de Su gloria tal +lasfemia (cap. 1$, nW "B&.

QDicen Dios tiene un Gio. Por Su gloria, no, decid mMs +ien Q2odo lo que ha' en los cielos ' enla tierra le pertenece ' le o+edece (cap. , nW 11C&. Q0o le sienta +ien al 6isericordioso tener

un Gio, porque todo lo que eUiste en los cielos ' en la tierra le sire (cap. 1$, nW $#$"&.omo emos, en el orMn se eUclu'e no sólo la filiación eterna del Gio de Dios, sino tam+in laadopción filial, en el tiempo, de seres personales creados, a los que Dios comunica li+eralmentela participación de su ida. 3n el lenguae de 6ahoma estM ausente ' eUplJcitamente negado elcarMcter ital ' generosamente comunicatio de ida de la generación. 3sta erdad que estM enel nLcleo de la reelación +J+lica ' culmina en los 3angelios ' en los Apóstoles.3n Santo 2omMs estM pensado con tan sencilla su+limidad que no puedo resistirme a initar aquienes ha'an leJdo estas pMginas a +uscar el contacto directo con los teUtos citados ' todos losque, coneUos con ellos, nos initan a contemplar el eterno nacimiento del Gio, Dios 0acido, ' laeterna espiración del espJritu Santo, Dios Dado.Al ha+lar del Dios 0acido ' del Dios Dado hemos de recordar lo dogmMticamente definido en elI/ oncilio de 4etrMn, contra quienes tendJan a no reconocer, en la esencia diina, otra unidad

que la que tiene una esencia uniersal inteligi+le, predica+le de muchos. Sólo serJan realidadesdiinas cada una de las tres personas, pero la esencia diina no tendrJa otra comunidad que lade un concepto esencial uniersalmente predica+le

Qreemos ' confesamos que eUiste una realidad suma que erdaderamente es el Padre, el Gio 'el 3spJritu SantoY las tres personas simultMneamente, ' singularmente cada una de ellasY ', poresto, en Dios se da sólo 2rinidad, pero no cuaternidadY porque cualesquiera de las tres personases aquella realidad, a sa+er, la su+stancia, la esencia o la naturaleNa diina... ' aquella realidadno es generante, ni generada, ni procedente, sino que es el Padre que engendra, ' el Gio quees engendrado ' el 3spJritu Santo que procede de modo que las distinciones estMn en laspersonas, ' la unidad en la naturaleNa (DS nW C9&.3stamos ante una definición dogmMtica a cu'a ardua ' difJcil comprensión sire eficaNmente lacerteNa teológica a que antes nos hemos referido en Dios Qtodas las cosas son una, donde no

o+ste la oposición de relación. 3sta fórmula del oncilio de -lorencia (DS nW 1""C& afirma)artolom 6arJa :i+erta que ofrece un mMUimo eemplo de conclusión teológica cierta definidacomo tal.8uien, por capricho o por seguir la moda de la modernidad anti#escolMstica ' anti#dogmMtica, sesienta incompati+le con la su+stancia ' con la relación se encontrarM en la situación a que aludJaSan PJo :, en $ de a+ril de 1$19, en el .ottu proprio Doctoris Angelici que, perertido aquelloque es capital en Santo 2omMs, que es Qfundamento de toda ciencia natural ' diina, se seguirMque los que estudien las disciplinas sagradas ni siquiera entiendan el sentido de las pala+ras conlas que el 6agisterio de la Iglesia propone los dogmas reelados por Dios (A.S.S. /I, 1$19, ""B#"91&.Ge notado, en otro momento, que incluso en aquellas distinciones conceptuales a las que noreconocemos fundamento en Dios mismo, por tener su origen en estructuras de finitud 'potencialidad en el ente creado, no podemos pensar adecuadamente alterando el orden eUigidopor lo que los conceptos mismos contienen no podemos decir QDios es 3l que es porque esconsciente de SJ mismo, aunque pretendamos que esto lo deducimos de la afirmación de Santo2omMs que hace consistir la refleUión so+re SJ mismo en la su+sistencia en SJ mismo. 3l Ser da

199




raNón del conocerse pero, si quisiramos afirmar el Ser como constituido por el conocerse,estarJamos en las antJpodas de la metafJsica de Santo 2omMs ' de la erdad filosófica.Ga' que decir lo mismo so+re aquellas distinciones conceptuales que no son QirtualeseUtrJnsecas, sino que tienen su fundamento en la misma realidad diina so+reeminente alhoriNonte predicamental. 4os conceptos de lJnea a+soluta ' los conceptos de Qsentido relatiodifieren en su misma inteligi+ilidad, ' aunque afirmemos que en Dios las relaciones que, por

ser su+sistentes, constitu'en las personas# son idnticas a la esencia diina en cada una de laspersonas, hemos de mantener firmemente la distinción conceptual. 0o podrJamos decir Qel Padrees erdaderamente Dios en cuanto que es referido al Gio que engendra, pues la paternidadcomo relación al Gio la hemos de pensar como posterior al acto nocional de la generación. Si nose respeta la inteligi+ilidad propia de la relación en cuanto tal, no sólo no se podrM edificar concoherencia el edificio de una teologJa trinitaria, sino que endrMn a negarse, mMs o menosconscientemente, erdades que pertenecen al mismo misterio reelado so+re Dios uno enesencia ' trino en personas. AdertJa San AgustJn que el trmino Qingnito como propio delPadre tiene el mismo carMcter relatio que el que remuee, es decir, Qengendrado. Si nodistinguimos el carMcter de lo relatio, del que tienen los predicados a+solutos, deducirJamosque, por poder ha+lar con erdad del QDios ' Padre ingnito, no podrJamos reconocer comoDios a 8uien inocamos como QGio engendrado, lo cual era el argumento de los arrianos mMs

eUtremos, los que nega+an incluso toda semeanNa entre el /er+o ' Dios Padre.


19%




EL CAMINO RECTO

QArrio difiere de Sa+elio ' de -otino porque ste afirma que la generación del Gio es anterior al

mundoY pero aqullos niegan que se diera antes de su nacimiento de la /irgen. Sin em+argo,Sa+elio difiere de -otino en que Sa+elio confiesa a risto como erdadero ' natural Dios, perono -otino ni Arrio pues -otino dice que es un Qpuro hom+re ' Arrio lo considera como una

QmeNcla de cierta eUcelentJsima criatura diina ' humana. Sin em+argo, stos piensan que lapersona del Gio es otra que el Padre, lo cual Sa+elio niega.4a fe católica, marchando por el camino de en medio, confiesa, con Arrio ' -otino, contraSa+elio, que es otra la persona del Padre ' la del Gio...Y con Sa+elio confiesa, contra -otino 'Arrio, que risto es erdadero ' natural Dios, ' de la misma naturaleNa que el Padre, aunque noconfiese que sea la misma persona, como hace Sa+elio.on lo cual, tam+in se puede tomar el indicio de la erdad católica pues, como dice Aristóteles,tam+in dan testimonio de la erdad las cosas falsas pues las falsedades no sólo difieren de loerdadero, sino que tam+in se oponen unas a otras mutuamente (Contra 2entes, cap. /II&.3ste clMsico teUto referente a la erdad ' a las falsedades en lo trinitario eUpresa una actitud queSanto 2omMs de Aquino reitera constantemente en toda su tarea en -ilosofJa primera ' en-ilosofJa de la 0aturaleNa, en su concepción so+re el hom+re ' en sus criterios so+re las irtudesmorales ' las pasiones. 2am+in en su modo de conce+ir la relación entre el go+ierno diino,orientado a la salación por la gracia, ' el eercicio del li+re al+edrJo humano, en el que e eldestinatario propio de la acción ' eficacia de la gracia saladora.Si todo cam+iase, como quiso GerMclito, ' no hu+iese que afirmar ningLn sueto, ningunasu+stancia que permaneciese siendo la misma a lo largo del cam+io sucesio, no podrJamosha+lar con seriedad del cam+io mismo, porque nada pasarJa al no ha+er Qquin cam+ie ni Qqucam+ie. 3l aristotelismo puede rechaNar como falso el monismo del deenir heraclitiano ' puederechaNar tam+in como falso el monismo del ser estMtico que pretendJa apo'arse en la oposicióncontradictoria insala+le segLn la cual ha' que decir de todo, o +ien que es, o +ien que no es,mostrando cómo la igencia del principio de no contradicción se sala poniendo en nuestro

lenguae lo que perci+imos ' entendemos darse en la realidad la capacidad del suetopermanente del cam+io para llegar a ser lo que todaJa no es.3l que no sa+e pero tiene capacidad de sa+er, facultades cognoscitias por las que podemos erlo que antes no eJamos ' llegar a entender lo que antes no entendJamos, tiene en sJ,erdaderamente, un Qer ' entender en potencia que es como un Qtrmino medio entre el eren acto ' el a+soluto no er.4as su+stancias naturales, cu'a corrupción ' generación perci+imos, ' cu'os cam+ioscualitatios emos, eUigen, si queremos ha+lar de ellas segLn lo que son, reconocer, entre el seren acto ' el no ser, el ser en potencia, el Qpoder ser, la capacidad de que se les comunique elser.3s frecuente en Santo 2omMs, asJ en teUtos de ciencia sagrada como en teUtos filosóficos, hallarla caracteriNación de la doctrina erdadera como aanNando por un Qcamino recto entre

caminos desiados en sentidos opuestos.3l carMcter sinttico ' armoniNador del pensamiento de Santo 2omMs, que ha sido por muchoselogiado ' estimado mu' positiamente, no ha deado de ser tam+in motio de escMndalo 'ocasión de reacciones cuasi alrgicas. 6e permito llamar la atención so+re la desorientadaacusación de Varl Haspers que, como podrM apreciar el lector, confunde la sJntesis alcanNada porel camino de la analogJa con la Qunificación de los opuestos que han propugnado pensadoresradicalmente opuestos a la tradición de Santo 2omMs. 0os conendrM leer atentamente laspala+ras de Haspers

QSe puede decir, de manera general, que, despus de las conmociones producidas por losgrandes pensadores cristianos, la dogmMtica eclesiMstica procede siempre del mismo modoacepta lo contrapuesto para poder, a continuación, segLn las circunstancias, adoptar uno u otrode los puntos de ista la dogmMtica hace posi+le esto, en primer lugar, por medio de doctrinas

so+re un Qintermediario a partir del cual puedan rechaNarse los trminos polares ', en segundolugar, introduciendo el misterio, cu'o secreto sólo se hace o+eto del pensamiento en aparentescontradicciones en las que se manifiesta. 3sta capacidad para hacerse cargo de lascontradicciones estM presente en todos los procesos llamados comple3io oppositorum

19B




(unificación de los opuestos&. 2anto en la teorJa como en la prMctica la dogmMtica necesita deeste principio de sJntesis, si +ien referido a aquello eUcepcional que sólo es aprehensi+le comomisterio.2enemos, pues, am+as cosas el principio de la ausencia completa de principios en ladeterminación de todas las posi+ilidades ' el impalpa+le punto de unidad incondicional. 3n laapertura hacia todas las cosas, aparentemente sin decisión preia, opera 'a un decisión de

facto asJ se dea li+ertad de moimientos a las argumentaciones hasta llegar a una situaciónconcreta en la que se hace necesaria una decisión, que entonces se impone como definitiaRoma locuta causa (inita. 3mpero, el mtodo del pensamiento eclesiMstico procura dar a supensar, en el seno de su imponente fM+rica, una amplitud de miras lo mMs dilatada posi+le, 'aque la uniocidad ' el endurecimiento tienen como consecuencia el no poderse adecuar a unanuea situación.4a situación tJpica es aquella en que el pensador católico aprehende las diergencias, pero secoloca por encima de ellas, segLn la tcnica de Qni esto ni aquello ' Qtanto lo uno como lo otroYrechaNa, por parcial, la posición presentada, aunque reconociendo en ella un punto de erdad,hace en la alternatia distinciones de los conceptos antes pasadas por alto ', por Lltimo, decide,superando todas las grandes alternatias. Santo 2omMs de Aquino fue el maestro en estemtodo (Varl Haspers a (e (ilosó(ica ante la Revelación trad. espaKola en >redos 1$B, p. B%&.

aricatura malintencionada de los eclecticismos que cree adertir en la polJtica eclesiMstica, esteteUto es eUpresio, para una lectura atenta, de un intencionadamente ocultado pero iolentoresentimiento contra el edificio doctrinal leantado so+re fundamentos ciertos ', desde ellos,superador de los errores que se apo'an en las escisiones ' unilateralismos por los que estamosinclinados a complacernos para lanNar unas dimensiones de la realidad contra las otras.Sencillamente conencido de lo deforme e inusto del uicio de Haspers, he querido citareUtensamente su teUto porque su lectura fue uno de los estJmulos que despertó mi concienciahacia la adertencia de un hecho desconcertante ' nota+le se da, en el hom+re culto e

Qintelectual, un constante riesgo de resentimiento hacia la erdad, tanto mMs eUcitado eindignado cuanto mMs comprensia ' a+ierta a todos los aspectos ' dimensiones de la realidadsea una sJntesis doctrinal erdadera. 3l QespJritu de contradicción, en lo que tiene de pataleta(Jre&equeriaK en lengua catalana& en un hom+re adulto ' culto, es el impulso su+etio de las

opciones doctrinales que traducen una lucha llena de odio hacia lo sinttico ' erdadero ' que secomplacen en caricaturas como la que hemos leJdo en Haspers.Proclamar que Qla gracia no eUclu'e la naturaleNa, sino que la perfecciona #lo que es unprincipio siempre presente en la o+ra de Santo 2omMs# no le llea a negar la situación que, en ellinae humano, deria de la herencia del pecado ' sJ le llea a afirmar que si la 3ncarnaciónredentora se hu+iese diferido hasta el fin de los tiempos Qel conocimiento de Dios ' la reerenciahacia Fl ' la honestidad de las costum+res hu+iese quedado totalmente a+olida en la tierra(S0Th08 8u. , artW B, in c.&. a quien quisiese er en esto algo incompati+le con el tJtulo de Doctor humanus, tan usta '+ellamente atri+uido por Huan Pa+lo II a Santo 2omMs de Aquino, ha+rJa que recordarle que esen el mismo lugar de la Suma 2eológica donde Santo 2omMs nos dice que Qel mismo /er+oencarnado es causa eficiente de la perfección de la naturaleNa humana (i&id0 in c.&. Puesto que

Santo 2omMs es tan claramente opuesto al pelagianismo, ]por lo menos nos diese algunaocasión para que pudisemos imputarle a l errores semeantes a los de )a'o o Hansenio 'pudisemos pensar que sostiene que Qfuera de la Iglesia no se concede gracia alguna(Proposición $ de la Eula Pnigenitus, DS nW 9$&^Puede sorprender ' desconcertar que un autor que pone tan en claro la necesidad de la graciaredentora que nos iene por risto para la eleación diiniNante ' para la perfección humana denuestra naturaleNa, argumente, para negar la licitud de +autiNar a los hios de los udJos ' de losinfieles antes de que tengan propio uicio ' eercicio personal de su li+re al+edrJo# sinconsentimiento de sus padres, o+serando que Qnadie, con el fin de li+rar el alma de la condenaeterna, de+e que+rar el orden del derecho de la naturaleNa, por el cual el hio estM +ao elcuidado del padre (S0Th08 8u. B, artW 1C, ad primum&. 3s decir, Santo 2omMs no aceptaque, para o+tener los fines de la gracia, emprendamos el camino de ignorar el orden natural.A los que se sientan tentados de er, en la doctrina del Qusto medio en las irtudes morales 'en la de la QJa recta entre errores opuestos en el conocimiento de la erdad, natural oreelada, la defensa de la mediocridad o de aquel Qno ser caliente ni frJo maldecido por Dios( Apoc0", 1%#1B& les inito a leer un precioso teUto de >arrigou 4a>range

19!




QSanto 2omMs, eUpresando la doctrina del usto medio racional, ha escrito Q0o podrJa coneniresencialmente a las irtudes de fe, esperanNa ' caridad, que tiene a Dios por o+etoY su medidaconsiste en no tener medida, ' en acercarse siempre mMs a la perfección infinita. oniene, encam+io, esencialmente a las irtudes moralesY pero en ellas no puede darse usto medio racionalque no sea e3tremo, punto culminante en que conergen ' se equili+ran, por encima de lasformas entre sJ opuestas de irracionalidad ' de mal. Dice Santo 2omMs QSi se considera la

irtud moral en cuanto a la pasión que ella regula, consiste en el medio entre el eUceso ' eldefecto de esta pasión. 4a mediocridad moral, por el contrario, no es mMs que un medio entre el+ien, o usto medio erdadero, ' las formas, entre sJ opuestas, del mal. onsiste en quererimponer una medida incluso a las irtudes que no podrJan esencialmente admitirla, las quetienen a Dios por o+eto. Produce hom+res de poca fe, de esperanNa dudosa, de caridad ti+ia.3n el orden intelectual, segLn Santo 2omMs, el usto medio consiste en afirmar lo que es,regulMndose por los primeros principios. 4a mediocridad consiste en regirse por las opinioneseUistentes, erdaderas o falsas, ' en tomar algo de cada una por un eclecticismo ar+itrario, paraconseguir un compromiso entre todas. 3s la esencia del oportunismo. Ga' muchas maneras deser mediocre. Ga' una manera ulgarY pero ha' una manera refleUia ' estudiada de serlo, quesupone un real talentoY +ao esta segunda forma lo mediocre puede enir a ser algo que da almal su apariencia mMs sutil ' profundamente engaKosa (Dieu, son e3istence et sanature BX

edición, 1$B", p. !"&.reo que este esplndido teUto del gran teólogo dominico puede li+rarnos de la tentación dedearnos seducir por las acusaciones de Haspers. Ga' un riesgo constante de confundir con eleclecticismo la amplitud ' poderosa fuerNa sinttica del grandioso sistema de Santo 2omMs. -uenada menos que 3rnst )loch quien inclu'ó el nom+re del Doctor omLn, del Doctor de laGumanidad, entre los filósofos que l tipifica como Qenciclopdico#sistemMticos, entre los quecuenta a Aristóteles, Santo 2omMs, 4ei+niN ' Gegel.ito este testimonio de )loch porque me parece fuerte en la argumentación ad hominem paraquienes, todaJa ho' ' en el mismo campo del pensamiento cristiano, caen en la tentación de

uNgar desde su parcialidad eUtremosa a Santo 2omMs como un Qeclctico mediocre, o quienesdesde la auto#satisfacción de su sistematicismo dialctico no pueden dear de sentirlo,precisamente, como eUtremoso porque se resisten a aceptar que +ao el mMs incondicionado

teocentrismo pueda ca+er, por eUigencia misma de la 3ncarnación redentora, el mMs sincero 'entusiasta respeto por la dignidad ' perfección del hom+re en cuanto tal.

Conclusión

on la presente, conclu'o una primera serie de treinta ' una Aportaciones, ofrecidas por RIIA4en el #spacio para la síntesis doctrinal de Santo Tomás de Aquino. Insisto en su carMcter, que noes siquiera el de ensa'o de presentación de la sJntesis, sino el de estJmulo que inite a otrosmuchos a dar a conocer sus tra+aos, sus estudios ' refleUiones para contri+uir a inestigarla 'descu+rirla en contacto siempre con las o+ras mismas del Doctor Anglico.Siento la necesidad de formular una sugerencia en una dirección concreta la +Lsqueda del lugarque, en el edificio sinttico de la o+ra del Anglico, corresponderJa al tema del pulchrum ' de la

pulchritudo, es decir, de lo +ello ' de la +elleNa.0o puedo olidar que, si mi maestro Ramón Orlandis inspiró ' alentó en nosotros el estudio dela felicidad como plenitud de la ida personal ' de la necesaria pertenencia a ella del amor#sugerencia que puso en marcha el tra+ao doctoral de Haime )ofill# o de la naturaleNa locutiadel acto intelectual lo que me orientarJa en el estudio que se inició con mi tesis doctoral parallear despus a la redacción de So&re la esencia del conocimiento# tam+in insistió en lanecesidad de un estudio comparatio de la 3sttica hegeliana con la aristotlica, al que moJa a2omMs 4amarca #quien, por su muerte demasiado prematura, no pudo llearlo a realiNación.3n su fecundante conersación magisterial, era frecuente la alusión a pasaes de Santo 2omMs odel maestro de ste, Al+erto 6agno, en los que se define lo +ello como Qaquello que deleita alser contemplado (quod vissum placet & #discerniendo el deleite esttico del placer sensi+le 'situMndolo en la lJnea de la perfección del acto de contemplación de la erdad# e insistJa tam+in

en la definición de lo +ello como Qesplendor de la forma, por la que la esencia resplandeceso+re las partes proporcionadas de la materia ' de los elementos potenciales de lo que esesencialmente uno.

19




Si, de este modo, destaca+a ' su+ra'a+a la pertenencia de la estimación de la +elleNa a laperfección misma del acto contemplatio del ente en su erdad, trata+a de hacer comprender,ademMs, aludiendo especialmente a Al+erto 6agno, una afirmación de ste que con frecuenciarecorda+a QPor este esplendor, el ente erdadero se hace refulgente, incandescente, ' asJ, pasaa ser conce+ido +ao raNón de +ueno (scandescit et accipitur su& ratione &oni &.Al constatar la imposi+ilidad de que nuestros contemporMneos se sientan concernidos por la

normatiidad tica de una 4e' que les ha+le del de+er, es urgente recordar, en el nLcleo mismode la doctrina moral de Santo 2omMs, que, si el hom+re puede sentirse Qde+iendo o+rar de unmodo determinado es en la medida en que alcanNa a Qsentir todo aquello a que estMnaturalmente inclinado como +ueno ', por consiguiente, como de+iendo ser +uscado en laacción. Q3l hom+re aprehende como +ienes humanos ' de+iendo ser realiNados aquellos a que sesiente inclinado por su naturaleNa.Al formalismo de la norma, propio de una tica racionalista, hemos de oponer el atractio del+ien en sJ mismo, Lnico capaN de fundar la seriedad de lo moralmente legal. Pero la anterioridadfundante de la refulgencia e incandescencia de lo erdadero en que consiste la +elleNa del enteerdadero es condición constitutia de que lleguemos a aprehenderlo como +ien, atractio 'naturalmente desea+le. 3n la atracción del ente como +ueno estM constitutiamente presente elresplandor refulgente e incandescente de la +elleNa.

2al era la conicción de nuestro maestro Ramón Orlandis, que aquJ he recordado como initacióna una de las mLltiples pero coherentes direcciones en que se podrJa aanNar para el deseadoredescu+rimiento de la autntica sJntesis de Santo 2omMs.Personalmente, dir sólo que esta trascendentalidad de lo +ello ' su condición de constitutiopreio de la comprensión del +ien parece eUplicar fundadamente que nadie se atreerJa a eUcluirde la historia de la plegaria litLrgica la sugestia +elleNa del canto gregoriano, de la polifonJaclMsica o de las eUpresiones musicales de la religiosidad humana en los grandes genios del+arroco musical, ni podrJa considerar que es eUtrJnseco a la historia de la humanidad cristiana eleUpresio mensae iido a tras de los siglos en la arquitectura, la escultura o la pinturapresente en los templos. ;8uin podrJa comprender el espJritu religioso de los orientales sinconmoerse ' participar del su+lime deleite de la contemplación de los iconos de risto, de6arJa, la 6adre de Dios, o de los Santos=


19$




ÍNDICE

SI0OPSIS..........................................................................................................

APOR2AIO03S PARA 4A S5023SIS DO2RI0A4

D3 SA02O 2O67S D3 A8*I0O.............................................................................9

Ramón Orlandis Despuig S.H. ...........................................................................................9-rancisco anals /idal ....................................................................................................%

SA02O 2O67S D3 A8*I0O..................................................................................

3:2RA2OS D3 4AS APOR2AIO03S PR3S302ADAS 30 34 3SPAIO PARA 4A S5023SIS

DO2RI0A4 D3 SA02O 2O67S D3 A8*I0O .........................................................1"

4a sJntesis doctrinal de Santo 2omMs de Aquino................................................................1";asi desconocida la sJntesis doctrinal de Santo 2omMs=....................................................1"Algunas tesis caracterJsticas de la sJntesis doctrinal de Santo 2omMs ..................................1"*nidad segLn sJntesis ...................................................................................................1"0 ntroducción 000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000?0 #n Cristo, todo Dios es hom&re " todo hom&re es Dios 000000000000000000000000000000000000000000000000?0 a gracia " el li&re al&edrío en el &ien o&rar del hom&re 000000000000000000000000000000000000000000000?%0 a (e " la ra1ón en el conocimiento de Dios 000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000@%0 #l conocimiento del misterio trinitario en su do&le necesidad 0000000000000000000000000000000000000000@%0 !ara leer a Santo Tomás, un conse$o de 2arrigou)a2range 0000000000000000000000000000000000000000@%0 #l pensamiento racional al servicio de la Revelación 00000000000000000000000000000000000000000000000000@%0 Re(le3iones (inales 00000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000@

Realismo pensante .......................................................................................................193l decir mental es acto, no moimiento ...........................................................................1%Ser ' pensar ................................................................................................................1%

Ser ' operación ............................................................................................................1%4a raNón de un QeUtraKo resultado rJtica tomista al criticismo Zantiano .............................1%4a luN del entendimiento agente en la ontologJa del conocimiento de Santo 2omMs ...............1%4a actitud filosófica de Santo 2omMs como orientación para una +Lsqueda de sJntesis en elpensamiento contemporMneo .........................................................................................1B4a analogJa como Ja de sJntesis .....................................................................................1B4a analogJa de Santo 2omMs ' la dialctica hegeliana ........................................................1BActualidad teológica de Santo 2omMs ..............................................................................1B0aturaleNa humana ' generación ...................................................................................1B4a ordenación de la persona a asemearse a Dios .............................................................1!Definición metafJsica de Dios .........................................................................................1!Para la metafJsica de la persona Su+stancia, acción, relación ............................................1!

Por el camino recto .......................................................................................................1!PARA 4A S5023SIS DO2RI0A4 D3 SA02O 2O67S D3 A8*I0O ..............................1

;ASI D3SO0OIDA 4A S5023SIS -I4OS<-IA D3 SA02O 2O67S= ......................"

7#sto es lo que (recuentísimamente clama Santo Tomás " que los tomistas no quieren oir7 0 0?7o que me es(uer1o en meter en la ca&e1a de los que (iloso(an7 00000000000000000000000000000000000000@7Del alma puede tener cada uno un do&le conocimiento0007 0000000000000000000000000000000000000000000000@%olver conscientemente so&re sí no es otra cosa que su&sistir algo en sí mismo 00000000000000000M a naturale1a locutiva del entendimiento4 7o primeramente " por sí mismo entendido es loque el entendimiento conci&e en sí mismo so&re la cosa que entiende7 000000000000000000000000000000Otras vertientes desconocidas de la síntesis de Santo Tomás 0000000000000000000000000000000000000000000N

A4>*0AS 23SIS ARA23R5S2IAS D3

4A S5023SIS -I4OS<-IA D3 SA02O 2O67S .......................................................

*0IDAD S3>?0 S5023SIS ................................................................................."

1%C




I. Introducción.............................................................................................................."II. 3n risto, todo Dios es hom+re ' todo el hom+re es Dios............................................9CIII. 4a gracia ' el li+re al+edrJo en el +ien o+rar del hom+re ..............................................91I/. 4a fe ' la raNón en el conocimiento de Dios ................................................................9/. 3l conocimiento del misterio trinitario ' su do+le necesidad ...........................................99/I. Para leer a Santo 2omMs, un conseo de >arrigou#4agrange .........................................99

/II. 3l pensamiento racional al sericio de la Reelación ...................................................9%/III. RefleUiones finales ................................................................................................%1

R3A4IS6O P30SA023 .......................................................................................%"

4A 0A2*RA43@A A*2OO6*0IA2I/A D34 A2O

34 AR723R 4O*2I/O D34 30230D3R .............................................................%%

34 D3IR 6302A4 3S A2O, 0O 6O/I6I302O .....................................................%

S3R P30SAR .................................................................................................BC

#l intuicionismo en(rentado al conocimiento conceptual 000000000000000000000000000000000000000000000000000V#l en(rentamiento escinde el pensar del ser o reduce el ser a ser pensado 0000000000000000000000000

#l desconocimiento de la naturale1a del conocer imposi&ilita la re(erencia del entendimiento ala verdad del ente 0000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000

S3R OP3RAI<0 ............................................................................................B%

4A RA@<0 D3 *0 3:2RAEO R3S*42ADO ...........................................................B

Crítica tomista al criticismo Bantiano 00000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000>4A 4*@ D34 30230DI6I302O A>3023 30 4A O02O4O>5A D34 O0OI6I302O D3

SA02O 2O67S D3 A8*I0O.................................................................................!"

I. Introducción ' presupuestos........................................................................................!"II. Proposición del pro+lema. 4a connaturalidad de la QluN del entendimiento agente a la mente

humana.......................................................................................................................!BIII. 0Lcleo de la respuesta Qel ser es la actualidad de todas las formas..............................!!I/. OntologJa de la naturaleNa intelectual.........................................................................1/. 4a estructura de la mente humana ' la connaturalidad a ella de la QluN del entendimientoagente........................................................................................................................!

4A A2I2*D -I4OS<-IA D3 SA02O 2O67S O6O ORI302AI<0 PARA *0A

)?S8*3DA D3 S5023SIS 30 34 P30SA6I302O O0236POR703O...........................$"

QSin terreno com5n para el diálogo0000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000?Pn centro de perspectiva0000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000@os caminos del inmanentismo00000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000@a re(erencia del hom&re a la verdad000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000M

a &5squeda de la unidad000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000a (iloso(ía " la (e cristiana00000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000a (iloso(ía cristiana " el (ideísmo inmanentista0000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000N #l conocimiento humano de Dios000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000>a analogía como vía de síntesis000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000a síntesis tomistaU tradicional0000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000VVa actualidad +tica " política del pensamiento de Santo Tomás0000000000000000000000000000000000000000V

4A A0A4O>5A O6O /5A D3 S5023SIS...............................................................1C

a do&le orientación de la analogía en la síntesis de Santo Tomás000000000000000000000000000000000000V#stado de la cuestión " respuesta so&re la do&le analogía00000000000000000000000000000000000000000000000VN

4A A0A4O>5A D3 SA02O 2O67S 4A DIA4F2IA G3>34IA0A.............................11C

A2*A4IDAD 23O4<>IA D3 SA02O 2O6AS.......................................................11%0A2*RA43@A G*6A0A >303RAI<0...............................................................1B

J'omo est de homine sicut Deus de DeoK0000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000

1%1

aportaciones para la sintesis doctrinal de sta

Documents